Naruto Okami: Sacrificado al destino Chapter 28: El hijo iluestre, a naruto fanfic

RESPONDAMOS REVIEWS

Para alkirius

Okami no necesita crear nada, lanzó a Oyabun directamente a Comorragh, un lugar incomprensiblemente peor que cualquier cosa que Okami podría hacerles xd

Para Nathaniel II

Wow, pues debo decir que felicidades a tu padre, buen trabajo, y bueno, no me molesta en particular tus comentarios, de hecho como todos los que comentan aquí, son entretenidos, also estoy 100% queriendo oír las ideas que tengas xd

Para cristian870

Pues tenía unas semanas libres por qué el Covid se puso algo violento en dónde vivo, estoy bien pero probablemente no pueda ni siquiera escribir está semana debido a que estaré estudiando y haciendo trabajos de la universidad.

Si, estoy pensando en actualizar varios fics míos antiguos, simplemente es que los más viejos siento que ya no tendrían a nadie viéndolos

Para WazzapMan

Acepto que no te guste, aunque si fuera a quejarme de algo, sería de preguntar qué son algunas de las cosas que más te molestan en el fic, para arreglarlas un poco aunque dejes de leer xd

Para Yahiko 8D

Cómo dije, Okami no las violo por qué sería más asqueroso para él que para ellas v:

Para Guest (1)

Okami es un niño solo biológicamente, no es trillones de años de viejo, pero es bastante maduro, el asunto es que la maduración es mitad tiempo que haz vivido/mitad como se desarrolla tu cerebro.

Para Guest (2)

Tal vez no me explique bien en esa parte, Naruto no es asexual en el sentido en que no siente atracción a nada ni nadie. Sino en el sentido en que no de ser por sus etapas de celo, y por Meryo siendo su hermano trolls, prácticamente hasta salir de su entrenamiento habría follado, unos siglos o milenios después xd

Algo que tienes que entender es que Okami no estuvo de vacaciones entrenando con su padre y su tío, y demás, Okami estaba matando criaturas, monstruos y legiones prácticamente infinitas de bestias.

Era un soldado más que nada, un arma.

Y un arma no funciona si está desequilibrada.

Okami tuvo sexo con chicas demonios desde un punto absolutamente biológico, por pura necesidad. La subida hormonal le dejaba más agresivo de lo normal, y no pensando con claridad, la única manera de controlar esos instintos era esperarse a qué pasará esa época, o liberar la tensión.

Así que, la mayoría con las que Okami follo eran sus soldados más leales, y esto es porque la mayoría serían las únicas que podrían sobrevivir estar con un descontrolado hormonal con energía prácticamente infinita.

Okami incluso le menciona a Cosmos en anteriores caps que no es virgen, porque de vez en cuando su tío le lanzaba a cuartos llenos de súcubos, eso es lo que Okami referenciaba.

También, ellas eran sus soldados, sus sirvientes, prácticamente la única razón por la que no se llaman sus esclavos es porque Okami les miraría con disgusto, no tenían nada más allá de esas veces que Naruto necesitaba liberar el vapor o explotaba, razón por la que Okami es tan jodidamente malo socialmente.

Y encima, Okami no tiene interés en Mikane por la fuerza de ella, sino en sus acciones, en su modo de comandar. Okami no es exactamente asexual porque puede ver a Mikane y Yukari (o prácticamente cualquier mujer que ha conocido) y decir "wow, they hot", pero hay una gran diferencia entre él admirando a alguien, él encontrando a alguien atractiva, y él queriendo coger con alguien xd

Mikane de hecho admira bastante a Okami, aunque no lo muestra, ella de hecho ha estado mejorando bastante a Alicorn desde que Okami y ella pelearon, es similar a Araba y Kumoko de Kumo desu ga, en el sentido que Okami es Araba, y Mikane es Kumoko xd

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Capitulo 28

El hijo ilustre

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—Danzo, algo que jamás entendiste es que a veces, honras más a la aldea que te rodea viviendo que muriendo.

¿Pero que significaba eso? Se pregunto el Shimura, recordando las palabras de su maestro, se quedó pensando en la situación actual de la aldea. No había sido capaz de manejar completamente los asuntos que concernían a la aldea, las acciones que no tenían que ver con Raíz se habían convertido en un peligro de manejar tan abiertamente, ser el líder de la aldea no era tanto como pensó que sería.

Suspiro.

Sus parientes habían muerto en la batalla, se sacrificaron por el bien de Konoha, no sentía tristeza por eso, se le había enseñado desde niño que ese era el mayor honor que un shinobi podía tener. Suponía que por eso, había una razón fundamental por la que Hiruzen estaba muerto, y él seguía vivo.

Saru había sido débil, había sido blando, jamás había sido capaz de endurecer su corazón antes la misión, siempre aquel que entendía a otros, nunca aquel que hacía algo para castigar la insurgencia de otros.

El también era 50 veces el hombre que Danzo alguna vez fue.

Sabía que era viejo, sabía que su tiempo se acercaba, las llamas de la voluntad de Konoha en él se habían vuelto brasas, su determinación para salvaguardar los intereses de la aldea y su determinación para proteger su hogar eran tan fuertes como antaño, si no es que más, no importaba la cantidad de horrores que otros creyeran no eran necesarios para mantener la aldea, los habría hecho todos de nuevo sin dudar.

Pero a pesar de ello, era una certeza para Danzo, que la pasión para hacerlo, se había apagado hace mucho tiempo.

Era un soldado anciano en un mundo donde gente más poderosa que él había muerto olvidada.

Por alguna razón, sentía que el hombre que entró abiertamente por las puertas de la oficina podía entender eso, de alguna manera, aunque pareciera imposible. Se dio vuelta, notando la figura alta y de cabello carmesí, la piel oscurecida por quién sabe tantos años de combate bajo soles abrasadores, a constitución física grande incluso para estándares Shinobi.

De no ser porque sabía exactamente quién era, no lo reconociera como el hijo de la Uzumaki y el Relámpago amarillo, era demasiado diferente a cualquiera de ellos para reconocer cualquier signo de remembranza. Había algo en él que dejaba a Danzo siempre quieto, se sentía como ver a un Shinobi experimentado cuando no usaban una máscara para aparentar que seguían siendo personas normales, era como ver a una siempre creciente melancolía en su existencia.

Sus movimientos eran tranquilos, incluso ahora, con nada de hostilidad en él, el Shimura podía sentir una sensación de oprimente poder como pocas veces en su vida había sentido, al menos… desde que Hashirama estaba en el terreno de los vivos.

—¿Algo ha pasado para que busques una discusión conmigo, Naruto?— cuestionó el Shimura, viendo los ojos azules devolviéndole la mirada fijamente, sentándose enfrente suyo y mirando el techo fijamente.

—De hecho, si, algo paso. Cómo por ejemplo, no me dijiste que el maldito Minato se cogió a la aldea de la nube, metafórica y bastante literalmente— le dijo Naruto inhalando para calmar la creciente oleada de recuerdos que le golpeaban, llevándose una mano a la frente y suspirando—. Sabías acerca de todo esto, de antemano, no sólo no le dijiste nada, sino que estoy completamente seguro que lo hiciste para manipularme en actuar, ¿Qué razones tengo para no meterte la bota tan adentro del culo que te salga por la boca?

—Las razones siendo que estoy seguro encontraste varias cosas en Kumogakure, que no sólo te permitieron entender mejor las cosas que te rodean, sino también las personas— le respondió severamente—. El hecho de que tú eres el hijo de Minato y Kushina saldrá tarde o temprano a la luz, el como sucederá eso, es algo que no se puede evitar, pero se puede manejar para que sea favorable.

—Eso no me dice nada acerca de no golpearte.

—Creo que la pequeña misión que tuviste antes de venir aquí sería la respuesta a eso— declaró el Shimura con seriedad mientras Naruto guardaba silencio, el pelirrojo sabía, aún después de que la muerte de Oyabun, no había sido sin segundas intenciones, las propiedades económicas y la posición que este tuvo, probablemente ya estarían siendo manejados de maneras que Danzo o Koyuki podrían usar mejor.

Naruto sabía bien, no era alguien inocente, mucho menos lo intentaba ser. Sin embargo, no estaba dispuesto a dejar las cosas así de simple—¿Cuándo son los siguientes exámenes Chūnin?

—Un mes, tres semanas.

—Pues que se jodan, voy a ir directamente a Jōnin, estoy cansándome de jugar a ser Shinobi bastante rápido.

