A pedido del público... xD!
Aquí está el último Capítulo que tengo en mi poder. T.T
Tengo una duda... ¿dónde están las demás?. :(
Porque publico ahorita porque sé que Nenyi y mi Manis están siguiendo el Fic y me pidieron que si tenía más capítulos los publicara. n.n
Espero que se puedan pasar pronto. n.n


Capítulo 30:

"¡Ah!. ¡Búscame en el amanecer, allí estaré renaciendo en el nuevo día y asesinando para siempre el pasado, guíate por las huellas de tu tacto en mi piel, por el sabor de tus besos y el color de tus ojos!

El Mar de los Lamentos, estaba desolado, los barcos harapientos, fantasmagóricos, se mecían al lado del de Mariana, la chica estaba sentada en una enorme silla apoltronada, vestida de negro con rojo en un vestido de época, mientras que Killie le peinaba su cabellera, ella había cambiado mucho, empezando por sus ojos, el largo cabello y los vestidos tan extravagantes… No era un ángel.

-Los otros barcos se ponen a nuestra disposición – Decía Killie – Serán nuestros súbditos y harán lo que tú les ordenes, ahora eres la gobernante de estos mares.

-Bien… Ahora soy una pirata, perfecto… Ahora todo este mundo agrio y cruel al que Potter me condenó es mío… ¡Pero con gusto tendré su cabeza colgando del asta mayor!

-Por cierto, viene un navío… que no es de nuestra flota ¿dejamos que pase o lo atacamos?

-Deja que pase… No quiero ser muy descortés con nuestros visitantes, supongo que en este extenso mar lleno de podredumbre y hastío no somos los únicos.

-Parece ser de alguien poderoso… siento una presencia fuerte… podríamos tener un enfrentamiento interesante – Murmuró Killie alistando su espada filosa.

Mariana alzó la vista y en efecto, era un barco grande, pirata, y al frente estaba una mujer, una bellísima mujer mirando siempre al frente de pie sobre la proa, con la mirada serena y cuyos largos cabellos se mecían con el aire, y el navío que con las olas que provocaba, hacía a un lado a todos, menos el barco principal, que era el de Mariana.

Esa mujer se dirigió a Mariana, quien era custodiada por Killie, quien pese a su aspecto infantil, era un ser sanguinario, cruel y poderoso, aunque dependía de Mariana.

-Busco a un ángel, me informaron que lo vieron con usted, por eso la vine a buscar – Se dirigió ella con mucho respeto, aunque con cierta ironía

-¿Un ángel? El único que conozco… me destrozó el corazón…

-Hablo de uno verdadero, no de un humano con cara de ángel… Hablo de Chris McLoud

-¿Chris, el guardián?

-Soy Jenova… vengo de Saint City, de Hostile Force… En donde ése ángel y esa perdida de Amy Isuzu, me traicionaron para salir de ahí, reclamo venganza… la cabeza de ella y él, será sólo mío y para toda la eternidad…

-¿quieres matar a Isuzu? No eres la única, tendrás que hacer fila, Jenova – Sonrió Mariana tristemente – No sé donde están… los perdí hace mucho… bajando las cordilleras… Por su bien, espero que todos estén muertos.

-Entonces seguiré mi camino, como hace mucho tiempo que estoy encerrada, he olvidado como buscar en este lugar… pero en cuanto lo haga, no tendré piedad.

-Si los encuentras con vida… avísale a Killie… que la cabeza de Harry Potter, también será mía…

-Así sea – Sonrió Jenova y el barco prosiguió rápidamente, mientras que Killie le adornaba el peinado a Mariana y ordenaba a las otras embarcaciones que le siguieran de inmediato.

Ya no era un alma en pena… eran dos… Hayden estaba totalmente abatido y en sus pensamientos, seguía escuchando la voz de Nenyeina que lo llamaba desde la oscuridad, Harry también estaba decepcionado de todo, la poca fe que tenía se estaba perdiendo.

Y ellas también estaban tristes e intranquilas, habían perdido a dos de su equipo, y lamentaban mucho el hecho de haber bajado a la tierra, en un acto de rebeldía sin imaginar todo el problema que representaría, poner a los humanos en peligro, bajar al reino de hades, estar en un mundo terrible, peligroso, en la cual, era incierto si saldrían con vida.

