-"Escucha, lo que trato de decir es que…"- dijo Luka. -"Lamento mucho lo que dije la última vez"-.
-No pasa nada…- respondió la voz al otro lado de la línea.
-"No… dije algo sin saber realmente cómo es estar en tu lugar, y eso no está bien. Hablé con Marinette durante la fiesta… Pero descuida, no le dije nada que no me correspondiera. Ahora me doy cuenta de que fui injusto contigo"-.
-Bueno… es cierto que tengo que decírselo, y aplazarlo no ayuda en nada…-.
-"Y también es cierto que no es fácil encontrar el momento correcto"-.
Silencio.
-"Ahora entiendo lo que tratabas de decirme el otro día…"- continuó Luka. -"Quieres ser honesto con ella… pero también te preocupa cómo le afectará saber la verdad…"-.
Silencio nuevamente. ¿Acaso lo había dejado colgado?
-Hasta donde recuerdo, no te tomaba tanto tiempo leer a las personas- dijo la voz.
Sin rencor.
Sin sarcasmo.
Solo buen humor.
Luka sonrió. De estar en persona, seguramente ambos amigos se habrían dado la mano.
Todo estaba bien.
-"Hay algo que debes saber"- continuó Luka. -"Creo que aún recuerda algunas cosas. Como que… en el fondo de su mente, aún conserva parte de sus recuerdos"-.
Una pausa.
-¿Ha dicho algo sobre mí…? ¿Sabes si… me reconoce de alguna forma?-.
Luka tardó un momento en responder.
-"¿No le has preguntado a Alya o Nino al respecto?"-.
-… Alya dijo que habló con ella… pero no se siente cómoda divulgando lo que Marinette le confió. Ni siquiera se lo ha dicho a Nino-.
-"¿Aún se siente culpable por lo de Rena Furtive?"-.
-Bueno… a sus ojos, no solo le falló a Ladybug al no poder guardar un secreto, sino que traicionó a su mejor amiga. Por eso preferí no insistir… pero es que…-.
-"Es complicado…"- terminó Luka por él.
-También… creo que aún está afectada por lo que pasó en el último ataque… -.
Tras conversar un rato con Luka, Marinette se sentía lista para regresar a la fiesta. Le agradeció por escucharla y por la melodía. Este respondió que estaba demostrado que "la música tenía un impacto positivo en la salud". Procediendo a enumerar unos cuantos beneficios, como mejorar el sueño, aliviar el estrés… incluso estimular aptitudes de pensamiento.
Le explicó que había ayudado a un amigo con un proyecto sobre los efectos de la música en la salud.
-¿Será eso de lo que trata la musicoterapia? Tendré que investigar al respecto… Tal vez podría conocer mejor a Adrien comenzando por pedirle que me ayude con mi amnesia, si no logro averiguar nada en el Collège… No, no puedo… ¿cómo le explico que sé que estudió Musicoterapia? Rayos…-.
Marinette se dispuso a regresar con el grupo, mientras que Luka se excusó un momento para hacer una llamada.
Tras disculparse por su arrebato, todos le aseguraron que no había problema. Sabrina se disculpó por sacar el tema, diciendo que había olvidado que a Marinette también le desagradaba Lila; desde que estaban en la escuela, aunque no tenía idea que la detestara tanto como para reaccionar así.
-"… y la verdad, no es para menos que no te agradara"- comentó Sabrina.
-¿Qué significa eso?-.
Antes de que Marinette pudiese preguntar, Sabrina se alegó rápidamente. Disculpándose repetidamente por continuar con un tema desagradable.
El sábado por la mañana, Marinette salió directo para el Collège. Sabía por Sabine que este aún continuaba siendo cede de algunas clases particulares de actividades variadas. Con suerte, tal vez encontraría a alguno de sus antiguos profesores. Y que, con aún más suerte, también recordara a Adrien Renoir de cuando era estudiante.
