Advertencia: El capítulo de hoy contiene contenido subido de tono, clasificación "M" de maduros, si eres sensible a esta clase de contenido o si de plano no te es de agrado, te recomiendo saltarte las partes que consideres no apropiadas, por tu atención, mi querido lector , gracias
Aclaración del capítulo anterior: Po no tiene un harem, mucha gente se quedó con la idea de que ese panda ahora tiene a un montón de hembras para sí mismo, que son sus parejas y no sé qué, no, no es un harem, no tiene harem, no va a tener harem, y el panda, por si les interesa saber, sigue siendo virgen… aunque bueno… aquí en este capítulo quizás lo deje de ser pronto, si… yeah, enjoy the chapter of today :D
Una pequeña campanita sonó al momento de ser una puerta abierta, y por la misma, salió el mismo úrsido monocromático que hasta hace algunos minutos había entrado, este dando una mirada rápida al interior, dirigiendo una rápida despedida con la mano a Mei Ling, quien se quedó atendiendo el resto de su turno en la oficina postal, al menos su mensaje estaba entregado.. y mucho que hacer no tenia en realidad… aunque gracias a la gata montes se había recuperado bastante de su estado actual, aún estaba presente en él una cierta desorientación, la cual lo hacía tambalearse de un lado a otro, hasta que logro recobrar la compostura, y continuar con su caminata, rascándose la nuca con ligereza, antes de suspirar con pesadez… "Hacía mucho tiempo que no me daba así… y siempre es el mismo día… ¿Por qué esto no para?... ¿Por qué me tiene que seguir pasando?... ¿Por qué tengo que soportar una época de apareamiento peor al de una mujer? ..." Se dijo así mismo, casi en forma de regaño, mucho esfuerzo es el que hizo para no romper la pared cercana a este… aunque sí dio un golpe, y si la agrieto bastante, sin embargo, nada grave, para el ocurrió sobre su mano, y tan solo continuo con su caminata… pasando lentamente la mirada hacia los cielos, deleitando sus orbes jade con el cielo azul despejado… pero al bajar la mirada, se dio cuenta de cómo algunas cuantas personas en el valle le estaban viendo de manera un tanto indiscreta… como si lo quisieran hacer sentir rechazado… o quizás raro consigo mismo… después de lo ocurrió ese día, todo el pueblo recordó bien su rostro… sin embargo… ante cualquier juicio que estos emplearan, o cualquier pensamiento que pudieran tener… el panda tan solo los ignoraba, jamás le importo lo que pensaran de él, o lo que creyeran de, el… principalmente por su vida como justiciero o algo similar… pero rápidamente, fuera de prestarles atención, se concentró en sus propios pensamientos… estaba emocional y físicamente afectado, por su estado actual
"Padre dijo que… de no hacer algo al respecto esto me podría afectar demasiado… a que se estaría refiriendo… nah, mejor no le doy tanta atención a este tema… de lo contrario, ahí sí que voy a enloquecer… ¿A dónde debería de"
Intento preguntarse así mismo, sin embargo, sus pensamientos, así como su caminata se vieron interrumpidos cuando chocó contra alguien, un chillido acompañado de una queja suave se hicieron presentes en el ambiente, y pronto una humedad helada lo cubriría de pies a cabeza, y si bien no cayo sentado al suelo, como la persona contraria con quien choco… si se quedó un tanto aturdido
- "Jo…der… ¿Quién está ahí?" – Pregunto Po, quien estaba empezando a tallarse los ojos, era difícil ver como el líquido aquel sobre su cuerpo… en poco tiempo se dio cuenta de que, dicho, era tan solo agua fría… pero fue extraño… un olor demasiado poderoso llego de manera repentina a su nariz, y le cubrió de manera invasiva hasta la última fibra de su sistema nervioso, haciéndolo temblar de sobremanera – "… ¿Pero… que?"
- "Lo siento, lo siento, no me… no me fije… por donde iba" – Llamo una voz un tanto temerosa desde el suelo… para cuando la vista del panda se aclaró, y este la bajo… se encontró de frente con Tigresa… está a su alrededor tenia algunas cajas de verduras, harinas, y otras cosas más del mismo tipo… esta al igual que el panda, estaba empapada por el agua, la cual dedujo vino de ese jarrón gigante roto en el suelo – "Oh…Po, Hola"
Saludo está en un tono un tanto más alegre, y amistoso… pronto esta se sacudo de encima la poca de humedad que tenía encima… y con poca me refería a mucha, ciertamente, no había parte de su pantalón, o camiseta que no estuvieran húmedas
- "Cielos… mira este desastre… ¿Oye me ayudas a levantarme?" – Dijo Tigresa, llevando uno de sus brazos al frente… sin embargo, esta solo vio la paralizada y fija mirada del panda sobre ella – "… ¿Po?"
