Aclaración: no tengo nada contra la religión cristiana, esto es una obra de ficción y no está basado a propósito en ningún echo real, si alguien se sintió ofendido por detalles del anterior capítulo pido disculpas.


Capítulo 28

Un tormentoso sonido salió del piano espantando a las hermanas, Sona nunca había tocado tonadas tan fúnebres, el sonido era desesperanzador en sí pero los arreglos demostraban una habilidad difícil de copiar hasta para un adulto, Sona había compuesto esa canción en su cabeza, no estaba simplemente improvisando, cuando acabó, dando un típico final escalonado la maestra la miraba severa desde el otro lado de la habitación.

Y Lestara encantada comprendió su deseo.

Ella que nunca podría tocar música mundana, había tocado algo que salió directamente desde su corazón y en ningún momento Dios salió allí, solo su desesperación por ser entendida y su amargura pensó en las veces que se mordió los labios y que trató de gritar pero solo aire salía de su boca, y luego lloro, las lágrimas mojaron el vestido blanco, nunca había echo una escena tal, todos estaban acostumbradas a que otras niñas hicieran ese tipo de cosas, pero nunca lo esperarían de ella.

Entendiendo que nada sería igual no le pusieron muchas travas a Lestara para llevarse a Sona y lo interpretaron como otra bendición ya que tendría un futuro prospero con la mujer.

Muchas cosas cambiaron en su vida pero un par persistieron.

Dolía, dolía mucho cuando se equivocaba, Sona suponía que Lestara no lo sabía, la maestra nunca tocaba sus manos o brazos como si hacían algunas maestras para castigar a las niñas durante las lecciones, en vez golpeaba sus tobillos o la parte de atrás de sus piernas, cuando las miradas empezaron a ser muchas el sitio ideal fueron sus muslos, en su piel calcina los golpes quedaban grabados por días y aun aguardaban por años en su mente cuando se equivocaba.

Cada que erraba una nota una corriente de incomodidad pasaba por sus muslos, ya no quedaban cicatrices ni moretones pero la sensación... la desestabilizaba todo el tiempo tanto que practicaba primero en una mesa imaginando la posición de cada tecla antes que tener que equivocarse en el piano real.

Lestara poco a poco fue entendiendo lo que pasaba.

Pensaba que Sona era exigente debido a su educación religiosa y por eso arrugada el seño de esa manera cuando fallaba pero lo comprendió cuando su niña ya podía comunicarse con un lenguaje y aun así se escondía cuando no podía dominar un segmento de la composición como si hubiese olvidado como comunicarse, se bloqueaba de tal manera que luego tocaba como si no estuviera allí, mirando a la pared.

Entonces, Lestara le compró un par de zapatos, fue a su habitación y se sentó a su lado.

《Hay muchas cosas que no se de ti. más por miedo a enfadarme y hacer cosas horribles que por verdadero respeto a la religión nunca indague sobre cómo era en realidad tu vida antes de mi.

Pero siempre supe sobre lo imposible que era que una niña desde tan tierna edad sin algún tipo de capacidad especial, como memoria idílica podría memorizar de forma precisa ese extenso repertorio de música cristiana sin que hubiese un arduo trabajo, tengo amigos músicos, todos empiezan desde muy pequeños como tú, pero también disfrutaban de su niñez jugaban y tocaban la música que querían no sólo la que debían.

Nunca te he obligado y te he preguntado muchas veces sobre esto pero ahora necesito que seas honesta conmigo Sona, la música, ¿quieres seguir con la música?》

La pequeña niña estaba cohibida viendo la caja envuelta que trajo su madre, ya no era una niña, tenía 15 años pero se sentía como una en muchos aspectos, hacia enfadar mucho a Lestara, su actitud le había costado muchos tutores y ya le habían hecho entender que si seguía así no podría entrar a una escuela normal nunca.

Solo servía para tocar.

Y le gustaba tocar pero...

No le gustaba equivocarse, en nada, no solo en la música, su arte no era el problema.

"Me gusta la música"

Lestara sonrió cálida para ella y le extendió la caja.

