El pianista

Contestación a reviews

Firenzo: Wola chelito!Jejeje, ya puedes hacer hueco y leerte el fic entero XD Bueno, la verdad que tú tienes algo que yo no tengo y yo tengo algo que tu no tienes. No soy capaz de hacer reír como tú lo haces ni tú eres capaz de ponerte en serio en nada que escribas.Cada uno tiene su talento Muchos besotes!

Sweet-ally: Wola mi niña! Weno, pues fuiste la primera teóricamente, del capítulo dieciséis ;) Jeje, sobre el capi. Parvati resultó rencorosa, dices. No sé, yo creo que cuando una se enamora y, por alguna razón, le ocurre algo doloroso, solo busca culpables para justificar su dolor y, algo parecido es lo que ella ha hecho. Culpa a Hermione de que Ron no la quiera. Te quedaste picada cuando Draco dijo lo de "Parvati Patil" a Blaise. Mmm...lo dijo por pura coincidencia, es decir, el primer nombre que se le pasó por la mente. Y Draco, el pobre...primero la espera y ella no llega, luego la ve triste y luego no puede hablar con ella porque está Ginny...pobrecito. Hermione está desesperada y, como tú dices, le vendría bien desahogarse con alguien. Y sí, Ginny le da la oportunidad pero...eso significaría un riesgo. Alguien más sabría lo del pianista, el secreto sería desvelado. Pues sí, no creo que después de lo que pasó Parvati y Hermione, conviviendo en la misma habitación...no habrá paz. ¡Compadezco a Lavender! Jajaja, pues sí, Hermione se enteró del "problemita" de Ronnie, jajajaja. Nos vemos por el msn, linda! Mil besotes!

Lelekasha: Wola mi niña! Muchas gracias! Me alegro de que la conversación entre Ron y Parvati te haga sentir sus emociones porque así puedes entenderles y ponerte en su propia piel. Jajajajaa, muy muy buena tu pregunta. Tu crees que...Ron borracho, Parvati enamorada...¿tú crees que ha tomado muchas precauciones???jajaja, respuesta: no. Espero que no pienses que yo (Ángel Lira (A)) voy a provocar algo...¿no?Jejeje, mil besotes!!!

Andrea Malfoy2: Wola preciosa!Muy bien!Cansada por el instituto pero, bien Aquí de nuevo. ¿Y tú? Pues sí! La canción de "Amo" era lindísima, uff, se me están acumulando las canciones, jijij. Pues sí, sé que quedó un poco tristón el capítulo pero...así se desarrolla la acción, primero, todo incertidumbre, luego amor, luego tristeza...¿qué será lo siguiente? A Parvati le ha tocado vivir algo muy duro, se ha enamorado y le han roto el corazón. Exacto! Debería odiar a Ron!Pero no! Descarga toda su ira contra Hermione porque ella es la razón que busca su mente para buscar una justificación, para pensar que Ron no es el malo, sino Hermione. Y con el odio que la tiene, si descubre lo del pianista...imagínate. Pues la canción de Luis Fonsi siempre me ha gustado mucho y creo que tmb me la recomendaron varias y al fin me decidí a incluirla, por los sentimientos de Parvati. Jajaja, ok, en este capi pondré más escenas de Draco y Herm, ¿sí? Gracias por tu apoyo!Ya sabes que estoy para aclarar todas tus dudas!Miles de besos!!

Kiara McGonagall: Wola mi lokilla!Te extrañaba! (K) (Para variar...lo nuestro es amor...¡De amigas, eh! Jajaja) Weno, al caso, jajaja, gracias por felicitarme. No me lo creo ni yo, seis meses ya con "El pianista", jeje, "nuestro niño" se hace mayor :'( (Lagrimones) El curso...buf...dicen que tercero es muy fácil..¡mentira! Tengo un examen de cuarenta páginas, buahh! Voy a morir! :'( Esperó aguantar! Pues el tiempo lo saco...de debajo de las piedras, jeje. Después de comer, antes de hacer deberes, por la noche antes de acostarme, en un hueco de inspiración...pero...es duro porque me gustaría dedicarle más tiempo y realmente, no puedo. Jajaja, pues sí, Zabinni solito va a delatar sus "intenciones". Pues sí, lo que tú dices que le ocurrió a tu amiga. Ella está hecha polvo y en vez de caer en (anorexia, suicidio...) lo que hace es acumular su odio contra Hermione y que ella sea su blanco. Eso tampoco está bien. Pero cuando uno está triste y cegado por el odio, la rabia y el dolor, es muy difícil que sea capaz de reaccionar y razonar. Pues a mí Ron me cae muy bien desde siempre aunque al pobre siempre le toca lo peor, ser el tercer pico de un triángulo amoroso y quedarse sin nada. Además, no sabe aprovechar lo que tiene a su alrededor (Parvati) y se centra solo en Hermione, algo casi perdido. Si supiera lo de Draco...¿Mi pianista utilizar a Parvati? XD XD Mi pianista está loco por su musa particular No le hace falta nadie más. Solo cogió a Parvati al azar para poner una excusa a Zabinni. Sobre Ginny. Weno yo creo que amigas como ella, pocas, poquísimas, casi ninguna. Te digo por qué. Si tú tienes un novio y le quieres mucho normalmente te "olvidas" en parte de tus amigas y centras tu atención en él y más todavía si no vais a la misma clase y tenéis solo ocasión de veros en el recreo (véase pasillos o Gran Comedor) entonces...si tu amiga tiene un problema, normalmente ni lo notas, estás pensando más en ti, egoístamente, que en nadie. Es típico y normal pero, no es justo. Así que creo que fue muy bonito que le diera su apoyo y más aún, pasando de Harry (Jaja, pobre) y centrando su atención en que Hermione estuviera bien. Jajaja, mu weno. Pobre Draco, se recorre medio Hogwarts y va y se topa con Ginny XD no sé si lo habrá notado, extraño es pero como Malfoy no le dio a entender nada con Herm... Weno, tus preguntas serán contestadas (algunas no :P) y tranqui, pondré yo misma preguntas en este, jejeje. Muchos besotes mi niña!Sigue así y cuídate!Sé feliz!

Dark Raxiel: Wola wapetona!Jejeje, vaya...te dejé sin palabras. No sé si eso es bueno o malo Gracias! Pues la verdad que para triste "Prisionera de un sangre limpia" y este capi XD Pero weno, ya sabes que a mí me va el romance :P Po zi, Draco fue corriendo para hablar con ella y al final, se quedó con un canto entre los dientes XD las ganas. Bueno, Parvati de mala...mm...hay muchos malos en la historia pero de todas maneras, la historia no va de los buenos y los malos, hay personajes, la mayoria, que son de ambos bandos y todas las personas lo somos. Draco no es malo pero tampoco es bueno. Ron no es bueno pero tampoco es malo. Parvati, Pansy, Hermione...todo va regido por los sentimientos y los propios intereses. Como ya te dije, no hay ni buenos ni malos. Solo personas con intereses distintos. Jajaja, qué bueno xD la Bella Durmiente, sí, cuando la maga negra empieza a maldecir a la Aurora, nop? Jiji (Momento Disney ) Mmm...Parvati con Ron, ains, creo que no me leéis con detenimiento...nop, nop...Pues a ver si me centro con Prisionera que va muy atrasada, la empecé antes de "El pianista" y va 8 capis por detrás XD Aunque también este fic es más fácil de escribir. Ni punto de comparación. Weno mi niña, mil besos, sé feliz!

Rakel: Wola wapa!Asias!Jajaja, pues sí, Ron tuvo "poco tacto" al decírselo bruscamente pero a mi modo de ver, eligió la opción correcta. No sirven de nada las mentiras. Acaban descubriéndose y al estallar es peor. Pues como dije, Parvati busca en Hermione una culpable de que Ron no la ame. Es solo una salida. Culparla a ella libra a Ron de todo. Pues sí, si Draco y Herm, los pobres, no tenían ya suficientes problemas se le suma otra más XD Están malditos. Bueno, pero es que si Parvati los delatara y fueran "libres para quererse libremente" tendrían dos problemas encima. ¿Olvidas a Lucius Malfoy y a Lord Voldemort? Es más...creo que te olvidas de lo más importante. Draco va a ser mortífago y los mortífagos matan sangres sucias. Muchas gracias por tu apoyo!Muchos besos!

Ayda merodeadora: Wola mi niña!Gracias!Pobrecita Parvati, xi :( Jajaja, sí, en este capi todos merecen nuestra compasión. Jajajaja, ¡Ron! Ángelito, no es malo...solo siente lo que no debe sentir. ¿Nunca te pasó?Sí, Ginny estuvo en medio cuando menos venía a cuento. Pero bueno, su intención era buena, apoyar a Herm para que no estuviera tan triste. Weno preciosa, espero verte en el siguiente.Besotes!

Kailey Hamilton: Hola preciosa! Jajaja, a mí me encantan los reviews largos :D Y cortos XD Pero weno, como sea, gracias por dejarlo. :) ¿Muy real el capi? Es que yo creo que todos hemos sentido odio como Parvati y miedo como Hermione, felicidad como Ginny, incertidumbre como Draco, sospecha como Zabinni...son sentimientos reales que día a día vivimos nosotros mismos. Por eso no me extrañaría que más de uno se sintiera identificado con algún personaje. Jajaja, ni yo, que soy la autora puedo obligar a Ron a amar a Parvati, ese sentimiento debe salir de él..solito. Jeje, en este habrá más D/Hr, ¡paciencia! Jajaja, po zi, Laven y su sueño angelical XD y Ginny y su ironía con el pobre Draco, algo de risa....entre tanto Drama Mil besotes loka!

Karon: Wola wapa! Cansada toy, jeje, pero bien y tú?Gracias! Pues sí, Parvati no se merece lo que le ocurre pero tampoco Hermione se merece ser el blanco de su odio. Jajaja, pobre pianista...se nos muere de pena como no la vea. A ver, a ver....la situación tiene que mejorar para que ellos se sientan felices...a ver qué ocurre... Me alegro muchísimo de que "El pianista" sea uno de tus favoritos y más aún de que te guste tanto! Weno preciosa, mil besazos!

Icee Queen: Wola mi niña!Pues sí, la verdad que el capi salió muy triste pero, así es la vida. Y día a día ocurren cosas de estas a nuestro alrededor, no está lejos de nosotros. Espero que no te entristezcas, ¿sí? :) Piensa en que todas las casualidades han hecho que esto vaya así Weno mil besotes! Cuídate!

