Capítulo 29

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Draven

Abrí los ojos, la cama era más grande de lo que recordaba, mucho más cómoda, almohadas acolchadas, las sábanas azul rey de lino, era un sentimiento familiar, aquello le era conocido, Volteo a un lado tras sentir a alguien apoyado a su costado. Respiraba afable con el rostro tapado pero él podía diferenciar el color de su cabello negro azulado, saber que era ella quien estaba al lado le hizo sentir bien, despertar con ella debía ser lo más agradable.

Suspiro extendiendo su mano hacia el bulto arropado, parecía profunda en los brazos de Morfeo, se acercó más a ella abrazándola por sobre las sábanas, no hubo reacción.

Volvió a incorporarse solo, a medio lado, con su mano libre trato de quitar las sábanas, pero estaba enrollada en ellas ¿estaría bien? Pensó empezando a alterarse ¿se estaba ahogando? Sin embargo su respiración era tranquila.

-Cariño, Sona- la zarandeo con sus manos, hasta que finalmente decidió bajar la sábana para ver su cara.

Seguía dormida respirando pero alrededor de su boca habían manchas de sangre seca, entró en pánico abrazándola levantándola y tratando de quitar todas esas sábanas, pero nunca terminaban de desenrollarse, sujeto su cabeza y la puso en su pecho.

-Responde, vamos, responde- acaricio su cabello que iba quedándose atrapado entre sus manos y cayendo a las sábanas.

Él se mecía con ella en sus brazos tratando de despertarla suavemente -responde- repetía como un mantra, como si pudiera, como si ella pudiera hacerlo.

-Estoy bien... todo esta bien- la voz femenina lo sorprendió, y a la vez se le hizo correcta y familiar. Hubo tos, y la sangre salió disparada a su camisa, no la apartó de allí, la abrazo como si su vida se fuera en ello pero justo cuando iba a mirar hacia abajo, cuando la mayoría del cabello había caído y la voz familiar quería responderle no estaba Sona, otra mujer, una mucho más acorde a la voz.

Despertó bañado en sudor dentro de su habitación, había tenido la pesadilla más larga que recordaba sobre algo concerniente a su pasado. Y Sona estaba en ella.

Se levantó de inmediato tratando de sacar todas esas horribles sensaciones, sentía la boca amarga y seca, le dolía la garganta, abrió la puerta, estaba silencioso, Darius no estaba allí, suponía que ya había salido a su turno de la tarde.

Era mejor que no estuviera, podría suponer que estaba enfermo y no quería explicar cosas complicadas, se quitó la playera llena de sudor y tras encender la luz de la habitación, segado busco el celular que había dejado cargando.

Después de despedir a Sona y llegar a casa, calentó y decidió entrenar con las pesas de Darius, se sentía rígido, esperaba no tener que sufrir demasiado cuando empezará de nuevo sus rutinas, estuvo en ello por la tarde, tomó agua y después de los estiramientos finales se acostó en la cama, pese a saber que no era nada bueno para él, se durmió sin pensarlo mucho.

Se sorprendió cuando vio la cantidad inusual de notificaciones sobre llamadas perdidas, Darius le iba a dar una buena más tarde o alguien sin duda debía estar bastante desesperado.

Desbloqueo y miró que pertenecían a un número desconocido casi veinte llamadas perdidas, el número se le hizo raro al inicio pero cuando llego al final y vio que una llamada había salido de su celular hacia ese número más o menos al medio día conecto los cables e inmediatamente devolvió la llamada.

La impaciencia se lo empezó a comer vivo cuando la llamada se fue a sistema, intento de nuevo y esta vez fue instantáneo.

Podía sentir los sollozos detrás de la línea, se tenso y su brazo desocupado se apretaba con fuerza hasta que sus venas se marcaron, quería prepararse para escuchar lo peor pero sentía que estaba apunto de gritar de exigir que le diga algo.

-dime que esta contigo, dime que la tienes tu... la voz quebrada parecía desgastada, adolorida por el esfuerzo... la realidad lo golpeó fuerte y siendo él quien la dejo sola en el taxi, se maldijo mientras tras la línea un "Dime por favor" se clavaba en su mente.

No necesitaba más explicaciones, lo sintió cuando perdió a su mamá, lo sintió cuando perdió a su viejo, podía sentir claramente como la estaba perdiendo.

-voy en camino.

Respondió con dificultad, simulando una voz neutra y corriendo agarro aquel sweater sudado las llaves y la billetera para salir a trancazos por la casa mientras se ponía desesperado el sweater.