-¿Nenyeina? – Se escuchó en la oscuridad

-¿Quién? – se escuchó otra vocecita, en medio de una gran y pesada oscuridad, en donde Neny estaba atrapada.

-Soy yo…

-¿Nicole?

-¿Qué haces aquí? – La voz parecía acercarse más, pero Nenyeina no veía ni su sombra, y no podía moverse, porque no sabía ni donde se encontraba - ¿Cómo es que bajaste a este mundo?

-Fue… fue porque los ángeles negros nos tendieron una trampa… tú… tú de repente desapareciste… ¿Qué paso contigo?

-La oscuridad me envolvió… de repente, ya no estaba en mi mundo lleno de luz… estaba en la noche… estaba en el mundo de las hadas negras, en ese terrible mundo de los sueños rotos, en donde están las pesadillas de los niños… que es más cruel, que la de los adultos.

-¿Ahí estamos?

-No Nenyeina, yo salí… y ahora estoy vagando… porque no puedo regresar al cielo…

-¿Por qué lo dices Nicole?

-Porque ya no soy la misma – y comenzó a hacerse una luz, opaca, pero al fin y al cabo una luz, que poco a poco iluminó a Nicole, que ya no era el ángel bonito, si no uno oscuro y Nenyeina se heló.

-¿Qué te paso?

-Lo mismo que les pasará a todas si permanecen mucho tiempo aquí abajo… tienes que volverte al lado oscuro, si quieres sobrevivir.

-¡No!

-La magia blanca no sirve en este lugar Nenyeina ¿quieres salir? Debes dejar que el lado oscuro te seduzca… - Se acercó Nicole a Nenyeina quien vio con temor esos ojos enrojecidos y marcados de negro – Si no lo haces… te quedarás aquí para siempre.

Nenyeina tuvo ganas de llorar, y sólo tuvo un pensamiento… Hayden… Tenía que sacar a Hayden de ese infierno a como diera lugar, porque por culpa de ella, él estaba metido en problemas y sufriendo, en medio de la luz opaca que Nicole desprendía, levantó su mano… sus gemas… sus gemas ya no brillaban…

-Harry – se acercó Ron a su amigo – Creo que es mejor que le hagamos caso a lo que las chicas malas nos digan… o seguiremos perdiendo… Ya estamos aquí abajo, no echemos todo a perder…

-Ya perdí todo – Murmuró Harry – Lo único que me queda es rescatar a Hermione… y sacarte de aquí, junto a los demás.

-¿Tu solo? Ni siquiera nos sirve nuestra magia…

-Eso es verdad pero…

-¡Cuidado idiota! – Chilló de repente Isuzu y jaló a Harry hacia atrás cuando iban a atravesar un camino, justo cuando un carruaje fantasma, tirado por siete caballos descarnados y dirigido por siete fantasmas malditos, esqueléticos, que emitían chillidos pasaba, pero arriba del carruaje, iba un esqueleto, con una capucha negra y una guadaña en sus manos huesudas.

-AAAAAAAAAAAAAAAAAH – Gritaron y se hicieron atrás, pero uno de los fantasmas, lanzó un latigazo directo a Bastian, pero Isuzu brincó hacia el, y ella recibió el terrible latigazo, pero ella solo hizo un gesto apretando los dientes, mientras sangre negra escurría de una de sus alas.

-¿Qué es eso? – Gritó Ron con su característica cara asustada

-¿No lo ven? – Bufó Ana mirando de reojo a Isuzu que se levantaba con dificultad, quien no se quejaba, pero era obvio… que le dolía hasta su negra alma.

-Es la carroza de la muerte… seguramente en su interior lleva a todas las almas hasta el séptimo infierno…

-Claro, porque este es el camino por el que pasa – Aclaró Diana – Y no pueden dejar que los toque siquiera, porque su alma quedaría atrapada irremediablemente, e irían sin merecerlo, al centro de este divino lugar…

-Pero tocaron a Isu… - señaló Fred, pero se quedó a medias, al ver como ella sangraba y sostenía una de sus alas (ya que esta las desplegaba siempre, porque eran un impulso para ella, para volar y para el ataque)

-A nosotras nos heriría… Claro que eso te alegraría ¿O no Fred?

Fred chistó los dientes… pero a él no le agradaría ver a Diana, herida, así como Isuzu, quien permanecía estoicamente de pie, aguantando el intenso dolor, su ala, tardaría mucho en sanar.

