Capitulo cuatro: "Ayuda Tardía."
Nota de la autora: Lo sieeeeento por la tardanza. Estuve enferma, muchas pruebas, muchas cosas, sin tiempo para meterme aquí…
Mejor me ahorro las explicaciones.
Continúa la historia, esta vez…
Sirius perdió la conciencia de la realidad.
De súbito, y sin esperarlo.
Las cosas daban vueltas, como en la cubierta de un barco. Aunque si se detenía a pensar, jamás había subido a uno.
Toda la confusión ahora era desentendimiento.
Todos gritaban, que terrible idiotez.
¿Quién podría vivir en un desorden como ese…?
Ahora solo tenía que abrir los ojos y estaría nuevamente en su adoselada cama de la Torre de Gryffindor.
Pero Lily Evans golpeaba la escoba de Doroty y le hablaba –o le gritaba- cosas, Sirius no entendía qué ni por qué.
¿Qué hacían ellas ahí?
Le dolía tanto la espalda…
- ¡Black¿Por qué no dices nada¡Black, reacciona!
Alguien lo zamarreaba y gritaba su apellido, que locura.
Parecía ser Lily…pero ella estaba con la escoba… ¿O la había dejado a un lado?
- Contigo no se puede. Tía Doroty¿qué está haciendo?
En su mano, alguien también gritaba algo sobre un cuervo y un becerro. ¿Se escucha, decía una voz conocida.
Venía de un espejo roto.
Todo se movía, se movía, se movía…
Los malditos terroristas la habían golpeado con una escoba.
Lo pagarían caro.
Todavía no sabía donde tendrían escondido a la Aparición Divina, pero en esos momentos importaba más su vida. Se reprendió por eso, de todas formas.
Uno estaba votado sin hablar y la otra le gritaba estupideces. Le decía tía, por alguna razón.
Pero ella sabía exactamente como actuar en una situación como esa.
Siempre había sabido que, si llegaba a encontrarse con algo así, obviamente, su racional manera de pensar saldría a la luz.
- ¡Mientras no me expliquen qué hacen aquí y donde tienen a Osiris, no saldrán de aquí, malditos terroristas! –exclamó con sabiduría.
Se cruzó de brazos y se apoyó en la puerta, cerrándola por completo y apartando el pie del terrorista uno.
Era perfecto, los tenía atrapados, como dos animalitos indefensos.
Y realmente lo parecían, porque la miraban inexpresivos. Cómo dejando de golpe un apogeo esperado.
- ¿Son mudos, o qué?
La terrorista dos se llevó las manos a la cabeza, desesperada. Volvía a reaccionar, pobre muchacha, que había dedicado su vida a algo tan estúpido.
"La juventud de hoy", pensó Doroty negando con la cabeza.
- ¡Tía Doroty¿Ha comprendido algo de lo que le dije¡No sé quién es Osiris, y por lo demás, no me interesa! -exclamó, con furia. Típico de gente de su clase.
¿Qué más podía esperar de alguien así?
-¡No me mientas¡Yo sé que tú lo raptaste! –dijo Doroty.
Pero sin querer tuvo que reparar en algo. La cara de esa niñita le parecía conocida de algún lugar. Ese pelo le era... ¿familiar?
Coincidencias de la vida, era lo más sensato.
- ¡No he raptado a nadie!-dijo la terrorista dos. Además no tenía memoria. Pobrecita.
Si alguna vez Doroty tuvo la idea de que podrían tener algún lazo, se dio cuenta de la idiotez que había pensado.
- ¿Ah sí? –exclamó con sarcasmo, ofendida.
- ¡SÍ! Tía, reaccione, por favor…
"Denuevo con lo mismo", pensó Doroty.
No me digas tía que no tengo nada que ver contigo ni con nadie de tu clase.-dijo lentamente, para que entendiera. Debió felicitarse por su completo control de una situación tan extrema, nuevamente.
Pero, por alguna razón, la terrorista dos se golpeó la frente denuevo.
Cada vez para Doroty se hacía notar algo en ella, según Doroty. Su manera de hablar, delataba algo…Además de su completa locura, por supuesto.
Bien, bien, el punto es que yo no soy ninguna terrorista, yo simplemente soy…eh… Alguien que es, tan sólo…
Doroty cerró la puerta con llave. Perfecto.
- ¡Una terrorista!
El primer mafioso apareció de súbito.
Le dio un pisotón a la otra terrorista: Doroty lo supo por la cara de ella, que sufrió un espasmo.
Lo había entendido todo.
Lily estaba loca y no tenía control de la situación.
La vieja estaba loca también, pero tenía las llaves.
- ¡Lo sabía! –gritó Doroty.
- ¡No! – exclamó Lily.- ¡Yo no soy terrorista!
El espejo del baño de pronto explotó.
- Pero… ¡Yo sí lo soy! –exclamó. "Tranquilízate, Sirius, tienes la situación en tus manos, podrás escapar…", pensó el chico, sin convencerse del todo.- Yo sólo...yo, eh¡La rapté, eso es lo que hice!
Lily lo miró exaltada.
Por suerte nadie había observado con detenimiento lo del espejo, pareció casual, se consoló Sirius.
- ¡Sí¡Me raptó¡Me tenía prisionera aquí!
Pero Doroty la miró con un destello de triunfo.
- ¿Ah sí? Yo los escuché haciendo un plan.
"Genial, lo único que faltaba", pensó Sirius. Definitivamente Lily tenía la culpa y él era un estúpido.
- ¡Es que...planeábamos…es decir, me convencía para…!
- ¡Trataba de que me diera el dinero!-exclamó Sirius.
Doroty lo miró con sarcasmo.
- ¿Cuál dinero? Por favor, terroristas, perdónenme si no les creo, pero el dinero, para que sepan, lo comen los duendes australianos y yo no los dejaré con desnutrición usándolo. Por lo demás, los terroristas, como sabe todo el mundo, roban sandías, cofres de mimbre y...-titubeó sin disimulo- estatuas sagradas.
Mala idea Sirius, mala idea, pensó él.
- ¡Pero yo robo dinero porque…!
- ¡Odia a los duendes! –gritó Lily.
- ¡Sí! Y…-dijo Sirius- ¡Estoy armado!
- ¿Y con qué? –exclamó Doroty, que al parecer perdía la paciencia.
Sirius se agachó.
- ¡Con mi zapato!
Doroty, por primera vez, retrocedió. Lo miró detenidamente.
Las llaves empezaban a levitar.
Pero la mujer las tomó de golpe y las llevó hacia la cerradura, mientras Sirius se debatía entre la risa y el llanto…
Milagrosamente la puerta se estaba abriendo, en unos milagrosos segundos. Tenían que correr, tenían que huír…
Si creían que ella era una loca, estaban muy equivocados.
Si habría la puerta era por una razón obvia que tenía en la punta de la lengua, pero no podía articular.
Estaban más que atrapados, eso era seguro.
Los tenía, nuevamente, en la palma de la mano.
Éste empezaba a ser el gran golpe de Doroty Patinson. El más grande en su vida.
Era una genialidad, y pronto volvería a ver a Osiris.
Abrió la puerta con cuidado, el plan tenía que funcionar.
No contaba con que el terrorista se le tirara encima, como si la fuera a morder.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
- ¡Lily, CORRE!
Fin del capítulo..
Adelanto que en el próximo capítulo se verá la aparición de cierto personaje esperado...Por otro lado, si extrañaron a Petunia, no se preocupen. Si no la extrañaron, empiezen a temer... (jua jua jua jua).
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