Marinette necesito toda su fuerza de voluntad para no estallar de ternura.

-Es el bebé más tierno que he visto en mi vida…-.

El bebé dormía tranquilamente sobre el pecho de Adrien, aferrándose a su camiseta con sus pequeñas y rechonchitas manos. Adrien rodeaba al bebé con el brazo izquierdo; suavemente, pero suficiente para evitar que la criatura cayera de su pecho.

-No debería hacer esto, pero…-.

Marinette buscó la cámara de su teléfono, se aseguró de que el flash estuviese desactivado, y tomó un par de fotos.

-Ambos se ven tan tiernos…-.

Viéndolos bien, ¿qué debía hacer ahora? ¿Debía despertar a Adrien y decirle que su puerta estaba abierta? ¿Sería buena idea despertarlos? Pronto sería hora de comer después de todo.

Marinette se volvió hacia la cocina. Desde donde estaba, era capaz de ver un corralito que no había notado antes. Estaba apoyado contra la pared de la cocina; que también debía de ser la pared del baño. En esta también había colgado lo que parecía ser una clase de horario. Se acercó para verlo mejor.

Efectivamente era un horario, con las comidas del bebé. Hora del desayuno, almuerzo, hora del té y cena. Además de algunas anotaciones. Cosas como: "Si no quiere comer…", "Recomendación…", "Recordatorio…". Incluso un par de consejos para preparar el biberón. Una anotación le llamó la atención:

Emma prefiere solo manzana en su Baby Feeder.

-Así que se llama Emma… Es un nombre muy lindo-.

-"¿Baby Feeder?"- pensó en voz alta.

Hizo una rápida búsqueda en su teléfono. Un "Baby Feeder", o "Chupete Baby Fruit Feeder", era un juguete con una bolsita de tela donde podía colocarse trozos de fruta fresca. Ideal para que los bebés mordisquearan fruta sin peligro de atragantarse. Muy recomendable para las encías inflamadas por el nacimiento de los primeros dientes.

Hizo otra búsqueda.

Emma debía de tener unos 6 meses; edad a la que normalmente comenzaban a salir los primeros dientes de leche. O tal vez un poco más de 5 meses, cuando los bebés podían comenzar a comer algunas frutas y verduras; hechos papilla, junto con la leche. Las anotaciones de Adrien sugerían que Emma comiera algo de papilla primero, y luego de un rato, ofrecerle un biberón tibio. Si no lo tomaba, era mejor esperar.

Muy detallado. ¿Serían no para él sino para alguna niñera?

Esto le recordaba a la vez que quiso ser niñera de bebés. No podía ser más complicado que cuidar de la revoltosa de Manon. Por lo que había visto cientos de videos en internet sobre el cuidado de bebés. Qué hacer y qué no dependiendo de la edad del bebé. Consejos. Sugerencias de expertos. Métodos.

-Al final preferí continuar cuidando de Manon. Con mi torpeza, ningún bebé habría estado a salvo-.

Un ruidito la sacó de sus pensamientos.

Un gimoteo.

Se apresuró a volver donde estaban Adrien y Emma. La bebé estaba despertando. Tal vez tendría hambre. Marinette temía que despertara a Adrien. Con cuidado, apartó el brazo de Adrien y tomó a Emma en brazos.

-"Shh… calma…"- le susurró suavemente, acariciándole la espalda. -"Calma…"-.

Emma se calmó rápidamente. Hasta milagrosamente podría decirse.

Oh, cargar un bebé era una sensación increíble. Podía sentir el calor de su cuerpecito, aún a través del mameluco. Su cabecita descansaba cómodamente contra el corazón de Marinette. Sus manitas aferrándose a su ropa era algo tan adorable. Y al mismo tiempo la ponía un poco nerviosa tener en brazos un ser tan pequeño y frágil.

Con cuidado, Marinette se sentó en el sofá; resultó ser un sofá en L. Sostuvo a Emma para poder ver mejor su carita; asegurándose de sostener su cabeza correctamente y de tal forma que la pequeña estuviese a gusto. Marinette estuvo en riesgo de morir de amor por segunda vez.

