Capítulo 19:

¡Ay ¿El ángel oscuro anda entre nosotros? Poderosas artimañas utiliza el lado oscuro para tentar a los humanos… ¡Tened cuidado para no caer en tentación!

Por alguna extraña razón, Alkyon no había comentado nada acerca de lo que había sucedido con Draco y su transformación, ella misma pensaba que había tenido un sueño tan real, y como Draco no recordaba nada, solo alcanzaron a masticar una historia medio tonta… Tampoco le quedaba claro a Japi quien les había ayudado, porque su mente estaba en blanco, así que con esas dudas, todos regresaron al colegio.

Ron estaba mudo, apenas y creía lo que Chris le había dicho… Tanya estaba tan débil, que no podría beber la pócima y la única opción era dársela boca a boca y él era el más indicado, pero el pelirrojo parecía más que nunca una zanahoria.

-¿entendiste Weasley?

-C-creo que si…

-Pones el líquido en tu boca y se lo pasas a Tanya, como si la besaras… tal vez tengas que utilizar la lengua para abrir sus labios, pero no te tragues el líquido.

-¿Cómo sabes eso Chris? – preguntó Nicole inquieta.

-¡No te voy a explicar, anda Ron, hazlo!

Hermione y Ginny sonrieron para sí mismas, ya que ellas habían enseñado a besar… y todavía faltaban un par de cositas más. Pero bueno, Ron bebió el contenido de la botella y nervioso, pegó sus labios con los de Tanya y haciendo lo que Chris le indicara, logró que abriera la boca y dejara caer el líquido dentro… solo bastó una sola gota, para que ella abriera los ojos…

Sin embargo, Ron no la soltó tan fácil, y ella pese a estar despierta y sentir que el pelirrojo la besaba, no puso resistencia, solo dejó que él la besara largamente… el chico parecía que había olvidado que había muchos ojos a su alrededor ya que se estaba dando un banquetazo saboreando sus labios.

Hasta que a Tanya le urgió recuperar sus labios y emitió un sonido que alertó a Ron de que ella estaba despierta y se apartó de inmediato, mirándola con esos ojitos de borrego a medio morir.

-¡Tanya!

-Ya me siento bien – Murmuró la chica – Eso significa que no estás molesto conmigo más…

-Perdona… soy un idiota…

-Ya lo sabemos – dijeron algunos por ahí

-¡Creo que eres un idiota muy lindo! – sonrió Tanya y Ron volvió a poner la cara de tontito se siempre.

-Nos alegra que estés mejor Tanya…

Pero la alegría les duraría poco, porque Kureme estaba seriamente enfadado con lo sucedido, y había regresado momentáneamente a donde el señor oscuro, comunicándole su decisión.

-¿Piensas atacar Hogsmeade? ¿Para que? – gruñó el señor oscuro, caminando de un lado a otro, pero nada podía hacer en contra de Kureme, era de sus aliados, al que no podía obligar a obedecer.

-Porque se han entrometido en mi territorio y eso no lo permito… Sólo pasé a comunicarte que por el momento, no estaré aquí

-Hogsmeade es un pueblo insignificante… ¿Para que gastar tu poder con ellos?

-No lo haré yo solamente, tengo muchos aliados – sonrió Kureme – Pero tampoco tengo porque darte explicaciones, sabes perfectamente, que mi poder no se compara al tuyo… Y si quieres que te transfiera algo, será mejor que no me molestes, además, no sabes todo lo que tengo preparado, no lo sabes… – y acto seguido desapareció, haciendo que voldemort maldijera.

Kureme apareció en medio de la nada, sobre Hogsmeade, miró a un lugar y a otro, sonrió y se comunicó con sus aliadas.

-"Ana, Diana, Elán, prepárense"

Diana sonrió brevemente, mientras que asentaba con la cabeza y el pensamiento, mientras atendía la caja, en el negocio de los gemelos Weasley. Elan levantó la vista en el sillón donde se encontraba y asintió, lo mismo sucedía con Ana, quien arropaba a Joe, quien no podía evitar mirarla con algo de odio por mantenerlo así.

