..··..··..··..··..·..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..·(ˆ·. .·ˆ)·..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..·
Capitulo 32
Preludio de Catástrofe
..··..··..··..··..·..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..·(ˆ·. .·ˆ)·..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..··..·
.
.
.
.
_ஜ ஜ_
.
.
.
.
El ahora pequeño pelirrojo simplemente se rascó la nuca al tiempo que veía a los ninjas de Konoha estaban completamente anonadados con su nueva apariencia como un niño.
Bueno, anonadados y algunos le estaban viendo con envidia debido a que ahora su cabeza estaba descansando sobre los grandes pechos de Samui –la cual estaba cambiando de turnos con Morrigan y Albedo de vez en cuando poco después de haber visto al pelirrojo– pero eso estaba de lado en esos momentos, lo que les tenía completamente sorprendidos era el hecho de que el pelirrojo que era el Capitán Jōnin de su equipo había cambiado de un gigante de casi 2 metros, a un niño que les llegaba apenas más allá de las cinturas.
Este simplemente suspiró—Se que mi apariencia actual no es la más agraciada— fue lo primero que dijo, su voz había pasado de sonar madura y joven a pasar a sonar como la voz de un niño, si bien más ronca y firme que la de cualquier niño que escucharán, sonaba algo aguda—. Yo simplemente fui afectado por un objeto maldito que me volvió así— indico el Okami cruzándose de brazos, no mentía pero tampoco decía toda la verdad.
—…No te puedo tomar enserio con esa corona— comento Issei con una sonrisa divertida viendo los enormes pechos de la rubia contra la cabeza de su ahora –literalmente– pequeño hermano, quien simplemente gruño al tiempo que se quedaba viendo la expresión de todos los presentes, parecían afectados por lo que habían visto, pero parecía que no querían hablar al respecto, por la propia experiencia de Naruto dejar algo de tiempo para que ellos mismos pudieran hablar era una de las mejores maneras para lidiar con dicho trauma.
—Que me puedan tomar enserio o no, carece de importancia ahora mismo, la misión que tuvimos no fue un fracaso completo, conseguimos información a futuro de los Jashinistas, los cuales también logramos sacar completamente de la capital— les dijo notando las miradas de todos respecto a lo que había pasado con los sobrevivientes—. Lo que me recuerda, ustedes gastaron bastante magia y energías al llegar aquí y cuidarme mientras estaba… indispuesto, por eso les agradezco.
El pelirrojo miro a sus compañeras súcubos las cuales veían el regazo de la rubia como si quisieran que se prendiera en fuego pero que dejaron de hacerlo cuando él las volteo a ver—No hay necesidad de eso, Okami-sama, lamento que tardaramos tanto, deberíamos haber estado para pelear junto a usted, además, algo tan simple no nos dejaría agotadas tan rápido— dijo Albedo serenamente cruzándose de brazos, Samui le vio fijamente, notando la similitud de ellas dos en un área en particular.
—En todo caso— dijo el pelirrojo al tiempo que se levantaba de su nuevo asiento y caminaba a las calles de la capital ahora desolada—. Terminamos aquí, lo mejor que podemos hacer es irnos de regreso a la aldea para dar un informe de lo sucedido— explico al tiempo que varios se ponían de color verde al tiempo que recordaban como habían llegado allí—. No se preocupen, no nos vamos del mismo modo que como llegamos— les dijo, haciendo que el humor de todos aumentará por esas palabras.
—Hablando de irse— comento Fuu al tiempo que las personas presentes le miraban, haciendo que ella se aclarara la garganta para hablar de manera con más confianza—. Tengo que llamar a Sumeragi-sama para regresar a Alicorn, así que supongo que este es el lugar donde nos despedimos.
—Ah, tiene sentido— indico el pequeño pelirrojo simplemente cruzando sus brazos, haciendo que la peliverde tratara de controlar una sonrisa ante lo levemente chillona que era la voz del Okami—. Agradezco bastante el apoyo que diste aquí, siendo honesto manejaste más soldados sintéticos que cualquiera aquí, Sumeragi te entreno bien.
—Y con orgullo— admitió la Jinchūriki del Nanabi con una sonrisa, alzando su poco desarrollado pecho al frente.
—…Si no es mucha molestia— hablo Morrigan de repente, viendo a la Jinchūriki fijamente—. ¿Nos permitirías ir contigo a Alicorn? Hay algo que queremos hablar con Sumeragi-san.
La Ojinaranja le vio fijamente al tiempo que se miraba dudosa—Bueno… no sé si esté permitido que haga eso, pero… supongo que sí es para hablar de cosas respecto a negocios no estaría mal— admitió la peliverde.
Albedo está vez hablo viendo al pelirrojo quien simplemente precia estar pensando en alguna otra cosa en esos momentos—Aunque no me siento del todo cómoda dejando a Okami-sama solo después de lo que ha pasado, me gustaría acompañar a Morrigan si no está en contra de ello.
Su respuesta fue el niño de cabello carmesí simplemente agitando su mano con poco interés pintado directamente en la cara—Haz lo que quieras, que no te preocupes la opinión de nadie, ni siquiera la mía— fue todo lo que dijo antes de encogerse de hombros—. Con eso dicho estaba contando en usar la magia de teletransportación que tienen ustedes e irnos aquí más fácil, pero supongo que simplemente haré otra cosa para evitar darle vértigo a los de Konoha. De todas formas, me puedo imaginar lo que quieren hablar con ella.
—¿Hum?— soltó la Jinchūriki, estando curiosa de que cosa dirían ellos respecto a su jefa.
—Solo digamos… tu líder ahora mismo tiene una de las armas más poderosas que existen, lo que ella decida hacer con ella es lo que queremos hablar— indico Morrigan, preguntándose qué es lo que podría estar haciendo Mikane, había sentido la energía de ella segundos antes de que aparecieran, y la lanza se había ido con su energía.
Había sido el arma que había sido capaz de herir de una gravedad tan grande, las lanzas eran poderosas por si mismas, pero eran extremadamente efectivas contra seres cósmicos, el hecho de que su señor hubiera sido capaz de sobrevivir a ser atravesado por una de ellas era probablemente porque al mismo tiempo la bandana limitadora había entrado en curso de sellar las habilidades cósmicas del Okami.
Eso no pasaría una segunda vez.
Morrigan podía entender su miedo a los seres cósmicos, lo había notado desde que se fue apenas Susanoo había aparecido en ese mundo, mentira ando ella misma no le tenían miedo a estos, pero entender su miedo no significaba que aceptaría las armas siendo apuntadas en contra de su señor.
Ella no podía saber que sería lo primero que Mikane haría con dicha lanza en sus manos.
.
.
.
.
_ஜ ஜ_
.
.
.
.
Horas antes, en medio de ningún lugar del país de las maldiciones, Jinpachi, sus soldados sintéticos, y Rinne Kusaregedo aparecieron, medio afectados después de la última técnica que el Okami había lanzado sobre ellos, pero los seres creados sin alma no tenían los mismos límites que aquellos dorados de conciencia.
—Así que… ese era el poder… de un Dios entre Dioses— murmuró la pelinegra al tiempo que se dejaba caer de rodillas al suelo, su expresión era neutra, pero se mostraba en su cara lo agotada que estaba—. El trato está terminado, sacerdote de Jashin, la deuda está saldada, no deseo volver a alguien así el enemigo mío o de mi clan.
El peliblanco simplemente suspiro y sonrió levemente—No importa, todo está hecho, los ideales de las nubes rojas que le sirven a mi señor serán más fáciles de alcanzar con esto, por corto que sea el intervalo, su fuerza está disminuida bastante— declaró Jinpachi al tiempo que se levantaba—. Simplemente volveré a los templos internos de mi clan, este es el primer paso a una nueva era, no hay nada en este mundo que sea capaz de oponerse a nuestra voluntad ahora.
Un portal se abrió arriba de ellos.
Los ojos morados brillaban con una fuerza refulgente al tiempo que una sombra cubría el área donde estaban. Una lanza negra en su mano soltó una flama de color verde intenso antes de que la lanzara con una fuerza atronadora hacia el suelo, una enorme explosión fue soltada producto del impacto, partiendo el suelo y enviando a todos los presentes a volar producto del impacto.
Un segundo después, la pelinegra tocó el suelo y extendió los brazos a los lados antes de que estacas hechas de sombra salieran a su alrededor, las reacciones fueron diferentes, desde los soldados sintéticos usando sus habilidades para defenderse –y fallar– de que las estacas les atravesaran, Jinpachi moviéndose rápidamente ignorando y regenerándose de los trozos de carne perdidos, y Rinne protegiéndose con un grupo enorme de huesos formándose en el aire a su alrededor.
La Ojimorada le miro a ella fijamente mientras sacaba la lanza del suelo y como si el arma respondiera a su voluntad, empezó a crecer de gran medida alrededor de la Kusaregedo, haciendo que está abriera los ojos cuando protuberancias de metal cuál garras se cerraran a su alrededor, lanzándola hacia atrás a una velocidad tan rápida como para perderse en la distancia después del impacto.
Mikane no espero a que la lanza se retrajera en lo más mínimo, y los soldados sintéticos que habían sobrevivido, fueron bañados en balas de Danmaku en cantidades y fuerza igual de grandes, al tiempo que de un portal de sombras salía una katana en su funda.
Ese fue justo el tiempo que Jinpachi se giró para verle.
Un aura de color carmesí salió de dicha arma al tiempo que parecía un borrón a los ojos del Jashinista, el cual vio fijamente a los ojos de color morado de la pelinegra enfrente suyo.
Esta aura creada por miedo y energía maldita, una… una… ¿¡Yokai!? Esa espada, ¿¡Qué es esa…!?
