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Capítulo 6
La frontera que no se puede alcanzar
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¿Qué es exactamente tener poder?
Naruto no sabría responder a esa pregunta, en particular, incluso con toda la fuerza que él mismo tenía, no era tan bueno en las palabras como para explicar que era eso, pero si tuviera que decir lo primero que se le viniera a la mente…
Era el poder de actuar.
Lo sabia bien.
Había personas que se podrían esforzar cuanto quisieran, las cosas no eran alcanzadas por sola voluntad, había siempre una pequeña cosa que evitaba que las personas actuarán, falta de tiempo, falta de recursos, problemas personales, problemas de salud, genética, dificultades al nacer.
Desde que había sido adoptado por Izanagi, desde que le había sido dado el potencial para actuar con toda la fuerza posible, Naruto sólo quería vivir tranquilamente, pero quería hacer valer la fuerza que había ganado, ayudando aunque fuera mínimamente con la fuerza que había ganado.
Había una diferencia notable entre él y la mujer que estaba delante suyo.
Un ser que había alcanzado el poder absoluto paso por paso.
Un ser que había nacido con el poder absoluto desde que nació.
Naruto no necesitaba ser un genio para saberlo.
Ella tenía una ventaja más que larga.
Ambos estaban en terreno igualado, pero la diferencia entre un ser que había nacido con gran poder, y había trabajado a partir de ese poder, era diferente de alguien que había nacido con poco y tenia que construir desde incluso menos. Exactamente por eso, el mango de la katana no paraba de sonar con fuerza contra su mano, esperando exactamente el momento exacto, y ni un instante antes o después.
La rubia sonrió.
No era una sonrisa que una persona tenía cuando se divertía, o una sonrisa juguetona.
Era la sonrisa de un depredador apuntando a su presa al cuello.
Apunto un solo dedo contra el pelirrojo haciendo que este se pusiera en guardia ante el siguiente movimiento, con el pulgar saco el filo de la funda, cada músculo de su cuerpo estaba preparado para el siguiente movimiento—Barrera: "Maldición de los Sueños y Realidad"
Seguidamente sus ojos se abrieron cuando una lluvia de cientos, si no es que miles de Kunais de color verde hechos de energía salieron volando de su dedo, el pelirrojo dio un paso en reversa cuando vio como fue rodeado desde todos los ángulos posibles en menos de un parpadeo por los proyectiles de energía.
Un instante después, el área en donde estaban se cubrió de cortes por todos lados.
Zuihō (Fénix de la Fortuna) era una de las muchas armas que Naruto había forjado en todo el tiempo que tuvo para entrenar, la primera de ellas, la manifestación física de quien era él. Su espada más grande, más poderosa y más antigua, una construcción divina, el pináculo de las espadas sagradas, forjada ni por el hombre ni por dios.
Tenia la habilidad de cortar el espacio mismo, de una manera tan rápida que ni siquiera parecía que la espada había salido de su funda, había cortado todas y cada una de las balas que le rodeaban, y se encontraba justo detrás de la rubia, apuntando su espada apuntando con la punta al cuello.
Seguidamente, cuando el arma estuvo a centímetros del cuello de ella… Naruto fue impactado.
Fue impactado por un objeto de metal a una velocidad colosal.
Era… ¿Un tren?
Saliendo de uno de los portales creados por la rubia justo a un lado del pelirrojo apunto de cortar su cuello, pudiendo escuchar la fuerte bocina del tren cuando derrapó sobre el suelo cuando plantó sus pies en el suelo y con una mano trataba de detener el avance de la máquina, Naruto no podía dañarlo y partirlo en dos como el tren del país de la nieve.
Parecía más duro, mucho más duro de lo que un tren normal podría serlo, por lo que pensó en detenerlo.
En vez de eso, vio como dicho tren empezaba a brillar.
Naruto fue lanzando a volar cuando el tren explotó enfrente suyo y la rubia mantenía una suave sonrisa al ver el corto intercambio de ataques que habían tenido. Su defensa no es nada mala, supongo, pero supongo que no pelear con su arsenal completo lo tiene movido de ritmo lo suficiente como para agarrarlo con la guardia baja en los peores momentos.
El pelirrojo se detuvo en el aire, volando y viendo como la rubia abría el paraguas que tenía y empezaba a elevarse para mantener el mismo terreno—¿Eso es todo lo que tiene para ofrecer uno de los hijos de Izanagi? Vaya, tan orgullosa estaba de mi pequeña por haber sido capaz de darte pelea, pero si eres tan débil, no es ningún logro ponerte en problemas— declaró la rubia sonando decepcionada antes de sonreír levemente y poner un dedo contra sus labios—. Voy a jugar contigo otro poco antes de acabar genuinamente, asegúrate de no morir ahora, no he usado las reglas de Spellcards en un tiempo, por lo que me será difícil manejarme.
Ella separó su dedo de su boca, y soltó un pequeño suspiro, como si estuviera apagando algo. Naruto vio eso confuso antes de que de repente abriera los ojos cuando un fuerte tosido salió de su boca con sangre llenando su garganta—La habilidad de mi especie es la de controlar las fronteras entre las cosas, en cada cosa existe un límite, controlar tu frontera entre la vida y la muerte, entre la existencia y la no existencia, es un poco más difícil de lo que consideré, aún siendo un hijo de quien eres.
El pelirrojo luego empezó a toser repetidamente, sintiendo como si su corazón estuviera explotando y volviendo a crearse una y otra vez, para que sus instintos le gritaran que no bajara la guardia.
—Barrera: "Balance entre Movimiento y Quietud"
Rayos de luz de color azul y rojo empezaron a salir de los círculos mágicos que había hecho la rubia y los espacios que tenían las esferas azules, cuando Naruto esquivaba uno tenía una esfera que aceleraba apenas se le acercaba para esquivar, y detrás de esa esfera habían un centenar más seguidas de disparos de luz que le dificultaban el esquivar.
No hay aperturas en esto.
Eso fue lo que entendió cuando brinco y al instante en que lo hacía, decenas de portales pequeños como los que había creado antes aparecieron desde cada ángulo de su cuerpo—Nido de Fantasía: "Nido de Gusanos Brillantes Voladores"
Como agujas, disparos de energía verde fueron disparados desde los portales, cerrando a un mas el camino del pelirrojo.
Había un detalle con los proyectiles de ella, estaban hechos de prácticamente pura energía espiritual sin alterar y disparada en grandes cantidades, proyectiles así golpeaban directamente en el alma, un humano normal recibiría un golpe menor considerando que los proyectiles no serían tan fuertes en algo que tuviera forma física.