-Tiene unos ojos preciosos…-.

Emma tenía heterocromía; un ojo verde esmeralda y otro azul…

-Diría que es… un azul cielo-.

Su cabecita estaba poblada de encantadores ricitos rubios.

Marinette se volvió a ver a Adrien un segundo; continuaba profundamente dormido. Se decía que "el sueño rejuvenece", y la verdad estaba inclinada a creerlo. En brazos de Morfeo, Adrien se parecía un poco más al joven que había visto en las fotos que le mostró la Srita. Bustier.

-Parece que realmente necesitaba descansar…-.

Él y la pequeña eran rubios. Sus ojos verdes esmeralda coincidían perfectamente con uno de los ojos de Emma. Estaba prácticamente confirmando que esta pequeñita se trataba de su hija. Pero, ¿dónde estaba la madre? Sus padres no habían mencionado en ningún momento que Adrien tuviese una novia. Siempre hablaban de él como si fuese alguien que vivía solo.

Aunque, esto explicaba porque siempre se veía cansado; las permanentes ojeras.

-Es padre soltero…-.

¿Y si el momento difícil por el que estaba pasando tenía que ver con la madre de Emma? ¿Se había ido? ¿Le había ocurrido algo?

Emma extendió sus manitas hacia Marinette, refunfuñando. Realmente debía de tener hambre. Marinette volvió a abrazarla, tratando de tranquilizarla nuevamente. Y esta vez, la pequeña trató de aferrarse a uno de sus pechos. Marinette apretó los labios para no soltar un chillido de sorpresa. Ok, recordaba por un video que había visto que esto era algo completamente normal. Por instinto, un bebé busca el pecho de su madre, y puede pasar que se confunda si otra mujer lo carga.

-¿Qué hago ahora? No puedo dejarla con hambre… pero no sé si deba despertar a Adrien…-.

Emma decidió por ella y comenzó a llorar.

Adrien abrió los ojos y lo primero que notó fue que Emma ya no estaba en sus brazos. Se sentó de golpe. Al parecer aún algo dormido, porque volvió su vista en diferentes direcciones frenéticamente, hasta que vio sobre su hombro.

El corazón de Marinette dio un salto cuando sus ojos se encontraron.

-Atrapada-.

¿Ahora qué? ¿Y si no le creía sobre la puerta? ¿Y si pensaba que había cometido allanamiento? ¿Y si pensaba que era una ladrona de bebés? ¿Y si se enfadaba al verlo cargar a su hija sin su permiso? ¿¡Y si ya nunca lograba ayudarle…!?

-Calma… respira… y explícale…-.

-"Ehm-… escucha… sé que se ve mal… Pero la verdad es que tu puerta estaba abierta... y temía que te hubiese pasado algo… así que me asomé a ver y…"-.

Lentamente Adrien se puso de pie, sin apartar la vista de Marinette en ningún momento. Ella lo miró de regreso. No parecía molesto. Aún un poco adormilado, pero no molesto. Tal vez, hasta un poco…

-¿… sorprendido? ¿… triste?-.

Lo vio apretar los labios. ¿Estaba conteniendo las lágrimas?

-Debo de haberlo asustado-.

Marinette se levantó lentamente y le entregó a la bebé. Que se tranquilizó un poco una vez que estuvo nuevamente en brazos de su padre.

-"L-Lo que trato de decir es que… lamento haber entrado así, no volverá a pasar"- dijo Marinette aproximándose a la puerta de salida. -"Me iré en seguida-…"-.

-"¡Espera!"- exclamó Adrien.

Marinette se detuvo en ceso y lentamente se volvió a verlo con los ojos muy abiertos.

Era la primera vez que escuchaba la voz de Adrien. Pero eso no era lo impactante, sino el sentimiento que le provocó escuchar su voz.

-No puede ser…-.


Tal vez habrían continuado así para siempre… perdidos en los ojos del otro, de no ser por cierta bebita hambrienta que reclamaba atención.

