El pianista
Gracias nuevamente a tods los que diariamente me apoyáis con vuestros reviews, e – mails, comentarios por messenger, por...el medio es el que menos importa.
Lo importante es que gracias a vosotrs, día a día, el fic va a más y espero, siga yendo. :D
Una noticia, ¡van a traducir "El pianista" a inglés! Os tendré informads ;)
Contestación a reviews:
Lelekasha: Hola guapa! Me alegro de que te haya gustado el capi La canción! ¡Se me olvidó! Bueno, también creía que todos la conoceriáis, no pasa nada, se llama "Duele el amor" y la cantan Ana Torroja y Alex Syntek. Muchos besos!
Lakesys: Hola mi niña! Gracias!Jeje, pues sí, disfruté muchísimo en el campamento aunque el último día lloré hasta quedarme sin lágrimas, jeje. Sobre nuestro pianista...¡qué bien que te gustó! ¡Ay, ay! Me pides que te diga que falta mucho y te animaré porque todavía le veo mucho camino aunque ya sé el final y me parece que todo estuviera trazado...pero bueno! "Yo el hielo y tú...el fuego...que me está quemando", jejeje, me hace gracia porque a mí también me gustó esa frase mucho. Almitas gemelas :D ¿Te gustó el primer dúo? Quería que fuera especial y lo fue, o eso espero Lo prometido es deuda, ahora leeras y te prometo que te llevarás más de una sorpresilla. ¿Tú exagerada? (Lira deambula y piensa) ¡Qué vaaaaaa......! ¿Tú? Qué cosas....jajaj (espero que hayas notado el sarcasmo XD) Ay mi niña! Sobre el tema del estudio, yo creo que si algo realmente te gusta y apasiona (como a mí el escribir) vas a por ello a muerte, ahora, si solo te hace "gracia", no merece perder el tiempo ni la vida dedicándote a ello. Dedicate a algo que te guste desde lo profundo ;) Algo a lo que estés dispuesta a dedicarte en cuerpo y alma. Bueno, bueno, jeje, miles de reviews! Para mí cada review es un mundo y los adoro, en serio, sumergirme en ellos...ay...Hasta pronto! (Ya hice una nueva Adicta-a-Lucia) jeje, miles de besazos!!!
Melwen of Erendil: Hola preciosa! Gracias! ¡Me alegro de que te guste! Uff, a medida que los personajes descubren y ponen nombre a sus sentimientos...poco a poco, la historia toma su forma :) Espero no decepcionarte. Muchos besos!
Aila: Hola guapa! Gracias! La verdad que me fue muy bien en el campamento Jejeje, promoción del fic, ay madre, ¡a ver qué hacéis! :D "No es historia de amor", una gran historia ;) Aunque cada historia es distinta...;) Sigo aquí! Tranqila! Esto casi empieza! Muchos besos!
Male-chan: Hola preciosa! Jejeje, ¡oficial! Uoh! Qué serio suena eso! Jeje, me encanta que estés aquí cada vez que publico, me alegras el día! :D Buaaaahhh!! ¡Transición! ¡El capítulo definitivo! El 11 fue el capítulo de la imaginación y el 12 el de las palabras! :P Eso quiere decir que el capítulo no te gustó? :( El 11 tuvo demasiada acción, necesitaba relajación! Me gusta poner algo filosófico de vez en cuando, fue el espejo, ahora fue el amor y la locura....¿qué será lo siguiente? El 13 tiene más acción! ;) Prepárate! Mil besos! Pd. Ya, ya...muy mal pensada que eres! Qué harías tu dentro de un armario....XD jijiji
Dark Raxiel: Hola mi niña! Gracias! Me siento en mi casita La verdad que tengo muy buenas sensaciones del campamento aunque mucha nostalgia :( Sobre nuestro pianista...ains..Parvati y Ron, la verdad que Parvati creí alguna vez que podría estar enamorada de Harry pero, la vi solitaria en el fic y se me ocurrió que muchas podríamos identificarnos con ella y sus sentimientos. Uff! ¡Herm/Zabini! Iría en contra de mi moral...ay...¿cómo traicionar a mi Draquito? ¿Y si hiciera un Lira/Draco? XD ¿Traicionaria a Hermione? XD Ay, ay! Mil besazos!
Annie Ryddle: Hola preciosa! Mil gracias! Ay, no me llores ahora que por fin se solucionó todo! Y si lloras, que sea de felicidad! El futuro...no pinta nada fácil. El final del fic...aún no me planteo su venida, le veo mucho camino aún aunque, ya lo tengo todo planeado y nada me hará cambiar de opinión (empieza a pensar...jeje) Muchos besos!!!
Rosa: Hola guapetona! Pues creo que eres nueva en esto de los reviews pero estoy encantada de verte aquí Muchísimas gracias! Me emocionan tus palabras! De veras que se me revuelve el corazón al leer lo que escribes, no sabes lo feliz que me hace la sola idea de que alguien en el mundo pueda sentir eso por algo que yo creo. Gracias, muchas gracias. Mil besos!!
NiTa: Hola preciosa! ¡Buah! Yo ya estaba dando saltos de alegría pensando que Tom Felton andaba por la calle...ay...jejejejejje, ¡te encontraste mi capi nuevo por casualidad! XD Espero que te siga gustando! Mil besos!!
BB: Hola preciosa! Me alegra que sigas mis historias desde hace tiempo! ¿Eres de Málaga? ¿Una asociación de Harry Potter? ¡Qué buena idea! Me gustaría mucho formar parte de ella :D Hablamos! Mil besos!
Sweet-ally: Hola preciosa!!! Gracias! ¿Verdad que es más dulce que la misma miel? Lo adoro! Yo lo imagino cerquita de mí hablándome diciéndome que se muere cuando está cerca de mí...buah, buah, buah....es que me derrito...¡y me besa! Buah, extasis total! ¡Actualicé por ti y por Lunita! Qué lo sepas! Jejeje, para que cuando regreses llegues con ganas de leer Ok, leeré tu fic ;) Seguro que escribes muy bien! Mil besos que te vaya bien!!!
Uialwen: Hola linda! Jejeje, por fin! Bueno, la verdad que me apené al no tener noticias tuyas pero me alegro de que hayas vuelto y más todavía de que te haya gustado el capi. Muchos besotes! Pd. No te vayas más!
Blakys girl: Hola linda! Muchas gracias, jeje, ok, siento que te hayas perdido ;) Intentaré ser un poco más concisa ;) Oki, seguiré escuchando a "Lucybell", quien sabe si el pianista cantará algo de ellos.... Muchos besos!
Icee Queen: Hola guapa! ¡Me alegro de que te guste la canción! Es preciosa, ¿Verdad? :D A mí también me guta mucho y espero poder escuchar algo más de Alex Syntek. Muchos besos!
