Capítulo 37

-Mi nombre es Lux Crounguard –

"S-O-N-A"

-ese, o, ene... Sona ¿así?- la chica frente a ella asintió levemente.

En ese entonces, cuando aún eran prácticamente desconocidas y su relación se veía más como una especie de acuerdo entre sus padres Lux no pensó demasiado en ella.

Incluso llego un momento en que tener que esforzarse por comprender lo que estaba diciendo le molestaba, Lux era demasiado inmadura, no prestaba atención a como las demás personas se sentían, a que tan importante habría sido en realidad para Sona hacer una amiga aunque no fuera espontaneo, pese a que todo haya sido un acuerdo entre sus padres.

Tal vez aún seguía sin prestar atención al resto pero muchas otras cosas habían cambiado, cuando Sona ingreso a Demacia finalmente le vio una utilidad a su amistad, mientras estaba con Sona muchas otras personas evitaban estar a su alrededor ya que sus conversaciones solo se entendían entre ellas, no tenía chicas molestas tratando de hacerse a su lado, y con los hombres era similar. Luego, Sona también gano algo de reconocimiento, era una especie de pequeña celebridad, nadie había hablado realmente con ella pero todos sabían que había ganado un premio el verano pasado o que se estaba preparando para competir contra este chico talentoso de la otra escuela, su repentino puesto como las inaccesibles dentro de la escuela le aseguraba paz y le daba la elección de solo hablarle a quien ella quería.

Luxanna Crownguard no era de las que pretendía creerse más especial que el resto de echo no sobre estimaba su belleza, trabajaba duro en mantenerse limpia y sana, la buena opinión de su misma la había adquirido por medio de una cosa que tenía que ver con observar al resto y compararse, tenía apariencia superior al promedio, se le daba fácil desenvolverse en cualquier situación, tenía dinero y la relación con sus padres, en ese entonces, iba por el camino en el que ser "la hija de papi" era una característica que no le parecía para nada vergonzosa, gozar de esos privilegios era algo que no quería cambiar, parte de eso genero su problema con Darius.

Su amiga llegó en el momento perfecto para darle lo que le hacía falta.

Sona hizo su vida más sencilla aun, prácticamente perfecta, lidiar con la presión social de llevarse bien con todo el mundo quedo en el pasado cuando las personas que consideraban incomodo tratar de comunicarse con su amiga preferían pasar de largo.

-Es cierto...

Todo este tiempo solo te use...

Y cuando me necesitaste ¿Qué hice? ¿A dónde estaba? Peleándome con mi papá por dinero... oh sí, siempre cometo los mismos errores-

Darius ya se lo había dejado claro, era casi imposible que ella hubiese podido cambiar algo, era pleno día, también tenía un compromiso, no tenía forma de haberlo evitado, pero por más que trataba de pensar que las palabras de Darius tenían sentido también imaginaba mil maneras de haber hecho las cosas diferentes y cambiar el resultado ¿Qué si decidía esperar a que su padre se contactara con ella? Y si no lo hacía que importaba ¿Por qué siempre había estado malditamente obsesionada con el dinero? Bueno el dinero era una cosa importante...

-mierda.-

Incluso en ese momento tenía más miedo de que su padre no cumpliera con su acuerdo y decidiera no enviar más dinero.

-mierda-

Lux escucho la puerta abrirse Darius busco su rostro oculto entre las mantas, y se acercó a ella arrancando las sabanas de su cuerpo. La rubia había invadido su habitación y estado usando sus cosas como si pensara que este era un lugar a donde nadie la encontraría.

-ya basta, ve a verla, Draven dijo que ella quiere verte-

-déjame- se volteo boca abajo, bloqueando la luz de su rostro pro completo.

-necesitas ir a disculparte o lo que sea, no vas a vivir aquí oculta toda tu vida-

-deberías agradecer que haya una rubia sexy en tu cama- murmuró de cara al colchón.

-deberías agradecer que mi dolor de espalda no es tan severo.-

Darius se sentó en la cama a su lado acariciando su cabello, siempre tenía el mismo largo, justo debajo de sus hombros, su flequillo se desparramaba por sobre su cabeza en el colchón, delgado y sedoso como los cabellos del maíz. Nunca se cansaba de detallarla, incluso en momentos como esos.