Y hablando de suerte, sus padres le creyeron que estaba considerando volver a dar clases de costura.
Al entrar al patio, Marinette por poco saltó de alegría al ver a su amada profesora, la Srita. Bustier. La cual estaba en medio de una clase de yoga. En cuanto la profesora la vio, se excusó un momento con sus alumnos y se acercó a Marinette para darle un afectuoso abrazo.
-"Qué gusto volver a verte, Marinette"- dijo la Srita Bustier en cuanto se separaron, sin soltarle las manos.
-"Lo mismo digo, profesora… Veo que está ocupada ahora, puedo regresar después y…"-.
-"¿Te gustaría unirte? Siempre hay lugar para uno más"-.
¿Yoga?
No había ningún problema.
-Siempre pude tocar la punta de mis pies sin la menor dificultad-.
-"Me encantaría"-.
Una vez que la clase finalizó, y la Srita. Bustier se despidió de todos, Marinette le ayudó a guardar todos los tapetes de yoga. Fue excelente. Era de esperarse teniendo como instructora a una persona como Caline Bustier.
-"Ven, vamos a mi oficina para hablar"- dijo la Srita. Bustier mientras la dirigía escaleras arriba.
Al llegar al primer piso, se acercó a una puerta que Marinette reconoció.
-¿La oficina del Sr. Damocles?-.
La Srita. Bustier sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta. Al igual que el resto de la escuela, la oficina también había cambiado. Las estanterías eran las mismas, pero el escritorio, sillas y cuadros eran diferentes.
-"Ponte cómoda"- dijo la Srita. Bustier moviendo una de las sillas.
-"¿Usted es la directora ahora?"- preguntó Marinette, tomando asiento.
La Srita. Bustier la miró extrañada y un instante después comprendió.
-"¡Oh! Es cierto… Tus padres me hablaron sobre tu condición. Lo siento mucho, Marinette"-.
-"No… no se disculpe. Está bien. En realidad, vine porque quería tratar de recordar algo... pero descuide, no es necesario que repita la escuela"- trató de bromear Marinette, aunque sea para aligerar el ambiente un poco.
La Srita. Bustier le sonrió en respuesta y se sentó en la silla junto a Marinette.
-"¿De qué te gustaría hablar?"-.
-"Para empezar… ¿qué pasó con el Sr. Damocles?"-.
-"Se retiró hace 5 años para dirigir su propia organización de Superhéroes de la vida real. Un grupo de personas dedicadas a ayudar a los necesitados y asistir a la gente en las calles, ayudando a los mayores a cruzar las calles, llamar a una ambulancia en caso de accidente o a los bomberos… e incluso algunos colaboran con la policía. Se podría decir que por fin cumplió su sueño de formar parte de una liga de héroes"-.
-"¿Entonces es directora desde hace 5 años?"-.
-"Así es… y también tengo dos pequeños en casa"-.
La Srita. Bustier sacó su teléfono y le mostró unas fotos de ella con hombre muy apuesto; sin duda su marido, y dos niños. Marinette en seguida los reconoció como los niños que estaban con Adrien en el salón de arte el otro día.
-Así que eran los hijos de la Srita. Bustier… ¿confía en Adrien porque fue su alumno o simplemente porque también trabaja aquí? Aunque… eso no quita que fue muy dulce de parte de Adrien el cuidar de los pequeños-.
-"Es una pena que no vinieras el otro día. Justo la escuela a que asisten estaba cerrada por un inconveniente y los había traído…"-.
-Por mucho que me gustaría continuar así, mejor voy directo al grano-.
Marinette le pidió que le contase sobre ese año en el que Hawk Moth hizo su debut.
La Srita. Bustier le contó sobre cómo comenzó a tener algunos problemas. Llegaba tarde, con más frecuencia. Estuvo saltándose clases por un tiempo, tanto que fue necesario notificar a sus padres. A veces, parecía muy cansada y estresada…
Aunque también había comenzado a notar cambios positivos. Demostraba una mayor seguridad y asertividad. Desarrolló habilidades de liderazgo, incluso se había vuelto representante de la clase.
