La estación de Kunugi estaba envuelta en caos cuando los magos oscuros del gremio Einsenwald invadió el sitio, las personas corriendo fuera en pánico mientras que los guardias intentaban hacer que conservarán la calma o detener a los magos en un vano intento de apresarlos, lo cual llevó a ser aplastados brutalmente por el gremio oscuro.
Al final, la mayoría de los guardias optaron por mantener el control sobre la multitud ansiosa y en pánico, mientras otros pocos intentaban ponerse en contacto con el consejo mágico para que enviarán un pelotón de caballeros runas o algún mago santo, o algo semejante que pudiera manejar la situación que solo parecía ir mal en peor en cuestión de segundos.
En el epicentro de todo, estaba el que podría considerarse como el maestro provisional del gremio oscuro Einsenwald, nada mas ni nada menos que el mismísimo As del gremio, Erigor el Shinigami.
El susodicho era un hombre bastante alto y de constitución delgada pero con músculos bien definidos, con un cabello plateado que caía varios mechones hacía el lado izquierdo de su cara que le llegaba hasta el hombro. Tenía ojos oscuros pero parecía carecer de cerjas, junto orejas puntiagudas como las de un elfo. Su cara, torso y hombros estaban tatuados con marcas tribales de color azul oscuro.
El hombre utilizaba un traje desgarrado del estilo japonés que concordaba apropiadamente con su alias de Shinigami, con el torso desnudo dejando al descubierto sus tatuajes con la parte inferior de su cuerpo estando cubierta con diferentes capas de ropa. Tiene un pañuelo negro envuelto alrededor de su cuello con sandalias geta tradicionales como suela. Además, utilizaba unos distintivos guantes oscuros con una X blanca en el dorso de la mano y vendajes envueltos alrededor de sus antebrazos.
Finalmente, sobre su hombro llevaba una guadaña sostenida perezosamente por una mano.
Erigor era escoltado por los miembros mas leales y fuertes de su gremio, con los demás espantando gente o derrotando guardias para que este fuera del camino de su líder.
Cuando finalmente llegaron al frente del tren donde se suponía que se encontraba su compañero Kageyama con el Lullaby, los pasajeros les miraron con recelo por la aura y apariencia amenazante que emanaba de cada uno, especialmente al Shinigami, por la gran guadaña que llevaba consigo.
- Saquen a todos los pasajeros y al conductor del tren. - Ordenó Erigor. - Eisenwald se lo va a llevar. -
- ¡Entendido! - Dijeron los magos oscuros.
Posteriormente empezaron a entrar en la maquinaria empujando y sacando a las personas a la fuerza, algunos pasajeros salían del tren a tropiezos intentando escapar de la violencia de los magos oscuros.
El Shinigami sonrió de manera sardónica ante el miedo y el dolor de las personas del cual él era testigo, complacido además porque dentro de poco esa serían las emociones de las cuáles iba a saborear aún más si todo seguía bajo su plan.
Lamentablemente, ningún plan era infalible ... Especialmente si había un elemento desconocido involucrado en él
- ¡Pero, ¿Que-?! -
- ¡¿Quien-?! -
- ¡Ayu-! -
La sonrisa de Erigor como la de otros de sus compañeros cayeron cuando la gente se fue y solo debían quedar ellos, para que luego alborotó empezará a surgir dentro del tren, como el sonido de una lucha, lo cual tomo por sorpresa al As de Eisenwald.
Después de todo, en ese tren estaba la clave de su plan maestro, algo mas valioso que la vida de todos en su gremio e incluso estaba dispuesto a dar la vida para poder finalizar su plan.
Varias variables empezaron a surgir en la mente del Shinigami, como la posibilidad de que algún mago de un gremio legal estuviese casualmente en el tren, si ese era el panorama esperaba que no se haya encontrado con Kageyama y descubierto que llevaba con él la magia prohibida de la muerte, Lullaby.
La preocupación llegó a mayores cuando escuchaba a sus aliados ser derrotados dentro de la maquinaria delante suya, además de ver como algunos magos oscuros desafortunados salían volando de las ventanas del tren completamente inconscientes. Algunos llenos de moretones, otros con quemaduras y ropa chamuscada y el resto con escarcha encima.
Lo cual solo señalaba una cosa, lo cual probablemente era uno de los peores escenarios posibles que podría haber imaginado el Shinigami.