Bastian la miraba en silencio, no sabía que decir o que hacer, por una parte la odiaba demasiado, la detestaba, por el otro, ella lo estaba salvando de todos los peligros… Aunque luego recordaba que el era la dichosa llave para dar con Hermione y debían mantenerlo vivo, y por ello, Isuzu se arriesgaba tanto, estaba unido a el y si algo le pasaba, ella también se afectaría.

Pero el chico no era capaz de decirle algo, no se arriesgaría a que ella le mal contestara y le mirara con esos ojos hirientes y oscuros, sin embargo, tuvo el estremecimiento al ver como sangraba.

-¿Cada cuanto pasan por este camino? – Preguntó Joe al sentirlos y luego, de nueva cuenta pasaron azotando a los caballos y emitiendo sus gemidos…

-Cada treinta segundos, son miles de carrozas que pasan y pasan… tendremos que pasar uno a la vez, porque de lo contrario, si pasamos por parejas o de dos en dos, será más fácil que nos atrapen – y miraron el camino, era ancho – y no permitir que ni siquiera el caballo o los rines del carruaje los toque…

-¿No hay otro camino? – Preguntó Harry a Isuzu

-En esta ocasión no…

-Entonces pasemos… Yo voy primero – Dijo Harry

-Espera… - Lo detuvo Ana – No puedes pasar inmediatamente después de que el carruaje pase… porque al sentir tu presencia viva, se detendrá y te seguirá… debes esperar a que desaparezca y correr… correr hasta alcanzar la orilla…

-Bien – tragó saliva y comenzó a avanzar, cuando vio que otro carruaje pasaba, esperó a que desapareciera en la oscuridad, y puso un pie en el camino… y echó a correr, a correr como nunca, atravesando el ancho camino, porque ya venía otro carruaje.

Harry alcanzó la orilla exitosamente, aunque con el corazón latiendo a mil por hora, y sudando copiosamente, mirando a través de sus lentes empañados, cómo sus amigos comenzaban a correr uno a uno por el ancho camino… y pese a que Bastian era el más vulnerable, cuando lo hizo, fue veloz y paso exitosamente, eso esperaba Isuzu y pudo suspirar, escondiendo su ala lastimada, ésta curaría en unas horas.

Sin embargo, otro que se preparaba era Joe, cuando Ana lo vio a unos pasos de la orilla, su mente retrocedió, el chico había permanecido demasiado tiempo sentado y pese a que hasta ahora había caminado y brincando con rapidez, el temor se apoderó de ella.

-¿Listo Joe? – Gritó Fred que había logrado pasar ya

-SI

-¡Ahí viene!

Y la carroza apareció, con sus fantasmas blandiendo sus fustas y chillando, así como las miles de manos que salían pidiendo perdón de la entre las ventanas del carruaje, entonces… Joe se adelantó, el carruaje aún no desaparecía cuando el puso un pie en el camino y comenzó a correr.

-¡NOOOOO CORRE JOE, CORREEEE! – Gritó Ana al ver como el carruaje daba la vuelta y el esqueleto parado sobre el vehículo, blandió la guadaña.

El chico horrorizado por el error cometido, se llamó estúpido así mismo, hasta el ojo interno tenía bloqueado, y trató de correr, pero con la malísima suerte que, a medio camino, el tobillo se le dobló y fue a dar al piso…

Harry se quedó sin habla cuando lo vio caer, porque por un lado el carruaje regresaba, y por el otro, uno nuevo estaba a punto de pasar, sin duda, alguno atraparía a Joe para siempre.

Ana miró el camino, miró ambos carruajes, no le importó nada, solo desplegó sus alas negras, enormes, y voló como nunca, hacia Joe, quien se levantaba arrastrando dolorosamente su pie entre la tierra pedregosa y azufrosa.

Joe miró a ambos lados, ambas calaveras con la guadaña levantada y las otros entes asestando latigazos, iban directo a el, en cuestión de segundos, pero de repente, sintió como Ana lo jalaba con todas sus fuerzas y lo aventaba hacia la orilla, quedando ella rodeada de los carruajes.

-¡ANA! – Gritó Diana y quiso entrar a salvarla, pero Fred la detuvo

-¡Detente¡Es demasiado tarde!

