Capitulo 3

DOS CAPITULOS

El final lo reservo para después, quiero pulirle algo

Espero que les guste

Randa1

Ejecución del contrato

Estaba sola, realmente sola, no en el sentido estricto del hecho de que no había nadie con en la habitación además de mi, y estemos claros, este no era un viaje de bodas normal

Entonces .. porque tendría que ser anormal el hecho que este sola?

Y porque no puedo evitar que estas lagrimas dejen de correr?

Suspiro pesadamente y me voltee en la cama, veo el cielo a través de la claraboya del barco y el día es hermoso

El cielo es azul, las gaviotas están volando.. el mundo sigue viviendo fuera de este lugar

Y yo no voy a sumirme en la depresión, no mas…

Me levanto de la cama, me envuelvo en una sabana y entro al tocador para darme un baño caliente

Dentro de la tina cierro los ojos para tratar de disminuir el dolor de cabeza que me esta haciendo pulsar la frente

Aun tengo los nervios a flor de piel, aun tengo la piel sensible

Aun me parece sentir que sus manos están….

No quiero pensar mas en eso, no deseo pensar mas en eso

Fue algo demasiado cruel, por un instante volví a ser esa adolescente crédula que pensaba que existían los príncipes de los cuentos de hadas o los caballeros de brillante armadura

O la utopía de un hombre decente

Por eso dicen: Hombre, tu nombre es rata y tú apellido perro

Con el perdón de los roedores y los caninos por la degradación

Saben, hasta pienso que debería ir y agradecer a Mirai el que mi boda con ese.. sujeto se haya retrasado cuatro años, mas tiempo de libertad y menos tiempo atado a …

A quien engaño, estoy mal, estoy triste y todo se debe a ese cretino

No sol en mi orgullo femenino, también en el aspecto emocional

La estupida Misao de hace cuatro años nunca se fue, sigue aquí y ahora esta en esta bañera sufriendo una de las peores decepciones

Esta bien, ya mi orgullo esta apaleado sin remedio y como ya toque fondo, no me queda mas que reconocerlo

Si, me gusta Aoshi Shinomori, no llamaría a este sentimiento amor, no es tan intenso como creo que debería ser

Pero eso si, esta mas alla del simple gustar lo suficiente , mas allá como para dejarme llorando por su ausencia

Lo suficiente mas allá como para ilusionarme con la idea tonta y hacerme contemplar con agrado la idea de hacer de este trato algo mas permanente y .. real, un matrimonio real

Lo suficiente mas allá como para crearme el cuadro de un hogar, una familia y a el como compañero

Ok, ok, seré brutalmente sincera:

Creo que aun no se me ha pasado el enamoramiento de chiquilla

Maldición

Y me di cuenta de la peor manera, con el en la cama, en el momento en que se suponía que debía ser mas indiferente, mas fuerte

En el momento que debía estar consciente que lo que ahí ocurría era un trato de negocios, simple y estrictamente negocios

Nada personal

Entonces porque me ilusione?

Entonces porque deje que la decepción me devastara?

Por estupida, porqué mas?

Me sumerjo en la bañera hasta por encima de la cabeza, para ver si la falta de aire borra de mis recuerdos aquella noche.. si tan solo no lo recordara ….

-Espectacular -dijo él sinceramente.

Misao observó entonces cómo el le abarcaba con las manos los senos que ella siem­pre había despreciado.

Estaba claro que le gustaban sus formas y empezó a acariciarle los pechos con los pulgares.

-Aoshi...

-Sí, Aoshi... -repitió él-, al único al que llamaras …

Con mano segura, él le quitó el vestido y lo dejó en el suelo a sus pies. Ella se vio entonces con las medias de seda, el liguero azul y las bragas que le había regalado su madre.

-Definitivamente, ha merecido la pena espe­rar -dijo él tomándola en brazos y besándola antes de dejarla sobre la cama-. Ahora dime que no me deseas, que no lo quieres.

Pero ella no lo pudo hacer.

