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RESPONDAMOS REVIEWS
Para Nathaniel II
Suena a que me puede terminar gustando de hecho xD
Cómo ya he dicho varias veces, Naruto no tiene relación sanguínea con ninguna de ellas, pero eso no lo saben, y encima de eso, no tiene razón para verlas como hermanas, sin embargo, no significa que no esté pensando "Carajo, salimos de los mismos testículos" y este incómodo por eso.
Peeero, más allá de eso, no van a ser ellas las únicas del harem... Sólo que van a ser un buen número xD
Tal vez en Una Atractiva Variante, aunque la sangre de Okami es demasiado atrayente para seres no humanos, así que si ella apareciera solo duraría como enemiga hasta que pruebe la sangre de Naruto... De allí... Bueno, sabes lo que pasaría v:
Para alkirius
Ya verás como Naruto se pone cuando alguien toca lo que le importa v:
Para Yahiko 8D
Naruto y Mikane están en la delgada línea entre ser de manga de romance a ser de manga de hentai v:
Para Angel Arcano92
Naruto sería más Kung Fu Yisus, en definitiva xD
No necesita ser omniciente para saber eso v:
Para cristian870
Okami ganaría, el de segundo lugar sería Forget, o Muteki, o Variant
El último lugar sería Reborn xD
Para yueyang619
No puedes decir Shokugeki aquí! ¡Le prende fuego a todo!
En apariencia y en habilidades físicas imagínate a Leona de King of Fighters, más allá de eso, es una OC, de Touhou técnicamente xD
Reviews contestados... Vamos a la...
ACCIÓN
Capitulo 20
La sombra del Vetusto
Naruto no se consideraba demasiado inteligente, no diría que era estúpido, pero tampoco se consideraba una especie de genio. Si había una cosa que tenía era la capacidad ilimitada de su memoria, su velocidad de procesamiento y el hecho de que si su cerebro estaba teniendo demasiada carga podía "refrescarse" con cualquier técnica de curación que tuviera. No se consideraba particularmente creativo o innovador.
Así que, había buscado la manera de arreglar su "problema" de inteligencia, y había escuchado que la azúcar servía para eso.
El asunto estaba en que no era 100% científico, y que su cuerpo procesaba y quemaba la glucosa más rápido de lo que podía comerlo, también estaba que con la dureza de sus dientes y su propia regeneración no tenía problemas en comer bastante.
Probablemente era también porque no sabía tan simple como el resto de comidas normales, no tener que preparar un tipo especial de alimento se sentía bastante bien.
—Llegaste bastante rápido— comento al aire mientras la cuchara se hundía en el helado de fresa que había pedido en aquel restaurante.
La pelinegra que se sentó enfrente suyo se encogió de hombros—Cuando te puedes mover entre sombras es bastante útil que las haya por doquier, de ser de noche podría aparecer en cualquier lado— declaró Mikane cruzándose de brazos—. Y vine rápido debido a que buscaba hablar de como quieres que sea la misión, por la cantidad transferida valdría la pena movilizar todas mis tropas.
—No es una misión de gran alcance, como te dije, no es de combate, sino de investigación. Si fueras a necesitar extender tus tropas por cualquier motivo, estoy seguro que tú sola podrías, de necesitar usar fuerza extra, bueno, me tienes a mi— declaró el Okami llevándose el helado a la boca—. Mmmmm~
Mikane sintió que el ojo se le crispaba un poco, tanto por las palabras de Naruto como por los sonidos que empezó a hacer apenas se llevó la cuchara a la boca, soltando un gemido ronco por el sabor al tiempo que se pasaba la lengua por un lado del labio, quitando el glaseado alrededor de su boca.
Ella miro a otro lado, y luego se tapo los ojos con una mano.
—¿Así me escuchaba comiendo tu comida?— pregunto en voz baja.
—Mhhhmmm~— soltó en un gemido bastante ronco el pelirrojo, al tiempo que la pelinegra enrojecía un poco, no por que el sonido fuera particularmente atrayente, sino por la pura pena ajena que le daba escuchar los sonidos de las demás mujeres que les rodeaban que estaban encantadas por los movimientos del Okami.
Eran movimientos casi inocente, que solo era dejado de lado por lo indecorosamente sensual que eran las acciones del Okami comiendo… o bueno, así lo era para las mujeres que le veían—Ugggh, ¿Puedes terminar de una vez? Quien hace ese tipo de ruidos comien…
Mikane se callo en medio de su oración, sintió que las mejillas se le ponían rojas y miro a otro lado—Bastante valiente viniendo de alguien que hacía peores sonidos con mi comida— le dijo con una sonrisa divertida.
—C-Cállate, después de esto, voy a necesitar también ir a algún hotel.
—¿Hoo? ¿No estás siendo demasiado apresurada? Al menos déjame invitarte a otra cena primero— declaró con la misma sonrisa el pelirrojo.
—¡Jodete, no me refiero a eso! Sólo es un lugar para pasar la noche… todavía tengo a Chen conmigo y tendría que dejarle en un lugar seguro— declaró Mikane mientras abría un poco la chaqueta que llevaba, y se mostrará como la criatura gatuna salía debajo de la ropa de Mikane, maullando al ver a Naruto.
—Hola amiguita— saludo el Ojiazul con una sonrisa inclinándose para ver a Chen más de cerca.
—Amiguito— corrigió Mikane.
—…¿Hmm?
—Chen es un chico, sólo que por ser un Shikigami, transformado no se ve su… ya sabes— comentó ella encogiéndose de hombros.
—Ohhhh— comentó el pelirrojo curioso al oír eso, y todavía sonreír un poco—. Bueno, se parece bastante a ti.
Mikane alzo una ceja ante eso—¿En qué sentido?
El pelirrojo se encogió de hombros—Huraño cuando recién lo conoces, pero algo de comida y se suaviza bastante.
—…¡C-Cállate! ¡Es tu culpa por cocinar tan bien! ¿¡Qué demonios son esos ingredientes!? ¿¡Y que demonios es esa forma de cocinar!? ¡Es incluso mejor que Hydra, ni siquiera creía que eso fuera posible!— se puso a decirle en voz alta.
El pelirrojo se rió levemente por eso, antes de encogerse después de haber terminado de comer y levantarse—Bueno, si se dónde hay algunos lugares donde quedarse… ¿Me permitiría ser su guía, Ojou-sama (Señorita)?— pregunto con voz suave y servicial.
Al tiempo, Mikane agarro un tenedor y le apunto con él—Abajito con el tono de Bishonen, vas a dar una imagen que no quiero tener que ver contigo.
—Jajajaja— el pelirrojo no pudo evitar reírse, había escuchado al resto de mujeres prácticamente derretirse embelesadas y allí estaba ella, amenazándolo sin dudar en un par de segundos—. Sólo ven de una vez, los próximos días van a ser algo largos por los informes que me dieron.
—Bien, pero vuelve a hablar así y te golpeó.
—No soy masoquista, así que lo tendré en mente— declaró el pelirrojo caminando con una sonrisa y las manos en los bolsillos.
Mikane se le giró a ver, caminando a su lado, y entrecerrando los ojos al verlo fijamente por un rato—¿Estás… usando un arete?— pregunto ella alzando una ceja al ver al pelirrojo con uns especie de anillo alrededor del lóbulo de la oreja.
Esté simplemente se llevó una mano a la oreja y quitó dicho arete, mostrando que era de simple presión—Es un comunicador que hice con un amigo bastante tecnológico, y con algo de Fūinjutsu, comunica las cosas usando Chakra como una onda de radio. ¿Quieres uno?— pregunto moviendo el arete un poco.
La pelinegra se llevó una mano al oído y lo movió pensativa, antes de negar—Nah, sería un obstáculo en combate.
—¿Tenerme en llamado rápido es un obstáculo?— le cuestionó el Ojiazul sonriendo.
—No te llamaría a ti aunque fueras el último en la tierra— declaró la pelinegra secamente, haciendo reír con fuerza a Naruto.
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La forma en la que ellos dos se despertaban era bastante diferente.
Mikane estaba completamente desordenada sobre su cama en uno de los hoteles más lujosos en Kumogakure… si bien se habría quejado de que Naruto le pagará la estancia allí, sólo fue el hecho de verla acompañándolo lo que generó que fuera totalmente gratis.
Y diablos, que tenían camas bastante suaves, ella casi se sentía que se resbalaba entre las sábanas… por los cinco minutos que quedó despierta.
Ella se levantó, tardó varios minutos en levantarse y luego fue desganada al baño, dejando que el agua helada de la regadera le golpeará como un caballo, despertándola de golpe, un buen baño después, ella simplemente arreglo un poco su pelo y lo ato en una coleta alta para seguir vistiéndose.
No le ponía mucha atención a su apariencia.
Por supuesto, no sería hija de quién era si no tuviera un buen nivel de pudor propio y cierto nivel de cuidado personal.
Pero era una Yokai, incluso aunque se viera como una humana, no tenía la misma cantidad de necesidades en mantener su apariencia como era, la propia Mikane se sentía bastante promedio respecto a su apariencia, en su opinión, su madre, las amigas de su madre, o su hermana mayor eran más lindas o se veían mejor que ella.