-¡Debo hacer algo¡Ellos no pueden llevarse nuestra alma oscura, pero por esta acción será castigada!

-¿Qué dices?

-Que nosotras si podemos pasar sin que nos pase nada – Chilló amargamente – Pero al hacer una buena acción, recibimos un cruel castigo

Los chicos vieron como Ana era castigada por los conductores del carruaje, quienes le asestaban golpes con la fusta, y ella solo estaba agazapada, doliéndose. También Bastian entendió porque Isuzu había recibido esos latigazos, y ahora ella, miraba como su hermana oscura estaba siendo castigada.

Y los carruajes desaparecieron… pero ninguno podía ir por ella, así que en silencio, con las chicas llorando, excepto Isuzu y con ellos, muertos de tristezas, tuvieron que esperar a orillas del camino, a que Ana se levantara por sí misma, mientras los carruajes pasaban.

-"Ana, despierta" – Sentía Ana en su interior y de repente se vio frente a Ana de luz, quien estaba fuerte y en pie.

-"No me sirves"- respondió Ana de la oscuridad – "Tu luz no me sirve, tienes que dormirte ahora y dejarme libre, solo así sacaré a Joe de esto"

-"¿Lo amas no es verdad?"

-"No te metas en mi lado Ana de luz, y duérmete"

-"NO puedo dormir ahora… ahora que estás haciendo sacrificios por Joe… primero tendrías que comenzar a odiar para que seas fuerte, pero me temo que no es así"

-"Ya no puedo ser de otro modo, por favor Ana de luz, duérmete"

-"¿Sabes que no puedes quedarte con el?"

-"¡Déjame en paz!" – Gritó Ana oscura, mientras volvía a sentir el dolor y abría los ojos, mirando borrosamente, que en la orilla dormitaban los chicos, mientras ellas, incluyendo Ginny, permanecían a la expectativa de saber que pasaría con Ana.

-¡Ana! – Gritó Diana e Isuzu de puso de pie - ¡Ana, levántate y camina hacia nosotras!

El ángel negro se levantó dolorosamente, y comenzó a avanzar como podía, deteniéndose cuando los carruajes pasaban y cerrando los ojos tratando de irradiar oscuridad, para que no fueran a atacarlo… Alcanzando la orilla exitosamente, en donde Joe la sostuvo entre brazos y la llevó bajo un escuálido árbol, sin ojas y funesto…

-¿Ana?

-Estoy bien – Murmuro sintiendo una cálida sensación en los brazos de ese muchacho y cerrando nuevamente los ojos para sentirlo así, junto a ella, su alma oscura se regocijaba, mientras Ana de luz sentía que la separación sería dolorosa, más para la oscuridad que para la luz.

Todos esperaron mucho tiempo, mientras esperaban que Joe se aliviara de su tobillo luxado, Isuzu de su ala rota y Ana de sus heridas, mientras que otros, como Harry y Hayden, no dejaban de pensar en sus chicas… en que si hubieran podido hacer algo por ellas.

-Tengo miedo Jon – le murmuraba Elektra al chico – No quiero que te pase nada malo…

-Todos estamos expuestos Elektra… aquí abajo, todos somos muy vulnerables… decidí seguirte y arriesgarme… nadie me obligó.

-¡No es justo!

-Estamos juntos Elektra, saldremos de esta – Le tomó de la mano acariciando su rostro – No tengas miedo, aún cuando nos separaran… te buscaría, me buscaría y nos encontraríamos…

-Gracias lobito… - sonrió tristemente.

Por otro lado, Japi contemplaba a Kieran, el chico pensaba solitariamente en todo lo que sucedía, en lo que había pasado, en ese pergamino que le cayera en las manos, en el deseo que le pidiera a Japi y no se le concediera, en que Hermione estaba en manos de un ángel oscuro…

-Perdóname Kieran – Le dijo la chica – No debiste bajar, no debiste arrastrarte a este lugar… se cuán importante es Hermione para ti pero… lo lamento mucho…

-Ella está bien… yo lo sé…

-Ella sí, pero nosotros estamos en peligro constante… tú…

-¿Sabes? Pienso que… pienso que la elección del sacrificado estaba entre Bastian y yo… Yo también me considero muy vulnerable…

-¡Claro que no!