—De todas maneras, tendrías que ser uno para entrar al Torneo Shugo en seis meses. Así que es algo que tendrás de todas maneras, entre más rápido mejor— declaró Danzo, aunque ni el mismo creía en sus palabras.

Naruto se paró.

Su actitud no era como un Shinobi experimentado actuaba, con cuidado, con escrutinio, revisando siempre detrás suyo, era como ver a Hashirama o Madara mismo en vida de nuevo, un gigante con un poder tal que intentar algo en su contra era simplemente decir que querías ayuda en tu suicidio.

Sabía que tenerlo contento era lo mejor que la aldea tenia como método de sobrevivir, en esa corta charla, Naruto incluso se veía relajado.

Sabía que había matado no sólo a los implicados en la muerte de los dueños de aquella tienda de Ramen que Hiruzen solía llevar a sus alumnos, sino a sus guardias, y a sus soldados, y a la esposa, y a sus hijos.

Había creído de él igual a Hashirama, igual que Hiruzen, poderoso pero con un corazón que se dejaba llevar por sus dudas sentimentales.

Ahora sabía que no podía estar más equivocado con eso.

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—Muy bien, antes de que digas nada. Ellas dos son amigas mías, puedo decirte con una absoluta seguridad que a pesar de sus apariencias y actitudes… son perfectamente confiables como guerreras.

—[Son un par de súcubos que quieren que les des duro por todos lados, no veo como no dirías eso de cualquiera]— respondió Cosmos antes las palabras del pelirrojo, quien simplemente se palmeo levemente la cara, para la diversión de Morrigan, y la molestia de Albedo acerca de cómo le estaba hablando.

—Mira, se cómo ellas se ven pero créeme, Morrigan posee magia y habilidades físicas que son tan problemáticas como Akia, y en el caso de Albedo, ella sabe magia igualmente poderosa y es más resistente que un tanque, además de que ambas poseen una capacidad de administración y manejo de las cosas bastante buenas— declaró el pelirrojo.

—Oh si, y de seguro te enteraste que tan resistente es la de negro y que tan buenas son con la boca en la cama— comento con cierta gracia Akia al tiempo que hacía movimientos indebidos de cadera.

Un gruñido le salió de parte del pelirrojo al tiempo que con una risa, Morrigan daba un paso al frente—Si se me permite hablar— no espero por permiso—. Somos las sirvientes de Rouge-sama en combate primero, y en la cama después— declaró guiñándole el ojo a este, haciendo que se frotara la frente, no estaba ayudando—. Ambas formamos partes de sus tropas como generales en el Makai, les aseguro a ustedes dos que no defraudaré en ayudarles a qué Rouge-sama maneje bien las cosas que nos conciernen.

Cosmos pareciendo procesar eso lentamente, antes de simplemente responder—[Necesitaré más que las palabras de una "compañera" de él si quisiera que confiara en sus capacidades]

—De todas las súcubos con las que quien ustedes llaman Okami Naruto tuvo sexo, todas y cada una eran guerreras de la más grande elite de nuestra especie, se que automáticamente la palabra súcubo tiene que ver con demonios que se alimentan de la lujuria y el sexo, pero el detalle está en que somos demonios primero que nada— recalcó ella serenamente.

—¿La élite de las más fuertes? ¿Por qué ellas específicamente?— pregunto Akia curiosa.

—Okami-sama es alguien bastante respetuoso, y amable, y a veces hablaba como un anciano a pesar de ser más bajo que todas nosotras— declaró Morrigan haciendo que una ceja se le crispara a Naruto—. Él era también alguien que incluso rodeado de mujeres por las que el mismo infierno salivaba, no les ponía atención a sus cuerpos casi nunca, al menos no hasta que alcanzó las etapas de celo que un demonio tiene a esa edad, y oh por el creador, que era algo que sólo puedes creer estando presente.

Naruto se llevó una mano al puente de la nariz ante la atención que Cosmos y Akia le estaban dando a Morrigan, no se hacía ilusiones, lo estaban escuchando para molestarle más—Y de alguna manera estamos hablando de mi vida sexual ahora— mascullo molestó.

—Bueno, no es como que él se volviera una especie de bestia que nos daba hasta que ya no pudiéramos sentir las piernas… aunque bueno, eso sí pasaba, pero no… Rouge-sama en esa época era mucho más adorable que de costumbre, dejaba que sus emociones salieran a flor de piel, y nos tendía a todas en su abrazo amoroso mientras compartíamos el mismo lecho— dijo Albedo con añoranza abrazándose a si misma al recordar la noche en la que después de una dura batalla, el en ese entonces pequeño pelirrojo le había abrazado, quitándole su armadura lentamente, y tomando su primera vez.

Ella ahora era capaz de montar su bicornio, después de días enteros de montar otra cosa.

Naruto se quería hundir en la tierra ante las miradas que Cosmos y Akia le estaban dando.

—Bueno, algo así. La acumulación de hormonas hacen que Okami-sama este más propenso a arranques emocionales, una de las razones por las que le teníamos que… "atender", era porque demonios que no liberan ese tipo de cosas se terminan poniendo violentos. Así, Okami-sama en ese periodo no está como una especie de bestia con nosotras, pero se pone más… cariñoso, por decirlo de algún modo— declaró la peliverde con una sonrisa.

—[Akia, si Naruto se pone demasiado amigable contigo, retírate de la posición en la que estés]— le aconsejo Cosmos a su amiga.

El pelirrojo rápidamente se metió para desestimar ambas declaraciones—Como estaba diciendo antes, yo pelee con ellas por bastante tiempo, el hecho de que cogiéramos porque literalmente lo necesitaba para no volverme una bomba de hidrógeno andante es algo que no tiene que ver. No importa lo mucho que me molesten, ellas son guerreras capaces, sólo te pido que confíes en ellas.

—[Oh, ya lo hice, sus niveles de energías están por fuera de los niveles normales de la mayoría de seres vivos en la región, sólo quería saber que tanto podíamos usar a futuro contra ti]— le dijo con diversión la I.A.

—…Allá abajo están algunas mujeres de Kumo, que me gustaría que tuvieran algo de cuidado al interactuar con ellas— dijo Naruto mientras salía de su cuarto.

—Dos tetonas, una que mira con interés a sus otras dos amigas, y una que parece que sería divertida de golpear— declaró Morrigan dando un informe divertido de ello, haciendo que el pelirrojo se frotara la cabeza nuevamente.

Su paciencia estaba llegando límites que no creía que existían.

Bajo las escaleras de regreso al piso de abajo rápidamente, viendo como Meiko, Samui, Korra y Unchou estaban sentadas en una mesa cerca de la cocina, las tres se veían aburridas y parecían no saber que hacer, atrayendo la atención de las cuatro apenas llegó—Bueno, sus cuartos estarán preparados dentro de poco, si necesitan comer o tienen hambre me avisan y les prepararé lo que pueda, si quieren otras cosas como pasar por la aldea o entrenar, tengan cuidado de no meterse en problemas y no ser vistas por otros de Konoha.

—…¿Eso es… todo?— pregunto Unchou alzando una ceja curiosa por eso.

—Esencialmente, ¿Qué creías que haría que hicieran?

—Por la forma en la que Raikage-sama lo dijo, que estuviéramos dispuesta a servirte, ya eso fuera como guerreras o… ya sabes, "eso"

—No quiero coger con ninguna de ustedes, sin ofender. Y tampoco quiero tener a alguna de ustedes como sirvientas, de nuevo, sin ofender, pero yo soy mejor en eso— dijo, no estaba siendo arrogante, limpiar le era bastante fácil cuando sus sentidos le advertían donde estaba hasta la minúscula partícula de polvo, y con cualquier otra actividad diaria, el podía manejar sus propias cosas, demonios, podría manejar sus propias necesidades.

—Bueno, no tener que besarte los pies es un comienzo bastante bueno, pero no todo es tan fácil como eso— Korra hablo, haciendo que la atención de Naruto fuera a ella—. Somos tus guardaespaldas, eres parte del clan Uzumaki, que aquí está tan reducido como para que solo Kushina y el resto de migajas que tienen se hayan juntado. Lo que significa que a dónde vayas, te tenemos que cuidar.

—Supongo que eso lo puedo aceptar— declaró el pelirrojo, aceptando el hecho como un mal menor, mientras iba a la cocina.

—Debo aclarar, no aceptaremos órdenes que vayan en contra del bienestar de Kumogakure— le recalcó Samui seriamente.

