Quinto Capitulo: Amor De Padres

Una enfurecida reina recorrió los pasillos del castillo hasta el escritorio donde trabajaba su marido. Se limpió las lágrimas de sus ojos, respiró hondo y armándose de valor, tocó a la puerta.

"Adelante" escuchó la voz de su marido. Esto la hizo enfurecerse aun más. ¡Como podía estar tan tranquilo, mientras su hijo ardía en fiebre en su cama! Trató de calmarse y entró a la habitación.

"Buenos días Ayame, espero que tengas una buena excusa por no haber dormido en nuestra pieza anoche" dijo el rey, mientras firmaba unos papeles. Su voz sonaba disgustada. "Tengo derecho a saberlo, eres Mi esposa".

La reina lo miró sorprendida por las palabras que acaban de salir de la boca de su esposo. ¿Dónde había quedado la confianza?

"Si, lo soy, soy tu mujer" dijo intentando no quebrarse. Aunque fue imposible, eran muchas emociones contenidas. "Pero eso no significa que sea de tu propiedad".

"¿Dónde estabas?" le preguntó el rey agarrándola del brazo bruscamente, estaba perdiendo la paciencia.

Ayame estaba asustada. ¡Este no era el hombre con el que ella se había casado! El hombre con el que ella decidió pasar el resto de su vida, era tierno y amable.

"¿Qué ocurrió contigo?" murmuró.

"¡No me cambies el tema mujer!" y la apretó más fuerte.

Se armó de valor y se decidió a enfrentar a su marido.

"No abandoné el palacio, si es lo que querías saber, pasé la noche cuidando a mi hijo" dijo la reina, sin poder seguir aguantando las ganas de llorar. "¡Está enfermo, por el amor de dios! Tu hijo esta inconsciente y empeorando cada minuto… ¿Sabes por qué Touya?" su tono cambió de uno angustiado a uno furioso.

El no dijo nada.

"Por culpa de tu maldito orgullo. Te ha cegado por completo y lo único que haz hecho es causarle dolor y alejar a todos de tu lado" dijo con una voz que mostraba una mezcla de sentimientos.

"Se escapó del palacio Ayame y me humillo" dijo él tratando de justificar sus acciones "cometió una falta gravísima y debía enseñarle a comportarse"

"¿y alguna vez le preguntaste por qué lo hizo? Desde que volvió al palacio con los guardias aquel día. Nunca más le dirigiste la palabra. Lo sacaste de tu vida".

"¿Estas defendiendo lo que hizo?" Preguntó el Rey perdiendo el control, estaba iracundo.

"No, se que estuvo mal que se haya escapado, pero tampoco tienes derecho a tratarlo de la forma que lo estas tratando"

"Es lo mínimo por haber cometido semejante falta, tiene que aprender que nadie me desobedece, el no es digno de ser mi hijo… lo dejó bastante claro" Había perdido el control completamente y esta fuera de si. La reina estaba aterrada.

El rey soltó a su esposa y le mostró la espalada.

"Definitivamente no eres el hombre con el que case." dijo en un hilo de voz. El rey no mostró ningún signo de interés. "¡El jamás hubiera hecho esto con su hijo!"

La reina recobró la compostura y miró a su esposo con una gélida mirada de odio que dejo pasmado al rey.

"Solo te quiero advertir una cosa. ¡Nunca te perdonaré si pierdo a mi hijo! Te lo juro por mi vida".

Dicho esto, Ayame salió del cuarto y dejó de luchar contra el llanto.

Mientras tanto, el rey se sentó en su escritorio tratando de ignorar todo lo que había pasado y continuar con su trabajo pero le fue imposible. Pequeñas lágrimas comenzaron a caer sobre los documentos. ¿Acaso estaba llorando? Por supuesto que lo estaba haciendo. Por primera vez en mucho tiempo se sintió solo. Era verdad, estaba alejando a todos los que lo amaban de su vida. Se había convertido en un ser sin sentimientos, sin vida. Y su hijo lo estaba pagando. Su orgullo lo había cegado por completo y solo logró que la situación se saliera de control. Pero el daño estaba hecho, se había dado cuenta demasiado tarde sin embargo aun estaba a tiempo de remediar las cosas… de hacer las paces con su hijo….

Joe Salió de la habitación de Taichi y se encontró con la reina que venía de su encuentro con su marido.

"¿Como sigue Joe?"

"Logre bajarle la fiebre, pero sigue sin despertar" contestó el medico.

"¿Pero estará bien?"

Joe pareció incomodo con la pregunta, pero no podía mentirle a su reina…

"Su majestad…" titubeó, no estaba seguro de querer seguir hablando… Tragó saliva y luego de un suspiro continuó hablando. "No podría darle una respuesta concreta, es primera vez que me toca un caso como este. Aunque la fiebre ha bajado no quiere despertar, ya debería haber recuperado la consciencia…"

Los ojos de la reina se volvieron a llenar de lagrimas y estuvo apunto de desfallecer.

"¿Su alteza, se encuentra bien?"

Ayame solo movió la cabeza afirmativamente y trató de calmarse. Joe se despidió con una reverencia y se marchó, mientras la reina entraba a la habitación y se dejaba caer al lado de su hijo.

La noche llegó al reino del bosque y las cosas seguían igual. La reina se encontraba en la habitación de su hijo cuidándolo por segunda noche consecutiva. Su condición era lamentable se encontraba ojerosa y pálida por las pocas hora de sueño que había tenido y por la angustia de ver a su hijo postrado en una cama.

La noche llegó al reino del bosque.