"No seas precipitado, ella está bien, tiene que estarlo"

Intento darse seguridad buscando en la marcación rápida el número de su hermano, aunque quería pensar lo mejor, era más pertinente estar preparados para lo peor.

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Lestara

Lestara Buvelle estaba rodeada de todo tipo de personas mientras se derrumbaba en los camerinos, profesores y algunos alumnos de la logística trataban de alejar a la muchedumbre, no había rastros de su hija.

Cuando no llego a la hora de la presentación lo más lógico que pensó fue en ir a casa, Juliet le corroboro que iría a tomar un taxi con Draven y Lux.

En la heladería la mesera fue muy clara en decirle que la muchacha se subió al taxi y el chico luego se fue, les siguió la pista porque todos los veían, una chica con ropas tan elegantes al medio día comunicándose en lenguaje de Señas con un chico de casi dos metros que parecía querer lamerla.

Aunque se lo habían corroborado llamo a Draven, muchas veces, era el único número que tenia ya que él mismo la había llamado antes.

(Maldita sea porque no tengo a Luxanna en los contactos y si a su odiosa madre que ni siquiera esta en el país) Pensó hecha una furia.

El siguiente paso lógico fue volver a Pomelle por si había la mínima esperanza de que, luego de alguna excusa extraña su hija apareciera antes de que acabará la gala, pero la tarde pasó, lenta, tortuosa, los medios no revoloteaban a su alrededor, no era una figura pública pero aún así ya muchos corrían la voz, personas se acercaban a preguntar que pasaba.

Llamo a su abogado y al asesor de Jarvan...

Prefería no involucrar a nadie pero era su hija, su única familia, la única razón por la que ella sufriría tanto.

"Deja que los medios lo sepan, la policía no la declarará desaparecida ni abrirá el caso hasta que no pasen 48 horas y no hay ninguna señal de forcejeo según los testigos por lo que te pondrán muchas trabas... si los medios se involucran al menos alguien podría notar a una chica con un vestido elegante durante el día si el taxi no tenía vidrios polarizados"

Esa era la razón por la que no le pedía a los maestros que sacaran a la gente.

-por favor ayúdenme a encontrarla-

Fue su última frase a las pocas personas que estaban en la sala grabando y escribiendo subían sus palabras a las redes, no le importaba ser exhibida, que hablaran de ella, de su trabajo, cualquier cosa que pudiera hacer la haría a este punto.

Uno de los profesores tocó su espalda y la ayudo a incorporarse, nunca había inclinado la espalda, nunca había bajado los ojos ante la gente, siempre fue una mujer muy fuerte incluso para exponer sus debilidades pero ahora sentía que se le iría la vida entera si no recuperaba a lo único que le había dado sentido.

-Si ya termino vamos a una sala más vacía, puede empezar a comunicarse con la policía y los amigos de su hija más cómodamente- Lestara agradeció el gesto aunque sabía que lo hacían porque todos allí deberían estar en el auditorio y el salón.

-s.si- dijo dándose cuenta de lo quebrada que estaba su voz, no quería quedarse allí, quería salir correr y buscarla por si misma, llamar su nombre de casa en casa pero no lograría más que desgastarse, una chica alta y rubia apareció afanada frente a ella.

-s.señora Lestara- la tomó por el otro brazo ayudándola, no la conocía, tampoco le importaba siquiera preguntar, su mente estaba ocupada pensando en que tipo de persona podría llevarse a su hija y si estaba o no relacionada con ella, podría fácilmente ser algún tipo de violador, el pensamiento le pateo con dolor en todo su ser.

-Señora Lestara, son Janna, soy amiga de Sona, dígame si puedo hacer algo, cualquier cosa- la miro por primera vez y vio en ella genuina preocupación.

-llama a sus amigos, a todos los que sepas que hayan tenido contacto, quizás la tenga un delincuente cualquiera pero si hay la más mínima posibilidad de que alguno de ellos recuerde algo útil sobre alguien... cualquier cosa...- su voz tembló y el maestro la consoló tomando su mano, a lo mejor el también era un padre y podía entenderla.

Janna no perdió tiempo y busco su celular balbuceo nombres que la Buvelle no podía comprender.

-Soraka, todo pentakill, Sarah, Draven... - siguió su lista con las personas que recordaba haber visto en esa fiesta de navidad y envío un mensaje de pasar la voz y que avisaran a todos los relacionados con ella que conocían.

-recibiré cualquier información y se la daré- dijo rápidamente la rubia pensando inmediatamente en crear un grupo de WhatsApp para añadir a todos los posibles que estén relacionados.