Sona abrió con cuidado, dentro había un par de zapatos de bailarina, a su lado una muñeca Barbie sonrió melancólica, creía que no lo sabía, Sona creía que se sabía su horario y no se había dejado pillar pero aún a su edad pasaba horas frente a la tele viendo dibujos animados, su película favorita de Barbie seguía siendo el cascanueces veía sus repeticiones constantemente, tocaba en el piano las piezas y las intercalaba con canciones de otras películas de Barbie, pensó que no había sido vista, de echo solo fue una sola vez cuando giro como lo habría echo Odette frente al lago.

Sus ojos se aguaron entendiendo que estaba con la persona correcta que había llegado al lugar indicado.

- Sigue tocando pero no te prives de lo demás para tratar de ser perfecta, no se siente bien cuando clavas tus ojos en el vacío a la hora de tocar, toca estando aquí, no importa si te equivocas, además, deberías hablar de eso con tus psicólogos, yo solo soy una madre-

Se abrazaron y en ese momento, imaginándose a si misma en un vestido pomposo con esos hermosos zapatos Sona bailo en su mente.

Flashback end

No era una historia que Sona contaba a la gente, siempre relataba sobre el convento o su terrible comportamiento y algunas de sus causas pero realmente nunca les hablaba sobre la razón real de su talento, que antes habría sido llamado bendición y era más bien puro esfuerzo bruto.

Había dejado mucho de eso atrás, realmente no quería jugar con muñecas, descubrió que en realidad su curiosidad podía ser saciada mucho más eficazmente con libros de fantasía y ciencia ficción, luego completaba con el romance y después cualquier género que le contará una buena historia con un gran universo o un contexto interesante, ella componía bandas sonoras simples para sus libros en la mente, tras aprender a hallarse no sólo en la música si no los libros supo abrirse más con el resto del mundo y su actitud cambió a una más reflexiva y empática volviéndola quien era ahora, capaz de haber escogido sin miedo a equivocarse al hombre que quería a su lado por un largo tiempo, no estaba segura de si sería algo para toda la vida, no creía en esas historias pero aún así le enternecía mucho leerlas.

Quizás ahora, dolía un poco porque quería contárselo a él también, esa parte de ella... ya no bastaba con encerrarla porque cuando decidió que quería que el la explorará por completo también estaba ese lugar.

Quería que Draven la acogiera y sacara de ella cualquier rastro de tristeza y melancolía.

Sabía que Draven era solo un hombre, pero no era ella mas que solo una mujer.

Silencio el reproductor y sus párpados se sintieron pesados, tal vez necesitaba relajarse, Draven no iría a ningún lado y ella tampoco, podría decírselo y hacer que este con ella cuando los nervios le recordaran aquellas escaramuzas de su pasado.

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Draven miraba a Lux aburrido, ella chateaba desinteresada, por ratos lo volteaba a ver y le dedicaba una mirada vacua mientras sus labios jugaban con una malteada "dietética" que le había echo pagar, se quedaron en una heladería frente a la calle que había indicado Sona, y ante las quejas de Lux sobre (ordenar algo mientras esperas es lo más decente) finalmente saco un arrugado billete de su cartera, el más grande y viejo que tenia en su cartera Lux lo arrebato sin una pisca de piedad o siquiera pena por el rostro afligido de su anterior dueño.

A Draven no le molestaba gastar dinero si era para Sona, quería llevarla a comer sus cosas favoritas, comprar entradas para los juegos, regalarle ropa, Draven había descubierto los placeres de ver a su chica con la ropa que el le había indicado antes, hablaba sobre lo bonito que le quedaban esos pantalones, y como esa blusita de botones era la ideal, estaba seguro de que no muchos hombres podían contar con ese boleto, sip, definitivamente podía quedarse sin un duro al momento que ella lo quisiera.

- Se te nota en la cara... como un animal contento. Hablo despectivamente la rubia frente a él, moviendo el sorbete de su bebida.

-¿Disculpa?

- Se que lo hicieron, no te hagas el tonto ¿usaste protección? ¿La trataste bien? ¡Se honesto! si descubro cosas malas al respecto te arrebatare a Sona más rápido de lo que tu puedas reaccionar, la pondré al lado de un tipo con suficiente dinero que le bese los pies.