Pese a todo, Dumbledore volvía a ser flexible y permitió que los chicos bajaran a Hogsmeade ese fin de semana, Bastian ni siquiera esperó a los demás, muy temprano se encontraba buscando a Elan, hasta dar con ella, la bellísima dark ángel, estaba en el mismo lugar, luciendo tan endemoniadamente bella.

-¡Elan! – Sonrió Bastian

-Hola Bastian…

-Luces increíble…

-Gracias ¿me buscabas?

-Toda la semana no dejé de pensar en ti – se sinceró el chico – Creo que eres la chica mas linda que he visto en mi vida…

-¿No estás exagerando? – Gruñó – pareces como si te hubiese hechizado ¡Y yo nunca haría eso!

-Lo sé bien, pero no puedo dejar de pensar en ti…

-Eres lindo – Se acercó Elan al chico y comenzó a besarlo apasionadamente, ella tenía un firme objetivo en ese momento, apoderarse por completo de la mente del chico, una mente fresca y receptora, en sus clases había avanzado mucho y aunque su nivel apenas y llegaba al de un alumno de tercero, ella sólo deseaba su cerebro… el cual dominó con esas crueles artimañas femeninas, ofreciéndole más que besos al jovencito, que no pudo reprimir sus deseos, cuando ella se lo ofrecía abiertamente.

Harry y sus amigos bajaron igual, seguidos por las aprendices de diosas, aparentemente ya todo estaba en calma, y podrían divertirse sin problema alguno, aunque por otro lado, Draco permanecía alejado de Alkyon, pues había tenido sueños extraños con dragones de alas blancas, y un libro cubierto de oro, que decían, era de hechizos prohibidos…

Sin embargo, arriba, Kureme vigilaba el movimiento, y no estaba solo, Dita, Lita y Nita, le rondaban y miraban junto con el, a sus presas, comenzando con el rubio y terminando con el otro rubio castaño que era Hayden.

-¡Merecemos a ese Dragón! – Chillaba Lita

-¡Necesitamos tenerlos! – exigía Nita

-No me iré sin antes que uno de ellos sea mío – gruñía Dita

-Atacaré este pueblucho – advirtió – y cuando esté dentro del colegio, no tendrán escapatoria…

-¿Atacarás hoy?

-Si… Solo espero el momento adecuado…

-¿Quiénes te apoyarán?

-Elan, Ana y Diana…

-¿Ana? ¡Pero ella estuvo ayudando a las diosas y a los guardianes!

-No tuvo opción…

Kureme volvió su vista hacia el pueblo, poco a poco lo cubría con una niebla espesa, sin que los paseantes se preocuparan por ello, por lo regular, siempre sucedía lo mismo en las mañanas, todos parecía divertirse ajeno a lo que se pretendía hacer, las risas y el ruido parecía taladrar los oídos del ángel negro.

Ron parecía no tener más ojos que para Tanya, estaba demasiado exagerado con ella, pese a que después de ese beso apasionado en la enfermería, tal vez deseaba que se repitiera. Japi también andaba un poco escamada por lo que pasaba con Kieran, pues éste solo se la pasaba hablando con Jon y con Hayden sobre la bella Ilona, para molestia de Elektra y Nenyeina.

-¡Draco tenemos que hablar! – de pronto, Alkyon interrumpía al rubio y sus pensamientos.

-¿Qué quieres?

-Aún no me queda claro… lo que sucedió allá… yo estaba secuestrada por un demonio que quería casarse conmigo…

-Sí…

-Y tú fuiste a rescatarme…

-No es para que te lo creas tanto – respondió con su acostumbrado desdén.

-Si, pero lo hiciste…

-La verdad no recuerdo mucho, vagamente recuerdo que me atacaron unas cosas y me querían quemar… después, solo el beso que me diera esa bella mujer…

-¡Ah!

-Ella me salvó, creo…

-¿Y como es que se cura algo con un beso? – espetó Alkyon

Draco le devolvió una mirada irónica, la acostumbrada, pudo percibir los celos de la chica que no ocultaba para nada, entonces se preguntaba si los sentimientos estaban despertando en ella… quererlo quizás…

-¿Por qué me ves así?

-Creo que estás celosa…

-¿Yo?