Sin embargo, tanto el lado de sus habilidades demoníacas como divinas, hacían que su cuerpo fuera particularmente sensible a los impactos de dichos proyectiles.
Eso lo averiguo cuando uno le paso rozando la mejilla y firmó un corte que le llego hasta la oreja, y luego otro que surco su brazo, uno que se le encajó en la rodilla, otro que paso por su pie izquierdo, no podía esquivarlos todos dado la proximidad y el poco a nulo espacio que tenia, así que movió su cuerpo de manera que evitaría daños graves.
Y cuando los portales que disparaban dichos proyectiles verdes se cerraron, el pelirrojo pudo ver como muchos más círculos mágicos y esferas de energía le tenían rodeado desde cada ángulo. Con la rubia que había creado dichos ataques moviendo su mano como si estuviera dándole una despedida.
Luego todos los proyectiles se lanzaron contra él a una velocidad de vértigo, haciendo que el pelirrojo se quedará viendo como su cuerpo entero brillaba rodeado de los diferentes colores del ataque que venia de todos lados.
Cerró los ojos.
Desenfundo su espada.
Senhō (Paso del Sabio)
Y luego desapareció.
Los proyectiles explotaron como un montón de bombas después de que el pelirrojo se hubiera esfumado.
Era como si de repente se hubiera vuelto invisible, porque Yukari todavía pudo sentir como un flujo de energía estaba por doquier.
El Paso del Sabio era una técnica que usaba energía akashica para entrar en un vacío dimensional, donde el espacio estaba alargado y el tiempo fluía de otro modo, imperceptible en todos lados,
Y por doquier era… por doquier, lo sentía moviéndose entre sus ataques de Danmaku, lo sentía fluyendo alrededor, lo sentía detrás suyo.
Betsuri Sougen (Partir el Pasto)
Un corte ascendente salió de la hoja del pelirrojo al mismo tiempo que todo en la dirección que había apuntado era cortado como si el mundo mismo se hubiera fracturado en esa dirección, un tajo tan rápido y preciso como para cortar el espacio mismo.
Naruto se espero ver como la cabeza de ella, a lo que había apuntado, cayera cortado en dos, aun cuando había visto que no la había matado antes, por lo menos le daría algo de tiempo antes de que ella pudiera atacarle mientras se "juntaba"
Lo que vio fue como un tubo de metal, una señal de alto, detenía su ataque de una manera que apenas y se notaba alguna clase de esfuerzo de su parte—Oh, ¿Qué pasa? ¿Querías atacarme de nuevo con eso? Lamento decir que la misma táctica no funciona dos veces conmigo.
—Lo supuse— declaró el pelirrojo viendo como empezaba a ser rodeado de los portales con ojos provenientes de la rubia—. Pero realmente sólo estaba esperando poder acercarme un poco.
Yukari miro como el pelirrojo soltaba la funda de su espada y empezaba a hacer movimientos con ella, haciendo sellos con una sola mano a una velocidad que apenas se notaba la forma de sus dedos.
Perro. Pájaro. Dragón. Tigre. Dragón.
Luego soltó la espada con su otra mano.
Y aplaudió.
Todo se volvió negro entonces.
Hōton: Tochishūyō (Elemento Radiación: Eminente Dominio)
Todo se convirtió en oscuridad ante la palmada de Naruto.
Yukari abrió sus ojos cuando toda la luz de todas las cosas que le rodeaban se apago como si el sol mismo se hubiera ido, pero no sólo era eso, sino que de repente sintió como todo empezaba a vibrar a una velocidad enorme. La rubia abrió los ojos cuando sangre empezó a salir de su boca de una manera constante con su cuerpo entero sacudiéndose.
Con el elemento radiación, Naruto era capaz de controlar la energía electromagnética de las cosas que le rodeaban, junto a eso estaba el hecho de que podía manipularla de distintas maneras a como eligiera hacerlo, una de esas era evitar que cualquier tipo de luz hiciera contacto con un objetivo.
Y atacar a dicho objetivo con radiación acústica, es decir, ondas de sonido. Todos los seres vivos eran de hecho bastante sensibles al sonido.
Ciega y sorda en ese caso, Naruto podría atacar a como decidiera hacerlo.
Sin embargo, no se confío.
Salió disparado de donde estaba y como una estela de color rojo, empezó a correr en medio de los bosques en los que estaba de manera tal que se perdiera a la distancia, aun así, solo estaba comprando tiempo, sabía bien, que eso no iba a ser suficiente. Así que hizo valer cada segundo que se alejo lo más posible de ella.
Esa mujer es más peligrosa que su hija, la otra aún con todo no había ido completamente a matar, y la diferencia de fuerza y experiencia entre ambos no era tan grande como para que ella fuera… así. Pero esta mujer… ella esta jugando conmigo.
Había algo que quería comprobar.
Los ojos del pelirrojo se abrieron de golpe al sentir como algo se abría adentro suyo, y luego una mano sujetaba justo algo en su interior, algo importante.
La sangre salió de su garganta cuando sintió como su corazón era literalmente aplastado bajo una mano con una fuerza inhumana. Vio como una figura salía de un portal a unos metros delante suyo, al mismo instante, el cuerpo del pelirrojo cayó al suelo por la súbita sensación como si su torso hubiera explotado.
Yukari se miraba sonriente aún cuando le salía sangre de nariz, oídos y boca, la cual no parecía tardar en empezar a evaporarse y desaparecer—No es un mal truco, en verdad, pero disparar, apuñalar, golpear, matar. Son cosas que no funcionan contra mi, aunque… tengo que admitir que esa última técnica tuya, me molesto bastante— declaró ella sacando su mano de un portal pequeño y mostrando como estaba llena de sangre que ella acercó a su boca, antes de darle una leve lamida al líquido rojo, abriendo los ojos como si se hubiera dado cuenta de algo y luego sonriendo tanto que parecía que su cara de iba a partir en dos—. Es taaan curioso, como sabrás, los Yokai comemos carne humana, entre mayor sea la cantidad de actos malignos que han cometido, más deliciosa es su carne. Tu no eres humano, ya no, ¿O si, pequeño dios?
—…Ya… he hecho mi tarea respecto a como funcionan los Yokai— comentó el pelirrojo con una sonrisa divertida, antes de gruñir cuando sintió como la carne se regeneraba de estar aplastada, y se levantaba con la espalda crujiendo—. Y no… no soy humano… ya no— aclaró poniéndose en guardia.
—Tampoco te ves como el tipo que haría atrocidades como para que tengas un sabor tan bueno, debe de ser entonces que la sangre de un ser como tu despierta en mi lo que no he sentido en mucho tiempo— declaró la rubia antes de llevar su mano ensangrentada sobre su cabeza y dejar que el líquido rojo bajará a su boca, parecía como si tragara un elixir que le diera vida, sonriendo con sus labios bañados en sangre viendo ahora al pelirrojo con un interés enorme—. Pequeño dios… espero que no me decepciones y puedas soportar esto, la hora de los juegos se ha acabado.