SpyProngs19: Amiga mía! Mi niña! :) ¿Qué tal? Jeje, yo me enamoro constantemente de este pianista...(suspiro). ¿Qué te corté la inspiración? Buah :( Jeje, espero devolvértela :D Olé! Ya somos más de 200! Jijiji, fiesta!17 ya! Que chiquita me dejas, jejeje, yo tengo 14 desde el 21 de marzo ¡Felicidades por tu cumple el 19! ;) Gracias por tu apoyo! Pásatelo bien en el viaje! Mil besos! Cuídate!
Saku (Sak): Hola guapa! ¿No te esperabas esa declaración de sentimientos? Buahhh, estaba cantado :P :) Lucía siempre trayendo buenas vibraciones Gracias, gracias, yo también estoy muy contenta...¿cómo se dirá "El pianista" en italiano"? Jeje, toy emocionada, no pensé que llegaría hasta ahí. Por fin, el primer dúo. ¿El capi más corto....? Mmm...es normalito pero sí que la acción se hace corta :P Bueno preciosa, muchos besazos!
SuiRis: Hola linda paisana! Ay no me llores! Jeje, gracias. ¡Qué haría yo sin vosotras? De verdad que me hacéis sonreír con vuestras palabras, mil gracias. :) Que pena que no pudiste ir a Sabinillas, yo me lo pasé de muerte, en serio, aquello es maravilloso además conoces a mucha gente y te lo pasas bomba! Dejando la publicidad... :P ¡Yo no sé tocar el piano! :( Pero una gran amiga sí y entonces he pensado ser la oyente :P :D ;) Pues sí! A veri si llega la feria!Aunque la verdad que me agobia tanta gente. Me ahogo entre la multitud XD pero vamos...me lo paso genial bailando y dando el cante :P Jijiji, mil besazos malagueña!
Shumara: Hola mi loquilla! ¿Qué tal lo llevas? La verdad que a veces a ffnet se le va la olla pero por fin llegó tu review! jejeje, en son de paz Bueno, el amor. Creo que siempre va a ser complicado describir los sentimientos y las sensaciones del amor, yo lo imagino así y la verdad que lo veo como...lo más grande, y por eso lo relato de esa manera. La verdad que yo cuando era más pequeña me enamoré locamente de mi mejor amigo y me dejó un poco destrozada porque el año que más o menos lo estaba olvidando, él y una de mis mejores amigas, se hicieron novios pero, acabé aceptándolo y la verdad que ya solo lo veo como una gran amistad. Por eso creo que "no es amor......lo que tu sientes se llama obsesión", paranoias varias XD Tú no tengas miedo que yo estoy convencida de que cada uno tendrá su amor, seguro, seguro y tu con lo buena persona y grande que eres, te enamorarás ;) :) Yo vivo enamoraita de la vida! Cucha que mil besazossss! Cuídate preciosa!!
Zara Zabini: Hola guapa! Muchas gracias por tu apoyo! ;) Espero que te siga gustando el fic! Muchos besos!
Luna-wood: Hola guapa! Muchas gracias! Pos si, de campamento que taba Pues sí, al fin juntos! Jejeje, sobre las canciones...pues creo que el fic tiene "sus canciones" destinadas, como por ejemplo la de "Lucía", la de..... (ay no puedo seguir hablando, jejeje) Bueno, pero otras me cuesta mucho encontrarlas porque se tienen que adaptar a la situación y hay muchas canciones pero ahora la canción del capi por ejemplo, me costó sudores encontarla. Me alegro de que las acojáis bien porque es difícil que a todos os guste y...la mayoria de las veces, ¡os gustan! jeje, mil besos!!!
Ross malfoy: Hola linda! Muchas gracias. Jejeje, ¡qué bien! Creo que tengo muy idealizado al amor pero, qué le vamos a hacer...soy una romántica, quizá algún día me lleve una desilusión y cambie de opinión pero prefiero no cambiar y pensar que es así de hermoso el amor...lo más grande... Jeje, bueno, sobre lo de ellos, este capítulo es muy curioso, ya verás :P (No adelanto acontecimientos) Y Hermione no pudo callarlo y Draco, no pudo decirlo, cosas de la vida bien dice mi pianista..."Hay veces que sobran las palabras". Jeje, no pasa nada, me contento con que de vez en cuando me dejes algún review para "hablar", jejeje. Un besote!
Hitomi Felton: Hola preciosa! Jejeje, ¡no te me mueras! Mmm...he leido todo tu review y un pequeño cosquilleo me ha dado en el pecho...¿Cuánto sabes que te has enamorado? Creo que cada persona es distinta pero, si su nombre está en tu cabeza, si sonríes con pensar en él, si hay veces que en el silencio no haces otra cosa que recordar su mirada...quizá son solo cosas románticas pero, pueden ser una gran pista. O quizá tu corazón mismo te lo grite, esa persona me importa, siento algo más por él...¿amor? ¿Qué es amor? Lo más grande Lo de la amistad es un lío, la verdad, pero creo que a medida que pasa el tiempo con una persona, lográs diferenciar el sentimiento de la amistad y el del amor. Creo...¿Qué es lo que hace al amor para que digas, "me he enamorado"? Eso tendrás que descubrirlo... :) Y el por qué enamorare de uno y no de otro, ¿Destino? ¿Casualidad? ¿Azar? No lo sé. Puede ser cualquier cosa o puedo no ser ninguna. (Qué misterio...jejeje) Me gustaría tener una respuesta clara y concisa para todas tus preguntas pero, sin embargo, son preguntas que también me he hecho mil veces a mí misma, espero tener algún día (no muy lejano) una respuesta certera. Aunque...yo siempre seguiré pensando que el amor es lo más grande. :) Muchos besazos preciosa! (Espero no darte dolor de cabeza, jeje :P)
Wei-lo: Gracias por tu ánimo linda! Espero no decepcionarte! Muchos besos!
Lucy Weasley : Hola mi niña! Pues sí, jejeje, no me gustaba nada el capítulo...de veras pensé en borrarlo pero, al final...así quedó. :) Me alegro de que te gustara. Jejejeje, pues sí...al fin se armaron de valor para declararse su amor. :D ¡Ya era hora!Creo que han tenido tiempo suficiente para pensar. :) En realidad, él no se la confesó, fue al revés XD Aunque, a veces..."sobran las palabras" :D El día no, ese diecisiete es inmortal pero, eso sí, no sé lo que podrá pasar más adelante...Ese día para ellos. Ojalá nunca llegue el maldito día que su "destino" se tenga que cumplir. Mil gracias por todo tu apoyo!Mil gracias desde el fondo de mi corazón! :D Muchos muchos besos!
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13. Mentirosa
- Diecisiete... -suspiró la pelirroja mirando el calendario que se agitaba un poco por la corriente que corría en los pasillos. - Apenas falta una semana para navidad....
La pluma tembló al agitarse mientras la Weasley escribía su nombre en el papel. Tras de sí escuchó unas risas. Creyó conocerlas pero su mente estaba ocupada en las letras.
Cuando, de pronto, se sobresaltó.
- ¡Ginny!
