Inicio de una nueva vida

Capítulo Final

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- ¿Podrían decirme que pasa aquí?... Hermione… tú… - Harry acababa de entrar a la cocina con cierta preocupación, y al ver el rostro de Hermione pareció entender la situación.

- Harry¿Cuánto tiempo llevas ahí? – le preguntó Ginny, igual de asombrada que Hermione, quien por la impresión no pudo hablar.

- Acabo de entrar, pero ya entiendo la reacción de Ron, supongo que escuchó algo que lo alteró, y salió casi sin despedirse.

- ¡Ron, Ron me escucho¿Nos escuchó? – Hermione por fin reaccionó y miraba a Harry y Ginny buscando una respuesta.

- Por la forma en que se fue, mas su rostro… creo que sí, creo que escuchó más de lo que debería. No sé de qué…

- ¡Perdóname Harry¡Ginny! - Hermione salió casi corriendo de la cocina, dejando a Harry con las palabras en la boca y a Ginny asombrada.

- Oh Dios, creo que ahora las cosas empeoraron, Harry – Ginny abrazó a su esposo y recostó su cabeza sobre su hombro – siempre pensé que lo lograrían¿Porqué las cosas fueron tan malas?

- No lo sé querida, no lo sé.

- Espero que lo encuentre, estoy segura de que fue tras él.

Con ese último deseo, Ginny dio un beso a Harry y salió de la cocina. Harry fue tras ella y junto a sus hijos trataron de seguir con los juegos, siempre ocultando los malos ratos bajo una sonrisa para los niños, pues ellos viven en un mundo aparte de los problemas adultos.

- Tía Hermione se fue llorando – dijo Lilian luego de un rato – no me gusta verla triste, ni siquiera me escuchó cuando la llamé. ¿Va a regresar cuando esté bien, no?

- Si – contestaron Harry y Ginny al mismo tiempo.

No volvieron a hablar del tema y siguieron siendo la familia feliz que acostumbraban a ser.

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Hermione no podía sentirse más desorientada, instintivamente había aparecido en la madriguera, pero antes de tocar la puerta, lo volvió a pensar, y cayó en cuenta de que Ron no se encontraría ahí, no en un momento como ese. Sabía que Ron tenía su propio departamento, pero no sabía dónde estaba. Nunca le interesó saber dónde era, y si alguna vez le dieron la dirección, no la memorizó. Hermione permaneció junto a la puerta de la madriguera sin saber qué hacer. Ron prefería ir a lugares tranquilos, donde nadie pudiera molestarlo, o por el contrario, buscaría a la persona con quien tuviera el problema. Lo conocía bien, pero ahora no era ella a quien buscaba, y hay tantos lugares donde Ron podría estar, que realmente Hermione no sabía qué hacer.

Antes de reaccionar, la puerta se abrió. Hermione permaneció petrificada junto a la puerta, y vio que era la Sra. Weasley quien estaba frente a ella.

- Pasa hija, justo estaba preparando un café.

Hermione no se pudo negar, hacía frío y no sabía qué más hacer por el momento. Pero sintió vergüenza de sí misma, estaba con los ojos llorosos y era la madre de Ron quien le invitaba un café. En ese momento, Hermione deseó que la tragase la tierra.

- Creí que nunca tocarías mi puerta, no sé si hice bien o mal, pero ya estabas mucho tiempo ahí parada.

- ¿C-cómo lo supo? – preguntó Hermione tratando de calmar su voz.

La Sra. Weasley le alcanzó una taza y le sonrió cálidamente, luego le señaló aquel reloj, donde una aguja con la cabeza de Hermione estaba en la madriguera.

- Dime hija¿qué pasó¿qué hizo esta vez ese cabeza hueca de mi hijo?

Hermione no pudo contenerse más, su voz se quebró y algunas lágrimas salieron.

- No fue él, Sra. Weasley, esta vez fue mi culpa. Yo- yo traté de borrar mi memoria y regresarla a través del tiempo, pero sólo con el recuerdo de Ron. Quería volver a empezar, olvidando todo lo que pasé, es muy difícil para mí, y no, y no puedo… ya no puedo más… pero no tomé la poción, no pude, y él se enteró. Y ahora debe odiarme.

