Hola chicos, ¿listos para lo que sigue?
Me disculpo por la tardanza, pero con la escuela chupándome el alma junto al trabajo y lo condenadamente difícil que es el tema de investigación para dos historias (una en lo mitológico y otra en la historia de un país distinto al mío) pues no tuve tiempo para escribir, por eso y porque estaba llorando de tristeza al no tener un Nintendo Switch (Zelda y Fast RMX son los que más me dolieron, de momento) y por cierto suceso de BOTW que, siendo yo alguien mayoritariamente indiferente al spoiler, me dolió saberlo (¡MIPHA! TT_TT).
Pero no solo eso, gracias a Ronaldc v2 obtuve los tomos 19 y 20 de Campione!, que es uno de los arcos más brutales y épicos de la serie, ¿Por qué?, simple, una guerra campal entre los 7 reyes de la humanidad por enfrentarse a un dios condenadamente poderoso, y junto al volumen 18 obtuve muchas referencias para hacer el combate contra Voban, haciéndolo esforzarse un poco más que en el canon, ya que Issei tiene muchas más tácticas y poderes en su repertorio que Godou en ese momento.
Godou tenía solo una autoridad dividida en 10 formas, de las cuales 2 eran completamente inútiles en esa situación (una por estar bloqueada y otra por ser un ataque solar inefectivo contra Voban en su forma lobo), aquí por el contrario, Issei tiene 4 autoridades, una [Longinus], una espada sacra, y un grimorio (si, aún conserva el grimorio de Prometeo), claro, eso no quiere decir que Issei le dé un combate a la par a Voban, recordemos sus lugares en el Top 100, pero si lo hará esforzarse más que Godou.
Pero bueno, (Modo Jag Duran: ON) cinturón de seguridad y, vamos para allá.
-Diálogos-
-Hechizos, canticos, palabras de poder o dioses hablando-
[Diálogos de seres sellados en Sacred Gears]
[Autoridades nombradas por la Booster Gear]
-Pensamientos-
-Hechizos, canticos mentales o pensamientos de dioses-
[Pensamientos de seres sellados en Sacred Gears]
(Lugar, momento, indicaciones)
(Comentarios)
Capítulo 5: Choque de Reyes.
-¿Eh?, ¿Qué quieres decir con eso?- preguntó confundido Issei, esperando la respuesta de Amakasu por el celular.
-A eso mismo, Mariya Yuri está desaparecida y Voban está en Kuoh-.
Issei chasqueó la lengua antes de hablar –Ven y explícamelo todo, ¿sabes dónde vivo no?-.
-Si, llegare lo antes posible-.
-Bien- asintiendo, el Campione terminó la llamada, notando como los presentes lo miraban cuestionante, suspiró antes de hablar –Voban está en la ciudad y no encuentran a Yuri-san-.
-¿Entonces fue Voban?- preguntó seriamente Erica, siendo la que había mantenido más la calma junto a Issei, el resto se mostraba espantados ante la idea de que ese ser estuviera en Kuoh.
-Eso dijo Amakasu-san, ya viene hacia acá para decirme los detalles- la rubia asintió ante su respuesta cruzada de brazos mientras que los demonios y el ángel presente empezaban a calmarse ante el hecho de que ambos que se mantenían centrados.
Esperaron por varios minutos hasta que finalmente alguien llamó a la puerta. Ariana fue a revisar, volviendo instantes después con Amakasu.
Ahora todos estaban sentados en la sala, mirando seriamente a Amakasu que se mantenía tranquilo bebiendo de la taza de té que le había ofrecido la maid.
El ninja dejó la taza en la mesa del centro, por lo que Issei finalmente habló.
-Exactamente, ¿Qué está pasando, Amakasu-san?-.
-Sí, bueno, es algo complicado- empezó tosiendo levemente antes de hablar –hace unas horas recibí una llamada de las oficinas en Tokio, informándome que el Duque Voban había llegado a la capital el día de ayer, aparentemente buscando a Yuri-san, pero tanto ella como yo ya habíamos llegado a Kuoh, por lo que pudimos despistarlo sin darnos cuenta-.
-¿Por qué ese tipo buscaría a Yuri-san?- preguntó confundido Issei.
-Hace 4 años, el Duque Voban reunió a un grupo numeroso de jóvenes miko con el poder de la "Visión espiritual" con el fin de realizar un ritual para invocar a un dios [desencadenado]- respondió Erica, atrayendo la mirada de todos.
-¿Un ritual?- murmuró Rias sorprendida.
-Veo que sabes de ese desafortunado evento- comentó Amakasu.
Erica solo se encogió de hombros antes de hablar –es natural, todos los que están metidos en lo sobrenatural han escuchado de las hazañas de los asesinos de dioses, algo tan escandaloso como eso no iba a terminar en el anonimato-.
-Entonces, ¿Voban quiere invocar un dios?- preguntó Issei.
-Lo más probable, aunque no hemos recibido noticias que indiquen que reuniera nuevamente a u grupo de miko, esta vez solo parece haber reunido a Yuri-san- explicó Amakasu.
-¿No estará pensando en hacer el ritual solo con una miko o sí? La última vez fueron 30 y solo 10 de ellas lograron conservar la cordura- ante las palabras de Erica, todos los ajenos a este evento se alarmaron, aunque los más afectados eran el trio de la iglesia que eran las más empáticas de los presentes y Kiba.
-¡¿10?!- exclamó Asia cubriéndose la boca con ambas manos, lagrimas formándose en la comisuras de sus ojos.
-¡Ese miserable, ¿piensa hacerlo de nuevo con aun lo que paso la última vez?!- preguntó molesta Xenovia apretando fuertemente las manos.
-Dios mío, te pido por esas pobres almas y por la seguridad de Yuri-san- rezaba Irina.
Kiba simplemente apretó fuertemente sus puños, viendo de alguna forma una similitud con su propia historia con el proyecto de la espada sagrada.
-Pero, ¿Por qué Yuri-san?- preguntó curioso Issei.
-Bueno…-empezó Amakasu algo inseguro, pero Erica se le adelantó.
-Ella fue una de las miko ¿verdad?-.
El ninja suspiró antes de asentir –probablemente el Duque Voban recordó eso, y como ya dije, Mariya Yuri es una de las miko de mayor renombre por su talento, es muy probable que simplemente escogiera a la mejor de las que sobrevivieron al anterior ritual-.
El lugar fue inundado por el silencio, todos sumidos en sus pensamientos, salvo tres personas. Erica, Rias y Amakasu estaban más centrados en el Campione que se mantenía con la vista fija en el suelo, pensando. Pasaron los minutos y finalmente levantó la vista, mostrando una mirada determinada.
-Amakasu-san, ¿sabe dónde está Voban?- todos lo miraron tras esas palabras, la mayoría alarmados, pero los dos humanos se mantenían tranquilos, y hasta podría decirse, satisfechos.
-Sí, conozco el lugar donde se hospeda- respondió el agente.
-¿Ise?- murmuro Rias algo insegura, más al ver como el castaño se ponía de pie.
-Llévame ahí, vamos a ir por Yuri-san- ordenó.
-Por supuesto su majestad- asintió Amakasu con una suave sonrisa en el rostro.
-¡Ise!-.
-Voy a ir, Rias- declaró el castaño mirando a la pelirroja, callando todo reclamo con su mirada determinada –traeré de regreso a Yuri-san y expulsaré a ese tipo de MI país- aseguró, sus ojos brillando momentáneamente de dorado con la pupila jade.
Sin lugar a dudas, la combinación de los instintos de los campiones y los instintos de los dragones era algo sorprendente, y terrorífico.
La gran mayoría lo observaba sorprendidos, especialmente porque Issei no solía ser alguien tan dispuesto a pelear, Amakasu se veía satisfecho ante sus palabras y Erica lo miraba entre contenta y orgullosa.
-Muy bien, si gusta seguirme Issei-san, lo conduciré a donde está el duque Voban- dijo Amakasu con una leve inclinación obteniendo el asentimiento del castaño.
Un círculo mágico apareció bajo Erica, cambiando sus ropas por su usual traje de combate –estoy lista- dijo, notando la mirada que le daba Issei se apresuró a seguir hablando –no vas a dejar a tu primer caballero atrás en una reunión de esta importancia, y aun si termina en pelea y tú te encargas del duque Voban, necesitaras a alguien que te ayude a llegar hasta él sin gastar fuerzas con cosas mundanas, iré contigo- aseguró determinada.
Issei suspiró, pero asintió dando su consentimiento, ahora los tres se dirigían a la puerta.
-¡Alto!- gritó Rias poniéndose de pie, deteniéndolos -¡¿En verdad van a ir contra el Campione más fuerte?!-.
-El rey de Japón ha dado la orden, nosotros le seguiremos- respondió Erica tranquila, a su lado, Amakasu asintió antes de hablar.
-Tan peligroso como pudiera ser esto, es mejor que permitir que invoque a un dios [desencadenado] y que peleen en medio de la ciudad, también, el comité prefiere no arriesgarse a perder a Mariya Yuri, no si tenemos una posibilidad de traerla de nuevo con pérdidas mínimas, además, aunque es una posibilidad muy remota, podríamos llegar a un acuerdo con el Duque que mantuviera los niveles de destrucción al mínimo-.
-Pero…- cualquier reclamo que Rias fuera a hacer fue cortado ante la mano del castaño, con la que le había indicado que se detuviese.
-Aun si no tengo mucho tiempo de conocerla, Yuri-san es mi amiga, no me quedaré sin hacer nada- declaró Issei.
Rias parecía querer decir algo más, antes de suspirar y mirarlo con una expresión resignada –supongo que es algo que tenía que esperar, siempre cuidas mucho de nosotros- dijo, recordando junto con la mayoría de su sequito cuanto había hecho él por cualquiera de ellos.
-Lo siento- se disculpó Issei, pero sin mostrar un ápice de duda.
-No se puede evitar- comentó Rias resignada, mirando a todos sus siervos y a Irina quienes también estaban de pie, notando las miradas determinadas de todos –entonces andando- eso hizo girarse al castaño, preocupado.
-Chicos, ustedes no…-.
-Iremos contigo- interrumpió Rias, mientras el resto de su sequito y el ángel asentían.
-No podremos ayudarte mucho contra Voban, pero te daremos todo el apoyo posible- aseguró Kiba con su sonrisa de costumbre.
-No te dejaremos solo contra ese monstruo, Ise- dijo Xenovia, Durandal apoyada en su hombro.
-Apoyo- dijo simplemente Koneko.
-Chicos…- murmuró Issei, viendo como todos, inclusive Rossweisse, se mantenían firmes en acompañarlo, aunque en el caso de la valquiria lo más seguro es que fuera por lealtad a Rias. Sonriendo, Issei asintió –está bien, pero déjenme a Voban a mí- declaró él, y nadie reclamo.
Amakasu observaba todo esto con una sonrisa satisfecha en el rostro mientras pensaba –pese a lo suicida que es esto, y al hecho de que no tiene ningún poder sobre ninguno de ellos, ellos están seguros de seguirlo, este tipo de lealtad no es cualquier cosa ni es fácil de obtener, esto solo prueba las capacidades de un rey-.
(Mientras Tanto, Biblioteca de Kuoh)
Con un leve quejido, Yuri empezó a despertar, abriendo lentamente los parpados, notando que estaba rodeada por la completa oscuridad solo atenuada por un par de velas. Lentamente se sentó en su improvisada cama, que resultó ser un sofá lo suficientemente grande para permitirle reposar sobre él.
Llevándose la mano a la sien en un intento de suprimir el leve mareo que sentía, notó que llevaba ropa bastante amplia, pero cómoda. Abriendo los ojos por completo, notó con la tenue luz de las velas que llevaba su chihaya.
(N/a: El chihaya es el traje de las sacerdotisas o miko, por cierto, en este capitulo no le pondré un color en especifico, les dejaré escoger el color a su gusto, tradicionalmente debería ser el típico rojo y blanco, es descrito de ese color en la novela ligera, pero en el anime y en las imágenes oficiales a color se muestra de color verde, así que ustedes escogen, yo mismo estoy más acostumbrado a pensar en Yuri con su traje verde en lugar de rojo, pero si prefieren el original díganlo con algún review o algo).
-¿Dónde, estoy?- preguntó en voz alta, confundida.
-Veo que ya despertaste, Mariya Yuri- escuchó decir a una voz extremadamente familiar.
Girándose, notó a la chica parada junto a las velas que parecía haber llegado justo ahora.
-¿Liliana-san?-.
-Sígueme, el Duque Voban está esperando- fue todo lo que dijo la caballero antes de darse media vuelta y caminar por un pasillo.
Yuri tardó unos instantes en procesar lo que le había dicho, hasta que finalmente comprendió lo que pasaba. Casi le daba un ataque de pánico, pero de alguna forma se las arregló para calmarse antes de apresurarse a alcanzar a la caballero.
Durante un trayecto bastante incómodo para la castaña en la que no logró sacarle nada a su escolta, finalmente llegaron a una especie de sala preparada de ante mano con un ostentoso asiento similar a un trono con un par de candelabros sobre unas mesas a los lados, las velas en estos permitió ver al hombre de edad mayor sentado relajadamente en el trono, con un enorme lobo gris a sus pies.
-Que nostálgico, hace años que no miraba tu rostro- habló aquel hombre con voz tranquila, pero que solo le provocó escalofríos a la castaña –recuérdame Kranjcar, ¿Cuál es el nombre de esta talentosa miko?-.
-Es Mariya Yuri- respondió la espadachina arrodillada frente al Campione.
-Ah, sí, Mariya Yuri- asintió el hombre antes de girarse hacia la nombrada –escucha mis palabras, pequeña, a partir de ahora, vuelves a ser de mi propiedad exclusiva- declaró.
Yuri tragó fuertemente ante estas palabras, estaba temblando como gelatina, pero se las arregló para mantenerse tranquila.
-Imagino que aun recuerdas el ritual con el que me ayudaste hace 4 años, ¿verdad?- preguntó, y Yuri se mostró profundamente indignada, en su interior.
Hace 4 años, cuando ella y su familia hacían un viaje de vacaciones a Austria donde sus padres tenían amigos, los sirvientes del primer Campione dieron con ella, se enteraron de su capacidad, y decidiendo que era un sacrificio apropiado para su señor, la secuestraron.
¿Ayudar? No, ella fue OBLIGADA a participar en aquel ritual.
-Nuevamente vamos a realizarlo, cuento con tu ayuda, aunque no es como si pudieras negarte- continuó el Campione con algo de gracia, sus ojos empezando a brillar de color jade.