La tinta se quebró un poco desdibujando una línea doblada. Rápidamente volteó y su corazón dio un brinco al quedar frente a frente con el príncipe de sus sueños.
- Hermanita, hermanita....
Las órbitas más verdes y más brillantes de todo Hogwarts la examinaron vergonzosamente, casi con descuido y, no se dio cuenta pero abrió levemente la boca sin decir nada.
- Petardilla....no te fuiste con papi y mami.
El mano blanca de su hermano la despeinó jugando bruscamente con su pelo color fuego. Le nubló el contacto visual que mantenía y eso le produjo una furia interna.
- ¡Quita, Ron! - chilló dándole tortas para que la soltara.
Entonces, Ron se fijó en el cartel que había pegado en la pared y silbó.
- Harry, ¡excursión a Hogsmeade mañana por la tarde!
- Qué bien.... - murmuró Harry pasándose una mano por su pelo, negro azabache.
El pelirrojo se volvió de nuevo hacia Ginny y le arrebató la pluma que aún sostenía entre sus dedos finos.
-¡Trae!
Se apoyó con un brazo en la pared y comenzó a poner su nombre debajo del de su hermana.
- Nos apuntamos tú, yo y Hermione, ¿no? - preguntó, aunque ya lo apuntaba.
- Sí....claro....
Lo que Ron no sospechaba es que a sus espaldas, su hermana y su mejor amigo se devoraban con la mirada, una mirada cargada de emoción y sentimiento.
Pupila marrón contra pupila verde, miradas llenas de significado que nadie todavía había descubierto.
Y una fuerza reprimida por la fuerza del silencio estúpido.
- ¡Listo...!
Ginny y Harry desviaron la vista hacia otro lado. Ron rodeó el cuello de la pelirroja con el brazo.
- ¡Ay, Ron...! - protestó ésta.
El chico sonrió, pícaro.
- ¡Ay, Ron! - la imitó con burla y acto seguido puso cara seria. - Seguro que no te quejarías tanto si no fuera yo.
- Por supuesto que no. - suspiró. - No me importaria que Dean Thomas me rodeara el cuello con el brazo, Ronnie.
Harry tosió sintiendo un nudo extraño en el estómago.
- ¡Qué no me entere yo, eh! - gruñó Ron. - Que como lo coja....lo castro.
- ¡Déjame ya!
Quitándose el brazo de su hermano, se encaminó en dirección contraria.
- ¡Adiós! - dijo Ron con un gesto.
Ginny siguió andando pero volvió la cabeza un poco para clavar su mirada en su hermano al que le sacó la lengua, después, casi inaudible, murmuró suavemente:
- Adiós, Harry...
Nunca Draco Malfoy había soñado con lo que estaba viviendo.
Nunca nada le había parecido tan hermoso como ella.
Nunca había sentido lo que sentía.
Nunca...hasta ahora.
El aire frío que se colaba por la ventana oscura, era tan solo una brisa insignificante en aquel abrazo desenfrenado que ninguno era capaz de romper.
En un total y hermoso silencio que ambos compartían como el mayor de los secretos, las respiraciones de los dos se confundían como un solo latir; el calor de dos pieles fundidas en el molde perfecto de un sentimiento, más profundo que cualquiera de los tesoros perdidos en los abismos oceánicos, más grande que el mismo universo, más bello que la flor más celestial del paraíso...
Con los ojos cerrados y aún húmedos, Hermione aspiraba el olor embriagador de la persona que desde hacia más tiempo de lo que pensaba, era la dueña inestimable de su corazón.
Y el rubio sentía el roce de los rizos castaños de la mujer que le había enseñado el camino hacia la luz, el roce del cabello de una mujer que lo era todo en un alma que se resentía.
Silencio, todo aguardaba en silencio. El mismo tiempo.
Un largo suspiro acompañado de una emoción sin límites.
- Cuando venía hacia aquí...pensé de pronto que quizá...te hubieras ido. - dijo pausadamente, soltando el aire que acarició el cuello blanco de su amante. - Y, sentí, un nudo en el corazón, como si me faltara el aire, ganas, de llorar, ganas, de gritar...gritarte que no te fueras.
Draco se mordió el labio inferior y mesó de nuevo su pelo, susurrándole:
- Pero estoy aquí. Aquí, contigo.
Hermione sonrió y asintió lentamente.
- Lo sé, sé que estás aquí. - lo estrechó, sintiendo el calor de su cuerpo, embriagándola.
Ese abrazo bendito, ese amor enorme. Esa felicidad, que parecía no tener fin. ¿Para qué pensar en el final? Destinos, realidades....solo un día, o dos...o los que fueran, ocultar el mal...solo por un tiempo, solo, hasta que despierte el diablo de su sueño.
En su pecho, debajo de su piel, entre sus venas, en lo más profundo de sus entrañas...esa emoción, esa felicidad, esa palabra tabú que muchos labios pronuncian y muy pocos sienten...hacía que una sonrisa oculta, a veces fuera inocultable.
Quería saltar y gritar, gritarle al mundo lo que estaba pasando, lo que le estaba ocurriendo. Gritar muy fuerte que tenía...lo más grande.
Ya no se sentía inferior, ni mal, ni sola, no, ya nunca más sentiría eso porque lo tenía, lo tenía al fin, después de tanta búsqueda, el camino la había encontrado.
Quería regresar con él. Era solo suyo ese diecisiete de diciembre. Solo suyo ese día. No quería perder ni un segundo de su historia juntos. Al fin la historia tenía nombre, fecha y protagonistas, al fin el libro dejaba de estar en blanco para sonreír con las primeras letras.
Cruzó el ancho pasillo, algunos alumnos rezagados la miraron, algo confusos. Parecía que su aura había aumentado, que desprendía luz y belleza. Y ninguno supo la causa, ni siquiera descifrar lo que decía su sonrisa.
Estaba enamorada y era correspondida.
La Señora Gorda se miraba las uñas cuando Hermione se plantó frente a ella:
- Blanca navidad. - murmuró.
Los ojos le brillaban, sus pupilas marrones parecían iluminadas con una luz desorbitante. La mujer del retrato frunció una ceja y murmuró algo extrañada:
- ¿Qué es lo que te hace tan feliz, jovencita?
Hermione rodó los ojos y se encogió de hombros.
- La vida es wonderfull.
La Señora bufó y se abrió. La gryffindor entró a su sala común, muy cambiada desde que se había ido. Totalmente distinta. Otra persona habitaba en ella, alguien muy difente e inmensamente feliz.
Nada más cruzar el umbral, dos miradas se clavaron en ella, gritando al unísono:
- ¡Hermione!
- Hola, chicos. - sonrió ella, acomodándose en un sillón frente a la ventana.
- ¿Dónde estabas? - preguntó Ron, arrugando la nariz y acercándose.
- Estábamos preocupados. No fuiste a comer. - comentó Harry.
- Ahm...estaba...dando un paseo. - mintió distraídamente.
- ¿Dando un paseo? - bramó el pelirrojo.
- Si....necesitaba...caminar un rato.
