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Para Angel Arcano92

Pues aquí viene la gata rompehogares xd

Tal vez haga a mis propios personajes v:

Para Yahiko 8D

Y sólo estoy empezando, love ya too dude

Para alkirius

Me gusta como piensas xd

Para yueyang619

Y luego subirá a más que sólo avergonzarla xd


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Capitulo 21

No hay sombras sin el sol

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¿Qué es a lo que podría tenerle miedo alguien como Naruto Okami?

Era una pregunta que no muchas personas podrían responder, probablemente en todas las personas que le conocían, se podrían contar aquellos que sabían con una mano y sobraría casi la mitad de dedos. Pues el resto, jamás había visto algo similar al miedo o al terror, ni siquiera los instintos de supervivencia de parte del pelirrojo.

La respuesta era más simple de lo que uno creería.

Estar sólo.

Siendo estrictamente literales, cuando peleaba prefería hacerlo él sólo, sin importar que tan fuerte fueran sus aliados, la mayoría estorbaba de una manera u otra. Por el contrario, tampoco le gustaba que sus aliados fueran débiles.

Había visto a las personas que más había amado en su vida morir cuando era un niño, y se había quedado sólo, cargando con el odio del mundo por más tiempo del que un ser vivo podría aguantar sin romperse.

Su mente estaba fija en esa idea.

Ellos murieron porque fui débil y ellos murieron porque eran débiles.

Quería ser fuerte para proteger a los que le rodeaban, y quería que los que le rodeaban fueran fuertes para protegerse ellos mismos.

Rápidamente se encontró con el problema que evito que su miedo se disipara.

El tiempo.

Aquellos aliados que le rodeaban podían ser jóvenes menores que él, en un siglo o dos, serían ancianos apenas con la capacidad para caminar, y en un milenio, apenas y quedaría un rastro de aquellos que fueron sus linajes familiares

Por eso era más cercano a los seres sobrenaturales, inadvertidamente, ellos vivían más, mucho más, no tenía que confrontar ver a las personas que le importaban ser tomadas por la edad. Era menos doloroso por más tiempo.

A final de cuentas, era sólo un niño asustado y solitario en el fondo.

A final de cuentas… solo quería no estar sólo, eso era todo lo que quería.

Ella no podía caminar del todo bien en esos momentos, pero tampoco quería ser cargada cuál saco de papas por el pelirrojo.

Este no la quería dejar caminando por si sola estando así de mal, pero tampoco estaba queriendo llevarla en contra de su voluntad. Mikane suspiro y siseo al tiempo que Naruto la ayudaba a sentarse sobre un cojín tan exageradamente suave que ella sentía que su trasero se iba a hundir junto con el resto de su cuerpo.

—Me duele todo el cuerpo— murmuró ella al tiempo que no se dejaba caer de espaldas porque sentía que se le desgarraría algo si lo intentaba.

—Con mucha razón, tienes los músculos desgarrados en varias secciones, y tienes los brazos al borde de ser dislocados— declaró el pelirrojo sentándose detrás de ella en el suelo.

—Hmm, deberías ver cómo quedó el otro— respondió Mikane con una sonrisa arrogante, antes de sisear cuando la mano del Okami se puso en su espalda, segundos antes de que un brillo de color rojo empezará a salir de sus manos suavemente.

La pelinegra se relajó lentamente por eso, sintiendo como el dolor lentamente se deshacía en el área donde el pelirrojo estaba tocando—…Lo lamento… y gracias.

—¿Mm?— la pelinegra miro hacía atrás para notar los ojos de Naruto sobre ella.

—Te metí en bastantes problemas por una misión que debería haber sido simple y terminaste ayudando a qué no hicieran a las personas que me importan— declaró antes de poner sus dos manos sobre la espalda de ella, el brillo rojo saliendo de sus dedos y palmas—. Me disculpo… y te agradezco.

—…sólo fue una misión— declaró ella simplemente cruzándose de brazos, o bueno, poniendo las manos sobre sus piernas—. Hice lo que se me encomendó, y yo tengo mi propio honor como para no haber escapado.

Naruto se quedó callado unos segundos antes de que su sombra se separara de él y formará un ser hecho de oscuridad a su lado que camino fuera del cuarto—…Eres increíble— le dijo con una sonrisa pequeña.

Las cejas de la pelinegra se alzaron levemente ante esas palabras—¿Y eso a que viene? Sólo enfrente a esa cosa, ni siquiera le gane yo misma, y eso que soy yo la que les debería de tener más ganas de vencer.

—No sé si estás pensando que un Daemonio es un Celestial o algo similar— declaró el Okami medio divertido—. No lo son, un Celestial son como el abuelo, o mi padre, esas cosas son más similares al tío Yamata que a nada… y son bestias que buscan la matanza y destrucción como no te imaginas, te enfrentaste contra un peso pesado, y lo hiciste sin dudar un minuto. Para eso se necesitan bolas.

—Ohh… bueno, siendo sincera le quita un poco de valor… mi madre me crío con la noción de que los seres cósmicos y demás son la causa de muchas cosas malas en mi vida. La muerte de mi madre biológica por ejemplo— declaró ella bajando la mirada—. Pero conociéndote a ti… no me parecías tan malo, en vez, ese montón de hojalata se miraba justo como los imaginaba.

—Ja— el pelirrojo se rió por eso.

Mikane se le volvió a girar para verle—¿Te parece gracioso lo que digo?

—Bueno… no, me parece curioso. Técnicamente hablando, no soy un ser cósmico, no soy una entidad incorpórea más grande que el universo con mi propio concepto metafísico o algo— dijo moviendo los manos arriba y abajo en la espalda de Mikane y sobre sus brazos—. Soy sólo un niño al que Izanagi le dio la oportunidad de elegir entre quedarse en una cloaca a ser un cerdo al matadero o tener la oportunidad de defenderme— murmuró tomando de los hombros a la pelinegra.

Está miro sus manos antes de escuchar un crujido leve y gruñir cuando el Okami le acomodo de lugar los hombros—¡Khga!

—…perdón por lo súbito de eso, pero normalmente cuando avisó que lo voy a hacer termino haciendo que se espanten, mal hábito— declaró antes de poner sus manos sobre la espalda de ella.

—¿Y ahora que estás…? Mmm…mggh— la pelinegra enderezó la espalda cuando sintió los dedos del Okami en su espalda, tocando y presionando puntos en específico, que hicieron que la rigidez y dolor residual se fueran—. Eso… de hecho se sintió bastante bien, me siento mejor.

—Soy bueno en acupuntura y puntos de presión— declaró el Okami agitando su dedo levemente con una sonrisa—. Se dónde tocar para relajar, sanar y hacer sentir mejor.

—Suena a una habilidad útil— comentó la pelinegra con los ojos cerrados.

—También se cómo explotar vasos sanguíneos, dejar completamente inertes partes del cuerpo, o hacer que órganos internos exploten con unos toques.

Mikane abrió los ojos con fuerzas al oír eso sintiendo como las manos de Naruto bajaban a sus costados, y se crispo por eso—…Ya no me siento tan cómoda con esto.

—Tranquila, tranquila, no usaría lo demás en ti… principalmente porque los yokais tienen órganos y algunas partes extra que hacen imposible que hago algo así— declaró el Okami con una sonrisa para relajar a la pelinegra.

Está simplemente se dejó caer sobre la mesa enfrente suyo usando sus brazos como almohadas—Aunque siento que tal vez estás dándome un trato especial por algo.

