Advertencia: El capítulo de hoy contiene contenido subido de tono, clasificación "M" de maduros, si eres sensible a esta clase de contenido o si de plano no te es de agrado, te recomiendo saltarte las partes que consideres no apropiadas, por tu atención, mi querido lector , gracias
2 Días Después
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Dado lo ocurrido en el palacio de jade, la selección del guerrero dragón, se vio pospuesta… o en otras palabras, cancelada, esto ciertamente dejo con un mal sabor de boca a todo el pueblo, sin embargo… todos tuvieron una pequeña oportunidad de ver la verdadera naturaleza de Tai Lung, aquel que tanto decían entreno por años para tener un auto control impresionante… no solo hizo sangrar a un oponente… sino que este se había dejado llevar por su impotencia al no haber podido derrotar a este con la misma facilidad que le hubiera tenido en derrotar a otro cualquiera… ¿Pero cómo?... ¿Cómo y de donde salió alguien tan fuerte y fiero como ese panda? ¿Y cómo fue que este no recibió daño por su rasguño?... no eran respuestas claras… y también era una mala pata para cierta felina rayada, pues desde que le grito ese día a Po, no lo había visto en todo un día, no es que lo hubiera visto seguido, tan solo lo conocía de dos días… pero… ciertamente le hacía sentirse mal que tal vez había ofendido al panda… y aun estando en la cocina… se preguntaba dónde estaba… sabia ahora que Po, vivía en el valle, de hace mucho tiempo… ¿Pero dónde exactamente?... ¿Dónde?
En la cabaña de este, una historia muy diferente era, siendo tan noche, Kela estaba preparando una especie de carreta, y Po ahí estaba, en la entrada de la cabaña bajo el manto de la oscura noche, y justo a esto, se le añadió la luz de la luna llena sobre ambos mamíferos
- "Bien… eso será todo…" – Apenas termino de acomodar la última canasta vacía en la carreta, para entonces sacudirse las manos, y girar en dirección a Po – "Ahora escúchame… iré a los pueblos vecinos por provisiones… tal vez me tarde dos o tres días… así que te quedas aquí, y vigila la cabaña"
- "Lo entiendo padre… Aunque me pregunto porque es que ahora no me pide ir con usted" – Dijo Po, quien pronto recibió la respuesta del león
- "Por tu estado… ya estas por empezar con eso de nuevo, y ciertamente no podrías ser más que un lastre en todo el camino… lo mejor será que te quedes aquí" Dijo el león, quien pronto se fue a sujetar de ambas partes la carreta por el frente, y la levanto del suelo – "Escucha… ya sabes cómo es esto… tan solo debes encontrar a una compañera que te pueda saciar, y listo… problema resuelto"
- "Eso, yo lo se padre pero… en el valle… en el pueblo… no hay mucho de donde… escoger" – Dijo el panda, quien pronto llevo una mano a rascarse la nuca con levedad
- "Ese no es mi problema chico, sino tuyo… tal parece que deberás bajar un poco tus estándares, de lo contrario, te podría ir mal… nos vemos en 3 días" – Dijo el león, para entonces empezar ahora la larga caminata nocturna que le tomaría al primer pueblo vecino del valle, por el norte
Ahora tan solo Po se quedó unos momentos ahí, hasta asegurarse de que su padre su hubiera ido con bien, y apenas lo hizo, se metió de regreso a la cabaña, y la cerro detrás de él, pronto pasando a dejar la chimenea encendida, pues era una noche un poco fría, para luego pasar hasta su cama, donde al retirarse el chaleco, y una significativa parte de su ropa, de su ropa, se recostó… cubrió… y durmió… entregándose a las manos de Morfeo para una larga noche de sueño… o al menos, él tenía en mente que sería larga… pero no lo fue en realidad, puesto que la mente del panda, empezó a verse invadida por un sinfín de recuerdos, y pensamientos que antes no había tenido… veía a una panda adulta… corriendo… por un bosque, estaba nevando, había nieve por todos lados… entonces… una tigresa madre se le unió… tenia cargando entre sus manos algo… que era… y más importante aún, porque parecía ser que la panda lo estaba cargando a, el… ¿Dónde estaba?... pero de ahí se trasladó a otro lado… ahora estaba en el valle de la paz… todo estaba en llamas… había gente muerta por todos lados… y la destrucción estaba por tierra y cielo… con una gigantesca nube de humo negro… a lo lejos, el choque del metal llamo su atención… estaba dándose una pelea de espadas… o eso parecía ser… y cuando levanto la mirada, vio un poco de dicho combate… le costó… parecía ser que los 1000 escalones eran más de solo mil… al llegar… todos estaban muertos… los maestros… los estudiantes… y dentro de un gran salón donde artilugios y armas eran guardadas, todo estaba despedazado… en el interior… cerca de un estanque donde encima yacía una estatua de dragón de oro… se encontró con algo que lo dejo anonadado… Tai Lung… estaba luchando contra su padre… pero no fue una pelea tan normal como podría estar pensando… pues le toco ver al leopardo… como este atravesaba el cuerpo de su padre Kela, con una afilada espada de mango dorado, y detalles verdes sobre su hoja… al haberse puesto de rodillas el león, el leopardo saco la espada de su cuerpo… lo sujeto de la melena… y levanto la espada hasta su mayor punto
- "¡PADRE!" – Exclamo el panda, antes de ver este como la espada caía, y le cortaba la cabeza al león… la cual ahora empapada de sangre en su pelaje blanco, era levantada por la mano del leopardo… quien pronto aparto la mirada de la expresión sin vida de este felino, para dirigirla al úrsido