"Por las sendas del paraíso..."
Sus amigos le hicieron más preguntas sobre el tema, que ella contestó con evasivas. Su mente se había quedado entre las cuatro paredes de la sala, embriagada de música y amor.
- ¿Acaso no confías en mí?
Su mirada de pronto chocó con la furibunda mirada azul de un pelirrojo que no pestañeaba.
- Claro que sí... - dijo suavemente. - Eres mi mejor amigo...
Ron sintió el golpe clavándose en su pecho. "Su amor amigo". Maldita sea, ¿por qué su mejor amigo? ¿Por qué no podía sentir algo más que amistad...? ¿Algo tan doloroso como él sentía cada vez que la miraba? La lejanía al sentirla a dos centímetros y saber que estaba a años luz.
- ¡No! - gritó fuertemente.
Harry y Hermione se sobresaltaron.
La chica buscó sus ojos con confusión y algo de miedo. ¿Qué le ocurría a Ron? ¿Por qué no podía dejar de sentir esa felicidad...a pesar de todo lo que estaba pasando?
Solo Draco Malfoy tenía ese poder....dejar de sentir la felicidad estaba en sus manos.
- Estoy...harto. - murmuró un trémulo Ronald Weasley. - Harto, Hermione...
Como un vendabal cruzó la sala común hasta el retrato, la señora Gorda profirió un pequeño chillido y después, el silencio inundó la habitación.
Por unos minutos, ambos gryffindors observaron el camino por el que su amigo se acababa de marchar.
Acto seguido, Harry tosió levemente, reclamando la atención de Hermione. Lentamente se acercó a su amiga y se puso en cuclillas delante suya.
- que nos preocupamos por ti. - dijo dulcemente. - ¿Lo comprendes?
La prefecta asintió.
- Pero...él.. - dijo señalando hacia la puerta.
- Olvida a Ron, ahora. - suspiró el buscador. - Me ocultas algo, lo sé.
Sin querer, dio un respingo en el asiento y titubeó buscando la mentira como aliada.
- No, Harry...no...
- Hermione, no quiero que estés mal, quiero ayudarte. - dijo con sinceridad en la mirada.
- Pero, ¡si no estoy mal! - dijo con una queda sonrisa. - Estoy bien, de verdad.
Harry frunció el ceño.
- En serio, Harry...De verdad.
Le dolía, en lo más profundo de su ser. Engañar a su amigo, engañarlo, mentirle con ese tono de inocencia falsa, mentirle, no, no quería pero, tampoco quería perderlo. Y tampoco quería perderlo a él...al pianista.
No podía contárselo. Y era mejor fingir que no ocurría nada, a pesar de que ella misma se delatara con sus calladas sonrisas y sus ojos no pudieran dejar de brillar.
- Créeme. Si me ocurriera algo, serías el primero en saberlo.
- Mmm....sigues sin convencerme.
Pero había broma en su voz. Había caido en su trampa. ¿Cuánto tiempo duraría el engaño?
Harry sonrió y con una mano le agitó su melena castaña, Hermione rió.
- Pequeña....deberías comer algo.
Se levantó de nuevo y con un giro de muñeca, apareció, sorprendentemente en la palma de su mano, una roja y jugosa manzana.
- ¡Cómo has echo eso? - exclamó Hermione levantándose súbitamente.
El león conservaba una sonrisa interesante en su rostro.
- Soy un mago, ¿recuerdas?
Hermione pestañeó y miró a su alrededor.
- Ahora eres tú el que me oculta algo, Harry. - murmuró con rintintín.
El buscador le pasó la manzana por le aire. La chica la cogió y cruzándose de brazos, arqueó una ceja.
- Y bien...¿no piensas contármelo?
Harry chasqueó la lengua.
- Helen White.
Sonrió ampliamente.
Helen White, cómo no.
Desde principios de sexto curso, una profesora muy distinta a todas las que habían pasado por Hogwarts, comenzó a dar Defensa contra las artes oscuras, ante el disgusto de Severus Snape.
Helen era una mujer muy joven, de unos veinticinco o veintiseis años. Alta, de cabellos rubios oscuros y ojos claros, azules. Bastante atractiva y muy simpática, confiada y de gesto agradable.
Sin embargo, en su apariencia se escondía una bruja muy poderosa. Y así lo demostraba, clase tras clase, enseñando hechizos defensores a cualquier maleficio, trucos y defensa personal.
Y poco a poco, se había ganado el respeto, no solo de todos los profesores de Hogwarts, sino de los propios alumnos a pesar de que, como siempre, ciertas personas la desprestigiaran.
Desde el primer día, entre ella y Harry Potter se había establecido una relación profesora-alumno, más allá de eso, una relación de amistad y ayuda mutua.
Por eso, a Hermione no le extrañó. Podía presentirlo.
- Lo que no entiendo es de dónde sacas el tiempo.
- Planeo los entrenamientos para que me cuadren con las clases.
- ¿Y los exámenes? ¿Los trabajos...?
- La noche es larga. - suspiró.
Hermione sonrió.
- Pero, ¿qué clase de hechizo es ese...? - preguntó, extrañada, maquinando en su mente.
- ¿No te lo imaginas?
Los ojos verdes del gryffindor se clavaron en un libro de tapa gris que se encontraba encima de una de las mesas.
Cerró los ojos. En una fracción de segundo el libro apareció en su mano.
Hermione abrió la boca.
- ¡Traslación!
- Me alegro de que te hayas dado cuenta...
- Helen dice que me puede ser muy útil...algún día. Si me quedo sin varita o necesito...una espada.
La prefecta dibujó una sonrisa socarrona en el rostro.
- Mejor no hablo. - dijo alzando una mano.
Una gran ternura la invadió hacia aquel chico que tenía en frente. Su amigo, su gran amigo desde siempre. Lo quería tanto....no imaginaba que en un futuro pudiera perderlo. Le horrorizaba la simple idea.
Avanzó unos pasos y lo abrazó. Harry le acarició la espalda:
- Quiero que estés bien, ¿vale?
Hermione asintió.
- Lo estoy, Harry, lo estoy...no lo dudes.
"Mejor que nunca"
¿Quién podía haber sido el traidor?
Porque estaba seguro que existía un traidor.
Y sus sospechas tenían nombre propio: Draco Malfoy.
Su cambio de actitud en las últimas semanas, no le había pasado inadvertido. Solo un loco hubiera disculpado sus inequívocos actos, algo que nunca había hecho y, extrañamente, comenzaba a hacer.
Por eso y por pequeños detalles, estaba seguro de que el rubio tenía algo que ver en los acontecimientos de la noche.
¿Cómo habían conseguido escapar los gryffindors? ¿Arte de magia...?
No, algo no encajaba en el puzzle y la pieza que faltaba, no era otro que él, algo estaba ocurriendo y tenía que descubrirlo.
Tenía que saberlo.
Y lo juraba, lo encontraría y pagaría.
Lo iba a averiguar en esas largas vacaciones de lo que costara y...cayera quien cayera.