- Calma, calma… no te preocupes, que él no te odiará nunca. Me disgustó escuchar esa idea que tuviste de borrar los recuerdos de Ron de tu cabeza, pero entiendo que tuviste tus razones, y te agradezco que no lo hayas hecho. No llores, él no te odia, nunca podría hacerlo. Cuántas veces lo tuve aquí sentado en esa misma silla, contándome lo mucho que sufría y lo mucho que te extrañaba. Te ha esperado tanto tiempo, te ama más que a él mismo, incluso si tuvo sus novias, sé que en el fondo, siempre estuvo solo.

- ¿Dónde está? – suplicó Hermione – Por favor Sra. Weasley dígame dónde está.

- Lo siento hija, no lo sé, y ni siquiera este reloj puede decírmelo.

- Dígame dónde vive, quiero encontrarlo, por favor… por favor

La sra Weasley se dirigió hacia donde estaban algunos papeles, sacó un pedazo de papel con algo escrito.

- Ésta es su dirección, no te garantizo que esté ahí, pero no pierdes nada intentándolo.

- ¡Gracias!

- No es nada hija… y quiero pedirte un favor, ya no sufran más, me duele verlo triste, y a ti también.

Hermione asintió sonriendo y se despidió, salió de la madriguera y desapareció.

"B-103" leyó Hermione una placa sobre la puerta, "Es aquí, aquí vive Ron", Hermione tocó el timbre y esperó. Pero nadie abría.

Insistió con el timbre varias veces, y la desesperación la invadió, empezó a golpear la puerta y a llamar a Ron por su nombre.

"No está" pensó finalmente Hermione, ya rindiéndose. Hermione salió caminando lentamente del edificio y para su sorpresa, estaba lloviendo. Pudo haber evitado el agua por varias maneras, total, era una bruja, pero poco le importó el agua que se deslizaba por su cabello y rostro. Caminó unas cuantas cuadras y al llegar a una esquina desolada, desapareció.

Abrió los ojos, y las paredes y el techo de su departamento otra vez la rodeaban. Se sentía tibio y acogedor, todo permanecía igual. Bueno, casi todo, porque cuando ella se fue, Ron no estaba sentado sobre su sillón, con el muñeco Ronnie en la mano.

- ¡Ron! – Hermione estaba sorprendida, el último lugar donde pensaba encontrar a Ron era en su propio departamento.

Ron no le contestó, sólo se puso de pié y dejó a Ronnie sobre el mueble.

- Curioso – dijo Ron finalmente, mientras seguía mirando a Ronnie – pero yo soy más guapo

- Ron…

- Creí que me habías bloqueado el acceso – le dijo Ron, interrumpiéndola – No tenía las llaves y no sabía cómo entrar, así que me arriesgué. Pero no pasó nada. Pude aparecerme aquí sin problemas.

- Nunca te bloqueé. Podrías haberte aparecido cuantas veces quisieras durante todo este tiempo, no iba a pasarte nada. Te quité las llaves de mi departamento, pero no el acceso.

- Mmm, interesante, de haberlo sabido, habría venido antes, mucho antes.

- Agradezco el respeto a mi privacidad, gracias.

- Si tengo acceso aquí, no podrías tener privacidad.

- De todas maneras, sé que no habrías hecho nada fuera de "lo legal"

- ¿Porqué estás tan segura?

Hermione estaba un tanto sorprendida por el comportamiento de Ron. Primero no esperaba tenerlo en su departamento, y segundo, le hablaba como si nada hubiera pasado, es más, incluso hablaba con su tono bromista y pícaro.

- No es por nada, pero… creí que estarías molesto conmigo.

- Lo estoy.

Esta respuesta sorprendió aún más a Hermione. Conocía las facetas de Ron, conocía sus momentos de amargura, y éste parecía no ser uno. Sin embargo, algo en ella se erizó, por primera vez sintió cierta frialdad en el tono de voz y en la mirada de Ron. Desvió los ojos para no verlo directamente.

- No entiendo… - le dijo Hermione mientras cruzaba los brazos, pues sentía frío. Ni bien lo hizo, cayó en cuenta de que estaba empapada, por la impresión de ver a Ron lo había olvidado. Empezó a temblar levemente.