-No puedo -murmuró, sorprendida por el poder de lo que estaba sintiendo.

Aoshi sonrió de una manera que hizo que el corazón le diera un vuelco. Luego, se termino de quitar la camisa revelando su magnífico torso esculpido magníficamente en sus años de entrenamiento. Incluso las profundas cicatrices también resultado del entrenamiento y una que otra herida de combate de cuando fue soldado lo hacían verse espectacular. Ella contuvo la respiración cuando se bajó los pantalones,. Sintió como un sudor frió le crecía en la boca del estomago. Al contrario que ella, él no parecía nada inhibido y se movía con la armonía de un atleta. Le gustó mirarlo; siempre le había gustado hacerlo y no pudo evitar sonrojarse ya que a pesar de sus nervios, deseaba y temía con intensidad lo que iba a ocurrir.

Cómo podía haberla atraído algún otro hombre después de Aoshi, de ninguna manera, eso explicaba el porque no había tomado en serio nunca proposición alguna de ningún pretendiente?

Él la había traicionado y, seguramente, lo volvería a hacer, pero eso no le importaba en ese momento.

-Por qué te has quedado tan callada? -le preguntó él.

Misao se dio cuenta entonces de que se había quedado desnudo del todo. Todo sobre lo que siempre había sentido curiosidad lo tenía a la vista. .

-Cua1quiera diría que no has visto nunca a un hombre desnudo! -dijo él riendo-. ¿O es que descubriste hace ya tiempo que a algunos hombres les gusta que te hagas la tímida?

-Eso no tiene gracia!

Aoshi se tumbó a su lado y la tomó en sus bra­zos.

-Me he pasado, pero aquí hay algo que no entiendo.

Ella pensó que estaba más nerviosa de lo que él se había esperado. Aoshi se recostó contra las almohadas y la llevó con él; sus senos apre­tados contra su pecho.

-En la cama no soy un monstruo -murmuró él respirando el perfume de sus cabellos

-No?.

-No, así que deja de temblar.

La besó apasionadamente Luego, pasó los labios a uno de sus pezones y ella tragó saliva.

-Quiero que esto te guste -dijo él-. Quiero que sea lo mejor que hayas hecho nunca.

La sensación de las manos de él sobre los senos y sus expertas caricias la volvían loca. Luego él masajeo su zona intima y ella casi se desmayó de placer.

-Por favor -gimió.

Ella se retorcía ante esa exploración tan íntima. El ardor que sentía en su interior era terrorífico ahora. No podía respirar, hablar ni nada que no fuera sen­tir.

Como un posesivo dios oscuro, Aoshi se tumbó sobre ella entre sus piernas abiertas.

-Estás tan ansiosa, tan fuera de control... ¡ Ahora sé por fin lo fácil que debió de ser para Jin hacerte el amor .. ser el primero como debí haberlo sido yo!

El tono de su voz más que las palabras fue lo que hizo que ella abriera los ojos. pero de to­das formas, no había entendido todo lo que le había dicho él.

-Qué pasa? -gimió.

-Nada – susurro besándola mientras continuaba su exploración y retiraba la ropa intima de Misao- eres perfecta..

Luego, le metió las manos por detrás y la penetró de un poderoso empujón. Un segundo más tarde, ella sintió un agudo dolor y se le es­capó un grito.

Aoshi se quedó quieto, se levantó sobre ella y maldijo - Masaka!-. Luego la miró intensamente.

-Esto no puede ser!

El dolor ya se le estaba pasando a Misao y pudo relajar los tensos músculos.

-No puedes ser virgen!

-Aoshi, por favor...

Él apretó los dientes y siguió moviéndose. La sensación fue tan placentera que a ella se le escapó otro grito. La tormenta de deseo conti­nuó como si no hubiera habido interrupción al­guna.

Y aquello fue como ella nunca se lo había imaginado. Atrapada en el ritmo primitivo que él dirigió, se sintió cada vez más excitada y el placer cada vez alcanzó más altura. Cuando llegó a la cima, se estremeció oleada tras olea­da.