-Aquí abajo… es una pesadilla… yo soñaba con un cielo… estrellas, ángeles, no con oscuridad, azufre y demonios por todos lados… necesitaré muchas terapias si salimos de esta… - Sonrió dulcemente, tanto que hizo que Japiera lo mirara de la manera mas tonta, en el sentido romántico.

Todos comenzaron a avanzar una vez que Ana se puso en pie, alegando que sus heridas sanarían, y juntos en línea recta siguieron, en donde el camino se hacía cada vez más oscuro y la poca luz que podían emanar sus varitas, los ayudaba, aunque a Harry le costaba más trabajo, porque los lentes comenzaban a cansarlo demasiado.

-¿Faltará mucho para llegar a la segunda puerta? – Preguntó Ron, mientras Tanya lo sujetaba fuerte de su brazo.

-No lo sé…

-Solo hay que atravesar otro camino más – alzó Isuzu la voz – otro igual de peligroso, el cual no tiene más que seguir adelante porque no hay atajos ni largos ni cortos.

-¿Otro camino rodeado de horrores? – Pregunto Bastian con ironía

-Si… el Boscaje de las hojas secas…

-No avanzaremos mucho – se detuvo Diana - ¡Ese bosque es horrible¿Cómo lo atravesaremos? No podemos ni volar…

-Igual que el camino de la muerte, igual que el pueblo fantasma, igual… corriendo… y aguantando los dolores…

-¿Qué hay de mal en ese bosque?

-Aparentemente… nada… en fin, es mejor que avancemos…

-¿Cómo que nada¿Qué es lo que hay?

-Son los espíritus del bosque… las driadas malditas… tendremos que pasar igual de rápido… pasando ahí, encontraremos la segunda puerta… así que… todos deberán proteger a Bastian, es la prioridad principal, sin él, de igual modo, alguno de nosotros debería sacrificarse para que ésta se abra.

-Que agradable eres Isuzu – Espetó Ginny

-Gracias pelirroja… - sonrió burdamente y sujetó a Bastian por el brazo pegándolo a ella.

-¿Qué te pasa? – Bufó el chico

-Ya lo sabes, si tu mueres, yo muero… lo que pase con los demás no me importa… ya lo dije, eres mi prioridad principal y te sacaré de aquí a como de lugar.

Bastian no dijo mas nada, dejó que ella lo sujetara y bajaron al bosque, curiosamente, desentonaba con todo lo que había a su alrededor, no parecía ser un bosque muy grande, con árboles de troncos gruesos y estaban tupido con ramas de hojas color violetas, que se mecían suavemente, era un hermoso paisaje.

-¿Ese es el bosque peligroso? – Murmuró Japi

-Si – respondió Ana - ¿Cómo puede existir algo tan hermoso en este sitio, verdad?

-Que la vista no los engañe – aclaró Diana – Podrá parecer lo más bello que han visto, pero las cosas hermosas, son peligrosas…

-¿Lo dices por experiencia? – Preguntó Fred mordazmente mientras le miraba fijamente y ella por un momento no supo si sonreír por el cumplido, pues prácticamente le había dicho hermosa o molestarse por estarla atacando por su proceder.

-Caminemos – Dijo Harry y todos le siguieron apuradamente, esperaban llegar pronto a orillas del bosque, mientras sentían como el frío les calaba los huesos, a sus espaldas aún escuchaban el paso de los carruajes de la muerte y los alaridos de las almas malditas.

En tanto, por otro lado, Hermione estaba que no se la acababa, asustada, incrédula aún de lo que estaba sucediendo, y de lo que había echo, no deseaba encontrarse con Kureme y permanecía en una habitación, encerrada, sentada a un lado de una mesa y sin darle importancia a las almas que circundaban el recinto.

Hasta que Kureme hizo acto de presencia, apareciendo sentado en la mesa, divisando el pelo castaño de la chica, quien al sentirlo no se movió, deseando que se marchara.

-Deja de comportarte como una bruja miedosa – Sonrió Kureme

-Lárgate, déjame sola…

-Hace horas que te portaste muuuuuuuuuy bien…

-¡Cállate, no quiero oírte! – Gimió

-Y eras absolutamente pura… Tal vez pueda acostumbrarme a ti

-¡Quiero irme a casa!

