Capitulo dos: Una Muggle más.

Nota de la autora: Mil disculpas por el mal formato (hubo demasiados errores, como división en algunas partes) en el que mi historia está puesta. Lo siento, pero es primera vez que subo algo a FanFiction (creo que lo mencioné en el capítulo anterior) y apenas lo logré subir…es muy enredado.Y como mis ansias le ganaron a mi paciencia, no lo leí antes para cerciorarme de que todo estuviera en orden. Solo lo leí en Word, y fue mi error T.T

Gracias por los reviews, contestación general abajo.

Y de ahora en adelante les pongo título en el mismo texto a los capítulos. Aprovecho de avisar (sí Moony, te doy en el gusto) que el capítulo anterior fue solo la Introducción.

Grax por darse el tiempo de leer eso .

Ahora sí, comenzamos….


Tres veces tocaron la puerta.

Tres veces gritaron su nombre.

Y tres veces ignoró el llamado.

Doroty no durmió esa noche para felicidad suya. Había estado tan ocupada con la Aparición Divina, que simplemente la emoción no la dejó cerrar un ojo, como tampoco le permitió dejar de vigilarlo y complacerlo.

Estaba dichosa, simplemente feliz.

La compañía jamás le hizo falta, por el contrario, amaba la soledad. Pero algo tan maravilloso como eso podía cambiar completamente su manera de ver las cosas.

Al día siguiente, y al siguiente, se dio el lujo de cerrar la tienda con una sonrisa en la cara y con el Gran Osiris (de quién sospechaba podría ser algún otro dios para probar su fe) a su lado, quien la seguía como tratando de decirle algo.

Ella se dio el lujo de preguntarle por lo que quiso y luego de una reverencia, vendarle una pata que tenía herida.

No se preocupó de nada hasta que la molestia de un cliente llegó aquel viernes. Él o La impertinente golpeó la cuarta vez y la mujer tuvo que ir a abrir, con el entrecejo fruncido, ojeras y con la ropa del día anterior.

-¿No ves que está cerrado…¡Molestando a esta hora de la mañana! –eran las 3 de la tarde- ¡Por favor, un poco de respe…¿Claire?

Una mujer con aire alegre ahora la observaba con una risita.

-Sí, sí hermanita¡Vengo a verte¡Y no es para que me recibas así! –Frente a ella estaba su hermana menor, Claire Patinson… aunque al parecer se había cambiado el apellido, pero ella no entendía el por qué.

Todavía conservaba su sonrisa encantadora para sus padres y las mejillas demasiado sonrosadas. Llevaba el cabello castaño recogido en un rodete. Jamás le agradó demasiado, pero siempre tuvo que estar con ella, llevarla consigo en todas "sus locuras". A pesar de todo, Doroty se vió forzada a sonreirle también.

- ¿Y quienes son ellas? –exclamó Doroty, al ver a dos muchachas tras su hermana, una sonriente y otra con aire molesto que la miraban expectantes.

- Tus sobrinas, Doroty, por Dios¿sigues sin comprender que me casé y tuve una familia?

- Y tú sigues con esa mentira absurda. Seguro… ¿Tú, casada¡No me hagas reír, siempre fuiste la más conservadora y aburrida de las dos!

- Si eso fue así, suerte la mía, que no acabé sola. -susurró Claire.Pero al instante, por alguna razón, cambió de expresión a la de culpabilidad y empezó a soltar una sarta de disculpas. Doroty, que no había entendido por qué se alarmaba tanto, la hizo entrar (La Divinidad estaba acostado en su cama y dormía profundamente, así que no se preocupó).

- Ah, Doroty, estas son Lily y Petunia¿No ves que grandes están? –la mujer señaló a las dos muchachas y Doroty hizo una mueca.

- Yo no noto la diferencia en la gente que veo y conozco por primera vez –dijo fríamente y las dejó en su sala de estar, mientras Claire le susurraba algo a esas niñitas que decía eran sus hijas. "Seguro inventó todo para hacerse la interesante y hacerme creer que está todo bien, ja, como si yo fuera tan tonta.", pensó Doroty mientras acarreaba unas galletas y jugo de Naranja.

- ¿Cómo me dijiste que se llamaban tus amiguitas, Claire?

- Son mis hijas, Doroty, y te agradecería que las trataras como tal: ya van 18 años que intento que lo comprendas. Sé que todavía no te acostumbras a los cambios, pero deberías tratar por lo menos de entenderlos. Ella es Lily –señaló a la que parecía más pequeña por su rostro, pero que era más alta que la otra- y ella Petunia –la segunda tenía una expresión de desconcierto, aun sin decidirse entre hacer una mueca o sonreír.

