Epílogo
-Buenos días princesa –dijo dándole un beso a su esposa.
-¿Qué hora es?
-Las 6:30.
-Ahora me levanto, ¿puedes despertar a Sirius?
-Sí, pero ya levántate.
Salió de la habitación hacia el cuarto de su hijo. Al entrar vio a unniño de siete años, tenía un gran parecido a su madre, excepto por el pelo negro algo despeinado. Se sentó en la cama.
-Sirius, ya levántate.
-Otros 5 minutos.
-No, ya levántate y métete a bañar.
-Está bien, ya voy.
Se levantó. Era algo bajo para su edad y muy delgado.
-¿Qué hora es?
-Las 6:30.
-Tú tampoco te has bañado.
-Ahora me baño, tu mamá debe de estar haciendo el desayuno.
-Bueno, ahora bajo.
Harry salió de la habitación, entro a la suya, Hermione ya no dormía. Se metió a bañar, cuando salió bajó a la cocina. Su hijo ya estaba sentado en la mesa y Hermione servía el desayuno.
-Hoy tienes que llegar temprano Harry.
-¿A sí? ¿Por qué?
-Vamos a ir a casa de Fred, Ginny cumple 4 años.
-Ok, ¿A qué hora tengo que estar aquí?
-Como a las 7, yo ya pedí permiso en el trabajo de salir más temprano.
-¿Quién va a recoger hoy a Sirius?
-Bueno, no voy a poder, como saldré más temprano no voy a salir a comer. Pero le digo a mi mamá que lo recoja.
-No, en casa de los abuelos me aburro –dijo Sirius- mejor díganle a Tonks.
-Tonks trabaja Sirius, además la abuela te quiere mucho y o será mucho tiempo, en cuanto salga del trabajo paso por ti allá.
-Está bien.
-Lávate los dientes, que ya nos vamos. No puedes llegar tarde otra vez –dijo Harry levantándose.
Subió y se lavó los dientes, mientras Hermione se metía a bañar. Cuando salió el niño entró.
-Ya estoy papá.
-¿Hiciste la tarea?
-Sí, mamá como siempre la revisó.
-Bueno, ya nos vamos amor.
-¡Que les vaya bien! ¡Y no se te olvide que temprano!
-¡Adiós mamá!
Salieron en el carro de Harry. Llegaron rápidamente a la escuela de Sirius.
-Adiós Sirius, que te vaya bien. Hazle caso a tu abuela.
-Papá, creo que la maestra quería hablar contigo.
-¿Qué? ¿Porqué no me dijiste antes?
-Porque no quería que mi mamá supiera.
-Bueno, vamos.
Llegaron al salón de los de segundo, una señora estaba sentada en su escritorio.
-Hola, buenos días. Soy Harry Potter, el papá de Sirius.
-Buenos días señor Potter, vamos a mi oficina.
Llegaron a una pequeña oficina, decorada con fotografías, flores y archiveros.
-Siéntese por favor. La razón por la que quería hablarle es por Sirius. Es un buen estudiante, pero no puedo decir lo mismo de su conducta. Tiene cierto talento para meterse en problemas y romper las reglas.
-¿Qué hizo esta vez?
-Bueno, les hace bromas a las niñas, como ponerles insectos y esas cosas. Pero ayer puso, junto con otros 2 niños una rata en mi escritorio.
A Harry le causó risa eso, pero no lo quiso demostrar.
-Ya hablaremos con él ¿Usted lo va a castigar?
-Pues, los íbamos a suspender, pero decidimos darle una oportunidad. Simplemente su calificación en conducta bajará.
-Estoy de acuerdo y le aseguro que no se repetirá. Muchas gracias por ponerme al tanto.
-Gracias a usted por venir.
-Bueno, ahora si me disculpa, tengo que llegar al trabajo.
-Sí, no se preocupe, el timbre está por sonar.
Llegó al Ministerio. Subió al segundo piso a una gran oficina, llena de fotografías de su familia y amigos. Se sentó en su escritorio y vio una torre de memorandums que se puso a revisar.
-¿Puedo pasar jefe? –dijo una voz conocida.
-Pasa Ron. Y si me vuelves a decir jefe, te corro.
-Que simpático. Oye vine a ver si tienes el archivo de ese tal Augustus Long.
-¿Tú tienes ese caso? Pensé que se lo había dado a Tonks.
-Sí, pero yo estoy llevando el caso de Bernard Hart y necesito revisar el caso de Long, porque creo que están relacionados.