—El trato es consecuente con las cosas que haz hecho, protegiste a los demás y eras la que más herida estaba por la misión. Así que cállese y déjese cuidar— le dijo el pelirrojo cuando el Rey del Karma puso un plato enfrente de la pelinegra.

Ella alzo la vista para ver el plato.

Desde donde estaba, Naruto no podía ver qué los ojos le brillaron al ver la comida.

Eran emparedados que tenían tocino, vegetales, salsa y huevos revueltos increíblemente finos entre el pan, onigiris sin ningún tipo de imperfecciones en el arroz, y para terminar lo que ella noto que era una hamburguesa que parecía hecha a mano, junto a papas fritas y aros de cebolla—¿Y… esto?

—Probablemente solo sería un aperitivo pero es lo que pude hacer con la comida que había en tu refrigerador y cerca de las tiendas de Kumo, es el comienzo de pagar mi deuda— declaró el pelirrojo con una leve sonrisa.

Mikane parpadeo repetidamente, antes de espabilar—Supongo que le daré una probada ya que estoy con tanta hambre como para comer lo que sea— declaró ella mirando a otro lado mientras empujaba su cojín más cerca de la mesa—. Tengo que preguntarte, ¿Dónde aprendiste a cocinar? Es la primera vez que miro Onigiris perfectamente… "esculpidos"

Naruto se rió al escuchar eso—Eso no tiene nada que ver con el esculpido ni nada, sólo lo cocinas diferente usando agua normal— declaró el pelirrojo dejándose recostar sobre el suelo con una sonrisa—. Se llama Gaastät, y lo llaman la comida de los dioses, es esencialmente ser perfectamente eficiente en la cocina— declaró con tranquilidad el Okami—. La aprendí porque desde hace años prácticamente no he tenido sentido del gusto, la comida normal no me sabe a nada, sin importar cuánto intenté.

—…¿Tanto crees que esto es así de bueno?— pregunto ella alzando una ceja antes de llevarse la bola de arroz rellena con salmón a la boca, mientras masticaba la pelinegra cerró los ojos con fuerza moviendo la mandíbula, no queriendo mostrar lo mucho que le gustaba realmente, antes de componer su postura—S...Supongo que no están mal.

Naruto agitó la mano desde donde estaba—Siéndote honesto eso no se compara con la comida de mi familia.

—¿Oh? ¿Los seres cósmicos también tienen necesidades de comer?

—No— aclaró el Okami—. Me refiero a mi abuelo y a quienes me cuidaron cuando era pequeño, como los dueños de un establecimiento llamado Ichiraku Ramen— declaró con cierta nostalgia el pelirrojo—. Mi comida siempre sabrá a mierda a comparación con la de ellos siendo honesto.

—¿Tan buenos eran cocinando?— pregunto Mikane agarrando otra bola de arroz.

—…Era más lo que sentía al comer con ellos.

La pelinegra se llevó la bola de arroz a la boca, esperando tener el mismo sabor en la boca que el anterior Onigiri, antes de abrir los ojos al masticar y sentir… habían diferencias pequeñas pero que juntas hacían que el sabor fuera completamente distinto—…¿Lo que sentías?— pregunto ella cerrando los ojos mientras masticaba.

El Okami se llevó una mano a la frente y suspiro—…Cuando era pequeño, la gente en la aldea me creía el contenedor del Kyūbi, me llamaban un demonio, un monstruo, por algo que jamás elegí y que no estaba bajo mi control… las personas pueden ser unos dementes cuando tienen algo que odiar en común… y bueno, a mi me odiaban todos… no me miraba para nada como lo hago hoy en día, era desnutrido, estaba sucio, era asqueroso verme de seguro, lo único que podía comer era la basura que todavía podía ser ingerida sino es que alguien no salía para golpearme por basura.

—…— Mikane guardó silencio, masticando cada vez más lento hasta detenerse.

—La primer comida real que obtuve fue de mi abuelo, Hiruzen Sarutobi— murmuró con una pequeña sonrisa—. Una taza de Ramen, era un niño desnutrido y me estaba dando Ramen— se rió el Okami antes de suspirar—. Fue el Ramen más delicioso que probé en mi vida, estaba limpio, estaba caliente, estaba… feliz…— el Ojiazul trago levemente, hablar de los recuerdos de su infancia le traía un nudo en la garganta—. Si algo he descubierto en toda mi vida es que una comida es mejor cuando le pones el sentimiento correcto a hacerla.

—…¿Sentimiento?— pregunto Mikane viendo curiosa al pelirrojo.

—Gaastät no es acerca de hacer los cortes perfectos, poner la perfecta cantidad de especias y demás— dijo moviendo su dedo un poco—. La perfección es aburrida, sobrevalorada. No se trata de hacer una comida lujosa de mierda que tenga todo lo correcto, es acerca de hacerlo con todo el corazón y esfuerzo, para luego sobrepasar eso.

La pelinegra le escucho, moviendo su brazo hacia atrás pero no sintiendo nada, girándose para ver cómo se había terminado las bolas de arroz sin darse cuenta, el sabor seguía persistiendo en su boca, pero no le hizo evitar notar la mirada divertida del Okami en su cara—. Y bueno… ¿Te gustó?

Mikane miro a otro lado para que ella no viera como tenía las mejillas algo rojas por haber terminado todo tan de golpe y simplemente se cruzó de brazos—No está mal, no está mal, he probado mejores— declaró ella.

Naruto al escuchar eso se quedó callado, antes de ver cómo iba a los emparedados sin decir nada—…Me gustaría conocer quien es que ha hecho algo mejor que eso de hecho— murmuró suavemente viendo hacia sus manos—. Para mí, la comida no es sólo ingerir combustible… es las emociones que te genera al comer, las emociones de quién las hizo, incluso las emociones de los ingredientes.

—¿Emociones?— pregunto la Oshimura mordiendo finalmente el emparedado, antes de abrir los ojos al sentir el suave y dulce sabor de la carne mezclada con los demás ingredientes alrededor del pan.

Era raro.

Ella había probado cosas similares en su vida, pero había algo en esos platillos… algo que… parecía único en cada probada.

Los ojos de Naruto sólo se encontraban viendo el techo fijamente, con un brillo que no tenía a menudo al tiempo que afloraba en sus recuerdos—Lo que hizo que esa comida supiera tan bien no fueron los ingredientes, fue todo lo que llevo a eso… lo que hizo que el hambre se fuera, era la caridad, la amabilidad, la bondad, la felicidad de todo. Jamás podría olvidar el sabor del caldo aunque muera cien veces, el calor que me daba estar con mi familia, la sensación de los labios de Ayame sobre mi frente, jamás podría olvidar sus palabras para darme la voluntad para seguir viviendo… vieron a un bueno para nada como yo y le dieron una oportunidad para vivir como algo más que un monstruo.

—…Suena… a que amabas su comida tanto como los amabas a ellos— comentó la pelinegra, sintiendo la mezcla de sabores en su boca jamás dejando su boca mientras el pelirrojo daba una sonrisa enorme.

—Jamás en mi vida voy a poder probar algo así de nuevo— murmuró el Okami suspirando levemente—. Pero… quisiera… darle a otros eso… Si dos personas pueden simplemente sentarse en una mesa y compartir una comida, no veo motivo por el que no podrían ser amigos. Así que… esa es la manera que tengo para recordarles… ver qué estás disfrutando de mi comida… ver qué te hace feliz— el pelirrojo le dio una enorme sonrisa a la pelinegra—. ¡Me hace muy feliz también!

Mikane se le quedó viendo fijamente.

Naruto siempre tenía una expresión calmada, cuando sonreía lo hacía levemente, con un poco de burla o simplemente sonriendo mínimamente.