Lux no sabía como lo haría pero estaba bastante segura de lograrlo y se había imaginado esa charla muchísimas veces en sus fantasías cuando Sona consiguiera un novio, o novia, solo que pensó que sería algún estudiante de arte, licenciatura en música o un músico del conservatorio, mucho más fácil de manipular y destruir emocionalmente. El orangután que había escogido Sona, e irónicamente su cuñadito, era mucho más difícil de tratar y leer, debió imaginárselo tras las descripciones de "Machos de tres metros duros y rudos" que aparecían en sus libros favoritos del genero.

Esa mujer malvada era terrorífica era lo único que pensaba Draven.

-¿no te contó los detalles?- Respondió con simpleza fingiendo que no le incomodaba el tema.

- Soy su mejor amiga, no su diario íntimo, no quería quitarle la sonrisa de la cara cuando hoy tiene algo importante, así que suéltalo.

Le avergonzaba tener que hablar de algo tan íntimo con una rubia con la cual sólo habría cruzado 5 frases cortas en toda su vida... de alguna forma se había enterado de lo que pasó con Darius así que tras reconocerla la hizo invisible para no meterse con ella, quizás por ello no noto a Sona hasta que la tuvo en frente, ahora no podrían estar más relacionados incluso parecía mucho más desafiante que su propia suegra ahora que la tenía al frente.

Si Lestara lo veía como una distracción algo positiva, Lux lo veía como un peligro latente y constante que debería extirpar al mínimo error.

-tsk como si tu no merecieras que te advirtiera sobre volver a joder a mi hermano.

La mirada de la rubia se tenso. Pero al instante volvió a su expresión severa.

-Podrás advertirme todo lo que desees cuando quieras Draven... no pretendo huir de las cosas que yo misma provoque, pero ahora mismo estoy hablando de Sona - además ya su amiga se lo había cuestionado antes, el día de su falso cumpleaños, si no iba enserió con Darius, dispuesta a darlo todo para recuperar su confianza entonces era mejor no jugar con su tiempo, ella lo tenía claro y tendría esa conversación las veces que quisieran sobre todo con su hermano, su única familia cercana.

Pero no iba a demostrar ser flexible en el tema que estaban tocando, así como ellos eran hermanos de sangre, Lux consideraba a Sona lo más cercano a una hermana que tendría, por algo habría deseado emparejarla con su hermano cuando aún pensaba que su futuro estaba perfectamente trazado. Finalmente Draven respondió la pregunta, prometiendo luego tener esa conversación.

-no llegamos al final.

Escupió, no que le haya frustrado en especial se sentía satisfecho con lo que habían echo, no con que le cuestionaran por ello, Lux pareció sorprendida, eso lo irritó más ¿quién se creía que era?

-Oh dios, no creí que serían tan pacientes, sobre todo...

Draven puso su puño sobre la mesa, ya irritado de que la rubia hablará sobre su intimidad como lo haría sobre el clima.

-¿Sobre todo que?- si se atrevía a cuestionar sus intenciones con su chica terminaría de arruinar la poca armonía que aún existía entre los dos, y que solo se mantenía por el hecho de que la rubia parecía importante para las dos personas que más atesoraba.

-Bueno es que Sona estaba tan ansiosa, he leído cada libro de romance que me ha recomendado y el 50% de estos eran fantasía erótica, los extraterrestres secuestrando mujeres para convertirlas en sus esposas estaban a la orden del día, pensé que no perdería ni un segundo sobre todo después de...

-¿Después de?

-Después de su pelea, a esta hora ya deberías saber que esa fue la causa.

La boca se le puso seca al menor de los Cyrus sus ojos se dilataron y una avalancha de entendimiento lo golpeó de lleno, oh santo Jesús, pensó para si mismo, después de todo esa malteada había pagado su precio.