Krlota Riddle: Wola linda!Gracias!Ooo...qué pena :( Sentir el dolor del amor no es nada bonito pero...bueno, un filósofo dijo una vez que "La vida es dolor" y, quizá no iba desencaminado. Sufrimos desde que nacemos y hasta el día de nuestra muerte pero, ¿ese sufrimiento no nos depara también felicidad? ;) Pues sí, Herm es muy lista, no te lo niego pero...sobre Ron, es su amigo y mira, yo me reflejo en ella. Tenía un amigo que estaba enamorado de mí y yo ni lo sabía ni me daba cuenta hasta que un día me lo dijo una amiga y yo me quedé : Sin poder creerlo, te aseguro que puedes confundir en muchas ocasiones lo que tú solo crees que es amistad por un amor oculto. Y sobre los "Te quiero" de Draco, algunos sí los interpretó bien pero otros...ni se coscó Puedes ser muy lista pero también puedes tener errores. Muchos besos!

Amyingrid: Wola wapetona! De nada! Espero que te sirva mi consejo para que te envíen muchos reviews en tu fic Gracias! Espero no decepcionarte! Mil besotes!

Luna-wood: Wola mi niña! Jaja, gracias a Dios que no me fallaste. :) Pues sí, la primera vez que haces el amor tanto para el chico como para la chica (más para la chica) es algo muy especial y...Parvati tendrá ese recuerdo en su cabeza para siempre. El recuerdo de que fue un hombre que no la quería con quién ocurrió. Pues no, las cosas no volverán a ser las mismas. Como dice El canto del Loco "Nada volverá a ser como antes". Jajaja, sí, este capítulo en vez de "Corazones rotos" debería haberse llamado "Parvati", jajaja. Eso sería arriesgarse muchísimo. Entrar en la sala Gryffindor y en el cuarto y todo...además, Draco nunca entró y se perdería. Wenu, nus vemos preciosa!Cuídate y sé feliz!

Ross malfoy: Wola mi niña! Ays, que me sacas los colores!Jajaja, bueno, eso de poco tiempo...necesito bastante para escribir un buen capi pero me alegro de que te gusten. Parvati en cierta forma me da mucha pena porque ella amaba y le han hecho daño...pero ahora quiere pagar con dolor a una inocente que no tuvo nada que ver y eso tampoco es. Y nuestro pianista, sigue cantando, en soledad. Weno preciosa, espero que te siga gustando!Muchos besotes!

Carlademalfoy: Wola wapetona! Muchas gracias! Lo que más me gusta de escribir y publicar historias son los reviews. La verdad me gratifica y me sube la moral que la gente me diga que le gusta lo que hago. Y por supuesto, vosotras estáis lo primero porque os lo merecéis, el primer puesto porque sin vosotras, mis historias no llegarían a ningún puerto. Weno, me enrrollé, gracias por el review Significa mucho para mí. Sobre el fic: la verdad el capítulo fue muy triste pero no lo pude evitar, tocaba. Parvati intenta buscar explicaciones a su dolor y su rabia y la ha pagado con Hermione ya que por su amor no puede pagarlo con Ron. Me encantaría que me agregaras al messenger, mi dirección de messenger es logarbo ;) Weno y ya me pasé por uno de tus fics! ;) Poco a poco intentaré leer los tres, ok? Mil besazos!

Annie Malfoy Merodeadora:Wola preciosa!¿Qué tal linda?Parvati me daba mucha lástima ya que a mi modo de ver no es culpable de toda la situación y tiene que ser muy duro tener el corazón roto de esa forma. Ahora tampoco puedo justificar su actitud. Hermione no tiene la culpa y no merece cómo la trató. Ahora más que nunca Hermione y Draco están amenazados por muchos frentes, la gente no es tonta y detectan cambios en ambos. Por su bien...que todo siga igual. Jajajaja, jo :( También Lavender y Seamus están bien con su amor, no solo Harry y Ginny. ¿Crees que soy una rompe noviazgos creados por mí? XD Jajaja, weno linda mil besotes y gracias por tu apoyo!

Laloka: Wola loka!;) Po zi, Ron ahora que no se acerque a ella mucho. Jeje, creo que Draco no tendrá mucho tiempo para pensar en Parvati, a veces es mejor pensar y después hablar Qué bien una española por aquí!Jeje, hay bastantes pero siempre me da mucha alegría encontrarme con una paisana :P Yo como ya te dije soy del Sur, Málaga ;) Weno preciosa te dejo, mil besotes y gracias por tu apoyo!

Lara (Larapotter16):Hola guapetona!Me alegro muchísimo de que te haya gustado el capi y de que te vea por aquí, jiji. La verdad que Parvati da pena pero también te da rabia. Lástima porque no se mereció lo que le hizo Ron, se merece que la quieran como ella quiere...pero, Hermione no tiene por qué pagar su sufrimiento. Por eso yo también estoy dividida respecto a ella. Weno linda no me abandones!Mil besotes y gracias!

Hitomi Felton: Wola mi loka!Pobre Parvati pero, Hermione no tiene por qué pagar con su dolor. Ains, los ordenadores están fatal últimamente, el mío ta medio loco, no me deja grabar en disquete y más o menos hace lo que le da la gana XD Tienen vida propia! Weno ya leí "El secreto de los Malfoy" ;) Ya estuve por allí, jeje. Weno wapetona, sé feliz, muchos besotes!

Blakis girl:Wola wapa! No pasa nada, habrás estado ocupada y con el colegio y demás, tienes excusa, jeje, lo importante es que si tienes un huequito me vengas y me apoyes! Gracias de corazón. Pues en el fic: Parvati no se lo merecia pero tampoco se lo merece Hermione. No lo merece nadie pero lo que pasa, pasa. Hay errores que hacen mucho daño. Weno espero estés muy bien!Mil besazos!Sé feliz!

Kimmy Angy:Wola wapa! Gracias! Pues la relación de Draco y Herm iba "bien" y "va" bien, por parte de ellos. Los demás aún no lo saben. Si lo llegan a saber...cambiarán las cosas. Pobre Parvati, me da mucha lástima pero también me da rabia pues ahora descarga su odio en Hermione, eso no está bien. Exacto, la culpa no es de nadie pero los dos que estuvieron allí fueron ella misma y Ron. Weno, me alegro de que te vaya gustando, espero verte más por aquí!Mil besazos!Cuídate!!

Traviesa1500:Wola loka!Gracias!Espero que no deje de gustarte :P Perdona que tarde en actualizar es que últimamente no tengo ni tiempo para respirar ;) Pero weno, siempre sacaré algo para vosotras. Muchos besazos!

NiTa:Wola wapísima!Jejeje, no me llores, eh ;) Oo, esa canción "Puede ser" la quiero incluir aunque no sé si podré :( Pero sino la pondré en las del final. Me encanta, es tan linda (L) "El reloj mueve sus agujas con la misma velocidad, pero, nuestro corazón tiene segundos distintos", muy filosófica, jeje. :) Me alegro de que te guste Made in Lira Garbo :P Weno a ver si nos hablamos por el msn ;) Besotes!

Lucy Weasley: Wola preciosa!Estuve inspirada y actualicé A ver si sigue igual. Jejeje, pobre Harry, siempre lo dejan solito, ya era hora de que tuviera una buena pareja Y Ginny...no es de mis personajes preferidos pero creo que en los libros acabarán juntos ;) Yo creo que Ron escogió la mejor opción porque mentirle hubiera sido incrementar su dolor en un futuro. No se puede vivir entre mentiras. Ron tuvo poco tacto para decirle que no recordaba nada. La remató. Jejeje, pues entonces Lavender, tú y yo dormimos igual XD Po zi! El truco de la almohada...¡Lo fuerte es que funciona!Encima que va a consolar a Parvati va ella y le monta lo que le montó. Pobre Hermione, que desdichada. Ahora Herm sabe lo que siente Ron por ella. Y sabe el resto, también :( Draco super enamorado, ya te digo. El surco de la lágrima, el rojo de su pupila, su sonrisa oculta...que bonito (L) Demasiados ojos por ahí, verde, negro, azul...mm..mezcla interesante Quién sabe las sorpresas que nos traerá la noche. Te quiero mucho!Mi niña sé feliz y cuídate!Besazos!

SumeR :Wola preciosa!Jajaja, me alegro de que te haya gustado. Weno pues sí, Ron y Parvati aclarando las cosas. Unos prefieren las mentiras a la cruda realidad. Pues a mí no me ha pasado nada así, es decir, no me acosté con un chico (nunca :P) y luego me dijo que estaba borracho, que no se acordaba y que lo hizo por despecho. Sí que he tenido desengaños amorosos y por eso puedo expresar el dolor y la rabia de Parvati Yo tampoco creo que "Ojo por ojo y diente por diente" sea la solución. En verdad Draco es todo un romántico, poético, musical y enamorado. (L) Zabinni y Malfoy tienen encanto en sus diálogos A mí tmb me parece bien que Herm confíe en Ginny, necesita a una amiga. Weno guapa, todos mis besos desde Málaga pa' Sevilla ;) Sé feliz!

Nicol Aru: Wola wapetona! Gracias! Pues sí, se nota que Parvati está realmente dolida y planea venganza. Como llegara a descubrir lo de Draco y Herm...su venganza sería...trágica. Gracias por todo tu apoyo en ambos fics. Mil besazos!

Arien: Wola wapa!Gracias! Pues sí, la escena de Ron y Parvati fue muy frustante porque debía de ponerla así, dura, triste muchos sentimientos entremezclados para que no te decantaras por ninguno de los dos...me alegro de que te gustara. Parvati cometió un error descargándose contra Hermione, ella no tiene la culpa. Exacto, tal y como dices, ella no tiene la culpa de que Ron esté enamorado de ella y no de Parvati. En el corazón no se manda. Draquito...pobrecillo...no sabe lo que le espera. Weno espero que nos veamos tmb en "Prisionera de un sangre Limpia", muchos besotes!

PiaGranger: Wola wapa! Jeje, weno, entra en mi planing...sino el fic sería un aburrimiento pero todo poquito a poco :P Ok, yo encantada de que estés también en "Prisionera de un sangre Limpia" Muchos besazos!

Saku: Wola wapetona! Jeje, me alegro de verte de nuevo por aquí después de tanto tiempo! Ya te creía perdida :P Pero volviste! Qué bien! ;) Weno, jeje, ten paciencia, mi ordenador también me da muchos disgustos pero weno, piensa que es peor no tenerlo. Lo importante es que de una u otra manera me sigues apoyando, muchas gracias por hacer ese esfuerzo!Muchos besotes linda!

