Bueno, pues, ¿Cómo ponerlo? Una disculpa por la tardanza, pero bueno, la uni no perdona y mi musa tomó un descanso bastante largo en pos de permitirme enfocarme en un par de proyectos que tenía que terminar a como dé lugar el año pasado, esperemos que este año sea un poco más activo en cuanto a actualizaciones en comparación al anterior… aunque viendo como ha sido esta primera mitad… en fin, disfrútenlo:

-Diálogos-

-Pensamientos-

[Seres sellados en SG]

[Autoridades nombradas por la Booster Gear (BG)]

-Dioses, hechizos y canticos-

-Pensamientos de dioses, hechizos y canticos mentales-

(Lugares, momento) / (N/a: nota de autor)

Capítulo 14: Dificultades negro azabache.

Dentro de su habitación en la residencia Hyodou, Liliana se encontraba en su escritorio con su tarea completa a un lado mientras escribía en un pequeño cuaderno que, dado la expresión de emoción en su rostro, quedaba muy en claro que no eran deberes de ningún tipo.

De pronto, se detuvo un momento y llevó la lapicera a sus labios, pensando mientras su mirada permanecía fija en lo que acaba de escribir.

-¿Qué debería de escribir ahora?- murmuró para sí misma.

-¿Qué tal si haces una mención de sus cálidos pero firmes ojos? Creo que quedaría bien en esa escena-.

-Bien pensado- asintió volviendo a escribir a toda velocidad, apenas permitiéndose agregar un –gracias, Erica-.

-No hay de que-.

La bruja siguió escribiendo por unos segundos antes de pararse de golpe nuevamente, esta vez palideciendo en un instante y mirando por sobre su hombro de manera mecánica. Ahí no estaba otra persona si no Erica Blandelli sonriendo con tranquilidad.

Inmediatamente Liliana se apresuró a cerrar el cuaderno, lo abrazó y lo cubrió con su cuerpo.

Al mismo tiempo, en la sala de estar bajo ellas, Issei tuvo el impulso de darle un abrazo de consolación a una hermana de penurias, a lo que parpadeó confuso antes de encogerse de hombros.

-¿Pasó algo Lily?-.

-¡¿Q-qué haces aquí?!-.

Contrario al tono calmado e "inocente" de la rubia, el de su amiga era de puro pánico.

-Vine a verte, llamé a la puerta pero no contestabas- explicó encogiéndose de hombros -¿esa es tu nueva obra?-.

-¡N-no te interesa!- irguiéndose rápidamente, metió el cuaderno a un pequeño cofre junto a ella y lo cerró de golpe, cerrándolo con una llave que sacó de entre de sus ropas lo que provocó que algunos grabados en su superficie brillaran por unos instantes, siendo algún tipo de salvaguarda.

Volviéndose a ver a Erica mientras guardaba de nuevo la llave de donde la sacó, Liliana sintió un escalofrió de terror recorrer su columna vertebral al ver su expresión divertida.

-¿Q-qué es lo que quieres?-.

-Oh, nada en especial, solo que estaba por salir y venía a hablar contigo antes-.

Fue ahí cuando Liliana notó que la rubia usaba un pantalón de mezclilla, una blusa de tirantes roja y una chaquea negra en lugar de alguno de sus uniformes (el de la escuela y su traje de combate que usaba con bastante regularidad).

-Ah cierto, hoy es tu cita con su majestad-.

-Así es, y hablando de eso, ¿Qué planes tienes Lily?-.

-¿Planes?- inquirió confundida antes ponerse a pensar –pues no estoy segura, ya terminé los deberes así que tengo la tarde libre… ¿debería ir a ayudar a los demás con sus entrenamientos? También podría aprovechar que estarás fuera para continuar y buscar un buen escondite para mi libro-.

-¡Oh! ¿Enserio?- preguntó Erica mostrándose genuinamente sorprendida.

-… ¿A qué viene eso?-.

-No, bueno, esperaba que dijeras algo como "Obviamente seguiré a su majestad a una distancia prudente, como su caballero tengo el deber de protegerlo"-.

-Bueno, normalmente haría eso de ser necesario- asintió un tanto confundida, algo le decía que Erica lo decía de una manera distinta a lo que ella pensaba –sin embargo, estando tu a su lado no hace falta de un guardaespaldas más, además, es una cita de su majestad, sería una grabe falta de respeto para con Issei-sama inmiscuirme en eso-.

Erica parpadeó un par de veces con su boca entreabierta ante la confusión de Liliana.

-¿Qué pasa ahora?- le cuestionó.

-No, nada, solo que, parece ser que aún no caes…-.

-¿Caer?... ¡Ah! ¡¿Qué estas tramando ahora?!- exclamó ahora poniéndose en guardia.

-Nada, puedes estar tranquila- le calmó alzando los brazos, procurando mostrar tanta honestidad como pudiera antes de sonreír con resignación –personalmente considero que sería mejor si lograras evitar ese destino, pero siento que es algo inevitable-.

Esas palabras solo lograron alertarla aún más, pero Erica no le dio importancia.

-Bueno, era todo, hasta luego Lily- y con eso, Erica abandonó la habitación dejando a su ocupante extrañada.

Por su parte, Erica bajó tranquilamente al primer piso y entró en la sala de estar, donde la mayoría de los habitantes del lugar pasaban el tiempo a su manera (con la excepción de Asia que estaba con Hydron en los recién construidos establos y de Yuri que estaba en el templo Himejima), incluyendo Issei quien esperaba por ella.

-Oh vaya, como esperaría de nosotros, pensamos casi igual- comentó con su tono de siempre, viendo el atuendo que el rey usaba era prácticamente igual al suyo, solo que su playera roja tenía unas líneas blancas que iban desde los hombros hasta los costados opuestos formando una "X" enorme y en lugar de una chaqueta llevaba una camisa blanca desabotonada.

El castaño soltó una leve risa antes de ponerse de pie -¿lista?-.

-Claro-.

-Que les vaya bien- les despidió Rias desde su asiento junto a Akeno que asintió a modo de despedida.

Cualquiera que los conociera de mucho tiempo se habría mostrado sorprendido ante esto. En el pasado, cuando Akeno tuvo su primera cita con Issei, casi todas las chicas presentes en la sala los habían seguido "furtivamente", y ahora, por el contrario, mostraban una tranquilidad absoluta. Sea prueba del crecimiento de todas, o simple resultado de que TODAS tuvieron su propia cita asegurada desde el mismo día, no cabía duda que era una mejora para todos.

-Entonces, ¿A dónde me llevas?- inquirió Erica mientras se abrazaba a su brazo derecho.

Issei logró controlarse un poco (no puso su sonrisa pervertida de costumbre al sentir los pechos de la rubia) antes de responder –vamos a comer primero-.

Con eso, la puerta se cerró tras ambos, y todos siguieron con sus actividades.

-Por cierto Akeno, ya casi es la hora, ¿podrías preparar algo de té?-.

-Claro Buchou-.

-Kiba, ¿podrías ir por Asia?-.

-Claro Buchou, pero, ¿esperamos a alguien?- preguntó curioso Kiba mientras la [Queen] se dirigía a la cocina.

-Sí, hoy vendrán dos candidatos a [Pawn] a una entrevista-.

-Falta poco para el [Rating Game] contra Sairaorg Bael así que supongo que es normal, ¿son demonios de alguna otra casa?- cuestionó Rossweisse.

-No, son humanos, estudiantes de nuestra academia de hecho- respondió Rias apareciendo unos ficheros y abriéndolos en la mesa de café para que todos pudieran verlos –parece que portan [Sacred Gear] de nivel bajo o medio, y estoy segura de que serán buenas adicciones a mi sequito… si aceptan claro está-.

(Minutos después, con Issei y Erica)

-¿Aquí?- preguntó un tanto curiosa ante el pequeño lugar de fachada tradicional en medio de una calle comercial. No era un puesto ambulante ni nada exageradamente pequeño, pero dudaba que pudiera albergar a más de veinte, tal vez treinta clientes a la vez.

Por toda respuesta, Issei abrió la puerta corrediza y entró, seguido por la rubia.

Instantes después, ambos estaban sentados cara a cara en una mesa bastante amplia que extraño a Erica.

-¿Está caliente?- murmuró un tanto confundida al acercar la mano a la plancha de metal que abarcaba casi toda la superficie, salvo por los bordes elevados de madera del tamaño justo para que se colocaran platos y otros recipientes tranquilamente.

Antes de que el castaño pudiera responder, un empleado se acercó y dejó junto a ambos jóvenes varios productos: utensilios de cocina, botellas de aderezos, aceite, verduras, algo de carne y una sustancia semi liquida de color beige que Erica tomó y olfateó.

-Huele a algún tipo de sopa…- murmuró antes de encogerse de hombros y tomar una cucharada para probarlo.

-¡Espera!-.

Deteniendo la cuchara a una pulgada de su boca, la rubia miró a su acompañante confundida.

-Primero tenemos que cocinarlo- le explicó mientras tomaba una botella de aceite, aplicaba un poco en una parte de la plancha y luego de un rato le lanzaba la carne y las verduras, manteniéndolas en movimiento con dos espátulas.

-¿Qué clase de restaurante te hace cocinar por la comida que pagas?-.

-Jeje, pues, es algo cultural, creo que no son muy conocidas fuera de Japón, pero puedes divertirte mucho haciéndolo… además de que tienes la oportunidad de preparar las cosas como más te gustan- le explicó tomando un poco de lo que había preparado y ofreciéndole un poco a probar.

Erica lo tomó y dio un bocado, parpadeando un poco –mejor de lo que esperaba, no es un platillo cinco estrellas, pero es bueno- le comentó antes de suspirar algo decepcionada.

-¡¿A qué viene eso si esta bueno?!-.

-Es solo que hubiera sido más divertido si supiera mal-.

-… ¿querías sufrir?-.

-Es un tipo de hobby que tengo, probar platillos extraños y asquerosos de los países que visito, y no es como si me afectara de todas formas, tengo la habilidad de apagar mi sentido del gusto a voluntad-.

Issei no supo cómo responder a eso, por lo que se limitó a sacar el resto de su trabajo de la plancha.

-Déjame probar a mí-.

Erica procedió a imitar al castaño… solo que, instantes después, revolvía sus ingredientes con un deje de pánico al ver como algunas partes se quemaban y como líquidos saltaban por todos lados, todo esto ante Issei quien se carcajeaba a todo pulmón mientras veía el resultado de mezclar ingredientes, aceite caliente y aderezos fríos imprudentemente.

No mucho después, ambos salían del restaurante solo para detenerse frente a un puesto de dulces, donde Erica esperó fuera en lo que Issei hablaba con la mujer mayor tras el mostrador.

Mientras esperaba por su cita, Erica notó a un niño que miraba los estantes hasta que su vista se fijó en un punto y se vio deprimido, por lo que se acercó y le llamó la atención con amabilidad.

-Disculpa pequeño, ¿necesitas ayuda?-.

El niño se sonrojó al ver a la hermosa extranjera hablarle, pero asintió y señaló tímidamente unos dulces hasta el punto más alto del estante. Sonriendo, Erica procedió a cargarlo y a acercarlo a los dulces que quería. De regreso en el suelo y muy alegre, el pequeño le sonrió.

-¡Gracias One-chan!-.

Erica solo sonrió y lo despeinó un poco, no notando como Issei había visto todo y la veía con una sonrisa hasta que decidió acercarse.

-Perdona la espera- se disculpó ofreciéndole los daifuku que había comprado, y comiendo del dulce tradicional, siguieron caminando por la calle.

-No que la comida y los dulces estén mal, pero espero que no solo vayamos a comer-.

Issei solo negó con la cabeza antes de detenerse ante un edificio enorme, un cine.

-¿Vemos esa?- le preguntó a la rubia apuntando al cartel de "Ip Man 3".

-Claro, se ve interesante- aunque respondió con total calma encogiéndose de hombros de forma que cualquier otra persona pensaría que no le interesaba, pero Issei pudo ver el leve destello de emoción oculto en sus ojos lo que lo hizo reír un poco.

Un par de horas después, ambos salían del cine, con la rubia hablando muy animadamente.

-Simplemente genial, como se esperaría de una escena entre Donnie Yen y Zhang Jin, esa pelea al final fue magnifica- comentaba, pese a que ella misma era capaz de hazañas físicas por encima de lo que habían visto en la película.

Issei solo sonrió, sintiéndose extrañamente relajado al ver como la [Great Knight] disfrutaba de algo tan normal como una película de artes marciales.

-Vamos a lo siguiente- sugirió, pero Erica lo detuvo tomándolo del brazo.

-Antes me gustaría caminar un poco por un lugar tranquilo, ¿hay algún parque por aquí?-.

-Bueno, sí- asintió algo confundido, pero se apresuró a guiarla al parque más cercano el cual, curiosamente, se encontraba solo ese día.

La caminata fue tranquila y apacible, aunque Issei se veía algo incómodo, especialmente cuando llegaron a una fuente enorme en medio de la calzada, fue ahí cuando Erica no pudo contener su curiosidad más.

-Ise… el lugar donde te atacaron, fue aquí, ¿verdad?-.

Al inicio la única señal de que la escuchó fue como su cuerpo se puso rígido unos instantes, pero se relajó tanto como pudo y suspiró antes de asentir pesaroso. Aun tras todo este tiempo, y habiendo superado los aspectos más difíciles de ese evento, seguía habiendo vestigios del trauma en él.

-…que mal gusto de tu parte, Ena- suspiró tan bajo que Issei, desenfocado como estaba, no lo captó antes de mirarlo con algo arrepentimiento –perdona por hacerte venir aquí-.

-Está bien, aun si este lugar me pone incómodo, ya no es la gran cosa- le calmó con una sonrisa mientras le tomaba la mano, logrando hacerle sonreír un poco.

-Bueno, vinimos aquí porque un informante me dijo que alguien puso algún tipo de trampa o hechizo por la zona, esperaba que pudieras encontrar algo con esos ridículos instintos tuyos-.

-¿Segura que quieres hacerlo hoy? Podemos venir después de la cita-.