Al instante, Yuri dejó de sentir sus piernas y su cuerpo fue rodeado con un leve manto de energía blanca.
-Mi señor, su broma ha ido demasiado lejos, si la mata perderíamos un elemento valioso- habló Liliana algo apurada, tratando de ocultar su nerviosismo.
-Tranquila, no estoy senil ni nada por el estilo, no cometeré tal error- desestimó él, desactivando su autoridad mientras sus ojos volvían a la normalidad, viendo esto, solo había algo en lo que Yuri podía pensar.
-Una de las autoridades del Marques Voban, [Eyes of Sodom]-.
Una atroz autoridad muy conocida y temida que permitía al duque Voban convertir a todo ser vivo en su rango de vista en estatuas de sal. A bajo nivel permitía paralizar el cuerpo de cualquier ser sin mayores repercusiones, pero a máxima capacidad podría volver a todos los habitantes de una ciudad en estatuas de sal.
-Aunque claro, aun cabe la posibilidad de que conservaras tu habilidad después de tu muerte, si te vuelvo una de mis sirvientes podrías ayudarme con el ritual múltiples veces- comentó el rey, apareciendo a sus espaldas un par de sus sirvientes muertos –aunque claro, prefiero no correr riesgos en esta ocasión, tal vez en un futuro lo intente-.
Yuri miró a esos esqueletos reanimados con miedo, antes de que sus ojos se pusieran blancos –El dios que volvió de la muerte, restaurando el cuerpo que fue despedazado, recuperando la vida y descendiendo sobre el mundo terrenal- recitó antes de que sus ojos volvieran a la normalidad.
-¿Ho?, ¿puede ser que ya sepas de que dios usurpé esta autoridad?- preguntó Voban entrecerrando sus ojos –vamos, dímelo, déjame ver que tan lejos llega tu potencial-.
-Lo más probable es que solo pensara en voz alta, ese don no es muy preciso- habló Liliana en un intento de desviar el tema.
-Yo seré el que juzgue eso- determinó el Campione antes de mirar a la miko -¡Te prohíbo permanecer callada, dime ahora de que dios tomé esta autoridad!-.
Yuri tembló visiblemente, pero logró controlarse lo suficiente para hablar –Fue Osiris, un dios egipcio-.
-Sorprendente, no fue un error escogerte para este ritual- aseguró él satisfecho, mientras que la castaña se resignaba a su destino, ni siquiera pensaba en que Issei viniera por ella, o siquiera que logrará derrotar al duque Voban.
Osiris es uno de los dioses más poderosos del panteón egipcio, y Voban tenía cientos de años, ¿Cómo podría esperar que un rey recién nacido pudiera ser siquiera un reto para este ser, capaz de derrotar a dioses tan poderosos y con tanta experiencia a sus espaldas? Ya ni se diga la diferencia de poder, la presencia de este Campione era mucho mayor que la de Issei, era simplemente un monstruo. Esto era lo que significaba ser uno de los más fuertes del mundo.
De pronto, la vista del Campione se centró en algún punto del suelo, como si viera algo bajo ellos -¿Ho?, parece que tenemos visitas- comentó el interesado –Kranjcar, ve a recibirlos- indicó.
-Como usted diga-asintió ella, saliendo del lugar.
(Entrada de la biblioteca)
-¿Es aquí?- preguntó Issei algo inseguro, observando el lugar.
Juntó a él estaba todo el séquito de Rias, Erica, Irina y Amakasu. Dejando de lado a Amakasu que aun usaba su traje desalineado, todos se habían cambiado a sus ropas de combate. La mayoría iba con el uniforme de la academia Kuoh, Xenovia y Irina usaban sus trajes de exorcistas, Akeno su traje de sacerdotisa, Asia su viejo atuendo de monja y Erica con su atuendo negro y rojo.
-Sí, mis fuentes aseguran que el Duque Voban tomó este lugar como su base principal- aseguró Amakasu.
-Nosotros nos encargamos de aquí en adelante- aseguró Erica –retírese a una distancia prudente, puede que necesitemos de su apoyo o de la comisión después-.
-Por supuesto- asintió él antes de desaparecer en un borrón de velocidad, sorprendiendo a los demonios pero especialmente a Kiba y Xenovia.
-Apenas pude verlo marcharse- pensaron ambos [Knight].
Todos dejaron de lado eso cuando Issei empezó a caminar hacia la biblioteca.
[Booster Gear]
Quien se apresuró a activar su SG de golpe y usar el guantelete para bloquear el tajo de un esqueleto con armadura y espada, empujándolo con fuerza, sacándolo de balance antes de conectar un fuerte golpe al centro del pecho, mandando al sirviente muerto varios metros hacia atrás.
El sirviente no tuvo tiempo de levantarse cuando una esfera del poder de la destrucción le dio de lleno, desintegrándolo.
-¿Qué fue eso?- preguntó algo perturbada Rias.
-Un sirviente muerto de Voban- declaró Erica, mostrándose bastante seria antes de explicar –su autoridad, [Dead Ring], le permite convertir en sirvientes sin voluntad a todo aquel que haya matado personalmente, los ata a él para toda la eternidad, y tiene todo un ejército de sirvientes muertos-.
-Un ejército- murmuró incrédula Akeno, no siendo la única afectada por eso-.
-Sí, y no deben subestimarlos, aunque sus movimientos serán algo torpes, todos sus sirvientes debieron ser magos de alto nivel cuando murieron, la gran mayoría deberían haber estado a mi nivel como mínimo- aseguró ella.
Ahora si todos estaban espantados ante la idea de seguir adelante, todos excepto uno.
[Dividing Gear]
Issei simplemente invocó su otro guantelete, cosa que podía hacer con facilidad desde que se volvió un Campione y absorbió en este él [Grimorio de Prometeo], si bien aún no podía absorber bien el poder de un dios, y por tanto, de un Campione, magia y otras energías no eran un problema para él.
Ya más preparado, se adentró a la biblioteca seguido por sus compañeros, transmitiéndoles de alguna forma tranquilidad al verlo tan calmado y seguro.
No faltó mucho tiempo antes de que otros dos esqueletos armados con espadas se abalanzaran contra ellos, siendo interceptados por Erica quien ya tenía su amada Cuore di Leone y por Kiba que empuñaba firmemente una de sus espadas. Ambos empezaron un encuentro de espadas con ambos sirvientes, derrotándolos al poco tiempo solo para toparse con otros más dispuestos a ser sus nuevos oponentes.
Rápidamente, Rias y Akeno levantaron una barrera defensiva, bloqueando dos inmensas bolas de fuego que volaban contra ellos. Rossweisse se apresuró a generar un círculo mágico blanco en el suelo bajo ella, el cual se duplicó bajo los dos sirvientes que habían lanzado dichos hechizos. Del círculo mágico bajo ellos salieron unos pilares de hielo que los atravesaron por completo.
Xenovia ya había convocado a Durandal, usándola para partir en dos a otro sirviente armado con un enorme mazo de guerra que había saltado de algún lugar. Giró rápidamente la cabeza, sus ojos se enfocaron en el sirviente que dirigía contra ella un par de dagas, antes de que dos aros de luz de parte de Irina se encargaran de él.
Un tercer sirviente mago apareció e invocó un golem de roca, el cual había lanzado un golpe que amenazaba con destruir una buena parte del lugar, solo para ser rodeado de un brillo morado que lo congeló, permitiéndole a Koneko saltar y destruirle la cabeza y buena parte del pecho de un golpe. Mientras aquella mole se deshacía en escombros, la nekomata volvía al suelo y alzaba su pulgar a Gasper quien asentía determinado.
Un par de caballeros se acercaron corriendo a Issei, quien se mantenía frente a Asia, la única no peladora del grupo. El castaño les apuntó con su guantelete derecho, listo para reducir la magia que gobernara sobre los cuerpos, pero antes de hacerlo, una dulce voz atravesó el lugar.
-Caballero muerto que posees una extraordinaria historia de valentía y honor, perdona que apunte mi espada contra ti, sin embargo, la persona a la que amenazas es el rey de la humanidad, y ningún tipo de insolencia será perdonada-.
Levantando la vista al origen de la voz, Issei observó a una linda chica de cabellos blancos volando hacia ellos, su mano se ceñía firmemente del mango de su espada, la cual estaba enfundada en su cintura.
-¡Il Maestro!- llamó ella al tiempo que desenfundaba su arma, cortando a ambos sirvientes muertos en la espalda, que se deshicieron en cenizas al instante.
-Ara, Lily no sabía que estabas en Japón, ¿hace cuánto llegaste?- preguntó curiosa Erica mientras derrotaba al último sirviente sin apenas presarle atención.
-No me trates con tanta familiaridad, Erica Blandelli- respondió ella con voz inflexible mientras enfundaba su espada.
-Gracias por la ayuda- dijo Issei.
-No, esto no puede ser considerado como un problema para un rey, por el contrario, quiero pedirle disculpa por hacer que se manchara las manos luchando con caballeros muertos. Ruego por su perdón- replicó ella arrodillándose cual caballero ante él.
-Ah- Issei murmuró incomodo, rascándose la nuca, antes de responder –entendido, te disculpo-.
-Gracias por su misericordia-.
-Vamos Lily, ambas sabemos que te uniste de buena voluntad para aliviar el estrés que tienes acumulado- comentó amigable Erica.
-No tengo ningún tipo de estrés- negó poniéndose de pie.
-¿Enserio? Ambas sabemos que eres muy "justa" y "honorable", y habiendo escuchado del carácter del Marques Voban, sin lugar a dudas que no te llevaras bien con él ni podrás reclamar nada, eso es mucho estrés, una desgracia para ti que tu abuelo sea un adorador del Marques, pensar que llegaría al punto de enviarte con él-.
-¡Ca-cállate, no hables como si lo vieras de primera mano!- cortó Liliana con el rostro algo rojo.
-De alguna forma, me siento como si fuera una compañera de penas- pensó Issei viendo a Liliana discutir con Erica con cierta empatía.
[Por lo visto no eres la única víctima predilecta de los juegos de esa rubia]
-¿Quién eres?- preguntó Rias con seriedad, interrumpiendo la discusión entre ambas, mirando fijamente a la nueva espadachina.
-Mi nombre es Liliana Kranjcar, actual caballero al servicio del Duque Voban- se presentó.
Al instante, todo el sequito Gremory se puso en posición de combate.
-Tranquilos, es una vieja amiga mía, y si quisiera atacarnos ya lo hubiera hecho- aseguró Erica.
-¿Voban está aquí cierto?- la espadachina asintió a la pregunta del castaño -¿nos llevarías hacia él?- preguntó Issei, sorprendiendo a los demonios y al ángel.
-Esas eran mis intenciones originales, síganme por favor- respondió ella dando media vuelta y adentrándose en el lugar, seguida de Erica e Issei. Los demonios se apresuraron a seguirlos.
El trayecto fue tenso, aunque el hecho de que Erica siguiera hablando con ella, molestándola un poco, parecía suavizar un poco las cosas. Subieron al segundo piso del lugar y avanzaron hasta la habitación donde Voban esperaba pacientemente, mientras que Yuri se mantenía en su lugar, paralizada por el miedo.
-Fuiste algo violenta con mis sirvientes, Kranjcar- comentó el antiguo rey con un tono, no de molestia ni de reprimenda, más bien burlesco.
Fue en ese momento que Yuri encontró las fuerzas para girarse, sorprendiéndose al notar al Campione de Japón y a sus acompañantes –Hyoudou-san- murmuró sorprendida.
-Mis disculpas, como caballero, consideré que alguien de su estatus se enfrentara a seres tan débiles e indignos, así que alcé mi espada, aceptaré cualquier castigo-se disculpó Liliana.
-Esos sirvientes son menos que monedas de bajo valor para mí, despreocúpate- desestimó, como si simplemente estuviera jugando con ella.
Considerando todo lo que había odio de él, Issei podía decir que no le parecía ser algún tipo de perro o lobo rabioso que atacaba a diestra y siniestra, más bien le parecía un anciano aburrido, sarcástico, y con mucha experiencia. Claro que cuando los ojos del anciano rey se fijaron en los suyos desechó por completo el pensamiento, esos ojos eran los de un cazador consumado, alguien que había logrado un poder abrumador.
Le recordaban a los ojos de, en parte de un lobo, pero sobre todo, a los de un dragón. Si tuviera que dar un ejemplo de algún ser al que esos ojos le recordaran, podría decir dos sin problemas, a los de Fenrir, y a los de Tannin.
[Concuerdo con los de Fenrir pero, esos ojos, de alguna forma me recuerdan más a los de Tiamat]
Chaos Karma Tiamat, la única Reina Dragón y también la más fuerte entre los dragones que ostentan el título de Rey. Para que Draig dijera eso, este tipo definitivamente no podía ser poca cosa.
-Ya veo, tú eres muy joven, pero si lo pienso bien, tienes más o menos la edad que yo tenía cuando me convertí en un asesino de dioses. Ahora, joven, preséntate, puesto que estoy seguro de que conoces mi nombre, pero yo aún no eh escuchado el tuyo, no de ti al menos-.
-Soy Hyoudou Issei, vine por Mariya Yuri- habló sin miramientos.
-¡Hyoudou-san!, ¿Por qué viene hasta este lugar por mí?- preguntó muy alterada la miko.
-Si no venía, todo se pondría peor, además, no puedo dejar a un amigo solo- respondió sin mostrar un ápice de miedo o duda, sorprendiendo a la castaña –más importante, ¿estás bien? ¿No te lastimaron?-.
-Hey mocoso, no creas que haré semejante estupidez, esta joven miko es de gran utilidad, ¿sabes?- interrumpió Voban con una sonrisa sarcástica en el rostro –pero dime, ¿Qué es ella para ti? ¿Familia, amante?, lo siento, pero ella es de mi propiedad-.
-¡No me vengas con eso!, ¡Si quieres traer a un [desencadenado] hazlo tú mismo y en tu país!-.
-¡I-Ise, cálmate!- intervino Rias, rodeando su brazo izquierdo en un intento de apaciguarle.
-Joven, esta es una reunión de reyes, te falta algo de tacto. Me disculpo por entrar a tu territorio sin tu consentimiento, pero comprenderás que me era imposible saberlo dado que te estabas ocultando. De cualquier manera, simples palabras no bastaran para hacer que me marche, si quieres a esta chica, tendrás que darme algo cambio-.
-¿Algo a cambio?-.
