Capítulo 22
Sona y Soraka pasaron solo unos minutos juntas pero no pudieron llevarse mejor, a pesar de que primero tuvieron que intercambiar números para comunicarse, y dejar prácticamente a todo el mundo fuera de su conversación se entendieron fácilmente, tenían un principal interés en común, la música a eso le seguía la literatura, las películas, los Hobbies, Soraka incluso tocaba el Chelo y un poco la flauta, y mientras, Kayle olvidaba su plan de alocar a las dos chicas más reservadas que conocía, Draven entendió que había sido una pésima idea el dejar ir a su chica, después de todo ya debía captar que Sona tenía complejo de madre Teresa o algo por el estilo y no iba a dejar a Soraka sola para que no se sintiera mal vistiendo ropa reveladora.
Suspiro contrariado, uniéndose a Olaf para elegir la música, afortunadamente no paso demasiado tiempo cuando Sona volvió a su lado y lo jalo de la manga entregándole dos latas de REED's que él recogió alzando una ceja.
"Kayle me dijo que hay un balcón, y me dejo coger dos cervezas" agrego lo último como si ya lo primero no le hubiese convencido. Tomo su mano y mientras la música cambiaba probablemente a petición de Sarah por algo más juvenil ambos abrieron un par de puertas y encontraron el minúsculo balcón que daba a un callejón oscuro, pero también a una panorámica enorme de los techos del barrio y las estrechas calles iluminadas.
Hacia un poco de frio y aun escuchaban perfectamente la música pero ambos sentían que finalmente habían conseguido otro momento de intimidad, solo los dos, Draven abrió la lata sincerándose y disminuyendo los notables nervios que empezaban a aflorar en su chica -Me gustan estas calles, están más cerca de la casa donde crecí-
"¿vivías cerca del Noxus?"
-Mamá no toleraba la idea de estar lejos de los abuelos, también estaba tío Swain, siempre era sobreprotector con ella por su enfermedad así que terminamos viviendo de esquina a esquina.
"Darius debió sentirse muy arrinconado para tener que irse contigo."
- Mucho- respondió dando un sorbo a la bebida que empezaba a transpirar, a él no le interesaba tanto la bebida como a sus compañeros, pero si la habían traído específicamente para él, era lo menos que podía hacer, también necesitaba refrescarse la garganta, odiaba hablar de temas molestos, no le gustaba dar a entender que estaba lamentándose. – Darius estaba herido, mamá se fue más pronto de lo esperado y papá la siguió casi el mismo año, Swain no se comportó como el mejor tío, odiaba a nuestro viejo y se aseguró de exteriorizarlo lo suficiente, sabíamos que echarle la culpa al viejo por la muerte de mamá era su forma de desahogarse, pero Darius no quería seguir escuchando cosas malas sobre él, y tampoco quería que Swain controlara lo que debía o no hacer, Swain le recordaba constantemente que si no se acoplaba a las reglas y las demandas no seguiría viviendo en esa casa y a un año de una graduación que le aseguraría todo el éxito que Swain y su apellido podía ofrecer, se largó, no me obligo pero yo no imaginaba hacer otra cosa más que ir tras él.
No planeaba hablar de eso, Sona no era una chica demasiado curiosa, pero su fuerte deseo por saber más cosas sobre él, sobre su vida, le arrastro un poco para evitar lo mortificada que podría estar por obligarlo a hablar sobre cosas tristes de su pasado, Fue su turno para sonreír levemente y dejando la lata sobre la barra de concreto que les protegía junto con los barrotes empezó a mover sus manos "es hermoso que se tengan entre ambos, en el convento, seguro tenía muchas amigas, pero hasta ahora nunca he pensado en una sola de ellas"
- ¿tu orfanato era un convento? Oh, siento preguntar.
"descuida, sí, lo era."
-eso explica mucho.
Ella sonrió dando una palmada a su espalda, quejándose un poco sin sentir en especial molestia, ambos estaban viendo el paisaje, sus hombros apenas separados por un par de centímetros, él no podía ver su rostro, pero siempre ladeaba sus ojos cuando las manos de ella se movían incluso cuando solo iba a tomar un trago de su lata, también estaban esos momentos en los que podía sentir como sonreía, pensaba que Sona emitía auras según el estado de ánimo que tenía, quizás estaba exageradamente enamorado de ella, o en realidad, ella era así de compleja y mística. Respondió a sus propias cavilaciones ladeando una sonrisa.