Marinette apenas pudo controlar su tartamudeo cuando Adrien le preguntó si podía quedarse un momento y ayudarlo a darle de comer a Emma. Tras una rápida revisión y un cambio de pañal, Marinette se ocupó de cargar a Emma mientras Adrien preparaba un plato de papilla fresca y un biberón. Solo hizo una pausa para echarse un poco de agua del fregadero en la cara.

Algo de la papilla fue a dar a los pantalones de Marinette, pero no le importó mucho. Emma era demasiado adorable como para que algo así la enojara. Además, ella era quien había insistido en sostenerla mientras Adrien la alimentaba.

Hablando de él. Marinette no sabía bien cómo definir su estado de ánimo con solo verlo.

-Por lo menos ya no parece tan triste…-.

Le sorprendió que Adrien le preguntara si quería darle el biberón a Emma.

-"¡Claro!"- respondió ella con una para nada disimulada alegría.

Marinette se sentó cómodamente en el sofá y le dio el biberón a la pequeña. Que bebió la leche tibia apaciblemente. Casi estaba a punto de quedarse dormida. Una vez que terminó, Adrien le tendió una toalla a Marinette para que se colocara sobre el hombro.

-Claro, no puede faltar un pequeño eructo. Y tal vez un poco de vómito en mi blusa para que convine con mis pantalones-.

Lo único que salió de la boca de Emma fue un eructo no muy pequeño.

Adrien preparó un poco té, y lo bebieron mientras veían a Emma, durmiendo en su cómodo corralito. Abrazando un interesante par de peluches; una mariquita tomada de la "mano" de un gatito negro. Mientras se ocupaban de la pequeña, Marinette pudo distraerse un poco de la incómoda situación de asía un rato; el hecho de que Adrien despertara y viera a una extraña en su casa, y cargando a su hija sin permiso.

-Ya eres una adulta. Así que debes enfrentar esto como tal-.

-"Escucha…"- rompió el silencio. -"En serio lamento haber entrado así. Lo que pasó es que pasaba cerca de tu puerta y la vi abrirse"-.

Adrien no dijo nada. Solo continuó escuchando atentamente. Buena señal.

-"Traté de llamarte desde el pasillo, pero no respondiste. Temí que hubiese entrado un intruso o que te hubiese ocurrido algo, así que me asomé a ver y vi tu pie asomándose detrás del sofá… así que entré y-…"-.

-"Marinette"- la interrumpió suavemente. -"No estoy enojado contigo. Hiciste lo correcto. Disculpa si mi reacción te dio impresión de lo contrario"-.

-"Bueno, no era para menos. Es decir, despertaste y tu bebé ya no estaba contigo. Cualquier buen padre se habría preocupado"-. Marinette se ruborizó al darse cuenta de que básicamente le había hecho un cumplido. -"… N-no sabía si despertarte. Siempre te ves muy cansado y…"-.

-"Sobre eso…"-. Tomó un sorbo de té antes de continuar. -"Emma tenía la temperatura un poco alta anoche. No llegaba a ser fiebre, pero temí que le subiera, así que estuve toda la noche en vela, tomándole la temperatura cada tanto"-.

-"Cielos"- no pudo evitar exclamar.

En parte por preocupación por la salud de la pequeña, y en parte por lo mal que debió pasarlo Adrien. Preocupado de que su bebé pudiese tener fiebre. Sin mencionar que estaba solo.

-"Al menos fue un viernes por la noche"- sonrió Adrien, tratando de sonar gracioso.

Marinette le devolvió la sonrisa.

-Es… aún más lindo cuando sonríe…-.

Marinette se habría dado una palmada en la frente de no ser porque seguramente se vería aún más ridícula que simplemente ruborizarse.

-Y viendo a Emma ahora, se ve muy sana-.

-"En fin, tengo uno de esos termómetros peabody, así que pude revisar su temperatura mientras dormía, sin molestarla. Y no pude calmarme hasta que el termómetro marcó temperatura normal. Claro que para entonces ya era de madrugada"-.

