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Para Yahiko 8D
En los siguientes caps tal vez ponga un par de lemons, y los pondré intensos.
Para Nathaniel II
El Okami anterior es técnicamente un velocista, tan rápido como un taquion, este no es tan rápido incluso a su máximo poder pero se le acerca a eso xd
¿Cómo están gente bonita? Yo algo sad porque solo dos personas comentaron en el cap anterior que le puse algo de empeño xD
Dejando mi depresión de lado, con este cap, cumpliré mi palabra. ¿Que quieren que actualice ahora? ¿Una atractiva Variante, Olvidado, Un Legado de Matar o mi fic de Pokémon?
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Capitulo 30
Aquel en lo alto
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Naruto estaba genuinamente curioso acerca de la chica Hyūga, eso era algo que de hecho podía decir de pocas personas que había conocido en la aldea desde que había llegado, si bien tenía que ver con que ella no era como la mayoría que simplemente querían algo con él apenas verle, también estaba un poco la actitud irrespetuosa de ella, el hecho de que era del tipo de persona que no se pondría a besarle los pies simplemente por ser el mismo, era algo que siempre podía agradecer.
Si alguien le preguntaba, negaría totalmente que le gustaban las mujeres fuertes y desafiantes.
No era solo eso lo que le tenía curioso acerca de ella, por lo que había entendido, antes ella era una niña tímida y asustada que no se defendía de ningún abuso, su padre incluso la había considerado como una heredera insuficiente para ser la próxima líder del clan en vez de su hermana menor, y aún más importante que eso, incluso se había considerado que ella dejara la carrera shinobi debido a su reticencia enorme a herir a otras personas. Pero, todo eso había cambiado cuando la nación "Anko Mitarashi" atacó, por sugerencia de la madre de Hinata.
Lo que significaba que ella había pasado de una niña tímida al equivalente de una Anko mucho más violenta. También estaba el hecho de que los instintos de Naruto le hacían sentir… curioso cerca de ella, como una rara sensación de nostalgia.
No le puso mucha atención a eso. Tenía algunas otras cosas cruzando su mente en esos momentos, recordaba la prisa con la que Mikane se había ido, extendiendo sus capacidades sensoriales lo más lejos posible, podía todavía sentirla…En lo profundo del océano, seguramente en Alicorn… el pelirrojo podía teletransportarse allí adentro usando el movimiento cuántico, pero no quería ponerla más nerviosa a su alrededor después de todo lo que había pasado.
Miro el objeto en sus manos.
Había sido una creación del país de la primavera, la creación de costosas pero bastante útiles torres que soltaban ondas de radio en distintas partes de los países, y que habían usado como resultado dichos dispositivos para comunicarse a mucha distancia, entre otras cosas, antes de que Naruto se fuera a entrenar con Izanagi, lo más cercano eran los transmisores de radio, y sostener algo mucho más pequeño pero mucho más rápido como un teléfono era algo que le parecía curioso, pero se le hacía… mundano.
No, esa no era la palabra para describir como se sentía en esos momentos. Todavía tenía guardado el número de Mikane desde la última vez que la había contratado, tenía la llamada a un botón de distancia, y para alguien que podía mover montañas enteras con sus manos… sentía bastante pesado el teléfono en sus manos.
Se pasó una mano por el pelo cuando toco el vidrio con sus dedos, Cosmos y él le habían mejorado usando la tecnología de esta con los conocimientos de Fūinjutsu del otro, lo suficiente para llamar independientemente de las señales de radio que hubiera. El sonido de llamada en espera era uno que estaba dejando al pelirrojo impaciente, antes de escuchar la respuesta y que hubiera un silencio de varios segundos, para que luego fuera roto por un suspiro cansado y tembloroso—…¿Qué es lo que quieres?— pregunto ella secamente.
—Yo estaré en una misión dentro de poco, debido a que es un terreno que no conozco, yo quisiera pedir los servicios de Alicorn como refuerzos— declaró con un tono formal, no quería abordar el tema de golpe y causar que ella simplemente colgará.
Escucho un gruñido, y lo que suponía era ella frotándose la frente—Seguro, seguro, mmmhgrrh— se aclaró la garganta para igualmente hablar con un tono más normal—. Dependiendo de a donde sea puede que tenga un par de tropas disponibles para ser desplegadas allí.
—Es bueno oír eso, hablaremos acerca del pago después entonces— declaró en un tono de voz recto, tratando de ocultar que se le estaba poniendo seca la garganta, no sabiendo como abordar el tema sin que fuera demasiado apresurado—. Y yo… quería saber cómo estabas, te fuiste de repente y… quería saber si todo estaba bien.
—...
Silencio fue su respuesta. Naruto se sintió incómodo en cada milésima de segundo que pasaba, se mordió el interior del labio, no sabiendo si ella simplemente le iba a colgar.
—¿…Por qué te importa?
—Se que nos conocemos por qué hemos peleado, no tienes motivos para considerarme tu amigo ni nada similar— admitió al tiempo que pasaba su mano por su —. Sigues siendo una de las guerreras y líderes que respeto lo suficiente como para cuestionarme de tu bienestar, puedes cortar si quieres… sólo quiero saber si estás bien…. Haaa… ¿Sabes qué? ¿Puedo ir a dónde estás ahora mismo? Hablar de esto por un objeto así se siente impersonal.
—…Si es que puedes… aunque conociéndote si puedes… solo espera un momento, le avisaré a la tripulación que vengan, se que probablemente no te puedan hacer nada, pero no quiero que actúen en paranoia…— hubo unos cuantos minutos de silencio antes de que ella volviera—. Adelante, sorpréndeme o gran hijo ilustre de Izanagi.
Naruto simplemente uso el movimiento cuántico para aparecer enfrente de una puerta rodeado de paredes de metal y al instante toco para avisar que quería entrar.
De nuevo, había silencio, antes de escuchar un gruñido—Estaba siendo sarcástica— mascullo del otro lado antes de que los cerrojos de la puerta sonarán, y Naruto la viera.
No había pasado más de un día desde lo que pasó pero ella se miraba con unas muy grandes ojeras, y el cabello bastante desaliñado, el pelirrojo sonrió incómodamente y alzo una mano a modo de saludo—Hey…
Ella le bufo, no sonaba condescendiente, sonaba como alguien que estaba pasando por algo que la dejo bastante mal en los nervios y estaba teniendo una mala mañana—…Hey— respondió ella gruñonamente.
—¿Llegué en mal momento?
—Más allá de que por fin había logrado dormirme, después de que mi madre pasará horas enteras hablándome acerca de cómo debería irme lo más rápido posible de esta dimensión, me doy cuenta que debería de aumentar la seguridad considerando lo JODIDAMENTE fácil que te metiste aquí— declaró ella, Naruto tuvo la decencia para verse avergonzado—. ¿De que quieres hablar?
—Bueno, quisiera hablar de lo que pasó con…
—Si es lo de tu "hermano" Susanoo, no quiero hablar de eso, simplemente mira con esos ojos tuyos si quieres, realmente no me importa, después de todo son como un "libro abierto" para ustedes— declaró Mikane al tiempo que se frotaba la frente y empezaba a firmar papeles en su escritorio.
El pelirrojo abrió la boca para hablar—No voy a…
Ella le interrumpió de golpe—¡Mira!... No me gusta hablar eso eso, estoy ocupada, y no estoy de humor para hablar de algo que yo no debería saber… solo… mira con esa habilidad tuya, es mucho mas fácil para ambos de esa manera— declaró la pelinegra, su voz había pasado de un tono normal a uno malhumorado—. Me sorprende que no has hecho hasta ahora— murmuro ella antes de ponerse a leer un contrato.
Naruto se quedó callado.
Realmente estaba reacia en abordar el tema.
Se quedó en silencio por unos segundos, con la pelinegra leyendo los papeles, la razón de porque no le gustaba usar la habilidad de Psicometría del Noryokugan era simplemente lo invasivo que era, no había nada, absolutamente nada que pudiera ser ocultado de dichos ojos, cada momento, sin importar que tan íntimo, sin importar que tan lejano en la memoria, era visto a un detalle enorme a esos ojos.
Sus ojos pasaron de azul a morado entonces, y vio directamente a Mikane.
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Una niña pequeña de cabello negro caminaba de manera feliz por una pradera verde, un gran y frondoso bosque alrededor de un pequeño pueblo, siendo seguida por dos niños de su edad, ligeramente más pequeños.
Naruto notó que algunos de ellos parecían no tener rostros, apenas siluetas en los recuerdos de ella, el signo de que era difuso en sus recuerdos, solo a dos niños pequeños y a uno más en específico se le podía ver.
Naruto los analizo a detalle, viendo las memorias de ellos con la niña pequeña.
Sus 2 hermanos pequeños, y su mejor amigo.
Vio la felicidad de la niña, la inocencia de ellos cuatro, la tranquilidad de lo que les rodeaba, una felicidad que no había visto o sentido desde que había conocido a su abuelo, el pelirrojo decidió saltar esos recuerdos, no quería invadir la privacidad de Mikane más de lo que ya estaba haciendo.
La felicidad se había ido, un año o dos después, ella estaba rodeada de un gran y verde prado, recogiendo hierbas de distintos tipos en las afueras del bosque, detrás de ella estaban los otros dos niños, sus expresión tristes y preocupadas, le ayudaban a recolectar.
La pequeña pelinegra entro a una casa en medio del campo y llego hacia un cuarto donde se encontraba una mujer en una cama, pálida, sudando y temblando.