Esta vez no hubo anuncio de su ataque.
Miles y miles de Kunais de diferentes colores salieron disparados alrededor de la rubia en dirección del pelirrojo quien había guardado su arma nuevamente, este no estaba planeando atacar con la misma técnica hasta que la rubia aprendiera a evitarlo.
Vio como más círculos mágicos aparecían a su alrededor de una manera tal como para volver a rodearlo, viendo como lo que solo podía llamar marinos as de energía rojas y azules empezaban a salir de dichos círculos y luego el pelirrojo aflojara los brazos.
Jinton (Elemento Polvo)
Hilos de color patinado empezaron a salir de sus dedos.
Fibra Matriz.
Agitó sus brazos de manera tal como para agitar también los hilos que estaban en sus manos, cortando los kunais y mariposas que le rodeaban en dos, antes de que mas empezarán a llover sobre él, y más y más, y más.
La lluvia de ataques de energía no parecía acabar, los hilos hechos de Chakra de Elemento Polvo eran capaces de cortar todo a nivel molecular
El pelirrojo agitó los hilos de sus dedos de forma tal que se extendieron de golpe, mientras la rubia miraba eso desde la distancia antes de alzar una mano y que decenas de portales con ojos de formarán detrás de ella.
Vio como una estela de color rojo se lanzaba contra ella antes de que los hilos de color platinado protegieran el cuerpo del Ojiazul contra sus ataques.
Se detuvo de golpe enfrente de ella.
Kami no Onijutsu: Tentai no Yamanami Zenmetsu (Artes Divinas Oni: Montaña Trituradora de Estrellas Celestiales)
El Onitaijutsu era un estilo de combate creado por Naruto, que aprovechaba las capacidades absolutamente ofensivas de la raza Oni, los demonios como tal tenían capacidades de corromper y dañar todo lo que tocaban.
Esa técnica en la que sus puños rojos impactaban cientos de miles de veces a su enemigo con una fuerza tal como para destruir montañas enteras, era una de las técnicas de combate cuerpo a cuerpo más fuertes que existían en el mundo ninja.
Ondas de choque no paraban de salir del lugar de impacto hasta que la rubia se movió.
Impacto al Ojiazul con una señal de alto nuevamente, con una fuerza mucho mayor que antes, mandándole al suelo en dónde Naruto se recompuso, pero unos crujidos le hicieron ver hacia abajo.
Vio sus dedos completamente fracturados y en direcciones opuestas a dónde iban normalmente producto del impacto, y por la manera en la que ella ni siquiera estaba agitada o magullados en algún lado, parecía como si no le hubiera hecho nada en lo más mínimo a la Yakumo—Bueno, no es la primera vez que me enfrentó a alguien que usa bastante sus capacidades físicas, me preguntó cómo sería para ti, impactar algo con la fuerza para partir montañas es bastante lindo y todo, pero me preguntó, con tus dedos teniendo la resistencia del cristal y lo que impactas tan fuerte como el concreto, ¿Cómo se siente simplemente no poder vencer con poder en bruto a tus enemigos?
Supongo que esto lo confirma.
El pelirrojo alineó sus dedos con crujidos y gruñidos, dejando que su regeneración tomara cargo de arreglar las múltiples fracturas.
Podía sentir como la corona sobre su cabeza empezaba a enviar un fuerte dolor que le estaba manteniendo al borde de todo. El pelirrojo se encorvo suavemente, un aura roja y negra empezaba a surcar todo su cuerpo.
Sus dientes, ya afilados de por sí, crecieron y se afilaron hasta que hicieran sobresalir sus encías, las marcas en sus mejillas se volvieron más salvajes que antes, su cabello rojo se erizo de golpe, creciendo hasta cubrirle la espalda, sus ojos azules brillaron, uno volviéndose de color morado y el otro de color amarillo.
Sus músculos, ya grandes y tonificados de por sí, dieron más de si, marcándose anchamente, sus dedos se alargaron y sus uñas se volvieron negras, afiladas cual garras, en sus rodillas empezaron a aparecer lo que parecían escamas, su torso desnudo mostrando tatuajes de color rojo apareciendo en toda su superficie.
Afilados cuernos negros salieron de su cabeza, apuntando hacia arriba, con anillos de color dorado en su superficie de obsidiana.
Una figura parecía sobresalir de detrás del pelirrojo.
Cómo la de una hidra, sacudiendo sus cabezas al ritmo de que el aura roja y oscura del pelirrojo se expandía.
Curioso. Pensó Yukari, la transformación había durado pocos segundos, pero no parecía algo que dejara al pelirrojo descontrolado o alguna clase de as bajo la manga. Aunque bueno, de ser lo contrario, pelear contra el pelirrojo descontrolado sería más fácil para ella, era el aura que soltaba lo que la dejaba curiosa. Puedo sentir la potente y densa energía negativa que emana de su cuerpo como si fuera una fuente de la maldad, aún así, no siento emociones negativas en él.
Eligió ser cuidadosa y preventiva ante la nueva apariencia del pelirrojo quien simplemente mantenía la mirada agachada.
Más portales se formaron a su alrededor aprovechando que no se movía.
—Fuerza Exterior: "Infinito Objeto Volador a Supervelocidad"
Disparos de energía de color celeste salieron desde todos los ángulos posibles que rodeaban al pelirrojo, no dejando lugar para escapar.
En un parpadeó el pelirrojo estaba en otro lado.
Yukari se quedó viendo eso de repente.
Ella podía percibir movimientos que sucedían en menos de milésimas de segundos sin dificultad, y ni siquiera se había distraído, no sentía como si el pelirrojo hubiera usado una técnica de teletransportación, y un movimiento tan rápido causaría reacción de cualquier manera sobre el ambiente.
Naruto empezó a inhalar y exhalar suavemente, ante la atenta mirada de la rubia—No me digas que en verdad sacrificaste tu mente por más poder físico, eso no te servirá de nada contra mi.
El pelirrojo alzó la mirada, para ver con una mirada absolutamente lucida a la rubia antes de lanzarse directo contra ella.
Kunais de energía salieron volando en su dirección antes de que las manos del pelirrojo se movieran como garras cubiertas de rojo cortando cualquier resistencia sin detenerse en lo más mínimo.
Una mano se movía como una garra rasgando por doquier, literalmente rasgando cualquier defensa.
La otra mano se movía como una suave cascada, desviando sin quitarle la fuerza a los demás ataques.