-Está bien, mientras más pronto lidiemos con esto mejor-.

Asintiendo, Issei soltó su mano y caminó alrededor de la fuente, tratando de sentir algo fuera de lugar.

-…nada claro, pero- el castaño se detuvo frente a una lámpara de calle –esta me da una sensación extraña, aunque no sé qué pueda ser, ¿Ddraig?-.

[También yo siento algo fuera de lugar, pero más allá de parecer una especie de barrera o algo similar, no tengo idea compañero]

-¿Una barrera?- murmuró pensativa Erica.

-Eso no es una barrera, pero Ena no entrará en detalles. Ena y Ama no Murakumo hicimos unos pequeños cambios ahí, pero también en otros más por el lugar-.

Girándose al origen de la voz, se toparon con Seishuuin Ena aun vestida con ese uniforme desconocido y apoyando su paquete en su hombro derecho.

-"¡La región de muchas murallas de Izuno! ¡De las muchas nubes crecientes! ¡Para residir allí con mi cónyuge! ¡Puedo construir un palacio de muchas murallas! ¡Ah, ese palacio de muchas murallas!"… ese es el hechizo que Ena ha escrito en ocho lugares diferentes de este parque- explicó con total calma.

Pese a eso, Issei sintió una extraña sensación al verla. Como si, en ese momento, fuera peligrosa.

-Ena estaba revisándolos, si no funcionaran cuando se necesitaran sería muy problemático, pero ¿Qué hacen aquí? ¿Qué no iban a tener una cita?-.

-Así que tenía razón, estabas espiándonos después de que te fuiste- ante las palabras de Erica, Issei recordó el abrupto comentario de su cita el día anterior, y comprendió el porqué de él.

-Como se esperaría de Erica-san, es muy hábil- fue todo lo que dijo, pero eso fue todo lo que el rey y su caballero necesitaron.

-Estábamos en nuestra cita, pero decidí que debíamos aprovechar que estábamos por la zona para investigar la broma que preparaste, eso es todo-.

-Entonces, ¿Ena les perturbó la cita?-.

Ambas conversaban tranquilamente, pero el ambiente entre ellas era todo menos pacifico e Issei estaba alerta a causa de eso.

-… ¿podrían no causar un escándalo? Preferiría no tener que pedir por reparaciones para este parque- comentó a modo de broma en un intento de suavizar la situación, pero...

-Entiendo esposo mío… Ena quisiera llamarlo así pero aún me es difícil- con un fluido movimiento, la sacerdotisa abrió su paquete y sacó su peligrosa espada enfundada –Además, Ena no solo tiene por meta volverse la esposa de su alteza-.

-Eliminarme, ¿no es así?- inquirió sarcásticamente Erica cambiándose a su atuendo de combate y materializando a Cuore di Leone con círculos mágicos.

En respuesta, Ena sonrió ferozmente.

-Hyodou-san es una persona muy importante para Japón, "por lo que no es bueno dejarlo junto a una extranjera todo el tiempo"… o eso es lo que dice la gente en casa de Ena. A Ena no le importa tanto, pero…-.

Dejando su empaque en el suelo, Ena se puso el cinto de la espada y tomó una posición de desenfunde, con la mano firme en la empuñadura.

-Esto tiene que hacerse, así que no queda de otra. Además, Erica-san es una [Great Knight] italiana, eso emociona mucho a Ena. El abuelito también está entretenido-.

-Susanoo, ¿verdad?-.

-Como se esperaría de Erica-san, averiguó muy rápido quien es el abuelito… Yuri no dijo nada ¿o sí?-.

-No, pero mis contactos y recursos no se limitan solo a ella-.

La única respuesta que Ena dio, fue desenfundar su espada y tomar tranquilamente una postura de ataque.

-Issei, déjamelo a mí, aunque tienes suficientes recursos para derrotarla sin matarla, como caballero no puedo dejar este desafío sin respuesta-.

-…está bien, pero no te excedas, tampoco tú Ena-san- aceptó el rey de mala gana.

-Ara, ¿preocupándose por su pareja, majestad?-.

-Por ambas en realidad- respondió con simpleza el rey mientras retrocedía un par de pasos, mirándolas inseguro, listo para actuar. No tenía dudas de que las cosas subirían de nivel en un instante.

Ena parpadeó un poco, no esperando que se preocupara por ella también, pero sacudiendo la cabeza volvió a enfocarse -Bueno, Yuri no está presente, y aunque la presencia de su majestad es algo incomoda, ¡Ena está más que lista para esto!-.

Sin más, Ena pateó el suelo bajo ella y se impulsó contra la [Great Knight] a una velocidad impresionante y lanzó una feroz estocada. Erica esquivó y respondió con su propio corte, a lo que Ena simplemente flexionó su cuerpo y dejó pasar la hoja sin tocarla.

Penetrantes ojos azules y feroces ojos rojos se encontraron, y pronto, el intercambio de golpes aumentó de velocidad. Implacables destellos plateados arremetieron como un torrente de balas, solo para ser interceptados por ases negros.

En un momento las cosas dieron un giro y fue Erica la que empezó a defenderse, interceptando la hoja enemiga sin falta, pero siempre en el punto más crítico, todo ante la sorpresa y leve incredulidad de Issei.

Sabía que había muchos humanos mucho más fuertes que Erica, inclusive en cuanto al uso de la espada, pero no esperaba encontrar a alguien de su edad capaz de enfrentarla tan parejamente en Japón.

Los ojos del rey se enfocaron en la espada azabache. La Tsurugi era más grande y pesada que el florete de Erica, y sin embargo, Ena era más que capaz de responder a los veloces ataques de su oponente. No podía evitar preguntarse cuanto de lo que veía era la habilidad con la espada de Ena, y cuanto era su capacidad como usuaria de [Posesión Divina].

Mientras los envites entre ambas espadas sobrenaturales aumentaban de intensidad, Issei empezó preocuparse de verdad, estaba seguro de que las cosas se pondrían feas en cualquier momento, especialmente al ver como cargaban directamente una contra la otra con fiereza, y no estaba dispuesto a ver el resultado.

[Fake Reality]

Dejando fluir su magia, Issei enfocó a ambas combatientes y usó la que podría ser llamada herramienta favorita disponible por su autoridad de engaño, cadenas doradas que surgieron del suelo y se envolvieron en ambas chicas y sus espadas, deteniéndolas en el acto.

-¡Esto es…! ¡Ise! ¡¿Por qué interfieres?!-.

-¿Cadenas? ¿Es una autoridad de su majestad?-.

Suspirando, Issei empezó a caminar hacia ellas –tenía el presentimiento de que las cosas se pondrían problemáticas si las dejaba seguir, no interferiré si solo es un combate de practica o un enfrentamiento amistoso, pero la verdad, parecía que querían matarse la una a la otra- les explicó mostrando su ocasional faceta seria.

-Ah, ¿es por esto que Yuri se enamoró de su majestad? "No dejaré que mi mujer sea lastimada", ¿algo así verdad?- inquirió curiosa Ena.

-No, bueno, no estoy seguro si fue por eso, pero no es solo por eso que intervine- explicó un tanto apenado, si bien había aceptado el hecho de que su soñado harem había llegado de lleno a su vida, aún era nuevo en el tema de las relaciones –no solo Erica, también me preocupaba Ena-san-.

-¡¿E-eh?! ¡¿También Ena?!- sorpresivamente, la nipona se veía no solo sorprendida, sino que también avergonzada, especialmente con ese leve sonrojo que se filtró en su rostro -¡¿D-de v-verdad su majestad considera a E-Ena como su esposa ya?! ¡¿Tan pronto?!-.

-De hecho, no- cortó la idea de raíz, confundiéndola.

Erica por su parte se limitó a suspirar y a relajarse tanto como podía en su atadura. Sabía lo que venía y estaba resignada a ver caer a la nueva víctima de lo que estaba considerando llamar como "la epidemia Ise".

-No tengo interés en una relación arreglada por más hermosa que sea la novia, inclusive si me dijeras que no quieres, haría lo posible para liberarte de esto-.

Era algo obvio para todo el que lo conociera, había dado su brazo izquierdo para liberar a Rias de su matrimonio arreglado con Riser aun cuando él era el que sentía algo por ella y no había nada que le insinuara que ella le correspondiera (y si bien Rias empezaba a sentir algo más, él no lo había notado), ahora que era mucho más poderoso e influyente, era imposible que se quedara cruzado de brazos si un amigo se encontraba en una posición similar, y ese era el otro punto.

–Pero aun si no te veo como una pareja, eres una amiga de Yuri, y sé que ella se sentirá triste si eres obligada a hacer algo que no quieres hacer, además, yo también te veo como mi amiga, así que te ayudaré en todo lo que pueda- le aseguró con toda la sinceridad que podía, sonriendo amablemente.

-…Y~, eso lo sella- pensó un tanto frustrada Erica al notar como el rojo abarcaba más del rostro de la azabache –en serio, me alegro que sea tan abierto con su perversión, si no fuera así, estoy segura que habría varias humanas normales tras de él a este punto-.

Ena bajó su mirada al suelo, apenada ante lo que acababa de escuchar, pero, lentamente, una sonrisa se formó en su rostro, y Erica se encontró tensándose de nuevo.

-…después de escuchar eso, ¡Ena está más decidida a ganar!- alzando la mirada con determinación, un aura oscura rodeó su espada y se extendió cual serpiente a lo largo de su cuerpo, y para cuando Issei quiso reaccionar, tensó su cuerpo y destrozó las cadenas que la rodeaban.

Sorprendido, Issei desvaneció las cadenas alrededor de Erica y ambos retrocedieron rápidamente de Ena en precaución, por su próximo movimiento… solo que no atacó con su espada, si no que sacó su celular.

-Un momento por favor, su majestad, Erica-san- pidió mientras se llevaba el aparato al oído -¿Abuelito? Sé que es antes de lo que esperabas, pero por favor, usa "eso"- con eso, guardo el celular y volvió a empuñar su espada.

Al mismo tiempo, el sol fue cubierto casi en su mayoría por un circulo negro que apenas y dejaba un poco de la luz solar, formando una corona blanca a su alrededor, como si fuera un eclipse solar. El viento empezó a circular con gran violencia, a tal punto que, aunque Ena recitó a voz en grito, tanto Erica como Issei apenas fueron capaz de escucharla:

-"El más rápido de los marineros de Uji vendrá a mí, ¡El dios que adoraba ya no existe! ¡Si crees que ese dios existió alguna vez, sacrifícate junto conmigo!"-.

El efecto inmediato, para Issei, fue el de la sensación del que el mundo se desvanecía a su alrededor, y mientras sus instintos de combate surgían, sintió como si el ambiente a su alrededor se volviera mucho más denso, como si el aire empezara a volverse agua. El poder divino se sentía a lo largo del parque, saturando los sentidos de Erica y provocando que Issei mirara en todas direcciones en alerta. Ena, por el contrario, empezó a hablar.

-¿Sabe, su majestad? Ame no Murakumo fue usado por dos guerreros, Susanoo no Mikoto y Yamato Takeru, quienes además de ser en extremo fuertes, eran muy astutos, al punto que se volvieron dioses del engaño, del robo y del constante cambio. Susanoo inclusive provocó que el sol (Amaterasu) se escondiera en una cueva por un tiempo, ¡es por eso, su majestad, que no tiene forma de escapar de este truco!-.

Apenas dijo esas palabras, el suelo debajo de Issei se convirtió en sombras y tinieblas.

[¡Compañero, debajo!]

-¡¿Pero que…?!- descendiendo rápidamente en las sombras, Issei se apresuró a crear una ilusión de dos pilares de acero en el asfalto con una viga conectándolos y una cadena al centro de esta para tratar de jalarse fuera de la trampa, pero por más que se esforzó, las ilusiones nunca obtuvieron consistencia física y permanecieron como meros espejismos.

Al notarlo, trató de usar sus alas para salir, pero ya para entonces las sombras le llegaban al cuello, y sus alas fueron incapaces de presentar resistencia alguna a su descenso.

-¡Ise!- inclusive Erica fue incapaz de hacer algo más que ver con impotencia como su rey desaparecía, por lo que enfocó a la causante y cargó en su contra con ira.

Nuevamente, ambas espadas se enfrentaron, solo que esta vez permanecieron empujándose la una a la otra y Erica, cara a cara con Ena, espetó con furia.

-¡¿A dónde lo enviaste?!-.

-Ena no lo sabe, el abuelito es el que hizo esto, Ena solo colocó las marcas del abuelito, pero tal vez esté en el [Reino Espectral] con él, y Ena no creé que su majestad vuelva pronto-.

-¿El [Reino Espectral]? ¡¿Te refieres al [Reino Astral] que está en el límite entre la vida y la muerte?!-.

-¿Así lo llaman en Europa?, suena mucho más romántico así-.

Erica chasqueó su lengua ante tan despreocupada respuesta, sin embargo, había algo que quería confirmar antes de seguir –así que no solo portas esa espada, sino que también te puedes comunicar con un dios en el [Reino Astral]…entre ustedes las miko hay una gran variedad de habilidades, ¿eh?-.

-Así es, Ena puede hablar con un dios e inclusive tomar prestado un poco de su poder-.

-Como me temía, es una usaría de [Posesión Divina]… estoy en problemas-.

Ante tal don, el cual era aún más raro que la [Visión Espiritual] de Yuri, Erica simplemente carecía de respuesta. [El Golgota] tal vez pudiera equilibrar un poco la situación, pero…

-Ah, por causa del abuelito, parece que se colaron algunos espíritus de ese lado- comentó despreocupada Ena mientras se volvían a separar y tomaban distancia. Entonces dirigió su espada a las sombras que se habían tragado a Issei, y la espada recta poco a poco empezó a curvarse, tomando cada vez más el aspecto de una katana y un aura llameante oscura la rodeó ominosamente.

-¿Sabes? La curvatura de las katanas se debe a los herreros de los barbaros que alguna vez fueron enemigos de los nipones- explicó Ena, pero su tono de voz distaba mucho de su despreocupado tono usual, era uno gélido y oscuro, como el viento que soplaba en un campo de ejecución –Con una hoja curva se consigue un mejor corte. Es la técnica de la forja que los artesanos de Enshu heredaron de los herreros de Ezo, y de ahí se distribuyó al resto del país.

