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RESPONDAMOS REVIEWS

Para alkirius

Okami: ¿Tienes idea alguna vez de que tanto tiempo pase como un niño cuando les conocí? Las cosas que me hicieron todavía no las olvidó.

Para Nathaniel II

Okami: No puedo afectar la lanza en lo más mínimo, elige a quien la porta, si trato de tomarla actuará en mi contra, al menos con Mikane se que no la usará contra alguien que no debe, pero de todas maneras, no me importa mucho si la usa contra mi, debería ser pornuna buena razón, pero si ataca a mi familia, las cosas serían diferentes... y si, si lo harían... Y no puedo quedar seco así que... Ugghh...

Para Yahiko 8D

Okami: ambos sabemos que ella se va a burlar.

Para RabitMane

Actualización express v;


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Capitulo 33

Demonio Rojo

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Naruto y la comida tenían una relación especial que era difícil explicar, incluso para si mismo.

Cuando era niño, no había comido más que la basura que conseguía de cualquier lugar, no recordaba ningún sabor que no fuera la suciedad en los restos en descomposición de la comida en su boca, así mismo, tampoco olvidaba la primera vez que había probado algo que no era basura pura, cuando había probado la comida hecha por una de las personas más gentiles que había conocido en toda su vida.

Esa persona ya no estaba en ese mundo.

Admitiría haber intentado probar hacer nuevamente el Ramen de Ichiraku, sentir lo que había sentido cuando había probado por primera vez la comida que no había tenido que robar a otros. Su cuerpo entero estaba bien, su lengua y su paladar no tenían nada, pero había algo que jamás le podía quitar el hambre que sentía, y la sensación siempre creciendo de la comida siendo progresivamente peor.

Había sido como tratar de beber agua de cañería hirviendo.

Siempre había algo que faltaba completamente en cualquiera de sus comidas, y era el calor y amor de una familia para comer con él, había probado del fruto de la inmortalidad, bebido de su vino y gozado los placeres que generaban la gula en el Makai, pero habían sido solo cosas distantes hasta que estuvo en Kumo, y recobro el gusto por las cosas que le rodeaban.

Sin embargo…

Si había una cosa, tan solo una cosa, en la que Naruto era mejor que en pelear, era en la comida.

Cuando era joven había buscado las maneras en las que podía mejorar su cocina, había comenzado como el deseo simple de buscar algo que saciará su hambre y que pudiera saborear a completo gusto, pero con el tiempo, Naruto había simplemente querido pasar a hacer que sus habilidades en la cocina mejorarán, si él no podía probar la comida, por lo menos se iba a asegurar que otros tuvieran una mejor comida, hacer felices a otros era lo que buscaba con esos alimentos.

Entendía lo que era el hambre, el desear el alimento, la desesperación y dolor. No sé la deseaba a nadie más.

Eso llevo a Naruto hasta lo más profundo del Cielo de los Alimentos, también llamado Takamagahara, un lugar donde una cantidad infinita de inconmensurablemente deliciosos alimentos existían.

Lo cual le llevo a conocer a Gekkou Chikarahara Bodhisattva Cho Śākyamuni, la Diosa Madre de los alimentos, que había conferido sobre el plano terrenal los placeres del gusto de los alimentos que iban más allá de la imaginación misma, y del mismo modo, conoció a Senju Bodhisattva Kannon Kakuan Azushura, el Dios Padre de la Cocina.

Naruto les llamaba Cho Śākyamuni y Senju Kannon, porque esos nombres eran demasiado largos.

Cho Śākyamuni era la diosa que había creado los alimentos en el mundo mismo, cuando el mundo era solo agua y tierra de la que los seres vivos se alimentaban, había usado su carne y sangre para dar vida a una cantidad interminable de alimentos, demasiado débil después de haber dado a los seres vivos su esencia misma, le pidió a su amigo y compañero Senju Kannon, el dios del millar de manos, que preparara los alimentos para ser entregado a los seres vivos, Senju Kannon paso 999 días cocinando los alimentos del plano terrenal para que pudieran ser comidos por otros.

Naruto no sabía si la leyenda de eso era cierto, pero el asunto estaba en que había aprendido de cocina de literalmente el ser vivo que había dado vida al concepto de cocina, y para no tener más de mil manos, en verdad que se acercaba al nivel de cocina de su maestro. Claro, el pelirrojo jamás usaba eso de manera descontrolada, si hiciera una comida demasiado buena, terminaría haciendo que alguien no pudiera comer ninguna otra.

Y no, no era arrogancia, era el hecho de que así funcionaba cocinar alimentos extremadamente deliciosos de la manera que hiciera resaltar más el sabor.

Literalmente había moras del reino demoniaco que si un humano las comía no iba a querer volver probar comida humana.

Por un lado, era un excelente método de tortura.

Por otro, significaba que Naruto siempre era del tipo de no hacer dos comidas iguales, o que le gustará la monotonía. Siempre buscando mejorar y explorar.

Eso, era algo que el Okami podía decir que aplicaba tanto a su cocina como a la vida misma. La perfección no existía, y si realmente existiera, Naruto no la buscaría. Si algo era realmente perfecto, eso es todo. La perfección era un callejón sin salida, una condición de estática aburrida.

Naruto siempre se esforzaba para ser mejor en cualquier cosa en la que ponía su atención, pero no en ser perfecto. Significaría que la misma cosa se repetiría una y otra vez, estancado.

No había lugar para la imaginación. No había espacio para la inteligencia. O habilidad. O mejora.

Era una de las razones por las que odiaba el perfeccionismo excesivo que buscaban los sirvientes de Slaanesh después de todo.

Pero en fin.

Se estaba yendo por las ramas.

El pequeño pelirrojo saco una caja de color negro con un kanji de "cocina" en la tapa de su bolsillo de Kunitokotachi, abriéndolo, mostró como en el interior tenía dos cuchillos, uno delgado y el otro relativamente grueso, ambas con inscripciones en diferentes kanji, con tanto la madera que les formaba como el filo, sin embargo, el pulido, cuidado y afilado de los cuchillos se miraba más allá de lo impecable, casi parecía como si el filo tuviera una cubierta de agua encima.

Junto sus manos entonces e inhaló profundamente, dando una oración silenciosa.

—¿Estás listo para esto, hermano?— enfrente suyo, el pelinegro, el único que le podía enfrentar en poder en toda la creación como un igual, estaba enfrente suyo viéndole con desafío y una sonrisa arrogante.

—No te puedo oír desde allí hermanito, así que mejor saca tus armas de una vez, y veamos quién es el mejor entre los dos después de tanto— declaró Meryo al tiempo que Naruto exhalaba lentamente y sacaba los cuchillos de su caja.

—Espero que no hayas olvidado que me llaman; "El Dios Demonio Carmesí… de la Cocina"— declaró dramáticamente el pequeño pelirrojo al tiempo que un rayo caía por la ventana, como para darle más peso a sus palabras.

Una risa condescendiente salió de la boca del Ojirrojo—Y espero que no hayas olvidado la frase que define mi entero ser, "¡Sobre el Cielo y la Tierra, solo yo soy el honrado… en la Cocina!"'— declaró el pelinegro poniéndose en guardia con los cuchillos en mano.

Un rato después, se podía ver al pequeño pelirrojo lanzándole a su hermano el glaseado de un pastel en la cara al tiempo que Issei le lanzaba una gelatina rosada a la cara al pequeño, mientras los dos se reían del otro haciéndolo.

—¿Recuerdas cuándo solíamos hacer este tipo de cosas en el Makai?— pregunto de repente el pequeño simplemente mirando al techo después de terminar lo que había cocinado con ayuda de su hermano, los dos simplemente miraban el techo sin decir nada en particular, recordando cómo se conocieron.

—Solías en verdad ser un cascarrabias entonces, y un creído— comento Meryo de repente, haciendo que el Okami soltará un bufido por eso.

—No era tan malo, yo sólo… no me gustaba ser el líder de tanta gente— murmuró con las manos en el vientre y recordando el tiempo que pasó como Rouge, el Primordial Carmesí.

Sentía la mirada de su hermano sobre él—¿Qué cambió?— pregunto de repente curioso.

—Nada, simplemente que elegir entre lo que es necesario que haga y lo que yo quiero hacer se volvió más claro— murmuró antes de cerrar los ojos por unos momentos—. El clon que hice desde antes debería estar llegando en estos momentos… probablemente debería mantenerlo, tener una versión adulta de mi cuando me veo de este modo ayudaría bastante.

Eso dejo al pelinegro viéndole con una ceja alzada—¿No puedes usar un henge?— pregunto de repente el pelirrojo.