Y no es como que le importará, si algo no le gustaba eran las personas vanidosas, sobretodo en mujeres. Había sido criada rodeada de mujeres que eran simultáneamente bellas y poderosas, que alguien se centrara en el extremo menos importante, le molestaba.
Algo que si hacia para mantenerse era el ejercicio.
Incluso un infante Yokai tenía una fuerza física superior a la de un adulto humano promedio, ella no era exactamente tan fuerte como Tsunade Senju, pero no se quedaba atrás, y cada día se ejercitaba para volverse más fuerte, eran pasos pequeños, pero ella tenía mucho tiempo y sólo era un calentamiento.
Por comparación, Naruto al despertarse pasaba quince minutos mirando a su despertador antes de presionar el botón en el momento exacto que la alarma sonaba, la cama no estaba desordenada bastante ya que no se había movido un centímetro al dormir, pero aún así la arreglaba.
Fue al baño en la habitación, y encendió la regadera con el agua lo más caliente posible, al punto de estar al borde de la ebullición, y simplemente cerró los ojos con el agua y el vapor dándole en la cara.
No tenía una pizca de polvo o suciedad encima, y no tenía ni siquiera el más mínimo de olor tampoco, incluso si lo hubiera, el calor y la humedad en el cuarto lo retiraron completamente.
Después de un baño corto, simplemente suspiro al apagar el agua, y caminó hacia el espejo en la habitación, limpiándolo del vapor para verse allí.
El pelo le caía sobre los ojos desganados, al tiempo que miraba hacia debajo de su cara, al resto de su cuerpo.
Podía recordar todas las heridas que alguna vez había tenido, en combates que normalmente matarían a otra persona, podía todavía sentir algunas… y en su cuerpo no había nada. Ni una sola marca o cicatriz de heridas, y luego alzo la vista de regreso hacia arriba, para ver su rostro.
Sabia que no era feo, pero no encontraba nada que tantas mujeres en su vida encontraban atractivo. Era como ver una estatua para él, si era sincero consigo mismo, se iba a ver igual dentro de un mes, y dentro de un año, y dentro de cientos de miles. No odiaba su apariencia por ser igual por bastante tiempo, pero no le encontraba nada de interesante a algo que era siempre lo mismo, incluso si eso fuera lo absolutamente mejor posible, se volvía aburrido con el tiempo.
Suspiro, y se llevó una toalla a la cintura y otra a la cabeza para secarse el pelo.
Abrió la puerta del baño mientras caminaba pensativo afuera, lo único que le hizo salir de esos pensamientos fue la puerta abriéndose—Hey, Okami. Iba a preguntarte si quieres entre…nar… los…— la voz de Mikane se quedó en silencio cada vez más después de abrir la puerta y ver la situación en la que había entrado.
Naruto le miro con expresión neutra antes de que lentamente una sonrisa divertida se formará en su cara, amenazando con partirle el rostro en dos.
Mikane no se sonrojo en lo más mínimo, pero su frente si se estaba poniendo roja sintiendo una molestia bastante grande por la expresión del pelirrojo, apuntándole con el dedo—Yo… no va… nada— declaró ella secamente antes de cerrar la puerta rápidamente.
Un segundo después, el pelirrojo había salido completamente vestido y siguiendo a una crispada Mikane por lo rápido que se había vestido—No, no, no. Ahora continuas, ¿Qué fue eso de entrenar juntos?
—Solo era algo de calentamiento físico, tu parece que eres bastante bueno en eso, pero ni en tus sueños más húmedos iba a pedirte algo así como estabas— declaró ella sin siquiera voltearlo a ver.
—Bueno, creo que sí viste algo físico y húmedo allá atrás— le pico el pelirrojo antes de ser golpeado en la mejilla por ella.
No fue un golpe que le envío volando, ni tampoco uno que ella le hubiera dado con intención de lastimarlo, su piel solo era doblada por el puño de ella como manera de callarlo, incluso si le había dado con algo de fuerza—Juro que si le cuentas a alguien que hice eso, el próximo disparo de Alicorn, será adentro de tu trasero.
—Uy, que agresiva— comento el pelirrojo divertido antes de ponerse más serio—. Bien, dejando los juegos de lado, supongo que es hora de decirte los detalles de la misión— Mikane dejo cualquier signo de enojo o vergüenza que tuviera para ver cómo el pelirrojo sacaba de debajo de su chaqueta un pergamino de color verde y se lo entregaba a ella—. ¿Sabías que en su tiempo, los Uzumaki se enfrentaron a algunas de las bestias más poderosas y peligrosas del mundo, varios de ellos ni siquiera podían ser asesinados, así que eran sellados en objetos?
—Lo se, tanto Yokais antiguos, como bestias nacidas de la oscuridad del mundo o del hombre, tu gente en verdad que era los héroes en tiempos antiguos, ¿Eh?— comento Mikane abriendo el pergamino, notando que era una especie de mapa.
—Ellos no son mi gente, y eran varias cosas, pero en definitiva no héroes— declaró el pelirrojo antes de negar suavemente—. Cómo sea, la mayoría de dichos objetos se mantenían como reliquias antiguas que en casos extremos, eran usadas como armas al riesgo de liberar a los seres allí adentro. Después de la destrucción de Uzushiogakure, las "Armas de Sellos Malditos" fueron repartidos entre los países que participaron en la guerra, cientos de miles, algunos eran inofensivos, como una criatura antigua de una librería llamada Tsukumogami que le daba vida a los personajes en los libros que terminó en Iwa… otros… bueno, acabaron aquí cerca de Kumo.
El mapa mostraba a detalle el país del rayo, con en particular una dirección de lo que parecía ser una torre con un dibujo subterráneo, y encima de ello tenía puntos de rojo en diferentes lugares alrededor de distintos puntos de ella—Si tuviera que adivinar, estos normalmente parecerían lugares en dónde atacar con más ventaja desde las cerca de la torre que supongo que es su objetivo, pero se mueven erráticamente.
—Estas correcta a la mitad, parece que planean atacar la torre, dónde está guardada un objeto maldito especial. Pero no se mueven por ser más ventajoso, se mueven para conseguir alimento, todos los puntos que muestra allí, son de aldeas completamente arrasadas, apenas dejaron cuerpos— declaró el pelirrojo, antes de mover la boca de lado a lado—. Lo que los Uzumaki sellaron allí es un ser daemonio.
—¿Un demonio? ¿No puedes simplemente… no se, usar tu autoridad como familia del Dios de los Demonios para que te haga caso?— pregunto Mikane alzando una ceja.
Naruto negó—Dije Daemonio, no Demonio. Ligeramente diferente… pero al final de cuenta ambos son familia, los Daemonios vienen de una dimensión sobrepuesta a la nuestra llamada la Disformidad, un lugar que es pura energía del caos— explico el pelirrojo alzando cuatro dedos—. Allí en la Disformidad, se divide en diferentes lugares, los cuatro principales son los reinos de los cuatro dioses principales del caos. Cada uno de ellos representa facetas o emociones de los seres vivos y distintas cosas. Depravación, Estancamiento, Engaño y Violencia.
—Así que… cuento cortó, ¿Qué hicieron los Uzumaki con lo que sea que usaron para sellar a ese… daemonio era? Y más importante, ¿De que Dios de esos estamos hablando?
—Khorne, el Dios del Caos de la Violencia, la Guerra, la Sangre, la Matanza, el Valor, y demás cosas que tienen que pelear— declaró el pelirrojo—. Sus sirvientes son normalmente criaturas bestiales que siempre atacarán de frente, en la antigüedad tenía dos grandes heraldos, uno de ellos era un Daemonio que planeaba esclavizar a todos en este mundo y usar los recursos que teníamos para fortalecer las fuerzas de su señor, y ganar su favor para volverse su perro favorito…. Y cuento cortó, después de mucha matanza, metieron su culo en una armadura sellado para la eternidad.
—¿Qué pasó con el otro entonces?— pregunto Mikane alzando una ceja ante esa historia.
—Le arranque la cara a mordidas y me quedé con su arma cuando era niño— declaró el pelirrojo alzando una mano y en el aire se formó una enorme hija de color negro, con emblemas dorados y un aparente cristal rojo justo donde terminaba el mango—. Sed Insaciable, de mis favoritas, hace un efecto de repeler las moléculas de lo que toca, haciendo que sea como un corte sin importar contra que lo enfrente.
Mikane simplemente negó levemente—Dejando de lado que te gusta tu juguete… ¿Qué tan fuerte sería este ser del Caos?
Guardando el arma, Naruto se encogió de hombros—Ha estado tanto tiempo lejos de la Disformidad que su poder sin duda se habrá reducido, en poder bruto puro, probablemente sea apenas ligeramente más grande que tú, pero si logra salir de la armadura que lo tiene sellado su poder podría subir y ser un problema para todo lo que vive en este mundo.
—Bueno, última pregunta, ¿Por qué contactarme a mi? Esto parece bastante difícil como para que sólo yo lo maneje, con todo lo que sabes del tema y la fuerza que tienes a tu alcance… ¿Por qué no hacerlo tú?