-Sé lo difícil que es tenerme y luego perderme, si no me crees, pregúntale a Pansy…

-Presuntuoso…

Fue entonces que bruscamente, Draco la jaló hacia el y le dio un beso en los labios, un beso al estilo Malfoy, o sea sin ma… progenitora, y Alky no podía zafarse (ni quería) y ya sentía que las piernas le temblaban y que estaba a punto de abandonarse en los brazos del rubio, en su mente solo se imaginaba al dragón ángel, ese sexy rubio en que se había convertido, aquel que la había rescatado de las garras del demonio.

-Alkyon – murmuró el rubio bajo sus labios

-¡Mi ángel, llévame a volar contigo de nuevo! – Respondió la chica sonriendo, mirando entre sombras al dragón ángel y posteriormente, los ojos grises de Draco que había detenido su beso y manoseo, digo, abrazo.

-Gracias por considerarme un ángel, pero no tengo alas y si con mis besos te elevas pues…

-Lo siento no hablaba de ti, si no del otro que…

-¿Otro? – Gruñó el rubio - ¿Otro?

-Si bueno, lo que pasa es que yo recuerdo que…

-¡Todas son iguales! – Le dio un fuerte empujón apartándola - ¿comparando mis besos con algún ex – novio ángel?

-¿de que hablas? ¿Por qué me agredís?

-¡Te haces la mosquita muerta conmigo, ya recuerdo que no solo porque vienes del cielo no quiere decir que allá arriba te comportes! – Vociferaba el rubio - ¡Claro, si no de que otra manera buscaron para bajar a la tierra!

-¿Qué estás tratando de decirme Draco? ¿Quién te crees que soy?

-Déjame tranquilo – se dio la vuelta bastante molesto, dejando a la chica muy consternada ¿Qué había pasado, porque Draco se había vuelto loco?

-¿Qué te pasó Alkyon? – se acercó Ana, en tono irónico y lleno de burla.

-¡Ese tonto, yo no se que le pasa, primero me besa y luego me trata mal! ¡Definitivamente no entiendo a los humanos! ¿Por qué son tan complejos?

-Son unos idiotas (Siento el auto insulto) algunos se creen el centro del universo, cuando no son más que una micro partícula en este mundo, no le hagas mucho caso… hay muchos humanos ¿Por qué no encuentras otro con quien divertirte? Hay tantos que te pueden enseñar sobre las costumbres de la tierra…

-¿Qué cosas dices Ana? Además… el único que yo quiero, está dentro de él…

-¿Hablas del dragón ángel? – Dijo bajo, cuando Alky le daba la espalda y lentamente se volteó

-¿Qué?

-Yo también le he visto… ya sé que el legendario dragón ángel está dentro de Draco… Pero no te ilusiones, no creo que vuelva a salir, si ha permanecido dormido durante mucho tiempo… No va a despertar de nuevo.

-Si lo hará – Protestó Alkyon – Verás que sí lo hará…

-Ya lo veremos – pensó Ana – cuando Draco se entere que dentro de él hay alguien que se quiere apoderar de su mente, no volverá a dejarlo salir… yo me encargaré de eso…

Sin duda, pronto llegaría la señal que Kureme esperaba, en el establecimiento de los Weasley, Diana no se daba abasto al cobrarle a los niños que adquirían las bromas. Fred ayudaba a empaquetar y a darles todo lo que deseaban. Pero no contaban con lo que atravesaría la puerta… George llegaba sonriente, Diana le miró y si, efectivamente, ambos se parecían, pero había pequeñas diferencias, sin embargo, no contaban con alguien más.

-¡George!

-¡Hola Fred! ¡Mira a quién te traje! – y de repente Angelina Jonson entró alegre y sonriente al establecimiento, la morena hermosa, se abalanzó sobre Fred y le plantó tremendo beso en los labios. Diana se detuvo ¿Qué significaba eso?

-¡Te extrañaba tanto! – brincó Angelina…

"Tic, tac, tic, tac, tic, tac"- Mi corazón comienza a acelerarse, te odio… actúas como todos los humanos, por eso te odio…

-P-pensé que no tenías tiempo de venir conmigo – tartamudeó Fred y Diana se cerró al mundo, todo a su alrededor pareció oscurecerse, ni siquiera escuchaba a los chiquillos que exigían, les cobrara los artículos de broma ¿Qué estaba pasando, quién era ella?