Kayra: Wola wapísima! Dios, me alegro un montón que la historia te haya hecho sentir muchos sentimientos. :) Espero que sigas por aquí y sigamos en contacto. Y no decepcionarte! ;) Si necesitas ayuda para algo, pídemela ;) Mil besotes!

Monik17: Wola wapetona!Muchas gracias. Creo que en una buena historia se tienen que mezclar muchas cosas, no solo narración y diálogo. Música y poesía es un excelente complemento. Es increíble lo feliz que me haces, de verdad, gracias por tus hermosas palabras. Espero que no cambies de opinión y me sigas. Mil besazos y de nuevo gracias!

17. Mar de sentimientos

Olía a sándalo, dulce y embriagador, nublaba los sentidos.

La sala oscura se veía interrumpida por las oscilaciones sinuosas de la llama de la vela que residía en un rincón.

Un ruido lento sonó en la habitación secreta.

El rubio que yacía con la cabeza entre los brazos, apoyado en la tapa de un piano de cola, negro barnizado; comenzó a abrir sus potentes ojos grises.

El aroma de la sala iba entremezclándose con una esencia conocida. Sonrió levemente. La esencia le recorría todo el cuerpo, penetrando en sus átomos, uno por uno. Conocía ese olor, lo conocía muy bien, estaba bien guardado en el interior de su mente, en lo más profundo, el olor del ser amado, ese olor tan personal que toda persona tiene.

Se irguió lentamente y se estiró brevemente, abriendo y cerrando la boca.

Entonces, oyó a sus espaldos un siseo lento. Un siseo acompañado de unos pasos suaves que se deslizaban por el mármol blanco.

Quiso girarse pero una voz se lo impidió: "No te muevas", le susurró.

Draco se quedó estático, sentado en el sillín de cuero blando, con las manos apoyadas en los muslos y una media sonrisa.

La figura dios unos pasos acortando las distancias. Draco sintió su presencia, su olor, el calor que desprendía su cuerpo.

Se acercó a su espalda. Una mano le tocó el hombro izquierdo. Sintió como se inclinaba sobre él, dirección, su cuello. Y entonces, estudiaba esa parte de su anatomía. Con un beso suave tanteó el terreno, con dulzura. Prosiguió dando pequeños besos alrededor del primero, haciendo que un leve estremecimiento cruzara por su columna vertical.

Era una debilidad, ¿el cuello o esa mujer?

Tras un último y momentáneo beso, ella le sopló ligeramente por esa zona, y el aire llegó hasta el principio de su pecho; subía y bajaba con controlada agitación.

Ella separó los labios y los colocó en la piel blanca del pianista que, sin poder evitarlo, exsaló un gemido gustoso. Con un dedo acarició la zona desnuda, paseando su uña transparente.

Volvió a hacerlo de nuevo, con más intensidad, mordiéndose más fuertemente y acariciando con más fervor.

Draco se mordió el labio con vigor mientras sus dedos se clavaban en las costuras del pantalón.

Una vez más, los dientes mordieron su cuello y sus labios agasajaron la zona, con dulzura.

Sentía como su piel cambiaba de temperatura, como si una humareada ardiente le hubiera llenado todo el cuerpo. Como si el fuego hubiera sido avivado de repente.

No podía resistir su contacto, su olor y su presencia y él no tocarla.

Temblaba nerviosamente, el control se le iba poco a poco.

Tragó saliva ruidosamente y gimió de nuevo. Anhelaba besarla con furia y pasión, anhelaba besar cada partícula de su ser, hacerla suya y que le perteneciera en todos los sentidos posibles.

Temblaba, presa de una excitación creciente por momentos. Y ella seguía allí, mordiéndole y besándole, absorviendo su piel en sus labios.

Levantó las manos en el aire y, fue directamente a aquellos labios que le besaban. Esta vez fue él quien cogió el cuello, pero de ella. Por el cuello la atrajo y en los labios la besó.

Rápido, apasionado, enloquecedor.

Se separó de ella y la miró a los ojos. Marrones, profundos, eternos....brillantes.

-Hermione... - murmuró con voz ahogada.

Ella volvió a sisear con un silencioso "Shhhh", sus labios encogidos haciendo aquella mueca, luego ensanchándose con una bella y tentadora sonrisa. Su piel, su pelo, ella...pura pasión.

Volvió a decir su nombre mientras se medio giraba para atraerla a sí mismo pero ella se adelantó de nuevo y bordeó desde su espalda hasta su frente.

Lo miró, la miró. Respiraba tenso. Ella sonreía. Sin perderle la mirada, con dos dedos se desató el nudo de la túnica. Draco miró al cierre y luego vio como la túnica, de un mismo impuslo caía al suelo, veloz.

Entonces subió poco a poco desde el suelo hasta de nuevo sus ojos y enteabrió los labios.

Su cuerpo estaba cubrido por un camisón fino de tela blanca de seda. Tragó saliva.

Hermione levantó una mano y la curvó hacia su cabello, recogido en una pinza. Ladeó la cabeza y entonces, todo cayó en el aire, hacia su espalda, su cabello infinitamente lleno de rizos castaños, esos bucles caracoleados en los que podía perder horas y horas.

Entonces fue ella la que lo llamó: "Draco". Suave y tentadora, de nuevo, irresistible.

Le brillaban ya no solo los ojos, sino también los labios, rojo sangre, rojo pasión, rojo tentación.

Y era solo suya en ese momento, estaban solos, cubridos por la noche y la oscuridad.

- Draco...

Parpadeó, sintiendo una presión entre el pecho y en su estómago.

Ante su asombro, la Gryffindor se reclinó en el piano tapado. Con los codos apoyados y la cabeza levemente echada atrás, con todo el cabello derramado por la cubierta negra.

Era demasido. Demasiado hermosa, demasiado tentador, demasiada presión, demasiado amor, demasiado deseo...ella era demasiado.

Se levantó súbitamente. Ella no se movió. El sillín se tambaleó.

Draco dio un paso y la distancia quedó olvidada. Volvía a sentir el calor de su cuerpo y ahora, más que nunca, su cuerpo marcado por la tela blanca, casi transparente y traslúcida.

A través de ella podía observar dos ondulaciones perfectas con unos pequeños círculos marcándose en la tela, sobresaliendo.

Y unas piernas doradas, desnudas desde un poco más arriba de la rodilla. Demasiado, demasiado.

Colocó las manos en el piano y buscó sus labios, besándola. Se ayudó de una mano, desprendiéndola del piano y, rápidamente, usó la otra en la espalda de la Gryffindor.

Se dejaba llevar, mecida por le compás que él marcaba. Ahora parecía débil y vulnerable, a sus manos expertas.

Se detuvo en su labio inferior, apoderándose de él. Ahora fue ella la que gimió, más sonoramente.

Sonrió y su boca se diriguió entonces a la zona donde ella lo había vuelto loco hacía mínimos instantes. La mordió con fuerza, ella volvió a gemir, más roncamente, entregándole tood su cuello desnudo.

Sus dedos tocaron la superficie descubierta del cuello, él trazó un camino de besos, suaves y pausados a la vez que apasionados y románticos.

Poco a poco olvidó el cuello y fue bajando por el camino estrecho que conducía a la perdición.

Su escote era triangular pero amplio. Podía observar una apertura sinuosa entre sus senos escondidos, una pequeña y fina apertura por la que paseó sus labios húmedos, besándola.

Podía sentir la respiración de Hermione en su oído, sus subidas y sus bajadas.

La deseaba más que a nada.

Posó sendas manos en la cintura de la Gryffindor y besó de nuevo en canal estrecho, sintiendo como a la altura de sus mejillas se encontraban los dos círculos sinuosos que tapaba la tela.

Quería rajar aquel absurdo camisón y morderle los pezones, besando sus pechos con avidez.

La deseaba. Le faltaba el aliento, temblaba y la deseaba. La deseaba. Demasiado.

La oyó gemir de nuevo. Se estaba ofuscando.

Sus manos bajaron peligrosamente tocando su trasero redondo y apretándolo un poco, notando como ella se estremecia.

Sin dudar bajó sus manos hasta que tocaron el camisón y entonces, las subió precipitadamente, agarrando sus muslos firmes y subiéndola en el aire.

Hermione rodeó su cadera con sus propias piernas y cayó sentada encima de la tapa del piano.

Las piernas doradas le rodeaban y él sentía que no podía contenerse. Ella allí, casi desnuda, gimiendo y enloquecida. Dios, aquello era lo más parecido al paraíso que había.

Siguió acariciando sus muslos, dando redondas por ellos, estrujándolos y besándolos.

Entonces, ella se echó totalmente hacia atrás en la superficie del piano, cubriéndolo con todo su cuerpo, con el pelo suelto por él y los últimos rizos fuera de la tapa, balanceándose.

Sus piernas entonces se estiraron y dobló las rodillas, cansada.

Draco cogió una de sus piernas y besó su tobillo, subiendo a besos por la pantorilla, la rodilla y el muslo.

Quemaba, estaba ardiendo.

Besaba la cara interior de su muslo, notando como a pocos centímetros quedaba oculta una zona prohibida.

- Draco...

Ella hablaba en jadeos y gemidos. Sus brazos estaban abiertos y sus dedos clavados en la tapa.

Draco subió su mano por el vientre de Hermione, sintiendo como ella se echaba levemente hacia atrás, encorvándose muy ligeramente. Colocó ambas manos a su costado e inclinándose la besó. Ella le correspondió. Con pasión y lujuria.

Temblaba y sudaba.

Desnuda, podía imaginarla desnuda completamente encima del piano, gritando su nombre, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos.

Podía imaginar el diámetro de su seno, la suavidad de su piel aún indescubierta, podía imaginarla entregada, fuerte y apasionada...

La besó, abrazándola con desesperación. Ella se cogió a él, faltándole la respiración por el beso ahogado. Se separaron milímetros. Su aire le dio en la cara, su aire caliente chocando en su rostro. Estaba extasiada, al igual que él. Y estaba allí, totalmente dispuesta a cualquier locura...

Locura besarla, amarla y tenerla. Locura poseer lo que nunca había sido poseído y nunca nadie podría tener. Era para él, era suya. Esa mujer...

Ella...Hermione...

La miró de ó sus manos en el centro del vestido. Iba a desgarrarlo, romperlo y desnudarla. Desnudarla y hacerla suya, abrazarla y...

