Disclaimer: Inuyasha y todos sus personajes le pertenecen a Rumiko Takahashi, y cuando muera serán TODOS MÍOS XD mmm, bah, no es cierto solo fantaseo. [:risas inaudibles: honestamente, aun fantaseo con eso.]

N/A: [Original] Ohayo! Por fin me decidí, este Fic es un One Shot (De los pocos que hago XD), así que no esperen una continuación... [borrada una conversación interna muy extraña, me lo agradecerán algún día] Ahora si, les agradezco el que tomen en cuenta este Fic (Que es el primero que publico)…

[NUEVO] Las tags siguen siendo las mismas, pero ya puedo dejarlas aquí y no anunciarlas a lo bestia en la descripción: Yaoi, MPreg (insinuación), Violencia No Gráfica, Sarcasmo, Villano se menciona pero nunca aparece, Sesshoumaru tiene un nuevo titulo, Jaken sale victorioso. Un montón de cosas sutiles escondidas en el final.

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Las puntas rozaron contra su estomago y la sangre escurrió ligeramente de su boca... le había rasguñado, lo que tampoco era nuevo. La imprevista presión contra sus pulmones, sin embargo, sí lo fue y lo obligo arrodillarse, por temor a no soportarlo y caer inconsciente; al sonido de unos pasos pequeños cerca de él, alzo la vista y se encontró mirando fijamente, a la luz de aquellos ojos castaños.

- ¿Se encuentra usted bien?

Sus labios temblaron, por primera vez en su existencia alguien parecía preocuparse por él. Alguien le preguntaba, con verdadero interés, si algo le dolía. Pero no había tiempo para pensar en una respuesta, tampoco había capacidad de dar una, pues la presión había subido ya hasta su garganta y no le dejaba respirar con libertad. Al parecer, encorvarse y estar de rodillas no había sido tan buena idea como había creído en su momento.

Desvía la mirada un segundo y observo al inconsciente Youkai que se le había ordenado matar... luego regreso a los ojos de la niña. Cuanta inocencia, su señor incapaz de defenderse, y ella quería saber si el responsable de tal cosa estaba bien.

La pregunta se repito. "Que si criatura, estoy bien, esto es rutina para mí. Anda y ve con tu amo" Cuanto no habría dado, de lo poco que podía llamar suyo, por responder todo eso y más. Pero ni el dolor ni su propia naturaleza lo habrían permitido. Finalmente, se rindió a lo inevitable y abrió la boca en un quejido mudo; su cuerpo se convulsiono en el esfuerzo de liberar lo que estaba atorado en su garganta. Llego a pensar que no podría, que se desmayaría en medio de una arcada y acabaría con su vida y la de su única familia, que noble final para un asesino. Muerto en su propia sangre.

Y aparentemente, ya que el tema estaba presente, sintió un movimiento inusual y escupió una cantidad preocupante de sangre y saliva, mientras la nueva amenaza caía al piso luciendo tan igual y tan distinto a como lo recordaba. Navajas más largas, un aguijón más letal, había crecido, incluso, para aumentar su fuerza y velocidad.

El otro volteo, orgulloso, hacia su hermano; en espera del gesto habitual de bienvenida y alguno que dijera su opinión, después de todo, el cambio había tardado y dolido a partes iguales. Todo su orgullo desapareció al ver estado en que lo había dejado, postrado en la húmeda hierba, apenas respirando, visiblemente adolorido.

Hizo un movimiento serpentino, queriendo acercarse, pero el mayor alzo la cara y forzó una sonrisa, diciéndole con gestos de mano, que estaba bien y que le gustaba como se veía ahora. Le devolvió la sonrisa hasta que él cerro los ojos y volvió a concentrarse en respirar. Fue entonces que puso atención al entorno, vio al noqueado Señor del Oeste, a su no muy útil sirviente y a la niña, que no se movía de su sitio.