—Ya tengo muchas cosas activas pasivamente como para subirme más con un henge constante, y cualquier shinobi lo suficiente capaz va a ver qué oculto algo— el pelirrojo luego se levantó y se sacudió, no tenía nada de suciedad encima después del desastre que habían hecho en la cocina, pero para ese punto era más que nada costumbre, el Ojiazul estiró la espalda un poco antes de ver cómo su hermano igualmente se levantaba—. ¿Algo que quieras hacer ahora que tenemos tiempo libre?

—Bueno, tienen televisión aquí, ¿No?

—Si pero… no quiero hablar de las películas que muestran en ellas— murmuró recordando la misión del país de la primavera desde el punto de vista de Koyuki.

Luego el pelinegro se levantó de golpe cuando escucharon como la puerta sonaba de repente, haciendo al pelirrojo abrir los ojos ante el sonido de la voz de Kushina saludando a su hermano.

Naruto vio a dónde esté se encontraba hace unos segundos.

El asunto era que la cocina estaba a un lado de la entrada, por lo cual, aprovechando su ahora pequeño tamaño, el pelirrojo era capaz de encogerse sin sobresalir de todo.

—Meryo-san, ¿Haz visto a Okami? Hay… hay algo de lo que tengo que hablarle y es bastante importante que lo haga lo más pronto posible— Kushina sonaba algo alarmada, el pelirrojo no tendría problemas en ayudarla, pero el hecho de que ahora se viera como un niño no le iba ayudar e iba a tener que explicar quien era. Lo cual solamente iba a traer problemas.

—Esta detrás de ustedes, de algún modo— comento como si nada el Ojirrojo, haciendo que el Okami se tensara.

Luego el clon que había creado antes camino como si nada por la entrada de la puerta.

Si había una sola cosa por la que Naruto se arrepentía de haber creado ese clon, era el hecho de que acababa de joderle la vida más de lo que ya estaba de por sí jodida—Hey, Kushina-san, Naruko, Menm, ¿Por qué tienen esas caras largas?— pregunto al tiempo que la matriarca Uzumaki le sostenía de los hombros—. Mmmm, ¿Pasa algo?

El Ojiazul sintió que el aire se le iba de los pulmones ante la siguiente oración que vino poco después—Tu nombre… tu verdadero nombre… Naruto… tu…¿Eres mi hijo?

La mente de Naruto se congelo después de escuchar eso, al tiempo que su cuello giraba mecánicamente en la dirección de la matriarca Uzumaki, el clon enfrente suyo estaba viéndola con una expresión anonadada, igualmente sin palabras ante lo que había dicho la pelirroja. Y generando al pelirrojo a guardar silencio por varios segundos en el que su cerebro no sabía cómo responder eso.

Sin embargo, las cosas fueron diferentes con su clon.

—No soy tu hijo— declaró simplemente poniendo sus manos en los hombros de ella para que dejara de tocarle, viéndole con una expresión que no decía absolutamente nada de como se sentía en verdad.

—¡Pero… tu eres Naruto, tu eres el único que puede tener ese nombre, es el nombre que Minato y yo decidimos para ti! ¡Tienes la misma edad, eres…!

—No soy… tu hijo— declaró está vez con un tono más helado el clon, su expresión volviéndose más seria antes de inhalar profundamente y calmarse—. No sé quién te haya dicho eso, pero te equivocas en algo, yo no soy, tu hijo, lo viste tu misma, en el pergamino de tu clan. No tengo ningún parentesco sanguíneo contigo, no conocía a ninguno de ustedes hasta hace un par de meses, y yo ya tengo un padre y una familia. No soy, tu hijo. El hecho de que tenga ese nombre es nada más que una coincidencia.

Naruto tenía un solo problema.

No era bueno mintiendo, pero siempre podía decir verdades a medias, no había nada a medias en lo que decía.

No sé consideraba, no era y jamás sería parte de esa familia.

—¿¡Entonces como explicas las marcas en tu cara!? ¿¡Tu cabello!? ¿¡Tu nombre!?— está vez fue turno de Naruko de gritarle de repente, yendo hacia donde estaba y agarrándole del cuello.

—Jamás les he dicho una sola mentira, tengo estás marcas por haber sido afectado por el Chakra del Kyūbi cuando era niño, mi nombre ni siquiera lo conocía, todo mundo me llamaba un monstruo desde que tengo memoria por algo que ni siquiera estaba en mi, así que si te quieres enojar conmigo por no ser lo que ustedes creían que era, lamento decepcionarles— dijo el clon al tiempo que suspiraba largamente—…¿Quieren la verdadera historia? ¿Quieren saber de dónde vengo? ¿Quieren saber quién soy en verdad?— pregunto una y otra vez cada vez más con un tono más molesto que antes.

Detrás de dónde se escondía, el original abrió los ojos al sentir una sacudida de energía, el clon sacando más poder de él ahora que estaban en una proximidad.

No sé espero lo que hizo después.

La musculatura del clon, ya de por sí grande, creció al punto de tensar la ropa que llevaba, aumentando decenas de centímetros en tamaño al tiempo que cuernos negros con anillos dorados sobresalían de su cabeza, su cara volviéndose más salvaje, al tiempo que sus ojos cambiaban a verde y morado, escamas apareciendo en su cara, brazos y piernas, junto con sus uñas volviéndose negras y largas como garras.

El ahora gigante Oni estaba justo sobre el marco de la puerta, y como para enfatizar quien era, le dio un fuerte golpe al marco de la puerta con la palma—Esto...es lo que yo soy en verdad.

Apenas y termino de decir eso, el original hizo un sello de mano y disperso el clon en menos de un instante.

Naruto gruño ante la lluvia de recuerdos que vino desde que hizo al clon, pero ignoro eso, notando como la familia Uzumaki estaba congelada donde estaba y había salido de su escondite después de haber dispersado al clon.

Los hombros del Okami se bajaron levemente al tiempo que se pasaba una mano por la frente con exasperación—…Esto… va a necesitar una muy larga explicación.


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Albedo y Morrigan normalmente estarían volviendo con Naruto después de haber hablado con Mikane respecto a todas las cosas que habían pasado en los últimos días, sin embargo, las dos no eran conocidas específicamente por ser las sirvientas del pelirrojo. No es como si se quejarán de hacer eso último, pero ambas eran guerreras que se respetaban lo suficiente como para hacer alguna cosa que pudiera ayudar a su líder.

La súcubo de cabello verde puso los pies sobre una mesa al tiempo que se encontraba en una oficina cerca del país de la roca, leyendo acerca de papeles de diferentes personas, al mismo tiempo, un hombre bastante robusto y con una nariz bulbosa estaba sentado en el suelo, sus ojos se veían fuera del lugar al tiempo que extendía sus manos al aire, balbuceando y con un bulto en los pantalones que hizo a la peliverde rodar los ojos.

—En verdad es una suerte que le dijera a Albedo que yo manejo a este— murmuró ella viendo las fotos en cada una de las páginas—. Veamos, Kakuzu, es de la misma aldea que Fuu-chan, corazones extras, Kisame de la aldea de la neblina, hay una mujer que también es parte del mismo país pero en vez de parecer una mezcla interracial entre un tiburón y alguien con bastante lujuria y valor, tiene algo respecto a poderes psíquicos, incluso tienen a su propio terrorista siendo contratado para diversos trabajos.

Cartas de identidad de espías, casas de seguridad, mapas de la estructura de diferentes aldeas y lugares en específico junto a un buen número de préstamos, trabajos y la compra de equipamiento para diferentes cosas, era solo una pequeña parte de lo que realmente era pero parecía ser suficiente como para que pudieran hacer esencialmente un secuestro de personas en específico.

Un hombre de cabello rojo que se veía bastante anciano y otro en una armadura bastante grande que le cubría de cuerpo completo, denominados como los contenedores del cuatro y cinco colas respectivamente, eso hizo a la peliverde llevarse una mano al mentón.

La leyenda de los seres hechos de los fragmentos del dios de las diez colas era una conocida hasta en el reino de los demonios reales, Morrigan recordaba historias acerca de que el nueve colas de hecho era capaz de viajar entre el plano terrenal y el demoniaco por si mismo, por lo que ya tenía la idea de que es lo que tomaría ese tipo de cosas.

—Le debería informar a Rouge-sama de esto lo más pronto posible— comento al aire, el siete colas estaba seguro respecto a qué tipo de protección tendrían, pero una organización entera de ninjas de Rango S o superior eran del tipo que no debían ser subestimados.

No, si había algo que ella habría aprendido de tener al pelirrojo de líder, era el hecho de pensar de antemano.