"su majestad debería ir a dormir, esta muy cansada…. No le hará bien a su salud"

"No. No me moveré de aquí hasta que mi hijo despierte" dijo testarudamente la mujer.

"Pero… su majestad…"

"Ve a dormir Ayame, yo me quedaré con él" está vez habló una voz masculina. La reina se dio vuelta y se encontró con su marido parado en la puerta.

"Yo me quedaré con el" repitió él.

Ayame se quedó sin habla e incapaz de reaccionar. El rey se acercó a ella y la abrazó.

"perdóname… tenías razón… mi orgullo me cegó por completo… creo que exigí demasiado sin pensar en las consecuencias y yo…"

"No tienes que pedirme perdón a mi, Touya" el rey dirigió su mirada hacia Tai.

"Si, es verdad… ve a dormir… te avisaré si pasa algo"

Dicho esto Touya besó la frente de su esposa y ella salió de la habitación seguida por su doncella.

El rey se quedó parado en la entrada. No sabía como acercarse a él después de todo lo que había ocurrido entre ellos. ¿Cómo iba a hacerlo si apenas se dirigían la palabra¿Luego de todo el daño que le había causado? No. No podía pensar así. Por el bien de todos… por el de su hijo debía enfrentar esta situación… después de todo él era el culpable de que las cosas estuvieran así… él debía remediar las cosas.

Touya se dirigió hasta la cama de su hijo, se arrodilló y se quedó contemplándolo mientras trataba de encontrar las palabras correctas para expresar lo que sentía.

Taichi despertó a la mañana siguiente cansado y con todo el cuerpo adolorido. Había estado batallando toda la noche con sus sentimientos…su nuevo descubrimiento y su situación con su padre.

De alguna manera esa muchacha le dio las fuerzas para abrir los ojos y enfrentar el mundo nuevamente. Si no hubiera sido por ella seguramente se habría rendido. Pero la idea de volverla a ver, de encontrarla le había dado una nueva razón para vivir. Al diablo lo que pensaran los demás. Él la amaba y no le importaba si era una simple criada…la quería igual y eso no iba a cambiar.

Pero aun estaba el problema más importante. Su padre. El amor por una doncella era totalmente inútil para solucionar una situación como esa, sin embargo le habían dado el empujoncito que necesitaba para salir de la oscuridad y volver a enfrentar a su padre…

Con cuidado se sentó en la cama y se dio cuenta de que alguien lo había estado cuidando toda la noche… pero… ¿podía ser cierto lo que veían sus ojos¿¡Su padre¿Acaso estaba soñando? No, estaba totalmente despierto. ¿Entonces que estaba ocurriendo? No lo sabía… pero algo le decía que él no estaba aquí para retarlo o castigarlo… tenía otras intensiones.

El rey se despertó al sentir los movimientos de Tai, cuando se sentó. Pero no fue capaz de articular palabra alguna. No tenía idea de cómo dirigirse a su hijo, ni siquiera era capaz de verlo a los ojos. La atmósfera se puso tensa… y padre e hijo no hicieron otra cosa que observarse en silencio. Ninguno sabía como actuar, que decir.

"Buenos días" Tai rompió el hielo, aun inseguro si estaba haciendo lo correcto.

"Buenos días" contestó Touya."Llamaré a tu madre"

Dicho esto, el rey se marchó de la habitación. Se había acobardado y no supo aprovechar el momento. Pero no sabía que hacer.

El príncipe tampoco evito que su padre se marchara. Pero lo había visto en sus ojos, su padre esta arrepentido y esto lo alegraba. Por fin podrían volver a hacer las paces. Pero dejaría que su padre se acercara a hablar con él, cuando estuviera listo. Había sido escuchado. Ahora solo le quedaba encontrar al amor de su vida….

FIN DEL CAPITULO

NOTAS DEL AUTOR: ufff! Que alivio por fin lo logre! Termine este capitulo. El más difícil hasta ahora.

Perdón a todos por el retraso… pero el colegio y la falta de inspiración jugaron un papel importante para mantenerme alejada de este fic por un tiempo… prometo terminar el fic pronto… ya no queda mucho…. ;) y ahora el protagonismo vuelve a Sora.

Se que este cap es medio extraño pero bueno debía ponerle fin a la situación entre Tai y el rey para poder seguir con el fic.

Creo que talvez deba explicarme un poquito con la condición de tai en este capitulo. Pues la verdad Tai tenia una simple gripe… por quedarse con la ropa mojada luego de la zambullida en el capitulo anterior… pero claro que la gripe no llega a tal extremo verdad…. Bueno es que utilice un poco de psicoanálisis a lo claudia jejeje…

El cuerpo de Taichi había llegado al máximo punto del agotamiento debido a su depresión por su problema con su padre. Con lo ocurrido en el capitulo anterior… tai no pudo más y desistió todo intento de lucha. Esto en su inconsciente caso mucho alboroto por lo que su cuerpo se auto castigó usando la gripe y enfermándolo a Tal nivel… y a esto debe sumársele que se encontraba debatiendo consigo mismo.

El amor que sentía por Sora y las pequeña esperanza que le quedaba lograron que Tai volviera a tener el control de su cuerpo he hicieron que despertara.

Eso es más o menos… espero que les haya quedado claro y que no les haya dado lata leerlo. :P

Espero poner pronto el siguiente capitulo!

NOS VEMOS!

NO SE OLVIDEN DE LOS REVIEWS!

Y GRACIAS A TODOS LOS QUE M HAN DEJADO… SIGAN HACIENDOLO!