Cuarto Capitulo¿Será Amor?

Sora corrió lo más rápido que pudo hasta la casa. Aun no procesaba lo que había ocurrido hace un momento. Para ella era solo un sueño del que no quería despertar. Por primera sintió que alguien la comprendía. Ese muchacho le había enseñado mucho más que una simple amistad, había hecho que de lo mas oscuro y profundo de su corazón apareciera un sentimiento que creía perdido, que no era más que una fantasía, que solo existía en los cuentos de hadas.

La joven sacudió su cabeza intentando alejar esos pensamientos de su cabeza. Que el príncipe le haya dirigido la palabra ¡No significaba nada! Ella era una criada y él estaba fuera de sus posibilidades. No quería alimentarse de falsas esperanza. Un encuentro así con el príncipe de del reino jamás volvería a ocurrir, por lo que se obligó a sacarlo de su mente.

"¡Pero niña por dios!" Exclamó la cocinera quien salió a recibir a la joven para que no fuera descubierta por su madrastra. "¡Estás empapada!"

"Me caí al río" se excusó Sora, rogando por que Marta no preguntara más.

"Bueno, entra a la casa antes de que pesques un resfrío". Y ambas entraron a la casa. Sora se cambió la ropa húmeda y ayudó con la limpieza.

Para Sora volver a la casa transformó aquel brevísimo pero maravilloso momento de alegría, en un sueño irreal y lejano. Sentía que la vida se burlaba de ella mostrándole su más anhelado sueño como algo inaccesible, algo que solamente puede mirar pero no tocar.

Al sentir nuevamente la soledad y el dolor que le transmitía esa casa, la tristeza la inundó y el sueño de volver a encontrarse con el príncipe y alejarse de esta pesadilla, quedó otra vez en la oscuridad. "¡Jamás volvería a suceder!" se repetía "¡Vuelve a la realidad!".

Luego de que Sora se alejara. Taichi se quedó contemplando el paisaje y procesando lo que acababa de ocurrir. Hace solo unos momentos había conocido a la chica mas linda que había pisado esta tierra. Ella lo había hechizado por completo y había sacado de su corazón un sentimiento tan fuerte que jamás pensó que podría tener por alguien… ¿Acaso sería amor? pero es muy distinto al amor que siente por su por su madre o su hermana. ¿Acaso estaba enamorado y era esa la clase de amor que sentía por esa muchacha? Su cabeza le dio vueltas. Si eso debía ser¡Se había enamorado! se había enamorado de una total extraña, de la cual no sabe mas que su nombre y que no estaba seguro de si la volvería a ver. ¿Acaso era eso posible, que el amor llegara tan rápido¿He inundara tu ser por completo haciéndote olvidar todo a tu alrededor, deteniendo el tiempo?

El príncipe trató de calmarse, eran muchas las preguntas que tenía en su cabeza y pocas las respuestas que encontraba. Más de lo que si estaba seguro era que amaba a esa mujer fuera quien fuera. Se sentía el hombre mas afortunado de esta tierra. Pero se le había olvidado un pequeño detalle. Él era de la realeza y ella una simple sirvienta. Lo que significaba que volvería a traicionar a sus padres, volvería a causar daño y terminaría separando totalmente a su familia…su peor pesadilla. Tai cayó de rodillas al suelo… ¿Por qué era tan injusta la vida! Justo cuando la luz volvía a él, la oscuridad se volvía más poderosa. ¿Acaso era un chico tan malo y no se merecía ser feliz?

El príncipe salió de sus pensamientos. Ya era tarde y debía volver al castillo antes de que descubran su escapada y se metiera aun en más problemas. Caminó a paso lento sin importarle que sus ropas estuvieran mojadas, quería disfrutar hasta el ultimo segundo en el mundo libre.

Llegó hasta la muralla del castillo y comenzó a treparla. Cuando llegó a la cima vio a su madre a través de los ventanales, que se dirigía a su cuarto. Taichi corrió lo más rápido que pudo para llegar antes que su madre pero se descuidó por completo y un guardia de turno, fiel a su padre lo atrapó.

"Creo que está en graves problemas, su majestad".

Tai suspiró derrotado y se dejó arrastrar hasta donde se encontraba su padre. Este era el fin de todo, la gota que derramó el vaso. Pero ya no podía hacer nada por evitar lo peor. Se sentía mareado y con el estomago revuelto y cerró los ojos tratando de ignorar el dolor de cabeza que tenía.

El guardia entró con tai hasta el escritorio del rey y se arrodilló ante él.

"¿Qué ocurrió?" Preguntó el rey al ver la escena.

"Encontré al príncipe merodeando por el jardín, su majestad"

"Déjenos solos" pidió el rey. El guardia hizo una reverencia y se retiró.