Así que lo primero que iba a hacer era cortarles los fondos y ponerlos en contra de una de las aldeas que les estaban apoyando, hacer a Iwagakure creer que esa organización llamada Akatsuki estaba intentando robarles, hacer a los Akatsuki creer que Iwagakure los estaban intentando traicionar, debilitando a ambos, dándole las propiedades y recursos que estaba leyendo a Okami, darle una visita a Mikane-san, convencerla de soltar una bomba contra Iwa, darle las gracias de alguna forma, recibir las gracias de parte de Okami de la mejor manera posible.

Sep, ese sonaba a un buen plan.

Estaba seguro que ahora a los dos poderosos seres a los cuales servía de antemano estarían felices de ver qué se había enfrentado a un enemigo en común de ambos y lidiado con ellos antes de siquiera empezar a combatirles.

La parte difícil era evitar que Albedo matará a todos de antemano, necesitaba a gente viva para controlarles… bueno, podía manipular sus cadáveres pero Rouge-sama le había enseñado a no jugar con su comida.


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Bueno… ni siquiera se por dónde empezar… ya les conté mi historia hasta ahora, mi abuelo, Hiruzen Sarutobi, fue la primer persona que cuido de mi junto a unas cuantas mas que terminaron muriendo por cuestión de que esta aldea me odiaba, y que peor aún, sabían quién era realmente, no me querían vivo como un testimonio vivo de sus errores y traiciones. Así que había quienes instigaban el odio en mi contra por años y años, hasta que alguien me salvó.

Ese alguien termino siendo un ser increíblemente poderoso, tanto que incluso con todo mi poder no soy comparable a él, pero que la fuerza que he alcanzado hasta ahora es gracias a que el me ayudó. Me… convirtió en alguien más por medio de una constante cantidad de sufrimiento y entrenamiento para volverme más fuerte, para ser el más poderoso que existe, y saber cuándo y cuando no usar ese poder de antemano.

No soy… la persona que era después de ese entrenamiento, figurativa y muy literalmente.

Cambie tanto como para ya no poder volver a ser quien era antes, y no es como si desee hacerlo, como el líder del clan Uzumaki les digo que aprecio realmente las personas de este clan, pero tengo mi propia familia, mi propio hogar, que está por encima de todas las cosas.

Uno de esos fue un lugar que pueden llamar… demoniaco, de dónde salieron muchas de las criaturas que el clan Uzumaki sellaba en la antigüedad, las personas que vivían allí se volvieron parte de mi gente, Morrigan y Albedo, ya las conocen, son parte de ese grupo de gente, y ahora vieron quién soy en verdad.

—Okey eso suena razonable… ¿Pero porque eres un niño ahora?— Menma era el único que no estaba en particular sin la capacidad de hablar en lo más mínimo por la historia. Haciendo al pelirrojo suspirar, sentados enfrente de sillones uno enfrente de los otros, el pequeño pelirrojo agradecía que sus ganas de saber la verdad pudieran más que sus ganas de hacerle algo a su nueva apariencia.

—No es algo permanente, me veía como me veía antes, simplemente me pasó algo que terminó haciendo que me volviera así, el otro yo que vieron antes era un clon que deje antes de que lo que me convirtió en un niño pasó— explico el pelirrojo simplemente al tiempo que se pasaba los dedos por el puente de la nariz.

—…Esto… esto es bastante por procesar, espero lo… entiendas Naru… Okami… vamos a necesitar algo de tiempo en…— Naruko parecía estar dudosa en que hablar o que decirle, cuando el pelirrojo de repente se quedó viendo a Kushina pararse de su silla, caminar hasta estar enfrente de él y hacer algo que el pelirrojo no espero que hiciera.

Ella se arrodilló de repente.

El Okami guardó silencio al verla poniendo la cabeza en el suelo en una pose de absoluta disculpa y sumisión.

—Naruto… hijo… se que yo… se que jamás podré ser la madre que merecías, se que no he estado para ti cuando más lo necesitabas, pero por favor, déjame arreglar eso, déjame estar contigo, yo no… yo llevo pasando dieciséis años esperando por encontrarte, no quiero perderte de nuevo, nunca más….

El Ojiazul guardo silencio.

—Por favor… te lo pido….

No sé sentía cómodo diciendo las siguientes palabras, pero las iba a decir de todas formas, no era lo que querían oír, pero lo que tenían que oír y el tenía que explicarles.

—Ya viste el pergamino de tu propio clan, no hay un atisbo de parentesco entre nosotros más allá del color de nuestro cabello, yo no voy a ser tu hijo, no soy un pequeño necesitado de atención y que nunca cumplió las cosas que quería de niño. Viví mi vida, crecí mi vida y la seguiré viviendo sin necesidad de ti siendo mi madre— declaró el Ojiazul parándose de igual forma, solamente para acuclillarse y ver a la pelirroja.

Esta ni siquiera se dignaba a mirar hacia arriba.

Naruto no podía imaginar cómo se debería estar sintiendo ella ahora mismo.

Había perdido a su familia cuando era una niña, había perdido al hombre del que se había enamorado, había perdido a su propio hijo y ahora que lo encontraba, no había nada que salvar o encontrar, ellos no eran nada diferentes a dos personas que se conocieron por accidente, Naruto bien podría haber pasado años enteros bajo el radar, sin que ellos supieran quién era.

Pero aún así, ella seguía allí, apretando los puños con fuerzas, mordiendo su labio ante la frustración que sentía.

Ella en verdad había perdido mucho.

El Okami le tomo de los hombros y la hizo verle a la cara, haciendo que viera la expresión de ella, al borde de romper en llanto, como una niña pequeña llorando por primera vez, ella se miraba… vulnerable.

Cerro los ojos y simplemente cerro sus brazos alrededor de los hombros y espalda de la pelirroja, su mentón descansando entre el cuello y el hombro de la pelirroja la cual se sintió congelada por ese gesto—Pero… por lo menos prometo que no me alejaré del lado de nadie jamás— ella abrió los ojos en gran medida ante eso—. No como parte de una familia, al menos no en sangre, todos ustedes son importantes para mí, no me voy a ir de su lado, pero no puedo decirte que seremos madre e hijo en lo más mínimo— fueron las simples palabras del Okami.

El pelirrojo simplemente se quedó en silencio viendo como ella lloraba antes de poner los brazos alrededor de él y abrazarle, haciendo que el pequeño simplemente pusiera una mano sobre la cabeza de ella y le diera unas cuantas palmadas, tratando de calmarla.

Un rato después, Naruto había llevado a Kushina a la cocina en dónde ella estaba bebiendo algo de agua para calmarse después de el ataque nervioso que había tenido, afuera, el pequeño pelirrojo y el rubio hablaban entre si—Así que… ¿Cuánto tiempo planeabas decirnos esto?

—¿Aproximadamente? Jamás— fueron las palabras del Okami que hicieron que Menma le viera fijamente y se encogiera de hombros—. Hey, pase por un montón de mierda, ya no soy familia de ustedes y saber que el único familiar que han buscado por tanto tiempo ya no es familia suya no es algo que daría un buen paso a una relación estable.

—…eso es… justo pero hablando de relaciones, ¿Qué planeabas hacer cuando… ugghh… huggghhhhhh… ya sabes… Naruko o Kaa-san quisieran…? No puedo decirlo, siento que voy a vomitar.

—Bueno, si te sirve de algún tipo de consuelo, puede que no sea de la misma sangre, pero no tengo un complejo de Edipo como para desear hacerlo con la mujer que me trajo a este mundo, o con la que vino justo después de mi. En el mejor escenario, esto… corta los… avances de algo así…

El rubio se recompuso pero le estaba dando una mirada confundida al pelirrojo—¿Quién mierda es Edipo?— murmuró antes de agitar la cara—. Bueno… ¿Y si… y si no?

—…No haré que me llames papá si eso es lo que te preocupa.

—¡Uggggghh!— soltó Menma yendo a la maceta más cercana para vomitar, haciendo reír al pelirrojo un poco antes de esta vez ponerse algo más serio.

Ese clon por alguna razón estaba desconectado de mi y actuaba de maneras que no buscaba que lo hiciera, ¿Eso traerá problemas a futuro o solamente fue algo de la ocasión? Esto es un dolor enorme de cabeza, lo peor es que no puedo ocultar quién soy a la población en general, lo cuál solamente me traerá más problemas.

Naruto suspiró, al tiempo que Menma seguía soltando su almuerzo sobre una de sus plantas favoritas—No se que es peor, el hecho de que dijeras eso, o que lo dijeras mientras pareces apenas un par de años mayor que Natsumi— murmuró él rubio limpiando su boca.

—Te sorprendería el número de mujeres que son shotaconas en el fondo— comento de repente Meryo haciendo que tanto Naruto como Menma se crisparan ante esas palabras, generando que el rubio volviera a vomitar… sobre otra planta.