Era… curioso verlo sonreír así, le daba la imagen más cercana a un niño feliz que un guerrero que había pasado por tantas cosas.

Espabilo al notar que se le había quedado viendo por varios segundos antes de pasarse la mano por la cara—No es como si sea taaaaan buena, pero es la mejor que puedo conseguir por dónde está— declaró ella con las mejillas rojas al tiempo que la sonrisa de Naruto sólo crecía por esas palabras.

Luego miro el último plató, ella no tenía los ingredientes para eso en la cocina del departamento en que se había alojado, así que suponía que había comprado los ingredientes cerca, pero aún así no pudo evitar ver al Okami curiosa por eso.

—Dijiste que no te gustan los dulces— declaró el pelirrojo rascándose la mejilla—. Y bueno, a mí me gustan bastante, así que tenemos eso no en común, pero no significa que no se hacer comidas que no tengan que ver así, sólo que no me gusta mucho la comida chatarra, hacerla en casa es más saludable por eso, y sabe mejor— dijo haciendo un ademan con sus manos para que ella empezará a comer.

La pelinegra se quedó callada, hasta ahora la comida de Naruto había sido deliciosa. Había sido como pocas cosas que ella había probado en su vida, y eso era con ingredientes comunes.

Sujeto la hamburguesa en sus manos, era un poco más grande que una normal, y aún así ella le pudo dar una gran mordida de una.

El Okami movió la cabeza para ver la expresión de ella al ingerir su comida.

Mikane miro al lado contrario, y luego al otro cuando Naruto trato de seguir viéndola, y luego hizo la cara hacia el techo.

Tenía los ojos cerrados con fuerzas, y masticaba ahogando los sonidos de placer que querían salir de su garganta, el cuerpo le temblaba y tenía que evitar que el Okami viera su expresión de gozo en la cara.

Suponía que… podía entender de lo que él hablaba.

La suavidad con que la carne había sido molida y dada forma, la manera en la que dicho sabor se mezclaba con la salsa, y los vegetales y el pan.

…ella no lo llamaría perfecto.

Perfecto sería que siguiera todas las instrucciones de un libro al pie de la letra.

Era… el sabor de alguien que dedicaba todo en cada momento que hacía cada ingrediente con el mayor cuidado y aprecio posible.

Mikane termino de comer bastante rápido, Naruto de le quedó viendo mientras la pelinegra se rascaba la mejilla levemente roja, no mirando directamente al pelirrojo—¿Hay más…? ¡S-Solo pregunto!

Naruto sonrió levemente mientras sus ojos ganaban un brillo leve, al momento de levantarse y pasar a un lado de Mikane—Deje más en la cocina, iré a ver cómo están los demás— le dijo con una sonrisa brillante a la pelinegra—. Te veo luego, chica sombría.

La pelinegra se le quedó viendo fijamente, y le sonrió de medio lado—Te veo luego…Rojo.

Le dio una última sonrisa antes de seguir caminando, alzando una mano y afinando sus sentidos, escuchando justo como en el momento en que cerraba la puerta ella desaparecía de su asiento y aparecía en la cocina, antes de escuchar como continuaba comiendo y haciendo sonidos de gusto.

Su sonrisa se mantuvo, contento al oír eso, caminando por los oscuros pasillos del lugar donde se hospedaban, con las manos en los bolsillos, antes de que su sonrisa lentamente se fuera junto al brillo de sus ojos, su cara cambiando a una expresión neutra.

—…Se que estás allí, esconderte de mi no sirve de mucho— declaró el pelirrojo antes de que el suelo debajo suyo fuera remplazado por un portal que hizo que se hundiera de golpe.

Lo siguiente que los ojos del Okami detectaron fueron los cielos de Kumogakure rodeado por las enormes montañas que los rodeaban, y suspiro para sus adentros antes de que fuera golpeado en la cara por algo metálico, con una fuerza tan grande como para que su cuerpo atravesará de lado a lado una montaña contra la que chocó.

El pelirrojo tenía cerrados los ojos, y los abrió lentamente, alzando lentamente la cabeza para ver a quien estaba allí.

Una brecha se abrió en el espacio tiempo, un agujero en la realidad misma, en dónde se podía ver un mar de oscuridad en el que mandaban ojos de color rojo viéndolo fijamente, antes de que de aquella brecha desbordara el contenido de su interior, en la oscuridad y ojos rojos de formó una silueta femenina, que luego fue cubierta por prendas y que finalmente el patrón de ojos rojos y negros se deshizo para mostrarla.

Naruto siempre la reconocería fácilmente, eran difícil de olvidar.

El cabello rubio, los ojos morados, la sonrisa de un depredador. El vestido morado y blanco apegado a su figura con un paraguas en una de sus manos, en la otra tenía una señal de tránsito aboyada—Sabia que tú tendrías algo que ver con esto, Chakravartin— declaró la rubia sonriendo cada vez más mientras apretaba el tubo de metal en su mano hasta que el metal se hundiera—. La primera vez no te mate porque mi Mikane-chan así lo quiso, pero ahora no tengo que preocuparme por eso en lo más mínimo, voy a disfrutar destripándote vivo, ¡Voy a hacer que cada ser vivo que comparte tu pútrida existencia aprenda a jamás volver a tocar a alguien de mi…!

Naruto alzo las manos de repente e hizo un signo de cruz—Espera, espera, espera, creo que te estás haciendo a la idea equivocada de esto. Si vas a atacarme hazlo pero escucha lo que tengo que decirte— declaró el pelirrojo rápidamente.

Yukari alzo un dedo de la mano que sostenía la señal de tránsito en dónde una bala de energía ya se estaba formando—¿Crees que necesito de tus asquerosas patrañas para saber que mi hija estuvo en peligro por tu culpa? Siempre la mantengo vigilada y como está, saber que tu le hiciste…

—Okey, primero, cálmate, respira un momento y deja que te explique— declaró el Ojiazul con una gota de sudor en la nuca por la cantidad de cosas que dijo la rubia en cinco segundos—. Yo no la ataque, pero si le pedí ayuda con una misión, ella se enfrentó contra algo sumamente peligroso. En vez de estarte enojando conmigo tanto deberías ir a verla a ella, logro bastante, deberías estar orgullosa.

—…— la rubia bajo su dedo y entrecerró los ojos, flotando cada vez más cerca del Okami, antes de quedar frente al agujero en que lo había dejado—. Tienes un minuto para explicarme lo que sucedió.

Naruto suspiro, sin saber por dónde empezar, antes de hacerlo.

Unos minutos después la rubia se encontraba cruzada de brazos y viendo al pelirrojo, todavía con una expresión molesta—…¿Así que… no sólo pusiste a mi hija directamente en esa situación sino que otro de ustedes malditos seres celestiales se atrevió a atacarla? ¿¡Cómo no debería atacarte!?

—No esperaba en ningún momento que la armadura que contenía al Daemonio fuera despertada así como así— declaró el pelirrojo en respuesta, calmadamente—. Regrese tan rápido como pude y la ayude cuando pude, lamento haberla tenido que encajar en todo esto, pero dejemos algo en claro— declaró el Okami acercando la cara a la de ella—. Esas cosas y yo, no nos parecemos en lo más mínimo.

—Ustedes las bestias del universo no se ven diferentes para mí, todos ustedes son lo mismo, sólo traen dolor a aquellos que les rodean— declaró la rubia acercándose igualmente, hasta que su nariz estaba a centímetros de tocar la del Okami—. Aunque supongo que no eres tan malo por haber salvado la vida de mi Mikane-chan, fuiste tú quien la puso en esa posición en primer lugar, no creas que voy a olvidar eso tan fácil.