- Yo tampoco… sólo sé que quería venir aquí, y aquí estoy – Ron también desvió la mirada, vio la reacción de Hermione y la vio empapada. La vio temblar mientras su ropa se ceñía a su cuerpo, haciendo notar sus atributos.

- Cámbiate, estás temblando – Ron le cogió de la mano y la dirigió a su cuarto – Ven, no sé porqué caminas bajo la lluvia, aun no teniendo un paraguas, hay muchas formas de no mojarte – Ron sacó un suéter del clóset mientras Hermione temblaba cada vez más.

Ron cogió el cabello de Hermione y lo sujetó con un gancho. Luego desprendió los brazos de Hermione y poco a poco fue desabrochando su blusa.

- Ron, y-yo p-puedo hacerl-lo sola – le dijo Hermione con los labios temblantes, mientras trataba de tapar su busto con sus brazos.

- ¿Qué intentas tapar? Lo he visto varias veces, incluso sin esto – dijo señalando el brasiere.

- Dios, estás helada – dijo Ron, mientras terminaba de despojarla de lo que sostenía su busto. Ron empezó a desabrocharse su camisa rápidamente.

- ¿Q-qué hac-ces? – preguntó Hermione sorprendida, con los labios casi morados.

- Hace tiempo me enseñaste – dijo Ron mientras tiraba su camisa al suelo y pegaba su cuerpo al de Hermione – que la mejor forma de dar calor, es mediante el calor corporal, de esta manera, evitamos el que sufras de hipotermia.

- Sí, pero eso es bajo temperaturas extremas, lo de ahora, es como un día cualquiera.

- No importa, igual, acabo de salvarte.

- No es cierto, sólo te estás aprovechando.

- Mmm… sí, también, no voy a negarlo.

Permanecieron así durante unos minutos sin hablar, abrazados como quizás lo estuvieron alguna vez hace ocho años.

- Creo que ya es suficiente – dijo Hermione, ahora sus labios volvían a estar rosados.

- No, aún sigues fría… pero sí, creo que ya te has aprovechado de mí suficiente – Ron cogió el suéter que había sacado hace uno minutos y se lo pudo a Hermione – Esto te abrigará, claro que no podrá compararse a mí, pero algo es algo.

- Sí, gracias. ¿Me esperas en la sala? Terminaré de cambiarme - dijo Hermione señalando su falda mojada.

- Lo que está ahí también lo he visto, no sé por qué te ocultas tanto. Pero, te daré tu privacidad, además que prepararé chocolate para tomar frente a la chimenea mientras conversamos un poco.

Ron cogió su camisa del suelo y se la puso, salió de la habitación mientras se abrochaba los botones.

Hermione lo vio ruborizada, Ron acostumbraba a hacerlo, y no había cambiado. A pesar de ser una mujer liberal y de mente abierta, seguía ruborizándose frente a ciertos comentarios de Ron sobre su vida íntima. Por suerte eran comentarios que sólo se quedaban en esas cuatro paredes.

No se había dado cuenta hasta que se vio en el espejo. Ese suéter le recordaba algo especial. Sí, era el mismo que tenía puesta cuando por primera vez ella y Ron vivieron esos momentos tan especiales e inolvidables. No lo había usado en años, y ni siquiera recordaba dónde estaba. Pero si de algo estaba segura, es que en su clóset no se encontraba. Hermione desvió su mirada hacia un viejo baúl, y vio que el candado estaba abierto. Había una inscripción sobre el baúl: "H & R".

Se dirigió a la sala y encontró a Ron frente a la chimenea, con tos tazas de chocolate. Ron le alcanzó una.

- Sacaste este suéter de mi baúl.

- También es mío, recuerda, tengo derecho a ver lo que contiene.

- Hoy, has invadido mucho de mi vida privada.

- No lo creo, soy más de la idea de que intento recuperar lo que algún tiempo fue parte de mi vida.

Ambos tomaron algunos sorbos antes de continuar.

- Claro que el departamento es tuyo, pero, hay mucho de mí aquí.

- ¿Cómo qué?

- Como tú, por ejemplo, eso es suficiente.

