Disclaimer:
Naruto no me
pertenece a mí sino a Masashi Kishimoto
Si quieren saber la continuación de este capitulo favor de dejar 8 o más reviews
DEDICADO A NATHY-CHAN
My Beloved Master
2 Innocent Eyes
Los labios del joven pelinegro se separaron lentamente de la suave piel del abdomen del pequeño, sus ojos rojos aun mostraban ese profundo deseo que minutos anteriores había despertado el insensible niño que no se queja para nada, más bien cooperaba inconscientemente en excitarlo aun más, lanzó una blasfemia al aire inaudible gracias a Dios para el pequeño rubio que aun le miraba aturdido. El pelinegro no pudo evitar volver a relamerse los labios al apreciar los suaves movimientos de sus zorrunas orejas, se notaba a distancia que trataba de controlar su satisfacción reteniendo lo mejor que podía esas pequeñas colitas y orejas.
- Será mejor que nos demos prisa –fue lo único que le pudo decir antes de moderle con sensualidad el lóbulo de su oreja, para luego retirarse a tomar sus cosas, dejando al pobre Naruto rojo y con el corazón en la boca. Los pensamiento de pequeño rubio pasaban a mil por hora, sintiendo como su cuerpo se estremecía por cada recuerdo de cada beso…tan profundos y ahora más que nada tan deseados. Con el mayor esfuerzo del mundo consiguió que todo el calor que se estaba acumulando en su cuerpo, bajara a su ya temperatura normal, esperando sentado como la mascota que el había dicho que era y que no le molestaba en lo más mínimo como con los demás, al contrario le deseaba más – Sabes…eres precioso –un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir el calido aliento de su amo contra su piel. Se dejo llevar al momento de sentir el como lo giraba y le tomaba de la barbilla –esta es mi muestra de afecto que le da un padre a un hijo –juntos sus labios en un beso lleno de hambre de deseo, un beso que como los otros tantos hizo a pequeño kitsune perder su mente, dejándose llevar una vez más por lo encantos de esos expertos labios que empezaban a hechizarlo, haciéndolo pedir más por aquel afecto que se decía ser paternal.
Los ojos de Sasuke se dilataron y un deseo enorme comenzó a quemarle la piel, la cola y orejas del pequeño kitsune se movían con deleite, tanto que parecían querer incitarlos a hacer algo más con ellas, a marcarlas como suyas para que nadie más las pudiera tocar, porque desde que empezó a sentir deseo por su precioso niño, no permitiría que alguien más se lo quitara o tocara. Una sonrisa maliciosa se mostró en su rostro, con lentitud tomo una de las pequeñas orejitas del moreno y empezó a masajearla con suavidad, obteniendo más suspiros y movimientos de cola.
- Eres exquisito… -le susurro al más pequeño mientras se alejaba de él y se encaminaba a la puerta de salida –tanto que tal vez podría hacerte mío en este preciso instante –el pequeño se sonrojo a más no poder por lo dicho, sintiendo estremecimientos por la fuerte mirada rojiza que no se apartaba de el –espero y no te moleste el quedarte a esperar mientras yo hago mi trabajo –el rubio le sonrió tímidamente mientras negaba con la cabeza, a lo cual el pelinegro tan solo le pudo dedicar una media sonrisa mientras lo esperaba en el marco de la puerta.
- ¿En qué es lo que trabaja amo? –fue su única pregunta para romper el silencio entre los dos mientras bajaban los dos últimos escalones de las escaleras. Más sin embargo su única respuesta fue una leve carcajada y una leve sonrisa que no siempre mostraba el pelinegro, lo cual le causo un sonrojo, porque lo hacia ver todavía más guapo
- Puedes decirme como quieras mientras no estemos dentro de casa –le gruño con voz ronca mientras lo apresaba entre sus brazos haciéndolo sentir como en el cielo – Soy empresario, por lo tanto estarás conmigo todo el tiempo en mi oficina –lamió con sensualidad a zorruna orejita, mientras pasaba un osado dedo por la toda su espalda –espero y te comportes bien… –con rapidez volvió a robar el néctar de sus morenos labios –Naru-chan –con elegancia le abrió la puerta a un Naruto que caminaba mecánicamente por los sentimientos y el shock producidos por el repentino asalto de Uchiha.
- Etto…¿cree que le podría decir…ette…otou-san? –el pequeño movía las manos nerviosamente, la palabra le había llegado, al recordar el que le había dicho que para el esas muestras de afección eran las que se les daba un padre a un hijo, a lo cual no pudo más que rogar porque no se enojara por su osadía.