Antes de poder terminar, el peliblanco solo pudo sentir como todo su cuerpo era cortado varias veces a una velocidad enorme, al tiempo que la pelinegra giraba y se ponía detrás suyo.
La pelinegra soltó un suspiro al tiempo que enfundaba la espada maldita.
Una explosión cubrió los restos cortados del inmortal, asegurándose de no dejar nada en lo más mínimo, y luego vio la lanza que terminaba de volver a su tamaño original. La Yokai se le quedó viendo a dicha arma unos segundos antes de extender su mano hacia adelante.
Como si obedeciera su voluntad, la lanza fue a su mano, y brillo en verde y rojo por unos segundos antes de repente a brillar en morado, haciendo que la pelinegra suspirara al tiempo que agitaba la lanza y metía la katana adentro de un portal de sombras.
Se quedó viendo a la nada por unos momentos.
La pelinegra se mordió el labio internamente por unos segundos.
La imagen mental del pelirrojo que había conocido hace unos meses estaba fija en su memoria, los brillantes ojos azules viéndola con curiosidad, interés, luego comprensión y finalmente… algo que ella no quería admitir que era arrepentimiento, pena y culpa.
Luego vino a su mente la mirada indiferente, despreciadora y la voz de aquella… criatura, el dios de las tormentas y la guerra, el hijo de Izanagi más fuerte entre los tres hijos ilustres, y un ser que le recordaba a Mikane todo lo que alguna vez había tenido de miedo respecto a los seres cósmicos.
Miro la sangre fresca todavía cubriendo la lanza.
Mikane apretó el agarre sobre la lanza.
Ignoro esa minúscula parte de ella que le decía que tener eso en sus manos era mala idea, y al instante creo una brecha enfrente suyo para ir de regreso a Alicorn… le temblaban las piernas, pero ignoro ese temblor, enderezo la espalda y empezó a caminar, está vez con más confianza.
Había una parte de ella que se sentía más segura sujetando la lanza en su mano, y simplemente agitó la sangre que le cubría.
No ignoro esa parte de ella.
.
.
.
.
_ஜ ஜ_
.
.
.
.
Por unos instantes, el Okami se quedó callado antes de suspirar, pasándose una mano por el pelo, y se rascó la cabeza con una expresión cansada en su cara, luego se quedó pensando en algunas cosas que podría usar para transporte.
Naruto no había perdido memorias en particular, pero había una cosa en particular con su ahora transformación en un infante.
Si bien el pelirrojo había pasado la mayor parte de su entrenamiento con Izanagi como un niño, radicaba la parte dónde sólo envejecía acordé al propio axis de tiempo de su mundo, razón por la que se veía como los de su misma edad, y estaba el hecho de que el cerebro de un niño literalmente no había terminado de formarse, era tan maduro como su cerebro le dejaba ser de todas formas.
Así que para cualquier cantidad de tiempo que Naruto hubiera entrenado, física y mentalmente tenía el problema de seguir siendo 16, y actualmente algo menos de unos cuantos años, probablemente no ayuda que la lanza literalmente había afectado 74% de su masa cerebral, así que estaba de regreso al escalón metafórico de su madurez. Y Naruto no era un santo, había sido convertido en un niño, y por su propia experiencia los niños tendían a ser un dolor de culo tratar.
Les dijo a Albedo y a Morrigan el mensaje que quería que le dejarán a Mikane de su parte respecto a ella teniendo la lanza de su abuelo, ellas se quedarían con Fuu para ir a Alicorn según habían acordado, y el pelirrojo no tenía problemas en lo más mínimo, Samui les imitaba en lo de usar su cabeza para sostener sus pechos más por creer que era algo que debían hacer como sus subordinadas o algo así.
Hablando de ello, salió del regazo de la rubia quien simplemente de le quedó viendo fijamente, estaba caminando algo alejado a dónde estaban, su hermano por una parte estaba aburrido, él podía volar a la aldea en menos de un segundo, era una cosa totalmente diferente llevar a todos los que le acompañaban en una pieza.
El Ojiazul simplemente se llevó el pulgar a la boca y enterró los colmillos hasta sacar sangre, para luego poner la mano en el suelo—¡ Kuchiyose no Jutsu!— una enorme nube d humo cubrió el lugar donde estaba el Okami al tiempo que una onda de Chakra enorme era mandada hacia afuera.
Una vez que un usuario de energía cósmica pasaba suficiente tiempo y dominio con dicha energía se volvía un Trascendente, un ser que era parte de la existencia misma.
Además de los Trascendentes, existían las Bestias Cósmicas, similares a los Bijuus, eran conglomerados de energía cósmica con conciencia que formaban pactos con otros seres para darles su poder y ser invocados.
Naruto… no invoco nada que tuviera que ver con la energía cósmica.
Había un lobo de unos cuatro o cinco metros en el cual el Okami ahora estaba sentado, pareciendo una criatura divina de algún tipo, con un pelaje de color platinado en patas, cola y melena, con el pelaje en las partes internas de sus patas, cola y cara teniendo un color morado, teniendo puntas de color dorado en una mezcla majestuosa de colores que combinaba con sus ojos de color rojo y los grandes cuernos que se formaban de su cabeza y salían de su melena.
Issei pareció sorprendido al ver dicha criatura por unos segundos antes de sonreír viendo al Okami acariciar la cabeza del lobo suavemente—Lamento no haberte llamado antes pero no había mucho que te podría interesar.
El majestuoso lobo simplemente soltó un gruñido que se escuchó más como un bufido, haciendo que el pelirrojo sonriera ante eso y simplemente mirara a los ninjas de Konoha anonadados por la criatura que estaban viendo—Bueno, ¿Vienen o qué?
—Na…Umm, Okami… ¿Qué es eso?— pregunto Satsuki, haciendo que el pelirrojo hiciera una mueca, parecía la mezcla entre un puchero y un ceño fruncido, parecía que el niño estaba controlando entre una cosa y la otra.
—No es un eso, este es Van, es un animal muy especial que puedo invocar.
—…Jamás he escuchado que una criatura así tenga un contrato de invocación, ¿Es algo así como una mascota?
Naruto parecía más molesto por las palabras de Asuma—Él no es una mascota, es mi amigo, y ya de por sí está siendo demasiado bueno queriendo ayudarnos a ir de regreso a Konoha por qué ustedes no aguantan nada.
—Aunque comparto el sentimiento— dijo Kiba recibiendo un ladrido de aprobación de Akamaru, para los Inuzuka, era una relación de compañeros, no de mascota y amo—. No hay manera en la que vayamos todos encima de ese tipo, es grande pero somos quince personas, no cabemos to…
Cómo para contradecirle, "Van" de repente creció de tamaño estrepitosamente, pasando de tan solo cinco metros a tener el tamaño como para empequeñecer el templo en dónde estaban, y está vez soltando un bufido por su hocico contra los ninjas de Konoha, era tan grande como algunas de las invocaciones enormes que conocían los Jōnin experimentados—¿Contento?— dijo con lo que sonaba como un tono creído del pelirrojo sentado en la cabeza del gigante lobo—. Puede volverse mucho más grande que esto, así que dejen de quejarse y móntense, están de suerte que tenga buen humor como para dejar que alguien más que yo vaya en su espalda.
—Shesh, y creí que antes era intenso hace ochenta centímetros— murmuró él Inuzuka al tiempo que trataban de usar Chakra para tratar de escalar en el enorme lobo… notando como nada pasaba.
—[ Energía Estática] es una habilidad que este grandote tiene, es la capacidad para hacer que las energías que le rodean se descompongan en sus componentes básicos, haciendo cosas como ataques elementales inútiles en su contra— explico el pelinegro hermano de Okami al tiempo que simplemente saltaba a la cima del lobo justo a un lado de su hermano ahora pequeño—. Así que van a tener que venir aquí a la vieja usanza.
Unos minutos, muchas quejas y jaladas del pelaje del lobo después, todos los ninjas de Konoha y la ninja de Kumo se encontraban ya sobre la espalda de la criatura—Por favor, dime qué no va a llevarnos corriendo a Konoha, si tú último Jutsu nos dio vértigo eso nos va matar— dijo Sakura perdiendo color de la cara ante eso.
—No exactamente— les aseguro el Okami antes de que Van tensara las patas y empezará a correr a una enorme velocidad, los shinobi se sujetaron con fuerza a la criatura al tiempo que pensaron que sentirían una gran cantidad de movimiento, aire y turbulencia.
En vez de eso, solamente estaba el movimiento del cuerpo del lobo junto al hecho de que… estaba caminando en el aire, de alguna manera invisible, parecía formar algún tipo de terreno para sus patas al tiempo que un portal de color celeste se formará enfrente del lobo, atravesándolo en un instante para luego pasar por otro portal justo después de salir, en los pocos segundos que tuvieron para ver, notaron que estaban en un terreno totalmente diferente al de antes y lo mismo paso con el siguiente portal.
En cuestión de segundos la bestia divina estaba brincando distancias de países enteros para luego llegar a un gran terreno lleno de bosques, pisando el terreno rocoso para luego empezar a moverse a una velocidad enorme, por dónde pasaba, las plantas parecían crecer en gran medida, y cuando llegó al área boscosa a pesar de su tamaño, pareció como una especie de fantasma atravesando los árboles sin dañar absolutamente ninguno.
En poco menos de un minutos, habían llegado a la aldea, y el lobo redujo su tamaño de nuevo hasta tirar a los que estaban montados encima suyo, y ahora tener el tamaño de un perro bastante grande al lado del Okami, quien simplemente sonrió al tiempo que le abrazaba con fuerzas—Heeey, no había necesidad de presumir tanto, pero es bueno ver qué sigues con energías— dijo el pelirrojo viendo a los ninjas que le acompañaban.