Hermione tomó otro sorbo, mientras empezaba a sentir el calor proveniente de la chimenea.

- Ron, no entiendo, se supone que… se supone que deberías estar odiándome, y estás aquí, conmigo, hablándome de lo más normal sin decirme nada de lo que pasó hace un rato.

- Como te dije hace un rato, estoy molesto. Lo estoy. Pero… no te odio, no podría. No sabes cuánto he esperado el momento en que por fin pudiera hablar contigo de esta manera, pacíficamente, sin que me estés cortando ni que quiera huir de mí. Y… lo que escuché… me dolió… nunca pensé que para darme otra oportunidad tendrías que borrarme de tu mente.

- Ron…

- Me sentí estúpido en ese momento. Yo ahí, intentando ganarme tu corazón otra vez, haciendo el papel de idiota, cumpliendo lo que me pedías, en medio de una ilusión. Pensé que me querías, incluso estuve seguro de eso. Estuve muy seguro de haber logrado lo que en tantos años intenté. Y luego me entero de que la solución no fue mi esfuerzo, sino una poción.

- Pero nunca la tomé.

- Lo sé, pero aún sigue doliendo. Es como si hubieras sacado un "A" en un examen, creyendo que fuiste tú, pero luego descubres que fue gracias a un hechizo, o algo por el estilo. No sé cómo explicarlo. Sólo sé que me siento defraudado conmigo mismo. Y todo fue mi culpa. Sé que el contarte sobre mi vida libertina no fue agradable. Pero no puedo mentirte, quiero ser sincero contigo, en todo, desde el principio. ¿De qué valdría ganarme tu amor a base de mentiras?

Ron tomo otro sorbo de chocolate mientras Hermione lo miraba casi sin pestañear.

- Me dolió mucho – dijo finalmente – sentí rabia y celos de todas esas mujeres, las odié y te odié a ti también. Pero no puedo ocultar lo que siento por ti, traté de hacer a un lado los malos recuerdos, pero no pude. En la desesperación no se me ocurrió algo mejor que esa poción. Es un sentimiento feo, el amar a alguien y no querer amarlo.

- ¿Ves lo fácil que es hablar y decir todo lo que uno siente?

Hermione lo miró largamente, aquello había sido una directa muy punzante.

- Bien, tú ganas. Fui inmadura, no quise escucharte, y… y bueno, reconozco que tuve gran culpa de esta separación de ocho años. Me siento mal por eso¡siento que he desperdiciado ocho años de mi vida! Ocho años que pude haber estado junto a ti…

- Ocho años… quizás, ya estaríamos esperando al tercer miniWeasley.

Hermione empezó a reír, mientras unas lágrimas caían sobre sus mejillas. Ron dejó a un lado su taza de chocolate y se acercó a ella. La abrazó.

- ¡Me siento tan tonta! De todos los libros que leí, ninguno me sirvió para arreglar ese malentendido a su debido tiempo.

- Bueno, tampoco creo que hayas encontrado un libro sobre "Perdone a su pareja en diez días" ni en la zona restringida de la biblioteca de Hogwarts.

- ¿Porqué tuvo que pasar tanto tiempo para este día?

- Nunca es tarde, podríamos empezar de nuevo, rehacer nuestras vidas…

- Me encantaría… - dijo Hermione en un hilo de voz

Ron le dio un beso en la frente y la abrazó aún más fuerte.

- Sabes, a pesar de haber sido hiriente lo que dijiste sobre olvidarme, y la poción, lo primero que quise hacer fue abrazarte. En ese momento no pude hacerlo, quería abrazarte, pero quería estar solo. No sabía dónde ir, y llegué aquí. Me calmé mucho más cuando comprobé que tu protección de antiaparición no me afectaba. Me sentí feliz al saber que no me habías bloqueado el acceso.

- Simplemente te amenacé con hacerlo, pero en realidad, nunca lo hice. Por dentro sabía que no intentarías entrar sin mi consentimiento. ¿Y ves que no fue necesario bloquearte?

- Tienes suerte de que no lo sabía, sino…

- No, Ron, te conozco, y sé que no te atreverías…

- Quién sabe, robarte un beso a medianoche no es algo malo…

- ¿Un beso? No, Ronald, estás acostumbrado a robarme más que eso.