Era como ver a dos personas combatiendo a cada lado, al mismo tiempo que el pelirrojo luego brincara cuando mariposas rojas empezaron a salir del suelo y a brillar de manera incandescente. Antes de empezar a girar como si fuera un tornado cuando más proyectiles de energía se arremolinaron a su alrededor.
—Hay algo que no debes olvidar jamás, sin importar que tan poderoso te vuelvas, sin importar que tanto sientas que haz perfeccionado tus habilidades, jamás subestimes a tu oponente, pelea con todo lo que tienes a tu alcance, si hay un solo deje de arrogancia en alguien como tu, jamás ganarás un combate.
Esas palabras vinieron a la mente del pelirrojo al mismo tiempo que se movía entre la lluvia de ataques de luz que no paraban de salir de portales alrededor de la rubia, acercándose cada vez más, moviéndose en zigzag.
La sangre de Oni en las venas del pelirrojo, conseguida después de años enteros de entrenamiento de la manera más despiadada imaginable, sus instintos de combate habían sido forjados a través de incontables combates a muerte, si Naruto buscará sólo pelear contra gente más débil que él, jamás habría sobrevivido de esa manera.
Su lado Oni no era uno sediento de sangre y matanza, ni tampoco algo que le quitará algún atisbo de racionalidad.
Era el lado de si mismo que más había combatido, más había aprendido, y que no tenia duda en lo más mínimo de lo que debía hacer, no había muchos guerreros que fueran capaces de pelear sin alguna clase de atadura mental o de dudas.
Él, aquel llamado Kaikiseshi Mono (El Despertado) entre los demonios, era completamente libre.
La mujer llamada Yukari Yakumo estaba peleando con siglos enteros de experiencia en combate.
Y por eso ella sonrió antes de que lápidas salieran disparadas de sus brechas y le dieran de lleno en la cara al pelirrojo, quien movió el cuello hacia atrás por el impacto antes de que lanzará una patada que mando una media luna de energía demoníaca hacia Yukari.
Otro portal devoró el ataque antes de sé abriera otro arriba del pelirrojo de aspecto demoníaco, quien en un borrón de velocidad estaba en otro lado antes de que su propio ataque impactará al suelo.
La rubia mantenía una sonrisa enorme en su cara al ver eso antes de que cientos de círculos mágicos se formarán alrededor del pelirrojo.
Kunais, disparos de energía, esferas gigantes y pequeñas, mariposas, y directamente torrentes de energía salían de todos los ángulos.
Un domo de energía de color carmesí cubrió al pelirrojo al instante en que todos los ataques impactarán contra él, la pura cantidad de energía pareciendo ser como si fuera una lluvia directa sobre el ahora oni pelirrojo.
Los disparos de energía parecían simplemente ser convertidos en nada más que pequeños brillos que eran apagados al entrar en contacto con la barrera.
Así que parece ser que es capaz de desmenuzar los ataques en sus aspectos más básicos, atacarle con Danmaku con esa barrera sería sólo un gasto de energía. Por lo de las lápidas antes, parece ser que no es lo mismo con objetos físicos.
La rubia alzó una mano y un tren mucho más grande que el anterior salió de un portal creado encima suyo, con un objetivo delante suyo, el pelirrojo alzó la cabeza cuando vio como un tren estaba justo sobre su cabeza.
Hubo un fuerte impacto que sacudió el suelo completo, dejando su lluvia de ataques, Yukari sonrió al ver como el ataque había dado de lleno y su hipótesis había sido correcta, no podía hacerle lo mismo a objetos con más materia que simples balas de energía espiritual.
Un simple pensamiento de su parte hizo que el tren empezará a brillar para explotar, y luego…
Nada.
Los ojos de la rubia se abrieron cuando no paso nada y en vez de eso vio como lo que solo podría describir como un montón de venas de energía salían del tren que acababa de lanzar.
Esas son… ¿Líneas de Ley?
Toyokumono.
Estacas de color carmesí salieron de las venas de energía que habían en el tren antes de que el pelirrojo salieran disparado desde la parte trasera del tren y moviera con sus brazos la lluvia de ataques de sangre contra la rubia.
Esta al instante creo un portal delante suyo para protegerse del ataque antes de que las espinas se movieran a través de la brecha cambiando su dirección en medio del vuelo, antes de que la rubia chasqueara la lengua al ver como la rodeaban.
La señal el alto apareció en su mano nuevamente y la sacudió, siendo rodeada por una estela de energía de color morado, antes de que viera al pelirrojo con lo que solo podría llamar un par de abanicos de color rojo y morado.
Los portales que ya estaban abiertos dispararon contra el pelirrojo más lápidas como antes.
Jinton.
Una onda de energía color plateado fue lanzado en contra de la rubia, cortando sin detenerse en lo más mínimo en dirección a la Yakumo.
Una brecha se formó debajo de ella y al instante entró en dicho portal antes de que las ondas de energía pasarán sin tocar nada, igualmente, el tren que acababa de caer fue devorado por otro portal.
Naruto empezó a buscarla, girando su cabeza de un lado a otro, olfateando e incluso sus orejas se movían cada vez que buscaba rastros de ella.
Luego abrió los ojos.
Un nuevo portal se formó… adentro de su cráneo.
La brecha partió su cráneo en dos, de manera literal, sobresaliendo de su cabeza al mismo tiempo que el pelirrojo caía al suelo con su cerebro a la mitad. La rubia miro como el pelirrojo tocaba tierra al mismo tiempo que ella cerraba su portal dentro de su cabeza, ella se miraba… pensativa, preguntándose como continuar de una manera en la que no terminará matando por accidente al pelirrojo.
En la aldea de la hoja, alrededor del mes de octubre, empezaba a caer la nieve por doquier. Un hombre mayor, con ropas de color blanco y rojo, caminaba tranquilamente por las calles de su pueblo natal, el frío siendo tanto como para que incluso él, un Shinobi entrenado para soportar toda clase de ambientes, tuviera que soltar una capa de Chakra alrededor de su cuerpo para mantenerse caliente.
Seguidamente, una sensación que le envío escalofríos por la columna le hizo voltear a un callejón en particular, oscuro y en medio de la noche, abandonado de cualquier atisbo de vida.
O eso pensó.
Había algo moviéndose allí… alguien… una figura pequeña cubierta por trozos de tela viejos, podridos y llenos de suciedad.
¿Quién…? No pudo evitar preguntarse, ni siquiera los ninjas más entrenados que conocía eran capaces de enviarle una sensación tan profunda de precaución hacia alguien o algo, camino hacia adelante, siendo notado al instante.