Era su madre.
No era Yukari, ni tampoco suponía que era su madre biológica, así que debía ser por lo menos su madre adoptiva, y estaba enferma, las hierbas probablemente eran medicina, vio a los dos hermanos llegar con canastas llenas de dichas hierbas, haciendo que el Okami hiciera una mueca. Las hierbas se veían borrosas, algunas de ellas eran realmente medicinales, otras no lo eran, tampoco eran hierbas venenosas, pero sabía que ella necesitaría algo más específico que eso para mejorar.
Avanzó en los recuerdos de ella.
El resultado es lo que entendió que vino después.
La niña y sus hermanos se encontraban parados enfrente de una tumba bastante simple, bañados por la lluvia, todo se miraba borroso, como ella seguramente lo recordaba, Naruto no perdió el detalle de como estaban junto a un hombre adulto, cuyo rostro estaba completamente oscurecido, como un niño dibujando sobre un papel, era el signo de trauma, de algo que no quería ser recordado, de algo que quería abandonar siendo suprimido en su memoria.
Estaban llorando.
El hombre era su padre… O por lo menos su padre adoptivo, el pelirrojo entendió a dónde iba eso aún sin necesidad de ver más allá.
Miro ahora a la niña.
No debería tener más de once años, caminaba con ropa bastante andrajosa y se veía bastante desaliñada, tenía una bolsa con comida bastante pesada para ella sola que seguía cargando, la puso con esfuerzo sobre una mesa, sacando algunas cosas, parecía que iba a empezar a cocinar.
Luego vio como se tambaleó cuando una lata de cerveza le había golpeado la cabeza.
El que antes era un agricultor dedicado a su trabajo se había vuelto un hombre amargado, no parecía haber hecho nada de esfuerzo en mucho tiempo, tenía una barriga cervecera bastante grande, y Naruto no perdió detalle de que bastante más de él ahora se encontraba rallado, como si su sola existencia quisiera ser olvidada.
—¡Mocosa, deja de perder el tiempo y tráeme otra cerveza!
Avanzó más allá de los recuerdos de ella y sus hermanos sufriendo a manos de la carcasa de ser humano que se había vuelto ese hombre.
Este se encontraba ahora armado con una escopeta, balbuceando como loco, temblando, seguramente llorando incluso, enfrente suyo, la niña estaba enfrente de sus hermanos encogidos en un rincón, extendiendo sus brazos, buscando protegerlos, incluso a pesar del miedo que tenía.
El sonido del disparo de la escopeta fue ensordecedor, sobretodo desde la perspectiva de ella.
Todo se puso oscuro.
Luego, todo se volvió rojo, Naruto pudo ver la piel siendo desgarrada, los huesos siendo quebrados, todo bajo uñas afiladas y manos con un agarre inhumano, los dientes desgarraban la carne y las viseras del que alguna vez fue un padre que amo.
Vio las manos temblorosas al entender lo que había hecho, y aún más que eso, de manera tan clara como si lo viera en persona, los ojos aterrados de sus hermanos, trato de llamarlos, trato de acercárseles, y ellos corrieron, tropezó tratando de seguirles, aterrada ante lo que había hecho, las lágrimas nuevamente llenando su visión, volviendo todo borroso.
Cuando se aclararon, vio que ahora estaba en una hoguera, atada con cadenas hacia un poste de madera, rodeada de madera empezando a arder, un zumbido era todo lo que se escuchaba, acallando los insultos sin fin de todo el pueblo que le había puesto allí.
Estaba demasiado adolorida como para siquiera seguir despierta, había sido prácticamente linchada, la habían brutalizado hasta la casi muerte, brazos y una pierna rota, la otra se encontraba demasiado dislocada como para poder usarla, moretones, cortes… puñaladas, estaban apunto de quemarla viva ahora.
Alguien quien parecía ser un pastor estaba hablándole a todo el pueblo.
Parecía incitar al odio de la gente, demonizando a la niña.
Una bota con punta de hierro golpeó en la cara a la niña, haciendo que todo se volviera negro, había perdido la conciencia.
Naruto se tomó unos momentos para seguir procesando lo que estaba viendo, para luego proseguir, notando que estaba en el suelo ahora, todo estaba prendido en fuego ahora, hasta donde alcanzará la vista, cuerpos triturados, degollados, mutilados e irreconocibles le rodeaban.
Había una mujer rubia con un vestido blanco y morado acercándose a ella apenas la noto despierta, levantándola con gran gentileza.
Podía escucharla llamarle por un nombre de mujer que no conocía pero la pequeña parecía bastante débil como para seguir consciente.
Cuando despertó de nuevo, estaba en un futon, totalmente sanada de las heridas que había sufrido antes.
La mujer rubia, que había adivinado era Yukari, estaba allí al instante, viéndola de manera preocupada—Estoy… tan aliviada de encontrarte a tiempo… no sabes por cuánto tiempo te he estado buscando— le dijo suavemente, las lágrimas se estaban formando en su cara cuando la toco en la mejilla, y luego la abrazo, como si tuviera miedo de que desaparecería si la dejaba
La pequeña fue creciendo poco a poco desde entonces.
Aprendiendo a como ser una Yokai, entrenando sus habilidades, entablando amistad con varias personas.
Su vida parecía haber mejorado a como era antes.
Teniendo ahora 15 años la adolescente encontró una caja musical la cual tenia escrito que estaba dirigida hacia alguien con el nombre que a veces Yukari le llamaba por error.
Al abrirla vio que era bastante bonita, tenia unas hermosas joyas verdes, hecha con detalles que parecían fabricados por un profesional con un estilo antiguo.
—…Oh, veo que la encontraste.
La adolescente miro a Yukari con curiosidad—¿Para quién era esta caja musical?— pregunto la pelinegra con curiosidad.
Su respuesta fue una sonrisa maternal—Para ti querida, es para ti, planeaba dártela en tu cumpleaños 18… Pero ya la encontraste así que…
Entonces un sobre se deslizó de una parte de la caja musical y la adolescente la atrapo, tenía una carta y una llave—¿Entonces puedo escucharla?— pregunto ella con añoranza.
—Es tuya, ¿Por qué no podrías?— cuestionó Yukari al tiempo que veía como la pelinegra empezaba a dar cuerda a la caja
Una melodía agradable comenzó a sonar.
Yukari no parecía muy cómoda y estaba apuntó de irse antes de que se cara pasará a una preocupada y todo se volviera negro.
Cuando volvió la claridad vio lo que parecía ser Yukari cubierta de heridas, una pelinegra que se miraba bastante parecida a la adolescente, y una criatura humanoide que se miraba completamente borrosa.
Era su madre, su verdadera madre.
Ya antes Yukari le había dicho a la adolescente sus orígenes, quien era su madre real y que no la abandonó, si no que había muerto, su nombre era Mikami.
Era una batalla demasiado reñida, ñero quien parecía estar ganando era el ser que no podía distinguir.
Al igual que aquel hombre parecía como si un niño hubiera tachado su forma entera.
La pelea continuo, disparos de Danmaku, apéndices de sombra, incontables brechas, explosiones de energía cósmica, todo termino cuando el estómago de la pelinegra fue atravesado por el brazo de la criatura.
Pero contrario a dejarse caer inserte por eso, Mikami se sujeto al ser y los anclo a ambos contra el suelo.
Montones de sarcillos de sombra comenzaron a hacer una crisálida alrededor de ambos. Y comenzó a volverse cada vez mas pequeño.
Yukari comenzó a golpear la crisálida, desesperada, abrir brechas, usar todo encantamiento que sabía para perforar dicha crisálida que se hacia cada vez más pequeña.
—¡No hagas esto!
—Nos va a… Matar a ambas si no lo hago… Lo siento… Pero tengo que hacerlo.
—¡Debe de Haber otra manera! ¿¡Que va a pasar con tu hija!? ¡Ni siquiera me has dicho donde esta y quien es su padre!
—Esta con su padre, no te preocupes… He arreglado las cosas para que mas como el no la encuentran, si la llegas a encontrar… Dale mi caja de música como regalo.
Entonces la caja de música comenzó a sonar, la misma melodía que antes había escuchsdo. Y ahora se escuchaba mientras la crisálida se hacía cada vez más pequeña y brillante hasta ser del tamaño de una pelota de tenis.
Luego exploto.
La explosión libero una gran onda expansiva, repleta de sangre y trozos pequeños de viseras y trozos minúsculos de huesos.
Yukari quedo bañada en eso.
Su vestido realmente dañado blanco y morado ahora era enteramente Rojo.
Sin parpadear la rubia se dejo caer de rodillas al suelo, bañada en la sangre y restos de su mejor amiga.
La música seguía sonando.
Lo que parecía una melodía alegra ahora era, agria y triste, una burla enorme a lo que paso, una marca permanente en sus vidas
La vida entera de Mikane paso alrededor de los ojos de Naruto, no había sido más de un segundo para él, procesando completamente todo lo que había visto, cerrando los ojos e inhalando, ella había dejado los archivos después de un rato, y cuando abrió los ojos de nuevo, vio la caja de música, la misma de sus memorias, tocando la melodía dulcemente agria
Mikane estaba parada al lado de ella, pasando los dedos por una mancha roja de sangre seca, y adherida al acabado de cuarzo de la caja musical.