-Se podría decir que ese es el principio detrás de esta espada: aplastar el poder enemigo y tomarlo para sí mismo- dirigiendo la espada azabache hacia Erica, una sonrisa espeluznante surgió en el rostro de Ena.

Era la cara de un fantasma de la espada.

-Esta es la espada de la conquista, la compañera de Ena, ¡Ame no Murakumo!-.

Ante tan perturbador oponente, Erica juzgó sus opciones:

Eran tres solamente. La primera era enfrentarla, pero no era una opción, especialmente al sentir como, contrario a lo normal, el poder mágico de Ena era suprimido, y lo que se sintió en respuesta fue una leve presencia divina, como el de una [Bestia Divina] y por más talentosa que Erica es, enfrentar a una [Bestia Divina] sola y sobrevivir, especialmente en el estado emocional actual de Ena, era prácticamente imposible. Aun le faltaba crecer más.

La segunda era huir, pero Erica tenía en claro que se arrepentiría de escapar de esto.

Por lo que quedaba solo la tercera opción.

Sin más, Erica saltó a las sombras que se tragaron al rey.

-¡Realmente lo hiciste, Ena está impresionada!-.

-¡¿Qué rayos pasa contigo?!-.

Ena siguió a Erica con una sonrisa emocionada, y en cuanto ambas jóvenes desaparecieron en las sombras, todo volvió a la normalidad.

(Minutos antes, residencia Hyodou)

Rias (quien acababa de terminar una extensa, si bien resumida, explicación sobre las tres facciones, el sistema [Evil Piece, los [Rating Game] y las [Sacred Gear]) y todo su sequito, que tenían sus alas a la vista, las ocultaron.

-Así que, ¿Qué dicen? ¿Les interesa una vida casi eterna?- preguntó Rias mirando a las dos jóvenes estudiantes que parpadeaban incrédulas ante todo lo que acababan de ver y oír.

-E-espere por favor, R-Rias-sempai, es mucho para asimilar- suplicó una chica de cabello rosado hasta los hombros con una castaña de coletas más cortas que las de Irina a su lado sujetándose la cabeza, ambas viéndose levemente intimidadas.

Las dos humanas presentes no eran otras Katase Kaori y Murayama Aki respectivamente.

(N/a: Edit; gracias Ronaldc v2 por decirme sus nombres completos, antes los desconocía y las llamé Rina y Asuka pero ya no es necesario. Y para quitarles la idea antes de que siquiera se les forme, no, ninguna de ellas pasará a ser parte del Harem de Issei, ya tengo las veinte decididas y, de las tres de las que ustedes desconocen por no ser parejas canon en ninguna de las dos obras, ninguna es humana de nacimiento. La única forma que hay de que se vuelvan parte es que sean del canon de DXD o que me convenzan de que sería de utilidad para el fic)

Respirando profundamente, Aki fue la primera en hablar.

-Gremory-sempai, ¿por qué nos dice esto?-.

-Verán, actualmente tengo ocho [Pawn] pendientes y se acerca un [Rating Game] muy importante, así que me gustaría aumentar el número de mi sequito cuanto antes, especialmente ahora que aún podemos entrenar un poco. Personalmente prefiero que mi sequito esté conformado por personas cercanas a mi edad, si ya estudian en la academia Kuoh mejor aún, y ustedes tienen [Sacred Gear, así que son mis mejores opciones. Aunque claro, si no desean tener nada que ver con el mundo de los demonios, está bien, es su decisión enteramente-.

Ambas se miraron dudosas en silencio por varios minutos, comunicándose con solo la mirada, hasta que finalmente, ambas negaron levemente para luego dirigirse a Rias.

-Lo siento mucho, Rias-sempai, pero, es demasiado por un día, nos gustaría algo de tiempo para pensar- pidió Kaori.

Rias no se mostró decepcionada ni molesta ante esto –está bien, entiendo que es mucho que asimilar, pueden tomar todo el tiempo que necesiten para decidir, y por el [Rating Game] no se preocupen, si aceptan unirse una vez que vuelvan del viaje a Kyoto esperaremos hasta después del partido para reencarnarlas, no podría obligarlas a participar con tan poca experiencia- les aseguró con una sonrisa comprensiva.

-Muchas gracias, Rias/Gremory-sempai- agradecieron ambas aliviadas.

-¿Ara? ¿Ya terminaron?- cuestionó Irina que recién entraba a la sala junto a Yuri y Liliana.

-¡¿Irina-san, Yuri-san, Lilliana-san?! ¿También son demonios?- saltó Kaori al instante, Aki mostrándose tan sorprendida como ella.

-Veo que ya les explicaron del mundo sobrenatural- empezó Liliana con total calma –respondiendo a su pregunta Murayama-san, no somos demonios, Yuri y yo somos humanas, si bien no normales, yo soy una bruja y una caballero, Yuri es una miko-.

-¡Yo soy un ángel!- exclamó contenta Irina mostrando sus alas y su aureola con orgullo.

-Un ángel autoproclamado-.

-¡Qué no me autoproclamo, Xenovia, en verdad soy un ángel!-.

Ambas chicas se miraron sorprendidas antes de preguntar una duda recién surgida.

-Entonces, ¿qué hay de Erica-san?- preguntó Kaori dudosa con Aki asintiendo a su lado.

-¿Ella? Es una alquimista y al igual que yo, es una caballero- respondió Liliana.

-Y… ¿Hyodou?-.

-Ise-san es, bueno, es algo complicado- empezó Yuri antes de que sus ojos se abrieran de golpe y sus facciones se deformaran en alarma.

-¡¿Yuri?!-.

Ignorando a la bruja llamándola con apuro, o al resto observándola con preocupación, Yuri sacó su celular y, por primera vez, lo manipuló con habilidad, el pánico ayudándole a pasar por las instrucciones de Ise a la perfección y en cuestión de instantes, escuchaba el tono del celular hasta que finalmente conectó la llamada.

-Ara, que sorpresa que llame Yuri-san, ¿ocurre al…?-.

-¡Amakasu-san, ¿sabe algo de Ena-san?!- le cortó apurada.

Al instante, todos los presentes que sabían de la miko guerrera se pusieron en alerta.

-…Como se esperaría de Yuri-san, sus sentidos son muy agudos- suspiró por la línea antes de continuar –como supones, había sido encargado de seguir a Ena-san y ayudarla (léase, "limitarla") en lo que pudiera. Unos minutos atrás se reunió de improvisto con su majestad y Erica-san en un parque, combatió momentáneamente con ella hasta que su majestad intervino, entonces ella procedió a activar algo e Issei-san desapareció en un cúmulo de sombras bajo él, Erica-san y Ena-san saltaron tras él, aunque Ena-san parecía más enfocada en seguir a Erica-san-.

-Esto es malo, veámonos en el club de ocultismo, llevaré a todos- con eso, cortó la llamada y se giró hacia Rias y Liliana –Ena-san hizo su movimiento y ella. Erica-san e Ise-san están desaparecidos- explicó rápidamente.

Al instante todos, salvo las dos humanas novicias en lo sobrenatural, se irguieron.

-Akeno, llama a Azazel-sensei, lo veremos en el club-.

-Entendido, Buchou-.

-E-esperen, ¿q-qué está pasando?- preguntó Aki confusa. A su lado Kaori asintió.

-Lo siento, pero no tenemos tiempo para explicarles ahora mismo, tendrá que ser en otra ocasión- les explicó apresuradamente Rias y señalándoles levemente la salida.

Ambas kendokas se miraron inseguras por unos instantes antes decidirse y girarse a la pelirroja.

-Por favor Gremory-sempai, llévenos también-.

-¿Perdón?-.

-Entendemos que tengan prisa, y puede que les estorbemos simplemente por acompañarles, pero Kaori y yo queremos ver esto con nuestros propios ojos antes de decidir nada-.

-Así es, por favor, Gremory-sempai-.

Con eso, ambas dieron una leve inclinación ante la pelirroja, que lo consideró por unos instantes.

-Está bien, pero tendrán que seguir nuestras indicaciones al pie de la letra, ¿está claro?-.

-¡Si, Gremory-sempai!-.

-Muy bien- Rias se giró su [Queen] quien desvanecía un círculo mágico de comunicación junto a su oído –Akeno-.

-Entendido-.

Con eso, un círculo mágico se extendió debajo de todos los presentes, llevándoselos de ahí.

(Al mismo tiempo, con Issei)

Una vez salió de las sombras, Issei se encontró en una zona desconocida que parecía ser alguna montaña, con césped bajo sus pies y arboles a su alrededor, con un rio pasando cerca de él. Era un lugar al que no le habría molestado ir a pasar una tarde de picnic o incluso a acampar con sus amigos… si no fuera por la lluvia torrencial que lo dejó completamente empapado en cuestión de segundos.

No que pudiera prestarle mucha atención a un detalle como ese, estaba muy ocupado resistiendo las náuseas y el tremendo dolor de cabeza que le obligaron a ponerse a gatas por varios minutos hasta que logró estabilizarse lo suficiente para alzarse con algo de torpeza.

-¿Dónde estoy?-.

[No estoy seguro ya que no tengo experiencias pasadas para comparar, pero sospecho que estamos en el [Reino Espectral]

-¿[Reino Espectral?]-

[Si, es una dimensión intermedia entre la brecha dimensional y otras más como el mundo humano, el cielo o el inframundo, una a la que es extremadamente complicada entrar, no creo que ni Ryuuteimaru pueda entrar aquí por su cuenta]

-Eso es problemático, Erica y Ena ya deben de estar peleando de nuevo, tenemos que volver cuanto antes- alzando la vista, Issei notó a pocos metros rio arriba una casa tradicional no muy grande, por lo que se apresuró a correr hacia ahí.

[Cuidado socio, los habitantes de esta dimensión no son muy amigables a los de tu "especie"]

-¿Por qué lo dices?- preguntó sin detenerse, abriendo la puerta corrediza de un movimiento… y congelarse en el acto.

-Oh vaya, llegas un poco más rápido de lo que esperaba- saludó relajadamente un hombre sentado tranquilamente mientras tomaba de una pequeña copa de sake.

Era enorme, tan musculoso que ponía inclusive a Sairaorg en vergüenza. El hombre usaba una ancha yukata de color claro con un collar de cuencas negras el doble de grandes de una pelota de baseball. Su piel estaba levemente bronceada y su revoltosa cabellera y tupida barba eran de color negro azabache.

Sin embargo, lo que frenó a Issei no era su aspecto…

-Disculpa por traerte tan bruscamente, pero esa mocosa de Ena quería tener un encuentro con la chica italiana sin interrupciones. Sea como sea, es un placer conocerte Hyodou Issei, séptimo Campione y actual Sekiryuutei, soy Susano-o no Mikoto, puedes llamarme Susano o simplemente anciano, pero ni se te ocurra llamarme abuelito, ya tengo suficiente con Ena-.

…si no su intensa, si bien controlada, aura divina.

(Con Erica)

El viaje por las sombras fue inmediato, por lo que no le tomó mucho tiempo a Erica aterrizar en medio de lo que parecía un bosque con un ancho rio a un costado, y a diferencia de Issei, no solo no estaba lloviendo ahí, sino que también fue afectada aún más intensamente.

El [Reino Espiritual] era un lugar en medio de las dimensiones regulares y la brecha dimensional, y como tal, estaba saturada de energía altamente toxica para los seres menores.

Humanos, ángeles, ángeles caídos, demonios, vampiros, todos corrían riesgo de morir simplemente por estar ahí, y solo los dragones, dioses, semidioses y seres de enrome poder (del top 100 como mínimo) eran capaces de resistir por su cuenta la atmosfera del lugar, al menos sin una poción especial, cuyos ingredientes, junto a los necesarios para realizar ritual para ingresar, eran tan raros y especiales, que prácticamente nadie cruzaba por voluntad propia.

Claro que la mayoría de los que conocían el lugar carecían de razones para ir considerado los habitantes de dicha dimensión.

Pero por desgracia para Erica, se encontraba sin apoyo de nadie y no parecía que hubiera nadie en la cercanía, por lo que su única opción para sobrevivir, era expulsar su magia a modo de protección.

Manifestándose como una nube de energía dorada rodeándola, su magia logró filtrar lo suficiente el ambiente como para que se pudiera erguir de nuevo en cuestión de segundos, pero solo era una solución temporal. En cuanto su magia se agotara, la intoxicación volvería a afectarla con mucha mayor intensidad.

-Debo darme prisa en encontrar a Ise- murmuró para sí misma antes de girarse en alerta, sintiendo a alguien acercarse a sus espaldas.

-Erica-san es increíble, pensar que se podría mover tan pronto- comentó impresionada Ena, caminando con tranquilidad.

-Tu, por otro lado eres muy molesta, ¿te importaría hacerte a un lado para que pueda buscar a Issei?-.

-Si eso quieres, tendrás que derrotar a Ena- comentó volviendo a alzar a Ame no Murakumo.

Erica respondió alzando a Cuore di Leone.

Instantes después cargaron una contra la otra y chocaron sus espadas, pero para la sorpresa de Erica, su espada mágica no logró frenar la espada divina como había hecho antes y fue cortada limpiamente. Rápidamente retrocedió de un salto y recitó:

-¡Acero de león, símbolo de la autoridad indestructible!-

El fragmento segmentado voló rápidamente por el aire y se volvió a unir al resto de la hoja justo en el momento en que Erica volvía a tocar el suelo.

-¿Está recuperando su poder original?- se preguntó en un murmullo, viendo a la azabache ser rodeada por un leve aura divina, proveniente de Susano sin lugar a dudas.

No era mucho, probablemente era solo el 0.02% del poder total del dios, apenas suficiente para que Ena pudiera empuñar la espada que se volvía cada vez más divina sin morir en el intento, y sin embargo, dada la situación actual, era casi una sentencia de muerte para Erica.

