HOLA GENTE BONITA, ¿Cómo están todos el día de hoy? Espero que muy bien, porque yo si que lo estoy, para los que están atentos a mis notas de aurora alrededor de la época de mi cumpleaños, me robaron el celular que usaba para escribir, pues adivinen que, después de unos seis meses de sufrimiento con el trozo inservible de celular que tuve por bastante tiempo, ahora las cosas son diferentes, tengo un nuevo celular que funciona mejor que el anterior, me va a permitir escribir no solo este fic sino también los otros a mayor velocidad que antes, por lo que son buenas noticias para todos.
En este cap aparecerá una waifu bastante famosa en el internet, por sugerencia de mi amigo Alex Flippy, quien me da ideas, ideas cochambrosas para añadir a este fic y a otros.
No tengo nada más que añadir, RESPONDAMOS REVIEWS
Para Yahiko 8D
Este cap y el siguiente vienen cargados de interacciones entre los personajes, así que tranqui, cuando llegue al 35 probablemente también me ponga a escribir acerca de Forget xd
Para Nathaniel II
Naruto: Me siento mucho más confortable con Okami, la gente me ha llamado así muchas más veces que mi otro nombre. Respondiendo a tu pregunta, lastimosamente no aparecerán, aunque he hecho un par de viajes a dicho universo y he conocido de quienes hablas, y bueno, con todo y todo, no se cómo empezar a describirte cómo es tener que tomar mi forma de Oni y mi forma trascendente para complacer a cualquiera de ellas dos. Respecto a tu siguiente pregunta, soy físicamente incapaz de sentir miedo, más que nada por qué mi cerebro está literalmente reformado de diferente manera y soy incapaz de tener miedo a cualquier cosa, pero si, estoy de acuerdo en que sería algo que el cabron de papá haría, pero si lo hace, yo mismo voy a caminar al trono de Iksana y arrodillarme en su nombre si se atreve. Respecto a la última pregunta, yo solamente tengo una madre, no es ninguna de ellas tres ni tampoco cierta mujer alta que aparecerá en esta ocasión, si mi padre hiciera algo así, buscaría la manera de revertirlo ya que estoy orgulloso de las diferentes sangres que hay en mi... Eso y volvería demasiado para mí gusto si termino haciendo algo con ella
Para alkirius
Okami:...¿C...Como es... Cómo es que...? ¿Cómo es que sabes la manera en la que reaccionaria mamá a todo eso? Y bueno, ella estaría feliz por lo que pasará en este capitulo, y... Por favor oculten a Chun de ella... Y de toda mi familia ...
Reviews respondidos, vamos a la...
ACCIÓN
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Capitulo 34
Problemas del pasado
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El mundo era mucho más complejo de lo que la mayoría de las personas se imaginaba, incluso para otros seres, la verdadera naturaleza del mundo era una que los eludía completamente. Por ejemplo, el plano material se podía dividir en múltiples capas de diferentes dimensiones, el plano físico que era en el que se vivía, el plano energético que era de dónde se originaban las diversas energías que conformaban la existencia y el plano vectorial, de dónde provenían las leyes y conceptos metafísicos.
Pero no significaba que el plano material fuera el único que existía, el mundo puro y el Makai eran dos caras de la misma moneda, desde el punto de vista científico, el terreno de los dioses existía en un bloqueo cuántico que lo sobreponía sobre el mundo humano, mientras que el mundo de los demonios existía en el mismo plano que los dioses, la firma de energías era inversa a la del mundo puro.
Un arriba y abajo cósmico, un bien y el mal tan claros como la diferencia entre materia y antimateria.
Entre ambos bandos existían aquellos que estaban en lo más alto de la cadena alimenticia, los depredadores supremos en dos razas que existían por encima de lo humano. Los dioses daban bendiciones y exigían adoración, los demonios otorgaban maldiciones y hacían contratos con los que se atrevían a buscarlos.
—Para aquellos que escuchen mi llamado, está sangre será su ofrenda y mi poder suyo, así que respondan a mi una vez más— era, en ningún sentido, como se invocaban a Demonio de cualquier tipo, sin embargo, la voz infantil salió de él al tiempo que una gota de sangre caía en un enorme símbolo demoniaco hecho alrededor de toda una ciudad.