—Supongo que ya viste no?— le pregunto Mikane, haciendo que el pelirrojo bajará la mirada—. Yo… Nunca le dije a mama que vi lo que paso, simplemente… le dije que me desmaye… No creo que me crea pero… Bueno… Aun la tengo aquí conmigo— explico la pelinegra cerrando la caja y callando la melodía.
El pelirrojo abrió la boca para hablar pero las palabras no salieron de su boca.
No sabía que decir después de lo que vio.
Inhaló y se pasó una mano por el pelo, mirando a otro lado, no sintiéndose comodo de verla directamente, mucho más después de todo lo que acababa de ver
Luego simplemente suspiró—Yo ya lo dije antes, no te culpo por odiar a los seres cósmicos, entiendo que tienes tus razones, y... Ahora que he visto cuáles son esas razones... Sería hipócrita de mi parte decirte algo como "lo siento" o "lo lamento". No van a arreglar nada a este punto…
Mikane no le dijo nada en respuesta, haciendo que el pelirrojo bajará los hombros
Entendía que era algo malo.
Hasta ahora, no había entendido realmente que tan malo era.
—Yo solo... No puedo Entender que solo por que mi madre le dijo que no a uno de... Ellos, organizo una extinción masiva de mi especie... Incluso con todo esto del multiverso... No soy capaz de encontrar a otra yo o a otra versión de mi madre... Ella fue borrada de todas y cada una de las dimensiones... Y si no fuera por su sacrificio yo también hubiera seguido su destino... Solo por que mi madre dijo que no.
—…No voy a preguntar a qué cosa dijo que no... Siento que es un tema del que no quieres hablar, y ahora mismo preferiría no seguir recordándote ese tipo de cosas...
Ella se le quedó viendo en silencio, el pelirrojo tampoco sabía que decir para poder hacerla sentir mejor, no había nada que pudiera decir que fuera capaz de hacer cambiar toda la vida que ella había pasado.
Pero lo miro, tenía la cabeza ligeramente baja, la mirada en sus ojos era totalmente contraria a la de ver a una cosa inferior como los ojos de Susanoo, los ojos de Naruto estaban llenos de una disculpa que no salía de su boca, y de una comprensión que ella no era capaz de entender, estaba bastante cerca de ella, la pelinegra no era demasiado baja, pero comparada con el gigante de cabello rojo enfrente suya, tenía más de una cabeza de diferencia, eso sin contar el tamaño de su cuerpo.
Y sin embargo, al verlo, sentía como si el se estuviera haciendo más pequeña que ella, poniéndose en sus zapatos.
Naruto no tenía ni una sola cicatriz en su cuerpo, la defensa de su cuerpo, sus reflejos y su regeneración eran tal como para que nada hubiera sido jamás capaz de dejar una marca permanente en su carne. Y sin embargo, había una gran cantidad de cosas que le habían marcado mentalmente.
Más allá de cualquier paliza que hubiera recibido, antes y después de vivir lejos de Konoha, Naruto sabía que las heridas más profundas, las que tardaban más en sanar, eran las que se quedaban en la mente y el alma.
—...Si hay algo que entiendo de todo esto, es el dolor de... Bueno, todo esto, todo lo que te paso y por lo que haz pasado debido a... Uno de los míos...— declaró mientras la imagen de una castaña de ojos morados se sobreponía con el recuerdo de Mikane comiéndose a su padre adoptivo, el pelirrojo le miro directamente a los ojos para hablarle con total sinceridad—…Gracias...— la pelinegra se le quedó viendo cuando dijo eso—...Por... Ya sabes... No odiarme cuando... Te enteraste de quién y que era… no culpaba a tu madre por odiarme antes… con lo que se ahora… no te habría culpado por odiarme tu también.
—Intento hacer el esfuerzo de no simplemente juzgarlos, pero a veces... Es demasiado difícil, pero bueno, no sentí nada "Celestial" en ti en un principio, así que supongo que no sentirla aun y ahora ayuda a que no pase...
No tenia el mismo tono que antes, era más seco y rígido, incluso podía notar momentos donde se iba a quebrar.
El pelirrojo extendió una mano hacia ella, el impulso de querer decirle algo, de al menos darle el confort de que no era como el ser que le había quitado a su madre, y retrajo su mano cuando ella se crispo y retrocedió levemente cuando se le acercó.
Se llevó la mano al cuello—Yo...puedo entender eso más de lo que crees, no voy a... No estoy en posición para juzgarte por lo que decides después de todo esto...Solo quería venir para saber si estabas bien pero... Supongo que esto es una respuesta bastante clara a eso.
—Yo... Simplemente me tomare un tiempo, ver a... Tu hermano... Hizo que se me abrieran viejas heridas— fue lo que dijo ella antes de simplemente salir de su oficina.
El pelirrojo inhaló profundamente, alzando la vista al techo con las memorias de Mikane aún fresca en su mente—Y creí que mi familia ya era de por sí mala— murmuró levemente antes de usar el movimiento cuántico para irse de allí, tan rápido como había llegado.
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Tenían un día después de haber sido informados acerca de su misión para preparar todas las cosas que necesitaban, Naruto había usado la mayor parte de eso para hablar con Mikane, y luego pensar en lo que ella le había mostrado.
No había dormido, fisiológicamente no lo necesitaba, su energía se regeneraba más rápido de lo que podía gastarla, y eso era quitando el absorberla de otros medios, había pasado años enteros sin interrumpir combatiendo, pero era más una manera de relajar su mente de estar constantemente despierto.
Estaba en el baño, el agua caliente estaba a su máxima temperatura, y le había puesto sellos para que esa temperatura fuera la suficiente como para hervir a una persona normal, sentía una corriente de nostalgia extraña, como en los días de antaño, en dónde peleaba en lo profundo del Makai contra distintos enemigos, se estaba preparando de nuevo para cortar una amenaza potencial que aborrecía completamente. Las toallas que tenía igualmente tenían sellos para secarse poco después de que fueran usadas, junto algunas otras cosas que había puesto por comodidad.
Aunque tenía la vista tapada por una toalla sobre su cabeza que estaba usando para secarse el pelo, podía escuchar las pisadas de una de sus compañeras de vivienda yendo hacia donde estaba—Okami, nos enteramos que tienes una misión entregada por el Hokage, nosotras tenemos autorización para… para…
Reconoció la voz de Meiko incluso antes de quitarse la toalla de la cara, la noto, su usual expresión sería había pasado a una de sorpresa al tiempo que él alzaba una ceja, le estaban temblando las piernas y tenía la cara roja, Naruto podría no ser el ser vivo con más experiencia social del universo, pero no era estúpido… no tanto como para no reconocer una reacción física natural—Dame unos minutos amenos que quieras quedarte para un show.
—Y-Yo… yo… ahmmm…— soltó ella viendo al pelirrojo secando sus abdominales, sus ojos perdiéndose en como la tela pasaba y secaba las gotas de agua que bajaban por la carne prácticamente cincelada mientras caminaba hacia una habitación enfrente suyo.
—Es una broma, no soy tan lanzado contra una mujer— admitió entrando a su habitación para preparar todo lo que iba a necesitar.
En su bolsillo de Kunitokotachi mantenía esencialmente cualquier cosa que pudiera necesitar, y más de eso, pero siempre era bueno para distraer su mente el asegurarse de que todo estuviera allí adentro, una cantimplora con un sello para el rellenado de agua, un pergamino con lo básico para primeros auxilios, otro pergamino que contenía provisiones suficientes para unas semanas, píldoras de soldado en un frasco de plástico, píldoras de sangre en otro, y varios papeles bomba.
Naruto no llevaba nada en la bolsa que estaba analizando que fuera a usar. Al contrario, todo lo que estaba allí eran cosas para que los demás usarán, el como actuaba en misiones era fundamentalmente diferente a como actuaba en su vida diaria. Era un soldado primero que nada, un guerrero, no dormía, no comía y no se detenía una vez que empezaba con una misión sería, la única cosa que era de diferente en eso era el hecho de que iba acompañado, así que tendría que cuidar a los que le acompañaban igualmente.
—Disculpe, Naruto-sama, ¿Le gustaría tal vez que le ayudará a vestirse?— pregunto una voz detrás suyo que le hizo recordar la razón por la que cuidaba a los que peleaban junto a él, sintiendo una gota de agua pasarle por la frente y no particularmente por el agua que todavía tenía en él pelo.
—No soy alguna clase de noble con el ego metido hasta el culo como para no vestirme yo sólo, Albedo— le respondió a la pelinegra, quien simplemente dio una inclinación a modo de disculpa, notando como ella se le quedaba viendo, los ojos entreabiertos y con el amago de una sonrisa empezando a formarse en su cara.
El pelirrojo suspiro, si ella estaba así viéndole desnudo no quería pensar como estaría Morrigan, por su bienestar y el de la súcubo decidió ya vestirse.
Aunque era algo incómodo, no tenía muchos problemas en vestirse enfrente de alguna de ellas dos, de nuevo, el había sido un soldado, el equivalente al capitán general de incontables tropas demoniacas, en el campo de batalla no es como que hubiera muchas importancias de cosas como baños o decoro… eso y la primera noche que pasó con ellas le habían intentado dar una mamada juntas.
Era un poco difícil después de eso avergonzarse, no imposible, sólo difícil.