Fue cuando el móvil privado de Lestara vibró, y con la mirada más desesperada que Janna vio en alguien la mujer busco esperanzada el aparato para mirar el nombre de Draven en el.

Janna le sonrió -él es bueno, no creo que la tenga pero haría lo imposible para recuperarla, se como es en ese aspecto- y no mentía.

Aunque Janna nunca se relaciono con él, conocía a sus amistades no siempre le tenían en alta estima pero alababan su empeño y perseverancia…

Draven era bueno, para ella era una mierda que él haya descubierto a Sona antes pero ahora misma había esperanza gracias a que el no era de los que se quedaban sentados.

Lestara contestó.

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Luxanna

No pensó que por tener su apellido tendría privilegios pero tampoco imagino tener que hacer la cola detrás de las personas que estaban esperando hablar con Jarvan, a la recepcionista nueva que habían cambiado precisamente por ser una amiga de su madre, poco le importaba que su jefe la haya engendrado, cuando noto que ni siquiera le valdría traer una fotocopia de su registro civil para que le dejara pasar rápido entendió que esto era obra de Jarvan quien esperaba que ella se fuera y tratar sus asuntos en otro momento, pero no planeaba darle el gusto.

Durante la media hora eterna en la que estuvo allí vio salir a una mujer de piel colorada y cabello negro, dijo un par de palabras en otro idioma antes de cerrar la puerta Y acomodo su sweater que a simple vista parecía normal pero por lo ancho de ese feo sweater color espinaca y lo incómoda que parecía llevándolo puesto Lux pudo inferir rápidamente de que se trataba. Cruzaron sus ojos por un breve segundo, Luxanna sin una pizca de piedad le sostuvo la mirada y la siguió todo su trayecto la mujer fingió indiferencia traicionada por sus manos que no sabían que hacer e instintivamente tocaron su vientre.

Lux resoplo al menos la mujer no parecía escandalosamente menor.

Se levantó y abrió la puerta sin tocar ni preguntar primero, el sabría que ella estaba allí de todos modos.

-no pensé que me harías esperar tanto-

Inicio cruzando sus brazos sin dar muchos pasos lejos de la puerta, con la intensión de dejarle claro que no escaparía.

-Pudimos arreglar esto por teléfono, no hacía falta esto- respondió Jarvan sin levantarle la vista firmando papeles.

-No estoy de acuerdo con usted, quiero arreglar esto lo más rápido y claro posible- preferiblemente en una situación donde no pudiera cortar la llamada y deshacerse de ella.

-soy una persona ocupada Luxanna eso no ha cambiado aunque ahora no este en mi despacho.

-no mezcles una cosa con la otra, simplemente quiero arreglar esto antes de que llegue mamá, quiero estar lo más lejos posible cuando empiece la batalla legal- finalmente Jarvan dejó de ojear los documentos.

-que inteligente de tu parte- dijo mirándola por encima de los lentes que usaba para leer.

-por supuesto que es inteligente, desde que a ti te conviene lo es.

El hombre suspiro y tapo su bolígrafo antes de quitarse los lentes y mirarla directamente, quería acabar con esto, seguir el juego de su hija solo le haría perder el tiempo.

-muy bien, entonces tu manutención ¿están bien 60 al mes?-

-¿crees que soy tonta? Se cuanto le das a Garen-

-va su matricula y gastos escolares además de alquiler y necesidades básicas, tu no vas a necesitar nada de eso puesto que lo pago directamente -

-ya le dije que quiero estar lejos cuando empiecen la batalla legal ¿quieres que de declaraciones sobre lo que pasó? Es más fácil callar a mamá que a tu hija problemática-

-nunca fuiste problemática-

-podría empezar ahora-

-aun pago personalmente tu colegiatura y semestre, en cuanto a donde te quedaras, Lestara estaría bien con recibirte, se como de grande es su casa, su hija es tu amiga ¿no?-

-no estoy de acuerdo, solo será un año más en Demacia, es darles muchos problemas por poca cosa-

-por eso mismo, un solo año se irá volando, no quiero tenerte sola en un apartamento para que "empieces a ser problemática" mientras nadie te vigila-

-eres increíble, incluso ahora dices tener el derecho de gobernarme-

-mientras siga pagando tus gastos nada a cambiado realmente, 90 mensuales y acabemos con esto-

Lux arrugó más el ceño si era posible, su brazos se mantenían cruzados no quería ceder en este asunto, aun era reciente y Jarvan se haría cargo de ella por su imagen pero puede que en el futuro la desampare si empezaba a dar el brazo a torcer desde ahora, ahorraría lo que pudiera y para ahorrar necesitaba una cantidad buena.