- Yo mismo te di esa idea no es así –la brillante sonrisa volvió al enternecedor rostro del pequeño moreno, trayendo consigo la misma felicidad al pelinegro que le miraba de reojo fascinado –"Es muy hermoso…como quisiera tenerlo para siempre en mis brazos para sentir cada uno de estremecimientos al hacerlo mío" –Sasuke lanzó un profundo suspiro al sentir una parte de su cuerpo palpitar –"Me es difícil controlarme con su irresistible cuerpecito aun lado mío" –nuevamente los pensamientos pervertidos asaltaron su ya martirizada mente, ocasionando que por primera vez sus mejillas se tiñeran de leve tono rojizo.
- Otou-san… ¿te encuentras bien? –la mirada profunda de sus carmines ojos fueron suficiente respuesta para el y que para su fortuna ocasiono el que sus orejitas se levantaran y sus pequeñas colitas empezando de nuevo su vaivén. No sabía porque, pero cada que lo miraba o tocaba su amo, sentía cosas que con otras personas no, se sentía como si estuviera en el lugar al que pertenecía, al lado de su verdadero dueño, sus mejillas al igual que las de Sasuke se tiñeron de fuerte tono rojizo –Etto…yo quisie…-sus palabras fueron detenidas por el repentino susto que le producieron los fuertes pitidos de los carros alrededor de ellos –"oído los ruidos fuertes" –con las manos temblorosas tomo su pequeñas y zorrunas orejitas, tratando de aminorar las punzadas del dolor por tan exasperante ruido.
Los fuertes y musculosos brazos de Sasuke rodearon el pequeño cuerpo del kitsune, demostrándole que iba a estar a su lado hasta que se sintiera mejor –ya mi niño que ya estamos muy cerca de mi trabajo –sin que el mismísimo Uchiha esperara su propia acción, deposito un suave y tierno beso en la cabeza de su pequeño niño, logrando que esos profundos y hermosos zafiros volvieran a brillar, acurrucándose en sus brazos, haciendo que las pálidas mejillas del pelinegro se volvieran a colorear de un tierno tono rojizo –"maldita sea que es lo que acabo de hacer…y porque me siento tan lleno como nunca" peque…tienes que apartarte para poder poner en marchar el coche –tan solo recibió un puchero y una negación de parte del pequeño rubio que lo hicieron sonreír –¿no querrás volver a oír esos pitidos o sí? –el tono burlón de Uchiha lo hicieron dudar, y es que la verdad se la estaba pasando tan a gusto en los fuertes y protectores brazos de su amo.
- "No quiero retirarme de su lado…no quiero perderme de su calor y dulce aroma" –el pequeño volvió a oír los fuertes e insistentes pitidos, haciéndolo ceder a soltarlo, pero no por completo. Los ojos negros de Sasuke se abrieron de par en par al sentir cálida mano del moreno sobre la suya, lo volteo a ver de reojo y pudo notar el entusiasmo y felicidad que mostraba, que no quiso arruinárselo quitándole lo que tanto deseaba.
- "Si me pudiera ahora mismo que saltara de un acantilado lo haría" –pensó sarcástico mientras las pocas muestras de ternura se desvanecían de su rostro llenándose con su faceta de frialdad –"pero es que…es demasiado lindo" –se auto convenció mientras le dirigía pequeñas miradas de reojo al pequeño que tan solo miraba fascinado las calle sin prestarle atención alguna a su presencia, lo cuál le hizo fruncir el ceño al pensar en quien podría estar llamándole la atención.
- Jamás había tenido la oportunidad de observar los árboles de día, son muy hermosos –el freno sorpresa producido casi lo hace estrellarse contra el vidrio, a no ser porque Sasuke lo jalo con rapidez contra su cuerpo –l…lo siento estaba distraído no volverá a pasar amo se lo… -los fuertes labios del pelinegro se adueñaron con fiereza sobre los de moreno que se quedo sin respiración al sentir su lengua abrazar la suya. Pero así tan rápido como fue tan rápido acabo dejándolo todavía estupefacto con las orejitas paradas y en movimiento. Los ojos y sonrisa de Sasuke eran placenteros, le encantaba ver el estado en el que quedaba el pequeño kitsune después de los pequeños besos que le robaba a cada momento –discúlpeme…n…no lo volveré hacer –susurró con la mirada tímida sobre el cuerpo de su amo y protector, a lo cual este le dirigió una medio sonrisa pasándole la mirada por todo su cuerpo haciéndole vibrar todo su cuerpo –a…amo –el pelinegro salio del coche para abrir la puerta del pequeño kitsune, que le miro dudoso en aceptar los brazos que se le ofrecían, pero al observar la mira seria en el rostro de Sasuke, dejo de pensar y acepto sin problema alguno.