El pelirrojo se quedó callado unos momentos pensando en eso, antes de girarse a ver a Mikane fijamente—No tengo interés en ser el eterno cuidador del mundo que me rodea, si voy apareciendo en un lugar para resolver cada pequeño problema, las personas se volverán acostumbradas a eso, en vez de darles el pescado en la boca, es mejor enseñarles cómo pescar. Después de todo, no importa que clase de entrenamiento tienes, no se compara a la experiencia que ganas en combate— declaró el pelirrojo serenamente—. Por supuesto, si hay una amenaza por muy encima del nivel que tienen, no dudaré en acabarlo.
—…
—Por supuesto, eso es si fallamos en el objetivo principal, y es hacer que quien sea que esté atacando los pueblos alrededor de la torre que resguarda objetos malditos llegue allí y logré usar la armadura para su propio beneficio, y esa es la razón por la que te llame a ti, es un sitio bajo tierra pobremente iluminado, bien podrías estar en la noche allí.
—Tienes suerte de ser convincente— declaró ella cruzándose de brazos antes de ver cómo Naruto sacaba lo que parecían ser lentes de color negro para taparse los ojos—. ¿Y esos?
El Okami simplemente bajo los lentes un poco, para mostrarle a Mikane como sus ojos habían cambiado a un color morado brillante, con un hermoso símbolo de color negro como una flor en espiral alrededor del negro.
La pelinegra se quedó quieta.
Eran ojos hermosos, eso pensaría alguien normalmente, pero a ella le daba una extra sensación quedarse viendo esos ojos tan fijamente—Estos son los ojos de mi familia, se llama Noryokugan (Ojo de Habilidad) tiene bastantes habilidades, y hace que pueda ver un montón de cosas, ni siquiera la vista del Byakugan se podría comparar a esto, pero traería preguntas el como cambié el color de mis ojos, y siendo sincero, mantenerlo siempre activo termina siendo cansado para mi cerebro.
—…¿Te cansas rápido?— pregunto ella alzando una ceja y sonriendo burlona al ver la forma en devolver las burlas que el pelirrojo le había dado.
Una risa salió del Okami y le dio los lentes a Mikane, está alzo una ceja y se los puso… los lentes eran totalmente negros—Al mismo tiempo que mi cerebro recibe mucha más información de la normal, también activa varias otras habilidades distintas, incluso con esos lentes de los que ni un usuario de Dojutsu podría ver, puedo ver las cosas como una termografía infrarroja de alta definición. Al menos así evito sobrecargar estos ojos antes de usarlos en combate.
—Eso tiene sentido— comento ella devolviendo los anteojos al pelirrojo y volviendo a caminar—. Aunque siento que debería preguntar, ¿Me estás viendo desnuda con eso?
—Puedo ver a las personas por capas, pero no es tanto como la visión del Byakugan, si quisiera ver a través de tu ropa, no es como que se detenga allí, lo único que veo serían tus músculos, huesos y órganos internos respectivamente— declaró el Okami haciéndose para atrás, como si estuviera viendo la parte trasera de Mikane—. Así que, ahora mismo sólo podría decirte algo como "Tienes un lindo cérvix", "Tus intestinos se ven saludables desde aquí" y "Que deltoides tan tonificados tienes"— comento el pelirrojo.
—Eres un raro— le dijo ella dándole con el codo en el costado.
—Lo sé, y tú eres la que le pregunta a este raro— declaró con una sonrisa divertida.
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Los sonidos de la carne siendo devorada vorazmente detrás suyo no hicieron a ninguno de los dos hombres presentes sentirse afectados en lo más mínimo por lo que escuchaban, tenían una misión que hacer, y no les importaba en lo más mínimo lo que tuvieran que hacer o con lo que tuvieran que unirse para completarla.
Claro, uno simplemente sonreía y el otro soltaba maldiciones a las criaturas que los acompañaban, pero estaban más calmados que de costumbre.
—Parece ser que ya se dieron cuenta de que planeábamos ir aquí específicamente— un hombre de cabello verdoso con dos espadas tan delgadas como varillas en su espalda hablo, relamiendo sus labios en anticipación—. El clima del País del Rayo siempre es tan hermoso, perfecto para una buena tormenta.
—Aquí va de nuevo con sus mariconadas de tormentas, ya entendí cabron, te gusta jugar con tus palitos, concéntrate en hacer tu puto trabajo. Líder-sama nos meterá las armas por el culo si fallamos en esto, yo la tengo peor, la mía es más grande y yo viviría para contarlo— un peliplata de ojos púrpuras hablo descaradamente, agitando la guadaña enorme en su mano.
Detrás de ellos, se movían algunas criaturas que parecían mezclas de personas con animales, o criaturas amorfas completamente, haciendo ruidos mientras comían los cadáveres de diferentes personas como cerdos en un corral, la única que no se movía al respecto era una que parecía similar a una mujer gata cubierta de fuego cruzada de brazos.
Enfrente de ellos estaba una enorme torres hecha de granito sólido, se miraba enorme, pero los presentes sabían bien que en esa gran edificación no había nada de valor, lo que realmente importaba era lo que había en lo más bajo de allí.
—La barrera detectará el momento en que sientan incluso la más leve presencia de vida adentro, y tendremos a los ninjas de la nube sobre nuestros culos como si fuéramos prostitutas contratadas por el Sennin de los Sapos, ¿Cuál es el plan, palitos?
—El plan, mi querido Jashinista bueno para nada, es la razón por la que trajimos a estos pequeños con nosotros— declaró el hombre con una sonrisa mientras giraba a ver a los seres amorfos que acababan de comer—. Puedo usar mis Kibas para comandar nubes de tormenta, un rayo o dos deberían ser suficiente, no es necesario que destruyamos la torre, pero si crear una abertura, en dónde nuestros pequeños amigos inhumanos puedan entrar, se comerán a la oposición, si algo queda los podemos matar nosotros y retribuir las cosas por las que venimos.
—Suena un plan de mariconada, bastante acordé contigo. Pues empieza de una vez— declaró el Jashinista sentándose en el suelo con expresión aburrida.
Escucho un grito de parte de Raiga, el usuario de las espadas legendarias de los espadachines de la neblina, las Kibas soltaron una fuerte descarga de electricidad al cielo, segundos antes de que el hombre moviera sus espadas hacia abajo, y dejarán caer un enorme rayo sobre la torre…
…Y otro sobre el peliplata a su lado.
Después de un enorme estruendo, una grieta fue formada en lo alto de la torre, y las criaturas que los acompañaban fueron en una estampida en su dirección, al tiempo que el Jashinista se sacudía la electricidad y la carne chamuscada—¡Pedazo de malparido hijo de la chingada, me dejaste chamuscados hasta los pinches huevos pendejo cara de pescado…!— y obviamente se puso a decir improperios con fuerza por eso mientras el espadachín ponía las espadas en su espalda y empezaba a caminar hacia la torre.
Luego empezó a correr, cuando Hidan dejo de maldecir, y agarró su guadaña para empezar a perseguirlo.
Unos minutos antes, los equipos de Konoha se encontraban en algo que no habían visto todos los días, y eso eran los automóviles traídos desde el país de la primavera modificados para ser todo terreno, dirigiéndose a toda velocidad a su destinó.
En particular en uno de los autos, se encontraban cuatro personas que tenían más urgencia de llegar, y esas eran Naruto, Naruko, Mikane y Hallibel quien simplemente se quedaba viendo fijamente a la mujer pelinegra enfrente suyo.
—Aunque estas cosas no son tan rápidas como nosotros, supongo que por estar tan lejos es mejor evitar cansarnos para cuando lleguemos, pero me sigue sin gustar— comentó Naruko adentro de uno de los automóviles, estirándose incómoda allí—. Aunque, para que Sumeragi-san tuviera que venir también… la misión debe ser sería.
Mikane agitó su mano suavemente—Yo estoy por otros asuntos pequeña, digamos que le puedes agradecer a tu… amigo de por acá— declaró la pelinegra apuntando a Okami sentado justo a un lado de ella.
Naruko se quedó viendo a la pelinegra, y luego al pelirrojo, y luego a la pelinegra, y de regreso al pelirrojo, alzo una ceja. Era la primera vez que miraba al pelirrojo tan… bueno, relajado—Sumeragi-san, ¿Tu y Ka-kun son pa…?
—Parece que llegamos algo tarde— comento el pelirrojo de repente, antes de extender sus manos hacia adelante y taparle los oídos a la rubia de coletas, segundos antes de que se escuchará un estruendo potente que sacudió la tierra como un terremoto.
—Tsk— Hallibel chasqueo la lengua cuando la fuerza del estruendo la aturdió por unos segundos, los conductores no tenían la misma suerte pues se empezaron a descarrilar después del sonido del relámpago cayendo.
El pelirrojo se giró para ver a Mikane, quien hizo una seña con la mano para decir que estaba bien, luego se giró para ver a Hallibel y dejo los oídos de Naruko para agarrar suavemente la cabeza de ella, sus manos parecieron brillar con un aura verdosa al tiempo que sanaba cualquier daño en sus tímpanos, incluso el vidrio templado y resistente de Kumogakure se encontraba fracturado, Naruto pateó la puerta de un solo movimiento, haciendo un sello con una mano y haciendo que varios Clones aparecieran y fueran a ver la situación del resto de los de Konoha.