-Sí, aunque Ena tiene que aclarar que no es solo el poder del abuelito, [Ame no Murakumo] es similar a un dios subordinado que heredó el atributo de Susanoo como dios de la conquista, y por eso, Ena quiere pedirte disculpas, Erica-san-.

-¿Disculpas?- cuestionó confusa.

-Si, por que ahora, Ena es tan fuerte que no puede evitar sentir que es injusto, demasiado injusto-.

Erica entrecerró los ojos ante eso, especialmente al ver como la azabache empezaba a moverse rígidamente, casi como una marioneta.

-¡[Ame no Murakumo]! ¡Te ofrezco este cuerpo como sacrificio, rezo para calmar tu salvaje espíritu!-.

Apenas recitó las palabras de hechizo, sus ojos pasaron de ser los ojos de un guerrero que disfrutaba del combate, a los de un espirito vicioso, determinado a aniquilar por completo a sus enemigos. Y una vez más, abrió la boca para recitar.

-Miríada de hojas rompiéndose, Iwaki de Dios, sobrepasando lo posible, ahora la llamo, la lamentable nada-.

El efecto fue inmediato, el poder mágico que rodeaba a Erica fue absorbido por la espada divina, obligándola a caer de rodillas con desesperación.

La habilidad para asimilar el poder de los enemigos, parte esencial del concepto de conquista que tanto Susanoo como [Ame no Murakumo] compartían, era posible de usar de varias maneras, y en esta ocasión, sellaba casi con certeza el fúnebre destino de Erica.

(Con Issei)

-Entonces, ¿tú eres Susanoo [Desencadenado]?- preguntó Issei aun en la entrada, listo para la pelea que podía iniciar en cualquier momento.

-Lo soy- asintió tomando algo de sake antes de mirarlo divertido –tranquilo, no pienso empezar nada aquí, seré un [Desencadenado] pero no tengo deseo de causar problemas ni nada por el estilo, estoy retirado-.

-¿Retirado?-.

-¿Cómo decirlo?… entre los [Desencadenados] hay una pequeña porción que no desean causar problemas en el mundo humano, pero tampoco deseamos [Encadenarnos] o no podemos hacerlo. En mi caso es ambos, no quiero pasar por ese ritual, y aun si quisiera el verdadero Susanoo sigue con vida, nos reunimos cada siglo para tomar, es un gran tipo-.

Issei parpadeó mientras procesaba eso, nunca creyó que dos versiones de un dios pudieran llevarse bien.

-¿Es eso, normal?- preguntó curioso, finalmente tomando asiento.

-No exactamente, los [Desencadenados] somos, por decirlo de una manera, rebeldes, nos entretenemos con ver los efectos que causamos en la tierra y tratamos de cambiar el orden, y como generalmente eso se traduce a dañar la imagen de los [encadenados] o de "usurpar" el puesto de ellos, su orgullo no puede tolerar tal cosa por lo que lo normal es que nos odiemos a muerte- explicó antes de mostrar una sonrisa divertida –pero en nuestro caso somos distintos, además de ser de la guerra y de la tormenta, somos un dios del engaño, reunirnos a tomar un buen sake es una forma que tenemos de decirles al resto "váyanse al diablo", a la cara si he de agregar, mi contraparte se asegura de que sea de conocimiento público, ¡la última vez inclusive invitó a Thor!- y como si hubiera dicho la mejor broma del mundo, alzó la cabeza y soltó una carcajada a todo pulmón.

Issei simplemente lo miró un tanto extrañado.

-Ah, ¿Susanoo-san?- llamó algo inseguro en cuanto el dios se empezó a calmar.

-Corta los formalismos chico, los odio y no estamos en una maldita reunión formal-.

-Ah, bien, entonces, Susanoo, ¿Por qué me trajiste aquí?-.

-Quería hablar contigo, pero no puedo dejar mi hogar tan fácilmente, ¿tienes idea de cuantos problemas causaría por ir allá?-.

-¿Hogar?... cierto, Ddraig dijo que ustedes los [Desencadenados] habitaban aquí-.

-Correcto, nosotros no moriremos a no ser de que nos maten, y tampoco podemos desaparecer a voluntad, no es como si quisiéramos pero bueno, los que nos calmamos volteamos a ver a este espacio entre dimensiones, tranquilo, recluido en cierta medida, es un buen lugar para que vivamos, inclusive tu madre está en algún lugar de aquí, aún más recluida que yo o los otros-.

-¿Mi madre?-.

[Se refiere a Pandora compañero, no lo recuerdas pero cuando reviviste como Campione tu alma fue traída a una zona de aquí por ella]

-¿Entonces ya estuve aquí antes?-.

-¿No lo recuerdas?-.

-No, Ddraig dice que aquí renací como Campione, pero no lo recuerdo-.

En ese momento, el dolor de cabeza volvió con venganza, haciéndolo llevarse una mano a la frente.

-Ah, lo siento, es mi error, como te traje por medios "no naturales" tus recuerdos del lugar deben de estar bloqueados, me imagino que desde que llegaste la cabeza te estaba matando ¿verdad?- se disculpó despreocupadamente antes de encogerse de hombros –supongo que es algo que no ha cambiado, desde antes me encantaba de meterme con todos, recuerdo que una vez causé que mi hermana permaneciera en una cueva por un buen tiempo… y siendo ella una diosa del sol te imaginas lo que eso significó para ustedes los humanos-.

Escuchando sus palabras, toda clase de conocimiento inundó la cabeza de Issei.

[Persian Warlord: Warrior]

Sin proponérselo, una katana dorada apareció en su mano derecha.

He! Como se esperaría del portador de la espada de la sabiduría, solo con esa anécdota bastó para que forjaras esa peligrosa arma tuya-.

-¿P-por qué? Todo este conocimiento, de golpe…- masculló con algo de esfuerzo.

-Este sitio es diferente al mundo en el que tú vives, o el de cualquiera de los otros seres sobrenaturales, el [Reino Espiritual] es en donde se contiene el [Registro Akásico] que es el registro de todos los acontecimientos y conocimientos, especialmente el de ustedes los humanos, tu teniendo una autoridad que requiere de conocimiento para su uso recibirías toda la información disponible en el momento en el que algo de esta se te dijera- le explicó.

Pero el dolor de cabeza de Issei empeoró, y apenas registró lo que le dijo.

-¿será este el precio por obtener el conocimiento de esta forma?- se preguntó antes de enfocarse –c-como sea, necesito volver donde Erica y Ena, ¿Cómo salgo de aquí?-.

-¿Salir? Chico, te traje aquí para que las dejaras pelear en paz, si te vas volverás a entrometerte-.

La expresión de Issei pasó de sorpresa a enojo rápidamente.

-Tranquilo, ¿quieres algo de sake?-.

-No, lo que quiero es ir con ellas, ahora-.

-Pensando en ir tras mujeres tan pronto, en verdad es lujurioso, jeje-.

Issei parpadeó ante esa nueva voz. Girándose, se topó con alguien salido de la nada en un rincón tras Susanoo. El recién llegado usaba un hábito de monje budista negro, pero eso no era lo más llamativo, si no como la piel se le pegaba al esqueleto. Era como si no tuviera ni una sola onza de carne en todo el cuerpo, y su piel era seca y arrugada. Sinceramente, Issei estaba más dispuesto a llamarlo momia que hombre.

-Que te preocupe tanto… tal vez nuestros esfuerzos por mandarte una concubina no fueron un desperdicio. La verdad, tenía miedo de que no te agradara considerando lo peculiar que es… ¿o es la extranjera la que te preocupa?- inquirió el monje con un leve tono de sarcasmo.

-Rakshasa no Ou, desea verlas de nuevo, ¿no es así? Le suplico que espere un poco más- intervino otra voz más.

En la esquina contraria a la momia, estaba una hermosa mujer, digna del título de Yamato Nadeshiko (o inclusive iba más allá) ataviada con un brillante y colorido kimono juunihitoe. Sus ojos eran claros como el cristal, sus cabellos de un rubio profundo, y su piel lisa y delicada parecía de marfil pulido. Para finalizar la estampa sobrenatural, había un tazón de agua lleno frente a ella. Para Issei, ella perfectamente podía ser algún tipo de princesa vidente.

(N/a: Juunihitoe: Es un kimono de doce capas extremadamente complejo y elegante que solía ser usados por damas de compañía)

-Ustedes no son dioses- determinó Issei notando como sus instintos no reaccionaban como con Susanoo.

-Aquí no solo vienen los [Desencadenados] a asentarse, sino que también algunos espíritus humanos, especialmente los que no pueden renunciar a sus sentimientos sobre el mundo humano. Nosotros tres por ejemplo, somos los ancianos a los que el Comité de Historia responde- le explicó el dios.

-Básicamente, somos unos ancianos cuidando de los jóvenes- continuó el monje con su boca carente de dientes –los hechiceros de Japón suelen distraerse con cosas mundanas, así que nosotros nos encargamos de recordarles asuntos importantes. También intervenimos ante existencias como tú que llegan al país-.

-Rakshasa no Ou, por favor, mire aquí- llamó al princesa –aquí está su concubina-.

Acercándose rápidamente, Issei observó cómo se reflejaba en el agua el enfrentamiento entre Ena y Erica, hasta que un aura divina envolvió a Ena y Erica cayó de rodillas, jadeando.

-Esa estúpida mocosa de Ena, mira que venir aquí y usar la posesión divina- masculló exasperado Susanoo.

-¿Posesión divina? Tenía entendido que es muy peligroso usarla- comentó Issei con preocupación.

-Así es, Rakshasa no Ou, especialmente en el [Reino Espectral]- explicó con una inclinación la princesa –aquí el espíritu de Susanoo y de [Ame no Murakumo] es más fuerte, es casi seguro que la espada divina consumirá su cuerpo y mente-.

-Y con la mente de una espada divina, irremediablemente matará a esa extranjera- completó la momia antes de suspirar –esa mocosa es básicamente una semi-diosa ahora, y en un lugar tan toxico como este, esa rubia sí que tiene mala suerte-.

-¡Envíenme con ellas! ¡Rápido!- saltó el campione, ordenando más que pidiendo. Ahora no era tiempo de tomárselo con calma.

Sin embargo, Susanoo solo vio desinteresado a un lado, y el monje rio impresionado.

-Je, bien, muy bien, esas dos se alegraran si se enteran de cómo te pusiste. Y honras a tu título de rey, ¡Me impresionaste, Hyodou Issei!-.

-Rakshasa no Ou, en este lugar, basta con desear estar ahí para llegar en un instante- fue la princesa la que le dio la respuesta que pedía con humildad.

Inclinando la cabeza en su dirección con agradecimiento, Issei cerró los ojos y desapareció, su katana dorada producto de la encarnación del guerrero, aún estaba en su mano.

-Sí que le importa las mujeres, bastó con ver a una de sus concubinas en problemas para hacerlo correr. Aunque no creo que este muy dispuesto a trabajar con nosotros después de esto jejeje- se rio el monje.

-Sí, todo es culpa de esa impaciente mocosa, especialmente por causar un embrollo como este- mascullo Susanoo, molesto con Ena-.

-Pienso que es hora de que dejemos de usar a esas jóvenes para probar al Rakshasa no Ou. Si lo volvemos a hacer una sola vez más, no solo su majestad, yo también me disgustaré Maestro Iluminado, Viejo Señor- reprendió la princesa.

Los dos aludidos se mostraron indiferentes.

(Con Erica)

La rubia caballero se mostraba desesperada. No solo estaba altamente intoxicada por el ambiente del lugar, si no que Ena había tomado todo su poder mágico, por lo que no podía volver a usarla a modo de filtro, y la propia azabache estaba rodeada de aura divina. Lo mirara por donde lo mirara, acabaría muerta si no hacía algo en los próximos diez segundos…

-¡Detente, Ena-san!-.

… o si Issei no llegaba de la nada, con una katana dorada en mano y se interponía entre ambas.

-¿I-Ise?-.

-Aquí estoy Erica- le aseguró sin voltear a verla, pero la caballero podía sentir con claridad su alivio de verla –yo me encargo, descansa-.

Una parte de ella quería reprenderlo a gritos, siendo que la única razón por la que entró aquí fue por querer salvarlo, pero al mismo tiempo no podía hacerlo, no solo por la falta de energía, si no por que también estaba contenta de verlo a salvo. Parece que la reunión entre Issei y Susanoo fue mejor de lo que esperó.

-Asesino de dioses, no puedo obedecer tus ordenes- habló Ena, pero había algo raro, su voz sonaba robótica, carente de vida.

-[Ame no Murakumo]... es justo como me dijeron, te apoderaste del cuerpo de Ena-.

-Correcto, soy el arma de un dios, soy un dios, y tú eres nuestro enemigo. Obedecer tus órdenes seria la máxima vergüenza para nosotros. Y por sobre todo, hay algo más que debo de hacer, sabes que es, ¿no es así, asesino de dioses?-.

Por toda respuesta, Issei alzó su katana.

-Ame no Murakumo, es la espada del dios de la guerra Susanoo, un trofeo de su victoria sobre Yamato no Orochi- recitó blandiendo su espada en su dirección.

Una ingente cantidad katanas doradas aparecieron a su alrededor y salieron disparadas en contra de la sacerdotisa poseída.

-Debido a eso, y volviéndose su arma más conocida, Ame no Murakumo recibió no solo sus atributos de guerra y conquista, también el de la tormenta, en esencia volviéndose una extensión más del dios que se volvió su maestro-.

La poseída Ena trató de escapar del ataque, pero aun con el viento apoyándole fue alcanzada. Cambiando de estrategia se envolvió en aire a forma de armadura y atacó con su espada negra, pero las katanas doradas ignoraron el viento y golpearon con violencia el arma divina, moviéndola a un lado y permitiendo a varias conectar con el brazo izquierdo de Ena, sin dañarla, pero provocando que cayera inerte al ser liberado forzosamente de la posesión.

-Tal arma de sabiduría… como se esperaría de un asesino de dioses, es un oponente realmente problemático, continuaremos después- sentenció [Ame, desapareciendo en un parpadeo.

-Eso fue, la misma forma en la que yo llegué aquí…- murmuró el campione desactivando su autoridad.