- Espero y no te aburras demasiado y no te preocupes por los comentarios que te hagan, si hay alguien que te este lastimando quiero que me avises enseguida –el pequeño Naruto asentía a todo lo que decía mientras disfrutaba con mucha tranquilidad el hombro de su progenitor, permitiéndole a sus colitas y orejas menearse al compás de los pasos de su joven amo, que le acariciaba con lentitud y dedicación sus orejas y cabello, haciéndolo ronronear como si de un felino se tratara –veo que te encanta que te de caricias y masajes en tus pequeñas y hermosas orejitas –le susurro quedamente para que el solo pudiera oír, recibiendo como respuesta el que se acurrucara más a su cuerpo y un leve suspirito que le enterneció.
- "Ninguno de mis antiguos padres me había tratado así, quisiera estar para siempre así con Sasuke-sama" –sin conocimiento alguno poso con tranquilidad su pequeñas manitas sobre el pecho del Uchiha que sin darse cuenta le miraba de una manera que nadie había visto, y por lastima el pequeño rubio tampoco.
- Nadie es como tú, mi pequeño –fue lo único que pudo oír Naruto antes de caer en los brazos del sueño profundo e inocente. A lo cual el pelinegro, lo acurruco más cómodamente en sus brazos, mientras empezaba su marcha por los pasillos de su empresa "Menti di diecimila" titulo aportado por su madre que decía que los italianos le daban un toque exótico y sensual, pero que para el significaba la mentira más grande de todas, nadie a parte de el hacia su trabajo como le correspondía. Y todos tenían la misma excusa…la misma feliz excusa…todos en esta empresa estaban felizmente casados, todos con sus pequeños niños que llegaban junto con sus esposas para irse a comer juntos, eso prácticamente le molestaba, le traía recuerdos dolorosos sobre su familia, sobre una familia que había tratado de olvidar, más que no podía por las redes del pasado.
Detuvo sus pensamientos al sentir al pequeño kitsune en sus brazos, moverse levemente pegando su cabeza hacia su brazo. Sasuke le miro fijamente durante varios segundos, ignorando las miradas curiosas de sus empleados y compañeros de trabajo, habían pasado tan solo un día en el que no pudo despegar su vista de el, desde que lo había salvado de esos chiquillos buscapleitos, se había quedado perdidamente prendado de su rostro, orejas, cuerpo y hasta sus pequeñas colitas, cada parte del cuerpo de su pequeño lo estremecía y lo hacia llenarse de un deseo tan profundo que jamás había sentido por alguna otra mujer. Posiciono con delicadeza el cuerpecito del moreno sobre su cómodo sillón de cuero, cubriéndolo que su embriagante chaqueta sonrojando hasta el pequeño en sueños.
- Tengo que salir por unos minutos mi pequeño, quédate aquí durmiendo como el ángel que eres –con dolor deposito un pequeño beso en su frente, el deseo de besarlo en la boca no lo abandonaba, pero sabía que después no se podría controlar y sinceramente no quería violar al pequeño en su oficina, todavía no era el tiempo, aparte de que tan solo era un niño pequeño. Le dirigió una última mirada en el marco de la puerta para luego cerrarla sin aparta su mirada de su cuerpecito.
Pasaron dos horas desde la salida del Uchiha, cosa que el pequeño no conocía puesto que con la pereza que tenía apenas y pudo abrir sus preciosos zafiros antes ocultos en esos pequeños y morenitos parpados. Más sin embargo la oficina siguió en un silencio sepulcral, el ojiazul no había dicho palabra alguna, debido al horror por encontrarse con unos ojos de hermoso color jade, mirarlo con un profundo odio y amargura…
Continuara…
Gracias a todas por sus hermosos y beshos reviews nOn al igual que a todos los que se molestaron en leer este fic! Enserio me animaron mucho para seguir con este capitulo que esta igualmente de dedicado para la mosha de Nathy-chan :)!
Ojala y les sea de su agrado sin hay alguna inconformidad favor de hacérmelo saber al igual que lo que les gustaría ver en el siguiente capitulo, que con mucho gusto tomare en cuenta nn.
Agradecimientos especiales a:
maca-chan15
M-cha
Kennich
Ishida Rio
Susuru
Hitomi Miwa
estefania
Usagi
Nathy – chan
Armys
Zahia-vlc
chyneiko-chan
angelligth23
Kisa Tsutaka
En
cuanto a la edad de Naru-chan, jejeje me temo que las hare sufrir un
poco más Kennich-san debido a que le fic va a ser muy poco
ortodoxo XD, pero prometo decirla muy pronto.
SE CUIDAN MUXO!
Ojala nos veamos en este y los siguiente capitulos n.n
