Cap. 4

Había pasado un mes desde que Hermione despertó, Harry seguía inconsciente y Hermione lo iba a ver diario. Las clases en Hogwarts habían comenzado, por lo que la profesora McGonagall ya no iba tan seguido y Ginny ya no tenía oportunidad de ir.

Cada vez que se cruzaba con Hermione la ignoraba, lo cual no molestaba a Hermione, ya que prefería la indiferencia a la lluvia de insultos que recibió la primera noche.

Ron por su parte había empezado en la escuela de Aurores, por lo que iba 2 o 3 veces por semana. Hermione quería entrar a la escuela de sanadores, pero decidió esperar un año antes de entrar, para tener a su hijo tranquila y poder seguir estando con Harry.

Los gemelos, Lupin y Tonks apoyaban mucho a Hermione, la acompañaban mientras estaba en el Hospital y trataban de que no estuviera sola.

Pero esa mañana era el día en que Hermione sabría el sexo del bebé, había decidido esperar a que Harry despertara, pero le preocupaba la salud de su bebé y quería que la revisaran, adempas la curiosidad por saber si tendría un hijo o una hija era demasiado grande y Tonks le había dicho que no había razón para esperar, que a Harry le alegraría saberlo enseguida.

Llegó a San Mungo muy temprano como siempre y se encontró con Tonks en la sala de espera de Harry, tenía la cita a las 9 y faltaba poco para esa hora, bajó con Tonks al piso de maternidad y entró al consultorio de su sanadora.

-Hola Hermione, pasa. Ponte esa bata, enseguida te reviso.

-¿Herms quieres que me quede contigo? –le dijo Tonks antes de entrar.

-Sí Tonks, la verdad me da un poco de miedo.

Salió del vestidor con la bata puesta y se recostó. La sanadora tomó su varita y la dirigió al vientre de Hermione.

-¡Ultramere! –gritó y por encima de Hermione salió una imagen del bebé- como puedes ver aún no está completamente desarrollado, tienes 13 semanas, pero tu bebé está en excelentes condiciones. Escucha su latido, es completamente normal ¿Ves como se formaron ya los brazos y las piernas? Y sus ojos ya están formados. Ahorita mide como 10 centímetros y pesa unos 20 gramos, lo cual es normal. Mira, ya mueve sus extremidades y bueno, como te dije ya se puede saber el sexo, pues ya tienes 3 meses ¿Quiéres saberlo?

Hermione miró nerviosa a la sanadora y a Tonks, claro que quería saberlo, pero le dolía que Harry no estuviera ahí sosteniendo su mano.

-Sí, quiero saberlo.

La doctora movió un poco la varita del lugar donde la tenía para mostrarle sus manos.

-Bueno ahora lo sabremos ¿preparada?

Hermione asintió con la cabeza.

-Es un niño.

Hermione comenzó a llorar de emoción, se vistió y salió del consultorio.

-Bueno Hermione, me tengo que ir –dijo Tonks- no se si pueda venir al rato, tengo mucho trabajo.

-No te preocupes Tonks, estaré bien.

Hermione subió al piso en el que estaba Harry y no encontró a nadie en la sala de espera, por lo que fue a registrarse y entró con Harry.

-Hola amor, ya extrañaba verte, ayer no pude venir en la tarde, me sentía mal, mareada y todo eso. Hoy fui a ver a una sanadora y me dijo que tendremos un niño, no sabes lo feliz que estoy…

Así pasó el resto de la mañana, en la habitación hablando con un Harry inconsciente. Al salir se encontró con un rostro al que hacía 3 años que no veía.

-¿Víktor?

-¡Hola Herr-mío-ne!

Se abrazaron.

-¿Qué haces aquí?

-Bueno, tenemos un parrtido esta semana, prregunté por ti en Hogwarrts y la dirrectora me dijo todo lo que pasó.

-¿Todo?

-Bueno sólo me dijo que Harry estaba inconsciente, lo cual todo el mundo mágico sabe y me dijo que te podía encontrrarr aquí.

-Que bueno que has venido a verme

-Bueno, sabes que te quierro mucho ¿Perro qué haces aquí? Pensé que estarrías estudiando.

-Bueno, es que este año no voy a estudiar.

-¿Qué¿Perro porrqué?

-Es una historia algo larga.

-Tengo todo el día, no tengo entrenamiento hoy ¿Te invito a comerr?