Después, se quedó simplemente anonadada. Estaba muy cerca de Aoshi, con una curiosa sen­sación de paz y tranquilidad. Él le dio un suave beso en la frente, como una caricia. Le gustaba tanto estar en sus brazos... en esa intimidad que no había conocido antes... De repente recordó que Aoshi se había dado cuenta de que él era su primer amante. Ella no había pensado en la posibilidad de que eso pudiera cambiar su re­lación. Pero se le ocurrió que ahora acepta­ría que ella no lo había engañado con Jin y sonrió y su corazón latió de pura alegría.

Aoshi hizo entonces un movimiento súbito que la pilló por sorpresa y se levantó de la cama.

-Sorpresa, sorpresa. Y, por supuesto, tú no me previniste de que iba a ser el primero. Sin duda, te imaginaste que, al ser virgen, técnica­mente hablando, eso lo dejaba todo claro.

Misao se sentó y se tapó con la sábana, desconcertada por lo que él acababa de decir, de repente la atmósfera de intimidad y seguridad había desaparecido y se sintió avergonzada

-No me extraña que estuvieras tan callada en la cama. ¿Creías que ahora me iba a arrojar a tus pies suplicándote que me perdonaras?

-La verdad es que no sé de lo que me estas hablando - dijo Misao volteando el rostro y bajando la mirada, tratando que el llanto que pugnaba por salir no se notara en su voz

-Esto no cambia nada. Está claro que Mirai los interrumpió a Jin y a ti antes de que pudieran aprovechar el momento. Pero eso no hace que tú seas inocente. Aun así me traicionaste y deshonraste. ¡Te comportaste como una puta sin remordimien­tos!

A Misao la afectó mucho esa nueva inter­pretación de los hechos, estaba humillada y furiosa y, por primera vez, se dio cuenta de una posible realidad que destruía todos los castillos en el aire que formo hace pocos instantes

-Tú me odias de verdad -susurró.

-Y qué te esperabas después de lo que hi­ciste? Nos cubriste de vergüenza a todos.

-Pero tú... acabas de hacer el amor...

-Crees que esto ha sido hacer el amor? Solo he consumado nuestro trato - Misao sintió como le apuñalaba el corazón-, aún me sigues volviendo loco de excitación, pero lo que hemos compartido ha sido sexo. Y, como bonus extra, los dos hemos disfrutado de la experiencia, pero no busques más que eso de mí. Ahora tienes el mismo aspecto que cuando te pillaron con Jin. No tienes ninguna leal­tad y menos principios. Eso es lo que menos me gusta de ti.

Misao levantó la barbilla y murmuro fríamente:

-Espero haberme quedado embarazada - le espeto con rabia-, Todo esto me parece muy aburrido. Aquí estás tú, con veinte y tantos años, y sigues atado a un pasado que yo dejé atrás hace años, junto con otras cosas infantiles.

Aoshi la miró furioso.

-Ten cuidado con como peleas. Ya ha sufrido por ti demasiada gente y no tengo la menor intención de que lo vuelvas a hacer.

Él abandonó la habitación. Ella se levantó, recogió toda la ropa que se había dejado y la tiró por la puerta. Se quedó en medio de la ha­bitación, desnuda y temblando. Tiró de la sába­na y se envolvió en ella. Luego, se arrojo sobre la cama y lloro todo lo que tenia adentro, era la única manera de tranquilizarse

Pero ni aun así pudo evitar recordar el día, en que se había complicado todo.

Esa mañana, Mirai le había pedido que fuera de compras con ella.

-No me puedo creer la forma en que te man­da Aoshi —le dijo Mirai mientras se tomaban un te-, ese comportamiento no lo he visto en ningún miembro del clan con su esposa .. bueno, solo en el tío, será entonces que es de familia.. pero no te imagino a ti tan sumisa como mi tía

-No es así, solo que es algo.. posesivo y en cierta manera me halaga.. muestra lo que me quiere y lo importante que soy

-Yo no lo creo, el te trata mas como un objeto, una propiedad

-No es verdad

-Aha, y como se pone cada vez que te ve hablar con alguien sin su aprobación, como llamarías a eso?