Jarvan decidió hablar en ese momento -Quiero que entiendas algo, por lo menos durante este año no puedo darte lo suficiente para un apartamento, estoy perdiendo mucho dinero solucionando lo que pasó con el escándalo de sabotaje y perderé aún más cuando llegue tu madre y necesite callarla de manera limpia para que no invente cosas y no vaya más haya de una infidelidad, estaré bastante mal económicamente tapando problemas hasta que inicie la temporada electoral el año que viene...- Lux suspiro resignada y procedió a dar su última oferta.

-100 y me pongo de tu lado durante el divorcio-

-100 vives con Lestara y simplemente no comentas nada sobre el asunto a los medios, se verá peor si piensan que estas coaccionada-

-trato, por cierto, ella es linda- el hasta ahora inalterable rostro de Jarvan se descompuso, había trabajado muy bien en ocultarla, al ser una extranjera tampoco parecía difícil, a Lux le pareció amargo más que curioso como lo desestabilizo...

-tu... -Jarvan intento fingir seriedad pero hasta cierto punto el mismo se sintió avergonzado por ser tan obvio.

-me la cruce en la salida, no te preocupes no le dije nada, honestamente siempre entendí tu actuar, que no voy a vivir tu vida como tu tampoco la mía, así que haz lo que te haga feliz mientras no pienses en lastimar a nadie más de nuevo.

-yo... no merezco esto - no merecía esas palabras ese consuelo, el saber ser comprendido por su hija pero Lux nunca fue una chica mala con él incluso no lo era ahora.

-no lo mereces, pero a diferencia de Garen, a mi nunca me mostraste violencia, es lo menos que te podía decir, que en el fondo ambos entendemos tus razones.

-bien, ve y vive bien.

-eso haré.

Cerró la puerta tras suyo el pasillo daba a la recepción pero no se podía ver ni parecía haber cámaras cerca camino hasta el baño de la oficina y se derrumbó en la taza no supo como pudo aguantar tanto, probablemente ya no era ella si no su orgullo, frenética agarro su celular que había estado en silencio y llamó desesperada a Darius, necesitaba eso, necesitaba un soporte un mínimo sostén, su voz la haría sentir bien, él entero era como un calmante, no quería molestarlo, no deseaba darle cargas pero no pudo evitarlo.

La llamada fue conectada y ni siquiera espero que él contestara.

-Darius no estoy bien, realmente no estoy bien, fue horrible verlo tan feliz a costa de nuestra armonía, probablemente estuvo sonriendo con su mujer por horas en esa oficina antes de recibirme fue repugnante y aun así no podía odiarlo... no podía.

Vomito todo sin pausa apenas y se esforzaba por no dejar salir sollozos pero ya no podía hacer nada con su voz dolida.

-Puedo ir y hablamos con calma en casa- Darius escucho su necesidad y sugirió algo acorde a lo que precisaba pero tampoco se veía con corazón como para ser egoísta desde el principio.

-no no, tu trabajo, aún eres el nuevo allí.

-pero tu me necesitas, nunca pido permisos, puedo hacer uno ahora.

Lux sonrió contrastando con la lagrima que se escapo cuando relajo su expresión, se sintió tonta agarrando papel y moqueando dentro de un baño -siento que me gane la lotería- dijo inmediatamente.

-No bromees en ese estado, senta mal escucharte con los mocos batallando por salir-

-Calla, no me dejaste empacar pañuelos- reprocho sonriendo a la pantalla, escuchar su voz en audífonos era un placer que le estaba haciendo olvidar porque hace un momento su estómago parecía retorcerse.

-nunca pensé que Luxana llorara- aunque hablaría con él durante horas decidió que era mejor encontrarse y escucharlo frente a frente

-entonces nos vem...- no completo su frase cuando fue interrumpida por Darius.

-Espera, Draven esta aquí parece un verdadero loco gritando mi nombre, veré que quiere y te timbrare-

-si descuida, acomodare este desastre en el baño mientras.-

-seguro luces devastadoramente sexy.

-por supuesto, pero el estilo damisela en apuros no realza mis atributos.

-déjame dudar de eso.

Tras un par de risitas más colgaron la llamada, no se fijó antes porque tenia el celular en silencio pero tenia muchas llamadas perdidas de Draven.

