Buenas a todos. ¿Como los ah tratado el año? Espero que mejor que a mi, mira que saturarme de trabajo con la escuela y para colmo una metida de pata de windows que terminó, no solo cargándose los dos sistemas operativos que tenía en mi lap, sí no que también todos mis trabajos, deberes, escritos, música, videos, juegos y un largo etc… un interesante 2018 para mi.
En fin, ya los dejé mucho tiempo en la espera, así que (Modo Jag Duran= ON) cinturón de seguridad y, vamos para allá:
-Diálogos- / -Pensamientos- / -*Diálogos en otro idioma o por medios de comunicación*-
[Seres sellados en SG] / [Autoridades nombradas por la Booster Gear (BG)]
-Dioses, hechizos y canticos- / -Pensamientos de dioses, hechizos y canticos mentales-
(Lugares, momento) / (N/a: nota de autor)
Capítulo 13: La llegada de una nueva tormenta.
-¡Xenovia-san!- exclamó Asia mientras se lanzaba sobre la espadachina apenas entró junto a Issei a la sala de su casa -¡Estaba tan preocupada!- lloró mientras la abrazaba.
-¡No vuelvas a irte sin decir nada! ¡¿Somos amigas no?!- reclamó Irina uniéndose al gesto.
-Lo siento Asia, Irina, pero ya estoy mejor- le consoló viéndose algo apenada.
Todos los habitantes de la casa las observaron con una sonrisa amable, incluso Issei que se encontraba a pocos metros de ellas secándose el cabello con una toalla que Ariana le había traído.
-Nos preocupaste cuando no fuiste al club de ocultismo, procura avisarnos la próxima vez- reprendió suavemente Rias una vez las dos se separaron. A sus espaldas, Akeno y Kiba asintieron a modo de reafirmar su petición.
-Entendido, disculpen por preocuparles Rias-buchou, chicos- se disculpó inclinándose levemente, aunque se irguió de nuevo algo sorprendida al sentir una toalla caer sobre su cabeza y ser sacudida, secándola. Girándose, se topó con Issei dándole una sonrisa con su propia toalla al cuello.
-Sécate bien, no estoy seguro de si los demonios reencarnados se pueden resfriar pero mejor no arriesgarnos-.
(N/a: Sé que en el canon Issei se enfermo por una mezcla entre una enfermedad de demonios y una de dragones, pero aquí la historia no ha llegado a eso, así que no ah visto nada al respecto).
La espadachina lo observó unos instantes antes de sonreír –tienes razón, tomaré un baño antes de cenar-.
Asintiendo a su respuesta, Issei se dirigió a las escaleras para ir a tomar un baño el mismo, pero se detuvo confundido al notar como todos lo veían fijamente.
-Etto, ¿pasa algo?-.
-No es nada de lo que tengas que preocuparte Ise. Pero hoy nos saltaremos el entrenamiento de esgrima, ve por un baño y luego busca a Yuri para la meditación- le indicó Erica.
Aunque algo dudoso por su respuesta, Issei asintió y subió al segundo piso. Apenas se perdió de la vista de todos, Erica se giró a Yuri.
-No parece que la lluvia vaya a parar, así que tengan el entrenamiento aquí hoy, tras eso puedes quedarte a cenar y a dormir si gustas-.
La miko pareció sopesarlo unos instantes antes de asentir.
-Me parece bien, gracias por la invitación-.
Con eso, y mientras la peli azul subía también a su cuarto para bañarse, todos finalmente volvieron lo que hacían antes de que Issei y Xenovia llegaran, todos con un mismo pensamiento en la mente…
(El día siguiente, final de clases)
-Ustedes dos se están llevando mucho mejor últimamente- soltó de improvisto Aika mirando sospechosamente a Issei y Xenovia.
-¿Eh?- musitaron ambos confundidos, no entendiendo de donde salió eso.
Sin embargo, Aika se había contenido desde la hora del almuerzo. Aunque había visto como el grupo de amigos entraba al salón con Xenovia caminando bastante cerca del castaño, no le había dado mucha importancia. Pero no eso fue la única señal. Xenovia había actuado muy distinto a lo normal en todo el día, más consiente, más amable, más alegre... más femenina.
-No, más femenina no, actúa como de costumbre- pensó poco antes del almuerzo –más bien, ¿no está emitiendo un aura y presencia más a fin a una mujer en lugar a una adolescente?-.
Era difícil de explicar, nada había cambiado en su apariencia ni en su forma de actuar o hablar, pero ciertamente había algo que resaltaba y que había atraído a todo el mundo, chicos y chicas, con mucha más fuerza de lo normal.
Sin embargo, no fue hasta el almuerzo que notó la posible causa, cuando, en lugar del usual acomodo para comer, Xenovia se había sentado espalda con espalda con Issei, confiándole su peso con una naturalidad y felicidad comparable a la de Koneko quien se sentó diariamente en las piernas del castaño.
Como nota extra, Asia había reclamado un poco al principio, pero al final llegaron a un acuerdo junto a Irina para rotar turnos en apoyarse en él.
Y justo ahora que las clases se habían acabado, la conversación del grupo de amigos llamó mucho la atención de todos:
-Ah, Yuri-san, ¿vas a ir al club de la ceremonia del té?- preguntó Issei cuando la miko les dijo que tenia algo que hacer.
-Así es, me registre el día de ayer-.
-Ahora que lo recuerdo, hoy iniciamos actividades en mi nuevo club- comentó Erica –Ise, no vayas a llegar tarde, vamos Lilly-.
-Aun no puedo creer que lograras abrir un club con solo tres miembros- comentó el castaño mientras la peli blanca se colocaba al lado de Erica.
-Tengo mis contactos, e Irina se ofreció ayer a unirse dado que su club no ah logrado atraer a nadie y que no es una verdadera miembro del club de ocultismo, así que somos cuatro-.
-Ah, una lastima que no pueda ir, suena a una actividad interesante, pero trataré de ir de vez en cuando y puede que Kiba se apunte también- se lamentó Xenovia antes de mirar al castaño con una sonrisa -entonces nos vemos después, Ise-.
-Claro, hasta luego- respondió él de igual manera.
Lo que nos trae de nuevo al inicio.
-Ustedes dos se están llevando mucho mejor últimamente-.
-¿eh?-.
-No, seria más apropiado decir que todos se están llevando mucho mejor desde que volvieron de Italia...¿exactamente que pasó allá?- inquirió con sospecha y algo de perversión, mirando al rey y a las chicas.
-No pasó nada digno de mención, Aika-san- le aseguró Yuri mientras apartaba casualmente un mechón de cabello fuera de lugar en su frente con una expresión tan tranquila que cualquiera le hubiera creído, pero la vista de la pervertida de gafas se enfocó en la muñeca de la mano que había usado.
-¿es así? Por que no recuerdo que Yuri-san tuviera un brazalete como ese- comentó con tono malicioso, paralizando a la miko –o que ustedes, e inclusive Rias-sempai, Akeno-sempai y Koneko-chan usaran joyería- continuó enfocando las mencionadas piezas.