El aire mismo parecía cambiar en el momento que la gota de sangre cayó en el suelo, girando alrededor del aire, un remolino de energía se formó alrededor del centro del símbolo, justo donde los dos hermanos se encontraban parados, viendo la aparición de seres físicos por primera vez en el mundo.
Una pequeña niña con una prenda púrpura oscura alrededor de su cuerpo con cabello y ojos de color violeta con una expresión neutra en su cara, una mujer adulta con cabello blanco y ojos azules platinados además de llevar un vestido blanco prístino, y por último, una rubia de ojos azules con pelo corto y un uniforme de color negro encima, junto a ellas estaban un grupo considerable de 30 gigantes en armaduras que parecían hecha de quitina negra y roja.
—¡Kuhahahahahaha! ¿¡Quien se atreve a invocar a lo más alto de la nobleza demoniaca!?— pregunto la rubia haciendo la cabeza para atrás y riéndose estrepitosamente.
—…Carrera— murmuró la peliblanca apenas vio quien le había llamado a todos ellos.
—¡Más te vale estar dispuesto a pagar el precio adecuado por nuestra fuerza ser inferior!
—Carrera—la pequeña de cabello violeta hablo al tiempo que la rubia la ignoraba olímpicamente.
—¡Nosotros somos el clan de…! ¿Naruto-sama?— pregunto apenas miro a su invocador, el pequeño pelirrojo se encontraba de brazos cruzados viendo a la rubia simplemente con una expresión tranquila en su cara.
El Okami le dio una expresión con una sonrisa simple, al mismo tiempo, Meryo a su lado sostenía una grabadora con una sonrisa divertida en su cara, subiendo el mentón para verles con una sonrisa más grande en su cara—Es bueno ver qué las costumbres no se les han ido mientras yo no estaba— declaró antes de que tres borrones de diferentes colores se le lanzarán encima, el pelinegro a su lado dio un paso hacia un lado, en menos de un segundo, el pequeño cuerpo de Naruto estaba siendo acicalado por las tres mujeres, los pechos de la rubia y peliblanca literalmente dejandolo ciego por unos momentos.
—Carrera, Testarrosa, Última, dejen de manosearme— gruño el pelirrojo sintiendo las manos de la peliblanca acariciando su vientre demasiado sugerentemente.
—¡Rouge-sama, hace tanto que no te veíamos, no sabes cómo te hemos extrañado!— la peliblanca dijo ignorando completamente los sonidos de Naruto.
—¡Ultima, siento tus manos en mi trasero, deja eso ahora!
—Es justo como recordaba— murmuró la de cabello violeta manteniendo sujetadas sus manos en la parte trasera del pelirrojo.
—¡Carrera, deja de taparme los ojos!
—¡No!— se quejo la rubia.
Unos segundos después, las tres estaban flotando en el aire al tiempo que Naruto apuntaba una mano hacia ellas y tenía una expresión incómoda en su cara, acomodando sus ropas—Muy bien, eso fue… nostálgico de cierta forma, ustedes tres en verdad que no han cambiado— el pelirrojo lentamente les dejo bajar, viendo entonces a los 30 hombres en armaduras, estaban arrodillados y aún así eran ligeramente más grandes que Naruto—. Aunque, ¿Solo 30 vinieron? Agradezco que lo hicieran pero aún así…
—Mis disculpas, Naruto-sama, estábamos en su mayoría ocupados, aunque las cosas han estado estables aún después de su partida, todavía necesitamos la mayoría de nosotros para hacer las cosas— declaró Testarrosa, la peliblanca, al tiempo que Naruto simplemente le daba una mirada pensativa.
—Entiendo, entonces agradezco el que dejarán sus responsabilidades por acudir a mi llamado, aunque voy a necesitar algo de ayuda respecto a las cosas actualmente, y ustedes son las personas más confiables que tengo a mi alcance, lo cual no se que dice de mi después de esto…— murmuró al última parte rascándose la cabeza.
Aunque ellas habrían sido capaces de oírle, parecía que sus cerebros se desconectaron después de escuchar la parte acerca de que eran en quienes más confiaba, haciendo que la pelimorada pareciera ver algo de ensueño al tiempo que la peliblanca se sonrojaba tapando con una mano su cara y la rubia sonreía de manera desafiante.
El pelirrojo sintió que los nervios le golpeaban por ello. Siento que estoy cavando mi propia tumba.