Una cabellera roja se alzó de golpe, ojos azules se giraron para verle alarmado, no había intenciones de atacar de su parte, solo estaba alarmado al verlo, e igualmente, empezó a encogerse sobre si mismo, con miedo a lo que pasaría después.
Cabello rojo, ojos azules, marcas en las mejillas… ¿Podría ser que sea él…?
—Hola— saludo el hombre anciano suavemente, empezando a caminar hacia el niño—. Mi nombre es Hiruzen, Hiruzen Sarutobi. Voy a… lanzar un Jutsu para calentarte, ¿esta bien?
No recibió una respuesta, el niño ni siquiera pareció entender lo que había dicho, pero en respuesta a eso, una esfera de fuego pequeña salió de su boca y se formó en el suelo.
Los ojos azules del pequeño brillaron ante la nueva sensación de calor.
Hiruzen finalmente pudo verlo.
No debería tener mas de 7 años, pequeño, desnutrido y temblando.
El pequeño cerró sus ojos dejándose llevar ante el calor—¿Puedo preguntar cual es tu nombre?— cuestionó Hiruzen.
Las palabras salieron del pequeño pelirrojo, con normalidad, como si creyera o no entendiera lo que dijo—Demonio.
Naruto miro fijamente el cielo del país donde estaba.
¿Por qué recuerdo ese tipo de cosas ahora mismo? Se pregunto al aire antes de ver como decenas de portales con ojos empezaban a formarse a su alrededor.
Supongo que no importa. Pensó para si mismo el pelirrojo con sus dientes apretándose entre sí al instante que su cabeza se volvía a unir en dos.
Los ojos rojos que salían de las brechas brillaron de color azul, al mismo tiempo que lo que solo podría describir como cuadros hechos de líneas azules se formaban con una sola dirección en mente.
Ojo Mágico "El ojo Mágico de Laplace"
Anzuelo Aéreo "Atado con Veneno"
Los ojos morados dispararon esferas del mismo color en su contra, al mismo tiempo que los cuadros hechos de líneas disparaban varios disparos de energía recta, el pelirrojo giro sobre su propio cuerpo para esquivar los primeros ataques, antes de brincar en cuatro patas para alejarse de los disparos que le seguían impactando.
—Pues vaya que es resistente, al menos eso se lo concedo— murmuró la rubia viendo como el pelirrojo corría hasta los bosques que rodeaban el área donde estaban y usando la vida vegetal como escudo—. Supongo que al igual que Mikane-chan, algo de refuerzos no vendría de más en este combate.
Dos brechas más se formaron detrás de la rubia.
Dos figuras humanoides aparecieron bajando de los portales.
Una joven mujer de cabello rubio corto cayendo alrededor de su cabeza, con nueve colas igual de rubias en su espalda, un vestido blanco y azul, un gorro blanco sobre su cabeza con dos picos, sus ojos amarillos veían el campo de batalla completamente arrasado por lo que parecía un campo de guerra.
La otra figura era más pequeña, una niña joven de cabello castaño y ojos color miel, orejas gatunas igualmente castañas salían de su cabeza, tenia un vestido a cuadros de color negro y gris, un collar negro con cadena en su cuello, encima del vestido que tenia llevaba un gran abrigo de color rojo y dos colas de gato se agitaban en su espalda, viendo con curiosidad todo lo que pasaba—¿Usted hizo todo esto, Yukari-sama?— pregunto la pequeña a la rubia, antes de que la menor rubia le pusiera una mano sobre su cabeza.
—Así es, Chen, pero no puedo tomar todo el crédito por esto, tengo una pequeña molestia resistente conmigo— declaró Yukari con una sonrisa, los ojos de la mujer con colas de zorro en su espalda parecían brillar buscando en todo el lugar.
—El objetivo del que considero esta hablando se encuentre a 75 metros, Yukari-sama. Si desea puedo empezar los ataques preventivos en su contra— hablo la Kitsune con tono sin emociones.
—Si así lo deseas, Ran. Servirá para ver más de lo que puede hacer, te advierto que es más escurridizo de lo que parece— hablo la Yakumo sentándose sobre una de sus brechas.
La Kitsune se inclino suavemente, de manera servicial—Entendido, Yukari-sama.
Y seguidamente un portal se formó debajo de la mujer llamada Ran y se dejó caer adentro de allí, apareciendo luego enfrente del pelirrojo que estaba detrás de unos árboles, viendo en la dirección de donde estaba su invocadora.
La rubia se puso en una posición de combate, pero el pelirrojo seguía viendo a Yukari de manera detenida. ¿Está subestimándome? Pensó Ran, no sintiéndose en particular enojada de ninguna manera, pero habría que aprovechar ese error de calculo de parte del que suponía era un Oni por su apariencia—Shikigami "Banquete de los Doce Generales Divinos"
Doce círculos mágicos con pentagramas aparecieron alrededor de la rubia, quien al instante se lanzó contra el pelirrojo.
Este giro la cabeza cuando los círculos mágicos empezaron a disparar una lluvia de balas de energía color verde apuntadas en contra de él, haciendo a que el pelirrojo se sorprendiera.
Esquivando los disparos de energía antes de que el pelirrojo le golpeara en el estómago de golpe con una patada y le golpeara la cabeza con una de sus colas.
¿Ho? Pensó Yukari viendo eso al mismo tiempo que Chen se lanzaba al suelo y empezaba a rodar como una sierra contra el pelirrojo que parecía no verla—¡Señal Oni "Oni Azul Ojo Rojo"!
Esferas de color rojo y azul se formaron alrededor de Chen, lanzando una tras otra contra el pelirrojo.
Este se giró de golpe usando sus brazos para defenderse de los ataques de la Kitsune, antes de que su espalda fuera impactada, cayendo sobre una mano antes de brincar a un lado con la pequeña castaña sujetándose a su cuello cuando las esferas de energía desde ambos lados llegaban a donde estaba.
Las uñas de la pequeña castaña estaban encajadas como agujas contra su cuello, aferrada al pelirrojo que corría a cuatro patas, se agitaba de vez en cuando a los lados, pero no parecía restar queriendo atacar a la niña sobre él.
Casi cómo…
Si no supiera que está allí. Pensó Yukari viendo al pelirrojo solo pudiendo subir su guardia cuando Ran apareció enfrente suyo e impactar golpes a una velocidad de vértigo sin descanso alguno.
La Yakumo había considerado que esa transformación era una especie de carta escondida que no había usado contra su hija por no haberla necesitado ante la falta de necesidad, no podría estar más lejos de la verdad en si misma.
La transformación de Naruto lo volvía un Oni en combate, le permitía pelear con toda la experiencia que tenía en completa libertad.
Solo había un problema.
La especie de Oni que Naruto tenía la mitad de su ser, era ciega.