-Creo que tengo una copia déjame buscar –dijo levantándose hacía un gran archivero.
-¿Vas a ir a la casa de Fred?
-Sí, claro que iremos ¿Ustedes?
-Bueno, supongo que sólo un rato. Luna se cansa muy rápido.
-Está en su octavo mes ¿Qué esperas?
-Que lo tenga ya, eso de salir a las 4 de la mañana porque se le antoja una musaraña no es nada agradable. Te juro que esa mujer tiene los antojos más raros que he visto en toda mi vida.
-Bueno, después de todo es Luna ¿no? Además espérate, cuando tengan a su hijo te vas a desvelar más. Aquí está Augustus Hart.
-Gracias Harry, a por cierto mandó decir Ojoloco que sospecha de una banda de mortífagos cerca de su casa.
-Ojoloco con los años alucina más cosas, pero mandare a alguien, sólo para que esté seguro.
-Que no sea a mi, tengo mucho trabajo. Nos vemos al rato Harry.
-Adiós Ron.
Siguió trabajando con los memorandums, constantemente entraban y salían aurores para pedirle archivos, preguntarles de los casos, recibir órdenes, o simplemente para saludarlo. El trabajo era muy cansado, era el Jefe del departamento de Ley mágica. Tenía a su cargo Aurores, miembros del Wizengamot, uso inapropiado de la magia y el uso indebido de objetos muggles, en el que aún trabajaba Arthur.
Hermione, por su lado trabajaba en San Mungo, era la sanadora titular del piso 4. Por lo que estaba a cargo de cada enfermo con daños provocados por hechizos. Tenía a su cargo a pacientes como los señores Longbottom, Gilderoy Lockhart y más de ese tipo. Aunque le alegraba saber, que poco a poco los pacientes no tenían daños tan severos como ellos. Pero además de todo esto, tenía una asociación conocida como la PEDDO, la cual había crecido bastante en los últimos años y contaba ya con varios miembros.
Sirius cursaba el segundo año de primaria en una escuela muggle. Era un niño extraordinariamente inteligente, a pesar de que raramente ponía atención, pero contaba con los genes de Hermione, James y Lily. Tenía dos amigos inseparables, con los que hacía demasiadas travesuras. Volaba tan bien como su padre, quien lo enseñó a los 5 años, a pesar de la oposición de Hermione. Tenía atrás de él a varias niñas, pero como cualquier niño de su edad, él odiaba a las niñas.
Vivían en una casa en las afueras de Londres, no era muy grande ni muy pequeña. Tenía 3 recámaras amplias, un estudio, una sala de TV y juegos, una cocina, comedor, sala, un gran jardín y una pequeña alberca. Les gustaba vivir al estilo muggle, ya que ambos padres crecieron en casas muggles.
-Sr. Potter su pedido –dijo una bruja pequeña, quien les llevaba la comida todos los días.
-Gracias Kim y ya te dije que me digas Harry.
-De nada señor Harry, con permiso.
Harry salió de su trabajo, para comer lo que la bruja le había traído, la última semana había tenido que comer ahí, ya que el trabajo era demasiado, ya que ahora que Voldemort se había ido, había varias personas que querían ocupar su lugar. Aunque ninguna era tan poderosa como Voldemort les daban mucho trabajo a todos los aurores y, por lo tanto, a Harry. Terminó la hamburguesa que le había llevado y volvió a la pila de memorándums.
-Hola Harry, ¿puedo pasar?
-Sí, claro. Siéntate Tonks.
-Oye te quería pedir un favorsotototototototote.
-¿Qué pasa? –dijo Harry con una sonrisa.
-Bueno, mañana en la escuela de Josh va a haber algo así como un festival, los niños van a bailar y eso.
-Y quieres pedirme permiso para ir ¿verdad?
-Harry, entiéndeme. Sólo tiene 3 añitos y seguramente se va a ver hermoso, hasta los van a disfrazar no se de que y yo tengo que trabajar, aunque claro me gustaría estar todo el tiempo con él, pero tú sabes que el trabajo de Remus no nos puede mantener a los tres y…
-¡Tonks! Tranquila, ¿cuándo te he dicho que no?
-Nunca, pero la verdad si me da pena, vas a pensar que estoy abusando de ti, pues porque somos amigos y eres como un hijo para Remus y un tío para Josh y…
-No te preocupes, no pienso nada de eso.
-Entonces ¿puedo llegar más tarde?