Naruto se frotó la frente—No tenía planeado que nada de esto fuera revelado en lo más mínimo de todas maneras, pero aquí estoy, diciéndolo yo mismo porque la situación me ha jodido lo suficiente como para hacerlo— el pequeño pelirrojo suspiro una vez más, para luego simplemente inhalar profundamente y pasarse las manos por la cara—. Muy bien, esto no se puede poner peor.

—Tssss…— su hermano menor chasqueo la lengua y dio una inhalación bastante fuerte, sintiendo como el Okami llamaba por su propia muerte.

—Si, si, me di cuenta el momento en el que lo dije.


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Hace mucho tiempo, la aldea de la hoja había sido atacada por el zorro demonio de las nueve colas, el más poderoso de todos los Bijuus, mientras que de manera extraoficial, se mantenía en secreto el hecho de que el Yondaime había estado moribundo, y que los dos contenedores de la bestia estaban desaparecidos por obra de su madre, Konoha había estado en su momento de mayor debilidad.

Entonces, apareció la llave para mantener eso controlado momentáneamente.

El día que el ataque había ocurrido, cualquier persona que tuviera contacto con la bestia había terminado con terribles mutaciones, que iba desde cambios de apariencia hasta el hecho de malformaciones mismas en la red de Chakra de aquellos expuestos a dicha energía.

Todos excepto uno tenían en común que no habían sobrevivido a lo que había pasado, todos excepto uno en particular, un niño de cabello rojo y marcas en las mejillas que nadie sabía de dónde provino. Las personas que habían sufrido ese tipo de enfermedades habían sufrido discriminación y segregación a grandes niveles, como leprosos intentando pedir por ayuda, eran pateados en la cara independiente de edad o género.

Naruto sabía, entendía, que el odio que le tenían no había sido por creer que era realmente el zorro demonio, no, era la pura malicia de tener algo a lo que pisar, a lo cual culpar, había quienes habían sufrido y perdido cosas importantes en el día del ataque y que sin duda seguían sufriendo.

Los mataría a todos de igual manera, no había una diferencia para él, no le importaba lo que ellos sintieran, no les daba derecho de pisarlo para sentirse mejor en sus patéticas vidas.

Se había preguntado a si mismo bastantes veces si de destruir la aldea, sería capaz de matar a los inocentes que no habían hecho nada en su contra, ignoro el rencor que le decía que no había ningún inocente en lo más mínimo, que todos le ignoraron sufriendo por qué les beneficiaba. Pero… con el tiempo su ira se calmo, y tuvo la capacidad para pensar en sus decisiones de antemano.

El dicho decía "Un ojo por un ojo y todo el mundo se queda ciego", en este caso, Naruto sería quien arrancaría los dos ojos primero. Cualquiera que buscará hacerle algo debería estar dispuesto a que le regresará ello multiplicado varias veces, el pelirrojo creía eso tanto como líder como persona, no estaba en ningún objetivo suyo ser un mártir al cual todos los que le rodean pisaban y levantaban en brazos cuando les convenía.

Por lo tanto, ahora las cosas eran mucho más claras que nunca antes cuando trataba de actuar como una persona normal… como un shinobi normal… como un supuesto Uzumaki normal.

Se veía uno o dos años mayor a cuando se fue del aldea, dejando de lado la desnutrición, la suciedad y el cansancio que había formado parte de su existencia desde que tenía memoria, el Okami ahora tenía la apariencia de un joven con un cabello rojo oscuro, una cara de rasgos suaves y andróginos, y un cuerpo para nada desnutrido y/o en el estado tan terrible en el que estaba cuando se fue.

Todo en todo, se miraba demasiado "lindo" para su propio gusto, no había entrenado como loco por años enteros para verse como un shota al que una mujer madura profanaría.

Pero eso era cosas que tenía que hacer para después, todavía tenía que decirle a Chun-Li de lo que le había pasado.

Todo se resumía a qué Naruto odiaba la aldea de la hoja con una fuerza tan grande como para físicamente tener asco de pisar la aldea los primeros meses que había estado allí, pero Naruto no era del tipo que simplemente dejaría las cosas de ese modo, más en concreto, arreglar a la aldea de las cosas que la hacían –aun siendo la supuesta "mejor" aldea de las cinco– de todos los problemas que tenía.

Lo cual era un poco difícil cuando sus habitantes actuaban como una panda de pendejos.

Suspiro al tiempo que se encontraba sentado sobre el techo de una casa con una expresión ilegible en su cara—Esto es justo igual mi estadía en el Makai— murmuró al tiempo que pasaba una mano por su cara—. No debo sentirme nostálgico al respecto.

El pelirrojo tenía una cantidad considerable de problemas. Que parecían solamente aumentar más y más, rodeándole en una bola que buscaba patearle las bolas desde cada ángulo posible.

Tenía que darle algo de tiempo a la familia Uzumaki para procesar quién era, y no tenía el humor para hablar con el clan Uchiha después de lo que había pasado con Satsuki soltando información de quién era. No estaba de buen humor, y no quería desquitarse con alguien que no lo merecía, así que estaba en particular buscando maneras en las cuales pasar el tiempo. No debería tardar demasiado tiempo entre su cambio de apariencia y su regreso a sus habilidades completas.

Así que si bien por el momento no estaba completamente con todas sus fuerzas, podía hacer lo que normalmente hacia y era trabajar con lo que ya tenía.

—[Omnicopaeia]— dijo al aire al tiempo que sacudía un brazalete de color negro que tenía en su muñeca, runas de color blanco se formaron en la superficie, al tiempo que el pequeño pelirrojo miraba páginas y planos de distintas cosas.

Una de las primeras cosas que Naruto buscaba para ASER era el replicar algunas de las armas y objetos que había visto en sus viajes entrenando con Izanagi, el pelirrojo había decidido entre ellas crear algo tan simple como un brazalete multiusos, como por ejemplo, tenia planeado darle varios de esos a gente con la que confiara, permitirían comunicación al instante en cualquier lugar, ser invocado de regreso a él, además de dar pie a una enorme guía de diferentes cosas.

También estaba que gracias a un clan en particular con la capacidad de convertir materia física en propio material, digitalizarlo, volverlo energía y/o volver a convertirlo en materia física, lo mismo podía ser hecho en reversa, la digitalización de un objeto para ser convertido en algo físico. Eso servía con lo que Naruto llamaba STC, que eran diferentes planos y mapas en la construcción de diferentes objetos.

Cosmos le ayuda en la construcción de dichos mapas y ayudaba más el hecho de que fuera capaz de ver cualquiera de sus construcciones para luego mejorarlas aún más haciendo uso del hecho de que era una súper computadora andante –o bueno, voladora– solamente limitada por su cuerpo de pequeño tamaño.

Hablando de cuerpo de pequeño tamaño, Naruto tenía alguno que otro problema actualmente con su nuevo cuerpo, pero no era la primera vez que algo así sucedía.

Tendría simplemente que adaptarse al respecto.

Por lo tanto… no estaba sacando nada para si mismo del almacenamiento de la pulsera.

Cualquier cosa que fuera capaz de darle un aumento de poder considerable eran cosas que se encontradas guardadas profundamente en su bolsillo de Kunitokotachi, estaba sacando algo que le gustaba llamar N.A.W (Herramientas de Apoyo Ninja)

Eran herramientas tecnológicas ninja con la capacidad única de dar la capacidad a alguien de usar una naturaleza elemental nueva por medio de dejar que absorbieran algo de Chakra, dando como resultado, una espada que daba la capacidad de usarla junto al Elemento Velocidad, un arco con el elemento viento capaz de lanzar bombas de aire presurizado, otras armas.

Naruto no se las iba a dar a los del clan Uzumaki o Uchiha, tenía planeado que ellos fueran sus más cercanos, además de que no iban a querer hablarle un tiempo, así que iba a ir por la opción B y dárselas a otros.

—Me pregunto que es lo que tiene Cosmos con los acrónimos— murmuró antes de guardar todo lo que había sacado en un pergamino, y suspirar al tiempo que caminaba por las calles de Konoha.

Luego se detuvo.

Sentía una presencia que conocía demasiado bien acercándose como una bala en su dirección. Lo que le hizo crisparse en guardia al tiempo que un ataque que ni siquiera sus habilidades serían capaces de ayudarle a detener.

Su novia lanzándosele encima de tal manera que el ahora pequeño pelirrojo se encontraba viendo estrellas por el vértigo de ella embistiéndolo para seguidamente ver cómo la castaña le sostenía con ambas manos con una facilidad enorme—¡Ruto, me enteré de lo que pasó! ¿¡Estás bien!? ¿¡Necesitas algo!? ¿¡Por qué eres tan pequeño!? ¿¡Cómo es que…!?

