RESPONDAMOS REVIEWS
Para Yahiko 8D
Pakura tendrá participación a futuro, al igual que todas las integrantes de Suna v;
Para Nathaniel II
Suena interesante, y con potencial para hacer cosas cochambrosas para las waifus de distintos mundos
Lo haré para el fic de Forget en BNH v:
Para Angel Arcano92
Eso es porque la Super Escopeta la tiene alguien más, particularmente, Reborn xd
Para alkirius
Okami: Esto había terminar mal para mí, y lo sé, puedo sentirlo en mis intestinos
Yukari: Vas a sentir algo más allí
Para cristian870
Gracias, Forget fue ver cómo podía hacer un fic centrándome solo en el personaje principal, Okami es ver cómo puedo escribir centrándome en todos xd
Para yueyang619
De que puede, puede, de que el multiverso mismo le dejé, no xd
En el próximo cap probablemente habrá lemon, y será intenso, así que prepárense xd
Hablando de lemons, probablemente actualice una Atractiva Variante pronto xd
Reviews respondidos, vamos a la...
ACCIÓN
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Capitulo 24
El lugar que llamas hogar
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Chun-Li bostezo lentamente, escuchando como la puerta de su apartamento era tocada, ella estaba acostumbrada a despertarse temprano, por lo que incluso aunque fueran las seis de la mañana, ella sólo estaba más somnolienta que nada.
Abrió la puerta con una mirada neutra en su cara.
Lo primero que vio fue un torso bastante grande, y levanto la cabeza para notar el cabello de color carmesí junto a un par de ojos azules viéndole con una sonrisa—Hey, ¿Estás disponible para salir hoy?
Ella azotó la puerta de golpe.
La castaña se quedó viendo la puerta antes de llevarse las manos a la cara y soltar un grito agudo.
Se miro a si misma, estaba vistiendo sólo un short negro demasiado revelador, y una camisola de color celeste que mostraba su abdomen y apenas cubría sus pechos.
Se llevó ambas manos a la cara mientras un chillido avergonzado salía ahogadamente de su boca, al tiempo que quería que la tierra se la tragara, antes de que empezará a correr a toda velocidad adentro de su apartamento.
Afuera, Naruto escucho el sonido de cosas siendo rotas al tiempo que fuertes pisadas sacudían el lugar, se quedó viendo la puerta a centímetros de su cara con una expresión tranquila antes de que se volviera a abrir.
Una ya vestida y ordenada Chun-Li puso su brazo sobre el marco de la puerta mientras le daba una sonrisa confiada y se reclinaba a un lado—Heeey… Naruto-kun, no te esperaba por aquí.
El pelirrojo alzo el cuello por sobre la castaña, viendo el enorme desastre que ella había dejado sobre su apartamento, y dando una leve sonrisa—Se nota— la Ojimiel se crispo por eso antes de que Naruto bajara levemente la cara y le diera una expresión cálida directamente—. En todo caso, vine aquí para preguntarte algo, ¿Estás disponible?
—U…uh… ¡S-Si, claro!— declaró ella con una sonrisa, en pocos minutos, ya estaban sentados en una banca cercana sin decir nada, en un silencio un poco incómodo.
El pelirrojo sentado allí, y ella con la cabeza recostada sobre uno de sus brazos, mirando al cielo de la aldea de la hoja con el na expresión ilegible en su rostro. El Ojiazul se pasó una mano por la cara, no sabiendo como empezar—Quería saberlo directamente de ti ya que no nos hemos visto en un par de semanas… ¿Somos novios?
—…— la castaña parpadeo repetidamente, antes de girarlo a ver—. ¿Eh?
—Hemos tenido dos citas, pero no sé si eso sea suficiente para considerarse novios así como así, ya que fui un poco inoportuno en la segunda— declaró el Okami rascándose la nuca—. Y bueno, empezaste esto porque querías conocerme más a fondo, pero no sé si este bien de mi llamarte como mi novia cuando he hecho tan poco.
La castaña agitó sus manos un poco—E-Espera, antes de que digas algo así, las citas que hemos tenido me han encantado, y bueno… yo… ¿Supongo que lo somos?— pregunto ella nerviosa mirando al suelo con la cara roja.
El Okami parpadeo antes de rascarse la mejilla son una sonrisa leve—Ya veo… entonces… ¿Puedo pedirte algo… como pareja?
—¡Seguro!— respondió ella animadamente—. Un pareja es un equipo de dos, y uno apoya al otro cuando lo necesite.
Naruto alzo una ceja por eso—¿De dónde vino esa frase?
—…Es… bueno, algo que Cammy decía en las misiones que hemos tenido— admitió ella algo apenada.
El Ojiazul se rió levemente por ello antes de tomar ambas manos de la castaña y agarrarlas entre las propias—Por favor ven conmigo a Kumo— la mujer del país del vapor le miro confusa, parpadeando un par de veces, antes de que el Okami suspirara—. Estoy en una misión por un par de meses en Kumo, no es algo demasiado importante o de infiltración de ningún grado, pero allí es…. Peligroso, y necesitaba de alguien que se que podría ayudarme.
—Bueno… tu eres mucho más fuerte que yo, pero aún así, ¡Haré mi mejor esfuerzo para ayudarte contra cualquier enemigo!
No es de fuerza física, probablemente les ganarías de todas formas. Pensó el pelirrojo con una mueca en la cara.
Aparentemente, ciertas mujeres de Kumo –y unas cuantas de Konoha– no hacían avances cuando le miraban con alguna otra mujer que no fueran ellas mismas. Había sucedido con una pelinegra que ahora mismo probablemente estaba en algún lado del terreno marítimo de las naciones elementales, pero ahora que ella se había ido, el pelirrojo estaba completamente desprovisto de cualquier protección contra sus ataques.
Alguien que podría destruir un país entero sin mucho problema estaba con problemas de chicas.
Cuando le contó a su hermano de eso se empezó a reír sin control, y probablemente se seguía riendo ahora mismo donde quiera que estaba.
Estaba el hecho de que a la única que podría pedirle algo así era a Chun-Li.
Mikane era… bueno, quería suponer que su amiga o al menos una conocida cercana, ella le caía bien y le era interesante por encima de la mayoría de personas, pero de eso a querer una relación sentimental con ella realmente, estaba en serio dudando dar ese tipo de salto por un par de décadas.
La castaña era lo más cercano que tenía a una novia. Ella quería algo más allá que simple amistad pero a diferencia de las demás, no se le había lanzado con ojos de depredador… todavía. No sabía si era el término correcto después de solo dos citas y no habían terminado la segunda.
Aún así, prácticamente pedirle "Ven conmigo porque las niñas de la otra aldea me están molestando" le hacía sentirse demasiado avergonzado consigo mismo.
—Umm…— ella soltó de repente, mirándole fijamente—. Oye… ¿Puedo preguntarte algo?
Saliendo de sus pensamientos, el Okami se encogió de hombros—Seguro.
—Ya que ahora es un hecho de que somos novios… ¿Me darías un beso?
Esas palabras tomaron unos momentos para ser procesados por el cerebro del pelirrojo, quien se le quedó viendo a los ojos de color miel de la castaña, antes de darle una pequeña sonrisa—Seguro.
—…Bueno, puede ser un poco raro, pero aunque sea mayor que tu yo no he… bueno… besado a nadie nunca y…— el pelirrojo siguió sonriendo ante la timidez de ella, al tiempo que la veía pararse y empezar a hacer muecas con las manos para excusarse.
Se levantó igualmente.
Él era alto para los estándares de las naciones elementales, no ayudando que varias mujeres que conocía eran relativamente de poca estatura, la mujer del país del metal le llegaba al pecho, ella tenía que alzar la mirada para verle a los ojos, con las mejillas enrojecidas.
Naruto sujeto firmemente los lados de la cara de ella, poniéndola tímida al sentir sus manos calientes sobre su cara aún más caliente, apretaba ligeramente sus mejillas, haciendo que sus labios se abrieran un poco.
Era fácil notar que era atractivo de lejos, pero de cerca…era algo fuera de lo normal.
No había ni siquiera una sola marca sobre su cuerpo, ni una cicatriz, ni alguna muesca de algo pasado que dejara ver algún defecto en lo más mínimo, aún así, la piel ligeramente oscurecida por quién sabe cuánto tiempo ante los rayos de sol abrasador, y la sensación de su piel y músculos duros por años enteros de entrenamiento, sus manos eran grandes y firmes, su cara tenía las facciones completamente definidas, las marcas en sus mejillas bajaban casi hasta su cuello.
Tenía la mente nublada viéndolo cada vez más cerca.
El cabello rojo brillante caía en un par de mechones sobre su cara, un carmesí ligeramente oscuro, ligeramente largo, y aún así, no podía tapar sus ojos azules. Brillaban de una manera casi inhumana, un azul oscuro casi metálico, como el cobalto.
Ella abrió la boca otro poco cuando sus labios por fin se tocaron.
Luego abrió los ojos apenas sintió como los labios de Naruto se apretaban contra los suyos de una manera que parecía como si buscará tapar su boca completa con sus labios, al tiempo que sentía como la lengua empezaba a meterse adentro de su boca, para luego enredarse alrededor de su propia lengua.
Pudo sentir las manos del pelirrojo sobre su cadera, agarrándola firmemente, como si evitará que ella se separara del húmedo y caliente beso que estaba recibiendo.
Naruto no era ajeno a besar, pero todas a las que había besado alguna vez eran bastante expertas y pasionales en ello, así que a menos que fuera alguna de sus familiares y la buscará separar cuando ella hacia algo así, iba con todo al momento de conectar su boca con la de su compañera, por lo cuando separó su boca de la de la castaña mordiendo sus labios y dejándola respirando agitadamente, ella tembló suavemente cuando por fin pudo respirar después de casi tres minutos con la boca de Naruto invadiendo la suya.