Con un tono más compasivo se dirigió a ella -ya basta de esto Lux, no eres así, sea lo que sea que estás pensando todo el tiempo no lo vas a resolver aquí acostada, pensar constantemente en lo mismo no ayuda-

-es, es solo que, tal vez si yo hubiese sido un poco más como tú, si no me hubiese importado tanto el apoyo que tenia de mis padres yo hubiese podido a hacer muchas cosas por mí misma, tal vez no las habría cagado tanto. - lentamente levantó su rostro hacia él y con cuidado Darius la ayudó a ganar confianza acariciando su mejilla expuesta.

-esto ya no tiene que ver con Sona- dijo lo obvio ayudándola a acomodarse a su lado, viendo su rostro, estaba pálido, reseco, lo que se esperaba después de esos días aquí encerrada.

-tiene que ver conmigo- declaró

-Lux, eres una niña bien cuidada, tenías conflictos pero tus padres no hicieron un mal trabajo contigo, te concentras en lo que debes y buscas tu bienestar, si vamos a hablar de quien las cago más, tal vez yo debí ser más como tú-

-¿Cómo yo?-

-en vez de salir de casa como un loco, convencido de que podría con todo yo solo debí haber aguantado un poco más con Swain, lo paradójico es que seguimos viviendo a costa de Swain, la pensión dice ser en nombre de nuestra madre pero es su dinero ¿entonces qué hay de diferente? Solo que nuestras vidas son más miserables aun- Lux tomó su mano dispuesta a dar consuelo con algo que Darius no solía comentar frecuentemente y le parecía bastante increíble que lo hiciera en un momento como ese, pero lo tomaría.

- no creo que sea así, me lo dijiste, Swain era cruel con sus palabras y ustedes acababan de perder a ambos padres-

- no cambia que debí meditarlo más, debí pensar en lo que me ayudaría a largo plazo así como tú lo hiciste.

Por más que quería decir palabras mágicas como las que Darius le decía a ella no lograba pensar en algo -esto... yo, no sé qué decir...- bajo el rostro pero con su mano libre Darius tomo su mentón alzando si rostro hacia él.

-significa que ningún extremo es bueno Lux, está bien depender de tus padres, pero también debes verlos como personas aparte de ti, y está bien querer ser independiente pero si necesitas ayuda no está bien pretender que harás todo solo... cometimos errores, aprendamos de ello y sigamos.-

-pareces un libro de auto ayuda - Darius se sonrojo sintiéndose atrapado, eran muchas las veces en las que había dado larguísimos sermones a Draven cargados de regaños y groserías pero diciendo palabras tan reflexivas libremente se sintió un poco extraño, sin duda podía hacerlo por ella, pero no evitaba su vergüenza.

-malgasto mi saliva con esta mocosa- dijo apartando su mirada, fingiendo estar fastidiado Lux lo abrazo rodeando su abdomen pegando su rostro a su pecho ahora Darius olía su cabello "sol y grasa... necesitas bañarte" pensó pero acaricio el cabello en silencio.

-Draven ¿qué más dijo de ella?- después de un rato Lux hablo de nuevo en su pecho, las vibraciones de su voz se sentían en su cuerpo la apretó con sus brazos. Ella se sentía más pequeña hablando de Sona, entonces era su deber ser una buena armadura que la hiciera lucir grande para esos momentos.

-dijo que la noto algo apagada, pero estaba dispuesta a reír con sus amigos, estuvo pegada a él y no quería dejarlo ir, también dijo que quería verte- de nuevo silencio, no podía imaginarse estar en los zapatos de Lux, como reaccionaria si Draven o su prima Katarina fueran arrebatados de su lado, era distinto saber que por fuerza mayor no iban a volver a tu lado en vez de pensar constantemente que necesitas salvarlos. Pensó que sería una idea genial ponerle un rastreador encima a Lux.

Pero no era el momento, además de que eso la haría enfadarse.

-a veces me sorprende lo mucho que a hecho lucir a Draven como un chico normal en vez de un delincuente- agregó, en un intento vago de cambiar el tema del secuestro.

-ella es tan malditamente mágica- musito.

-¿es así?-

-a mí me hacía lucir como una chica normal que pasa tiempo con su amiga en vez de una perra odiosa que no quería perder el tiempo relacionándose con gente que no le interesa- Darius no pudo evitar reír ante la descripción, el auto desprecio no es común en su pequeño rayo de luz.

-entonces ve y agradécele por su trabajo duro, es lo mínimo- recomendó son sorna.