—…

Naruto guardó silencio antes de que creara un portal negro debajo de ambos, la rubia bajo la mirada para ver eso antes de ver al pelirrojo pararse sobre los bordes del agujero en el espacio—Ya te calmaste lo suficiente, podemos ir a otro lugar, tu hija se enojara bastante si nota que estás peleando tan cerca de Kumo— declaró antes de dar un paso al frente y hundirse en el portal.

La rubia se quedó callada unos segundos viendo el portal antes de copiar lentamente, empezando a hundirse hacia adentro viendo si no era algún tipo de trampa.

Lo siguiente que sabía era que estaba en un terreno de hecho.

Era una especie de campo verdoso lleno de vida a la luz de la luna, tan grande y brillante que incluso aunque fuera de noche se podía ver todo perfectamente, el rocío llenaba el césped, el pelirrojo se encontraba sentado enfrente de una mesa cerca de la sombra de un árbol bastante grande.

Lo miro fijamente, antes de caminar hacia él, y sentarse justo enfrente suyo.

Naruto asintió suavemente al ver eso antes de suspirar—Bien… ya te calmaste lo suficiente, si quisiera pediría que las cosas se mantengan sin tener que matarnos el uno al otro, pero eso va a ser algo difícil.

—Imposible, querrás decir— declaró ella antes de ver como el Okami sacaba dos tazas de sake pequeña junto a una calabaza, y las llenaba ambas, dándole una a ella.

—…¿Por qué me odias?— le cuestionó el Okami de repente.

—…soy una Yokai bastante antigua, con una sabiduría que ha durado varias civilizaciones, y me preguntas el porque de algo así— declaró la rubia—. Ya deberías saberlo, Mikami, la madre biológica de mi Mikane-chan, mi mejor amiga murió por una Bestia Cósmica, te odio porque los de tu especie no sólo me quitaron a mi mejor amiga, sino que hicieron a la hija de ella vivir la vida que pasó antes de encontrarla.

¿Antes de encontrarla? Entonces ella no estuvo toda su vida con ella… me preguntó que pasó antes de eso pero ahora mismo…

—Eso explica porque le tendrías odio a esa bestia cósmica en específico, no porque me odias a mi— declaró el pelirrojo.

Yukari le dio un sorbo al sake y analizo detenidamente si es que podría veneno de algún tipo, pero al no notar nada simplemente lo dejo allí para que fuera rellenado—¿No es esa razón suficiente como para odiarlos a todos ustedes y sentirme disgustada sólo con hablar contigo?

—Una bestia cósmica es diferente de alguien que usa la energía cósmica o un trascendente— aclaró el peliplata—. También, nací años después de que eso pasara, y me volví el hijo de Izanagi hasta que fui, ya por varios años, humano. Me odias por cosas que estaban fuera de mi control, no me parece algo que haces por odio hacia mi, lo haces porque no puedes dirigir ese odio al verdadero responsable— declaró el pelirrojo viendo fijamente a los ojos de la Yakumo.

Está movió los dedos en la mesa y alzo suavemente una ceja—¿Me veo como que si me importan tus excusas al respecto? El mero hecho de que la energía cósmica surque por tu ser es suficiente para hacer que te odie con todo mi ser.

—…Perdí a mi familia biológica por el Kyūbi no Yokō, el zorro demonio de las nueve colas, cuando era un bebé. Y a lo largo de toda mi vida, la pasé con la sombra de ese zorro al punto que fue la razón de que las únicas personas que pude llamar familia genuinamente. Tengo todo el derecho de odiar al zorro por eso, pero no lo hago— declaró el pelirrojo bebiéndose de una su propio trago—. No trato de minimizar lo que les pasó, se que las personas lidian de maneras diferentes con su dolor, pero te lo dice la voz de la experiencia. Pudrirte a ti misma en el odio no es algo que te vaya a ayudar en nada más que a quedarte sólo más rápido. Mucho más cuando le adjudicas el pecado de uno a toda una especie.

—…incluso suponiendo que lo que digas es verdad… que tú, O' gran y sabio Chakravartin estás exento de los crímenes de tu raza… todavía no apruebo que estés cerca de Mikane. Eres un ser que debería apartarse de interactuar con otros, por tu naturaleza activamente atraes los problemas, hoy fue una bestia del caos que atacó a mi niña, ¿Qué va a ser mañana? ¿Uno de tus hermanos o hermanas?

—…— Naruto no supo como responder a eso.

—Pero te diré que, debido a que me haz dado en que pensar, hagamos un trato— declaró ella poniendo una mano sobre la mesa con una sonrisa depredadora—. Si yo gano, te alejaras de mi familia, de mi hija. Y si tú ganas de alguna forma, entonces… dejaré de interferir contigo, aceptaré tu cercanía con mi hija sin tratar de asesinarte cada vez que te vea.

—Me rehusó.

La respuesta tan rápida y negativa sorprendió a la rubia—¿Cómo dices?

—Que me aleje o me acerque a tu hija no es tu decisión, ni mía. Es de ella enteramente, y no voy a cambiar eso porque estás siendo sobreprotectora con ella— declaró el pelirrojo serenamente—. Quiero creer que no eres una mala persona, pero eres alguien quien ha sufrido por muchas cosas en el pasado, y está haciendo todo en su poder para no sentir ese tipo de dolor de nuevo.

—Tu no sabes… nada de mi— mascullo la rubia frunciendo el ceño, con sus ojos volviéndose rojos.

El Okami hizo la cabeza hacia atrás—Tienes razón, no lo sé, no te conozco y no sé cuál es tu historia… se que el odio no aparece porque si, y se que dicho odio sólo es seguido por un amor profundo a las cosas que te rodean y perdiste— declaró el Ojiazul, con la imagen de una castaña sujetada a un árbol con clavos en manos y piernas, con el vientre abierto y colgando hasta el suelo. Agitó la cabeza, no era momento para que él fuera quien se pusiera a pensar en esas cosas—. No sé que Bestia Cósmica fue la que hizo lo de la madre de Mikane…Pero lo siento, por el dolor que te causo a ti y a ella.

Naruto jamás se disculpaba.

Al menos, jamás se disculpaba por las cosas que había tenido la intención completa de hacer, no sentía la necesidad de decirle a la Maid de Mikane que lamentaba arrancarle la cara porque no lo hacía, si lo hizo fue por estar en combate, una disculpa sólo sería inútil y vacía.

Pero era diferente con cosas que estaban fuera de su control, cosas que otros habían hecho y que recaían en él.

Era su decisión cargar con el peso de aquellas cosas después de todo.

—…— está vez fue el turno de Yukari de guardar silencio, con la mirada oscurecida por su cabello, antes de que el brillo rojo que tenía debajo de los ojos hiciera que tuviera un aspecto tétrico—. Cambio de oferta entonces… Si gano entonces yo puedo matarte a como me plazca, si pierdo… bueno… quien sabe, tendrás mi aceptación para estar con Mikane.

El pelirrojo se quedó viendo a la ahora Ojirroja por eso, alzando una ceja—¿Disculpa?

—Les vigilo desde hace un tiempo, puedo notar la mirada y actitud que tienes con ella cerca… no diría exactamente si estás enamorado o atraído, es una mirada bastante curiosa… del tipo que sientes un aprecio enorme hacia ella… puro, casi diría como el amor que tiene un niño… le sería adorable de no ser porque eres tú— dijo ella con burla y molestia—. Tu lo dijiste, es la elección de ella después de todo… aunque de todas formas, si ella por cualquier milagro del Multiverso te eligiera, tendrías que ganarme para que acepte eso. Sería sólo… adelantar las cosas.