-Lo que daría por recordar la cara de Chloé ante su derrota… Ojalá haya mordido su bolso de la frustración-.
-"Te veías mucho más feliz y dispuesta a hacer amigos… y claro, podía ver en tus ojos cuan enamorada estabas de Adrien"-.
-Un momento… ¿Adrien? ¿Adrien Renoir? ¿O sea que realmente estábamos en la misma clase? Y… ¿Cómo que estaba enamorada de él? -.
Marinette estaba por preguntar algo, pero se detuvo al darse cuenta de un nuevo dilema…
-¿Y si la Srita. Bustier le comenta a Adrien que pregunté sobre él? Adrien podría cerrarse aún más si se entera… Bueno…ya espié en su currículum, pero estoy tratando de ayudarlo, y ya no voy a sobrepasar ningún otro límite… como meterme a su apartamento a la fuerza cuando no está o algo así. Primero debería confirmar si se trata de la misma persona… Tendré que arriesgarme-
-"¿En qué momento del año llegó Adrien?"- preguntó Marinette.
-"Poco después de Alya. Literalmente al día siguiente"-.
-El segundo día de clases… O sea que…-.
-"¿De casualidad tendrá una copia de la foto de la clase de ese año? No he podido encontrarla"-.
-De hecho, no he podido encontrar muchas fotos de estos últimos años. En mi computadora no hay nada y perdí el teléfono que tenía antes del incidente-.
La Srita. Bustier le respondió que seguramente estaría guardada en los archivos en la escuela y que tomaría tiempo encontrarla. Pero afortunadamente tenía una copia en su escritorio.
-"Me gusta guardar fotos de cuando era profesora de Literatura. Las considero un precioso recuerdo de todos mis maravillosos alumnos"-.
En cuanto Marinette vio la foto, inmediatamente hizo lo posible por reprimir una risa. Era la peor foto que le habían tomado, estaba extendiendo su mano hacia el camarógrafo con la boca y los ojos muy abiertos; como queriendo detenerlo o algo así. Por divertido que fuera, no debía reírse de algo que la Srita. Bustier consideraba un precioso recuerdo.
Se calmó y continuó estudiándola. Reconoció a todos sus compañeros de clase. Curiosamente, Juleka no estaba entre ellos. Entonces notó a un chico rubio de ojos verdes. En definitiva, era Adrien. El Adrien de la panadería de sus padres. Su vecino.
El muchacho tierno…
Y también estaba Chloé Bourgeois, sujetándolo del rostro, obligándolo a ver a la cámara. Él no se vía nada feliz por esto.
-Parece que a ambos nos desagradaba Chloé… Una cosa en común…-.
-"También tengo estas… aunque no son fotos oficiales"- dijo la Srita. Bustier sacando otro par de fotos.
Eran mucho más lindas que la foto oficial de la clase. Todos estaban en el parque. Juleka estaba en el centro de ambas; en la segunda, Adrien la tomaba de los hombros y los demás se volvían a mirarla. En ambas faltaban tanto Chloé como Sabrina.
-Luego de una foto tan desastrosa, no me sorprendería que intentáramos tomar una nueva foto nosotros mismos… Todos nos vemos tan felices…-.
Centró su atención en Adrien.
Un momento…
-Es… Adrien Agreste…-.
Nada menos que el hijo y modelo principal de su diseñador favorito. Más bien el que solía ser su diseñador favorito. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?
Bueno, Adrien había crecido, era evidente. Además de lo cansado (y triste) que se veía la mayor parte del tiempo. Muy diferente del muchacho radiante y sonriente de las fotos. Las no oficiales.
-"Disculpe, Srita. Bustier… Tengo que irme"-.