Naruto la sujeto de la cintura mientras la castaña le miraba con los ojos abiertos y la boca abierta, antes de una voz los distrajera a ambos—Bueno, ¿Hay uno para mí también o que?— pregunto cierta rubia de cicatriz con una sonrisa divertida al ver a su compañera aún teniendo que recuperar el aliento.
—C…Cammy— saludo Chun-Li pasándose la lengua por los labios antes de llevar su mano a estos—…Ahmmm… Naruto… si voy a… ir a Kumo contigo, ¿Podría Cammy venir también? Yo… ehmm… me fío de ella para saber que hacer en esto.
—Seguro supongo— declaró el pelirrojo encogiéndose de hombros, antes de ver a la rubia acercándose a él y poner una mano en la cadera con una sonrisa.
—¿Dices eso a lo del beso o a lo de ir a Kumo?
—A lo de Kumo, hablar de besar al novio de tu amiga, con tu amiga enfrente, no me parece algo que debería hacer— declaró el pelirrojo inclinando la cabeza a un lado por esa pregunta.
—A mí no me molesta— aclaró de repente la castaña.
Rubia y pelirrojo sintieron la gota de sudor en la nuca al oír eso—N…no, Chun. Lo decía como una broma por ser coqueta, no realmente de besarlo, tienes que ser celosa si una mujer cualquiera trata de besar a tu novio.
La Ojimiel se rascó la nuca—Pero no eres una mujer cualquiera, eres mi mejor amiga, si estuviera dispuesta a compartir a Naruto con alguien sería contigo, ¿Qué tiene de malo?— pregunto ella haciendo que Naruto y Cammy se vieran el uno al otro.
—Hablando de eso— el pelirrojo se llevó los dedos al puente de la nariz—. Mientras estén en Kumo eviten usar el nombre de Naruto, la mayoría de personas allí no saben de ese nombre, y si se enteran de el terminaría siendo un mayor problema para mí— explico Naruto mientras Cammy se encogía de hombros y Chun-Li asentía.
—Bueno, ¿Y como es que llegaste de Kumo a Konoha tan rápido? El viaje es lar…— lo último que sintió Cammy fue que Naruto le ponía una mano sobre el hombro, y lo siguiente que sabía es que estaba en un lugar completamente diferente enfrente de lo que parecía ser una especie de departamento bastante lujoso—…go…
—Ya empaque sus cosas, deje un par de meses pagados en su apartamento en Konoha y ya les tengo preparados unos cuartos aquí por otros meses también— declaró el Okami cargando un rollo de almacenamiento de color azul y verde que le dio a cada una.
Luego miro a su muñeca derecha en dónde un reloj ya estaba marcando la hora, haciendo que se pasará la lengua por los labios—Bueno… si quieren pueden apresurarse, tengo que ir a una comida ahora mismo y me gustaría que me acompañarán.
—¿Oh? ¿Una comida, con quién?— pregunto Cammy curiosa
—…Digamos que son rubias que quieren conmigo, pero ellas no tienen ningún tapujo de hacerlo con alguien como yo porque cualquier amiga que tengan se les une— declaró el pelirrojo no queriendo decir "Y son algo así como mis hermanas"
—¡Oye¡ ¿Q-Quien dijo que yo quiero contigo?
—No hablaba de ti.
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—Todavía no puedo creer que aún no sepan cómo terminaron desnudos en medio de la aldea— comento Naruko con cara absolutamente neutra viendo a su hermano y demás hombres de Konoha, quienes parecían tener miradas oscurecidas por sus cabellos en diferentes poses dramáticas.
—Ya te dijimos… simplemente aparecimos así como así, noqueados, para cuando despertamos varios de nosotros ni siquiera teníamos toallas para cubrirnos— declaró Menma sentado con las manos enfrente de su boca y viendo dramáticamente al frente—. El único que no tuvo que pasar por algo así fue Okami, pero desde ayer no lo miramos.
—Tal vez simplemente fue el primero en despertar e irse de allí con lo que fuera que les dejo allí— propuso Satsuki.
—Lo dudo, tengo a varias amigas que son Shinobis por toda la aldea que ya saben de él, a la primera vista de un pelirrojo como él andando sin nada más que una toalla encima, tienen órdenes de usar cualquier método posible para restringirlo hasta que yo como su comandante llegué a darle una visita— Hallibel hablo de manera tranquila, cruzándose de brazos y viendo al cielo.
—¡No trates de sonar cool o como si fuera una misión, lo intentarías seducir!— le espero Naruko.
—…Sigue siendo una misión importante para varias mujeres en Kumo— declaró la rubia mirando a otro lado.
De repente, ambas rubias tenían una mano sobre sus cabellos—Ya, ya ustedes dos. No elegí mi día libre para oír como discuten sobre un muchacho, Hallibel, sabes que hoy es un día que no pasa a menudo, además, hay alguien que está más preocupada por él que tú— declaró la Raikage, Yoruichi mientras la rubia mayor giraba la cabeza para ver a su hermana de otra madre, mientras Naruko se zafaba del agarre de la pelimorada.
Ikumi lleva puesta unas botas de tacón que le llegaban poco por debajo de las rodillas, unos shorts cortos de color negro con cinturón de un metal dorado, y una camisa de un color grisáceo oscuro de manga larga hecha de lana, dejaba al descubierto sus hombros, además de tener una cantidad ligera de maquillaje encima.
Pero más allá de eso, ella se miraba… nerviosa.
Hallibel conocía a su hermana, ella siempre era lo contrario de eso, estaba llena de confianza y prácticamente no tenía nada de nervios o vergüenza con nadie, pero desde que conocía a Naruto, las cosas eran completamente diferente, ella por primera vez en mucho tiempo parecía simplemente inmiscuida en el pelirrojo.
No es que no pudiera entender que le miraría su hermana a él, pero le seguía sorprendiendo.
—Creo que allí viene— comentó la rubia mayor de repente, viendo unas siluetas acercándose a dónde estaban.
Sus ojos y los de varias de las mujeres presentes se abrieron levemente al ver quién acababa de llegar.
Dos mujeres, una castaña con un ajustado traje de color azul oscuro con un chaleco corto de color celeste con detalles dorados, y una rubia con lo que parecía ser una especie de abrigo de color verde extremadamente ancho estaban caminando a los lados de Naruto, hablando animadamente.
Ambas se miraban tan hermosas como para que las miradas fueran directo a ellas, en el caso de la castaña, sus largas piernas con muslos definidos y anchas caderas además de su trasero de gran tamaño, hacia que más de un hombre recibiera un golpe por quedársele viendo desde atrás, sin mencionar su cintura estrecha y su busto de buen tamaño le daba una figura que parecía perfecta, con lo ajustada que era la ropa, no dejaba nada a la imaginación.
La rubia incluso si no se encontraba rebelando tanta piel, su cara tenía un aspecto más joven y sensual que el de su compañera, ella llevaba un leotardo de color verde que sujetaba firmemente todo su cuerpo, llevando unas medias negras y una boina roja sobre la cabeza además del abrigo para cubrirse.
—Perdón por la tardanza, no soy bueno con la etiqueta de ropa así que me costaba encontrar que usar— declaró el pelirrojo rascándose la nuca al llegar a dónde ellos.
Varias de las mujeres presentes dejaron de ver a sus acompañantes y finalmente vieron al pelirrojo.
Su cabello usualmente erizado hacia atrás ahora caía más naturalmente sobre su cabeza, dándole un aspecto mucho más joven al Okami, llevaba zapatos y pantalón de color negro con un cinturón cuyo metal brillaba como la plata, tenía una camiseta de color blanco sin mangas que dejaba mostrar de manera apegada su torso, y encima una camisa de manga larga color azul, algo curioso era el hecho de que usaba unos lentes de marco negro, a diferencia de los anteriores que usaba, estos eran transparentes
Las más jóvenes se sonrojaron un poco, era la primera vez que Naruto aún con si tamaño y actitud, daba una apariencia más cercana a su edad.
Ikumi sacudió sus ideas al ver al pelirrojo con esa ropa y se aclaró la garganta—Umm… Okami-kun… ¿Quiénes son ellas dos?
—Ellas son Chun-Li y Cammy del país del hierro. Ellas dos son… amigas mías muy importantes para mí que estaban cerca, así que te quería preguntar si estaría bien que vinieran con nosotros— declaró el Okami con algo de pena.
Estaba diciendo una verdad a medias.
Naruto jamás mentía, pero no siempre decía toda la verdad, en este caso, estaba el hecho de que le habían contado la situación más a fondo a ellas dos en medio del viaje. El Okami no había contado con el hecho de que Chun-Li seguía siendo relativamente tímida en las relaciones, así que había puesto en plan el detalle de no decir que ella era su novia directamente, el propio Naruto lo entendió, y sería algo bastante insensible de su parte el simplemente traer a Chun-Li allí solamente para tenerla como escudo diciendo que ella era su novia y nada más.
Podría pasar por cosas que le afectaban la conciencia pero no iba a lastimar a otros por sus problemas con chicas. Así que iba a ser una cosa de que iba a pasar tiempo con la castaña como no había hecho en semanas –y bueno, Cammy también entraba en el paquete aparentemente– y si ellas podían, advertirle o prevenir algunos de los "ataques" más severos de las depredadoras que le asechaban.
—Mis restaurantes están disponibles para todos— declaró la rubia cruzándose de brazos y viendo para otro lado lado—. No tengo ningún problema con eso, así que será mejor que vayamos rápido.