Antes de que pudiera maquinar algún plan de contingencia y poder calmar a sus aliados, quienes perdían la moral conforme sus compañeros eran derrotados, una de las puertas del tren se abrió, y para sorpresa de muchos, incluyendo a Erigor en ese grupo, pudieron ver a nadie mas que al hombre por el cual habían esperado tanto tiempo, además de ir a buscarlo para escoltar la magia de muerte que llevaba consigo de manera aún mas segura.
Era Kageyama.
- ¿Kage-chan? ¿Que esta ocurriendo? - Le preguntó Byard a su compañero alarmado por toda la conmoción inesperado que estaba ocurriendo.
Byard era un hombre alto y fornido, de rostro cuadrado y cabello oscuro, el cuál esta arreglado en el frente en un mechón plano que iba hacía arriba. En su rostro había seis cosas distintivas, parecidas a bigotes en cada mejilla, tres en cada una. Vestía un atuendo simple que consistía en una chaqueta marrón claro con cremallera y cuello alto sobre una camisa negra, pantalones azules y zapatos simples.
Normalmente, este hombre llevaba una distintiva sonrisa maliciosa en su rostro, pero por esta vez miraba a su compañero Kageyama con gran preocupación.
La respuesta que recibió Byard y sus demás compañeros de Eisenwald no fue respondida en palabras como esperaba, si no en acciones cuando el mago de las sombras cayó al suelo frente a ellos inconsciente, despertando alarmas en las cabezas de cada mago oscuro que aún permanecía consciente en el lugar.
- Sabía que nos encontraríamos tarde o temprano, Eisenwald. - Dijo una persona saliendo del tren por la misma puerta que había salido Kageyama.
Esta vez, acompañado por tres personas mas y extrañamente a un gato azul.
Erigor frunció el ceño peligrosamente al ver las características distintivas del sujeto que había hablado, ese cabello rosado, la lanza dorada sostenida casualmente por una mano y aquella bufanda blanca con detalle de escamas destacable en él.
- Salamander de Fairy Tail. - Gruñó el As de Eisenwald con enojó al ver la sonrisa altanera del mago de fuego.
- ¿Qu-Que son toda esta gente? - Preguntó Lucy nerviosa ante la gran cantidad de magos oscuros delante de ella.
Ya había visto como Natsu, Erza y Gray habían acabado con un gran número de los enemigos que habían entrado al tren hace algunos momentos, pero le impresionaba que aún hubiera más.
Abrazó el bolso de cuero que le pertenecía a Kageyama con mas fuerza, aunque una parte de ella quería abandonarlo debido a que dentro se encontraba una de las magias mas mortales de Fiore.
Erza y Gray estaban a los lados del peli rosa, mirando a los enemigos que tenían delante con semblantes serio y preparados para el combate.
- No esperaba la participación de Fairy Tail. - Dijo el Shinigami con animosidad, mirando fijamente el bolso que cargaba la maga de espíritus celestiales.
Gray rápida pero sutilmente se paró frente a su compañera que acompañaba a Happy para evitar que las miradas molestas o lascivas de los magos oscuros se centrarán en ella.
- Tu debes ser Erigor. - Comentó Natsu con una sonrisa divertida.
- Veo que mi reputación me precede. - Dijo el susodicho mago oscuro con una mirada siniestra.
- Tanto que ha revelado tus intenciones. - Replicó Erza en tono firme.
- Ella es ... Es la chica con armadura que vimos el otro día. - Dijo Byard recordando a la pelirroja que habian visto en aquel bar.
- Ya veo. Así que ha sido de esa forma que se ha filtrado la información de nuestro plan. - Dijo otro mago oscuro conocido como Karacka.
Este hombre era bajo, encorvado y obeso con rasgos particulares, no parece tener una nariz visible y poseía unos labios prominentes con un rostro parecido al de un pez. Tenía el cabello verde y de punta hacia arriba. Su atuendo consistía en una chaqueta carmesí con bordes claros y de cuello alto que se mantiene cerrada pero dejando la parte de su torso abierta sobre una camisa liviana que al ser bastante corta revela gran parte del estómago de Karacka, y unos pantalones estilo militar sueltos, sostenido por un cinturón simple y metido dentro de las botas. También tiene un enorme collar alrededor de su cuello, que consta de varios discos de metal muy grandes conectados por una cuerda.