Naruto puso ambas manos sobre la boca de su novia justo cuando recupero el sentido del equilibrio, podía sentir como ella seguía hablando mientras los grandes ojos azules del Okami le veían—…Una… pregunta a la vez… ¿Okey?— pidió recibiendo unos segundos de silencio antes de que ella asintiera lentamente..

El pelirrojo quitó sus manos de la boca de ella con algo de dudas—….¿Por qué eres tan… Lindo?— murmuró sosteniendo al pequeño pelirrojo en sus brazos.

—¿No era lindo antes?— pregunto alzando una ceja con algo de sorna en su voz.

—Bueno, eras más guapo que nada, ahora eres adorable, como un peluche— comento la castaña al tiempo que alzaba al Okami al aire con una sonrisa.

Este tuvo la decencia de sonrojarse un poco—Solo porque ahora sea más pequeño que antes no significa que sea un infante— murmuró evitando hacer un puchero o se tendría que tragar sus palabras, a lo cual ella simplemente respondió acariciando sus mejillas con marcas haciéndole quejarse.

—Lo se, pero solo quiero abrazarte y llenarte de besos— declaró ella dándole un par de besos en la mejilla a Naruto, quien solamente podía sentirse más avergonzado con cada beso.

No era que le avergonzara estando en una forma que le hacía ver cómo un niño, su estadía en el Makai había sido prácticamente toda en esa apariencia, pero incluso así le trataban con lo mínimo de respeto, no como una especie de oso de peluche.

—Pero… no explicas aún como es que te volviste así de pequeño— murmuró ella separándose finalmente para ver a Naruto detenidamente, él apenas le llegaba más allá de la cintura pero aún así notaba los rasgos de alguien poderoso en él, no podría confundirlo con nadie en lo más mínimo.

—¿Conoces el culto de Jashin?— pregunto entonces mientras ambos se sentaban al borde del techo de una de las casas.

La castaña asintió levemente—Es un culto peligroso que hace uso de técnicas de maldición, experimentos y sacrificios humanos, ¿Por qué? ¿No te maldijeron para que te veas así por siempre o si?

Naruto bufo divertido por eso—No exactamente, pero me enfrente contra algo que me causaba bastante daño, diría que la única cosa en este mundo que de hecho podría ser capaz de matarme si no soy cuidadoso, así que mi cuerpo termino bastante dañado y ahora estoy percibiendo el efecto de mi cuerpo tratando de sanar, diría que me quedan unas tres semanas para volver a mi estado normal— comento estirando la espalda un poco.

—…Así que… ¿Eres más débil ahora que antes?— le pregunto ella haciendo que Naruto sonriera de medio lado.

—Normalmente ese sería el caso, pero me encargue de eso por adelantado— dijo guiñando el ojo el cual brillo en rojo carmesí con una cruz dorada apareciendo en lugar de la pupila, haciendo a la castaña parpadear al ver eso.

—…¿Es… alguna especie de Dojutsu? Se ve bastante hermoso— murmuró ella al tiempo que Naruto solamente negó.

—Cuando era niño como unos duraznos, sake y píldoras sagradas que supuestamente la inmortalidad, más allá de que termine durmiéndome por beber alcohol por primera vez en mi vida, eso género que mi cuerpo se volviera extremadamente resistente a todas las formas de daño, y que ganará la capacidad de regenerarme a niveles que la mayoría de seres no se pueden imaginar— declaró el pelirrojo al tiempo que hacía que sus ojos volvieran a la normalidad—. Normalmente el ataque que hizo que terminara así sería una muerte segura para cualquiera, solamente que por cosas como está tengo un nivel de regeneración que puedo seguir aumentando con diferentes cosas.

—Así que… ¿Planeaste por si algo así te pasaba?

—Bueno, no soy mucho de no tomar precauciones por si acaso, solamente no me vuelvo loco al respecto.

—Así que… ¿Ahora eres más fuerte entonces?

—No exactamente— añadió el Okami exasperando ligeramente a su novia—. Imagina que normalmente soy como un conductor usando un vehículo que va demasiado rápido pero que es el mejor conductor que hay a altas velocidades, es difícil de controlar así que no puede ir a toda marcha y si voy a toda marcha se vuelve difícil de controlar. Actualmente lo que conduzco es la peor maquinaria posible pero puedo manejar mucho mejor el nivel de salida de energía.

—Ohhhhh… ¿Eso significa entonces…?

—Que cuando vuelva a estar completo debería ser capaz de controlar mejor la salida de mi fuerza para no desperdiciar nada— indico el pelirrojo simplemente con una sonrisa descarada—. Lo cual supongo que ayudará con lo que viene.

—…¿Lo que viene?

—Termine así por una jugada que hicieron, que es buscar el como debilitarme a mi en particular, yo veré como me las arreglo si intentan algo en mi contra mientras estoy así— comento antes de bostezar—. ¿Qué te parece pasar algo de tiempo juntos? No he podido contarte mucho de lo que me ha pasado últimamente.

—Bueno, tienes muchas explicaciones que darme… pero no me quejaré de una comida tuya— declaró la castaña con una sonrisa.

—…eso me recuerda, ¿Cómo sabías que algo me pasó?

—Escuche a esa chica Uchiha decirlo a unas amigas— comento al aire como si nada.

Naruto cerro los ojos con fuerza a inhaló profundamente al tiempo que sentía como su cabeza empezaba a doler solo de la pura cólera que estaba sintiendo ahora mismo—¡SATSUKIIIII!


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Infiltrarnos en Konoha es ya de por sí una cosa difícil, pero ¿Quieres que lo hagamos solamente para enfrentar a un mocoso?— un hombre con una espada cubierta por vendas y con una apariencia de tiburón pregunto sin creer las palabras de su líder.

Este simplemente se le quedó viendo con los ojos de un dios fijamente—Este mocoso como lo llamas a probado de ser una amenaza potencial para toda la organización, mientras Konoha lo tenga de su lado, la posibilidad de capturar al nueve colas es absolutamente nula, al menos hasta que conozcamos de lo que es capaz, la información que Hidan nos entrego es insuficiente.

¿Entonces por qué no va usted mismo Líder-sama?— pregunto con sorna el mencionado, no había podido dar muchos detalles después de haber sido mandado a volar por una especie de carroza metálica.

Revelarme abiertamente al mundo a gran escala, al menos no si puedo probar la fuerza de este ser, no, revelar quienes somos tomaría en detalle el planear por adelantado la captura del resto de las bestias con cola— indicó el líder de Akatsuki.

El holograma parado justo a un lado suyo miro al usuario de Rinnegan fijamente—¿Estás seguro que algo como esto será recomendable con nuestra fuerza actual? Una guerra entre naciones puede causar el caos suficiente para actuar, pero podríamos terminar jalados igualmente en el conflicto.

Los ojos anillados brillaron con fuerza en la oscuridad—No importa que usas para justificar la guerra. Religión. Filosofía. Recursos. Terreno. Venganza. Amor. Incluso un capricho. No importa que tan trivial todas son causas dignas de guerra, siempre existirá la guerra, la razón detrás puede ser encontrada después. El instinto humano busca conflicto, en otras palabras, la guerra se vuelve un mal necesario, a causa de eso las cinco grandes naciones colapsaran por su propia naturaleza, por algo como eso, los Akatsuki serán necesarios, entonces, y solo entonces, lograremos nuestro verdadero objetivo.

Kakuzu era un hombre más simple de lo que la mayoría de la gente le daría crédito, había sido enviado a matar al primer Hokage Hashirama Senju, una misión imposible desde su entrega, volvió con la cola entre las patas, y su propia aldea lo traicionó, la única cosa con la que sobrevivió fueron los trabajos de mercenario que ocupo por años junto a su Kinjutsu que robó de su aldea.

Recordaba los tiempos antiguos de hace más de cien años en dónde las aldeas ninjas apenas se estaban formando, recordaba su cuerpo siendo desmenuzado una y otra vez y siendo unido entre sus hilos una vez más.

No le interesaba algo como el control del mundo o la paz mundial, había nacido, vivido y probablemente moriría en la guerra, no habría forma en la que él se viera sobreviviendo en un mundo en el que no era capaz de hacer lo único para lo que era bueno, y eso era matar.

Akatsuki era simplemente una de las muchas organizaciones que había visto a lo largo de su vida, eran el lado que tenían más probabilidades de tener ganancia de cualquier cosa, probablemente no lograrían nada a largo plazo, probablemente él moriría por una causa que ni siquiera era suya.

Simplemente le importaba el dinero, el dinero no traicionaba, el dinero no se volvía algo diferente y siempre era necesario.

Ese día igualmente hacían algo necesario.