—Cierto, de nuevo, perdón por la tardanza— declaró empezando a caminar, siendo automáticamente flanqueado por la rubia de cabello corto.
—Bueno… si le preguntas a mi… te ves muy guapo— comento ella sin mirarle, pero el pelirrojo pudo notar como tenía las mejillas rojas.
Se rascó la nuca ante eso y le dio una sonrisa leve—Gracias, y tú te vez hermosa.
…
Naruto estaba considerando enserio simplemente coserse la boca en esos momentos.
De nuevo, él no mentía, por lo que al ser algo que no le dificultaba el responder, era completamente sincero. La manera sin pensar que lo dijo, y el tono suave y cálido que su voz soltó, generaron que Ikumi abriera los ojos antes de que su cara entera ganará un tono rojizo y una sonrisa se formará en su cara.
Su brazo ahora estaba sujeto entre los brazos de ella, con una fuerza que le arrancaría la carne a un humano normal.
Luego su otro brazo fue agarrado por la castaña que le acompañaba y le abrazaba igualmente, pudiendo sentir varias miradas ardiendo en su cuello.
Esto va a ser complicado para mí.
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Naruto había comido la carne de diferentes especies animales a lo largo de su vida, de diferentes tipos y con diferentes capacidades, por lo tanto, comer carne de res normal podía parecer un tanto mundano con todo lo que había comido alguna vez.
Realmente no le importaba, apenas sentía el sabor de las cosas en general, así que mientras masticaba la carne en aquella barbacoa de la que Ikumi era dueña, sonreía levemente, incluso si su lengua no notaba la diferencia de sabores, el olor y le sensación en su mandíbula le era suficiente para saber qué tan bueno era, y cuando ella le miraba expectante para esperar su opinión, podía sonreírle genuinamente y decirle que era deliciosa con sinceridad.
—¡Por supuesto que lo es, yo les he enseñado como cocinar a todos aquí de primera mano!— ella se jacto con orgullo de eso, sentados enfrente de una larga barra en dónde recibían sus platos rápidamente.
Para ser una chica que apenas y tenía un par de años encima del Okami, ella ya llevaba años manejando negocios de ese tipo por Kumo, por los sonidos que todos hacían, era bastante bueno en verdad—Ohhh, me acabo de fijar que tienen Ramen aquí— declaró Naruko salivando mientras leía la imagen del menú—. Ka-kun, ¿A ti te gusta el Ramen?
Esas palabras dejaron quieto al pelirrojo por unos segundos, quien se quedó viendo a la nada por unos momentos antes de rascarse la nuca con una sonrisa—Bueno, solía hacerlo, había una tienda de Ramen cuando yo era niño que me encantaba, pero ya no existe.
—¿Hablas de Ichiraku Ramen? ¡A Mina-kun y a mi nos encantaba allí también! Aunque para cuando volvimos a Konoha ya no estaba…— murmuró con algo de tristeza Kushina.
—…Ahh, lo siento, debe ser un tema algo sensible para ustedes entonces— comentó el Okami riéndose nervioso con una mano en la nuca.
Ikumi se le quedó viendo al Okami por unos momentos, frunciendo el ceño después y de repente levantándose para saltar encima de la barra, Naruto parpadeó por eso cuando escucho como ella de repente empezaba a ir directo a la cocina.
—¿Dónde está el mirin? Se supone que tenemos bastante de esto por doquier pero hasta a mí me cuesta encontrarlo… Ahhh, gengibre, esto también irá bien con el marinado carne. El Katsuoubushi para el caldo también debe de quedar bien, enserio desearía saber cómo hacen esos clones de sombra de Konoha, ayudaría a hacer varias cosas a la vez.
Después de casi media hora, el pelirrojo noto confuso como Ikumi ponía enfrente suyo un plato de ramen de cerdo Miso Chashu, podía ver los hongos shiitake, las algas, los fideos finamente cortados, y a la agotada rubia limpiándose con un delantal el sudor que la cubría, había más platos a su alrededor, pero el pelirrojo era el último en agarrar los palillos.
La rubia se le quedó viendo fijamente, Naruto estuvo más tiempo del que le habría gustado admitir, antes de juntar sus manos, dando gracias por la comida, antes de separar los palillos.
No lo podría probar, incluso si oliera o se viera bien, la felicidad que tuvo comiendo aquel plato se había ido el día que mataron a los que amaba por su culpa.
Por eso… cuando los fideos llegaron a su boca, sus ojos se abrieron de repente.
Era un niño pequeño de nuevo, por primera vez en sus años de vida, estaba en un estado menos precario que antes, había conocido a una persona, un hombre anciano que le mostraba una gentileza que el pequeño de cabello rojo no era capaz de entender.
Las personas habían dejado de verle con disgusto, de murmurar palabras a su espalda, todo por aquel hombre que le había llevado a un lugar lejos de la intemperie, en dónde el niño por primera vez en mucho tiempo había recibido un baño, meses y meses, o hasta años de suciedad habían bajado de su apariencia andrajosa, las pocas semanas que había estado con aquel hombre habían llevado su cuerpo desnutrido a un estado más saludable, estaba cubierto de ropa, no solo trozos de tela que le cubrían del frío, sino ropa de verdad que calentaba todo su cuerpo.
El niño tenía miedo.
Jamás en su vida había sido tratado así.
La desconfianza había aumentado antes de que se pudiera relajar, sentía que… sentía que solo podía ser algo malo aproximándose.
Hiruzen le había llevado a un doctor, incluso si nadie en la aldea era como Tsunade Senju, no significaba que eran totalmente inútiles, más allá de los efectos adversos que producía el exponerse al Chakra del Bijuu, el cabello de Naruto estaba crispado, erizado, y sus ojos azules parecían ganar un tinte rojo, sus colmillos más grandes que los de una persona normal, podían ser indicios de que el tipo de mutaciones producidos por el zorro le afectarían de manera más evidente.
En su etapa en dónde estaba más cómodo, se sentía más indefenso, tanto en el exterior, como su interior cada vez más asemejándose a la bestia por la que lo odiaban.
Un olor llegó a sus fosas nasales, caminaba por las calles después de que aquel hombre le dijera que podría ir a comprar algo si quisiera, los pocos Ryōs que tenía eran la primera vez que tenía dinero.
Cuando pasó cerca de un pequeño restaurante, un ninja con una máscara salió de debajo de la solapa. El aroma más inquietantemente delicioso que jamás había olido salió flotando, congelándolo en su lugar. Afuera colgaba una gran linterna de papel; decía "Ichiraku Ramen" en rojo.
El niño jugo con sus dedos, nervioso, tratando y temblando aún con la tela que le cubría en invierno, antes de caminar con pasos pesados hacia el interior.
Varios de los aldeanos ya estaban allí, comiendo, y al entrar, pudo sentir sus miradas sobre él.
Reaccionando por instinto, Naruto se tensó, esperando a una reacción agresiva, pero en cambio, sus rostros se pusieron pálidos, los vio ponerse de pie con estrépito y se marcharon apresuradamente, dejando tras de sí una serie de taburetes vacíos.
—Per…Perdón— murmuró en una voz tan baja que apenas y se escuchó a si mismo, viendo al dueño de la tienda, un hombre grande y con los ojos cerrados, agitar su mano de repente.
—¿Qué vas a pedir?— su voz grave asustó un poco al pequeño antes de sujetar el menú con las manos temblorosas y apuntar a lo primero que vio, Ramen de Miso.
Había sido lo que aquel hombre le había dado.
Se quedó allí sentado, encogido sobre si mismo y mirando el vacío lugar.
Menos de diez minutos después, el plato de fideos más majestuoso que había visto en su vida fue colocado frente a él.
La saliva salió de su boca pero al instante se la limpio, las personas se enojaban si se le quedaba viendo a la comida que tenían por demasiado tiempo.
—¡Bueno, si no es esto una sorpresa! ¡Oigan, miren todos, es cabeza de tomate!
Esas palabras hicieron que el pequeño se encogiera sobre si mismo, Naruto los reconoció como niños que normalmente eran los que molestaban a otros en lo que aquel hombre le había dicho era la academia, eran mayores y a diferencia de Naruto, no habían pasado la mayor parte de sus vidas comiendo lo mínimo para vivir.
El líder del grupo, saltando de su asiento. Sus amigos se unieron a él y rápidamente se esparcieron alrededor de Naruto para rodearle—Déjenme… en paz.
—¿Dijiste algo, cabeza de tomate?— dijo el niño en voz alta, ahuecando su oreja como si no hubiera podido escucharlo.
Naruto no le hizo caso, frunciendo el ceño mientras agarraba los platillos para comer.
—Uhhh, eso se ve bastante bueno, ¿A quien le tuviste que robar para poder comprarlo?— pregunto el niño agarrando el plato y palillos del pequeño pelirrojo.
Lo siguiente que sabía era que Naruto tenía sus dientes en su mano, un grito después, el niño seis años recibió un golpe del mayor en la cara—¡Eres un animal!— mascullo este agitando la mano mordida, Naruto miro el plato de Ramen en el suelo después de todo eso, antes de ser agarrado del cuello de la camisa—. Nogi dice que te han visto últimamente con el Sandaime, ¿Qué puede hacer un donnadie como tú allí, eh?
—El…— murmuró él pequeño pelirrojo, hasta ahora sabiendo quien era el hombre que le había ayudado hasta ahora—. Él me ha estado cuidando.
—Awwww, ¿el pequeño fenómeno necesita que le cambien los pañales?— pregunto el chico mayor dándole un par de golpes leves en la cara al pelirrojo—. ¿Cabeza de tomate quiere a su mami? Oh, espera— le dio un golpe más fuerte en la cabeza al niño—. Tu no tienes una.