-¿Qué es lo que no has entendido bruja? – Hizo un movimiento y quedó al lado de ella – Jamás te irás de este lugar… Ya no puedes irte de mi lado… Eres mía para siempre…

-No te amaré jamás – Gruñó Hermione

-¿Y a quien le importa el amor?

-Si… a quien le importa… sobre todo si nunca saldré de aquí… - murmuró con tristeza y con ganas de llorar, pero Kureme le tomó el rostro y la besó con intensidad, ella, pese a sus lágrimas, se perdió nuevamente ahí, entre sus brazos, cayendo en la tentación, cayendo en el lado oscuro de la pasión (AAAAAAAAAAH, si, bien poético el asunto)

De regreso al bosque de las driadas, los chicos y las chicas estaban a la orilla, mirando con atención, todo parecía calmado, pero ya habían pasado una experiencia similar con Zanka, así que no se confiarían nuevamente.

-¿Pasamos corriendo? – Preguntó Harry a Isuzu

-Si… - sostuvo fuerte la mano de Bastian – Debemos avanzar ¡YA! – Gritó Isuzu y jalando al chico, al poner el pie en el bosque, los árboles se agitaron con violencia y ambos comenzaron a avanzar rápidamente, cuando las ráfagas de aire, se dejaron sentir, arrastrando las ojas en el piso.

-¿Listo para correr?

-Si…

-¡Vamos! – y ambos comenzaron a correr atrás de ellos, los otros chicos también los imitaron, y en ese momento, comenzó a escucharse el viento con más fuerza y la tierra se levantaba, los árboles se mecieron y las ojas comenzaron a desprenderse mientras se hacía un remolino en el aire.

-¡Corran, corran o no la cuentan! – gritaban todos, Isuzu llevaba de la mano a Bastian, zigzagueando los árboles y los remolinos que se levantaban a su paso, atrás Harry corría de cerca, Fred al lado de Diana, aunque no tomado de la mano, igual que Joe con Ana…

Más atrás, Hayden, solo igual que Harry, Ron jalaba a Tanya, Elektra iba muy junto a Jonathan, Draco y Alkyon se tomaban inconcientemente de las manos, y Japiera al lado de Kieran, iban casi de último.

-¡Eviten los remolinos y las ojas! – gritó Ana

-¿Por qué?

-¡Porque esos son los espíritus! – Chillo Diana empujando a Fred de uno que estaba a punto de tocarlo.

Y de repente las ojas arremolinadas en el aire, descendieron al piso, con rapidez, siguiendo a los chicos, y atrapando a Kieran y Japi, rodeándolos.

-¡Maldición! – Chilló Kieran sacando su varita

-¡Saldremos volando! – Murmuró Japi y desplegó sus alas

-¡Peso mucho, no lo lograremos! – Gruñó Kieran, al sentir como el remolino de ojas que los rodeaba, se dibujaban rostros fantasmagóricos que les sonreían diabólicamente.

-¡Inflamarus! – atacó Kieran tratando de quemar a los espíritus pero sus hechizos rebotaban en sus etéreos cuerpos.

-¡Eso no servirá! ¡HALATION MORTAL! - atacó Japiera, tratando de abrir paso para salir con Kieran.

Y apenas y pudo abrir un breve espacio, pero sin éxito total, el resto de los chicos al percatarse, quisieron regresar, sin embargo, la realidad era otra, y Ana, Diana e Isuzu no dudaron en gritarles cruelmente.

-¡Si regresan estarán todos perdidos¡Aquí el que se queda, debe arreglárselas como pueda!

-¡Pero hay que ayudarles! – Chilló Bastian

-Tú menos que nadie… los que sobrevivan, necesitan de ti – Espetó y desplegó nuevamente sus alas para protegerlo, tratando de que su aura oscura alejara a las diadras malignas de él, bastian pudo percibir que su ala aún estaba lastimada.

-Sal de aquí Potter – Pasó Ana a su lado y tomándolo del brazo lo jaló porque el chico ya pensaba regresar por Kieran y Japiera.

-¡Tengo que ir por ellos!

-¿Y que harás? Tu magia insulsa no sirve y si mueres tú… o Ronald, ninguno de nosotros irá por tu amiga Hermione – Espetó.

-¡Avancen! – Gritó Diana y Ana tomando a Harry por el brazo comenzó a jalonearlo hacia fuera del bosque.

