Hola! Vengo con un nuevo Fic… Se llama "A Really Fairy Tale" y como dice su título, pues es un cuento de hadas. Sé que tal vez al pricipio se verá muy raro, pero espero que conforme vayan leyendo les vaya gustando. Eso sí, deben tener muy buena imaginación.
Bueno aquí se los dejo, y espero que les guste.
DOS MODOS DE VER LA VIDA
Hace cientos de años, en el mundo existían dos reinos que vivían en paz: el de los humanos y el de la Hadas…
En el mundo de las hadas gobernaba un benévolo rey, quien tenía una hermosa hija: La Princesa de las Hadas.
Era una joven hermosa, de esbelta figura, sus ojos reflejaban gran amabilidad, sus manos parecían de cristal por su extrema delicadeza y sus alas… su forma era simplemente hermosa. Ella era muy querida por todos en su reino ya que, a pesar de aparentar ser una chica demasiado egoísta e insoportable, era sumamente bondadosa y cariñosa.
El Rey sentía un gran cariño por su hija, pero era demasiado sobre protector. No le gustaba que la princesa quisiera a alguien que no fuera él, quería tenerla por siempre a su lado; detestaba pensar que algún día ella se enamoraría de alguien, porque eso significaría que él pasaría a estar en segundo lugar y eso no podía ser así, no podía…
Además le tenía estrictamente prohibido acercarse al Reino de los Humanos, cosa que para cualquier otra hada no era restricción. La princesa nunca había cuestionado los mandatos de su padre, pero sentía un vacío en el alma.
El palacio, su hogar, era realmente grande y estaba hecho de cristal. En él vivían el Rey, la princesa y algunos criados, a los cuales casi nunca se les podía ver por los pasillos. La habitación de la chica era enorme, con una gran cama en la cual podrían dormir 5 personas sin problemas; tenía un gran espejo que iba desde el suelo hasta el techo, el cual se encontraba como a 10 metros de altura, esto porque a la princesa le gustaba volar y modelar sus trajes en al aire.
En su guardarropa tenía un traje, un par de zapatos y una corona distintos para cada día…
A la joven hada le encantaba pasear por los jardines, o mejor dicho, bosques del palacio, no solo porque se relajaba estando ahí tan solo escuchando el sonido de la naturaleza, sino porque ahí podía encontrarse con sus amigos sin que su padre la estresara diciéndole que no estaba bien visto que la Princesa de las Hadas se relacionara con cualquier otra hada que no fuera el rey o los amigos que él considerara que estuvieran a la altura de su hija.
Estaba un día la chica caminando en medio de grandes árboles en uno de los jardines, jugando con sus poderes: hacía que los árboles se movieran para darle paso y si veía una mariposa, le cambiaba el color. De repente:
: Esperamos que la princesa Mimi no se encuentre muy ocupada o que el Rey no le impida hablar con nosotros.
Mimi: Muy graciosos chicos- dijo sin voltear. Había reconocido la voz de su amiga Yolei y supuso que con ella también estarían el resto de sus fieles amigos: Kari, Izzi y Ken- ¿Qué hacen aquí tan temprano?- dijo ya viéndolos.
Rey Mijail ¡HIJA¿Mimi donde estás?- se oía gritando, parecía estar cerca de ellos. Los chicos se asustaron.
Mimi: Rápido chicos júntense- dijo. Extendió ambos brazos sobre su cabeza y los fue bajando hasta pegarlos a su costado formando con ellos un arco brillante el cuál se dirigió a los chicos y los convirtió en mariposas…
Rey Mijail: Hija ¿Qué haces en este lugar tan apartado del jardín?- le preguntó algo confundido
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Pero no se podía quedar de lado el Reino de los Humanos, en donde gobernaban un rey y una reina, quienes tenían 2 apuestos hijos. Ellos querían muchísimo a ambos príncipes, aunque no de la misma manera obsesiva en la que el rey Mijail quería a su hija. El mayor de los chicos, y por lo tanto heredero al trono, tenía una extraña personalidad.
Era un joven muy callado y serio; habían sido mínimas las veces en las que se había visto un sonrisa dibujada en su rostro; era muy reservado y de pocas palabras.
Era definitivamente un chico apuesto con su cuerpo bien formado, bastante alto y un gran cabello, pero el aspecto que más llamaba la atención de él era, sin duda, sus hermosos ojos azules. Esos ojos que al verlos te hacían sentir que estabas sumergido en el océano, un azul que te envolvía y te hacía sentir refugiado; uno que te hechiza.
Sin embargo, había algo más en él, un aspecto del cual muy pocos tenían conocimiento y es que él realmente se preocupaba por su hermano menor; lo quería más que a nada aunque no aparentara ser así, ya que el joven parecía ser alguien muy frío, ya que, de hecho, no le agradaba en lo más mínimo demostrar sus sentimientos ante los demás, ya que implicaba debilidad según él…
Este príncipe, Matt, había crecido en un ambiente en donde nunca lo sobreprotegieron, no lo limitaron a hacer solo cosas de su clase ni le prohibieron que le gustaban porque sus padres pensaban que si hacían cualquiera de estas cosas, harían que el joven creciera sin haber disfrutado de todo lo que la vida le podía ofrecer. Todo esto provocó que el chico se convirtiera en alguien muy independiente, no le gustaba someterse a lo que los demás le impusieran; excepto a la orden de su padre de no cruzar los límites del Reino de las Hadas, aunque no estaba muy seguro de porque obedecía esa orden, ni tampoco de porque se la habían impuesto, por eso quería averiguarlo.
Cierto día, el joven Matt había planeado con su inseparable amigo Tai que se encontraran en las afueras del palacio al anochecer y partir en busca de respuestas acerca del Reino de las Hadas, o, mejor aún, en busca del mismo Reino.
Sin embargo, cuando el príncipe ya tenía todo listo y se preparaba para salir al encuentro con su amigo, sus padres lo llamaron diciendo que tenían algo muy importante de qué hablar, lo que sorprendió a Matt. Fue con ellos…
Reina Katie: Hijo, me alegro de que vinieras. Lo que tu padre y yo tenemos que decirte es algo muy importante. Ven.
Matt: Si, pero podrían por favor darse prisa; había quedado con un amigo para salir y no quiero quedar mal con él.
Rey Cedric: De acuerdo. Mira, pronto cumplirás los 18 años y sabes que esa es una fecha realmente importante.
Reina Katie: Además de que requiere una gran celebración y todo. Pero no solo eso sino que- fue interrumpida.
Matt: Primero, no quiero que hagan gran alboroto, y Segundo, ya sé que debo prepararme para cuando tome el trono.
Reina Katie: Claro que eso es importante, pero supongo que debes saber que todo rey necesita una reina con él…
Matt¿Qué quieres decir con eso madre?- preguntó temiendo que la respuesta fuera la que él tenía en mente.
Rey Cedric: lo que tu madre está dice es que debes encontrar una buena chica y comprometerte con ella.
¿Qué les pareció? Les dije que era muy fantasioso, pero espero que les haya gustado. Ya saben cuanto me encanta que me escriban Reviews, así es que lo que sea que me quieran escribir será bienvenido.
Bye!
Make a wish…
A Fairy will let your soul fly