El pelirrojo se encogió de hombros—No voy a darte órdenes en general, las órdenes van a mis soldados, y ustedes no son soldados, son más como un grupo escolar de gente siguiéndome por qué soy popular— dijo sin nada de tacto—. Hablando de la hija del diablo.

—Yaaawwwn, Okami-kun, me dejaste con las piernas temblando anoche, creo que ni siquiera me voy a poder sentar, mi trasero se siente adolorido— bajando las escaleras vistiendo sólo una larga camisa de color blanco y nada más debajo de ella, bajaba una Morrigan totalmente despeinada y que parecía que había pasado por una noche ruda—. ¿Uhhh? ¿Quiénes son ellas? ¿Más amiguitas para jugar?

El Ojiazul fue morado acusadoramente por las mujeres presentes después de la descarada muestra que la súcubo estaba haciendo, simplemente agarro un cucharón, lo recubrió de Chakra y le golpeó la cabeza a Morrigan, haciendo que una explosión de humo le cubriera—Nada de bromas que se puedan malentender a otros, eso es una orden— declaró viendo a la figura de pantalón rojo y camisa blanca con escote que era Morrigan en su aspecto más humano.

—Señor, si, señor— respondió con desgano está al tiempo que Albedo bajaba tranquilamente las escaleras.

—¿Enserio, cuantas mujeres hermosas quieres tener bajo el mismo techo?— pregunto Unchou algo asombrada por la cantidad de bellezas que rodeaban a Naruto más rápido.

Siendo honesto conmigo, ahora mismo preferiría que ninguna. Pensó el pelirrojo, aunque no lo dijo en voz alta, notando como Albedo empezaba a caminar hacia él, y se ponía con las manos juntas al frente de ella, como una sirvienta esperando que le dijeran que hacer—No necesito ayuda con la comida, Albedo. Muchas gracias.

—¡Pero Rou…Okami-sama, quiero servirle bien a usted!

Naruto se le quedó viendo por eso, no era que Albedo no fuera buena en cosas como quehaceres, pero en cuestión de cocina… ella era de una sub-especie de demonio con una resistencia externa e interna enorme, por decirlo de manera simple, ella podía comer de todo. Él igual podía comer de todo, pero no significaba que le gustaba, mientras que Albedo era un caso contrario.

Comer el mineral que era usado como pólvora por los demonios, y luego comer a una lombriz de lava todavía vivas todavía le picaban en la lengua, lo cual era raro, su mandíbula había explotado después de comer eso—¿Por qué no simplemente dejas que Okami-sama lo haga? Sabes que nadie le gana en cocinar— declaró Morrigan al tiempo que el pelirrojo simplemente se rascaba la nuca.

La pelinegra se desánimo por eso, yendo a sentarse y poner la cabeza con fuerzas contra la mesa, al tiempo que le hacía una abolladura por la fuerza. Las demás mujeres presentes le vieron con algo de sorpresa después de que golpeara la cabeza contra una mesa de metal—Bueno, supongo que nunca pregunté, ¿De dónde conocen ustedes al gran rojo?— pregunto Korra curiosa, mientras Morrigan parecía rememorar algo, pensando en cómo simplificarlo.

—Nos conocemos desde que éramos niños— declaró ella con una sonrisa—. Digamos que es tan buen peleador no por cosas del destino, desde antes no paraba de lanzarse directo a los problemas.

—Eso es porque los problemas se lanzaban igualmente— recalcó el pelirrojo volviendo y equilibrando varios platos en sus brazos y cabeza—. No sé en particular lo que les guste comer a ustedes, así que les hice un poco de todo, sino les gusta me avisan.

—¿Bromeas?— pregunto Unchou viendo como Naruto le había hecho a ella, era muy una mezcla de frutos dulces con ensalada y pescado rostizado, además de vegetales al vapor junto a hongos y lo que parecía ser leche de fresa—. Esto parece una cena de lujo, no un desayuno normal… hufff, normalmente en Kumo no podemos comer pescado a menudo porque las vías de transporte son difíciles de mantener.

—¿Cómo es que se llama esto?— pregunto Samui de repente, cortando con un tenedor un trozo de masa blanca con trozos de color dorado, se miraba bastante jugoso, y le hacía tener los ojos brillantes.

—Ese de allí es Tofu escarchado, es mezclado con una planta que le da un sabor más dulce y que tiene algo de licor para acentuar más la dulzura.

Una Meiko tratando de ocultar que la saliva salía de sus labios viendo un trozo de mariscos que soltaba un dulce aroma pregunto—¿Y esto que es?

—Esa es una Langosta Cervecera, también tiene alcohol, pero es más dulce y va bien con la carne.

—¿Y esto que es?— pregunto Korra viendo el vaso con un líquido anaranjado enfrente de ella.

—Ese es jugo de naranja, no todo lo que hago es algo exageradamente preparado— declaró el pelirrojo haciéndose un sándwich de tres capas que empezó a comer… junto a una jarra de café… la jarra entera.

El pelirrojo trago mientras veía la hora, y se estiraba lentamente, ignorando los sonidos algo indecorosos que estaban soltando las presentes, noto que eran alrededor de las 8:30—Muy bien, si me disculpan, tengo que una agenda que hacer— dijo escuchando como todas empezaban a comer más rápido, y se levantaban para empezar a seguirle—…¿Qué?

—Por si no lo recuerdas somos tus guardaespaldas, nosotras te cuidaremos a dónde vayas— le dijo Samui a Naruto, haciendo que este se le quedará viendo y luego a las demás.

—No pueden estar de acuerdo con eso— creyó viendo a las demás.

—Ordenes de la Raikage— declaró Meiko simplemente caminando al frente, haciendo al pelirrojo inhalar lentamente.

Carajo.

Luego camino afuera para ver cómo cierta pelinegra de ojos morados estaba esperando afuera con los brazos cruzados.

Doble carajo.

—¿Esa es… Sumeragi, la líder de Alicorn, La Sombra en persona?— pregunto de repente Unchou apenas vio a la pelinegra que simplemente agitó su mano levemente.

—Hola, rojo. Creo que te vine a molestar en un rato incómodo con tus… amiguitas— comento la pelinegra sin saber cómo llamarles.

Triple carajo.

—No son mis amigas, bueno, Albedo y Morrigan lo son, pero eso no tiene nada que ver— declaró el pelirrojo caminando al frente—. ¿Qué es lo que necesitas?

—Para empezar, simplemente vine a saludar, yo quiero visitar a… bueno, una amiga que tenemos en común, así que pensé en acompañarte ya que sabía que tú vas regularmente allí— le explicó la Oshimura haciendo a Naruto pasarse la mano por la cara.

—Seguro, ¿Por qué no? Por supuesto que no tengo problemas con más problemas ahora mismo— dijo el pelirrojo empezando a caminar, la pelinegra notando como les estaban dando miradas raras.

El hecho de que el pelirrojo estuviera rodeado de varias mujeres, todas viéndose bastante bien, no era algo que fuera sin dejar comentarios por las personas que le rodeaban, pero a Naruto parecía no importarle en lo más mínimo, y simplemente caminaron lo más rápido posible hasta el complejo de clanes Uzumaki—¡Okami-niichan!— escucharon de repente para ver a una pequeña niña de cabello rojo, no mayor de los diez años, correr desde la entrada para lanzársele encima a Naruto.

Este le atrapo en un abrazo para ver a la pequeña asustada en sus brazos—¿Natsumi? ¿Qué te pasa?

—¡Escóndeme del monstruo!— grito ella al tiempo que las demás se ponían en guardia al sentir un potente instinto asesino viniendo del interior del complejo, haciendo al Okami suspirar.

Luego abrió los ojos cuando la vio.

Era una pelirroja, cuyo cabello era de un tono levemente rosa, y tenía la cara llena de dibujos y palabras como "Bruja Mal Hablada", "Agriada", "La Loca" , el aire se le salió de los pulmones a Naruto tratando de no reírse de eso, antes de taparle los oídos a la pequeña sabiendo lo que venía—¡TRAE ESE PEQUEÑO TROZO DE MIERDA AQUÍ PARA QUE LE PARTA EN TODA SU PUTA MADRE POR JODERME LA PUTA CARA! ¿¡CREES QUE ESTO ES JODIDAMENTE GRACIOSO!?— le gritó Tayuya al grupo, y continuo gritando improperios, haciendo al Okami alzar las cejas un poco por como ella hablaba.

El resto de las presentes estaba anonadada por la cantidad de groserías que podían ser usadas en la misma oración.

La pelirroja empezó a caminar lentamente hacia ellos con sus pisadas haciendo temblar el suelo.