Ahora bien, su objetivo, oficialmente, era el demonio perro. ¿Podría lograrlo? ¿El solo? Esta bien que era mas fuerte que antes y que el enemigo esta fuera de combate pero... quizá si primero se aseguraba de controlar bien sus nuevas capacidades, quizá...

La niña dio un paso al frente, en dirección a su hermano. Ella podría ser una buena practica. No se veía muy fuerte, pero solida si que debía ser, y con eso bastaría. Hueso y carne son iguales en todas las razas. Así que se lanzo hacía ella, con las cuchillas extendidas frente a él. Asesto un solo golpe.

Sesshoumaru, en la negrura de la inconsciencia, se recriminaba a si mismo por estúpido y al destino por ponerlo en el momento en que sus cinco segundos de distracción coincidieron con el ataque del siervo de Naraku. Al menos, podía sentir que su mente regresaba al control, podía oír movimientos, algunos ruidos normales -Rin, el viento, la hierba- y otros inusuales -alguien se estaba ahogando con algo grande hacia poco-. Movió con cuidado su mano, buscando mentalmente cada uno de sus dedos, contando el pasto debajo de ellos, esperando que algo pasara.

¿Porque seguía vivo, en todo caso? Si lo habían atacado para noquearlo, ¿Porqué no lo habían matado ahí mismo? Los aromas regresaron por fin, había sangre de youkai, Jaken relativamente cerca de ahí, Rin, su atacante y una presencia nueva, que si la memoria no lo traicionaba, era una especie de "hermano" del anterior que vivía adentro del cuerpo mas grande. Rin se movió ligeramente, el demonio pequeño se movió también, mas rápido que ella. Hubo un golpe y un grito agudo, de niña.

Mas tarde, sabría que se puso de pie antes de que ser consciente de que podía moverse otra vez. Mas tarde usaría eso como excusa para no admitir que el shock lo había detenido en su sitio tras los primeros pasos. Esperaba muchas cosas, esperaba ver perdida la pequeña vida que estaba cuidando. Esperaba ver a Jaken, caído en sacrificio por protegerla. Incluso, en soledad, admitiría sonriendo ladinamente, que espera haber visto a Rin golpeando al otro con el ninjato que le habían conseguido para que se protegiera.

Muchas cosas. Ninguna como la verdadera. El mayor, ¿Juuroumaru, se llamaba?, había saltado sobre Rin, poniendo su cuerpo entre el demonio menor y ella. El ambiente estaba tenso, y todos permanecían tan quietos que el tiempo parecía congelado en un instante. Una gota de sangre cayo al piso, rompiendo el efecto.

Kageroumaru retrocedió, sacando su navaja del estomago de su hermano y mirando asustado como eso empeoraba la hemorragia. Normalmente no habría pasado. Maldición, había VISTO a Juuroumaru saltar hacia ellos. Lamentablemente, nuevo cuerpo, nuevas reglas. Le fallo la velocidad. Le fallo la fuerza. El intentar detenerse fue en vano y el esquivar lo único bueno que trajo fue que no le cercenara la columna vertebral al otro.

- Rin.

La voz atravesó el aire. Calmada, imponente. Al parecer Lord Fuera de Servicio estaba de vuelta... se giro, dispuesto a atacarlo para defender a su familia. El tai youkai movió ligeramente una ceja, apenas un tic, pero no porque lo enfrentara un ser mas pequeño. En realidad, no lo miraba a él en lo absoluto, sino a la niña, que intentaba girar al herido para poner algo, lo que fuera, sobre la tajada sangrante que lo estaba matando.

Sesshoumaru cerro la distancia, y la ayudo a mover a demonio sin voz, especialmente porque no quería que se le terminara de caer encima a la niña. Tal vez también para que no muriera, pero principalmente por ella. Kageroumaru seguía congelado en su sitio, siendo extremadamente inútil en la escena, y no recordaría mucho mas, puesto que recibió un golpe en la cabeza de parte del sapo y tomo su lugar correspondiente en aquella noche, donde todos parecían terminar noqueados.