El úrsido monocromático estaba petrificado en su lugar… tenso, desde las piernas hasta la espalda… como si le hubieran asustado de muerte o algo peor… pero eso fue por algo muy diferente… y era debido al olor invasivo que el cuerpo de Tigresa… para colmo, húmedo, estaba desprendiendo… de todos lados… un ligero escalofrió recorrió su cuerpo al sentir la calidez de la mano de la felina sobre uno de sus hombros, por lo que pegando un brinco bastante breve, este logro reaccionar, y bajar la mirada un poco… tan solo para fijarse en como esta ya estaba invadiendo su espacio personal
- "¿Estas bien?" – Pregunto Tigresa, al notar el como este, fuera de estar paralizado, estaba temblando… demasiado, llevo una de sus manos al bicep de este, y le masajeo con delicadeza – "Estas temblando… debes cambiarte, pronto"
- "Yo…yo…" – Intento hablar el panda, pero la felina rayada se lo impidió, pero ese solo toque que le dio en el brazo, fue suficiente para alterar sus adentros todavía peor… si es que estaba por perder el control
- "Oye… por… cierto… sobre lo del otro día…" – Aparto la mano que le estaba tocando el brazo al panda, antes de llevarse la mano a la nuca, y rascarse así misma suavemente… un tanto, nerviosa – "Yo… lo que hice el otro día, el gritarte… no estuvo bien… entiendo, que… pudiste haber salido herido… pero no ocurrió… y sí, me alegro muchísimo, de verte de pie nuevamente"
- "Si… es, decir, no tienes porque, disculparte… tenías tus motivos, para sentirte así…" – Respondió este, con una cierta severidad en su voz, no disfrutaba del escuchar como la felina se estaba disculpando por algo… ciertamente… carente de importancia, aunque para ella parecía ser suficiente, pues estaba formando círculos en el suelo con la punta del pie
- "No… aun así, no debí haberte... gritado de esa manera… digo, tampoco… es que… nos hayamos hecho... amigos oficialmente pero… yo… ammm… como puedo decirte esto" – Del suelo, paso su atención hacia sus manos, las cuales picaban sus dedos entre sí con ligereza – "Pues… veras, es un poquito… complicado decirte esto pero… ¿Seguro de que estas bien?" – Pregunto Tigresa, saliendo de su pequeño estado de nervios al ver a Po empezar a tambalearse… esto hizo a la felina acercarse aún más, y pegar así la palma de su mano sobre la frente del úrsido monocromático… estaba ardiendo – "Po… Po que es lo que"
No pudo hacer preguntas, tampoco obtuvo respuestas, pues el mencionado panda se dejó caer de rodillas al suelo delante de la felina rayada, en un intento un tanto alterado y preocupado por ayudarlo, Tigresa se apresuró a sostener uno de los brazos de este, y a levantarlo con ligereza hasta que se encontrara de pie… pero no se podía sostener, y vaya que era pesado
- "Tranquilo… tranquilo ya te tengo…" – Le decía en un tono bastante suave, antes de dar palmadas suaves en el húmedo chaleco del panda, antes de intentar hacer que este caminara – "…Tranquilo, te llevare al restaurante, seguro mi papa te puede ayudar"
- "No… necesito… tengo que ir a casa" – Dijo este, en un tono algo tembloroso… débil… casi parecía ser que el panda estaba muriendo, pero de donde pudo, saco las fuerzas necesarias para enderezarse… quiso apartarse de Tigresa, pero esta no se lo permitió – "…Puedo… caminar solo, Tigresa" – Dijo, soltando un muy corto gruñido, que lejos de ser intimidante, hizo molestar a la felina rayada
- "Me temo que no será posible… Po… ahora ven… si quieres ir a tu casa, a tu casa te llevo… solo, dime por donde" – Aun cuando Po intento apartarse y soltarse de su agarre, todo lo que consiguió este fue caer de nuevo al suelo sobre una de sus rodillas, ocasionando así una ligera risa burlona de parte de Tigresa, quien nuevamente lo ayudo a integrarse
Un gruñido más se hizo escuchar de parte del úrsido de blanco y negro… no sabía exactamente como tomar la actitud de Tigresa… era un manojo de sentimientos que ciertamente lo hacían sentirse, entre confuso, molesto, autoritario… pero al mismo tiempo, vulnerable… débil… al menos ante la presencia de la felina, y por más que su orgullo le gritaba que se levantara, no pudo hacerlo… así que este, tan solo se limitó a señalar en una dirección, en la cual Tigresa empezó a caminar junto a, el… no entendía, ni se sabía responder… porque era tan permisivo con ella… o porque es que a ella le permitía cosas… que a otras hembras… nunca, les permitió… y había una ocasión… de esa misma actitud… que recordaba perfectamente… tras cerrar sus ojos un momento… al abrirlos…
Se encontró así mismo, en la casa de seguridad… de noche… descansando en aquella la cual era su habitación… al abrir sus ojos de golpe, se empezó a enderezar sobre su futon, y se froto la cabeza con ligereza, estaba un tanto adolorido, pero nada que descansar un rato mas no arreglara… aunque le costaba un poco el descansar, por numerosas razones, esa época del mes ciertamente era algo problemático para el… estando fuera de la casa de seguridad… dentro… la esencia de cada hembra en su interior le ayudaba a sentirse tranquilo… en control… por numerosas razones, por lo que podía ver, afuera seguía siendo de noche, todo estaba a oscuras, sin embargo, esto no fue impedimento para el gran guerrero, para ponerse de pie, y salir de sus aposentos, sin necesidad de una linterna, este empezó a caminar por los pasillos de la enorme casa, paseando su mirada de un lado a otro, escuchando los numerosos sonidos que varias de las hembras ejercían al dormir, ronroneos, sus propias respiraciones, o de ser el caso, jadeos… algunas solían quedarse despiertas hasta tarde en compañía de sus propias fantasías, o incluso de ser el caso, queriendo acercársele a él, sin embargo, ahora mismo él estaba concentrado en otra cosa, salió a los jardines delanteros de la casa, y paso lentamente hasta quedar relativamente cerca de aquel estanque de agua cristalina que yacía en ese espacio… dejando pronto sus ropajes, y "armadura" de lado, llevo la diestra dentro del agua, estaba helada, pero eso cambio pronto cuando la mano del panda fue rodeada por un fuego intenso, que pronto hizo burbujear la superficie del estanque, en muy pocos segundos, el agua estaba igual a unas termas, y esto tan solo lo hizo adentrarse con más confianza en dicho sitio, y tomando asiento en uno de sus bordes, tan solo se quedó en silencio a relajarse… tomando un poco del agua entre sus manos para lavarse la cara, o los brazos… algo que tenía el panda… era que jamás sonreía… nunca, nunca, Po sonreía, a nadie, ni por nada, siempre era una expresión serena o distante la que estaba en su rostro
Nunca le sonreía a nadie, pero no parecía que eso le importara a alguien, o que siquiera fuera un problema…
- "¿Te molesta si te acompaño?"