Luego alguien le golpeó en la cabeza—¡Ahhh, culera!

—Fíjate bien a quien le estás hablando así, tu lengua de marinero se puede aguantar hablándole a todos así excepto a él— declaró otra pelirroja que tenía el puño sacando humo por el golpe antes de inclinarse enfrente de Naruto, específicamente, sólo enfrente de Naruto—. Okami-sama, en verdad que lamento esto, Natsumi y Tayuya han peleado bastante desde que ustedes se fueron— declaró mientras el Okami suspiraba y alzaba una mano.

—No hay problema, sólo espero que las cosas no se hayan complicado mucho— declaró poniendo a la pequeña pelirroja en su hombro fácilmente, caminando adentro del complejo siendo visto de manera confusa por las mujeres de Kumo, y curiosa de parte de Mikane—. Oh, probablemente debería de decirles, soy el nuevo líder del clan Uzumaki— declaró al tiempo que Tayuya y Natsumi se estaban haciendo muecas—. No le digan a nadie.

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Naruto era, para poca definición de la palabra, increíblemente eficiente en lo que hacía para ayudar al clan Uzumaki.

La cosa era que Naruto a diferencia de la mayoría de gente de su mundo, podía mezclar los cinco elementos del Chakra en cualquier sub-elemento o mezcla que quisiera, para todo lo que importaba, Naruto podía sacarle recursos de lo que quisiera con suficiente creatividad. En su caso, usando Shoton (Elemento Cristal) y Kinton (Elemento Metal) él era, para poca definición, una constante fuente de gemas y cristales preciosos, y diferentes metales, la mitad de ellos eran usados de manera simple para cosas como accesorios y joyería, siendo bastante vendidos a altos precios en la nobleza al ser prácticamente gemas únicas en su concepción y que podían tener los colores y patrones que eligiera.

De manera similar con el metal, podía usarlo para crear una cantidad prácticamente ilimitada de lo que quisiera, crear un par de miles de toneladas de oro no era particularmente difícil o cansador, lo podía hacer con la cantidad suficiente de tiempo. Podía ser usada para cosas simples, como joyería, en la creación de armas, o en la construcción.

Eso junto cosas como su Shinton (Elemento Bosque) hacia que Naruto pudiera generar una cantidad enorme de recursos y generar ganancias en vez de perderlo.

Eso era bueno, porque las propiedad, títulos, licencias y en general todo lo necesario para el construir una mayor cantidad de terreno para la aldea había tomado en verdad una gran cantidad de recursos, Naruto tenía la idea de usar el nombre y el capital que el Clan Uzumaki tenía para hacer crecer distintas cosas de la aldea, como la creación de empresas o negocios junto con contratos de algunas otras empresas ya existentes.

Naruto tenía a varios clones leyendo al respecto de los distintos contratos de negocios y los diferentes prospectos que podía tener al respecto.

Estaba el detalle que una cosa eran los recursos, pero otra, muy diferente, era la labor y capacidades de sus individuos.

Naruto podía, técnicamente hablando, simplemente inyectarle directamente a todos los que conocía una cantidad enorme de energía cósmica, eso los llenaría de una fuerza y capacidades tan grandes que podrían pelear ejércitos a los pocos días de ser potenciados por eso.

El problema radicaba en que no quería que fueran dependientes de él, tampoco quería andar regalando poder, si quería tener gente fuerte rodeándolo, tenían que ganárselo. Así que simplemente decidió por la segunda cosa.

—Hasta ahora he sido piadoso con ustedes, pero para decirlo de forma suave, si quiero que ustedes sobrevivan a literalmente cualquier cosa en este mundo, voy a hacerlos sufrir como pocas veces en sus vidas han sufrido— declaró el pelirrojo con Natsumi en sus brazos, ella servía bastante bien como alguien para calmar el estrés que sentía lidiando con ese tipo de cosas.

Estaban un campo de entrenamiento en medio de un bosque que Naruto había convertido en propiedad del clan Uzumaki. Allí estaban Menma, Naruko, Sakura, Ino, Sasuke y Satsuki, dos grupos de hermanos y hermanas, y dos fangirls que parecían seguirles a dónde fueran—¿Habías sido suave antes?— pregunto Sasuke incrédulo al oír eso.

—Empecemos por las del mayor problema, Sakura, Ino, vengan acá— dijo Naruto bajando a Natsumi y dejándola que se fuera con las actuales guardaespaldas de Kumo—. Ustedes dos son el par de fracasos más grandes que he visto en cuestión de Shinobis, Sakura, un civil te podría dar problemas al pelear cuerpo a cuerpo, tu por otro lado Ino, dejando de lado que sin tus compañeros, básicamente cualquier ser competente en el planeta sería capaz de evadir tu técnica.

—…Eso es… un poco… cruel, ¿No crees?— pregunto Ino algo nerviosa, por como la atención estaba siendo puesta sobre ellas dos… y no de buena manera.

—Sakura, tu literalmente estás en una carrera en la que estás lidiando con trabajos a muerte, y haces jodidas dietas— declaró el pelirrojo cruzando sus brazos—. Ahora, no sé si tienes alguna especie de cosa psicológica como anorexia o es por tus ganas de que alguien que jamás en su vida a estado interesado en ti siquiera voltee a ver en la misma dirección tuya. Digamos que estás con pocas energías por no querer comer lo suficiente, y oh, sorpresa, estas en el campo Shinobi, estás peleando contra alguien que no tiene ese tipo de pendejo pensamiento y te noquea mientras tú estás famélica por la comida, ¿Crees que Sasuke te va a salvar cuando eso pase? ¿Crees que Sasuke te va a sanar mágicamente si te meten un Kunai en las entrañas? ¿Crees que siquiera vas a poder vivir como Kunoichi cuando alguien de un país enemigo te secuestré porque estabas demasiado débil para dar pelea? ¿Cómo crees que vas a terminar? Te diré cómo; violada constantemente por cualquier captor que simplemente quiera tener algo de diversión contigo, y torturada para que les digas todo lo que quieren saber, y luego te torturan más.

Sakura se estaba haciendo pequeña en dónde estaba, era la primera vez que veía al pelirrojo con una expresión así de fría en su rostro, hablando de manera inmisericorde.

Quería llorar.

Quería gritarle, que se equivocaba, que no era así, pero… no podía, sabía… bastante de ella.

—Ino y tú tienen el mismo problema, son más mocosas queriendo el semen de alguien con prestigio, porque de cualquier otra forma, sus vidas van a perder cualquier significado si no son la siguiente madre de la generación Uchiha. Sorprendentemente, ambas apenas y califican como Kunoichi, lo cual le añade más peso al detalle de que ningún shinobi que quiera que su descendencia sea fuerte se interesaría en alguna de ustedes dos— declaró caminando lentamente hacia ellas, haciendo que la rubia y la pelirrosada se sintieran como si vieran a una especie de animal apunto de lanzárseles encima—. Según tengo entendido, incluso está rivalidad infantil entre ustedes, es porque les gustaba el mismo chico, y aparentemente, eso es suficiente para que entren en conflicto, me preguntó cuál de ustedes dos empezó eso.

La Haruno se encogió más sobre ella misma, Ino se mordió el labio.

¿Había estado apunto de decir que fue Sakura?

Ella ya de por sí estaba recibiendo casi todo el golpe verbal, y ella estaba apunto de añadirle más.

—Al final de todo, ustedes dos apenas y son sus propias personas, son más como las perras falderas de alguien que ni siquiera les pone atención, de alguien que ustedes ni siquiera conocen— declaró al tiempo que alzaba una mano y movía el dedo de lado a lado—. Para cuando terminemos, ustedes dos van a importarles más sobrevivir que cuál puto peinado les queda mejor.

Las dos presentes vieron el gesto de Naruto con confusión, antes de sentir como algo les caía por los hombros, haciendo que las dos abrieran los ojos de golpe cuando notaron que desde los hombros les caía algo.

Era cabello.

Naruto les había cortado el cabello hasta el cuello, haciendo a las dos quedarse anonadadas, y cuando el pelirrojo noto que estaban apunto de gritarle, puso las manos en los hombros de ellas dos—Sobrevivan un día en el bosque de la muerte, y entonces, les diré cómo empieza su régimen de entrenamiento— declaró ante de que ambas desaparecieran de repente.

—…¿Acaba de… desaparecer a Ino y Sakura?— pregunto Satsuki al tiempo que su hermano tampoco entendía eso y simplemente se inclino para hablarle a Menma.

—¿Qué es eso del peinado?