En los tiempos de la Era de los Clanes Combatientes, los shinobi no eran necesariamente los luchadores sobrenaturales que eran hoy. No, entonces, se basaron exclusivamente en el sigilo, el subterfugio y los asesinatos. Vivir en esa época significaba siempre mirar hacia arriba, incluso cuando estaba afuera a plena luz del día y en una gran llanura cubierta de hierba de varios kilómetros de longitud. Significaba tener cuidado con cada charco de barro que pasaba o con cada sombra que parecía moverse de una manera sospechosa. Significaba siempre asegurarse de cambiar una bebida por otra antes de tomarla, y abandonar cualquier plato de comida del que sus ojos se hubieran desviado incluso por un breve segundo. No hacer ninguno de estos, significaba la muerte.

Igualmente, por todo lo que su líder les había dicho, caminaban hacia su muerte, y un zombi inmortal de más de cien años era quien lo decía.

Recolectar inteligencia perteneciente al que había enfrentado a Hidan y Raiga, hacer reconocimiento de sus habilidades respecto a sus capacidades, por eso había enviado a tres de los más resistentes para pelear. Kakuzu, Hidan y Kisame Hoshigake, quienes caminaban hacia las puertas de la aldea de la hoja.

Aparentemente tenían espías y manos extra ayudando en la aldea de la hoja por el pago adecuado, pero no se hacía el tonto, Kakuzu sabía acerca de que Danzo Shimura no dejaría jamás un clavo suelto si no fuera para que alguien lo pisará, sabía que cualquier espía probablemente estaría siendo vigilado y monitoreado por su red de espionaje de Raíz, eran incluso más peligrosos que cuando Tobirama Senju había liderado esa maldita organización entre las sombras.

Si se les permitía la entrada tan fácilmente era porque Danzo tendría control referente a lo que pasaría, y sería solamente para conseguir información de ellos igualmente.

Así que, lo siguiente era simplemente tratar de conseguir la mayor cantidad de información, dejando la menor cantidad de información posible.

Ni siquiera tenían una idea concisa de lo que se iban a enfrentar, todo lo que sabían era que debían buscar exactamente donde estaba su objetivo, un pelirrojo de ojos azules y tres marcas en las mejillas no era particularmente difícil de notar. Pero si difícil de encontrarlo, sin mencionar que ninguno de ellos era un sensor para saber dónde podría estar.

Kisame y él estaban controlando que Hidan no hiciera alguna locura, y Kisame se encontraba tapando su cara con su sombrero, era demasiado notable el hecho de que no era alguien normal como para no tratar de evitar llamar la atención de shinobis antes de tiempo.

—El Té que venden aquí es bastante bueno, los hacen con una flor llamada Colmillos de Oni que en verdad le da un sabor y fuerza increíbles— una mujer de cabello castaño le hablaba a otra mujer rubia que le acompañaba, y al que parecía un pequeño niño de cabello rojo, aunque era un poco difícil decir si era realmente varón por su aspecto andrógino, el hecho de que se viera algo avergonzado rodeado por dos mujeres así de hermosas y el hecho de que las dos estuvieran sosteniéndole las manos como si fuera un niño pequeño eran señal de que era un chico por su timidez.

—No soy mucho de beber te pero creo que probar no está mal de vez en cuando— murmuró él pequeño pelirrojo al tiempo que la rubia sonreía de medio lado.

—Aunque habrá que tener cuidado de que no bebas mucho, las tazas son de tamaño adulto— indico ella haciendo al pelirrojo gimotear.

Estaban pasando por todos los niveles posibles para avergonzarle ahora que tenía la apariencia de un niño, no le era divertido, Cammy le había estado abrazando y acariciando en lugares algo indebidos solamente por la lindura que le dio ver al mini Naruto acompañado de Chun-Li, el pelirrojo simplemente se sentó al tiempo que esperaban por sus bebidas y algunos aperitivos, mirando a la nada por largos minutos antes de empezar a beber su te.

Se giró hacía atrás.

No había nadie allí.

El pelirrojo le dio otro sorbo a su bebida antes de suspirar levemente ante el sabor a… nada bajaba por su garganta, antes de girar la cabeza de regreso a su novia y a su amiga—Ya vuelvo, tengo que usar el baño— dijo de repente apresurándose para ir a dónde no pudiera ser visto.

El Movimiento Cuántico era una técnica que no usaba Chakra en lo más mínimo, manipulando la teletransportación cuántica por si misma, era una técnica tan simple como efectiva, permitiendo el poder moverse a cualquier lugar del que Naruto tuviera una imagen mental lo suficientemente clara.

Tekkei era un pequeño pueblo a unos cuantos kilómetros de Konoha, cerca del llamado Lago de Fuego, que era simplemente una muy grande laguna, el pelirrojo había sentido a los Chakras de considerable tamaño desaparecer de repente y luego aparecer allí, pero miro a los lados entonces.

Se sentía como si una bestia con cola hubiera soltado su Chakra por doquier, enmascarando cualquier otra señal de Chakra allí presente, por lo que el pelirrojo simplemente empezó a caminar.

El lugar estaba desolado.

Luego el Okami simplemente entrecerró los ojos cuando sus sentidos percibieron una perturbación en el aire, escuchando los pasos apresurados de algo yendo en su dirección, se giró para ver a una niña corriendo hacia él… con una bola hecha de arcilla.

Naruto notó el Chakra apunto de estallar adentro de dicha arcilla.

El Totsujoihen (Extraño y Repentino Fenómeno) era un Kekkei Tota que Naruto tenía que le daba la capacidad de convertir directamente su chakra en varios efectos climáticos, así como manipularlos y manifestarlos usando su propio cuerpo o su entorno como medio. En ese caso, aparecer enfrente de la niña y poner su mano sobre la bola explosiva, para luego reducir su temperatura bajo cero, convirtiéndola directamente en nada más que un trozo de hielo para luego quebrarla contra el suelo.

La niña se miraba aterrada solamente por verle al tiempo, y no sé tardo prácticamente un segundo en salir corriendo espavorida, haciendo al pelirrojo entrecerrar los ojos y darse la vuelta, yendo en la dirección que iba antes.

Si bien estaban haciendo un buen trabajo ocultando su Chakra, Naruto tenía sus otros sentidos para notar específicamente distintas cosas, sus ojos por si solos aún sin el Noryokugan eran capaces de analizar a detalle todo lo que le rodeaba con un nivel de detalle incomparable con nada, viendo el edificio más grande de la ciudad que estaba en un silencio mortal.

—Así que tú eres la supuesta amenaza que el jefe dijo que podría acabar con todos nuestros planes— declaró una voz socarrona en lo alto del edificio, haciendo a Naruto alzar la mirada para ver a un hombre de cabello plateado y ojos morados llevando una guadaña vestido con un manto negro de nubes rojas—. Te imaginaba más alto.

Naruto simplemente apunto dos dedos en su dirección antes de que el Jashinista alzará las manos—¡Hey, hey, hey, yo no haría eso si fuera tu!— declaró de golpe haciendo que el Okami viera a su alrededor.

Hombres, mujeres y niños de la odas las edades estaban a su alrededor con lo que parecían figuras de arcilla como las de antes, haciendo que el Ojiazul no cambiará su expresión en lo más mínimo a pesar de estar rodeado de bombas humanas—Si estás pensando en que puedes desactivarlas o arrancarlas todas, cada una de esas bombas está hecha para que si las tratas de separar de ellos o si las tratas de afectar con Chakra explotarán al instante, un regalo de una rubia demente del país de la roca. Pero hay un detalle, si dejas que te toquen sin moverte en lo más mínimo por tres minutos se desactivan, ¿Qué es lo que vas a elegir niño?

El Okami se quedó quieto en su sitio mientras las personas se lanzaban sobre él, poniendo sus manos sobre todas las partes de su cuerpo al tiempo, sintiendo como ni un solo centímetro de su cuerpo estaba libre, y no moviéndose un centímetro.

El Jashinista bufo divertido.

Era verdad la poca información que tenían al respecto de él, era alguien que no dejaría a otros por sus acciones aún si eso le jugaba en contra, en verdad que era más fácil lidiar con él de ponqué había pensando.

Kisame ya había saltado detrás de él alzando a Samehada para bajarla sobre él y todos los alarmados civiles.

Hidan parpadeo.

Y luego abrió los ojos como platos cuando lo siguiente que vio fue al hombre tiburón abriendo los ojos al tiempo que un golpe que casi le hunde la caja torácica le mando volando hacia atrás como si fuera una bala de cañón.

El Okami abrió su puño mostrando como tenía una especie de gema roja en ella.

Mohini (Joya del Vacío) era una gema creada con la capacidad de disipar toda la energía en las proximidades de 40 metros de dónde estuviera, normalmente usaba energía cósmica para ser usada, pero como la mayoría de sus armas, Naruto podía ajustarla a sus necesidades, era su Chakra el usado para alimentar el efecto de dicha gema.

