WASAAAAAAH

No sé me ocurre nada que decirles, vamos a por los reviews

Para atila 25

Dejame llegar al capítulo 30 de Okami, después de eso, me pongo a escribir acerca de Pokémon, y de Variant, ya tengo los siguientes capítulos listos y pensados, pero es más la voluntad de escribir lo que necesito, y ando con gripe, así que estoy en números mezclados aquí xd

Para alkirius

Dato interesante, bajo suficiente presión y estrés, Mikane llegaría a "Zero Sanity", y bueno, digamos que allí estaría 100% dispuesta a llevarse bien con las hermanas de Naruto v:

Para Nathaniel II

El norte es fuerte

No tengo problemas, me encantan tus reviews, y acerca del anime que recomendaste... No me des ideas, planeo poner a Okami shota en unos caps, y va a terminar de manera cochambrosa entre más inspiración me des v:

Para Yahiko 8D

Este cap te gustará o no, depende de cómo lo veas xs

Reviews respondidos, vamos a la...


ACCIÓN


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Capitulo 26

Despedida y reencuentro

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Mastico la comida en su plato con una mirada neutra, al tiempo que tenía no sólo su propia cuchara queriendo meterse adentro de su boca, Naruto miraba a Morrigan quien simplemente le sonreía de manera pícara al tiempo que Albedo le trataba de dar de comer ella. El Okami no tenía el corazón para decirle "Deja de hacer eso, molesta demasiado" porque ella no le haría caso de todas formas, y la peliverde enfrente suyo, bebiendo café tranquilamente, lo sabía lo suficiente como para disfrutar del espectáculo.

Sus dos… "amigas" súcubos eran muy similares en algunas cosas, pero muy diferentes en otras.

Albedo le había conocido desde niño, él le había entrenado, Naruto literalmente la había visto convertirse de una niña/demoniza normal a una de las guerreras más fuertes que conocía, de no ser por el hecho de que ella no paraba de hablar acerca de cómo ella era su sirvienta –y del hecho de que habían cogido, siendo ella de las pocas mujeres que podrían aguantarle en el sexo sin contener nada– pensaría en ella como una hermana.

Una hermana demente que podría matar a todo un país si la molestaban lo suficiente.

Morrigan era un detalle un tanto diferente.

Ella era descendiente directamente de uno de los hijos de Yamata, siendo técnicamente de la realeza del Makai por ser hija del rey de dicho infierno, no eran familia simplemente porque todos y cada uno de los que tenían la sangre de Yamata eran seres de especies completamente diferentes entre si.

Sus 72 primos viéndose completamente diferentes era una prueba de ello.

Ella era poderosa, orgullosa –y con buena razón– y a diferencia de Albedo, no le arrancaría la cabeza a alguien por mirar en la misma dirección que él.

Cosmos no me va a dejar vivir en paz cuando se entere de esto. Pensó suspirando antes de que la cuchara de Albedo casi le hiciera ahogarse, gruñendo por eso, antes de que se llevará la mano a la cara al tiempo que la pelinegra sacaba la cuchara.

—Déjeme decirle, Okami-sama. Su nueva apariencia es un deleite para la vista— comento Morrigan de manera sugerente, haciendo que el Okami se cubriera los ojos—. Aunque debo decir, es una lástima no volver a verlo a como nos conocimos, era tan lindo más que sensual.

El pelirrojo se llevó ambas manos a la cara para cubrir que se estaba empezando a poner tan rojo como su pelo.

No había envejecido en todo el tiempo que pasó con su tío en los diferentes infiernos más que un año, lo que quería decir que en toda la travesía que había hecho, había sido un niño, había sido molesto que conocía a niñas menores que él, estás crecían y se volvían mujeres hechas y derechas, y él se quedaba como un tomate enano.

También estaba el hecho de que el lóbulo frontal de un niño no estaba completamente desarrollado hasta a partir de los 13-14 años así que mil años en el infierno no le habían ayudado mucho en ser más maduro.

Era un detalle curioso que las mujeres demonios no tenían tapujos respecto a quien tenían de compañero sexual independientemente de la edad o la apariencia.

Eso o todas las mujeres que conoció allí eran shotaconas.

…lo cual… no sonaba demasiado alejado de lo que conocía de ellas.

—Hablando de apariencias, un detalle— les hablo mientras hacia un ademán a su cabeza y cadera—. Si van a quedarse conmigo, tienen que ocultar sus cuernos y alas, será demasiado llamativo si dos mujeres que parecen hechas a mano por un dios de la belleza aparecen con rasgos demoníacos.

—¿Eso fue un cumplido, Rouge-sama?— pregunto Morrigan sonriendo suavemente.

—…La última vez que alguien vio a una persona de nuestra línea de sangre, el sintoísmo nació, Amaterasu dejo a los hombres de diez generaciones con sueños húmedos cada que pensaban en ella— le recordó el pelirrojo—. Y ella vestía ropas de sacerdotisa, y tenía rostro gentil, ustedes dos son literalmente demonios que incitan a la lujuria, ustedes hacen eso, existiendo.

Naruto no era estúpido, o denso, bueno… tal vez no demasiado.

Sabía que su apariencia era considerada atractiva por la mayoría de humanos, y eso era considerando que los estándares de belleza habían cambiado en los más de 10 Mil años que llevaban existiendo como civilización. Jamás le había puesto el mínimo de atisbo de atención a verse bien, y sin embargo, había tenido civilizaciones enteros llamándole "Oh, aquel hermoso de carmín"

Él jamás miraba a alguien y se fijaba en su apariencia primero. Su estadía en el mundo era prueba de eso, mujeres hermosas se le habían estado insinuando sin parar por meses y estaba más agotado mentalmente que excitado por eso.

—No nos desviemos del tema, con alas de cuervo, cuernos y alas de murciélago, llamarán la atención al instante. Y eso que hay gente en este mundo con mutaciones corporales que les hacen sacar los huesos del cuerpo— declaró el pelirrojo.

—Pues lo siento señor, pero no veo porque hacer eso, somos demonios, es nuestro orgullo y parte de lo que somos, además, ¿Qué es lo que van a hacer los humanos en contra nuestra?— pregunto Albedo con superioridad.

—Exactamente por eso, 90% de la humanidad no les van a poder hacer nada, esto no es alguna especie de "Oculten eso porque sino los humanos les cazarían y podríamos morir", esto es lo inverso de eso, no estoy tratando de protegerlas del mundo, estoy tratando de proteger al mundo de ustedes dos… ¡Especialmente tu, Albedo!

—Ese es… de hecho un muy bien argumento— comento la peliverde poniendo una mano sobre su mentón.

Su compañera le giró a ver—No puedes estar hablando en serio, ¿Ocultarías tu propia existencia sólo porque a los humanos les sigue dando miedo el fuego?

Morrigan desestimó eso rápidamente—Oh, claro que no… pero por Okami-sama, yo haría cualquieeeer cosa~— ronroneo ella de forma suave guiñándole el ojo al pelirrojo.

Algunas veces, Morrigan le molestaba más que Albedo.

Con la segunda era un tanto más como querer pagar la deuda de vida que ella sentía que le debía, con la princesa del Makai, era diferente, ella era astuta, era inteligente, y sabía cómo explotar las debilidades de sus enemigos, o en su caso, como darle en lugares donde más le molestaba.

—¡Yo también estoy dispuesta a hacer lo que sea necesario para mí amo y señor!— decreto Albedo levantándose de la mesa al tiempo que conectaba sus manos y empezaba a recitar algo, para luego ser cubierta en un brillo morado que hizo desaparecer sus alas y cuernos.

Mientras tanto, Morrigan hizo lo mismo con sus alas en cabeza y cadera, sin tener que recitar nada, viendo con una sonrisa al pelirrojo que les vio en búsqueda de algo que podría parecer que fueron sacadas del círculo del infierno para los lujuriosos.

—Con esto supongo que nos vemos más humanas, no es así, ¿Okami-sama?— pregunto la peliverde haciendo una pose que mostraba su cadera y su pecho.

—Bueno, más allá de que pareces sacada de una de las supermodelos que Koyuki contrataba… si, te vez bien— dijo antes de ver cómo la peliverde se montaba en la mesa a cuatro patas y se ponía a verle cara a cara.

—¿Entonces por qué no nos recompensas con cogernos como hiciste con esas humanas? Sólo que en esta ocasión si vas a tener diversión con alguien que sabe cómo complacerte— le sugirió ella de golpe con una sonrisa enorme en su cara al tiempo que estaba a centímetros de su cara.

El pelirrojo miro como Albedo había acercado su silla hacia donde estaba él aún más y estaba acariciando su pierna, para luego empezar a acariciar su entrepierna con una sonrisa sugerente en su cara.