—…Yo…
—¡Apuesto a que uso sus poderes demoniacos sobre Sandaime-sama!
—¡No es cierto!
—¡Si es cierto, eso es lo que hacen los demonios, engañan y asustan a la gente!
—¡No soy un demonio!
—¡Si lo eres!
—¡No lo soy!
—¡Si lo eres! ¡Maldita cabeza de tomate! ¡Nadie te quiere aquí!— el niño agarro Un cuenco En una mesa cercana. Sin comprender, Naruto miró atónito mientras el cuenco volaba por el aire y lo golpeaba en la cabeza con estrépito, derramando líquido frío sobre todo su cuerpo.
—¡Oigan ustedes, déjenlo en paz!— escucho una voz de repente desde atrás, el dueño de la tienda había tenido que irse para preparar más Ramen al verles llegar, pero cuando alguien más llegó y noto lo que hacían, los niños no tardaron en correr rápidamente.
Naruto se quedó paralizado por un segundo, mirando con ojos muy abiertos el líquido aceitoso que goteaba de las puntas de su cabello. Ahora había una gran mancha negra en la camisa que le habían regalado que sabía que nunca saldría.
Recuperando el control de su cuerpo, se inclinó lentamente para recoger el cuenco, que afortunadamente no se había roto. Dejándolo de nuevo en el mostrador, se asomó vacilante.
Allí estaba una chica joven de cabello castaño, viéndole con una expresión preocupada que solo había visto en el Sandaime, el niño tenía las manos temblándole mientras recogía los palillos del suelo y se llevaba los fideos a la boca temblando.
La castaña le detuvo de repente, y se deshizo de su delantal para al instante empezar a usarlo para limpiarle el cabello y cara al niño de cabello rojo quien parecía estar al borde de romper en llanto.
—¿Es…Estás bien?— pregunto ella de repente—. Te puedo traer otro cuenco si eso te hace sentir mejor.
El pequeño pelirrojo agitó su cabeza de repente, a cualquiera de las dos cosas que ella hubiera dicho, dejo algunas monedas en el mostrador y se fue rápidamente. Sin atreverse a levantar la cabeza, corrió de regreso a… a su casa, a la casa del Sandaime, a la casa del hombre que le salvó, ese era el único lugar que parecía tener en el mundo.
Aunque ninguna voz le dijo algo, durante todo el largo camino de regreso, pensó que podía sentir miradas ardiendo en su espalda. Le ardían los ojos, y se estaba mordiendo el labio con fuerzas.
A veces, las personas, en su mayoría niños, lloraban cuando no se salían con la suya.
Una vez, había visto a una niña de su edad estallar en llanto cuando su madre se negó a comprarle un caramelo y observó cómo la madre había cedido.
Cuando le pidió a la cuidadora del orfanato donde vivía que le comprara un caramelo, ella l había mirado sin decir una palabra, como si estuviera mirando un insecto particularmente repugnante en la parte trasera de su sandalia.
Nunca más había pedido nada después de eso.
Sin embargo, la mayoría de las veces la gente lloraba porque tenía dolor o porque estaba triste. Cuando un niño se caía en el patio de recreo y comenzaba a llorar, su madre o su padre miraban frenéticamente al sonido de su voz y corrían. Cuando veían que el niño solo se había raspado una rodilla, se reían aliviados y colocaban una curita sobre la herida. Entonces el niño se sentiría mágicamente mejor y volvería a jugar con sus amigos.
Mientras se preguntaba qué emoción estaba sintiendo, Naruto comenzó a sentirse aún más extraño. Hubo una sensación nebulosa trepando por su cuerpo y tomando el control.
Llorar no le servía de nada a alguien como él, no había nadie que le importara que lo hiciera, solo mostraba que era débil, solo alimentaba más el gusto que tenían varios en hacerle sufrir.
Cuando llegó a la casa del Sandaime, se había acostado de repente, y no se había movido un centímetro de allí, no se sentía con ganas de hacer nada en lo más mínimo, hasta que escucho como tocaban la puerta—¿Podrías venir un momento? Hay algo que quiero que veas.
La voz del hombre anciano le hizo levantarse, hacia lo que él le decía, a diferencia de la mayoría quienes simplemente le ignoraban o le trataban mal, hacer lo que decía el Sandaime parecía ser lo único que le hacía bien.
Se cambió de ropa, no quería que él viera como había manchado la ropa que le había dado, y bajo las escaleras rápidamente, todo estaba tan oscuro.
Las luces de repente se encendieron.
—¡Sorpresa!
Los ojos de Naruto se abrieron apenas vio como los colores brillantes de listones y confeti volaban por el aire, parpadeando repetidamente, notando al Sandaime allí con una pequeña sonrisa, y a los dueños del restaurante de antes.
—Y…Y…yo no entiendo, ¿Qué…que es esto?— pregunto con la voz temblorosa.
—Bueno, yendo a mi lugar favorito de Ramen, me enteré que alguien tuvo algunos problemas— declaró tranquilamente el hombre anciano, mientras la mujer castaña de antes le quitaba una tela blanca a un gran cuenco de fideos humeante—. También les podría haber contado que nunca antes haz tenido Ramen a excepción del mío y…. Créeme, el que ellos preparan es mucho mejor del que yo podría hacer.
—¿Por qué… algo así… por mi?
—¿Bromeas?— pregunto Ayame de repente—. ¿Qué clase de persona sin corazón dejaría así como así a un niño pequeño? Si alguna vez me encuentro a los que te hicieron eso, no te preocupes, yo misma me encargo de que aprendan a golpes.
—…— el pequeño parpadeo repetidamente, no entendiendo porque se le cada vez más temblorosa la respiración.
Seguidamente, la castaña le dio un abrazo de repente—Además, Hokage-sama nos contó acerca de cómo te ha ido a ti… así que no te preocupes, mientras yo viva, siempre vas a tener un asiento y tazón calientes esperando por ti.
Naruto era incapaz de procesar lo que sentía en el pecho, antes de inhalar con fuerzas, sorbiendo la nariz antes de que las lágrimas empezarán a bajar de su cara.
El pelirrojo se quedó callado bajando los palillos, no se había dado cuenta cuando había empezado a comer más de la mitad del tazón por unos momentos, antes de rascarse la nuca con una sonrisa leve—Esto… está delicioso en verdad, ehmm… denme un momento, estaré ocupado con algo— declaró el Okami levantándose de repente y yendo al baño.
—Parece ser que le bajó bastante rápido— comentó Menma recibiendo un codazo en las costillas de parte de Sasuke.
En el baño, Naruto se quitó las gafas enfrente de un gran espejo enfrente de los lavabos, encendiendo la llave de uno, dejo que el líquido llenará sus manos por unos momentos, antes de llevárselos a la cara y frotarse el agua, inhalando y exhalando repetidamente.
Entre la helada agua, sentía unas gotas calientes salirle de los ojos, haciendo que le ardieran los ojos al tratar de evitar que salieran.
Se apoya sobre el borde del lavamanos y continuo con las manos en la cara.
—Creo que olvide la última vez que he llorado— murmuró para si mismo, pasándose una mano por los labios—. Padre, ¿Qué estoy haciendo?— mascullo, no sabía ni siquiera como sentirse con todo lo que estaba pasando.
Había pasado por tantas cosas, pero cualquier madurez mental o física que hubiera tenido desde que conoció a Izanagi se había esfumado, ellas no eran su familia, pero aun así, se sentía tan jodidamente en conflicto con ellas como pocas veces había estado en toda su vida.
Se quedó allí sentado, por quién sabe que tanto tiempo, antes de que sus sentidos le hicieran mirar hacia atrás, a dónde las demás personas estaban.
El lugar se había vaciado en el tiempo en dónde estaban, no habían pasado más allá de una media hora, pero habían terminado llegando algo tarde, todavía estaban algunos del grupo con el que estaba, así que se llevó una mano a la cara de nuevo.
Probablemente había arruinado el buen momento que Ikumi había hecho, el pelirrojo agitó la cabeza para luego ponerse los lentes de regreso, al volver al salón, vio a Ikumi, Naruko y Chun-Li ayudando a limpiar el lugar y se rascó la mejilla apenas las miradas fueron puestas en su persona.
—Heeeeeey… perdón por eso, parece que tengo el estómago más de lo que recordaba, me dejó algo de tiempo allí adentro— declaró con una gran sonrisa nerviosa.
Ikumi se le quedó viendo por unos momentos y simplemente le sonrió—No hay problema de mi parte, no todos pueden soportar mi comida cuando la hago algo condimentada, está bien si no te gusto.
—…Me encantó, no he probado algo como eso en mucho tiempo— comentó antes de frotarse el brazo—. ¿Quieren algo de ayuda?
—Ka-kun, este es un momento de chicas, estamos hablando de cosas importantes y que tú deberías de evitar oír .
—…No entiendo— murmuró el Okami haciendo la cabeza a un lado.
Las tres mujeres presentes se vieron entre si antes de reír, y Chun-Li fue la primera en ir hacia donde estaba aba él y hablarle al oído—Ve con los demás, según me dijeron hay unas cuantas cosas más que deberías de hablar con ellos.
—…
El pelirrojo simplemente se encogió de hombros antes de salir, escuchando aún después de irse el sonido de ellas suspirando apenas se fue.
—Bueno, Chun-san… ¿Desde hace cuanto conoces a Ka-kun?— pregunto Naruko de repente.
—Unas cuantas semanas, no creo que mucho más tiempo del que ustedes— indicó la castaña con una pequeña sonrisa.