De regreso en casa, Marinette se apresuró a subir a su habitación.
Encendió su computadora y se puso a investigar más sobre "Gabriel Agreste".
En su mayoría, era información que ya conocía. El diseñador se recluyó en su mansión luego de la "desaparición" de su esposa. Continuó con sus desfiles, abrió nuevas tiendas en el extranjero… realizó una sorprendente e inesperada aparición durante la Semana de la Moda ese año, y abrazó a su hijo en la pasarela.
-Ese es el sombrero que diseñé… el de plumas de paloma…-.
Encontró bastante sobre padre e hijo; anuncios, entrevistas y demás. Pero estaban por separado. Salvo por aquél abrazo en medio de la pasarela, ya prácticamente no había nada de ellos dos juntos. Probablemente su juicio estaba comprometido por lo que Alya le había contado, pero ahora veía a Gabriel Agreste en una luz diferente.
-Muy brillante y creativo… pero frío… rígido… y distante-.
Procedió a buscar: "La última ilusión de Volpina".
El primer resultado era un enlace a una sección de un "Ladyblog". Un blog dedicado en su totalidad a las hazañas de Ladybug y Chat Noir. Dirigido por Alya.
-¿Por qué no lo mencionó…? ¿Acaso teme que no la tomen en serio como reportera por un blog que hizo en su adolescencia?-.
La sección incluía un video filmado por Alya con su teléfono. El video mostraba con lujo de detalle lo que le había contado. "Ladybug y Chat Noir desenmascarando a Hawk Moth a la vista del público y Gabriel Agreste huyendo de la escena". Marinette sabía que era una ilusión, pero en verdad era increíblemente realista.
A esta le seguía una sección con fecha de unos días después. Era la conferencia de prensa en la que Ladybug y Chat Noir explicaban la situación.
-Así que esos son los verdaderos… Me encanta ese cascabel de su traje… Aunque, se ve algo angustiado-.
No había pensado mucho en Chat Noir desde que le dijeron que él la había llevado al hospital. Otra cosa de su lista que había olvidado: "agradecerle a Chat Noir (de alguna forma) por salvarla".
-Ahora es poco probable que pueda hacerlo… nadie lo ha visto en meses-.
Al parecer, la marca GABRIEL sufrió algunas dificultades a pesar de la conferencia de prensa de Ladybug y Chat Noir. Algunos proveedores, asociados e inversores no querían tener nada que ver con un "sospechoso de terrorismo a nivel mundial" (un incidente relacionado con un hackeo ilegal de misiles en New York). Muchos de los empleados renunciaron por lo mismo.
La marca logró mantenerse a flote gracias a unos "generosos inversores"; una pareja de diplomáticos italianos. Según ellos: "no podían permitir que los empleados inocentes que aún trabajaban en GABRIEL quedaran sin trabajo injustamente… además de que su querida hija adoraba la marca".
Irónicamente, el peor periodo para GABRIEL coincidió con un periodo de relativa tranquilidad en París. Los ataques de Hawk Moth ya no eran tan frecuentes como antes.
Marinette volvió al Ladyblog un momento para profundizar.
Unos meses antes de la "Última ilusión de Volpina", Hawk Moth había anunciado que tenía todos los "Miraculous" en su poder, y que los usaría para atacar a todo París sin piedad… A menos que alguien le entregara los Miraculous de Ladybug y Chat Noir.
-¿Miraculous?-.
Abrió otra ventana para investigar. Eran unas "joyas mágicas" que les daban sus poderes a los héroes, y lamentablemente, un par de ellas habían caído en las manos equivocadas.
Volviendo a lo de antes…
… tras su amenaza, Hawk Moth, o Monarc; como prefería llamarse tras robar los Miraculous, se volvió más despiadado que nunca.
-Como si amenazar al mundo con misiles no hubiese sido lo suficientemente despiadado-.