No menos de 15 segundos después, las dos estaban afuera de la habitación arañando la puerta.

Naruto le puso una mano encima a la puerta antes de que está brillará en blanco por unos segundos.

Tenía dos habilidades principales que afectaban los conceptos, clasificadas como habilidades Rubedo.

Omodaru, que controlaba la Cantidad de Muerte, que significaba que afectaba el concepto de Cantidad.

Anakashikone, que controlaba la Calidad de Vida, que significaba que afectaba el concepto de Calidad.

Tenía otras habilidades, pero esas eran las que más usaba, Anakashikone por ejemplo, le permitía controlar las cualidades de algo. No la usaba en medio del combate porque no era bueno con las habilidades que tuvieran que ser planeadas de antemano, así que servía para prepararse.

Por ejemplo, le daba la cualidad de Inmutabilidad en todas sus armas.

Eso significaba que no se podían romper, no podían oxidarse, o ser selladas o usadas por otras personas que no fueran él. Hasta un alfiler afectado por eso no podría ser levantado por nadie excepto él.

En resumen:

La puerta era indestructible.

...

Ahora que lo pensaba mejor, lo extendió a las paredes igualmente, ellas podrían incluso venir del suelo si eso significaba sacar algo de él… y luego sudo levemente al ver como la puerta estaba empezando a mostrar grietas.

Se que no la van a poder romper, pero carajo, da miedo ver eso.

Suspiro y se fue a beber su café, tendría muchas explicaciones que dar al resto de gente de Konoha, suspiro sintiendo la cafeína empezando a aliviar el dolor de cabeza que sentía.

Ni el mejor brebaje de curación del mundo se comparaba a una tasa de café por la mañana, eso era algo que solía decir su…

—…Hnnnn— un sonido grave salió de su garganta al recordar eso, antes de agitar la cabeza—. Supongo que tenerlas a ellas me está haciendo recordar cosas del pasado.

Lo único que necesitaba era no tener dolores de cabeza por las dos súcubos que le estaban siguiendo.

Desafortunadamente para él, aparentemente el universo estaba enojado por usar la energía que le conformaba, así que decidía cobrarle al Okami en cuestión de suerte.

Apenas salió del cuarto, noto que ni Morrigan ni Albedo estaban, lo cual sería algo bueno normalmente, excepto que si no estaban con él, podrían causar más problemas. Sentía un mal presentimiento de eso mientras sus sentidos estaban empezando a agudizarse para escuchar… risas—Oh no— murmuró en voz baja al tiempo que iba lo más rápido que podía al piso de abajo.

Miro a los equipos de Konoha sentados en sillones alrededor de una mesa de vidrio, y el pelirrojo podía sentir la presencia demoniaca de dos súcubos en medio de ellos, haciendo que caminara casi mecánicamente para ver de qué se estaban riendo.

—Podrían decir que el hecho de que Okami-sama es tan grande ahora es porque pasó la mayor parte de su adolescencia siendo pequeño, el técnicamente es mayor que yo por un par de años, pero mírenlo aquí— indico Morrigan mostrando un álbum de fotografías.

Allí mostraba a un niño pequeño, vestido con botas negras, un short café, camisa verde oscura y un gran trozo de tela café alrededor suyo. Tenía una expresión neutra en su cara al tiempo que estaba sentado sobre las piernas de una Morrigan más joven que le peinaba el cabello enternecidamente.

Estaba el detalle de que esa foto era de la primera vez que Morrigan hacia algo así con el pelirrojo, así que su cabello tenía un montón de accesorios –en su mayoría para mujeres– y peinados en diferentes lados.

—De todas las que podían haber estado buscándome, tenía que ser la que tiene ese libro— murmuró el pelirrojo caminando hacia la mesa sintiendo un dolor de cabeza que estaba aumentando cada segundo que las risas aumentaban.

—Esta es una de mis favoritas, Okami-sama se había interesado mucho en la herrería de nuestro pueblo, y se veía adorable en su traje de herrería.

Mostró a un niño con un brilloso y lustroso cabello rojo, con grandes y brillantes ojos azules cubiertos por googles, vistiendo unos botines azules, unos pantalones negros y un overol de trabajo que le cubría el torso y brazos, llevando un martillo demasiado grande para su tamaño.

—Se ve tan lindoooo— dijo Ino enternecida por lo que veía.

—Se ve tan ridículo— comento Sasuke con una risa al tiempo que el resto igualmente se reía antes de detenerse de repente—…¿Está detrás de mí no es así?

—De hecho está detrás de Morrigan-san— dijo Kakashi distraídamente mientras el pelirrojo miraba el álbum de recuerdos que la súcubo tenía.

No eran tomadas con una cámara, ella simplemente había usado sus recuerdos y las había recreado físicamente, lo cual significaba que no importaba que las destruyera, ella podría crear más—…Estaba pensando en darles a algunos de ustedes algún tipo de armas hechas por mi mismo, pero ahora que me recordaron mi oscuro pasado.

—Awwww, Ka-kun, vamos, no te pongas así, te veías adorable así— declaró Naruko mientras sostenía el álbum enfrente del pelirrojo, la ceja de este se sacudió levemente mientras veía a su versión de niño con un short azul oscuro y nada más en la playa, sentado en las piernas de una Morrigan totalmente adulta en traje de baño y ambos con lentes de sol en sus caras.

No sé porque usábamos esa, ese infierno tenía un sol rojo, no era tan intenso como para necesitar gafas. Recordó el Okami recordando las… penosas experiencias con diferentes chicas.

—¿Cómo se conocieron ustedes?—pregunto el Ojiazul cerrando el álbum rápidamente.

—Ahh, Morrigan-san y Albedo-san estaban afuera de tu habitación, arañándola y golpeándola, pensamos que te habías conseguido un par de acosadoras hasta que nos explicaron que eran amigas de tu infancia de las cuales nunca nos contaste que estaban por Kumo— explico Kushina con algo de reproché—. Son señoritas bastante lindas y educadas, hasta me gustaría que Naruko fuera más como ellas.

—Y hasta crees Kaa-san— respondió la rubia de coletas sacando la lengua a su progenitora.

Naruto sabía que un arma incluso más peligrosa que la predisposición biológica al sexo que tenían las súcubos, era el modo que ellas tenían para seducir con palabras y acciones, Albedo simplemente tenía que guardar silencio y sonreír suavemente aún cuando no fuera sinceramente, y Morrigan ya tenía a la gente de Konoha prácticamente confiando ciegamente en ella.

Se froto el puente de la nariz.

—Y aquí está cuando dormíamos juntos, en verdad que era bastante pegajoso de niño, en verdad que extrañamos eso ahora— comento Morrigan haciendo al pelirrojo crisparse para ver cómo estaba mostrando una foto… de él dormido… sobre el pecho de la súcubo de cabello verde.

Las risas y burlas de sus compañeros le estaban molestando, pero no más que la noción de que Morrigan hubiera puesto fotos de las cosas que habían hecho en el Makai, tomando el libro en las manos de la súcubo y tirándolo detrás suyo—Aunque me encantaría quedarme a que me avergüencen por otra media hora… y hablando de avergonzarme… hay alguien a quien quiero que ustedes conozcan, es un buen amigo mío, prácticamente lo considero un hermano… podría estar aquí en cualquier momento.

—Uh, me acuerdo de esta, quedaste con los cuernos atorados en el suelo y no te podían sacar— comento una voz detrás del Okami haciendo que se congelará.

—¿Cuernos?— pregunto Naruko apenas vio como un pelinegro entraba al hotel con el libro lanzado en una mano.

Los ojos de Naruto brillaron por unos momentos en rojo antes de que de manera espontánea el libro en las manos del pelinegro cobrará fuego. Ante el sonido desilusionado de varias, Morrigan les calmó con unas palabras—Tranquilas… tengo copias.

Los equipos de Konoha se quedaron callados viendo a un pelinegro de ojos rojos, de casi el mismo tamaño y complexión del pelirrojo dando una sonrisa descaradamente mientras le pasaba una mano por el cuello al Okami—¿Qué onda? Espero que mi tonto hermano mayor no les esté causando problemas, siempre ha sido un estirado.

—…¿Y usted es?— pregunto Asuma confuso ante el chico que simplemente sonreía de lo más divertido con el ambiente.

—Ustedes pueden llamarme Meryo así como a mi hermano lo llaman Okami, soy básicamente como él, solo que diez veces más genial y cien veces más sensual— declaró arrogantemente recibiendo un codazo a las costillas de parte del pelirrojo, que sonó como si hubiera golpeado metal.

Ayer me había levantado con la decisión de afrontar el hecho de que me cogí a una chica con la que compartía progenitor… y sin embargo con esto hoy no me siento preparado. Pensó el Okami llevándose una mano a la cara.

