Capítulo 38
Para Sona.
Estoy siendo egoísta al no hablarte personalmente, no quiero hacer de mí una víctima de esto, pero parece que he caído al fondo y me he golpeado duro, cuando desapareciste cada segundo que pasaba pensaba que no ibas a volver y la idea de eso me hizo plantearme abandonar todo y huir lejos.
No podía tomar mi báculo de la Luz y conjurar un hechizo súper poderoso que iluminará todo el mundo y me mostrará las sombras en las que te tenían oculta.
No me habría importado que vinieran por mí, si te encontraba entonces tu ibas a sanarme luego, era una apuesta que habría echo ciegamente.
Pero no soy nada de eso todo lo que tenía era mi amor y mi debilidad.
Pero ya estás aquí, y no soy capaz de verte por lo impotente que me siento y soy la peor por eso espero puedas perdonarme hasta que vaya hacia ti.
De Lux
Adjunto a la carta un pañuelo bordado con el logo del campamento al que fueron en su primer verano juntas, donde leyeron los libros de magia arcana y cultivaron su amistad.
Un simpático animalito blanco, peludo y sonriente, Poro, le llamaban cariñosamente los campistas.
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Como se estipulo con Jarvan, Luxanna se mudaría al domicilio de las Buvelle por un año para terminar su etapa escolar, Lestara estuvo dispuesta desde el inicio pero ahora incluso más sabiendo que alguien más que ella y la criada le haría compañía a su hija.
La rubia fue recibida por abrazos y besos de Sona, quien le reprocho no haber venido antes ni contestar su teléfono, la rubia no pudo evitar llorar un poco pero como si se fuese un asunto trivial luego de un rato de incomodidad todo estuvo bien entre ambas.
La primera noche comieron dulces, hablaron sobre cosas al azar, Lux no pudo evitar hablar sobre Darius y escucharon música alta completamente encerradas en la habitación toda la noche comiendo pequeñas cosas que Lux traía en sus maletas, Lestara estaba más que feliz, a la mayor Buvelle no le gustaba que Sona solo pareciera feliz cuando aparecía Draven.
Y tan solo un par de días después empezaron las clases, Sona no asistió y Lestara preparo todo para que estudie desde casa hasta que se sintiera cómoda.
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La señora Buvelle había renunciado pero distinto a lo que pensó ya que siempre se encargaba de supervisar no solo el itinerario de Jarvan si no sus contactos, imagen pública y finanzas tuvo mucho trabajo tratando de entrenar a la nueva y estúpidamente joven asistente de Jarvan, en el arte de tratar con periodistas, socios y el banco, supo que no haría un buen trabajo y sería remplazada rápidamente cuando noto lo cuidadosa que era con su embarazo y lo poco que era en recordar apellidos.
(Realmente lo hiciste)
Pensó Lestara mirando con Asco a Jarvan, prefirió no indagar en nada más, con suerte muy pronto estaría lejos de su ex jefe.
Shivanna, o como era llamada para desviar la atención de su nombre evidentemente extranjero; Ivy le llegó a preguntar sobre su hija, Lestara le sonrió y dijo que todo iba bien.
No hubo preocupaciones vacías ni interés fingido, fue la única conversación personal que tuvieron, por lo menos ella parecía no tan estúpida.
Lo siguiente que tenía en mente fue lo que hablo con la terapeuta de su hija, ya era tiempo de que empezará a salir de nuevo, Sona era fuerte y estable pero no podían avanzar si no tomaba valor para salir y trabajar en lo que le asustaba de afuera, Lestara se vio incapaz de imponerle a Sona volver a Demacia pero le recordó la invitación a las audiciones de Pomelle, quienes habían enviado una gran ancheta con una carta que deseaba una pronta recuperación y le recordaba que estaban esperándola, con el añadido de que tal parece que necesitaría una audición.
Antes no la necesitaría.
Por supuesto eran pensamientos lógicos, no sólo la mente, sus manos fueron heridas, Lestara no se atrevía a preguntar, tan solo la escuchaba tocar de vez en cuando, como madre y admiradora tenía este temor inminente de que su hija decidiera dejar la música
Y no tenía derecho a impedirlo.
Cuando llego a casa y tanto Lux como Sona la esperaban en su despacho sintió que realmente le debía mucho a Lux... era la oportunidad perfecta para que empezarán a salir.
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Si todo salía bien este sería su primer día fuera de casa, desde el secuestro.
Lestara pensaba que iría con Lux, pero la rubia entendió sus deseos al instante y ese viernes mientras Juliet les servía fruta picada y esperaban a su madre su mejor amiga se veía tan emocionada organizando un viaje ficticio el fin de semana con unos amigos.