—Bueno, para que les llame a ti y a tu amiga, "personas importantes" para él, supongo que deben de ser algo grande— declaró Ikumi, haciendo que la Ojimiel se quedará pensando en que decirle, antes de simplemente reír.
—Por lo que he visto, lo mismo entra para ustedes— respondió ella mirando los platos en sus manos—. A decir verdad, en lo poco que he tenido de conocerlo, al comienzo fue por cosas que me han enseñado, mi padre siempre me decía que debía entrenarme para ser fuerte, y que si tenía una pareja debía asegurarme de que fuera el más fuerte, antes de él jamás he perdido en mi vida… y después lo pude conocer un poco mejor.
—Jeeee, ¿Enserio? ¿Por qué ya no me sorprende que él tenga a tantas mujeres persiguiéndolo? Ahora hasta que estás más desarrollada que casi todas— declaró Naruko haciendo un puchero.
Chun-Li se rió avergonzada por eso—Supongo… que puedo entenderlo un poco mejor porque he pasado por cosas similares, mi padre murió asesinado en su trabajo cuando yo era niña así que se lo que es perder a gente que amas a esa edad… y yo… creo que también entiendo un poco lo duro que debe ser conseguir una fuerza como la suya.
—¿Hum?— la rubia menor se le giró a ver por eso, mientras Ikumi guardaba silencio.
—…Las personas con poder tienden a ser bastante solitarias a veces, el camino que se tiende a cruzar entrenando para conseguir esa fuerza… cada día de mi vida me he esforzado hasta mi último aliento para ser fuerte— declaró ella mirando a sus manos, duras, callosas, para nada femeninas y sonrió viéndolas—. Yo… creo que puedo entenderlo un poco mejor por eso, pero Okami… él está en un nivel diferente de fuerza, así mismo… no me puedo evitar preguntar qué tan grande ha sido su soledad para llegar a ser como es.
—…Yo… no había pensado en eso— murmuró Naruko mientras Ikumi se quedaba viendo la reflexión de su rostro en la porcelana en sus manos.
—…vamooos, se supone que debería ser complicado que me agrades, tener cosas en común lo hace más difícil— declaró Ikumi con una leve sonrisa.
Chun-Li se rió levemente antes de que escucharán como las puertas de la tienda eran abiertas, haciendo que girarán para ver cómo varios que parecían ser shinobis de Kumo entraban por la puerta—Disculpen, ya está cerrado, pueden venir mañana— declaró Ikumi mientras la castaña entrecerraba los ojos, viendo como los hombres de Kumo se encontraban hablando entre ellos por unos momentos, noto como se encontraban entrando más y más.
Luego Ikumi y Naruko vieron un borrón de color azul antes de que Chun-Li tuviera una pierna alzada, impactando contra la cabeza de uno de ellos… que estaba a centímetros de darle un golpe recubierto con la armadura del elemento rayo a Naruko.
El cuerpo del hombre fue lanzado contra una pared por el impacto, antes de que ellas se pusieran en guardia en un instante—Si tuviera que adivinar, parecen ser del clan Yotsuki junto con otros de por aquí, ¿Tienen asuntos sin resolver con ustedes?— pregunto la castaña a Ikumi.
Está guardó silencio por unos momentos antes de sacar el cuchillo que guardaba en su muslo y seguir en guardia—Mi familia y el clan Yotsuki tienen una relación complicada, será mejor explicar esto cuando acabemos.
—¿Enserio creen que siquiera podrán salir de esto?— pregunto uno de ellos mientras hacia tronar sus nudillos—. Solo la sobrina de la Raikage y la hija del Yondaime Hokage son necesarias, la castaña es desechable.
Chun-Li hizo la cabeza a un lado antes de ver al hombre que había golpeado antes levantarse de la pared, haciendo crujir el cuello de un lado y al otro, mientras ella estiraba el pie que había usado para golpearle.
—El Clan Yotsuki es donde provienen el anterior y la actual Raikage, son conocidos por su técnica más poderosa, la armadura del elemento rayo, y por tener cuerpos tan duros como el acero— le dijo Ikumi a las otras dos mientras un aura de relámpagos similar a la que empezaban a demostrar los atacantes rodeaba su cuerpo.
—¡Cómo si saber eso les va a ayudar!— grito de repente uno de ellos lanzándose en su contra en un borrón de velocidad.
La rodilla de Chun-Li le dio en el pecho antes de poder llegar demasiado lejos, mandándole de regreso hacia atrás mientras un aura de color azul rodeaba la extremidad de la mujer del país de hierro, al tiempo que ella giraba sobre si misma y le daba una patada sobre el pecho al ninja de Kumo—Desafortunadamente, la desechable aquí va a ser su mayor problema— declaró ella poniendo una mano al frente.
Ella era una usuaria de Qi, una energía que normalmente solo era usada en Occidente. Se dividía en tres tipos de Qi, espiritual, mental y físico.
Su especialidad era el uso de Qi Físico, aumentar sus capacidades físicas a niveles sobrehumanos incluso para estándares shinobi, detectar las intenciones de quienes le rodeaban o generar ataques de energía. Incluso si ella no usaba Chakra, una velocidad como la del rayo y una dureza como el acero no le era algo inalcanzable.
Sin embargo, el problema estaba, en que el número de ellos estaba aumentando.
Con eso dicho, esto va a ser complicado. Pensó la castaña antes de que viera como prácticamente una oleada de usuarios de la armadura del elemento rayo iban en contra de ellas.
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Aprende a cuidarte solo, pero no te alejes de los demás.
Eran las palabras en específico de Izanagi que sonaban en su cabeza, él en aquel entonces no entendía lo que significaban esas palabras, no creía que incluso ahora las entendiera del todo, pero aún así… se sentía raro.
Lo había dicho varias veces, en su mente al menos, pero se recordaba que nadie de allí era su familia. Ni de sangre ni emocionalmente, y esas personas tampoco le conocían como más que alguien que no tenía ninguna relación con ellos… así que, el hecho de que le aceptarán así como así, tenía una sensación difícil de describir en la boca del estómago.
Había creído que le habían abandonado, que había sido tirado y desechado como algo sin valor.
Ese dolor, ira y tristeza le habían impulsado por bastante tiempo.
Con el paso de aún más tiempo, la ira había dado paso a la indiferencia, y con ello, Naruto Okami simplemente había querido dejar el pasado atrás.
Sus ideas para lo que iba a hacer con el mundo shinobi se mantenían, pero la opinión de lo que pudo haber sido su familia había cambiado drásticamente, de un deseo de venganza, a no querer nada con ellos a… a…
—Confiar en ellos— murmuró levemente con una mano sobre su estómago, antes de apretar la tela que le cubría, y cerrando los ojos con fuerza, inhaló profundamente, antes de sonreír cuando llegó finalmente con el grupo de personas que le tenía así.
—¿Y las demás?— pregunto Yoruichi de repente, haciendo que el pelirrojo se encogiera de hombros.
—Dijeron algo de que se iban a quedar a limpiar y que me debería ir por qué era charla de chicas— declaró para luego mirar un reloj en su mano izquierda, no lo necesitaba para saber la hora, pero era por precisión—. No deberían de tardar mucho, podríamos esperarles.
—Supongo, aunque es raro, Ikumi normalmente le deja eso a sus empleados, ella debió de haber querido hablar bastante con esa… amiga tuya— el Okami se puso crispado de golpe ante el comentario de Milla.
Una mano paso sobre sus hombros mientras Cammy se apegaba a él—¿Qué puedo decirte? Este grandote es todo un donjuán con las mujeres, si lo conoces suficiente tiempo es imposible no quererlo— declaró la rubia pellizcándole las marcas en las mejillas a Naruto.
—No me ayudes Cammy— pidió el Ojiazul antes de ver cómo alguien con una bandana ninja que le denotaba como Shinobi aparecía de repente a un lado de la Raikage, inclinado sobre una rodilla y extendiendo un pergamino en sus manos.
—Raikage-sama, algo importante ha sucedido, debe de actuar cuánto antes respecto a esta situación— declaró el Shinobi mientras la pelimorada le veía fijamente antes de tomar el pergamino y que el mensajero desapareciera de golpe.
—Vaya, que rápidos mensajeros tiene Kumogakure, ni siquiera fui capaz de ver cuándo llegó y cuando se fue— menciono Kakashi mientras la Raikage se quedaba viendo en dónde antes estaba el hombre que le dio el pergamino.
—Ese no era mi mensajero oficial— comento con sospecha antes de abrir el pergamino, su mirada pasando de sospecha a incredulidad en un instante, para ser mezclada con ira—. Esos hijos de… puta— mascullo frotando sus colmillos entre si.
—Hermana, ¿Pasa algo?— pregunto Milla al ver su expresión, notando como la Raikage bajaba el pergamino con expresión sombría.
—El Clan se ha puesto del lado de la provincia del cielo— declaró ella de repente con un tono seco—. Ellos tienen a Ikumi y a Naruko secuestradas. Indican que debemos rendirnos y someternos o las asesinaran a la media noche, a Naruko en medio de la aldea dónde causara más estragos.
—…¿Qué… acabas de decir?— pregunto Kushina de repente, caminando hasta ella y luego sujetándola del cuello—. ¿¡Qué demonios significa eso!? ¿¡Quienes son ellos!?
La pelimorada sujeto las manos de Kushina, y la separó levemente de ella—…Como saben, Kumogakure era antes dos aldeas separadas, al momento de la unión varias de las ideologías de las aldeas anteriores se quedaron. La "Provincia del Cielo", es la sección más antigua de Kumogakure más… arcaica en sus métodos y su búsqueda de fuerza… los anteriores Raikages eran de allí, incluso los que efectuaron el secuestro de la heredera del clan Hyūga provienen de allí— declaró ella mientras se llevaba los dedos al puente de la nariz—. Ellos… no me aprueban bastante como la Raikage.