Rin fue testigo de todo lo descrito, y luego regreso su ojos a lo que hacía su señor con el más joven de los hermanos. Jaken se acerco también, murmurando por lo bajo palabras que no vale la pena repetir.

- ¿Que se hará, Amo Sesshoumaru? ¿Los dejamos aquí? Uno morirá por su herida, y si sobrevive lo suficiente, morirán juntos a manos de la araña mestiza.

La niña tembló a la mención de Naraku y se acerco un poco mas al costado del Lord. Se sentía segura, sin importarle que fuese el costado lisiado. Sabía que él podía cuidarla... a ella y tal vez...

- ¿Sesshoumaru-sama...?

Una sonrisa fantasmal adornó los finos labios del Señor de Occidente. Aquella niña nunca le fallaba.

Pasó el tiempo. El Youkai regresaba a su castillo con la tranquilidad que siempre obtenía de encontrarse con su hermano y hacerlo rabiar sin tener que hacer nada en especial... sin importar los años, Inuyasha continuaba siendo tan tonto y necio como ninguno, afortunadamente y contra toda opinión de los humanos que le seguían, se las ingeniaba para no empeorar en ninguno de esos aspectos. Lo cual, para sus estándares, era positivo.

Al ingresar en la fortaleza paso frente a él Jaken, a toda velocidad gritando algo al respecto de su señor -casi sonando a "Mi Señor, ayúdeme!" pero podía dudarlo-; tras el sirviente, pasó Rin, en un revuelo de tela, cabello negro y olor a flores -cada año olía mas a flores y menos a niña, le resultaba misterioso- y finalmente, detrás de ella, paso una estela de energía, de tamaño respetable sin llegar a mediano, que se reía a costa del demonio sapo: Kageroumaru.

Tal cual como pasara últimamente, y mas con cada nuevo ciclo lunar, el Señor de los Perros dejo atrás su mascara de permanente frialdad y sonrió. Por Jaken, que aguantaba mas de lo que cualquier guardián tendría que soportar; por Rin, que se alejaba a pasos gigantes de la niña frágil que había vuelto de la muerte; y también, por aquella figura que se acercaba despacio hasta él, apoyándose en las superficies para no exigirle demasiado a un cuerpo que no terminaba de sanar. Cuando por fin llego a su lado, fue recibido por el abrazo cálido y familiar del Lord.

Hubo un momento de silencio, característica compartida entre ellos por razones opuestas, pero funcionaba bien cuando se tenían tan cerca. Las risas de la niña llamaron la atención de ambos, y la vieron llegar, con su innegable cómplice a un lado, siendo pastoreados por el bastón de Jaken, quien derrotado en su huida, estaba cubierto de pies a cabeza con coronas de flores y ramitas. La sonrisa que no se había ido aun, se hizo mas notoria.

- ¿Me permite un comentario, Mi Señor?

- Adelante.

- Ahora sonríe mas seguido, y agradezco que me permita verle serle feliz.

- Bah.- Ladró por lo bajo el amo, pero acepto el comentario como cierto.

Rin, por su parte, tras saludar a su señor como le era acostumbrado, había acompañado a Juuroumaru hasta un sitio donde poder sentarse con a su lado y ahora estaba inclinada, con la cabeza pegada al vientre del otro y las mejillas infladas como una niña pequeña haciendo rabietas.

- ¡No oigo nada!

Jaken replico en el acto algo sobre el oído privilegiado de un youkai, asegurando que ellos podían oírlo perfectamente, y que ella aun tardaría varios meses en siquiera captar un poco de todo eso. Rin le jalo la corona mas cercana sobre los ojos y siguió insistiendo en su intento. El otro se dejo, acostumbrado a ella, necesitandola tanto como a una parte mas de su vida.