…Había algo distinto a sus ojos… ahora fuera de un amarillo y rojo… solo había un tono de rojo carmesí en esos ojos… profundos… y sin vida, como los de un tiburón pudiera decirse así…
- "…Sigues tu… panda"
El tono de su voz… era diferente al que recordaba… pero ahora es que regreso de su sueño, y se levantó abruptamente de la cama… ¿Pesadillas?... después de tanto tiempo sin una… ¿Tuvo pesadillas de nuevo?... ¿Pero que estaba ocurriendo con él?... medio normal, no era… sin lugar a dudas, no lo era… cuando vio hacia una ventana abierta de la cabaña… vio como aún faltaba bastante tiempo para que la luz del sol llegara al valle… quiso dormir de nuevo… pero fue entonces cuando su calor corporal empezó a aumentar de sobre manera, el sudor pronto se vio rodeando su cuerpo y pelaje, y tal parecía ser que su respiración se había alterado de sobremanera… un tenue sonrojo en sus mejillas era un poco notorio, y la dilatación en sus pupilas estaba igual… todo su cuerpo estaba tenso, y de vez en cuando sufría de espasmos abdominales que no lo dejaban en paz ni por un solo momento, mas este, seguía resistiendo a lo que fuera que le estuviera sucediendo
- "No… no no no no… ahora no, por favor no… carajo…" - Por más que intentara mantenerse de pie… no podía, al menos no de manera prolongada, se tambaleaba, y los jadeos empezaron a salir de su boca… le costó, pero logro regresar a la cama, donde al recostarse, intento mantener la calma… - "… Ya empezó otra vez"
Pasaron las horas, el sol estaba comenzando a asomarse por el horizonte, y apenas el día llego para el úrsido monocromático, este salió de la cabaña, queriendo ir hasta el rio cercano a esta, donde sin pensárselo demasiado, se metió, el agua estaba helada, poco le faltaba para esta convertirse en hielo… pero era algo que al menos lo mantenía relajado durante un cierto rato… ya había llegado ese momento del mes, y él lo sabía, desde los 18 años, el panda sufría de una muy extraña y violenta condición… y era que él, la temporada de apareamiento… o celo, era mucho más intensa que en la mayoría de los machos de su clase… demasiado podría decirse… en otras palabras, las urgencias y necesidades sexuales en él, eran mucho, pero muy necesarias para el… podía controlarlo, de ciertas formas, sin embargo, las masturbaciones no eran de mucha ayuda, lo mantenían tranquilo, pero eso no era suficiente y él lo sabía… apenas termino con su baño, fue a vestirse, preparo un poco de papel, y tinta, y empezó a escribir un mensaje bastante corto, el cual se encargó de enrollar tanto como pudiera, antes de meter el mensaje en un pequeño estuche para rollos, el cual sello, y un poco apresurado, ir caminando hasta la puerta de su hogar… sin embargo… antes de salir de la cabaña… se detuvo al sujetar el picaporte de dicha… regreso su mirada hacia el interior… y vio colgando de un soporte sobre la chimenea… sus espadas dobles, y cerca de estas, sus dichas cadenas enroscadas… 2 años usando esas armas… y ahora sus brazos aunque el pelaje se recuperara bastante rápido, bajo este, en la piel, tenía las marcas de las cadenas alrededor de sus antebrazos, pero al menos esto era oculto por el pelaje
Sin perder mucho más tiempo, este abrió la puerta, y apenas salió, dejo que el viento fuera quien cerrara por él, y así salió caminando un poco apresurado hacia el pueblo… le costaba caminar, al menos sin tambalearse y vaya que el camino hacia el pueblo se le hizo eterno… apenas llegar a la entrada de este, se tuvo que sostener sobre uno de los pilares de dicho para poder evitar perder el equilibrio, y limpiando el sudor que en su frente yacía, este siguió su camino… tenía la vista un tanto nublada, casi borrosa, era como si estuviera enfermo… sin embargo, era muy diferente a una común o un simple resfriado… apenas puso un pie en el pueblo… su nariz de inmediato percibió numerosos aromas… todos pertenecientes a un sinfín de hembras, pero era tan sensible e intenso su olfato, que pareciera que estaba con la dueña de dicho aroma frente a él, o junto a él, y el cerrar sus ojos con profundidad, tan solo le ayudaba un poco a visualizar con claridad la figura y especie al que cierto aroma pertenecía… la mayoría de las hembras a quienes les percibía el aroma, eran de especies pequeñas, cabras, conejas incluso… pero pocos eran los aromas de hembras de especies medianas… podía notar el aroma de lo que él tenía claro… era una leona… un pequeño grupo de leopardos de las nieves… una osa malayo… y un par de lobas… agitar su cabeza le ayudaba a recobrar su concentración, pero no por mucho tiempo, fue así entonces que este se apresuró a la oficina de mensajería
Aves de muchas especies salían de un cierto edificio de dos niveles un poco cercano al centro del pueblo, lechuzas, búhos, o incluso halcones… al panda ciertamente le llamo la atención el cómo los empleados a dicha oficina eran bastante veloces en cuanto a cumplir su trabajo se trataba… pronto este ingreso en el lugar, no había gente… al menos no tanta como para sentirse molesto, solo estuvo detrás de un tercio de clientes… y espero pacientemente… pasaron los minutos, seguía en la fila… una de dos, o simplemente no los estaban atendiendo, o un maldito oso perezoso estaba atendiendo el sitio…
- "¡Oye, grandote!" – Le llamo una figura no muy lejos de él, en una caja que pronto fue abierta, y una mano cubierta por una especie de guante se asomó del mismo – "¡Por acá!"