—…es cierto que aprecio a tu hija bastante, pero no es por las razones que estoy seguro tu crees, tampoco es una especie de objeto de cambio que me puedas ofrecer para desquitarte con alguien que no tuvo nada que ver en tu sufrimiento. Además…— el Okami se paró y miro fijamente a la rubia—. En la última pelea que tuvimos, incluso si no fuiste con todo, el último ataque que tuvimos nos habría matado a ambos…yo habría vivido para contarlo… pero la madre de esa "luz" que vi no. No te mate entonces, no te voy a matar ahora.

—¿Así que crees que yo quiero tu lastima?

Naruto se limito a sonreírle a la rubia—Jamás en mi vida he sentido lástima por otra persona, si no te mate fue por mis propias razones egoístas— declaró antes de inhalar y pensar en algo en particular— . De hecho, cambio de planes, vamos a pelear.

—¿Hoo? ¿Qué hay con ese cambio de actitud tan repentino?

—Sera mejor que vayas a ver a tu hija, pero no ahora que tus pensamientos están nublados por tu odio hace mi, si lo que quieres es desquitarte conmigo, adelante— declaró el Ojiazul, haciendo que una enorme sonrisa se formará en la boca de Yukari—. Pero… tengo dos condiciones.

—Hmph, adelante entonces, las escucharé— declaró ella con una expresión más tranquila que antes.

—La primera que nada de eso de ofrecer a tu hija en esto, no quiero ganar algo de aquí. Sobretodo cuando tu propia hija se niega a eso, una vez que se te enfríe la cabeza te va a arrepentir de eso— declaró el Ojiazul.

Yukari movió la cabeza de lado a lado, confusa—Lo acepto pero no comprendo cómo es que te rehúsas a la única cosa que podrías ganar de esto, pero no me quejaré, se vuelve algo en lo que sólo ganó entonces, ¿Cuál sería la segunda condición?

—No voy a usar nada de energía cósmica en esta pelea— declaró el Okami.

La rubia se le quedó viendo con una cara fija, parpadeando repetidamente—¿Cómo dices?

—En el entrenamiento que tuve, sólo envejecía acordé a la cantidad de tiempo que pasaba en mi mundo de origen— declaró el Okami apuntándose a si mismo con el pulgar—. Y me volví un "ser cósmico" cuando tuve quince años, hace menos de un año en la cronología de este mundo— declaró viendo a la rubia levantarse—. Tengo más que suficiente para enfrentarte por mi mismo, sólo que ahora no te enfrentas a Naruto Okami, hijo de Izanagi, Chakravartin, ser cósmico que tanto odias— declaró el Ojiazul estirando la espalda—. Te enfrentas sólo a Naruto, sólo un humano que ha tenido bastante tiempo para entrenar.

—…Ja— se rió la rubia levantándose—. Si así lo quieres.

—Buen, ¿empeza…?

Naruto parpadeó.

Eso fue todo lo que le tomó antes de tener un enorme tren justo enfrente de su cara.

El pelirrojo ya había brindado hacia atrás justo cuando el tren llegaba a dónde estaba, y luego brinco hacia arriba para montarse encima del tren, para luego ver cómo este brillaba por unos segundos.

Una explosión enorme fue generada a partir del tren, antes de que el Okami apareciera a varios metros de dónde estaban antes, con una gota de sudor bajando por su nuca—Vaya, si que está motivada está vez— murmuró antes de que una sombra se formará arriba suyo.

Movió la cabeza hacia atrás y su cabello fue cortado ligeramente cuando la señal de alto de Yukari había bajado sobre su nuca como una guillotina, antes de ver cómo la rubia le apuntaba con una mano, segundos antes de que una lluvia de balas de energía se formará a su alrededor, dirigiéndose hacia él.

En menos de un segundo ya se encontraba completamente rodeado, y el pelirrojo se quedó viendo fijamente eso como si fuera cámara lenta.

Otra explosión, una convulsión de energía y humo, dejo saber a la rubia que había impactado y sonrió ante eso.

Luego su sonrisa se deshizo al ver como el Okami no tenía ni siquiera alguna forma de daño al tiempo que su apariencia había cambiado ligeramente.

Tenia el cabello más erizado que antes, y lo que parecían ser tatuajes negros le sirvan la cara en distintos lugares, al tiempo que un aura de color morado le cubría de forma leve—Claro, que no use energía cósmica, no significa que este vulnerable, todo lo contrario.

La rubia sonrió de medio lado al ver eso—Que bueno, sería aburrido si esto fuera demasiado fácil.

La rubia se alzo en el cielo antes de alzar una mano y que decenas si no es que cientos de círculos mágicos se formarán detrás de ella, y un sinfín de balas de energía de distintos colores salieran volando por doquier, antes de que el pelirrojo alzara una mano.

Movió el dedo hacia arriba y abajo.

Yukari abrió los ojos y de repente se hundió en una brecha debajo suyo.

Un segundo después, fue como si agitara una espada de lado a lado, pues todas las balas de energía que estaban en aquella dirección fueron cortadas en dos de un solo movimiento. Yukari salió de una brecha unos segundos después viendo como los tatuajes en el cuerpo de este brillaban en morado antes de que empezará a hablar—Itanhōju (Gema Herética que concede los deseos), es una técnica de Jujutsu, única en su caso, en vez de maldecir al enemigo, maldice la lógica del mundo (Ronri). Luego, se establece un vínculo que se puede crear por contacto físico, destruir algo, ingerir la sangre o incluso cuando haces una determinada acción, el vínculo es debido a que algunas habilidades están vinculadas con tus sentidos. Pero puedo hacerla a la inversa y usarla en mi mismo usando la cantidad suficiente de Chakra maldito (Jurin)— el pelirrojo alzo un dedo—. Puedo usarlo por una vez sin requisitos previos, después de eso, tengo que ponerle una penalización, que en este caso es decirle al enemigo como funciona. Diría que es lo contrario a tu control de fronteras, en vez de manipular las leyes que te rodean es una herejía completa contra las leyes de la naturaleza.

—Vaya, una habilidad que se vuelve más eficaz si la usas, que interesante— declaró la rubia al tiempo que las marcas en el rostro de Naruto dejaban de brillar—. Pero necesitarás más que eso para ganarme.

—Estaré bien, después de todo— el pelirrojo le dio una sonrisa seguido de una risa tranquila—. Soy más fuerte que tú.

La respuesta que tuvo a eso fue un tren cayendo encima de donde estaba, para que luego esté fuera cortado en dos por la señal de tránsito de la rubia, quien abrió los ojos al ver cómo el Okami agarraba sin alguna clase de rasguño el extremo de su señal de tránsito y movía su dedo índice levemente.

Kōchakujōtai: Hachi (Punto Muerto: Rebanar)

Todas las cosas que se movían eran solamente la mezcla de distintos momentos congelados en el tiempo cada instante, siguiendo esa paradoja, el concepto de Hachi era la creación de una reacción etérea, como el movimiento de una espada, que se saltaba el efecto de movimiento y saltaba directo al resultado.

La rubia abrió los ojos cuando la mitad de su cuerpo fue cortado instantáneamente antes de ver como el pelirrojo extendía su mano hacia ella.

Hōton: Kōhairetsu (Elemento Radiación: Matriz de Luz)

De los dedos de Naruto salieron hilos de color dorado, hechos de luz dura pura a altas temperaturas, que cortaron el cuerpo de la rubia como si entrara sobre una red.