-¡George me convenció! ¿Qué clase de novia sería si no te visitara? Ya extrañaba tu voz y tu sonrisa aunque… ¿Por qué has enmudecido? Lo volvió a besar.

-¡debe ser la emoción de verte! – le dijo George y se volvió hacia Diana que les miraba fijamente, sin hacer un solo movimiento. Fred estaba enmudecido, quizás había olvidado que tenía una novia que era Angelina y que tenía planes serios de casamiento con ella en un plazo no mayor de dos años.

-Eh… Hola – saludó el gemelo – Me llamo George, el hermano más guapo, y estoy aquí, trayendo a la novia de Fred, para que no se pierda el amor porque si piensan casarse algún día, pues él será completamente de ella, para siempre…

"Tic, tac, tic, tac, tic, tac"- El mundo cruel se cierra a tus ojos, desata la ira…

-¿que te pasa? ¿Me escuchas muchacha? – preguntó George al ver que no había respuesta y que ella estaba petrificada.

-"Fred es mío" – Pensó Diana – "Solo mío… para siempre…"

-¿Diana? – preguntó Fred al verla absorta - ¿te sientes bien?

-¿No le dijiste que tienes novia? ¿Acaso se ha enamorado de ti? – protestó Angelina.

-¡Oye, cóbranos! – gimoteaban los chiquillos

-¿Diana?

Y de repente, todo pareció detenerse… todos parecieron paralizarse, los niños ya no gritaban ni se movían, Fred se había quedado mirándola fijamente, todo estaba suspendido, por dentro y por fuera, excepto las diosas, que se miraron unas a otras extrañadas.

Elan que contemplaba a Bastián, de pronto se incorporó de la cama y sus ojos brillaron - ¿Qué pasa Diana? – se preguntó y de inmediato se vistió, desapareciendo, dejando solo a Bastian, al salir, todo comenzaba a nublarse.

"Tic, tac, tic, tac, tic, tac" – El engaño más cruel es el de los humanos con cara de ángel.

Dentro de la tienda, Diana miraba fijamente a Angelina, y apretaba los dientes ¿quién se creía esa tonta mortal para meterse con el chico que le pertenecía? Su cuerpo temblaba furiosamente, su mente comenzaba a llenarse de imágenes de esa morena y de Fred, besándose.

-No lo permito – Murmuró Diana y de pronto, la caja fuerte frente a ella se elevó, los objetos del mostrador se elevaron y el mostrador mismo se partió en dos, dejando que la chica saliera, unos niños estaban al paso y ella solamente hizo un ademán con las manos y los niños petrificados salieron volando por las ventanas, cayendo en la nieve que ya comenzaba a caer.

-Ya comenzó – Dijo Kureme

Diana hizo otro movimiento y George también fue aventado al fondo de la tienda, acercándose a donde yacía Fred con los brazos de Angelina al cuello, rechinando los dientes, Di los apartó lentamente, y miró por un momento al gemelo, acarició su rostro largamente, le talló los labios como para quitar la sensación de que esa mujer los había mancillado.

-No te perdonaré que me hayas negado que tienes dueña – Dijo al fin y mirando las manos del chico, pudo advertir la delgada línea de hilo que los unía – No te lo perdonaré…

"Diana, debes dejarlo salir" – se escuchó la vocecita.

Y de pronto su ángel tatuado en el brazo, desapareció, los ojos de la chica se oscurecieron, sus cabellos se agitaron, y comenzó a transformarse, sus cabellos crecieron pero no tan largo como cuando se había peleado con el bampei, sus uñas crecieron, su vestido se cambió a uno negro, nada sexy, más bien tipo infantil. Su rostro lucía endemoniadamente bello, pero fue cuando sonrió torcidamente que un colmillo se asomó.

"Son tuyos Diana, al fin despertaste"

-Soy oscuridad… soy maldad… soy una criatura de la noche que sobrevive en el día, mi padre era un Krolo… mi madre un ángel oscuro, mi ennegrecida alma, no tiene salvación – murmuró y alzó de nuevo una mano y el cuerpo de Angelina levito – Los castigaré a ambos, a uno por no decirme sobre ti y a ti, por meterte con mis pertenencias.