Al escuchar aquella voz, de aspecto femenino, y al ver la mano del mismo tipo, fue que entendió perfectamente de quien se trataba, saliendo apresuradamente de aquella fila donde se encontraba, e ingresando hasta quedar frente a la misma caja, se encontró de frente con una gata montes, de pelaje café claro, con rayas negras y haciendo juego con estos, un par de ojos ámbares que transmitían una cierta felicidad y calma al ambiente que la rodeaba, esbelta figura, generosos atributos, y la figura de lo que podía distinguirse como una media luna bastante delgada sobre su frente… pero era hermosa al final, entre sus manos estaba cargando un montón de paquetes, y muy apenas esta pudo ver al rostro del úrsido monocromático a través de un agujero que había quedado por el movimiento de las mismas cajas
- "Vaya, pero si miren nada mas quien ha venido hoy a la oficina" – Como pudo movió un poco las cajas sobre sus brazos, y al girar su torso hacia un costado, pudo girar la cabeza en dirección a Po, a quien le dirigió una rápida y algo burlona sonrisa – "¿En qué le podemos ayudar señorito?"
- "…También me da gusto verte Mei Ling" – Respondió Po a medias, cruzándose pronto de brazos ante una corta carcajada que la felina soltó
- "Uy que seriedad… jmjmjm, ya, no pongas esa cara larga y ven conmigo" – Dijo esta, y pronto con la cola fue que levanto la pequeña compuerta que daba acceso hacia la parte del almacén, y las cajas… que más que cajas, eran solo cúpulas pequeñas donde la gente eran atendidas, y ahora si era que el panda, paso por la misma compuerta, la cual cerro detrás suyo, y así siguió a la felina, quien llevaba lentamente las cajas hasta la zona de almacén, donde empezó a acomodar y apilar las cajas por aparentemente, orden alfabético
Y vaya que tenían muchos pendientes, pues al panda solo le tomo girar la cabeza unos cuantos grados hacia su derecha, para encontrarse de frente con un montón de estantes, y de repisas repletas de cajas, rollos, y cartas varias, esto haciéndolo cruzarse de brazos mientras dirigía una mirada rápida hacia Mei Ling
- "Están atareados"
- "Pues sí, ya sabes, en poco tiempo será el festival de invierno… y aquí hay como un cuarto de hectárea en regalos bobos, o en cartas de amor"
- "… ¿Y sabes eso porque?"