La sala olía a sándalo.
Cerró los ojos cuando entró y aspiró el aroma. Se mordió un labio y lentamente fue abriendo su mirada, viéndole.
Sonrió y avanzó despacio hacia él.
- Buenas noches. - susurró.
Su mano acarició la tapa negra del piano y ladeando la cabeza, clavó sus ojos en sus ojos.
El Slytherin, con una camisa blanca y sus pupilas grises brillando, más parecía un ser bajado del cielo, que un alumno desvelado.
- Llegaste al fin.
- ¿Creíste que no lo haría? - dijo mordiéndose el labio inferior.
- Siempre supe que vendrías, pero eso no me impidió impacientarme.
Hermione, esbozando una alegre y hermosa sonrisa, desde el fondo de su corazón, se acercó hasta donde Draco estaba sentado.
- Que poca paciencia... - murmuró con los labios juntos, haciendo un pequeño morrito.
El rubio la observó con descaro y picardía, para terminar suspirando, con una mueca extraña, una mueca enamorada:
- Que bonita que eres.
Dejándose caer lentamente, sus brazos se recolgaron en el cuello del pianista.
Hermione entornó los ojos en un gesto dulce.
Se besaron, deleitándose el uno con el otro, tiernos, apasionados, enloquecidos. Sus rostros se rozaron, apenas lo suficiente para aumentar esa llama que anidaba en sus corazones. Esa cercanía demente, ese contacto candente, ese fuego, esa llamarada, aquel volcán en erupción continua.
La pestañas de ella le hicieron cosquillas en las mejillas. Le acarició el cabello, tan lleno de rizos, tan suave, tan perfecto, tan perfecto como ella misma.
Sopló en su frente:
- Je t' aime.
La prefecta al oír su voz, sus palabras...su cuerpo se sobrecogió, lleno de un escalofrío eléctrico, electrizante...que hizo a su piel temblar, a sus piernas flaquear, a su sangre derretirse...a su corazón estallar.
- ¿Qué?
Se levantó un poco, mirándole fijamente, un poco confusa.
- ¿Qué has dicho?
Sus ojos revoloteaban por todo el rostro sereno de aquel hombre que yacía sentado con una pierna apoyada en la balda del sillín y otra apoyada firmemente en el suelo. Las manos expertas en el arte de crear música, apoyadas en los músculos de sus piernas...
Y aquella mirada gris hielo, gris tentación, gris paz, gris pasión....sus escudos plateados clavándose en sus pupilas marrones. Tan tranquilo, tan sagaz...
Y mientras, ella, sentía que iba a desmayarse de un momento a otro, que toda la emoción se concentraba en su garganta y que iba a llorar, que iba a morir en un mar de lágrimas saladas, todas por sus sentimientos, alegría, llorar de felicidad.
Pasaron unos segundos eternos, uno tras otro, sin ninguna palabra, tan solo esa mirada, esos ojos y esa emoción.
Entonces, entre la tensión, Draco arqueó una ceja sensualmente, como si fuera lo más gracioso del mundo, sonrió. Dibujó una amplia y sarcástica sonrisa en sus finos labios.
La vela flameó. Era la brisa que la movía. Era el viento. Era el aire que salía de su garganta.
La morena no dejó de mirarlo y de pronto, se sintió estúpida. Una sensación de furia. Quería golpearle y dejarle inconsciente.
¿Por qué le hacía sentirse así? ¿Por qué si nunca le había gustado hacer el ridículo, hacia cosas estúpidas con él? ¿Por qué? Dicen que el amor es ciego...¿también es idiota?
- Lo es. - dijo en voz alta, respondiéndose a sí misma.
Entonces, tapándose la boca con las manos, arrugó el ceño y gimió molesta.
- ¡Estúpido! - chilló.
El rubio comenzó a reírse, delante suya. Hermione sintió furia creciendo dentro de ella.
- ¿Quién te crees? - dijo molesta, poniéndose las manos en las caderas.
Él siguió riendo a la vez que la miraba divertido.
- ¿Sabes? - calló de pronto, sin perder la sonrisa.
Alzó un dedo y le tocó la mejilla ardiente. La observó, mirando sus ojos cargados de ira.
- Estás preciosa cuando te enfadas.
Y antes de que ella pudiera reponer nada, se levantó súbitamente y su mano se deslizó detrás de su nuca, atrayéndola hacia él.
La besó frenético. Y el enfado se esfumó como una tonta rencilla, peleas de enamorados sin importancia. Cosas que con besos era muy fácil arreglar.
Le faltaba el aire. Se separó y volvió a mirarla.
Hermione agudizó la mirada y negó con la cabeza.
- No todo se arregla con besos, rubito. - dijo fingiendo enfado.
- No todo, pero casi.
- Nunca cambiarás. - suspiró ella.
- Quizá no...o...quizá sí.
Un piano, un sentimiento, una locura, dos personas, dos corazones, un solo latir, un beso, dos besos, mil besos...
Tu calor, mi calor, mi emoción, tu emoción, mi verdad, tu verdad, nuestra verdad...nuestro amor.
Se levantó con ganas de verle. De besarlo, de verle sonreír y que sus ojos grises se cerraran, perdiéndose en su cabello rizado. De oler su perfume caro y a la vez, ese particular aroma a tierra mojada, a vida, a hierba fresca, a brisa.
Y sonrió al espejo, ese espejo maldito que tantas veces la había visto sufrir y en un silencio escalofriante, había callado sus penas...ahora solo podía callar su felicidad desorbitante.
Armonía consigo misma.
Se quitó la ropa distraídamente, canturreando las melodías que aquella noche sin fin habían tocado, abrazados, entre besos y caricias, en susurros y risas, entre sonrisas y miradas.
Abrió el grifo y se metió dentro de él. El agua le cayó en el cuerpo y la hizo estremecerse. Sola en aquella ducha se sentía la mujer más dichosa de la tierra.
¿Por qué? ¡Porque estaba enamorada! Quería gritar.
¿Por qué? ¡Porque era feliz! ¡Muy feliz! ¡Inmensamente feliz!
¿Por qué? ¡Porque él existía! ¡Porque el mundo era grande! ¡Porque amaba y era correspondida!
¿Por quién? Por él, por el pianista, por Draco Malfoy.
Sus brazos alzados sobresalieron de la cortinilla blanca que la separaba del vestuario de chicas. Se cogió el pelo con una mano, estirándolo, sintiendo como el agua que había absorbido, lentamente, caía sobre su espalda.
Se mordió el labio, imaginando que él la besaba de nuevo, que su boca se llenaba de calor, de su aliento de menta, de sus labios de fuego.
Se tocó el cuello y los hombros, sin perder la sonrisa, imaginando que eran sus manos que descendían por su cuerpo, sus uñas finas acariciaron la piel secreta, acariciaron sus senos redondos, la curva de su cinturita, sus caderas, sus piernas....
Dio una vuelta sobre sí misma, derramando el gel de melocotón en su piel, haciendo que una fina espuma blanca le cubriera.