-¿Estos?- preguntó alegre Xenovia, llevándose la mano a la "cruz" en su pecho con un leve sonrojo –son regalos de Issei- informó con Asia imitándola y asintiendo contenta a su lado.
Por su parte, tanto Yuri como Irina cubrieron discretamente sus pulseras y desviaron la mirada, sonrojadas, pero las chicas que lograron ver sus ojos notaron la alegría que se filtraba de estos.
Ante eso, las miradas de la mayoría se enfocaron en el castaño, los hombres con odio y las mujeres con sorpresa, aunque algunas miraban a Xenovia y las demás con envidia.
(N/a: Aclarando, no, no es envidia por recibir un regalo de Issei, es envidia por recibir joyería como regalo. Lo digo para que no piensen que alguna de sus compañeras de clases se unirá al harem)
-¿Oh?, pero, Erica-san no tiene nada así...- inquirió la pervertida mirando a la auto proclamada amante del rey.
-Aun no hemos tenido nuestra cita- fue la respuesta tranquila de la rubia encogiéndose de hombros.
-¿oh? Entonces, todas recibieron su regalo en una cita en Italia...- dedujo Aika con una sonrisa astuta.
-Así es- confirmó Xenovia, y en respuesta, la mirada de todos se enfocaron con mucho mayor peso en Issei, quien tembló nervioso mientras escuchaba los murmullos dichos con miradas vacias.
–Una cita en Italia… con Rias-oneesama...-.
-Y Akeno-oneesama...-.
-¿No seria mejor decir que fueron 7 citas…?-.
–...y aun falta Erica-san...-.
–...Inclusive Koneko-chan… maldita bestia...-.
-¡V-voy a prepararme, Erica las veo allá!- incapaz de soportarlo más, Issei salió corriendo del salón, usando [Fake Reallity] y ocultándose a la vista de todos.
Simplemente, no había un día aburrido en la vida del séptimo rey.
(Minutos después, salón del club de la ceremonia del té)
-Con permiso- con ese educado aviso y transmitiendo una sensación de calma y dignidad, Mariya Yuri entró en el aula, congelándose en cuanto notó a cierta chica de cabellos negros sentada tranquilamente entre las miembros del club.
-¡Yo, Yuri! Tiempo sin verte, Ena ah venido de visita-.
-¿¡Ena-san?!-.
-Ah, Mariya-san, finalmente llegas- saludó la presidenta del club, una joven de tercer año de cabellos negros y ojos marrones que mostraba una actitud bastante similar a la de la propia Yuri, aunque en menor nivel –Seishuuin-san estaba esperándote-.
-Ah, mis disculpas por los problemas causados, Hanabusa-senpai-.
-Dejalo, no te preocupes por eso Mariya-san- le calmó antes de levantar la taza en sus manos –además, mira el presente que Seishuuin-san nos trajo-.
En ese momento, Yuri notó que la vajilla que usaban distaba mucho de las genéricas y económicas que vio usaban en el club el día anterior.
-Etto, ¿Ena-san? ¿Esa vajilla no es…?-.
-¿Um? Ah, si, es como Yuri piensa, es parte de la colección de Obaa-sama, Ena la tomó cuando vino a visitarte, después de todo, es triste que solo esté acumulando polvo en esa repisa- respondió con tranquilidad la azabache, a lo que Yuri solo pudo suspirar.
Sin embargo, el intercambió provocó que todas las estudiantes alrededor se paralizaran.
-¿Ma-Mariya-san?-.
-¿Mm? ¿Qué es, Hanabusa-senpai?-.
-E-esta vajilla, ¿e-es, costosa?-.
-Mm, bueno, no es algo invaluable, pero sigue siendo de buena calidad… ¿el precio tal vez ronda los millones de yenes?- inquirió mirando a Ena.
-Creo que Obaa-sama mencionó algo por las lineas de "dos millones de yenes por pieza", ¿o solo se aplicaba las tazas?, Ena no le dio mucha importancia a sí que no esta segura- respondió encogiéndose de hombros.
Como nota, ademas de Yuri y Ena, habian seis estudiantes presentes, y todas las presentes estaban sosteniendo una taza de diseños un tanto distintos pero todas se notaban de gran calidad… y había otras 6 tazas más junto a la tetera.
Temblando completamente pálidas y con todo el cuidado que pudieron, todas las estudiantes dejaron las tazas frente a ellas.
-Pero, Ena-san, ¿qué hace aquí?- inquirió la castaña sin notar eso.
-Ah, Ena viene por asuntos familiares, así que- explicando sus razones, se giró al resto de las estudiantes -¿podrían dejarnos el salón por lo que resta del día? Ena y Yuri se encargaran de cerrarlo apropiadamente-.
Aun impactadas por el valor del obsequio, todas asintieron mecánicamente, tomaron de nuevo las tazas y bebieron rápidamente pero con sumo cuidado de no dañarlas, las volvieron a dejar, y salieron en completo silencio.
-Bien, ¡toma asiento, Yuri!-.
No estando segura de como responder, la miko procedió a sentarse en seiza con una expresión algo complicada, pero en cuanto enfocó el paquete envuelto al lado de la joven saltó inquieta.
-¡Ah! Cierto, esto siempre te pone nerviosa- comentó Ena tranquila mientras alzaba sin mucha importancia el alargado paquete a su lado.
-ciertamente, siempre irradia una cantidad exagerada de poder, me es imposible no reaccionar-.
-Bueno, no se puede evitar, no cuando tienes la "visión de espíritu"- mientras asentía con una expresión relajada, sirvió una taza de té con una gracia que no coincidía con su actitud.
-Gracias- aceptando la taza ofrecida, Yuri tomó un sorbo antes de enfocar a su acompañante -hablando de "evitar", ¿como lograste acercarte tanto sin que la sintiera?, normalmente la habria sentido en cuanto entraras a los terrenos de la escuela-.
-Un hombre del comité que encontre por aqui me ayudo a ocultarla-.
-Debe de ser Amakasu-san, vino conmigo a tratar con su majestad. Dejando eso de lado, responda por favor ¿en verdad solo ha venido de visita? Se siente como sí hubiera algo más-.
-Como se esperaba de Yuri, Ena no puede ocultarte nada- asintió bebiendo un poco de su té –escuché que te volviste una concubina de su majestad-.
-¿¡Co-concubina!?-.
-Si, los rumores dicen que el comité y la familia Mariya te ofrecieron como sacrificio para su majestad, y en consecuencia, el resto de las familias se resignaron en cuanto enviarle alguna más a su majestad-.
-A-ah, eso, e-el comité llegó a formar una buena relación con Hyodou Issei-san y empezaron a regar la noticia para mantenerlos a raya, también ayuda a mantenerme a salvo de otros campioni, imagino escuchaste que el Duque Voban volvió a buscarme, ¿no? p-pero no me eh vuelto en su concubina- le explicó nerviosa – por favor, mantén eso en secreto-.
-Ya veo, eso suena a un plan que ellos idearían, si- asintió con calma –entonces Ena se volverá en su concubina en tu lugar-.