"¿lo hace?"
-es porque eres, ya sabes, demasiado buena, recatada, prudente, esas cosas.
Sona quiso reír en vez de eso puso la cerveza en su boca, tomando un trago, luego negó poniendo la lata a un lado preparándose para responder.
"Lestara me enseñó a comportarme bien, antes de ella yo solo era demasiado asustadiza como para negarme a cualquier orden, hacia todo esperando a que saliera bien, a que nadie tuviera que prestarme suficiente atención como para corregirme o felicitarme.
Suena como si nunca hubiese pasado nada, pero gracias a ese comportamiento retraído muchas veces hice imprudencias, al no querer involucrarme con nada ni nadie, también me negué a aprender cosas nuevas debido al sentimiento de que no podría, cada vez que invadían mi zona de confort me encerraba diciéndome a mí misma que lo que sentía tenía justificación.
Necesitaba ocultarme porque era diferente, porque podrían aprovecharse de mí, fui grosera, sobre todo con mis tutores en casa, Lestera también fue dura conmigo, me demostró que no merecía un mejor o peor trato por mi condición y por lo tanto podía demostrar mi valía como todos los demás, tardo un tiempo, pero las cosas se dieron y el resto es historia, gracias a que puedo escuchar me admitieron en Demacia, no habría podido sobrevivir a ello si Lestara no me hubiese corregido."
Sona había podido decir todo eso, con pausas, simplificando frases y él había entendido omitiendo una que otra cosa, una vez más sintió la importancia de lo que estaba aprendiendo, y la calidez se posó en su vientre, de forma extraña en él, estaba conmovido, tanto por su logro como por su historia, intento imaginar a la pequeña Sona haciendo berrinche, pero en su cabeza la imaginaba en todas las etapas de su vida tan buena y serena como lo era ahora.
-No logro imaginar a una Sona Buvelle egoísta y grosera, eso se lo dejo a las chicas de baja categoría.
"¿entonces para ti yo soy un producto de alta calidad?"
Fingió sopesarlo poniendo una mano graciosamente en su barbilla -Supongo que has sabido madurar bien, No siempre fui el perfecto Draven que soy ahora ¿sabes? Antes me quejaba demasiado de nuestras circunstancias, pero aprendí que nada puede opacar al gran Draaaaaven.
"para ser tú, sabes elegir bien las palabras"
- ¿para ser yo? - soltó una estruendosa carcajada –cada día te vuelves más osada- y entonces se acercó un poco más a ella haciéndola voltear hacia él, el rostro de Sona apenas alcanzaba los hombros de él – eso me gusta- murmuro cerca de ella.
La virtuosa de las cuerdas percibió su olor y aspiro levemente, la colonia masculina con matices de madera, la barba recién afeitada, el sweater negro de algodón, cerca de su pecho se sentía protegida del resto del mundo y al mismo tiempo desnuda ante sus ojos, pero no era una sensación aterradora o vergonzosa, Draven lograba que eso se sintiera sensual, su firme mano sujeto su cintura, en un gesto familiar, casi suspiro al momento que esa mano la obligo a pegar su pecho al suyo exigiéndole verlo, que sus miradas se encontraran y perdiera el aliento.
Los ojos grandes de Sona lo llamaban casi con hambre, nerviosa y levemente temblosa, sentía que podría desmoronarse, no obstante, solo bastaba de una mirada a sus hermosas albas para darse cuenta de que estaba completamente encendida, que le deseaba y eso despertaba todo tipo de deseo en él, deseos que secretamente y por mucho tiempo en su relación pensó que no serían tan violentos, la vio humedecer sus labios mientras se acercaba lentamente a ella, tan pequeña y hermosa, a veces se encontraba a si mismo pensando que no merecía algo tan bueno como ella.
Sus labios se tocaron y sus ojos se cerraron transportando a ambos, Draven hambriento de ella tomo sus labios con la exigencia que lo caracterizaba, chupo y lamio la carne de sus labios con paciencia y maestría, una que hacia agua a la tierna chica que se servía más complacida por cada segundo que pasaba, los brazos de ella que en un principio se sujetaban de su cuello iban descendiendo poco a poco hacia sus hombros, al fondo sonaba alguna canción famosa en el momento él apretó el agarre de sus caderas y antes de profundizar el beso sus labios se separaron y sujetándola empezó a moverse, de alguna forma, ambos empezaron a bailar.