Y de nuevo esa emoción, esa felicidad armoniosa. Quería gritar, cantar...
" Desnuda sobre la tierra,
respirando soles."
Sonrió. Se sentía grande
" Flotando en la hierba,
todo gira."
El mundo giraba, la felicidad. Todo tan hermoso...
"La lluvia como tus manos,
corre sobre mí."
La lluvia, las gotas de agua de la ducha, corriendo sobre ella, como las suaves manos del pianista acariciando su faz, sus labios, su cuerpo...todo suyo."
"Desborda mi cuerpo,
como un río."
Y nuevamente, lo conseguía, desbordarse como río, todo su cuerpo, culminado en felicidad, en alegría. Era dueña de todo...era suyo, el mundo y su corazón.
"Estoy pegada al suelo
y parece que vuelo...
me voy lejos."
Volar, volar....lejos...
" Y sé que estoy a punto,
de tocar el cielo,
como un ave,
que pasó..."
Tocar el cielo, llegar a lo más alto de todo...llena de felicidad, como un pájaro volaz, volar y volar....y tocar el cielo..
" Colgada en una nube,
como un astronauta,
mi cuerpo, sube..."
En las nubes, como aquellos hombres del universo, que su cuerpo flotara, sin ninguna gravedad.
"Perdida en el espacio,
persiguiendo aquel cometa,
que una tarde tu recuerdo se llevo."
Perdida, persiguiendo esa estrella fugaz, ese recuerdo maligno, olvidarlo....ya era feliz...tan feliz
"Mirándome en las alturas,
desde este lugar,
todo el universo,
en mi alma."
En lo más alto, con lo más grande, con la felicidad más enorme. Su alma, el universo, las estrellas, la luna, la música, el piano...el amor.."
"Estoy pegada al suelo
y parece que vuelo,
me voy lejos.
Y sé que estoy a punto,
de tocar el cielo,
como un ave,
que pasó,
colgada en una nube,
como un astronauta,
mi cuerpo, sube, sube,
perdida en el espacio,
persiguiendo aquel cometa,
que una tarde tu recuerdo se llevó."
Y gritó, gritó con su felicidad en su canto, en el grito de libertad, belleza, verdad...y amor..
"No sé cuántas lunas,
pasarán sin verte,
un misterio galáctico,
constelación,
el secreto de Orión."
¿Quién sabe cuántas lunas...? Solo las estrellas, solo las constelaciones, ese secreto que escondía Orión. Sonrió.
" Sobre la hierba,
bañada de sol...."
El agua por todas partes la hacía sonreír, era tan feliz...era, feliz...simplemente, feliz
" Estoy pegada al suelo
y parece que vuelo,
me voy lejos.
Y sé que estoy a punto,
de tocar el cielo,
como un ave,
que pasó,
colgada en una nube,
como un astronauta,
mi cuerpo, sube,
perdida en el espacio,
persiguiendo aquel cometa, que pasó....."
- ¿Hermione?
De pronto, su voz se apagó. Cerró el grifo y cogió su toalla, envolviéndose en ella.
- ¿Eres tú?
Corrió la cortina y se revolvió el pelo. Sus mejillas estaban sonrosadas.
- Buenos días, Ginny. - sonrió, tímida.
- Hola... - murmuró la pelirroja, aún un poco dormida. - Oye, he escuchado algo. Como a alguien cantar...
- Ah, ¿sí? - dijo falsamente despreocupada. - ¿Aquí?
Lavándose la cara, la Weasley asintió.
- No escuché nada...
- Que raro. - se encogió de hombros. - Voy a bañarme...
- De acuerdo. Yo...tengo que vestirme.
- Nos vemos en el desayuno.
- Hasta entonces.
Y caminó, cogiendo su ropa, de nuevo a su habitación. Sonriente, feliz, enamorada.
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Draco Malfoy silbaba alegremente colocándose bien la corbata frente al espejo de su habitación.
La vería, de nuevo, solo para él. Besar sus cálidos labios, sentir su olor, sus rizos, su piel, su voz, sus ojos...
Silbó, feliz. Ahora solo Hermione Granger ocupaba sus pensamientos.
Casi saltando bajó las escaleras de la sala común y, algo contrariado, se encontró con Blaise Zabinni sentado en un sillón.
- Que alegre te ves esta mañana, Malfoy. - murmuró el moreno de ojos verdes levantándose instantáneamente.
- Vacaciones, Blaise.
Comenzó a ponerse un poco más serio, aunque no pudiera ocultar su felicidad, de todas maneras.
Ambos Slytherins salieron de las mazmorras, destino del gran comedor.
Mientras Draco, con las manos en los bolsillos y la mirada altiva caminaba, su amigo fruncía el ceño respecto a la extraña actitud del buscador.
Al pasar por delante del pasillo que llevaba al gran salon, varias miradas se posaron en ambos chicos, sobre todo una muy interesada en el rubio de ojos grises. Una mirada azul, anhelante, deseosa de que esa alma libre fuera suya. De ser la envidia de todo Hogwarts, que todos dijeran, esa es la novia de Draco Malfoy.
- Pansy. - sonrió Zabinni al verla.
Pero ella apenas lo vio, solo miraba al rubio. Sexy con aquel cabello rubio despeinado, con aquella sonrisa de bandido, aquellos ojos alegres, aquella túnica desabrochada con descaro, ese nudo sensual de corbata...
- Hay cosas que sin embargo, no cambiarán. - suspiró el buscador.
- ¿Lo dices por Pansy? - dedujo Blaise.
- Correcto. Pero, ¡bah! ¡Qué más da ella!
- Es realmente hermosa y apetecible, Draco. Y está loca por ti. No te entiendo...¿por qué...?
- Simplemente, no me atrae, Blaise. No me gusta. - dijo tajante. - No es mi estilo.
- ¿Y cuál es tu estilo, entonces?
- A mí... - caviló. - ....me van las morenas.
Zabinni se quedó anclado en el lugar, suspirando, casi enfadado.
Pero Draco estaba dichoso, dichoso de que ella existiera.
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Quiso ignorar su mirada y prestar atención a sus amigos, a Ginny, a Lavender...Pero no podía y tenía miedo de que se notara, de que alguien lo descubriera.
Pero, no podía evitar clavar la mirada en esos ojos grises, descuidadamente, por accidente o simplemente, porque sí.
Se estremecía. ¿Cómo no notar que el pulso le temblaba?
Bebió de su zumo de naranja y se mordió el labio, rodando los ojos y notando como brillaba su cabello platinado o qué sagaz era su sonrisa.
Y él, no se quedaba atrás.
La estúpida Parkinson no le quitaba ojo. Y él, no le podía quitar ojo a la morena que estaba a metros de él. La morena que nerviosa y con una sonrisa fugaz hablaba con sus compañeros.
Lo miró, la miró, se miraron.
Draco se metió un dedo en el hueco de la corbata. Sentía un leve calor, la necesidad de besarla lo mataba, la necesidad de estar junto a ella, un minuto, dos...lo suficiente como para que su deseo por fin callara.