- Claramente es tu culpa, Byard. - Le dijo Karacka a su compañero.
- ¡¿Que?! ¡¿Mi culpa por que?! - Exclamó el susodicho furioso.
- Por esa actitud de gritar siempre, idiota. - Dijo esta vez Rayule con molestia. - Si no fuese por tu gran bocota, Kage-chan hubiese traído el paquete sin ninguna mosca interponiéndose en el camino. -
Rayule era un hombre bronceado con una nariz particularmente puntiaguda y barbilla afilada. Usaba una chaqueta distintiva, de color claro en la parte baja y de color negro en la parte superior y en las mangas, que venía incluida con una capucha ajustada cubierta de rayas negras y claras que cubría por completo su cabello, dando siendo aire de faraón. Además, usaba una camisa blanca debajo de la chaqueta, junto unos pantalones oscuros y zapatos simples.
- Si, supongo que es inoportuno para ustedes, pero es estar en el momento y lugar adecuado. - Dijo Natsu con una sonrisa mientras miraba al Shinigami con ojos entrecerrados, como esperando alguna acción de su parte.
Por otro lado, la mirada de Erigor era tan filosa como la de un cuchillo, pensando en algún plan en contingencia para llevar a cabo para recuperar el Lullaby, sin importarle realmente Kageyama y su estado. Mientras tanto, los demás magos de Eisenwald miraban con furia al Salamander de Fairy Tail pero ninguno de ellos se acercaba a él debido a los tantos rumores de su fuerza.
La cuál de alguna u otra forma, siempre ha demostrado ser bastante real.
- ¿Que intentan hacer? - Interrogó Erza con una voz intimidante, dejando salir una parte de su poder mágico para hacer un punto. - Dependiendo de tu respuesta, te haré pagar por ello. -
- Un consejo, no jugaría con ella si fuera ustedes. - Dijo el peli rosa señalando a su compañera con una sonrisa, quien estaba demostrando porque era conocida como una de las magas mas fuertes de Fairy Tail.
Erigor resopló con diversión. - Oh, vamos, solo estamos jugando. Después de todo, no tenemos trabajos bien remunerados y estábamos muy aburridos en casa. -
Algunos magos oscuros se rieron entre dientes por las palabras de su As del gremio, pero el Shinigami junto a Rayule, Karacka y Byard no lucían realmente felices en aquel momento, especialmente por la desventaja que tenían al no estar en posesión del Lullaby.
- Ahora, si fueras tan amable. - Dijo Erigor haciendo un movimiento con su guadaña.
De repente, una pequeña pero veloz onda de viento paso volando atravesando el aire como una bala, pero haciendo un movimiento curvo en su trayectoria para esquivar a Gray por completo, demostrando que su objetivo era nada menos que Lucy.
Cuando la maga de cabellos rubios se percató que era a ella que el Shinigami estaba apuntando se paralizó del miedo ante el ataque, sabiendo que esquivar era inútil y también tampoco le sobraba el tiempo para interceptar el ataque con alguno de sus espíritus celestiales.
En pocas palabras, estaba perdida. Con aquel pensamiento, cerro los ojos con miedo.
Pero una voz la sacó de su temor, además de darse cuenta que el peso del bolso de Kageyama que llevaba se había perdido. Además, volvió a sentir aquella magia familiar poderosa pero a su vez era amable y cálida.
- Cielos, ya veo porque te llaman el Shinigami, debes matar a tus victimas con rapidez. - Comentó Natsu habiendo bloqueado la onda cortante de viento con su lanza llameante.
Sin embargo, no había bloqueado el ataque al completo, ya que solo se encargó de mantener a Lucy a salvo, pero en realidad el objetivo de Erigor era separar el bolso de la rubia, incluso si tenia que cortarla a la mitad en el proceso.
- Tu ... - Dijo el As de Eisenwald con el ceño fruncido.
Erza y Gray parecían aliviados del rápido actuar de su compañero antes de mirar con furia a los magos oscuros, especialmente a Erigor que casi lastimaba a la nueva integrante de su gremio. Antes de percatarse de algo, el bolso que había tenido Lucy ahora estaba en las manos del Shinigami.
- ¡El bolso! - Exclamó la reina de las hadas alarmada.
- ¡Pero, ¿Cuando?! - Grito Gray sorprendido por la velocidad con la que le habían arrebatado el Lullaby.