-Nunca lograre entender qué tipo de eventos tuvieron que pasar para que te enamoraras de mí – lo dijo con total seguridad, una frase que dicha por cualquier otra persona podría ser interpretada como duda o incertidumbre dicha por Draven era solo una confirmación de lo brillante y genuino que era su ser.
Sona no podía decir nada, mientras él la mecía a un ritmo disparejo al de la música ella acomodo su cabeza en su hombro y dio un suave beso en su cuello correspondiendo. él la apretó entre sus brazos.
-solo un poco más- exigió el con voz ronca, presa del deseo de fundirse en ella
Ella estiro sus labios en una leve sonrisa, dando otro y otro beso en su cuello, cuando las manos de él empezaron a descender por su espalda ella separo un poco sus labios dejando escapar un jadeo silencioso, se estremeció levemente, las manos de Draven eran grandes, poco delicadas y ahora se escabullían debajo de su blusa paseándose por su espalda. Aspiro fuertemente intentando recuperar el control, mordió levemente la piel de su cuello a lo que él rio.
- ¿Qué es, te gusta? -
Negó escondiendo su rostro entre su cuello, en realidad estaba lo suficientemente avergonzada como para desbloquear otra capa de rojo en su rostro.
-ven aquí, necesito ver cada parte- su voz baja era ronca, varonil y profunda estaba prácticamente derretida ante esta.
De nuevo se sintió desnuda ante su mirada y mientras la pista cambiaba ella empezó a sonreír reconociendo la canción sin pensarlo empezó a bailar dando saltitos frente a él, mientras la estridente canción de Doja Cat sonaba a todo timbal dentro del apartamento, sonrió ocultando la vergüenza que estaba a flor de piel.
Si, sin duda soñaba con ser tocada por él, pero su corazón peleaba por no salir de su pecho por cada segundo que pasaba, Draven sonreía maravillado por el espectáculo entendiendo perfectamente lo que pasaba.
- ¿quieres volver? - ella lo vio sorprendida inmediatamente negando meneando ambas palmas frente a él. –no me refería a la fiesta, vamos a disfrutar lo que nos queda de la noche- dijo, no parecía nervioso, es más, se mostraba tranquilo, no obstante, ella no podía saberlo muy bien, Draven extendió su mano y ella parpadeo un par de veces más antes de tocar su mano, si, definitivamente quería, deseaba estar a solas con él, aunque la vergüenza se la comiera viva.
En la sala, Sarah y Olaf se pelaban por el control del equipo de sonido mientras el resto estaba en grupos dispersos, Sona y Draven pasaron despidiéndose de todos en el lugar, incluida Soraka y Janna quienes permanecían en una esquina, Sona la saludo una vez más a Soraka y mientras la rubia los veía irse sin perder ni un movimiento, Sarah decidió acercarse a su rubia amiga.
-Ni siquiera lo pienses. - declaro la pelirroja apenas se puso frente a ella.
- ¿sería tan malo? – Janna empezó a peinar su cabellera con la palma de su mano, ese simple gesto ejecutado por ella se veía completamente sensual, no pasó desapercibido por los chicos allí, de hecho, nada de lo que ella hacía se quedaba sin ser examinado con detenimiento por ningún ser con testosterona en la habitación, Janna era casi una aparición, nadie sabía que era lo más provocativo de ella, su rostro fino y perfectamente simétrico, su cuerpo delgado y prácticamente diseñado palmo a palmo para modelar en una tarima de Victoria secrets o el babydoll intento de vestido que probablemente tendría el visto bueno para que ella lo modelara en dicha pasarela.
-nunca lo vi tan serio sobre algo, podrías salir mal parada- le explico la pelirroja con tono de advertencia.
-nos trajiste aquí sabiendo que Soraka está colada por un chico y a mí no me interesan estos vagos, ¿Qué se supone que haga? Me debo divertir con lo que hay ¿no?
Sarah rodo los ojos pasándole una cerveza a una de sus mejores amigas – está bien, no podría detenerte, solo intenta no meterte en problemas.
-sería la primera vez.
Fin del capítulo 22: Bailando a tu alrededor.
Gracias por comentar:
Leslaut