—Nacidos de diferentes madres, tenemos el mismo padre… adoptivo, también nuestros padres son diferentes… bueno, más o menos— dijo el pelinegro pensativo, haciendo a su hermano mayor viéndole con expresión neutra.

—Cada vez que digo que no puedes ser más tonto, te lo tomas como reto personal, Ise— murmuró él pelirrojo antes de mirar un reloj cerca de una pared—. Ahora que lo pienso, Ikumi y Hallibel me dijeron que las fuera a ver a un bar hoy… y tengo que llegar en una media hora, ya que están ustedes tres aquí, ¿Puedo confiar en que los pueden cuidar mientras no estoy en lo que voy a verlas?— pregunto el Ojiazul a sus dos… amigas con demasiados beneficios y a su hermano.

—Seguro, nadie les tocará un pelo mientras estamos aquí, y si lo hacen, será un buen estiramiento desde lo de esta mañana— declaró Meryo sonriendo.

—…¿Puedo confiar en que no aprovecharán esto para avergonzarme más?— pregunto alzando una ceja.

Meryo, Morrigan y Albedo se vieron entre si, antes de ver al Okami al mismo tiempo—No contaría con ello.

—Carajo— mascullo en voz baja.

—Hey, no somos niños a los que tengas que estar cuidando— se quejo Satsuki levantándose de su asiento.

—Estamos en una aldea enemiga en la que hace poco mate a varios de sus ninjas que están amenazando con hacer una guerra civil, el hecho de que no estalle a una guerra entre naciones, es porque la Raikage está siendo considerada con todos nosotros por nuestra intervención pacífica— le recalcó el pelirrojo antes de llevarse una mano a la cara y suspirar—… Lo cual significa que podrían ser atacados, y no es por ofender, pero si alguien verdaderamente fuerte viene contra todos ustedes, será como ver a un adulto usando una motosierra peleando contra niños de cuatro años.

—Oh vamos, no puede ser tan malo— se quejo Menma por el trato que les estaban dando.

—…Albedo, vigila bastante a la familia Uzumaki, tienen… asuntos personales bastante malos con Kumo, si alguien de aquí los desaparece, tu los desapareces a ellos.

—Como usted ordene, Okami-sama— dijo la pelinegra, sonriendo felizmente. No le podían importar menos todos los humanos en esa aldea, estaba segura que no había nadie que fuera capaz de siquiera rasguñar a su señor, pero se había enterado que la mujer pelirroja era la antigua progenitora de Rouge-sama.

Inicialmente, había pensado en matarla, a ella y a sus hijos, de la manera más dolorosa y prolongada posible, para hacerles sentir una pizca del dolor y desesperación que su señor había sentido por su ausencia.

Pero luego se enteró que había sido de hecho un gran malentiendo, y que Rouge-sama estaba de hecho queriendo estar en buenos términos con ellos, incluso aunque no eran su familia ya.

Lo que significaba, que ellos estaban bien, su señor estaba contento, y la felicidad de él era lo que más le importaba en todo lo que existencia.

De no ser porque la propia Kushina mostraba cierta atracción por el pelirrojo, y porque ya no era su madre, lo consideraría "ganar puntos con su suegra"

Para cuándo Naruto dejo el hotel en el que se hospedaban, sintió un escalofrío en la nuca.

Era un mal presagio, sus instintos se lo decían.

No era un presagio del tipo "una montaña se va a caer matando a miles de personas", era del tipo personal, algo malo le iba a pasar, y ya fuera en reversa al hotel o caminando a la dirección dada por Hallibel, esa mala sensación solo estaba aumentando.

Ni todo el entrenamiento de Izanagi le había preparado para lo que afrontó en una aldea en el curso de poco menos de un mes.

Una parte de si mismo estaba agradecido de que, a diferencia del 99.99% de las mujeres que había conocido, las que le rodeaban no buscaban estar servicialmente con él alabándole y denigrándose. El problema principal es que dejando eso de lado, parecía que no les importaba en lo más mínimo el "compartirlo"

Lo cual no le veía mucho sentido, si estuviera con una chica, a él no le gustaría que ella se estuviera viendo con 20 tipos más, el hecho de que tuviera la necesidad biológica cada cierto tiempo no era algo de lo que estuviera orgulloso, pero era algo que podía manejar incluso.

El hecho de buscar una relación monógama parecía ser la fuente de castigo principal de su vida.

La segunda vez que algo así le había pasado era en la actualidad, con el universo mismo forzándole a tener varias mujeres encima suyo, que incluso eligiendo a una de ellas, parecía que le torcían el brazo para elegir a más.

La primera vez…

Naruto se quedó enfrente de la puerta del bar cuando se dio cuenta que había llegado.

Se quedó quieto unos segundos.

….

Debería dejar de estar pensando en eso aun después de tanto. Sacudió la cabeza y miro a su pecho unos segundos, antes de abrir la puerta al bar… Un bar lleno de mujeres, y más parecido a un club nocturno, era exageradamente más oscuro adentro que afuera aún de día.

Bueno, por lo menos sabía que simplemente llegó cuando no habían muchos hombres, porque nadie le estaba dando más que un par de miradas ocasionales, y eso posiblemente porque parecía alguien del clan Yotsuki en apariencia y complexión con el cabello rojo como sólo un clan en todas las naciones elementales lo tenía.

Pero la mayoría eran civiles, incluso las Kunoichis que estaban regadas por allí, estaban más que nada sólo mirándole de lejos. No había nada de él que no supieran ya de todas formas, el Okami se fue a sentar en una mesa vacía, pidiendo una bebida y simplemente esperando.

Había llegado 15 minutos antes de lo acordado.

Estarse quejando en sus pensamientos le había puesto a caminar más rápido de lo normal, el bar estaba al otro lado de la aldea por una cosa.

[Hey hermano, ¿Estás allí?]— escucho venir desde la parte trasera de su cabeza, la voz de su hermano normalmente le arreglaba, pero cuando le llamaba de ese modo, era porque la estaba jodiendo bastante.

Juro que si algo paso y lo pudiste haber evitado, voy a decirle a las chicas de las que hablabas que estás siendo un holgazán.

—…[¡No te atreverías!]

El Okami le dio un sorbo a su bebida apenas está llegó a su mesa. ¿Enserio? ¿Qué clase de cosas te he enseñado que digan que no lo haría? Pregunto sinceramente curioso.

[…Como sea, no es eso. Estamos bien, enserio, creo que las chicas Uchiha no confían en nosotros, o me creen un Uchiha tal vez, no se. Pero… bueno, ya sabes… quería… hablarte… Hablé mucho de mi mismo antes y siento que no te deje hablar mucho a ti.

No hay mucho que contarte que no pueda ser obvio ya. Le indico suavemente a su hermano menor

[¿Ava…?]

El pelirrojo le interrumpió en media palabra. Destrozado en dos.

—[Hirum…]

Invoco a Kalgalan, uso su alma como sacrificio y le abrí el estómago en dos unos años después para sacar su alma, ella descansa en paz.

Hubo un largo silencio, como si su hermano menor no quisiera preguntar—[¿Aika?]

Muerta. Respondió con simpleza el pelirrojo, mirando a su trago al tiempo que usaba Chakra de hielo para mantenerlo más frío. Fuerzas de la disformidad más poderosas que lo normal, mucho más, enviados específicamente contra mi… me patearon el culo y no es como que se iban a detener allí.

—…[Lo lamento… debí de estar allí, al menos así podría haber… hecho cualquier cosa]

Hermano, esto no paso ayer. Soltó en respuesta el pelirrojo, sonando casi sorprendido por el tono de voz de disculpa. Paso hace mucho, mucho tiempo, tuve tiempo para afrontar ese tipo de problemas hace bastante, lidie con lo que pasó hace tiempo. Esto ya no es una historia acerca de mi peleando contra alguna especie de enemigo mucho más fuerte que cualquier cosa que exista en el mundo, este sólo soy yo… queriendo tener una vida tranquila.

Miro como de repente tres mujeres se sentaban en la mesa donde estaba, dos al frente y dos a los lados, haciendo que cerrará los ojos y suspirara mentalmente.

Que casi olvide que es imposible para mí… te llamo luego.

Naruto cortó la conexión telepática con su hermano, y miro al frente, por encima de su bebida a medio tomar.

Sus cejas se alzaron levemente.

Ellas dos tenían tetas enormes.

Eso no era ni siquiera el estando de pervertido, sino que era él preguntándose cómo es que caminaban sin un constante dolor de espalda por cargar esas cosas.

Una tenía cabello rubio en un corte de cabello tradicional de Kumo, lo había reconocido en varios ninjas de Kumo que había terminado matando, pertenecía a un clan en específico según sabía, tenía una ropa que la mostraba completamente como una Kunoichi de la aldea, con sus enormes tetas sujetadas por una malla de red, y una camisa gris, manteniendo el chaleco blanco de Kumo sujetado alrededor de su cintura.