El Dragon Slayer simplemente entrecerró los ojos ante la vista pero no hizo mucho más.
- Las cosas se complicaron un poco pero podemos trabajar con eso. - Dijo Erigor con una sonrisa maliciosa empezando a elevarse del suelo. - Vamos a hacer algo divertido en la estación. -
- ¡Esta volando! - Exclamó Lucy sorprendida.
- Esa es magia de viento. - Le informó Happy.
- ¿En la estación? - Cuestionó la pelirroja.
Entonces, el As de Eisenwald flotó por lo alto de la estación del tren de Kunugi hasta donde se encontraban los altavoces.
- Es hora del show. - Sentenció el Shinigami para el horror de las hadas.
- ¡¿Vas a tocar el Lullaby aquí?! - Exclamó Erza estupefacta.
- ¡¿Eh?! - Exclamaron Lucy y Happy.
- ¡No puede ser! - Dijo Gray igual de consternado que sus compañeros.
- ¡Jajajajaja! - Se rió Erigor complacido por las expresiones de los magos de Fairy Tail. - Las personas se estarán reuniendo alrededor de la estación, esperando ver que pasa, incluso si ese no es el caso, si la melodía de la muerte es tocada lo suficientemente fuerte toda la ciudad podrá oírla. -
- ¡Ese es un crimen masivo indiscriminado! - Dijo la Titania con su ira visiblemente contenida.
- Solo estamos limpiando el mundo de esos idiotas que viven sus vidas disfrutando sus bienes sin saber que hay gente que no tiene nada. - El As de Eisenwald les mostró una gran sonrisa maliciosa. - Mientras viven una vida olvidada en la injusticia del pecado del mundo. Ahora, el Shinigami ha venido darles un castigo divino y ese castigo es llamado muerte. -
- ¿Injusticia? Si fueron ustedes mismos que se desviaron del camino. - Dijo Natsu con un resoplido irritado, había olvidado lo molestos que estos tipos habían sido en su momento.
- ¡Es cierto! Al final, tus derechos nunca volverán si haces eso, ¡Además, tu eres el peor de todos por intentar causar un genocidio! - Exclamó la maga de espíritus celestiales indignada por el raciocinio del mago oscuro.
Erigor se burló de sus palabras. - Llegados a este punto, nuestros derechos no es lo que deseamos, queremos autoridad absoluta. Si tenemos plena autoridad, podemos borrar nuestro pasado y controlar el futuro. -
- Eso si es una estupidez. - Ahora el turno de Natsu para burlarse, ganándose miradas enojadas de los magos de Eisenwald. - No importa lo que hagas, el pasado no puedes cambiarlo y son tus acciones en el presente lo que define tu destino en el futuro. - El peli rosa camino al frente para encarar a todos los magos oscuros delante suya, mientras miraba al Shinigami con intensidad y le apuntaba con su lanza. - Quizás debas aprender eso por las malas. -
Erigor, Rayule, Byard y Karack miraron al Salamander de Fairy Tail con cara de pocos amigos, listos para el combate. Por otro lado, Erza y Gray se prepararon para el combate cada uno al lado del mago clase S, mientras Lucy cuidaba la retaguardia al un lado de Happy.
El Shinigami sonrió con malicia. - 'Quizás sea un plan creado muy precipitadamente, pero puede que funcione y Fairy Tail caiga completamente en él. Esto cambia un poco nuestros planes originales, pero al final todo surgirá por si solo. Después, hay personas en particular que tienen que oír la melodía de la flauta, ¡Personas que tengo que matar a como de lugar!' -
Y ni siquiera el mismísimo Salamander podría detenerle en cumplir su propósito.
- ¡Este es el grupo mas fuerte de Fairy Tail! ¡Prepárense para los problemas! - Exclamó Lucy para intimidar a los magos de Eisenwald.
- ¡Y mas vale que teman! - Replicó Natsu con emoción.
- ¡Aye sir! - Exclamó Happy mientras volaba.
- Les dejaré el resto a ustedes, mientras voy a jugar con la flauta. - Les ordenó Erigor a sus compañeros de gremio. - Encárguense de estas moscas despistadas, que sientan el poder de la oscuridad de Eisenwald. - Fue lo último que dijo antes de salir de la estación rompiendo una ventana.
Eso complicaba mucho mas las cosas para los magos de Fairy Tail, quienes no podían perder el tiempo con el Shinigami suelto con el Lullaby en sus manos.