Una delicada y suave voz a espaldas del panda le hizo a este levantar la cabeza, y giro la mirada hasta topar de frente con las pantorrillas de una cierta felina dorada, a quien pronto le encontró el rostro al elevar los ojos… ahí estaba Mei Ling, cubierta por una bata de baño de tela roja traslucida, y una toalla enrollada, en sus antebrazos, sin embargo, aquí el detalle fue que el panda le asintió con la cabeza una vez, y esta, con una sonrisa de oreja a oreja, dejo la toalla en el suelo, cerca al borde, tomo con ambas manos el nudo de su bata, lo deshizo, y retiro, antes de quitarse dicha de encima… la esbelta figura de la felina ahora brillaba con la ayuda de la luz de la luna sobre dicha, y su pelaje por igual, metiendo primero el pie derecho para comprobar la temperatura del agua, y apenas sintió la calidez de esta, una fuerte corriente de sensaciones le recorrió todo el cuerpo, haciéndola soltar un escandaloso ronroneo por dicha sensación, antes de meterse de lleno al agua, a pocos centímetros del panda, hasta que el agua le llevara por un poco más por encima de sus senos, tan profundo no era, al menos ahí donde se encontraban, un poco más apartado de los bordes, era más profundo, adecuado para nadar
- "Haaaaa… ya necesitaba de algo relajante… estar tanto tiempo recostada, no era muy… provechoso que digamos" – Dijo… sin embargo, Po no le respondió, tampoco le dirigía la mirada, pero a Mei no parecía importarle… mucho – "Y… bueno… ¿Vives aqui?... ¿Con todas ellas?" – Pregunto… pero no le respondieron – "… ¿No?... Vaya… pues… pareciera que… tu hogar es aquí, digo… ¿Por qué un hombre joven y guapo como tu construiría un lugar aquí para un monton de desconocidas?"
- "Porque no las iba a dejar a su suerte…" – Respondió el panda por fin… la voz de este hizo tener un fuerte escalofrió a Mei Ling… esa voz tan poderosa… e imponente, no la tenía cualquiera ciertamente, no de esa forma de hacerte sentir tan temeros ante su presencia – "Muchas de estas mujeres… pasaron por un infierno… lo menos que merecían… era un pequeño "paraíso"… donde pudieran tener la ilusión de vivir una vida normal… con cosas normales, que una mujer normal debería de tener"
- "… ¿Cómo Que?"
- "…Felicidad… Yo lo se… ellas son felices aquí…"
- "…¿Cómo estas tan seguro?"
- "… Ellas mismas… innecesariamente, me lo hacen saber… cada día… siempre que estoy aquí… me hacen saber lo agradecidas que están conmigo, por lo que hice por ellas… sin embargo… su gratitud… no es requerida"
- "…Pero… ¿Por qué? … ¿Por qué las salvas? ¿Por qué eres tan… bondadoso? ¿Por qué les diste un hogar?" – Pregunto y Cuestiono Mei Ling, quien pronto recibió la severa mirada del panda encima, haciéndola encogerse de hombros… pero la respuesta de este… la dejo algo sorprendida y confusa
- "…¿Y porque no?"
Fue todo lo que respondió el panda, antes de este, terminar de frotarse el cuello, por segunda ocasión en esa noche, su mano se prendió en llamas, y ayudo a dejar el agua en una temperatura todavía más que aceptable, esto tan solo ayudo a relajar a Mei Ling, pero la sorpresa respecto a su respuesta seguía presente, más cuando el fuego desapareció, también lo hicieron unas pocas burbujas que ahí se formaron, pronto, el silencio volvió a ser presente… y ahora solo se quedaron ambos, viendo hacia el cielo… el cielo estrellado… brillante en compañía de la enorme luna llena que había encima de ambos… tan cerca de la tierra… incluso Mei estiro una de sus manos queriendo alcanzar la misma, pero pronto la regreso al agua, y soltó un poderoso suspiro pesado, metiéndose de lleno en el agua para relajarse de nueva cuenta, dejando tan solo su cabeza fuera del agua, pero el resto de su cuerpo, gozaba de una agua tan relajante y cálida, que sin duda parecía irse a dormir ahí mismo
- "…El valle de la paz" – Dijo Po, en un tono bastante distante… y algo frio quizás, pero al final, respondió a una de las preguntas de Mei, quien le vio muy apenas de reojo
- "¿Cómo dices?"