Naruto había estado rodeado de mujeres con pechos grandes toda su vida, y bueno, eran un montón de conexiones neuronales, grasa y músculos, no entendía mucho porque la mayoría de hombres se ponían como locos por sólo ver un par de ellas moviéndose.

Por otro lado, seguía siendo impresionante incluso para él ver qué tan grandes podían llegar a ser.

A diferencia de su amiga, vestía algo… ¿Cómo decirlo de manera sutil?

Le recordaba a algo que varias súcubos habían intentado para ver si es que tenía algún tipo de fetiche, en particular, el fetiche de algún tipo de maestra estricta teniendo sexo con él, lo que había terminado en él viéndolas raro por meses después de alejarse.

Eran unas botas negras de tacón bastante altas, de unos diez centímetros, y que le llegaban hasta las rodillas, vestía una falda café oscura tan corta que si Naruto estuviera viendo más abajo, podría ver la tanga de color púrpura que ella usaba, tenía una camisa de un café más claro, tenía un enorme escote sin sostén, casi al punto de que pudiera ver sus pezones… y tenía una… ¿fusta para caballos en su cadera? Además de tener un cabello de color gris platinado y ojos negros detrás de unas gafas de marco negro, le estaba viendo con una expresión neutra de desprecio.

Ahora, Naruto no era nadie para juzgar como se vestía la gente.

Había peleado desnudo más veces de las que podía contar, y su sentido del decoro llegaba a ser prácticamente nulo después de vivir en el Makai dónde la vergüenza no existía. Así que no iba a decir nada acerca de cómo esa mujer de cabello plateado se veía… pero estaba curioso por qué a él le veía así.

Miro a sus lados.

Estaba curioso con la chica a su derecha.

Ella era una que atrajo la curiosidad e interés del pelirrojo como un Uzumaki al Ramen, y bueno, no particularmente por su apariencia.

No porque fuera fea, de hecho era muy hermosa, tenía la piel de un tono ligeramente oscuro, con un largo cabello oscuro con un tinte morado, sus ojos eran oscuros igualmente, y vestía una especie de traje de colegiala blanco y azul, aunque le llegaba algo corto a los muslos y tenia el abdomen mostrándose sus pechos eran de un tamaño algo grande pero no tanto como sus otras dos amigas, parecía mostrar un cierto nivel de musculatura y destreza muscular.

No era eso lo que le importaba al pelirrojo.

Ella no le estaba viendo, es más, incluso parecía desinteresada en él, dándole un par de miradas a sus amigas y al resto de mujeres en el bar de manera esporádica.

Naruto podía notar cierto nivel de atracción viniendo de ella por las demás mujeres presentes, lo cual podría ser que ella tenía atracción por otras mujeres.

Se sentía como si quisiera brincar por ello.

Al Okami no le importaba en lo más mínimo, ni siquiera en el nivel más básico, por quién se sentía atraídas otras personas, el sería prácticamente asexual de no ser por las necesidades fisiológicas que tenía.

El detalle estaba en que una mujer que no se sentía atraída por él era prácticamente algo que le podía dar las gracias al cielo en esos momentos, era alguien con quién podía hablar son temor a que se pusiera escalando a peores.

Luego miro a la última.

Ella le daba…una sensación similar a Hallibel y Ikumi.

Tenía el cabello castaño corto, piel morena, vestía una camisa azul con mangas, una piel café afelpada alrededor de la cintura y pantalones igualmente azules. Ella no le estaba mirando, pero parecía estar en guardia, Naruto sentía… algo diferente viniendo de ella, una sensación que pocas veces sentía desde que había llegado al mundo.

—¿Puedo ayudarlas?— pregunto alzando una ceja mientras se ponía en guardia igualmente.

—Tu eres.. Okami, es una cosa segura que ya te encontraste con quién nos pidió estar aquí— declaró la rubia con un tono sin emociones, haciendo un ademán Obre su pelo como si llevara coletas a los lados.

Naruto reconoció eso al instante como Hallibel.

—En pocas palabras— la chica con ropa de colegiala a un lado suyo hablo entonces—. Estamos aquí para ser tus guardaespaldas.

—…— Naruto se quedó callado unos segundos por esas palabras, antes de que una corriente de aire subiera por su garganta—. ¡Pfftttjajajajaja!— soltó de repente el pelirrojo en una carcajada, llevándose una mano a la cara ante la idea de ellas cuatro intentando protegerles.

—No le veo la gracia— declaró la peliplata cruzándose de brazos, resaltando más su pecho.

—Yo si, literalmente podría partirles en dos con una mano, usando los dedos— declaró el pelirrojo antes de simplemente negar levemente—. Miren, se que ustedes probablemente sean algo como las Kunoichis más fuertes de por aquí o demás, pero yo enserio, enseeeeeriiio no necesito más problemas con las chicas de los que ya tengo ahora, ni siquiera las conozco.

—Hooo— soltó la peliplata al oírle—. Esas son palabras bastante valientes, ¿Quieres demostrar que no son sólo palabrerías?— pregunto ella con desdén.

—De nuevo, no las conozco.

—Supongo que deberíamos presentarnos. Mi nombre es Samui— declaró la rubia mientras hacia una leve reverencia—. Está de aquí es Shiraki Meiko, especialista del departamento de interrogación y tortura de Kumogakure, y una de las mejores especialistas de Taijutsu que la aldea tiene para ofrecer, su fuerza física se compara a la de Tsunade Senju en su juventud.

—Hmph— la peliplata inflo el pecho con arrogancia por eso, haciendo que se viera incluso más grande de lo que ya era.

Esa pobre camisa está sufriendo lo otro en lo que ella de compara a Tsunade Senju. Pensó el Okami viendo a otro lado.

—Ella es Unchou Kan-U, la más poderosa usuaria de Sojutsu (Artes con Lanzas) que las naciones elementales tienen que ofrecer— declaró Samui mientras la mujer llamada Unchou inclinaba un poco la cabeza a modo de saludo—. Y ella es…

—Dejemos mi presentación luego, Sami— declaró la castaña alzando una mano levemente, siendo suficiente como para callar a la rubia—. Por ahora, ¿Por qué no hacemos lo que Meiko dijo?

El pelirrojo parpadeó cuando vio como la peliplata tetona alzaba el brazo, poniendo el codo sobre la mesa y manteniendo la palma abierta—¿Qué pasa… asustado?— pregunto con arrogancia la peliplata.

—…

Inhaló levemente y suspiro.

Puso su mano con la de ella, y miro su mano por unos segundos.

Era bastante suave, pero aún así, los músculos alrededor eran bastante firmes, signo de que tenía una fuerza muscular enorme.

Dos segundos después, la peliplata tenía los ojos abiertos cuando el pelirrojo había mandado al dorso de su mano a besar la mesa. Samui tenía las cejas levemente alzadas, al tiempo que sus otras dos amigas se veían sorprendidas por eso.

Vio a Meiko hacerse para atrás con una expresión incrédula en su cara, al tiempo que el pelirrojo le daba un sorbo a su bebida—…¿Terminamos aquí? Porque enserio, no creo que puedan hacer algo que yo no.

—¿Qué te parece intentarlo conmigo?— pregunto la castaña a su lado levantándose para ir del lado de las dos mujeres de grandes pechos—. Después de todo, Meiko es la que tiene más fuerza aquí, es sólo cómo una demostración extra.

Por la madre de todos los hijos de puta.

El pelirrojo estaba frustrado.

Sabía que cualquier otro hombre en su situación probablemente estaría excitado de tener a varias mujeres sensuales rodeándolo, pero él ya estaba perdiendo la paciencia.

Soltó un bufido por la nariz al tiempo que alzaba la mano nuevamente.

Ella le estaba viendo con un sonrisa al tiempo que tensaba los brazos, mostrando que tenía una musculatura bastante grande.

Naruto abrió los ojos cuando vio como su mano estaba a cinco centímetros de tocar la mesa de madera, su cara estaba fruncida levemente al tiempo que sentía como si su sangre estuviera viajando del lado contrario a dónde debería. Prácticamente podía sentir como si metal estuviera surcando adentro de sus venas.

Ahh, curioso.

Empujo su brazo de regreso, sintiendo como si el hueso estuviera apunto de salirse del músculo, al tiempo que podía sentir como esa sensación aumentaba.

Veamos, mover un poco de sistemas sanguíneo, está moviendo bastante toscamente la sangre adentro de mi… y chica, no te metes con eso.

La mesa crujió cuando la mano de ella choco contra ella, y el pelirrojo separó su mano al tiempo que estaba crujía levemente cuando empezó a flexionar sus dedos—¿cuál es tu nombre de nuevo?— pregunto mientras analizaba que todo lo que ella había movido estuviera en orden.