—Había chicas que creían que a ti te gusta el pelo largo.

—…¿Es eso porque Naruko pasó casi un mes con un peinado que parecía de hombre?— pregunto recordando el muy mal corte de la rubia.

—Si, luego le pregunté a la cuervo si era verdad y dijo que tú apenas e ibas a cortarte el pelo— declaró la rubia de coletas sacando la lengua.

—La gran e inteligente bimbo decidió preguntarme hasta después de cortarse el pelo— dijo Satsuki simplemente al tiempo que el pelinegro sonreía levemente.

Dejo de sonreír después de ver a Naruto caminar hacia ellos, todavía con una expresión sería—En cuánto a ustedes, si bien no son un total falló a lo existencia como esas dos, les aseguro que tienen mucho que trabajar, Sasuke, Satsuki. Ustedes dos trabajarán para mantener activo siempre el Sharingan, les permitirá trabajar en su resistencia, ayudar a recordar algunos Jutsus que les voy a mostrar y a desarrollar más tomoes a sus sharingans.

—…pareces saber mucho de lo que hace— comento Satsuki al oír su propuesta.

—Estudie de joven el Sharingan y otros Dojutsus, se que es alimentado por emociones negativas, se que tiene un enorme poder, y se que es prácticamente adictivo de usar, incluso se acerca de sus avances— les informo a ambos.

Ambos hermanos se vieron entre si, y luego a Naruto.

Este simplemente suspiro y se pasó una mano por el pelo—En cuánto ustedes, gemelos maravilla— dijo sin mucho humor viendo a los hijos de Kushina y Minato—. Ustedes dos no tienen permitido usar el Chakra del Kyūbi.

—¿Eh?— soltaron ambos, antes de que Naruko protestará—. ¡Pero…Ero-sennin siempre dice que debemos trabajar más en el control del zorro que cualquier otra cosa!

—Pues entonces es un maldito pendejo, entre más Chakra sueltan, más debilitan el sello que mantiene atado al zorro a ustedes. Encima de eso, ustedes van a un estado de irá incontrolable una vez que el Chakra les comienza a afectar, lo cual es algo útil y todo, pero terminarían atacando incluso a sus aliados si no tienen cuidado. Ustedes dos van a desarrollar más cosas que clones de sombra y una pelota de Chakra, no les digo que no usen lo que tienen a su alcance, les digo que se aseguren de ser fuertes ustedes antes que hagan un par de dependientes del zorro para cada pelea. En el caso de ustedes, va a ser más fácil entrenar con los clones de sombra, ya que comparten los recuerdos, acortan el entrenamiento por bastante si los usas con el sistema correcto.

El pelirrojo se pasó una mano por la cara al tiempo que terminaba de hablar y suspiro—Probablemente me odien para cuando termine esto, pero no voy a negar que ustedes se van a volver más fuertes que la mayoría de gente que conozco, así que, el menor de los males supongo— declaró al tiempo que les lanzaba a los dos pares de hermanos un pergamino que sacó de su camisa—. Ese será el régimen de entrenamiento para ustedes, síganlo al pie de la letra, o mi pie estará en sus traseros para que lo hagan.

Luego simplemente se dio la vuelta y camino hacia la pequeña pelirroja que estaba jugando en los brazos de una divertida Morrigan, el Okami la saco de sus manos y la abrazo, no confiaba en Morrigan cuando se trataba de niñas pequeñas.

—¿Y ahora que vas a hacer después de dejarles con entrenamiento?— pregunto de repente Meiko, haciendo que el pelirrojo se quedará callado pensando en eso.

—Tengo un par de citas a las cuales atender...

_ஜ ۩۞۩ ஜ_

Kushina Uzumaki era una persona complicada para Naruto.

Ella había sido la mujer que le había traído al mundo, pero no la había conocido hasta hace pocos meses, y aún más importante, él no tenía una conexión sanguínea con ella ahora. Ella había sido prácticamente sólo su donante de genes en la opinión de Naruto por años, ahora que la conocía, le parecía una mujer alegre, algo hiperactiva y bastante dulce.

No la consideraba su madre, ni tampoco consideraba a Minato su padre.

Izanagi era y seguiría siendo su padre, así como Meryo era su hermano, no Menma y definitivamente no Naruko.

Estaba el detalle que dejando el asunto familiar de lado… Kushina era una mujer que le era demasiado fácil llevarse bien.

Ella era jovial, contaba historias de Uzushio en su juventud, contaba acerca de su vida como Kunoichi, y podían pasarse horas hablando de sellos.

Era después de todo una mujer que se había dedicado a cuidar a sus niños sola por años enteros, y siendo una Uzumaki, ella todavía tenía años de juventud por delante, Naruto simplemente no podía evitar querer que ella disfrutará un poco más de la vida.

Mikoto Uchiha era un caso diferente pero similar. Ella junto a Kushina había sido una de las mejores y más poderosas Kunoichi en su época, en lo que el pelirrojo simplemente podría llamar un desperdicio completo que mujeres así se volvieran amas de casa.

No sé malentienda, respetaba esa decisión, pero una era la princesa del clan Uzumaki antes que él llegara y la otra era la Uchiha con más experiencia en el Sharingan viva actualmente, que mujeres así fueran reducidas a limpiar las casas y preparar comida después de que sus hijos se hubieran criado completamente era ofensivo para alguien como él.

Eso y, podía hacer clones para ese tipo de cosas, por lo que dejar un par con ellas les ayudaba a tener el día libre.

Y Naruto simplemente le gustaba pasar el tiempo con ellas.

A Mikoto le gustaba criar aves de presa, era una costumbre que su clan tenía, y que después de la masacre del clan Uchiha hace unos años había sido dejada de lado para mantener a flote el clan, pero que ella nunca había dejado a una águila de plumas negras de lado, era su mejor amiga desde que era pequeña hasta que conoció a Kushina… lo cual decía mucho de lo social que era la pelinegra antes.

Kushina era una mala influencia para ellos dos.

—Nos vamos a meter en problemas y peor aún, probablemente me culparán a mi— declaró al tiempo que los dos pelirrojos miraban lo que estaba pasando justo enfrente de ellos.

Estaban en un edificio viendo desde lo alto el complejo de clanes Inuzuka, que también servía como una perrera/cuidado de mascotas. Naruto estaba completamente seguro que esto iba a terminar mal, pero aún así lo iba a hacer.

El águila de Mikoto había sido mandada a dejar una carta directamente a la feroz líder del clan Inuzuka, Tsume, está reconocía la letra de Kushina en cualquier lado, después de todo eran amigas desde hace años, y no entendía que era una carta sin nada excepto un punto negro con una flecha que decía "Ponga Chakra aquí"

Y así lo hizo, contra todos sus instintos de supervivencia lo hizo.

Una explosión de humo blanco, los tres presentes estaban viendo como el complejo de clan se llenaba del humo blanco con puntos negros, viendo luego a Tsume salir empezando a rascarse con las manos y con todo lo que le rodeaba—¡KUSHINAAAAAAA!— grito furiosa al tiempo que una explosión de pulgas estaban dejándola con la necesidad perpetua de rascarse.

—¡Jajajajajajaja!— Kushina se rió tan fuerte que Naruto tuvo que taparle la boca para evitar que supieran donde estaban, pero el mismo estaba con una sonrisa de mierda en su cara, incluso Mikoto se estaba riendo—. ¡La habanero sangriento de las bromas ha vuelto!

—Eso suena a una profecía de terror— dijo la pelinegra acariciando la cabeza de su compañera al tiempo que se sentaban sobre el suelo del techo en el edificio para no ser notados—. Bueno, ¿Podemos hacer lo que yo quiero hacer ahora?

—Pero no quiero ir por tomates— respondió la Uzumaki sacando la lengua.

—Y sin embargo me jalaste a esto aunque yo tampoco quería.

—¡Te divertiste!

Naruto simplemente sonrió levemente al tiempo que veía a las dos mujeres con alegría, ver qué se llevaban bien y dejaban las cosas que les habían pasado de lado generaba que se relajarán más, y simplemente se quedó al margen de su discusión infantil. Para luego ver cómo llegaban a un acuerdo—Hay un bar en el que no he ido a beber en siglos, no quería que Hitomi y los demás tuvieran un mal ejemplo de mi, viendo a su madre ebria y todo.

—¿Y crees que le darías un buen ejemplo a Okami-kun? Tiene prácticamente la edad de nuestros hijos.

—Puede que no lo parezca— hablo el pelirrojo haciendo que las dos madres le voltearan a ver—. Pero soy un bebedor bastante fuerte.