—¿Y dejas que usurpen tu autoridad de este modo?— pregunto de repente Asuma, insubordinación de ese tipo en Konoha sería manejada al instante.
—¿Qué quieres que haga? Son casi la mitad de la aldea, y la mayoría de ellos están en puestos importantes en la aldea de los que no podríamos mantenernos sin ellos. Yo y mi hermana somos hijas de un integrante del clan Yotsuki con una prostituta, ni siquiera tendríamos voz o voto en cosas del clan de no ser por nuestra fuerza, ¡E incluso así estamos más jodidas por qué, sorpresa, la mitad arcaica de la aldea no cree que una mujer sirva para ser líder!— hablo enojada la Raikage, llevándose una uña a los dientes—. La insubordinación es una cosa, mate a los implicados que encontramos la última vez con el asunto Hyūga, pero esto es un atentado de guerra, podría prácticamente dar una guerra civil, aún peor con la Jinchūriki del Kyūbi y la hija de Minato.
—Iré a matarlos— Milla se había mantenido al margen de la conversación, pero solo oír que su hija estaba siendo usada como rehén, era suficiente para que ella, quien buscaba mantener las cosas pacíficas entre ambas secciones de la aldea, se determinará a asesinar a todos y cada uno de los implicados.
—Rose… si el clan está unido a esto, tendríamos que enfrentarnos contra algunos de los más experimentados y fuertes ninjas de Kumo, y ellos conocen completamente el sello de la armadura de hierro que tienes, enfrentarlos a todos sería prácticamente imposible— declaró Yoruichi seriamente.
—¡Mi hija está allí, no me puedo quedar sin hacer nada, si fuera Hallibel o Mamoru no pensarías dos veces en hacerlo!
—¡Si lo haría, si vamos allí sin pensar les pueden matar!— respondió enojada la pelimorada—. Puede que incluso tengan intervenidas las comunicaciones que tenemos, así que el problema sería el mismo si intentamos contactarnos con Kiyoshi o Seishi, incluso ellos no podrían llegar antes de que les hagan algo, y ni siquiera sabemos dónde están.
—…Chun-Li estaba con ellas— declaró de repente Cammy, haciendo que todas las cabezas fueran tiradas hacia ella—. Si… si alguien de aquí sabe cómo usar Qi físico, podríamos saber dónde se encuentran si es que ellos fueron capaces de ganarle a ella y llevársela con ellos.
—…Nadie aquí sabe cómo usar Qi— declaró Yoruichi llevándose una mano a la frente.
—…Yo sé cómo hacerlo— declaró Naruto de repente.
Desde que había escuchado la revelación de que ellas habían sido secuestradas, su expresión no había cambiado absolutamente nada, pero hablo de repente para informarles eso—. También soy un sensor, así que puedo buscarlas fácilmente. Iré a hacer eso.
Luego se dio la vuelta y empezó a caminar en una dirección en particular.
—¡Okami!— le llamo de repente Yoruichi sujetándole el brazo—. Se que eres poderoso, pero te estarías enfrentando prácticamente a un ejército de los más poderosos de Kumo, y si te ven llegar, entonces… lo que le pasaría a Ikumi y a las demás…
Naruto se le quedó viendo cuando se mantuvo callada con un nudo en la garganta, mirando hacia, sintiendo su agarre volverse cada vez más débil—Comprendo, matar hasta el último de ellos, rápido y sin que me vean llegar— declaró tranquilamente soltándose de su agarre—. Volveré pronto, lo prometo.
—¡Esto no es un juego…!
La voz murió en la garganta de la pelimorada.
Viendo atreves de los lentes del Okami, miraba el azul cielo de costumbre.
Viendo por encima de ellos, estaba un color amarillo putrefacto con la pupila afilada como una serpiente, con una expresión neutra en su cara, pero con una ansia asesina palpable.
El pelirrojo le sonrió levemente—Como dije, es fácil, solo debo matarlos a todos, hasta que no quede nadie.
Con un susurro en su última oración, desapareció sin dejar rastro alguno.
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Cuando se despertó, Chun-Li sentía un dolor que le surcaba todo el cuerpo al completo, distintas partes de su cuerpo ardían por cortes, y sentía como la cara y estómago le dolían por golpes.
Abrió los ojos… ojo, uno de ellos estaba hinchado y no lo podía abrir, y miro a su alrededor con apenas fuerzas, a sus lados estaban Ikumi y Naruko, ambas con sustancialmente menos heridas que ella, pero inconscientes y atadas con cadenas.
—Solo debían de traer a la Jinchūriki y a la hija del Hachibi, ¿Qué demonios les pasó con la otra?— pregunto un hombre que, incluso para estándares de Kumo, se miraba bastante alto, más de dos metros seguramente, y musculoso, prácticamente un gigante en lo que fuerza física parecía.
—Mato a ocho de nosotros y dejo al resto heridos, incluso cuando nos encargamos de las otras dos ella se puso a defenderles y sólo pudimos noquearla, pero ningún golpe lograba ser vital, resistió bastante antes de que le ganáramos— reconoció la voz como uno de los que habían estado en el restaurante de Ikumi, un integrante del clan Yotsuki—. Puede ser útil a futuro si la usamos bien.
Chun-Li no les puso atención después de eso, hablando de cosas sobre cómo podrían usarla como una madre para posibles soldados con capacidades físicas similares a ella, les ignoró mientras miraba como sus compañeras se empezaban a despertar.
Luego miro donde estaban.
Parecía una especie de fabrica abandonada a las afueras de la aldea, si tuviera que suponer por el hecho de que no sentía nada de signos vitales que no fueran cerca de la gran cúpula de metal que le rodeaban, habían muchas presencias afuera, y adentro estaban más, podía contar cerca de 150.
—Parece que nuestras invitadas ya están despiertas— declaró el gigante de antes caminando hacia donde estaban ellas.
—Carajo… ¿Qué es lo que quieren… montón de gorilas?— demandó saber Naruko después de despertarse, al tiempo que trataba de concentrarse para tratar de sacar Chakra del Bijuu en su interior.
—Yo no haría eso si fuera tu, incluso si tú sello es más complejo que el de la Jinchūriki del Hachibi, sólo es necesario unos cuantos arreglos y se desconecta la conexión que tienes con tu bestia— declaró el gigante mientras se cruzaba de brazos—. Por el momento quédense quietas, hemos estado planeando esto por bastante tiempo, y no queremos que las cosas se pongan violentas antes de tiempo, ¿O si?
—Ikumi… ¿Conoces a este imbécil?— pregunto Naruko de repente.
La rubia mayor suspiro—Es Fantomu Yotsuki, uno de hijos del Cuarto Raikage, y más que nada, de los que están más en contra con la tía Yoruichi en muchas cosas, jamás pensé en que fueras tan idiota como para intentar algo como esto— declaró mirando como el Yotsuki soltaba un bufido.
—Tu y tú familia no han traído nada que no sea debilidad y deshonra a la aldea, estamos haciendo lo que debimos hacer antes, purgar las imperfecciones, ahora mismo tu única utilidad es servir como el anzuelo para la rendición.
—¡Ja! ¿Y crees que nadie va a venir aquí a meterles el pie por el culo hasta que les salga por la boca?— pregunto la rubia con sorna.
—Contamos con eso— declaró el hombre llamado Fantomu apuntando al techo destruido de la fábrica, en dónde el sol se miraba de color morado—. Cualquiera que entre en esta barrera y que no tenga los sellos que nosotros poseemos será incapaz de formar Chakra en lo más mínimo, una de las mejores obras de los maestros de sellado de la aldea, ni siquiera tu hermano y los perros de la Raikage serían capaces de defenderse sin Chakra aquí.
Ikumi guardo silencio mientras fruncía el ceño, el Yotsuki soltó un bufido divertido por la nariz mientras caminaba entre las tres mujeres sentadas en el suelo—A la única que posiblemente muera será la Jinchūriki del Kyūbi, y eso es si es que no logramos manejarla cuando la dejemos descontrolarse por la aldea, eliminando las mayores defensas del lado contrario, lo cual vuelve todo más fácil.
—Así que, piensas usarme para destruir tu propia aldea, bastante inteligente, si me sueltas ahora comienzo contigo si quieres— declaró Naruko con sarcasmo tratando de zafarse de las cadenas.
—No puedes hacer las cosas desde cero sin romper las bases de lo que ya está, unos cuantos sacrificios para purgar a Kumogakure de la debilidad que han traído y llevarla a una nueva gloria, es un precio bajo a pagar— declaró el Yotsuki inclinándose hacia adelante y sujetando con sus dedos las mejillas de Chun-Li—. Tu en particular diste bastantes problemas, si algo he de respetar de la familia de deshonras que lideran la aldea es su poder, tu y ellas servirán el propósito de ser las progenitoras de la nueva generación de Shinobis de Kumo en el futuro.
Chun-Li podía sentir su agarre tan fuerte como para que le dolieran los dientes, antes de agitar la cabeza a un lado, sonando como si estuviera atragantándose con algo, el enorme hombre de cabello rubio claro creyó que ella intentaría morderse la lengua o escupirle.
Pero lo que recibió fue una cosa diferente.