Estos tenían expresiones totalmente anonadadas al tiempo que el Ojiazul les veía curioso—Supongo que debería llamar a alguien para que los venga a ver— comento al tiempo que caminaba con Issei a un lado suyo y Van al otro—. Ñheeee~
Una cosa para aclarar bastante, Naruto había sido entrenado problema mero en las artes demoníacas por su tío, y luego en las artes divinas y cósmicas por su padre, apreciaba dichas enseñanzas y había técnicas en dicha capacidad que eran mayores de lo que podía hacer normalmente, sin embargo, seguía teniendo una preferencia mayor a lo primero que le había sido enseñado.
Y como tal, cuando era niño su personalidad era más cercana a la de un demonio que en ninguna otra parte de su vida, juguetón, travieso, orgulloso, caprichoso y mucho más animado que en cualquier otra parte de su vida. Dejando de lado que una de las razones por la que no era así a menudo era por el constante trabajo que tenía lidiando con liderar a toda la casta Primordial Rouge, tal vez en el fondo era porque no había sido un niño en casi nunca en su vida, lo iba a aprovechar a fondo.
Meryo sonrió.
Ver a su hermano hablarle animadamente era una cosa que no pasaba a menudo, así que verle simplemente hablando estando ahora más pequeño que antes era una cosa que le hacía feliz, ver a su hermano ser feliz.
Por ello no noto las miradas que las personas le daban a ellos, más en particular, a Naruto.
El cabello de color rojo, los ojos de color azul, las marcas en las mejillas mucho más densas que Naruko o Menma, los dientes afilados y grandes. Estaba el detalle de que se veía bastante lindo para cualquiera que no le conociera, pero para los que le conocían, abrieron los ojos al verle en horror.
Tenía la misma edad cuando se había ido de la aldea después de todo.
Naruto había cambiado su apariencia bastante con el pasar de los años y entrenando, pero ahora esos cambios habían sido mandados de regreso, solo le faltaba verse famélico y sucio para que se viera como el mocoso demonio que abandono la aldea hace 7 años. La sonrisa del pelirrojo era perpetua, haciendo como que no notará a aquellos que hablaban en susurros, mandando miradas agrarias a su alrededor y la creciente tensión que cubría a todos los presentes.
La mano del pequeño pelirrojo se extendió a su espalda y atrapo una roca de buen tamaño apuntada a la parte trasera de su cabeza, haciendo que se quedará callado, sin siquiera mirar hacia atrás, al dueño de la tienda que acababa de salir con una expresión enfurecida en su rostro—¡Tu! ¡Tu! ¡Maldita bestia, no envejeciste ni un día, demonio maldito, tu…!
El Okami lo conocía.
Un hombre que había perdido a su esposa e hijos en el ataque del Kyūbi, que cuando Naruto era pequeño, le recordaba que cada vez que su abuelo le daba dinero, siempre era ese tipo de gente la que se rehusaba a venderle, le robaba el dinero o le lanzaba los restos podridos de comida a la cara.
Había una cosa en la que el Okami creía, sobretodo ahora como un demonio.
Karma.
La piedra fue lanzada de regreso con mucha mayor fuerza que la del hombre civil, y todos los que por unos instantes pensaron en apoyar lo que el acababa de hacer, vieron como la roca se enterraba en el ojo del hombre, justo lo suficiente como para destrozar todo lo que hubiera en la cuenca—Oi, pedazo de mierda— dijo de repente el pequeño pelirrojo al tiempo que su voz era audible incluso con el grito de dolor del vendedor de antes sosteniendo su ojo y rodando en el suelo, su tono era frío, inhumano, y sonaba asqueado de simplemente tener que hablarle a quien le había atacado—. Vuelve a intentar algo así y te voy a destripar— declaro simplemente, no sonaba como una amenazaba, sonaba tan tranquilo como para decirlo con confianza, viendo fijamente al hombre por unos segundos y dándole una vista a todos aquellos que le rodeaban, y luego su humor dio un cambio nuevamente cuando su hermano le puso una mano sobre la cabeza—. Neee, me preguntó como Cosmos o Akia reaccionarán a verme así ahora— dijo el Ojiazul con una sonrisa empezando a ir más rápido a su hoga.
Silencio.
Eso, fue lo que había en la aldea unos minutos después de que Naruto volviera a la aldea.
Los rumores de que el Kyūbi no Kitsune había vuelto por venganza habían empezado a crecer, de no ser por el hecho de que se sabía que el Kyūbi realmente, para luego empezar el detalle de que un hombre había perdido el ojo apenas llegó a la aldea, no había dado una buena imagen. Sin embargo, ese fue el sector paranoico de las cosas, el que vio a un pelirrojo como el que antiguamente era llamado el Jinchūriki del Kyūbi pero que con los años se supo que era una mentira.
Todo lo que el mundo se enteró es que un civil le había lanzado una piedra a un niño de cabello rojo y le habían sacado el ojo en respuesta.
Naturalmente, el que fue quien hizo eso no le podría importar en lo más mínimo.
Naruto odiaba a la aldea de la hoja, simplemente que como adulto era más capaz de ocultar y manejar su disgusto.
Una aldea construida en mentira, traición y cimentada sobre incontables cadáveres de inocentes, las aldeas habían comenzado como el deseo de Hashirama de que los niños ya no fueran mandados a matarse entre ellos por las guerras de sus ancestros, un deseo en el que el propio Hashirama había escupido desde el instante en que dejó a Tobirama dejar algo de lado en las cuestiones de su clan.
El Okami respetaba la fuerza de Hashirama, no lo respetaba como hombre, líder o guerrero.
El pelirrojo respetaba la mente militar de Tobirama, eso era todo lo que respetaba del hombre, despreciaba la memoria del que militarizo la aldea en primer lugar, el creador de Raíz, el primer racista contra los Uchiha, Naruto no podía ni empezar a describir la enorme cantidad de mierda que Tobirama había creado y que era tan eficiente para la guerra contra demás países que la aldea seguía reticente a cambiar ello.
Su abuelo había tenido el mandato más largo, Minato había tenido el mandato más corto, e incluso Naruto podía ver las faltas en ambos.
Naruto estaba disgustado por muchas cosas de la aldea, la suficientes como para simplemente querer irse que arreglar las cosas, y eso no había cambiado con n los años que pasó lejos de la aldea, solamente se volvió mejor a ocultarlo.
Pero ahora había decidido quedarse, por el capricho de ver cómo era la vida de Shinobi, y ver qué podía hacer para cambiarlo.
Tenía que tomar sus propias decisiones y ser responsable con ellas.
Hablando de ello—¡Oh por el trueno, eres tan lindo!— el Okami abrió los ojos cuando lo primero que pasó después de presentarse a las mujeres de Kumo que vivían con él era Korra enterrando su cara entre sus pechos de gran tamaño, haciendo gruñir al pequeño pelirrojo al tiempo que trataba de separarse.
Memorias le golpeaban. Los recuerdos de mujeres demoníacas frotando todas las partes de su cuerpo con los de ellas estaban más frescas que nunca en su cabeza.
—¡No soy un niño, simplemente me pasó algo que me hizo tener está forma!— renegó el pequeño pelirrojo incapaz de salir del agarre de la castaña—. ¿¡Cómo eres tan fuerte ahora!?
—Es porque ahora eres lindo y pequeño y dan ganas de abrazarte— declaro la Amamoto al tiempo que el Okami sentía la cara roja cuando su espalda fue encontrada con otro par de pechos, pero más grandes que los de la hija del hombre más fuerte de Kumo.
—Debo decir… no te vez… mal de hecho— murmuró Meiko al tiempo que los gritos ahogados del Okami eran incapaces de salir de su prisión de carne—. Korra-san, ¿No le molestaría que tal vez yo lo abrace después de usted?
—Lo están ahogando…— murmuró Unchou viendo al cuerpo sacudiéndose del pelirrojo, unos segundos antes de quedar completamente inerte.
Un rato después, el pelirrojo estaba sentado en su propia silla, alejado de las mujeres de Kumo y tomando largas respiraciones al tiempo que estiraba un poco la espalda—…ni siquiera preguntaron que fue lo que me pasó para quedar así… Haaa, como sea, algo que es bastante peligroso para mí me infectó, y tuve que usar una habilidad que me permitía sanar el daño, pero para eso tuve que volverme… así…
—Actuamos… indebidamente, eso lo admito. Pero con esto enterado…. Supongo que deberíamos haber insistido en acompañarte, según las estipulaciones que la Raikage dejo en cuestión de seguirte, el Hokage nos permite hacer misiones a tu lado siempre y cuando no vayan en contra del país del rayo o sus aliados— la mejor usuaria de lanzas de Kumogakure le dijo al Okami, haciendo que este se quedará callado y se rascara la cabeza.
—Fue una misión un tanto personal, entre menos personas me acompañarán habría sido mejor— indico el pelirrojo al tiempo que se paraba—. Ahora sí me disculpan, tengo que ir a cambiarme, está ropa me hace ver cómo un trap entre menos uso.
—Disculpe, Okami-san… ¿Quiere que le ayude a vestirse tal vez?
—¡Perdí tamaño, Samui, no soy un bebé!— se quejo el Ojiazul yendo más rápido a los pisos de arriba y cerrando la puerta a su habitación lo más rápido posible.
Un suspiro salió del Okami antes de ver el lugar donde estaba, su habitación se miraba bastante más grande ahora que apenas era más alto que cuando tenía 9-10 años, el Ojiazul se quedó viendo por el lugar donde estaba antes de simplemente caminar hacia su cama y moverla a un lado.