—Esa es una sobre simplificación— dijo Morrigan viendo eso desde la distancia.

En otro edificio, a varios metros de distancia, las que Naruto llamaría sus acosadoras… y Mikane y Natsumi, estaban viéndolos desde la distancia, la única manera en la que habían aceptado de manera simple el que quería no ser seguido por un grupo de mujeres que parecían sacadas de los sueños húmedos de alguien, y esa era ser vigilados desde la distancia.

Mikane estaba allí para asegurarse de que no tratarán nada raro… y para cuidar de la pequeña Natsumi, vio curiosa a la súcubo por esas palabras—Ohhh, ¿Así que a rojo le gusta beber?

—Desde que era niño— declaró la peliverde haciendo que todas la vieran con algo de sorpresa por eso—. ¿Qué? No es como si alguien le pudiera decir que no, además, ni siquiera le afectaba.

—¿Y eso es una justificación para que un menor beba alcohol?— pregunto Meiko viendo de manera acusadora a la súcubo.

Está simplemente se encogió de hombros—Para cuando conocí a Rou.. Okami-sama, el era básicamente un ejército andante y apenas te llegaba a la cintura… no ayudando el hecho de que comandaba ejércitos literales de 50 millones.

—¿Así que era una especie de niño soldado?— pregunto Unchou al escuchar esa historia, prácticamente toda persona lo suficientemente fuerte en Kumogakure era alguien así.

—Más como un niño general, quitando lo niño, tenía el título de Feldmarschall y Befellschiff, comandaba ejércitos enteros al pelear y cuando las cosas se ponían genuinamente malas es cuando él entraba al combatir— explico la peliverde evitando contar acerca de que eran demonios en todo eso.

La pelinegra pareció fruncir el ceño por eso, confundida—La primera vez que lo conocí no sabía lo que eran las armas de fuego, o los aviones, o submarinos— comento la pelinegra, escuchando una inhalación de sorpresa de algunas mujeres de Kumo al escuchar como hablaba de la fortaleza submarina Alicorn.

Albedo y Morrigan se vieron entre si por eso—¿Y esas que son?

—Bueno, eso lo explica, ¿así que básicamente comandaba legiones enteras de gente sólo por tierra y nada de defensa en aire o por agua?— pregunto la Ojimorada.

Albedo simplemente le vio con el ceño fruncido unos momentos—Podemos volar a velocidades que harían a un humano convertir sus interiores en pasta, cada uno de sus soldados tenemos la capacidades para defensa y magia de gran alcance, sin mencionar que para aquellos que no eran capaces de volar teníamos todo tipo de criaturas para ayudar en medio del combate— declaró serenamente, aunque con un deje de molestia hacia la Oshimura.

—Oh, ya lo entiendo, ustedes son del continente al occidente, con razón no había escuchado de ustedes antes. Si son usuarias de magia tiene sentido— declaró Unchou al tiempo que las dos súcubos le vieran, y simplemente decidieron seguir la corriente.

—¿Así que… simplemente decidieron seguir las órdenes de un niño para la guerra? Eso es más allá de lo absurdo— declaró Meiko poniendo los lentes en su lugar.

—Para todo lo que importa, Okami-sama tiene una mente militar como pocas hay en este mundo, las bajas de nuestro lado siempre eran absolutamente mínimas, eso y, bueno, las legiones a su mando se dividían en bastantes niveles, así que básicamente no tenía tiempo para ni descansar, así que ganó experiencia en eso.

—Oh vamos, ¿Qué tan grande pudo ser?

La peliblanca de lentes no obtuvo respuesta.

Morrigan recordó a los 50 millones de soldados demoníacos que si alguien fuera al Makai y preguntara por el nombre "Okami", recibiría una bola de fuego a la cara por no hablar de él con más respeto.

Naruto en el Makai había sido el equivalente a una especie de dios, un salvador carmesí que había peleado contra infinidad de tropas daemoniacas, los demonios del makai apenas y habían sido capaces de pelear contra lo que se sentía como una fuerza de la naturaleza aplastante, la mayoría de los que salvaba pasarían años viéndolo simplemente combatir.

Albedo hizo una mueca al recordar eso.

Adoraba a Naruto como nadie más lo hacía, ella daría su vida por la de él en un instante, le podría servir por milenios sin dudar una sola vez de su palabra.

Por eso recordar eso le daba una horrible sensación en el pecho.

Solo lo veía pelear y pelear, las pocas veces que descansaba era porque su cuerpo era incapaz de seguir andando.

Ahora ya no tenía que hacer eso, se preguntaba si ahora era feliz.

Giró a ver en la dirección de Naruto… no estaba allí.

—Siento que debería decirles que se fue hace rato— declaró Mikane con una leve sonrisa divertida.

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Naruto era una herramienta.

Así es como Naruto había pensando de si mismo por tanto tiempo que ni siquiera recordaba una vez en la que eso fuera algo diferente. Sabía, en lo profundo de su ser, que para Izanagi y Yamata era su soldado primero, y su familia segundo.

Ellos le habían dejado llamarles padre y tío, le habían dejado amarlos, y creer que le amaban en retorno era algo que no era incondicional a los ojos de Naruto.

Sabía que para ellos era el equivalente de un prisionero al que le pasaban una lija a través de las barras de la celda. Naruto no se hacía la ilusión de ser el prisionero o el que pasaba la lija, Naruto era la lija.

Era un orgulloso hijo de Izanagi-no-Okami, sobrino de Yamata, Dios de los Demonios.

Se había ganado el llamarse a si mismo cómo tal, no le había sido entregado en bandeja de plata, no le habían regalado o acogido por pura bondad, había sido convertido en un guerrero, un soldado, una máquina de matar antes que un ser vivo.

No había muchos padres que específicamente pusieran a su hijo menor de trece años en el infierno mismo.

Así que relajarse ahora que no tenía una infinidad de criaturas a las cuales matar, era relajante, bueno, matar dichas criaturas era más relajante para él, pero eso no era un asunto de esos momentos.

—¿Estas seguro que puedes pagar por estás bebidas, Okami-kun?

—Esta cosa es de Kirigakure, me tomaría varias misiones por meses comprar uno de estos— comento Kushina viendo la lujosa botella de alcohol enfrente de ella, prácticamente la más lujosa y cara del bar… por bastante, uno de los empleados tuvo que llamar al dueño para avisar que la iba a vender.

—Digamos que es por recordarme al tipo de bebidas de dónde vengo— declaró el pelirrojo simplemente sirviendo a cada una sus respectivos tragos.

Los Oni eran después de todo hedonistas.

Naruto no le había agarrado un gusto completo a todo eso acerca de comer carne humana, violar a mujeres, dejarse llevar por el sexo o el sufrimiento de otros seres vivos, pero algo a lo que si le había desarrollado un gusto, era el alcohol.

Y carajo.

Los demonios hacían buen alcohol.

Naruto tenía una colección de alcohol tan grande que le tomaría décadas enteras el beber un tipo específico, y eso era sin contar los tipos más raros que tenía, los sacaba solo para ocasiones especiales—Bueno, se siente como beber oro líquido, es súper costoso pero el sabor no está nada mal— comento Mikoto al tiempo que Naruto hacia una mueca.

Por su experiencia el oro no sabía bien.

Mientras Kushina bebía miro a un lado de ella, y casi se atragantó con su bebida al ver a dos personas que no esperaba ver—¿Esas no son Anko y Kurenai?— pregunto de repente, haciendo que el pelirrojo de hecho se ahogara con su bebida.

La Uchiha giró sobre su silla para ver a Anko con una sonrisa levemente nerviosa darle palmadas en la espalda a una lamentosa usuaria de ilusiones—Oh si… no le digan a nadie pero Asuma tiene un matrimonio arreglado con la hija del Daimyō, y no le dijo a Kurenai-chan hasta ahora (*1)— les informo en un susurro, haciendo que el pelirrojo hiciera una mueca.

No había conocido mucho a Asuma en su viaje a Kumogakure, no tenía una opinión en particular del hombre, para todo lo que Naruto sabía o le importaba, él había sido uno de los doce guardianes del Daimyō mientras su abuelo fue asesinado.

Naruto no lo odiaba por eso, la muerte de Hiruzen era prácticamente su culpa, había atraído la atención de Danzo hacia las acciones de Hiruzen y le había traído la oportunidad de hacer lo que hizo, en particular, no pensaba en nada acerca de Asuma.

Pero el nombre Kurenai se le hacía familiar.