—…Hmrrgg…Pffft…jajajaja…Jajajajajajajaja… ahh… ahhhh… ugh, duelen las costillas, huff, jajaja… lo siento… lo siento… es solo que… jajaja… trato de tomarte en serio y todo, pero el nombre no me deja… Hufff… ¿Quién en su sano juicio tomaría en serio a alguien llamado Fantomu? ¡Es cómo que si fueras un villano de dibujos para niños! Ya sabes, con toda la charla de malo y nombre que lo vuelve ridículo— declaró ella, le dolían las costillas por los golpes que había recibido, y aún así, la castaña se reía sin poder controlarlo.
Una vena palpito en la frente del Yotsuki antes de que la castaña recibiera una patada.
—Que ella sea la primera en quienes comiencen todos.
—Hai, Fantomu-sama— el hombre sintió como una vena le palpitaba en el cuello cuando al escuchar eso, la risa ahogada de Chun-Li se escuchó.
—Eso fue bastante valiente, Chun. Pero bastante estúpido… aunque fue divertido— declaró Naruko mientras trataba de ayudar a la castaña a levantarse, viendo como los del Clan Yotsuki se alejaban de dónde estaban, lo suficiente como para que pudieran hablar sin ser oídas.
—No… me… muevan— declaró la castaña de repente en tono frío, mientras empezaba a mover sus brazos—. I will try to dislocate my shoulders to free of the chains, I need some cover for that (Trataré de dislocar mis hombros para liberarme de las cadenas, necesitaré algo de cobertura para eso)
Ikumi se le quedó viendo, y frunció el ceño ante sus palabras—¿Qué demonios dijo?
—Eso es… el lenguaje clave de Konohagakure, dice algo acerca de sus hombros y liberarse— declaró Naruko mientras la castaña gruñía un poco.
—Conozco los lenguajes claves que usan las cinco naciones principales, pero hablar en el lenguaje de Kumo probablemente delataría lo que hacemos… When I broke the chains, you go, I will buy you some time (Cuando rompa las cadenas, ustedes vayanse, les conseguiré algo de tiempo)
—Como si fuéramos a dejarte aquí, son más que antes y ahora estás herida, te matarían— respondió Naruko.
—Lo se… lo sé… pero es la única forma que veo en que sobrevivan, no estoy pensando ganarles en el estado en el que estoy, incluso tratar de concentrar mi Qi está siendo difícil.
—…— la rubia mayor se quedó callada al tiempo que miraba a su hermana de otra madre y a quien les buscaba proteger a ambas, no necesitaba saber su lenguaje para entender lo que planeaba—. Estoy con coletas en esto, no te vamos a dejar en está.
—Solo háganlo, en el estado en que estoy, soy más un lastre que alguien que podría darles pelea de verdad— declaró Chun-Li mientras sus manos brillaban en amarillo leve.
—…Incluso aunque te hiciéramos caso, la mayoría de ellos usan la armadura del rayo y tampoco estamos sin rasguños… aunque intentáramos escapar probablemente nos atraparían de todas… Así que deja de ponerte de heroína, y si te vas a morir, nos vamos las tres ya que estamos en eso— declaró Ikumi al tiempo que Chun-Li se le quedaba viendo por unos momentos.
—Je, no lo pude haber puesto en mejores palabras-ttebayo— declaró Naruko mientras la castaña se les quedaba viendo por unos momentos.
Huh. Pensó ella asombrada por unos momentos, viendo la imagen de cierta rubia con leotardo verde y boina roja en ellas. Esto se siente algo… nostálgico.
La mujer del país de hierro sonrió.
Sus hombros crujieron, al tiempo que eran retraídos hacia atrás, las cadenas que eran usadas para atar sus manos se aflojaron, y para cuando estás empezaban a caer al suelo, la castaña en otro crujido puso sus hombros en sus lugares.
Cómo cuchillas, sus manos recubiertas en Qi físico bajo sobre las cadenas que tapaban a las otras dos, cortando como un cuchillo caliente en la mantequilla.
En menos de un segundo se encontraban libres.
Y en menos de un segundo, Chun-Li se tuvo que cubrir con ambos brazos cuando un golpe que le habría roto el cráneo impacto de lleno contra ella, enviándola hacia atrás.
La castaña soltó un gruñido cuando su cuerpo aboyo el metal a su espalda, viendo al Yotsuki con una expresión mortal enfrente de ellas—¿Qué pensaron que pasaría ahora mismo? No hay ningún milagro que les pueda salvar de lo que está apunto de pasar— declaró el hombre rubio crujiendo sus nudillos, Chun-Li se puso en posición de guardia, aunque apenas y podía mover sus brazos después del golpe, se puso en posición donde podría dar mejor sus patadas—. En verdad odio a las mujeres que no se pueden quedar calladas y hacer lo que se les ordena, parece que una lección a la vieja usanza será necesaria, romper esas lindas piernas tuyas será todo un placer.
Fantomu dio un paso hacia adelante.
La única puerta a la fábrica abandonada se abrió de repente con ese paso, haciendo que todos los presentes se girarán allí.
Una imagen fúnebre se formaba a sus espaldas.
El cabello carmesí se agitaba a la luz de la luna, una brizna entraba a su espalda, al tiempo que sus ojos no mostraban irá u odio de algún tipo, con una neutralidad absoluta camino hacia adelante, entrando y llevando arrastrados en cada mano, los cuerpos de dos Shinobis de Kumo, sus caras mostrando una expresión de horror e incredulidad, sus cuellos destrozados ante el agarre del pelirrojo, en un signo de que murieron antes de siquiera poder gritar.
Bañado en carmesí, el azul de sus ojos brillaba en la oscuridad de la noche de manera inhumana.
Dejo los cuerpos caer sin darles importancia alguna al tiempo que seguía caminando hacia adelante, en un silencio mortal, Naruto alzo el cuello levemente para ver desde atrás del gigante a Ikumi, Naruko y a Chun-Li, se quedó viendo fijamente a la última al notar las heridas de gravedad de esta última…
Y luego.
Les dio una leve sonrisa, tratando de verse reconfortante, que con la sangre que tenía encima, solo dio un aspecto más tétrico.
—Lamento haber tardado en llegar— hablo en un tono de voz suave, no concordando con la apariencia homicida que estaba dando—. Voy a necesitar que me hagan un favor, cierren los ojos y tápense los oídos… no quiero que vean esto.
—¿Quién demonios… es este tipo?— pregunto Fantomu de repente, una gota de sudor surcándole la mejilla al ver a dos de sus mejores hombres con unas expresiones de miedo que jamás había visto ni cuando se enfrentaban a las mayores amenazas que la aldea tenía que ofrecer.
—Es uno de los Uzumakis que estaba con la Habanero Sangriento, señor, creemos que fue él quien se enfrentó a Mamoru y los demás.
—…Hmph…. Uzumaki, ¿Eh? Pues no te creas la gran cosa por un par de muertes por la espalda, niño. Las mujeres de tu clan van a ser usadas para repoblar en Kumo, así que te puedes rendir ahora y tal vez te quede algo de diversión, a diferencia de antes aquí no tienes nada de Chakra que puedas usar para defenderte y…
—Lo lamento, enserio, te pido perdón por adelantado.
—…¿Ha?
Naruto empezó a hablar cuando vio a las tres mujeres allí tapar sus ojos y oídos, inclinando la cabeza a un lado—Tu probablemente seas un bastardo bastante grande, pero no mereces lo que te voy a hacer sufrir, así que… te pido perdón por todo lo que está apunto de pasar.
—…Hmph, ¿Crees que un par de palabras va a ser suficiente para asustar a los ninjas de la aldea de la nube?
—Si tuviera que ser honesto, estoy más sorprendido que nada— declaró Naruto quitándose los lentes y la camisa que le cubría, crujiendo su cuello de un lado a otro con los ojos cerrados—. Estoy sorprendido que haya animales tan estúpidos como para creer que tienen una oportunidad contra mi.
Jamás le gusto pelear.
Jamás le gusto matar.
No había alguna clase de disfrute sádico en sus acciones, y el no estaba odiando a nadie allí, él simplemente estaba enojado, y buscaba descargar esa ira.
Sus ojos amarillos parecieron brillar aún más cuando su cuerpo cambio, su ya de por sí gran musculatura se hincho cada vez más, su altura aumentando hasta los 2.23 metros, sus dientes se volvieron afilados hasta casi sobresalir de su boca, al tiempo que su cabello crecía y se volvía más salvaje, con dos cuernos negros como la obsidiana con anillos dorados alrededor de ellos.
Lo que parecían escamas crecían en varias partes de su cuerpo, junto con las marcas en sus mejillas volviéndose más salvajes y sus dedos pasando a verse más como garras, la camisa que le cubría rompiéndose y rasgándose ante su nuevo tamaño.
El Oni enfrente de ellos dio un paso al frente, justo en el instante que uno de los ninjas de Kumo le atacaba con la armadura del elemento rayo activa.
Lo siguiente que dicho ninja vería serían los dedos de Naruto bajando sobre su cráneo antes de que estos le cortaran la cabeza como aplastando una manzana madura, la masa cerebral y los trozos de hueso resquebrajados ante su toque al tiempo que el pelirrojo se lanzaba en contra de ellos a una velocidad aún mayor que la de aquellos que usaban la armadura del rayo.
Dos más se lanzaron en su contra, el pelirrojo dio una patada a las rodillas de uno de ellos, y eso no entendió lo que pasaba cuando sus piernas eran incapaces de moverse y caía al suelo, lo último que vieron sus ojos fueron los pies del demonio antes de que aplastara su cráneo.
El puño del pelirrojo se hundió directo en el estómago del otro que atacaba desde la dirección contraria, sus garras sujetando todo lo que hubiera adentro antes de jalar hacia atrás, arrancando los intestinos y luego el hombre con una expresión incrédula apenas tuvo tiempo de procesar lo que había pasado antes de que su brazo fuera agarrado.