-Celos?

-Pues son los celos mas hipócritas del mundo si el te prohíbe hacer cosas que no son ni la sombra de lo que hace cuando sale con sus amigos. Por ejemplo, los planes que tiene para divertirse esta noche. Si yo estuviera compro­metida con un tipo tan atractivo como él, y si fuera verdad lo que el proclama a los cuatro vientos de sus "sentimientos", no iría a donde va a ir hoy

-Y a donde se supone que va hoy?

-Soy una dama y no hablo de esos lugares,. Pero sol pídele que te lleve con el esta noche y veras

Al principio, la idea no le hizo mucha gracia a Misao. Cuando Aoshi la fue a ver esa tarde, ella le pidió ir con él. Cuando él se negó, le dijo que saldría entonces con Mirai.

-De eso nada —respondió él—. A su familia tampoco le gustaría.

-Pero acabas de decirme que no puedo ir contigo esta noche.

-Es una fiesta de chicos¿de acuerdo?

Eso fue lo que produjo su primera discusión. Después, Misao llamó inmediatamente a Mirai y esta le sugirió que los seguirían para ver que hacían

Dudo en aceptar su idea . Pero después le pareció una travesura divertida, pero cuando el taxi las dejó en el club, lo que más quería Misao era marcharse y no seguir adelante, ella confiaba en Aoshi.

Se encontraron a Jin, evidentemente muy bebido, sentado solo a una mesa. Cuando Misao le preguntó sorprendida dón­de estaban los demás, él murmuró algo sobre que se habían trasladado la fiesta a un cuarto mas privado señalando con su cabeza la cortina que llevaba a la zona de privados

Misao miro estupefacta a una sorprendida Mirai, y vacilante, fue tras la cortina

-Que no sea verdad, que no sea verdad – rezaba mientras traspasaba la cortina y caminaba por el pasillo y ahí en una de las habitaciones encontró a Aoshi gimiendo mientras recostaba embestía con pasión a una mujer recostados contra la pared, la besaba y acariciaba con una pasión que nunca le había demostrado a ella

Misao salio corriendo del lugar, Jin y Mirai la siguieron y la encontraron vomitando en a calle, llorando arrodillada en el suelo

-Quién es esa? -pregunto- recuperándose

-Una de tantas – respondió Jin-, es la segunda de esta noche y el es cliente asiduo de este lugar. Vamos – dijo Jin levantando a Misao-, salgamos antes de que él nos vea, en casa después le pides una explicación y podrán hablar sobre lo que han de hacer. ¡No puedes montar una escena aquí!

Misao estaba como atontada. Casi habían salido cuando Mirai se detuvo y le preguntó:

-Dime¿te ha gustado ver cómo se divierte Aoshi?

-Perdona?

-Quieres saber lo que Aoshi piensa realmente de ti? Me lo ha contado. Piensa que eres una niña estupida estúpida, sin ninguna gracia ni educación¡pero que vales tu peso en oro!

A Misao se le hizo un nudo en el estóma­go.

-Es bueno que sepas toda la verdad antes que tomes una decisión, tu abuelo y el padre de Aoshi acordaron su matrimonio antes incluso de que tú lle­garas, por eso la invitación a que pasaras una temporada con el después de la larga ausencia. Todo el mundo lo sabe. ¡Sin tu futura herencia no eres nada! Si Aoshi necesita consolarse con chicas más atractivas¿quién lo puede culpar, tendrás que acostumbrarte a eso

Sorprendida por semejante revelación y por la malicia de su su­puesta amiga, Misao salió corriendo para llorar a gusto lejos de esos seres hostiles. Deambulo por varias horas cuando llegando a su casa, alguien le agarro por el hombro. Ella se quedó helada pensando que sería algún asaltante. Pero era Jin.