[Si, con esa capacidad de huir simplemente con pensarlo y su conocimiento mayor al nuestro de esta dimensión, será problemático enfrentarla aquí compañero, debemos volver al mundo humano]

Los pensamientos del rey desaparecieron al escuchar algo caer a sus espaldas. Girándose, se topó con Erica en el suelo, sus brazos temblando incontrolables en un esfuerzo por erguirse.

-¡Erica!-.

(Club de Ocultismo)

-El [Reino Espectral]… pensar que Ena sería capaz de ir a voluntad- mascullaba incrédula Lilliana.

-Sentí un aura divina en cuanto desaparecieron, y cuando fui al parque a revisar sentí sus residuos en todo el lugar, sin lugar a dudas debió ser obra de Susanoo- aportó Yuri.

Había tomado meros minutos para todos el reunirse en el viejo edificio de la escuela, otros pocos más para que Amakasu explicara lo que vio, y un par extra para que Akeno llevara a Yuri al parque con un circulo de transporte para que pudiera usar su habilidad y regresar con lo descubierto, llevándolos a una conclusión preocupante: Issei fue arrastrado al límite entre la vida y la muerte y Erica lo había seguido ahí.

Todo ante las mudas Aki y Kaori que simplemente no encontraban momento para intervenir. El ambiente era tan denso que les costaba un poco siquiera respirar.

-Hubiera preferido que el conocimiento de Susanoo permaneciera secreto para los extranjeros- murmuró para sí mismo Amakasu.

-Dejando eso de lado, está el cómo llegar. Entrar es extremadamente difícil, no basta con un círculo de transporte, e inclusive Ryuuteimaru debería de ser incapaz de entrar por su cuenta- le detuvo Azazel.

-La encarnación del viento permitía a Issei-dono aparecer ante aquél que lo llamara ¿no?- preguntó Rossweisse.

-Solo si la persona está al borde de la muerte, y sinceramente Erica es aún más urgente dado su condición como humana y no sabemos si están juntos, es mejor dejarla como última opción y tratar de encontrarlos antes- refutó el líder caído.

-Si me permiten- intervino Liliana –conozco tanto el ritual como la receta de la poción necesaria para ingresar al [Reino Astral] pero los ingredientes son extremadamente raros y valiosos, así que me temo todos los que tenía están en mi casa en Italia, y aun faltarían varios-.

-Es un golpe de suerte, las tres facciones han tratado de conseguir esos secretos desde hace ya mucho pero todos, incluso los humanos, son tan reservados con esos conocimientos que solo conseguimos los ingredientes. Dime que requieres y lo traeré de Grigori en un instante- dijo Azazel enfocándose en la bruja.

Las dos humanas se miraron entre ellas con duda y algo de temor. Verlos hablar de cosas tan sorprendentes como dioses, dimensiones paralelas, rituales… y sin embargo mostrar total costumbre a tales temas… simplemente, ¿Qué clase de vida tenían los presentes?

(Con Issei)

-¡Erica!- exclamó preocupado el castaño, levantándola en brazos.

[Esto es malo, no solo no tiene ya magia, el ambiente de este lugar la está afectando]

-¿Podemos transferirle algo?-.

[No servirá de mucho compañero, su cuerpo está envenenado y deteriorado por este lugar. Debemos volver al mundo humano y llevarla con alguien que la pueda tratar]

-¡¿Cómo nos vamos?!-.

[Lo siento socio, no tengo idea]

-¿[Fake Reality]?-.

[En tu estado actual es imposible hacer ilusiones reales, menos una tan poderosa como para sacarte de aquí]

-¡No puedo quedarme sin hacer nada!- exclamó antes de ocurrírsele una idea -¡Esos tres deberían saber cómo salir de aquí!, ¿pero cómo volvemos con ellos?-.

-El, [Reino Espectral] esta, conformado por, áreas separadas- explicó con dificultad Erica –es como, un edificio departamental o, un hotel. Los cuartos están, separados pero, puedes ir de uno a otro, por el equivalente a, pasillos y, escaleras- el castaño asintió, apenas y comprendiendo por el dolor de cabeza y su preocupación, pero le daba una idea de cómo tratar.

-Llegué aquí deseando llegar, trataré de volver así-.

-Pero, acabas de, usar la espada, antes de ir con Susanoo, sería mejor que, recargase-.

-No si estas de esta forma-.

Cerró los ojos y trató de pensar en esos tres, pero sus recuerdos del propio Susanoo estaban borrosos. ¿Sería por el viaje forzoso, por la consistencia de esa dimensión o por su estado? No lo sabía pero no era tiempo de pensar en eso. Trató de pensar en la casa en donde se reunió con el dios pero tampoco le fue posible visualizarla. Como última instancia pensó en un rio y lluvia y desapareció con Erica en brazos, pero el lugar donde llegó era distinto. No había árboles.

Volvió a tratar una y otra vez, terminando siempre en distintos lugares: una jungla tropical, una tundra, un desierto, una montaña, todos con un rio y lluvia, pero simplemente no era su destino. Finalmente apareció en una playa con el sol ocultándose, y cayó de rodillas por una combinación de desesperación y fatiga mental.

-P-¿por qué? Antes pude moverme sin problemas- reclamó apenas y logrando mantener a Erica en sus brazos.

-¿podías ver, a donde ibas a, ir?- el castaño asintió –entonces fue, porque, tenías tu destino ante, tus ojos y, no un mero recuerdo. Se requiere, un amplio entrenamiento mágico, para solventar ese tipo de, cosas, y tú, nunca recibiste, uno así-.

Ahora Issei empezaba a entrar en pánico por la condición de Erica, no solo hablaba en un volumen apenas mayor que un susurro, si no que se había detenido a tomar aire demasiado seguido para su gusto.

-Erica- llamó con preocupación destilándose de tal forma que la aludida solo alcanzó a mover la comisura de los labios, en un vano intento por calmarlo con una sonrisa pero simplemente lo preocupó más.

A Erica no le quedó de otra más que aceptar su destino.

-I-Ise, siento que, ya llega, mi hor…-.

-¡Cállate, no lo digas ni de broma!- la cortó desesperado.

-No sirve, tratar de mirar a, otro lado, ni tú, ni yo, podemos salir, ni mejor mí, condición- le dijo con resignación –es mucho, más pronto de lo, que esperaba, pero, ya estaba, preparada, así que, escucha por favor-.

Por más que quiso refutar, Issei no pudo. En su lugar sintió como las lágrimas se empezaban a acumular en sus ojos.

-Por favor, confía siempre, en mi tío, estoy segura, que será un, gran apoyo, para ti. También dile esto a, Rias: "Fue antes, de lo que esperábamos, pero, más te vale, que cumplas, con tu parte"-.

Incapaz de hacer hablar, solo atinó a asentir con pesadumbre, las lágrimas marcando un camino por sus mejillas y cayendo a chorros por su barbilla. Esta vez, Erica logró formar una triste sonrisa, pero su mano derecha solo alcanzó a elevarse un poco antes de que sus fuerzas la abandonaran, y su objetivo, el rostro de Issei, permaneció lejos de su alcance.

-Y, como mi último deseo, ¿podrías, darme un, último beso?-.

Asintiendo una vez más, Issei acerco su rostro y le dio un beso lento y suave, como si temiera que ese simple gesto de cariño pudiera acelerar lo inevitable. Cuando terminó, Erica sonrió una vez más, esta vez con lágrimas corriendo por su rostro.

-Gracias, por todo, mi amado Ise-.

Issei no pudo más. Un tanto bruscamente, dejó a Erica en el suelo y se apoyó en ambas manos con la cabeza baja, su cabello cubriendo sus ojos y las lágrimas corriendo con mucha mayor libertad.

-I-Ise- llamó ella un leve tono de preocupación en su débil voz.

Eso solo lo hizo peor para Issei, quien apretó los dientes tan fuerte que juraría haber escuchado como se despedazaban, de la misma forma que una piedra atrapada junto a algo de arena en su puño derecho.

Otra vez.

Alguien preciado para él se le escapaba de entre las manos otra vez.

Alguien a quien amaba moría ante él otra vez.

Era incapaz de salvarla, otra vez.

Primero fue Asia en la iglesia abandonada, cuando llegó tarde y le fue arrancado su SG, terminando con su vida.

La segunda vez fue, una vez más Asia, aparentemente fulminada por un ataque de luz producido por Shalba Beelzebub tras todo el sufrimiento emocional que le causo Diodora.

Y ahora, Erica moría por "envenenamiento" del ambiente, en gran parte a causa de una jugarreta de parte de Susanoo.

Y lo peor era que no había razón para que pasara todo esto, ni una sola.

Todo era a causa del capricho de alguien.

-¿Por qué?- murmuró.

-¿Ise?-.

-¿Por qué?- repitió esta vez algo más fuerte.

La moribunda chica solo pudo verlo preocupada.

-¡¿Por qué?!- grito esta vez a todo pulmón, exaltándola.

¿Poderoso? ¿Él? ¿De los 100 más fuertes? ¡Qué broma más cruel y estúpida!

No tenía la fuerza para proteger a sus amigos.

No tenía la fuerza para salvar a sus amigos.

¿Rey de la humanidad? ¿Protector de la raza humana? ¿Su escudo en contra de los desastres sobrenaturales conocidos como dioses?

¿Qué clase de rey era si no podía hacer nada por una mujer? Peor aun, una mujer que él amaba.

-¡Me niego a seguir así!- rugió a todo pulmón -¡Me niego a permitir que pase una vez más!-.

Si le hacía falta poder, conseguiría más. Si alguien siquiera miraba a sus amigos de forma rara, lo aplastaría. Si alguien se atrevía a siquiera pensar en hacerle algo a una de las mujeres que amaba, no dejaría ni su recuerdo.

Simplemente se negaba a perder algo más.

-Bien, muy bien- empezó una voz que le era familiar.

Fue en ese momento que Issei reparó en que no estaba más en la playa con Erica ante él, sino que estaba en una enorme cámara oscura en la que solo se podía ver a sí mismo y a una enorme cresta central con las diez encarnaciones de Verethragna en crestas más pequeñas a su alrededor (de cierta forma simulando un sol) debajo suyo.

El emblema del dios persa de la victoria: Verethragna.

-Esa es la forma en la que debes de pensar- continuó la voz al tiempo que se escuchaba a alguien caminando dentro del emblema, hasta que alguien se detuvo frente a Issei –después de todo, eres el que me derrotó, no puedes doblegar la cabeza ante nadie ni nada, sea otro dios, o la realidad misma-.

Era el propio Verethragna. Pero había algo raro en él…

-Tú, no eres Verethragna, ¿verdad? Al menos no el [Desencadenado]- preguntó algo extrañado.

-Correcto. Soy el cúmulo de mis encarnaciones. En esencia, soy tu autoridad [Persian Warlord]-.

-Tiene sentido- pensó para sí.

Erica en cierta ocasión había teorizado que la encarnación del jabalí era el deseo de destrucción que Issei mantenía a raya, e Issei recordaba sentir algo similar a una personalidad en otras encarnaciones; la oveja era un poco perezosa, molestándose cuando le hacía curarlo demasiado, y el caballo blanco era en extremo justiciera, literalmente ardiendo por castigar a quienes le causen algún mal a los inocentes. Pero, tanto como fuese la autoridad de Issei, originalmente era la esencia misma y al completo de Verethragna.

El hecho de que al menos una parte del dios que mató pasara a formar su autoridad, dividiendo los aspectos de su ser en las diez encarnaciones, explicaba el que el dios estuviera ante él, y al mismo tiempo, que Issei fuera incapaz de sentir deseo alguno de pelear o siquiera precaución, solo sentía tranquilidad y familiaridad.

Pero era algo obvio, después de todo, Issei había ganado esos poderes, ahora eran parte de él, aun si podían formar una entidad similar al dios del que provenían, seguían siendo parte de Issei. Parte de su fuerza…

-Entonces, estamos…-.

-Dentro de tu alma-.

Como esperando eso, el lugar se iluminó, permitiéndole a Issei notar que había más que solo la cresta en esa extraña cámara. Había también cuatro pilares, uno frente a Issei con una estatua de un hombre fornido con dos garrotes en manos, y otras tres a su derecha, perfectamente alineadas, la del centro con un hombre de sombrero algo puntiagudo, y las otras dos tenían estatuas de lobos.

No le tomó mucho tiempo reconocerlos.

-Esas son…-.

-Así es, Rey Conquistador, son representaciones (por llamarlas de un modo) de tus autoridades, de la misma forma que mi cresta bajo tus pies es una representación de la mía- explicó el dios, antes de alzar la mirada y ver algo a espaldas del campione –y esa puerta de allá-.

Confundido, Issei se irguió al tiempo que giraba sobre sus talones, sorprendiéndose al ver una enorme puerta doble de bronce con una cabeza de dragón esculpida en casi toda su superficie, con dos enormes esmeraldas en las cuencas de los ojos y una cerradura entre las fauces semi abiertas del grabado. Issei también reconocía esa cabeza de dragón. Era el emblema de Ddraig, el emblema del Sekiryuutei.

-Por ahora no debes preocuparte por eso, Rey Conquistador- le llamó Verethragna –La situación es apremiante, ¿no? Es hora de que tomes lo que por derecho es tuyo, la totalidad de mi existencia y tu dominio sobre esta-.

Issei volvió a verlo confundido, hasta que sus ojos se abrieron de golpe.

-La décima encarnación…-.

A la cual, aún era incapaz de acceder.

-[El Joven/The Youth] es la solución a su problema, Rey Conquistador, solo debe tomarla para sí mismo-.

La expresión de Issei pasó de la sorpresa a la determinación en un instante. No necesitaba escuchar nada más.

Hyodou Issei extendió su mano en dirección a Verethragna, pero se detuvo a mitad de camino con su brazo extendido. Como si esperara que el dios la estrechara.

-Entonces vamos, tenemos cosas que hacer-.

Verethragna por primera vez cambió su expresión solemne y orgullosa por una de sorpresa que poco a poco fue reemplazada por diversión y satisfacción, hasta el punto en que una placentera carcajada resonó por el lugar.