- "Si piensas que me la he estado pasando revisando la correspondencia ajena, te equivocas… eso lo hizo Leida" – Una de sus compañeras de trabajo, así la felina siguió, paquete tras paquete, hasta liberarse las manos con una sola caja – "No te imaginas la cantidad de prendas de ropa, y cartas amorosas que nos llegan… podrías creer que en una sola caja tenían como 50 cartas de amenaza, otras 50 de amor, y un montón de flores de loto… es de locos sin duda" – Por más que buscaba las escaleras, no dio con estas, y claro que entre brincos pequeños, no alcanzaba su objetivo, el estante más alto en todo el almacén – "…Joder…" – Un brinco más fue lo que ocupo, puesto que el úrsido la sostuvo de la cintura, y la elevo por encima de su cabeza – "Un poquito más… y… listo" – Apenas dejo la caja en su sitio, se sacudió las manos, vaya que el panda era alto, y sin duda alguna, eso era de ayuda en ciertas ocasiones – "Gracias Po, ya me puedes bajar…" – Dijo esta con la mayor calma del mundo, sin embargo… no recibió respuesta – "¿Po? … ¿Sigues ahí grandote?... Po, te estoy hablando"
Para cuando la gata montes bajo la mirada, se encontró con algo que posiblemente le hubiera molestado a alguna otra mujer, o a cualquier persona en realidad… el panda tenía el hocico ligeramente posicionado entre los muslos de la felina por encima de su pantalón, y le metió una senda olisqueada no solo a su vestimenta, sino a la dirección en la que su nariz estaba apuntando, en palabras más sencillas, el panda estaba olfateando, la entrepierna de la felina, quien en lugar de sentir asco… indignación, o incomodidad, le correspondió con un abrir de ojos bastante completo, sus orejas en alto y la cola tensada, dicha felina apenas fue dejaba con delicadeza en el suelo, las manos del panda subieron de su cintura, hasta sus hombros, donde empezó este a repartir un par de masajes sobre los hombros de la felina, que sin duda estaba disfrutando de tales atenciones, y no fue hasta que de un movimiento brusco que la dejo contra la pared, cuando esta entendió lo que estaba sucediendo… aunque un tanto temerosa, aparto el rostro de la pared, y miro por encima de su hombro al úrsido monocromático, quien estaba frotando su hocico y labios sobre la espalda de esta, aun por encima de su chaleco que a duras penas este evitaba rasgar
- "… Po… ¿Ya es ese tiempo del mes?" – Pregunto un tanto temerosa la felina, quien en respuesta, recibió un pequeño bufido y asentir de parte del panda… fue así entonces cuando el panda se enderezo, y reteniendo un poco su instinto, se apartó, esto fue lo suficiente para que Mei Ling terminase por girarse, y quedar frente a frente con Po, quien lentamente extendió el mensaje hacia la felina
- "Necesito… que mandes esto a la casa de seguridad… si es posible, como mensaje exprés" – Explico Po, quien pronto entrego el mensaje a las manos de la felina, quien luego de haberlo examinado, lo guardo sobre su cintura
- "La casa de seguridad…" – Susurro para sí misma… pero el panda la escucho claramente, y así pronto Mei cruzo sus brazos por delante de su pecho – "…Aun recuerdo… cuando quisiste que me quedara ahí" – En su voz el panda noto un cierto tono… entre molesto… incomodado… y quizás triste… eso hizo fruncir el entrecejo al panda, quien no tardo demasiado en ponerse sobre una de sus para recargar los brazos sobre la pierna que quedo flexionada
- "…Porque cuando menciono la casa de seguridad… suenas igual siempre… como si te molestara"
- "…Tengo mis motivos para molestarme, Po" – Respondió Mei con simpleza, y al notar como este hizo aquello, desvió la mirada… pero poco le sirvió ese movimiento, pues pronto el panda la sujeto del mentón, y contra su voluntad la hizo voltearse, para encontrarse de frente con aquellos orbes jade del úrsido
- "…Sabes que hubiera sido por tu bien… estarías a salvo de todo… y de todos… comida… comodidades…" – El agarre a su mentón se vio aligerado, y pronto una caricia fue dada con el dorso de su mano sobre la mejilla de Mei, quien soltó un pequeño suspiro y ronroneo, al mismo tiempo que recargaba la cabeza contra esa misma mano – "... Jamás termine de entender… porque no quisiste quedarte ahí"
- "…Tu sabes porque… Po, en la academia Lee Da, mi vida entera estaba basada en el movimiento constante… no solo… limpiar o desempolvar los muebles de una casa grande… sino entrenar, mantenerme en forma, ya sabes, todo eso" – Dijo esta, pronto apartando la cara de esa mano, pero de regreso, el panda la hizo verlo al rostro
- "…Cuando te salve de ese lugar… te dije que te iba a cuidar… ¿Acaso algo de lo que he hecho hasta ahora te ha perjudicado?" – Pregunto el panda, con un cierto tono severo, como el de un padre regañando a su hija, por lo que Mei, bajo las orejas, la mirada, la cabeza… y negó lentamente – "… ¿Te ha lastimado?" – Volvió a negar – "… Jamás haría algo que te pusiera en riesgo… o que te afectara…"
- "…Eso siempre es lo que me dices…" – Un pequeño y silencioso sollozo se vio salir de las facciones de Mei Ling… esto provoco que la gata diera un par de pasos al frente… y depositara su cuerpo y rostro contra el panda, así fue entonces cuando este lentamente, cubrió el cuerpo de Mei Ling en un abrazo protector completo… y acaricio su espalda