—Korra— declaró la castaña con una leve expresión de sorpresa—…Korra Amamoto, hija de Seishi Amamoto.

—…¿Eres familia de Kiyoshi Yuri, por si acaso?

—Si, es mi hermano menor.

¡CARAJO!


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Para cuándo ella despertó, noto que estaba en un lugar oscuro, callado y cerrado, atada de manos al techo por apéndices de oscuridad, y a las piernas contra el suelo igualmente atadas, la respiración le era difícil, y sentía como diferentes partes de su cuerpo estaban adoloridas.

—Esa armadura tuya es más resistente de lo que creí, nunca vi metal que se regenerará por si sólo, principalmente porque esto no es metal, y aparentemente no te lo puedo sacar porque está pegado prácticamente a tu piel— comento una voz enfrente suyo.

Miro a una pelinegra sentada en una mesa enfrente suyo, sus ojos morados parecían brillar en la oscuridad prácticamente.

—Me gustaría poder preguntar más al respecto, pero primero lo primero, ¿Por qué exactamente me querías matar?

Recordó los eventos de las últimas horas.

Pelear en contra de la líder de Alicorn había sido solamente una prueba, planeaba escapar después de analizar las capacidades que ella y el resto de su organización tenía, y paso de estar peleando a sobrevivir estar contra ella y el Leviatán negro que tenía como nave.

—…Iwagakure está planeando una guerra en contra de Konoha— declaró una voz mecánica dentro del traje, al tiempo que se giraba a ver a su brazo cañón—…Sabían que eres uno de sus mayores enemigos… y tienen una alianza en secreta junto a Sunagakure, fui dada la misión de enfrentarte, investigar acerca de tus habilidades, si es posible… eliminarte— le informo mientras la volvía a ver de frente.

La Yokai de las sombras alzo una ceja—Estas dando información bastante fácil, ¿No crees?

Me haz capturado, el hecho de que no me haz matado es porque tengo información que necesitas, si te digo lo que quieres, al menos me aseguro de una muerte rápida.

—…¿De donde conseguiste esa armadura? En las naciones elementales no hay tecnología suficiente para algo así, y bueno… ¿No vas a querer que tenga a unos amigos con gorras extirpándola de ti, o si?

... Comando de Acceso: Armadura Xelatrop de Batalla. SA1-4468-VM6-P. Desbloqueo de activación en modo estándar. Comando SM-6790. Código 0001.

Hubo un brillo de color naranja unos segundos mientras la titánica armadura de color naranja y roja desaparecía, antes de que los apéndices de sombra desaparecieran y Mikane viera caer a una mujer de cabello rubio atado en una coleta caer enfrente de ella—…Bueno… eso es curioso.

—…Mi nombre es Samus, vengo de lo profundo del desierto del País del Viento— indico la rubia alzando la mirada—. Cuando era… más joven, encontré unas ruinas antiguas dejadas por una raza antigua que vivió en nuestra tierra hecho mucho tiempo, se hacían llamar a sí mismos los Xelatrop… encontré lo que podría ser llamado una fábrica de armas, dicha fábrica tenia armamento demasiado avanzado para ser usado por cualquiera de las naciones… excepto la armadura que viste, simbiótica y biológicamente pegada a mi por medio de su tecnología.

—Así que, una chica guerrera en armadura futurística— comento Mikane sonriendo levemente, al tiempo que la rubia bajaba la cabeza.

—…La armadura se desactiva si yo estoy agotada o inconsciente, cambiar su modo estándar mientras estaba inconsciente me ha dejado incapaz de volver a activarla en bastante tiempo— declaró mientras cerraba los ojos—. Así que si vas a matarme, hazlo ya.

—Si te quisiera muerta ya lo habría hecho, estamos rodeados de sombras, estás prácticamente en la palma de mi mano. Y si te quisiera hacer algo malo habría traído a Shizula y Chizuru— declaró Mikane antes de prender un interruptor en na pared cercano, cegando a la rubia por unos segundos por el brillo tan fuerte.

La rubia alzo la mirada para verle confundida, estaban en una especie de habitación vacía, y Mikane simplemente le sonreía de forma leve—Yo no entiendo… ¿No vas a matarme entonces?

—Digamos que se un poco de ti ya, cazar recompensas— declaró Mikane extendiéndole la mano—. Puede que me hayas intentado matar, pero sólo alguien más me ha dado el tipo de pelea que tú me diste, sólo que está vez me divertí en vez de lanzar todo y que no hiciera nada.

La Ojiazul hizo una mueca al recordar el modo en el que la pelinegra le dio una paliza, prácticamente jugando con ella usando todo su arsenal, y eso fue después de que Alicorn se alejara de la pelea.

—¿Así que… quieres que me una a ti? ¿Crees que vendería a mi propia nación sólo para salvar mi pellejo?

—De hecho, estoy salvando tu pellejo y el de tu nación— declaró Mikane encogiéndose de hombros—. Y bueno, sólo digamos que hay más acerca de esa armadura de lo que tú crees, lo has a terminar descubriendo tarde o temprano, estoy ayudando a qué sea temprano.

La rubia frunció la cara ante eso—…¿De que hablas… acerca de lo primero?

—El tipo del que hablo es parte de Konoha— le informó la Ojimorada con una simple sonrisa—. Y no, no combatí yo contra él, combatió todo Alicorn y unos extras— recordó con una mueva los cariños que su madre había pedido como recompensa por su ayuda—. Te lo voy a poner así, estás salvando a tu nación, el podría partir en dos el océano de arena de tu país completamente, y luego tirar toda Iwa afuera de la atmósfera.

—…Siento que estás siendo algo exagerada, no puede ser tan fuerte.

—¿Sabes que le pasó al País de los glaciares? Nosotros hicimos eso, enfrentó de cara el cañón de riel Alicorn y ojivas que partieron en pedazos todo a kilómetros, y el simplemente se teletransporto después de recibir el impacto para regenerarse del impacto en segundos, una de las integrantes del escuadrón "Arcángel" quedó sin cara por él buscando enfrentarme a mi directamente— declaró seriamente Mikane—. Y él sólo se ha vuelto más fuerte desde eso, créeme cuando te digo que si hay una sola persona en Konoha que valore, y tú aldea le hiere…van a morir todos. Míralo como si salvarás tu pueblo de hacer una estupidez.

—…— la rubia se le quedó viendo incrédula—. Suena a alguien terriblemente fuerte.

—Claro, si después de que salves a tu gente de cometer suicidio masivo, sigues queriendo ser parte de mis tropas, bueno, tienes un pie adentró. El ADN en ti te va a mantener bastante fresca para el combate por bastante tiempo— declaró Mikane con cierta sorna.

—¿No tengo mucha opciones en esto, no?

—Hmm, nop, no lo creo— declaró con una sonrisa la pelinegra.

—…¿Al menos hay algo de este tipo al que enfrentaste que me podrías contar?

—…Su fuerza es más de lo que cualquiera puede manejar por si sólo, y su voluntad es como pocas cosas que vas a ver, para mí es imposible verlo como alguien que podría desistir por cualquier cosa una vez que se enfrenta a la adversidad.


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Hombre, enserio desearía que una Tormenta Caótica cayera sobre este sistema solar justo ahora. Pensó el pelirrojo mirando al techo buscando paciencia.

Eso sonaba más fácil de lidiar que la situación en la que estaba.

—Y Hallibel-sama dijo que la mayoría de la gente no aprobaba una relación como la que teníamos y dijo que de todas formas ella necesitaba a un hombre para poder tener un descendencia— se quejo Unchou con la cabeza recostada sobre las piernas del pelirrojo—. Y luego cuando le dije que la apoyaba en todo lo que ella eligiera, simplemente me ignoro y no ha hablado del tema.

—¿Haz pensado que eso suena más como una persona que siempre se va a quedar contigo sin importar que le hagas, y menos como una genuina compañera?— pregunto el pelirrojo con obviedad.

—…Huuuuh— soltó la pelipurpura, notando la lógica en eso.

—En mi caso es un problema menor, cuando ella quiere que le sirva, a veces no me toma importancia y otras veces, incluso cuando hago algo mal ella no me deja pagarle como debería— declaró Meiko con la cabeza contra la mesa.

—¿Tal vez ella busca a una amiga en la cual confiar, y no una sirvienta que se humille a si misma enfrente suyo?

—…Eso…puede tener algo de sentido.

El tercer Chakravartin, hijo de Izanagi no Okami, reducido a un consejero sentimental. Pensó el Okami queriendo que un rayo le callera encima, incluso aunque no lo podía matar. ¡Soy literalmente la peor persona que podría para esto!