-¿¡Eh?!- ante semejante comentario, Yuri casi se puso de pie con una expresión incrédula, prácticamente exigiendo una explicación.
-Si, veras, el abuelito lo decidió y me envió para eso, así que ni siquiera el comité puede decir algo al respecto-.
-¿El abuelito? ¿te refieres al anciano?-.
Uno de los ancianos a los que el comité buscaba mantener calmados siempre, el mismo que se interesó en Ena y le dio la peligrosa espada que mantenía a su lado.
-El abuelito dijo que viniera y procurara no perder ante nadie al servirle, ni si quiera ante ti Yuri. En un inicio me sentí preocupada, pero si no eres su concubina entonces puedo calmarme-.
-¡No, no permitiré eso!- saltó alterada la castaña sorprendiendo a su escucha.
-¿por qué no? ¿hay algo malo con eso? ¿no eres su concubina o si?-.
-Yo, eso es...-.
-Ademas, no es como si pudiéramos ir contra el comité o el abuelito… ¡Ah, Ena lo entiende!- exclamó de pronto mientras chocaba un puño contra su palma y sonrió traviesamente -Yuri, ¿te enamoraste de su majestad?-.
En respuesta, el rostro de Yuri se puso rojo inmediatamente y se llevó la mano a la muñeca, cubriendo la pulsera. Pero eso llamó la atención de Ena.
-Esa pulsera, ¿es un regalo de su majestad?-.
Apenada, lo único que Yuri pudo hacer fue asentir lentamente.
-Fufu, Yuri, ¡eres tan linda!, pero, pensar que llegarías a enamorarte de su majestad...- comentó divertida antes de ponerse algo seria -pudiste haberlo dicho desde el principio. Pero no te preocupes, Ena pensará adecuadamente en esto- aseguro.
Recuperando un poco de control, Yuri la miró con dudas.
-Simplemente dividamos el trabajo, Yuri se encargará de las cosas pervertidas y de tener a los niños, básicamente el trabajo de una mujer, Ena hará el resto-.
-¡E-Ena-san, e-eso es...!-.
-Aunque antes Ena tiene que encargarse del resto de las concubinas de su majestad-.
-...¿a qué te refieres con eso?-.
-Ena lo sabe todo, su majestad se rodeó de muchas mujeres: al menos 4 de Italia, dos miembros de organizaciones mágicas de Europa, una ex-monja y una ex-exorcista, estas dos reencarnadas en demonios, una japonesa exorcista, una yokai reencarnada en demonio, una demonio de clase alta hermana de un Maou, una valquiria reencarnada en demonio y una híbrido ángel caído reencarnada en demonio que antes era parte de la facción "rival" del comité, son muchas conexiones con facciones ajenas a Japón y su gobierno-.
Yuri se quedó en silencio ante eso, podía ver las razones para que se produjera el nerviosismo dentro del comité, o de algunos de estos (los ancianos probablemente solo querrían "quitar estorbos"), especialmente ante un antiguo miembro de la casa Himejima.
Se podía decir que el lado místico Japón (por parte de los humanos) estaba divido en dos facciones.
La primera era el Comité de Revisión de la Historia que originalmente trabajaba para el emperador y, posteriormente, tambien para el primer ministro y que fue fundada por las cuatro grandes familias; Seishuuin, Kuhoutsuka, Renjou y Sayanomiya.
La otra estaba conformada por las 5 familias protectoras: los Himejima, Nakiri, Shinra, Kushihashi y Doumin y su principal función era de fungir como los protectores del mundo humano, evitando que los humanos normales fueran afectados por lo sobrenatural
En esencia ambas organizaciones realizaban la misma función, pero una fungía como parte del gobierno mientras que la otra era más enfocado a lo religioso e independiente del gobierno, bien podrían compararse con la corona y la iglesia presentes en la Italia renacentista respectivamente, por lo que no era una sorpresa el que llegase a haber un conflicto entre ambas organizaciones en el pasado. En la actualidad había un acuerdo de no agresión entre ambos e inclusive cooperaban mutuamente en ciertas ocasiones, pero los roces entre ambas eran un hecho.
-Sea como sea, Ena se encargará de eso, especialmente de esa Erica-algo y echará a Rias-algo y Himejima Akeno- informó tomando el paquete a su lado y recargandolo en su hombro.
-¡Un momento, Ena-san, no puedes hacer eso! ¡Ise-san se preocupa mucho por sus amigos, definitivamente responderá!- reclamó alarmada.
-Ena también creé en eso, pero ¿el rey de Japón no deberia de estar rodeado de concubinas japonesas con lealtades en Japón? No se debe permitir que se presente el escenario en que su majestad sea seducido y manejado por un extranjero para sus propios fines-.
-Yo, eso, puedo entender el punto de vista de Ena-san y los ancianos, ¡pero aun así, no puedo dejarlo pasar!-.
-Ya veo, bueno, hablemos Yuri, aun falta tiempo para que su majestad llegue, así que discutamos un poco-.
-Ise-san vendrá… de acuerdo, hablemos mientras tanto- asintiendo, Yuri decidió hacer su mejor esfuerzo por apaciguar a Ena con el fin de evitar una catástrofe.
(Minutos antes, con Issei)
-Aun no lo entiendo, ¿de que sirve abrir un club de esgrima europea variada? Aun si es para que yo practique, ¿no hacemos ya eso en casa?-.
[Últimamente te has enfocado más en ese libro de magia y en la meditación con la miko. Tal vez con esto piensa evitar que te escapes de sus lecciones, y desde mi punto de vista aprovecha mejor tu tiempo]
-¿Aprovecharlo mejor? ¿Como?-.
[Míralo así, ahora entrenaras con la espada por una o dos horas, luego en lugar de descansar sentado o algo por el estilo, descansas mientras vas al templo Himejima, tras la meditación caminas, relajas la mente y llegas para leer los libros de magia, cenas, haces tus tareas y te vas a dormir]
-Bueno, cuando lo pones así… un momento, ¡Eso me deja sin verdadero descanso!-.
[No es cierto, descansas en la noche mientras duermes]
Mascullando ante eso, Issei suspiró mirando el uniforme deportivo de su escuela que estaba vistiendo antes de enfocar la puerta ante él.
(Con Erica)
-No está mal, servirán bien para la práctica- comentaba la rubia tomando una espada ropera de madera muy parecida a su Cuore di Leone de entre varias otras más antes de mirar el dojo en el que estaba -como se esperaría de los Sitri, construyeron este nuevo salón rápido-.
A su lado, Liliana tomó un sable de madera simple mientras que Irina entraba con un bokken, y poco detrás de ella entraban Murayama y Katase con el resto del club de kendo en sus trajes de práctica.
-Erica-san, Liliana-san, espero no les moleste que siguiéramos a Irina-san, tras escuchar de su nuevo club nos dio curiosidad- saludó la capitana con una inclinación de saludo y disculpa, siendo imitada por el resto de su club.
-No se preocupen, en tanto no interrumpan la practica pueden ver todo lo que gusten-.