Debajo de los lentes de color negro, Naruto movió la mandíbula pensativo con sus ojos viendo en distintas partes antes de que Mikane saliera del automóvil. Le dio un asentimiento, y el Okami se giró para ver al resto de equipos de Konoha, antes de asentir de regreso y empezar a correr en la dirección de la torre.
—¿Pudiste ver quienes eran los que estaban atacando? ¿Algo destacable?— pregunto la pelinegra.
—Un tipo que parece ser Jashinista, de la aldea de las aguas termales posiblemente. El otro era de Kiri, usa las Kiba, tienen un montón de Yokais no humanoides con ellos— declaró el Okami antes de alzar la vista hacia arriba—. Y parece ser que ya nos esperaban.
Sobre la barrera que normalmente cubría aquella torre, una segunda barrera, como una pirámide de color morado, se formó encima de la primera. Bueno, no hay problema, solo tendré que romperla. Fue lo que pensó continuando corriendo, al tiempo que hacía su puño hacia atrás y lo impactaba contra está.
El Okami fue repelido un par de metros después del impacto, haciendo que frío frunciera el ceño y girara la mirada para ver su puño, segundos antes de que la herida se cerrará, pudo ver como toda la piel que había tocado la barrera se había calcinado, agitó la mano antes de ver con curiosidad lo que pasaba.
—Oye… ¿Cómo es que a ti te repelió?— pregunto Mikane al tiempo que entraba un par de pasos adentro de la barrera.
Los clones le enviaron la información de que el resto de equipos venía hasta donde estaban, y el Okami se llevó la mano al mentón.
Agarró a Menma de repente, quien solo iba a preguntarle qué pasaba, y lo lanzo contra la barrera, el rubio aterrizó de cara del otro lado de la barrera—¿¡Y eso por qué fue!?— le pregunto el Uzumaki sacando la cara de la tierra.
—Hmmm, parece ser que la barrera solo me repele a mi— noto el pelirrojo.
Kushina al escuchar eso se le giró a ver—¿Una barrera que repele específicamente a individuos en específico? Pero esos… son conocimientos de sellado de nivel 13, no debería haber nadie en las naciones elementales que supiera como hacer esos.
—Parece que si lo hay— comentó el Okami simplemente dándose la vuelta para ver a los demás—. Ustedes adelántense, iré cuando averigüe como romper está cosa.
—¿Por qué te repele a ti en específico?— fue la pregunta de Asuma.
El pelirrojo se encogió de hombros—Soy más fuerte que todos ustedes, así que probablemente buscan evitar el mayor problema… Hallibel, ¿Qué hay con la segunda barrera?
—Es solo una barrera de detección nivel tres, no tiene nada de protección ahora mismo— explico la rubia con seriedad.
Naruto asintió y le dio una mirada a Mikane, está no tuvo que oír nada antes de simplemente hundirse en su sombra y desaparecer de golpe.
Naruto alzo dos dedos al frente antes de que una enorme bola de fuego apareciera enfrente de ellos, y apenas tocó los dedos del Okami, esta se esfumó en el aire como si fuera nada más que una ilusión.
Una figura femenina apareció montando lo que parecían ser un par de ruedas de una carreta antigua, prendidas en fuego como la mujer de aspecto gatuno que se les apareció a ambos—¿Esa es… una Yokai?— pregunto Shikamaru haciéndose para atrás, no había visto el ataque siquiera venir.
—Es una Kasha, un tipo de Nekomata que roba los cadáveres de sus tumbas y que tiene de naturaleza el fuego— comento el pelirrojo al tiempo que se quitaba las gafas negras y las ponía adentro de su chaqueta, el negro en su iris perdiéndose en el morado al tiempo que movía la cabeza de lado a lado—. Lamento decirlo, pero no tengo ninguna bola de estambre para que juegues, Chen se quedó con la mayoría— hablo serenamente el pelirrojo, sin que pareciera siquiera una burla.
—Si tu eres quien creo que eres, entonces, debo decir que me esperaba más— declaró la mujer gato al tiempo que creaba una esfera de fuego en su mano—. Sin embargo, no he vendido aquí a ver tu apariencia… sino por algo más… sustancial.
Naruto puso una mano sobre el hombro de Shikamaru, y justo cuando la esfera de fuego fue lanzada, el pelinegro desapareció.
A la velocidad de un misil, la bola de fuego le apunto al Okami al tiempo que este simplemente alzaba una mano.
Y la Yokai aparecía justo a su lado con otra esfera de fuego apuntándole directo a la cara.
Segundos después, una explosión había consumido por completo el área en donde estaba el pelirrojo, y la Kasha se alejó rápidamente después de estar segura que sus dos ataques impactaran, empezó a olfatear en el aire, el otro humano estaba a unos cuantos metros de dónde estaban ellos, lo iría a matar después—Un poco decepcionante que el legendario Chakravartin acabará así— declaró al aire la Yokai dándose la vuelta.
—Oí, oí, ¿A quien llamas decepcionante?— una voz que escucho justo a su oído hizo que ella brincara crispada cuando miro al Okami aparecer justo a un lado suyo.
Lo miro fijamente, incrédula.
No estaba con ni un solo rasguño, no tenía suciedad, ni quemaduras, ni siquiera parecía que hubiera recibido su ataque, ¡Pero lo había hecho! Ella estaba segura que lo había impactado.
Negó levemente, era obvio que un ser así no iba a morir tan fácil, lo había subestimado por ser un humano, un error que no planeaba volver a cometer, debían ser juegos mentales que intentaba dar con ella.
Esferas de color blanco aparecieron en la punta de sus dedos antes de moverlas y mandarlas en la dirección del pelirrojo, quien simplemente alzo una ceja ante eso, brincando un par de veces cuando las esferas blancas explotaban como bombas cada vez que tocaban algo.
La Nekomata volvió a desaparecer y apareció detrás del Okami, acuclillada y con las manos en el suelo.
Lo tenía, está vez estaba seguro que lo tenía.
Una explosión de lava salió directo del suelo, como la explosión de agua de un geiser, mando el magma a volar por todos lados, siendo justo el centro el pelirrojo que acababa de quedar justo en el área exacta de su ataque.
No sé confío, y está vez apretó las manos, el magma se enfrió de golpe, volviéndose una roca negra y dura de golpe, en dónde ella suspiro al no ver forma en que el pelirrojo sobreviviera a eso sin recibir algo de daño.
Naruto estampó la cara contra la dura obsidiana de forma tal que su cabeza fuera lo primero en salir, justo enfrente de la mujer gato quien abrió los ojos al verlo salir de la prisión de roca negra, sin una sola muestra de estar lastimado.
—Estoy jugando la parte del ratón en esto porque quiero que entiendas que si te quisiera muerta, ya lo estarías. Pero necesito algo de información si no quieres que cambie de opinión— declaró saliendo caminando de la prisión de roca.
—…¿Cómo… cómo es que…? ¡Estoy segura que te impacte varias veces!— mascullo la Yokai haciéndose para atrás, en guardia.
—Tsssskkkk— chasqueando la lengua largamente, el pelirrojo miro hacía el cielo—. Bueno, no vas a decirme nada, puede que estés aquí para ver qué tan fuerte soy y para ganar tiempo mientras el resto va a hacer el verdadero trabajo allí adentro… Extiende tu mano un momento— declaró el Okami caminando hacia ella.
La Kasha se puso en guardia al verlo caminar, pero se detuvo justo enfrente de ella, con una mano alzada, no parecía querer atacarla en lo más mínimo—…
—Con estos ojos, puedo manipular las leyes físicas de distintas maneras, un ejemplo sería manipular los vectores a mi alrededor para que fueran como un escudo, pero no es mal estilo y necesita varios cálculos en medio del combate, para lo que no soy muy bueno.
—…— la Yokai sin decir nada, extendió dudosa su mano hacia adelante.
—Pero sentí un olor muy… familiar contigo, uno que hace que me enoje un poco, así que decidí usar algo que no uso normalmente para añadirle peso a esto— declaró el Okami con una sonrisa.
La mano de la Kasha se detuvo de golpe al acercarse al pelirrojo—Esto… ¿Esto que… que significa…?
Naruto se inclino suavemente, viéndola cara a cara, al punto de tener sus narices tocándose—No soy bueno con las cosas que usen números, pero con todo lo demás si, además de esta, tengo otras cinco o seis habilidades similares que inventé con cosas que leía siendo un niño. Toyokumono. Me permite manipular la animación, reacción y corporeidad. Cómo por ejemplo, controlando las reacciones físicas pones las cosas en estasis— dijo guiñándole el ojo a la Yokai al tiempo que cerraba su mano sobre la de ella lentamente, enterrando sus dedos sobre los nudillos de la Nekomata—. Lo que significa que en este momento no te puedes mover en lo más mínimo, pero esto si lo vas a sentir.
Una patada fue dada con tanta fuerza que la mujer gato no pudo evitar vomitar sangre y ser lanzada hacia arriba, antes de que el pelirrojo le jalara del brazo, y continuará dando patada tras patada hacia ella con una fuerza atronadora, antes de que el Okami la soltará y viera como en su mano se formaba lo que parecía un orbe de color blanco.