Al hacer eso, puso un pie sobre un símbolo en el suelo y una puerta nueva se abrió donde estaba su cama antes, pasando por allí, el Ojiazul vio del otro lado lo que solamente podría describir como un enorme laboratorio lleno de una cantidad ingente de químicos, armas, planos, símbolos y muchas otras cosa que le hacían sentir que estaba en la casa de algún alquimista.
—[¡ADVERTENCIA, ADVERTENCIA, ADVERTENCIA, PRESENCIA DETECTADA DESCONOCIDA, COMENZANDO PROTOCOLO DE DESTRUCCIÓN!]— una alarma empezó a sonar por doquier al tiempo que el Ojiazul se tapaba un ruido por lo fuerte que era, las luces rojas parpadeando no le hacían sentir mejor.
—¡Cosmos, Cosmos, soy yo, por Jesucristo Ninja, apaga esa cosa!
—[Recalculando…¡COMENZANDO PROTOCOLO DE ANIQUILACIÓN OMEGA-7]
—¡Ugggghhhh!
De repente las alarmas se detuvieron, el pelirrojo vio entonces como su pequeña amiga voladora se dirigía hacia él—[Es broma, es broma, ya sabía que eras tú, pero él por qué ahora decides aparecer como un infante me hizo tener dudas. Por un segundo creí que habías enviado a un niño que se parecía a ti venir acá]
—…Por un lado, me alegra oír qué arreglaste tu Cog-vox para ahora sí sonar como debes, por otro, el hecho de que estabas dispuesta a atacar a un infante me trae dudas respecto a tus protocolos— comento el pelirrojo antes de que algo le cayera encima de la cabeza, algo viscoso—. Y hola a ti, Akia.
—¡Eres pequeño! ¿Cómo?— pregunto la compañera de la dron voladora, haciendo que el pelirrojo se llevará las manos a la cabeza para sacarla de encima.
Luego suspiro—Es una larga historia.
El pelirrojo luego se acostó en una cápsula acolchonada después, viendo su reflejo en el vidrio, al tiempo que una serie de escáneres empezaban a pasar por su cuerpo de manera constante—[Según lo que esto me informa, tus células estaban siendo contaminadas por una energía extra dimensional psiónica que genera mutaciones descontroladas directamente desde la cadena de ADN, parece que tú cuerpo a logrado purgar 87.34% de la infección hasta este punto, pero ha sacrificado exactamente 73.14% de tu masa corporal, incluyendo órganos internos, músculos, huesos y materia cerebral]— fue el reporte de Cosmos al respecto—. [La única parte no afectada parece ser tu ingle, curioso]
—Los únicos daemonios que se interesan en esa parte son los fenómenos de Slaanesh, y estarían más concentrados en la parte de atrás, por cosas así dicha infección no alcanzo a junior— comento el Okami al tiempo que se acomodaba los pantalones que llevaba.
—[También debería de denotar que la energía de punto zero denominada energía cósmica en tu cuerpo ha desaparecido completamente, ¿Por qué exactamente?]
El Ojiazul se encogió de hombros—La bandana que aparece cuando estoy usando mucho poder normalmente limita que tanto de ese poder sale, si me pasó del límite tengo la penalización de no usar energía cósmica por un largo tiempo— fue la explicación del pelirrojo pequeño viendo el informe de Cosmos.
—[…Anotación, revisar la replicación del objeto extra dimensional conocido como [Bandana Limitadora] para futuros usos]— el pelirrojo le dio una mala mirada a Cosmos por eso—. [Bueno, más allá de eso, parece que estás perfectamente bien, enano, y con materia cerebral todavía siendo recuperada, pero igual de siempre]
El Ojiazul entrecerró los ojos—Tu literalmente mides como 30 centímetros.
—[Y soy como una cuarta parte de tu tamaño, soy diseñada para ser pequeña, eso no te ayuda en nada]— se burló la dron al tiempo que el Okami se cruzaba de brazos enojado, sentándose en el borde de la cápsula después de que está se abriera.
Akia en su forma humanoide estaba viendo al pelirrojo pequeño, analizándole, y viéndole con los ojos entrecerrados—Humm… ahora que eres más pequeño, ¿Puedo comerte?— pregunto de repente la slime.
El Okami bufo divertido ante eso—Sigo siendo mucho más fuerte que tú, así que no.
—¿Puedo comerme tus restos que dejaste en el lugar donde te volviste un enano?
—Ugghh, no, y no me convertí en un enano.
—Te vez bastante pequeño para mí.
La risa de Cosmos fue suficiente para hacer al Ojiazul molestarse antes de suspirar—…¿Terminaste los proyectos que te pedí por mientras no estaba?— le pregunto está vez más serio, antes de que Cosmos sacará una pantalla holográfica enfrente suyo, haciendo que el pelirrojo alzará levemente las cejas.
—[Respecto al primer proyecto, ya sabes exactamente el número de personas que tenemos como mano de obra, hemos estado también contactando y hablando de distintas maneras con gente de todos los países de las naciones elementales, y mucho más lejos, hasta ahora empleamos a miles de personas de varias aldeas y clanes para hacer un uso completamente optimizado de varias líneas de sangre que puedan ser de interés, para una amplia variedad de fines de investigación y producción. El Clan Yakingaku en particular ayuda bastante en su uso de elemento metal en la producción de metales de cualquier tipo para su uso en aplicaciones industriales. Tenemos a un considerable clan hecho totalmente de mujeres llamado clan Ashinagatenaga con la habilidad de la conversión de los artículos en formato digital a la materia física. Y esos son sólo algunos de los miles y miles de individuos que tenemos como personal]
—Bieeeeen, más personas a las cuales liderar— comento el pelirrojo al tiempo que leía la pantalla holográfica enfrente suyo, y alzo una ceja ante el nombre—. ¿Laboratorios ASER?
—[ Laboratorios de Investigación de Ciencia e Ingeniería Avanzada (Susumukagaku Kōgakukenkyū Jikkenshitsu) o ASER basándonos en las siglas en inglés del lenguaje código de Konohagakure. Hasta ahora nos limitamos a ser una empresa de defensa, seguridad y tecnologías avanzadas, estamos generando otras ramas como la creación de alimentos y agricultura, la creación de vehículos tal vez no sea muy popular en el ámbito shinobi, y hasta ahora estamos manejando bastante el hecho de no dar tecnología demasiado grande en el caso del combate, además del hecho de que no estamos afiliados a ninguna aldea, está el hecho de que vender armas como las tuyas tal vez sea contraproducente a largo plazo]— explico Cosmos haciendo al pelirrojo encogerse de hombros, sonaba justo—. [Hasta ahora estamos desarrollando avances e inversiones en nanotecnología, desarrollo energético, cibernética, materiales de ingeniería y robótica]
—Hmmm, cosas para mejorar la calidad de vida de las personas normales antes de formar armas de distintos tipos, me gusta— comento antes de pararse y estirar la espalda—. Cómo esto acerca de el trato con el país de la primavera de la construcción de un sistema de vías de tren bastante interesante, la cantidad de metal que se necesitaría por ser creado por el clan Yakingaku sería bastante grande, el pago tendría que ser acordé.
Naruto jamás había sido alguien que realmente le importará mucho el dinero, pero entendía el peso de eso. Con todo y todo, había sacado una cantidad de dinero guardado que pagar cientos de millones de Ryō, los gastos de muchas otras cosas y el pago de diferentes servicios no habían roto ni la punta del iceberg de dinero a su alcancé.
—Cosmos, ¿Haz pensado en hacer cosas como aviones o submarinos?— pregunto curioso el Okami, al tiempo que la dron voladora se quedaba en silencio.
—Puedo crear una nave voladora que pueda ir en agua, cielo y en el espacio— indico haciendo que el Okami hiciera una mueca ante ello—. Eso es mejor que los tres combinados.
—No se lo digas, pero hay una líder de una organización llamada Alicorn, los aviones y el submarino que tienen me parecen súper geniales— declaró el pequeño pareciendo decepcionado.
—…Eres más sincero ahora que eres un infante— noto Cosmos.
El pelirrojo se encogió de hombros—Los niños y los borrachos son los más sinceros, así que si me disculpas, estoy apunto de volverme más sincero— declaró sacando una calabaza cubierta de escamas de diferentes colores, y llevándosela a la boca.
La slime y dron le vieron ir con la calabaza en la boca siendo sostenida con sus dos manos—[Es como un bebé con su biberón… de cerveza]
Al mismo tiempo, el Okami salía de su casa con la calabaza metida en su boca y dejando que su contenido bajara por su boca, sonriendo al tiempo que sentía el sabor del sake bajar por su garganta—Ahhh, hace mucho tiempo que no probaba sake de fruta arcoíris, esto me trae recuerdos— murmuró al tiempo que sonría mirando a la nada, mientras lentamente su sonrisa se deshacía y suspiraba—. Debería llamar al clon que hice de vuelta…
.
.
.
.
_ஜ ஜ_
.
.
.
.
Albedo y Morrigan habían estado bastante tiempo en aquel templo, esperando junto a Fuu su transporte a Alicorn, las dos súcubos en particular podían estar de guardia por una cantidad enorme de tiempo, así que técnicamente no estaban aburridas de esperar, pero la peliverde era increíblemente hiperactiva, así que siempre necesitaba hacer algo para mantenerse entretenida.
Por lo tanto, estaban jugando cartas, y en el momento en el que Fuu estaba con no una mano bastante mala y Albedo por fin tenía una buena, abrió los ojos cuando un fuerte viento mando a volar las cartas de sus manos, haciendo que la pelinegra viera a la nada que habían sido sus cartas hace poco al tiempo que el sonido ensordecedor de cuchillas sacudiendo el aire a altas velocidades sonaba justo a un lado suyo, apareciendo de golpe—¡Ah, miren eso, es nuestro transporte!— declaró con fuerzas y apresuradamente la Jinchūriki del Nanabi, aclarando su garganta para hablar sobre el ruido de las aspas—. Alicorn actualmente está en una zona alejada con una fuerte tormenta, el helicóptero está dando upado con barreras que protegen del clima a niveles extremos. Y Sumeragi-san está ocupada como para llevarnos ella misma.