Pero demasiado rápido, ella desvió la mirada hacia el chico que estaba a su lado. Ron Weasley.
"Estúpido Weasley.", pensó, malhumorado.
Hermione sonrió, complaciente y entonces, Draco miró al pelirrojo. ¿Qué era aquello? ¿Por qué le brillaban los ojos al hablar con ella? No podía ser. Volvió a mirarla a ella y de nuevo a él.
Conocía esa mirada. Era su misma mirada, la misma intención, el mismo sentimiento.
Estaba enamorado de ella. Maldición.
Apretó el puño debajo del mantel, sin embargo, unos ojos verdes enseguida se dieron cuenta. Ágiles y rápidos. Letales.
Se apresuró a desviar el gesto cogiendo una galleta y mordiéndola con furia. Miró al mantel.
Blaise Zabinni dirigió su pupila verde hacia la mesa de enfrente. Hacia aquella prefecta de cabellos castaños, morena, que sonreía nerviosamente. Volvió a mirar su amigo.
¿Podría...?
Draco nuevamente la miró, despacio y distraído. Entonces, ella clavó su mirada en la misma dirección. Suficiente para indicarle hábilmente que saliera.
Una palabra bastaba: piano.
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La arrinconó contra la pared y la besó con pasión, apretando su cuerpo contra el suyo.
Hermione colocó sus manos sobre las del Slytherin. Intentando controlarlo, intentando controlarse.
Sin embargo, no pudo evitar el gemido que su fuerza le arrancaba. Subió las manos y poniéndolas en el pecho del rubio, lo separó, centímetros, suficientes para respirar de nuevo aire.
Sus respiraciones chocaron, frente contra frente. Sonrieron.
- Buenos días, al menos. - rió la Gryffindor.
- Buenos días.
Enredó los dedos en sus rizos, un poco mojados.
- Mmm...¿melocotón?
Hermione le besó, dulcemente.
- He soñado contigo.
- ¿Sí?
- Sí. - sonrió más dulce aún.
- Para ti no debe ser novedad que sueñe contigo.
Otro beso. Premio. Felicidad.
- Te quiero.
Un beso más. Una felicidad aún mayor.
Apoyó su cabeza en el cuerpo de Draco y suspiró. Él la abrazó, protector.
- ¿Irás a Hogsmeade esta tarde? - preguntó Hermione, esperanzada.
- Claro que sí, pequeña.
Sonrió.
- ¿Nos veremos allí?
Asintió.
- ¿Dónde?
- ¿Dónde quieres tú?
- No tengo muchos sitios donde elegir...¿no?
Palabras no pronunciadas. ¿Para qué? No, no se rompería la felicidad así. No.
- No te preocupes. Ya veremos allí. ¿De acuerdo?
- Está bien.
- Amh....he estado observando hoy... - dijo inseguro.
- ¿Qué?
- A Weasley.
- ¿Qué pasa con Ron?
Hermione levantó la cabeza del pecho del Slytherin y le miró, sin comprender. Con los labios curvados. Draco los acarició con un dedo.
- Pues...- sonrió malicioso. - tiene un pequeño problema.
La expresión de la Gryffindor se hizo de preocupación. Ladeó la cabeza, esperando que le contara. Sin embargo, Draco la hizo esperar.
- Dime. - le apresuró la morena. - Dime, ¿qué le ocurre?
Entonces, Draco arqueó una ceja. Disgustado.
- ¿Te preocupa mucho lo que le pase a ese imbécil? - dijo con un extraño tono.
- ¡No le insultes! - exclamó. - ¡Es mi amigo!
- Eso no quita que sea un estúpido perdedor.
Hermione cogió aire y lo vio con expresión molesta. Con ambas manos lo empujó, quitándolo de delante.
- No te voy a permitir que insultes a Ron, Draco. Él es mi amigo y lo quiero. No tienes derecho a...
- ¿Lo quieres?
- ¡Por supuesto! - dijo abriendo los brazos.
- ¡Más qué a mí?
Hermione pestañeó.
- ¡Tonto!
Avanzó hacia Draco, vuelto hacia ella, con cara de enfado y duda.
Lo cogió por la cara y lo besó. Él se agarró a ella por su cintura y de pronto, la separó.
- No me has contestado... - gruñó.
La morena sonrió y rió, besándolo de nuevo, abrazándolo.
- Te quiero, Draco Malfoy... - le susurró en el oído. - más que a nada ni a nadie en este mundo.
El rubio no supo que hacer. Le acarició la cintura y la espalda.
- Vos amo.
Y sin darle tiempo a respuesta alguna, la cogió del rostro, suavemente y volvió a besarla.
- Tenemos que irnos. En la noche...
Ya lo sabía. La noche, su oscuridad y su silencio, era su refugio, el único momento en el que no había que esconderse, sino que la propia noche se escondía en ellos, haciéndose luz.
- Volveremos.
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Salieron fuera, primero Hermione.
Sentía la voz de Draco en su oído. ¿Vos...a..?
No se atrevía ni a pensarlo. Imposible. La boca le ardía. Aún sentía sus labios posados allí. Como nunca nadie lo había hecho.
Perdida en sus pensamientos, oyó la voz que decía su nombre detrás suyo. Se volvió ligeramente y sonrió, levemente.
- Ron, - dijo colocándose un mechón de pelo detrás de la oreja. - ¿qué haces aquí?
- La misma pregunta iba a hacerte yo. - rió el pelirrojo.
- Yo... - pensó ávidamente. - solo quería dar un paseo. Fuera hace frío.
- Igual que yo, entonces.
- Sí, igual.
¿Qué le ocurriría a Ron? Frunció el ceño. Se veía perfectamente. Jovial y alegre, como siempre. Con aquellos ojillos azules fugaces, aquella media sonrisa, aquel gesto tímido y agitable. Siempre él.
- ¿Estás bien? - le preguntó mientras le miraba.
- ¿Yo? - se encogió de hombros. - Claro, como siempre...
Un tono de duda se escuchaba en la voz del guardián. Hermione sonrió y con un dedo, le tocó la mejilla.
- Ronnie, Ronnie...
Él se limitó a mirarla, un poco confuso, sin saber qué hacer. La prefecta no lo notó pero los carrillos se le sonrojaron. Y los ojos, le brillaban.
Sin embargo, ella no veía nada más allá de su gran amistad de tantos años. Esa amistad que quería conservar eternamente.
- Vaya, vaya....vaya....qué tenemos aquí...
Le golpeó ese tono, conocía a su dueño, conocía sus miradas, era dueña de sus caricias...y de su secreto.
Se mordió el labio, no quería mirarle fijamente, tenía miedo de delatarse frente a su amigo.
- Lárgate, Malfoy. - dijo secamente.
- Granger...¿desde cuándo...?
Entonces, lo esperó.
Esperó su comentario hiriente. Esperó la frase que le haría daño. La burla, el insulto, la broma o la bellaquería. Lo esperó pero...no llegó.