—Le pedí como favor a Issei que me informará del lugar al que iremos, se llama, el País de las Maldiciones (Noroi no Kuni), es un país bastante alejado del país del fuego, es vecino del País de los Demonios, y tiene tratos comerciales con este último, así que vamos a aprovecharnos de eso para infiltrarnos por allí— explico el pelirrojo al tiempo que se ponía unas botas de color café con un recubrimiento metálico alrededor del pie, un pantalón azul oscuro de un tono grisáceo, un cinturón de color café y una camisa negra sin mangas, poniéndose por último una gabardina bastante grande de color beige encima.
—¿No debería prepararse más entonces? Sin el deseo de ofenderle, pero esas ropas se ven demasiado comunes como para servir de protección— opino la pelinegra arrodillándose ante su réplica.
—El lugar aparentemente tiene conexión con Ne-Jashinyoepketoah, en el caso de que sea tan peligroso como creo que puede ser, entonces tengo esa armadura como protección extra encima de todas las cosas, será una misión de reconocimiento, y exterminio si es que soy capaz de evitar un problema mayor— explico el Okami al tiempo que se estiraba lentamente.
—¿Qué es lo que desea que hagamos para asistirle?— pregunto Albedo después de un largo silencio.
—Por el momento no es nada demasiado serio, quédense aquí, protejan la aldea si pueden, Jashin tiene ojos en todos lados, y es capaz de abrirle la puerta a mayores problemas— declaró, ella estuvo apunto de rehusarse y discutir antes de que el pelirrojo pusiera una mano sobre su cabeza, y la acariciara levemente, para luego acuclillarse para verla cara a cara y pasar su mano a la mejilla de la súcubo—. Si les pido que hagan algo así es por qué confío en ustedes, las conozco, se que tan fuertes son… este lugar sin importar lo doloroso que ha sido en el pasado… y lo doloroso que es ahora… tiene algunas personas de las cuales me preocupo. No les pido que protejan a cada ser vivo que existe en esta aldea, solo a los que son cercanos a mi.
Las mejillas de Albedo ganaron un nuevo tono de rojo ante la forma que el Okami le hablo, la sensación de su mano en contra de su cara era tan firme pero se sentía tan suave, su respiración se estaba volviendo pesada, al tiempo que Naruto sentía como la temperatura corporal de ella aumentaba—Okami…Sama… ya no puedo aguantarlo más… por favor… ¡Ahora mismo, hágame por favor la progenitora de su sagrada semi…!
El pelirrojo le tapo la boca de repente, eso no la detuvo de empezar a hablar aunque no se le entendiera nada, mantenía su sonrisa, pero inhaló con fuerzas y se le quitó de la cara—…— y quitó la mano de la boca de ella con algo de duda.
—¡Y vuélvame su puto depósito de se…!
—¡Albedo!— le llamo con algo de fuerza, si así había terminado la oración se aliviaba de no haber oído nada más—… Ahora tengo una novia, su nombre es Chun-Li. Y bueno, creo que también tengo una relación con Naruko e Ikumi— comento recordando la noche que pasó poco antes de irse de Kumo—. Hablare con ella si está de acuerdo con que hagamos eso sí tanto lo quieren, negárselo a ustedes es un poco cruel considerando que son súcubos y literalmente viven de eso, pero pueden alimentarse de mi energía demoniaca si se encuentran con hambre si ella dice que no.
—Con todo respeto, mi amo, lo único de lo que tengo hambre es de probar de nuevo su grande y larga…
—Aggggghhh— el pelirrojo se llevó una mano a la cara, a veces se le olvidaba que ella había nacido como una demonio de bajo rango en uno de los muchos mundos del infierno, ella era recatada y noble como una cortesana, pero Naruto podía dar fe literal que era toda una puta en la cama.
Y eso era literal, ella antes no había sido capaz de montar a su mascota bicornio porque este no podía ser montado por una mujer que fuera "pura"
Naruto termino mucho más montado que dicho bicornio… bueno, Albedo también termino mucho más montada, pero era mejor no hablar de eso. Incluso si Naruto tuviera a varias mujeres como pareja, no quería ser del tipo que simplemente se andaba cogiendo a la primera que le abriera las piernas, quería que ellas confiaran en él y quería ser sincero con ellas, principal razón por la que le había dicho a Ikumi que antes era su hermano. Por lo mismo, su relación con sus antiguas soldados demoniacas eran curiosas.
Las apreciaba, no había forma de no encariñarse con alguien con quién había peleado y había cogido, pero por motivos que iban más allá de cosas emocionales. Ellas le miraban como algo divino, un ser por encima de todos los de su raza, Naruto no apreciaba el ser adorado, pero no les tenía disgusto por ello. Quería que su pareja fuera alguien que pudiera entenderlo. Comprenda que él no era solo un Dios-Rey de este mundo, sino también alguien común en el fondo.
No había muchos que entendieran eso respecto a él.
Albedo se abrazo a su brazo, apresando los grandes músculos del pelirrojo entre sus enormes tetas con una sonrisa, haciendo que Naruto suspirara al tiempo que empezaba a caminar hacia abajo, viendo como todas estaban haciendo diferentes cosas abajo.
Korra estaba ejercitándose, Meiko estaba hablando con Morrigan, Samui se encontraba leyendo un libro con la misma cara neutra de siempre y Unchou estaba practicando con su lanza… probablemente no debería hacer eso último en los interiores.
Apenas bajo por las escaleras la atención de ellas se centro en él, Meiko desvió la mirada, no parecía ser capaz de verle cara a cara después de lo que vio—Según me acaban de decir están al tanto de que tengo una misión a la cual tengo que atender pronto— comento el Okami sentándose en la mesa de la cocina, viendo como las demás presentes se empezaban a reunir a su alrededor.
—Bueno, la Raikage sólo dijo que te cuidáramos y que evitáramos que cualquiera del país del rayo te hiciera algo por temas políticos, lo cual también incluye seguirte para evitar que te maten en una misión— declaró Korra cruzándose de brazos, el pelirrojo le lanzó una toalla a la cara por lo sudada que estaba.
Meiko desvió la mirada y se puso más roja de lo que estaba.
Ella pensaba que era del tipo que le lanzaría la toalla con la que se secaba a la chica sudada por alguna razón, eso o le gustaba ver el cuerpo brillante de sudor de la morena—Comprendo que todas ustedes son fuertes por si mismas, y no les estoy minimizando en lo más mínimo, pero la situación a la que voy es un asunto de suma importancia, no puedo dejar que alguien que no es de mi confianza entre.
No había mucha ofensa por ello.
Las había conocido por unos cuantos días, un par le consideraban guapo, pero eso no significaba que ellas le tuvieran mucha confianza más allá de eso—Bueno, es algo que no hemos hablado del todo con tu Hokage, pero el asunto radica en que todavía tendríamos que enviar a una de nosotros para mantener por lo menos un informe de lo que paso, no queríamos todos los detalles de una misión, pero si lo mínimo posible.
El pelirrojo se sujeto el mentón ante esas palabras—¿Quién de ustedes es la más capaz en infiltración?
Las mujeres de Kumo se vieron entre si, no tardaron más de unos cuantos segundos en decir en unísono—Samui.
—…supongo que eso funcionará entonces, como dije, se que son fuertes pero para una misión de este tipo, atacar con fuerza bruta es contraproducente— declaró mientras se le quedaban viendo.
—¿Pues que vas a hacer, infiltrarte en un país vecino para acabar con un tirano?— pregunto Unchou alzando una ceja por lo que dijo.
El pelirrojo se encogió de hombros—Algo así, un culto religioso ritualista a una entidad llamada Jashin— declaró cruzándose de brazos—. Realmente tiene varios nombres, Ne-Jashinyoepketoah es uno que le daban en antaño, mucho antes del Sabio de los Seis Caminos incluso. Amenomagatsuhinomikoto era otro nombre que tenía, incluso el título de Mahito fue creado para él.
—…Suena a que conoces mucho de este Jashin.
—He… estado lidiando con las cosas que tienen que ver con él, se hace llamar el dios de la violencia, y los que le siguen son conocedores de la frontera entre la vida y la muerte bastante, son gente problemática, sobretodo por qué tienen una casi inmortalidad al daño físico— explico el pelirrojo antes de suspirar—. Y básicamente, iremos a un país que tiene un lugar lleno de gente así.
—Fui sometida al proyecto Hielo-Fuego de Kumogakure cuando era una niña, estoy desensibilizada a ese tipo de cosas— declaró la rubia serenamente, sin emociones.
El pelirrojo noto como las demás parecían crisparse por eso—¿Qué es exactamente eso?
—Un proyecto estudiantil en la academia para ver el estudio psicológico de dos grupos de niños shinobi en completamente diferentes ambientes, uno en dónde se le sean mostradas el tipo de cosas que como shinobis debemos cometer y el borrado del orgullo, y ser tratados de la manera contraria con un grupo distinto— explico Samui, haciendo que las demás se quedarán calladas.
—…Unas éramos del grupo Fuego, y otras del grupo Hielo— explico Korra con algo de vergüenza—. Cuando mi tía se volvió Raikage y tuvo manejo de ese tipo de cosas ella destituyo a los que planearon por algo así y la única razón de que no los mato fue porque su reputación era demasiado importante en la aldea como para matarlos así como así.
—Mi madre luego los mato— declaró Samui con un tono de voz igualmente tranquilo.
—…¿Por qué exactamente estás contando todo esto?— pregunto Morrigan de repente curiosa, no era desconocedora de volver a niños soldados sin emociones desde jóvenes, el ser que más amaba en el mundo era uno—. Suena a información bastante importante.