La castaña a su lado se rió al ver a la confianza que sus amigas estaban depositando en él, haciendo que le viera con molestia—¿Te parece divertido esto, Amamoto?— pregunto el Okami.

—Un poco, si— declaró Korra cruzándose de brazos con una sonrisa—. Meiko odia a la mayoría de los hombres, y a Unchou le gustan las mujeres así que la mayoría de hombres que conoce terminan siendo unos patanes con ella, en particular, a ambas solamente les interesa Halli y Sami, eres el primero que de hecho que ellas no odian a los quince minutos.

—Hablando de quince minutos, ¿Dónde están esas dos? Ellas se suponía que deberían haber llegado hace media hora— declaró el Okami mirando alrededor del bar en búsqueda de las dos rubias.

—Atrás tuyo desde hace rato, simplemente que la situación es demasiado divertida como para no documentarla— declaró la voz de Ikumi haciendo que el Okami se girara rápidamente.

Sabes… estoy pensando en mantener mis habilidades sensoriales activas todo el tiempo, porque este tipo de situaciones las podría evitar si dejara de intentar actuar como alguien normal. Pensó el Okami suspirando al ver como las dos hermanas llegaban… junto a sus dos madres.

Puso la cara contra la mesa poco después de que Unchou la quitará de encima suyo, y suspiro, sentía que el dolor de cabeza le estaba empezando a cobrar factura en la cordura, y ver a Korra abrazar a su hermana y madre le daban una leve seña de semejanza.

Luego sintió una leve sensación de incomodidad cuando Hallibel, Ikumi, Yoruichi y Milla se sentaron todas en la misma mesa alrededor suyo—Realmente espero que ellas no te estén molestando mucho, Okami— declaró Hallibel poniendo una mano en la pierna del pelirrojo.

—Yo… estoy bien, en serio— declaró antes de sentir como la madre de la rubia le ponía una mano en el hombro y empezará a estrujarle levemente.

—¿Estás seguro? Tus músculos se sienten muy duros y tensos, podría ayudarte bastante el liberar el estrés.

¡Ustedes literalmente solo me dan más estrés!

—Y así de fácil, vamos de regreso al escalón cero— comento Korra al tiempo que veía a Meiko y Unchou ver al pelirrojo con molestia y desprecio pintado en sus caras.

—¿puedo preguntar qué es lo que quieren de mi?— declaró antes de que Ikumi se sentará encima de sus piernas de forma horizontal y simplemente le sonriera levemente.

—Una amiga tuya quiere que le hagas una visita.

—…¿Eh?

—La nueva Daimyo del país de la primavera quiere una visita con su héroe— declaró Yoruichi mientras sonreía al ver a su sobrina siendo la única con la que el pelirrojo no estaba completamente en guardia.

—…Supongo que le puedo hacer una visita con el resto de gente de Konoha, mi estadía en Kumo está por terminar de todas maneras— declaró el Okami viendo a Ikumi hacer un leve puchero por eso.

—Suena como que quieras irte rápido.

—Eso es porque literalmente mate a algunos de los Shinobis más fuertes de su aldea, y estos atacaron a algunas personas importantes en otros países, entre menos tiempo pase yo aquí, significa menos problemas para los demás— declaró el Okami, decir "Eso es porque si quiero irme rápido", era más rápido pero no le quería decir algo así.

—Bueno, te debería de gustar oír entonces que para mejorar las relaciones con Konoha después de lo que pasó, estamos decidiendo hacer algunas cosas, Koyuki-sama va a ayudar bastante con eso después de todo, ya que su país es el punto de encuentro entre el país del rayo y el país del fuego— declaró Yoruichi con una sonrisa al tiempo que pasaba su brazo por los hombros de Naruto y le susurraba al oído—. Lo que significa que nos vas a tener más cerca de ti que nunca, O-ka-mi-chan.

—Que maravilla— mascullo entre dientes el pelirrojo.

—Cuando te dije que vamos a ser tus guardaespaldas, no me refería a que te vamos a cuidar aquí, me refiero a que te vamos a seguir incluso a Konoha— le informo Samui cruzándose de brazos, haciendo que sus pechos se vieran incluso más grandes.

—Y dado que vamos a estar en el país de la primavera hasta que las cosas en la aldea se calmen, ¡significa que puede que nos veamos más a menudo!— dijo animadamente Ikumi dándole un largo beso en los labios al Okami, quien simplemente se quedó callado al tiempo que ponía sus manos en la cintura de ella y devolvía el beso.

—Hey, eso no es justo, darle cariño a solo una de las hermanas es ser injusto— declaró Hallibel sujetando de la cara al Okami y haciendo que este girara la cabeza.

Este seguía con la lengua abierta para cuando Hallibel metió la lengua adentro de su boca y molía sus labios juntos, en una manera experimentada que Ikumi simplemente no iba a poder imitar, parecía querer dominar al Okami con su lengua.

Naruto sintió una sensación de escalofríos cruzándole el cuello ante la sed de sangre de la peliplata tetona y la pelipurpura colegiala concentradas en su contra, la neutralidad de Samui y la leve sorpresa y gracia de Korra.

Ambos se separaron con las lenguas conectadas por hilos de saliva, la rubia viéndole con algo de sorpresa—…Nada mal— murmuró mientras se pasaba una mano por la boca.

—¿No hay nada para las madres?— pregunto Mila al tiempo que el Okami se crispaba.

—Bueno, yo me conformaría con darles algunas hermanas a ellas dos— declaró Yoruichi con una risa.

—Iuuugh— soltaron las hijas al oír eso, Naruto concordó en eso.

—Bueno, si esas son todas las noticias que me tienen que dar, quisiera saber… Entiendo que Hallibel e Ikumi nacieron por lo de Minato, pero como… ¿Ya saben, nació ella?— indico viendo a Korra.

—Oh, eso, bueno… ella es parte del proyecto general de CRA de la aldea de la nube. Su padre es uno sino es que el hombre más poderoso de todo el país, sino es que del continente.

—…¿Así que de allí viene la actitud de Hallibel? ¿De costumbres para tener descendencia con alguien fuerte?

—¿Eso? Oh, no, es más ella simplemente encontrándote atractivo y no encontrando las palabras para decírtelo son parecer una doncella virgen, lo del CRA es varias de las Kunoichis teniendo descendencia con usuarios de líneas de sangre para integrarlas o mantenerlas vigente en la aldea, todas tienen que pasar por algo así— declaró Milla simplemente.

—Yeup, digamos que mi papá por lo menos no simplemente la metió dentro de mamá y luego se fue, principalmente porque es tan popular que sería imposible saber a dónde se fue, pero bueno, no es como que yo o las demás no tengamos que hacer algo así cuando lleguemos a edad.

—…¿Quieres decir que básicamente usan a sus propias Kunoichis como incubadoras de soldados?

—Esa es una manera algo cruda de decirlo, pero si, esencialmente si.

—Lastimosamente, esa es una ley puesta por el primer Raikage, así que no hay mucho que yo pueda hacer debido a que después de la guerra estábamos en necesidad de nuevas tropas… pero si crees que nosotros somos malos, deberías ver las cosas que hacen en Iwa.

—Oh…ohhhhh— soltó débilmente el Okami con la realización golpeando su mente, con una ceja temblándole ante un recuerdo particularmente desagradable—. Oh, eso lo odio.


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—¿Finalmente nos vamos de este país entonces? Lo más divertido que hicimos fue acabar con esos tipos de nubes rojas— declaró Akia al tiempo que Naruto simplemente estaba sentado en una de las sillas del Behälter, haciendo una especie de plano con ayuda de Cosmos,

—Si, nos vamos a ir, pero… aparentemente tendremos que hacer una parada antes de eso, con una amiga mía, y encima de eso… bueno, vamos con compañía— informó el pelirrojo al tiempo que se rascaba el pelo con el lápiz que estaba usando—. Y vamos a necesitar más espacio.

—¿Compañía?— pregunto Akia.

—[Este tipo de acá se puso de gigoló y trajo un pequeño ejército de mujeres consigo]— declaró Cosmos haciendo que una vena le palpitara a Naruto.

—No planee nada de esto para tu información.

—[Los pájaros dodo no planearon extinguirse por ser estúpidos, no es una excusa]— refutó Cosmos.

El pelirrojo se quedó callado unos momentos antes de mirar a la máquina voladora a su lado—¿Qué es un pájaro dodo?

—[…Olvídalo]— respondió Cosmos antes de que el pelirrojo suspirara y viera el plano que tenían.

—…Está cosa es una monstruosidad, no es ni siquiera un insulto, 30 metros de largo y 15 de ancho, diez de altura, ochocientas cincuenta toneladas… cinco de esas que por cierto, están en el cañón por si sólo— declaró el Okami viendo a Cosmos con algo de incredulidad.