No podría imaginar ni en sus más salvajes sueños que esos eran los pensamientos de su mujer, no era tan estúpido, por supuesto que sabía sobre la posibilidad de que los deseos y fantasías de Sona fueran fuertes, guardaba la esperanza de que con el tiempo seguiría siendo tan atrevida como lo era hasta ahora; robando sus besos y haciendo caminos por su oreja y cuello, sabía que Sona era una pequeña fierecilla, lo vio en muchas oportunidades y ayer lo había reafirmado, pero que había estado deseándolo, tanto como para enfadarse con él por trazar límites, con el nuevo conocimiento ahora la boca se le hizo agua de tan solo pensarlo, Sona sentía necesidad por él, su chica, y aunque habría sido el desenlace lógico si es que eran una pareja, un sentimiento de orgullo lo embargo sintiéndose superior a cualquier maldito hombre que habría pisado ese planeta.

-Eww eres asqueroso- su burbuja fue rota en un instante por el rostro de Lux frente a él juzgándolo -deberías guardar más tus expresiones para ti mismo no quiero saber cuando estás con ganas.

-Mierda que no estoy con ganas. Mascullo para no gritárselo, esa mujer era jodidamente fastidiosa, era exactamente como creía que era desde que la vio por primera vez (o eso creía él) el año pasado en su salón de clases.

-Entonces tienes la cara deforme, maravilloso, otra cosa de la que se debe encargar Sona; pagar tus tratamientos.

-tsk eres insoportable.

-claro, necesito serlo no te voy a dejar relajar con ella, apenas y la mereces.

Respiro hondo y esta vez le hablo con seriedad -Yo se eso.

Y Lux internamente correspondió -Es una cosa buena, cuñado.

El celular de la rubia vibró en sus manos, contestó y después de un par de afirmaciones suspiro colgando, parecía derrotada.

- A pasado una hora y Sona no aparece, se que tiene el celular apagado, quizás se le hizo tarde y tuvo que ir a la presentación directamente - ya había discutido esa opción antes cuando tras escribirle varías veces no contestaba y al marcar a la residencia Juliet afanada le contestaba que ya casi salía la señorita.

-yo la voy a esperar. - contestó a su ceño arrugado en preocupación, probablemente pidiéndole que checara luego si todo iba bien mientras ella estaba ocupada.

-Bien, bien Romeo, Jarvan tiene una junta después de las dos de la tarde, estará viajando dentro de poco así que debo ir ahora o lo perderé, tengo que solucionar mi situación ahora, no será bueno para tu hermano que este en su casa por mucho tiempo.

-Concuerdo con eso de que no se ventile esto mientras hay un escándalo alrededor de tu familia

-si aparece, dile que lo siento y que la buscaré mañana temprano.

-de acuerdo, ve segura, y llama a Darius si te quedas varada.

Por primera vez Lux le sonrió con genuino cariño desde que se conocían, tal vez no se iban a llevar de mil maravillas pero podrían coincidir sobre varias cosas, como por ejemplo la gran mujer que era Sona y todo lo que sé merecía.

Pasaron unos minutos más para él después de que se fue Luxana, recogieron la malteada y de nuevo le preguntaban si necesitaba algo, dijo que esperaría un poco más lo que pareció desesperar a la mesera, no que el lugar estuviera abarrotado pero seguro su carota aburrida y solitaria en una mesa vacía arruinaba el ambiente.

Finalmente caminando incómoda por la entrada lo que parecía un hada para él apareció, el sentimiento de alivio lo barrio, le preocupaba que algo le hubiese pasado, tenía la idea de Lux de que había ido directamente a Pomelle pero aun así no podría estar tranquilo hasta recibir noticias planeaba quedarse allí otra media hora antes de marcharse, averiguar a qué hora terminaba la maldita cosa y esperarla en la reja de su casa.

"Oh lo siento tanto" fueron sus primeras señas para él "no supe cuando me dormí, al despertar tenia que arreglar mi cabello lavar mi rostro y acomodarme en el vestido, Juliet casi se ha desmayado cuando se arrugó un pliepliegue" Draven no entendió lo último pero solo le sonrió y se levantó abrazándola, después de todo no parecía que iban a comer ningún helado.

-habrías escrito, Lux tuvo que irse.

Ella negó con la cabeza separándose de él.

