Estos magníficos personajes de Inuyasha le pertenecen a la sensei Rumiko, yo solo los eh tomado para crear esta historia la cual si me pertenece, pero no la hago con fines de lucro, solo para sacar todas esas ideas que rondan en mi cabeza.


Kemari

Kemari, recordaba a los miembros de la nobleza jugarlo, un pequeño balón de cuero que iba de jugador a jugador, pasándoselo uno a otro, donde el objetivo era que esté no tocara el suelo. Siempre había querido ser parte de ellos y el día que se dispuso a intervenir resulto ser uno de los más tristes de su vida, se había acercado a las personas que jugaban, le sonrieron de una forma extraña, el balón fue a dar a unos cuantos metros lejos, por el puente del estanque, corrió para ir por el y así intentar unirse al juego, pero todo salió diferente, al voltearse los vio marcharse y le había llamado "niño bestia". Lo siguiente que paso fue lo más traumante, corrió donde su madre, le abrazó y pregunto ¿por qué "niño bestia"? ese día vio las lagrimas de su madre por primera vez y desde entonces, no le gustaba ver a una mujer llorar.

Ahora se encontraba observando a Shippou, Hitomi, Kanami y Komori (gemelas e hijo de Sango y Miroku), Rin y Souten (la pequeña relámpago) y por supuesto a su pequeño Keita, quien era el más chico de los siete, con tan solo cuatro añitos, su cachorro se estaba divirtiendo con un juego que él odiaba. Sabía que su compañera le había dicho que lo dejará solo, que Shippou y los demás lo cuidarían, pero, ella no podía culparlo de querer proteger a su hijo, por eso los veía desde lo alto de un árbol.

El balón rodo y fue a dar un poco lejos de donde estaban, tal parecía que su cachorro tenía más fuerza de lo que aparentaba, Hitomi iba a ir por el balón pero Keita se adelanto, aun así los demás lo siguieron, cuando lo vio tomar el balón otros niños más grandes se le acercaron.

─ ¡Hey "niño perro" no te robes el balón!

─ Es mío, mi tío me lo regalo.─ les dijo sosteniendo entre sus manos con fuerzas el balón.

─ ¡No mientas!

No, de nuevo no, se repetía lo que él paso y todo por culpa de Sesshoumaru, no entendía por qué le había mandado ese estúpido balón. Estaba por saltar e ir donde su cachorro y enseñarles una lección a esos niños cuando fue a dar al suelo.

─ ¡Ka go me!─ ¿qué le pasaba? él tenía que ir a ayudar a su cachorro.

─ No me hagas repetir la palabra.─ le fulmino con la mirada.

─ Esos mocosos...

─ Lo sé.─ ¡qué lo sabía! ¿entonces por qué había hecho aquello, qué no le importaba Keita?

─ ¿Entonces por qué lo hiciste?─ le dijo enfurecido.

─ Solo mira.

Miró donde su esposa dijo y vio a Shippou, Souten, Hitomi, Kagami y Komori delante de Keita y Rin quien lo abrazaba.

─ ¡Discúlpense!─ grito Komori.

─ ¡Jamás!

─ ¡Que se disculpen!─ ordeno Hitomi y Souten.

─ El niño p...─ no termino de decirlo ya que Shippou y Kagami, la gemela con el carácter más parecido al de Sango, habían golpeado a aquel niño.

─ A mi hermanito nadie lo llama así, su nombre es Keita y es hijo de Inuyasha y Kagome, quienes acabaron con Naraku.

─ Y no se les olvide que también es sobrino del gran Sesshoumaru.─ les dijo Rin.

No creía lo que había presenciado.

─ Te dije que ellos cuidarían de nuestro cachorro. No te voy a negar que sentí coraje, enojo y tristeza al escuchar como le llamarón, pero, Keita no está solo, tiene grandes amigos que lo quieren, cuidan y protegen, pero sobre todo, nos tiene a nosotros. No tengo idea de lo que pasaste Inuyasha, espero algún día me lo digas, cuando estés listo.

─ Gracias.

─ De nada, ahora vamos a la cabaña, Keita va a estar bien.

Regreso con su esposa y espero a que llegarán Shippou y Keita, ya estaban por comer cuando entraron a la cabaña, Keitan no parecía triste, al contrarío estaba feliz.

─ ¿Cómo les fue? ─ les pregunto Kagome.

─ Muy bien, jugamos mucho.─ respondió su cachorro.

─ ¿En verdad?─ Keita asintió.

─ Si... y Shippou y Kagami golpearon a unos niños.─ al decirlo, Shippou se puso nervioso.

─ ¿Por qué? ¿Qué paso Shippou?

─ Nada, solo nos molestaron y como no se disculparon, una cosa llevó a la otra.

─ Pero están bien ¿verdad?─ ambos niños asintieron.─ Bien, siéntense a comer.

Kagome les sirvió su arroz con verduras y cuando iba a la mitad de la comida, Keita se les quedo viendo como cuando les quería preguntar algo importante.

─Mamá, papá... Mi abuelo ¿es verdad que era un comandante perro?─ pregunto mientras aun comida su arroz.

─ Si, era muy grande ¿ya te conté cuando estuvimos en su tumba?

─ Donde estaba Tessaiga, entonces...

─ ¿Qué pasa?─ le pregunte pero no dijo nada.─ Keita.─ le llame, para animarlo a seguir.

─ Los niños me llamarón "niño perro", pero Rin y Hitomi me contaron historias de mi abuelo y Shippou me dijo que esos demonios son los más fuertes. Me alegro de ser tu hijo papá.─ dejo su tazón de arroz y corrió a mí, me abrazo y no pude evitar soltar una lagrima, era como con mi madre, solo que ahora yo lloraba de felicidad, mi hijo se sentía orgulloso de ser quien era. Kagome tenía razón, Keita no estaba solo, tenía grandes amigos, una hermanita en camino y unos padres que lo amaban.

Voltee a ver a Shippou, quien en algún momento se convirtió en mi hijo también y con la mirada le di las gracias.


Bien aquí otra pequeña historia. El capitulo donde Inuyasha recuerda cuando era niño fue tan triste y conmovedor que solo hizo que lo amara más.

Espero les gustará, no olvides pasarse a dejar un comentario para saber que les pareció.

Komori: Así es como Rumiko le llamo al hijo de Sango y Miroku, en el epilogo. Y según significa "Murcielago"

El nombre de las gemelas se los puse yo, creo que Rumiko no les puso nombre y pues investigando me parecieron lindos estos para ellas.

Hitomi: Doble belleza.

Kagami: Espejo.

Nos estamos leyendo, se cuidan.

21 de febrero de 2013.