El Ojiazul empezó a contar los segundos con su boca, antes de sonreír al ver como una masa negra salía de los trozos de carne cortada, y como un muerto resucitando se unían entre si hasta formar el cuerpo de la rubia de nuevo.

—Creo que fuiste tú la que dijo que cortarte, apuñalarte, machacarte o demás no servirían para matarte— declaró con una sonrisa el pelirrojo—. Veo que puedes tener una actitud algo mala pero no eres nada de palabrería, digno de respetar de una Yokai de las fronteras.

El cielo y el espacio a su alrededor se cubrieron de brechas de repente.

Portales con ojos rojos salieron en todas direcciones hasta que Naruto no pudiera ver nada excepto el negro y rojo.

Y luego sólo rojo cuando las brechas empezaron a soltar disparos de energía de color carmesí en contra de su cuerpo. Los ojos de Yukari se entrecerraron al tiempo que el humo cubría el domo que había creado con sus portales, antes de que se disipará con un movimiento de manos… del pelirrojo—Vaya, vaya, nada mal. Veo que Mikane tiene una buena figura a seguir, al menos en lo que fuerza se refiere— declaró al tiempo que no tenía absolutamente ni un rasguño.

Esto es diferente, estoy seguro que le di las anteriores veces, pero no le ha pasado nada.

Ella no controlaba un poder como el de manipular los límites de la creación con una mente débil, todo lo contrario, la rubia se quedó viendo al Okami saliendo del domo de brechas después de que estás fueran desechas.

Es como si fuera una piedra inamovible, pero de serlo… ¿Por qué esquivar el tren cuando explotaba pero nada de lo demás?

Recordó las palabras del pelirrojo.

"Algunas de las habilidades están vinculadas a tus sentidos"

Ella se quedó pensando eso unos cuantos segundos antes de sonreír enormemente y que un tren saliera justo a su lado, y luego otro siguiendo a ese justo a su lado.

Oh hooo. Pensó el pelirrojo antes de brincar hacia atrás cuando el tren empezó a brillar al estar a centímetros de darle, y explotaba en una fuerte bola de fuego, para que fuera seguido por otro, y otro, y otro tren. Ella es lista, se dio cuenta rápido de la debilidad de esto.

Temaejōgi: Bukka (Lógica de Autoservicio: Convertir)

Cuando está activo, las defensas y la existencia de Naruto se volvía conceptualmente inmune bajo una condición específica. Mientras esté siendo observado por los sentidos de sj oponente no se iba a ver afectado por ninguna forma de daño y efectos, independientemente de la fuente, el poder o los atributos.

Este efecto es de naturaleza tan casual que se extiende más allá de la mera vista e infecta el concepto de sentido mismo, haciendo que permanezca activo mientras sea sentido.

La única forma de evitar el efecto y dañarlo a él era atacarlo sin observarlo a través de los sentidos, como cosas que tenían un alto rango.

Cosas cómo explosiones.

Cuatro trenes se formaron a su alrededor dejándole sin nada de espacio para esquivarlos, lo que hizo que los ojos del pelirrojo brillarán en rojo segundos antes de soltar un haz de energía atreves de ellos. El frente de los trenes a su alrededor derritiéndose apenas eran tocados por dicha energía, antes de empezar a brillar.

Bingo. Pensó la rubia al ver como Naruto era envuelto en la explosión, y tenía que salir de allí cubierto de flamas, para luego hacer los brazos a los lados.

Ella le respondió haciendo que un sin número de balas de Danmaku salieran detrás suyo en su dirección.

Espinas de color carmesí se formaron en las manos de Naruto, al tiempo que movía los brazos hacia adelante.

Seichimyaku: Hakanatoge Shinkubara (Pulso de Sangre viva: Espinas fugaces de la rosa carmesí)

Los ojos de la rubia no cambiaron de expresión cuando vio como sus esferas de Danmaku eran atravesadas por un sinfín de grandes espinas hechas de sangre, en menos de un segundo una brecha estaba enfrente de su cuerpo que devoró todas las espinas antes de que otra brecha se formará detrás del pelirrojo.

Este ni siquiera se movió, otra brecha se creo debajo suyo, tragándose sus pies. Antes de comerlo completo, se cerró como una boca, cortando sus pies limpiamente antes de volverse a abrir, y volverse a cerrar sobre sus rodillas, y repetir el proceso antes de que el Okami pusiera las manos sobre el suelo para evitar que el resto de él cayera adentro del portal.

Alzo la cabeza para ver enfrente suyo sus propias espinas carmesí.

Luego estás fueron disparadas en su contra, pero en vez de atravesarle, parecieron hundirse adentro suyo, para que luego el Okami se regenerará, moviendo sus pies y viendo como sus pantalones acababan de quedar hechos tirones de tela que le llegaban solo a los muslos—Ese era un pantalón de 100 mil Ryos— comentó un tanto más afectado por la perdida de dinero que por otra cosa, antes de escuchar a Yukari aplaudir.

—Bien, parece que tengo todo lo que necesito saber, tengo justamente a dos personas que podrían ser justo lo necesario para encargarme de ti.

Ella aplaudió una segunda vez.

Una sola brecha se formó a su lado.

—Cuento contigo, Yuyuko— el Okami sintió una extraña sensación de familiaridad al momento que una brecha se formaba en su espalda.

Otra mujer apareció de repente de aquel portal.

Llevaba un vestido de color azul apegado a su cuerpo con una figura similar a la de Yukari, teniendo pequeños espirales esparcidos como símbolos alrededor de su cuerpo, tenía el cabello de color rosado y ojos azules. Al mismo tiempo, Naruto se le quedó viendo más a la persona que estaba junto a ella.

Parecía alguien joven, cerca de la edad de sus hermanos, tenía el cabello blanco y ojos verdes, hacían juego con su traje blanco y verde, similar al de un mayordomo. Llevando dos katanas a los lados de su cintura y una tercera la sostenía en la mano.

Los ojos del Okami se entrecerraron al verle.

—Espero que no te sientas injusto que invite a algunas personas que podrían ayudarme en esto, Chakra-kun— declaró Yukari separando sus manos.

Naruto agitó su mano levemente—No tengo problema, tener aliados fuertes es bueno, son parte de tu fuerza, hasta podría decir que estoy envidioso.

—Hooo, se ve que es un joven interesante— comento la llamada Yuyuko relamiendo suavemente sus labios viendo al pelirrojo—. Debe ser alguien bastante fuerte para que me llamaras, Yukarin.

—La fuerza está sobrevalorada— declaró el Okami con una sonrisa y con las manos en los bolsillos—. Los humanos se juntan con humanos, los Yokais se juntan con Yokais. Compararse a ti mismo con quienes te rodean y depender de aquellos de tu propio nivel… te lleva a la debilidad y obstaculizan tu crecimiento. El poder absoluto se consigue no pensando ni estando acompañado, se consigue siguiendo tu naturaleza con completa soltura, poner todo en tinieblas, alimentarte de espíritus hasta que tú hambre se vaya, extender los límites de lo que puede o no puede ser posible— dijo el pelirrojo con su sonrisa volviéndose más grande—. ¿Qué valor tiene esa fuerza cuando sólo es por uno mismo, no lo crees, señorita fantasma?

—Oh vaya, parece que tiene ojos bastante buenos para algunas cosas— declaró la pelirrosa con una sonrisa antes de mirar a su compañero—. Youmu, ¿Podrías encargarte?

El peliblanco a su lado tenía los ojos cerrados al tiempo que desenfundada una de las katanas en su cintura.