-Por supuesto, muchas gracias, Erica-san-.
En ese momento las puertas se volvieron a abrir, mostrando a Issei que entraba algo molesto por cierta conversación, antes de detenerse y parpadear, confundido al ver al club de kendo.
-¿Me equivoque de dojo?- se preguntó inseguro al tiempo que todas lo miraban.
-Ise, finalmente llegas- llamó Erica, ignorando y deteniendo el escándalo que el club de kendo estaba por empezar al verlo ahí -ven y toma una espada-.
Un tanto nervioso ante las fulminantes miradas enfocadas en él, el castaño se acercó donde Erica y tomó una espada larga a dos manos similar a su Ascalon.
-Aun lado por favor- pidió la rubia, y en cuestión de segundos las espectadoras se movieron a un costado, permitiéndole encarar a su pareja -muy bien Ise, en guardia- indicó al tiempo que tomaba una postura regular con su ropera frente a ella.
En respuesta, Issei empuño la suya con dos manos frente a sí mismo, antes mover su espada a su costado derecho, poniéndola en paralelo al suelo y a la altura de su rostro con sus muñecas cruzadas, su mano derecha tras la guarda de la espada cubriendo su mano izquierda junto al pomo.
Las chicas del kendo estaban por reírse de su postura amateur que probablemente había salido de un anime, cuando escucharon a Liliana hablar a su lado.
-La posta di fenestra ¿eh?-.
-¿Eh? Liliana-san, justo ahora, ¿Qué dijo?- preguntó Katase algo insegura.
-El nombre de esa postura es posta di fenestra, la "guarda de la ventana", la más rápida de las doce posturas de la espada larga italiana- explicó sin darle mucha importancia, más ocupada en ver como Erica corregía leves pero importantes detalles de la postura del castaño –aunque, tomando en cuenta la personalidad de Issei-san, pensé que le enseñaría Dente di zenghiaro, es más ofensiva-.
-Esa es la guarda "diente de jabalí" ¿no?- inquirió Irina calmada, recordando las lecciones básicas que recibió en el Vaticano –Erica-san le enseñó todas, pero Ise-kun prefirió posta di fenestra, aunque le eh visto cambiar a dente di zenghiaro en medio de los combates de practica-.
-Entiendo- asintió la alvina mientras veía a Erica salir disparada contra Issei a una velocidad notable para un humano normal, atacando con una estocada al rostro que Issei desvió dando un paso al frente y apuntando al suelo con la punta su espada, haciendo un arco con la empuñadura al empujar la punta enemiga con la base de su espada para luego tirar de esta, dando un corte diagonal ascendente que Erica (quien sonreía un tanto satisfecha con la respuesta del castaño) esquivó dando un paso a un costado e inclinándose, dejando pasar el corte –aún le falta pulir la técnica, pero sus bases son sólidas-.
Por su parte, el club de kendo observó a ambos contendientes con la boca abierta, admiradas por la gracia y habilidad de Erica, y sorprendidas de que la "bestia pervertida" fuera capaz de resistir ante ella, y no solo eso, si bien hasta ellas notaban que sus movimientos eran bastante torpes en comparación con los de la rubia e inclusive con los de la mayoría de ellas, los reflejos y la fuerza que el castaño mostraba les dejaba en claro que había una buena posibilidad de que ni siquiera Katase y Murayama pudieran ganarle.
-En fin, Irina, ¿empezamos con nuestra practica?- preguntó tras unos minutos Liliana adentrándose un poco al centro dojo antes de girarse y encarar a la castaña, empuñando su sable de madera frene a ella.
-¡Claro, estoy a su cuidado, Liliana-san!- con eso, Irina se colocó frente a ella a unos metros y tomó la clásica postura de kendo.
Instantes después, el club de kendo observó con incredulidad como ambas se movían veloz y grácilmente, especialmente Liliana quien parecía ser, junto a Erica, la más hábil de las presentes, en un intenso duelo que, al ser algo más similar a lo que ellas realizaban en comparación a la que sostenían los otros dos combatientes presentes, las hipnotizó.
Notando eso, Erica dejó de reprimirse mucho y aumentó tanto la fuerza como la velocidad de sus embates mirándolo con una sonrisa retadora, obligando a Issei a responder de igual forma, sus ojos afilándose inconscientemente junto a sus instintos, logrando mantener el ritmo.
(Dos horas después)
-Bien Ise, mejoraste bastante hoy- felicitó Erica bajando su espada, dando por finalizada la práctica del día. A sus espaldas Liliana dejaba de apuntar con su sable a una derribada Irina y le ayudaba a levantarse. El club de kendo se había retirado a la media hora de observarlos.
-No está mal Irina, hay algunos detalles que pulir pero tienes una buena técnica-.
-Aunque se siente que estoy muy lejos de Liliana-san o Erica-san- se lamentó la castaña suspirando un poco cansada.
-No te preocupes, con el tiempo de seguro nos alcanzaras-.
Relajándose y yendo a dejar su espada en su repisa, Issei no pudiendo evitar sonreír satisfecho tras la práctica. Mentiría si dijera que no disfrutaba de las lecciones, especialmente dado que ya no practicaba con el [Balance Breaker] ni con la magia dado que nadie, ni siquiera los mejores combatientes de sus conocidos (Kiba, Rias, Akeno, Rossweisse, Erica, Liliana) podían equipararlo o siquiera darle un combate medianamente retador ni aun atacándole juntos.
En un par de ocasiones practicó con ellos usando solo ilusiones normales, la [Booster Gear] o la [Dividing Gear] lo que lo volvió algo más parejo, pero no sentía que mejoraran sus habilidades en lo más mínimo y no llegaba a sentir verdadera emoción, aunque claro, decir eso era ser un poco injusto con la valquiria, si Rossweisse no se enfocara en combatir con magia o si la magia nórdica fuera más efectiva contra los campioni de lo que ya era (de las únicas magias que tenían algún efecto en los reyes de la humanidad) sin lugar a dudas sería un reto mayor, inclusive podría obligarle a usar el [Balance Breaker].
Problemas de compatibilidad, era algo que ya había experimentado antes con Vali. Issei podía pecar de idiota, pero no era confiado o siego, estaba seguro que si no fuera por su resistencia a la magia y a los [Sacred Gears], o si Vali se hubiera enfocado en ataques físicos como él, como mínimo necesitaría de su armadura para enfrentarlo.
-Una lástima- no pudo evitar pensar, notando ausentemente a Amakasu entrar de improviso en el dojo, llamando la atención de los cuatro -¿Amakasu-san? ¿Pasó algo?-.
-De momento no su majestad, pero me temo que eso podría cambiar pronto- respondió con una seriedad que le dio mala espina al castaño –pero primero debo informarle que Yuri-san me pidió por teléfono que lo llamara al salón del club del té, me parece que tiene algo que desea comunicarle. Le explicaré la situación a Erica-san mientras tanto, si usted está bien con eso-.
Confundido, Issei se giró a ver a la rubia quien le devolvió una mirada seria antes de asentir –entendido, iré a verla, las veo después chicas-.