Manipulaba a los parisinos utilizando sus sueños, sus deseos más profundos… e incluso sus ambiciones y miedos, todo en su propio beneficio. Hasta llegó a entregar Miraculous a un selecto grupo de personas, para luego potenciar sus poderes mediante la akumatización. No era la primera vez que lo hacía; ya había akumatizado previamente a una portadora conocida como Queen Bee, transformándola en Queen Wasp.
-Como una guerra de héroes contra un equipo de supervillanos…-.
A pesar de que el dúo de superhéroes demostró que no estaban dispuestos a rendirse, e incluso lograron recuperar Miraculous uno por uno, había gente que estaba en contra de ellos.
Los "Anti-Ladybug". Un grupo que no hacía más que escupir odio en contra de la superheroína. Alegando que "si no hubiesen aparecido ella y su compañero en primer lugar… Hawk Moth se habría ido a buscarlos a otro lugar". "Que si hubiesen entregado los Miraculous el primer día… lo que pasó luego podría haberse evitado". "Que Ladybug era una completa tonta por permitir que Hawk Moth le robara los demás Miraculous". "Que todo se solucionaría si ella y Chat Noir se rendían de una vez". "Que a ella en realidad no le importaba derrotar a Hawk Moth".
-Ok… esto es demasiado denso…-.
El punto era que, luego de "La última ilusión de Volpina", durante la conferencia de prensa, además de aclarar lo sucedido, Ladybug y Chat Noir anunciaron que habían logrado recuperar el último de los Miraculous robados. El Miraculous del Zorro. Cuyo poder era el de crear ilusiones.
Si bien los ataques de akumas continuaron, para entonces ya no eran tan frecuentes.
-¿Acaso Hawk Moth había decido dedicarse a pensar mejor sus planes antes de atacar?-.
Finalmente, regresando a Gabriel Agreste…
Lo que ya sabía. Tras la incriminación y decadencia de su marca, enfermó gravemente a causa de una depresión. Y prefirió terminar con todo. Su asistente, una tal Nathalie Sancoeur, fue quien lo encontró. Estaba junto a su esposa.
Tras los funerales, la Srita. Sancoeur se hizo cargo de la marca GABRIEL y asumió la tutela del único hijo de la pareja fallecida. Adrien Agreste.
Esta dirigió la marca hasta que la misma fue adquirida por un nuevo dueño. Al perecer debido a que, tras cumplir la mayoría de edad, Adrien Agreste se negó a tomar el mando de la marca. Y desapareció del ojo público por completo. Nadie sabía nada de él desde entonces. La fama que solía tener como modelo se esfumó de la noche a la mañana. Ya prácticamente nadie recordaba sus anuncios.
¿Sería por eso que no le habían hablado sobre Adrien? ¿No querían que supiera que solía ser un modelo famoso y que cambió su apellido?
-No… eso no tiene sentido-.
Por las fotos de grupo, ella debía de conocerlo. Al menos lo suficiente como para que le agradara. Sí, según la Srita. Bustier, estaba "enamorada" de él. Pero pudo ser solo un enamoramiento adolescente.
-Sería más fácil descartar o confirmar suposiciones si pudiera recordar cómo era Adrien de joven-.
Aunque viéndolo ahora… Ayudó a sus padres cuando ella estaba hospitalizada. El gesto de preparar Macarons como agradecimiento. Su trato con los hijos de la Srita. Bustier. Servicial, atento, agradecido… bueno con los niños… Hasta le resultaba difícil de creer que fuese un chico que creció rodeado de riqueza y lujo.
-Es decir… viendo cómo resultó Chloé…-.
Sí parecía el tipo de chico del que con mucho gusto sería amiga. Tal vez hasta lo "amaría".
¡Un momento!
Sus padres probablemente ya lo conocían desde esa época y por eso no dudaron en contratarlo. Además del obvio aprecio que le tienen. Pues claro, después de todo, sí debieron de continuar en contacto luego de la escuela. Así que indudablemente era su amigo, y también de su familia. Pero, ¿por qué no fue a visitarla junto con Alya y Nino? No recordaba a Alya más allá de su primera interacción y aun así estuvo ahí por ella.
