Capitulo Tres: "El plan"
Nota de la autora: Este capitulo..digamos que viene con mucha acción y los dejará un poco…aturdidos. Espero les guste muchísimo, más comentarios abajo…
Empieza la transmición…
Cuando Sirius vio sus manos nuevamente el vendaje, demasiado pequeño para su mano humana, estaba destrozado en el piso dejándole una sensación rasposa y de ardor en la piel.
Le dolía la cabeza, quizá por el tardío cambio.
Sintió algo en el bolsillo, y en efecto, era el espejo roto. Aunque cuando lo observó con cuidado, vio que un espacio suficientemente grande para enfocar su cara de lejos o parte de ella, se conservaba intacto.
La idea de comunicarse con James la había destinado para después de su huida de aquella casa, pues no iba a arriesgarse más aún a que Doroty la chiflada descubriera su verdadera identidad y condición (aunque dudaba no lo entendiera cómo otra cosa que algo relacionado con Osirius, Osorio...o como sea que lo llamaba).Tenía la esperanza de que su mejor amigo tuviera alguna idea para salvarlo por unos días o darle alguna mejor idea que las que él mismotenía en la cabeza.
Se miró en el espejo del baño y pudo justificar el por qué de algunas miradas con aspecto de "vagabundos, Dios, están llenando el mundo" le había dedicado más de un muggle. Su cara estaba sucia por la lluvia y tenía ojeras. Para colmo, ahora le había crecido un poco el pelo por su transformación en perro, y eso que hacía muy poco se lo habían cortado para que se viera "normal".
"Pero bien, basta de pensar, Black", se dijo.
Tenía que romper la ventana.
Tomó el martillo y unas gotas de sangre cayeron al suelo.
Estuvo apunto de golpear.
Pero tuvo que voltearse, porque alguien estaba detrás de él. No era Doroty, sino la última persona que hubiese esperado encontrar en el baño de una chiflada, con su mejor ropa muggle y cara de espanto combinado con terror y desconcierto.
- ¡La Divinidad Divina! –gritó Doroty.
- ¿Doroty, qué diablos te pasa! –exclamó Claire.
- ¡Mi…mi habitación! –gritó Doroty sin hacer el menor caso, como habiendo olvidado la precencia de las otras dos. Salió corriendo sin dar más explicaciones.
Osiris no le permitiría esto. Jamás, jamás se lo perdonaría. ¡Exponerlo ante una muchachita ignorante...¿Cómo pudo haberlo olvidado? Estaba perdida¡perdida!
Era la única oportunidad de su vida. La única que había tenido se le había esfumado de las manos inciertamente, por culpa de esa niñita insolente, Dios, quien sabía que cosa podría estar pensando Osiris ahora de ella y que estaría pasando en esa habitación.
No tendría explicaciones.
- Doroty, Doroty... ¡Dios santo!
Doroty se paró en seco, volviendo un poco a la realidad.
- ¿Qué te entrometes Claire, no ves que esto es importantísimo, que tu nieta ha hecho una barbaridad o se aproxima a hacer algo extremadamente peligroso? -exclamó.
- Haber...¿qué hará Lily hoy¿Regar el pasto? -bufó su hermana poniéndose de pie.
- Oh no, claro que no, un crimen semejante….¿Me dices que fue ella quien hizo eso la semana pasada! Ya veo, ya veo, vienes solo para arruinarme la vida, Claire, siempre quisiste hacerlo, siempre fuiste una anormal, una estúpida, una aburrida…
Entonces, su hermana se acercó corriendo hacia ella e hizo algo que jamás había hecho: Le pegó una bofetada.
- Si crees que con eso eres más inteligente o más normal Claire, estás bastante equivocada…
Pero Claire, que no le prestaba la menor atención, había empezado a gritar como loca.
- ¡He soportado esto toda mi vida¡Pensaba que en tu madurez podrías haber cambiado, pero no, me doy cuenta de que no cambiarás jamás¡Serás la misma chiflada de siempre, sin remedio, Doroty!
Claire se detuvo, respirando entrecortadamente.
- ¿Terminaste? –preguntó Doroty como si nada hubiese ocurrido.- Tengo que ir a ver a mi gato Rodolfo, que ha gritado todo el día…
Y sin decir más, partió al patio y se sentó a mirar las plantas.