—Raikage-sama dijo que hiciera lo que Okami dijera— declaró ella simplemente—. Seguir las órdenes es lo que debo de hacer.
...Parece ser incluso peor que un shinobi de raíz. Pensó el Okami al oír la explicación de ella—Entonces supongo que tú serás la que me acompañe, Samui. ¿Estás bien con eso?
—Si yo estoy bien con eso no es algo que le deba de preocupar— dijo ella bajando la cabeza, haciendo que el Okami hiciera una mueca.
—Si crees que verla a ella es raro deberías ver cómo es su hermano— comento Korra con un deje de gracia.
Naruto simplemente suspiro, entre más estaba enterándose del mundo Shinobi, menos le estaba gustando lo que se enteraba. Había visto peores cosas, pero estás se estaban empezando a acercar—Dejare un clon con ustedes para que técnicamente sigan cumpliendo su cometido de seguirme, técnicamente, no debería estar fuera de la misión que la Raikage les dio. Espero no me muerda el culo a futuro… ¿A quién engaño? Lo hará.
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Se estaba empezando a acostumbrar a las miradas que le daban cuando estaba siendo seguido por alguna mujer hermosa, lo cual era algo curioso si le preguntaban al Okami, los hombres le volteaban a ver de vez en cuando, pero no más de lo que se le quedaban viendo a quien le acompañaba, y solamente era para darle a él una mirada de envidia, enojo y en algunos casos puro odio de su suerte. Las mujeres tendían ser más sutiles, le daban algunas miradas interesadas y también se quedaban viendo a las que estaban con él, pero era algo más curioso cuando le miraban a él con envidia.
Samui no parecía importarle, sabía que su apariencia atraía miradas, y mientras no fuera usarla en una misión no le importaba que cualquiera le mirara.
Naruto le dio una mirada a Kiba cuando esté se encontraba con los ojos abiertos como platos viendo a su actual compañera, bueno… estaba viendo algo de su compañera… no era el único, incluso noto que las cejas de Shino estaban alzadas detrás de sus gafas, no ayudaba que la rubia simplemente estaba cruzada de brazos haciendo que sus pechos se vieran más grandes—Umm…. ¿Quién es ella?— pregunto Kurenai, quitando la atención de las… enormes cosas que tenía Samui.
—Es una Kunoichi de Kumo que está a mi servicio, sus habilidades pueden asistir en la misión, hablé con el Hokage para avisarle de que ella podía ser de utilidad— declaró el Okami al tiempo que sentía la mirada de Sakura e Ino quemándole el cuello, y ni siquiera lo estaban viendo a él—. Deberíamos movernos lo más rápido que podamos, entre más tiempo perdamos discutiendo, menos tiempo tendremos para terminar la misión.
—Seguro, seguro…— comento Asuma, prendiendo un cigarrillo y dándole una última mirada a Samui, aunque ya la había acompañado, se seguía sorprendiendo cada vez que veía a algunas de las mujeres que Kumo tenía, ignoraba la mirada que Kurenai le estaba lanzando.
Naruto soltó un bufido y rodo los ojos, a Samui parecía no molestarle o importarle, pero sabía que tan malo era que por su apariencia se le quedarán viendo como un montón de depredadores, así que le dio un zape a Kiba, y simplemente se puso delante de ella al tiempo que salían de las puertas de la aldea, la rubia se le quedó viendo por unos momentos, no entendiendo el porque hizo eso.
Luego parpadeó repetidamente cuando vio al Okami hacer algo que no esperó.
—Muryōkōten— de repente todo se volvió negro alrededor de ellos, antes de que el pelirrojo les enviará a todos a velocidades superluminales al otro lado del continente en menos de una milésima de segundo, la rubia se tambaleó de repente cuando en vez de estar en los bosques alrededor de Konoha, estaban en medio de una montaña en la que se miraba rodeada por una especie de templo y ciudad bastante grande.
—¿Qué… demonios… fue eso?— pregunto Kurenai antes de que Kiba se hincara y soltará el contenido de su estómago.
—No tenemos mucho tiempo que perder así que use un Jutsu mío que me permite mover cosas a una velocidad similar a un Jutsu que usan en Kumo para transportar cosas a altas velocidades— explico lo más simple el Okami viendo como incluso los otros dos equipos y Samui que ya habían experimentado algo así, se encontraban marcados por el viaje tan rápido—. Es más fácil aguantar el vértigo cuando te acostumbras.
—Tengo problemas creyendo en eso…— murmuró Shino sosteniendo su estómago antes de que el Okami se encogiera de hombros.
—La única razón por la que no nos envíe directamente en el país de las maldiciones es debido a que hay algo alrededor de allí que podría ser un problema— dijo el pelirrojo antes de apuntar a la ciudad debajo de ellos—. Esa ciudad es Seishingakure no Sato (Aldea Escondida entre los Espíritus), lo más cercano que tienen a una aldea ninja, solo que en vez de Kage tienen a una mujer llamada Kōshōnisō (Alta Sacerdotisa), que es la descendiente de la antigua fundadora del templo allí— explicó el pelirrojo sacando un pergamino y lanzándoselo a la líder del equipo de Sakura y Satsuki… y la chica de cabello morado… cualquiera que fuera su nombre—. Entraremos por este bosque, es el cual la mujer que nos contrato dice que es no supervisado por la gente en el país de las maldiciones, así que debemos ir con cuidado de no atraer demasiado la atención.
—¿No puedes usar ese Jutsu tuyo para llevarnos directamente allí?— pregunto Kiba… antes de arrepentirse cuando quiso volver a vomitar, recibiendo un par de mullidos de Akamaru por eso.
—Como dije, hay algo alrededor de dicho país que tenemos que cuidarnos, encima de eso, tenemos que encontrarnos con alguien allí, así que será mejor que empecemos a movernos— declaró caminando en la dirección contraria a la ciudad.
—¿No podríamos al menos ir a la ciudad a descansar unos momentos antes de ir?— pregunto Ino igualmente con el estómago revuelto.
El pelirrojo negó al instante—Tiene una barrera especial que detecta cualquier entrada similar a Konoha, sus Shinobi no son numerosos, pero son más fuertes que todos ustedes juntos, deberíamos irnos ahora que podemos ya que puede que enviaran a uno de los suyos hacia donde estamos— todos los presentes se crisparon al escuchar eso al tiempo que el Okami le daba una mirada al templo.
También estaba el hecho de que la barrera le impedía a demonios entrar, él incluido. Y si bien podría romper la barrera con facilidad, tan solo estar cerca le estaba dando una sensación similar a qué le prendieran fuego a los pulmones.
Tosió un par de veces.
Sentía un olor similar a los fantasmas hambrientos del Yomi por alguna razón, lo cual simplemente le hizo empezar a caminar más rápido lejos de la ciudad, afortunadamente, Seishingakure estaba al borde del país de las maldiciones, así que no haría mucha distancia que recorrer, más aún con paso shinobi.
El pelirrojo miro como después de una media hora caminando llegaban a un enorme templo negro, se miraba más como una fortaleza oscura enorme, con una enorme estatua en las puertas, era de color negro, con las protuberancias metálicas pareciendo un manto rasgado, tenía la cara de un demonio sonriente, y un báculo en una mano con una estrella de seis puntas en el, en la otra tenía una lanza con un par de linternas atadas a él—Si este lugar fuera más tétrico sería el infierno— comento Kiba al ver como los alrededores estaban decorados con calaveras en llamas, además de estatuas de bestias y criaturas inhumanas.
—Jashin y sus seguidores siempre tuvieron algo por las estéticas de intimidar, si crees que el templo Mogwai es malo deberías ver sus campos de tortura y sus laboratorios— comento el Okami viendo como en las puertas del templo y al lado de la estatua estaba una mujer.
—No soy alguien religioso, ni un cobarde, pero este lugar me da un carajo de miedo y no le confía el hecho de que actúe tan normal— declaró el Inuzuka viendo la normalidad con la que el pelirrojo caminaba hacia la persona que estaba al lado de la estatua.
—Créeme, si el te parece raro, apenas está empezando— declaró Satsuki viendo a la chica que parecía ser de la edad de ellos.
Era una adolescente de cabello verde, ojos anaranjados con una piel morena, tenía unas pantalones de color azul oscuro con protecciones de metal en los muslos, un faldón de color verde claro bastante grande, una camisa de red con tela que tapaba el centro de su vientre y sus pechos de copa C, tenía unas hombreras del mismo color que el faldón con rendijas de color anaranjadas y cuernos a cada lado, llevaba una bandana con el símbolo de la cascada rasgada atada a su brazo, y cargaba un enorme pergamino atado a sus hombreras y a su pecho con tiras de color rojo.
Todo en todo, parecía una guerrera bastante equipada.
—¿Una ninja renegada de Takigakure es la que nos va a acompañar?— pregunto la Hyūga del equipo de Kurenai, las venas en sus ojos denotaban que estaba usando su Dojutsu para algo analizarles.
Más allá de que la peliverde tenía una cantidad de Chakra gigantesca y lo que parecía un segundo Chakra en ella, el pelirrojo se miraba… se veía extraño para ella, una energía de color morado estaba en su centro, brillante y comprimida, alrededor de esa estaba una energía de color rojo, moviéndose con una fuerza enorme alrededor de su cuerpo, y encima de esa una siempre cambiante energía que se miraba recubriéndole de manera fija.