Más en particular, el pelirrojo debía de apagar el resto de sus sentidos, la sobrecarga de sentidos haría que el cerebro le saliera por las orejas y nariz amenos que se dejara llevar completamente por la energía demoníaca, lo cual era algo que no le ayudaría en ese combate en lo más mínimo.
Sus ojos solo podían ver el aura de las cosas en particular, pero era incapaz de ver lo que no fueran auras negativas y energía pura
Véase, en el caso de Yukari, que tenía una sed de sangre y odio palpable, podía leer sus movimientos en avance, podía verla y jamás perder el rastro de ella.
Las dos mujeres que le estaban atacando en esos momentos, Mikane, y demás… no tenían en lo absoluto ningún tipo de malicia en su contra, tampoco podía ver objetos, usar eso contra la pelinegra usuaria de las sombras habría sido suicidio.
Creí que simplemente no había reaccionado a las lápidas, el tren o las señales, pero no puede reaccionar a objetos físicos así.
La rubia sonrió y alzo una mano.
Otro tren salió de una de sus brechas dirigido al pelirrojo.
Este sintió el brinco de la pequeña niña gata sobre él para alejarse al mismo tiempo que su otra atacante desaparecía en un portal creado debajo de ella. El pelirrojo solo pudo sentir el pelinegro inminente cuando estaba literalmente enfrente suyo.
Yaso Magatsu Hi no Tachi ( ochenta días acogida involuntariamente)
Un corte de media luna hizo que la maquinaria de metal fuera cortada en dos, de manera literal, las tres integrantes de la familia Yakumo vieron al pelirrojo con una arma diferente a la katana que había usado antes.
—Vaya, esa es una espada bastante grande, me preguntó si no la usas para compensar por algo— bromeó al aire la rubia mayor viendo una enorme Katana de más de 150 cm ser blandida por el pelirrojo sujetándola con ambas manos.
Cómo la mayoría de mis objetos ese tren estaba fortificado para ser más resistente, y sin embargo esa espada fue capaz de cortarlo en dos de un movimiento. Aunque me preguntó… ¿Qué harás ahora que no puedes seguir jugando al demonio?
Aun cuando mantenía su sonrisa, la expresión de Yukari había perdido el toque juguetón de siempre—Se ve algo más pequeño ahora— menciono Chen con un dedo sobre su boca, curiosa y pensativa al ver como el pelirrojo ahora ya no parecía un demonio.
El pelirrojo sabía mejor que nadie que simplemente repetir su estrategia cuando había sido descubierta solamente conseguiría que fuera derrotado, había estado cegado completamente, lo máximo que había podido hacer en ese estado fue esquivar los ataques de la que ahora veía era una mujer Kitsune, había podido soportar mejor los ataques de la castaña, pero para como estaba en esos momentos, no es como que eso hicieran una mejora, ella todavía tenía la mano pesada para alguien tan pequeña.
Una gota de sangre empezó a salir del ojo derecho del pelirrojo.
Estaba empezando a llegar a su límite.
La corona blanca sobre su cabeza hacia el efecto de limitar su poder, dejándolo en igualdad de condiciones con su enemigo en cuestión de velocidad, poder y energía. Las grietas eran generadas cada que se encontraba con algo que se acercará al nivel de poder que tenía sin la corona, y con cada grieta podía usar más de su poder sin arriesgarse a que el efecto de sobrepasar el nivel de fuerza le golpeara.
Dicha corona ya tenía tres fracturas y estaba golpeando en sus límites.
Puedo usar "eso" pero si ella aún es capaz de seguirme el paso con eso, quedaré completamente nulificado de cualquier defensa… pero si no lo hago, probablemente sea derrotado sin poder hacer nada.
De repente, en los alrededores, empezó a circular una energía de diferentes colores, pareciendo como un arcoíris que no paraba de circular alrededor del pelirrojo quien inhalo con fuerza, dejando que la energía cósmica se arremolinara a su alrededor con la fuerza de un tornado. Será todo o nada entonces.
Hizo un sello de mano.
Toda la energía cósmica al instante fue a su cuerpo haciendo que sus ojos brillarán en morado entre los diferentes colores de torrentes de energía— Jūniinnen no Jutsu (Técnica de los Doce Nidanas)
Los Nidanas eran una de las más poderosas técnicas que Naruto tenía en lo que constaba la cadena doceava de causa y efecto.
Eso le permitía afectar directa o indirectamente cualquier cosa a su alrededor, principalmente dirigiéndose a entidades específicas en cuestión.
La energía cósmica explotó prácticamente en los alrededores de una manera que parecía como la explosión de una estrella, mientras una figura bañada en una estela morada apuntaba contra la rubia.
Espíritus Malignos "Xanadu de rectitud y curva"
Esferas de color rojo y cristales de energía de color azul se formaron alrededor del pelirrojo y la rubia, buscando proteger a esta última antes de que el Ojimorado abriera levemente más los ojos.
Gyō (Fabricación)
Ese Nidana permitia manipular "'lo que se ha ensamblado'" y "'lo que une'", lo que le permite apuntar a creaciones que se engendran de la mente, el cuerpo o palabras.
Lo que en resumen, hizo que las creaciones de energía de la Yakumo desaparecieran apenas se formaron y el Okami apuntará sus dedos contra el abdomen de ella.
Shōgo Kangarū (Canguro del Mediodía)
Yukari abrió los ojos y la boca cuando un impacto con una fuerza descomunal formó un agujero en su estómago al mismo tiempo que la mandaba volando hacia atrás en un parpadeo, la sangre saliendo de su boca al mismo tiempo que el pelirrojo se inclinaba hacia adelante en el aire para luego salir disparado en contra de ella.
Una incontable cantidad de Kunais hechos de energía azul rodearon al pelirrojo, así como esferas empezaban a seguirlo así como se alzaba sobre la rubia con una expresión absolutamente centrada.
Soku (Contacto)
Todos los ataques de Danmaku se detuvieron de golpe al mismo tiempo que las piernas del pelirrojo se contraían y soltaba una doble patada contra la Yakumo mayor, apuntando a la cabeza. La rubia siguió volando antes de que una brecha detrás de ella se la tragara y luego otra se abriera en el suelo, en donde Yukari aterrizó ya sin la herida de antes y con una señal de alto en mano… que tenia marcada la forma de las botas del pelirrojo.
Ese Nidana le permitía manipular la velocidad a la que se movían los objetos en su radio de influencia, no manipula el tiempo, sino que afectaba la velocidad del proceso, estaba limitado a sólo lo que podía ver.