- ¡Mamá…quiero salir….de aquí…no…lo soporto! –exclamó Petunia, que había estado observando aquello desde un sillón alejado y mullido, con la cara entre las manos- ¡Todos son unos lunáticos¿Qué dirían mis amigas de esto? Estoy acabada si me ven salir de aquí ¡acabada!
- No, Petunia, no empiezes con esto.
- Primero la Tía Doroty, que todos los años nos pone nombres distintos o nos desconoce, luego Lily¡Ahora falta que el gato imaginario que vive aquí se convierta uno de estos días en el lechero! Estoy aburrida, cansada, me iré a vivir con Polly, ella me entenderá…
Claire suspiró profundamente.
- Petunia, no te lavo la boca con jabón porque estamos en una casa ajena. Sientate, no digas nada más, llegarás a hablar con tu padre, y veremos si te irás a vivir con esa tal Andrea, y tendrás que explicarle todo esto a Remus, que tanto te quiere…
- Se llama Vernon Dursley mamá ¡Ese tonto debe ser compañero de Lily, empezaste denuevo!
- Ahhhhhhhhh! –gritó la chica, Sirius abrió los ojos al máximo, la chica se echó hacia atrás, todo en una fracción de segundo, hasta que Sirius, en un acto desesperado, tiró el martillo y le tapó la boca a Lily Evans. - ¿Te… tas… dratando de hacer? –intentó decir ella y, para sorpresa del muchacho, le mordió la mano herida.
- ¡Agh! Evans, haz el favor de no hacer preguntas. Y de callarte. Merlín, tienes los dientes… ¡De un tigre!
Evans lo miró con el entrecejo fruncido, pero aún con desconcierto y sacó una delgada varita madera, cómo si se tratara de una espada.
- No me obligues a echarte un maleficio, Black…
Sirius hizo un gesto con las manos.
- ¡Está bien! Tranquila, lo admito¡Fui un idiota¡Lo sé, pero, detente!
Evans no hizo nada, pero tampoco bajó la varita.
- Esa no es la manera de tratar a una señorita, Black. ¿Me podrías explicar qué haces aquí, estúpido fanfarrón? –exclamó con un moderado tono de voz, para suerte de Sirius.- ¿No es suficiente molestarme con tu amiguito Potter en Hogwarts, para seguir haciéndolo aquí? Muy simpática tu bromita, Black. Ahora, haz el favor de salir de esta casa o me veré obligada a…
- ¡No es una broma! Y jamás te hemos molestado¡es que te entrometes demasiado!–objetó Sirius con una mueca y reparó en que la chica aún parecía tener intenciones de hechizarlo.- El punto es, que yo no hubiera entrado a tu casita Evans, si supiera que eras tú la que vivías aquí y que tu madre estaba tan…tan…
Ante esto Evans puso amenazadoramente la varita en el cuello de Sirius.
- No te convierto en mapache porque estás herido, Black. Y no es mi madre, es mi tía, y te agradecería que tuvieras algún respeto por mi familia, aunque debes pensar que cómo son muggles, no se lo merecen ¿no?
- No te hago nada por que no sabes de lo que estás hablando, Evans.- dijo Sirius.- Tengo que salir de aquí. Y tienes que ayudarme.
- ¿Y quién lo dice?
- Ehh… ¡Yo lo digo!
- Genial, Black, eso me motiva bastante. Adiós, le diré a mi tía Doroty que…
Sirius se apresuró y la tomó de un brazo.
- ¡No! Está bien, está bien. Hazlo por… ¡James! O, no, no, quiero decir… ¡Por Lupin!
- Remus no estaría de acuerdo en esto y tú lo sabes, en cuanto a Potter… Au revoir.
- ¡Por Merlín, Evans¡Es urgente! Yo…yo… Huídemicasaynotendoadondeirnecesitotuayuda….Por favor. -terminó en un susurro.
- Suéltame. –exclamó Evansmientras forcejeaba-. Pero… ¿Cómo dices? –dijocon una sonrisa sarcástica- ¿Escuché, por favor?
- Sabía que eras mala Evans, pero nunca pensé que lo eras tanto.
- Contigo y con Potter, Black, todo el mundo suele cambiar.
Sirius puso los ojos en blanco y se puso las manos tras la cabeza.
- Ne-se-cito tu ayuda. Por favor.