Y....

Y....

Y.....

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

- Draco. Draco.

Abrió los ojos súbitamente. La vela oscilaba encima del piano y la luna brillaba burlona. Todo era como al principio.

Se levantó y, volvió a sentirlo.

- Herm...Hermione....

Miró instintivamente al piano. Nada de Hermione encima del piano, nada de desnudez ni entrega ni...Todavía estaba ardiendo. Todo había sido un sueño, solo un sueño, un maldito sueño...

- Draco, ¿estás bien?

- Sí, sí...sí...

Entonces la miró, deseaba verla y, ahí estaba, en la noche, junto a él. Curvó los labios en una mueca preocupada:

- Tú eres la que no está bien.

Tenía los ojos rojos e hinchados, llenos de tristeza y melancolía. Quizá nadie pudiera verlo pero él, con un sexto sentido, podía dibujar el trazo de sus invisibles lágrimas, en su piel dorada, podía trazarlas con un dedo, por dónde habían pasado, por dónde habían muerto.

Hermione sorbió por la nariz y cerró los ojos, como si le pesasen mucho, como si estuviera muy cansada.

En el interior de Draco Malfoy luchaban dos sentimientos, el del amor y el de la pasión. La veía tan frágil, tan vulnerable, tan débil a su mano. Y la veía tan hermosa, tan llena de vida y vitalidad, con una sonrisa ardiente y unos labios rojos como el mismo fuego.

- ¿Qué ocurre?

Apretó fuertemente los dientes unos contra otro y negó con la cabeza. Suspiró pesadamente y aguantó la lágrima que luchaba por salir.

- De todo.

Un gemido escapó de su boca y, acto seguido, sollozó lentamente, pasándose la lengua insegura por el labio seco. Draco temblaba sentado en el sillín y sentía como poco a poco su temperatura aumentaba, como perdía el control de sí mismo.

Alzó las manos y cogió la cintura de la Gryffindor que continuó con un sollozo silencioso que él calló con un siseo.

- Shhh...no me llores, ¿sí? Que me muero.

Ella apoyó su frente en el pecho del Slytherin y entreabrió los labios exsalando por ellos su aire caliente.

Draco sentía un cosquilleo interno desde el cuello hasta el pie. Sentía como el vello se le punzaba y se sentía estremecer.

Le tomó suavemente la barbilla, ella permanecía con los ojos cerrados, ensimismada en su propio dolor, ajena a lo que él estaba sintiendo, ajena a sus pensamientos impropios de lo que ella sentía.

Su barbilla se alzó y entonces sus cabezas quedaron una frente a otro. Draco la observó, como una lágrima bordeaba el contorno de su mejilla rosada y caía firmemente a lo largo de la piel de su rostro, como una recta temblorosa.

Abrió el resto de sus dedos del puño cerrado y con el dedo índice borró aquella lágrima de su piel. Sintió el contacto húmedo de la lágrima en la yema de su dedo y la miró antes de llevársela a los labios y conocer el sabor salado de los lloros de aquella hermosa y afligida chica.

Suspiró hondamente y, entonces, abrió los ojos. Sus orbes marrones, como dos mundos opuestos, tan sombríos y opacos. ¿Dónde estaban los brillantes adiamantados? ¿Quién le había robado su luz?

Era tan preciosa. Toda ella. Quizá las hubiera más altas, más delgadas, más estilizadas, más finas, más femeninas...más...¿cuántos más? ¿Cuántas? Cientos, miles, millones, billones...infinitas.

Pero, de qué le servía tanta belleza. ¿De qué servía? ¿Acaso una de aquellas bellezas podía hacer que con solo una mirada sintiera el cielo y el infierno al alcance de su mano? ¿Acaso una sola podía penetrar en lo más abismal de sus sueños e hipnotizarlo locamente, desesperadamente, por tenerla, por besarla, por mirarla, por decirle que la amaba?

- Draco... - sollozó ella. - Draco....te quiero...te quiero tanto....

Habló entrecortadamente, entrecerrando a menudo sus ojos, cayendo sobre ellos sus negras pestañas. Y él sintió el airecillo delicado que ellas provocaban. Un aire que, estaba seguro, podía ser un huracán.

Y la deseó de nuevo, volviendo al sueño, viéndola por momentos fugaces tendida sobre el piano, dispuesta a entregar cada partícula de su ser a él. A él, para él. Con cada zona, prohibida a todo, prohibida, excepto para él.

Acercó su boca lentamente y posó sus labios en los suyos, saboreando la comisura salada y su boca de fresa, dulce y tentadora, como siempre. Frío y calor, fuego e infierno, luz y total oscuridad.

La besó primero muy despacio, muy muy despacio, quedándose con cada pizca, con cada matiz, cada chispa que ella le provocaba.

Sintió de nuevo un calor abrasador.

La besó más profundamente aún, sintiendo sus labios dentro de su boca, sintiendo su calor inundando su espacio.

Su mano abandonó su rostro para colocarse encima de su rodilla.

Ella colocó sus manos sobre el pecho del rubio, siguiendo el ritmo que él marcaba.

Se separó un poco, lo suficiente para respirar el aroma de su cabello y morderla levemente en el cuello.

Ya no lloraba, a veces su cuerpo daba un pequeño sobresalto leve, nada importante.

La rodilla le temblaba, él seguía teniendo la mano firmemente apoyada en ella.

Anhelaba su cuerpo.

Subió la mano, muy despacio y acarició el borde de la falda del uniforme, hincando una uña en la molestosa tela y apartándola ligeramente hasta que su mano tuvo un pequeño espacio para palpar.

Su piel debajo de la falda estaba candente, parecía que había estado cubierta mucho tiempo y la propia tela desprendía su calor.

La apretó fuerte contra su cuerpo, sintiendo como la respiración le iba aumentando, le faltaba un poco el aliento así que detuvo el beso pero de nuevo acudió a su cuello, al lado contrario.

Mientras acariciaba su piel y mordía su cuello, Hermione mantenía la cabeza erguida como el resto de su cuerpo. A penas tenía consciencia de todo lo que ocurría. Solo creía haber dejado de pensar en las palabras de Parvati, por un minuto.

El Slytherin sentía presión en su estómago, en su propia cabeza que daba vueltas y vueltas. Y solo podía ahondar en la piel de su muslo ardiente, subiendo poco a poco la mano y quemándose centímetro a centímetro, con más nivel.

La respiración de Hermione era acompasada con los mismos sobresaltos repentinos.

Draco no notó lo que en verdad le ocurría hasta que besó su escote, a la altura de su canal respiratorio.

Seguía subiendo escaladamente y al fin había llegado a los últimos milímetros de la piel de su muslo torneado, apenas milímetros para llegar a la zona prohibida.

Pero, de repente, al besarla, lo notó. Lo escuchó creyendo ser la lejanía y dándose cuenta, segundos después, que bombeaba roncamente en su oído.

Era ella quien por dentro estaba muriendo del llanto. Lo oía como sus gemidos iban mezclados de palabras sin sentido y sollozos.

Y seguía llorando, más bajamente pero...¿él acaso la había escuchado? No. Solo había ido a su propio deseo, ignorándolo todo.

Y ella, en silencio estaba muriendo de tristeza mientras él disfrutaba de su cuerpo, enloquecido.

Paró. Súbitamente. Ella volvió a abrir los ojos. El Slytherin colocó sus manos en sus ojos, tapándolos.

Hermione pestañeó. Draco volvía a oírlo. Seguía llorando y él...y él..era un malnacido que nisiquiera lo había notado. Ni siquiera percatarse de que estaba sufriendo mientras él intentaba aprovecharse para ahogar su anhelo.

Dios, ¿cómo podía ser tan miserable? No podía mirarla a la cara. Era demasiado. Sus brotes de inocencia arraigados en la profundidad de sus pupilas. Su entrega desmesurada gracias al amor inmensurado.

Y él...él...

- Lo siento. - dijo sintiéndose el ser más repugnante de la tierra.

Hermione agachó la cabeza. Sollozaba.

Dios, sufría, sufría y él no quería verla sufrir. No, no se lo merecía, no merecía ninguna clase de sufrimiento. Ella no. Cualquier otro. ¡Él mismo! Sí, todo el mal para él. Pero para ella...no. Para ella no.

- Hermione...por favor, perdóname.

- ¿Perdonarte? ¿El qué debo perdonarte?

Se mordió el labio y quitó las manos de sus ojos.

- Perdóname no ser digno de ti.

La Gryffindor se perdió en sus ojos grises. ¿Qué estaba diciendo?

- Ojalá...pudiera llegar a...

- Draco, - sollozó. - tú...tú eres lo más bonito, lo más...grande, que tengo yo. Draco, sin ti...sin ti no soy nada. Si tu no estás...si no tu no estás, ¿qué es de mí? ¿Qué?

- Tú...tú eres...

Le acarició la cara, esta vez, sin ninguan pretensión. La amaba, la adoraba. ¿Cómo podía depender la felicidad de una sola persona en el mundo? ¿Cómo podía ser feliz, Draco Malfoy, si Hermione Granger no lo era? ¿Cómo ser feliz si una parte de ti está llorando?

- Preciosa. Eres todo, Hermione.

- Te quiero. Te quiero mucho.

Ella lo abrazó y él correspondió el abrazo, acariciando su espalda. Ella lloraba, lloraba más fuertemente.

- Hermione...¿quieres...quieres contarme lo que te pasa? - preguntó titubeando.

- No...no, por favor, no quiero recordarlo. No me hagas recordarlo.

Draco asintió.

- Está bien. Está bien. Lo que...lo que tu quieras, ¿vale? Eso haré. Solo lo que tú quieras que haga.

- Abrázame....muy fuerte.

Y la abrazó, hasta que sintió que estaba dentro de su ser. Claro que lo estaba.

Su alma era parte de él.

OooooOooooooooO

Sollozaba silenciosa, mediéndose dulcemente arropada en su calor. Él respiraba en paz al saberla protegida en aquel lugar oculto de la maldad y la realidad humana.

Sin embargo, no podía estar en total tranquilidad. Las lágrimas no se derramaban sin motivo, nunca.

- Hermione.... - le susurró íntimamente mientras le besaba la frente.

Ella asintió levemente mientras una fina lágrima rozaba el borde de su barbilla y caía en un hueco de su cuello.

- Hermione, me mata verte así. Me muero si estás así...mal. No sabes cómo me siento. Por favor, dime qué te ocurre porque...sino...

Suspiró mordiéndose el labio inferior, juntando sus manos en la espalda del Slytherin.