La felina aun recordaba cómo fue que conoció a Po… hace ya bastante tiempo… su academia de Kung Fu, fue atacada… todos habían muerto… incluso varias hembras… el rojo teñía por completo las paredes de la academia, los patios de entrenamiento e instrumentos… las mujeres sobrevivientes… fueron obligadas a actos denigrantes… aunque para Mei Ling fue un tanto peor… aun con su resistente, su osadía y su espíritu de lucha… una cierta parte de su pureza le fue arrebatada… no llego a perder… ciertos aspectos de la misma pureza… puesto que antes de haber ocurrido eso… lo vio a, el… un úrsido monocromático de gran musculatura, marcas rojas en su torso… y un par de espadas dobles de dragón en sus manos… con movimientos más rápidos que el viento, y precisos como una flecha, uno a uno, los criminales fueron asesinados… esa fue la primera vez que lo conoció… blandiendo sus espadas con orgullo, y la sangre de sus enemigos escurriendo por su pelaje y extremidades… El Fantasma De La Paz… el mundo a su alrededor se había oscurecido… y para cuando despertó, ya se encontraba a salvo… en una habitación desconocida… algo vacía… muchas heridas de su cuerpo estaban tratadas, y vendadas… junto a ella, fuera de su futon, encontró una taza de té, repleta y una tetera junto a la misma, tenía un olor sin duda alguna exquisito… no se lo pensó demasiado… y al tomar la taza, se bebió esta de un solo sorbo… estaba aliviada ahora… y el abrir de una puerta la hizo dirigir rápidamente la mirada hacia la pared por donde el sol estaba entrado, aparentemente, esta era una puerta, no una ventana, y por dicha, se encontró con una loba… vistiendo un kimono de la seda más fina de toda la provincia… dicha tenía una combinación curiosa de ojos… uno era gris… el otro era café… pelaje y cabellera castaña, y entre sus manos, estaba cargando una bandeja de alimento, en esta una charola, y palillos, con sandalias bastante cómodas, la loba se adentró en la habitación, y se arrodillo junto a Mei Ling, quien por reflejo, se había cubierto con la sabana… pues aparentemente estaba, completamente desnuda
- "Al fin decidió despertar… es un alivio ver que tan solo tenía un poco de sueño, y que no estaba muriendo como se tenía pensado en un inicio" – Declaro la loba, quien pronto acerco la bandeja hacia Mei, tomo la charola, y la retiro lentamente, dejando así a la vista un tazón de fideos, unos cuantos dumplings a un lado, y para acompañar, salsa agridulce – "Adelante… coma"
Mei Ling se lo pensó bastante… desconocía donde estaba… quien era esa loba… y porque era que le estaba ayudando… pero así fue cuando esta, empezó a comer en silencio, tomando unos cuantos fideos con los palillos, antes de cubrir un dumpling con la salsa agridulce, y llevarse este mismo a la boca… la comida estaba deliciosa, y ya había empezado… y fue así, que bocado tras bocado, termino, y ahora tan solo dio un profundo sorbo al caldo que había quedado de la sopa, para con una fuerte exhalación, dejar escapar todo el aire que había estado reteniendo
- "…Gracias… tenía hambre"
- "Si… era de esperarse, paso día y medio inconsciente" – Tras escuchar aquello, fue que Mei Ling llevo su mirada sobre de la loba, quien no paraba de sonreírle de manera ladina ante su expresión de sorpresa – "…Mi nombre es Natani, es un gusto… ¿Señorita?"
- "Mei… Mei Ling, de la academia Lee Da… bueno… ex, alumna… de la ex academia Lee Da" – Respondió esta, ante la presentación de la loba, quien le estiro una mano, y esta, por educación, le tomo, y estrecho una con la otra
- "Un placer Mei Ling… y, bueno, lamento tu perdida… aunque ya sabíamos de donde venias, no sabíamos tu nombre… nadie lo sabía en realidad" – Dijo Natani con toda confianza, antes de ponerse de pie… aunque eso confundió aún más a Mei Ling
- "…¿Sabíamos?" – Pregunto, desconcertada, más una sonrisa en la loba le hizo ponerse un poco nerviosa
- "…Ven, seguro querrás ver esto" – Dijo la loba, con una media sonrisa en su rostro, saliendo por donde había entrado, por la luz y el brillo que había afuera, debería ser pronto el medio día, sino es que ya lo era, sin tener algo a la mano que ponerse, fue que Mei Ling uso las sabanas del futon, y así cubriéndose como si estas fueran una especie de toga, siguió a la canina, fuera de dicha puerta, había una especie de corredor bastante largo, o eso se veía por su aspecto…
Tuvo que cubrirse el rostro para evitar que todo el brillo del sitio le diera de lleno en la cara, y apenas sus ojos se acostumbraron, esta pudo ver con gran sorpresa sus alrededores… estaba en lo que más que una casa, parecía ser una mansión… era como estar en una academia… pero, no se usaba como tal… podía distinguir un montón de cuartos, todos iguales al suyo, pero ese no era el único detalle, dicho sitio consistía en dos pisos, y en cada uno, pudo notar pares de mujeres de diferentes especies, claro, especies de mamíferos grandes, o incluso el caso medianos, como caninas, felinas, y si era el caso, alguna que otra osa o tal, la mayoría, o eran jovencitas, o jóvenes adultas… todas y cada una vistiendo de manera bastante digna, decente o incluso elegante… jardines enormes de flores adornaban el lugar arboles grandes, incluso árboles frutales… pero lo que más llamo su atención, fue un conjunto de grandes, altas y gruesas paredes que rodeaban todo el sitio en forma de rectángulo… si tuviera que sacar medidas, diría que estaban entre lo que eran dos hectáreas, una ocupada para la casa, y el resto en jardines, y grandes espacios libres en los cuales algunas hembras pasaban el rato conversando, o incluso comiendo al aire libre… así como también noto un gigantesco estanque de agua cristalina, donde varias estaban pasando el rato, nadando, e incluso… jugueteando entre ellas…
- "…¿Dónde estoy?" – Pregunto Mei Ling, soltándose de las barandas donde se había sostenido desde que salió del cuarto, mirando muy de reojo a Natani, quien se incluso y poso sobre la baranda
- "…Estas en la casa de seguridad" – Respondió Natani con simpleza, quien al recibir un saludo de algunas hembras en el nivel inferior, se los regreso, en cuanto a Mei Ling ,esto no respondió su pregunta claramente
- "¿Y se supone que sepa donde es eso?"