- ¡¿Como puedes estar huyendo, Erigor?! - Le cuestionó Erza pero no obtuvo respuesta alguna por parte de aquel rastrero hombre mas que silencio.
- ¡Mierda! - Maldijo Gray con el ceño fruncido. - ¡¿Estará corriendo al otro edificio de la estación?! -
- ¡Natsu! ¡Gray! ¡Vayan ustedes dos tras de él! - Ordenó la pelirroja a sus dos compañeros. - Si cualquiera de los dos se encuentra con Erigor, confío plenamente que serán capaces de derrotarlo, pero lo importante es asegurar el Lullaby, ¡Les encargó eso a ustedes! -
Los dos implicados se miraron, a pesar de su extraña relación de compañerismo y rivalidad, llevarse completamente colaborativos entre ambos era difícil, sobretodo para el mago de hielo, pero la situación requería que ambos actuarán.
- Bien, ¿Entonces te quedas con Lucy? - Le preguntó el mago de fuego aceptando el plan con facilidad.
- Si, ella y yo nos encargaremos de estos tipos de aquí. - Le aseguró la reina de las hadas con su característica firmeza que le encantaba a Natsu escuchar.
- ¿Es posible para dos chicas hacernos cargo de toda es agente ... ? - Se preguntó Lucy algo intimidada meintras miraba la buena multitud que quedaba de los magos de Eisenwald.
A pesar de que sus compañeros se habían encargado de unos cuantos magos oscuros en el tren, vencer a todos esos enemigos para ellas dos ... La rubia lo consideraba imposible.
- Nada es imposible para Erza. - Dijo Happy con una sonrisa de confianza.
El peli rosa miraba el rostro determinado y serio de su compañera de clase S antes de asentir ante sus ordenes.
- Bien, cuídate, ¿Ok? - Le dijo Natsu con seriedad, a pesar de que conocía muy buen la fuerza de Erza, aún así se preocupaba por ella.
La pelirroja le respondió con una sonrisa entrañable. - No te preocupes, tu también ve con cuidado. -
- ¡Déjalo a mi! - Exclamó el Dragon Slayer con una sonrisa emocionada antes de voltear hacia Gray. - ¡Vamos! -
El mago de hielo no tuvo tiempo de responder ya que su compañero ya se había ido corriendo en una dirección donde podría estar Erigor para su molestia.
- ¡Hey! ¡No me dejes atrás! - Se quejó Gray corriendo detrás del mago de fuego.
- Y el grupo mas poderoso se acaba de separar. - Murmuró Lucy con preocupación.
- No te preocupes, con Erza de nuestro lado basta y sobra. - Le dijo Happy sonriendo de manera siniestra, esperando ver la masacre que haría la gran Titania con los magos oscuros.
- ¡Hey! Dos de ellos han huido. - Comentó uno de los magos de Eisenwald.
- ¿Están yendo detrás de Erigor-san? - Dijo otro temiendo aquella posibilidad, aunque sabía que el Shinigami era el mas fuerte del gremio, estaban hablando de Salamander, que se ha ganado un nombre por su poder en todo Fiore.
- Déjenmelo a mi. - Dijo Rayule con una sonrisa arrogante utilizando su magia para perseguir a los dos integrantes de Fairy Tail fugitivos.
Bandas negras salieron de los dedos del mago oscuro y se ataron a una barandilla de la estación, y utilizándolas se movilizó por el edificio impulsandose o escalando.
- Yo los atraparé. - Dijo Rayule dispuesto a utilizar métodos subversidos para acabar con esas hadas.
- Oh, hombre, ese Rayule si que es agresivo con lo que hace. Apuesto que va a ser mas divertido jugar con estas chicas que con esos dos tipos. - Dijo Byard dándole una larga mirada tanto a Lucy como Erza.
- Lo hace por el bien de la misión, por eso el es mas respetable que tu. - Le dijo Karacka a su compañero por su actitud.
- Lucy, cuando hayamos acabado con estos tipos iremos detrás de ellos. - Le informo Erza a su nueva compañera.
La maga rubia asintió de acuerdo.
- ¿Que pueden hacer dos chicas contra nosotros? Aunque en verdad son muy hermosas. - Dijo Byard en un tono lujurioso.