Lo siguiente que sabía es que había sido mandada a volar a los aires como si una bomba le hubiera dado directo a la cara.
Extendiendo una mano al aire, el pelinegro de antes apareció justo a su lado, al tiempo que parpadeaba, había aparecido en medio de un bosque cercano, y ahora de repente aparecía de regreso.
—Muy bien, voy a necesitar tu ayuda un poco— declaró el Okami al Nara—. Ve con los otros, cuando estén en lo más profundo de la torre, dile a alguien que muestre una especie de señal, al final parece que si tendré que romper la barrera porque ella no parece necesitar hacer nada para mantener la barrera.
—¿Así que sólo me mantuviera aquí sin nada de importancia más que darme un infartó?— le pregunto Shikamaru.
Segundos antes de que la torre de repente explorará desde abajo con una fuerza atronadora, haciendo que se girara de golpe a ella—Bueno, eso y creo que iba a ser necesario el que uno de ustedes se quedará para poder recoger a los otros, no van a estar en muy buena forma después de eso.
Shikamaru empezó a correr rápidamente en la dirección de donde antes estaba la torre, antes de que viera como la mujer gato de antes aparecía enfrente suyo.
Está estaba apunto de atacarle, pero la figura detrás de ella la dejo completamente quieta—Sera mejor que te apresures, voy a estar ocupado haciendo algunas preguntas— declaró antes de el suelo debajo de ellos se resquebrajara cuando salieron volando en un parpadeó.
Esta misión es una maldita locura. Pensó el Nara con una gota de sudor bajando por su frente.
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Mikane inhalo lenta y calmadamente, escuchando la estampada de criaturas acercándose a dónde estaba ella. En medio de un puente hecho de roca, en un camino que sólo era de dos vías, y que a los lados no tenía nada que evitará la caída.
Bueno, llamarlas criaturas era un poco insensible, eran técnicamente seres similares a ella, pero bastante diferentes, incluso si no le afectaba en lo más mínimo matarlos, no se pondría a si misma en el mismo nivel de menospreciar a otros yokai solo porque si.
Se quitó la chaqueta y la guardo en un corrige de sombra que se formó a sus pies, al tiempo que brincaba y se estiraba un poco.
Tus movimientos son demasiado fijos, como el movimiento de una espada, si quieres lograr sacarle el verdadero potencial a esa habilidad tuya en particular… piensa más como un pincel que un arma.
Las palabras del Okami le hicieron fruncir el ceño, era molesto recordarlo en momentos importantes, y le molestaba más que su ayuda me hubiera servido de hecho.
Puso sus manos en una línea recta, esperando el momento exacto en el que los Yokais no-humanoides salieran del pasillo.
Cuando las paredes se rompieron y salieron de todos lados, Mikane no se alarmó en lo más mínimo por eso.
Como un pincel que busca matar lo que pinta.
Sus manos empezaron a moverse al tiempo que mantenía los ojos abiertos, concentrándose fijamente en sus acciones, en como sus manos subían hacia adelante, partiendo a las criaturas con apariencia animal o monstruosas, pasando las puntas y lados de sus manos sobre sus cráneos y generando el efecto de cortar como si fueran espadas, pero sus manos se estudian más similar a látigos que cualquier otra arma.
La carne salía volando a los lados de ella, al tiempo que nada llegaba a manchar las paredes, los cuerpos cortados deshaciéndose en un fuego etéreo antes de desaparecer.
Los ojos de la pelinegra de fruncieron cuando sus pies tuvieron que empezar a moverse hacia atrás, estaba siendo sobrellevada por números que parecían no acabar, lanzándose contra ella como un maremoto enorme de fauces y garras.
No hay problema. Pensó ella haciendo el brazo hacia atrás y apretando la mano en un puño. Solo resolveré esto a mi manera.
Lanzó un puñetazo hacia adelante.
A diferencia de antes, el resultado fue similar a qué si fuera una usuaria de Bakuton, el impacto fue tan fuerte que generó una explosión de gran nivel que cubrió el pasillo de dónde estaban saliendo los yokais no humanoides.
Su puño fue sujetado por algo.
Miro hacían arriba, como una especie de gigante ser de piel blanca y múltiples ojos le miraba con una sonrisa, sosteniendo su puño con una mano usando el hecho de que tenía un cuerpo mucho más grande y musculoso, era mucho más humanoide que el resto.
La mano de Mikane volvió a formar una espada antes de apuntarla contra la cabeza del ser blanquecino, antes de que su otro brazo fuera sujetado, y la criatura sonriera aún más antes de que su boca de abriera y una esfera roja empezará a formarse en su boca, apuntando directamente a la pelinegra.
Está se hizo hacia atrás, el ser blanquecino se hizo hacia adelante.
Ella se hundió en la sombra debajo suyo.
Su oponente no.
La esfera blanca exploto cuando el Yokai no humanoide dio de cara contra el suelo, rompiendo el puente y empezando a caer al suelo al tiempo que Mikane salía de las sombras entre los escombros, sacando un arco y formando una flecha de sombra con él, antes de que viera como la criatura blanquecina le apuntaba con ambas manos formando otra esfera blanca.
Esta era mucho más brillante que la anterior, al punto que las sombras alrededor de Mikane se desvanecieron, incluso la flecha que acababa de crear parecía estar deshaciéndose por el brillo.
Y luego un portal se formó debajo de ella.
Un portal se formó justo detrás del yokai cuando Mikane salió de allí, a espaldas de él, la pelinegra le respondió al ser blanquecino con la única cosa que le podría dar cuando la volteo a ver de repente.
Una enorme sonrisa sádica antes de soltar el hilo.
La criatura fue partida en dos al tiempo que ambos llegaban al suelo, una en dos piernas y el otro en dos piezas, la pelinegra guardo su arco antes de sacar una espada con el filo de color rojo y viendo al yokai, alzando su espada sobre la cabeza de éste sin decir nada.
Flechas negras de repente impactaron en donde ella estaba, haciendo que la pelinegra brincara hacia atrás antes de cubrirse con una pared de sombra y mirar hacia arriba—Hohoooo~ Parece que tenemos a una encantadora señorita con nosotros evitando nuestro camino— escucho la voz de un hombre de cabello verdoso, con espadas con electricidad en sus manos.
—Quien lo diría, no eres tan maricon como creí que lo eras. Pero tienes gustos raros cabron, ella tiene más músculos que ti… lo cual no es mucho pero probablemente ella te dará por el culo antes que tú a ella— dijo en respuesta un peliplata con una guadaña que parecía estar cubierta de unas flamas moradas oscuras, probablemente de él venía el ataque.
Entran en la definición de Naruto…de Okami… el Jashinista podría ser el mayor problema, es inmortal… podría ser el mayor problema de no ser porque tengo en manos justo lo que necesito para él.
—Bueno, si no te molesta, voy a empezar yo con ella. ¡Planeo divertirme con su cadáver bastante!— declaró con fuerzas y una enorme risa Raiga mientras saltaba hacia la pelinegra.
Segundos antes de que una patada voladora de Menma le golpeara y le mandara al suelo, mientras el resto de equipos de Konoha llegaban brincando a dónde ellos estaban.
—¡Sumeragi-san! ¿Está bien?— le pregunto rápidamente Naruko al verla acuclillada sobre una rodilla.
—Ni un rasguño encima— declaró la pelinegra con una sonrisa leve dándole un pulgar arriba, antes de ver al Jashinista que era el único que quedaba arriba.
Las fuertes carcajadas de Hidan resonaban por el lugar como una hiena aullando, al tiempo que se limpiaba una lágrima de la mejilla—Ya me cae bien el chico de rubio sólo por eso, le zafaste un par de dientes de seguro— declaró el Jashinista con una sonrisa tan genuinamente feliz que parecía un hombre común y corriente—. Antes de empezar, ¿A alguno de ustedes no les gustaría ser adoradores de Jashin-sama? Tenemos una buena cuota de ingresos, plan dental, plan intestinal, plan cerebral, básicamente todo lo que se pueda regenerar. La cuota inicial son diez mil personas, ¡Y ni siquiera tienen que ser demasiado importantes, hombres, mujeres y niños, todos valen!
—...
No recibió respuesta en lo más mínimo, lo cual sólo le hizo agitar la cabeza de un modo que probablemente le dislocados las cervicales a una persona normal—Bien, bien, bien. Hagamos esto a su modo pues… pero primero, las presentaciones, mi nombre es Hidan, orgulloso adorador del Dios de la Violencia. Me gustaría saber el nombre de los elegidos que serán enviados pronto con ellos— nuevamente no recibió una respuesta en lo más mínimo—. ¿No hay respuesta acaso?...Bien, que lastima… ¡Tumbas sin marcar serán!
Un grito eufórico vino del Jashinista antes de que se lanzara al aire con su guadaña siendo recubierta por el aura morada, antes de enviar una media luna en dirección de todos.
Las sombras debajo de los presentes parecieron extenderse antes de que todos se hubieran hundido allí, antes de que el peliplata sonriera como un loco al ver eso antes de que un enorme círculo de sangre se formará debajo suyo.