Y de repente, de las yemas de sus dedos, salieron agujas largas y puntiagudas, y sin piedad, enterró una al pecho de Angelina, y otra al pecho de Fred, sin embargo, dirigió su mirada hacia Angelina y sacando un delgadito popote, pequeño y corto, lo puso en sus labios y comenzó a aspirar el aire.

Angelina lanzó un gemido y se retorció, cuando de pronto, en donde le había enterrado la aguja comenzó a gotear sangre y del popote que aspiraba, parecía estar pasando un líquido viscoso rojo, mientras que de la comisura labial, le escurría un hilillo rojo.

"Si bebes así, te indigestarás, Diana"

Pero Diana no parecía beber, porque se quitó el popote de los labios, y escupió a un lado… mejor dicho, volvió toda la sangre que le había aspirado a Angelina, así que ya imaginarán como quedaron sus labios y su rostro.

-No bebo sangre de impuros… Ahora bien, mis agujas aspiradoras, me servirán de mucho… porque es mi arma secreta – y volvió a sacudir sus manos tras limpiarse la boca y de nuevo salieron agujas, pero ésta vez, por docenas.

"¿Qué piensas hacer?"

-¡Vayan agujitas, vayan y entiérrense en el cuerpo de los alumnos de Hogwarts! Que después me servirán de mucho – y las agujas comenzaron a salir de sus manos, clavándose en el pecho de los chicos y chicas, parecían invisibles, pues al menos, las estudiantes de diosas, sentían que algo pasaba volando sobre ellas, pero no se percataban que esos objetos punzantes se clavaban en el pecho de los chicos, de sus chicos.

-¿Qué está sucediendo? – se preguntaban las chicas, Chris y Nicole aún no llegaban a Hogsmeade.

-¿Harry? ¡Harry reacciona!

-Todo parece estar… suspendido…

-¡Ron, háblame niño!

Pero ninguno reaccionaba, pero Diana no era la única que sufría esa transformación, Ana lanzó un grito llevándose las manos al pecho y se arrodilló en el suelo, sintiendo que se asfixiaba, pero solo fue un momento…

Porque sus ojos cambiaron, se oscurecieron, sus colmillos crecieron y su cabello se ennegreció y creció al igual que las uñas de sus manos, su vestimenta fue la única que permaneció intacta, cuando la chica alzó la vista, solo veía una luna roja… muy temprano por la mañana.

"Ana, lucha, lucha, que la oscuridad total no se apodere de ti" – suplicaba Ana de luz en su interior.

-No te escucharé – sonrió Ana, y se puso de pie… la oscuridad se ha desatado… el ataque comienza ahora.

"NO LO HAGAS"

Desencadénate Tenebrosidad! – Grito la chica y de sus cabellos se agitaron como si tuviera viento soplando sobre su cara y de los mechones comenzó a desprenderse una sombra oscura que comenzó a cubrir el piso, como comiendo la luz.

"NO, ANA, DETENTE POR FAVOR"

-Es demasiado tarde – soltó una carcajada y expandió sus enormes alas que en esa ocasión no eran bicolor, eran grises – Ahora soy una hija de la oscuridad ¡Agujas! – Chasqueó sus dedos y sacó unas agujas como las de Ana - ¡Vayan y terminen de contaminar a los humanos del colegio!

-Que comience el juego – Murmuró Kureme…

Diana sostenía a Angelina por el cuello cuando Elan apareció y sonrió al ver la escena.

-Pareces una humana celosa… mejor termina con la detención del tiempo y el espacio, Kureme iniciará el ataque.

-Esta mujercita me estorba…

-Los guardaré, trata de quitarle esa parte de su memoria a Fred…

-¿Dónde los enviarás?

-Al triángulo de las bermudas… nadie podrá sacarlos de ahí

-¡Pues hazlo antes que la mate!

-Que drástica – sacó un popotito y aspiró un poco de sangre, la saboreó y luego la escupió - ¡Esa sangre está contaminada, hay que tener cuidado con lo que se bebe!

-Desaparece a esa mujercita…

-"Transportando a la Nada" – elevó Elan a Angelina y la chica pareció disolverse en el tiempo y en el espacio, ante la mirada de odio que Diana le proliferaba.