Eso sonaba razonable, las dos súcubos eran poderosas y resistentes por ellas mismas, pero si fuera posible, preferirían no tener que volar a grandes distancias y contra el clima. Además, así no causaban conmoción al llegar.
Las dos súcubos abrieron los ojos al tiempo que veían entonces una cosa de metal negro, habían esperado alguna criatura voladora, pero lo que tenían ante ellas era una especie de cabina de color negro con ventanas de cristal y navajas en las partes superiores y traseras.
La tecnología demoniaca no era exactamente una que se pudiera definir cómo atrasada en comparación a la de cualquier otra raza, pero en cuestiones de ese tipo, tenían criaturas que podían hacer ese tipo de cosas, soldados que podían controlar a dichas criaturas, y la mayor parte de las veces los demonios eran los que eran capaces de volar de ese modo. Sin embargo, era diferente eso a ver a una máquina completa de metal siendo usada para el vuelo.
Fuu internamente sonrió, ella había reaccionado así la primera vez que había visto al tipo de máquinas a la disponibilidad de Alicorn, ya quería ver la cara de las dos compañeras del que peleó contra su jefa, mientras más las impresionara a ellas sería como una pequeña victoria contra el pelirrojo.
Morrigan fue la primera en párese e ir hacia el helicóptero, incluso con sus sentidos mucho más agudos que los de cualquier humano, no había sido capaz de detectar la máquina hasta que estaba muy cerca de ellas, Fuu había hablado algo de tener una barrera encima, probablemente también una barrera para evitar generar ruido probablemente, la peliverde vio con curiosidad a los que estaban allí, con trajes de color negro de aspecto militar en el caso de uno que no podía distinguir si era hombre o mujer, y las dos muy definitivamente mujeres usaban unos trajes ajustados que parecían hechos de un material bastante flexible—¡Jokr, Shizuka, Chizuru! No esperaba que ustedes vinieran— comento Fuu entrando primero que ella, y presentando a las dos súcubos a sus compañeros en el trabajo.
Las súcubos y el equipo de reconocimiento de Alicorn se vieron entre si—Es bueno ver que estén bien— comento Albedo levemente, cerrando los ojos y dándoles una sonrisa.
—Albedo-san— saludo Jokr respetuosamente.
—Y es bueno verlas a ustedes dos también, tal parece que no solo tienen tácticas para combatir sino el equipamiento para respaldar a esa fuerza— dijo Morrigan a las dos hermanas que simplemente se sonrojaron levemente y sonrieron apenadas al tiempo que empezaban a hablar amenamente.
Fuu parpadeo repetidamente—Se…¿Conocen?
—Albedo-san es la persona que aguante golpes incluso más que yo— indico Jokr recordando lo que sólo podría llamar una bola de demolición en forma de armadura negra.
—Estuvimos en un trabajo dado por un cliente a Sumeragi-sama y ellas probaron ser increíblemente capaces— fue lo que dijo Shizuka siendo el turno de Morrigan para avergonzarse.
—Vamos, no se vendan atrás, las tácticas que poseen incluso aunque fueran simples eran increíblemente eficaces e inteligentes— declaró la súcubo al tiempo que empezaban a hablar amenamente.
Ninguna de las dos iba a decir algo respecto a que el pelirrojo había torturado a dicho cliente después o que su jefa se había quedado al margen, ese era un pequeño secreto de los dos, y probablemente ayudaría a no poner a Fuu más anonadada después de ver al Okami en combate.
—Así que, decidieron hacer una visita a Alicorn ahora— comento Chizuru cambiando su expresión a una serie—. ¿Puedo saber los motivos?
Morrigan se quedó callada al tiempo que juntaba sus manos e inhaló profundamente—Sumeragi-san… acaba de conseguir un arma… un objeto inconmensurablemente peligroso, queremos ver si somos capaces de hablarle al respecto y si es posible aprovechar para formar un pacto de relaciones más estable.
—…— Jokr guardó silencio ante esas palabras al tiempo que su mandíbula se movió un tanto—. No comprendo que tan peligrosa sea un arma como para preocuparles incluso a ustedes, pero supongo que será obvio que no permitiremos algún acto en contra de nuestra líder.
—Eso es comprensible, nosotras dos solamente queremos lo mismo— declaró Albedo serenamente—. En el mejor de los escenarios para nosotras, lograríamos alejar a dicha arma de las manos de Sumeragi en caso de que ella decida hacer un uso indebido de esta, poco tiempo después lograríamos acabar con algunas de sus fuerzas antes de ser completamente destruidas por sus tropas, sus armas y/o su líder misma. Incluso entonces, no sería más que una victoria momentánea para nosotras— aclaró la pelinegra con los ojos amarillos brillando al tiempo que llegaban a un cielo tormentoso—. Aunque ninguna de las dos le tiene miedo a la muerte, preferimos morir siendo útiles a nuestro señor, sería vergonzoso y contraproducente atacar cuando la razón de ir directamente a su territorio es probar que no venimos con deseos de combatir.
—….Supongo que eso será suficiente— indico el Oni al tiempo que dejaba que la tensión que había cubierto al lugar se disipará. La lógica helada de la súcubo con alas de cuervo la mostraba como alguien mucho menos dispuesta a ser amigable que Morrigan, habían pasado alrededor de una hora en vuelo, dentro de poco llegarían a su objetivo—. Y allí está, hogar dulce hogar— comento con cierta gracia.
—¿Cuál ho…?
De repente, el piloto del helicóptero sonó de repente—Alicorn, pido permiso para el aterrizaje.
Hubo unos segundos de silencio hasta que se escuchó una voz bastante joven y femenina—Permiso de aterrizaje concedido.
Ni siquiera tuvieron oportunidad de terminar cuando vieron como las olas eran partidas por un enorme objeto saliendo de las profundidades.
Las dos súcubos vieron desde un lado del helicóptero algo en medio de la tormenta.
Algo… que solamente podrían llamar un Leviatán negro en el agua, una gigante construcción de metal oscuro, con un gran número de símbolos en ella, parecía más una especie de fortaleza flotando en el agua que cualquier cosa, Albedo tuvo que frotar sus ojos para asegurarse por un momento que no estaba viendo una Megalodon del Infierno Sutra allí mismo, y dentro de no muy poco tiempo, vieron como la fuerte lluvia que habría impedido que la mayoría de seres llegar allí era evitada por una enorme barrera que cubría todo el lugar.
No mucho después, aterrizaron en Alicorn, empezando a bajar, notaron como los provenientes de Alicorn iban directamente a la entrada y vieron a otros llegando y usando maquinaria de algún tipo para remolcar el helicóptero a la parte "Techada" de la pista de Alicorn.
De repente escucharon una voz salir de bocinas que parecían estar en todos lados—Atención a todo el personal en la pista de aterrizaje, actualmente nos preparamos para sumergirnos, a menos que puedas respirar agua, se les recomienda entrar. También, si pueden respirar agua, igualmente se les recomienda entrar, se les agradece su comprensión, ahora muévanse.
Estaban en la parte techada del carguero, justo a un al lado del Helicóptero y luego sintieron como el suelo debajo de ellos comenzarían a moverse… hacia abajo. Todo el suelo debajo de ellos empezó a descender lentamente por lo que parecía una especie de compuerta hacia el interior del submarino, y lo primero que vieron… fue una mujer con una motosierra aparecer de repente enfrente de ellos entre más bajaron.
Morrigan sabiamente decidió dar un paso a un lado para ponerse detrás de Albedo, quien no pareció sorprenderse por eso—¡Allí estás cabeza de menta!— declaró la mujer de la motosierra al ver a Fuu.
La mujer que estaba enfrente ellos era una joven de cabello negro y ojos azules, con orejas de gato en su cabeza y una cola saliendo de su espalda, cargando una enorme y larga motosierra en sus manos, algo cubierta de sangre todavía—Ay por el sabio. ¡Blaze-san! ¡Es un gusto verla pero ahora mismo estoy escoltando a unas clientes nuevas para que vayan a ver a la jefa, es muy importante!
—¡Los demás pueden hacer eso, ven tú aquí escarabaja, haz estado holgazaneando en tu entrenamiento conmigo por bastante tiempo!— declaró la pelinegra al tiempo que encendía la motosierra, haciendo que Fuu abriera los ojos y las dos súcubos se tensaran, viendo a la peliverde gritando al tiempo que escapaba volando de la mujer gato.
El resto de soldados de Alicorn simplemente siguieron en dirección a donde estaba su líder.
—…¿E…ella es normalmente así?
—Si… Es confiable pero por algo se dice a los nuevos que no sean como Blaze— indico Chizuru acostumbrada demasiado a ese tipo de situaciones.
Morrigan simplemente sacudió la cabeza levemente al tiempo que seguían al equipo de asalto, viendo alrededor y grabando tanta información como fuera posible. El lugar era grande, tal vez incluso algo más de lo que se veía por fuera, pero radicaba el hecho de lo lleno de personal que estaba, Morrigan reconocía algunos seres sobrenaturales como Kappa, algún tipo de demonios como Jokr, otros tipos de Yokai y otros seres que no reconocía.
No sé tardaron demasiado en llegar hasta el lugar algo cerrado en dónde era la oficina de la líder de Alicorn.
…Se siente extrañamente nostálgico. Pensó Morrigan al tiempo que abría la puerta, el Oni y las dos hermanas aparentemente iban a quedarse a hacer guardia afuera, simplemente para evitar que les molestaran con alguna otra cosa.