En una dimensión paralela durante un momento similar, Kusanagi Godou tomó todo lo que su autoridad tenía por ofrecer sin dar opciones. Simplemente lo tomó, como era su derecho como Rey Usurpador. Todo lo que le pertenecía al que se atreviera a enfrentarlo, pasaba a ser suyo una vez venciera: sus poderes, su identidad, su voluntad, todo pasaba a ser tomado a la fuerza por Godou y vuelto suyo, usurpado.

Tal era su naturaleza. Kusanagi Godou era el Usurpador de la Victoria.

Pero en esta dimensión, en este mundo, el que venció a Verethragna era distinto. Hyodou Issei no usurpaba: él conquistaba. Todo lo que obtenía, todo lo que ganaba, todo lo que tomaba de los demás, lo hacía a base conquista: rencor, rivalidad, poder, fuerza, habilidad, conocimiento, amistades, lealtades y/o amor. El simplemente conquistaba todo a su paso.

Y por sobre todo, Hyodou Issei era el Conquistador de la Victoria.

Y como tal, extendía su brazo a su súbdito, a su autoridad, sin sentimientos como esperanza o petición reflejados en sus ojos, ni siquiera duda o confusión al verlo reírse. Solo determinación y certeza.

-Ha, así es- concordó Verethragna una vez calmó su risa y estrecho, no la mano, sino el antebrazo del castaño –tenemos mucho que hacer, mi Rey-.

[Persian Warlord: The Youth]

En un parpadeo, nuevamente estaba ante Erica en aquella playa.

Mirándola con determinación en sus ojos, provocó que el poco aliento que había logrado reunir se le escapara, y un escalofrio le recorrió la columna.

-No te dejaré ir Erica- le aseguró, sus siguientes palabras cargando una ingente cantidad de autoridad y presencia –no mientras me jures lealtad absoluta-.

-¿Ise?-.

-Vamos Erica, jura- le pidió, sus ojos brillando intensamente como cada vez que usaba sus autoridades -jura que permanecerás a mi lado sin importar quien se me oponga, y no dejare que nada ni nadie te aparte de mi lado-.

-¡¿La Decima Encarnación?!- Erica llegó a la realización en un instante simplemente con ver esos ojos dorados y esmeraldas, y una sonrisa logró abrirse paso en su rostro, y juntando todas las fuerzas que pudo, logró dar su respuesta sin que su voz siquiera temblara –lo juro, así seamos los dos contra el mundo entero, aun si la realidad misma se termina, no me apartaré de ti-.

Issei le dio una cálida sonrisa llena de afecto mientras sacaba de su bolsillo una gargantilla dorada con un rubí incrustado. Con cuidado, pero rápidamente, se apresuró a colocárselo al cuello, ajustándose perfectamente. Satisfecho, Issei la miró a los ojos con seriedad.

-No sé qué vayas a sentir, tal vez duela, pero por favor, resiste- le explicó, de alguna forma (probablemente relacionado con la encarnación en cuestión) su estado mental había mejorado enormemente, permitiéndole concentrarse en lo que sucedia.

Asintiendo, Erica se preparó para lo que fuera a hacer tanto como pudo… aunque el beso que le dio logró tomarla un poco por sorpresa. Era uno tranquilo, pero intenso a la vez, mostrando todo el afecto que sentía por ella sin llegar a ser violento en lo más mínimo, y fue gracias a eso que Erica se tardó unos instantes en notar como su poder invadía su cuerpo lentamente, pero no dolía, ni siquiera era incómodo. La única palabra que describía la sensación que le causaba era "placentero".

-Esto… ¿será esto como se siente hacer el amor?- no pudo evitar preguntarse al sentir como un agradable e intenso calor se regaba desde su pecho donde su corazón latía como loco, hasta su abdomen donde sentía que la esencia y el poder de Issei se empezaba a acumular. Era tal la sensación que no pudo evitar frotar sus piernas entre sí o retorcerse levemente, soltando leves quejidos opacados por los labios de Issei.

El problema fue, que Issei lo tomó como una mala señal. Tan ocupado como estaba, solo notó como se quejaba con sus ojos cerrados y se retorcía levemente, por lo que decidió apresurar el proceso, incrementando la intensidad y usando la encarnación al doble de fuerza que antes.

Y viendo cómo se empezó a retorcer con más fuerzas y se aferró a su espalda con ambas manos, apretando con tal fuerza que estaba seguro que sus manos habían provocado heridas mucho más profundas que leves rasguños, su preocupación aumentó. Pero no vaciló ni se dejó distraer por eso. Si tanto sufría debía de terminar tan pronto como pudiera, por lo que aumentó aún más la intensidad.

[…]

Ddraig solo atinó a presenciar esto con una mirada blanca que no mostraba emoción alguna.

Ninguno reparó en como el rubí en la gargantilla brillaba intensamente, resonando con el "ritual".

Finalmente, Issei usó lo último que podía de la encarnación con tanta fuerza como pudo, y en respuesta, la espalda de Erica se arqueó hasta donde era biológicamente posible al tiempo que cada musculo de su cuerpo se tensaba al máximo, soltando un poderoso gemido que podía ser escuchado aun y en medio del beso.

El rey se separó instantes después, observando algo nervioso como Erica permanecía así por unos instantes más hasta que finalmente empezó a relajarse, dejándose caer sin fuerzas en la arena y respirando a grandes bocanadas.

-¿E-Erica?- la llamó preocupado.

Ella solo alcanzó a entre abrir los ojos y lo miró con una temblorosa sonrisa, inclusive su voz se entrecortaba un poco.

-E-estoy bien, me siento, mucho, mucho mejor- le aseguró.

Suspirando de alivio, Issei se sentó y colocó su cabeza en su regazo, acariciando levemente sus dorados cabellos.

-Descansa un poco, luego pensaremos en cómo salir de aquí-.

Con algo más de estabilidad, Erica sonrió y se dedicó a mirar el firmamento anaranjado sobre ellos, escuchando la marea cercana, y colocando una mano en su vientre, donde la esencia y el poder de Issei permanecían. No pudo evitar sonrojarse al concentrarse en eso.

-Creo que, ahora entiendo a Xenovia-.

Si portar la descendencia de Issei se sentía al menos una cuarta parte de cómo se sentía esto, apenas y podía esperar a que llegara el momento. Tenía que estudiar del tema… afortunadamente para ella, lo más seguro es que Xenovia ya llevara algo de ventaja en eso por lo que podría asesorarla un poco.

Issei solo la miró confundido.

Pero el momento de calma se vio interrumpido ante un poderoso estruendo producido por la destrucción de una enorme formación rocosa a varios metros de ellos.

Poniéndose de pie en un instante, observaron incrédulos como una gigantesca serpiente de escamas negras que brillaban como si fueran de metal pulido se erguía y siseaba amenazante contra ellos, pero lo más destacable era que tenía ocho colas y ocho cabezas, y en el cuello de una de las centrales, se veía a Ena, o al menos a su cabeza y los hombros, el resto permanecía oculto dentro de la serpiente.

-¿Yamato no Orochi? No, eres [Ame no Murakumo]- exclamó Issei mientras se preparaba para pelear.

-Como se esperaba, asesino de dioses, fuiste capaz de reconocerme en un instante- sonó la mecanizada voz desde las ocho cabezas, resultando en un muy intimidante sonido.

-Permíteme Ise- intervino de pronto Erica dando un paso al frente mientras Cuore di Leone aparecía en su mano –es momento que termine mi combate de antes- aseguró con determinación, el poder que recibió empezando a agitarse en su interior, extendiéndose a todo su cuerpo…

Y todo fue cortado de golpe cuando una mano se cerró con firmeza en la muñeca con la que sostenía la espada mágica.

-No Erica, ahora es una bestia divina y estuviste a punto de morir, yo me encargaré- le cortó el rey.

-Deseas salvarla ¿no?- cuestionó la rubia girándose a verlo -Tendrá más oportunidades de sobrevivir si voy yo, un movimiento en falso y la matarías también a ella. Por mí no te preocupes, tu poder sigue en mí así que debería de poder lidiar con una bestia divina de este nivel-.

-Ena lleva así mucho tiempo, es peligroso que permanezca así por más tiempo y conmigo será más rápido-.

-Si es tan apremiante entonces será mejor que dejemos esta discusión de lado ¿no?- aun firme en sus acciones, Erica volvió a girarse a la gigantesca serpiente divina que, sorpresivamente, esperaba paciente a que terminaran, pero un fuerte tirón obligó a Erica a encarar al campione otra vez, sorprendiéndose al ver la severidad presente en sus ojos -¿Ise?-.

-He dicho que yo me encargaré Erica, retrocede- ordenó con voz firme, dejándola sin palabras. Entonces su mirada perdió firmeza y ganó en su lugar preocupación –por favor Erica, descansa por ahora, guarda el poder que te di para un momento en el que no te pueda ayudar-.

Erica se mordió la lengua al ver eso, captando sus razones en un instante. Issei simplemente no quería volver a pasar por algo tan doloroso cómo perder a un ser querido. Ya muchas veces le había pasado, cada una dejando una profunda marca en él pese a que ninguna fue definitiva, y la más reciente estaba mucho más que viva en su memoria, habiendo pasado minutos antes.

-Está bien, esperaré a que esté liberada de esto para terminar nuestro combate- cedió con algo de renuencia desapareciendo su espada.

Sonriéndole, Issei se adelantó hasta encarar a la serpiente.

[Booster Gear]

[Balance Breaker. Welsh Dragon Scale Mail]

-Eres sorpresivamente paciente-.

-Este recipiente logró frenarnos momentáneamente- explicó una cabeza mirando despectivamente a la inconsciente Ena.

Issei frunció el entrecejo bajo su armadura, tenía que apresurarse.

-Solo espera, Ena-san, te sacaré de ahí- declaró en voz alta, solo que no esperó que la morena reaccionara a eso, alzando la cabeza y mirándolo con pena.

-Su majestad, Ena no quiere causarle más problemas, pero no puede controlar a [Ame no Murakumo] que desea pelear sin limitaciones en contra suya, así que por favor, peleé sin darle importancia a Ena. Ena fue la que causo este embrollo después de todo, está bien que sea Ena quien pague el precio-.

-¡Ni de broma!- rugió él con determinación, sorprendiéndola -¡Te sacaré de ahí y volveremos al mundo humano, lo juro!-.

[Persian Warlord: Bull]

Issei se tensó, preparado para saltar en contra de la espada/serpiente divina. Sin embargo fue detenido cuando, en ese mismo instante, a espaldas de Issei y Erica se alzaron las sombras, arremolinándose como neblina y radiando de poder mágico, llamando la atención de todos los presentes, inclusive de la "Espada".

-¡Issei-san, Erica-san!-.

De entre las sombras surgió una voz extremadamente conocida poco antes de que una castaña en chihaya apareciera de ahí.

-¡¿Yuri-san?!-.

.

.

.

[Fake Reality]

(Afueras del club de ocultismo)

Congregados alrededor de una concentrada Liliana quien permanecía silenciosa dentro de un complejo círculo mágico con un pentagrama en el y encarando un "portal" de sombras, y en conjunto con Rias y compañía, se encontraba la totalidad del Comité de Estudiantes.

Aquello había sido una sorpresa más para Kaori y Aki: La presidente estudiantil Shitori Sona, era en realidad Sona Sitri, heredera de una casa demoniaca y todo el comité en cuestión era su sequito. Sin embargo, y dada la seriedad con la que todos se tomaban la situación actual, solo podían observar en silencio.

-¿Seguros que es buena idea mandar a Yuri-san? ¿No hubiera sido mejor enviar a alguien más capacitado para el combate como Akeno-san o Kiba?- preguntó Saji algo ansioso.

-La miko es la más capacitada, gracias a su [Visión Espiritual] no debería de tener problemas en encontrarlos, la única persona que se le acerca es Liliana, y es primordial para que el ritual funcione- explicó Azazel cruzado de brazos.

-¿Cuánto se tardará? Ya tiene varios minutos ahí dentro- preguntó Rias en general.

-El [Reino Espiritual] es un lugar basto y complejo, aun con su don podría tardarse horas…-.

Como contradiciendo al cadre, dos figuras salieron rápidamente del portal de sombras. No les tomó mucho identificarlas.

-¡Erica-san, Yuri-san!- saltó aliviada Asia, corriendo hacia ellas y envolviéndolas en un fuerte abrazo.

Ambas se sorprendieron pero sonrieron y devolvieron el gesto por unos instantes, separándose en cuanto el resto se acercaba a saludarlas, aliviados de verlas bien, pero faltaba alguien.

-¿E Ise?- preguntó Rias con algo de preocupación.

En ese momento, una brillante figura carmesí surgió del portal dándoles la espalda.

-¡Ise/Issei-san/kun/Hyodou!- multitud de voces se mesclaron al ver la figura en armadura, ante las incrédulas humanas que no podían comprender que tan imponente figura fuera el pervertido que tantas veces habían apaleado.

Despejando las dudas de las kendokas, el casco de la armadura se desvaneció y pudieron ver al castaño en cuestión, pero se veía distinto: serio, enfocado, inclusive un poco furioso, y sus firmes y brillantes ojos dorados de pupila reptilianas esmeralda resaltaban demasiado.

-¡Retrocedan, Liliana-san, extiende el portal todo lo que puedas!- gritó.

Solo en ese momento notaron que parecía estar haciendo esfuerzo en tirar de una cadena dorada envuelta en sus brazos.

Asintiendo, Liliana siguió con lo suyo, extendiendo las sombras hasta que parecían capaces de abarcar todo el edificio del club. Con un rugido, Issei tiró con fuerza y, ante la incrédula vista de todos salvo Erica y Yuri, una enorme serpiente de ocho cabezas y colas salió disparado, volando por encima del edificio en cuestión y cayendo entre los árboles, dejando un claro rastro de destrucción.

Los presentes apenas repararon en como una leve lluvia empezaba en ese instante, producto de la serpiente divina, y tomaba fuerza poco a poco.

-¿Esa era…?-.