-Puse Agujas de aspiración hemática – sonrió Diana mientras se limpiaba los labios – Cuando los vampiros de inframundo ataquen la tierra, los humanos nada podrán hacer… porque lo de ahora ya no es morder cuellos… lo de ahora… es aspirar la sangre…

-JAJAJA – sonrió Elan – Tienes razón, no solo en la tierra hay tecnología, también los vampiros y los otros chupadores de sangre, han estado agradecido por esa invención tuya… agujas aspiradoras de sangre ¡Quién lo creyera! Es más terrorífico para los humanos, que una mordida… porque jamás sabrán como es que les quitaron su sangre…

-Kureme acaba de bajar…

-Terminemos con esta interrupción del tiempo…

Ambas salieron, y una vez fuera del establecimiento, Elan alzó los brazos, elevando un hechizo y pegó con fuerza las palmas con en un aplauso, al tiempo que lanzaba una onda expansiva, haciendo que todo volviera a sus actividades normales, aunque cuando Fred y George reaccionaron… se llevaron el susto de sus vidas, al ver que su establecimiento estaba destrozado en la parte frontal.

Kureme descendió al centro de Hogsmeade, la bruma parecía aglomerarse más, el ángel demonio, sonrió brevemente, dio una vuelta en su mismo sitio, respiró algo del aire que se esparcía, buscando al mejor aliado para atacarlos, y acto seguido sonrió, eso era más que perfecto para su plan.

-"¡Ábranse puertas del Infierno, y que salgan los ángeles de la muerte y los niños de Absalón!" – Gritó Kureme alzando los brazos, la bruma se revolvió en un remolino oscuro, la tierra crujió bajo sus pies, un humo penetrante y con olor a azufre se comenzó a sentir, y el ángel negro sonrió nuevamente.

-¿Harry? ¿Estás bien? – Murmuró Mariana mientras hacía que Harry tomara asiento en las tres escobas.

-¿Qué sucedió?

-No sabemos, de pronto todo se detuvo…

-¿Se detuvo?

-Como si alguien detuviese el tiempo… Como cinco minutos… hay algo en el ambiente que no me gusta.

-¿Debemos estar alerta?

-Me temo que sí… - Suspiró Nenyeina, que se acercaban, al poco rato, se habían juntado, Neny con Hayden, Japi con Ki, Elektra con su mascota, digo, su perro, digo con Jon, Mariana que no le quitaba los ojos encima a Harry, Ron que hacía lo mismo con Tanya… La única sola era Alkyon.

Pero de repente…

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! – Se escuchó un griterío al fondo, los chicos se miraron unos a otros y por un momento permanecieron callados y expectantes.

-¿Qué pasa? – Rompió Ron el silencio.

Y vieron como un montón de chicos pasaron corriendo con varita en mano, huyendo de algo, frente a las puertas de Las Tres Escobas, algunos dentro del establecimiento, se pusieron en pie. Las estudiantes de diosas presintieron que algo oscuro y terrible.

"Y yo le pido al ser celestial que me perdone, me pregunto si es verdad que el señor es mi pastor y nada me faltará, gatilleros de ángel y demonio, le pido al señor que me perdone, porque mi fe no está con el"

Comenzó a escucharse un pequeño rezo infantil, realizado por los Niños de Absolón, aquellas almas atormentadas que ahora tenían que servir al lado oscuro, y que al parecer se acercaba, porque esas plegarias se escuchaban en todo el ambiente y parecía paralizar a las Diosas.

-¡AH! – gimió Mariana de pronto, mirando horrorizada la ventana del pub.

-¿Qué te pasa? – Gimió Alkyon y cuando se volvieron a ver lo que miraba horrorizada mariana, y en la ventana, una niña muy rubia, les miraba sonriendo malignamente.

-¡Padre Celestial! – Gritó Japi al verla.

-¿Qué les pasa? – Se volvió Harry a la ventana y también logró ver a la niña - ¿Están mirando a esa niña? – preguntó intrigado, pero parpadeó un par de veces, cuando la niña de repente aparecía afuera y adentro del establecimiento.

-¿Qué es esa niña? ¿Un demonio o qué? – Se volvió Harry a preguntarle a Mariana, pero todas estaban paralizadas, como si fuesen maniquíes - ¿Mariana, chicas?