La peliverde no estaba exactamente esperando ver a la Yokai de las sombras lidiando con papeleo al tiempo que sobre su cabeza tenía una lanza negra encima de ella como una especie de trofeo—No esperaba verlas a ustedes por aquí— comento de repente la pelinegra, sin siquiera apartar por algún segundo la vista de los papeles enfrente de su escritorio, luego suspirando, poniendo el bolígrafo que tenía abajo, y abriendo sus ojos morados para ver a las dos súcubos—. Es una sorpresa, un gusto verlas.
Lo primero que las dos hicieron fue caminar hacia los sillones en la habitación, viendo a la pelinegra enfrente de ellas viendo con atención cada una de sus acciones, las dos demonios Rouge se tomaron un tiempo para dar fe de la fuerte aura que tenía la pelinegra aún relajada y sin algún tipo de agresividad—Lo mismo digo, Sumeragi… no, Mikane Oshimura-san— saludo respetuosamente la peliverde haciendo una leve reverencia.
—Perdonen si sueno algo maleducada, pero… ¿Qué quieren aquí?— pregunto la pelinegra con un tono serio.
Está vez, fue cuestión de Albedo el hablar, y ella a diferencia de su compañera de amo no tenía mucho tacto—Nosotras sabemos que ha estado vigilando a Okami-sama, probablemente porque una de sus soldados le acompañaba— noto como la pelinegra se ponía de repente tensa por algo, y la pelinegra alzo una mano de repente—. Aunque tengo mis propias opiniones al respecto, el problema no es eso en particular— indico la súcubo con alas de cuervo al tiempo que Morrigan suspiraba.
—…¿Eres familiar con la historia del Dios del Caos, Shormaush Urdal, el Rey Escarlata?— pregunto la peliverde seriamente.
—…No, particularmente no— declaró la pelinegra un tanto confundida al escuchar eso
La peliverde se rascó la cabeza un poco, antes de suspirar—Es una historia bastante larga y compleja, pero no es exactamente por lo que vinimos— la súcubo extendió un solo dedo hacia la lanza que estaba encima de Mikane—. Esa… cosa que está allí, es llamada Kapala-Mendes "Karal-ba"… y hace poco casi mato a Okami-sama.
—…— la pelinegra se quedó callada unos segundos al escuchar eso antes de girar a ver a la lanza encima suyo con algo de sorpresa—. ¿Dis…culpa?
Albedo suspiro y simplemente movió la cabeza de un lado a otro—Esa es una de las siete lanzas del rey escarlata, el dios del caos mismo, es una de las armas que usaba y esta bañada en la sangre de incontables seres primordiales… también es… la cosa más peligrosa para una entidad que use energía cósmica— declaró ella recordando el estado en el que estaba el cuerpo del pelirrojo cuando habían llegado—. Y creo que ambas sabemos dedo de la sacaste.
…Ahhh, para ser honesta no creo que sería algo así de poderoso, la saqué por instinto, pero un objeto que casi lo mató… Mah, es él, ha sobrevivido a cosas peores. Pensó la pelinegra restando importancia a eso antes de mirar fijamente la lanza por unos momentos… Un arma capaz de herir a los seres cósmicos, ¿eh?
—...Lo siento por Rojo, pero… si vienen acá con la idea de que les entregué la lanza para él… ya se pueden imaginar mi respuesta…
Morrigan simplemente alzo una mano antes de que ella pudiera terminar su respuesta—No creo que nos estés entendiendo, Okami-sama apenas sobrevivió el ser atravesado en el cráneo por dicha lanza por quién es él, y porque no es un ser cósmico completó, pero incluso así, estar en presencia de una de esas lanzas ya de por sí es físicamente doloroso estar en el mismo lugar que esa arma— indico la peliverde simplemente—. Dejando de lado que no te podemos ganar, la lanza tiene su propio nivel de conciencia, elige a quien obedecer y a quien no, el intentar hacer algo terminaría con la lanza actuando en respuesta. Sin mencionar que esa lanza es en particular es algo… salvaje. Cada una de las lanzas están conectadas a una de las siete novias del rey escarlata, cada una con su propio sello, y esa en particular de a conectada a una de las novias que más odiaba al rey.
—Comprendo, gracias por la información respecto a esta cosa pero, no comprendo que es lo que quieren…
—…¿Sabes cuál fue la primera vez que Okami-sama conoció a su hermana Susanoo-no-Okami?— cuestionó de repente Albedo, notando la sacudida en el cuerpo de Mikane ante la mención del dios de las tormentas—…. Okami-sama había llegado a nuestro plano como una especie de salvador, el infierno es el reflejo oscuro del mundo, estamos más en peligro de ataques de la disformidad que cualquier ser, él no solo nos protegió de los grandes peligros que había del lado de los Daemonios, nos enseñó a combatir, nos ayudó en la construcción y avance de tecnología para ayudar en nuestras vidas, nos entreno para volvernos más fuertes, y nos lideró para poder pelear de regreso.
—…
La pelinegra no dijo nada.
Ella había creído que ellas seguían a Naruto por su poder en su mismo, pero una y otra vez se le había sido mostrado que no, Morrigan lo había conocido siendo un líder que lideraba una cantidad enorme de tropas demoníacas, y Albedo lo había conocido cuando la salvó de niña de un ataque de criaturas del caos.
Con más detalle, podía comprender la noción de amor y devoción ciego que le mostraban al pelirrojo, pero eso no cambiaba la sensación de terror que su cuerpo sentía cada vez que recordaba a… a… eso.
—El incremento en la fuerza de nosotros los demonios haría que en el reino celestial los dioses notarán eso, y Okami-sama era el único objetivo y responsable, así que enviaron a su más poderoso guerrero, quien simplemente quería ver al nuevo perro que Izanagi tenía— declaró la peliverde con un tono serio, apretando las manos con fuerza—. Esa fue la primera vez que vi a Okami perder, protegía a su pueblo, protegía a sus hogares, y peleaba contra el hijo más poderoso de Izanagi-no-Okami, él no era tan fuerte como lo es ahora, para cuando Susanoo se fue, se llevaba el trozo de carne medio muerto que era nuestro líder con él.
—…Lo que tratamos de decir— hablo la pelinegra súcubo está vez—. Comprendemos tu miedo y odio a los seres cósmicos incluso aunque no sabemos todos los detalles, más allá del miedo, más allá del odio, la sensación de no poder hacer nada en contra de algo así de poderoso es aterradora… pero…
—La lanza es tuya, puedes hacer lo que tú quieras con ella, te la haz ganado… solo queremos pedirte que no la apuntes al único ser que ha alcanzado tanto poder y que aún sigue siendo gentil con aquellos que le rodean— declaró Morrigan, está vez sonando más como una petición, una súplica, que alguna clase de orden.
La pelinegra se quedó callada ante esas palabras.
El recuerdo de la mirada de desprecio y desinterés en la cara de Susanoo al verla seguía fresco en su mente.
A su vez, el recuerdo del pelirrojo en su oficina, viéndole con una mezcla de culpa, arrepentimiento y lo que ella no quería admitir, comprensión estaba igual en su cabeza. La única vez que el Okami había intentado atacarla había sido la primera vez que se habían conocido, cuando ella le atacó primero, cuando ella le jalo de regreso al lugar que más odiaba.
La pelinegra suspiro.
Había creído que tal vez no todos los seres cósmicos eran malos, luego Susanoo había aparecido, como un balde de agua fría, recordándole la razón de su temor.
Pero…. Una parte de ella, por pequeña fuera… pensaba en el hecho de que tal vez, debería darle una oportunidad al pelirrojo.
—…Yo… daré mi mejor esfuerzo en no usar esa lanza en contra de Rojo.
Las dos súcubos parecieron perder una enorme tensión al escuchar eso, ni sabían cuando habían dejado de contener la respiración y luego le veían con una expresión difícil de leer incluso para la pelinegra—….Hay dos cosas más, aunque no tan importantes.
—…Okey, les escucho.
—La primera sería que si sería posible formar un contrato, tanto como compañía como individuos— indico la peliverde con una sonrisa leve, más amigable que antes.
La Oshimura parpadeo por eso—Necesitare una explicación algo leve respecto a los dos.
—Okami-sama desde hace unas cuantas semanas ha estado en la construcción de su propia organización, en particular, los Laboratorios ASER que también se subdividen en distintas micro-empresas como la producción de alimentos, armas y producción de energía. Tener acuerdos formales con Alicorn, una de las empresas de seguridad más grandes en este mundo, sería bastante beneficioso para ambos, tener un suministro estable y constante de municiones y suministros— explico Albedo tranquilamente.
—Huh— la idea de que su compañía hiciera equipo con la de Okami se le hacía curiosa a la Yokai, estaba un tanto dudosa del tipo de cosas que tendría.
El recuerdo de las pistolas que este usaba después de verla a ella usando armas de fuego vino a su mente.
Cerro los ojos y frunció el ceño, pareciendo que estaba pensando con fuerzas respecto a la alianza de ASER y Alicorn, cuando en realidad…
Jamás se lo voy a decir, pero algunas de esas armas me parecían súper geniales. Pensó la pelinegra, jamás cambiaría sus propias armas por el cariño que les tenía, eso no significaba que no pudiera apreciar otras.
—La segunda es un tanto más personal, pensábamos ofrecerlo por si rechazabas la parte de no usar la lanza contra Okami-sama— dijo la peliverde al tiempo que le hacía una seña a la Yokai de las sombras que extendiera la palma hacia adelante—. Sería formar un pacto demoniaco entre nosotras dos y contigo, es una de las formas de invocación al plano material que tenemos los demonios— explico la peliverde—. Con este pacto nos puedes invocar cuando sea y dónde sea, incluso en otras dimensiones, ya que literalmente nuestro hogar existe en otra región entera de dimensiones.