Ron se rió mientras buscaba los puntos débiles de Hermione, luego empezó a hacerle cosquillas.

- ¡No¡Ya basta¡Ya…! - Hermione seguía riéndose incluso le faltaba aire – No vale, tu tienes más fuerza.

Ron dejó de atormentar a Hermione con las cosquillas, y empezó a besarla. Fue un beso que los trasladó por el tiempo, sus mentes volaron muchos años atrás, cuando luego de que estudiar y de que Harry se fuera, ambos se entregaron a la juventud de la noche, y al éxtasis del amor. Repentinamente, Ron rompió el beso.

- Debo irme ahora¿nos veremos mañana?

- ¿Irte? Quédate a dormir, ya lo has hecho antes.

- ¡Señorita Hermione Jane Granger¡Me está pidiendo usted que me quede a dormir en su departamento¡Esto es increíble!

- ¡Ron! - Hermione estaba algo ruborizada, sabía que era una de sus bromas, pero aún así, se ruborizaba – Por favor, no me hagas esto.

- ¿El qué? Sólo quiero respetarte, y a tu privacidad también. Si vamos a empezar de nuevo, creo que lo deberíamos tomar con calma, sólo algo de tiempo, te prometo que no será mucho.

Ron cogió las manos de Hermione y se despidió besando sus manos, Hermione sólo sonrió y le dio un pequeño beso antes que él desapareciera.

Sola en esa habitación, cogió al Ronnie y lo elevó por los aires dándole vueltas mientras ella divertida tarareaba la canción "one wish". Se dirigió a su habitación y cayó sobre su cama, abrazando al Ronnie y con una sonrisa imborrable en su rostro.

Se dio media vuelta, y en el preciso momento en que dejó muñeco caer sobre el suelo, un brazo pasó por su cintura, y una voz cálida le susurró al oído.

- Espero que no te hayas creído toda esa basura de la calma, de esperar y del tiempo¿verdad que no?

- Ni siquiera se me cruzó por la mente – le contestó Hermione volviéndose hacia él.

- Te amo, Hermione.

- Yo también Ron.

Y esa noche, Ron se quedó a dormir con ella, recordando viejos tiempos, y planeando lo que vendría a ser su nueva vida. Recordándose a cada momento que no es tarde, que pueden empezar de nuevo, y prometiéndose más comunicación para resolver sus problemas. Saber escuchar es importante, y también lo es saber decir. Ellos ahora lo saben. El sol está por salir, y ellos aún no han pegado los ojos, entre conversaciones, recuerdos, planes y otras cosas, el tiempo se hace corto, y es que recuperar ocho años no es fácil, pero tampoco imposible.

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Holas!... mmm, saben , iba a hacer un final un poco más largo e iba a quedar en dos capítulos... pero me la pensé mejor y suprimí algunas cosas, como que ya estaba un poco melodramático... y pos... nu sé... xD ... pero este final me gustó... aunque suene un poco raro, la reacción de Ron me deja muy sorprendida, ni siquiera se peleó o quiso vengarse jajaja... mmm... pienso que se debe a que esa era la oprtunidad que tenía, y pos no la iba a desaprovechar... además, ya sabe bastante de malos entendidos, un Ron de casi 30 años ya debe estar muy crecidito y madurito como para saber dialogar mejor... al contrario de Hermione, quien por un impulso orgulloso y dolido actuó como lo hizo. aaahhh... la vida...

Bueno, agradezco que me hayan acompañado hasta ahora... y con todo este tiempo que demoré en actualizar T.T gracias por la paciencia... muchas a gracias a quienes me dejaron reviews a lo largo del fic, y a quienes lo leyeron sin dejar rr, tmb n.n Pero no crean que este capítulo final es el fin! NOOO! (aunq... debería serlo, no?) hoy por la mañana se me ocurrió hacer un epílogo... síii, un capítulo adicional con algunos años encima... aún no lo tengo muy definido, pero de que haré uno, lo haré... pero esta vez no estará tan enfocado en las parejitas, sino en sus críos. jujuju... ya siento la imaginación fluir!