—[Desde que me enteré de esa chica que te pateó el trasero…]

—No diría exactamente qué me pateó el trasero, fue bastante reñido.

—[De una manera tan humillante, me han dado ganas de superar su arsenal, he escuchado rumores de que Sumeragi, la dueña de Alicorn, está volviendo su ejército más poderoso que nunca y parece que no se está deteniendo en su subida de poder pronto, tenemos que subir el nivel ¿me entiendes?]— pregunto el droide volador revoloteando alrededor de Naruto.

—Cuando volvamos a casa podremos empezar el ensamble— declaró el Okami entregándole el plano a su amiga.

Si, amiga.

Se había enterado hace poco que la I.A que manejaba Cosmos era femenina, o se consideraba femenina.

Lo cual era… curioso por decirlo menos, pero ese no era el punto.

—Estoy perdiendo la paciencia acerca de cómo responder con toda la tormenta de mierda que me está queriendo atacar mentalmente, así que entre mejor defensa para jodidos problemas, mejor— declaró el pelirrojo estresado.

—[La materia fecal no posee capacidad mental ni tampoco es capaz de fenómenos meteorológicos, no necesitas protección contra eso]

—No estoy siendo literal, tu lata flotante con altavoces. Me refiero a que con tantas cosas que han pasado desde que llegué a una sola aldea, siento que voy a terminar con el cerebro tan jodido como esa súcubo que creyó que era buena idea mezclar los afrodisíacos del culto de Slaanesh en mi café en una ocasión— mascullo el Okami agitándose ante el recuerdo.

—[¿Lo cual fue….?]

—Malo.

—[¿Qué tanto?]

—Muuuuy malo.

—[Segurooooo, entonces, ¿Qué hay acerca de esa princesita que salvaste entonces? ¿vas a convertirte en su concubino?]

—Primero, no. Segundo… estarán para hablar algo con un concejal que sirve como embajador de relaciones entre el país de la tierra, el país del fuego y el país del rayo, no se quién sea, pero es bastante rico y aparentemente está pagando a un montón de gente por protección, encima de que Danzo dio la indicación a la Raikage de que debíamos volver, y debido a que es un tipo importante para la economía de la aldea, ayudarle mientras venimos de regreso.

—[Suena bastante fácil, ¿De que necesita protección?]

—Su sola existencia es algo que básicamente sirve como una especie de tregua entre naciones, por un lado imagínalo como si incluso adentro de las naciones, hay gente que lo quiere muerto antes de cambiar el status quo de los países. Eso y cosas como que el tipo saltaba de lugar en lugar, era un noble de la corte del Daimyō del fuego antes, pero poco después de que Danzo ascendió al poder, se largo…— informo el pelirrojo, quedándose callado unos segundos después de decir eso.

—¿Te paso algo?— pregunto Akia al verle ver a la nada por varios segundos.

—Tuve un extraño Deja Vu, eso es todo, será mejor ignorarlo… bien, ya saben que hacer, como vinimos nos vamos, las veré en la capital del país de la primavera, ¿Les parece?— pregunto con una leve sonrisa.

—[Si sucede algo te daremos apoyo, sobretodo porque vas a tener que ir acompañado de tanta gente, no vas a poder pelear como deberías]— declaró Cosmos haciendo que el Ojiazul se encogiera de hombros.

—Tengo una manera de arreglar eso— declaró antes de pararse y caminar por el interior del Behälter—… no puedo evitar sentir una mala sensación acerca de esto, así que si algo malo pasa, si algo que yo no puedo manejar sucede… aléjense, algo que me pueda afectar a mí no es algo en que les quiera involucrar— declaró antes de desaparecer de la nada.

—…[Reina del drama]

Cuando Naruto apareció de regreso en su habitación en Kumogakure, no sabía que pensar exactamente. Irse después de tantas cosas que habían pasado, se sentía un tanto mal dejar atrás por tantas cosas…

Y luego recordó que no estaba ni por asomó haciendo eso.

Hallibel e Ikumi estarían más cerca que nunca, y lo estarían con alguien a quien él había ayudado antes de meterse en toda esa rara mezcla en las naciones elementales, y se llevaba un pequeño trozo de Kumogakure con él en forma de sus… "guardaespaldas" aparentemente, lo cual podría variar de más a menos dependiendo de cómo lo decidiera la Kage que se deleitaba al verlo sufrir.

Eso quemó toda la sensación agridulce que tenía, volviéndola amarga completamente.

—¿Así que tendremos que hacer el viaje de regreso con equipaje extra, eh?— cuando bajo, escuchó a Naruko preguntar eso, mientras en una esquina estaban las mujeres de Kumo, recibiendo miradas de desconfianza de parte de los de Konoha… bueno, más o menos, varios de los hombres se les quedaban viendo por otras cosas—. No solo eso sino que tenemos que hacer una parada para escoltar a alguien más.

—De hecho— dijo Naruto bajando las escaleras—. Tengo una manera de llevarnos más rápido a dónde debemos ir, será rápido.

—…¿Si tenías algo así, no te parecía mejor usarlo cuando llegamos?— pregunto Menma de repente, haciendo que el pelirrojo se quedará pensando en que decirles.

—Lo aprendí hasta que estudie acerca de la técnica de transferencia celestial de Kumogakure— dijo en modo de media verdad, y bueno, en parte lo era, había estudiado dicha técnica de niño… y también los armas atesoradas del sabio de los seis caminos, y también la armadura del rayo.

No había mucho que Kumo o las demás naciones le pudieran ocultar de todas formas.

Meiko le giró a ver al escuchar eso—¿Cómo es que sabes de eso? Nuestros archivos al respecto son clasificados bajo máxima seguridad.

—A la Raikage le caigo bien— respondió encogiéndose de hombros, eso tampoco era una mentira.

—Bastante bien— mencionó Meryo con una sonrisa divertida.

Naruto gruño.

No le gustaba mentir, pero no significaba que siempre tenía que decir una verdad, así que era una mezcla de ambos—Bueno… ¿Y que esperamos entonces?

—Dos a cuatro personas más para ser sinceros… eso y que no lo puedo usar en medio de una ciudad bastante poblada o terminaría mal.

Y justo después de decir eso, el pelirrojo parpadeó cuando sintió algo apretarse contra su espalda y dos cosas grandes y gruesas apretarse contra su cadera—Es bastante lindo de tu parte esperarnos, Okami-kun— declaró Chun-Li mientras sonríe poniendo su mejilla contra la de su novio.

—…¿Okami-sama… quien es esta mujer de grandes piernas?— pregunto Albedo temblando levemente ante la insolencia de la humana desconocida.

—¿Okami-kun, quien esa esa?— pregunto la castaña viendo fijamente a la pelinegra.

—Chun-Li, te presento a Albedo. Albedo, te presento a Chun-Li. Ninguna de las dos va a pelear, esa es una advertencia para ti, ella es… bastante resistente, y una orden para ti— le dijo a la humana y a la súcubo, respectivamente.

—Bueno, creo que ya nos presentamos antes— escucho a Ikumi hablar detrás suyo al tiempo que algo suave le sujetaba la mano y entrelazaban los dedos.

Escucho el gimoteo de parte de Naruko—¿Ellas vienen también? Ya de por sí este viaje fue bastante agotador mentalmente por ellas aquí, y ahora van a casa también.

—Nosotras nos quedamos en la primera parada, hermanita desmayada— respondió Hallibel, haciendo que la rubia de coletas se sonrojara por eso, bufando y viendo a otro lado.

El pelirrojo miro a su novia encima suyo con algo de curiosidad—No te he visto en un rato, ¿en dónde estaban?

—Dándole un informe al país del hierro— vio como Cammy entraba nuevamente en escena con una sonrisa en su cara viendo al Okami ya de por sí semi-rodeado por mujeres—. La situación en la aldea está yéndose al sur, así que mientras un tanto de reformas se dan, la Raikage agradecería profundamente la protección de su familia.

—Eso significaría el fin de nuestra misión aquí, por ahora— indico Kakashi.

Si tan solo supieras… no, probablemente sabes, es por eso que te quieres ir más rápido. Pensó el Llamo ante lo que dijo el colmillo blanco.

Naruto estaba aprendiendo que tan profundamente mal estaba todo el sistema con esa aldea, al punto que se estaba poniendo enojado el no haberlo investigado antes, había estado jugando demasiado.

Eso era sólo el comienzo, se iba a encargar de romper todo el sistema arcaico que mantenían como sociedad.

Y no se estaba refiriendo sólo a Kumo.

—Bueno, ya oímos lo de que no lo puedes hacer en donde haya mucha gente, así que será mejor que nos salgamos de aquí primero— declaró Chun-Li al tiempo que Naruto simplemente asentía y caminaba, cargándola de caballito con una mano y agarrando a Ikumi de la mano con otra.