—…¿Están seguras de eso? ¿No sería ir en contra de su líder?— pregunto la Ojimorada ante eso.
—Rouge-sama es nuestro primordial, nuestro líder y básicamente a quienes nosotras estamos más cerca en la jerarquía demoniaca, pero eso no impide que hagamos pactos con otros seres por distintos motivos. Aunque bueno, este es un caso especial, los demonios Rouge tienden a ser bastante caprichosos respecto a quienes les invocan— indico la peliverde con una sonrisa traviesa.
La pelinegra sacudió de forma leve la cabeza con una sonrisa, viendo como las dos súcubos se paraban y caminaban hacia ella, formando en su palma lo que parecía una especie de sello pequeño que brillo en rojo por unos instantes antes de que la marca desapareciera y ella abriera y cerrará la mano repetidamente.
—Con eso estaría saldado lo primero, cuando nos quiera invocar solo es necesidad de que piense en ello, el sello hará lo siguiente, espero que nos llevemos bien, Mas~ter— dijo con un tono coqueto la peliverde.
La pelinegra suspiro antes de mirarles con una expresión neutra—¿Y la segunda cosa que quieren?
—Ah, esto es de parte de Okami-sama— dijo Albedo sacando de su escote una carta con el mismo símbolo que estaba en su mano, y entregándola a la pelinegra.
Está alzo las cejas un poco por el hecho de que la carta no estuviera aplastada después de estar por quién sabe que tanto allí, pero simplemente suspiró mientras la abría. Si era de Okami debía de ser algo importante o serio.
"Yo, ¿como estás chica gótica, A.K.A Sombría. A.K.A Mikane?"
La pelinegra dejo de leer apenas vio eso por unos instantes, tratando de procesar lo que acababa de lee y sacudiendo la cabeza… ¿La lanza había casi matado a Okami, verdad? Tal vez le dejo alguna clase de daño cerebral.
"Dejando el hecho de que probablemente te deje pensando que tengo daño cerebral"
…El pelirrojo no había adivinando como pensaba ella, simplemente de seguro había pensado que cualquiera que saludara así sería un idiota.
"Te envío esta carta, primero para pedir perdón si alguna de mis dos mensajeras te da problemas, y seamos honestos, probablemente sería Albedo"
La pelinegra rodó los ojos un poco, Albedo no era tan mala, simplemente era más… tosca que Morrigan… okey, tal vez era un tanto comprensible pero no le iba a dar la razón a la carta.
"La segunda es para avisarte una cosa en particular, normalmente los demonios del tipo Rojo somos caprichosos de a quienes elegimos servir, vivimos más apegados a la cuestión de ser demonios que ningún otro clan, excepto los Noir porque mi hermano es un loco, en fin… No respetamos a nadie que consideramos inferior, el fuerte es hecho para comandar al débil, así es como son las cosas en la vida. Muy similar a como Yokai comen a los humanos"
La pelinegra se quedó callada, las dos súcubos eran poderosas por si mismas, y aunque no tenía dudas en que podría ganarles, ¿Por qué razón el Okami le decía eso?
"Se que me tienes miedo, como un ser cósmico, como un hijo de Izanagi, como un hermano de Susanoo… lo comprendo, estoy… acostumbrado a la gente que me rodea teniéndome miedo. No voy a pisarte el orgullo diciéndote algún tipo de cursilería pendeja respecto a que te protegeré hasta el fin de las cosas, eres una de las mujeres más poderosas que conozco, tu te puedes defender sola, al final de las cosas probablemente pelearía a tu lado más que enfrente de ti… Ya ni siquiera se que como poner esto en palabras…"
La pelinegra se quedó callada…
El pelirrojo la conocía lo suficiente como para saber que las palabras de que él la protegería me habrían roto el orgullo más que ayudarla, que ella era solo una niña asustada que necesitaba que alguien más viniera para salvarla… en vez de eso, suponía que trataba de decir que estaría a su lado, para apoyarla como una especie de apoyo empujando su espalda.
Mikane suspiro.
Luego siguió leyendo la carta.
"Entre todas las batallas que he tenido, en los incontables enemigos que he enfrentado, dioses, demonios, yokais o espíritus. Tu eres por mucho una de las guerreras más impresionantes que he conocido, como persona y como general, te respeto lo suficiente como para sentirme en conflicto respecto a las dudas que la fuerza de otros te da.
Así que, solo quiero decirte…
Se más orgullosa, Mikane Oshimura, de ti y de Alicorn completamente.
Eres fuerte"
Esa era la parte final de la carta.
El Okami había sido una de las personas más fuertes con las que ella había peleado jamás, Alicorn casi en su totalidad había tomado bastante fuerza el ser capaz de llevarlo a sus límites, más allá de eso, ella misma lo admitiría, desde su combate, había estado buscando maneras de mejorar y volver más fuerte tanto a ella como a los que le rodeaban, una parte de ella quería volverse mejor para… para… no quería pensar en volverse más fuerte para él, pero por él, no quería que algo similar pasará de nuevo, pero quería merecer el ganarle al Okami.
Se mordió el labio.
Dos palabras era todo lo que había tomado quitarle el aliento.
No tenía sentido que lo hiciera, ella y los que le rodeaban no se habían vuelto las fuertes por algo tan mezquino como la admiración de una sola persona, no debería importarle eso, no debería.
—¿Mikane-san… estás bien?— pregunto Morrigan al ver a la pelinegra pasarse el pulgar por la comisura de los ojos como si buscará rascar algo de allí.
—Si… si— declaró aclarando su garganta, dejando que la sensación de felicidad y orgullo en su pecho se calmara, al tiempo que guardaba la carta adentro de su escritorio—. Yo sólo… probablemente tenga que hablar pronto con mis tropas, tengo que agradecerles por los esfuerzos y el buen trabajo que han hecho, y el gran idiota de Rojo simplemente me hizo darme cuenta de eso.
La pelinegra se levantó de su escritorio, y con un apéndice de sombra sujeto la lanza arriba de su cabeza para luego meterla en un vórtice de sombras, las dos súcubos notaron como parecía… revitalizada, como si hubiera recuperado la confianza en algo pero más que nada… se veía determinada—Díganle a Rojo de mi parte que será mejor que prepare sus dos metros de idiotez para ser el jefe de una empresa, es un dolor en el culo serlo así que será mejor que no la cage.
—…Res…pecto a la altura de Okami-sama— empezó a hablar Morrigan bajando el tono cada vez más poco.
.
.
.
.
_ஜ ஜ_
.
.
.
.
—Con que… aquí termina todo— el murmuró suave que salió de sus labios fue tal como para que sintiera un temblor surcando su cuerpo ante cada letra, viendo la sangre salir de sus labios al tiempo que la sostenía con todo el cuidado del mundo, viendo el agujero de gran tamaño en medio de su pecho y su estómago.
—No hables, mantén tus fuerzas o la herida se abrirá más— murmuró con una voz suave, al tiempo que había unos instantes de silencio.
—…no vamos… a sobrevivir esto— fue lo que ella le dijo, haciendo que se quedará callado, vio esos ojos negros viéndole con gentileza—. Parece ser que incluso los dioses nos han abandonado, Ruto.
Acostado contra la roca en medio de ningún lugar, el pelirrojo se encontraba recargando a una castaña contra su pecho, cubierto de sangre y heridas, rodeado de cadáveres en armadura por doquier, viendo a la titánica criatura que se encontraba flotando enfrente del cielo, cubriendo hasta donde alcanzará la vista.
A un lado del pelirrojo, estaba una espada rota hasta solo el mango, al otro, una gema quebrada en varios pedazos.
—Voy a sacarnos de aquí, solo espera… solo espera— murmuró suavemente antes de que sintiera los dedos de ella pasando por su cara con gentileza.
—Jamás fuiste bueno mintiendo— declaró ella con una sonrisa divertida, antes de hablar con algo de pesadez—. Lamento tener que pedirte esto, Naruto, pero… devórame.
Los ojos del pelirrojo se abrieron de golpe al escuchar esas palabras, antes de que frunciera el ceño de golpe ni un segundo después—¡Y una mierda con eso!
—Cualquiera que coma la carne y sangre de una de las siete novias ganará un poder más allá de lo que puede imaginar, mejor tu que ellos, tómalo… como la bendición final para el Chakravartin— dijo con una sonrisa, su voz sonaba cada vez más frágil.
…
—¿Tu eres el tercer Chakravartin?— una mujer de cabello castaño con una armadura de samurái azul le miro curiosa al tiempo que se acuclillaba para ver al pelirrojo atado con cadenas al suelo—. Te imaginaba más alto.
—Lárgate o te mato.
…
—¿Puedo preguntar por qué es que siempre que peleas matas a tus enemigos? No pareces tener nada de piedad para alguien que es la justicia de Dios— indico ella viendo al pelirrojo rodeado de lo que sólo podría llamarse un océano de cadáveres.
—Entre más mato, más devoró, entre más devoró, más fuerte me vuelvo— declaró simplemente con sus morados brillando y dando una sonrisa desafiante—. Y planeo volverme el más fuerte que haya, no planeo dejar que nadie esté encima de mi jamás.
La castaña se le quedó viendo ante eso y luego suspiro—En verdad que eres incorregible— murmuró haciendo una señal de manos, haciendo que el Okami abriera los ojos y se llevará las manos a la bandana blanca que flotaba alrededor de su cabeza.
…
La castaña vio como gotas de agua caían de los ojos morados del pelirrojo al tiempo que apretaba los dientes lo suficiente como para crujir entre ellos.