- "El valle de la paz… ahí es donde vivo… junto a mi padre" – Respondió Po, antes de llevar algo de agua a su pecho para frotarlo lentamente – "Estoy aquí… de vez en cuando, ya que me siento tranquilo… me siento en control"
- "…¿En control? … ¿En control de qué?"
- "…Mejor será que no te enteres"
Eso fue todo lo que el panda dijo, antes de regresar este a su silencio absoluto… aun a pesar de que Mei quiso preguntar y hablar más, opto por no hacerlo mejor… y tan solo se quedó en silencio, viendo en conjunto del panda, a las estrellas en el cielo… de un momento a otro, con un pequeño parpadeo, el panda regreso a la actualidad del momento… tan solo para darse de frente con la puerta de su hogar… seguía estando en ese estado de debilidad suyo, y junto a él, Tigresa todavía estaba acompañándolo… y su olor seguía siendo demasiado invasivo para su nariz… su sensible y adolorida nariz, adolorida debido a que le ocasiono un poco de dolor ser sensible, a ese nivel, literalmente podía oler cualquier hembra a kilómetros… más su sentido del olfato, estaba concentrado únicamente en Tigresa… era tan fuerte… tan concentrado… tan invasivo… especial era adecuado decir, para cuando estuvieron a pocos centímetros de la puerta de madera de la cabaña, la felina rayada apoyo gran parte del peso del panda encima suyo, era un problema sinceramente, pues el panda ligero no era en realidad, pero sin embargo, no se iba a rajar ahora, como pudo abrió la puerta de dicha cabaña, y con el pie, empujo la misma tanto como pudo
- "Ya estamos… ya estamos, ya casi Po, solo un poco más" – Un único esfuerzo más fue el que hizo para entrar en la cabaña, al principio, dio una mirada rápida, ignorando gran parte de su entorno, hasta concentrarse en las camas de la cabaña, a donde fue a llevar al panda para que este pudiera descansar – "Listo… ahora… vamos a sentarte… uno… dos… tres" – Lucho un poco para no perder el equilibrio, y ahí fue entonces cuando dejó caer sentado al panda en el borde de la cama de su padre, para así Tigresa suspirar un tanto aliviada al haberse librado de todo ese peso, quitándose el sudor de la frente, antes de inclinarse al frente, y empezar a revisar el rostro del panda – "¿Cómo te sientes?"
- "…Mareado…" – Fue todo lo que Po respondió, antes de levantar la cabeza para así concentrarse en la felina rayada que tenía enfrente… en el rostro de la jovencita, noto la preocupación latente, así como una leve angustia en el brillo de sus ojos, y ni siquiera midió palabra alguna esta para poder tomarle de las mejillas y en revisarle el rostro de un lado al otro
- "…Estas… hirviendo" – Dijo Tigresa, cuando le froto la mejilla delicadamente con el dorso de su mano, para después pegar su frente a la frente ajena… midiendo su temperatura de esta manera… pero fue un mal paso siendo sinceros
Cuando esta se pegó de aquella manera con el panda… este literalmente estaba haciendo grandes esfuerzos por no caer ante la tentación que esa cercanía le estaba dando… literalmente, cuando Tigresa pego su frente a la suya, sus narices quedaron prácticamente pegadas… podía sentir la calidez de su respiración chocar por escasos segundos contra su rostro… y sus labios, estaban muy, pero que muy cerca de unirse… el aroma de Tigresa era tan invasivo para su nariz, para sus sentidos principalmente… pero era tan delicioso… un muy pequeño gruñido salió desde la garganta del panda, lo cual la felina rayada noto e inmediatamente esta paso a dar unos cuantos pasos hacia atrás, en el camino sus ropas ya se habían secado del todo, mas sus olores corporales seguían estado avivados por esto mismo
- "Debe de haber algo aquí que me pueda ayudar para bajar tu temperatura…" – Dijo Tigresa, paseando la mirada por todos lados… pero antes de ver más de lo necesario, el panda le llevo una mano a su antebrazo derecho, donde al sujetarle, esta giro de inmediato a verle – "… ¿Qué pasa, Po?"