-[Ame no Murakumo] convertida en algo similar a una bestia divina similar a Yamata no Orochi, en cierta forma es un dios [Desencadenado] aunque afortunadamente no tan fuerte, Ise no debería de tener problemas con eso- cortando al cadre en su pregunta, la caballero rubia respondió al tiempo que Liliana paraba y las sombras se desvanecían.

En cuanto a Issei, el casco volvió a aparecer y, extendiendo sus alas, se elevó en el aire antes de tirar de sus cadenas al tiempo que aleteaba, esta vez atrayéndose a sí mismo en contra de la colosal serpiente en un instante.

La enorme criatura arremetió con tres cabezas, tratando de atraparlo, pero Issei pateó la cabeza central y pasó por entre las otras, deslizándose hasta la base del cuello donde se encontraba Ena. Rápidamente extendió su brazo izquierdo, más cadenas apareciendo a su alrededor y, ante la sorprendida vista de la azabache, se apresuraron a rodearla por debajo de los brazos y en el pecho. Con fuerte tirón Issei la sacó del ser y la atrapó en brazos, pateando con ambos pies al tiempo que aleteaba y desvanecía sus cadenas, saliendo disparado de espaldas, lejos del alcance de la serpiente.

Aterrizando a unos metros del edificio del club, Issei bajó a una sorprendida Ena a tierra con mucho cuidado y desapareció su casco para mirarla directamente.

-¿Te encuentras bien Ena san?- le preguntó mirándole a los ojos con preocupación.

Una vez más, las mejillas de la espadachina se volvieron rojas antes de que se riera por lo bajo.

-Je, creo que entiendo a Yuri-.

-¿Huh?- cuestionó el rey, no alcanzando a distinguir bien lo que dijo.

Por toda respuesta, Ena avanzó con las pocas fuerzas que le quedaban y le dio un corto beso en los labios, paralizándolo y parando en seco al resto que se recién habían terminado de rodear el edificio.

-Que a Ena le gustaría probar suerte y tratar de ser una de las concubinas de su majestad, si usted está de acuerdo- respondió dándole una linda sonrisa que contrastaba bastante con su usual actitud.

-…y otra más cae- murmuró exasperada Erica, dejando caer sus hombros.

Más de una de las chicas presentes dejaron escapar un suspiro, con ciertas excepciones: Asia hizo pucheros, Xenovia se mostró indiferente, Irina temblaba un poco en su lugar al igual que Rossweisse, Sona y su sequito se veían entre divertidas y resignadas, y Kaori y Aki tenían la boca abierta de incredulidad.

Por su parte, Saji se moría de celos, Azazel se reía a carcajadas y los tres hombres restantes solo soltaron una leve risa.

Issei permaneció un rato más paralizado hasta que la serpiente divina terminó de recuperarse y siseó ferozmente, enfocando al asesino de dioses.

-Hablaremos después de eso- le dijo mientras el casco reaparecía.

Con un aleteó, se alzó en el aire y cargó contra la serpiente que nuevamente atacó con sus cabezas. Teniendo la encarnación del toro aun activada, golpeó brutalmente una cabeza a un costado, mandándola violentamente a un costado hasta que el cuello mismo hizo resistencia y terminó conduciendo la cabeza en cuestión al suelo, impactando con tal fuerza que el sonido resonó en las cercanías. Tardó un rato en volver a erguirse para pelear.

Una segunda cabeza trató de atacarlo por abajo, pero usándola de base, se impulsó hacia arriba apenas lo suficiente para esquivarla, terminando ante otra más abierta de par en par con claras intenciones de devorarlo. Retrocediendo lo suficiente con un aleteó, Issei atrapó la cabeza, una mano en la quijada y otra en el paladar, y tirando con fuerza, la rasgó, extendiéndose la herida hasta la base del cuello.

Mientras el apéndice herido caia inerte, muy lentamente volviéndose a unir, una más logró atacar a Issei con la suficiente velocidad para atraparlo, pero el castaño se irguió por completo, manteniéndola abierta con sus piernas y brazos hasta que separó el derecho y extendió su puño al interior de la boca. Una incandescente esfera roja apareció.

Dragon Shoot!-

Una brutal explosión surgió en el cuello de la cabeza, despedazándose por la fuerza y cayendo también inerte, apenas en una pieza por un par de "hebras".

-¡Ascalon!- llamó extendiendo ahora su brazo izquierdo.

[Sword]

La espada legendaria apareció ante su puño izquierdo y se apresuró a empuñarla con ambas manos, la espada sagrada brillaba intensamente ante su reptilineo objetivo, cargandola con su poder magico, girando en el aire y dando un corte al tiempo que movía la cabeza, decapitando otra más que trató de alcanzarlo y esquivando un torrente de aire cuya ferocidad prometía taladrar a través de su casco. Rápidamente voló a las espaldas de la serpiente, cortando un par de cabezas más que se pusieron en su camino y esquivando más corrientes de viento, y descendió a tierra, guardó su espada al tiempo que tomaba una de las colas con fuerza.

[Ame no Murakumo] apenas empezaba a dirigir las cabezas que aún estaban en condición de pelear hacia él cuando Issei tiró con fuerza y, ante la incrédula vista de muchos, empezó a girar sobre sí mismo, alzando del suelo a la enorme serpiente hasta que finalmente la lanzó a los cielos. Mirando a su oponente en los aires, Issei recitó con voz de comando, causando escalofríos en los que escucharon ese verso en particular por primera vez.

-El lord ha hablado, ¡Serás purgado!-

[Persian Warlord: Boar]

La enorme bestia divina surgió de la tierra a sus espaldas, llenando de pánico a los menos experimentados con la encarnación y, con un feroz rugido que despejó momentáneamente la lluvia y aturdió a los espectadores, el jabalí hizo lo que pocos llegaron a imaginar.

Flexionó sus patas y se lanzó a toda velocidad hacia la serpiente, con tal fuerza que la tierra se despedazó bajo el campione y llegando hasta los espectadores. La titánica bestia voló como un misil en contra de la serpiente que apenas logró captarlo antes de que los feroces colmillos la atravesaran en el cuerpo y la cabeza central que seguía en pie. Entre siseos de dolor y rugidos de emoción, ambas bestias divinas se volvieron un cometa carmesí que desapareció en los cielos.

Nadie dijo nada por varios minutos, y aun mientras caminaban en dirección al rey, todos permanecieron con su vista en el cielo, donde habían desaparecido.

[Ame no Murakumo]

Finalmente, a pocos metros del castaño, bajaron la mirada a tiempo para ver como Issei, aun en armadura, extendía su brazo derecho y, en esta, aparecía una espada japonesa de doble filo del más profundo negro que cualquiera hubiera visto, radiando de tal poder que le robó el aliento a aquellos menos acostumbrados a lidiar con armas divinas, dioses y campioni.

-Se terminó- dijo con un suspiro el castaño al tiempo que su armadura se desvanecía. Girándose a verlos, Issei reparó por primera vez en dos personas que simplemente no esperaba ver ahí -¡¿Murayama, Katase?! ¡¿Qué hacen aquí?!-.

-Son las nuevas candidatas a [Pawn] de Rias-Buchou- le informó Kiba, mirando algo divertido como ambas humanas lo miraban incrédulas y boquiabiertas.

-Hy-Hyodou, t-tú, ¿Peleaste c-con el Yamato no Orochi?- empezó Kaori.

-Y, ¿ganaste? ¿Así de fácil?- continuó Aki.

-Ah, bueno- empezó algo incómodo –en realidad era [Ame no Murakumo] pero…-.

-Se podría decir que volvió a su estado original mientras estábamos en el [Reino Espectral]- intervino Erica –se supone que Susanoo encontró la espada dentro de Yamato no Orochi ¿no? Eso hace que [Ame no Murakumo] fuera parte de Yamato no Orochi así que no es de extrañar que resultara así-.

-¿E-esa era la espada legendaria? ¿u-uno de los tres tesoros?- volvió a preguntar Kaori.

-No, esa espada está en reparaciones entre los Shinto, la que Issei-san enfrentó era la espada surgida directamente de la leyenda- explicó Yuri antes de enfocar la espada negra en manos del castaño –y si no me equivoco, esa espada es de hecho [Ame no Murakumo] ¿No es así, Issei-san?-.

Ahora todos enfocaron la espada. Issei se rascó la nuca incomodo antes de asentir.

-Ahora es mi autoridad, supongo que era lo suficientemente cercano a un dios para que pudiera conquistarla al derrotarla-.

-¡Imposible! ¡¿La bestia pervertida es dueño de Ame no Murakumo?!- exclamó desesperada Kaori, recibiendo una gélida mirada de Liliana, paralizándose intimidada junto a Aki.

-Katase-san, Murayama-san- empezó con seriedad –tanto como pueda entender su animosidad para con mi rey debido a su, naturaleza, no puedo dejar pasar ese tipo de comentarios más de una vez, la próxima vez no seré tan comprensiva. Después de todo, como rey, Issei-sama merece el máximo respeto-.

Ambas humanas se volvieron de piedra una vez escucharon esas palabras. Nuevamente enfocaron al incomodo castaño y dijeron una única palabra al mismo tiempo, incredulidad chorreando de cada letra.

-¿Rey?-.

-Cierto, no pude explicarles sobre Issei-san ¿verdad?- empezó Yuri –Issei-san es lo que conocemos como un Campione (o Rakshasa en Japón), un humano con la capacidad de matar dioses y tomar sus poderes para sí. Son considerados como los reyes de la humanidad-.

Ambas permanecieron sin reacción alguna por unos instantes hasta que, finalmente, cayeron de espaldas, inconscientes.

Los presentes solo atinaron a parpadear… o reírse en el caso de Azazel y de Amakasu.

(Residencia Hyodou)

Un par de horas después, habiéndose separado del Comité Estudiantil y de Amakasu, el resto volvieron para termina de explicarles a Kaori y Aki el tema de lo sobrenatural, específicamente lo que presenciaron. Originalmente Rias pensaba en posponer esa explicación hasta que ellas terminaran de digerir el tema de las tres grandes facciones y la posibilidad de reencarnar en demonios, pero simplemente ya no era una opción.

-…Y eso sería todo- finalizó la heredera Gremory.

Ambas humanas permanecieron calladas por unos instantes antes de suspirar.

-Y yo que creía que el tema de los demonios era lo más impactante que había escuchado en mi vida- musitó Aki. Kaori simplemente asintió visiblemente fatigada.

-Espero que esto no les causara una opinión negativa- continuó Rias –si bien comprendo que podría ser pedirles demasiado volverse mis nuevas [Pawn] considerando cuanta atención atraemos, especialmente Ise, en verdad me gustaría darles la bienvenida en mi familia-.

-Ah y no se preocupen por lo de los dioses y Campioni, yo soy el que se encarga de esas cosas, ustedes no tendrían que pelear ni nada- les aseguró Issei.

Ambas humanas se miraron y empezaron a conversar en susurros ante todos los presentes, quienes a modo de respeto, hicieron todo lo posible por no escucharlas (cosa un tanto difícil considerando los sentidos tan desarrollados que muchos tenían). Finalmente ambas humanas asintieron y encararon a Rias.

-Rias-sempai, ambas seguimos firmes en que queremos pensar esto por más tiempo, pero…-.

-…nos gustaría desbloquear nuestras [Sacred Gear] y practicar, para hacernos a la idea de lo sobrenatural-.

-Entiendo, es un alivio saber que aún hay posibilidad de que se nos unan, y con gusto les ayudaré a activarlas- les aseguró con una sonrisa –de pie por favor-.

Ambas asintieron y se pusieron de pie, algo tensas.

-Las [Sacred Gear] responden a las emociones y la voluntad de sus portadores, así que para desbloquearlas, usaremos imágenes de gran impacto para ustedes. Cierren los ojos y piensen en el ser que ustedes consideren el más poderoso que han visto jamás, el que más les afecto, no importa si es un ser ficticio o real, solo encuentren aquél que ustedes consideran el más poderoso-.

Ambas asintieron y cerraron los ojos, tratando de pensar en cuál era el ser de mayor impacto para ellas. Asintieron tras unos instantes.

-Ahora, piensen en una acción en la que esa persona se vea en la cúspide de su poder-.

Asintieron una vez más.

-Bien, abran los ojos- les indicó y ambas obedecieron –ahora, repitan ustedes mismas esa acción-.

Les tomó unos instantes a ellas el procesar lo que les indicó, pero cuando por fin lo hicieron…

-¡¿Qué?!-.

… reaccionaron con pena, cosa notoria al ver sus mejillas rojas.

-Es necesario- fue todo lo que les dijo Rias.

-Está bien, nadie se burlará- comentó Issei comprensivo, viéndose algo apenado al agregar –cuando yo desbloqué la mía lo hice haciendo un Kame hame ha, imitando a Son Goku-.

Un tanto sorprendidas al ver cómo, de entre todas las personas, era la bestia pervertida él que las alentaba, asintieron algo renuentes y procedieron a alzar sus brazos derechos, como si empuñaran una espada, pero sus posturas eran tan relajadas como podían, ni si quiera separaron los pies en una postura de combate, simplemente permanecían de pie. Y al mismo tiempo, bajaron los brazos.

-Mugetsu- dijo Kaori con voz calmada, su brazo apenas mostrando esfuerzo en su descenso.

-¡Enuma Elish!- por su parte, Aki exclamó con fuerza, su brazo bajando con más fuerza que el de su amiga.

Un brillo surgió de las manos de ambas y dos espadas aparecieron: Kaori tenía una katana plateada de tsuka y tsuba sencillos pero elegantes de colores claros. Aki por su parte tenía un talwar, de empuñadura y guarda negras y la larga y curveada hoja de un incandescente color rojo.

-¿Ho?- murmuró interesado Azazel, acercándose a examinar las espadas.

-¿Qué [Sacred Gear] son Azazel-sensei?- inquirió Issei curioso.

Kaori y Aki dejaron de admirar sus armas para enfocar al cadre, atentas a lo que dijera.