Miro a los soldados demoníacos que allí se encontraban antes de entrecerrar los ojos a uno en particular que estaba fuera de lugar entre todos ellos, en particular, era más alta de lo que él era, pero comparados con los gigantes que le rodeaban, era mucho más… de nivel humano—¿Kumara?
—…No— dijo gruesamente una voz detrás del casco hecho de quitina, con dos ojos rojos brillando de manera incandescente, recibiendo una mirada del pelirrojo que le hizo bajar la mirada y hablar con una voz mucho más suave—…Si, soy yo.
La llamada Kumara se llevó las manos al casco que tenía y se lo quito, revelando unos ojos de color dorado con un caballo negro rojizo, dos orejas de Kitsune saliendo de su cabeza con pelaje blanco en el interior de esta, la armadura se deshizo en flamas negras antes de mostrar el atractivo y sensual cuerpo de una mujer madura llevando un muy corto kimono de color rojo, que era resaltado por las nueve colas de color amarillo que se movían a su espalda.
—¿Se puede saber que haces aquí? De ellas tres las invoque porque no sería tanto problema traerlas, pero tú eres una de las guardianas del Makai, no deberías estar aquí— declaró con algo de severidad el pelirrojo cruzándose de brazos.
La Kitsune se arrodilló enfrente de él y bajo la cabeza en signo de absoluta obediencia—Le ruego que entienda Rouge-sama, las cosas han estado calmadas desde su partida, demasiado calmadas, hemos tenido la capacidad para expandirnos y prosperar calmadamente, como usted lo deseaba, pero es que… las cosas han estado realmente aburridas, apenas sentí una invocación masiva suponía que sería algo interesante para atestiguar.
—…Así que… me estás diciendo que no vinieron porque notaron que fuera yo, sino que vinieron aquí solamente por qué estaban aburridas— murmuró él Okami entrecerrando sus ojos azules sobre la Kitsune, y luego sobre las otras tres líderes de los demonios presentes, dándoles una mirada que prometía castigo.
Luego una mano se puso sobre su cabeza al tiempo que una risa vino de su hermano—Vamos, vamos, no seas así, me acuerdo de alguien que hacía cosas peores cuando estaba aburrido— dijo el pelinegro con una sonrisa descarada, haciendo que el Ojiazul bufara.
—¿Quien? ¿Tu mismo?— pregunto recibiendo una movida de pelo de parte de su hermano menor, haciendo al Okami avergonzarse por ser tratado como un niño, y luego con una expresión gruñona pero apenada viendo a las demás—. Cómo sea, voy a necesitar de ustedes así que cualquier castigo que les tenga en mente deberá de esperar, por ahora, hagan lo que Issei les diga, Issei, no la jodas, y no dejes que ellas la jodan.
—¿Algo en particular que quieras que haga?— pregunto el pelinegro a su hermano, quien se giró para ver al que no había dicho nada en todo lo sucedido.
Kakuzu y Naruto se vieron entonces, y el pequeño sonrió simplemente—Enséñale a nuestro nuevo aliado algunas cosas buenas que tendrá de nuestro lado— dijo palmeando la espalda de su hermano—. Ahora sí me disculpan, me tengo que ir, tengo una cita.
Justo cuando dijo eso, el primordial rojo desapareció en el Movimiento Cuántico, dejando anonadados a casi todos los presentes por sus palabras—…¿Acaba… acaba de decir… cita?— pregunto la llamada Carrera.
—Se que mi hermano me acaba de decir que no haga nada que no deba hacer, pero esto es algo que necesito hacer— comento con una sonrisa enorme el pelinegro al tiempo que el círculo debajo suyo empezaba a brillar en rojo y negro.
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Naruto regreso al restaurante en dónde había dejado a su novia y a su amiga, arreglándose otro poco la ropa después del saludo de algunas de sus soldados, para luego suspirar levemente y salir del baño de hombres, recibiendo algunas miradas extrañas mientras salía y caminaba de regreso a sentarse con ellas—Lo siento por la tardanza— dijo el pelirrojo con algo de pena.
—Bueno… no te fuiste por más de diez minutos, así que no es como que estuviéramos esperando bastante— dijo Chun-Li con una sonrisa al tiempo que le ponía la mano sobre la suya, haciendo al pelirrojo sonreír con algo de pena.
—Ehm…Naruto, puedo… ¿puedo preguntarte algo?— pregunto entonces la rubia con las mejillas algo rojas, moviendo el vaso que tenía enfrente.
—…¿Se…guro?— dijo con algo de duda.