El Jashinista sonrió al tiempo que un remolino de color azul le rodeaba, e iba directamente a su boca, antes de sujetar el mango de su guadaña y enterrarlo directamente en su hombro.
Hubo varios gritos de repente antes de que alejados por varios metros, salieran los equipos de Konoha, cada uno con heridas en el mismo lugar, pero no tan grave como el hombro atravesado del peliplata quien parecía estar temblando—¿Sabían que las personas en todo momento dejan salir sus energías físicas y espirituales al aire? Es como un retorcido juego de tira y jala en la vida, expulsas todo lo que tienes hasta que ya no te queda nada y te mueres… y yo ya no necesito sólo sangre para este ritual, con la energía que dejan en el aire me es suficiente para hacerlos sufrir a todos incluso si el daño es compartido entre todos ustedes. ¡Y no me tengo que preocupar del daño por mi cuerpo inmortal!
—Oye, pedazo de pendejo psicótico, aquí tengo justo algo para que te lo metas junto a tu inmortalidad— declaró Mikane alzando su espada y apuntándole a Hidan.
Este de golpe se puso de rodillas.
—¡He estudiado y he aprendido todo aquello que tenga que ver con la maldición, he dedicado mi vida entera en su nombre!— empezó a gritar con fuerzas—. Si algo me ha enseñado todo eso, ¡Es que Dios existe! ¡Y él nos odia hasta el último de nosotros!— grito eufórico alzando su guadaña para apuñalarse en el corazón.
Raiga le dio una patada en la cara de repente—¡Serás un maldito loco, se te olvida que esa forma de usar tu Jutsu afecta a todos en rango, yo también ando aquí maldito idiota!— le gritó el espadachín de la neblina sosteniéndose el brazo.
—Ahhh, ¿Sigues vivo mariquita de los palos?— pregunto sin mucho interés el peliplata—. ¿Por que no aprovechas y gritas más fuerte? Creo que las niñas de atrás no te escucharon.
—¿¡Como que si sigo vivo!? ¡Sólo me dieron una patada, a traición, eso es todo! ¿¡Crees que soy un espadachín de la neblina por nada!?
Hidan se le quedó viendo fijamente antes de ver a los de Konoha—Oí, tu, el nene de rubio. ¿Qué edad tienes y cuál es tu rango?
Menma le miro confundido por la súbita pregunta—Dieciséis… y Gennin.
Hidan volvió a ver a su compañero—Si, lo eres. Te dejo el zapato en la cara un niño que apenas está aprendiendo a limpiarse el culo por si mismo.
—¡Oye!
—¡Jefe-sama va a ponerse furioso si descubre que me mataste por estar de fanático religioso!
—Ya me ha pasado, tres veces. Y no eres ni siquiera el más fuerte. Estoy seguro que hasta me darían un regalo si me deshago de ti, como una nueva cuchilla para destripar— declaró Hidan sin interés—. Pero bueno, gracias a la chica de las sombras, estamos justo donde queríamos.
Hidan alzo la guadaña nuevamente, y luego la azotó con una enorme fuerza sobre el suelo, haciendo que este se resquebrajara de golpe.
Y seguidamente, algo le cortó la cabeza desde el cuello, pero el cuerpo del peliplata agarro la cabeza al tiempo que Mikane brincaba después de haber decapitado a Hidan en un solo movimiento.
No se estaba regenerando, pero no estaba muerto, eso era… nuevo para su espada.
—A todas las bellas damas y caballeros, les presento a una de las bestias más peligrosas que han pisado este mundo. Engendrado, no construido, dado forma en la materia de la que está hecha la ira, una fusión de sangre ardiente y metal que avanza llevando la carnicería en sus manos, mientras la bestia milenaria de su interior pugna por escapar de su prisión indestructible. ¡Aeron El Vetusto!
Una armadura que parecía rebuznar en sangre salió del suelo de las profundidades con un rugido infernal, al tiempo que extendía una de sus manos, tan grande como una persona normal… y aplastaban al Jashinista que estaba parado justo enfrente suyo.
Hubo una reacción entre todos los presentes que pareció ser la misma.
Pavor.
Mikane misma fue la que pudo sentirlo más vivo, en carne propia, la sensación de ser odiado desde lo más profundo de las entrañas de tu enemigo, una ira que iba más allá de las limitaciones de la carne, la gigante armadura de más de quince metros de alto salía de lo que parecía un mar de color negro y rojo.
Era sangre.
Y de dicha sangre parecía salir un sinfín de vapor rojo tóxico se la criatura, que no paraba de rugir haciendo que el relámpago que había impactado antes sonara como un cohete de niños.
Luego Hallibel fue quien puso una barrera de agua y hielo entre ellos dos al tiempo que ella se ponía en una posición como si preparada un golpe, y con un ademan de su cuerpo, como si fuera un uppercut, un puño de sombra se formó debajo de la bestia mecánica y la mando volando hacia arriba.
Las dos cayeron de rodillas segundos después.
Mikane podía sentir el sudor formándose en su cara como si estuviera en la lluvia, el pelo se le pegaba directo a la cara. No había podido respirar en todo el tiempo que la criatura había salido, ni siquiera había sido más de unos cuantos segundos.
¿Qué clase de cosa… era esa…? Se pregunto ella.
Ella no era ajena a sentirse sobrepasada en poder, jamás le había dado miedo o algo, sólo la había empujado a volverse más fuerte.
Pero eso… eso era diferente.
Podía sentir como invadía en su mente, gritando, rugiendo y bramando con un odio que se sentía como si aplastara el corazón, buscando infectar su mente.
Ni siquiera era una cuestión de poder… simplemente era algo completamente diferente a cualquier cosa que ella hubiera enfrentado en su vida, algo que le costaba más mantenerse cuerda más que combatirlo.
Miro hacía atrás.
Naruko igualmente estaba de rodillas con lágrimas en los ojos, Menma aunque parado, estaba congelado, con los ojos abiertos de golpe.
El resto estaban inconscientes.
Sólo ellos cuatro estaban todavía conscientes, estaba seguro que los hermanos habían recibido un golpe peor que todos al tener la detección de emociones negativas del Kyūbi. Que también podía ser la razón de que hubieran aguantado lo que se sintió como ser violados mentalmente.
—¿Mandaste… a esa… a esa… a esa… cosa hacia… arriba?— pregunto Hallibel temblando, tragando pesadamente.
—Allí hay… más probabilidades de que Okami lo vea, tal vez así… no, que estoy diciendo— la pelinegra se dio palmadas en la cara de golpe, para reaccionar—. Esa cosa no nos dio miedo por su fuerza, lo hizo por como se sentía… no voy a sentarme aquí esperando asustada que alguien más venga… cuídalos bien, asegúrate de que espabilen. Me iré a encargar de esa cosa.
—¿¡Estás loca!? ¡Apenas y pudimos reaccionar a un puñetazo! ¿¡Qué crees que te va a hacer a ti sola!?— le cuestionó Hallibel mientras la pelinegra se acuclillaba.
—…no lo sé… la verdad no lo sé… pero como está ahora, soy la única que no está temblando al hablar de eso, voy a enfrentarlo, no sé si lo pueda matar pero me aseguraré de que no venga aquí de regreso o se vaya de acá.
—…n…n…n…noo— le susurro Naruko con la voz cortada.
Mikane le puso la mano en la mejilla a ella y al todavía congelado Menma—…yo…no conocí a su padre, pero si conozco a su madre… se que ella está muy orgullosa de ustedes, así que más les vale a ustedes dos vivir y ponerse más fuertes que esto… ¿Okey?
Les decía eso, e internamente, se lo decía a si misma.
Ella era Mikane Oshimura, la Comandante de Alicorn, hija de Yukari Yakumo… no iba a flaquear por una lata demoníaca cósmica.
Se hundió en su sombra nuevamente y salió a la luz del día, en dónde podía ver a la enorme armadura de color rojo parándose del suelo, respirando lento y pesado.
Mikane lo pudo sentir de nuevo.
El impacto mental en su mente la hizo sentir que el cerebro le iba a explotar, pero en vez de tratar inútilmente de proteger su mente de eso, tenso cada parte de su cuerpo y su voluntad.
Aunque esto da un aumento de habilidades similar al Modo Sabio, no es como si obtengas energía del ambiente, la energía ya está en ti, pero tienes que encontrar la forma de acceder a ella… debería ser más fácil para ti que para la mayoría de seres en este mundo… ¿Por qué?
Dejo que la ira fluyera, dejo que el odio primordial le pasará, dejo que todo el miedo se fuera.
Ira. Odio. Miedo. Los Yokais son formados de esas emociones. Para un Yokai, es tan simple como estar completo con uno mismo.
Los ojos de la Oshimura se abrieron.
Sus ojos brillaban entre morado y anaranjado de golpe al tiempo que juntaba sus manos en una posición similar a un sello de manos, al tiempo que decenas de lanzas de sombra se formaban alrededor de ella—¡Oye, hombre de hojalata!— grito ella de golpe, haciendo que la criatura sellada en la armadura de girara hacia ella y le rugiera estruendosamente—. ¡De dónde vengo tenemos un dicho, para cuando aprendas a evadir proyectiles aquí, vas a poder esquivar la lluvia!