Para esos instantes Tai estaba fuera de si, los síntomas llegaban a su peor punto. En cualquier minuto perdería la conciencia. Pero debía mantenerse fuerte frente a su padre. Levantó la mirada y espero a que su padre hablara. Aguantando las ganas de vomitar.

"Ya no se como tratar contigo" comenzó el rey parándose de la silla y dejando todo lo que estaba haciendo. "No queda otra… ¡Guardias!"

Dos guardias aparecieron en la puerta.

"Escóltenlo hasta su pieza y cierren la puerta con llave. Cualquier tipo de visita queda prohibida y solo tiene permiso de comer pan y agua." Dicho esto los dos guardias agarraron a Tai y lo sacaron de la habitación. Tai estaba paralizado. No podía creer que su padre haya llegado tan lejos.

"No te olvides que soy tu hijo" fue lo ultimo que salió de la boca de Tai antes de salir de la habitación.

Los guardias y Taichi llegaron a la habitación del joven y se encontraron con que la reina estaba sentada a los pies de la cama esperando a su hijo.

"¿Qué significa esto?" preguntó con voz alterada al ver la escena.

"Su majestad ordenó encerrar al príncipe en su cuarto hasta nuevo aviso" dijo uno de los guardias.

La reina quedó estupefacta, sin poder dar crédito a lo que acababa de escuchar. Miró a su hijo preocupada, buscando una respuesta.

"Ma-má" dijo con dificultad Tai, levantando la mirada. Y apenas los guardias lo soltaron, Taichi cayó desmayado. La reina reaccionó lo más rápido que pudo y cayó arrodillada con su hijo en el suelo, evitando que el se golpeara.

"¡Llamen al doctor rápido!" Chilló la mujer. Y los dos hombres uniformados salieron en busca del medico.

Joe, el medico de la familia real apareció minutos más tarde. Ayudo a su majestad a poner a Tai en la cama y se dedicó a revisarlo.

"¿Qué tiene joe?" Preguntó ella angustiada.

"Es muy extraño" dijo el medico "parece un simple resfrío, pero no es razón para que esté así, su cuerpo está muy deteriorado, no se decirle con certeza que es lo que tiene."

La reina comenzó a llorar.

"Hay que bajarle la fiebre y darle estas hierbas medicinales, también tiene que alimentarse cuando despierte".

La mujer asintió con la cabeza sin dejar de llorar.

"Si por la noche no mejora, llámeme".

"Gracias Joe"

El medico se marchó dejando al príncipe al cuidado de su madre.

"Madre, vi a Joe salir de la habitación. ¿Le ocurrió algo a mi hermano?" Kari se respondió al ver a su hermano inconciente en la cama y corrió a verlo.

"¿Qué tiene mamá?"

"No lo se, kari, No lo se".

Kari acompaño un rato a Tai y a su madre, y luego se fue a dormir. Mientras que la reina se quedó cuidando a Tai.

Su condición no mejoró en toda la noche y por más que la reina trataba de bajarle la fiebre a su hijo, esta parecía solo aumentar. Se encontraba pálido y con un rojo intenso en las mejillas por la fiebre y de vez en cuando se retorcía y gemía en sueños. Su madre sabía perfectamente que no se trataba de un simple resfrío. Taichi había perdido sus ganas de vivir. Esa maldita pelea con su padre había transformado a su alegre y dinámico hijo en un cascaron vació, que cada día que pasaba se iba consumiendo más y más y el cual había llegado a su limite.

La reina tomo la mano de su hijo y se puso a llorar. Estaba perdiendo a su hijo y no lo iba a permitir.

Taichi sintió como las lágrimas de su madre caían en su brazo. ¡Como detestaba verla llorar por su culpa! Pero aunque quería decirle que dejara de llorar, que estaba bien, su cuerpo no reaccionaba y solo logro apretar la mano de su madre.

Al sentir el apretón, levantó la cabeza para ver a su hijo y le besó la frente.

"Por favor Tai abre los ojos…no me dejes…no se que haría sin ti…"

Su esposo se había sobrepasado y no iba a perder a su hijo. La reina se levantó de donde estaba y se dirigió a ver a su esposo y ¡Terminar con todo esto!

FIN DEL CAPITULO.

Notas del Autor: Pobre Tai! Que mala soy:P

Bueno espero que les haya gustado el capitulo.

Se que se preguntaran porque tanto tai en este capitulo…. Y bueno lo responderé … como había dicho Tai también tiene un papel protagónico… aunque en la historia la protagonista es Sora. Lo que sucede es que necesito de alguna manera cerrar y dar por terminada la pelea de Tai con su padre para que pueda continuar la historia. Piense que si Tai no se arregla con su padre tendríamos que decirle adiós a el gran baile n.nu todo quedara mas claro en el próximo capitulo… lo prometo…

Les agradezco a todos por sus reviews! Y no se olviden de seguir mandándolos!

Nos vemos, Matta ne!