- "No en realidad… de hecho, nadie sabe de este lugar, o de esta casa… solo unos cuantos pocos lo saben en realidad… y uno de ellos, es el hombre, que nos trajo aquí… aquel que nos ha protegido desde que pusimos un pie aquí… aquel que se preocupa por nosotras… aquel que nos cuida… que nos alimenta… y que nos vigila como un ángel guardián…" – Declaro Natani… cada palabra que esta soltaba era ciertamente resaltada con un tono de admiración enorme… casi idolatraba a quien fuera a quien se estuviera refiriendo
- "…¿Y… ese quién es?" – Pregunto Mei Ling, quien gano una suave risa de parte de la loba
- "Cierto, tu posiblemente estabas inconsciente cuando lo conociste… pero me estoy refiriendo a" – No pudo seguir… unas voces cercanas la distrajeron
- "¡Ya regreso!" – Grito una leopardo de las nieves adulta, quien salió un tanto apresurada de la casa, y salió corriendo hacia una dirección de frente a la casa grande
Al llevar la mirada hacia tal sitio, Mei y Natani se dieron cuenta del porqué del escándalo de la felina moteada, las puertas frontales, se estaban abriendo, muchas de las hembras cercanas a esta, dejaron lo que estaban haciendo, incluso aquellas que en el estanque estaban divirtiéndose, salieron del agua, y fueron hacia esa dirección, sin importarles el frio o el viento soplando… Mei Ling no se sabía responder del porque el tanta emoción ante alguien llegando a la casa… pero pudo notarlo en muy poco tiempo, presto una cierta atención especial ante las gruesas y pesadas puertas de la entrada, antes de fijarse bien, en un úrsido monocromático de ojos verdes jade, que iba entrando en el perímetro, tirando de una carreta bastante grande, y por su aspecto, pesada y para menos no era, pues la misma estaba repleta de un sinfín de cajas, algunas pudo fijarse que eran de fruta, otras eran verduras y vegetales, costales de papas, harina entre otras cuantas cosas… apenas entro al perímetro de las grandes paredes, la puerta se cerró… y dejando las agarraderas de la carreta en el suelo, el panda casi fue derribado al suelo por un abrazo colectivo de parte de cada una… se le frotaban encima, lo acariciaban… algunas eran más osadas, y le daban besos cortos sobre las mejillas… casi besándole en los labios, y este lejos de impedírselos, las dejaba ser… Mei Ling no se podía responder como un enorme número de hembras parecían tener una cierta fascinación por aquel hombre que había llegado… pero reconoció a este apenas vio como en sus antebrazos residían un par de cadenas bastante gruesas… y en su espalda, dos espadas de dragón… si bien no pudo verle la cara bien antes… reconocía esas espadas a la perfección…
- "…El Fantasma De la Paz… es… es..."