- Sino...me muero.

- Draco...pasan tantas cosas...tantas cosas.

- Yo estoy aquí, para escucharte.

- No puedo contarte, no puedo.

Sollozó hondamente al tiempo que negaba casi instintivamente. Draco rodeó con su dedo un bucle cercano a su hombro y apretó los ojos con fuerza a la vez que sentía un escalofrío insistente.

- ¿Por qué no puedes?

- Es un secreto.

- ¿Un secreto?

- Un gran secreto.

- ¿Es tuyo el secreto?

- Precisamente por eso no puedo contarte, no es mi secreto aunque, como si lo fuera...

Expiró abandonándose en el cuerpo de Draco.

Ambos estaban tendidos en el sofá beige con los cojines tirados por todas partes y solo ellos dos arropados por una manta cálida que les resguardaba del frío.

Draco sentía la pared clavándose en su espalda como una espada de hierro helado. La veía así, abrazada a él como su fuente de salvación, llorando sin decirle el motivo y él amándola hasta lo más infinito de su ser.

No podía soportarlo.

- Hermione...te juro que si supiera que no es nada, que es una tontería, que es un secreto inconfesable...me daría igual, de todas formas, al verte sufrir, necesitaría saberlo. No puedo mirarte, verte, oírte y no saber nada.

Suspiró.

- No puedo estar aquí e ignorar que tú lloras, que tú sientes y que sufres. No puedo. Por eso necesito...saberlo.

- Estaré bien. Estaré bien.

- Entonces mírame y dime que todo va a pasar.

La separó pocos centímetros de él, quitándole un par de bucles sueltos, colocándoselos dulcemente detrás de la oreja. Con los párpados hinchados por el llanto, abrió muy lentamente los ojos. Su color marrón profundo parecía inundado por un mar rojo de sangre.

Ella se perdió entre sus pupilas grises que la miraban insistentemente.

Abrió los labios sin pronunciar sonido alguno y los cerró notando que ardían.

- Si tuviera una máquina que pudiera cambiar el pasado...volvería a él y...arreglaría tantas cosas.

- El pasado, pasado está. No te atormentes.

Sollozó y negó.

- Me persigue, parece un lastre que me grita que actuo mal y...que lo único que hago es hacerle daño a la gente.

- Hermione, ¿por qué dices eso? ¿Lo dices por mí?

- No. No. Claro que no. - le acarició el rostro con la palma de la mano. - No es por ti.

- ¿Por quién es?

- Por ellos.

Draco frunció el ceño.

- ¿Quiénes son ellos?

- No puedo...

- Hermione...

Miró al techo. Le dolía.

- Ron...y Parvati.

- ¿Qué pasa con ellos?

- La otra noche...Ron...Ron...- se tapó la cara negando.

Con sendas manos el rubio se las quitó con suavidad.

- Él...nos vio.

De pronto, como si el suelo temblara con un terremoto atroz, Draco se sintió desmayar. Su mundo se hacía pedazos en un instante.

- Y...se emborrachó y...él...él...- paró cogiendo aire. - Se acostó con ella. Ella lo ama, Draco, lo ama. Y él, no siente nada. No recuerda nada. Solo lo hizo por...porque...porque...

Lloró. Las piezas comenzaban a encajar.

- Porque...está enamorado de ti.

Súbitamene Hermione le miró estupefacta. Su rostro se tornó sorprendido con el labio trémulo.

- Tú...¿lo sabías?

Vio como el Slytherin asentía.

- ¿Desde cuándo?

Draco cavilaba.

- Un día mientras desayunábamos, lo vi en sus ojos. Te yo mismo lo hacia. Con ese brillo...delator. Hermione, te adoraba con la mirada. Él...apenas comía, solo te miraba y parecía que estaba a punto de saltar de su silla a la tuya y...yo que sé. Lo supe porque era lo mismo que yo sentía. Lo mismo, Hermione.

- ¿Por qué no me lo dijiste?

- Quise decírtelo. Es más...fue...ese era "el problema" que tenía.

- Que estaba... - cerró los ojos. - enamorado de mí.

- Sí. Así es.

- No puede ser. ¿Por qué?

- ¿Por qué? Hermione, no se ha juntado con más mujeres que tú y...

- Eso no es un motivo. Yo solo le quiero a un hermano, un amigo, Draco y él...

- Siente más.

- Y Parvati...ahora, está destrozada. Está destrozada.

Lloró de nuevo. Draco la abrazó.

- No llores más, por favor.

- Todo esto es por mi culpa...

- No, no...

- Sí...yo no debía...yo...debía haberme enamorado de él. No de ti.

Draco se quedó estático oyéndola.

- Entonces Parvati no sufriría, ni él, ni tú, ni yo.

¿Y si ella hubiera cambiado el rumbo esa noche? Y si en vez de caminar hacia la música lo hubiera denunciado a la profesora McGonagall. Solo un acto en una décima de segundo había cambiado el destino de los dos.

- Y ahora...no podemos cambiar nada. Todo está hecho. Bueno o malo. Ella sufre, él por mí y yo...te amo.

Suspiró y lentamente fue cerrando los ojos, quedándose dormida arropada entre el calor de su cuerpo.

Draco Malfoy entonces pensó en su propio secreto. Secreto de secretos. El secreto de su destino.

Perderla.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

El último día de vacaciones de navidad, el cielo estaba pintado de un color grisáceo cenizo. Escasas nubes negruzcas lo cubrían tiñiéndolo de soledad y tristeza.

La época de felicidad y nostalgia se despedía hasta un año más dejando a su paso regalos, actos y declaraciones. Verdades y mentiras. Corazones rotos.

Así Hermione Granger después de un desayuno casi inexsistente y un cruce de palabras con su amiga, la pelirroja más pequeña de los Weasley había mentido diciendo que daría un paseo relajante y después haría deberes en la biblioteca. Se arriesgaba demasiado pero su cabeza no pensaba.

En esos momentos se hallaba en el mismo lugar donde había permanecido toda la noche. Mantenía los ojos cerrados y se arropaba en una cálida manta, estaba echa un ovillo con el rostro orientado hacia el frente. Allí un rubio tocaba el piano, una suave melodía que envolvía la habitación en un sueño perpetuo y mágico.

El Slytherin ni siquiera se había molestado en mentir. Ya encontraría alguna excusa, mentir no era difícil.

Se sentía en paz, relativa, pero paz. Hermione estaba a su lado, protegida de todo, ya no lloraba e incluso se vislumbraba en su cara una levísima sonrisa.

Se sentía feliz así. Si le hubieran preguntado en ese momento qué era para él la felicidad hubiese respondido sin titubeos que la felicidad era un cuarto oscuro con un piano y Hermione Granger.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Le dolía el estómago. Se dirigía a la enfermería para que la señora Pomfrey le recetara alguna medicina para su dolor, sus ganas de vomitar y sus mareos constantes.

Caminaba firmemente encogiendo de vez en cuando los ojos por los pinchazos constantes que recibía.

Aquel era el último día de las vacaciones. Todo volvería a ser como antes, dos semanas antes de aquella noche, de aquella fiesta, de aquello.

Cerró el puño instintivamente al recordarlo. Dolía pensar en ello.

Esa mañana Ron había estado ausente en el desayuno. Y Hermione ni siquiera había aparecido. Ella se había sumergido en sí misma mientras Lavender y Seamus coqueteaban pasándose manos por debajo del mantel y Ginny y Harry se sonreían hablando en voz baja.

Ron y ella parecían dos fantasmas ocupas en esa mesa. A unos cuantos centímtros el uno del otro se ignoraban aunque, en sus mentes, eran los dueños de sus pensamientos. Se hacian los duros e indiferentes, en cierta parte era el mejor truco para olvidar. Hacer como si nunca hubiese existido.

Pero había existido, había ocurrido y ella lo sabía. Solo ella lo sabía.

Entonces como un recuerdo fugaz y burlón apareció la imagen de Hermione Granger contra la pared, llorando y murmurando cosas sin sentido. Recordó como caían sus lágrimas, una tras otras, quemándole la piel, como sus ojos enrojecieron y se hincharon sus labios. Como su voz parecía ahogada y como el temblor se había apoderado de su cuerpo y la sacudía.

Sonrió cínicamente ante el pensamiento, con malicia y algo de satisfacción.

Quería que sufriera, que llorara, que implorara y rogara la soledad y la muerte. Quería verla destruida en lo más recóndito de la tierra, sola, muy sola. Tan sola como se sentía ella. Traicionada por todos los que ella amaba. Con dolor en vez de corazón.

El estómago volvía a pincharle frenéticamente. Se paró un minuto y se apoyó en una columna, respirando a trancas. Se sentía débil. Quería vomitar.

Cerró los ojos y cogió aire despacio exalándolo lentamente por la boca entreabierta.

Entonces alguien que pasaba por allí la observó. Unos ojos azules se clavaron en su silueta delgada. Unos ojos que centellearon de rabia y odio al verla.

Sin dudas fue hacia ella, con malas intenciones.

Entonces Parvati abrió los ojos y se encontró con el escudo de Slytherin llameándole en el pecho, cerca del corazón. Se irguió voluntariosamente y dibujó en su rostro una mueca fría.

- Patil, a ti te quería ver.

La voz de Pasy Parkinson sonó dura e enardecida. Su labio inferior temblaba como un tic nervioso. Parvati arqueó una de sus cejas ovaladas y bufó.

- Por desgracia el sentimiento no es mutuo, Parkinson, vete a joder a otra parte.

Hizo un ademán de marcharse, el estómago no paraba de pincharle, le dolía cada vez más; pero entonces ante su asombro, la rubia Slytherin la detuvo. De un empujón su espalda chocó contra la pared de la columna y sus vértebras se quejaron con un estremecimiento.

- ¿No me has oído, Parkinson? Acaso... - intentó decir con furia.

- Vas a ser tú quien me oiga a mí, Patil. Así que cállate.

Pansy apretó la varita debajo de su túnica y la rozó con los dedos enroscándolos en la varilla de madera. Le palpitaban las sienes.

- Vas a escucharme Patil. No me gusta que toquen mis cosas.

- ¿De qué estás hablando, estúpida? - farfulló la Gryffindor un poco confusa y muy molesta.

- La única estúpida que hay aquí, eres tú. No sabes con quien te enfrentas, Patil. Puedo destruirte como te metas en mi camino.

- ¿Qué dices? No me das ningún miedo, Parkinson.