El Príncipe del Oeste los miro de reojo, aun había muchos que no aprobaban su decisión de tomar al joven como compañero. La mayoría solo eran escándalos de nobles y muchos casos de celos mal disfrazados; pero unos pocos, por el contrario, le preocupaban. Los hermanos, protegidos en su fortaleza, se habían descubierto como seres que podía considerar familia... pero no dejaban de haber sido propiedad de Naraku, y aquella criatura era conocida por ser posesivo con lo que el aun consideraba como suyo.

Juuroumaru se volteo hacia él y le sonrió, como notando su cambio interno y queriendo saber. ¿Cómo era posible que alguien como Naraku, hubiera creado algo tan hermoso? Tan limpio pese a la muerte, tan vivo y dispuesto a vivir.

- Kageroumaru.

- Si es por lo del jarrón roto, no fue mi culpa.

Una mirada sin palabras. Ojos de ámbar que transmitían toda su intención en un momento. El demonio menor suspiro y se acerco a su nuevo señor -uno que el había elegido llamar así, aunque no se le había obligado-, presentía de que iban a hablar, y no se sentía seguro de querer tocar el tema. Sesshoumaru había reclamado como suyo una parte de los hermanos que ninguno de ellos sabia que existía; dos seres nacidos como una sola creación, cuyo propósito no iba mas lejos de obedecer y matar, habían encontrado aceptación, respeto y protección bajo la luz imponente de aquel extraño lord.

Vivían para él, y morirían por él. Cuando el nombre de su antiguo amo cruzo los labios del youkai, supo que no se equivocaba, y que ambos tenían la misma certeza respecto a que podía depararles el destino. Por mas fuerte que fuera él, su hermano aun cargaba una herida que no curaba y pronto, lo estaría mas... por motivos diferentes. Naraku era inteligente, sabría ver la debilidad que causaría en Sesshoumaru si algo llegara a pasarle. Pero ninguno lo permitiría. Un hermano, una pareja, Juuroumaru significaba muchas cosas distintas, pero todas se traducirían en protección si algo llegaba a amenazarlo, y a lo que dependía en estos momentos de él.

Volvieron al castillo, el Lord Occidental observo el paisaje y los seres que ahora formaban su mas preciada posesión. Miro hacia el palacio en el horizonte, y por un segundo recordó el pasado, y los errores que había cometido. No volvería pasar. No se permitiría perder nada mas, nunca mas.

- Aunque me cueste la vida.

* Owari ~ FIN *

[ORIGINAL] Notas finales de la Autora: Agradezco a mi Onii [Pobre hombre, no es que le molestara el yaoi, pero mira que aguantarme a mi en ese tema...U] por la ayuda que me brindo en algunas partes del Fic, y me despido de todos aquellos que hallan llegado aquí. Domo arigatou.

NOTAS ACTUALIZADAS: No se imaginan el cariño que le tengo a esta historia. Estaba... mal escrita, ciertamente, los cambios que le hice son enorme y casi no parece la misma cosa (Naraku aparecía en el original, había muchísimo dialogo que redundaba porque no sabía como poner las cosas en narrativa, y también hacía demasiado énfasis en algunos aspectos que se suponía, debían ser solo menciones). Jaken, en especial, tiene ahora un papel mas solido que la lata-pateada original, supongo que en algún punto le agarre cariño al sapo.

Pero la esencia es lo que importa, y siento que logre sacarla a la luz como lo merecía. Todo sigue ahí, excepto los absurdos que no tenía sentido conservar -Naraku dejándolos ir a todos vivos y felices? en serio?- así que tengo confianza al escribir esta nota y sentir mas orgullo que nunca por mi primer fic. Que tal y como dijera hace años, es un One Shot. Sin continuación planeada.

Cualquier comentario, se agradece. Pasen todos Felices Fiestas! [16/12/16]