Ellos dos tenían más de una energía en ellos, mientras que la peliverde tenía lo que parecía dos núcleos de Chakra, el pelirrojo atrajo su atención por dos cosas, la primera era el hecho de que todas las energías que le rodeaban se veían como si vinieran de él o alrededor suyo.
La segunda era que tenía la verga más grande que había visto en su vida, y Hinata no era una puta, pero su Dojutsu literalmente veía a través de la gente, así que ese número no era pequeño.
Satsuki se preguntaba porque Hinata estaba haciendo el cuello a un lado, como si estuviera buscando ver algo desde un mejor ángulo.
Naruto se sacudió levemente para extrañes de la peliverde—… Ehmmm… Fuu, ¿Verdad? Asumo que Sumeragi te informo de como es el lugar al que iremos de antemano.
La chica llamada Fuu asintió—Aunque Alicorn tiene algunas cosas en contra de la mujer que te contrato, mantenemos vigía de distintos lugares, este incluido— explico la peliverde serenamente al tiempo que se cruzaba de brazos con expresión sería.
—Bien, más allá de este lugar está la provincia de Tamahome Boshi, allí deberá estar la capital del país de las maldiciones, ah… es mejor que se preparen para empaparse— comento el Okami caminando hacia la estatua de Amenomagatsuhinomikoto, la agarro con dos manos al tiempo que la alzaba del suelo, haciendo que los que le acompañaban abrieran los ojos al ver como la estatua de más de treinta metros de metal macizo era alzada como si fuera hecha de plástico.
Luego la lanzó a varias decenas de metros tirada de cara al suelo, dejando las puertas de la tierra de las maldiciones completamente abiertas—…¿Tu… por qué… hiciste eso?— pregunto Fuu sorprendida por la fuerza física del Okami, que no había mostrado nada de Chakra en su uso.
El pelirrojo se palmeo las manos un poco—Jashin y yo tenemos historia algo personal, si tengo la opción de, como diría mi hermano, "cagarme en su mesa" lo haré— declaró encogiéndose de hombros antes de que la peliverde se tapara la boca cuando se le estaba apunto de salir una risa.
Se aclaró la garganta y se dio media vuelta—Muy bien, es hora de que empecemos con esto— dijo empujando las puertas y viendo… una enorme lluvia.
Los ojos de Fuu se abrieron viendo como una lluvia torrencial caía sobre el lugar apenas pasando las puertas, giró levemente, y vio que del otro lado prácticamente parecía un entorno diferente, cruzando las puertas la lluvia empezaba de la nada—Se me olvidó mencionarlo, pero aparentemente es similar al País de la Lluvia, o bueno, al menos en parte. Esta lluvia es artificial, y sirve como un método de detección para el que la genera— explico el pelirrojo girando la cabeza para ver a los demás—. Así que si pueden, olvídense de la sutileza y pasar desapercibido, sabrán que estamos allí apenas nos toque una gota.
—Entonces está misión será más de bombardeo que de asesinato supongo— comento Fuu antes de que seis alas de insecto se formarán en su espalda y estás empezarán a aletear—. Supongo que me adelantaré entonces, esperaré por cualquier señal que quieras darme.
—La capital no está demasiado lejos, así que será mejor que si vamos a movernos, nos movamos rápido— indico el pelirrojo al resto de equipos, los cuales se vieron entre si antes de asentir y prepararse.
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Una de las razones por las que los shinobi corrían con las manos hacia atrás de sus cuerpos era para que la aceleración hacia adelante les ayudará a mantener energía, y al ir más rápido les permitiera tener la menor cantidad de resistencia al aire en sus movimientos. Para Naruto, alguien que podía ir tan rápido como quisiera, prefería correr de la manera usual, moviendo sus brazos a los lados para ganar inercia además de tener los brazos listos para atacar y con la espalda hacia atrás para mantener su centro de gravedad que le permitiera moverse sin problemas.
Se miraba mucho menos agraciado que cualquiera de sus compañeros shinobi, pero valía poco considerando que era más rápido que todos ellos, y que no importaba la posición en la que estuviera cuando se podía ver a una velocidad mucho mayor que cualquiera. Corría así más que nada por costumbre, viendo la capital de la provincia a lo lejos.
Naruto salto, pasando por encima de los muros de la ciudad y cayendo justo en una torre encima de los muros. El guardia que se encontraba allí no tuvo tiempo ni siquiera para decir algo cuando el pelirrojo apareció detrás suyo, y le dobló el cuello lo suficiente como para que quedara viendo las cosas invertidas.
Riesengross apareció en su mano, el arma de proyectiles impulsada por el mecanismo electromagnético generaba esencialmente nada de ruido, y podía disparar a una velocidad de recarga de nanosegundos con el tipo de reflejos que él tenía y los mecanismos de su arma. Por lo tanto, apuntar a las otras torres en dónde se encontraban algunos otros guardias fue tan simple como apuntar y disparar antes de que soltaran cualquier señal, no importaba la distancia, Naruto podía disparar y apuntarles directamente la cabeza, no es como que importará, la sola velocidad y fuerza de las balas eran suficientes como para enviar a cualquiera por la que pasará cerca a morir por la onda de choque residual.
Dos segundos después, había terminado con la mitad de soldados que resguardaban las torres, para luego ver cómo la otra mitad se estaba en lo que parecía ser alguna especie de polvo verde oscuro, Fuu le hizo una seña con una mano, en signo de que había terminado en ese lado, para que el Okami luego viera como los demás subían los muros usando Chakra en vez de saltar de una como él lo hacía.
Naruto bajo cuando al otro lado de los muros cuando ellos habían llegado, escuchando a Fuu empezar a revolotear alrededor suyo—…Esto es… disgustante— menciono ella viendo lo que sólo podría llamar una especie de ciudad desolado, parecía una mezcla de trinchera antigua y alguna especie de templo enorme.
El piso parecía estar cubierto por lo que parecía ser una especie de tierra verdosa pero que no se miraba seca a pesar de la lluvia constante que había, lo que atraía más la atención era la gran cantidad de símbolos diferentes, y el hecho de que por diferentes partes de la aldea surcaban aguas de color morado oscuro, el hecho de que tuvieran algunas calaveras colgando de sus casas o banderas volvía más tétrico la vista del pueblo fantasma—¿Dónde está todo el mundo?— pregunto Hinata usando su Byakugan tratando de ver si se estaban ocultando adentro, notando que… no podía ver nada en esa lluvia, parecía como un montón de luces oscuras titilando en todos lados.
La peliazul gruño y se frotó los ojos ante eso—La capital es solamente una de las bases que tienen, no es particularmente la única que poseen. Además, la mayoría de sus rituales se dan bajo tierra, así que allí es donde deben estar— explico apuntando a la distancia, dónde parecía haber un enorme templo en dónde los lados estaban dos enormes conductos subterráneos—. Siento que hay algunos Chakras en el templo bastante fuertes, ustedes vayan a por debajo a buscar a los demás, yo investigare el de arriba y me les uniré luego— declaró el pelirrojo al tiempo que Fuu volaba en su dirección.
—Tengo mejor movilidad en espacios abiertos que en cerrados, me quedo para ayudarte— declaró ella al tiempo que el pelirrojo miraba a su alrededor, buscando en distintos lugares en dónde se pudieran encontrar alguna clase de soldados buscando atacarles. Pero nada, el Okami suspiro, eso significaba que todos estaban en los caminos subterráneos.
—Tu eres el capitán— fue todo lo que dijo la sensei del equipo de Sakura mientras empezaban a caminar antes de que el Okami entrecerrara los ojos y luego los abriera de golpe.
—¡Tírense al suelo!— dijo antes de ponerse lo más rápido posible enfrente del grupo, antes de ver lo que sólo podrían describir como una gigantesca bola de lava y fuego se lanzaba en contra de ellos.
Naruto extendió una mano hacia eso al tiempo que activaba el Bolsillo de Kunitokotachi, haciendo que la esfera empezará a ser tratada apenas le tocó y luego mirando a otro lado cuando un enorme dragón hecho de hielo se lanzó en contra de dónde estaban. Alzo su otra mano y lanzó la esfera de lava directamente contra dicho dragón, mandando una onda de vapor a cubrir todo lo que les rodeaba.
De las nubes de vapor salieron seres con ojos completamente rojos, piel blanca cuál mármol y cabello negros, a una velocidad que hizo a los Jōnin pensar en Maito Gai, se lanzaron en contra de ellos.
Naruto envío a uno hacia atrás con una patada y al otro lo agarro del cuello, estampándolo contra el suelo mientras empezaba a ser golpeado en la cara por el ser de ojos rojos—¿¡Qué demonios son estas cosas!?— pregunto de golpe Kurenai cuando vio como aparecían decenas más, de repente, vio como uno de ellos estampaba las manos juntas y las ponía en el suelo.
Al instante, raíces empezaron a salir del suelo, para incredulidad de todos los presentes antes de que el pelirrojo alzará una mano y lanzara una esfera de fuego negro que al chocar contra las raíces que se lanzaban en contra de ellos, se formó un gigantesco domo de flamas negras entre ellos—¡Muévanse rápido!— ordenó el Okami de golpe—. Estas cosas son Shitakangae son humanos sintéticos imaginados usando Kyūshiki. Tienes todas las habilidades que desean los que los hicieron, cada uno de estos va a tener lo peor que se puedan imaginar en habilidades— explico rápidamente el pelirrojo.