-Si no le molesta, quisiera acompañarle Issei-san- dijo Liliana avanzando hacia el.
-Claro-.
Una vez salieron del dojo, Erica miró un momento a Irina, diciéndole con la mirada que se marchara y esta, aunque algo insegura, se retiró rápidamente, la caballero esperó a que la castaña cerrara la puerta, antes de dirigirse a Amakasu -¿Qué es lo que está pasando exactamente?-.
Suspirando, el ninja empezó a explicarle la situación en la que estaban.
(Con Issei)
-¿Qué será lo que está pasando ahora?- preguntó al aire el castaño ante la puerta del club de la ceremonia del té, mirando de costado a su acompañante.
-No tengo idea, pero puede que sea un problema político, especialmente si Amakasu buscó hablar primero con Erica, a ella se le dan muy bien ese tipo de cosas-.
-¿Política? La verdad estoy perdido con todo ese tipo de cosas- se lamentó rascándose la nuca con exasperación antes de llamar a la puerta.
-Adelante- respondió casi al instante una voz femenina que ninguno reconoció, pero no le dieron mayor importancia ya que fácilmente podía ser una de las compañeras de Yuri.
Lo que les esperaba al otro lado era una joven azabache en seiza pero inclinada profundamente con las manos colocadas grácilmente ante ella, por su parte Yuri estaba sentada en seiza algo más atrás, mirándose algo nerviosa.
-¿Eh?- fue lo único que Issei pudo decir, confundido ante lo que veía.
-Es un placer conocerle, Hyodou Issei-sama, soy Seishuuin Ena, me me honra estar ante su gloriosa presencia en este día en que me eh vuelto su nueva sirviente- afirmó mientras alzaba su rostro con una suave sonrisa, sonrojando al campione al notar lo bella que era… y los enormes pechos que sobresalían bajo su uniforme –si así lo desea usted, estaría encantada de recibir su aprecio, y permanecer a su lado a lo largo de su justo y glorioso reinado-.
-Eh, etto-.
-Solo bromeaba- continuó de improvisto, su tono formal siendo reemplazado por uno mucho más alegre y relajado –Ena no tiene que hablar tan aburridamente, ¿no es así, majestad?-.
-Ah, no, así está mejor- asintió el rey recuperándose un poco.
-Adelante por favor, tome asiento- invitó señalando un cojín frente a ella –también, parece que tenemos una huésped no invitada, pero no pasa nada, tome uno de aquella esquina y tome asiento-.
Liliana frunció un poco el entrecejo ante tal diferencia de trato, pero no dijo nada y procedió a sentarse junto al castaño.
-Etto, Seishuuin-san, ¿es parte del comité?- inquirió, aun algo sorprendido de que le trataran tan formalmente nada más llegar.
-Así es su majestad, Ena también es amiga de la infancia de Yuri. Por cierto, ¿Podría llamar a Ena por su nombre? Ena se sentiría más cómoda así- respondió mientras preparaba té con una habilidad sorprendente, más aun por que parecía que le era tan natural como respirar.
-Eh, está bien, Ena-san también puede llamarme por mi nombre-.
-Ena se lo agradece, pero Ena se ve obligada a rechazar al menos por ahora, Ena espera que su majestad lo comprenda-.
-Pues yo…- se interrumpió al ver cómo le tendía una taza con té listo –muchas gracias- se estiró para tomarla y tomó un sorbo, abriendo los ojos de sorpresa al instante -¡Delicioso! Tanto como el de Yuri-san-.
-¡Muchas gracias su majestad! Ena no suele practicar mucho porque es muy aburrido, pero Ena se alegra de que fuera de su gusto-.
Dando otro trago con la intención de disfrutarlo plenamente, Issei se relajó bastante en su lugar antes de parpadear al reparar en algo que aquella joven había dicho -¿Ena-san? ¿Dijiste, volverte mi nueva sirviente?-.
-Correcto su majestad, Ena ha sido enviada para volverse su sierva y su concubina- explicó alegremente –Ena no tiene experiencia con los hombres, pero confía en que su majestad se encargará de instruirla-.
-¡Co-co-concubina!- exclamó sorprendido y rojo el Campione, llevándose una mano al rostro para limpiar el rastro de sangre que surgía de su nariz.
-Issei-san, entiendo que esa es la naturaleza de su ser, pero le suplico la mantenga bajo control- amonestó Liliana con seriedad, provocando que el rey se tensara y riera avergonzado –y en cuanto a usted, Seishuuin Ena, por favor, mantenga un cierto nivel de decoro, ya hay muchas que lo dejan de lado-.
-Lo siento, pero Ena no está interesada en obedecer a una de las concubinas extranjeras de su majestad, ni de estar por debajo de ninguna de ellas-.
-¡¿Y-y-yo?! ¡No, solo s-soy un ca-caballero a las órdenes de Hyodou Issei!- corrigió alarmada con el color rojo reemplazando su usual tonalidad de piel a lo largo y ancho de su rostro mientras negaba con fuerza con ambas manos, hasta que, por alguna razón, colocó los puños sobre su regazo y, con la mirada fija en estos, continuó –p-pero, si ese fuera el deseo de su majestad, n-no me quedaría m-más que actuar a-acordemente-.
-Ah, ¿entonces no eres una de sus concubinas? Ena tendrá que corregir al comité- continuó como si nada antes de girarse al castaño –entonces su majestad, ¿empezamos a planear las fechas de las bodas con Ena y Yuri?-.
Issei, quien estaba tomando un trago de su té, se atragantó ante eso y empezó a toser con fuerza, Liliana fue obligada a regresar a sus cabales de golpe y Yuri se sacudió completamente roja.
-¡E-Ena-san, dijo que se contendría al hablar!- le reclamó la apenada miko.
-¿Ara? Pero, Ena se está conteniendo, Ena decidió esperar hasta después de las ceremonias para hablar de los niños, ah, aunque ahora que lo pienso, también hay que considerar quien de las dos hará el koseki, solo una puede hacerlo después de todo-.
(N/a: koseki, registro civil/familiar japonés)
-¡Ena-san!-.
-¿Qué pasa Yuri?-.
-Bueno, ¿no es, un poco pronto para hablar de eso?- preguntó algo incómodo el castaño, mentiría si dijera que la idea de formar una familia con la castaña presente (y para el registro, con el resto de las chicas) le calentaba el pecho, especialmente tras la experiencia de la muñeca, pero aun tomando en cuenta su situación, consideraba que era muy temprano para él –es decir, acabo de conocer a Ena-san, y solo eh tenido una cita con Yuri hasta ahora…-.
-Ara, Yuri, ¿ya tuviste una cita con su majestad?- interrumpió sorprendida –Ena no lo sabía, ¡Bien hecho Yuri!-.
Apenada, pero sonriente ante el recuerdo, la miko bajó la mirada y acarició suavemente su pulsera.