Sintió su agarre más fuerte sobre ella al tiempo que abría la boca.
—Lo haré…— murmuró haciendo la cabeza hacia atrás.
Su visión se volvió roja al tiempo que su boca se cerraba alrededor del cuello de la castaña.
…
El clon de Naruto abrió los ojos con el sudor cubriendo todo su cuerpo, el pelo pegado a su cara al tiempo que se levantaba rápidamente de la cama en la que estaba, entre sus dedos estaban los trozos de madera de la cama en la que estaba, respiro agitado, viendo a la nada por largos momentos antes de notar como estaba acompañado.
Naruko se encontraba recostada a un lado suyo.
Ah, si, recordó que se había desmayado.
El jefe había sido herido, su conexión fue cortada, y había caído casi muerto en el suelo de la aldea sin ninguna razón aparente, probablemente les habría preocupado.
Se miro fijamente.
¿Por qué le habían quitado la camisa?
Naruko pareció despertar al tiempo que el clon se levantó de la cama, parpadeando repetidamente antes de que su mente finalmente espabilara—¡Ka-kun!— grito ella lanzándose a abrazarle—. ¡Estábamos preocupadas, te saludamos y de repente caíste inconsciente y apenas tenías pulso y…! Y… estás mojado y pegajoso— murmuró la rubia quitando la cara del pecho del Ojiazul yendo por una toalla.
—Si, lo siento por eso— indico cuando la Ojiazul le pasó dicha toalla para que se secara, notando como ella se quedaba viendo cuando pasaba dicha toalla por su torso, haciendo al clon sentirse incómodo—. ¿Por qué estoy sin camisa?
—Bueno, te teníamos que revisar por si tenías algo.
—Okey, ¿Dónde esta ahora?
—Quizá… la rompí.
—…Haaaa, tienes suerte de que te tengo cariño— murmuró, antes de cerrar la boca apenas dijo eso.
La rubia con marcas en las mejillas se quedó callada y su cara de puso roja al procesar lo que le dijo—Bueno… no te culpo, hay mucho de mi de dónde ser cariñosa— declaró poniendo los brazos debajo de sus pechos, haciéndolos resaltar y haciendo que el clon simplemente suspirara.
Simplemente saco otra camisa de su bolsillo de Kunitokotachi mientras la rubia no miraba y se estiró—Tengo que preguntar, ¿Además de ti, quienes más están aquí?
La rubia simplemente le sonrió un poco y le guiño el ojo—Tan pronto como se enteraron que te había pasado algo, todo el clan Uzumaki te estaba cuidando, también vino la gótica, y su familia, y también Ino y Sakura, aunque recién venían de una misión, parece que más bien se quieren quejar contigo— indico haciendo que el pelirrojo se confundiera por eso.
El clon del Okami simplemente alzo una ceja ante eso, antes de caminar hacia afuera de la habitación, yendo al jardín que tenía el compuesto en la parte trasera, notando a Mikoto y Kushina hablando entre ellas, y efectivamente, allí estaban todos los familiares Uzumaki-Uchiha presentes.
Satsuki, Ino y Sakura se veían confundidas cuando lo vieron como de costumbre. Pero les dio una sola señal para que no dijeran absolutamente nada.
Y apenas le notaron los demás al instante se cerraron a su alrededor, haciendo que el clon sintiera algo de nervios por estar rodeado de tanta gente, sobretodo cuando pudo sentir como las matriarcas de ambos clanes le agarraban de ambos lados, haciendo que se sintiera presionado sobre todos ellos hablando al mismo tiempo.
—…Estoy bien, estoy bien, simplemente yo me… encontraba algo cansado— indico el pelirrojo al tiempo que sentía las miradas de fuego de Menma y Sasuke en sus cuellos por el como sus madres estaban abrazando sus brazos felices por verlo de regreso—. Hay algo que les tengo que decir ahora mismo, y es mejor aprovechar a qué ustedes ahora están juntos.
—¿Y que sería?
—Les voy a dar unos regalos a todos ustedes, y luego de eso, será cosa de ustedes ver lo que hacen con eso, y… me tendré que ir por un rato, hay algo importante con lo que tengo que lidiar— fue todo lo que dijo encogiéndose de hombros antes de sacar de quién sabe dónde una pizarra pequeña y una tiza—. Bueno, como ustedes ya saben, yo tengo muchas habilidades, y por muchas me refiero a muchas— declaró al tiempo que hacía un dibujo con si mismo y luego siendo dividido a muchas ramas con diferentes símbolos en esferas que a su vez se subdividían en muchas otras esferas.
—…Algunas de ellas ni siquiera parecen algo que un Shinobi normalmente sea capaz de hacer— indico Sasuke al tiempo que el Ojiazul se encogió de hombros.
—Bueno, el asunto de esto radica en que tengo una habilidad en específico que puedo usar con ellos conectados a mi— declaró al tiempo que borraba su dibujo y hacia uno nuevo.
Ahora, en vez de ser solo él, aparecía él en el medio, otras esferas con símbolos a su alrededor, y más allá de ellas ahora estaban las caras en apariencia chibi de varios de ellos—. Es una habilidad llamada "Cadena Alimenticia", formando un pacto de Chakra de dos vías, esencialmente me conecto con ustedes, y les doto de alguna de las habilidades que poseo— explico el Okami al tiempo que tiraba la pizarra a un lado—. Solamente puede ser una, y será automáticamente elegida a la que más se relaciona con ustedes, así que perdón por eso— declaró el Ojiazul al tiempo que se miraban entre si.
—Repito, eso ni siquiera suena a algo que normalmente sea hecho por Shinobis— murmuró Sasuke haciendo que el clon se rascara la nuca.
—Bueno… suena a un Jutsu realmente impresionante Okami-kun, pero… ¿Estarás bien con eso? Puede que no te hayas recuperado del todo— declaró preocupada Kushina, al tiempo que sus enormes pechos apretaban el brazo del pelirrojo entre ellos.
Suspirando, el clon desestimó eso—Funciona de dos vías, de hecho, las habilidades que ustedes tengan igualmente van a mi— declaró el pelirrojo encogiéndose de hombros—. Sin embargo, no funciona en Dojutsus ni en los contenedores de bestias con cola, también está que no tengo mucho interés en usar alguna de las habilidades que ustedes tienen, cada persona tiene su propio estilo y la mayoría de ustedes no combina con el mío— explico simplemente el Ojiazul.
—Eso… tiene sentido— murmuró él pelinegro antes de que el Okami les empezará a ordenar en fila, poniendo una mano en la espalda de cada uno para crear el puente que permitiría el uso de la "Cadena Alimenticia"
Era realmente una habilidad demoniaca, pero Naruto podía usar varias de sus técnicas con solo Chakra, o cualquier energía que tuviera al alcance, además de eso, el pelirrojo también tenía planeado darles a cada uno algún tipo de arma, ya fuera de las que ya tenía o hacerles unas personalizadas.
Necesitarían una fuerza de élite de parte de ASER, y ellos eran de las pocas personas en las que confiaba en toda la aldea. Bueno, una parte de él, incluía a Sakura e Ino por lastima más que cualquier otra cosa.
Luego suspiró.
Se sentía raro.
La conexión con el original se sentía extraña, había sido creado justo antes de lo que le pasó, así que había sido desconectado del original y conectado de regreso, pero su cuerpo simplemente había recuperado las energías sin las que un clon normal estaría demasiado débil para existir.
Eso podría traer problemas.
—Volveré pronto con algunas cosas más, como dije, hay algo de lo que tengo que encargarme y que no pude hacer hasta ahora… ahhh y… gracias por cuidarme… no tantas gracias por romper mi ropa— murmuró él Ojiazul antes de desaparecer con el movimiento cuántico de allí.
—Vaya— murmuró de repente Mikoto con una pequeña sonrisa—. Okami-kun en verdad que está lleno de sorpresas.
Kushina simplemente se quedó algo avergonzada por el hecho de que no le había dicho nada a su hija respecto a la ropa de Naruto, y ya estaba acostumbrada a verlo usando una especie de teletransportación mejor que la que usaba Minato.
En verdad tenían a un buen líder, y nada podía cambiar eso.
—Hmmm— soltó de repente Satsuki al tiempo que caminaba fuera de los compuestos del clan Uzumaki, para luego gruñir cuando Naruko le pasó un brazo por los hombros y le hablo animadamente.
—¡Pelo de cuervo! ¿Qué te tiene tan pensativa? No parabas de ver a Ka-kun, y no le refiero a la mirada de tsundere que normalmente le das, sino más como una confundida— pregunto ella haciendo que la pelinegra suspirara.
—…Me enteré del verdadero nombre de Okami y… en particular no se que pensar, me suena demasiado familiar— murmuró la pelinegra sosteniendo su frente para pensar.
—¿Eh?— soltó la rubia genuinamente sorprendida ante eso—. Bueno… ¿C…Cual es?
—Bueno, tu nombre ya de por sí suena similar, recuérdame, ¿De dónde es que vino el nombre "Naruto"?— pregunto la Uchiha, recibiendo silencio—…Hey, bimbo, se que es algo nuevo para ti pero se llama usar el cerebro, solo es una pregunta… ¿Naruko?
La pelinegra se giró a su lado para ver a la hija del cuarto Hokage, que estaba congelada en dónde se encontraba, viendo a la nada con los ojos tan abiertos que parecían apunto de salirse de sus cuencas, y la boca entreabierta en una expresión anonadada.
La Uchiha se giró para ver si alguien entendía que le pasaba, y sintió que había dicho algo que no debería haber dicho
Todos los presentes le escucharon fuerte y claro.
Todo el compuesto del clan Uzumaki quedó en un silencio mortal.