—¡No te podemos dejar solo con esto!— grito Satsuki antes de sentir un par de explosiones detrás de ellos, viendo como Fuu tenía sus manos en la posición de una pistola, lanzando lo que parecían ser esferas de Chakra púrpura comprimido.
—¡Yo les voy a cubrir, déjenlos a nosotros!— grito la peliverde antes de inhalar con fuerzas y empezar a sacar un polvo verde de su boca como si fuera niebla. Antes de aplaudir de repente y que un fuerte brillo cegara a sus enemigos—. ¡Vayan rápido!
—…cuando términos volveremos a ayudar, resiste hasta entonces— le dijo Kurenai de repente, haciendo el pelirrojo asentir, y viendo como estos se iban a las entradas de los canales subterráneos.
La peliverde suspiro ante eso, viendo como empezaban a ser rodeados por más de los llamados Shitakangae—Bueno… grandote, según dices… estos tipos de aquí pueden tener cualquier nivel de fuerza, Ninjutsu o Hiden que nos imaginamos… ¿Alguna idea de cómo acabar con ellos?— pregunto girándose a ver al pelirrojo.
Abrió los ojos cuando vio como agarraba de la cabeza al que tenía todavía apretado contra el suelo y con una barbaridad que pocas veces había visto en su vida, jalo el cráneo hacia arriba, en un baño de sangre en el cual dejo un agujero en dónde el cuello estaba, el pelirrojo apretó el cráneo entre sus dedos como si fuera un globo lleno de agua, y lo explotó con fuerzas al tiempo que se ponía en guardia—Estas cosas no están vivas, no tienen alma y no sienten dolor, no tengas absolutamente ningún tipo de duda, porque ellos no la tendrán.
—Anotado— declaro la peliverde antes de que un aura roja la empezará a cubrir y su piel empezará a deshacerse, empezando a volar contra los diferentes soldados sintéticos que les estaban rodeando.
Naruto saco a Riesenhaunt, a diferencia de Riesengross que era un arma que usaba proyectiles disparados electromagnéticamente, su otra arma disparaba proyectiles energéticos a una velocidad lumínica y a más de 100 mil grados, así que iba a ser muerte por un agujero en el cráneo, o muerte por un agujero en el cráneo que derritió todo lo que estaba adentro.
Empezó a disparar en contra de los que le rodeaban, al tiempo que empezaba a moverse para dónde estuvieran, esquivo una enorme esfera de Meyton (Elemento Oscuridad) lanzada en su contra antes lanzarse contra el que la lanzó, disparándole en una pierna antes de empujar su cabeza contra el suelo apenas perdió el equilibrio.
Apunto la arma de energía apuntada al estómago de uno que se había recubierto con una armadura de Chakra de metal, y el disparo partió el torso en dos, Naruto vio como aún partido en dos, la mitad inferior empezaba a arrastrarse hacia él y empezaba a brillar, el Okami lo pateó en la cara, mandándole contra un grupo de sus compañeros antes de que explotará por usar Bakuton como último recurso.
Los oídos de Naruto se sacudieron cuando sintió que el suelo temblaba y giró la cabeza para ver cómo del templo empezaba a salir uno de los pálidos guerreros de más de 2.5 metros de alto, lo suficiente como para que pareciera más una especie de gigante que lo posible por una persona normal, no solo eso, sino que el tamaño de su musculatura era como para parecer una especie de mastodonte más que un ser humanoide.
Y estaba corriendo hacia el pelirrojo, rodeado de una armadura de electricidad cada vez más fuerte.
El Okami simplemente siguió caminando, disparándole al resto de los que estaban cerca antes de guardar sus armas cuando el gigante estaba apunto de chocar contra él, usando su dedo como una cuchilla concentrada de Raiton.
Amenooshikorowake.
Un enorme cilindro doble se formó en la mano de Naruto, prácticamente tan largo como su brazo entero, y con cañones prácticamente de la mitad de gruesos que su muñeca cada uno, teniendo sujetada debajo dos cuchillas de color dorado.
En un instante se escuchó el sonido de una explosión potente cuando el pelirrojo le apunto directamente a la cara al gigante, quien tuvo la cabeza y el torso completamente volados en pedazos ante el disparo—…Wow… ahora entiendo porque a Ise le gusta este— comento antes de apuntarle a uno de los que estaban volando arriba usando una especie de Jutsu para aligerar su peso.
La doble cuchilla que estaba debajo se lanzo hacia él y le agarro del cuello, antes de que la cadena de retrajera y Naruto fuera atraído hacia donde estaba, una vez que estuvo arriba le disparó al que estaba volando en la cabeza antes de que protuberancias de color negro empezarán a aparecerán a su alrededor.
El Brakk, un rifle más grande que el propio cuerpo de Naruto, salió del bolsillo de Kunitokotachi antes de que las protuberancias negras le sujetarán y empezarán a disparar en distintos lugares, a diferencia de sus otras armas, el mero calibre de los proyectiles que usaba la gigantesca arma era como si le dispararán a alguien con un rifle Anti-Tanques constantemente, por lo que las balas le dieron a todos los que estuvieran en el rango del Okami y los atravesaron completamente.
Naruto aterrizó mucho más delante de dónde estaban originalmente, a las entradas del templo, viendo como Fuu recuperaba su apariencia normal, aunque tenía la piel con un tinte rojizo sanguinolento, pero le alzo el pulgar en signo de que estaba bien—Cuando te recuperes, empieza a volar, voy a hacer algo de estruendo y no quisiera que quedes en medio— le recomendó el Okami viendo como la peliverde sacaba el pergamino de su espalda para luego suspirar.
—Darte cobertura desde la distancia, comprendido. Si las cosas se ponen peliagudas pediré refuerzos pero preferiría que no molestáramos a la jefa, parece estar afectada por algo actualmente— comento sentándose algo agotada, los que le habían atacado habían sido bastantes, y habían sido bastante fuertes, necesitaba un minuto para recuperar algo de fuerzas.
Naruto simplemente se dio la vuelta y empezó a caminar, borrando todo pensamiento que no fuera lidiar con su objetivo.
Borro de su mente la culpa que le pico al oír que Mikane estaba afectada. Borro el pensamiento que el resto de sus compañeros estaban abajo del templo. Borro el pensamiento de las personas que podía llamar si las cosas se salían de control.
Nada existía en su mente excepto lo que estaba detrás de las puertas de lo que sólo podría llamarse un templo que le daba la bienvenida a la muerte.
Inhaló profundamente.
Pateó las puertas al instante que la diadema blanca aparecía sobre su cabeza, el Okami dejo el aire que llenaba sus pulmones saliera.
Una fractura enorme se formó en la diadema, justo por la mitad y que empezó a fracturar el resto de la superficie blanca, la mayor cantidad de poder y habilidades que intentará sacar, mayor sería el efecto de fractura de la diadema, mayor sería el tiempo y dolor físico que tendría que pagar como resultado a sacar más de su propio poder, y después de eso, tendría más poder a su disposición, entre más poder sacará, más difícil era romper la diadema.
Naruto no se iba a dejar controlar nada en esos momentos, no estaba allí para desquitar su enojo, no estaba allí para cumplir una estúpida misión dada por Danzo, no estaba allí para nada más que exterminio.
Genshikū.
Flamas negras se formaron sobre el cuerpo del Okami, una prenda de oscuridad prácticamente, vacío puro convertido en algo material y físico, dada forma para él, como la prendas dadas a un rey mientras caminaba a su coronación, a sus lados, podía ver y escuchar a una gran cantidad de personas hablando en canticos, llegando prendas blancas con el mismo símbolo de un punto negro adentro de un triángulo que igual entraba en un círculo. El hijo de Izanagi tenso cada músculo en su cuerpo, viendo a un hombre de cabello blanco enfrente suyo, arrodillado y rezando a un altar.
La estatua era de un ser ataviado en un kimono, con un solitario cuerno formándose en su cabeza, Naruto miro de espaldas al hombre, jurando que por un segundo, vio en vez de unos de color negro, unos ojos amarillos brillantes de diversión y curiosidad—Es un tanto irónico, ¿no lo crees, hijo del sabio?— pregunto de repente el hombre, su voz sonaba elegante, suave y sin ninguna señal de agresividad, sonaba tan relajante a los oídos que casi daba escalofríos—. A los seres vivos de este mundo no les gusta morir, no les gusta la guerra, no les gusta pelear. Sin embargo, la muerte sigue siendo algo que todos sufren, y los de tu calaña, se alimentan y prosperan en la guerra, viven de ella, porque sin eso no son nada.
—…— Naruto en ningún momento detuvo su caminar hacia él.
—Podríamos hablar por horas acerca de cómo todo esto es una hipocresía de tu parte de atacarnos, pero estaríamos horas que podríamos usar mejor en esto.
—Estoy seguro que en algún punto el usar jodidas calaveras humanas te quita la opción de ser ambiguamente moral— declaró Naruto crujiendo el cuello de lado a lado—. No vengo aquí a pelear contra ti, hijo de Jashin.
Una enorme onda de energía creció desde el cuerpo del Okami, como una flama cambiante de diferentes colores, un incendio de energía pura que hizo que el templo y la ciudad entera empezará a temblar simplemente por su liberación.
En la espalda del Okami, un aro dorado se formó en su espalda, al tiempo que fracturas blancas empezaban a formarse en su cara, sus ojos se habían vuelto morados, mechas enteras de su cabello se volvieron negras mientras diamantes negros se formaban desde la base de la mandíbula hacia la boca del pelirrojo, alrededor del anillo dorado, diez esferas de energía moradas se formaron encima suyo, formando un segundo anillo al tiempo que el Okami hacia la mano hacia adelante.