-Entonces sigue la cita de Ena- continuó con total calma, sacudiendo de nuevo a todos –entonces, ¿Cuáles son las preferencias sexuales de su majestad? Ena debe preparase, pero solo ha escuchado de su gran amor por las mujeres… aunque recuerda un poco sobre algo en especial…-.
-¿Eh?- sorprendido por que le preguntaran algo como eso tan directamente, especialmente alguien que apenas había conocido, Issei fue incapaz de hablar, pero aun así enfocó momentáneamente los pechos de la morena, quien lo notó con facilidad.
-¡Ah, Ena lo recuerda! Le encantan los pechos grandes, ¿verdad, su majestad?- preguntó alzando sus pechos con las manos.
Por toda respuesta, la expresión de Issei se volvió algo tonta y más sangre surgió de su nariz.
-Sí, es eso- asintió contenta antes de girarse a su amiga –lo siento Yuri, aunque no estás muy por detrás, Ena lleva la ventaja en esto-.
La pobre castaña se sonrojó un poco y murmuró algo entre dientes tan bajo que nadie logro entenderle.
Fingiendo tener toz, Liliana volvió a tomar la palabra –dejando de lado las predilecciones de su majestad- empezó con un leve tono de molestia en la voz que sacó a Issei de sus ensoñaciones –quisiera determinar las intenciones de Ena-san para cerciorarme que no tenga un propósito oculto-.
-Ena no tiene intenciones ocultas, Ena solo quiere servirle a su majestad como su conyugue principal y poner en su lugar a las extranjeras- respondió con total calma, alertando un poco a Liliana.
-¿Qué quieres decir con eso?-.
-Justo lo que dije, no había ningún mensaje oculto en las palabras de Ena, además, ¿no es obvio que las más importantes parejas del rey de Japón sean también de origen y conexiones japonesas?-.
-Eso es algo muy interesante de oír- interrumpió una voz desde la puerta, resultando ser Erica quien portaba su sonrisa confiada de costumbre –perdona la tardanza Ise, el tema se explayó más de lo que esperaba- se disculpó con el castaño antes de enfocar a Ena quien, por alguna razón, se veía contenta.
-Ena se alegra que viniera, Ena deseaba charlar con la actual principal hoy mismo-.
-Ara, me honra que me de tanta importancia, Seishuuin Ena, ¿verdad? ¿le parece si hablamos en otro lugar?-.
-Claro- asintió levantándose ante la alarmada mirada de Yuri.
-¡E-Ena-san, prometió comportarse con moderación!-.
-Tranquila Yuri, solo hablaremos un poco- le calmó, o más bien lo intentó puesto que la castaña no podía calmarse al verla apoyar tan tranquilamente su paquete en su hombro –entonces, Erica-san, marque el camino-.
-Ise, esto tomará unos minutos, te veo en casa después, ¿de acuerdo?, ahora, por aquí, Ena- con eso, ambas jóvenes salieron del salón del club, dejando a dos castaños algo preocupados y a una seria alvina.
(Con Erica y Ena)
Ni bien ambas dejaron el edificio escolar, emprendieron una carrera por entre los árboles del territorio de la escuela, alejándose de todos los edificios, incluyendo el Club de Ocultismo. Ambas se movían a velocidades y con maniobras que dejaban en claro que ambas distaban y mucho de ser humanos normales.
Gracias a esto, Erica cayó en la cuenta del alcance de las capacidades de Ena, al menos en cuanto a sus capacidades físicas. Movimientos virtualmente insonoros y un centro de gravedad anormalmente estable… le recordaba a Amakasu en ese aspecto, aunque si tuviera que apostar, diría que ella era mucho mejor.
Una vez llegaron a un pequeño claro ambas frenaron de golpe, encarándose la una a la otra.
-Bien, ¿empezamos a hablar?- inquirió Erica en una postura que trataba de transmitir calma, pero Ena notaba fácilmente que estaba en guardia.
-Sobre eso, Ena no es muy buena para las negociaciones… ¿pasamos a lo siguiente?- con eso, sacó de entre sus ropas un manojo de talismanes, cinco para ser exactos.
-¿Entonces será un enfrentamiento? De haberlo sabido, se lo habría dejado a Lily, que molestia- suspiró Erica al tiempo que los talismanes eran rodeados de llamas verdes y eran lanzados contra ella.
A medio camino, los talismanes fueron completamente consumidos, y de las llamas surgieron cuchillas de metal con la forma de manji, todas girando con claras intenciones de cortar a la rubia.
(N/a: la manji es una cruz similar a la esvástica, la cual en la antigua Persia es el símbolo del sol y la sabiduría. Es más conocida como "la cruz nazi")
Pero la caballero se encogió de hombros, como decepcionada, y en lugar de sacar su espada, recitó.
-¡Padre y Madre, Baphomet que te jactas de la victoria, otórgame el poder de las palabras de extinción!-.
[Las palabras de extinción] era un hechizo de alto nivel que hacía que la materia inorgánica estallase en polvo. Normalmente no funcionaba con objetos protegidos o encantados con magia, pero las cinco cuchillas se volvieron polvo al instante.
-Así que no funcionó…- musitó la morena sin parecer sorprendida, y aun cuando no conocía a Erica de antemano, no había razón para sorprenderse, puesto que su habilidad con la alquimia enfocada a los metales era bien conocida y justo había leído al respecto en los papeles que le habían encargado.
Creación, transformación, destrucción y fortalecimiento, eran las áreas en las que la rubia se especializaba, y no había nadie contemporáneo a ella que le pudiera igualar, ni siquiera Liliana.
Inmediatamente después, Erica usó su magia para infundir temporalmente vida en el polvo de las cuchillas, expandiéndolas, transformándolas y fundiéndolas, dándole inteligencia artificial y capacidad de movimiento, hasta que formó un lobo de acero. Terminado el proceso, el lobo soltó un aullido tan natural que cualquier experto habría afirmado que era el de un lobo real. Considerando que había sido creado de improvisto y en el acto, era un tremendo logro por parte de Erica.
-¿Qué tal? Si se trata de trabajar con aceros, acepta esta pequeña demostración de cómo se hace-.
-¡Genial, no hay forma de que Ena pueda hacer algo así! No soy buena para las cosas tan detalladas- reconoció la morena, tomando con ambas manos su paquete y empezando a desenvolverlo –en cambio, a Ena se le da mucho mejor usar esto-.
Finalmente mostró su contenido, una espada de un metro de largo en su funda negra. Lo curioso es que la funda no era muy delgada ni mostraba curvatura alguna, y una vez desenfundada Erica notó que la hoja negro azabache era recta y de doble filo.
-Interesante espada, no es una katana normal, ¿verdad?-.
-¿Esta? No, es una tsurugi-.
-Ah, ya veo, ¿de las primeras espadas forjadas en Japón no es así?-.
-Erica está bien informada, tal y como lo dice, las tsurugi fueron las primeras espadas japonesas- asintió dejando de lado la funda y empuñándola con firmeza –ésta en específico se llama [Ame no Murakumo no Tsurugi] y es la compañera de Ena-.