Los demás magos de Eisenwald estuvieron de acuerdo con su compañero, mientras les daban a ambas magas de Fairy Tail sus propias miradas lascivas y tenian sus propips pensamientos perversos.
- Que lastima que tengamos que matarlas. -
- ¿Y que te parece si las capturamos y mas tarde las matamos? -
- ¡Esperen a ver un show de lujo de las hadas! -
- Que despreciable. - Dijo la maga de clase S con repugnancia ante la actitud y comentarios indignantes de los magos oscuros.
- Es problemático ser tan hermosa. - Dijo Lucy en voz alta dejando que los comentarios de Eisenwald inflaran su ego.
- ¡Lucy, por favor, vuelve a la tierra! - Exclamó Happy sacudiendo a la rubia fuera de su ensoñación.
Erza levantó su mano, donde en un resplandor blanco apareció una espada. - Intente seguir insultando aún mas a mi gremio, y no voy a garantizar que puedan ver otro día más. -
- ¡Ha sacado una espada mágica! - Exclamó la maga de espíritus celestiales viendo por primera vez la magia de la pelirroja.
- ¡Eso no es tan extraño! -
- ¡Nosotros también tenemos muchos espadachines mágicos aquí! -
- ¡Te quitaremos esa armadura! -
Fueron los comentarios denigrantes de los magos de Eisenwald lanzaron mientras que unos cuantos de ellos sacaron sus propias espadas de la misma forma que había hecho la reina de las hadas, antes de arremeter contra ella en grupo.
Sin embargo, en ningún segundo Titania vaciló y se abalanzó en contra de sus oponentes a una increíble velocidad, derrotando al primer grupo de magos oscuros que se encontró de frente con un simple pero poderoso movimiento de su espada que golpeó las aberturas de las guardias de sus enemigos para asestar golpes precisos con gran fuerza detrás.
Lucy miraba sorprendida toda la extensión de las habilidades de Erza siendo exhibida, siendo muy diferente lo poco que había visto en el tren con lo de ahora, que no tenía punto de comparación. Siendo capaz de presenciar la velocidad, el poder y habilidad de como la pelirroja parecía bailar en el campo de batalla con una espada en mano.
- ¡Tch! ¡Prueba esto! - Exclamó un mago oscuro estando a una distancia media de Erza, a punto de lanzar un ataque.
No obstante, la susodicha al percatarse de su ubicación, cambio su espada por una lanza en un rápido resplandor de luz mágica, obteniendo así su arma de mayor alcance golpeó al mago que estaba a punto de atacar con un hábil y veloz movimiento, sacándolo fuera de juego.
- ¡Una lanza! - Exclamó la rubia a penas percatando aquel cambio de armas.
Pero no fue por mucho tiempo, ya que en otra exhibición de habilidad, la lanza que tenía fue intercambiada por dos espadas gemelas de menor longitud pero mayor flexibilidad, con las que Erza arremetía en un duro asalto a sus oponentes con un agarre inverso.
- ¡¿Dos espadas gemelas esta vez?! - Exclamó con incredulidad Byard ante la velocidad de intercambio del Re-Equip que poseía la pelirroja.
De repente, Erza hizo un nuevo cambio y esta vez portaba una gran hacha de guerra con la que batió a todos los enemigos con un solo mandoble del arma.
- ¡¿Pe-Pero como ... Como puede esta mujer Re-Equipar tan rápido un arma?! - Exclamó un mago de Eisenwald estupefacto.
- ¿Re-Equipar? - Se preguntó Lucy desconociendo aquel termino.
- Las armas mágicas pueden ser como tus espíritus celestiales, Lucy. - Empezó a explicar Happy. - Se les puede guardar en algun lugar, llamado dimensión de bolsillo, con la que tu puedes invocarles cuando lo necesites. El nombre mas común para esta magia es Re-Equip. -
- Ya veo ... Impresionante. - Dijo la rubia asombrada por aquel dato, antes de darse cuenta de algo. - ¿Y por que Natsu no la utiliza? Quiero decir, siempre lleva su lanza en la espalda, creo que sería mas como utilizar el Re-Equip igual que Erza. -
- El control de Natsu sobre su propia magia es muy inestable, lo intento una vez y casi manda su lanza a una montaña. - Respondió el gato azul con una sonrisa divertida. - Oh, la grandeza de Erza esta a punto de hacer acto de aparición. -
- ¿Eh? - Vociferó la maga de espíritus celestiales ante el cambio de tema, volteando su mirada nuevamente al combate que se desarrollaba.