Evans lo miró con los ojos entrecerrados, como si lo conociera por primera vez y como si lo considerara de una especie diferente a la humana.
Desde afuera empezaban a escucharse gritos, pero ella suspiró profundamente y sin dejar de fruncir el ceño, dijo:
- ¿Qué pretendes que haga?
Perfecto, se había librado de esas tontas.
Ahora tenía que entrar por la puerta trasera de la cocina y simplemente, escabullirse a su habitación.
Tomó una escoba vieja, por precaución.
Caminó con determinación. Se oían gritos por todas partes.
Por suerte no usaba zapatos, ya que así en el piso de la cocina no se escucharon ruidos.
Todabía reflexionaba sobre Osiris.
Quizá todabía tenía una oportunidad.
Llegó hasta donde se escuchaban unos ruidos. Era en el baño, pero avanzó hasta la puerta de la habitación, la abrió, escuchó voces en el baño y levantó la escoba. Se puso detrás de la puerta entrecerrada y esperó.
-…descabellada, completamente tonta. –era una voz femenina, de una jovencita, la había oído en algún lugar.
- ¡Sólo falta que llegue James!
- Es una estupidez Black, una estupidez… James no sabe como llegar tan rápido, no debe saber siquiera dónde se ubica este lugar, así que no te hagas falsas esperanzas….
La muchacha le reprochaba algo a una voz algo ronca y, por supuesto, masculina. Osiris tenía algo que ver, había hablado, o eran terroristas que tenían amarrado a la Aparición Divina junto al retrete.
Escuchó una risa semejante a un ladrido.
- ¿Lo llamaste James?
Silencio.
- Yo llamo a quien quiera como me dé la gana, Black. -murmuró atropelladamente la otra voz.
-Ja, Evans,Evans ... Cornamenta lo sabrá.
- ¿Quién es ese?
- James.
- Idiotas.
Silencio nuevamente. Sí, eran terroristas.
- Ahora, ten la varita lista, solo tenemos que esperar a que James de la señal, y es todo, vuelves a tu vida aburrida, Evans…
-Dirás a mi vida sin idiotas entrometidos.
- Cómo quieras.
Era el momento, estaban desprevenidos. Hablaban de una varita, seguramente era un código para referirse al cuchillo con que matarían Osiris y James era una especie de jefe.
Abrió la puerta de un manotazo y agitó la escoba.
Sirius sintió la voz de James en el espejo, sonrió a Evans.
Hasta que la puerta le dio en la espalda.
Doroty Patinson había entrado con algo en las manos, su cara de loca y gritando.
Lily también gritó.
Sirius cayó al suelo.
Se escuchó un "¿Dónde tienen al Gran Osiris malditos terroristas!", mezclado con dos gritos, uno de espanto y otro de dolor.
Sirius no hubiese sabido como definir la situación. Todo era golpes, escobazos y luces por todos lados. Nadie entendía nada, pero todos luchaban contra una fuerza imaginaria que veía en los otros dos, como enemiga.
Sirius recibió dos golpes en la cara y una patada en el estómago, sumado al portazo.
Lily cayó al suelo y se golpeó los codos.
Doroty recibió un escobazo de si misma involuntario y cayó al suelo.
Cuando recuperaron sus voces,cada uno pudoarticular tres palabras:
- ¡Tía Doroty, tranquila!
- ¡James, entra rápido!
- ¿Osiris, estás ahí?
Fin del capitulo.
Se que afilan sus cuchillos, je¡Pero esto es todo! No me maten, o no tendrán autora para seguir esta historia.
Siento el atraso...Entré al colegio, por lo que ya tengo deberes que hacer y libros que leer. Además de algunos problemas de salud, por mi Presión Baja, que a veces me asalta…
Ojalá les haya gustado ¡Muchísimas gracias por los reviews! Sirius se los agradece.
Gracias también por las ganas que me dan para seguir escribiendo (El gato-lechero imaginario se los agradece) y seguir dejándolos con ganas de más (ehh…yo se los agradezco).
Recuerden que sólo deben apretar "go", al lado de Submit Review, para dejar sus comentarios ;)
Dentro de la semana subiré el Cuarto Capítulo ("Ayuda tardía"). Tengo serias intenciones de seguir un poco más de lo que tenía pensado la historia, uno nunca sabe.
Kisses, dejen muchos reviews! (o comentarios )