Lux se separó de su pecho volviendo a estar a su lado pero enredando sus brazos en su cuello, sin que él se lo esperara realmente los labios un poco secos de Lux besaron su frente con cuidado, no pudo evitar pensar en subir su rostro un poco y capturar sus pequeños y rosados labios.

-te atrape.- declaró ella separándose.

-¿qué pasa?- dijo calmado con una voz más grave de lo que pretendió.

-no es nada- dijo divertida para darle un nuevo beso en su mejilla él no pudo hacer más que atrapar su pequeña cadera con sus manos y volverla a sentar sobre él.

-entonces continúa sin hacer nada un rato más- la hilera de perfectos dientes de su hada le parecieron brillantes y todo en ella brillo como siempre cuando la cortina se levantó un poco y los rayos de luz bañaron su cabello.

A veces se convencía de que realmente su nombre no era en vano

-Luxanna.


Cuando tocaba el piano tenia esta extraña necesidad de errar, equivocarse en cada tecla, y sin embargo que algo maravilloso saliera de allí, no tenía sentido, pero tal vez era esa extraña sensación de que la entropía hiciera su trabajo con... no lo sabía, con algo.

La entropía es inevitable, las posibilidades de que algo se descomponga tan solo aumentan con el tiempo, es posible extender su llegada a veces ocurre antes y es reparado tal vez sientes que es lo que pasó con tu música ya no es perfecta, ahora debes alargar su efectividad sabiendo que ya no será igual.

"Usted usa palabras complicadas, no soy una máquina que se descompone"

Los humanos a menudo sufren más esta condición no sólo físicamente, también se enferman mentalmente.

Eso le dijo su terapeuta cuando empezó a sacar el tema de sus sentimientos sobre querer romper su piano. Tal vez era tan complejo como ese concepto y lo que conlleva o tal vez solo tenía deseo de destruirlo para que desaparezca para que se lo lleve todo, incluido la música.

Y entonces fallo una tecla y cuando lo hizo y sus manos quedaron congeladas miro al frente, la mejor visión que podía tener Draven estaba allí, en su cama, tumbado boca abajo sujetando la mitad de su cuerpo con sus codos mientras leía un Manga sobre la guerra en China nada podía ser más tranquilizador que eso maldita sea.

De nuevo no supo cuánto tiempo lo estuvo viendo, hasta que su mirada fue tan penetrante que él devolvió el gesto, sus ojos como la miel le sonrieron haciendo arcos arrugándose en su final, a veces lo imaginaba envejeciendo con todas las líneas de su sonrisa marcadas en sus años, nada le parecía más precioso.

Tu dependencia nació del momento en que te cargo para salir de ese lugar, es tu soga a la libertad la persona que inconscientemente escogiste para ser un pilar pero eso no es sano, volver a ser tu propio pilar es algo en lo que debes pensar.

"Nunca fui mi propio pilar"

Entonces tu dirías ¿te moviste de uno a otro o son los que te rodean un pilar?

"Nunca he pensado vivir a costa de otros"

No es todo lo que significa ser un pilar, aún es demasiado pronto por lo que está bien que sigas así, pero eventualmente debes prescindir de Draven para sentirte tranquila, por ejemplo estando sola.

Sona apretó las manos y salió de su recuerdo para verlo allí en la realidad.

"¿Esta bien el libro?"

-es bueno, si lo resumes parece una historia típica del género pero es bastante entretenido-

"Entonces es porque está bien hecho" agregó ella.

-lo que tocabas, sonaba bien ¿qué es?-

"Viejas composiciones originales" admitió, al principio pensó no decirlo, nunca decía ese tipo de detalles propios, como cuando algo fue escrito por ella, su talento se basaba en su habilidad para interpretar no para crear, aun así cuando los ojos de Draven se agradaron y sus labios hicieron una O no pudo evitar sentir que su pecho cosquilleaba.

-fue bueno, pensé que lo habías aprendido de algún lado- su Draven era así, como un libro abierto, un lugar seguro, él nunca le ocultarla como se sentía respecto a nada y si lo hacía simplemente podía leer su rostro sus ojos, su boca, más recientemente sus manos.

Draven no se había dado cuenta pero a raíz de sus lecciones de LSC había ganado un hábito de gesticular frecuentemente con sus manos o expresiones. Aquello, como muestra de su devoción y trabajo duro obviamente le daban un sentimiento de calidez y amor infinito.