- Déjale, apártate de él, Patil. ¡Apártate!

Sonaba furiosa contra ella. Un brillo profundo brillaba en sus pupilas azules. El brillo del odio y la posesión.

- ¿De quién? - preguntó Parvati pestañeando rápidamente.

- ¡De quién va a ser? No te hagas la tonta.

- ¡No sé de quién hablas!

Pansy no pudo aguantar más. Odiaba a esa Gryffindor como a todas las demás chicas de Hogwarts. Las odiaba a todas. Sobre todo a aquellas que habían estado con él o que lo iban a estar.

No iba a permitirlo. No. Era suyo y de nadie más. No iban a jugar con Pansy Parkinson. No.

Sacó la varita de su túnica y apuntó peligrosamente hacia Parvati que se quedó estupefacta al ver lo que hacia la Slytherin.

Y cada vez más sentía el dolor en el estómago, sus tripas retorciéndose unas contra otras, con temblores y pinchazos intensos.

- ¡De él! ¡De Draco Malfoy!

Parvati abrió la boca al instante. Entonces sintió miedo. No caminaba nadie por ese pasillo, maldición. ¿Cómo era posible? Sus ojos buscaban algún apoyo. Estaba claro que Parkinson se había vuelto loca.

- Yo no tengo nada que ver con Malfoy.

- ¿Te crees que soy idiota, verdad? Crees que es cierta la fama que tengo. Que soy una insulsa enamorada de Malfoy, que beso por donde camina...es cierto. Es totalmente cierto. Por eso te estoy advirtiendo. No te acerques a él. ¿Entiendes? Ni un milímetro, él es mío, solo mío y ni tú ni nadie me lo va a arrebatar.

Parvati tragó saliva y cerró los ojos abriéndolos de pronto.

- Te repito que yo... - intentó decir.

- ¡No me mientas!

El grito la fulminó. Salió del abismo de su garganta con toda su rabia. Temblaba y respiraba con agitación. Le tenía miedo. Podía cometer una locura.

- ¡Sé que ayer estuvistéis juntos! ¡Lo sé!

- ¿Qué estuvimos juntos? - ahora más que miedo sentía confusión. - ¿Qué dices? Ayer estuve toda la tarde encerrada en la biblioteca.

- ¡Mientes!

- ¿Por qué había de hacerlo? No miento, Parkinson. Perfectamente puedes preguntarle a la señora Pince si es verdad o mentira. Ella te lo dirá.

Un nuevo y más doloroso pinchazo le recorrió todo el estómago. Sintió un mareo. Debía de ir pronto a la enfermería.

- Por favor, Parkinson, déjame, es la verdad. No te miento.

- No te creo.

Pero la varita vaciló en su mano.

- Draco lo dijo...él dijo que...

- Prueba que es verdad. Ve a la biblioteca y pregúntaselo a Pince, ella te lo dirá. Consulté unas volúmenes de pociones. Es la verdad.

Todas las convicciones y todo su sentimientos de odio y rabia parecieron desvanecerse en un suspiro. Parvati hablaba sinceramente y ahora todo aquello se había convertido en un mar de dudas.

- Comprúebalo Parkinson y observarás que es la verdad.

Pansy bajó el brazo. Parvati se enderezó y salió del hueco entre la pared y el cuerpo de la Slytherin. Rápidamente se alejó de allí dejando a Pansy completamente perdida.

Miró la dirección por la que se perdía la Gryffindor y giró su vista hacia el hueco en que había estado en el segundo anterior.

Sentimientos confusos en su cabeza.

¿Por qué Draco había dicho aquello si no era cierto? ¿Por qué mentía? Y lo más importante, si no había estado con Parvati Patil ni tampoco en la sala común, ni en las afueras, ni con ningún Slytherin...¿dónde había estado?

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

- Ginny...¿has visto a Hermione?

Las risas pararon instantáneamente. Harry pronunció el nombre de su mejor amigo al tiempo que un velo rojizo teñía su cara.

Ron miraba fijamente a su hermana, ésta se giró hacia él mesándose el pelo y asintiendo ladeando la cabeza.

- Me dijo que necesitaba un paseo y que después iría a la biblioteca. Ya sabes como es.

El pelirrojo frunció el ceño.

- Estuve paseando por los terrenos y...no la vi. Y pasé delante de la biblioteca y...no estaba.

- Qué raro. - murmuró Ginny y miró a su novio. - ¿Tú la has visto por aquí?

Harry se encogió de hombros, negando con la cabeza.

- Bueno, gracias. - suspiró el pelirrojo. - Preguntaré a Lavender.

- Está con Seamus en la Torre. - sonrió Ginny moviendo sus pestañas coquetamente en un intento de parodiar a su amiga.

Ron suspiró de nuevo, cerrando los ojos un poco desesperado.

- Pero...puedes hablar con Parvati. Quizá ella lo sepa. Salió ahora mismo. - añadió su hermana.

Su rostro se tornó levemente pálido. Hablar con Parvati.

- Ya veré. - dijo sin convencer. - Gracias, a...adiós.

Salió por el retrato de la dama gorda ensimismado en sus pensamientos.

Harry dibujó una mueca confundida en su cara. Ginny se volvió hacia él cogiéndolo por el cuello.

- ¿No crees que Ron está un poco raro? - preguntó sin despegar su verde mirada de la salida de la sala común.

- ¿Por qué lo dices?

- Pues...no sé, parecía como absorto. - murmuró en voz baja. - Además...no sé estaba, extraño. Ni siquiera ha comentado nada cuando nos ha visto...

Ginny rió dulcemente y besó a su novio con cariño.

- Besándonos, ¿no? - Harry asintió. - Quizá mi hermanito esté madurando.

- Si venga, ¿y Malfoy es agradable?

Ginny rió ahora a carcajadas mientras el niño que vivó reía junto a ella.

- No llegues a esos extremos. Piensa que ha aceptado lo nuestro y que...está enamorado.

- ¿Enamorado?

- Harry... - dijo en tono mordaz. - Solo le falta llevar un cartelito que ponga "Cásate conmigo, Hermione". Lo sabe todo Hogwarts, menos la chica en cuestión.

El buscador rodó los ojos.

- ¿Crees que debo ayudarle a que de el último paso? - le preguntó con evidentes muestras de que iba a hacerlo.

- Gin..Ron tiene que hacerlo solo, no puede depender de ti para eso.

Entonces la pelirroja rió estridentemente.

- Habla el lanzado. Si no llega a ser por mí, todavía estaríamos en el punto uno. Las miradas.

Harry rió.

- Y ahora...¿en qué punto nos hayamos?

Ginny caviló y se acercó a la boca del moreno besándole las comisuras de los labios.

- En el punto penúltimo. - dijo antes de un beso profundo.

- ¿Y cuál es el último? - dijo rodeando su cintura.

Pero ella no le contestó. Le besó más intensamente y se perdieron uno en la boca del otro, enamorados.

El último punto...al tiempo.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Sabía que le oía aunque no se moviera, tan solo en su respiración calmada.

La pluma mágica escribía las notas que dulcemente había comenzado a tocar, por orden suya.

Le venían a la mente tantas situaciones vividas con ella. Palabras a borbotones, una tras otra.

" Vivo al borde de un abismo sólo por tu boca. "

La vida había cambiado. Para él. Había olvidado su nombre, su casa y sus arraigados pensamientos para dejar paso a un amor inconsciente, pasional y demasiado grande para renunciar a él.

Vivía al borde del precipicio, de un abismo, un pozo sin fondo, solo por ella, por su boca y su alma.

" Voy siguiéndote los pasos, como un perro tras tus huellas, me llevas. "

Podía llevarle a su ruina, a la soledad o a la tristeza, incluso a la muerte...él la seguiría hasta el infinito.

Así como Parvati seguía a Ron, así como Pansy le seguía a él. Así como Ginny y Harry se seguían, Lavender y Seamus...casos conocidos y casos lejanos. De todo el mundo. Cualquier zona del mundo. Cualquier persona podía ser un perro siguiendo las huellas del amo o ama de su corazón.

" Soy la sombra de mí mismo, soy lo que no era. "

Era solo una sombra, un recuerdo de un antigüo Draco Malfoy, uno que había muerto cuando estaba con ella a solas. Uno que pervivía a los ojos de los demás.

Su alma se había destapado, quedando desnuda ante ella. Cambiar por ella solo era una muestra más de lo poderosos que eran sus sentimientos. Y ella también había cambiado por él. Ambos habían cambiado, el uno para el otro, pero, mantenían su máscara en el exterior, a las afueras.

"Solo por tenerte cerca, sé que haría lo que fuera, si pudiera. "

Solo por reternerla allí, a su lado, solo por saber que estaba allí...podía bajar la misma luna y traicionar sus más profundos ideales, solo por tenerla cerca.

Parvati podía romper sus moldes, romper con todo solo porque él no se fuera de su lado. Podía mentirse a sí misma y culpar a Hermione, solo para retener un recuerdo, tenerlo cerca.

Pansy podía enfrentarse con mil mujeres de Hogwarts y el planeta, solo porque estuviera allí, con ella.

Lo que fuera. Mentir, hacer trampas, traicionar sus ideales...hasta morir por ella.

"Y aunque yo viva en la mentira,

sé que sin ti no tengo vida. "

Y aunque su interior y exterior fuera un cúmulo de mentiras, una tras otra, a cada cual mayor o peor...¿qué sería de su vida yendo con la verdad y sin ella? Sin vida, sin vida.

Sin ella se le iba la vida.

" Quisiera ser... "

Y la observó, delicada. Quizá ningún había detectado ese lunar cerca de su boca, casi minúsculo que él adoraba. Las pequitas pequeñitas que se encontraban en hombro derecho. El bucle rizado que nacía detrás de su oreja, que ella ocultaba pero que al dormir se le soltaba y recaía en su mejilla sonrosada.

" La tierra sosteniéndote,

la seda que toca tu piel."

Una lágrima, un pensamiento, un sentimiento, un lunar, una peca, la seda, la tierra, el aire, la lluvía...

" Quisiera ser el agua que calma tu sed.

Quisiera ser....

el sol iluminándote "

El agua resbalando en su boca, en su piel, entre sus manos; el sol dorando su cuerpo, iluminando su camino, iluminándola.

"La brisa del otoño,

el tiempo que no pasa, cuando estoy mirándote."

El tiempo que se detenía cuando la miraba, cuando tocaba y ella dormía, cuando se despertaba y ella mantenía los ojos cerradas, mecida en las alas de Morfeo. En sus miradas en el desayuno, la comida, la merienda, la cena. En cada clase, en cada encuentro en el pasillo, en sus encuentros secretos.