Entonces, en su interior, algo se revolvió. Algo inquieto y a la vez, algo hermoso que despertaba riendo feliz.
Algo había cambiado. Esa palabra prohibida había muerto. Todo había cambiado.
Para Hermione, aquello significó algo. Había cambiado algo en su interior, hacía ya mucho tiempo pero, ahora, en el interior de Draco Malfoy, también algo había cambiado.
Sonrió levemente y miró a Ron. Infinitamente mentirosa, infinitamente feliz.
- ¿...me escuchas?
El pelirrojo giró la vista hacia el Slytherin y furibundo le clavó sus ojos azules.
- Increble, Malfoy. - suspiró Hermione. - Flaqueas.
Comenzó a caminar con la cabeza bien alta, sin mirarle, sin enfrentarse a sus pupilas grises pero, feliz, muy feliz. Y satisfecha, muy satisfecha.
- Obicham te.
Paralizada. Abrió la boca y no articuló palabras.
"Obicham te", ¿dónde había oído aquello antes? Lo había oído. Podía escuchar en su cabecita enamorada las palabras dando vueltas y vueltas y entre sus pensamientos, entre sus recuerdos, aquellas palabras, oyéndose fuertemente.
Pero...¿quién las había pronunciado antes?
- ¿Qué dijiste estúpido hurón? - gritó una voz a sus espaldas.
- Uh, qué miedo, el pobretón se está enfadando. - habló nuevamente el rubio con tono socarrón.
- Reza para no verme enfadado...
- ¿Y sino qué?
- Ron, basta, déjalo...
- Te romperé la cara, maldito...
- Atrévete, sucio pobretón.
- Maldito mortífago...
Un crujido, un doloroso crujido se oyó a quilómetros de allí.
Hermione se giró, tarde.
Draco Malfoy alzaba la varita en dirección al pecho del pelirrojo. Su brazo, su mano y su labio, temblaban. Trémulos como su corazón. Y su amigo, valientemente, sin hacer nada, desafiaba su mirada.
Ante sus ojos, dos hombres. Su mejor amigo y el hombre que le había robado el corazón. Dos personas claves en su vida. Dos personas que la amaban con locura.
- ¡Basta! - gritó. Pero ninguno la escuchó.
Malfoy siguió apuntándolo sin retroceder y Ron siguió impasible, retándole.
Entonces, se metió en medio de ellos. Con su cuerpo hizo de escudo, colocándose delante de su amigo.
Y entonces, ella y él se enfrentaron.
Miedo, locura, nervios...demasiadas emociones.
- Baja la varita. - dijo firmemente.
- Hermione... - murmuró Ron haciendo ademán de que se quitara.
- Apártate. - le ordenó Draco.
- ¡No! - gritó ella de nuevo.
Blanco contra negro, poder contra poder, fuego contra hielo...en una misma maldición. En un mismo ser.
Vaciló. Ardía de ira.
Pero ella, estaba allí y se lo suplicaba con la mirada. Le suplicaba que no le hiciera daño a su amigo. Lo suplicaba que lo hicera, por ella.
- Ich liebe dich... - murmuró. Hermione no lo entendió.
Cerró el puño y, finalmente, su brazo cayó.
- La próxima vez no tendrás tanta suerte, te lo advierto, Weasley. No estará tu...
La miró. Era tan hermosa. Y...era suya. Aunque a los ojos de los demás nada fueran, en el secreto de la noche, era suya, solo suya. Aunque nadie lo supiera, él lo sabía y ella, también.
- ...amiguita para defenderte. Así que, cuídate.
Una última mirada para ella, un desafio para él.
- Te estaré esperando, Malfoy. - exclamó Ron.
Y se marchó, furioso y lleno de dolor. Ahora lo recordaba, gracias a el Gryffindor, volvía a recordar su destino, volvía a recordar que, tarde o temprano, tendría que hablar con Hermione y, confesárselo.
Que en apenas dos meses tendría que convertirse en mortífago, que en apenas seis meses...abandonaría Hogwarts y, nunca jamás, volvería a ver a Hermione.
Nunca jamás.
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¡¡¡¡Hola a tods!!!!
¿Qué tal mis bells florecills? :D Jeje, bueno, a a hablar.
El capítulo en realidad no iba a terminar aquí pero bueno, las circunstancias me llevaron a ello. Llevo mucho tiempo intentando planear y hacer el capítulo pero, entre que no tuve mucho tiempo, ni siquiera ganas ya que "inspiración" está también de vacaciones, parece...una cosa y otra...tan solo tenía escrito esto y un poco más y hasta donde quería que llegase...faltaba demasiado.
Lo que iba a hacer que hasta un par de semanas...no actualizara.
Por lo que...¿qué preferís? ¿Un capítulo muy largo o dos capítulos normales? ;) Pues ahí queda
Espero que os haya gustado. El título, "Mentirosa", hace clara referencia a la actitud de Hermione. :D Qué bien finje delante de sus amigos...:P Aunque a veces, ella misma se delante con su felicidad
1. La canción es "El secreto de Orión" de Cristina del Valle. (La chica de "Amistades peligrosas") Es una canción que me pone de muy buen humor y muy positiva. Me gustaría mucho que la escuchárais.
2. El aniversario de Hermione y Draco, por tanto, es el día diecisiete. :D ;)
3. Nadie duda de la mutua atracción entre Ginny y Harry...¿pasará algo entre ellos?
4. ¿Podrán Draco y Hermione ocultar su relación sin que nadie se entere?
5. ¿Qué os parece el nuevo "poder" de Harry? Tan solo es parte de su preparación especial. No en vano, tiene que prepararse para la lucha contra Voldemort...
6. Un nombre, Blaise Zabinni. Solo quiero que penséis en él...porque, dará que hablar
7. Esas palabras y frases raras de Draco, ¿qué se deben? ¿Qué significan? (Estrella estelar del capítulo catorce )
No se me ocurré nada más que deciros.
¡Por favor dejadme vuestros comentarios y opiniones! Son muy necesarios para mí. Con unas palabritas ya me hacéis inmensamente feliz. :( Por favor!! :D
Os veo en el siguiente capítulo! O en "Prisionera de un sangre limpia".
Mil besazos! Sed felices!
Os quiere:
Lira Garbo
Hoy
Gloria Estefan
"Tengo una huella perdida,
entre tu sombra y la mía,
que no me deja mentir.
Soy una moneda en la fuente,
tu mi deseo pendiente,
mis ganas de revivir.
Tengo una mañana ajustante,
y una acuarela esperando, verte pintado de azul,
tengo tu amor y tu suerte y un caminito empinado...
tengo el mar del otro lado, tu eres mi norte y mi sur.
Hoy voy a verte de nuevo,
voy a envolverme en tus ropas,
susúrrame en tu silencio, cuando me veas llegar.
Hoy voy a verte de nuevo,
voy a alegrar tu tristeza,
vamos a hacer una fiesta
pa' que este amor crezca más."