-Si, como mínimo una miko que pueda usar para el ritual, tan habilidosa como ella o inclusive más- la mirada del Marques se paseó por todos los que acompañaban al joven rey, analizándolos, notando fácilmente como solo Erica era humana, y que la gran mayoría estaban paralizados por su presencia -¿trajiste a estos seres para ofrecerlos en lugar de la miko?-.
-Para nada, nos iremos todos, y tú volverás a tu territorio-.
-Esas son fuertes palabras mocoso, ¿tienes el poder para respaldarlas?-.
-Averigüémoslo, anciano- retó Issei –por alguna razón, este tipo me da una sensación similar a Vali- pensó, notando las inmensas ganas que tenia de lanzarse contra él.
[Como si fuera un dragón. Los dragones macho no solemos llevarnos bien con otros machos, menos aun con otro dragón macho].
-Ise, es mejor que te calmes un poco y que sigas el consejo de tu buen amigo, el rey Doni- habló tranquilamente Erica, tomando su mano derecha por sobre el guantelete, con una sonrisa astuta en el rostro.
Issei reaccionó a esas palabras, logrando calmarse un poco, pero no fue el único en reaccionar.
-¿Amigo?, no puedo ignorar esas palabras, chica- también Voban reaccionó ante eso.
-Un placer conocerlo, soy Erica Blandelli, gran caballero y actual Diavolo Rosso- se presentó ella de forma elegante.
-La sucesora de Paolo Blandelli ¿eh?, bien, explica tus palabras-.
-No se si estas noticias habran llegado hasta usted, pero permitame informarle que hace unos cuantos días mi amo, Hyoudou Issei, y el rey italiano, Salvatore Doni, tuvieron un enfrentamiento que terminó en empate. Ese combate generó un lazo de amistad entre ambos-.
-¡¿Cómo que amistad?!, ¡es cierto que peleamos pero este tipo no es mi amigo!- interrumpió Issei bastante alterado, no le agradaba para nada la idea.
-Ho ho, pese a lo que a dicho mi rey, la verdad es que él y Sir Salvatore son muy intimos, estoy segura de que algo habras escuchado ¿verdad, Lily?-.
-Si, me reuní con Sir Salvatore antes de seguir a su majestad, el marques Voban- aquí hizo una pausa y miró al septimo campione con cierto desagrado camuflageado, lo que le dio mala espina a Issei -Aun se estaba recuperando de sus heridas de aquel combate, me dijo, y cito: "Fue una noche que nunca olvidaré por el resto de mi vida. Definitivamente no puedo olvidar esa noche tan apasionada que casi fue como un sueño, y enceguecedora, como los fuegos artificiales del verano. Le ofrecí todo de mí, y el me respondió con todo lo que tenia. En ese momento, se sentía como que el mundo era solo para nosotros dos, y que todo lo demas era irrelevante"-.
(N/a: ¡No puedo creer que escribí esto! ¡¿En que rayos pensaba el autor de Campione! Jō Taketsuki?!, bueno, admito que fue entretenido de leer en el volumen 2, pero al escribirlo, {insterte meme de Homero en la tina} me siento algo sucio)
-¡¿El dijo qué?!- gritó completamente fuera de sí el castaño, liberando una enorme cantidad de poder de golpe -¡La proxima vez que lo vea, le arrancaré la cabeza!- rugió iracundo.
-Para que un caballero de la Cruz de Bronce Negro le dé la razón a un caballero de la Cruz de Cobre Negro, no hay margen de error, hay una relación entre ustedes- sentenció el Marques.
-También, estoy segura que supo de los eventos de hace unos días, pero permitame informarle, que no solo se enfrento a Loki, también a Midgarsorm, a Fenrir, a Skoll, y Hati, deteniendo por completo el Ragnarok- agregó Erica.
-Chica, aun si es una broma, no te pases- habló Voban, temblando, tomando una postura tan punzante como espada, con regocijo filtrándose por su voz, provocando un escalofrió a las espaldas de los demonios y el ángel presentes –entonces dices, que no solo empató con ese mocoso que solo sabe blandir espadas, ¿si no que tambien detuvo el Ragnarok por su cuenta?, dime, chica, ¿Qué consejo es ese que le dio Doni?-.
-Claro, lo que dijo fue: Como rey y como su superior, lo único que haría al Marqués visitarlo seria una competencia de fuerza. También dijo algo sobre hacerle comprender a un viejo a inclinarse ante el poder de los jóvenes-.
-¿OH?- ahora no solo Issei irradiaba poder, también el viejo rey estaba expulsando algo de presencia, se veía bastante contento y mantenía una sonrisa inmisericorde en el rostro –pensar que haría a un rey recién nacido mi oponente, siéntete honrado, mocoso, jugaré contigo- declaró con sus ojos brillando de color jade.
Issei respondió de la misma forma, liberando más presencia e iluminando sus ojos de dorado con la pupila reptiliana color jade.
-¡Toma a la chica; tu y ella se volverán mis presas!- exclamó emocionado, tomando a la espantada Yuri del brazo y lanzandola en dirección de Issei, quien la atrapó rápidamente, notando todo el miedo que tenia él la apretó con sus brazos tratando de darle algo de tranquilidad –les daré 15 minutos para que se alejen de aquí antes de salir por ustedes-.
-¿Solo 15 minutos?- preguntó Issei con seriedad.
-Si, 15 deberían ser suficientes, todos ustedes pueden volar ¿no?- afirmó Voban emocionado –las únicas prohibiciones serán dejar Japón o usar círculos de transporte, si logran resistir hasta el amanecer ustedes ganan y yo me iré, pero si yo los aplasto, seguiré con mis planes, ¿Entendido?-.
-Entendido- asintió Issei antes darse media vuelta y salir corriendo, siendo rápidamente seguido por sus compañeros.
-Kranjcar, empieza el conteo cuando abandonen el edificio-.
-Como ordene-.
(Con Issei)
-¡Erica!- exclamó el castaño apenas habían salido, separando su brazo derecho de la miko y extendiéndolo a la rubia, al tiempo que sus alas de dragón surgian en su espalda.
Erica captó al instante, lanzándose sobre él. El brazo ofrecido se cerró alrededor de su cintura con firmeza y los tres se alzaron en el aire a una velocidad endiablada con un simple aleteo. Con los demonios y el ángel siguiéndolos, el campione se dirigió a las afueras de Kuoh.
-Draig, comunícate con Azazel-sensei por el enlace-.
[Entendido]
-¡Hyoudou-san, bájeme, aun hay tiempo de detener esto!- suplicaba Yuri, espantada ante la idea del "juego", pero el castaño la ignoró por completo, concentrado en su vuelo y en la conversación que tenia con el cadre.
-Resígnate, es la orden de un rey de reyes- respondió Erica por él.
-Pero, es demasiado imprudente que se enfrenten a él, por favor, yo estaré bien- trataba de convencer.
-Ise no permitirá que eso pase- intervino Rias, poniéndose a la par –te considera su amiga, no permitirá que seas usada en ese ritual de nuevo, y no hay nada que lo haga cambiar de idea, asi es Ise-.
-¿Su amiga?- se preguntó sorprendida, antes de reparar en las palabras de la diablesa –un momento, ¿entonces ustedes saben de…?-
-¿El ritual de hace años?, si, y también sabemos que fuiste de las afortunadas de no sufrir secuelas graves- afirmó Erica, notando como quería volver a discutir, se apresuró a cortarla –y antes de que lo digas, no, nada garantiza que puedas sobrevivir también a esta, en la ultima todo el peso de la invocación se dividió entre 30 mikos y solo las 10 más fuertes se salvaron, si solo eres tú puede que no logres sobrevivir, ya ni siquiera salir bien parada es una posibilidad-.
Yuri apartó la mirada, incapaz de refutar eso. Sin embargo, antes de que cualquiera pudiera pensar en algo, Issei había empezado a descender en dirección a un monte, ahí notaron que ya no estaban en Kuoh.
Todos aterrizaron en una especie de claro en la sima del monte. Una vez ahí, Issei soltó a ambas chicas y se alejó un par de pasos, mirando el alrededor. Fue ahí cuando Yuri notó que todo este tiempo había estado en los brazos del Campione, por lo que se sonrojó profundamente.
-¿Es aquí Draig?- preguntó a su compañero.
[Según lo que nos dijo Azazel, si]
-Bien, ¡Amakasu-san!- llamó él para confusión de sus compañeros, misma que cambio a sorpresa al ver al ninja aparecer en un borrón negro frente al castaño -¿Todo listo?-.
-Si, seguí sus indicaciones y las de Azazel-dono, todo el perímetro esta preparado en un radio de 5 kilómetros a partir de este claro- afirmó con una leve inclinación.
-Te lo encargo entonces-.
-Déjemelo a mí- con eso dicho, el ninja volvió a desaparecer.
-Draig, ¿Cuánto falta?-.
[Queda un minuto más para que ese tipo salga de la biblioteca]
-Bien, solo queda esperar-.
-¿Esperar?- preguntó incrédula Rias, no comprendiendo que fue todo eso, ni siquiera Erica parecía entenderlo -¿estas pensando en combatirlo? ¡Podemos simplemente seguir volando, no parar hasta que amanezca!-.
-Por más raro que suene, concuerdo con ella- asintió Erica –aun es muy pronto para que combatas contra alguien como él de frente-.
-No es tan fácil, ¿recuerdan lo que dijo Azazel-sensei?, él puede viajar entre planos, si puede hacer eso, ¿Por qué no podría alcanzarnos fácilmente?- eso las dejó calladas, ciertamente era algo a considerar –si pasa, prefiero que sea en un lugar preparado para la pelea, también, ese tipo me recuerda a Vali o a Doni, si no tiene una pelea, puede que ignore sus propias reglas-.
[Azazel y yo nos encargamos de pensar en todos los detalles, no es un plan temerario de mi compañero, bueno, no de los que mi compañero suele hacer por su cuenta]
Las palabras de Draig lograron calmar un poco a Erica, a Rias y a la mayoría, pero no tanto a Yuri, aun y si lo que decía era cierto, la idea de enfrentarse a ese Campione seguía siendo muy arriesgado.
[Es tiempo]
Todos se tensaron ante las palabras de Draig, poniéndose en guardia al instante, viendo en todas direcciones con nerviosismo. Los minutos pasaban y no parecía que Voban estuviera cerca. Todo parecía tranquilo, hasta que el instinto del castaño saltó.
[Balance Breaker]
La armadura se formó rápidamente alrededor del castaño, al tiempo que entre los arboles aparecían brillantes y gélidos ojos de color jade, muchos de ellos. El aullido de un lobo atravesó el silencio de la noche, helando la sangre de varios de los jóvenes, y como si esa fuera la señal, decenas de lobos salieron de entre los árboles, corriendo feroces hacia ellos.
Kiba rápidamente clavó su espada en el suelo, liberando su sacred gear y creando una ola de espadas que surgieron de la tierra, atravesando a muchos de los lobos que soltaron alaridos de dolor mientras su sangre morada se esparcía por el suelo.
Erica lanzó su espada al aire y recitó mentalmente, consiente de lo que sus palabras harían en sus aliados demonios -¡Dios divino de los ejércitos, te alabo como mi Dios todo poderoso!-.
Su espada giró en el aire, duplicándose varias veces, antes de formar una fila con decenas de espadas, todas apuntadas a los lobos -¡Cuore di Leone!- exclamó bajando su brazo, al instante, las espadas salieron disparadas como jabalinas, atravesando a la mayoría de los lobos que quedaban y algunas otras clavándose en la tierra.
-¡ikazuchi!- Akeno aprovecho todas las espadas en el campo y lanzó un trueno que golpeó a una espada. La electricidad atravesó el área de forma inmediata, generando una "red" de electricidad que se encargó de los lobos restantes.
Hubo un momento de paz, que fue rápidamente interrumpido por el sonido de aplausos lentos, casi sarcásticos, mientras densas nubes de tormenta cubrían el firmamento, al poco, la voz del viejo rey resonó por el lugar acompañado por una leve lluvia que empezaba a ganar fuerza –No esta mal, mocoso, te rodeaste de sirvientes lo suficientemente capaces para que mis sabuesos sean inútiles contra ellos- dicho eso, un remolino de viento se formó de la nada frente a ellos a una buena distancia, desapareciendo a los pocos segundos y dejando ver a la figura del primer Campione, que sonreía tranquilidad –Más no solo eso, también decidiste enfrentarme de frente en lugar de huir, ¿o es acaso que te dejaras aplastar por mi?-.
-¿Tenias que traer una tormenta?- preguntó en respuesta Issei ignorando buena parte de lo que dijo, una sonrisa igual a la de su semejante.
-Cuando me emociono sucede involuntariamente- comentó indiferente antes de chasquear los dedos, su sonrisa se acentuó un poco más. De su sombra apenas visible varias sombras más empezaron a dividirse, surgiendo de estas una enorme cantidad de sirvientes muertos –estos son mis verdaderos sirvientes, grandes magos y guerreros que me divirtieron hace mucho tiempo, disfrútalos-.
Issei frunció el ceño bajo su armadura ante sus palabras –Lo haré, no me contendré- afirmó, elevándose rápidamente en el cielo hasta una altura considerable.
[Boost]
[Boost]
[Boost]
[Boost]
[Boost]
Alzó su mano derecha y recitó rápidamente -¡Ven a mi lado, para obtener la victoria! ¡Sol inmortal, envíame el caballo veloz luminoso! ¡Milagroso caballo veloz, ven y trae la aureola ante tu amo!-.
[Persian Warlord: White Stallion]
Un sol en miniatura se formó sobre su mano, iluminando todo el lugar.
[Transfer]
El [Booster Gear] brilló, trasfiriendo el incremento de poder a la autoridad, aumentando la intensidad de ataque. Issei descendió su brazo y el ataque cayó como una estrella fugaz contra Voban, rápidamente tomando la forma del brillante caballo propia de la encarnación.
Mientras más se precipitaba contra el Campione europeo más intenso era el poder que emitía, desintegrando a la mayoría de los sirvientes de Voban, pero este se mantenía tranquilo, antes de sonreír con ferocidad y tensar su cuerpo.
Sus músculos aumentaron de tamaño, todo su cuerpo creció exponencialmente, rasgando su ropa, las articulaciones se reacomodaron de una forma completamente distinta a la anatomía humana, varios huesos cambiaron estructura misma, especialmente el cráneo y la mandíbula. La piel se cubrió rápidamente de un denso pelaje gris, todo ante la incrédula vista de los presentes.
Frente a ellos, el más antiguo de los Campione se había convertido en un hombre lobo cuya longitud parecía rondar los 30 metros. En ese instante, el caballo de llamas solares impactó en Voban generando una intensa explosión de luz, o eso pareció.