Vaya, no es broma lo de que es hijo del Dios de Dioses. Pensó con una sonrisa y con gotas de sudor empezando a bajar por su cara, viendo al pelirrojo aterrizar a unos metros enfrente de ella. Sangre le salía de los ojos y nariz al mismo tiempo que cada vez la energía cósmica que le rodeaba parecía estar desbordando más.
En el estado en el que estoy tengo menos de un minuto, tengo que acabar con esto rápido. La enorme katana seguía en su mano, el pelirrojo se puso en una posición de guardia al mismo tiempo que dejaba que la energía fluyera directo contra la espada.
Pero si crees que evitar que forme Danmaku me va a detener, lamento decirte que tengo mucho más bajo mis mangas.
Más portales se formaron alrededor del pelirrojo, de manera tal como para no dejar ni siquiera un solo lugar del que entrará luz, antes de que señales de tránsito, lápidas, cuervos, y trenes enteros salieran al unísono.
Shu (Inversión)
Un Nidana que le permitía manipular la inversión y aversión, que en este caso.
Yukari abrió nuevamente los ojos cuando todos sus ataques fueron regresado en la dirección contraria, haciendo que frunciera el ceño antes de tener que crear una brecha enfrente suyo cuando uno de sus trenes se le regreso de regreso.
Naruto pudo sentir el peligro literalmente contra su cuello antes de que las garras de Ran se enteraran directamente contra su columna vertebral, apuntando a arrancarle la cabeza. El mango de su espada golpeó el estomago de la rubia directamente en el hígado haciendo que ella se doblará para cuando el pelirrojo le diera un cabezazo dejarla aturdida.
Y sujetado la cabeza de la pequeña castaña poco antes de que ella le buscará destripar usando sus garras, la espada en su mano cayendo mientras sujetaba a ambas de la cabeza y gruñía.
Shiki (Conciencia)
Ese Nidana era uno que no daba un efecto letal.
Le permitía manipular las conciencias de sus objetivos, sus sentidos, en esencia, permitiendo simplemente al pelirrojo desconectar a ambas de sus sentidos y dejarlas caer al suelo noqueadas. Yukari, que se había preparado para atacarlo apenas viera que le hiciera daño a sus Shikigamis, se encontró parpadeando y estirando sus manos al sentir que podía volver a formar los mismos ataques de antes y ver como el pelirrojo estaba respirando agitado después de haber noqueado a las dos.
Así que no puede mantener varios de sus efectos al mismo tiempo… interesante. Pensó la rubia sonriendo antes de que viera al pelirrojo fijar su mirada en ella—Tengo una proposición para ti, hijo de Izanagi— declaró la Yakumo mientras de una de sus brechas salía su sombrilla y la agitaba levemente, al mismo tiempo que un par de brechas más se tragaban los cuerpos de Ran y Chen—. Dejemos estos juegos de lado, vamos con todo de una vez— propuso la Ojirroja viendo al pelirrojo meter la enorme katana en un portal negro, antes de sacar la katana que había usado al comienzo de su combate.
—Me parece bien— dijo el pelirrojo, desenfundando la espada que cortaba el espacio.
Ambos se miraron.
La energía cósmica en el cuerpo del pelirrojo era cada vez más tenue.
Yukari inhalo suavemente, sintiendo cada pequeña perturbación en el ambiente, cada pequeña sensación en su propio cuerpo y el de su oponente, podía saborear el cortisol subiendo cada vez más ante la tensión.
Una sonrisa se formó en su cara al mismo tiempo que el pelirrojo desenfundaba su arma.
Barrera "Frontera de la Vida y la Muerte"
"Frontera de Humano y Yokai"
Arcano de Yukari "Barrera de Danmaku"
Cientos, miles, si no es que millones de balas de energía rodearon cualquier centímetro, de distintas formas, tamaños y colores, anillos de balas de energía, arcos giratorios con esferas azules y anaranjadas, mariposas y una incontable cantidad de cosas más.
El pelirrojo espero hasta la última milésima de segundo, en donde todas las balas estuvieran apunto de tocarlo, y luego sacudió su espada.
El campo de trescientos sesenta y cinco grados en donde estaba rodeado completamente de disparos de energía brillaba en distintos colores como un segundo sol en los alrededores
Antes de que ese brillo se volviera de un solo color.
Rojo.
Una incontable cantidad de cortes que partieron el espacio en si mismo fueron dados hasta que todo pareciera in vidrio fracturado, el pelirrojo no pudiendo detener ni uno solo de sus cortes antes de que viera como la rubia aparecía delante suyo justo cuando ya había sacudido su espada a un lado y le sería imposible cortarle con el filo del arma.
La energía demoníaca del pelirrojo agitó cada uno de sus sentidos.
Antes de que la mano de la rubia, seguida por una estela de energía color morado, le apuntará a la cintura.
Y le cortará en dos.
Eso… era lo que Naruto había estado esperando.
Mumyō (Ignorancia)
El primer Nidana que Naruto había creado, era uno simple, pero de lo más útil, el hecho de ignorar los efectos de cualquier ataque dado en su contra, la rubia pudo ver cómo los dos trozos del pelirrojo al que había atacado se unían en uno sólo como si fuera una ilusión.
El problema de usarlo en ese instante, fue que redujo el minuto que tenía a quince segundos.
La Yakumo abrió los ojos antes de alzar los brazos a los lados, círculos mágicos y brechas formándose a su alrededor antes de ver como el pelirrojo imitaba sus movimientos.
Katsuai (Consumir)
Y esa era la última Nidana que había creado, una con la habilidad de asimilar las habilidades especiales de cualquiera que se enfrentará.
Brechas con ojos azules y esferas de energía color roja impactaron respondiendo con todo lo que tenía a la rubia, cuyos ojos se abrieron aún más y las venas sobresalían de su cara.
¿Te atreves a copiar mis fronteras, mocoso de los dioses?
Como si fuera una especie de tira y jala, una energía de color morado se formaba alrededor de los portales que había creado el pelirrojo, pero este nuevamente actuó en respuesta.
Shō (Nacimiento)
Los portales con ojos azules brillaron antes de que una energía de varios colores saliera de ellos, el pelirrojo vio a la rubia quedarse anonadada unos segundos, lo suficiente para él.
Y finalmente, Shō le permitía volverse el origen de algo o alguien, el origen de una habilidad en particular, haciendo que si quería, le fuera imposible a otro usar dicha habilidad.
Un tridente que parecía cubierto de fuego anaranjado apareció en su brazo derecho.
TRISHULA.
El arma descendió sobre el cuerpo de la rubia, quien vio fijamente el arma descender contra ella.
Los ojos de Naruto se volvieron azules.
Una onda de choque fue soltada cuando el arma impacto contra la mujer, mandando una cortina de polvo que no dejaba que se viera el resultado.