Desapareció, y en menos de un segundo estaba enfrente de Naruto.

Este hizo la cabeza hacia atrás cuando la katana pasó cortando justo a unos centímetros de su cara, antes de ver cómo seguía moviéndose como una especie de tornado hecho de afiladas hojas que no pagaban de atacar como si no hubiera un mañana.

Probablemente debería decir que aunque no me veas con tus ojos mientras uses tus otros sentidos el resultado será el mismo, pero…

Naruto alzo una mano, atrapando entre las yemas de sus dedos una katana, viendo al peliblanco desenfundar la otra espada con la otra mano, ambas teniendo un brillo morado al tiempo que no eran capaces de avanzar.

Luego una masa blanca salió de la espalda del llamado Youmu, antes de que formará una mano con ello, y sostuviera su última espada, cortando de manera descendente contra la cabeza del Okami.

Un sonido de el metal sacando chispas hizo que el peliblanco abriera los ojos.

Estaba sosteniendo el filo de su espada con los dientes, que se habían vuelto mucho más afilados que antes, con una mirada curiosa en sus ojos, al tiempo que veía las espadas en sus manos. En menos de un segundo, el peliblanco se encontraba a varios metros de dónde estaba el instante en que Naruto soltó sus armas.

—Oí, tu— le llamó de repente—. ¿Tu nombre es Youmu, no? Me vuelvo prácticamente indestructible para cualquier cosa a menos que no uses ninguno de tus cinco sentidos, eso incluye tus dos katanas, no cortan absolutamente nada físico pero cortan directo al alma si puedo ver bien, se podrían quebrar tan fácil como la última arma que usaste si me atacas de nuevo sin pensar.

—…¿Por qué razón… me explicas eso?— pregunto el peliblanco.

Naruto simplemente agitó la cabeza de lado a lado, antes de encogerse de hombros—Quien sea que te dio esas dos espadas, fue alguien muy importante para ti, puedo ver el cuidado tan intenso que le haz dado y el cuidado que tuvieron después de eso. La última es diferente, tal vez te la dio alguien más, y el valor que tiene no se queda atrás con las otras incluso si es más nueva— declaró el pelirrojo dándole una leve sonrisa al peliblanco—. Sería una lástima que armas tan hermosas se rompieran por los caprichos de alguien más, así que, pelea más preparado. Con eso dicho… supongo que lo justo sería que yo también lo haga.

El Ojiazul extendió una mano hacia adelante.

Zuihō (Fénix de la Fortuna), su mejor katana, apareció en su mano, al tiempo que Naruto y Youmu eran cubiertos por un domo de luz, diferentes ataques siendo preparados por las dos mujeres encima de ellos.

La katana fue desenfundada al tiempo que Youmu se ponía en guardia, con los ojos abiertos al notar la postura del Okami.

Los músculos estaban apunto de prácticamente salir de la piel, la firmeza y estabilidad de su postura era prácticamente como la de una estatua, no se movía en lo absoluto mientras se preparaba para atacar. Miro su reflejo en la espada, pulida, forjada y usada con el absoluto mayor cuidado imaginable.

¿A quien me estoy enfrentando por Yuyuko-sama? Se pregunto el peliblanco arrastrando los pies levemente hacia atrás.

—Se me olvidó mencionar— Yukari tenía las manos juntas en una especie de Mudra mientras sonreía—. Nuestro querido amigo presente, ha tenido una cercanía bastante grande con mi Mikane-chan.

Esas palabras fueron suficientes para soltar algo.

Los ojos de Youmu perdieron cualquier atisbo de duda al tiempo que guardaba su Katana, y desenfundada las otras dos, haciendo que un sin número de esferas moradas empezarán a salir de ellas.

Justo al mismo tiempo, las dos mujeres habían terminado los preparativos.

Lo siguiente que Naruto vería era solo un arcoíris de luz desde todas direcciones.

Espada fantasma "Ayuno del joven Preta"

Espada del Reino del Infierno "Doscientos Yojana en un tajo"

Espada del Dios del Cielo "Tres Kons, Siete Hakus

Barrera: "Maldición de los Sueños y Realidad"

Nido de Fantasía: "Nido de Gusanos Brillantes Voladores"

Fuerza Exterior: "Infinito Objeto Volador a Supervelocidad"

Perdido la ciudad natal "Aldea del alma perdida-Sendero sin pistas-"

Danza mortal "Ley de la mortalidad -Ilusión-"

Danza mortal "Ley de la mortalidad -Mariposa muerta-"

Sutil melodía "Repositorio de Hirokawa -Alma Falsa-"

No había un solo centímetro de apertura.

No había una sola bala que no fuera con la voluntad de matar.

No había un solo lugar para que Naruto se moviera.

La Katana en su mano brillo mientras cuernos empezaban a sobresalir de su cabeza, antes de hacer su movimiento.

Kami no Ōnijutsu (Artes Divinas Oni)— susurro con un hilo suave de voz—. Hakki Yagyō (Desfile Nocturno de Cien Demonios)

Cada uno de los proyectiles de Danmaku que fueron soltados, desde el más pequeño hasta el más grande, desde el más cercano hasta el más lejos.

Todos fueron cortados en un solo movimiento.

De forma casi pacífica, no hubo una explosión de grandes proporciones, no hubo nada excepto el pelirrojo ahora con la apariencia de un oni sosteniendo la katana en su funda, antes de guardarla completamente y que todas las balas de Danmaku fueron desechas.

—Tu… Si la habilidad de la madre de Mikane es el control de fronteras, si tuviera que suponer la tuya es el control de la muerte, ¿Me equivoco?— de espalda a espalda con Youmu, el pelirrojo pregunto.

—Fufufufu, vaya que eres perceptivo, me pareces alguien bastante interesante. Yukarin no me dijo mucho de ti de todas maneras… ¿Quién eres tú?— pregunto la llamada Yuyuko con una sonrisa suave en su cara.

—En este mundo, naces solo, vives solo, mueres solo— declaró el Okami de repente—. Lo único que está contigo en todo eso es la muerte, siempre esperando para todos los que te rodean— la imagen de un pelinegro de ojos rojos, y de una pelinegra de ojos morados apareció en la mente de Naruto al tiempo que le daba una sonrisa divertida a la pelirrosa—. Cómo alguien que no tiene ni siquiera, como alguien que la muerte ha marcado a todo lo que le rodea… esa es de hecho una buena pregunta.

Naruto alzo una mano hacia arriba con una sonrisa en su cara, al tiempo que extendía su otro brazo hacia el suelo.

Un dedo le apuntaba al cielo.

Otro dedo le apuntaba a la tierra.

Entre el cielo y la tierra, yo soy El Único Honrado.


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—¡Me alegra enserio ver que estén mejor!— declaró Naruto dándole un abrazo a su Menma y Naruko, los de Konoha habían sido enviados al hospital general de Kumo en dónde su situación iba a ser revisada, y más allá de unos cuantos golpes e impactos, estaban en perfecto estado para cuando llegaron.

—Okami… estás haciendo difícil respirar— declaró el rubio dándole palmadas al brazo del pelirrojo.

—Hufff… imagina como deben de ahorcar estos grandotes cuando estás dando por…— murmuraba Naruko abrazando el contorno de los bíceps del Okami antes de que este alejara su brazo—. ¡Hey, todavía no acababa!

—No recuerdo mucho de lo que pasó, recuerdo lo del tipo raro y el espadachín de la neblina, luego salió la armadura, pero más allá de eso… nada— declaró Menma frotándose la cabeza, su mente parecía simplemente saltarse cuando eso pasaba.