-Claro que sí, no te preocupes. Pero de verdad quiero que trabajes duro en el caso de Long, no tenemos ni pista de él.
-Sí, no te preocupes Harry, de hecho tengo unos testimonios bastante buenos, sólo estoy juntándolos, pero mañana te los enseño, hoy en la noche los termino de acomodar.
-¿Hoy en la noche? ¿No vas a ir a casa de Fred?
-¡No me acordaba! Ahora tengo que ir a comprar un regalo para Ginny, bueno seguramente Remus se acordó, ahora le mando un mensaje, para ver si puede ir.
-¿Un mensaje? Si está en el cuarto piso ¿Porqué no vas?
-Porque estoy trabajando, además es más fácil mandarle un memorándum que ir. Bueno Harry, te dejo.
-Está bien, nos vemos en la noche.
Remus y Tonks llevaban 5 años de casados.
Remus Lupin trabajaba en el Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas en la División de Hombres Lobo. Ganaba lo suficiente como para mantener una familia pequeña. Cada mes Hermione le preparaba la poción matalobos, por lo que se quedaba en el sotano de su casa, esperando a que la luna llena se ocultara.
Tonks seguía siendo un auror y de las mejores, había mejorado bastante en el ocultamiento, ya que era menos torpe. Se había convertido en toda una madre y aunque le daba cierta libertad a su hijo, también podía ser muy mandona y regañona si se lo proponía.
Josh tenía 3 años, era metamorfomago, al igual que su madre, aunque aún no dominaba muy bien ese poder. Era algo tímido como Remus, pero muy inteligente para su edad. Era todo para Remus y Tonks, que lo consentían demasiado y le daban todo lo que estaba al alcance de sus posibilidades. Iba en 1ro de kinder en la misma escuela que Sirius.
Harry seguía sumido en el trabajo, pero al voltear a ver el reloj se dio cuenta de que eran las 6:30, cerró la carpeta en la que estaba trabajando y salió del lugar. Rápidamente subió al carro y fue por Sirius.
-¡Papá! –gritó el niño cuando su abuela abrió la puerta.
-¿Cómo se portó? –preguntó Harry a su suegra.
-Bueno, al principio algo inquieto, pero lo calmamos con un libro que le prestamos, era de Hermione cuando era más chica.
-¡Tienes que leerlo papá! Es la Historia de Hogwarts ¿sabías que el techo del Gran Comedor parece un cielo real, pero realmente es un hechizo?
-Sí, viví ahí 7 años. Bueno despídete de tus abuelos.
-¿Me lo puedo llevar abuela?
-Claro que sí, yo te despido de tu abuelo que está dormido y no queremos despertarlo ¿verdad?
-Adiós abuela.
Salieron y se fueron hacia la casa, que no estaba muy lejos, cuando llegaron Hermione ya estaba arreglada, esperándolos.
-Se tardaron.
-Había algo de tráfico, las desventajas de tener que llevar a Sirius a una escuela muggle.
-Bueno, vámonos.
-No, me tengo que bañar.
-Te bañaste en la mañana, además le dije a Angelina que llegaríamos temprano, no como siempre…
-Bueno está bien, pero nos aparecemos ¿no?
-Sí, yo me llevo a Sirius.
-Bueno, ahí te espero.
Y con un ¡plop! desapareció.
-Yo no quiero aparecerme mamá -dijo Sirius- se siente feo.
-Es más rápido, ven dame la mano.
Aparecieron al lado de Harry, justo afuera de la casa de Fred y Angelina.
Tocaron y les abrió Fred.
-¡La familia Potter! Sirius, no has ido a la tienda.
-Mis papás no me llevan, pero algunos de las bromas han funcionado a la perfección.
-¡Jajaja! Pasen.
-¿Dónde está Richard? –preguntó Sirius.
-Allá arriba, viendo la tele.
Fred y Angelina tenían 6 años de casados. Vivían en una gran casa en Londres.
Fred, junto con su hermano seguían con "Sortilegios Weasley", la tienda estaba en varios países y se había convertido en la tienda de bromas más importante de toda Inglaterra.
Angelina jugaba en los Tornados, era una de las cazadoras. Ambos tenían mucho dinero, por lo que se daban muchos de los lujos que Fred siempre quiso en su niñez.
Tenían dos hijos, Richard de 6 años y Ginny de 4. Ambos tenían una maestra particular que iba diariamente a la casa a darles clases, contaban con varios elfos domésticos y una niñera que los cuidaba, ya que sus papás no estaban mucho en la casa.