-No quería hacer esto, pero aquí estoy de to­das maneras -dijo él con voz de borracho Es­tás incordiando a todo el mundo, solo has venido para arruinarlo todo

-Métete en tus asuntos.

Jin se rió sin humor.

-Pero esto es asunto mío¿no lo ves? Mi pa­dre dice que nuestro clan bajara su prestigio y poder si el clan Shinomori y el Makimashi se unen. Cambiaria el balance de poder. Juntos serian demasiado poderosos.

-No creo que eso vaya a suceder ahora - le respondió Misao antes de acelerar el paso y continuar su marcha

Jin la siguió, y repentinamente, la tomo entre sus brazos y la beso

Y entonces aparecieron Misao, el señor Makimashi y Aoshi.

El señor Makimashi se adelanto y abofeteo a Misao con fuerzas haciéndola caer, Aoshi tenia agarrado por la camisa a Jin al que estrello contra la pared y luego golpeo en el estomago hasta dejarlo arrodillado en el suelo

Fue Mirai la que detuvo a Aoshi de golpear hasta matar a Jin y se lo llevo

-Recoge tus cosas- ordeno Akito a su nieta-, te devuelves a casa de tu madre

Misao no atinaba a reaccionar, miro a Aoshi que la veía con odio y se alejo sin decir nada, solo dijo al señor Makimashi ignorando por completo a Misao:

-En este momento doy por terminado el compromiso – y se marcho sin mirar a una Misao en estado de Shock

El señor Makimashi ni se digno a ver a su nieta, solo entro a la casa y cerro la puerta tras de el dejando a Misao en la calle

Misao estuvo como ida unos instantes hasta que la risa cínica de Mirai la trajo a la realidad, esta se reía de ella mientras ayudaba a Jin a incorporarse, estos después e acercaron a ella y le dijeron con acentuado cinismo:

-La pobre Misao no quiere que la ayudemos?

-Parece que necesitaras donde pasar la noche

-Márchense¡Los dos! —gritó Misao.

-No he terminado todavía dijo Mirai resumando sus intenciones-, Pero Aoshi y tú sí. Te lo puedo prometer. Y por si se te ha ocurrido pensar en perdonarlo, voy a ir y a contarle como los vi a ti y a Jin pasándose­lo bien muy juntitos.

-Lo siento -dijo Jin. Es un montaje as­queroso, pero no nos has dejado otra opción.

-Por qué … hicieron algo como esto? -le preguntó Misao a Mirai

-Eres tonta? -respondió la otra en voz baja, para que Jin no la oyera-. Aoshi y yo estábamos empezando a estar muy unidos hasta que apareciste tú. ¿Con quién te crees que va a terminar cuando tú hayas desaparecido?

Para Misao, aquella fue la gota que colmó el vaso. Se marchó andando de allí y se dirigió a un parque cercano, donde pasó la noche en un banco.

Cuando llegó a casa a las siete de la mañana siguiente, la estaban esperando Aoshi y su abue­lo. No le importó que ellos se creyeran la ver­sión de Mirai. Lo único que quería en esos momentos era volver a su casa cuanto antes y alejarse de ese lugar infesto de alimañas .. y de la traición de Aoshi.

Cuando salí del baño, me maree. Fue al en­volverme en una toalla, pero perdí el equilibrio y caí al suelo y grite.

-Dios mío!

Esa fue la primera noticia de la entrada de Aoshi en el baño, junto con la orden de que no me moviera. Luego, sus manos recorrieron mi cuerpo verificando si estaba herida.

-Es que no has tenido ya bastante de eso? – le gruñí apartándolo, no quería que me tocara.. nunca mas

-Puedes haberte roto algo. Te oí gritar...

-Vete!

-Te voy a poner cómoda aquí en el suelo y luego voy a llamar a un médico.

-Eso sería una tontería.

Apoye las manos en el suelo y me levante lentamente. Me di cuenta de que no me había hecho daño, pero la cabeza seguía dándo­me vueltas.

Aoshi se dio cuenta de lo que le pasaba en rea­lidad y me sujetó mientras vomitaba en el retrete.