La reacción de Adrien cuando se lo encontró en la panadería… Oh, cielos… ¿Cómo no lo había pensado antes? El hecho de que ella estuviese en coma pudo traerle muy malos recuerdos de lo ocurrido con su madre; Emilie Agreste. No era para menos su estado.
En cuanto a Gabriel Agreste, no podía culpar a Adrien en lo más mínimo por negarse a continuar con la marca.
-A Gabriel no le importaba su hijo como para seguir viviendo, aunque fuera por él-.
Ahí estaba… La razón de su odio hacia el diseñador. No era solo por lo que le hizo a su esposa, sino porque no le importó dejar a su único hijo huérfano. Adrien debía de tener unos 15 años cuando ocurrió. También explicaba el que estuviese tan preocupada por él.
-Quizás, aunque no puedo recordarlo, él continúa importándome…-.
Pronto sería hora de almorzar.
-Unos macarons de postre no estarían mal… Podría preparar algunos antes de que mis padres cierren-.
Marinette bajó la escalera principal al primer piso. Se detuvo frente a la puerta del apartamento de Adrien. Consideró invitarlo a comer con ella y sus padres. Tal vez un simple almuerzo podría ayudarle a romper el hielo. Y que pasar un poco de tiempo juntos pudiese ayudarlo a sentirse cómodo cerca de ella. No parecía estar mejorando. Sus ojeras aún eran visibles. Aunque a diferencia de su primer encuentro, notaba que había estado afeitándose con regularidad.
-Pasaré luego de preparar los macarons-.
Marinette se dispuso a continuar su camino, cuando escuchó un chirrido. Se volvió hacia la fuente del ruido. La puerta del apartamento estaba abierta.
-Como una película de terror… aún las odio-.
-"¡Adrien!"- lo llamó. -"¡Adrien, ¿estás en casa?! ¡Tu puerta está abierta!"-.
Sin respuesta.
-"¡Adrien!"-
-¿Y si le ocurrió algo?-.
No sabía si Adrien había salido a algún lugar o no. Nunca lo veía los fines de semana.
-Mejor asegurarse-.
Sacó su teléfono de su bolsillo, en caso de tener que llamar a una ambulancia, o a la policía. Empujó la puerta lentamente y entró. No había nadie. Escuchó atentamente. Silencio absoluto.
-Tal vez la puerta estaba mal cerrada-.
Dio un vistazo alrededor.
-Esto no cuenta como allanamiento. La puerta estaba abierta-.
Era un bonito apartamento. Había una puerta a la derecha. Tal vez un baño. Dio unos pasos dentro, entrando a la sala de estar. La distribución y la ubicación de los muebles le recordaba un poco a su casa; sobre todo el sofá dándole la espalda a la puerta de entrada. Incluso la cocina, de concepto abierto, estaba a la derecha; aunque no podía verla bien desde donde estaba. Al fondo había una escalera que parecía llevar al piso de arriba.
Una bonita alfombra…
¡Un momento!
¡Había un pie asomándose detrás del sofá!
¡¿Era Adrien?!
¡¿Se había desmayado?!
¡¿Estaba herido?!
El corazón de Marinette saltaba dentro de su pecho…
Se apresuró a rodear el sofá y…
… se encontró con una escena que nunca se hubiese esperado. Suspiro de alivio y tomó unas cuantas respiraciones profundas para calmarse.
Adrien estaba profundamente dormido, sobre un cobertor acolchado. Se acercó lentamente para escuchar su respiración; normal y constante.
Además, había un bebé con un mameluco naranja y rosa, tal vez una niña, durmiendo plácidamente sobre el pecho de Adrien.
AUTOR: Chan... chan... chaaaan... (música dramática).