Richard era igual de travieso que su papá y siempre les jugaba bromas a los elfos y a su hermana.
Ginny era una niña muy inteligente, era algo callada y tenía un carácter muy fuerte.
-¡Hola Richard! ¿Qué ves?
-Nada en especial, ¿quiéres jugar videojuegos?
-Sí, pon ese de pistolas.
-¿Ya hay mucha gente abajo?
-Pues no sólo tus abuelos, mis papás, Ron y Luna y creo que Bill y Fleur.
-¿Trajeron a Audrey?
-No la vi, pero supongo que sí. Debe de estar con Ginny.
Fleur y Bill tenían 8 años de casados y una hija llamada Audrey de 6 años.
Ambos trabajaban en Gringotts, con buenos cargos, por lo que se podían dar una buena vida. Bill tenía algunas marcas de la mordida de Greyback, pero realmente no se le notaban mucho.
Audrey era una niña muy bonita, por lo que se sentía mejor que los demás, Richard y Sirius no la soportaban, ya que se la pasaba haciendo comentarios contra todos. Esto había logrado que la niña fuera víctima de muchas de las bromas de Richard y Sirius.
-¡Richard! ¡Ven a saludar! –se escuchó la voz de Angelina.
-¿Preparado para una dosis de besos y abrazos? –dijo Sirius.
-Y de que me digan "¡Pero que grande estás!" "¡Eres idéntico a tu madre!"
-Bueno, deberíamos de acostumbrarnos. Vámos antes de que tu mamá se enoje.
-¡Hola niños!
-Hola tío Bill –contestaron los niños al unísono- ¿y mi tía Fleur? –preguntó Richard.
-Está en la cocina con tu mamá.
-¡Richard!
-Hola tío Ron ¿cómo estás?
-Bueno, algo cansado.
-¿Por el embarazo de mi tía Luna.
-Sí, es difícil levantarte a las 4 de la mañana por alguno de sus antojos y a las 6 otra vez al trabajo.
-Bueno, pero no queda mucho tiempo ¿o si?
-Espero que no. Realmente no sé como sus papás no se quejaban.
-Supongo que son un poco menos exagerados –dijo Sirius.
Ron y Luna tenían 1 año de casados y ella tenía 8 meses de embarazo. Duraron 4 años de novios, antes de casarse. La relación se dio ya que después de la muerte de Ginny, Luna se volvió muy unida a la familia. Aunque Ron no la soportaba al principio, empezó a entenderla y a escucharla.
Ron era un auror, trabajaba en el ministerio. Luna por su parte había heredado la revista de su padre, "El Quisquilloso", que aunque seguía contando historias absurdas como antes, tenía un poco más de compradores. Vivían en un departamento cerca del Ministerio.
-No, es porque sus esposas no son tan raras como la mía.
-¿Qué dices de mi Ron? –dijo Luna sentándose a su lado con una gran panza.
-Nada amor, que estoy impaciente porque nazca el bebé.
-Sí, claro. Seguramente contabas alguna anécdota de Lunática Lovegood ¿no?
-No, yo no cuento tus locuras. Ellos solos se dan cuenta de que estás más chiflada que nadie.
-Que simpático.
En ese momento tocaron el timbre, Richard se acercó a abrir.
-¡Tío George! –gritó el niño.
George lo levantó y lo subió a sus hombros.
-¿Vienes solo?
-Sí, digamos que no hay conquista esta noche.
-¿Pero y tu novia?
-Tenía una cena con sus papás o algo así.
-Que mal, ella me gusta para ti, creo que es la indicada.
George lo bajó.
-Ni se te ocurra mencionarlo cabezón, no tengo ganas de hablar de eso otra vez ¡Sirius!
-¡Hola George!
-¿Qué tal te fue con lo de la maestra?
-Algo mal, aunque creo que mi mamá aun no sabe.
-Te dije que iba a funcionar. Nadie se da cuenta de que las ratas son falsas.
George aún era soltero, aunque llevaba 1 año de relación con una chica Norteamericana que tenía una tienda de Quidditch en el callejón Diagon, a un lado de la tienda. En los últimos años había tenido muchas relaciones, pero no había llegado a nada serio.
Era el tío consentido de todos los pequeños Weasley y de Sirius.
-¿Y dónde está Ginny?
-No sé, en algún lado con Audrey -dijo Richard volteando los ojos.
-No seas así, es tu prima.
-Desgraciadamente…
-Bueno, voy a buscarla.