—Quédense en cuarenta metros de esta gema y no deberían explotar— indico simplemente el Okami dejando la gema caer al suelo para luego pasar atraves de las personas como si fuera un fantasma.

—…Oh al carajo, vamos al plan B entonces, ¡Kakuzu!— grito con una enorme sonrisa el Jashinista antes de sacar su guadaña lanzándose contra Naruto en una risa histérica.

El Okami simplemente se quedó quieto al tiempo que un manto de color rojo le cubría entonces, la guadaña de Hidan le había apuntado al cuello, y se quebró como si fuera de vidrio apenas le tocó, haciendo que el peliplata abriera los ojos cuando el Okami simplemente se puso en guardia para lanzar un golpe.

Renawal Taekwondo Sin Retroceso: Hwechook.

Hidan ni siquiera vio lo que había pasado, ni siquiera había notado si el pelirrojo siquiera se había movido cuando su cabeza explotó producto de un impacto de una patada del pelirrojo, el espacio mismo a su alrededor pareció doblarse por el impacto.

El pelirrojo noto como detrás suyo estaba una cabeza flotando con una boca apunto de lanzar llamas en su dirección en particular.

Katon: Zukokku (Elemento Fuego: Trabajo Duro Inteligente)

Fūton: Atsugai (Elemento Viento: Daño a Presión)

El pelirrojo fue cubierto por una enorme bola de fuego que explotó la parte del edificio en la que estaba y que luego fue cubierta por un enorme domo de aire presurizado haciendo que el que acababa de lanzar dicho ataque viera a sus compañeros, Kisame recién se estaba recomponiendo del impacto de antes y Hidan estaba regenerando su cabeza lentamente, eso le dejaba a él lidiar con el mocoso.

Luego abrió los ojos y vio debajo suyo.

Un niño que no era ni una décima parte de su edad había aparecido allí con el puño listo para el impacto.

En un parpadeo, el pelirrojo impacto y retrajo su estómago, la fuerza y velocidad del golpe siendo lo suficiente como para causar cavitación, generar una explosión de aire adentro de un cuerpo para luego explotarlo.

Lo que significaba que dos corazones de Kakuzu explotaron al tiempo que se sostenía el estómago y vomitaba sangre, sus órganos internos prácticamente habían explotado, e hilos salieron a su alrededor, lanzándose contra el Okami quien simplemente se dejó agarrar oor los hilos los cuales le apretaban sin lograr algo en lo más mínimo—¡Hey anciano!— escuchó gritar a Hidan mientras sostenía a uno de los civiles, metiendo la punta rota de su guadaña en el estómago del hombre y abriéndolo como alguien haría a un cerdo, la sangre no había ni tocado el suelo cuando Kakuzu se lanzó en su contra y empezó a sacar los órganos internos lo más rápido posible para cambiarlos con los que ya tenía.

Electricidad roja empezó a brillar entre los dedos de Naruto antes de que un chorro de agua a presión le golpeara directo a la cara, la pura presión del impacto era tanto como para cortar todo a dónde el agua fuera movida, no moviéndole en lo más mínimo mientras los Akatsuki se agrupaban, el niño les veía con sus azules ojos que parecían brillar en las sombras de dónde estaba.

Kakuzu sentía que el aire invadía sus nuevos pulmones tratando de recuperar la compostura.

Se sentía como pelear contra Hashirama de nuevo, ni siquiera sabía quién era ese mocoso, pero la sola fuerza que tenía era como si todas las cosas que hicieran no le afectaban.

Entrecerró los ojos.

El manto que tenía y que había invocado podría ser la razón por esa invulnerabilidad, si fueran capaces de quitárselo entonces significaría que podrían herirlo… más fácil decir que hacerlo cuando el pelirrojo era más rápido de lo que podían ver y tenía una fuerza que hacía al hombre de cien años tener terribles recuerdos respecto a la misión que lo había convertido en quién era.

Nuevamente Kisame se lanzó en contra del pelirrojo quien simplemente miro la espada que llevaba en su mano, antes de extender ambos brazos a los lados.

Amenooshikorowake.

Una luz anaranjada cubrió una de las manos del Okami al tiempo que lo que sólo podría describirse como una espada llena de picos apareció en su mano, una réplica perfecta a detalle de la Samehada en las manos del ninja de la neblina, chocando espadas en contra de él, la espada de Kisame pareció gritar y enojarse físicamente cuando impacto en contra de la arma de Naruto, quien simplemente giró sobre si mismo y movió la gigantesca espada como si no pesará nada.

Como uno de los siete espadachines de la neblina, Kisame era más que adepto en Kenjutsu, pero el pelirrojo se movió con una velocidad y habilidad tanto simples, como eficaces, un simple corte ascendente que le arrancó el manto de Akatsuki y le dejó una terrible marca de carne en el cuerpo estaba presente en su pecho, sintiendo como dicha herida también le había costado una buena porción de su Chakra.

—…Eres un mocoso en verdad con muchos trucos— murmuró él peliazul con las venas en la cara pareciendo al borde de explotar.

Luego abrieron los ojos cuando nos aron como tenía una segunda arma en sus manos… no, no era un arma.

Era un Shakujo, un báculo normal de madera con una punta hecha de oro, era… normal incluso, de no ser por la mera sensación de un poder masivo detrás de algo tan simple como eso.

Khakkhara era otra de las armas de Naruto, está gastaba mucho más Chakra que las otras, Naruto le había dotado de tres arsenales de diferentes habilidades, las cuales una de ellas era el uso de sus Nidanas, las cuales normalmente estarían bloqueadas para él debido a necesitar usar energía cósmica para su uso

Eso junto con el uso del Tennyo no Hagoromo que le volvía prácticamente invulnerable a cualquier cosa que no tuviera Senjutsu, significaba que Naruto estaba quemando su Chakra a niveles que harían desparecer a una bestia con cola, el Okami no lo estaba haciendo por mera confianza, no podía fijarse en varias cosas al mismo tiempo con demasiado nivel de detalle, enmascarar su verdadero nivel de Chakra era ya de por sí difícil sin energía cósmica, más cuando peleaba contra varios, así que lo que hacía era esencialmente enmascarar cualquier salida de su Chakra al gastarlo en grandes cantidades.

—Bueno, de todas formas no soy mucho de copiar las cosas de otros, así que puedes dejar ese ceño fruncido, tiburoncito— declaró con algo de sorna el Okami al tiempo que veía la expresión molesta del espadachín de la neblina.

Naruto había estudiado las siete espadas de los espadachines de la neblina y las armas del sabio de los seis caminos, con su Amenooshikorowake era capaz de crear cualquier arma que imaginará, desde algo tan futurista como las armas de fuego que había creado, a una cosa tan simple como una enorme lanza.

La réplica de la Samehada se quejo cuando la guardo adentro de su bolsillo de Kunitokotachi.

Y el pelirrojo luego alzo la mano.

La siguiente era un arma diferente.

Una corriente de energía verdosa surco la mano de Naruto antes de que una onda de energía lanzará a todos los presentes hacia atrás, lo siguiente que sintieron era una cosa diferente… no era necesidad de ser un sensor para lo que sintieron.

Una presencia tan fuerte como para empequeñecer incluso a las presencias de Chakra más grandes en el mundo.

—Si he de suponer, ustedes vinieron contra mi porque buscaban algo de información— una sonrisa se formaba en la cara del pelirrojo al tiempo que sus ojos estaban brillando en rojo en vez de azul, su expresión mucho más sádica que antes—. Bueno, les daré una demostración de primera mano.

Había un detalle en particular de como estaba Naruto en esos momentos.

Su cuerpo y mente eran de una de sus épocas más tempranas, de cuando vivió como un demonio directamente de la sangre de Yamata, del momento en dónde tenía menos control, del momento en cuando era más sádico y descuidado que en cualquier otro.

Cuando era un demonio peor del que la aldea le había llamado.

Kaiseisekijun (Estalagmita Cáustica) un enorme martillo de guerra, parecía más hecho de material orgánico que cualquier otra cosa, de un color grisáceo, con una parte posterior roja a medida que desciende en espiral por el mango. En la cabeza del martillo, tenía tiras de color beige y varias púas de color beige con forma de hueso en la parte posterior de la cabeza. En el frente, tenía cristales de color verdoso y un núcleo verde en el centro.

Una de las armas más poderosas de Naruto, con la capacidad para usar el Elemento Vapor a su absoluta capacidad.