Lestara no se negó, y Sona sentía que su cara delataba el fraude, nunca había mentido tanto sobre algo pero Lux era natural, la ex señora Crownward había escuchado muchas historias sobre casas en el lago, fincas, idas a la playa que en realidad era solo pasar tiempo en casa de alguien más sin restricciones ni vigilancia.
¿Cómo Lux convenció a Sona de tan alocada campaña?
-Lo extrañas, pero Lestara no te va a dejar volver a verlo hasta que vuelvas a Demacia- comento Lux la noche antes del inicio de su plan, mientras ambas tenían en bajo volumen la tercera temporada de Hannibal, era una serie que ya habían disfrutado antes juntas así que podían ponerla de fondo mientras se pintaban las uñas.
"Si... es algo así" Sona lo sabía, inmediatamente iniciaron las clases Draven no volvió y estaba perfectamente consciente de que esto fue obra de Lestara, ahora que Lux estaba aquí, Lestara no lo veía necesario y comprendía que aunque antes se habían llevado muy bien ahora con su estado mental, Lestara temía que se escapara con Draven o llegara a extremos de proclamar no poder vivir sin él.
Entendía a su madre, pero no podía evitar odiar un poco su accionar.
-entonces ve y compruébalo- comento Lux sacándola de sus pensamientos.
"¿comprobar?"
-Ve y comprueba que vale la pena volver a salir de casa, ir a clase, retomar el piano y todo lo que necesites recuperar para parecer lo suficientemente sana para que Lestara vuelva a aceptar a tu novio, comprueba que vale la pena por ver su rostro-
"Eso es... no estoy segura de querer salir aun" inconscientemente llevo su mirada a las manos, desde hace días ya no requerían vendas. Lux siguiendo el recorrido de su mirada tomó la palma entre las suyas arropándola.
-Sona, No soy idealista como Lestara, sé que nada va a volver a ser igual por un tiempo y nunca vamos a olvidar realmente lo que pasó, sé que no vas a salir por tu madre o por mí, se nos agotan las opciones, tu psicólogo te ve perfectamente bien mentalmente pero aun no sales ¿porque no tienes confianza?- Sona frunció el ceño mientras el capítulo cambiaba.
"¿No puede ser simplemente miedo?" Respondió recuperando sus manos.
-Eres mi hermana, te conozco, el miedo es algo que tu sueles afrontar en silencio y a solas, un gran defecto pero no es nuestro deber sacarte de allí, en este caso, tu problema es que sientes que vas a fallar, no te crees capaz de recuperar tu vida como era, parece que ni tu madre ni yo somos capaces de ayudarte a ganar valor y ya que Lestara no reconoce que Draven es el único que te llena de autoestima yo lo haré- proclamó, su voz casi un murmullo que calaba fuerte en la pianista. Quien apartó la mirada viéndose descubierta, completamente leída por su amiga, casi hermana.
"¿qué haré cuando lo vea? ¿Qué se supone que debo hacer cuando..." fue interrumpida.
-has todo lo que quieras, vuélvete loca, todo lo que llevas reprimido; si quieres ir a un concierto, besarlo, ir a hacer deporte en la madrugada, fállatelo imitando alguna escena súper cochina de alguno de los libros eróticos que tienes en PDF ¡demuéstrale al mundo que volviste y que vas a vivir tu vida! Y demuéstrate a ti misma que no necesitas recuperar nada, solo volver al juego-
Lux fue abrazada por una pianista que la apachurro más de lo que pretendía, Lux devolvió el gesto acariciando su espalda mientras Hannibal Lecter le intentaba abrir la cabeza a Will Graham en la pantalla.
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De esa forma Sona apretó los puños se mordió los labios y solo tras escuchar Porcelain de Red Hot Chili Peppers para calmarse antes de enfrentar a Lestara se paró al lado de Lux mientras explicaba que pasarían la noche en casa de esta amiga de Demacia.
-bien...- Dijo simplemente la morena mayor.
Sin mucho esfuerzo ni cuestionamiento Lestara acepto, la mirada de Juliet más tarde se lo dijo todo, Lestara estaba haciendo un gran esfuerzo por pretender que no tenía sospechas y no pudo evitar sentirse culpable pero no era mucho lo que podía hacer, decir la verdad en ese momento solo sería un puñal para Lestara quien desea ser el centro de la vida de su hija en esos momentos.
Esa noche y a su lado después de algunas cuadras Lux la despidió, ahora sus celulares estaban conectados con GPS aunque Sona sabía que Lux iría con Darius a algún lugar por ese fin de semana, pese a que aún el clima era muy frío Lux tenía muchas ganas de visitar la playa solo para sentarse en la arena arropada completamente por su chico.