Está alzo la cabeza de repente.

—¿Estoy teniendo alucinaciones o ese de allí es quien creo que es?— pregunto la pelinegra con un sonrojo por… bueno, probablemente las quince botellas que la rodeaban.

Anko alzo una ceja y miro en la dirección donde ella miraba y luego sonrió ante lo que miro—Oh, eso fue rápido, ¿Ya estás pensando en vengarse con ese grandote?

La cara de Kurenai se puso más roja, probablemente de enojo—¡No hablo de eso, estoy seguro que lo vi cuando fui al país de las olas!— declaró ella con fuerzas, haciendo que varios voltean a ver dónde estaban.

El pelirrojo bebió incómodo su bebida.

Ahora hasta Kushina y Mikoto le estaban viendo interrogantes—Es…una larga historia.

—Puedo ir a pedirle su número si eso es lo que quiere Nai-chan— dijo con cierta sorna Anko haciendo que la pelinegra solo volviera a hundir la cara en la mesa.

—Maldita sea Anko, no es de lo que estoy hablando.

—Es bueno oír eso, porque estoy invitándolo yo— dijo Anko sacando una lengua larga de su boca viendo al pelirrojo sentado en la mesa con las que eran, a sus propias palabras, las más grandes y sensuales MILFS de las naciones elementales.

El pelirrojo se le quedó viendo de repente, no tanto por su apariencia, pues literalmente había salido de una aldea con mujeres que se vestían de manera bastante escasa, y eso no era contando las otras veces en su vida que había estado rodeado de mujeres así, al contrario de eso, lo que le hizo quedarse callado fue lo que sintió.

Naruto era el hijo de Izanagi, podía controlar la energía cósmica como si fueran extensiones de su propio cuerpo. Le dotaba de muchas habilidades que eran canalizadas a través de su Noryokugan, pero incluso con el nivel más básico de energía, podría habilidades como por ejemplo, las capacidades sensoriales como usuario de la energía cósmica eran incomparables con las capacidades de sensor de cualquiera de las naciones elementales.

Ella se sentía como si tuviera una sanguijuela gigante pegada a su alma.

Se concentro tanto en eso que no se dio cuenta para cuando la pelimorada se había sentado entre él y Kushina—Bueeeno, Kushina-san, ¿Me quiere presentar a su guapo sobrino?

—Él y yo no somos… familia, Anko— dijo Kushina tapándose la cara con algo de pena—. ¿Qué es lo que quieres?

—¿Qué? No puedo venir a saludar y tomar unos tragos, sobretodo con la señora "el fumador me dejó y ahora voy por otro vicio"— respondió la pelimorada al tiempo que pasaba un brazo sobre los hombros de Naruto—. Bueno, dado que no es familiar de Kushina-san pero tiene ese lindo cabello, puedo suponer que eres un Uzumaki. Me pregunto si este grandote no querrá tener algo de acción con un par de chicas grandes— dijo la Mitarashi de manera sugerente al tiempo que jugaba con unos mechones de cabello del Okami.

Era bastante suave y sedoso para lo que Anko podía notar, era incluso más suave que el cabello de algunas de las niñas fangirls del Uchiha, pensó por un momento que tal vez el chico era algún vanidoso, luego le miro a los ojos.

Negro se encontró con un morado brillante por unos segundos, sintiendo como si algo le mirara completamente desnuda, no solo físicamente sino… en todo aspecto general.

Sintió por unos segundos que veía a los ojos a su antiguo sensei antes de que parpadeara y el morado fuera reemplazado por el azul que vio antes—Técnicamente, ya estoy pasando tiempo con dos hermosas mujeres ahora mismo— declaró haciendo una seña a Kushina y Mikoto enfrente suyo.

El pelirrojo hizo una mueca ante el sonrojo en las caras de ella por eso.

No era ciego, podía decir que tanto la Uzumaki y la Uchiha así como la usuaria de serpientes y genjutsu eran mujeres hermosas.

Naruto no era muy creyente de coger por una noche.

Principalmente porque el necesitaría varias noches para sentirse igualmente satisfecho, y dejar a una mujer con la más movida experiencia de su vida le iba a dejar con seguidoras bastante… molestas. Dos de ellas le estaban viendo desde una tienda de ropa enfrente del restaurante, Morrigan de hecho estaba comprando la ropa.

Esa camisa de hecho le queda bastante bien. Pensó el pelirrojo distraídamente, antes de volver su atención a las tres mujeres que le rodeaban—Bueno, si no eres un rompecorazones entonces eres la cosa más linda que he visto en mucho tiempo, podría comerte y lamerte con gusto— declaró Anko pellizcándole la mejilla con un toque juguetón, antes de hablar más cerca—. Ya enserio chico, necesito tu ayuda con algo. Tu pareces ser un buen tipo, no te vez mal, y mi amiga literalmente ha estado bebiendo así por una semana, ¿No la quieres invitar a salir al menos para alegrarla un poco?

—Tengo novia— declaró Naruto, no era del tipo que se cogería a una chica que no sabía que tenía novia, le diría a ella y luego a su novia, y esperaría que las cosas terminarán bien. Literalmente una de las razones para hacerlo con Ikumi fue que Chun-Li también estaba con ella para decir que estaba bien con eso.

Estar bien con alguien que consideraba su amiga era diferente de andar cogiendo con quién estuviera dispuesta con él.

—Mira, no te estoy pidiendo que la lleves a un motel para que te la folles y le des el mejor polvo de su vida. Te estoy pidiendo que pases algo de tiempo con ella para alegrarle.

—No soy una caridad para alegrar a otros.

Técnicamente lo era, muchas de las cosas que hacía eran para alegrar a otros. Él, sin embargo, lo hacía con las personas que le agradaban, no con alguien en necesidad de terapia.

—De hecho, Okami-kun… ¿Le podrías ayudar por favor?— pidió de repente Kushina, haciendo que el pelirrojo le viera alzando una ceja—. Conozco a Kurenai, es una buena mujer y ahora mismo algo de ayuda para ella no sería malo, y bueno… siento que le debo al menos eso a Anko-chan.

La pelimorada agitó la mano al escuchar eso—Kushina-san por favor, ya le dije que usted no me debe nada con… bueno, eso— declaró la pelimorada pasando una mano por su cuello en un gesto que parecía apenado, pero Naruto reconoció como una especie de forma para aliviar el dolor en dicha área.

Los ojos de Naruto fueron al cuello de ella

Sus ojos se entrecerraron.

—¿Ese sello maldito en tu cuello es la razón de tu dolor?— pregunto en voz baja el pelirrojo.

La pelimorada se crispo por eso, antes de desanimarse un poco con una sonrisa cansada—¿No le puedes ocultar nada a los Uzumaki en cuestión de sellos?— comento la Mitarashi al tiempo que agitaba la cabeza un poco—. Está cosa me la puso un bastardo hace tiempo, ni siquiera Kushina-san ha sido capaz de quitármela y tarde o temprano te acostumbras al dolor.

—Es un sello bastante dañino para ti, y estoy seguro que tenerlo tantos años pegada no es bueno tampoco— comento al tiempo que se sujetaba el mentón—. Creo que tengo algo para ti y a tu amiga, podría tener algunas cosas que te ayuden.

—…mira chico, no quiero que me suban las esperanzas de nuevo, aunque tú diciendo eso me alegra un poco, Kushina-san es la mejor maestra de Fūinjutsu del continente, si ella no puede, nadie puede…

—Ya no— declaró Kushina con algo de resignación pero con una sonrisa—. Okami-kun me supera en sellos— saber que su clan estaba en buenas manos al futuro le alegraba, saber que alguien que bien podría ser su hijo era mejor en sellos de lo que ella sería, no le alegraba tanto.

Anko se quedó callada al escuchar eso, abrió la boca para hablar, pero no le salió nada.

Tomo un trago que había en la mesa para pasar el nudo en su estómago y garganta, haciendo a Naruto alzar la ceja por como se bebió su trago, no dijo nada porque entendió que ella estaría algo sorprendido por eso—Hm… mmmngr… bueno… yo no sé que decir, es sólo que… yo

—No tiene por qué ser ahora mismo, podemos probar cuando te sientas más calmada.

—Yo… apreciaría eso… ¿Qué hay para ayudar a Nai-chan?

—El número y horario de Inoichi— recibió un golpe en las costillas de parte de Mikoto, pero Naruto simplemente inhaló y suspiro.