[Fake Reality]
(Con Amakasu)
-Es la señal- comentó para si mismo observando la encarnación del caballo a la distancia. Rápidamente adoptó una posición de seiza e hizo varias posiciones de manos muy complejas en unos instantes, terminando con un aplauso. Un sello se generó bajo él, dos haces de luz saliendo disparados a gran velocidad de sus costados.
Cada rayo se perdió a la distancia hasta golpear un punto en la tierra a la distancia, generando otro círculo mágico del que salió un solo rayo que siguió en la misma dirección. Esto se repitió hasta que los rayos cayeron en un mismo lugar, generando un último círculo. En total fueron 64 sellos, todos separados por una distancia constante, que formaron un perímetro circular de 10 km. De diámetro con los combatientes en el centro.
De cada sello surgieron dos seres, ángeles caídos o demonios, uno en el caso del sello bajo Amakasu. Al mismo tiempo y en perfecta sincronía, una parte de ellos iniciaron un hechizo que era compatible con el encantamiento onmyouji que Amakasu realizó en ese momento. Todos los sellos se iluminaron y se conectaron, generando un anillo de luz que pasó a desvanecerse en el acto, permaneciendo solo los sellos. El resto de los ángeles caídos y demonios realizaron otro hechizo, y al instante, cada pareja sobre los sellos se hundió en la tierra, permaneciendo en un pequeño espacio bajo esta donde mantenían aquel complejo sistema de encantamiento.
-El resto depende de usted, Issei-san- pensó momentáneamente Amakasu antes de centrarse en su actual tarea.
(Con Issei)
Ante la incredulidad de todos, pero más que nada del propio castaño, Voban había abierto las fauces y se había tragado su autoridad solar.
-…no se si sentirme contento que el caballo era una distracción o preocuparme de que ni siquiera le hizo un rasguño- pensaba Issei aun en el aire.
[Un poco de ambos, aunque el caballo blanco no sea útil contra él, ya cumplió con su papel en el plan de Azazel] aunque Draig no podía negar que estaba algo preocupado al ver como uno de los mejores golpes de su portador era neutralizado sin problemas.
-¿Se comió las llamas del caballo blanco?- preguntó incrédula Erica –esto es malo, esa es una de las más poderosas encarnaciones de Verethragna y uno de sus mejores ataques-.
El resto no dijo nada, todos se mantenían en un silencio de incredulidad ante lo visto.
-¿Eso es todo?, Fue un buen ataque, pero, ¿Esa es toda la fuerza del que empato con el idiota de Salvatore y que detuvo el Ragnarok?- preguntó el hombre lobo, incitándolo.
-¿Cómo rayos se comió un ataque solar? ¿También mató a Sköll?, ¿o hay más lobos mitológicos que se comen al sol?-.
[Compañero, no creo que sea eso]
-¿Por qué?-.
[Simple, puedes invocar a Sköll, el requisito esta cumplido]
-Eso quiere decir…- empezó el castaño con una expresión sorprendida oculta por su yelmo -…que esa forma de lobo es una encarnación de un dios solar- determinó él, siendo escuchado por todos.
-¿Ho?, me sorprende que puedas distinguir eso- comentó levemente impresionado el lobo.
Sin embargo, ajeno a todos, una sonrisa feroz apareció en el rostro de Issei cuando alzó la vista y vio la luna llena en lo alto del cielo.
[Veo que lo captaste compañero]
-Si- respondió emocionado para curiosidad de todos, antes de empezar a recitar un verso que ni siquiera Erica había escuchado aun -¡Yo los invocó, oh grandes cazadores, surjan de las profundidades de la madre tierra, sus presas están aquí y son mis enemigos, dense prisa y vengan, persíganlas hasta el final de los tiempos de ser necesario, desgarren sus gargantas y aliméntense de sus entrañas, que no quede rastro alguno de sus existencias!-.
[Hunter of Astros]
Apenas dijo la última palabra, la tierra bajo él se removió ferozmente mientras algo enorme empezaba a surgir.
Primero fue una elevación de roca, y luego fue otra más, ambas surgieron hasta superar las dimensiones del propio Voban. La roca empezó a cuartearse y desprenderse, lentamente descubriendo la forma de dos inmensos lobos, tan grandes como un elefante adulto, de pelaje mayoritariamente oscuro con el vientre y parte de las patas de color gris, penetrantes ojos jade y con una especie de collar de picos de roca levemente inclinados hacia atrás que surgían entre la abundante melena del cuello. Ambos eran idénticos salvo por una marca blanca en la frente: la de Hati asimilaba a una luna creciente y la de Sköll era un círculo blanco con algunas líneas alrededor simulando los rayos del sol.
Ambas bestias enfocaron al hombre lobo y gruñeron con ferocidad.
-¿Ho?- Voban observó esto curioso, pero no pudo hacerlo por mucho más pues Issei había cargado de frente, descendiendo a toda velocidad y lanzando un poderoso golpe que bloqueó cruzando sus "brazos" frente a él, siendo empujado un par de metros.
Rápidamente se recuperó y saltó para evitar un embate de Sköll, pero no pudo evitar a Hati quien había saltado y había atrapado una de sus patas con sus fauces, escurriendo de su herida sangre morada. Voban pateó con su pata libre al lobo, lanzándolo a la tierra, y mientras él volvía al suelo, Issei volvió a cargar de frente, pero en lugar de golpear, había lanzado un zarpazo con su guantelete dorado, generando cinco cortes considerablemente grandes al centro del pecho de Voban.
Sin embargo, esto no pareció afectar al húngaro ya que estas heridas sanaron en un instante y contraatacó con su propio zarpazo que mandó a volar al Sekiryuutei con la armadura del torso destruida y un par de cortes menores en el pecho, viéndose a través de su playera rasgada.
-¡No esta mal, mocoso!- exclamó levemente satisfecho Voban mientras se lanzaba contra Hati quien había hecho lo mismo tras recuperarse. Ambos colisionaron en el aire y cayeron a tierra, donde se revolcaron momentáneamente en el suelo, peleando, cada uno tratando de morder a su oponente, antes de que Hati fuera lanzado por los aires por las patas traseras de Voban, destruyendo varios arboles y generando una zanja considerable.
Voban se lanzó sobre la bestia divina, planeando eliminarla antes de que se recuperara, pero Sköll lo interceptó en el aire. Ambos rodaron un poco por el suelo, antes de que Voban volviera a saltar, esquivando un Dragon-shoot de Issei quien volaba a gran velocidad contra él con su armadura reconstruida.
Los lobos rápidamente cargaron contra el Campione, atacando a intervalos en una sincronía sorprendente. Pero Voban esquivaba sin muchos problemas, y cuando su verdadero oponente estuvo cerca abrió su hocico y de este salieron algunos rayos que golpearon de lleno al castaño, mandándolo de nuevo a la distancia. Hecho eso, mandó a volar a Sköll con un golpe y trató de morder a Hati en el cuelo, pero aquel collar de roca se movió como las púas de un erizo, irguiéndose por completo y atravesando las fauces de Voban cuando se cerraron, el Campione transformado gruño de dolor al tiempo que retrocedía y sus heridas sanaban.
-¡Ise!- exclamaron al tiempo Rias y Erica, ambas dirigiéndose hacia donde había caído, pero un embate de viento frente a ellas las obligó a parar.
-Lo siento, pero no puedo permitir que interfieran en un combate entre reyes- dijo Liliana descendiendo suavemente sobre el suelo, empuñado firmemente su espada.
-¿Hm?- murmuró Voban viendo esto de lado, y no estando dispuesto a dejar que interrumpieran su diversión, convocó más y más sirvientes muertos, todos apuntando a los demonios. Asintiendo satisfecho, volvió a su combate, parando un golpe de Issei y agachándose para que Sköll pasara de largo por sobre él.
-Vaya Lily, te veo muy emocionada- comentó Erica, levantando tu espada.
-No me llames Lily, tú por el otro lado, te vez muy tranquila pese a seguir a un rey tan débil-.
-Ara, pero no tiene ni un mes de que nació y ya está en el puesto 85, ninguno de los reyes contemporáneos mostró una evolución tan acelerada, ¿sabes?- respondió antes de hablar seria a Rias que se mantenía a su lado con el poder de la destrucción rodeando sus manos –yo me encargo de ella, ve con tu sequito y encárguense de los sirvientes de Voban, protejan a Yuri-.
-¿Puedes con ella?-.
-Claro, aunque no es como si fuéramos a pelear a muerte, somos amigas de la infancia- afirmó con una sonrisa confiada –por cierto, dile a Yuri que trate de dar con el origen del dios que mató Voban, las claves son "lobo" y "sol".
-De acuerdo- asintió Rias volviendo con su sequito rápidamente, bombardeando a los sirvientes con esferas de poder demoniaco.
-Bien, ¿Empezamos?- instantes después, Erica salió disparada contra Liliana, chocando espadas de frente.
(Con Rias)
-¡Chicos, ¿están bien?!- preguntó descendiendo entre su sequito, generando un circulo de protección para bloquear los hechizos de los sirvientes.
-Si, pero son demasiados- respondió Akeno lanzando una gran cantidad de rayos contra los sirvientes.
Kiba, Xenovia e Irina se movían entre las líneas enemigas, combatiendo a cuanto sirviente armado con espadas o similares se ponían enfrente a ellos, en el caso de Irina maniobraba en el aire a gran velocidad mientras lanzaba grandes cantidades de aros de luz mientras que los dos [Knight] peleaban a toda velocidad en tierra, Kiba con su [Sword of betrayer] (N/a: su espada sacro-demoniaca) y Xenovia lanzando ocasionalmente ondas de poder sacro.
En la retaguardia, Rossweisse y Koneko mermaban todo atacante que se acercara con Casper usando su habilidad para frenar a algunos sirvientes, flechas y hechizos lanzados contra ellos, permitiendo a las [Rook] neutralizar los ataques.
Al centro de la agrupación, Asia y Yuri se mantenían atentas al estado de sus combatientes, listas para presentar apoyo a quien lo necesitara.
-Tenemos que resistir cuanto podamos, Ise se está llevando la peor parte- Rias se detuvo al escuchar los agudos aullidos de los lobos a la distancia –no podemos quejarnos-.
-¡Si!- exclamaron todos mientras seguían combatiendo el ejército interminable.
Antes de unirse a su sequito, Rias se acercó a la miko –Yuri-san, se que afirmas que tu don no es muy preciso, pero lo necesitamos ahora, por favor, trata de ver de que dios es la autoridad de lobos de Voban-.
-Haré lo que pueda- afirmó ella antes de tomar la posición de seiza y cerrar los ojos, orando, pensando en todo lo que sabían de esa autoridad con la esperanza de facilitar una visión.
-Contamos contigo- dicho eso, Rias se elevó en el cielo y bombardeó a los sirvientes magos que se mantenían a la distancia.
(Con Issei)
-¡Vamos!, ¡Diviértanme más!- rugió emocionado Voban, impactando contra Hati, saltando para evitar a Sköll, lanzando rayos de su boca que neutralizaron el Dragon-shoot que volaba contra él. Uno podría jurar que tenia una sonrisa en su hocico. Sin embargo, sus ojos se abrieron interesados al ver a Issei corriendo hacia él, a cuatro patas.
La boca de la armadura se abrió, mostrando la boca llena de colmillos que se deformó rápidamente hasta convertirse en una especie de hibrido entre las fauces de un dragón y un lobo, con algunas escabas rojas en la parte superior e inferior, pero que se mostraban arrugadas al estar alejando la piel para dejar al descubierto los enormes colmillos.
Con un rugido, Issei saltó contra Voban y cerro sus, ahora, feroces fauces en el hombro de este, sacándole un rugido de dolor.
Voban rápidamente se lo quito de encima y lo lanzó lejos, sus heridas cerrándose al instante, pero Issei se había recuperado en el aire abriendo sus alas y le había lanzado un torrente de llamas. Voban saltó rápidamente a un lado para esquivar el fuego, pero Issei dirigió las llamas en su dirección al tiempo Sköll y Hati destruían arboles con sus patas y los lanzaban contra el hombre lobo.
Los arboles destruidos se apilaron contra Voban, generando una especie de jaula que fue rápidamente consumida por las llamas. Issei detuvo su ataque y cargó de frente, sus brazos listos para clavarse en su oponente, pero un puño salió abruptamente de la prisión de fuego, no solo destruyendo lo que quedaba del árbol del frente si no que también golpeando fuertemente en la quijada al dragón-lobo, deteniéndolo de golpe, sin embargo Issei giró rápidamente por instinto y azotó la cola de la armadura contra Voban, mandándolo a la distancia.
-Interesante, muy interesante, mocoso, ¿Qué más trucos guardas?- murmuró emocionado Voban mientras se levantaba de entre los troncos destrozados que habían frenado su avance sin problemas.
Sin más empezó a correr contra Issei que volaba en su dirección y cuando estuvieron cara a cara lanzó un feroz zarpazo que mandó a Issei de espaldas a gran velocidad con la armadura destruida y el pecho herido.
Sköll y Hati se lanzaron contra él, pero Voban logró atraparlos a ambos de la cabeza y los estrelló contra el suelo con gran fuerza. Las cabezas de las bestias divinas explotaron en cientos de fragmentos de roca y tierra, instantes después sus cuerpos se disolvieron.
Mientras tanto Issei volvía a levantarse gruñendo, solo para detenerse de golpe mientras su boca volvía a la normalidad, dejándose caer al suelo, permaneciendo sentado con ambas manos en su cabeza, tratando de organizar su mente.
-¿Qué rayos pasó?- se preguntó confundido, estando bastante mareado.
[Fue algo raro, te volviste una especie de hibrido entre dragón y lobo, peleaste como una bestia]
-¿Enserio?, pero, ¿Cómo? [Hunter of astros] no debería trabajar así, ¿cierto?-.
[Si, cuando las analicé no encontré nada que sugiriera que podían alterar tu cuerpo, creo que es un efecto secundario de invocar a ambos, pelear junto a ellos y usar [Fake Reality] a la vez, puede que al hacerlo recibiste una sobre carga de instintos animales y sin darte cuenta te transformaste con alguna ilusión real]
-Puede que sí, la cabeza me duele bastante- concordó el castaño antes de alarmarse –un minuto, si volví a la normalidad, ¿ya detuve a [Fake Reality]?-.
[Tranquilo socio, aun sigue en pie, más bien fueron Sköll y Hati quienes cayeron]
Issei suspiró de alivio, la clave de toda la estrategia era su habilidad ilusoria y el círculo mágico que Amakasu y los refuerzos estaban sosteniendo, no podía permitir que cayera, no aun.