Sona nunca pensó que Lux fuera realmente tan romántica, pero le concedió el título después de su charla, es cierto que Draven, SU Draven actuaba en ella como algún un tipo de droga, la hacía sentir bien, llena, completamente satisfecha, como si acabará de comer y estuviera a punto de tomar una siesta, no era un sentimiento que le generará ansiedad u obsesión, pero mientras más tiempo pasaban lejos el banquete y la siesta eran más necesarias, nada sabía bien y su cama era incomoda. Después de eso no tenía cara para burlarse de Lux por ser tan increíblemente empalagosa a la hora de referirse a su "futuro esposo" eran simplemente dos tortolitos, y ella con Draven también lo eran.
Cuando toco la puerta, gracias a su conciencia, imagino encontrarse a Lestara allí sentada en la sala con el rostro de decepción más grande del mundo pero como una brisa de aire fresco la puerta fue abierta y allí estaba Draven apuesto con todo su cabello húmedo y desordenado, sus músculos levemente visibles bajo su camiseta negra con Kanjis, le quedaba pequeña, estaba completamente desaliñado con su pantaloneta de deporte azul, sus piernas llenas de pelos, una toalla mojada en su mano y nunca se vio tan atractivo como en ese momento cuando la vio con miel en sus ojos, sonriéndole al instante, como un gigantesco can recibiendo a su amo.
No tuvo que pedirlo, su expresión de complacencia encandiló su corazón y antes de escucharle decir nada la envolvió en sus brazos, olía a jabón, pasta dental y su cabello era todo Head Shoulders y ella se hundió en aquella camisa pequeña para sentir su cuerpo firme y duro que le protegía con gusto.
-Te he extrañado-
Movió su cabeza en respuesta a su voz, era tan relajante escucharlo, probablemente se debió a la separación más que nada pero no quería que terminara de hablar, ella lo extraño de vuelta.
Draven la soltó y tomó su mano guiándola dentro para cerrar bien la puerta, y Sona decidió terminar de hacer el camino por sí misma, como pensó la casa estaba eternamente echa un desastre, lo común para un lugar tan pequeño, cualquier objeto fuera de lugar la hacía ver desorganizada, y los trapos de Draven y Darius repartidos por la sala se habían encargado de ello, platos sucios regados en la mesa, migas, y tierra en el piso y estaba segura de que eso debió ser provocado en un solo día, el tapete aun manchado de gotas de sudor y su espalda marcada junto con las pesas medianas le dieron una pista de porqué acababa de tomar una ducha. Draven empezó a levantar ropa sucia mientras ella escaneaba lo que le parecía familiar de sus días de maestra. Movió las pesas y el tapete, debajo había una mancuerna, le gustaba corroborar que se estaba tomando enserió lo de ir por una carrera en el ámbito deportivo.
Muy a las carreras la ropa sucia volvió a la cesta y la limpia al sofá, aún seguía sucio pero daba una impresión de más espacio, Draven volvió a su lado esta vez con una sonrisa menos feliz que la del inicio. Probablemente después de preguntarse qué hacía ella aquí a estas horas y si no tendría que luchar a muerte con Lestara después de esto.
-estoy muy feliz de que estés aquí, no me mal interpretes, pero debo preguntar si tienes permiso para estar aquí o debo hace alguna llamada rápida- el tono nervioso de su voz no era propio de él, muchas cosas no eran propias de él últimamente, la paciencia, el nerviosismo, este inexplicable sentimiento de miedo que sentía a su alrededor... una desazón que no le gustaba sentir en él, como si estuviera simplemente desencantado, como si no la viera igual.
Los ojos brillantes estaban allí, el cariño, su amor estaba allí, pero sabía que estaba perdiendo una parte de él en ella, que con su estabilidad también se habían marchado otras cosas ¿la confianza ciega en ella tal vez? A lo mejor su coherencia que la caracterizaba y lamentablemente con ello también se fueron los avances que había logrado con tanto esfuerzo.
Ella volvió a ser una decoración de cristal intocable, algo bonito para ver, que debería ser puesto cómodamente en un lugar seguro.
Su frustración afloraba pero sabía que esto pasaba porque ella no estaba bien, aún no del todo y Draven actuaba en consecuencia como el chico bueno y responsable que no solía ser.
"Escape"
La sorpresa fue inevitable en su rostro, en antaño pudo imaginarlo sonreír mientras planeaba su próximo paso para su exitoso escape pero ahora parecía a punto de perder color.
"Ella piensa que estoy con Lux" explique sentándome a un lado de la ropa limpia olía a suavizante y los leves tonos de madera de su colonia.