- ¿Erza? - Murmuró Karacka aquel nombre que le sonaba tan familiar saliendo de la boca del gato alado.
- ¿Aún queda mucha gente ... ? - Se percato la pelirroja de los grandes números de Eisenwald. - Son demasiado molestos, acabaré con esto de una vez. -
De repente, la ropa de Erza empezó a brillar delante de todos, siendo intercambiada por otro atuendo mas adecuado para el combate.
- ¡Wow! ¡Su armadura se esta cayendo! -
- ¡Genial! -
- ¡Es tan sexy! -
Gritaban los magos oscuros apenas teniendo una simple mirada de la esplendorosa figura de la maga de clase S.
- 'Eso parece algo erótico ... ' - Pensó Lucy con una gota de sudor.
- Los que utilizan armas mágicas normalmente cambian sus armas cuando pelean, pero Erza lo lleva a otro nivel. - Empezó Happy a explayarse. - Ella es capaz de cambiar armadura mágicas para incrementar su propias habilidades. Esa es la verdadera magia de Erza, el Caballero. -
Ahora se podía ver a la reina de las hadas con una armadura completamente diferente a la anterior, casi todas sus partes estaban hechas aparentemente de un metal plateado bien pulido y brillante. La parte superior de esta armadura solo consta de un pequeño y revelador peto que se extiende a lo largo de sus caderas, compuesta de placas en forma de plumas apuntando hacia arriba con una gran flor de metal en la frente, dejando al descubierto gran parte de su escote así como su estómago.
Sus bíceps están cubiertos por correas de metal y sus guanteletes plateados de tamaño considerable lucían placas en formas de plumas en los bordes. Su cintura estaba rodeada por grandes placas decoradas que recuerdan a las plumas que descansan sobre una falda larga. Ella usa un par de botas plateadas que están parcialmente ocultas debajo de su gran falda, cada una con adornos de metal deportivos con forma de alas.
También usaba un protector de cuello hecho de placas similares a plumas y una tiara con alas de metal prominentes. La armadura además luce dos pares de grandes alas de metal que adornan la espalda de Erza, compuestas de plumas de metal que se alargan y agrandan a los bordes.
Finalmente, varias espadas con alas en sus guardas, flotaban a través de la telequinesis de la pelirroja justo detrás de la misma.
Era la Armadura de la Rueda del Cielo, una de las favoritas y distintivas de Titania.
- ¡Uwah! - Chilló Lucy ante la belleza que demostraba su compañera de clase S con su nueva indumentaria.
- ¡Ohhh! - Exclamaron los magos oscuros de Eisenwald encantados por lo provocativa que podía ser la armadura que la reina de las hadas estaba exhibiendo.
Por otro lado, Karacka empezó a sudar frío al ver la armadura de la maga de Fairy Tail, reconociendo la fama en este singular grupo de magos.
Salamander era un monstruo por si solo, ¡Pero esta mujer ... !
- ¡¿Erza ... ? Esto no puede ser! - Exclamó el mago de Eisenwald con preocupación.
- Bailen, mis espadas. - Les ordenó Titania a sus espadas. - ¡Rueda del Cielo: Círculo de Espadas! -
En un resplandor veloz, las dichas armas de Erza volaron a alta velocidad para encontrarse con los magos oscuros derribando a cada uno con un simple golpe, en un solo movimiento, la famosa Titania había acabado con el gran número de magos oscuros que aún permanecía.
- ¡Tu, perra! - Exclamó Byard con furia, lanzándose contra la pelirroja con su puño envuelto en una poderosa luz mágica. - ¡Yo seré tu oponente! -
- ¡No-No hay forma! ¡Ella es una de las mujeres mas fuertes de Fairy Tail! - Exclamó Karacka con temor a su compañero, pero este no le hizo ningún caso. - ¡Erza, la Titania! -
Con un simple movimiento de su espada, la susodicha derribo a Byard sin darle una segunda mirada, derrotando al mago oscuro como si fuese un juego de niños.
- ¡¿Ha vencido a Byard con un solo golpe?! ¡No es posible! - Exclamó Karacka estupefacto.
- ¡Increíble, me voy a enamorar de ella ahora! - Exclamó Lucy encantada por la demostración de poder de Erza.