-La katana es una [Sacred Gear] algo rara conocida como [Senritsu no ken]. Vibra a alta frecuencia lo que le permite cortar con extrema facilidad a través de roca y metales. Por otro lado el talwar es una más común pero aún bastante fuerte, es conocida como [Blazing Blade] y es básicamente una espada de fuego. No que se rodeé de llamas si no que su hoja es prácticamente fuego solidificado y refinado, prácticamente es una espada de plasma- explicó –nada mal, ambas son [Sacred Gear] bastante útiles, más aun si sus portadores son aptos. Estas dos tienen un muy buen potencial-.

-Que afortunadas, Ena quisiera tener una [Sacred Gear] como esas, o al menos una espada mágica como Erica-san o Liliana-san, ahora que Ena no tiene a [Ame no Murakumo] no tiene con que pelear- musitó desanimada y algo celosa la morena.

Varios la miraron con una risa nerviosa, especialmente Issei quien, pese a lo pasado en el dia, no pudo evitar querer animarla.

-E-está bien Ena, si la llegas a necesitar te prestaré a [Ame no Murakumo]-.

-¡¿En serio su majestad?!- saltó emocionada, tomándolo de las manos.

Algo inseguro, Issei asintió –Si, aunque es mi autoridad parece que también funciona como un equipamiento especial- de pronto hizo una mueca –y una especie de compañero como Ddraig- agregó.

Si bien estaba acostumbrado y agradecía la perpetua compañía de Ddraig, Ame había sido un poco molesto. Ddraig al menos estaba contento con que Issei se hiciera fuerte y le ganara a Vali, pero Ame había insistido por casi media hora a que peleara con Azazel hasta que Ddraig logró calmarlo de alguna manera. Siendo Ame parte de un dios de la guerra, era de esperarse que fuera un maniaco de las batallas, pero aun así, Issei preferiría si fuera una espada más, como Ascalon.

-¡Gracias su majestad!- exclamó contenta Ena, abrazarlo con fuerza y apenando un poco al castaño.

-Ah, cierto, Issei, ahora que recuerdo- empezó Azazel con una mueca divertida-tu nuevo programa se estrena hoy en unos minutos-.

-¿eh?- fue todo lo que logró decir el castaño.

Cuarenta minutos después, todos los presentes en la vivienda estaban congregados alrededor del enorme televisor en la sala principal, viendo los créditos del nuevo programa.

-¡Fue genial!- saltó Irina con sus ojos repletos de estrellas -¡cumpliste nuestro sueño de la infancia, Ise-kun!-.

-Sí, eso hice, ¿verdad?- murmuró algo inseguro el aludido.

-No está mal, no es lo que me hubiera imaginado, pero da una buena impresión de usted Issei-sama- comentó Liliana.

-Mejor que el anterior es, sin duda- asintió Erica antes de mostrarse algo molesta –pero yo soy la principal, ¿Por qué se equivocaron con el orden?- entonces se giró a Yuri –no lo tomes a mal Yuri-.

Pero la castaña no respondió y permaneció cubriéndose el rostro con las manos. Pese a eso, todos sabían que estaba avergonzada. Podían ver sus oídos casi tan rojos como el cabello de Rias.

-Bueno, en la historia, Issei empezó todo en Japón, así que la conoció antes a que a Erica-san, era de esperarse algo así- comentó algo divertido Kiba.

Por su parte, ciertas espadachinas cabeza hueca se veían emocionadas.

-¡Fue genial! ¡¿Cuándo saldrá Ena?!-.

-También me gustaría saber cuándo saldré yo, ¿me darán algún cinturón o algo para Durandal?-.

Mientras todos discutían animados sobre el programa (Inclusive Kaori y Aki participaban, aunque se veían más emocionadas por el personaje de Kiba) Issei seguía sin saber que decir, cuando su celular lo distrajo. Era una llamada de cierto otaku en Italia.

-¿Gantz-san? ¿Ocurre algo?- preguntó el campione por la línea.

-Buenas noches Issei-san- saludó el caballero –no, nada importante, es una llamada de ocio-.

-¿Ocio?-.

-Sí, antes que nada, gracias por ayudarme a recibir los canales del inframundo, Levi-tan es un muy buen programa-.

-Ah cierto, le pedí a Oni-sama que le diera alguna forma de verlos, sabía que el programa de Leviatan-sama le gustaría, es de chicas mágicas después de todo-.

-Lo otro… no quiero spoiler solo quisiera saber, ¿hará una colaboración con Levi-tan? Recuerdo que Kamen Rider Wizard hizo una colaboración especial con un live action de chicas mágicas… ¿o no? Solo vi imágenes en algunos opening pero nunca fui fan de los live action de chicas mágicas así que no lo investigue, pero en este caso lo vería definitivamene… ¿o tal vez participará en alguna otra saga de Kamen Rider? ¿Heisei tal vez? Zi-o sigue en emisión después de todo-.

-…-.

Fin del capítulo.

Ok, rayos, me tardé mucho. Una disculpa por eso. Mi musa estuvo caprichosa y no me dejó trabajar en nada hasta que saqué una nueva idea de mi sistema. ¿Cuál? "Issei Belmont" el nuevo fic crossover de DXD y Castlevania que escribí, de momento solo tiene el primer capítulo (capitulo piloto) pero el segundo capítulo podría salir antes de final de año… y yo que quería evitar tener más de cuatro proyectos a la vez, pero si limitándome así me evita centrarme en los todos mis fics pues, no vale la pena.

Probablemente escriba otro de mis futuros proyectos en la próxima semana (si quieren ver cuantas ideas tengo, los invito a revisar mi profile, hasta el final tengo una lista de ideas pendientes). También los invito a ver "Issei Belmont", siento que tiene un potencial brutal y me gustaría saber sus opiniones.

Ahora, sobre el capítulo de DXC! en turno.

Estoy seguro de que notaron las diferencias del canon ¿no? Bueno, ya lo había dicho pero tomaremos un enfoque más cercano a las LN, lo que se traduce a que Metis no apareció, y si aparece no será como en el canon. Por otro lado, el enfrentamiento final con [Ame no Murakumo] es un hibrido entre el anime y la LN, con mi toque personal, véase, la forma de Yamato no Orochi. Siempre pensé que sería más apropiado algo así que la forma de golem gigante que tomó en el canon, tanto anime como LN.

A los que leyeron las LN y/o que tengan problemas con que Erica no peleara contra Ena con el poder de la encarnación del joven, solo puedo decir que: calmados, tengo un plan para ese poder, y no creo que sea muy difícil imaginar el que, especialmente con los arcos que se vienen, ¿o sí?

Una parte de mí esta incómodo con este capítulo, especialmente porque se apega mucho al canon de Campione! Y a mí me gusta diferir tanto como pueda, pero la verdad no se me ocurría como alterar los eventos de aquí tanto. Espero que fuera un buen capítulo, especialmente tomando en cuenta cuanto me tardé en escribirlo.

Lo que sí, y no estoy seguro del por qué, me dio por resaltar las diferencias entre Issei y Godou… espero no haber exagerado con eso, aun si lo que más dudas me causa son los párrafos sobre "usurpador" y "conquistador", pero bueno, no quiero quitarlo, espero quede bien.

Como extra, ¿les dio curiosidad el nuevo programa de Issei? Pues, como ponerlo, es un nuevo proyecto sorpresa, ni siquiera está en mi lista de ideas… no aún, lo pondré una vez publique este capítulo. ¿Cuál es mi idea? Simple, se llama (de momento al menos) "Kamen Rider Myth", un crossover de DXC con, pues Kamen Rider… no me miren así, ¿ok? Se me ocurrió ver Kamen Rider Amazons, lo que me llevó a buscar fics, lo que me llevó a unos crossover de Kamen Rider Wizard con DXD, lo que me llevó a empezar a ver los live action (llevo Amazons, Wizard, estoy a la par con Zi-o y empezando Black, no creo que vea los anteriores a Black pero sin lugar a dudas veré Black RX y todos los de la era Heisei) y cuando pensé en este capítulo, recordé que no había dicho nada del nuevo programa de Issei, y que Oppai Dragon era un Tokusatsu, y pues… simplemente se me ocurrió.

No será un fic completo, al menos no por ahora. Será un spin-off que será actualizado muy de vez en cuando (por lo menos hasta que acabe con DXC, entonces pasará a ser un proyecto principal), pero tengo todas las intenciones de escribirlo. Si les interesa, estén atentos en los próximos meses, aunque probablemente les avise en el capítulo 15 de DXC!

Bueno, reviews y terminamos:

Ronaldc v2: yep, Ena está aquí, y sí, causo muchos líos, pero bueno, al final todo bien. Perdona la tardanza, y espero te guste el capítulo.

Logan: y otra vez tardé siglos, lo siento por eso. Pero bueno, si todo va bien, no volveré a tener estos bloqueos. Por otro lado, espero que te gustara el capítulo.

shirou6655: Ups, perdona por tardar tanto, pero no te preocupes, no importa cuánto me tarde en actualizar, esta historia no quedará abandonada. Sobre el harem, ya había dicho que Kunou es parte del harem, y que su madre no (a no ser que sea canon en Shin DXD) y sobre Athena, ningún dios [Desencadenado] entrará al harem, y decir algo más seria spoiler, así que será todo lo que diré por el momento. Espero que el capítulo te gustara.

CCSakuraforever: me alegra que te gustara, espero este también te guste.

horakthy baraq : bueno pues, al final, Ena si causó un lío, pero bueno, todo va por un buen camino, creo yo, ¿Qué opinas? Este capítulo me deja en dudas, como ya dije arriba, me gusta alejarme del canon (en cuanto a narración) para que no sea un simple copy-paste, espero que quedara bien. Y la verdad, algo que ansío por poner es interacciones entre Ena y Xenovia, siendo Xenovia mi favorita de DXD (con Asia muy cercana) y Ena siendo muy parecida (aunque prefiero a Yuri en Campione!), simplemente quiero escribir de ellas dos juntas.

soulalbarn18000: si bueno, como tu dijiste, no las aprovechan mucho en el canon, pero con Campione! En la mezcla (casi exclusivamente, a causa de Erica) no hay forma de que no evolucionen aún más que en el canon. Especialmente Asia a quien la mayoría tienen muy rezagada en cuanto a crecimiento y posibilidades (considerando de que rara vez le dan mayor enfoque, casi siempre es relegada a pareja secundaria). Tengo muchos planes para TODAS. Por lo de la longitud, este me salió extenso, diez hojas más de lo que me esperaba pero simplemente no podía recortarlo, ¿Qué te parece? Y bueno, si todo sale bien, no tendrás que esperar mucho para la continuación.

Leincrowbell: Si, pero considerando que "el poder atrae al poder" y que eso se aplica especialmente a los dragones, no es de sorprender que Issei provoque a tantos dioses, lo que si resalta es que tengan tantas similitudes (tormenta, guerra, poder). Bueno, espero que este capítulo permanezca al nivel de los anteriores, la verdad le tengo dudas, ¿tú que opinas?

miguelzero24: Bueno, una disculpa, mi plan era actualizar mis fics en general pero simplemente mi musa no cooperó. Con suerte, Dead Zone será actualizado en alrededor de un mes. Nuevamente, perdona por tal tardanza.

Leknyn: Pues, no sé si épicas, pero en este si hubo peleas, si bien cortas. Por poderosa que sea [Ame no Murakumo] para otros seres, para dioses y campioni simplemente no da para algo más duradero. Sobre Dead Zone, espero actualizarlo en alrededor de un mes, perdona por eso.

carlos Trujillo: gracias, me alegra que te guste. Sobre actualización, probablemente en un par de semanas, si mi musa coopera, claro.

Uldin: seria spoiler si te lo dijera, y falta "poco" (véase, un par de meses" para que lleguemos a eso, así que, ¿aun quisieras que te respondiera o prefieres esperar?

FlashHero: Muchas veces es así, nunca se puede estar seguro con los políticos, ni siquiera en fics como este. Sobre Ena, no te culpo por pensar eso puesto que si es de mente simple (si bien muestra algo más que eso en la LN), pero en cierta forma me recuerda a Xenovia, y como veo mucho potencial en ambas, y me agrada la idea de hacerlas interactuar, pues… Sobre el examen, Cesar es el primer nombre que Erica trae a colación cuando ella y Erica empiezan a pensar en nombres para el bebé, al final del último volumen de Campione!

Sergio Gonzlez: hecho. Perdona la tardanza.

tomfe59: una disculpa, parece que di la impresión equivocada con Liliana. En ningún momento quise hacerla ver enamorada de Issei, aún es pronto para eso y simplemente no ha pasado nada para que se dé, en el canon tomó una situación en verdad apremiante para unirlos rápidamente, y aquí no han pasado por nada esos dos, eso lo entiendo. Sus reacciones son por otras cosas: en primera, el constante "lavado de cerebro" que le aplica su maid, insistiendo en que es cosa del destino que terminara como caballero de Issei.

El segundo es que, como caballero, obedecerá lo que le ordene Issei, inclusive si la orden es "vuélvete mi esposa/concubina/amante", pero como es un tema que le apena, reaccionó así ante la sugerencia de Ena. Y es canon, ¿Cómo actuó cuando creyó que Godou le ordenaría que le "sirviera" tras el primer encuentro con Perseo? No muy distinto, ¿o sí? Y para finalizar, como Erica dijo una vez, Liliana está enamorada de la idea de enamorarse. Aun si solo tiene respeto y algo de aprecio por Issei, ante una insinuación como la que Ena le hizo la haría reaccionar. Por ese lado no te preocupes, aún falta tiempo antes de que la escriba verdaderamente enamorada.

Por otro lado, ¿Cómo resultó con Ena? Me apegué mucho al canon, así que debe de ser una forma factible, pero no puedo evitar tener mis dudas, especialmente si te causé la impresión incorrecta con Liliana en el anterior, así que, ¿Qué tal quedo? Sobre las parejas del lado de DXD, también puedo decir que puedes estar tranquilo, tengo toda la intención de desarrollarlas más de lo que están en el canon, inclusive tomando Shin DXD en cuenta, ya lo veras conforme la historia avance, pero por ahora, no puedo decir más sin que sea spoiler.

Bueno, seria todo por el día de hoy, una disculpa a todos por la tardanza, los veo en la próxima.