La alarma sonó y ambos se miraron ella sentía como la calidez dejaba la habitación como si un extractor se lo llevara todo, y mientras el tomo de manga fue cerrado ella se levantó con el ceño fruncido en preocupación... una entrañable preocupación de estar sin él...

"Aún es muy pronto" no solo para que te vayas, aún es muy pronto para mí, aún es muy pronto para ser mi propio pilar.

Llego hasta ella en su pub y la abrazo el aroma del jabón en su cabello y el sándalo de su piel lleno su nariz abrumadora ella tomó su abrazo envolviéndola deseando quedarse así el resto de la noche.

(Draven) sus labios se movieron silenciosos con su nombre en él, en una súplica.

-Shhhh volveré pequeña y cuando lo haga te cansaras de mí, lo prometo-

(Eso dices cada vez) sus labios se movían como si Draven la escuchara tal vez era su deseo porque de todas formas aún si sus palabras lo alcanzarán él no se quedaría.

Cerró los ojos y la puerta se abrió.

-oh bien ya se están despidiendo- La voz de Juliet, mas hostil por cada día que pasaba logro que Sona la mirara con reproche apretando aún más si era posible a Draven quien rio divertido... y tal vez dolido por tener que dejarla siempre en ese estado.

Draven tenía miedo de que su chica no volviera a ser ella misma. Se separó de ella tomando sus manos, ahora que Juliet estaba allí no tenía más opción.

Junto ambas manos de la pianista y llevo sus nudillos a sus labios.

-pórtate bien- le dijo travieso, ella se sonrojo y Juliet resoplo poniendo sus ojos en blanco.

Entonces se marchó y Sona sintió que con él se había ido la mitad de ella.

Solo hablas de él, es bueno tener un romance, sobre todo a tu edad es natural desear felicidad de una fuente distinta he visto chicos más imprudentes que tu sin duda

"¿Es malo? Que se mezcle esto con mi estado actual"

No lo es, eres fuerte, dudo que desarrolles una dependencia emocional a largo plazo pero ahora lo único que puedes hacer es asegurarte de que ese chico es de confianza porque estás recostándote en él como si fuera una tabla de salvación y tal vez eso sea demasiado para él... debes ser consciente de que si pones demasiada presión.

"La tabla podría salir disparada"

Solo justo después de esa línea de pensamientos acepto estar sin él en la habitación.

-Dios señorita que le he dicho de la puerta ¡manténgala abierta mientras tenga visitas!- aunque sabía que esa regla sólo aplicaba a Draven Sona asintió. -ah, también, la señora Lestara me pidió que le dijera que hoy debería estar bañada y arreglada antes de que llegue, parece que habrá visitas.

¿Visitas? Es lo último que su madre recibiría, esperaba que no fuera un extraño doctor extranjero, o algo aún más inesperado como su abuelo o tíos.

Asintió sin protestas, recordaba los primeros días en los que se negaba a salir de la habitación y sentía remordimiento por todas esas groserías que le soltó a Juliet al ignorarla y poner sus ojos en blanco, una vez tuviera ganas de salir debía comprarle algo lindo a Juliet y pedir disculpas. Por ahora solo démosle a entender que estamos mejorando y que Draven está ayudando con eso.

Como le pidieron y porque no necesitaba estar pensando en cada cosa se bañó, peino y básicamente todo lo que pudo para verse limpia y presentable, no dejaba de sorprenderse por lo extraña que se sentía de esta forma, como si no fuese asi antes natural estar perfectamente arreglada, sus horas en el baño se extendían y había ganado un nuevo interés por las sales de baño, no quería decirle a su sociólogo, obviamente tendría que ver con lo sucia que se sintió cuando salió de allí revocada en su propia orina.

Sintió un movimiento inusual desde la sala, su casa siempre silenciosa parecía llena de ruido, cajas grandes cayendo al suelo pisadas fuertes, rápidas y constantes.

Se movió asomándose tan solo un poco y se sorprendió, hombres en uniformes movían maletas y cajas a la sala de estar Juliet se movía tras ellos fuera y dentro al pendiente de las cosas, descarto la idea de que su madre hubiese conseguido un novio gracias a las maletas rosas y empedradas pero aunque luego le pareció del todo lógico

Como si nunca se hubiese ido la mitad que se llevó Draven volvió al instante cuando la rubia más hermosa que conocía entró por la puerta con su equipaje de mano afelpado.

Capítulo 37: La mitad de mi.