Se estaba comportando como un auténtico príncipe cuando a lo que me hubiera gus­tado era que me dejara en paz. Me pasó un paño húmedo por la frente y me murmuró co­sas que parecieron frases de preocupación

-Estoy borracha

-No, te has mareado por le movimiento del barco. Debería haber pensado en ello. Voy al botiquín a por algo que te haga sentir mejor.

Me llevó de vuelta a la cama, me envolvió en una toalla y luego me arropó con el edredón

Cinco minutos más tarde, reapareció con un vaso de agua y una pastilla. Se sentó en la cama a mi lado mientras me la tomaba.

-Ahora me pondré mejor, ya me puedes dejar.

-No, me quedaré hasta que te duermas.

Entonces, le pregunte algo que me intri­gaba.

-Si me deseabas tanto hace tiempo¿por qué no hiciste nada, porque nunca me lo demostraste?

-Soy un hombre de honor y tu estabas destinada a ser mi esposa, cualquier cosa que sucediera entre nosotros debía ser después del matrimonio. Yo no quería ser responsable de causar otra ruptura familiar, ni te quería a ti lejos. ¿Quieres alguna otra razón?

Misao estaba tan desconcertada por la fa­cilidad con la que él me estaba ofreciendo esas explicaciones, que no dije nada. Y también lo estaba por que Mirai me había mentido. Él me encontraba atractiva. Y mucho. Lo que pasaba era que, entonces, él solo seguía las reglas del juego social, aunque eso no lo exentaba de la traición cometida

Me quede dormida sin darme cuenta y, cuan­do desperté, me sorprendí al ver a Aoshi apenas a unos centímetros de mi mirándome intensamente.

-En qué estás pensando? – pregunte susurrando.

Él hizo una mueca.

-En Jin.

-Qué raro!- ironice

-Nos criamos juntos, yo le tenía aprecio. Cuando murió, me sentí como si lo hubiera abandonado.

-Murió? —pregunte sorprendida—. ¿Cuándo?

-Se suicido pocas se­manas después de que tú te marcharas. Al parecer se le vio pocas veces sobrio des­pués de esa noche. No creo que pudiera soportar lo que había hecho, mas de una vez me pidió perdón en medio de su ebriedad por no poder evitar ser un ser tan bajo y sin honor

-Así que también me culpas por eso.

-No, no te culpo.

Pero no era verdad, no le creí. Me sentí vacía por dentro. Jin había sido el cómplice de Mirai. ¿Se habría dado cuenta de en lo que se metía? Tuvo que estar muy borracho o muy enamorado para hacer su papel según los planes de Mirai. Era terriblemente triste. Y si le contaba ahora a Aoshi que su amigo había preparado deli­beradamente la ruptura por los medios más de­sagradables posibles, seguro que se enfadaría más todavía conmigo. Sentía que él veía más a Jin como víctima del pecado que como pe­cador.

-Mucho dolor siguió a esa noche -dijo él-. Mirai tuvo una terrible depresión y, durante un tiempo, la familia estuvo preocupada por ella. Estaba preocupada por Jin, por su habito de beber descontroladamente, se le notaba.

-Seguro... – y añadí mentalmente-, preocupada porque el o nadie la descubriera

-Tú piensas que ella debió mentir para protegerte porque eran amigas, pero la leal­tad familiar siempre es más importante.

Eso era mas de lo que podía soportar y le grite a la cara:.

-Mirai mintió, lo mismo que Jin. Los dos tenían sus razones que tu pareces no querer ver.

Aoshi me miró fríamente.

-Solo hay una cosa que no me encaja.

-Cuál?

-Ninguna mujer habría dejado de de­fender su reputación. ¿Por qué no dijiste que seguías siendo virgen cuando nos vimos al día siguiente?

Misao lo miró incrédula.

-Estás de broma. ¿De verdad te crees que seguías importándome tanto como para rebajarme a ese nivel, que trataría o que debería de excusarme con un traidor sin principios doble cara como tu que se acuesta con cuanta ramera se encuentra?