-¿Qué les está sucediendo?

¡FUUUASSSSHHHH!

De repente, el ángel que las chicas tenían dentro salieron de sus cuerpos, con la espada desenvainada, y con el rostro angelical, serio y en plan de ataque… los chicos y otros, que estaban dentro, quedaron impactados ante la espectacular visión, ya no sabían si poner atención al griterío de afuera o mirar lo que sucedía dentro.

-¡Soy Haiayel!

-¡Joyel!

-¡Yératel!

-¡Néamiah!

-¡Pahaliah!

-¡Imamiah!

-¡Son bellísimos! – gimió Ginny derramando su bebida.

-"Todos van a morir" – Dijo de pronto la niña que aparecía y desaparecía en la ventana, a veces se acercaba y otras se alejaba – "Todos los ángeles deben morir y sus humanos horrendos también"

-¡Despierta diosa, que hay que luchar! – Dijo uno de los ángeles, el que pertenecía a Mariana, le tocó el hombro y los ojos de Mariana recobraron su color y se puso de pié.

-"Las diosas deben morir" – Chilló la pequeña con los ojos rojos.

-¡Halo Mortal de luz! – Gritó de pronto Mariana tomando la espada y enviando un hechizo a la niña, la pequeña pegó un grito y fue proyectada hacia los vidrios, estrellándose y enterrándose en su cuerpo pedazos grandes, la pequeña lanzó un chillido y comenzó a llorar.

-"Duele, duele, duele, eres mala, duele mucho ¿Por qué me quieres matar?"

-¡Atacaste a una niña! – gritó Padma Patil.

-¡lastimaste a una inocente!

-¿Qué clase de ángel eres?

-¡Mariana, que hiciste! – Chilló Harry, pero de pronto, la niña se puso de pie, con la mirada fría y demoníaca, el cuerpo cortado y sangrando, y enseguida se le cayeron los vidrios de su cuerpo y la sangre desapareció.

-Esa no es una niña normal – Dijo Mariana con la voz herrumbrosa.

-Es un niño de absalón… Ellos ayudan a los ángeles y a los demonios, pero hoy… ya sabemos de que lado están…

-"Mueran" – Increpó la pequeña y de repente, todos los vidrios comenzaron a romperse y los pedazos de vidrio se levantaron amenazando a todos – "Destrocen sus cuerpos" – soltó un dulce grito infantil.

"Y yo le pido al ser celestial que me perdone, que no me puede castigar por lo que aquí yo haga, en mi alma transformada no todo es color de rosa, los humanos van a morir sin que mi padre esté orgulloso, porque mi fe no esta con el"

-¿Qué está pasado? – Chillaban

-AAAAAAAAAAAAAAA – gritaron los que estaban dentro del establecimiento quienes intentaron salir para huir, pero de pronto, se escuchó un temblor y de repente, un ángel demoníaco pareció caer frente al lugar, era enorme, con una espada enorme y era horrendo.

-NOOOOOOOOOOOOOO

-¡Disipación de Peligro! – Clavó de repente la espada al piso, Elektra y una onda expansiva disolvió los pedazos de vidrio que amenazaban con clavarse a los presentes.

-¡Protejamos a los humanos! – Se pusieron de pie las chicas - ¡Modalidad de combate! – y sus gemas comenzaron a parpadear y una luz comenzó a cubrir a las chicas, sus ángeles parecieron abrazarlas y de pronto… las chicas tenían puesto una especie de vestido azul marino de mangas largas y con puños de encaje, así como en la blusa que era abotonada al cuello y tenía un camafeo dorado con la insignia de las diosas de los deseos, la blusa continuaba ceñida hasta la cadera, y con una falda dispareja, pues al frente le llegaba a media pierna y atrás más larga hasta los tobillos, con botas del mismo tono largas hasta las rodillas.

-¿Esa es la modalidad de combate? – Gimió Hermione - ¿Qué le está sucediendo al cielo?

Pero los chicos estaban boquiabiertos, fascinados y encantados, sobre todo cuando todas desplegaron sus alas y al salir, Nenyeina le atravesó su espada a la niña de Absalón, la cual sólo gimió y se disolvió… pero ni era la única, ni era la más fuerte que se encontraba entre ellos.