-por un momento pensé que Lestara estaría con el corazón en la mano- Draven soltó aire y se imaginó perfectamente a su madre en su lugar eso le hizo fruncir el ceño sin darse cuenta.
-perdón- dijo él de inmediato, acercándose cuidadoso como era ahora siempre con ella (con cuidado)
"Descuida, no es como si pudieras ignorarlo"
Por supuesto que sabía que lo que le pasó no solo le afecto a ella que era normal que su novio actuara más concienzudo con cualquier cosa que pasaba.
"¿cuándo te volviste tan bueno?" El comentario fue hecho con más frustración de la que pretendía ser gesticulada en su rostro.
Hubo un silencio incómodo en el que ella apartó la mirada, volvió a verlo cuando su mano fue sujetada entre las más grandes de él, como siempre, con cuidado llevo sus nudillos a sus labios y el calor de su aliento beso su piel fría, lucho contra ello pero sus mejillas se colorearon al instante.
-debo ser bueno contigo ¿que se supone que haré cuando me dejes?- sus palabras juguetonas volaron por la habitación pero no cambiaron la expresión de la pianista a excepción de su rubor. Aun sujetando su mano él continuo.
-siempre estuve pensando en formas para sacarte de casa y traerte a donde pueda mirarte, era difícil pero apareciste en la puerta, solo hace falta ponerte un moño y sería la maldita navidad- esta su semblante se relajó, escogió las palabras correctas para quitar de su mente el pensamiento de que tal vez habría sido un error venir aquí, Draven la recibió en sus brazos y esta vez el silencio fue bien recibido mientras Sona era acariciada en su espalda y cabello, agarrándose de su novio completamente sujetando su ancha espalda aspirando su olor a limpio.
Movió todo su peso sobre él y lo hizo acostarse en el sofá con ella encima. En ese mismo sofá lleno de ropa habían tenido su primer momento sexual, trato de ignorar el pensamiento volviendo a lo duro y agradable que era el pecho marcado de su novio... bueno eso no ayuda demasiado.
Levantó su torso ante su mirada expectante
"Disculpa"
-no hay nada por lo que una dulzura como tu deba disculparse, si eso pasa yo mismo iré a matar a los bastardos - su voz juguetona salía más profunda debido a su posición Sona trato de ocultar el rubor con el cabello que había ido a parar a lado y lado de su cara, realmente Sona sabía olvidar como todo lo que hacía Draven eran tan jodidamente tentador, incluso si solo era acostarse completamente vulnerable con ropa corta y pequeña y con su voz alterada por su postura.
"Mi mamá está siendo una acaparadora"
-no es una cosa por la que debas sentirte culpable, ni ella, además cuando apareciste aquí supe que también me extrañabas-
"por supuesto que te extraño, cada día" con Draven era tan fácil... volver a ser ella sonreír cada tanto y sonrojarse él hacia todo fácil.
-¿solo eso?- fingió sentirse herido mientras colocaba una mano de forma traviesa en su cadera y con la otra movía los cabellos de su rostro, viendo lo rojo que se tornaba su rostro por él, su voz ronca y profunda y su maravilloso cuerpo predispuesto a ella.
"Todo lo que conlleva extrañarte tanto" admitió Sona evitando su mirada directa y su sonrisa zorruna.
-si fueras más específica- tentó su suerte un poco moviendo su mano a los blandos cachetes de la pianista arropando su rostro dejando que se apoye más en él.
"Y que te amo mucho" dijo finalmente soltando sus manos y rodeando su cuerpo para caer sobre él y abrazarse en el afán de ocultar su rostro, porque tanto ella como él entendían la carga del ambiente y lo que Sona quería pero también era cierto que se amaban tanto que era insoportable por lo que un poco más de ese ambiente embriagador y ambos estarían perdidos.
-yo te amo más pequeña cosa adorable- murmuró masajeando su cabello.
Para Draven tocar el cuerpo y la pequeña figura de su novia era peligroso en ese momento, por lo menos estaría dispuesto a esperar a que ella pidiera cualquier avance, estaba ansioso y completamente lleno de energía, podría haber cubierto mucho con ejercicio pero su lívido era alto y su control un hilo cuando su chica se esforzaba tanto por ser tan locamente sexy y linda.
Acaricio su cabello abundante y roso su espalda
Y mordiéndose los labios por lo que estaba a punto de sugerir Draven aposto.
-¿no has visto el cuarto de Draven verdad?-
Fin del capítulo 38: Extrañarte locamente.
Notas:
Como se imaginaran el próximo capítulo es la razón principal por lo que ahora este fanfic es clasificación M estoy arreglando detalles finales y espero actualizar rápido para que no se pierda la intensidad.
Gracias Kristal por siempre recordar este fanfic me das más ánimos de los que imaginas.