- "… ¿Por qué haces esto?... ¿Por qué insistes en ayudarme?... ¿Por qué no me dejas a mi suerte?" – Cada pregunta fue recibida por una expresión perpleja de la felina, quien pronto quito una pequeña mueca que se formó en sus labios, para ser reemplazada con una sonrisa, y así, esta se agacho, y acaricio la frente del panda, como si de un cachorro se tratara
- "...Si puedo… ayudo a quien lo necesita ¿Sabes?" – Le continuo con su sonrisa, ante pronto la mano que le tenía encima, paso lentamente a su mejilla… donde acaricio con su dorso el pelaje y piel en esta – "Además… bueno… digamos que… te veo de una forma algo… especial"
- "…¿Especial?" – Aun incluso sintiéndose… incomodo, debido a las caricias que estaba recibiendo de parte de la felina rayada… una parte de él, le obligo a quedarse quieto en su lugar, e incluso, quiso acercarse todavía más a su mano…
- "…Si… bueno… veras… ¿Tu? … ammm… ¿Tú crees en el?… -Snif- … -Snif, Snif-… ¿Qué es eso que huele?" – Un aroma bastante concentrado… peculiar… pero invasivo había llegado a apoderarse de la nariz de la felina rayada, quien pronto se vio envuelta por un calor, que gradualmente, empezó siendo suave, y pronto se volvió intenso… - "Fiu… hace… ¿Calor o soy solo y-"
No pudo continuar con sus palabras, pues en un abrir, y cerrar de ojos, esta se vio envuelta por los brazos del panda, el brazo derecho de este se envolvió en sus hombros, y el izquierdo sobre su cadera y espalda baja, haciendo a esta apegarse lo suficiente para quedar el cuerpo de ambos pegados, uno con el otro, sin embargo, eso no fue el punto de quiebre para la mente de la felina, sino más bien, el que los labios del panda, se pegaran a los suyos, en un beso profundo, posesivo, pero cálido, y suave, le hicieron saltar sus sentidos a los aires, los labios del panda eran bastante suaves… más de lo que esperaba siendo sinceros… eran cálidos… y carnosos… y fuera de lo que se hubiera podido estar esperando… el beso del panda era tranquilo… suave, lento, a un ritmo que sin duda alguna, a Tigresa no le costó adaptarse, pero esto en cierta forma, era un inconveniente… pues no tenía experiencia en esa clase de cosas… su primer beso, y ni siquiera estaba preparada… el contacto labial que estos estaban teniendo pronto paso después de unos buenos 2 minutos de duración, en los cuales el beso tan prolongado había parecido en realidad… sus rostros, rojos, jadeantes… y acalorados ahora no paraban de verse uno al otro, exhalando el aliento sobre el rostro del otro
- "…Wo…Wow… ammm.. bueno, yo… yo no sé… digo… eso fue… fue tan… tan cálido…" – Dijo Tigresa, balbuceando, roja como tomate, y un tanto, temblorosa… fue su primer beso, y si bien, no era con el escenario que tenía esperado… pero sí que había sido significativamente, especial
Con Po… una ola de sensaciones extrañas lo estaba recorriendo, por hasta la última fibra muscular que en el cuerpo del panda se encontraba… ¿Por qué? … porque con Tigresa no se sentía igual que con otras mujeres… ¿Por qué sentía, algo tan opresivo sobre su pecho cuando estaba con ella?... ¿Por qué ese beso, fue distinto al resto?... ¿Por qué la calidez de su presencia era abrazadora, y cómoda?... ¿Y porque sentía la necesidad… de impedir, que se apartara de su lado?... era la primera vez en su vida, que una sola mujer, le ocasionaba demasiadas preguntas a su mente… pero lejos de molestarse… quería saber… quería responderse sus dudas… quería averiguarlo… aunque sus pensamientos se vieron un tanto distraídos, cuando sintió las cálidas y tersas manos de la felina sobre su hocico, para cuando este reacciono, vio a Tigresa con los parpados cerrados, uniendo sus labios nuevamente a los de este, no esperaba una reacción tan rápida de parte de la contraria… pero mal recibida no fue, el beso ahora fue un poco más… osado… atrevido, y en menos tiempo del que se imaginó, la lengua ajena invadió su boca, y se froto sobre la suya de manera posesiva… no se imaginó que Tigresa tuviera tanta… experiencia en ese aspecto… o tal vez no lo tenía en realidad… pero decidió no concentrarse en eso… y tan solo, se dejó llevar por sus necesidades, continuando el beso que la felina había decidido darle, antes de atraerla todavía más hacia su cuerpo… de su hocico, las manos de la felina pasaron lentamente hasta el chaleco del panda… desabrochando botón, tras botón, empezando por el primero, hasta el último… desde arriba, hasta el abdomen del mismo… pero apenas este se vio libre de los botones… las manos de la felina se metieron y abrieron el chaleco del panda… y con una suave y sola caricia de palma abierta, subió con delicadeza… disfrutando de la sensación de las abdominales y músculos del panda sobre sus palmas
De sus dedos, pasaron a ser las garras de la felina, trazando líneas irregulares sobre todo el cuerpo del panda, quien fuera de molestarse, le dejo rasguñarle a su gusto, antes de este pasar sus manos desde la cintura de la felina, hasta su trasero… era firme… redondo, fuerte, y si bien estaba esperando una réplica apenas le sujeto ahí… pero no ocurrió dicha replica, mucho menos un manotazo o incluso una señal de inconformidad de la felina rayada delante de él, reflejándose pronto al como la felina, no solo le permitió sujetar ahí, sino que esta, con sus propias manos sujeto las muñecas del úrsido monocromático, y le alentó a hacer su presencia en esa zona suya… y el panda como era de esperarse no rechazo esa invitación, el solo beso estaba calmando las urgencias que su "naturaleza" le estaban exigiendo apaciguar… pero él quería más… necesitaba más… en un ligero arranque de salvajismo, el panda sujeto la camiseta que la felina estaba utilizando en ese momento, específicamente la sujeto del cuello de dicha, y de un tirón bastante agresivo, termino rompiendo dicha camiseta en dos partes, las cuales no tardaron en caer al suelo… si bien el panda no solía ser demasiado expresivo… una cierta sorpresa se vio reflejada en su rostro… un cuerpo firme y bastante tonificado, pero que es exquisitamente disimulado por su pelaje; con muslos y chamorros (pantorrillas) particularmente densos, senos igualmente firmes y de muy buen tamaño, estimando seria casi una copa D… su pelaje blanco… naranja y rayado, eran un deleite para los ojos del panda, y si, por breves momentos, pudo notar como el pantalón de la hembra cayo de un instante al otro… esta misma se había desabrochado su cinta, para dejarlos caer como si nada al suelo sobre sus propios pies, ahí fue cuando los noto, glúteos apretados y perfectamente redondos… luego de haberle admirado el cuerpo durante un rato más, levanto su mirada hasta el rostro de Tigresa… y tono algo curioso en ella… sus ojos parecían nublados, tenían brillo sin duda, y sus pupilas habían formado una extraña forma de corazón… aunque no era la primera vez que veía una reacción así… se seguía preguntando, porque ocurría de esa forma
- "… ¿Tigresa?"