- Ya veo. ¿Ya están casadas, cómo tú? –preguntó Doroty con sarcasmo.

- No. –dijo Claire sin hacer caso- Aunque Petunia, que tiene 18 años ya, tiene un fiel pretendiente.

- Madre, por favor…-gruñó Petunia. Lily rió sin disimulo.

- Ti...Señora Doroty¿podría pasar al baño?-dijo Lily. Doroty encontró algo familiar en su rostro y por alguna razón le sonrió espontáneamente. Le agradó la muchacha, así que le señaló el baño y siguió hablando con su hermana.


Por fin la vieja chiflada se había ido y lo había dejado en paz (él la llamaba de esa manera desde que empezó a hacerle reverencias cada dos por tres).

Entendía por qué estaba tan sola, aunque después de dar aquel veredicto se enojó consigo mismo considerándose un patán. Cómo iban las cosas, seguro también podría ser su destino.

Sirius sentía que debía felicitarse por su idea de hacerse el dormido (aunque tuvo que sacrificar 3 horas de sueño fingido) ya que ahora contaba con toda la libertad suficiente para huir, aunque fuera por la ventana.

La verdad, esa era la idea que tenía en mente, y parecía una oportunidad perfecta.

Para rematar su estado, empezaba a extrañar desesperadamente su forma humana: jamás había pasado más de una noche convertido en el mejor amigo del hombre.

Así que su plan sólo tenía que efectuarlo rompiendo la estrecha ventana del baño y saliendo por ahí, de alguna manera.

No podría hacer magia porque eso sería una soberana estupidez: ahora entraba al mundo de los prófugos y no podía dar señales de vida (más tarde se sorprendería de lo real que sería eso en su adultez, fuera de su chiste).

Escuchaba ruidos desde afuera de la habitación, por lo que supuso que finalmente, la vieja no estaba tan sola. Y agradeció aquello: mientras más tiempo le diera para escapar de ahí, mejor.

Con una risa sarcástica (o pensando una, más bien) Sirius llegó a la conclusión de que estaba yendo de una cárcel a otra. Quizá ese era su destino.

Como pudo mordió la ropa que llevaba puesta como camisa de fuerza hasta deshacerse de la mitady caminó hasta el baño, conteniendo su deseo de dar ladridos al cielo con alegría y mover la cola (que empezaba a golpear silenciosamente los muebles, pero con demasiada energía) con más entusiasmo.

Pero sintió pasos. Pasos ligeros, pero no tan ligeros como los pies descalzos de la vieja Doroty.

Se asustó. Un perro tan negro y tan grande como él en una habitación como esa no era algo que veías todos los días.

Pero los pasos se desviaron. Tenía el camino libre, y soltó un bufido de paz.

Caminó en sus cuatro patas con torpeza por la ropa tan ajustada y logró abrir la puerta sin hacer demasiado ruido.

Entró al baño y Sirius Black apareció nuevamente, dejando atrás a Canuto, el perro negro.


Doroty ahora comenzaba a preocuparse de la Aparición Divina. Podía escapar en cualquier momento por su falta de atención, o podía estar meditando sus próximas hazañas, pero conunamente y corazón de mortal ella no podría saberlo.

Esto la aterrorizaba, agregando también la molesta visita de su hermana Claire y las dos muchachitas entrometidas.

Pero tendría que entretenerlas un rato más para poder echarlas sin pecar de descortés. La cortesía era uno de los valores que, para su decepción, mantenía intactos.

Claire hablaba sin parar y cada vez que tomaba aire o jugo, parecía cargarse de historias y anécdotas, cada una más aburrida y estúpida que la otra.

Lily, al parecer, había encontrado una extraña entretención en el baño, porque ya llevaba largo rato allí.

Fue cuando Doroty recordó que para llegar al baño debías pasar por la habitación principal.

Fue cuando Doroty ahogó un grito y clamó a los Dioses.

Y fue cuando Petunia se dio cuenta de que había nacido en una familia anormal y que dedicaría toda su vida a afirmar lo contrario.


Fin del capítulo. Ojalá les haya gustado Antes de ser publicado paso por la crtítica de Ange, asi que confío en su veredicto de que estaba listo para ser publicado

Gracias por los reviews! Dan ánimo para seguir escribiendo, ahora que tengo un poco de público.

Y bueno...digamos que Doroty seguirá convirtiéndose en un personaje más desagradablecada vez. Ahora supongo entienden su importancia.

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Kiss a lot.