Las decenas de lanzas que la rodeaban se volvieron en cientos de más pequeñas lanzas, que a su vez se tornaron en miles, que impactaron a la bestia cómo agujas, haciendo que está rugiera antes de que Mikane hiciera los brazos a los lados y de allí se formarán el orbes de color negro a sus lados.
Balas de energía salieron como ametralladoras de los orbes contra las fauces de la criatura, que era el interior de la armadura, haciendo que el casco se desprendiera en la parte superior por el impacto
Mikane abrió los ojos al ver como el puño de la bestia bajaba sobre ella.
Se hundió en un portal formado a su espalda.
Apareció encima de la criatura con lo que parecían látigos negros en sus manos, que se enredaron alrededor de los brazos del Vetusto, la armadura antigua se sacudió cuando sintió como sus extremidades eran sometidas a una fuerza enorme que parecía tratar de contenerle.
La bestia jalo sus extremidades para liberarse.
Las venas se formaban y resaltaban alrededor de los brazos, cuello y cara de Mikane.
Los Yokai de por sí poseían más fuerza física que un humano, ella se había entrenado físicamente por años, y estaba teniendo el aumento del Kyūshiki (Nueve Conciencias) que hacía que su fuerza estuviera en un nivel que normalmente no tendría.
Y estaba usando todo de ella para que no le arrancará los brazos.
Sus dientes se apretaron con fuerza antes de que sus ojos se abrieran aún más.
El suelo debajo del Vetusto se resquebrajo, ella, parada en su espalda, empezó a aumentar el peso de la sombra de la criatura.
Ella estaba llegando cada vez más a su límite, tanto en fuerza como en mantener el peso aumentando, la criatura llena de ira se arrodilló, el metal parecía estar aplastándose a cada segundo que pasaba.
Mikane sentía sus dientes estaban apunto de aplastarse entre si al tiempo que deshacía los látigos de sombra cuando el peso ya era suficiente para asegurarse que no se moviera.
Había aprovechado que se la había tratado de quitar de encima para alejarlo de los demás.
Ella empezó a caer de espaldas hacia el suelo mientras sonreía para sus adentros.
Odio a los imitadores, pero estoy en esta situación por tu culpa, Okami. Así que no te quejes.
Alzo una mano al aire.
—Yomotsumagatsuhi (Dios de la Calamidad del Inframundo)
Los alrededores se volvieron oscuros, segundos antes de que un enorme dragón hecho de pura oscuridad bajara de los cielos, empequeñeciendo al ser de armadura, quien al no poder moverse fue engullido por la bestia sombría.
—No es suficiente… necesita más… necesito más— declaró ella al aire al tiempo que sus ojos ganaban cada vez más un brillo anaranjado y su cabello parecía brillar en rojo.
La boca de la bestia de sombra empezó a brillar antes de que balas de energía como las que salían de los orbes empezarán a plagar su boca, dando como resultado un bombardeo a quemarropa.
Le gane a Okami porque tuve a las demás de mi lado… no… incluso cuando me acompañaron, sólo terminaron ayuda… la que le venció realmente fue mamá.
Mikane apretó las manos antes de inhalar con fuerza, su pistola salió de su mano, cargada con electricidad a cada momento, chispas rojas y negras formándose al tiempo que sus ojos veían fijamente un remolino de energía verdosa adentro de la armadura que seguía siendo bombardeada.
La próxima vez… la próxima vez… te ganaré con mi propia fuerza.
Puso cada gramo de energía que tuviera, cada protección, cada impulso de fuerza, en aquel disparo.
Y luego una flecha negra le atravesó el pecho.
Los ojos de Mikane volvieron rápidamente al morado usual y su cabello al negro de siempre, al tiempo que veía hacia abajo en como una flecha de energía negra le atravesaba el torso. Cuando la iba a tratar de sujetar, está desapareció como si jamás hubiera estado allí.
El dragón de sombra desapareció de golpe.
Al tiempo, el Vetusto seguía de rodillas, su armadura había pasado de roja a blanca, parecía al borde de derretirse, inerte, inmóvil.
Mikane respiro lenta y pesadamente, se llevó la mano al agujero que tenía en el pecho, sintiendo que la cabeza le daba vueltas.
—Nada mal para una demostración de fuerzas, eres una mujer bastante loca, se necesitan bolas para enfrentarse a una criatura como esa… pero ya sabes, inmortal por la bendición de mi Dios… no iba a dejar escapar la oportunidad una vez que te concentraste tanto en acabarlo.
Control de fronteras… debo de usarlo… en ellos… o en mi… debo… cerrar herida… hemorragia… no debo… caer inconsciente… o voy a… voy a…
—Todavía no parece que vaya a caer— comento Raiga al tiempo que sacaba sus dos espadas y las agitaba un poco—. Bueno, nada me gustaría más que penetrar un poco ese cuerpo con mis espadas, pero tendrá que ser a la vieja usanza. Nada de algo como relámpagos para dejar a alguien bien muerto.
Las nubes de tormenta se arremolinaban por encima de ella.
Se quedó quieta en dónde estaba, con los ojos nublados, al tiempo que escuchaba la risa del espadachín de la neblina.
El relámpago cayó.
Y jamás le impacto.
Ella ni siquiera tuvo que alzar la mirada para saber quién se había puesto justo enfrente suyo y literalmente sólo había puesto una mano entre ella y el relámpago, ni siquiera cambio de expresión al tiempo que el agujero en su pecho se cerraba.
Mikane respiro con fuerzas e hizo la cabeza hacia adelante, antes de darse cuenta que tenía la frente contra el pecho de quién le había salvado—Llegas tarde.
—Tenia algo de lo que tenía que encargarme, lo siento si te puse mucha carga— se disculpo el Okami separándola levemente para analizar que no tuviera ningún daño destacable.
Mikane mantenía los ojos cerrados con una sonrisa tranquila y bastante grande—Voy a hacer que me pagues el triple por tantos problemas que me está dando está misión, creí que iba a morir si no me concentraba en usar el control de fronteras para sanarme— declaró ella abriendo los ojos.
Y parpadeo repetidamente.
Mikane estaba segura que las flechas de energía negra que le lanzó el Jashinista debían tener veneno, sentía la cara roja… ¿Por qué?
—¿Qué te… paso a ti?
Naruto había cambiado… ligeramente.
Su cabello había ganado una tonalidad más oscura, como la sangre, con mechones de cabello negro en diferentes lugares, tenía un patrón de diamantes negros yendo desde las comisuras de sus labios y que pasaban por sus mejillas, con sus ojos morados brillando de una manera que no debería ser posible.
No sólo era eso lo que había cambiado, Mikane no sólo se sentía extraña por su nueva apariencia.
Tenía un aura de color morado flameante sobresaliendo de su cuerpo, que en vez de sentirse como algún tipo de amenaza… la hacía sentir calmada, como su el miedo y el dolor de antes se fueran.
Era algo que le hacía sentir… segura.
Ella espabilo cuando el Okami giró la mirada a la armadura que estaba recuperando su color rojo sangre, y se giró para ver a Mikane—…En verdad eres alguien totalmente diferente, no conozco a muchos que están suficientemente locos para enfrentar a una cosa así de frente y vaya que le diste una paliza.
—Je… supongo… oye… ¿Qué tanto te contuviste cuando peleamos?
—Ni una sola pizca, pero soy igual a todos, las personas crecen y se vuelven más fuertes. Tu estás a un par de pasos de dominar algo que aprendiste en un par de días… te haz vuelto fuerte, ya me preguntó cómo lo será el resto de tus aliados— declaró el Okami con una sonrisa.
—¿Es Senjutsu lo que estás usando? Estoy demasiado agotada para notarlo o sentirlo, pero me siento demasiado bien para mi propio gusto… acaba con esto de una vez para que lo desactives y pueda golpearte con ganas— le dijo ella antes de simplemente dejarse caer al suelo sentada y luego acostarse en la tierra.
Naruto simplemente le miro con una sonrisa leve al tiempo que notaba como ella se ponía a cabecear y dormir.
Luego giró la mirada para ver a sus dos oponentes con la misma sonrisa.
Raiga se encontraba mirando hacia arriba en como las dos barreras que habían se encontraban completamente resquebrajadas como si fueran hechas de vidrio, y Hidan se encontraba mirando incrédulo al pelirrojo.
Este simplemente se aseguró de que Mikane no tuviera nada grave, antes de que crujiera el cuello de lado a lado.
—Algo interesante— comento el pelirrojo viendo todavía a la pelinegra—. Los Kami, los dioses que gobiernan nuestro mundo, son espíritus de la naturaleza, entre ellos los hijos de Izanagi son más espíritus del universo mismo, más cercanos a las bestias cósmicas que otra cosa.
—…— había silencio de parte de los integrantes de Akatsuki. Al tiempo que el pelirrojo les veía fijamente con sus teniendo la pupila en forma de una rendija dorada.
—Para nosotros, usar la energía natural es como con los Yokai o incluso más, es como respirar. Pero no me sentiría satisfecho con lo más simple.