-Draig, ¿Cuánto falta para terminar?-.
[Vamos a la mitad compañero, solo un par de horas más y todo terminará]
-Como si fuera sencillo- masculló levantándose y reconstruyendo la armadura, solo para que su instinto gritara que se moviera de ahí, pero no lo haría a tiempo, Voban ya estaba sobre él y sus garras estaban a centímetros de su cabeza, bueno, no con su velocidad normal.
[Persian Warlord: Bird of Prey (Raptor)]
Un instante Voban estaba por clavar sus garras en su cabeza y arrancársela de un tirón, y al siguiente, Issei ya no estaba ahí.
Moviéndose a gran velocidad, Issei había logrado retroceder varios metros, observando a su oponente moverse lentamente, aunque en realidad, él se estaba moviendo a una velocidad divina.
Había activado por los pelos la encarnación del ave de caza.
-Teman al que porta alas. Tanto los malvados como los poderosos, témanme a mi que porto estas alas emplumadas, ¡Mis alas les maldecirán y traerán justicia!- recitó mentalmente para afianzar su autoridad, antes de cargar a toda velocidad contra Voban, enterrando su puño en el abdomen del hombre lobo.
Voban no logró captarlo de primera mano al no esperar el movimiento y por la divina velocidad con la que se hizo, pero mientras volaba violentamente de espaldas había comprendido lo que había pasado.
Issei se acercó de nuevo a máxima velocidad, pero los instintos de Voban lo hicieron saltar a un lado, rodeando sus garras de electricidad y rayos, lanzando un centellante zarpazo que Issei esquivó por los pelos.
-¿una autoridad de velocidad eh? ¡Interesante, me pregunto cuantos trucos más ocultas, mocoso!- rugió Voban lanzando una veloz combinación de zarpazos y electricidad contra Issei que esquivaba sin problemas, o así fue en un inicio, ya que cuando los ojos de Voban brillaron de jade, sintió que su cuerpo se volvió algo más tenso y lento. Fue una sensación que, si bien no lo dejaría inmóvil completamente, limitó sus movimientos tanto que tubo que esforzarse en verdad por esquivar.
Sintiendo su límite llegar tras un largo tiempo de esquivar los ataques del hombre lobo, Issei dio un rápido salto para alejarse de Voban, lográndolo poco antes de que su cuerpo se paralizara y un intenso dolor inundara su pecho.
-Kuso, aun cuando no estoy usando ningún impulso para resistir más, llegué muy rápido a mi límite con el ave de caza-.
[Aun si no usas un incremento, la combinación del [Balance Breaker] y las autoridades es demasiado para ti en tu estado actual, especialmente considerando que [Fake Reality] lleva un par de horas activada, de todas formas sigue siendo tu mejor opción, no podrás derrotar a Voban de frente con poder en bruto en tu estado actual y posiblemente no resistirías sus ataques sin la armadura]
-Aun así- masculló, notando a Voban acercarse a gran velocidad.
-¡Vamos, mocoso, esto apenas empieza!- rugió saltando contra él con sus garras al frente.
-¡Tch! ¡Por que soy el más fuerte entre los fuertes, verdaderamente soy quien mantiene todas y cada una de las victorias, no importa quien sea mi oponente, sea hombre o demonio, puedo enfrentar a todos mis enemigos, cueste lo que cueste, aplastaré a todo aquel que se ponga en mi camino!-.
[Persian Warlord: Bull]
Recibió a Voban tomándolo de las muñecas, parándolo de golpe y lanzándolo por los aires.
Sin detenerse a pensar, tomó dos árboles de la base y los arrancó, lanzándolos contra Voban y golpeándolo en el aire, mandándolo aun más lejos. Extendió sus alas y lo siguió rápidamente.
(Con Erica)
El sonido de las espadas chocando atravesaba el aire, feroces chirridos eran acompañados por chispas ante cada embate, prácticamente iluminando a ambas combatientes.
Erica lanzó tres estocadas en sucesión, tan rápidas que muy pocos abrían podido verlas con algo de claridad, y las tres fueron bloqueadas rítmicamente por la veloz espada de Liliana, más fue obligada a saltar para esquivar un corte descendente que cuando conectó con la tierra lanzo lodo y rocas por todos lados.
Poder en bruto y velocidad pura, esas eran las principales características de las espadachinas respectivamente.
-Tch, esa ridícula fuerza tuya no ha cambiado para nada- comentó mordazmente Liliana.
-Tú tampoco has cambiado Lily, sigues insultando y maldiciendo cuando te emocionas, ¡un caballero debe de aspirar siempre a las más espectaculares batallas!- respondió Erica antes de saltar al frente y lanzar un feroz corte diagonal.
Liliana se cubrió con su espada, pero la fuerza del embate la hizo retroceder forzosamente arrastrando los pies en el suelo -¿Espectaculares batallas? ¡Tu no distas mucho de un caballo de carga jalando de una carreta con fuerza bruta!-.
-Puede que si, ¿Pero no seria mejor considerarme con algo más fuerte y majestuoso como un León?-.
-Considérate como te dé la gana, yo por mi parte volaré como un Halcón- dicho eso fue rodeada por magia y se elevó en el cielo un par de metros antes de cargar a gran velocidad contra Erica, quien clavó los pies firmemente en el suelo y bloqueó el embate con su espada, resistiendo sin muchos problemas.
-Hey Lily, aprovechando que podemos hablar, dime, ¿Realmente piensas seguir y obedecer al Marqués Voban a partir de ahora?- preguntó Erica antes de que su oponente se separara un par de metros, volviendo al suelo.
-¿Por qué no?, soy un caballero siguiendo las ordenes de un rey, no hay nada de raro en eso-.
-¿Oh, es por eso? Bueno, de ser así, ¿Por qué no cumplir las ordenes de otro rey?-.
-Tu, ¿estas sugiriendo que deje el bando del Marqués Voban y le dé mi lealtad a Hyoudou Issei?-.
-¡Por supuesto!, si estas con él te puedo asegurar que vendrán gloriosas y emocionantes batallas, además, ¿en verdad esperas que crea que seguiste al Marqués Voban sin molestias? Te conozco Lily y sé que no hay forma de que sigas a un tirano así por voluntad propia-.
-¡Cállate, para empezar, esto es tu culpa, Erica Blandelli!-.
-¿uh? ¿Por qué lo dices?, ¿Qué fue lo que hice?-.
-¡Te volviste el amante del séptimo Campione!, ¡eso aumentó la influencia de tu orden y empeoró la situación de la mía!, ¡Y mi abuelo actuó en consecuencia!- recriminó furiosamente la peli plata, notoriamente alterada por eso.
-Ah, bueno, puede que ahí tengas un punto, y tu abuelo es un seguidor del Marqués, pero, pensar que llegaría a hacerle eso a su propia nieta, no, más que eso, ¿No esta mal planteada la contramedida que ideó?, ¿no era mejor opción que fueras con sir Salvatore quien rige Italia que con el duque Voban que rige Hungría? Es culpa de su adoración por el primer rey-.
Erica suspiró ante eso, antes de volver a ver a su rival.
-Sin embargo, ¿no es hora de que pienses por tu cuenta? ¿Entre un rey que no le importa usar a una chica en un ritual que podría tomar su vida y realizar una pelea que podría afectar mucho a este país o el rey que lucha por proteger tanto el país como a la chica, cual es una mejor opción para ti y tu código de honor?, si nunca le juraste lealtad al Duque Voban entonces puedes escoger por tu cuenta a que rey servir, y si tu abuelo llegara a tratar de hacer algo simplemente acude a Issei o al propio regente de Milán, Sir Salvatore, el tiene una estrecha relación con Issei, estoy segura que intervendrá a tu favor-.
-Tus palabras suenan muy atrayentes, pero conociéndote, lo más probable es que sea parte de tus maquinaciones de siempre, así que me veo obligada a rechazar tu oferta- respondió Liliana poniéndose en guardia.
-¡Que cruel Lily! ¿Cuándo fui capaz de manipularte vilmente?- preguntó "dolida" Erica, pero al ver la expresión de su contraria que parecía decir "¿en verdad quieres que responda eso?", suspiró antes de hablar con voz resignada –no quería hacer esto, pero simplemente no quiero pelear contra ti, Lily-.
La nombrada se tensó, preparada para cualquier técnica que viniera, solo que Erica no atacó físicamente o con magia.
-¿Recuerdas el segundo cajón en un mueble de tu habitación?, el segundo contando desde arriba, hay cierto cuaderno lleno con escritos a mano- esas palabras hicieron que Liliana perdiera mucho color de golpe, prácticamente volviéndose azul -¿Quién pensaría que tendrías por afición escribir novelas románticas? "¡Yo odio a ese tipo de personas!, sin embargo, ¿Por qué duele mi pecho?, ¿es posible, podría ser que esto es, amor?"- recitó haciendo algunos movimientos que parecían encajar con lo que decía -es interesante ver algo así en estos tiempos, si fuera yo pondría muchas muertes más épicas y dramáticas, mucha acción y artes marciales-.
-¡¿Co-como sabes de ese libro?!- preguntó alarmada Liliana, apuntándole con su temblorosa espada.
-No te preocupes, si contara con tu apoyo en esta situación yo podría olvidar fácilmente ese escrito- respondió divertida.
-¡Prefiero matarte y que te lleves el secreto a la tumba!- exclamó ahora apuntando ferozmente su espada contra ella, a centímetros de su cuello.
-¿Pero sabes?, si muero se leerá mi testamento, y justamente hay una sección dedicada a ti y a tu obra-.
-¡E-eso es un truco!-.
-¿Estas dispuesta a arriesgarte?-.
Liliana apretaba fuertemente los dientes, observando furiosa a la tranquila Erica. Finalmente, con lentitud, enfundó su espada.
-Tu, definitivamente eres un demonio- masculló molesta.
Erica solo le dirigió una sonrisa radiante antes de darse media vuelta y volver donde los verdaderos demonios.
(Con Rias)
Una explosión de truenos iluminó un poco el lugar, y un grupo de esqueletos se desintegró en cenizas negras. Akeno se mantenía erguida con la mano extendida hacia donde cayó su ataque, respiraba agitadamente con sudor escurriendo de su piel, su chihaya completamente empapada por la lluvia tenia manchas de suciedad y lodo, algunas cortaduras y zonas quemadas con sangre diluidas por la lluvia, indicando que había sufrido heridas, y no era la única.
Todos estaban en igualdad de condiciones, las únicas excepciones serian Gasper y Asia, que dejando de lado el agua, el sudor y el cansancio extremo por el constante uso de sus SG, se encontraban en perfectas condiciones. También Yuri estaba sin ninguna marca de heridas, pero aun estaba en seiza, completamente indiferente a lo que pasaba a su alrededor.
-Esto, no tiene, fin- habló Akeno entre jadeos.
Otro sirviente se acercó a paso veloz con una enorme espada de dos manos en lo alto, apuntando a la morena que no pudo reaccionar por el cansancio. Kiba hizo un amago de moverse, pero se detuvo al ver como cierta peli blanca descendía velozmente con su espada al frente, atravesando de lleno al sirviente.
Erica también llegó corriendo, ella enfocó a un grupo de sirvientes armados con armaduras, escudo y espada, y recitó -¡Cuore di Leone, que fue forjada por la noche negra! ¡El descendiente de la más grande espada! ¡Responde a mi oración, acero de reyes!- en respuesta, su espada brilló momentáneamente al tiempo que fue blandida contra el grupo de sirvientes, cortándolos como si fueran mantequilla.
[Arcano arte de Excalibur], un avanzado encantamiento de alquimia de acero que maximizaba la capacidad de corte de las armas blancas, ante semejante encantamiento trabajando en conjunto con la espada mágica Cuore di Leone, y a una espadachina del calibre de Erica, pocas aleaciones podrían resistir semejante corte, pero las armaduras, armas y escudos de los sirvientes muertos mostraron cortes perfectos y lizos, antes de que desaparecieran en neblina y cenizas.
Ambas espadachinas se movieron con velocidad y agilidad, estando más frescas y en mejor estado que los demonios, abatieron a prácticamente todos los sirvientes restantes, por lo que tenían unos instantes de paz antes de que surgiera algún otro.
-¿Qué hace ella aquí?- preguntó seriamente Rias, observando con desconfianza a Liliana.
-Tranquila, esta de nuestro lado ahora- aseguró Erica.
-¿en serio?-.
-Si, por lo que déjame darte un consejo como aliadas- habló Liliana, atrayendo la atención de todos –nunca, jamás de los jamases, permitas que ese demonio con piel de oveja esté demasiado cerca de tu lugar más privado, o lo lamentaras- declaró apuntando a la rubia que se mantenía tranquila.
-Eso duele Lili- reclamó juguetonamente Erica.
Los demonios y el ángel solo vieron esto sin saber como reaccionar realmente.
-Más importante que eso, Yuri, ¿ah habido suerte?-.
La miko abrió sus ojos y miró a la rubia antes de negar –nada, eh intentado por horas pero no eh logrado nada-.
-¿Tratan de averiguar de que dios usurpó su autoridad el Marqués Voban?- preguntó curiosa Liliana.
-Si, Ise necesita conocimiento del dios para poder usar su mejor arma y dejar la autoridad del lobo inutilizable por un tiempo-.
-¿Entonces no seria mejor hacer eso con su autoridad de sirvientes muertos? Mariya Yuri ya sabe de qué dios es-.
-¿Enserio?-.
-Si, lo vislumbré poco antes de que llegaran a la biblioteca, es el dios egipcio de la muerte-
-¿Osiris?- murmuró Erica con la mano en el mentón –podría funcionar, pero sinceramente, creo que es mejor deshacernos del lobo, esa forma neutralizó su mejor ataque con facilidad, es muy riesgoso dejarla disponible-.
-Cierto, además, nosotros podemos encargarnos de los sirvientes- asintió Liliana, pensativa.
-Uh, disculpen- intervino Rossweisse, llamando la atención de todos –antes no tenia tiempo de hablar, pero el concepto de un lobo y el sol me es familiar, no estoy del todo segura pero creo que el dios es de una zona cercana a mis tierras-.
-¿Cercana a los nórdicos?- preguntó intrigada Erica -¿Qué será? ¿Algo de Escocia, Inglaterra?-.
-Bueno, no tan cercano, creo que más bien era de Italia o Grecia-.
-¿Grecia?- murmuró Liliana pensativa, antes de que sus ojos se pusieran blancos –Surgido de la madre tierra, comandante de los lobos y sin embargo, aclamado como el sol…- sus palabras parecieron tener un efecto en Yuri, que también entró en trance.