Un gruñido salió de la boca del pelirrojo cuando impacto el martillo contra el suelo y lo siguiente que salió fue una cortina tan profunda de vapor como para dejar ciegos a todos los presentes momentáneamente, antes de que el vapor que había se concentrará en un punto en particular, la parte trasera del martillo succionando el vapor y luego usándolo en un impulso… contra Hidan.

Fue como ver una pelota siendo golpeada por un bate, toda la parte superior del torso del Akatsuki inmortal explotó al tiempo que el resto de su cuerpo era mandado a volar solamente por la onda expansiva del golpe antes de que Naruto girara el martillo de guerra en su mano con una facilidad inhumana, para luego apuntarlo contra Kisame, un chorro presurizado de ácido fue lanzado contra el espadachín, quien solamente tuvo la oportunidad de saltar antes de que una de sus piernas fuera cubierta en el ácido.

Naruto luego vio como el Akatsuki restante tomaba distancia y preparaba algunas de sus máscaras restantes para alguna especie de Jutsu, el pelirrojo sonrió levemente al tiempo que apuntaba su Khakkhara en la dirección de Kakuzu.

Ju (Sensación)

Un Nidana que daba la capacidad para generar fenómenos sensoriales en el objetivo como si fuera un Genjutsu, con la única diferencia que no era necesario en lo más mínimo el uso de Chakra, simplemente cambiaba los sentidos para que vieran lo que él quería que vieran.

En este caso, lo uso para tener una charla civilizada.

Kakuzu parpadeó, ahora se encontraba rodeado de una especie de terreno baldío, sin nada de vida más que las rocas rojizas, el polvo y el viento eran tan fuertes como para tapar cualquier forma de visión o sonido, parecía una especie de lugar de ultratumba, el hombre con los múltiples corazones se quedó viendo ese lugar, intentando librarse de si mismo de lo que creyó que era un Genjutsu.

—Aprendí algo cuando era un niño, no todas las cosas son tan simples como se ven a primera vista— una voz le hizo girarse hacia atrás, viendo al niño de antes sentado sobre una roca con una expresión apacible en su rostro—. Los dioses pueden ser monstruos sin piedad, y los demonios pueden ser seres que solamente siguen su propia naturaleza— declaró el Okami con un deje de simple nostalgia.

—….No estoy aquí para escuchar los cuentos que tengas para mí, niño, si vas a matarme solamente hazlo de una vez— declaró el pelinegro cuando entendió que no podía invocar sus máscaras y corazones extra, estaba indefenso en contra de un infante, tan indefenso como en su pelea contra Hashirama.

No había sido asesinado simplemente por la siempre eterna compasión del primer Hokage, una bondad que se sintió tan humillante en cada paso de regreso a la aldea, y que habían asegurado que la próxima vez que estuviera al borde de morir, no iba a rogar por su vida, iba a aceptar la muerte de frente.

—…Estás en Akatsuki solamente por qué es más fácil ganar recursos, ganar recompensas por misiones, no estás allí por algún tipo de lealtad o camaradería— dijo antes de meramente encogerse de hombros—. Cuando era pequeño no tenía nada, ahora años después, esencialmente tengo todo lo que necesite a mi alcance, así que no creo que comprenda del todo bien el valor de lo físico, pero tengo una propuesta para ti.

—…¿La cual sería?— pregunto de repente interesado el Akatsuki de varios corazones.

—Únete a mi— declaró con seriedad el pequeño pelirrojo—. Te daré más dinero del que alguna vez vas a poder gastar, más poder del que tendrás alguien para desafiar y algo que estoy seguro que haz buscado desde hace un siglo, Kakuzu de la Aldea Escondida en la Cascada, te daré algo en lo que confiar.

—…

El Akatsuki guardo silencio ante sus palabras, anonadado por la manera en la que el Okami le conocía aún cuando ni siquiera habían intercambiado palabras.

Fuera de lo que Naruto le estaba mostrando, el Okami se encontraba viendo como el Jashinista finalmente se recomponía, seguía algo enojado después de pelear contra ese peliblanco llamado Jinpachi, sin embargo, no iba a encontrarlo pronto.

Así que iba a desquitar su molestia con ese otro.

El báculo fue guardado contra su cintura, al tiempo que el pelirrojo sonreía con el martillo de guerra sacando una cantidad enorme de vapor que estaba rodeando su cuerpo, de un modo similar a la armadura del vapor del cinco colas, Naruto aumento sus capacidades físicas aún más con eso.

—Sin sonar arrogante, Akatsuki está destinado a fallar desde que yo estoy en contra de ellos— declaró el pelirrojo dentro de la mente de Kakuzu—. Si aceptas, deja que te dé una muestra de ello.

La ilusión se fue al momento que Kakuzu veía como Hidan era sujeto de la cabeza por el Okami y estampado contra el suelo con una fuerza que habría matado a cualquier otro hombre, pero Naruto estaba contando que con su inmoralidad o sin ella, iba a vivir para lo siguiente que venía.

Shu (Adjunción) era un Nidana que otorgaba el poder de inversión y aversión. Le permitía invertir literalmente cualquier cosa dentro de su esfera de influencia, en este caso, revertir el daño justamente después de que ocurriera para asegurarse de que el objetivo viviera por todo el suceso.

Los músculos del Okami se apretaron al tiempo que empezaba a correr a toda velocidad con el Jashinista contra el suelo, lo siguiente que todo el que estuviera presente vería era como una estela blanca y roja pasaba por todos lados dejando una marca de terreno quemado por dónde diera vueltas, un grito desgarrador escuchándose al mismo tiempo que dejaba una estela de sangre junto al terreno prendido en llamas que dejaba.

Deteniéndose justamente por dónde había comenzado, el Okami levantó al Jashinista del suelo.

Mejor dicho, lo que quedaba del Jashinista.

Toda la piel y carne en la parte frontal de su carne había sido desecha, la caja torácica destrozada junto al resto de su torso, dejando colgar sus intestinos y el resto de sus órganos internos, estaba seguro de que ni siquiera podría gritar con su garganta tan destrozada como su cráneo sin piel o carne, solamente su lengua colgando después de que su mandíbula fuera destrozada.

—Como en los viejos tiempos con Yui— murmuró él pelirrojo con una enorme sonrisa en su cara antes de girar sobre si mismo a tal velocidad como para parecer un tornado, un tornado que no paraba de soltar una cantidad enorme de sangre antes de lanzar el cuerpo al cielo a una velocidad como para disparar las nubes que cubrían la ciudad entera.

Un suspiro satisfecho salió de la boca de Naruto al tiempo que estiraba la espalda un poco

—Que relajante— declaró al tiempo que giraba el martillo de guerra y lo ponía sobre su espalda.

Luego se dio la vuelta para ver al anonadado Kakuzu, la presencia de Kisame había desaparecido hace rato, probablemente producto de aprovechar lo que hizo para escapar, pero Naruto simplemente le sonrió al tiempo que caminaba en su dirección—Asumo que él hecho de que te quedarás significa que aceptas— pregunto con curiosidad cruzándose de brazos.

El Ojiverde se quedó callado antes de asentir—Debería advertirte, venimos aquí con alguien más, un ninja del país de la roca con una habilidad para el uso de elemento explosivo, preparo una bomba extremadamente potente aquí— declaró Kakuzu antes de que Naruto simplemente se encogiera de hombros.

—Ya tengo a alguien que se encargó de eso— declaró justo al tiempo que su hermano aparecía con un montón de arcilla comprimida en una esfera brillante que parecía que las estaba desmenuzando parte por parte.

Los dos hermanos chocaron los puños ante eso al tiempo que Kakuzu miraba hacia el cielo, en particular, a dónde su anterior compañero se fue—¿A dónde lanzaste a Hidan?

—En órbita— declaró con una risa el pelirrojo—. Hice lo mismo con otro Jashinista una vez, aunque en esa ocasión me pase un poco más de la raya.

Meryo sonrió ante eso antes de bajar la mirada hacia abajo, a la estela que el Okami había dejado sobre el suelo—…¿Es lo que creo que es?— pregunto el pelinegro curioso.

—Es lo que crees que es— declaró el Okami al tiempo que juntaba las manos haciendo que el suelo empezará a brillar—. Digamos que ahora tengo una empresa, voy a necesitar guardias de mejor nivel si quiero controlar mejor las cosas.

—…— Kakuzu simplemente miro el fuego y la sangre rodeando el lugar. Antes de simplemente volver a ver a su nuevo jefe. Este nivel de fuerza por alguien así… es inhumano.

—Bien, será mejor que respondan este llamado, o voy a ir a traer sus culos yo mismo— declaró el pelirrojo antes de que toda la ciudad fuera cubierta por un brillo… un brillo carmesí. Si se pudiera ver desde los cielos la ciudad, se notaría la insignia Demoniaca hecha con sangre y fuego.