-¿Saludaste a tus abuelos?
-¡Sabía que alguien se me olvidaba! Ven acompáñame, así se reparten los regaños.
-¡Abuela!
-¡Hola Richard! Pensé que no me ibas a venir a saludar.
-Hola señora Weasley.
-Hola Sirius ¡Pero que delgado estás! Voy a tener que hablar con tu mamá de eso.
-¿Y el abuelo?
-Fue con tu papá a ver como funcionaba no se que aparato.
-¿La computadora?
-Algo así, una tontería de esas.
Molly y Arthur vivían ahora solos en la madriguera. Arthur seguía con su trabajo en el ministerio, aunque ahora tenía una mejor oficina y ganaba un poco más. Molly vivía para sus nietos y su casa.
-¿Y cuándo viene el tío Charlie?
-No sé, tiene mucho trabajo. Pero su esposa y sus hijos querían venir.
-Le mandó unas fotos a papá de unos dragones –dijo Sirius- creo que uno de ellos es con el que se enfrentó en el torneo de los Tres Magos. Quería enseñarle cuanto había crecido.
-Bueno, a mí no me manda fotos, pero de repente una que otra lechuza.
-¿Percy va a venir? –preguntó Sirius.
-No sé, me dijo que tenía mucho trabajo.
-Sí como no. Siempre busca alguna excusa –dijo Richard.
-Está ocupado Richard, pero el nos quiere mucho a todos.
-Sí mamá, demasiado –dijo George sentándose- tanto que hace como 6 meses que no lo veo.
Percy trabajaba con el Ministro, era su asistente personal, por lo que ya tenía un nombre en el Mundo Mágico y muchos pensaban que sería el sucesor de Scrimgeour. Tenía 6 años de casado con Penélope Clearwater, quien era Jefa del Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Tenían un hijo de 5 años, quien estudiaba en casa.
Charlie aún vivía en Rumania. Seguía trabajando con Dragones. Llevaba 3 años de casado con una chica de allá y tenía 2 hijos, uno de 3 y uno de meses. La familia Weasley los conocía, ya que Charlie trataba de ir a Londres lo más seguido que podía.
-¡Sirius!
-¡Lupin!
-¿Cómo está mi sobrino consentido?
-Bueno además de guapo, inteligente, gracioso y fuerte… bien.
-¡Hola Sirius!
-¡Hola Tonks! ¡Hola Josh!
-Hola Sirius –dijo el niño.
-¿Tus papás?
-No sé, creo que mi mamá en la cocina y mi papá quien sabe donde se metió.
-Bueno, vamos a saludar.
Pasaron ahí el resto de la noche, platicando, bromeando, recordando viejos tiempos. Los niños jugaron en el jardín y molestaron a Audrey todo lo que pudieron.
-Bueno Fred, ya nos vamos. Mañana entramos temprano al trabajo.
-Está bien Harry, que bueno que vinieron.
-Papá ¿me puedo quedar a dormir? –dijo Sirius.
-No, estás castigado y además aún no le contamos a tu mamá tu gracia en la escuela.
-Vamos papá, no te lo tomes tan en serio.
-Si me lo tomo serio. Despídete de todos.
Llegaron a su casa por la chimenea. Después de un discurso por parte de Hermione a Sirius, todos se fueron a acostar.
-Buenas noches amor –dijo Harry besando a su esposa.
-Harry, tenemos que hablar.
-Ya te dije que castigué a Sirius. Ya no pienses en eso.
-No, no es de eso de lo que tenemos que hablar.
-¿Entonces de qué?
-Te lo dije ayer mientras dormías ¿No te acuerdas?
-No, estaba dormido.
-Bueno, sólo para hacerlo igual a la última vez.
-¿La última vez? ¿De qué hablas Herms? Ya no le des vueltas al asunto.
-Estoy embarazada.
FIN
Bueno aca el agradecimiento a todas las personas que me mandaron reviews:
TATI Granger
jamesandmolly
jim Julie
karla.black.potter
Lian Potter
haru-malfoy
Belu
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Rogue-Z
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Granger
Mire
Eydren Snape 1 Granger
Tashana Mustang
Granger
xharrypotter92x
pablo
salemmejpyahoo.it
Pacitas
Metamorfosis
melas
Koni a todos!! Sin sus reviews el fic no hubiera continuado!!! Bueno por ahora, no tengo otra idea de fic, pero ahí hay algunos que pueden leer!! Y pues.. espero no tardar mucho para un nuevo fic!!