Su cráneo dio directamente contra el de otro de sus compañeros, antes de que su cuerpo fuera sacudido como un martillo por el Okami, partiendo los cuerpos de sus compañeros con su cadáver hasta que lo único que sujetará fuera la extremidad y una masa de carne molida.
El resto se retrajeron a su alrededor y decidieron atacar al mismo tiempo desde todos los ángulos, tiro el cadáver contra uno de ellos antes de sujetar con uno de sus brazos a uno de los que había intentado atacarle por la espalda con una patada, la mandíbula del pelirrojo pareció dislocarse mientras aumentaba de tamaño hasta que se cerrará sobre la cara y cabeza del ninja de Kumo, sus dientes desgarrando la carne antes de sujetar con su otra mano a uno más y mover el cuello hacia atrás.
Como una maza, bajo sobre el cráneo de su próxima víctima y su cráneo pareció explotar al impacto.
En menos de un segundo, uno de los usuarios de armadura del elemento rayo llegó hasta donde estaba, con su dedo extendido hacia él, la Puñalada del Diablo, una de las técnicas más poderosas de Kumo, con la que el Sandaime Raikage había sido capaz de cortarle las colas al Hachibi.
Le dio a Naruto en la mejilla, mandando una onda de aire a un lado de su cabeza, el dedo doblado del Yotsuki estaba sobre su mejilla, sin siquiera un rasguño, antes de que los ojos del Oni se pusieran fijos sobre él.
Un aura oscura cubrió la piel del pelirrojo antes de que la carne del brazo entero del hombre se deshiciera.
Cada gota de sangre en el cuerpo de Naruto estaba bañada en energía demoníaca, que mezclada con su Chakra, daba lugar a una fatal y oscura variante de energía llamada chakura uirusu (Chakra Virus)
Cuando era un Oni joven, tenía serios episodios de malestar físico, debido a la mezcla de dos fuentes de energía extrañas causaba una extraña reacción en cadena dentro de sus energías físicas y espirituales, estaba infectado con un virus depredador.
El virus en cuestión era incomparable con los virus normales, ya que no afectaba el cuerpo físico, sino las fuentes de energía que incluyen energía natural, chakra y energía existencial.
Este virus está fijado dentro de su sangre oni, su alma y su forma física, actuaba como una forma de vida sensible, consumía a cualquier cosa en la naturaleza y tenía la capacidad de destruir cualquier forma de vida orgánica, estructura basada en energía o aquellas que giran alrededor del qi primordial.
Era más una entropía debido al desequilibrio del propio qi de Naruto como un demonio, capaz de unirse con las moléculas del oponente es capaz de destruir por completo el tenketsu en cuestión de segundos, en el momento inicial de contacto.
Sin embargo, ese virus de Chakra daba el problema que nulificaba cualquier forma de usar Ninjutsu Elemental, o Senjutsu, una energía que lo pudría todo y traía la entropía máxima era imposible de mezclar con el uso de cualquier energía que no fuera ella misma y el cuerpo del que era generado.
No era un problema, en lo más mínimo.
Su forma de demonio no era una que usará por su uso de energías, si la usaba, era absolutamente por la supremacía física que poseía.
Madō na Ryū: Fumetsu no Shuken (Senda del Camino del Mal: Eminente Dominio)
Una bruma oscura de formó alrededor del cuerpo del pelirrojo al tiempo que líneas rojas se formaban por todo su cuerpo, una onda presurizada de aire oscuro se formó a su alrededor, antes de que el pelirrojo agarrara el cráneo de uno de ellos, y jalara de repente hacia arriba, arrancando toda la parte superior del cráneo antes de que sus manos se movieran como un torbellino, atravesando a todos y cada uno de los que se encontraban enfrente, bañándose en rojo, prácticamente cada que movía las manos.
De repente, se notó que se empezaban a poner desesperados cuando sus Jutsus se deshacían al tocarlo, y cuando tuvieron que agarrarle del cuello por detrás en vez de tratar de enfrentarle físicamente, los demás siguiendo su ejemplo al empezar a lanzarse sobre él, haciendo que el pelirrojo simplemente hiciera el sello de mano del conejo.
Madō na Ryū: Kisho Keiyo (Senda del Camino del Mal: Zarcillos Emergentes)
Trozos de carne negra endurecida salió de la piel del Oni, al tiempo que penetraba como un puercoespín todo lo que tuviera contacto con él, extendiéndose por varios metros y matando a todo aquel que aún estuviera de pie para pelear.
Naruto deshizo la técnica segundos después, mirando al único que quedaba, Fantomu estaba congelado viendo lo que el pelirrojo había hecho en menos de diez segundos, y se quedó aún más congelado cuando sintió sus ojos sobre él.
—Y…yo… me rindo, me rindo… piedad… piedad…— declaró de repente cayendo de rodillas y poniendo la cabeza directo contra el suelo—. Puedo… puedo decirte dónde están los demás, dónde puedes matarlos más a tu gusto, dónde…
La cabeza del Oni se hizo a un lado.
—¿Cuál es el propósito de algo así?— su voz se había vuelto más grave, madura y sin emociones—. No es como si me vuelva una especie de bestia sin razón, todo esto sigo siendo sólo yo.
Fantomu sintió el aire volver a sus pulmones antes de levantar la cabeza.
Y entonces, miro al pelirrojo acuclillado enfrente suyo, con una expresión que casi parecían inocente y curiosa.
—Así que no es como que no te vaya a hacer algo que no planeaba hacer desde el comienzo— declaró antes de agarrar al hijo del Raikage del cuello y lanzarlo contra una pared de golpe.
Este ni siquiera fue lastimado por el impacto, pero sentía como la piel que había hecho contacto con el Okami estaba empezando a arder, se sujeto el pecho apenas se despegó de la pared, y miro hacia arriba nuevamente, viendo al demonio enfrente suyo viéndole todavía con una total indiferencia.
—Lamento lo que te va a pasares sólo que…— murmuró él Oni mientras las tres mujeres detrás suyo seguían con los ojos y oídos tapados—…Nadie toca a los que me importan y vive para contarlo— declaró el pelirrojo poniendo sus dedos en una especie de marca similar a un sello de manos, pero en una forma que no se miraba como ninguno que fuera usado en las naciones elementales, poniéndolos enfrente de sus dedos—Kyōchimyōgō (Fusión de la Sabiduría y Realidad)
Los ojos del Yotsuki se abrieron cuando el mundo a su alrededor prácticamente pareció ser cambiado por un reino de oscuridad, cuyo único brillo era un templo budista repleto de calaveras—Fukuma Mizushi (Relicario Demoníaco)
Lo siguiente que el hijo del Raikage sabía, era que de las calaveras empezaron a salir fantasmas y espíritus en lamentación, antes de ir en su contra como un ejército, con un par de exhalaciones, el pelirrojo suspiro y todo se deshizo, no dejando rastro atrás minero templo ni del ninja de Kumo.
El ser titánico de las de dos metros y cuernos en su cabeza se quedó viendo la luna llena por unos momentos antes de que su cuerpo fuera reducido en tamaño nuevamente, y se diera la vuelta para ver por quienes había venido.
Extendió una mano hacia ellas, viendo la sangre que le cubría completamente, antes de retraer su mano unos momentos, para luego suspirar y sacudirse como un perro, la sangre volando de su cuerpo para luego caminar lentamente hacia ellas.
Puso una mano sobre la mejilla de Chun-Li, haciendo que está abriera los ojos cuando sintió un cálido y gentil toque sobre ella.
Miro los ojos azules de Naruto al tiempo que este le daba una mirada preocupada, viendo las múltiples heridas en su cuerpo—Hey…— saludo sin muchos ánimos, mientras sus hermanas abrían los ojos cuando los ruidos que escuchaban se habían silenciado—. Pasaste por bastante cuidando a estas dos, ¿Eh?
—Je… llegas tarde— respondió ella dejándose caer sobre el pecho del pelirrojo.
—Ya me disculpé por eso— declaró el Okami antes de extender sus brazos, agarrando las cabezas de las dos rubias a los lados—… Me alegro… de que ustedes… estén bien.
Las otras dos apenas y entendían lo que había pasado, antes de que el pelirrojo pusiera sus manos brillando en verde sobre las heridas de Chun-Li, empezando a sanarla lentamente, acariciando suavemente su cara llena de cortes y moretones, mientras ella le veía con un brillo suave en los ojos.
Apenas Naruto termino de sanarla, abrió los ojos cuándo fue empujado hacia atrás, su espalda dando contra el suelo y luego levantando el cuello para ver a la castañas quien de repente puso sus manos a los hombros de las rubias—Saben… todo esto me enseñó que ustedes dos son buenas chicas en verdad… no me molestaría compartir con ustedes dos.
—¡H-Hey! ¿¡A qué demonios viene eso en esta situación!?— pregunto el pelirrojo tratando de levantarse, antes de que Chun-Li se costará sobre su pecho.
—Solo… guarda silencio por un momento, Okami-kun… solo déjate llevar.
El pelirrojo vio como Naruko e Ikumi se acostaban sobre sus brazos, haciendo que parpadeara cuando ellas le abrazaron con fuerzas.
Noto como las tres tenían lágrimas en los ojos al abrazarle.
La boca se le cerró en cualquier tipo de réplica.
Movió sus brazos un poco, y las abrazo con fuerza a las tres.
Mientras tengas un lugar donde las personas a las que le importas estén, no podrás decir que no tienes un hogar.
Suspiró levemente.
Supongo que ya entiendo porque te estabas riendo al contarte todo eso, hermano.