Ignorando el hecho de que parecen olvidar que soy de la misma edad que la mayoría de sus hijos y estudiantes—Puedo ayudar a tu amiga con algo como pasar tiempo con ella si fuera a pasar tiempo entrenando a sus alumnos, más allá de eso, no veo porque hacerlo, así que sólo déjame en paz, ya tengo suficientes problemas como para estar queriendo ayudar a la primer persona que se lamenta.

—Vamos, le salvaste la vida por lo que me acaban de decir, ¿No te sientes aunque sea un poco responsable acerca de cómo viva ella?

—No en particular— recibió otro codazo por esa respuesta, haciendo que suspirara, se estaba arrepintiendo un poco de todo lo de "Pasar tiempo juntos para que ellas la pasarán bien"

Sujeto la botella de alcohol y se la empezó a beber sin nada de cuidado.

_ஜ ۩۞۩ ஜ_

—Ugggghhh— Naruto azotó la cara contra su cama, había regresado a su casa por unas cosas que iba a necesitar luego para algo que Mikoto le había pedido hace un rato, pero quedarse acostado en su cama unos minutos era algo que se había ganado.

Principalmente porque había usado su control temporal para acelerar el tiempo adentro de su cuarto, haciendo que afuera todo estuviera mucho más lento.

En verdad estaba seguro que estaba acercándose a la situación desde la perspectiva equivocada, sabía que cualquier hombre estaría más que encantado por estar constantemente rodeado de mujeres que querían algo con él, pero lidiar con todas ellas era algo de lo que no estaba acostumbrado.

Bueno, no cuando ellas se le lanzaban tan abiertamente, Albedo era la única cerca y ella se controlaba cuando debía.

Un portal de sombra de repente se creo justo a un lado de su cama, haciendo al pelirrojo gritar ahogadamente en su almohada.

Mikane salió de dicho portal alzando las manos apenas vio la expresión asesina en el rostro de Naruto—Vengo en son de paz.

—Irónico, es justo lo que yo quiero por la mitad de un femtosegundo, pero parece que el universo mismo me quiere joder eso— declaró antes de suspirar largamente—. ¿Qué quieres chica sombría?

—Bueno, quería saber por qué te comportas como una especie de adolescente antisocial cada vez que una chica se te acerca

El pelirrojo levanto la cara de su almohada—Mikane, ¿Se te hace conocida la frase "Eres lo que comes"?

—¿Qué tiene eso que ver?

—Por que te estás comportando como una enorme pila de imbéciles gritando que no para de crecer.

—…Pfft… okey, eso de hecho me dio algo de gracia— comento la Yokai antes de ponerse más seria—. ¿Estás bien?

—…no, soy uno de los seres más poderosos del planeta y no tengo ni la más mínima idea de relaciones sentimentales, estoy tan bien como una Daemonculaba que han usado decenas de veces— declaró con un gruñido antes de darse la vuelta sobre la cama y sujetarse el puente de la nariz—… Lo siento, no debería actuar como un cretino de ese modo, solo estoy… no sé cómo estoy, no sé cómo procesar nada de esto.

—Bueno… si te sirve de algo, conozco a Kushina y Mikoto por un tiempo, ambas son grandes mujeres, que han pasado por cosas malas y algo de felicidad para ellas siempre es bienvenida para mí— dijo la Ojimorada encogiéndose de hombros.

Naruto se sentó sobre la cama y le dio una mirada neutra—¿Cuál es mi color favorito?

—…No veo que tenga que ver, pero… no lo sé, ¿Rojo?

—Solo por qué mi pelo sea de ese color no significa que sea absolutamente mi favorito. Pero no importa, prácticamente nadie sería capaz de responder eso, ni siquiera Morrigan y Albedo— dijo el pelirrojo cruzándose de brazos.

La Oshimura alzo una ceja ante eso—¿No son ellas supuestamente tus amigas desde que eras pequeño? Según se ustedes incluso…— Mikane hizo un círculo con dos dedos y metió uno de sus dedos en dicho círculo.

—Soy un guerrero primero que nada, una herramienta para matar, 99% de mi vida allí fue pelear hasta que ya no aguantará más, el hecho es, pelear en temporadas de celo para un Oni es de hecho bastante peligroso por los cambios hormonales. La única manera de librar con eso es por sexo, y adivina, mataría a una humana o demonio normal haciéndolo. Ni siquiera es algo de ser bueno o tenerla grande, es literalmente ser capaz de ir por días enteros, la cantidad de sudor y fluidos que se pierden dejarían a cualquier ser vivo prácticamente seco— declaró el Okami sabiendo bien acerca de sus propias capacidades.

Mikane le miraba con una ceja alzada ante eso—No te disloques el hombro dándote palmadas en la espalda por eso— comento ella con cierna sorna antes de mirarle sin entender—. Entonces… ¿Cuál es el problema? Ya estás acostumbrado a hacerlo con varias, ¿Qué es lo que supuestamente te detiene aquí?— pregunto la pelinegra, sonaba genuinamente curiosa.

—Eso era por absoluta necesidad. Si hay algo que simplemente me disgusta es que me sigan ciegamente— dijo el pelirrojo frotándose la frente—…¿Tienes idea de lo deshumanizante que se siente? Para los que te admiran sólo existe este ser perfecto que no puede hacer nada malo y que te debes arrodillar, y hacer todo lo que te dice, y sin importar que les conozcas desde niño, incluso como infante es superior a ti.

—No somos humanos, deshumanizar es literalmente lo que somos.

—Sabes de lo que estoy hablando— comento el Okami con un gruñido—. La gente se rehúsa a verme como… yo. Ven al guapo, rico, poderoso y absolutamente jodidamente malditamente perfecto ser que creen— declaró el Okami haciendo una mueca—. Cuando alguien me ve piensan en el perfecto hijo de Izanagi, un ser cósmico, un demonio. Yo no tengo problemas en ser cualquiera de esos mientras sea por el propósito de cumplir lo que mi padre quería para mí. Pero me rehusó a qué sea lo mismo queriendo vivir. No hay nada que odie más que alguien viéndome por lo que soy en vez de por quién soy.

La pelinegra se quedó callada ante esas palabras, procesándolas y pensando en que responder—Bien… entre lo de ser el sobrino del Dios de los Demonios, y el hijo del Dios de Dioses, ¿En cuál de los dos entra el ser un tomate andante que huele a patchouli?

El Okami se le quedó viendo por eso, antes de ponerse a pensar en eso, para luego encogerse de hombros—No lo sé, probablemente de papá, él actuaba como un drogado bastante a menudo.

—Bueno, vine porque de repente simplemente desapareciste y sentí el control temporal aquí, por lo que… bueno, quería saber cómo estabas— declaró la pelinegra encogiéndose de hombros—. Y saber porque viniste aquí también estaría bien.

—Los Uchiha son adoradores de los dioses sintoístas, vine acá para traer algunas ofrendas para un ceremonia que Mikoto y sus hijos practican— explico el pelirrojo.

—¿Así que… van a adorar a tus hermanos? ¿Cómo te sientes respecto a eso?

—Eh, sería básicamente como toda reunión familiar que tenemos. Incómoda, horrenda, y una atrocidad a todos los valores familiares, lo único que faltaría sería el fantasma de Kagutsuchi mirándonos con su eternamente merecido disgusto.

De repente, justo arriba de la cabeza de Naruto se formó un fantasma de alguien con cabello rojo y la piel oscurecida, además de tener ojos amarillos—Eres débil, Narutoooooo.

—Estoy consiente de eso, Kagutsuchi, gracias— dijo alzando la cabeza para ver al fantasma.

Mikane le miro confusa por eso—¿A quien le estás hablando?

—…A nadie…y hablando de atrocidad en valores familiares, yo enserio debería empezar a ver qué está haciendo mi hermano... Conociendolo nada bueno.

En otro lado de la aldea, Danzo miro la bombilla titilante en su oficina fijamente, los errores eléctricos en Konoha no eran muy comunes.

Luego abrió los ojos cuando la bombilla explotó y se encontraba en la oscuridad.

Y finalmente, se puso en guardia cuando un par de ojos rojos aparecieron brillando en la oscuridad—Hola, Shinobi de las Sombras— hablo una voz inhumanamente gutural—. ¿Quieres morir como el resto de tu familia. Por qué vas a tener justo lo contrario.

YYYYY CORTE

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(*1) Esto es sacado totalmente de un fanfic en ingles bastante bueno llamado "The Last Prayer", recomendando.

En los siguientes caps tal vez haya lemon, y está vez espero más natural, pero no actualizaré en estas semanas, creo xd

SE DESPIDE DE USTEDES...

OMEGA