Entonces clavó la hoja en el suelo, y esto produjo corrientes de viento con la espada como centro, generando lentamente un vórtice alrededor de esta que golpeó con fiereza el lobo de acero, destruyéndolo en el acto mientras soltaba unos leves quejidos, como si fuera intimidado por el acero de la espada.
Guiada por sus instintos, Erica se apresuró a invocar a Cuore di Leone en su mano derecha, pero tenía el sentimiento de que aun con su espada mágica, seria problemático enfrentarse a esa espada. No estaba del todo segura, pero el arma parecía superar la calidad de las armas mágicas, espirituales, sagradas e inclusive las malditas.
-¿Podría tratarse de un [artefacto divino]?- pensó con seriedad la rubia.
Por su parte…
-Ah, parece que Ena la sacó demasiado pronto-.
La morena la enfundó en un instante y volvió a envolverla, para la confusión de Erica, ¿qué podría hacer que tan hábil espadachina guardara su espada?
-Los pasos de Yuri se dirigen presurosos aquí, seguramente para regañar a Ena por desenfundar tan fácilmente, es mejor parar aquí, Ena prefiere evitar ser reprendida-.
-¿Dices que la escuchaste venir hacia aquí?-.
-Los oídos de Ena son muy buenos, además Ena escucha otros más un poco más alejados, por lo visto los demonios vienen a ver también y pude que su majestad también- comentó desalentada.
Erica no podía escuchar nada, pero eso solo servía para confirmarle cuan problemática era la espadachina ante ella. Un sentido así de agudo solo podía marcarse como sobrehumano, y en conjunto con aquella espada negra…
-Sea como sea, ¿De qué dios salió esa espada?-.
-Ena ya lo dijo, es la [Ame no Murakumo] que Ena tomó prestada de su abuelito, si quieres más información, tendrás que investigar- le dijo colgándose de nuevo el paquete al hombro –bueno, nos veremos de nuevo, Erica-san- despidiéndose amigablemente, la morena se giró y desapareció entre los árboles.
Erica desapareció su espada mientras sus pensamientos giraban en torno a aquella espada, conocimientos al respecto amontonándose en la punta de su lengua pero sin llegar a nada claro.
Instantes después Yuri apareció corriendo con muchas dificultades para respirar, Issei, el club de ocultismo y parte del comité, entre los que estaban Saji, Sona y Tsubaki, se acercaban a unos cuantos pasos atrás de ella.
-¡Erica-san, ¿está bien?!- preguntó alarmada la miko, sacando de sus cavilaciones a la rubia.
-Para que Yuri se preocupe tanto por mí, ¿es esa mujer tan peligrosa? Si las dos peleáramos, yo, Erica Blandelli estaría en problemas, ¿asumiste algo así, Yuri? ¿o fue una visión?-.
-Yo, bueno…-.
-¿Qué paso aquí?- interrumpió Rias al notar como la miko se quedaba cayada –Sentimos una poderosa energía desatarse aquí-.
Mirando fijamente a la tímida Yuri, Erica suspiró y les contó a grandes rasgos lo que pasó.
-Fue una demostración de habilidad, no parecía querer empezar una pelea, aunque no parecía que le molestara de empezarla tampoco- terminó la rubia.
-Seishuuin- murmuró Akeno, atrayendo las miradas de todos al mostrarse algo preocupada –Yuri-san, ¿De casualidad ella es parte del clan Seishuuin?-
Yuri se mostró algo reacia, pero asintió mientras suspiraba –sí, es la heredera del clan-.
-El clan Seishuuin, si no mal recuerdo, es una de las cuatro familias fundadoras del comité, por lo que es la superior directa de Yuri-san, ¿no es así?- inquirió Sona con seriedad, recibiendo un asentimiento de la miko –entonces, no puedes decirnos muchos detalles de ella- aunque tenía cierto tono de pregunta, era más una afirmación que otra cosa.
Yuri asintió una vez más antes de agregar-Inclusive si Issei-san me preguntara, me temo que no podría responder con facilidad, además, de hacerlo, podría provocar que los ancianos del comité se molestaran mucho, y preferiría evitar un enfrentamiento entre los ancianos e Issei-san tanto como sea posible, lo siento, Erica-san-.
-No te preocupes, lo entiendo- le tranquilizó la rubia antes de suspirar –pero eso solo confirma mis sospechas, para que Yuri tema un conflicto entre Ise y esos ancianos, tienen que ser dioses y la espada de Ena debe de ser un [artefacto divino]- sentenció.
-¿[artefacto divino]?- cuestionó el rey.
-Es un artefacto que se materializó en conjunto a un dios desencadenado, generalmente algo de enorme importancia en su mito- explicó Liliana.
-Ise, dijiste que Perseo usó su casco en Roma, ¿verdad?- ante la cuestión de Erica, el castaño asintió –si hubieras tomado su casco en lugar de destruirlo y Perseo fuera asesinado antes de recuperarlo el casco permanecería existiendo, siendo un posible catalizador para que el dios surja de nuevo, pero que podría ser usado por cualquiera que sea capaz, lo que no es poca cosa, usar un [artefacto divino] es muy difícil y peligroso, toma al [Grimorio de Prometeo] como ejemplo, solo que los [Artefactos Divinos] son más, selectivos, con sus usuarios. Ella sin lugar a dudas debe de ser un caso excepcional, puede que su talento sea igual o superior al de Lily y al mío-.
-De ser uno, la situación en bastante seria- asintió Sona –Erica-san, ¿No le dijo el nombre de la espada?-.
-Sí, la llamó [Ame no Murakumo no Tsurugi]-.
-¡[Ame no Murakumo]!- saltó Rias alarmada –la espada del dios de la guerra y la tormenta, Susanoo no Mikoto, es uno de los más importantes y poderos dioses del sintoísmo-.
-Importante, poderoso, guerra, tormenta… me recuerda mucho a Verethragna y Melkart- murmuró Erica antes de mirar a Issei -¿Cómo es que atraes a tantos dioses tan parecidos?- cuestionó.
-Más importante aún- interrumpió Sona, deteniendo el reclamo del castaño –tenía entendido que fue rota recientemente y creo recordar que fue enviada a reparación al panteón shinto mismo. Por lo tanto podemos afirmar que se trata de un [Artefacto Divino] y no de la original, la que se supone puede compararse a la Excalibur original y a Durandal… en esta situación, ¿Cuál de las dos sería peor?-.
-El [Artefacto Divino]- respondió rápidamente Erica –toma por ejemplo a Durandal, es un arma poderosa que escoge a su portador el cual, con suficiente tiempo y entrenamiento, puede alcanzar niveles extremadamente altos, como pasa con Vasco Strada, el anterior portador de Durandal, él es uno de los pocos humanos cuya fuerza puede compararse a la de mi tío aun sin Durandal, y de tenerla seria de los más cercanos al nivel de los Campioni o usuarios de Longinus-.
Al escuchar la mención de su espada y de su predecesor, Xenovia dio un leve salto, más no le dio mucha importancia, no quería interrumpir la explicación de Erica al considerarlo algo importante.