-… puesto que puede absorber la gracia del astro rey, no puede ser de origen malvado, al que se le atribuía la música y la perfección, y el que representa tanto a la salud como a la enfermedad, no puede ser otro que…-.
-…Apolo- recitaron ambas al final, antes de que ambas se mostraran mareadas.
-¿Apolo? perfecto, ahora solo queda darle la información a Ise- comentó contenta Erica.
-Pero, ¿en verdad será suficiente?- preguntó la valkiria mirando al cielo con atención, tratando de ver por los leves huecos entre las nubes –no estoy muy segura, pero juzgando por la posición de las estrellas que puedo ver, faltan más de tres horas para el amanecer-.
-¡¿Qué?!- exclamaron la mayoría de los demonios, varios sacando sus celulares para revisar la hora, todos marcando lo mismo, 2:05 a.m.
-Pero, estaba seguro que habían pasados varias horas, ¿solo, solo han pasado una hora y media?- masculló incrédulo Kiba mientras la tensión aumentaba en todos.
Combatir por tan poco tiempo y sentir que fue mucho más, era sin lugar a dudas la sensación que todos sentían irremediablemente cuando su oponente era simplemente abrumador.
Esto era lo que significaba enfrentar a uno de los más fuertes del mundo, y eso que no los había tomado en serio.
Un poderoso estruendo cercano a ellos los alarmó. Al girarse en su dirección vieron a los reyes peleando mano a mano, con Voban cargando contra el castaño que detenía los ataques y lo lanzaba por los aires con una fuerza temible.
Issei miró por el rabillo del ojo a sus amigos y enfocó principalmente a cierta rubia -¡Erica, necesito un mazo o algo!- gritó.
Asintiendo, Erica se inclinó en la tierra y un círculo de alquimia surgió bajo su mano, otro más pero mucho más grande surgió algo separado del grupo, y mientras la tierra cercana al círculo desaparecía, de este surgió un enorme garrote de acero puro del tamaño de un auto.
Alcanzándolo con velocidad, Issei lo tomó y se dio la vuelta, golpeando ferozmente al hombre lobo con él cual jugador de beisbol, mandándolo a la distancia.
Soltando la improvisada arma, el castaño se apresuró a su lado -¡chicos, ¿están bien?!-.
-Algo cansados, pero bien- respondió Erica –más importante que eso, ya sabemos que dios mató Voban, podemos preparar la espada-.
-Genial- en ese momento el castaño notó a cierta persona -¿Liliana-san?-.
-Hyoudou Issei-sama, me disculpo por mis actos durante la mayoría de la noche, si fuera posible, me gustaría compensar mis fallas apoyándolo durante el resto de la contienda- explicó arrodillándose.
Issei la miró confundido, antes de notar la sonrisa divertida de cierta rubia -¿Fue Erica verdad?-.
-Si-.
-¿Cómo decirlo?, me disculpo-.
-No se preocupe, no creo que ni usted pudiera controlarla tan fácilmente-.
Ambos suspiraron cansados.
-Hey, eso duele, ¿saben?- intervino Erica, pero ninguno de los dos le dio importancia a sus palabras.
El sonido de algo moviéndose entre los arboles los alertó, permitiéndoles ver como Voban aparecía de nuevo, sin verdaderas heridas. El lobo se detuvo, observando a los jóvenes junto a su oponente.
-¿Qué sucede, Kranjcar? ¿Por qué estas junto a mis enemigos?-.
La espadachina se plantó firmemente y sin temor, dijo -¡Yo, Liliana Kranjcar, formalmente presento mi renuncia a mi cargo como su sirviente!-.
-¿Ho?, interesante-.
-No tocaras a nadie aquí, Voban- declaró firmemente Issei.
-Pensar que te preocuparías por un enemigo, esa es una gran debilidad para un guerrero, mocoso-.
-No me interesa lo que pienses, anciano- dicho esto, levantó una mano -¡Tú has violado el pacto y pecado en la tierra! ¡El Lord ha hablado, el pecador debe ser castigado!-.
[Persian Warlord: Boar]
Sobre él apareció la fisura entre las dimensiones de la cual salió aquel feroz jabalí azabache. Issei bajó su mano y apuntó hacia la enorme figura que era Voban, al instante, el jabalí rugió y cargó de lleno contra Voban, que esquivó saltando a un lado.
-¡¿Otra bestia más?! ¡Dispones de un ejercito interesante, mocoso!- exclamó Voban bastante entretenido, centrándose en el Jabalí por unos instantes, justo lo que quería Issei.
-¡Erica!- al llamado del castaño deshaciendo el casco de la armadura, Erica se apresuró a rodear su cuello con sus brazos y lo besó intensamente, para gran furia de las Gremory e Irina, y para vergüenza de Yuri y Liliana.
-¡Hy-Hyoudou-san y E-Erica-san, algo tan descarado en medio combate!- tartamudeó la Miko.
-Un momento- empezó Liliana al notar el leve brillo dorado que se filtraba entre los labios de ambos, y deteniendo cualquier intento de las Gremory para separarlos -¿eso es, un hechizo de transferencia de información?-.
-¿Eh?-.
-Esa es toda la información sobre Apolo- se comunicó Erica por medio del "enlace" que estaban usado, su lengua enfrascada en un intenso duelo con la lengua del castaño.
-¿No lograron saber algo de otro dios? ¿Cómo el que le dio control sobre los muertos?-.
-Si, pero, ¿no es suficiente con esto? La autoridad de Apolo es mucho más peligrosa que la de Osiris-.
-No estoy seguro de eso, me da una sensación peligrosa, y Draig tuvo una idea que me gustaría intentar-.
-Espero que no sea uno de tus planes suicidas, las cosas no están muy bien ahora mismo-.
-No te preocupes, yo me encargo- afirmó el Campione antes de que empezara a recibir la información del dios egipcio.
-¿y, que tan tardado se supone que es este hechizo?- preguntó Rias cruzada de brazos, su pie golpeando rítmicamente el suelo, viéndose muy impaciente y frustrada, con la vista fija en la pareja.
-No debería de tomar tanto- comentó algo insegura Liliana.
En ese momento Erica e Issei se separaron un poco y abrieron los ojos. Issei asintió determinado, pero antes de poder alejarse Erica le dio otro beso rápido, sonrojándolo un poco.
-Para la buena suerte- dijo giñando un ojo de forma linda.
-Ah, si, gracias- respondió algo inseguro el Campione, separándose de la rubia, solo para ser asaltado por Akeno quien también lo rodeo con sus brazos y le dio un beso bastante intenso pese al poco tiempo que duro, sonrojando aun más a Issei y sacando algunos gritos de sorpresa del resto, salvo de Erica que solo bufó molesta.
-Un hechizo de buena suerte de una sacerdotisa, debería ser muy efectivo- fue todo lo que dijo Akeno tras separarse con una linda sonrisa y un pequeño sonrojo.
-Ah, uh- balbuceó Issei sin lograr hacer funcionar correctamente a su cerebro.
-¡Yo también!- se apresuró Asia, besándolo sin un ápice de duda pese al notorio sonrojo que cubría su rostro, aunque en comparación a los dos apasionados besos que le habían dado hace unos instantes, este era más tierno y dulce -¡La, la bendición de una monja no debería de perder ante esos amuletos!- afirmó con una determinación que resultaba bastante linda en ella.
-Ya que estamos, ¿Por qué no reforzarlo con la bendición de una ex exorcista y de un ángel?- habló Xenovia jalando del brazo a una apenada Irina.
-¡Xenovia!, ¿Qué quieres decir con eso?- reclamaba el ángel resistiéndose como podía.
-¿Qué no es obvio?, Issei va a pelear contra uno de los seres más fuertes del mundo, ¿no es mejor darle todo el apoyo posible? Eso claramente abarca amuletos y bendiciones-.
Mientras ese par discutía, Issei sintió que le jalaban de la manga. Logrando reaccionar, bajo la mirada para toparse con Koneko con sus orejas tímidamente dobladas sobre su cabeza y su cola pegada a sus piernas, con la cara roja y la mirada fija en el suelo.
-Un, un poco de senjutsu podría ser de ayuda para Ise-sempai- dijo tímidamente.
-¡Demasiado linda!- exclamó mentalmente el castaño, sintiendo que algo había explotado en su cerebro.
-¡¿Ustedes que creen que hacen en el campo de batalla?!- reclamó furiosa Rias.
-To-todas ustedes, en pleno combate, fre-frente a tantas personas, que vulgar- comentó débilmente Liliana mirando a otro lado, ocasionalmente dando leves miradas a el grupo de chicas discutiendo, varias tratando de darle otro beso al castaño.
-Jeje, una disculpa- dijo Kiba dando una leve inclinación ante la caballero, la miko y la valkiria, las cuales también estaban rojas y muertas de vergüenza.
La disputa llegó a su fin cuando un poderoso y agudo chillido de dolor llegó hasta ellos. Volteando al origen, vieron como el jabalí se desvanecía en el aire, dejando ver a Voban aun en su forma de lobo, sus garras cubiertas con la sangre de la bestia divina.
-Interesante, mocoso, pero ya me cansé de jugar con tus mascotas- dijo el hombre lobo, avanzando hacia ellos.
-No te preocupes, ya es hora del plato principal- afirmó Issei también caminando hacia él, pero se detuvo al sentir algo jalando de su brazo. Se giró y observo que quien lo había frenado era Rias.
La diablesa lo veía con una combinación de pena y determinación, confundiéndolo. Abrió la boca para hablar, pero antes de que pudiera decir siquiera una letra, Rias se apresuró para besarlo, siendo este casi tan dulce como el de Asia, pero que transmitía una sensación de pasión que no perdía ante los de Erica o Akeno.
Separándose tras unos instantes, Rias lo miró con una dulce sonrisa y dijo –un poco de suerte extra-.
Issei se quedó con la boca abierta por unos instantes antes de reponerse y asentir con una sonrisa. Hecho eso, volvió a encarar a su rival mientras el casco de la armadura volvía a surgir.
-¡Presta atención al poder de mis palabras, que la justicia se revele, bajo la fuerza y la elocuencia de este encantamiento, porque la fuerza es siempre victoriosa, porque la fuerza es la respuesta a todas las cosas!-.
[Persian Warlord: Warrior]
Un glorioso destello dorado segó a todos por unos instantes. Cuando todos pudieron ver de nuevo, el lugar había cambiado por completo. La tierra se había vuelto dorada y emitía algo de brillo, varios pilares de roca del mismo color se alzaban en las lejanías, no había rastros de la destrucción que habían hecho durante todo el combate ni de los arboles que hasta unos instantes atrás los rodeaban.
El cielo se había vuelto de un tono entre azul y morado, pero a la distancia, en el horizonte, parecía tener un tono anaranjado o dorado. Algunos grabados persas aparentemente de oro se desprendían del suelo y flotaban, perdiéndose en aquel cielo.
Sin embargo, si había algo notorio en ese lugar, eran las innumerables espadas griegas (Xifos, pero algo más largas) tan doradas y brillantes que ni el propio oro podía compararse con su color saliendo de la tierra o flotando en el aire, todas con grabados persas.
-¿Qué es, este lugar?- preguntó fascinada Liliana, sus ojos fijos en el majestuoso horizonte lleno de magnificas espadas divinas, y no era la única, todos veían el lugar fascinados, salvo una persona que ya había visto este formidable evento.
-Este es el espacio creado por la encarnación del guerrero- respondió tranquilamente Erica.
-¿esta es la espada de la que hablaban?, pesaba que seria una sola, no tantas- comentó Xenovia acercándose a una espada flotante de forma casi hipnotizada, cerró su mano en la empuñadura y trato de moverla, sin éxito.
-No son simples espadas, son espadas capaces de cortar la divinidad y que responden a la voluntad de Ise- comentó Erica notando los esfuerzos de la peli azul por tomar una.
-¿Esto es…?- preguntó sorprendido Voban, mirando a todos lados sorprendido.
-Yo lo sé, Voban, se a que dios mataste- habló Issei empuñando una enorme espada curva en su mano derecha, el poder sintiéndose en su voz. Las espadas en el aire apuntaron al sorprendido hombre lobo, resultando en una imagen intimidante –el dios al que mataste, es un dios bastardo, nacido de una diosa de la tierra, Leto, y un dios del cielo, el mismísimo Zeus, el hermano gemelo de Artemisa, diosa de la caza y de la tierra- las espadas volaron como jabalinas, generando profundos cortes a lo largo del cuerpo de Voban.
-¡Este poder! ¡¿Qué es?!- exclamó entre gritos de dolor el Campione, tratando de repeler tantas espadas como podía con sus garras, pero simplemente eran demasiadas.
-Siendo su madre una diosa de la tierra, el mismo fue considerado un dios Ctónico, el que regia sobre los lobos y las ratas, a quien se le atribuía la muerte inmediata, las plagas y las enfermedades- desplegando sus alas, Issei cargó contra Voban tomando una segunda espada, realizando profundos cortes en su costado mientras más y más espadas cortaban el aire, varias clavándose en la resistente piel y el fuerte cuerpo de lobo que ahora estaba bañado en su sangre morada –sin embargo, también fue adorado como un dios de la luz, el que protege a la distancia como el astro rey, quien traía la sanación a todos los que le oraban-.
-Esto es, ¿un poder que corta lo divino con palabras de poder? ¡Tienes un as realmente problemático, mocoso!- rugió Voban sobreponiéndose al inclemente ataque de las espadas y enfrentando al castaño con sus garras, mismas que chocaron contra las espadas empuñadas por el castaño.
De la piel de Voban empezaron a surgir innumerables cantidades de lobos que trataran de neutralizar tantas espadas como podían, pero la gran mayoría terminaban únicamente sirviendo como escudos vivientes.
-El dios de la perfección, el dios de la belleza, el dios del arte y quien comandaba a las musas, el patrón del oráculo de Delfos, todos esos y más títulos recibió aquel que solo era superado por su padre- las palabras seguían surgiendo de la boca del castaño mientras las espadas doradas cortaban cada vez más al hombre lobo, cuya regeneración era cada vez más lenta y su cuerpo poco a poco regresaba a sus proporciones humanas –era el dios mismo de las contradicciones por cada titulo o influencia que tenia, sus epítetos surgían uno tras otro, Apolo de la luz [Apolo Febos], Apolo de las ratas [Apolo Esminteo], Apolo de los lobos [Apolo Lykeios], Apolo de los desastres [Apolo Loxias]-.
Finalmente, Issei se alejo mientras las espadas formaban una cúpula alrededor de Voban, todas apuntando firmemente al Campione.