Hizo una pausa para tomar un sorbo de su té.

-"Bueno… en cuanto a por qué estaba en el piso…"- continuó Adrien, frutándose la nuca. -"Luego del desayuno, pensé en descansar un poco, pero temía quedarme dormido y que Emma callera del sofá, o de la cama… Sé que lo más sencillo habría sido dejarla en su cuna o en su corralito, pero…"-.

-"¿No podías soltarla luego del miedo que pasaste?"- preguntó Marinette.

Si había algo que Marinette podía comprender, era la preocupación por un ser amado.

-"Sí…"-.

-"Oye, siento por lo que pasaste, pero… pudiste habernos pedido ayuda a mis padres y a mí"- dijo Marinette, haciendo lo posible por no sonar como si lo estuviese acusando de algo malo.

-Pasó la noche en vela cuidando de su hija. Seguro la habría llevado en seguida a un hospital si le hubiese subido la temperatura. Pero… -.

-"… lo que trato de decir es que…"- continuó Marinette. -"Mis padres me dijeron que estás pasando por algo difícil, y no tienes que decírmelo si no quieres, pero quiero que sepas que puedes contar con nosotros. No estás solo"-.

Estiró la mano y la colocó reconfortantemente sobre la de Adrien.

Se vieron a los ojos nuevamente. Notó que sus ojos verdes se ponían vidriosos.

-"Gracias, Marinette…"-.

Marinette sintió cómo se le erizaba la piel.


Continuaron hablando por un rato más, hasta que Marinette escuchó un par de voces murmurando.

-"Realmente están hablando…"- murmuró la primera voz, con mezcla de emoción y ternura. -"Da gusto ver que ese encuentro un poco accidentado no les impide llevarse bien después de todo"-.

-"¡Tom!"- lo regañó la segunda voz.

Marinette y Adrien se volvieron hacia la entrada del apartamento, y vieron a Tom y Sabine asomándose por la puerta.

-Rayos… olvidamos la puerta-.

Sus padres habían cerrado la panadería por el momento y se disponían a preparar el almuerzo. En vista de que Adrien ni siquiera había desayunado, Marinette se ofreció a bajarle un plato de Quiche Lorraine; relleno de espinaca y atún, en cuanto estuviese lista. Y se negó a aceptar un "no, gracias" por respuesta. Tras darle un rápido vistazo a Emma, que continuaba dormida en su corralito, Marinette se dispuso a subir la escalera junto con sus padres.

-"¿Por qué no me dijeron que Adrien tenía una bebé?"- preguntó Marinette en cuanto entraron a casa.

Tom nuevamente se veía nervioso, pero trató de disimularlo y se excusó diciendo que se adelantaría y prepararía la masa para el quiche. Por lo cual Sabine, siempre tranquila y compuesta, tomó la palabra.

-"Acordamos con Adrien que no te diríamos sobre Emma"-.

-"¿Qué? ¿Por qué?"- exclamó Marinette. -"Me encantan los bebés. No fui niñera de bebés solo porque temía que mi torpeza resultara en un desastre. Pude haberle ayudado con Emma desde que volví…"-.

-"¿Recuerdas lo que te dijimos sobre Adrien?"-.

-"Sí, le es difícil aceptar ayuda"-.

-"Bueno… Marinette, hija mía, tú a veces tiendes a centrarte en ayudar a otros, y te olvidas de tu propio bienestar. Tal como pasó cuando regresaste. A penas pusiste un pie en la panadería, ya querías volver al trabajo"-.

-A veces es tan molesto que mi madre parezca conocerme mejor de lo que me conozco a mí misma-.

-"… No íbamos a ocultarte a Emma para siempre"- acotó Tom, mientras amasaba sin perder el ritmo.

-"Solo queríamos que te centraras en recuperarte"- dijo Sabines, tomando las manos de Marinette. -"Una vez que estuvieses mejor, íbamos a pedirle a Adrien que te la presentara"-.

-Bueno… siendo justos, es el padre después de todo. Él debe de poder decidir quién conoce a su bebé-.