Parecía que cada mago de Fairy Tail era mas sexy que el anterior, especialmente los magos de clase S ... Primero había sido Natsu, luego Mirajane y finalmente Erza. Mystogan no le contaba porque realmente no había visto mucho del sujeto, pero debia ser espectacular, ¿No es así?
Erza miró el campo de batalla donde yacía todos los magos de Eisenwald derrotados, antes de darse cuenta que Karacka, el único mago oscuro que se mantuvo al margen de todos estaba corriendo por su vida.
- Seguro que se dirige hacia Erigor, Lucy. Vayamos tras el. - Le instó la pelirroja.
- ¡¿Eh?! ¡¿Yo?! - Exclamó la rubia.
- ¡Por favor! - Le dijo en repuesta la reina de las hadas en un tono intimidante.
- ¡Aye sir! - Gritaron tanto Lucy como Happy al unísono corriendo detrás de Karacka.
Erza suspiró antes de que su armadura de la Rueda del Cielo se desvaneció en un resplandor de luz a su atuendo regular.
- Será mejor despejar la zona y advertir a las autoridades para que alejen a las personas de la estación. - Pensó la maga de clase S en voz alta y con urgencia. - Natsu, Gray, espero que logren detener a Erigor a tiempo ... -
Sin que Erza pudiera darse cuenta, el cuerpo inconsciente de Kageyama había desaparecido del sitio.
...
Se podía ver a tanto a Natsu como a Gray corriendo rápidamente por los pasillos de la estación antes de alcanzar una intercepción con dos caminos.
Natsu frunció el ceño, tratando de captar el olor del Shinigami pero por el viento del mismo su esencia estaba dispersa por varios lugares.
- ¿Donde está ... ? - Gruñó el peli rosa intentando percibir el olor real del As de Eisenwald.
- Deberíamos dividirnos. - Propuso Gray al no ver otra opción.
El hijo de Igneel asintió de acuerdo. - De acuerdo. Este sujeto esta a punto de lanzar una magia muy peligrosa, así que hay que ir con todo. -
- Y ha insultado Fairy Tail, eso no puede quedar impune. - Sentenció el mago de hielo con furia.
- Ten cuidado, Gray. - Fue lo último que le dijo Natsu a su compañero antes de salir corriendo buscando encontrar el olor del mago oscuro.
- Tu tampoco mueras ... - Susurró Gray, preocupado por su rival aunque no lo admitiera en voz alta.
El peli rosa corría aún mas rápido por los pasillos, buscando con urgencia a Erigor, esperaba encontrarlo justo antes de que pudiera establecer por completo el Muro de Viento y poder terminar la misión lo antes posible, podía recordar muy bien cual era su verdadero objetivo así que no se preocupó en buscar en las salas de megafonía, pero aún así no sabía donde podría encontrarse a menos que ...
- ¡Te encontré! - Gritó el mago de fuego destrozando una pared con un puñetazo en llamas.
De esta manera salió del edificio a las afueras del lugar donde percibió un poder mágico que aumentaba, y en los cielos lo ubicó con rapidez.
El Shinigami en el cielo con un tornado en torno a su figura.
Sin vacilación alguna, Natsu tomó su lanza de su espalda y la apuntó al hombre, en situaciones normales una simple lanza o sus llamas no serían capaces de atravesar un tornado, a menos que usará mucho de su poder para lograrlo.
Pero esta no era una simple lanza ... Y no iba a usar un simple fuego.
Con una chispa, una llama rojiza y negra salió de la mano del peli rosa y comenzó a cubrir la lanza divina por completo.
- Colmillo Explosivo del ... ¡Dios Dragón! - Exclamó Natsu lanzando su lanza con todas sus fuerzas.
Una estela roja y negra dejo en su camino la lanza al volar en altas velocidades hacia Erigor, atravesando sin problemas el tornado y explotando en el proceso para detener el uso del Muro de Viento del mago.
- ¡Gyahhh! - Fue grito de dolor que soltó el Shinigami cayendo del cielo no muy lejos del peli rosa. - ¡Maldita mosca, como te atreves a ... ! -
- No dejaré que cumplas tu plan. - Sentenció Natsu en un tono mortal, su lanza dorada volviendo a su mano. - Si eres el Dios de la Muerte ... ¡Yo, el Dios Dragón del Fuego, te pondré en tu lugar! -
...