- "… ¿Está todo bien, Po?" – Pregunto esta, con un cierto movimiento que parecía ser debido a un "mareo" que esta tenia, o eso parecía, ante esto, el panda subió las manos lentamente hasta las mejillas de la felina rayada, quien al verse sujetada aquí, ronroneo de una manera tan sonora y agresiva, que literalmente, termino por derretirse sobre el panda delante suyo – "Te veo… nervioso"
- "…Yo no estoy nervioso, Tigresa" – Replico este de inmediato, pronto pasando a ver como Tigresa se quitó de encima, y se dejó caer de espaldas sobre la cama que pertenecía a Po, en esta se empezó a frotar con fuerza, de un lado al otro, hasta encontrar lo que era la almohada del úrsido, y la pego a su nariz, empezando a olerle con todas sus ganas la deliciosa esencia que esta tenia impregnada
- "Mmmmmmm aquí huele tan delicioso… tan rico…" – Apenas termino de inhalar, esta pego una muy corta lamida sobre la superficie de la almohada, dejándole al panda una buena vista del como esta tragaba pesadamente su saliva antes de soltar dicha un suspiro prolongado… vaya que lo disfruto – "Y sabe aún mejor… pero seguro que el dueño de esta almohada sabe incluso, mucho… mucho mejor"
La postura de Tigresa cambio, paso de estar boca arriba, ahora a estar boca abajo, aunque su rayada y larga cola se vio ligeramente apartada, con sus piernas y pies juntos, esta empezó a levantar la cadera y a su mismo tiempo, esta se estiraba sobre la cama, estirando los brazos al frente tanto como podía, utilizando las garras para trazar líneas irregulares sobre la tela de esta, así como para llegar a desgarrarle un poco dicha tela a la cama… sin embargo, el objetivo principal de su movimiento y postura, se vio logrado, y era captar la atención del panda… el cual no dejo de prestar atención ni al más mínimo movimiento del cuerpo de la felina… tanto el cómo sus senos se frotaban sobre la cama, así como el su trasero empezaba a resaltar todavía más de lo que anteriormente lo había hecho… el panda no perdió el tiempo, tampoco midió palabra alguna, y tan solo se terminó de retirar de encima su chaleco, dejando este caer al suelo, junto a los pedazos de lo que quedaban de la camiseta rota de Tigresa, junto a esto… sus pantalones, y por último, las sandalias, hasta llegar este a su cama, y sentarse en el borde… posando ligeramente la diestra sobre la nuca de la felina, a quien empezó a rascarle lentamente, esto arranco un ronroneo sonoro de Tigresa, quien pronto se dejó pasar la mano del panda desde su nuca… por su espalda, espalda baja, e incluso el largo de su cola rayada, donde a esta ser soltada, recibió una pequeña palmada en el glúteo izquierdo, esto le hizo tensar el cuerpo en su mayoría, así como ahogar un pequeño gemido ante la sensación de la gruesa palma del panda impactar de tal forma en su piel…
Una segunda palmada se vio presente en el lado contrario a este, ocasionando un segundo jadeo en la boca de la felina rayada, y en segunda ocasión, su cuerpo se vio tensado por eso mismo, sin embargo, lo siguiente la hizo relajar de sobremanera, dado que la mano del panda, paso de azotar, a acariciarle dicha zona suya, aunque intercalaba en sus maneras de moverse, pues le acariciaba, le apretaba, o incluso separaba sus glúteos uno del otro… pero únicamente para al soltarle, propinarle una pronta nalgada encima
- "Nnnngggh… Hey… creo que ya me quedo una marca encima" – Susurro Tigresa, quien a pesar de un ligero ardor en aquella parte suya, esta empezó a menear la cintura de izquierda a derecha, recibiendo pronto una última palmada encima, la cual fue acompañada de un par y cálidos labios que no tardaron en darle un ligero… ¿Acaso eso fue un beso? – "…Acaso ¿Me vas a comer?"