-"… pero te nos adelantaste, cariño"- comentó Tom.

-"Y ahora que estás mejor…"- comenzó Sabine.

-"… Con gusto ayudaré a Adrien a cuidar de Emma"- dijo Marinette con decisión. -"No permitiré que pase otra noche en vela y muerto de preocupación"-.

-"¿Cómo que pasó la noche en vela?"- exclamó Tom preocupado.

Mientras cocinaban, Marinette les contó todo desde el inicio. La puerta que se abrió de repente, Adrien durmiente en el suelo, cómo casi murió de amor al ver a Emma…

-… es como "un amor a primera vista"-.

Por un momento, a Marinette le pareció que Sabine trató de contener una lágrima. Luego de conocer toda la historia, Tom insistió en que, además de invitarle el almuerzo a Adrien, le invitarían a cenar.


Esa noche, Marinette no podía conciliar el sueño.

No dejaba de pensar en la voz de Adrien.

-Su voz era la que escuché en el hospital… Él estaba ahí -.

Sí la había visitado después de todo.

-Pero… ¿por qué dejó de hacerlo luego de que desperté?-.

Había asumido que no la visitó debido a lo ocurrido con su madre; Emilie Agreste. Pero ya no estaba tan segura.

-Bueno… tiene una bebé que cuidar-.

Emma parecía tener casi seis meses. Haciendo las cuentas, la pequeña había nacido dos meses antes de que ella despertara de su coma; el cual había durado diez meses.

-Su madre debió tener un mes de embarazo durante el último ataque de Hawk Moth… Aunque, si Emma está bien, no debió de ocurrirle algo grave-.

Una idea loca pasó por su mente…

-¿Y si la madre de Emma se fue por mi culpa? ¿Y si estaba celosa de que Adrien me visitara mientras ella se ocupaba de una bebé recién nacida?-.

Nah… Era absurdo e inmaduro. ¿Quién sería tan insegura como para sentirse amenazada por una mujer en coma? Y más si solo eran amigos de la escuela.

-¿La madre de Emma estaría al tanto de que estuve enamorada de Adrien en el Collège?-.

Ciertamente no era un motivo razonable para irse y dejarlo solo con la bebé. En cuanto a Emma, ¿qué clase de madre abandonaría a una bebita tan hermosa?

Marinette cruzó los brazos sobre su pecho, rememorando la sensación al cargar a la pequeña. Y eso la hizo sonreír.

-A penas puedo esperar a tenerla en mis brazos nuevamente. Ojalá me hubieran dicho antes sobre Emma. La habría cuidado con mucho gusto cuando Adrien salía a trabajar… O al menos-…-.

¡Un momento!

¿Cómo no lo había pensado antes? ¿Quién se ocupaba de Emma mientras Adrien trabajaba?

No recordaba haber visto entrar a ninguna niñera. Ella y su padre estaban ocupados con la panadería. Y su madre…

-Ahora que lo pienso…-.

Hasta entonces había visto a Tom y Adrien juntos, o al menos había visto a Adrien un momento mientras estaba en la panadería con su padre. Siempre que se topaba con Adrien, Sabine nunca estaba cerca. Aquel día del incidente, en el que Adrien estaba horneando macarons, cuando ella y Alya entraron a la cocina de su casa, su madre no estaba.

-Llegó junto con papá después, así que no estaba en su habitación ni lavando la ropa. ¿Estaría cuidando a Emma?-.

Recapitulando…

Cuando Adrien salía a trabajar, Sabine de repente estaba "muy ocupada para ayudándoles a su padre y a ella en la panadería". Respondía su teléfono cuando Marinette llamaba, pero decía no poder bajar en ese momento.

A veces, cuando Marinette estaba en su habitación o en la cocina, Sabine le avisaba que "tenía que salir". Luego, cuando ella bajaba a la panadería, veía salir a Adrien poco después.

-Creo recordar… en algunas ocasiones, cuando mamá regresaba, yo estaba en la cocina… y por tanto no podía saber si había usado la puerta de entrada-.