Naruto les palmeo la cabeza a ambos levemente—No se preocupen por eso, Sumeragi-san fue la que se encargó de que estuvieran bien, deberían agradecerle, según ella volvió de regreso a Konoha después de esto, así que deberían asegurarse de ser buenos con ella.

—Suenas como Oto-san— murmuró Menma, antes de agitarse—. Y no quiero pensar en tener que llamarte así por un tiempo, siento que generaría traumas peores de los que mi cerebro borraría manualmente para no volver a verlos.

—Es por el que estamos en esto en primer lugar— dijo la rubia cruzándose de brazos.

—El resto ya debería estar despertando, ustedes parecieron estar peores por alguna razón, así que levántense, los están esperando— les dijo el pelirrojo ayudando a ambos hermanos a pararse de las camas.

—Oye…Okami… ¿Por qué estás tan pálido y… chamuscado?— pregunto Menma al ver como la piel normalmente un poco más oscura que la suya que tenía el Ojiazul se había puesto ligeramente más pálida, y tenía el cabello un tanto tieso, acercándose, podía oler como si estuviera quemado levemente.

—Salude a la familia y amigos de Sumeragi-san— declaró el Okami con una sonrisa perpetua—. Son buenas personas, pero tienden a ser algo intensas aparentemente.

Recibió una risa de parte del rubio, el mejor que nadie podía entender de familias intensas con todo lo que había pasado—…¡No voy a perder contra Sumeragi-san!— dijo de repente Naruko al pelirrojo, de forma determinada.

—¿Eh?— soltó el Ojiazul confundido por eso.

—Vaya, la niña está diciendo algo valiente por una vez— dijo una voz en la entrada de la habitación. Los equipos de Konoha, acompañados por la Raikage y su familia, haciendo que el Okami viera como la mujer de cabello morado se ponía enfrente de ellos—Debo decir… me impresionan los resultados que está contienda a tenido, estoy segura que no serían los mismos sin ti. Okami-kun.

Naruto negó ante eso—Todo mundo hizo su parte, además no fui yo quien a final de cuentas lidio con todo.

—Ahhh, cierto. La dueña de la compañía militar Alicorn, Sumeragi— declaró la pelimorada asintiendo suavemente—. Bueno, puedes estar seguro que ella va a tener el reconocimiento debido a su ayuda, pero en cuanto a ti… como la líder de esta aldea y protectora de este país, te debo dar las gracias por ayudarnos con esta contienda… Cómo madre… te agradezco en verdad… por haber protegido a mi hija.

Naruto no pudo evitar comparar la reacción de ella con la reacción de Yukari al saber que había evitado que Mikane terminará muriendo, y simplemente se encogió de hombros—No hay nada que agradecer, soy parte de la familia Uzumaki ahora… ellos son como mi faaaaami… es como si fueran mis hermanos— dijo no pudiendo completar la palabra "familia"—. Y lo mismo se extiende a ellas.

—Ohh, ya veo— murmuró la Raikage antes de sonreírle levemente—. De ser así, déjame darte las gracias como la mujer de este lado de la familia.

—¿Disculpe…? ¡Hmhgg!

Los ojos de Naruto se abrieron de golpe antes de tener a la pelimorada encima suyo, quien le sostuvo del cuello antes de juntar su boca con la suya.

El Okami al instante le puso las manos en los hombros, sintiendo los labios tersos y carnosos de la morena sobre su boca, junto a su rosada y dulce lengua en su boca.

Naruto sentía que le estaba tratando de comer por la manera en la que ella movía su boca y lengua, no tardando más de cuatro segundos en empujarla, y eso fue por la fuerza que la pelimorada tenía—…yo … aprecio la gratitud pero eso no era nada necesa…

—¡Hey, tía Yoruichi, eso es trampa! ¡Búscate tu propio hombre!— los oídos se le crisparon a Naruto antes de sentir como una figura más pequeña le brincaba encima aferrándose a su cuello.

Esta vez fue algo completamente distinto.

Pudo sentir la figura completa de Ikumi aferrada a su cuerpo antes de que sus bocas se unieran, y está vez por la sorpresa el Okami tenía la boca completamente abierta, generando en respuesta que al igual que su tía, ella empezará a meter su lengua hacia adentro junto a la del pelirrojo mientras sus labios rechonchos se aplastaban contra él.

Junto a eso, tenía en una mano alejando a la pelimorada, y la otra su hombro estaba apresado entre las enormes tetas de la rubia morena, haciendo que durará mucho más el beso antes de que Naruto pudiera extender su mano y empujara a la rubia agarrando el vientre de ella—…me…me habría quedado, ¡Bastante bien con sólo terminar la misión! ¡Ahhh!

El pelirrojo cayó al suelo cuando las piernas le fueron barridas, normalmente habría podido recomponerse.

Normalmente no tenía a dos mujeres bastante… carnosas y en dónde agarraría algo indebido si intentaba moverse.

Amortiguó la caída de ambas con su cuerpo, contra su propia voluntad, antes de ver cómo tenía a una rubia de ojos verdosos encima suyo y viéndole con serenidad al tiempo que se acercaba para verle—Yo tampoco tengo pensado en perder contra esa usuaria de las sombras.

Las piernas del Okami se sacudieron y agitaba la cabeza de un lado a otro antes de que la rubia le sostuviera al suelo con lo que parecían grilletes de hielo en piernas y cuello.

No fue ni tan largo ni tan… indecoroso como los otros besos, pero el Okami seguía tratando de liberarse al tiempo que la lengua de Hallibel se pasaba por su boca.

Luego agitó la cabeza cuando ellas empezaron a discutir sobre si deberían hacerlo se nuevo por como se miraba de alarmado—¡Hey, sólo tengo cuatro extremidades! ¡Alguien ayúdeme a quitármelas de encima!

Los hombres presentes, y Satsuki, le miraban de la misma manera, con una expresión neutra en sus caras, como dándole un desprecio taciturno.

También había una reacción un tanto diferente de parte de algunas mujeres presentes.

—¡Hey, la que dijo que no se iba a dejar ganar soy yo!— declaró Naruko al instante lanzándose en contra del pelirrojo y las demás.

—Sera mejor que les dejemos algo de privacidad— dijo Milla Rose empujando a los hombres presentes—. A menos que ustedes se quieran unir.

—¡Y-Y-Yo no haría algo como eso!— dijo Kushina de golpe, con la cara roja.

—Que bueno, más fácil para mi— declaró la castaña antes de unirse al resto de su familia, recibiendo un grito del Okami quien apenas y se podía ver en el creciente mar de mujeres allí.

—Hummm— soltó la matriarca Uchiha.

—¡Mi…Mikoto, no me digas que lo estás pensando!

—Se ve bastante lindo intentando escapar.

Mikoto se tomó la mejilla roja con una mano, viendo con una sonrisa enternecida como el Okami movía su cabeza de un lado a otro evitando por completo eso.

Podría salirse, pero eso significaría usar mucha fuerza contra ellas y arriesgarse a lastimarlas.

—…ven, sólo será un beso, estoy seguro que ambos lo disfrutarán mucho.

Estaba tentado a eso, en el momento en que vio como Mikoto y Kushina se unían a eso, el pelirrojo perdiéndose entre el mar de mujeres como si se estuviera ahogando.

—[Logro desbloqueado: Orgía incestuosas de una]

—[Logro desbloqueado: Uzumakis del Norte]

Maldito… seas…Cosmos…

Ese fue el último pensamiento de Naruto mientras su mano se hundía hacia abajo y el intercomunicador hacia sonar una fúnebre música de despedida.