Inmediatamente la extraño entre sus brazos.

"No puse a cargar el celular cuando llegue a casa y después de ensayar me quede dormida, Juliet llego a ponerme el vestido y bueno... ni siquiera estaba bañada... fue intenso"

-Es mejor que vayas de una vez, vamos a agarrar un taxi.

"Primero llamemos a mamá"

-Oh si. le paso su teléfono y Sona tecleo el número que se sabía de memoria, el celular personal de su madre, se lo pasó a Draven.

-¿Hola? Que es. La voz parecía molesta y afanada.

-Ah señorita Lestara

-Que... ¿Quien es? Quien eres? dime ya mismo como conseguiste este número o voy a demandar a toda la cadena periodística para la que trabajas.

Ahora que escuchaba su verdadero tono autoritario decidió que nunca haría nada para enfadarla -Soy... soy Draven, Sona marco el número quería decirle que ella va en camino.

-¡Oh dios mío santo! estaba echa nervios aquí, si no me llamas estaba a punto de volver a casa a revisar.

-Esta todo bien, pasaron unas cosas en casa, pero llegará a tiempo a la presentación.

-Me habría gustado que viera el piano bien antes pero no me quejo...

Honestamente a Lestara no le agobiaba que no llegara a tocar, solo le preocupaba que nunca llegara, el mismo sentimiento que tuvo Draven mientras esperaba esa larga hora, por eso la entendió y lo primero que hizo fue explicarle la situación.

-Bien bien niño, envíala ya están anunciando la programación, el discurso fue larguísimo.

-a la orden.

La llamada se colgó y miró a Sona con una sonrisa que ella le devolvía, busco su mano y salieron del local. Sona llevaba el cabello bellamente peinado, un poco más atrás de su flequillo tenia una bincha dorada en forma de trenza y antes de llegar a la nuca era separado por dos bucles probablemente hechos con cauchos de allí su cabello se dividía en dos extensas colas que caían hasta su espalda baja, si Lestara no se había enterado de su mechón de cabello azul claro lo haría ahora, era el mismo vestido de ayer pero con los zapatos y el peinado adquiría una presencia distinta, más como una deidad, casi le parecía irreal sujetar su mano, la escolto jugando a ser el caballero con la mano de ella enroscada en su brazo, oportunamente un taxi esperaba clientes parqueado a un lado de la acera.

-su transporte mi lady- Sona sonrió ruborizada y atontada, había un sol tremendo sobre ellos pero ella se sintió escoltada a la noche de vals por el príncipe, antes de montar el taxi lo abrazo de nuevo y esta vez él busco sus labios. hubo un suave rose deseoso y tan solo arruinado por el sol que les quemaba la piel y hacia sofocante la cercanía, sobre todo Draven odiaba que sus hombros estuvieran tan expuestos a este.

-¿tienes para pagar?- ella asintió devolviendo el beso también fugaz y corto y la cruel separación se hizo inminente.

Sona subió al taxi -llévela a Pomelle, por la catedral de calcita, diagonal al parque-

-sí claro, conozco Pomelle- respondió la voz perezosa del conductor y tras sonreírle una última vez cerró la puerta viéndola marchar.

Fin del capítulo 27: Talento.


Notas

¡que largo! Al final me tocó dividirlo.

Al fin pude hacer interactuar a Lux con Draven. Los adore mucho.

Estoy emocionada por los comentarios en los últimos capítulos, me alegra mucho que hayan resultado bien, después de un tiempo sin escribir estaba preocupada por hacer capítulos buenos, sobre todo cuando ya faltan pocos capítulos para el final.

Gracias por sus amables comentarios:

Krystal Rice (por favor deja más de esos bellos comentarios)

Guardián sin Rostro (que alegría volver a saludarte)

Shittycat (espero este capitulo te haya divertido, tome el comentario de referencia para hacer la parte donde Draven se enteraba del porqué, fue divertido de hacer)

naim.rios.7 (tome muy enserió tu comentario (sobre Lux y Darius) me ayudo a completar algunas cosas te agradezco mucho)

un saludo especial a leslaut espero siempre con mucha ilusión que los capítulos te gusten.