-Así que me viste esa noche y fue por venganza por lo que te fuiste con Jin¿no?

Estaba que estallaba a gritar y a punto de abalanzármele encima, pero irritada, me controle y le di la espalda, pero Aoshi me lo impidió poniéndome una mano en el brazo.

-Lo cierto es que recuerdo muy pocas cosas de esa noche.

-Perdón?

Estaba borracho.. y drogado, los chicos me dieron a probar por primera vez opio y perdí el control de mis acciones. Si me viste con esa mujer, debió de ser poco después de que probara el opio, no era consciente de lo que hacia y fue la única vez

Asentí lentamente escuchando su explicación, era de no creerse tanto descaro

-El señor Inocente, el señor Limpio. Que pensarían si supieran que eres un asiduo de burdeles y de casas de opio? Sa­bes? Puede que mi madre y los demás se tragaran ese cuento del niño bueno engañado, pero yo soy menos crédula. Es mas, si llego a salir embarazada deberé tener cuidado, no sea que el niño nazca deforme por tu adicción al opio, dicen que eso es común que suceda

Aoshi frunció el ceño.

-Estás diciendo que no me crees, es que piensas que soy alguna clase de adicto

-Exactamente. No es una sensación agrada­ble¿verdad?

-Solo fue esa vez, no me agrado y no fue por mi voluntad, no pienso que sea sensato usar esas cosas

-N me consta que lo que digas es cierto, los adictos e la pasan negando su condición

Aoshi aflojo su agarre con lo que me pude soltar entonces y enterré el rostro en la almohada.

Él maldijo por lo bajo.

-Oh, eres tan sensible... –dije con la cara contra la almohada.

-Eres una bruja ...

-Ahí está la puerta, úsala –dije levantando la cara y mirán­dolo fieramente.

Pero en vez de eso, Aoshi metió los dedos entre mi cabello, aprisionándome

Entonces me besó ansiosamente. En una es­cala del uno al diez, fue un beso del once. La cabeza me dio vueltas y el pulso se me ace­leró como bólido

Lo aparte con todas mis fuerzas, las imágenes de esa mujer vinieron nuevamente frescas a mi y se le sumaban la de esa nueva mujer, la de Yayoi .. la trataría el con la misma pasión que a mi, las trataría el a todas con el mismo ardor que a mi?

-No quiero que me vuelvas a tocar – le dije-, me das asco

Aoshi me sujeto de nuevo y advirtió:

-Témenos un contrato

-Haz lo que te pegue la gana, ya hubo consumación

-Pero recuerdas que tienes que darme un heredero

-Si a eso recurres para poder tener a una mujer.. que lastima me das. Se que te tengo que dar un heredero, pero eso no significa que tengo que estar en la cama a cada instante que se te ocurra, NO SOY TU PUTA, si no estas satisfecho puedes ir a buscar una de tus amiguitas. Ya en este mes hubo su oportunidad, si no hubo suerte ya lo intentaremos el próximo, en el contrato no hay fecha especifica para la concepción

-Cómo puedes ser tan cruel? No hables de la concepción de nuestro hijo de forma tan ofensiva

-Tu no tienes estatura moral para hablar de ofensas, y me lo has recordado mas de una vez, recuerdas, que me quede claro: esto solo es un contrato y yo soy la parte que se tiende en la cama, únicamente eso, pero ah.. disculpa, tonta de mi.. me había olvidado lo sensible y considerado de los sentimientos de los demás que eres.. pobrecito, no te me vayas a traumar

Aoshi apretó los puños. Misao vio la eviden­cia de su vulnerabilidad y se sintió triunfante.

-Eres mi esposa -repitió él.

-No caigamos en lo mismo, que se me cansa la lengua de explicártelo una y otra vez -dijoella cada vez más furiosa-, para futuras referencias si quieres te hago dibujos explicativos.. tanto Opio debió ya dañarte el cerebro.