Hachidairyūō Sennin Mōdo (Modo Sabio de los Ocho Grandes Reyes Dragones)
Era una exaltada transformación obtenida por aquellos que han completado las rigurosas y metódicas pruebas dentro de la Torre de los Ocho Grandes Reyes Dragón, un tembló sagrado en una recóndita dimensión perdida para la mayoría de seres vivos.
Requería una devoción incondicional a los Ocho Grandes Reyes Dragón, sabios de un nivel comparable a la Quimera Dorada, la primer criatura animal en usar Senjutsu, una precisión sobrenatural y un control meticuloso, perfecto sobre la energía natural.
Encima de ella, estaba el Kamiryūdō (Flujo de Dios) un Kekkei Mora único en aquellos que dominaban perfectamente la energía cósmica, y por lo tanto, podía hacer lo que fuera con sus derivados.
Una técnica que antecedía por millones de años a las habilidades genéticas del clan Jyūgo, haciendo que el cuerpo absorbiera pasivamente la energía natural de los alrededores, permitiendo la capacidad de usarla para manipular el cuerpo como se quisiera con ella, así mismo, daba la habilidad de manipular sin límites de la energía natural en el rango de la técnica.
El rango del Kamiryūdō dependía enteramente de la habilidad y maestría que el usuario tenía con la técnica.
—Enojarme con ustedes no tendría mucho sentido, somos guerreros después de todo, es normal el tratar de matarse los unos a los otros. Así que espero que no se lo tomen personal… pero los voy a hacer sufrir.
Naruto movió su mano un poco, sólo alzando un dedo en un movimiento rápido.
Lo siguiente que Raiga sabía era que Hidan había sido partido en tres trozos justo a su lado, como si fuera un montón de masa pasando por una red, fue cortado limpiamente.
—Senpo: Hōton: Kusabuten (Arte Sabio: Elemento Radiación: Linchamiento del Cielo)
Usando Elemento Radiación, un Kekkei Tota y que combinaba tres elementos, podía manipular la fuerza gravitatoria por medio de la manipulación de gravitones.
Usualmente era simplemente empujar y jalar, pero una vez que usaba Senjutsu, la precisión aumentaba al nivel que quería.
Torcer, girar, apretar y aplastar.
Las extremidades de Raiga fueron torcidas como si fuera arcilla en las manos invisibles de Naruto, la piel siendo estirada entre huesos y carne fotos, la sangre saliendo de todos sus orificios antes de que fuera aplastado y callera al suelo como una masa amorfa de carne.
—Bien, eso debería haber afectado a los reales lo suficiente, ahora es tu turno, grandote— declaró el pelirrojo de mechas negras girándose para ver al enorme ser de color blanco que estaba enfrente de ellos.
Algo parecía palpitar en su pecho como un corazón, segundos antes de que la armadura pareciera empezar a aboyarse justo en el centro.
Naruto no le puso mucho interés y simplemente camino hacia Mikane, levantándola lenta y cuidadosamente.
Una onda de aire presurizado paso cerca suyo al tiempo que levantaba a la pelinegra en sus brazos, y se giraba a ver a la criatura que parecía hecha de flamas, con protuberancias de hueso en su cara que formaban cuernos arriba de su cabeza, soltando un rugido ensordecedor.
—Según tengo entendido, otros sirvientes de Khorne conspiraron en tu contra para que terminaras encerrado en una caja para los Uzumaki te sellaran— declaró el Okami viendo como la enorme bestia del caos salía de la armadura—. Así que, vuelve con la cola entre las patas as con tu dueño, tengo cosas más importantes de las que encargarme ahora mismo.
Naruto se dio la vuelta tranquilamente, ignorando a la bestia mientras planeaba llamar a Cosmos, necesitaba a todo mundo bastante… parcheado por decirlo de alguna manera.
Luego escucho un rugido y sintió el calor a su espalda cuando el Daemonio soltó una llamarada de flamas carmesí en su espalda.
—…Maldito imbécil.
El Okami alzo una mano hacia atrás.
Las flamas se desvanecieron sin siquiera tocarlos en lo más mínimo, el Ojimorado miro fijamente a la bestia con los ojos tan abiertos que parecían apunto de salirse de sus cuentas, las venas resaltándose en el blanco de su mirada.
El rango del Kamiryūdō se basaba en la habilidad del usuario usando la energía natural.
El rango de Naruto era… ligeramente más lejos que la circunferencia de la luna con la tierra.
Ese era el rango de energía natural que podía manipular y absorber a como tuviera la gana.
Toda esa energía se arremolino en el mismo punto, en la mano del pelirrojo al tiempo que este sujetaba con su otra mano a la pelinegra sobre su hombro y en dónde una esfera de color morado se formó, comprimiéndose cada vez—Chūshinhōkai Shinzōsekai (Núcleo Central del Corazón Universal Colapsando)
Al condensar la energía natural y convertirla en un orbe, provocando un daño exponencial en forma de explosión, después de la detonación inicial, la gran cantidad de energía compacta en el núcleo de la técnica hace que se colapse sobre sí misma, transformándola en un pozo caótico y arremolinado de fuerzas infernales capaces de acabar sin esfuerzo con la vida de cualquier cosa atraída por sus fuerzas gravitacionales
Ese era epítome, más allá del mismo concepto de Sabio.
El único digno del título de Shinsen (Sabio Celestial)
Alguien con un potencial sin fin, que había pasado siglos de su vida misma forjando cada centímetro de su poder.
Lo último que vería el Daemonio sería un blanco absoluto, antes de su ser completo fuera suprimido por una oscuridad total.
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—Mierdaaaa— Naruto chasqueo la lengua cuando la corona blanca alrededor de su cabeza le estaba mandando pulsaciones de dolor bastante fuertes—. Ya se que tal vez me pase un poco, estaba algo enojado, déjame en paz.
Al mismo tiempo que hablaba, los equipos de Konoha ahora se encontraban todos inconscientes.
Había considerado borrar sus memorias de lo que habían visto, pero aparentemente sus cerebros habían elegido suprimir por completo cualquier recuerdo después de que la bestia apareciera, en el caso de Mikane, no podía porque sentía una especie de protección en su mente.
Estaban afuera ahora, con ayuda de Hallibel y Shikamaru, los dos únicos que no se habían quedado inconscientes, algunas cuantas técnicas de sanación de parte del Okami y habían quedado todos como nuevos… con la ropa destrozada y posibles traumas futuros… pero bien suponía.
La primera en despertarse fue la última en caer inconsciente.
Naruto se había sentado justo a su lado para ver cómo estaba, lo primero que la pelinegra vio al despertar fue la cara entre preocupada y analitica del pelirrojo en caso de que estuviera afectada por algo.
Y lo siguiente que Naruto vio fue la bota de ella contra su cara.
Aún acostada, la pelinegra le estaba empujando a como podía por no poder mover bien los brazos—¿Y esto por qué?— cuestionó Naruto tapado por las botas de la pelinegra.
—Por llegar tarde, y porque nada de la misión decía algo acerca de que me tendría que enfrentar a un maldito fanático religioso, a un pervertido con espadas raras y a una lata en asteroides cósmicos.
—Lo siento, tampoco sabía los detalles.
—¡Vas a tener que pagarme tres veces más por esto!
—Lo haré.
—…¡Y cuatro veces más comida!
—Lo haré.
—…¡Y me debes un favor de ahora en adelante que puede ser para lo que sea!
—Esta bien— declaró Naruto con una sonrisa leve al tiempo que quitaba el pie de ella de su cara.
Mikane se le quedó viendo, antes de ponerle el otro pie—Y déjame de verme con esa cara, me da cosa.
Naruto soltó una carcajada al escuchar eso y simplemente alzar la cabeza para dejar de ver a Mikane—¿Estás bien entonces? ¿No te duele algo?
—Me duele todo, pero estaré bien, sólo necesitaré algo como un año de descansó… y muuuucho sake.
—Suena bien para mi— declaró el pelirrojo con una sonrisa.
—Esos dos parecen esposos ancianos, que problemático— murmuró Shikamaru dejándose caer al suelo para ver las nubes.
Una mental y físicamente agitada Hallibel no pudo evitar suspirar, igual se sentía extraña viéndolos hablar tan familiarmente.
Así que… si tenía una novia después de todo. Pensó ella viendo a Mikane.
La pelinegra cerró los ojos un poco, frunciendo el ceño. No sé porque pero siento que hay un mal entendido aquí.
Naruto igualmente los cerró pero con un pensamiento diferente. Probablemente le debería decir que se le están viendo los pechos por el agujero que ahora tiene en la camisa, pero siento que me va a golpear si le digo.
—¿Qué pasó con los tipos que combatimos entonces?
—No eran los reales, usaron una especie de Jutsu que controla cadáveres y les hace tener las habilidades y capacidades de quién los controla al diez por ciento— declaró el Okami—. Es por eso que tú katana no sirvió, más que un inmortal el Jashinista era más como una especie de muerto en vida.
—…Con razón hasta Menma los agarro por sorpresa… por cierto, se que tengo un agujero en la camisa y se que estás viendo.
—Claro que no estoy viendo.
—Ahora mismo no… eso me recuerda, también me debes una camisa nueva.
—¿Si sabes que puedo reparar la que tienes en un parpadeó, no?
—Ya dije que una nueva.
—Eres imposible— declaró el Okami con una risa.