En sus noches...

"Siento el frío de la noche dentro de mi alma."

La noche era fría sin ella allí. Su alma se congelaba entre esas cuatro paredes, observando la luna y sin verla a ella.

"Solo el roce de tus labios, me traería la calma...

la calma."

Solo saber que estaba con él, en sus más malditas pesadillas, solo saber que estaba allí, a su lado, que era suya, que no iba a abandonarle...solo eso podía calmarle.

"Soy un naúfrago en un mar de puro sentimiento"

En el mar de sus dudas, en el mar de sus pasiones, en el mar de su vida. En el mar, torrente mágico, de la música.

"Tus ojos son las estrellas q me guiarán a puerto...

a puerto."

En su oscuridad, el brillo de su mirar le encauzaba a llegar a su camino. Entre el mar de su vida, ella era el puerto de sus ilusiones.

Su esperanza.

"Y aunque yo viva en la mentira,

sé que sin ti no tengo vida. "

La pluma rodaba el trazo cual romántica letra de la hermosa canción que él cantaba desde lo profundo de su alma.

Hermione respiró hondamente sintiendo como la lágrima pedía salir y reteniéndola fuertemente. No quería irse, no quería marcharse, quería quedarse allí, para siempre. Y dejar de mentir, de una vez, ir con la verdad, sin miedos.

" Quisiera ser...

La tierra sosteniéndote,

la seda que toca tu piel.

Quisiera ser el agua que calma tu sed."

Si solo pudiera ser un objeto que él llevara a todas partes. Si solo pudiera ser un trocito de su cuerpo para sentir su calor y sentimiento. Si fuera algo pequeño, minúsculo, apenas distinguible. ¡Qué más daba!

Si solo quería estar con él....

"Quisiera ser....

el sol iluminándote

la brisa del otoño,

el tiempo que no pasa, cuando estoy mirándote."

El tiempo sí pasaba. Pasaba frente a los demás. Sus segundos volaban, se iban, se perdían en la cuenta constante que pasaba veloz.

Era mentira, claro que pasaba. Hubiera querido detenerlo cada mañana, cada noche, cada segundo que pasaba con él...

"Quisiera ser....

el sol iluminándote

Quisiera ser el agua que calma tu sed.

Quisiera ser....

el tiempo que no pasa, cuando estoy mirándote."

O simplemente, cualquier otra persona, una persona con la que pudiera estar. Una Slytherin, cualquier otra. No Hermione Granger, no ella. No amiga de su mayor enemigo.

Quería ser simplemente otra mujer para estar con él.

" Quisiera ser.... "

Un sentimiento, un corazón, un mismo amor.

" Quisiera ser.... "

Una mentira, un piano.

" Quisiera ser.... "

Un destino trazado, un amor imborrable.

Abrió lentamente los ojos. La lágrima caía silenciosa. ¿Tristeza? Felicidad. Dolor.

Dolía.

Le sonrió y él también.

Se levantó y caminó hacia él.

Le abrazó, besándole, diciéndole que lo amaba, sintiendo el palpitar de su corazón.

Cayeron rodando por la alfombra, besándose.

El piano mágicamente....seguía sonando.

oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

La señora Pomfrey le había dado una poción contra una posibles gastrointeritis. De pronto había tenido ganas de dormir. No ceno y directamente se fue a dormir.

Al igual que todos. Hermione le había dicho a Draco que esa noche no podría ir. Tenía una conversación pendiente.

Se abrazaron largamente, besándose. Aquel era su último día. Luego tendrían que relevarlo a las noches, exponiéndose a la expulsión. "Ya lo arreglaremos", había dicho Draco con una media sonrisa. Hermione se había limitado a asentir y no pensar. Tenía demasiadas cosas en la cabeza. Ya lo arreglarían.

Se habían puesto a hacer los deberes precipitadamente pues, como todos los años, a excepción de Hermione, ninguno tenía hecho las tareas encomendadas para vacaciones.

Así que la Gryffindor se quedó leyendo en la sala común a espera de que todos se marcharan. Además, el resto de Gryffindors había llegado de sus casas.

Así Dean Thomas corrió a abrazarse con sus compañeros de habitación. Un Neville más delgado y alto les saludó con su habitual timidez pero fue acogido con la misma exaltación.

Poco a poco la sala se llenó de gente. Y poco a poco, se fue vaciando.

- Hasta mañana. - bostezó Ginny Weasley estirándose.

Harry y ella se alejaron un poco hacia la esquina, detrás de una columna y se besaron a espaldas de los otros dos Gryffindors que quedaban en la sala que, sin embargo, lo intuyeron todo.

Unas risillas vinieron del lugar y, después de unos minutos se oyó unos pasos en una dirección y otros hacia otra.

- Ron, yo voy a acostarme ya, ¿vale?

El pelirrojo asintió agachando la cabeza entre los pergaminos.

- ¿A ti te queda mucho?

- No, no...vete y duerme, yo voy dentro de un rato.

- No te esperaré despierto. - bromeó Harry pestañeando en tono mordaz.

Subió unos peldaños y se despidió de su amiga que leía en una butaca.

- Que pases buena noche, Herm. - dijo con una sonrisa.

- Gracias, Harry. Igualmente. Hasta mañana.

Harry se perdió por el hueco de la escalera y ambos esperaron a que el sonido de la puerta les anunciara que estaban totalmente solos.

Al oírlo, sin embargo, esperaron unos segundos más. Silencio, solo el garbateo de la pluma dibujando cosas sin sentido y el pasar de las páginas de un libro que no leía.

Después, total silencio.

Entonces, Hermione levantó la mirada de su libro y Ron se enderezó, subiendo la cabeza.

Sus miradas entrechocaron pero ninguno se molestó en apartarla. Ya estaban hablando.

Sin embargo, el pelirrojo tosió suavemente, aclarándose la garganta y volvió la butaca quedando frente a Hermione.

Ésta cerró el libro delicadamente hasta que sendas tapas cerraron las páginas amarillentas del tomo. Tamborileó sobre él con sus dedos, esperando que hablara.

Ron se mordió el labio y muy bajito, la llamó:

- Hermione...

Ella se limitó a mirarle, serenamente, sin ningún acto más.

- Tengo que hablar contigo.

La prefecta cerró los ojos, cogiendo aire y asintiendo una vez.

- Te escucho. - susurró.

Ron se pasó las manos por los brazos, no sabía por dónde empezar.

- Verás...la noche de la fiesta...

Las sombras se hacían una pero el destello de la vela lejana podía acotar la figura de dos bocas unidas en un beso. Dolía el recuerdo.

- Yo...

Ron se sentía incapaz. No podía. ¿Cómo decirle que la había visto besándose con otro? ¿Cómo decirle que se había emborrachado por despecho y se había acostado con Parvati Patil que además, estaba enamorado de ella, por despecho...? ¿Cómo?

No podía. Era incapaz. Le temblaba la voz. Pero, no podía mentirle. Todo había pasado por callar una verdad, no podía taparlo con una mentira.

Y ella le miraba con sus redondos y pequeños ojos marrones, tan profundos como el mayor de los abismos, con su luz serena y comprensiva.

Amaba esos ojos, había soñado día y noche con que esos ojos fueran suyos y que cada mirada le perteneciera como él, por entero, le pertenecía a ella.

Y ahora iba a romper el concepto que ella tenía sobre él. Iba a perderla para siempre.

Suspiró, sus labios estaban resecos, temblaba y tenía ganas de llorar. Llorar a lágrima viva porque la vida era injusta. ¿De qué infeliz eran sus ojos? ¿Por qué motivo ella no le amaba? ¿Por qué no podía ser suya? ¿Por qué?

Desde pequeños habían estado juntos y desde pequeños había sentido que su relación nunca sería normal. Cuando no eran sus peleas, sería su amistad. Y en ese baile se dio cuenta de que la amaba, en ese baile en que ella debió de haber bailado con él. En ese baile en que no supo valorarla, se dio cuenta de que estaba completamente enamorado de ella. Completamente loco por ella.

¿Qué pasaría por su cabeza en ese segundo? ¿Qué pensaría? Él no podía hablar y ella no dejaba de mirarle con la mirada impaciente.

Hermione oía la voz de Parvati en el fondo de su mente.

"Tú... todo...todo...todo por tí, ¡todo esto es por tu culpa! Si tú no existieras, si tú no te hubieras metido en mi camino...¡nada de esto habría pasado!"

Tragó saliva. Las palabras le seguían doliendo pero ya no podía llorar.

"¡Has destrozado mi vida!", " Ya..estoy rota, como una muñeca desgastada...rota, roída...maltrecha e inservible.", "¡Porque te vio! ¡Porque te quiere! ¡Porque existes!".

Se estremeció.

- Ron... - susurró de nuevo.

El pelirrojo parecía no salir de su trance.

Quería decírselo pero no sabía cómo. Quería oírlo decirlo pero no podía soportar más la culpa. No quería oírlo de nuevo. No podía.

- Lo sé.

Entonces sus ojos azules, terriblemente asustados, la miraron, esperando sus palabras.

- Todo. Lo sé todo.

Él tartamudeó.

- ¿Qué...qué...qué es lo que...cómo, quién...qué...?

Apretó los labios. Ahora huía.

- Ayer Parvati me lo contó.

Se llevó una mano al pecho. ¿Lo había oído? ¿Había sido su corazón rompiéndose? No podía mirarla a la cara. Ella lo sabía. ¿Cómo iba a mirarla ahora? ¿Cómo iba a poder hablar con ella si estaba muerto de verguenza y culpa?

Se hizo el silencio.

- Ron. ¿Por qué no me lo has dicho nunca?

Él tenía sus ojos clavados en el suelo, oía su voz como llamas abrasantes, como espinas que se clavaban en su piel.

Le preguntaba por qué no se lo había dicho nunca. ¿Qué la amaba? ¿Qué estaba enamorado de ella? ¿Por qué? ¿Por qué, Ronald Weasley, nunca se lo había dicho?

- Por miedo. Miedo a perderte.

Hermione puso sus manos en sus mejillas, tapando también la nariz y entrecerrando los ojos.

- Soy un cobarde, Hermione. Soy un cobarde. Por mi culpa ha pasado todo esto. Por culpa de mi estupidez y mi cobardía. Todo esto es sólo culpa mía.

Hermione calló. Cerró los ojos y se apoyó en la butaca.