—¿Tu no vienes?— pregunto Kakashi al ver al hermano de Naruto quedarse atrás.

Los ojos azul y rojo se vieron unos momentos cuando el mayor de los dos volteo, y el pelinegro sólo sonrió—Hay algo de lo que me tengo que encargar primero… suerte… la van a necesitar.

—No creo que sea tan malo, Okami es alguien muy fuerte, incluso si solo es un Gennin, pelea de modos que ni siquiera un Jonnin se le podría comparar, estaremos bien de su lado— declaró el peliplata mientras el pelinegro sólo sonreía.

Eso es por lo que lo digo.

Después de salir del bar, y caminar a un lugar de la aldea dónde no hubiera nadie, Naruto fue interrogado brevemente—Bueno, ¿Cómo es que esto funciona exactamente? Según tengo entendido, la transferencia celestial es peligrosa ya que si el cuerpo no es lo suficientemente resistente, terminaría desgarrándote de afuera hacia adentro por la velocidad a la que va. Y bueno… me gusta mi exterior no desgarrado a la velocidad de la luz.

Muryōkōten (Cielo de la Luz Infinita)— dijo el pelirrojo simplemente haciendo un sello de mano antes de que un círculo negro les rodeará a todos y desaparecieran.

Al recorrer el chakra de elemento radiación por todo el cuerpo, aumentaba enormemente los parámetros físicos. El escudo de la radiación camuflaba con eficacia haciendo lo invisible a la percepción visual por ojos y oídos, mientras que también proporciona defensa extraordinaria debido a sus propiedades de la luz dura.

Una aplicación de la técnica es la capacidad de acelerar objetos a velocidades superlumínicas sin destruirlos, y permitir cambiar la trayectoria de dichos objetos en pleno vuelo al reflejarlos en superficies, objetos y objetivos.

Desaparecieron de la aldea de la nube y aparecieron en medio de lo que se veía como un palacio en medio de un bosque frondoso, viendo a sus alrededores, el pelirrojo sintió una extraña sensación de familiaridad—Bueno… aquí es donde dijeron que eran las coordenadas, es bueno ver qué este país está mejor ahora sin tanta nieve— comento con una sonrisa mientras veía hacia atrás.

Todos los que le acompañaban estaban pálidos como muertos—…¿Acabas de… teletransportarnos a todos desde el país del relámpago al país de la primavera?— pregunto Kushina anonadada.

—¿Si?

—Minato-sensei necesitaba los Kunais Hiraishin para algo como esto, y tener un lugar ya marcado.

—Aja.

—Y usarlo a nosotros nos cuesta mucho Chakra en largas distancias, y papá tenía menos Chakra que nosotros.

—Yeup.

—No estaría tan sorprendido, Okami-sama puede hacer lo imposible con facilidad, si esto les sorprende aún no ven nada— declaró Morrigan con una sonrisa divertida.

—…Solo… solo continuemos, acabas de hacer algo que el sentido común de todos nos dice que deberíamos ignorar.

Naruto rodo los ojos por eso, suponía que debería haber hecho más mundano, como caminar por varios días para llegar allí, pero su paciencia estaba llegando a niveles que normalmente lo tendrían lanzando fuego, relámpagos y viento por doquier.

Dejo que Kakashi y demás Jounin caminarán al frente, no importaba mucho que fuera más fuerte que ellos, técnicamente tenían más rango que él.

Simplemente se cruzó de brazos, notando como el palacio en medio del bosque estaba lleno de guardias, Samurais y Shinobis por lo que podía suponer desde la distancia, sentía una extraña sensación… agridulce, no sabía que era hasta que volvieron y les avisaron que podían avanzar igualmente.

Escalón tras escalón, el pelirrojo decidió simplemente ponerse en guardia, activando sus habilidades sensoriales.

Se quedó quieto cuando dio el último escalón para ver a quienes le habían llamado allí.

Koyuki estaba parada con sus manos metidas en las mangas de su nuevo kimono, se veía como una princesa genuinamente sacada de un cuento, o como una reina, ataviada en las prendas lujosas, las joyas y adornos que ella como la líder de todo un país debía llevar.

La miro a ella, justo a un lado de Koyuki.

Ella le había sorprendido más que cualquier persona en ese mundo.

La primera vez que le sorprendió, simplemente estuvo curioso, de lo que una mujer usando maquinaria demasiado avanzada de lo que recordaba de su mundo podría querer con él.

La segunda vez, estaba curioso e interesado en la fuerza de una Yokai cuya especie incluso él no había escuchado nunca en su vida, y cómo ella compartió un brillo que creía haber perdido de vista desde que era niño con todos los que la acompañaban.

Eso fue lo que apartó su ataque de su madre en un último instante, incluso más que cualquier deseo de no querer matar a alguien de manera desconsiderada.

La tercera vez, estaba en auge.

Ella estaba creciendo a pasos agigantados, ganando experiencia, ganando habilidad, el brillo que había visto en ella se veía incrementado cada vez más, peleó contra una bestia del caos con una habilidad que habría envidiado de joven.

Y por cuarta vez, le sorprendía, simplemente con su presencia.

Se miraba recuperada después de exponerse a la energía del caos y tensar sus límites al máximo, podría decir con una sola vista que su fuerza también estaba aumentado, creciendo más allá de la forma que tenía, desbordando una rectitud y seguridad formándose lentamente, pero de manera segura.

Su percepción acelerada del tiempo le permitió quedársele viendo a detalle por lo que parecían apenas un par de segundos.

Era magnífica.

Ver qué no se estaba quedando atrás en cuestión de fuerza le alegraba ligeramente.

Su mirada fue a la última persona presente allí.

Cualquier atisbo de alegría que el Okami sentía se esfumó como una vela tirada al océano.

Era un hombre de cabello y ojos negros, se miraba ligeramente maduro, poco mas allá de los treinta años, tenía una espada en un lado de su cadera, vistiendo ropas que parecían una mezcla entre lo que un soldado y un noble vestirían, Naruto no le importó ni siquiera ver eso un segundo, le importaba el parche que llevaba en un ojo, en el que dicho lado de su cara, se veía una marca de quemadura bastante grave.

Fue sólo un segundo.

Eso fue todo lo que tomo.

Mikane fue la primera en actuar al notar como la mirada levemente contenta del Okami cuando la vio se gira a su cliente.

Noto como esa minúscula alegría pasaba a desaparecer tan rápido como apareció, y vio como abría los ojos de tal manera que parecía que se iba a salir de la cuenta, la iris azul volviéndose prácticamente un punto minúsculo en el blanco de sus ojos.

Desde la sombra del pelirrojo tentáculos de sombra se formaron y le agarraron en un instante incluso antes de que empezará a moverse, moviéndose tan rápido como pudiera enfrente del noble al que dicho palacio pertenecía.

Mikane sabía que los civiles normalmente no podían ver a un Shinobi experimentado en movimiento, para ellos era como si en un instante desaparecieran y al siguiente estaban en otro lugar.

Jamás había sentido algo así hasta que tenía el puño de Naruto a dos centímetros de su cara.

Mue-ve-te— sonó más como una orden que una amenaza, con una voz tan grave y tan enojada, que sentía que le estaba hablando a un genuino demonio.

—¿Qué… carajos te pasa?— le pregunto ella en un hilo de voz, incrédula por ver por primera vez a Naruto con un deseo de sangre palpable, podía prácticamente sentir la sensación de que iba a morir surcándole todo el cuerpo—. Este es nuestro cliente, idiota. Lo tenemos que proteger, cualquier rencor infantil que le tengas puede esperar a eso.

Naruto soltó un gruñido, sonando como un perro, o un lobo apunto de rugir.

Sus ojos estaban prácticamente desbordando con un Chakra rojizo, apunto de salir disparado incluso si tenía que disparar atreves de Mikane.

Gruño más fuerte, el sonido de los diferentes soldados moviéndose a dónde estaban apenas se oía por el gutural ruido que salía de su garganta, antes de mover la cabeza de manera circular, su cuello crujiendo prácticamente mientras el brillo carmesí en sus ojos se apagaba.

La pelinegra suspiro.

El alivio fue seguido de enojo.

Naruto abrió los ojos levemente cuando sintió la mano de ella agarrarle de la parte de atrás de la cabeza e incinerarle la cabeza hacia abajo.

—Me… disculpo por eso personalmente… es alguien temperamental… de seguro le confundió con alguien más— declaró Mikane a su lado, inclinada igualmente a modo de disculpa.

Los nudillos de Naruto crujieron mientras los mantenía tan apretados para volverse blancos.

Mientras tanto, el resto de gente que acompañaba al pelirrojo, no podía evitar hacerse la misma pregunta.

¿Qué carajos acaba de pasar?