Fueron a comer a un restaurant muggle que estaba a unas cuadras de San Mungo, Hermione le contó la historia a Krum.

-Vaya, no puedo crreerrlo.

-Lo sé, imagínate como estaba yo cuando me dijeron que mi bebé estaba bien.

-Me imagino, perro ¿y tu amigo ese, el pelirrojo.

-¿Qué con él?

-Siemprre pensé que estabas enamorrada de él o algo así.

-No Víktor.

-Perro, recuerrdo el día en que te pedí que fuerras mi novia, me dijiste que no podías, y cuando te prregunté porrque me dijiste que erra porque amabas a alguien más. Además que Ron no te lo perrdonarría.

-Sí, yo hablaba de que amaba a Harry, pero también sabía que Ron no me lo perdonaría.

-Perro ¿él porrqué?

-Bueno, decía que fraternizaba con el enemigo.

-Yo crreo que él está enamorrado de ti. Y no lo culpo, te has convertido en una joven herrmosa.

-Gracias Viktor –dijo Hermione sonrojándose- no sé si esté enamorado de mí, pero en todo caso yo amo a Harry. ¿Y tú cómo vas en la cuestión amorosa?

-Bueno, he tenido algunas novias, nada serrio.

-Que mal, seguro encontrarás a alguien.

-Clarro, aunque es difícil. Cuando alguien se me acerrca es sólo porrque soy famoso, no les interresa saber nada de mí, sólo me ven como el famoso Viktor Krum, jugadorr de Quidditch.

-Es porque no te conocen Viktor, eres una muy buena persona y un excelente amigo.

-Grracias Herrms. Bueno crreo que me tengo que irr, te acompaño a San Mungo.

Caminaron hasta San Mungo y ahí estaban los gemelos.

-Bueno, esperro que puedan irr al parrtido, sé que estás prreocupada porr Harry, perro te harrá bien distrraerrte. Te dejarré 8 entrradas, no me dierron más.

-Gracias, ahí nos vemos.

Se despidieron con un abrazo y se fue.

-Bueno, Hermione, no sé que planes tengas para esos boletos, pero no creas que Fred y yo no vamos a ir para vigilar que te portes bien –dijo George.

-Claro que los invitaré, pero no para que me cuiden, yo siempre me porto bien.

-Sí, pero no sabemos cuales son las intenciones de Krum.

-Viktor es mi amigo y no tiene malas intenciones.

-Bueno, por si las dudas.

Llegó el día del partido, Hermione decidió invitar a George, Fred, Tonks, Lupin, sus papás y al señor Weasley. Estaban en una tribuna privada, donde tenían una vista perfecta del campo.

El comentarista era Lee Jordan quien había conseguido un trabajo en el Departamento de Juegos y Deportes Mágicos.

Era un partido amistoso entre Bulgaria e Inglaterra.

El partido comenzó, Lee Jordan narraba muy bien, aunque en momentos hacía comentarios a favor de Inglaterra, tal como lo hacía con Gryffindor en los partidos de éste.

El puntaje iba 70-10 a favor de Bulgaria.

-¡Ahh!

-¿Hermione estás bien? –dijo George quien fue el único que escuchó el grito.

Hermione se sentó y comenzó a tocarse el vientre.

-¿Qué pasa?

-Me duele mucho George.

-Tenemos que sacarte de aquí, pero tenemos que caminar o algo, porque aquí no nos podemos desaparecer.

-Lo que sea, pero por favor vámonos.

Todos los de la tribuna se dieron cuenta de lo que le pasaba a Hermione, Lupin la tomó en brazos y bajaron, salieron del estadio para poder desaparecerse y se aparecieron en San Mungo. La sanadora que atendía a Hermione la recibió. Entraron la señora Granger y Hermione. Cuando Hermione se puso la bata se dio cuenta de algo.

-¡Estoy sangrando!

-¿Qué? –la sanadora de inmediato la acostó, pidió una camilla y la internaron. Le dieron una poción para dormirla y ya no supo nada más.

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Acá les dejo el capítulo 4, sé que es corto, pero no quería tardarme tanto como la última vez... además quería dejarlos un poco en suspenso, espero que haya funcionado... bueno pues GRACIAS A TODOS por los Reviews, me animan a seguirle con la historia.. si siguen así nunca se acabara... jeje... uuu pobre Harry lo tengo muy abandonado... ya lo voy a incluir mas..