Tampoco era como si su madre desapareciera durante todo el día; a veces no eran más que un par de horas. ¿Serían acaso esos días en los que Adrien no tenía tanto trabajo y regresaba temprano? Hasta pudo haber días en los que no tenía clases programadas, y simplemente salía de compras o por otro compromiso.

-Sería más fácil encajar todo si conociera el horario de Adrien-.

Con el trabajo en la panadería no era como si pudiera vigilar la puerta de entrada constantemente para tomar nota de a qué hora regresaba qué día.

-¿Acaso Adrien se escabullía para que no lo viera entrar…? ¿Mamá se escabullía para que no la viera relevar a Adrien en el cuidado de la bebé? ¿Papá me distraía a propósito para que no notara cuando mamá relevaba a Adrien, y vise versa?-.

Argh… Le estaba doliendo la cabeza.

El caso era que, en conclusión… ¡Todo ese tiempo, su madre había sido la niñera de Emma!

Marinette comenzaba a hartarse de que le ocultaran cosas; o de ser la última en enterarse. Es decir, era válido que quisieran que se recuperara primero, y que cuidara de sí misma antes de ayudar a cuidar a Emma, pero tampoco estaba hecha de cristal. ¡Cielos santo!

Bueno, que su madre se ocupara de Emma no le resultaba tan extraño. Seguramente sus padres habían insistido hasta que Adrien aceptó. Tom y Sabine nunca daban un paso atrás cuando se trataba de ayudar a otros. Sin mencionar lo agradecidos que estaban con él por ayudarles con la panadería en su ausencia.

Marinette respiró hondo y prefirió ocupar su mente en otro asunto.

-¿Por qué tanta discreción respecto a todo lo que rodeaba a Adrien?-.

¿Sería que ella estaba en lo cierto, y todo tenía que ver el hecho de que solía ser un modelo famoso? ¿Era posible que la prensa y el público aún estuviesen esperando por el regreso de "Agrien Agreste"?

De ser así, aún con amnesia, lo habría entendido si se lo hubiesen dicho, y claro que habría mantenido la boca cerrada. Adrien claramente no estaba en un buen momento como para tener que soportar a reporteros acosándolo.

-No… se supone que se ha mantenido lejos del ojo público por años. Ya prácticamente nadie recuerda los anuncios de Adrien-.

La triste realidad de las celebridades, la mayoría eran tratados como productos desechables y olvidables. En cuanto aparecía alguien nuevo, todos olvidaban al anterior. Aunque el caso de Adrien era un tanto diferente. Él había elegido renunciar a la fama para vivir una vida normal. Siendo franca, desde el punto de vista sensacionalista, "la vida normal de un ex-modelo no era exactamente una gran noticia".

-Mejor así. Está criando a una hija él solo. No necesita una horda de reporteros acosándolo para averiguar hasta el más mínimo detalle sobre su vida-.

¡Alto!

¿Sería posible que la madre de Emma fuese una celebridad que Adrien había conocido durante su época como modelo? ¿Acaso habrían mantenido una relación secreta durante años? ¿Y si esta había elegido su carrera por encima de su propia hija? ¿O acaso trataba de mantener a Emma y Adrien lejos del acoso de la prensa?

Demasiadas posibilidades…

… y ya estaba demasiado cansada como para seguir dándole vueltas al asunto.

Al menos podía estar segura de dos cosas. Primero, ya que había descubierto a Emma, esa sensación de que "le estaban ocultando algo" seguramente se esfumaría. Segundo, ya sabía algo respecto a la madre de Emma.

-Tiene ojos azules-.

No pudo evitar recordar la reacción de Adrien al verla cargando a Emma.

-Tal vez verme con Emma en brazos le recordó que está solo… y que la bebita no tiene una madre presente-.

Marinette cerró los ojos.

Inconscientemente, sus manos se posan en su propio vientre.


AUTOR: ¿Será que Marinette tiene razón? ¿La sensación de que le ocultan algo finalmente desaparecerá?