- "…Si… Y no voy a dejar sobras" – Respondió el panda, quien con un gruñido ligero, se levantó y sin más pego una rápida pero "intensa" mordida sobre el glúteo izquierdo de Tigresa, a quien pronto hizo levantar tanto como pudo la cintura, y al final, este término por acomodar su hocico justo entre los glúteos de la felina rayada… y con suma delicadeza, con la dedicación y esmero debido, empezó a lamer la vulva de la felina… una sola pasada de su lengua, fue suficiente para intoxicarse de manera masiva con el delicioso y dulce sabor de Tigresa… un sabor que tan solo un instante le fue suficiente, para saber, y entender… que era único… ninguna mujer, causaba en el panda, lo que Tigresa le causaba… y eso lo prendía… demasiado, un ligero tic de su oreja derecha se hizo notar cuando después de su lamida, Tigresa soltó un audible suspiro ahogado para el deleite de ambos, y eso no fue suficiente… pues apenas el panda continuo con constantes, pero superficiales lamidas, mas suspiros, e incluso jadeos pequeños se vieron escapando de las fauces de la joven tigre
- "Nnnngggh… Cuidado… soy algo… ooojojojojo… eso… se siente muy rico~…" – Aun a pesar de las numerosas lamidas, y lo estímulos que recibía, la cola de esta paso lentamente a sujetarse alrededor del cuello del panda, sin embargo, no era un agarre lastimero, o fuerte, sino tan solo quería sentir un poco más de cercanía con el hombre que ahora se dedicaba a devorar sus facciones intimas a su mero antojo y placer
Lamidas que empezaron siendo superficiales, pronto empezaron a ser un poco más profundas… invasivas, la piel rosada de la felina pronto se vio alcanzada por la rojiza y cálida lengua del panda, quien no paraba de succionar, así como también de saborear hasta la última esencia que esta tenia para ofrecerle, cada mano sujeta de cada glúteo, apretando, o incluso amasándole como si de bollos se tratara… dos grandes… redondos, firmes, fuertes, pero perfectamente esponjosos bollos de pelaje naranja rayado de franjas negras, gradualmente, lo que empezaron siendo sonidos leves, empezaron a ser sonidos más fuertes, hasta que, en uno de sus toques de la lengua ajena, le hicieron soltar un breve, pero sonoro alarido de placer, que casi aturdía los sentidos auditivos del panda… pero eso tan solo sirvió para ser un buen incentivo para el panda, quien no tardo demasiado, en empujar a la felina contra su cama, haciéndola recostar de lleno sobre dicha… terminando ambos en una postura conocida comúnmente como planking
Si bien Tigresa en un inicio bufo un tanto debido a que los estímulos en su zona sensible se vieron detenidos, pero cuando sintió el peso del úrsido sobre su cuerpo, la molestia se vio reemplazada por gusto, inmediatamente, esta quiso voltear a verlo por encima de su hombro izquierdo… sin embargo, cuando lo hizo… noto los brazos del panda posicionarse debajo de los suyos, y pronto, el pecho del panda, se colocó, unos cuantos centímetros por encima de su espalda… sus ojos se abrieron como plato, y sus orejas bajaron de inmediato… pues a sus glúteos, un objeto duro, cálido… húmedo y algo, puntiagudo, se acomodó justo entre sus glúteos… sabía lo que venía, y ciertamente… ver el avance que hubo, en tan poco tiempo… le dejaba algo desconcertada, y sorprendida… pero… había algo curioso… algo que bloqueaba de cierta manera su mente, y más que parecerle algo incorrecto… o siquiera indebido… su instinto le indicaba que no luchara, que no se negara a esto… que se entregara a ese panda, de algo estaba segura… y es que iba a ser doloroso… estuvo esperando bastante, a que el momento llegara, sin embargo, se estaba tomando más tiempo del que se había imaginado… la razón a eso lentamente la supo, cuando el panda la hizo girarse sobre la cama, quedando esta ahora boca arriba… de frente con el panda, la mirada de ambos se cruzó una vez más… pero ahora fue diferente… fue igual a ese día en el que se habían conocido… ese destello violeta recorrió sus orbes una segunda vez… solo que ahora el brillo de este fue más intenso que antes… el exterior a ellos, se vio paralizado… tan solo estaban ellos dos… sus ojos… sus respiraciones… y las minúsculas gotas de sudor que estaban cayendo de sus cuerpos, pasaron del panda, sobre Tigresa…
Al principio hubo un silencio ensordecedor, y con una lentitud bastante mencionada, la felina llevo sus temblorosas manos hasta el rostro del panda… Po en ese instante pego un pequeño brinco debido a la sorpresa que el tacto de la felina tuvo sobre su rostro… pero no lo evito… mucho menos intento impedirlo, cuando las suaves y cálidas manos de esta, empezaron a masajear sus pómulos con los pulgares… lo estaba admirando, hasta el último de sus detalles, lo apreciaba con la mirada… los corazones sobre sus pupilas lentamente regresaron a ser pupilas normales… y en menos de lo que se vio esperado, ambos mamíferos conectaron un beso más… intenso, más que los anteriores, prolongado… cariñoso, cálido… apasionado, donde sus parpados se cerraron, y sus cabezas se ladearon… un beso muy diferente a los demás, sin duda alguna el panda lo entendía así… aunque se vio un tanto distraído… cuando sintió algo golpear con gran fuerza en su pecho… Tigresa también lo noto… o quizás, lo escucho… pues las manos de esta pasaron de sus mejillas, por el cuello del panda… hasta parar sobre su pecho… pero aun así, esta no aparto la mirada de los ojos del panda… esta pronto sintió sobre su palma diestra, el latir del corazón del panda… era rítmico… era fuerte… pero tranquilo… es ridículo… pero estaba tranquilo, y lo sintió apenas le puso la mano encima… de su pecho, la mano de Tigresa bajo lentamente, hasta la entrepierna del panda… y el calor de este mismo, su grosor… su textura… su humedad incluso… tenía miedo… pero confiaba… ciegamente, confiaba… ¿Cómo podría confiar en alguien a quien apenas conoció hace dos días?... ¿De verdad… lo conocería de tan poco tiempo?... ¿Por qué tenía la sensación de que era diferente? ¿Por qué sentía lo contrario a ese pensamiento?...