- Si hubiera tenido valentía, hace mucho que te hubiera dicho cuáles eran mis sentimientos. Pero fui cobarde, los callé por miedo. Temía que si te confesaba lo que sentía por ti...me rechazaras y luego...me dejaras, te perdiera.

Ron se revolvió el pelo, nervioso, desquiciado, tembloroso.

- Y no lo hubiera soportado. Por eso callé y me limité a encerrarlos en mí, a intentar que tú no te enteraras aunque yo no pudiera dejar de mirarte y de amarte. Aunque yo no pudiera...lo intentaba. Y debí hacerlo, lo sé. Pero te juro que fue más difícil callarlo, ocultarlo dentro de mí, morderme la lengua y el corazón para no delatarme frente a ti.

- ¿Y Parvati?

Parvati. ¿Y Parvati?

- Yo no sabía que ella...que ella me quería, Hermione. No lo sabía. Yo la veía como una compañera más, nada más que eso.

- Tú no bebes Ron, tú no pierdes el control.

- ¿Cómo no perder el control cuando te vi besándote con otro? ¿Sabes lo que me dolió? No lo sabes, Hermione. No sabes lo que fue salir de la fiesta y verte envuelta en la oscuridad como una sombra y él...

Draco. Hermione apretó los labios. Resbaló una lágrima, por el rostro del pelirrojo ya eran decenas. Lloraba hablando.

- ¿Quién es, Hermione, quién es?

- Eso no importa.

- ¡Claro que importa!

El pelirrojo se levantó de la butaca y avanzó hacia Hermione. Al estar frente a ella, se arrodilló y agachó la cabeza.

- Dímelo, Hermione, necesito saberlo.

La Gryffindor abrió los ojos. Con una mano acarició la cabeza de su amigo, enredando sus dedos en su cabeza. Él se inclinó hacia delante y posó sus manos en las rodillas de esta, mientras lloraba silenciosamente.

- Le he puesto mil caras. Dolía tanto. Lo que más, saber que yo no era uno de ellos.

Una lágrima cayó en la piel de la morena. La lágrima de su amigo que lloraba por ella. Las lágrimas de Parvati que se derramaban por él. Las lágrimas de Draco, por su desdicha. Sus propias lágrimas, por la injusticia.

- Hermione...Hermione...

Ron temblaba abrazado a sus rodillas.

Estaba sufriendo, estaban sufriendo tantos por una mentira. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese seguido la música de ese piano? ¿Se hubiera terminado enamorando de Ron? ¿Lo hubiera besado a él primero? ¿Le habría hecho el amor a ella y no a Parvati? Sus "Te quiero" serían para él y no para Draco.

Nunca habría conocido el amor por la música, ni la pasión por lo secreto y prohibido. Nunca hubiera conocido el alma de un pianista nocturno que lloraba por su destino y Ron no lloraría en sus rodillas.

- Ron...

Lentamente levantó la cabeza. Ella le miró, con sus orbes azules opacos y llenos de lágrimas. Era su amigo. Recordó el momento que se conocieron, con una mancha de chocolate en la nariz y le pareció que había pasado una eternidad pues el niño que ahora la miraba, ya no era ni niño, sino un adolescente con cuerpo de hombre y corazón de niño.

Con un dedo tocó una lágrima. El pelirrojo cerró instintivamente los ojos. El dedo de Hermione siguió caminando por su piel llorosa y al deslizarse el chico entreabrió los labios.

Entonces abrió los ojos topándose con ella. Se inclinó levemente y de pronto en un súbito acercamiento, posó sus labios frenéticamente en la boca de una estática Hermione.

Se quedó paralizada, sin saber qué hacer, qué sentir, cómo actuar.

Él la cogió de la mejilla, cerrando los ojos de nuevo y tomándola con anhelo a pesar de que ella no pronunciaba ningún movimiento.

Sentía el corazón de Ron palpitando y el suyo a mil por hora, rotándole en los oídos como un fuerte trueno.

Entonces, reaccionando colocó las manos en el pecho del pelirrojo y lo empujó alejándolo de ella.

Ron respiró agitado y la miró con los ojos que Draco había descrito. Ojos con un brillo especial.

IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Zabinni fumaba lentamente absorviendo el humo nicotinado.

Hacia aros redondos con el humo proviniente del cigarrillo que se perdían en partículas en el aire.

Dio una nueva calada entrecerrando sus ojos verdísimos y fijándolos en la puerta por la que nadie entraba.

La esperaba.

Flash Back

"Zabini vio pasar a Hermione y una sonrisa entrecruzada se dibujó en sus finos labios.

- Pansy... - murmuró. - Algún día tú y yo tenemos que hablar.

La Slytherin se unió al grupo de sus amigas y asintió levemente.

- Búscame, entonces.

Se alejó hacia dentro mientras él musitaba...solo.

- Te buscaré."

Fin Flash Back

Pero las tornas habían sido distintas, los papeles habían sido cambiados. Era ella quien le buscaba a él.

Y acto seguido, el muro escondido de la mazmorra se abrió.

Zabinni dibujó una interesante sonrisa en su rostro blanco y volvió a su cigarrillo, ignorando la presencia que acababa de entrar.

Los ojos azules de la Slytherin se clavaron en él.

Se cruzó de brazos, cogió aire y bajando los escalones escasos que separaban el pasillo de la sala; llegó a la altura de Zabinni, asió una mano y le arrebató el cigarro casi de los labios, llevándoselo a su propia boca. Blaise sonrió.

- Hola, Parkinson. Es un gusto verte de nuevo.

Pansy soltó pesadamente el humo y ladeó la cabeza.

- Déjate de gilipolleces, Zabinni. Vamos a lo que nos interesa. Cuéntame qué es lo que sabes.

Zabinni se descruzó de piernas y la miró descaradamente desde arriba a abajo. La miró con una mueca de lujuria en el mirar.

Habló casi susurrante:

- Primero quiero mi recompensa.

ooooooooooooooo

Hermione seguía paralizada, Ron la miraba sin decir nada.

Entonces el pelirrojo cogió aire.

- Es él, ¿verdad?

La prefecta rodó sus ojos marrones. No diría ni una palabra.

- Es ese Slytherin.

Y entonces, abrió los ojos y la boca, sintiendo como la sangre se le helaba. La había descubierto.

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Wola a todas! He vuelto! Aproveché que tengo cuatro días libres, por un puente...y me puse a escribir.

Todo está saliendo según tenía planeado, jejeje. No me matéis sé que este capítulo lo mantiene todo a medias pero quería dejaros con la firme convicción de que el peligro ya está inminente. Que la verdad puede salir en cualquier momento.

Espero que os haya gustado el capítulo. Por fin puse la conversación entre Hermione y Ron. Parvati planea venganza y Pansy y Blaise...

- La canción es "Quisiera ser" de Chayanne. Una canción preciosa!

Os dejo algunas preguntitas para que os comáis la cabeza

¿Ha descubierto Ron a Hermione?

¿Qué planean Blaise Zabinni y Pansy Parkinson?

¿Cuál será la venganza de Parvati Patil?

¿Podrá el pianista una noche más cantar junto a su musa?

¿Podrá huir Draco de su destino?

¡Todo esto y mucho más en el capítulo dieciocho!

Espero actualizar pronto pero la trama del próximo va a ser bastante complicada. Os auguro un capítulo candente pero no tanto como quisiérais

Weno mis niñas, os agradezco un montón a todas vuestro apoyo. Ayer mismo estuve hablando con una chica que casi me hizo llorar diciéndome que tenía mucho talento y...os pido un gran favor, me alegro que os guste el fic pero también tiene defectos, por favor, necesito saberlos para corregirlos así que no dudéis en criticarme (cuando sea necesario!) jeje.

Espero vuestras opiniones, críticas, felicitaciones...en reviews, e-mails (logarbo), comentarios, correo postal o lo que sea! :)

Me preguntaron hace poco qué cuánto le quedaba al pianista y yo dije que mucho. Ahora mismo estoy super perdida porque no tengo ni idea de cómo enlazar las cosas que tengo pensadas así que no os puedo dar tiempo.

Qué más...me apunté a una carrera aquí en Málaga Voy a hacer diez kilómetros, espero seguir viva para seguir publicando XD Jeje, weno mis niñas, no se me ocurre qué más decirles.

Sí! Muchísimas gracias a Spyprongs19 por esta preciosa reflexión! Leedla! Gracias linda!

"Cuando el amor os llame, seguidlo.

Y cuando su camino sea duro y difícil,

y cuando sus alas os envuelvan, entregaos.

Aunque la espada entre ellos escondida os hiera.

Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce

nuestros sueños, tal como el viento norte devasta los jardines.

Porque, así como el amor os corona así os crucifica.

Así como os acrece, así os poda.

Así como asciende a lo más alto y acaricia vuestras más

tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así descendera hasta

vuestra raíces y las sacudirá en su abrazo con la tierra.

Como tirgo en gavillas él os une a vosotros mismos

os desgarra para desnudarnos.

Os cierne para librarnos de vuestras coberturas.

Os pulveriza hasta volvernos blancos.

Os amasa, hasta que esteis flexibles y dóciles.

Y os asigna luego a su fuego sagrado para que podáis convertiros

en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios.

Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer

los secretos de vuestro corazón y convertiros, por ese conocimiento,

fragmento del corazón de la vida.

Pero si, en vuestro miedo, buscáis solamente la paz y el placer del amor,

entonces, es mejor que cubrais vuestra desnudez y os alejéis de su umbrales,

hacia un mundo sin primaveras donde reiréis, pero no con toda vuestra risa y

lloráreis pero no con todas vuestras lágrimas"

Khalil Gibrán.

Sin más divagaciones me despido hasta el capítulo dieciocho o para los que me lean en "Prisionera de un sangre limpia" en su capítulo, ya el once ;)

Mil besazos a todas

Os quiero!

Lira Garbo

Quiero morir en tu veneno

Alex Sanz

Tu y yo en mi habitación

la oscuridad nuestra canción

y ya soy feliz.

Eres la inspiración,

tu creas y eres creación

eres odio y querer.

Ven, te daré todos mis sueños,

que vivo de ilusiones

y así no sé vivir.

Si aunque no quiera piensoo en ti,

el fuego en que me quemo,

quiero morir en tu veneno,

beberlo de tu piel y mi piel.

Me pierdo en la realidad

tu luz me guía si al soñar

te busco, mi amor.

Tú, tan perfecta, sólo t

producto de mi imaginación

por ti pierdo la razón.