-Vinculado a los lobos, a las ratas, los cisnes, las serpientes, los siervos, toda criatura que vive en la tierra, fue protector de su madre Leto desde él día en que nació, matando con sus flechas a cuatro días de su nacimiento, a la deidad serpiente Pitón, hijo de Gea, que amenazaba a su madre, fue así que también fue el asesino de una deidad ctónica y del inframundo, fue esa la forma en la que se consagró como dios de la curación, de la luz y de la protección, el dios que posee tanto la oscuridad como la luz en su interior- Ise soltó la espada en su mano izquierda y apuntó su mano abierta contra Voban –es por eso que es el dios de los desastres, Apolo Loxias- terminando, cerró con fuerza su puño, y la cúpula de espadas se cerró sobre Voban.
Un desgarrador grito de dolor se escapó de la boca de Voban mientras el mundo y las espadas desaparecían en un destello dorado. Instantes después todos estaban nuevamente en aquel monte. Issei se mantenía serio, con una espada algo opaca aun en su mano derecha, observando a la inmóvil figura de Voban que había vuelto a su forma humana y que permanecía mirando al cielo con los brazos abiertos, su rostro congelado en una expresión de dolor con sus ojos completamente blancos, como si se hubiera desmallado.
-¿Se, terminó?- preguntó tímidamente Gasper, pensando que tras todos esos cortes y ataques, todo debía haber terminado.
El alivió y la alegría empezó a filtrarse en los corazones de los demonios y el ángel, pero fue congelado en el acto ante la risa que había salido de la boca de Voban.
-Un poder muy interesante y bastante raro, mocoso, es muy parecido a la autoridad de ese tipo de américa, Pluto Smith- comentó mientras bajaba su rostro y encaraba a Issei con una sonrisa tranquila, permitiéndole a su oponente notar como un corte en el perfil de su rostro desaparecía rápidamente –pero una autoridad así debe de tener limitaciones, me pregunto, ¿podrás usarla contra otro dios que no sea Apolo?- preguntó mientras una enorme cantidad de sus sirvientes aparecían por todos lados, formando un ejercito considerable que abrumó a los exhaustos demonios.
-¡Podemos hacerlo!- exclamó Erica poniéndose en guardia junto a Liliana, dándoles algo de fortaleza a los demonios -¡solo debemos resistir un par de horas más contra sus marionetas!-.
-Esas son palabras muy altaneras joven, todos estos sirvientes tienen tu nivel- reprochó el Campione extendiendo sus brazos, no notándose afectado por las palabras de la rubia.
-Puede que si, pero no tienen voluntad propia por lo que no pueden adaptarse rápidamente a las situaciones que ocurran- aseguró confiadamente Erica.
-Puede que tengas razón, y tu y esos demonios han logrado sobrevivir a varios de mis sirvientes…- concedió pensativo el húngaro con una calma que le dio mala espina a la rubia –…bueno, supongo que puedo subir un poco el nivel, tu rey me dejó jugar con sus bestias divinas, yo haré lo mismo-.
Las expresiones de Erica y Liliana se deformaron en terror al escuchar eso. Esas palabras, dado el contexto, daban a entender una cosa, no solo los guerreros asesinados por él se volvían sus sirvientes, si no que también las bestias divinas se volvían esclavos de su voluntad.
-Tal vez en otra ocasión- cortó Issei atrayendo la atención de todos –pero hoy, hoy serás mi conejillo de indias- eso provocó que Voban frunciera el seño un poco -¡Draig!- exclamó alzando su espada.
[¡Si!]
[Boost]
[Boost]
[Transfer]
La espada volvió a mostrar aquel hermoso brillo dorado que alumbró buena parte del lugar ante la sorprendida vista de todos. Y, oculto por el resplandor, los grabados persas en la espada cambiaron poco antes de que el brillo aumentara aun más intensamente, volviendo a enceguecer a todos por unos instantes.
[Persian Warlord: Warrior, Restructuring]
Nuevamente estaban en aquel campo dorado con las espadas por todos lados, solo que esta vez no era Xifos, eran Khopesh. La propia espada de Issei mostraba un cambio radical, con múltiples hojas surgiendo del cuerpo principal, casi formando una flama.
-Al igual que Apolo, Osiris es un dios nacido de la madre tierra- recitó Issei ante la incrédula vista de sus amigos, las espadas nuevamente giraron y apuntaron, solo que esta vez no solo fue a Voban, también apuntaban a los sirvientes muertos –esposo y hermano de la diosa Isis, padre del dios Horus, el faraón que fundó a Egipto, fue adorado como el dios de la vegetación y de la agricultura, Osiris fue asesinado por su propio hermano, Seth, el dios del caos, Seth lo desmembró y lo arrojó al rio Nilo, donde fue encontrado por su esposa Isis, quien junto a su hermana gemela Neftis, buscaron sus partes a lo largo del rio-.
Las espadas descendieron, clavándose en los cuerpos de los sirvientes.
-Tch- algo frustrado, Voban comandó a sus sirvientes quienes generaron escudos mágicos para protegerse, pero que sucumbían tras los golpes de algunas espadas. Los que portaban armas o escudos trababan de neutralizar las espadas, pero todas se destruían al tocar las espadas doradas.
-Una vez recuperados todos los pedazos, Iris usó sus divinos poderes y lo regresó a la vida, concibiendo en el proceso a su hijo Horus, quien vengó a su padre desterrando a Seth al desierto y recuperando el trono de Egipto, Osiris por su parte permaneció como rey del mundo de los muertos, juzgando a todos los que caían en él, se volvió también en el dios de la resurrección, aquel que podía tanto concebir como quitar la vida misma- la lluvia de espadas seguía descendiendo contra Voban y sus sirvientes, quienes ahora fungían como escudos humanos para el Campione –por eso, pese a que Apolo es considerado como el dios del sol, algo en lo que difiere por completo con Osiris, ¡es innegable la relación que tienen ambos como dioses del inframundo, de la tierra y de la propia vida, ambos son dioses que ostentan en su alma tanto la luz como la oscuridad!- rugiendo esas palabras, Issei clavó con fuerza su espada en la tierra, y en resultado, una enorme cantidad de espadas surgieron del suelo bajo Voban al tiempo que cientos de espadas cortaban el aire y atravesaban a todos los sirvientes.
La gran concentración de espadas pareció explotar, generando otro intenso destello volvió a obligar a todos a desviar la vista, volviendo de nuevo a aquel monte con la diferencia que ahora había una cantidad sorprendente de sirvientes completamente inmóviles con espadas opacas por la falta de poder clavadas profundamente.
Justo donde estaba Voban, una pequeña montaña de sirvientes permanecía erguida, prácticamente bañada en espadas.
Issei miró esto con seriedad mientras su espada desaparecía definitivamente por el día, tratando de ver cualquier rastro de su oponente. Aunque nadie podía notarlo, respiraba muy agitadamente, cambiar el objetivo de la espada le costó mucha energía y si no fuera por los incrementos que había transferido a la espada esta hubiera sido mucho menos efectiva sin lugar a dudas, y sumando al desgaste de usar [Fake Reality] tanto tiempo, simplemente estaba casi en su limite.
-Draig…-.
[Un poco más socio, ya casi terminamos]
-Verdaderamente, lo hiciste- Issei abrió de golpe los ojos al escuchar la voz surgir de entre los sirvientes, sin embargo, no pudo reaccionar cuando estos fueron mandados a volar por un intenso viento y un rayo descendió del cielo cayendo en el suelo justo frente a él, generando una intensa explosión que lo mando de espaldas con la armadura destruida, cayendo junto a sus amigos.
Estos se apresuraron a ayudarle a levantarse, permitiéndole ver a Voban que se mantenía impasible en su lugar.
-Pensar, que no solo lograrías herir a mi lobo, si no que romperías mis cadenas sobre mis sirvientes y me impedirías llamar a más, pensar que tu habilidad es más molesta de lo que creía- comentó mientras avanzaba un par de pasos, su magia aumentando enormemente -¡mocoso, déjame agradecerte por convertir este pequeño aperitivo en un evento que verdaderamente puedo disfrutar!-.
El viento se volvió mucho más violento, la lluvia se volvió torrencial, y los rayos surcaron las nubes al tiempo que tres figuras espectrales aparecieron a espaldas.
-El guerrero verde del viento, Bo Feng, el guerrero azul de la lluvia, Yu Shi, el guerrero rojo del trueno, Lei Gong- nombró Yuri estando levemente en trance.
-Dioses del clima provenientes de China- completó Erica.
-¡Vamos mocoso, empecemos con el segundo round!- exclamó emocionado Voban dirigiendo un brazo hacia Issei, provocando que un rayo rojo se dirigiera hacia él desde el cielo.
-Tch- Issei esquivó como pudo mientras recitaba -¡Oh Viento, oh trueno, oh lluvia, Yo te invoco, oh tormenta, escucha las llamadas del monta-nubes, date prisa y ven!-.
[King of the Storm]
Yagarish y Ayamari aparecieron rápidamente en sus brazos. Usando el garrote derecho neutralizó un rayo que iba en su dirección mientras que abanicando el izquierdo envió una feroz corriente de aire contra Voban, pero este movió una mano y su propia corriente de aire alteró la dirección de la otra, pasando por un lado sin siquiera rozarlo. No frenándose por eso Issei movió el segundo garrote contra Voban y un rayo descendió contra él, siendo recibido por la otra mano del Campione europeo que lo desvió a un costado.
-¿Oh? Esto ya es muy interesante, no solo coincidimos con los lobos y los dragones, ¿también con el clima?- preguntó curioso Voban.
-Así que en verdad tomaste una autoridad de un dragón, ¿eh?-.
-¿Lo notaste?-.
-Es algo básico entre dragones, los machos no suelen llevarse bien-.
-Ya veo, ciertamente había escuchado algo así en el pasado- asintió Voban aumentando su magia -¡Sigamos!-.
Con un ademan, otro rayo rojo voló contra Issei, pero él lo rechazo con Ayamari, dirigiéndolo contra Voban junto con algo de su propia electricidad. Mientras Voban lo volvía a desviar a un costado Issei cargó de frente, abanicando a Yagarish, generando un feroz viento que arrancó varios arboles de raíz y los dirigió contra Voban.
Generando un pequeño pero poderoso tornado, Voban interceptó los arboles y los redirigió contra Issei, saliendo disparados como torpedos. Volando entre los arboles Issei logró acercarse y golpeó ferozmente a Voban con Ayamari rodeado de electricidad, pero mientras observaba esto con satisfacción, otro rayo rojo descendió del cielo, dándole de lleno y generando una explosión de electricidad pura.
Levantándose del suelo con dificultad, los instintos gritaron con fuerza, por lo que Issei levantó nuevamente a Ayamari para bloquear un rayo rojo mientras Voban se acercaba con una mirada viciosa.
-¡Vamos mocoso, aun no es suficiente!- el brazo derecho del anciano se rodeó de feroces corrientes de viento, formando una especie de tornado y, para sorpresa de Issei, golpeó con ese puño, mandando contra él un enorme taladro de viento.
Chasqueando la lengua, Issei descendió a Yagarish, creando una presión de aire que golpeó desde arriba al taladro, neutralizándolo por completo.
Abriendo la máscara y juntando aire, Issei generó un tornado que dirigió contra Voban al tiempo que soltaba un poderoso torrente de fuego en este, volviéndolo en un gigantesco tornado de fuego.
En respuesta, Voban movió ambas manos hacia él, generando un huracán que chocó contra el tornado de fuego, neutralizándose mutuamente y generando una explosión de viento, fuego y agua enorme.
-Tch ¡no podré resistir si seguimos así!- pensaba desesperado Issei, bloqueando más rayos rojos, sintiendo el intenso dolor de cabeza y en sus brazos, mirando a Voban que no mostraba la más mínima señal de cansancio.
[¡Solo un poco más socio, unos minutos y terminamos!]
-¡Es más fácil decirlo que hacerlo!- pensaba frustrado siendo aplastado contra el suelo por la corriente de aire – ¡Tendremos que ir con todo!- pensó, notando por cierta encarnación como sus amigos querían ayudarle, pero que sabían que no podían hacer nada, el poder de ambos distaba mucho del de cualquiera de ellos, no directamente al menos, poniéndose de pie y mirando a su oponente algo distante, recitó -¡Velador del cielo y creador de tierras, otorgador de la victoria y de la bendición, muéstrame el camino correcto puesto que soy noble!-.
[Persian Warlord: Goat]
Sintiendo el incremento de poder contenido en Ayamari, Issei lo alzó al cielo, recibiendo un rayo que se regó por todo su cuerpo, antes de abanicarlo nuevamente contra Voban. Esta vez no descendió un rayo contra él, si no que una esfera de electricidad pura salió velozmente del garrote.
Sorprendido, Voban lo recibió con la mano, notando que era mucho más difícil de desviar, forcejó un poco con el ataque hasta que finalmente pudo cambiarlo de dirección, impactando a unos metros tras él.
-¡Chicos, un poco más, ya casi termina todo, un poco más y ganaremos, préstenme su poder para lograrlo!- habló volando contra Voban mientras sus palabras llegaban a los oídos de sus amigos por la autoridad.
(Con Erica y el resto)
-¿Esto es, la encarnación de la cabra?- comentó sorprendida Erica desde la distancia, siendo bastante consiente de que Issei estaba usando una encarnación de Verethragna al mismo tiempo que [King of the Storm] –tu en verdad que eres temerario- musitó molesta antes de ceder poder a su rey.
-Es lo mismo del combate contra Loki- comentó en reconocimiento Rias, observando como Erica era rodeada rápidamente por el aura dorada.
-¿Qué es esto?, ¿Cómo pudimos escuchar a Hyoudou Issei desde tan lejos?- preguntó confundida Liliana al igual que Yuri.
-Es una autoridad de Ise que nos permite ayudarlo en el combate dándole nuestro poder- explicó Erica sin mirarla –dense prisa y denle poder también, apóyenlo, esto esta por terminar- les dijo mientras que los demonios también eran rodeados por sus respectivas auras.
-¿Terminar?, ¿Cómo estas tan segura?- preguntó aun confundida Liliana, perdiendo el aliento al notar la mirada segura de Erica.
-Por que Ise lo dijo- respondió con total confianza, sorprendiendo a ambas especialmente cuando notaron como los demás, salvo Rossweisse (aunque igual y estaba rodeada de un aura) asentían con una sonrisa de confianza.
Sorprendidas ante tanta confianza, ambas se miraron unos instantes antes asentir determinadas, siendo rodeadas de un aura azul en el caso de Liliana y verde en el caso de Yuri.