Mientras que atrás Japi hacía todo lo que podía para sacar a Kieran, usando toda la magia que tenía para abrirse paso, pero de repente, de un rostro formado por las ojas, éste ente comenzó a escupir ojas hacia ellos y de repente, una hoja le dio a Kieran en el cuerpo y fue aventado hacia uno de los árboles.

-¡Kieran! – Gritó la chica y de los pies del árbol, salieron las raíces con forma de garras que lo atraparon y lo sujetaron.

-¡AYUDAME JAPI!

-¡KIERAN! ¡Ihimehite herufe!– Corrió ella hacia el aventando sus hechizos, mientras era golpeada por las ojas, rasguñándole el rostro y rasgando su ropa.

-¡No puedo moverme! – Chilló el jovencito, bien sujeto por las ramas que lo tiraron al piso y lo sujetaron al piso, mientras el árbol se sacudía y las ojas lo comenzaban a cubrir.

-¡Dejadlo! – gritó Japi, tratando de quitarle las ojas de encima, pero cada una que agarraba le cortaba la mano y era sumamente doloroso y rápidamente, lo cubrían.

-¡Me van a ahogar! – Gritó Kieran reflejando miedo intenso en sus ojos, sintiendo como le comenzaba a pesar el cuerpo y como las ojas caían como piedra sobre su cuerpo.

-¡No puedo, no puedo! – Lloraba Japi por más hechizos que aventaba a las ojas o por más que trataba que quitárselas de encima, era algo imposible.

-¡Japiera! – Murmuró Kieran al sentir que el aire se le escapaba.

-¡No te dejaré ir, no lo haré! – Chilló la chica.

-Japi… tú me gustas… mucho…Sal de aquí, sálvate…

-NO, NUNCA... Invocando a mí infierno – murmuró Japi –

"Lejos de la tierra te llevaré ahí, a la morada de mis infiernos, cada momento por las tinieblas, es una búsqueda de la inmisericorde muerte, sumergida en la oscuridad y el misterio"

Pero Kieran comenzó a sentir mucho, mucho sueño y comenzó a cerrar los ojos, mientras ella, invocaba su oscuridad, y la transformación surgió las alas de la chica, comenzaron a transformarse y de sus plumas suaves salieron un montón de cadenas y en las puntas salían una especie de picos filosos que cortaban todo lo que tocaban, haciendo que los espíritus se alejaran un poco de ella, pero al menos con Kieran, las ojas lo seguían cubriendo.

Sus ojos enrojecieron, Kieran ya no la miraba, estaba dormido, cuando ella trató de atacar a los espíritus.

-¡Ataque Mortífero de la Diosa Oscuridad! – Gritó Japi y las cadenas salieron en todas direcciones azuzando a las driadas, mientras que el resto de sus amigos salían del bosque.

"El humano es nuestro, el humano es nuestro" – Comenzó a escuchar una voz dulce y usando sus cadenas trató de sacar a Kieran de la tierra, pero el chico no respondía a su llamado, porque ya estaba desmayado por la falta de aire…

-¡Suelten a Kieran! – Chilló con fuerza, pero un espíritu mayor, con más oscuridad, terminó de cubrir a Kieran con las ojas, cubriéndole el rostro y ella cuando enterró sus cadenas para sacarlo, fue imposible, porque al alzarse sus cadenas, solo levantó un montón de ojas secas y el cuerpo del chico… había desaparecido.

"El humano es nuestro, el humano es nuestro"

-NOOOOOOOOOOOOOOO KIERAN, KIERAN, KIERAN

-¿Qué está sucediendo? – Preguntó Tanya al otro lado del bosque, escuchando los gritos de Japi

-Me temo que… hemos tenido otra pérdida – murmuró Elektra y se aferró al brazo de Jon.

-Dios – Alkyon se hundió en el pecho de Draco quien la abrazó con fuerza.

-No… - Murmuró Harry e intentó regresar, pero un grupo de driadas intentaron jalarlo y el se hizo a un lado cayendo al piso, y de repente, las driadas fueron destruidas y apareció Japi, con los ojos llorosos y el alma destrozada.

-Se llevaron a Kieran – Murmuró y aún ondeaba en su espalda, las cadenas que parecían tener vida propia, al ver esto, todos por un momento, se quedaron mudos, al ver el aspecto de Japiera, que era terrorífico y totalmente oscuro, todo un ángel oscuro.