-Seguro que lo que quieres es que yo pierda el control y me ponga violento. Entonces, te podrás divorciar y salir de esta libre y con una indemnización. ¿Es eso lo que crees?

Misao frunció el ceño y se lo pensó. Era curioso pero esa perspectiva no la tentaba, ya no

-Seguramente irás a un buen abogado -aña­dió él-. Como deberías haber hecho antes de firmar los papeles de tu herencia y el contrato matrimonial

-Perdón?

-Puede que yo sea el canalla mayor del mun­do, pero si te quieres ir de mi lado, vas a dejar conmigo a nuestro futuro hijo y te marcharás tan pobre como llegaste. Me dijeron que te pon­drías histérica cuando leyeras la primera cláusu­la del contrato y que, para cuando leyeras la úl­tima, iban a tener que reanimarte. Pero eso es porque no te conocen como te conozco yo .En lo único en lo que estabas pensando era en el dinero.

-No, no es así.

Aoshi llegó entonces a la puerta.

La sangre se me heló en las venas cuando me di cuenta del control que él quería ejercer sobre mi, incluso quería utilizar al posi­ble hijo que tuvieran como un arma en mi contra.

-Cómo puedes seguir odiándome tanto? – mirándolo a los ojos-, y como no odiarte a ti si veo lo patético y bajo que puedes llegar a ser?

Aoshi me miró fijamente a los ojos

-Yo te amé de verdad una vez – continué esta vez conciliadora-, Tal vez sea verdad que algún cariño tu me llegaste a tener y en nombre de ese tiempo por favor, detengamos esta locura antes que terminemos matándonos o trayendo a un inocente a una mala parodia de un hogar donde vería a sus padres odiarse como enemigos en vez de cómo dos seres que se amen y respeten mutuamente

El me vio en silencio por unos instantes, después sin decir nada, salio del camarote y no lo volví a hacer hasta el día siguiente

Por la tripulación me entere que el se ausento por unos días, bajo en la isla de Ise, el primer puerto, pero dijo que volvería pronto, que había unos asuntos urgentes que debía solucionar

Yo, dedique el tiempo en paz y a solas para reflexionar y saber que haría con mi vida de ahora en adelante

Y tome una decisión

Tres días más tarde, Me di a mi misma la enhorabuena. Ya no lloraba por causa de Aoshi

Ya no lo haría más

N/A:

Les confieso algo?

No publique porque me fui de fiesta por mi cumpleaños

Verán, tenia los capítulos listos, le habia hecho algunos cambios y entonces..

Alguien llego con una invitación para ir a la playa, pero no a una playa común, a uno de los parques nacionales que hay aquí en Venezuela

Esa isla en particular era privada antes de ser decretada parque nacional e indemnizaron a los dueños y les nombraron a algunos, custodios de la isla por tener bienechurias en el lugar ( casa), claro, no podría explotarlas comercialmente pero si tener invitados

Y como esta prohibido pernoctar ahí a menos que sea en una de esas casas y nos habían invitado ( saben lo que es tener una isla solita para uno aunque sea solo un pequeño islote, de noche es espectacular la vista)

Pensé

Playa o actualizar

Pescar mariscos o actualizar

Paseo en yate o actualizar

Paseo en moto de agua o actualizar

Practicas de buceo o actualizar ( no serví para eso ,no se nadar, solo era mirón de palo)

Asolearme o actualizar

Vacaciones o actualizar

Comer langosta fresca o actualizar

Pónganse sinceramente la mano en el corazón y díganme que harían en mi lugar

No me lo digan , no manifiesten su opinión para no tentarlos a no ser sinceros

Pasemos al siguiente capitulo, pero eso si, gracias, muchas gracias a Barbara- Maki, Ceres, Al Shinomori, AoshMi SeshLin, Ali-chan6, Satzuki Haru, Pau, y lizz .. disculpe que las haya planyado una vez mas y me haya tardado, pero el Money manda.. que mas quisiera yo que tener unos cuantos millones de dolares…..

Chaup

Randa1