- "¿Real?... Si… lo es… " – Termino Natani la oración por Mei Ling, y ahora juntas, veían como el panda con ayuda de algunas, empezó a bajar las cosas de la carreta, para empezar a introducirlas a la casa grande – "…Con sus propias manos… este valeroso y generoso hombre… levanto estos cuatro muros alrededor de nuestro nuevo hogar… nos ha alimentado… nos ha cuidado… nos ha dado lo que en otros sitios… se nos fue negado… nos dio compasión… nos dio amor… nos dio piedad… nos dio un hogar…"
Una muy pequeña lagrima salió de los ojos de la loba… recordó esta misma cuando lo conoció… de mucho más joven a aquel panda, pero ahora, tan solo podía sonreír, por lo que tenía… Mei Ling, seguía en un cierto estado de Shock… el cual se vio perturbado, cuando noto la mirada del panda sobre de ella, y esta, un tanto asustada, se regresó a la habitación… Natani fue tras ella, a pasos tranquilos, y aun sonriendo, empezó a retirarse
- "La cena se sirve antes de la media noche… si quieres algún bocadillo… o algo, de mientras, puedes bajar a la cocina, en el nivel inferior… no queda muy lejos en realidad, si sales por aquí, toma el corredor a la izquierda, ahí encuentras las escaleras, y enseguida, a la primera puerta del lado izquierdo, está la cocina, y el comedor, en la primera puerta de la derecha" – Dijo e indico Natani, antes de esta retirarse del todo, cerrando la puerta corrediza – "Ah, y no te preocupes por la ropa, en un rato te traigo un cambio decente" – Grito desde afuera, antes de que sus pasos se dejaran de escuchar a la distancia…
No entendía nada de lo que estaba ocurriendo… ni porque estaba pasando… pero… podía estar segura de estar a salvo de momento… estuvo esperando un buen rato… y para cuando se dio cuenta, la noche ya había caído sobre aquella casa de seguridad, ahora tenía un cambio de ropa un poco más decente, ligero para su gusto, y ciertamente, abrigador… siguiendo las indicaciones que Natani le había dado, a Mei Ling tanto trabajo no le costó el llegar hasta el pasillo que le habían mencionado, ahí encontró unas cuantas puertas de papel con luces encendidas por dentro del lado derecho, y del izquierdo, lo que supuso era la cocina, con algo de vapor y un aroma delicioso saliendo de dicha cocina, pero tan curiosa no estaba como podría pensarse, dando pronto a las puertas de la derecha, las cuales al deslizar, paso adentro… ciertamente se quedó petrificada en su sitio apenas uno de sus pies toco el suelo del comedor… no se creía lo que estaba viendo, era un comedor bastante grande… demasiado, parecía casi el comedor de un palacio, solo que no tanto espacio y distancia entre el techo y el suelo… un largo conjunto de mesas juntas entre sí, que conformaban una sola cubierta por un mantel blanco… pero alrededor de dicha mesa… se encontró con más de 60 hembras de diferentes especies, estaturas, edades y combinaciones de colores así como de ojos… vestidas de lo mejor posible, cada una paro la conversación que tenían entre ellas, para fijarse en quien apenas estaba adentrándose al comedor… y un tanto tímida… Mei Ling trago grueso, y temerosamente levanto su mano derecha
- "…¿Buenas noches?"
- "… ¡Buenas noches!" – Respondieron cada una al unísono, si es que ese saludo colectivo la dejo levemente aturdida, pero rápidamente se le paso, cuando noto el tan amigable ambiente regresando de nuevo, platicas, bromas, y algunas otras cosas de las cuales hablar, de entre todas, Mei Ling pudo distinguir a Natani, quien le levanto una mano, y le hizo acercarse
Al acercarse, Mei Ling tomo asiento junto a la loba, en uno de los extremos de la mesa, cada silla era igual, de eso se dio cuenta perfectamente, pero la que estaba a un lado suyo, al final de la mesa, era diferente… grande, con cierto tallado especial encima, era casi como un trono, solo que de madera… y con numerosos nombres encima… cuando leyó un poco… se dio cuenta de algo… eran los nombres de las mujeres que residían en esa gran casa… lo supo en cuanto encontró el nombre de Natani, muy cerca del respaldo y la cabecera de la misma silla, mas su atención se desvió cuando vio entrando al comedor un par de tigres siberianas que estaban cargando entre sus manos numerosas ollas, las cuales desprendían un aroma a fideos tan deliciosa que hizo erizar el pelaje de varias, Mei Ling incluso cerro los ojos mientras olfateaba con atención ese delicioso aroma, pero no termino ahí, pues al retirarse, tardaron unos minutos, pero regresaron cargando bandejas con dumplings, panes de frijol, tanta comida que el estómago de Mei Ling se hizo notar con un gruñido bastante poderoso… y si, ya estaba lista para tomar uno de esos dumplings, pero la mano de Natani la detuvo
Mei se giró para verla de frente… y se dio cuenta del como nadie se había puesto a comer todavía, esto la hizo agachar las orejas, y pronto se hizo hacia atrás, recargándose de nuevo en su silla
- "…¿Qué pasa?"
- "No es… por nada, pero… no acostumbramos… comer hasta que el está en la mesa" – Señalo una leopardo de las nieves de ojos azules, que con la mano extendida señalo la silla aquella junto a Mei
- "Digamos que es… por respeto, hacia su persona" – Aclaro una tigresa de bengala junto a la leopardo, quien a su vez era acompañada de una osa malaya
- "Y eso que es en realidad una costumbre… si se lo piensan bien, nadie come hasta que él toma asiento, cuando está aquí" – Decir esto, hizo asentir la cabeza de cada una, incluso de Natani, vaya, sí que le tenían una enorme estima a ese oso
- "Lo cual, está muy mal" – Llamo una cuarta voz, desde una de las entradas del comedor mismo… ahí fue cuando todas se quedaron petrificadas, por igual, y era debido a que Po estaba regresando de lo que se veía, era una ducha, pues todo su pelaje estaba humedecido, y brillante, claro que estaba vestido, pero… la humedad y el brillo hacían resaltar un poco más de los músculos del mismo úrsido alrededor de todo su cuerpo, principalmente su torso y bíceps… joven, recto, firme, severo, serio… pero con una mirada que penetraba aún más allá del alma… al entrar, cerró la puerta detrás suyo, y camino lentamente por un costado de la mesa, en dirección a su asiento – "…Si el hambre es fiera… lo más prudente es comer, si se tiene la oportunidad… no esperen a que yo tome asiento, o que yo esté presente… no es que tenga que darles permiso para comer… ustedes… son mujeres libres… coman…" – Se detuvo a la mitad de su caminata… tomando con delicadeza la mandíbula de una osa, quien se froto contra dicha mano, antes de que este se apartara – "Con libertad…" – Declaro el oso, antes de terminar su caminata, y tomar asiento en su silla – "… Sin embargo… antes de empezar… quiero decir unas palabras, el día de hoy, una nueva integrante a esta "Familia" se nos une… la señorita Mei Ling… algunas de ustedes, o alguna ya seguramente la ha conocido… quiero que hagan lo que han hecho esta ahora… háganla sentirse cómoda… bienvenida, y aceptada en este sitio… ¿Entendido?"