-Por otro lado, el efecto de los [Artefactos Divinos] es más inmediato, de los aquí presentes solo Issei podría ganarle (fácilmente todo, sea dicho) solo, nosotros tendríamos que actuar en conjunto y aun así sería un combate muy parejo si el [Artefacto Divino] es tan fuerte como temo, también es más peligroso para el usuario, si no tiene cuidado podría terminar siendo consumida por la espada, además de que los usuarios son aún más raros que el de otras armas sobrenaturales, incluyendo las espadas sagradas como Caliburn y Durandal que son extremadamente selectivas con quienes pueden empuñarlas-.
-Así que si ella carga con algo así tan tranquilamente, significa que es extremadamente hábil y capaz- concluyó Liliana.
-Correcto, pero no creo que tengamos que preocuparnos, si en verdad viene con intención de servir a Ise, no empezará un enfrentamiento con sus amigos tan fácilmente, pero podría ser bueno que nos mantengamos alertas, solo por si acaso- indicó Erica, recibiendo un asentamiento de todos con excepción de Yuri.
-Todos, lamento mucho no poderles decir nada al respecto y los problemas que Ena pueda causar- se disculpó dando una inclinación profunda.
-No te preocupes Yuri, puedo entender que quieras evitar un enfrentamiento entre Ise y ese dios, especialmente considerando los tratados de paz- le tranquilizó Erica con una sonrisa, logrando animar a la castaña –ahora- se giró al rey presente –Ise, ¿mañana es nuestra cita, no es así?-.
-¿Eh?, pues, sí- respondió algo fuera de balance por tan abrupto cambio de tema –después de clases-.
-Perfecto- fue todo lo que dijo con suficiencia y orgullo para confusión de todos. Podían entender que estuviera emocionada, pero el cambio fue tan sorpresivo que todos se mostraban extrañados. ¿Trataba de presumir?
Desconocido para todos, aunque sospechado por Erica, una hoja aparentemente normal cayó de un árbol y fue arrastrada hasta la mano de cierta chica a medio kilómetro de ellos…
Fin del capítulo.
Si, lo sé, me tardé lo suyo y aun así corté el capítulo aquí, pero trato de evitar capítulos demasiado largos cuando estos tienen información importante, para no saturarlos de información. Además de que sentí que quedaría mejor si en este capítulo presentaba a Ena y en el siguiente veíamos la cita con Erica y el combate entre ambas espadachinas. Espero les guste a todos ustedes.
Por cierto, ¿Qué tal quedó la introducción de Ena? Me costó un poco escribirla pero creo que acerté en su personalidad, ¿ustedes que opinan?
En fin, pasemos a los review:
Leincrowbell: Gracias, es bueno saber que logré un buen trabajo con lo de la muñeca.
CCSakuraforever: Me alegra saber que te gustó. Sobre el personaje aquí ya se dio a conocer… y aún faltan cosas por ver.
soulalbarn18000: También yo siento que se pueden aprovechar más los personajes de DXD, especialmente Xenovia, Asia, Rias y Le Fay, y créeme, apenas estoy mostrando leves indicios con las tres primeras, espera por lo que tengo planeado para todos.
SilverCrow: si, una disculpa por eso, trataré de no tardar tanto con el próximo capítulo.
DracoANgel12: Me alegra que te gustara, espero que este también.
Logan: ¿Qué puedo decir? El combate en la LN no es tan largo (al menos en comparación) pero simplemente salió así. La verdad si me tomó algo de tiempo, los canticos son muy entretenidos de hacer, se podría decir que es lo que más me gusta hacer del fic. [Inserte meme: "Ah, veo que eres un hombre de cultura tambien"], ya somos dos, Xenovia es mi favorita de DXD, creo que se mostró, ¿verdad? Jeje.
Leknyn: ni que lo digas, aun no entiendo cómo es que siguen cayendo en algo así, pero bueno. Y créeme, el asunto con Ena podría terminar siendo más largo y complicado que en el canon.
miguelzero24: Gracias, me alegra ver que logré tan buen efecto con el capítulo anterior. Sobre los otros fics, el próximo en actualizar debería de ser A New Legend, luego IS: Resolve y al final otro más de Dead Zone para luego volver a este, aunque mi inspiración podría terminar por cambiar mis planes.
Ronaldc v2: yo prefiero la versión "friki", ¡Alola!, me alegra que te gustara el capítulo. Con Ena créeme, apenas vamos iniciando, pero debo reconocer que me costó un poco escribirla.
carlos Trujillo: Entiendo a lo que te refieres con Katase y Murayama, yo mismo quería hacerlo pero sería raro hacerlo de golpe, controlé a mi versión de Issei por medio de Erica y Yuri para que no fuera tan difícil ni extraño que la animosidad bajara un poco, el club que insinué hace dos capítulos y que confirmé hoy es de mis principales herramientas para eso, pero solo para confirmar y no dar ideas erróneas a nadie, no se formará ningún club de admiradoras para Issei, las cosas quedaran en tolerancia y algo de respeto.
Sergio Gonzlez: gracias, espero este también te guste.
FlashHero: Gracias, pongo bastante empeño en los combates y me esforcé con los de las muñecas, me alegra haber logrado un buen efecto. ¿Los entendiste eh? Entonces, ¡Examen sorpresa! ¿De dónde salió el nombre de Cesar? Sobre formalizar… seria spoiler decir algo sobre eso, así que no queda más que esperar. Sobre Luo Hao pues, se podría decir que está en el harem "extra" (¡Otra referencia!), este harem es casi únicamente para dar pie a algunas situaciones pero no serán sus parejas propiamente dicho… al menos no por ahora.
Con lo de tu fic, una disculpa, aun no los eh leído, trataré de leerlo en los próximos días.
tomfe59: Gracias, me alegro que te guste, y sí, yo también considero que es mejor que siga la LN, solo ciertas ocasiones que lo considere necesario usaría algo del anime, como el combate contra Melkart y Verethragna. Pero, a Metis no la considero importante, no ahora al menos, así que a Atenea no la veremos hasta dentro de unos cuantos arcos… ¿o tal vez no? Lo mismo con otros dioses como Afrodita, aunque la verdad cuando la mencione en el banquete fue casi únicamente para que todo encajara con el lugar y sus habitantes, ahora mismo no tengo un plan para ella, pero sería un desperdicio no aprovechar los mitos, ¿verdad? Veré que se me ocurre en un futuro.
autor godz: ¿Con que les sorprenderé? Casi deberías cambiarlo a ¿con que no les sorprenderé? Jeje, tengo tantas ideas en mente que me da un poco de miedo, ya verás con el tiempo a que me refiero.
a2123330035: Gracias, es bueno saber que no es un simple crossover hecho simplemente por que sí.
shirou6655: Me alegra que te gustó el anterior, ¿y qué tal este?
Kokuyoseki no ketsueki: sip, sigo vivo, rechinando los dientes a ratos con las trabas que salen en el día a día, pero sigo aquí, una disculpa por la tardanza.
Bueno, es todo por hoy, los veo en la próxima. Se despide, The Black Wolf of the Arks.