- "Se…" – Empezó, su voz hizo llamar la atención de Po, quien agito la cabeza, y regreso al presente, quien de nuevo recibió las manos de la felina sobre su rostro, siendo este acunado sobre las mismas, antes de recibir lentas caricias sobre sus pómulos – "…Se gentil conmigo… por favor, esta es mi, primera vez" – Susurro, suplicante, y algo temblorosa, los nervios la invadían por completo, pero sin embargo, esta se relajó cuando los labios del panda, dieron un pequeño beso sobre su mejilla, haciendo a esta ronronear de manera ligeramente escandalosa
- "…De acuerdo…" – Fue todo lo que este respondió, pero lo hizo en un tono de voz… impropio de el
Este empezó a enderezarse, dándole a entender a Tigresa lo que estaba por venir, así entonces fue cuando esta recostó la cabeza y el rostro de lado sobre la cama, cerro los parpados, no por miedo, sino más bien por nervio, y empezó a respirar de forma profunda, sintió las manos del úrsido monocromático pasearse sobre sus piernas, desde sus muslos, por las pantorrillas, hasta llegar y sujetar los tobillos, los cuales utilizo para elevar sus piernas y depositar estas sobre los hombros del panda… a su entrepierna sintió una calidez bastante prominente, que paso de su pubis… a acomodarse, justo sobre su vulva… sus manos se aferraron pronto hacia los bordes de la cama, con las garras y los dedos, su cuerpo se tensó bastante… y con justa razón, pues el panda, empezó a adentrarse en su interior, el aliento se le fue arrebatado de un momento al otro puesto que su himen se vio quebrantado por la intromisión del panda, ocasionando un gritillo agudo que la felina intento mantener acallar… pero que al final, se le fue de la boca, así como sus lágrimas de sus ojos, desesperaba, casi pataleaba y apretaba las piernas con la esperanza de relajar un poco la dolorosa sensación que tenía en su cuerpo a causa del paso del panda, este continuaba, y aun no llegaba ni a la mitad del camino… estiro sus brazos, con la intención de enterrar sus garras en su cuerpo, más pronto estas fueron alcanzadas por las manos del panda, y ambos entrelazaron sus dedos entre sí, Tigresa hubiera visto hacia el rostro del panda, pero este le gano a eso… pues bajo las piernas de Tigresa a la cama, y este, bajando su cuerpo de nuevo, fue que recostó su cuerpo sobre el ajeno, frotando los firmes senos de la felina contra sus pectorales… y sin esta tener la necesidad de girar su rostro, recibió un pequeño frote sobre su mejilla, de parte de la nariz del úrsido aquel
- "… ¿Estas bien?"
- "Si… si, no te preocupes, no pasa… nada… solo es… doloroso como los mil demonios pero… viviré~…" – Respondió esta, antes de pasar lentamente sus brazos por detrás del cuello del panda, donde no solo se aferró, sino también acaricio con la huella/yema de sus dedos la piel de este – "…No pares… estaré bien… tranquilo"
Apenas un pequeño abrir de ojo del lado superior de su rostro, le permitió ver a Po… este estaba inexpresivo, como siempre solo que con una pequeña diferencia… y era que este tenía un brillo muy especial dedicado, solo para él, ambos, girando su rostro un instante, se dedicaron un rápido y pequeño beso, antes de volver el movimiento en la parte inferior del panda, quien continuo adentrándose en la felina rayada debajo de él, movimiento lento, delicado, para no lastimar a Tigresa… en cuestión de minutos, el dolor en el cuerpo de la felina empezó a ceder… y fue reemplazado, por el placer puro, sus quejidos, pronto pasaron a ser gemidos silenciosos, que gradualmente empezaron a ganar volumen, su cuerpo tenso, pronto se relajó, y tan solo se movía al compás del movimiento pélvico del panda… el cual, por más increíble que pareciera, no parecía tener demasiada experiencia en sobre qué hacer… si acaso, adivinaba los movimientos a tener en cuenta, o algo similar… pero ahí estaba… entregándose a Tigresa así como Tigresa se entregaba a él, los minutos se volvieron horas… y aquel momento… estaba muy… pero muy lejos, de siquiera, terminar
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Continuara…
Un mensaje rápido, a todos los seguidores de este fic, muchas gracias por seguir leyéndome aun a pesar de todo, sé que me he tardado mucho en actualizar, y muchas otras historias están pendientes, pero este año entrante, en 2021, les traigo muchas sorpresas muchachos, y si bien, no quiero hacer demasiado spoiler deben de saber que planeo hacer reescritos de muchas de mis historias, las cuales pronto sabrán cuales son, sin mucho más que decir, felices fiestas a todos, este año nos fue mal a todos… pero pronto estará mejor, eso espero
FELICES FIESTAS A TODOS, Y PROSPERO AÑO NUEVO, MIS ROQUITAS