- "Si señor" – Respondió cada una, antes de estas… y este, pasar la mirada sobre de Mei Ling, y pronto, de regreso al panda
- "Bien… ahora… buen provecho"
Los cucharones, palillos y vasos empezaron a sonar apenas se dio el provecho, y si, no era de esperarse que la primera en probar bocado, fuera Mei Ling, con unos cuantos dumplings sobre su plato, era una cena que sin duda alguna, era digna de ser recordada… no podía creer que hubiera un ambiente, tan amistoso, tan familiar, tan cálido en ese gigantesco comedor, no era algo que no hubiera tenido en la academia, pero en realidad, es que no tenían comidas tan, relajadas, tan despreocupadas, sin tener que pensar en entrenamientos, o en cosas similares a esto, era tranquilo, y sin obligación alguna que cumplir… sin embargo, hubo algo que le había hecho sentir un tanto curiosa, por sus pies sintió una especie de toque liego que le hizo retroceder las piernas, atención no le presto a esto, y continuo con su cena, pero pronto un pequeño sonido llamo su atención a su lado izquierdo, específicamente donde el panda se encontraba sentado, cuando giro a verle, no supo cómo interpretar su estado… se había quedado quieto, y entre sus manos estaba estrujando sus palillos que utilizaba para comer… sin embargo, su expresión se relajó pronto, y tan solo continuo con su cena… noto la mirada de Mei Ling, por lo que giro los ojos en su dirección, y esta de inmediato continuo comiendo, volviendo la mirada hacia su plato para no incomodar o molestar al úrsido monocromático… aunque muy de vez en cuando volteaba a ver a este, y su expresión era un tanto distinta a como la tenía antes, era serena y distante si… pero tenía ligeros tics en los parpados, y muy de vez en cuando, soltaba pesados suspiros de sus fauces, en más de una ocasión, detuvo su comida tan solo para calmarse, y continuar después de pocos segundos, Mei Ling seguía sin entender claramente que era lo que estaba ocurriendo… con un cierto movimiento discreto, hizo retroceder su silla, y dejó caer "accidentalmente" sus palillos al suelo
Cuando esta se agacho con la intención de levantarlos, fue que tuvo unos buenos segundos de sorpresa, sonrojo y petrificación al momento de haber presenciado, como una tigresa siberiana, de facciones bastante esbeltas, así como un conjunto de rayas bastante especiales, se había colado por debajo de la mesa… como, no lo tenía muy claro, no era mucho el espacio que esta pudiera tener para moverse siendo sinceros… pero ahí estaba esta, de rodillas en el suelo, acomodada justo entre las piernas del panda… a quien le bajo parte de los pantalones, y le dedico una felación al panda… a garganta profunda, claro que en cuanto a sonidos y respiraciones, la felina rayada era bastante discreta, silenciosa, y vaya que tenía dedicación en sus acciones… aunque más que concentrarse en los movimientos de la felina rayada, Mei Ling estaba concentrada en las proporciones del oso… no estaba mal… para nada mal, la palabra semental se le venía a la mente al verle de esa manera, y claro, que se apresuró a regresar a su postura anterior… claro que esto no dejo que el nervio dejara en paz su cuerpo, pues en cuestión de muy poco, vio al panda tensarse por completo, con la diestra bajo la mesa… y después de unos cuantos segundos, un profundo jadeo escapo de sus labios, no llamo la atención de la mayoría, pero sí de algunas cuantas curiosas… al término de su almuerzo, el panda se levantó
- "Buen provecho a todas" – Dijo con simpleza… y se retiró del comedor, cada una lo despidió de manera amable y gentil, más cuando este salió del todo, la tigresa que anteriormente se encontraba bajo la mesa, salió por el sitio donde la silla del panda estaba sentado… y si, ni siquiera su pelaje blanco ocultaba el desastre que tenía encima de todo su rostro…
- "…Ammm… mi pan… tenía un poco más de… relleno y… si… eso" – Queriendo ocultar su vergüenza, salió corriendo del comedor, el cual tan solo, fue inundado por numerosas y escandalosas carcajadas… y apenas, estaba empezando la noche
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Continuara…