—Por que esto no es una pelea, esto es una jodida exterminación.
Una esfera negra con el centro de color blanco se formó en la palma del Okami, comprimiendo una cantidad enorme de vacío antes de que el Okami la apretara entre sus dedos, un brillo blanco cegó a todos los presentes segundos antes de que una explosión enorme cubriera todo el lugar, un enorme domo de color blanco consumiendo el templo en su totalidad. En los cielos, Fuu tenía problemas volando por la presión del aire, viendo con una enorme sorpresa la enorme cúpula de aire presurizado.
Luego vio como algo salía volando de allí siendo seguido por una estela de color negro.
Genshikū, el vacío primordial de la creación, era el Ninjutsu de Elemento Aire más poderoso del Okami, no solamente le permitía rodearse de vacío vuelto algo material, sino que aumentaba sus capacidades físicas.
Encima de eso, estaba el Modo Sabio de los Ocho Grandes Reyes Dragones, un modo sabio ancestral y divino en poder y habilidad, incomparable con cualquier cosa del mundo humano.
Encima de ello, el anillo dorado que tenía en su espalda brillo con fuerzas antes de que una gran cantidad de misiles de energía fueran creados y se lanzarán en contra del peliblanco.
Jinpachi Budō, el hombre más cercano a Jashin, era parte del clan que descendencia directamente del dios de la violencia y la muerte, era el más poderoso de su clan, el que había seguido todas las ramas del Jashindō (Camino de Jashin) desde que había sido traído a ese mundo, uno de los seres más poderosos en todas las naciones elementales, miro al ser que le seguía.
Los misiles que le seguían explotaron cerca suyo, y se adentraba en un portal negro creado por su persona para escapar de estos, antes de entrar en otro, y volver a salir para volver a entrar en otro cuando los misiles ya habían llegado allí.
Podía reaccionar a eso, podría defenderse incluso.
Pero lo que no se pudo defender, fue de la garra negra que era ahora el pie del pelirrojo, sujetándole la cara como si fuera una extremidad genuina, moviéndole a una velocidad enorme, los bosques y las montañas de su tierra natal desapareciendo en menos de un segundo, la onda presurizada de aire por la velocidad habría sido suficiente para matar a un ser humano normal.
Luego, fue azotado contra el suelo cuando llegaron a su objetivo, Jinpachi rompió la roca con su espalda, y su cráneo, siendo arrastrado por cientos de metros de roca por el pelirrojo al tiempo que este le agarraba de los brazos. Naruto no era particularmente piadoso contra los que combatía, pero había una parte especial para los Jashinistas en él.
Jalo hacia arriba, arrancando las extremidades en menos de un segundo, desgarrando huesos, carne y piel para luego aplastar con el pie el pecho del peliblanco, haciendo que este abriera los ojos antes de que la sangre saliera volando de su garganta ante la explosión de sus órganos internos por el golpe, antes de que Naruto lo pateara y lo lanzara por los aires.
Lo siguiente que vería sería como el pelirrojo brincaba y nuevamente le sujetaba de la cara, sólo que está vez, cuando le puso contra el suelo, empezó a correr a una velocidad de vértigo con la cara contra la roca maciza de dónde fuera que estuvieran, empezando a dejar una estela carmesí por dónde llegará.
Una de las manos del peliblanco se reformó en medio de eso, antes de apuntarle al Okami con una esfera de color negro formándose en su mano. Todo su antebrazo quedó completamente destrozado cuando las mandíbulas del pelirrojo se cerraron en contra de su brazo y de una sola mordida lo arrancó, para que luego viera como la otra mano se regeneraba, haciendo ahora un sello con una mano.
Los ojos de Naruto se abrieron antes de desaparecer en dónde estaba, un enorme domo negro formándose alrededor del peliblanco antes de que viera como cambiaba por instantes a un terreno lleno de agua con humanos deformes caminando en dirección a una luna de sangre. La visión fantasmagórica cambio de repente mientras el peliblanco de antes aparecía caminando fuera de la esfera, manteniendo el sello con una mano al tiempo que se regeneraba—Vaya, en verdad que eres vicioso, sabes que ese tipo de cosas no me matan, pero lo haces para asegurarte de que tenga la mayor cantidad de dolor posible, eso es algo que puedo respetar— indico el peliblanco—. Podrías ser un gran Jashinista de la Senda Torturante.
—…— Naruto no dijo nada al tiempo que hacía la mano hacia atrás y del anillo de color dorado se formaba un báculo de color rojo.
—Desafortunadamente, ser inmunes al dolor es algo que tengo, soy después de todo aquel que ha ido por todas las sendas del Jashindō para lograr alcanzar la verdad de este mundo, la verdad de nuestro Dios, el Demiurgo de la vida como la conocemos— declaró extasiado el peliblanco.
—Tu no sabes nada de la verdad, no eres más que otro imbécil que sigue a alguien que se hace llamar un dios y lo siguen como polillas a un fuego— fue todo lo que dijo secamente el Ojimorado.
—Se más de la verdad de lo que crees, Naruto Okami.
—También se que el nombre verdadero de Jashin mismo es Yuishiki Ootsutsuki, uno de los primeros seres que nacieron entre las estrellas y que vinieron a este mundo, nosotros los Budō compartimos su sangre después de todo. Se todo acerca de eso y más— el peliblanco luego suspiró y extendió su mano hacia adelante—. Dime… ¿Conoces tu acerca de esto?
Los ojos del pelirrojo se abrieron cuando vio como una enorme lanza de color negro se formaba en las manos del peliblanco, todavía brillando en la punta con una mancha de sangre carmesí. Un temblor cubrió todo el cuerpo del pelirrojo tan solo de ver esa lanza, antes de que el pelirrojo agitara la cabeza y se pusiera en guardia.
—7 novias, 7 lanzas, las siete armas que pueden romper la armadura del Rey Escarlata, no se si es un mito o no, todo lo que se es que antiguamente, una de tus antiguas encarnaciones, tal vez la primera, fue asesinado por esta lanza— declaró tocando el metal negro que formaba la lanza—. ¿Qué te parece morir de nuevo por su filo?
—Crece, Yeoui— con un susurro, el báculo carmesí paso de ser del tamaño de un báculo normal, a ser prácticamente del tamaño de un edificio entre el Jashinista y él, haciendo que este abriera los ojos al ver la gigantesca piedra carmesí apunto de estamparle.
Y así fue, siendo golpeado a tal velocidad que sus piernas ni siquiera tuvieron tiempo para separarse del suelo y fueron arrancadas completamente. La fuerza del báculo y su tamaño eran suficientes como para que Jinpachi sintiera que estaba siendo golpeado contra una montaña.
Luego sonrió, y simplemente apunto el filo de la lanza contra el báculo—Mandala.
Un brillo de color carmesí salió de la lanza, formando un minúsculo agujero… que pasó a través del báculo y directamente golpeó en contra de Naruto, este abrió los ojos antes de ver a su lado, Yeoui cayó al suelo al tiempo que su brazo había sido separado de torso por un agujero, gruñendo ante la sensación de carne ardiendo alrededor de la herida—Una de las habilidades de esta lanza en particular es la capacidad para lanzar un rayo que sin importar las defensas, neutraliza y cambia todo para asegurarse de dar siempre en el blanco.
Naruto gruño simplemente, antes de que la carne empezará a formarse nuevamente en su brazo, hueso, músculo y piel formándose al unísono antes de que la extremidad izquierda volviera—Ohhh, admirable. Debes de tener capacidades regenerativas bastante capaces, cualquier ser cósmico normal habría perdido permanente una extremidad. Pero bueno… no eres exactamente como cualquiera— dijo con una sonrisa el peliblanco—. Bien, bien, bien. Mis técnicas de Jūinjutsu pueden funcionar sin la necesidad de que las explique, aunque como sabes, tienen la propiedad de que si explico cómo funcionan, su efectividad aumenta. No haré algo como eso, está será una simple pelea, entre el heraldo de Izanagi, y el heraldo de Yuishiki Ootsutsuki— declaró el peliblanco antes de golpear el suelo con la lanza—. Amenomagatsuhinomikoto (Señor Celestial Traedor de la Enfermedad)
Como si sus palabras trajeran algún augurio, el cielo se oscureció, y una tormenta torrencial golpeó el lugar donde estaban, antes de que una armadura de hueso empezará a formarse alrededor del peliblanco, cubriéndole de pies a cabeza al tiempo que la lanza aumentaba de tamaño, ganando distintas cuchillas y volviéndose una gigantesca masa negra de espinas.
El Budō la sujeto con una mano, como si fuera una flor, todos los apéndices negros se retrajeron alrededor del centro, y luego, cuando Jinpachi empujó la lanza, estos se cerraron alrededor del Okami.
Este vio las cuchillas, sintió el Chakra oscuro del Jashinista, sintió como la lluvia parecía empezar a absorber su Chakra a un ritmo inhumanamente rápido.
—Tienes el mismo problema que Yuishiki— los ojos de Jinpachi debajo de la armadura se abrieron antes de ver hacia atrás, dónde el Okami se encontraba.
La armadura de hueso fue quebrada apenas el pelirrojo le dio un golpe con una fuerza enorme.
—Hablas demasiada mierda.