(Con Issei)
Volando contra Voban, sonrió al notar como llegaba el poder de sus amigos, pero se detuvo de golpe, desconcertado, al sentir como llegaba mucho más poder del que esperaba. Trató de identificar de donde venia, sorprendiéndose al descubrir que era de dos fuentes: de Amakasu, los demonios y los ángeles caídos que aun mantenían el hechizo, y…
-Cumple nuestra última voluntad…-.
-Derrota al rey tirano…-.
-Rey, libéranos…-.
-Poder al rey…-.
-Rey…-.
-Rey…-.
Los propios sirvientes muertos de Voban que permanecían inmóviles con las espadas en sus cuerpos le estaban entregando poder, y era algo que su amo mismo podía sentir.
-¿Mis sirvientes?- preguntó sorprendido Voban.
-Convertir las palabras de los desgraciados en poder, esa es la encarnación de la cabra, ¡Ese es el deber de un sacerdote! -exclamó Issei volando a toda velocidad contra él, Ayamari resplandeciendo como nunca por la electricidad que tenia -¡Se acabó, Voban!- gritó llegando frente al sorprendido húngaro que generó un escudo de electricidad.
Los garrotes descendieron ferozmente, impactando contra aquella barrera, hundiendo la tierra bajo Voban por la inmensa presión que se formó.
Voban hacia todo por resistir, pero un rayo descendió de forma constante hacia Ayamari, aumentando más y más el poder que contenía, y algo llegó a los oídos de Voban antes que todo fuera consumido en electricidad.
[Boost]
[Boost]
[Boost]
[Boost]
[Boost]
[Explosión]
Una poderosa explosión eléctrica surgió en el punto donde ambos estaban. Siendo que Issei salió volando a la distancia antes de caer al suelo, creando una zanja enorme antes de finamente frenar, con la armadura hecha trizas, sus brazos aun rodeados por los guanteletes semi destruidos sufrían espasmos intensos mientras sostenían débilmente las armas divinas y sus alas se veían muy dañadas.
-¡Ise!- escuchó a dos voces gritar su nombre. Abriendo los ojos que aun se mantenían en su forma de "Campione" (dorados con la pupila reptilianas color jade), notó como Erica y Rias llegaban saltando y volando respectivamente, ambas mirándolo con preocupación.
[Socio, se terminó]
-Le agradezco, Rey…-.
-Rey…-.
Escuchando a su compañero y las voces de los sirvientes que se desvanecían agradeciéndole, Issei sonrió satisfecho al tiempo que ambas aterrizaban junto a él. Con el resto siguiéndolas, ambas se apresuraron a tomarlo de los brazos que soltaron a Ayamari y Yagarish, los que finalmente desaparecieron. Exhausto, Issei no se hizo del rogar, aceptando la ayuda se puso de pie y se apoyó en ambas.
-¡Ja, jajajajaja!- sin embargo, antes de que alguien pudiera decir nada, una carcajada resonó por el lugar.
Incrédulos, todos observaron como Voban volvía a aparecer en un pequeño remolino de viento, su ropa notándose desarreglada, con suciedad, cortes y zonas quemadas, pero más allá de eso, completamente sano.
-Nada mal mocoso, esto resultó un mejor entretenimiento de lo que esperaba- aseguró tranquilo, antes de que sus ojos volvieran a brillar en jade –vamos, es hora del round 3-.
-Je, seria bueno- comentó Issei con una sonrisa confiada en el rostro, confundiendo a sus amigos e intrigando al Campione –pero me temo, que esto terminó- aseguró mientras sus ojos volvían a la normalidad.
Al mismo tiempo, el cielo nocturno desapareció, mostrando un cielo que, si bien estaba lleno de nubes de tormenta, se podía ver los rayos del sol filtrándose por estas.
Notando eso, Voban abrió los ojos incrédulo y miró al cielo, antes de volver a mirar al castaño que sonreía astutamente.
-Hace poco me enfrenté a Loki y obtuve una autoridad de engaño, anciano- habló él, no dándole importancia a la sorpresa de sus amigos –y un par de amigos me aseguraron que solo jugarías en un inicio, pero en cuanto notaras que estaba por amanecer, te lo tomarías enserio- continuó levantando su brazo izquierdo –así que solo tuve que mantener una ilusión en la que todos creyeran que seguía siendo de noche-.
-Eso, eso fue lo que preparó ese tipo ¿verdad?- preguntó sorprendida Erica.
-Si, un hechizo que facilitaba el uso de ilusiones, por eso pude mantenerla tanto tiempo e inclusive que afectara a los aparatos- reconoció él aun mirando al ahora disgustado Voban –así que, siguiendo tus términos, yo gano, anciano-.
-Tch, por esta vez, mocoso- aceptó frustrado Voban, desapareciendo en otro remolino.
-Uf, al fin terminó- suspiró el castaño, relajándose.
El resto solo lo miraba sorprendidos.
-Eso fue muy peligroso, mantener tanto tiempo y en un campo tan amplio una ilusión, y usar tantas autoridades a la vez, especialmente al final- regaño Erica.
-Lo se, la cabeza y los brazos me están matando- reconoció él, cansado.
-Enserio, ¿Qué haré contigo?- suspiró Erica antes de mirar a la otra rubia presente –Asia, como te dije-.
-¡S-si!- asintió algo nerviosa y roja con su sacred gear activado en sus manos, acercándose al castaño que miraba esto confuso, sorprendiéndose al notar como rodeaba su cuello con sus brazos y lo besaba.
Los ojos de Issei se abrieron de golpe, especialmente por que podía sentir el poder curativo de Asia fluyendo a su interior, curando todas sus heridas, tanto las hechas en el combate como las que fueron causadas por sus propias autoridades.
Instantes después ella se separó, y algo preocupada, le preguntó -¿Cómo te sientes, Issei-san?-.
-Ah, me siento, bien- respondió algo sorprendido, separándose de Rias y Erica y palpando su cuerpo, notando que ya no sentía nada.
-Que alivio- afirmó contenta Asia dándole una linda sonrisa.
-Los Campione son impermeables a los agentes externos, sea magia, senjutsu o sacred gears, pero si el efecto es interno es distinto- explicó Erica –aunque me sorprende, solo le indiqué como es que funcionaba el hechizo de "Trasferencia" cuando era oralmente y ella pudo aplicarlo fácilmente con su sacred gear, tiene un gran talento para el área de técnica- reconoció.
-N-no es nada, increíble, s-solo quería ayudar a Issei-san- negó humildemente.
-Muchas gracias, Asia- ante el sincero agradecimiento de su querido castaño, Asia solo pudo asentir contenta con un sonrojo en las mejillas. Sonriendo por eso, Issei se giró a Liliana –gracias por la ayuda-.
-No es necesario que las dé, solo cumplía con el deber de un caballero- negó ella con el semblante tranquilo, pero su vista huía completamente a los ojos del Campione.
-Aun si dices eso, tu poder me ayudó mucho al final, gracias- aseguró antes de pasar a ver a Yuri con una sonrisa amable –ya terminó todo, Yuri-san, no volverás a pasar por algo como ese ritual, lo prometo-.
-Issei-san- murmuró conmovida la miko, cerrando sus ojos algo húmedos y con un leve sonrojo, se inclinó –en verdad, muchas gracias-.
-No te preocupes- respondió él con tranquilidad, antes de mirar al cielo –no me despierten antes de medio día- dicho eso, cayó de espaldas al suelo, completamente dormido.
-Ciertamente, no tiene solución- comentó levemente decepcionada Erica, viendo al castaño dormir negativamente, antes de sonreír –pero, hoy logró algo sorprendente, se ganó un buen descanso-.
-Ciertamente que sí- asintió Liliana antes de alejarse un poco –yo me retiro, debo volver a Italia, discúlpenme con su majestad cuando despierte-.
-¿Segura? ¿No prefieres desayunar antes de irte?-.
-Gracias, pero lo mejor es que regrese a explicar todo- negándose, Liliana se elevó en el aire y se perdió en la distancia.
-Veo que todo resulto bien- habló Amakasu llegando en un borrón de velocidad al tiempo que un circulo mágico aparecía cercano a ellos y de este aparecía Azazel.
-Draig me avisó que todo funciono y que Voban se marcho- fue todo lo que dijo, mirando sonriente al durmiente castaño –no esta mal para un recién nacido- comentó –bueno, volvamos, todos se ganaron un buen descanso-.
Asintiendo, Akeno generó un círculo mágico bajo todos, desapareciendo del lugar, dejando tas de ellos un monte completamente destruido e irreconocible, sin ninguna planta o árbol intacto, con cráteres y zanjas por todos lados y partes afectadas por el fuego que había ardido instantes antes.
Tal era el destino de los lugares que se volvían el campo de batalla de algún Campione.
Fin del capitulo.
A los que se lamentaron de que los capítulos anteriores fueran tan cortos en comparación a los primero, aquí les traigo uno aun más extenso que el segundo, no estoy seguro de cómo lo logré a verdad, pero bueno.
La razón por la que dividí el anterior fue simple, no tardar tanto en actualizar y que no fuera tan pesado de leer, pero en este caso simplemente no me quedaba tranquilo con eso. Este también iba a ser dividido en dos capítulos, pero el primero terminaba justo cuando Voban llegaba al monte, lo sentía muy corto y, aunque planeaba actualizar unos días después el combate, no tenia el corazón para dejarlos en la expectación, así que el capitulo permaneció entero.
Esto no pasará siempre, solo cuando haya algún combate importante el capitulo conservará este tipo de extensiones, aunque igual y algunos serán divididos en dos si veo que son demasiado largos.
En fin, estoy exhausto de escribir, pasemos a los review y terminemos:
Luiz: es bueno saberlo, aunque una pequeña duda, ¿tu lengua madre es el ingles? Lo digo por tu comentario, parece que salió de algún traductor, si es el caso y te es más fácil puedes dejarme el review en ingles, no te preocupes por eso.
Marianobr17: gracias, seguiré esforzándome con la historia. La novela ligera es muy recomendable la verdad, deja todo más claro, especialmente por que en las adaptaciones se suele perder muchos detalles, en este caso aun más ya que el volumen 3 se resumió en un solo capitulo, simplemente se perdió mucho, así que te recomiendo que leas desde el primero para que no te pierdas de nada.
Primordialdragon: gracias, me alegra que te gustara, y no, no sigo el manga, sigo la novela ligera y el anime, claro, también le he dado un vistazo al manga de ambas historias, pero prefiero el anime y las novelas.
Ronaldc v2: Gracias, ciertamente toma mucho lo de las mitologías, claro, la novela de Campione es un gran apoyo para eso, pero si toma lo suyo cuando busco algo extra. Espero te gustara el combate, y si, Issei llegará muy lejos, Vali estará muy feliz.
Horakthy-baraq: Si, llegó el momento del combate. Concuerdo con eso, Erica no piensa ceder el puesto de la numero uno, aun tengo la duda de quien lo recibirá al final, ¿Erica que no esta dispuesta a nada menos o Rias que se muestra tan afectada por todo ese asunto y que es la más cercana a Issei? Estoy muy inclinado a dárselo a Erica la verdad.
Y a tus preguntas: si, cualquier Campione puede con Vali, recuera que los Campione pelean con poderes divinos y Vali no puede absórbelos bien, así que solo tiene su propio poder.
Eso es complicado de responder, el Top 10 no esta bien definido, solo sabemos con certeza los dos primeros lugares, pero eh viso algunas listas y las más realistas tendrían a Fenrir (antes de perder sus poderes) en el lugar 10, a Hades en el 7, Thor en el 6 (de lo que recuerdo, aunque no recuerdo si en la NL se dice el lugar que tiene Fenrir), pero si, ellos pueden con casi cualquiera en el Top 10, más que nada por que un Campione no se limita a la diferencia de poder o habilidad, por ejemplo: en el Volumen 18 se aclara que Luo Hao, la mejor artista marcial en todo el mundo y una de las más poderosas de los Campione, es brutalmente superada e por dioses de guerra y que hay muchos más fuertes que ella, y sin embargo, los ha derrotado a todos, así que no te fijes mucho en eso, los únicos que pueden decir que no son amenazados por los Campione son los dos dioses dragones.
Si, ya es el turno de Athena. Bueno, siendo todo me despido, espero disfrutaras este capitulo.
Guest: Yep, aunque no te creas, el viejo es fuerte, pero al menos lo sacudió un poco.
Leknyn: ¿Un poco de sangre?, creo que en este hay de sobra, traté de aprovechar bien todos los recursos de Issei, espero te gustara el combate.
Antifanboy: La verdad, estaba en la duda de cómo ponerlos, tenia planeada poner a Voban y Luo Hao entre los primeros 10 y al resto antes del 50, pero al final decidí ese orden. Y si, Cao Cao es el más cercano de los usuarios de una [Longinus] al nivel de un Campione, pero solo por el efecto de su lanza, al menos por ahora, cuando lleguemos a los arcos finales de DXD tendré que poner a todos lo usuarios de [Longinus] en el Top 100.
Tienes un punto pero, ¿solo has visto esa relación?, ¿no has contemplado el posible resultado del encuentro entre Cao Cao con su lanza que puede sellar el poder de las mujeres (no que sea tan efectivo en una Campione claro) y Lou Hao cuyas armas favoritas son las lanzas? ¿O de la posible aparición especial de cierto héroe enmascarado de Estados Unidos en el programa de cierta Maou? Hay muchos paralelismos a explotar en ambas historias, créeme que pienso aprovecharlos mucho.
ReyEvolution: Gracias, es bueno ver que te gusto, y la verdad solo fue cuestión de mover un par de detalles para que la integración fuera fácil, siendo ambas historias tan similares no es tan complicado, no desde mi punto de vista al menos.
Claro que no exageras, son asesinos de dioses mínimo deben de compararse a un dios, por ejemplo, ¿vez la autoridad de Voban para crear tormentas? Si se enfoca puede hacer una tormenta que abarque un país entero. Espero haberla hecho realista considerando eso.
No, en poder no es mayor Issei, si, tiene una [Longinus], pero si Godou no podía usar libremente autoridades como el ave de caza por no estar acostumbrado, Issei no podía tenerlo más fácil, además, Voban también tiene un nivel de poder brutal.
En fin, espero este capitulo te gustara también, te veo luego.
Guest: No es la lanza, es un hechizo de alquimia de alto nivel, como el que usó aquí que referencia a Excalibur, pero su espada y su lanza sigue siendo la misma, Cuore di Leone.
Bien, siendo todo, me despido. Hasta luego.