Pero después de unos segundos, se disipó.
Una de las puntas de su arma estaba siendo sujetada por tres dedos de la rubia, al mismo tiempo que la corona flotando alrededor de la cabeza del pelirrojo empezaba a brillar cada vez más, haciendo que esté se sacudiera.
—Nada mal, nada mal, pequeño Dios, estuviste apunto de matarme por un instante— declaró la rubia antes de extender los dos dedos de su otra mano hacia Naruto.
Golpeó la frente del pelirrojo, mandándole hacia atrás como si hubiera sido embestido por un toro.
El Ojiazul gruño y se retorcía, sosteniendo su cabeza dónde la bandana se cerraba sobre su cabeza, la rubia sostenía el arma con sus dedos antes de tirarla a un lado con indiferencia.
Por un momento… estoy casi segura que cortó la energía que lo impulsa de golpe, quedando completamente a mi merced, solo un segundo antes de que esa corona que lleva hiciera su efecto… ¿Por qué…?
Yukari simplemente soltó un bufido ante eso, viendo como el sol se había puesto y el pelirrojo se quedaba allí, inmóvil—Bloquee la frontera entre tu y tu Chakra por un tiempo, no necesito que en un rato te estés moviendo como si nada hubiera pasado, fue fácil, una vez que no tenías esa molesta energía cósmica protegiéndote— explico la Yakumo al Okami.
Este ni siquiera parecía haber escuchado, solo estaba respirando, lento y débilmente, no podía sentir su Chakra, así que estaba tan indefenso como un civil cualquiera en esos momentos… principalmente porque no se podía mover.
La rubia empezó a caminar hacia él, viéndolo con una gran sonrisa en su cara.
Ella ni siquiera tenía suciedad sobre su cuerpo.
—Creo que ya lo dije, pero… la madre biológica de mi Mikane-chan, mi mejor amiga, fue asesinada por un ser cósmico así como tú, llevo cuidándola casi toda su vida— hablo la rubia, con su tacón, moviendo suavemente la cabeza del pelirrojo a un lado y al otro—. Así que no te puedes hacer una idea, de que tanto me satisface verte así, débil, indefenso, como un animal dejado a morir.
—…No se de quien estés hablando…— declaró el Ojiazul moviendo su cara a un lado—. No tuve nada que ver en eso, y no es como que haciéndome algo vas a traer a tu amiga de regreso.
—Lo se, pero bueno, de todas formas, siempre me va a ser satisfactorio haberte puesto de rodillas— declaró la rubia guardando su paraguas en una brecha y mirar al pelirrojo detenidamente—. Bueno, ¿Qué hago contigo, que hago? Todavía queda algo de tiempo antes de que Mikane-chan se preocupe de que no llegué y crea que te mate— la Ojirroja se pasó los dedos sobre los labios, analizando detenidamente al pelirrojo—. Y tú sangre sabía demasiado bien, me preguntó cómo sabrá el resto de tu carne.
—Se que los Yokai comen carne humana… pero llevarme con mordidas a tu hija… no le va a hacer mucha gracia— bromeo el pelirrojo soltando una leve risa, antes de sisear cuando la rubia puso su tacón sobre su pecho.
—Carne humana, exactamente por eso estoy tan curiosa que tú de hecho tengas tan buen sabor, entre querer más de eso y averiguar cómo pasa eso, me tienes interesada, pequeño dios— un par de brechas se formaron a los lados del pelirrojo, y le sostuvieron con tentáculos negros que lo hicieron pararse—. Pero ahora mismo… quiero mi premio personal por haberte vencido.
—¿Pre…mío…?...Auch…oye… ¿Qué estás haciendo?— pregunto el pelirrojo cuando la rubia agarro su pelo largo y lo uso para atarlo alrededor de sus brazos, dejándolo genuinamente incapaz de defenderse.
Y luego lo tiró al suelo.
Sintió el dedo largo de la rubia contra su cuello, su uña afilada amenazando con cortar su carne, antes de empezar a bajar lentamente—Sabes… como Yokai, debo decir que no te ves nada mal como Oni, y ya que no eres humano, aún cuando tú carne sabe bien no te veo exactamente como simple alimento— murmuró ella con una sonrisa bajando su dedo por el pecho del pelirrojo—. Y cómo tal, tampoco te ves nada mal en el resto de tu cuerpo, en verdad puedo ver qué es una figura que haz hecho a lo largo del tiempo.
—Si yo… hubiera ganado… no te estaría humillando así— dijo el pelirrojo incómodo mirando a otro lado ante las palabras de Yukari.
—Lastima que ese no es el casó— dijo Yukari con una sonrisa juguetona, antes de que se volviera una expresión depredadora—. También debería contarte, mi control de fronteras me permite hacer lo que me imaginé mientras tenga la inteligencia d imaginación para hacerlo, como por ejemplo, alargar partes de mi cuerpo que tienen las propiedades de otras partes del género contrario… ¿Alguna vez te haz enterado por donde dan a luz las hienas?
—Bueno, si, tengo entendido que tienen un clítoris que funciona como…— el pelirrojo hablo al aire antes de alzar la cabeza cuando se dio cuenta de lo que eso significa—. Hey, no me está gustando a dónde va esto.
Una lengua, tan larga como la de un reptil, le pasó por la mejilla al pelirrojo, sobre las marcas que tenía allí, con la rubia sonriendo por eso—No te va a gustar a dónde voy yo tampoco— declaró ella agarrando de los tobillos al pelirrojo y levantándole las piernas.
—¡Oh, carajo, no!— grito Naruto apenas vio eso antes de que sintiera como la movilidad volvía a su cuerpo y golpeaba el suelo con sus codos para poder pararse y empezar a alejarse de la rubia.
Está solo sonrió aún más y empezó a reírse—¡Eso, escapa, solo hace más divertido perseguirte!
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—¿Pues que le hiciste, mama?— pregunto Mikane con confusión ante lo que estaba enfrente suyo.
Su madre estaba con la más grande sonrisa de mierda que hubiera visto en mucho tiempo, a un lado de ella se encontraba una barrera circular en la que el pelirrojo con el que había peleado estaba.
Se encontraba encogido a un extremo de la barrera, con el cabello erizado y viendo fijamente a la rubia con una mirada en completa alerta.
Parecía un animal vigilando a un ser peligroso.
—Patee su trasero tan duro que ahora está así, no te preocupes por eso cariño— declaró la rubia mientras la esfera flotaba, yendo al lado de Mikane.
La pelinegra vio al pelirrojo que en ningún momento apartó la mirada de su madre, acercando su cabeza a ella para hablarle en un susurro—Aléjame de ella.