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Jarvan

Jarvan se quitó un peso de encima cuando su hija salió de allí, él nunca fue un gran hombre, tenía muchos vicios, deudas y muchos favores por cobrar que era justo lo que hacía ahora entre todo lo que era su vida aquella mujer que conoció en un viaje era lo más puro y sencillo que tenía, no lo veía con malicia ni interés, no parecía importarle lo que hizo o de lo que era capaz, desde que la conoció fue como aire fresco en su vida y aunque aquí en su ciudad seguía con su rutina y mañas como si ella no existiera fue cuando está misma apareció en su oficina que decidió que ya era hora de tener aire fresco cada día.

Agradecía que sus hijos ya estuvieran grandes y agradecía lo fácil que era desprestigiar a su ex-mujer, le había costado mucho olvidar su obsesión con Lestara aun teniendo a su mujer pero ahora que la tenía constantemente no había nada más para él.

Iba tarde para su viaje, agarro su portafolios finalmente para abrir la puerta pero su hija apareció agitada parecía pálida como un fantasma, su rostro estaba lleno de confusión. Dejó caer su portafolio para agarrarla, era extraño ver a alguien tan fuerte consternada, era doloroso ver a su hija con un rostro tan devastado.

-no necesito dinero en cambio sálvala... hazlo por favor mueve a todo el mundo pero tráela de vuelta, incluso adorare a tu nueva novia si lo haces...

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Kayn

-¿entonces dices que lo que soy es un influencer?

Kayn termino de rosear el splash de agua con tratamiento que le habían recomendado, después de aquella mecha azul que se hizo en el cabello se volvió bastante aficionado a que no se notaran las raíces de esta pero por supuesto eso no le había echo nada bien, constantemente estaba usando masajes y tratamientos para mantener su abundante mechón azul oscuro brillante y bonito.

-eso eres, podrías vivir de ello, haciendo publicidad.

Su peluquera de confianza le había ido a visitar para llevarle por si misma el exclusivo splash traído directamente de las zonas boscosas de Jonia, supuestamente un elixir milagroso.

-¿y quien me va a contratar? ¿Mi papá?

Lizett no pudo evitar reír pero negó inmediatamente de todas formas Kayn no lo necesitaba era un heredero después de todo.

-eww cuanto tardará esto, pásame mi celular tomare unas fotos del producto mientras para hacer mi reseña, quiero escribir primeras impresiones.

-aun así deberías usarlo por varias semanas primero.

Kayn agarro su celular, tenía muchas notificaciones como de costumbre, pero se fijó en que nuevamente le habían agregado a un grupo raro, se fastidio pensando seriamente en cambiar su número, pero aun no, no veía a Sona desde el año pasado y ella era quien tenía su número, intercambiaron mensajes pero prefería darle su nuevo número personalmente para tener una excusa para reunirse y hablar, hace años no hablaba con sus manos, aquello le emocionaba, él prometió arreglarla con una despampanante peluca de fantasía para su primer concierto de metal y hasta ahora seguía preparando la peluca perfecta, solo que por cuestiones de gusto personal no era azul cielo si no roja, más acorde a Pentakill.

Iba a salir del grupo cuando noto que quien lo agrego fue Kayle una de las amigas de Sona, al abrir los participantes se dio cuenta de que los que reconocía también eran conocidos de ella y al leer el asunto sus manos temblaron y un sudor frío mezclado con el agua babosa del Splash callando por su nuca.

-Lizzet quítame esto ahora, paso algo urgente, y quiero primero comprobar que no tenga que ver con quien creo- aunque dijo eso no pudo evitar llamar primero a su padre antes que a nadie más.

Fin del capítulo 29: Desesperanza.


Notas.

Bua sabía que este momento llegaría como desde que apareció Kayn en el fanfic pero no quería.

Gracias por sus amables comentarios y sobre la parte uno de talento tras leerla un poco más creo que debí aclarar muchas cosas para que no diera la impresión de que tengo estigmas con el tema, la verdad no quería meter religión en este fanfic pero desde que es un fanfic que empecé a escribir para relajarme y no pensarlo demasiado añadiendo cada tanto cosas para engrosar la historia trato de divertirme más que nada, siendo más cuidadosas habría inventado un nombre para la religión y ya está, probablemente lo haré cuando corrija el fanfic una vez acabado.

Aunque este capitulo es sobre Sona también puse el foco en Lux porque a diferencia de Sona y Draven, la segunda pareja apenas están acaramelados y este fanfic está que acabar gracias a los que leen esto perdón por los errores y espero que dejen sus comentarios.

Un saludo enorme y cálido para Peter lag que empezó a seguir esta historia y Krystal Rice, por su maravilloso comentario, lo tomare muy en cuenta para mis correcciones. (Y la parte de los recuerdos en cursiva)