—No quiero que tú o Chun se hagan la idea equivocada pero… ¿Por qué ahora eres tan… no se cómo decir esto sin que suene mal… lindo?— pregunto ella rascándose la mejilla.
El pelirrojo solamente alzo una ceja ante eso—Bueno, tuve algunas personas que me hicieron ver las cosas desde un ángulo diferente y ahora trato de ser una mejor persona.
—No, no, no. No me refiero a porque eres amable y todo eso, me refiero a… antes eras guapo, como en, decentemente atractivo, y ahora estás aquí, como poco más adulto que un niño y te vez… bueno, por alguna razón te vez más atractivo que antes, incluso las marcas que tienes en la cara parecen estratégicamente puestas allí para hacerte ver mejor, hasta es difícil dejar de verte.
—…Supongo que es la apariencia andrógina, cuando era pequeño muchos pensaban que era una chica, me costó años enteros el desarrollarme lo suficiente como para dejar de que pasará por algún lugar y me regalaran comida por ser una "señorita tan hermosa"— comento con algo de desgano el pelirrojo.
—…Pffftt— la castaña a su lado se estaba guardando las ganas de reír al escuchar eso, mucho para la molestia de su novio.
—No es gracioso, había algunos de mis subordinados que me decían que debía de taparme más o habría gente que me miraría indecente, y lo peor era cuando tenían razón— se quejo el pequeño, haciendo a las dos mujeres presentes reír, para mayor vergüenza suya.
Bueno, no les estaba diciendo toda la verdad para no decirles todo el asunto.
Ahora que había liberado los efectos de haber comido los melocotones, el sake y píldoras de inmortalidad, su cuerpo se tenía que acoplar a los distintos efectos que causaba en su cuerpo, junto con eso radicaba el detalle de que ahora su parte demoniaca era la que más efecto tenía sobre su cuerpo.
Eso daba el resultado que Naruto menos quería, lo cual era una mezcla de que las cosas que rojo del reino celestial habían hecho su cuerpo prácticamente sin ningún tipo de imperfección, ya fuera interna o superficial, literalmente haciéndolo ver tan pulcro como si nunca en su vida hubiera sido tocado por la suciedad.
No ayudaba que estaba usando ropas de su época como líder de los demonios, las cuales no solamente usaban seda de arañas y criaturas demoníacas hechas para ser extremadamente resistentes, sino que lo mera belleza y cuidado de la tela que habían tenido los que hicieron esas ropas para él era cientos de veces mayor a la de un sastre humano profesional.
Naruto hizo una mueca al tiempo que pasaba una mano por su pantalón, se las había puesto más que nada porque además de resistentes eran bastante cómodas, pero desde que las tenía se sentía nostálgico al respecto.
Junto con ello, radicaba que los demonios solamente tenían dos tipos de apariencias, inconmensurablemente horrendas criaturas de ultratumba, o seres sumamente hermosos que usaban su belleza para manipular a otros, el como manejaran y controlarán su energía Demoniaca era una señal de distintas cosas entre los demonios, ya fuera su inteligencia, su fuerza y, para arrepentimiento del pelirrojo, su apariencia.
En resumen:
Naruto se había disparado en el pie.
No era tan superficial como para importarle su apariencia más allá de lo básico de tener pudor, pero el resto del mundo era una cosa diferente, verse atractivo era una cosa, subconscientemente atraer a tanto hombres como mujeres era lo que menos quería. Sobretodo porque resaltaría más.
Suspiro.
Tal vez se estaba preocupando demasiado, y estaba siendo vanidoso, había varios que no habían actuado diferente ante su apariencia, seguramente era algo que no debía preocuparle.
Naruto finalmente obtuvo lo que había ordenado, te verde sencha que era una especie de te cuyas hojas habían sido tostadas, y también… una orden de yakitori que no había pedido, y apenas dijo eso, su respuesta fue "Va a por la casa"
El pelirrojo analizo la carne en un palo, analizando si tenía veneno, no era como si hubiera veneno humano que siquiera le pudiera afectar, pero… no tenía nada. Empezó a comer, sin saber mucho de que decir o hacer, sobretodo ante las miradas que le estaban dando las dos mujeres presentes, suspiro levemente mientras tomaba un sorbo del te, pensando en que hacer ahora.
Lo primero sería informarle a Danzo de lo que pasaría ahora, como manejar las cosas y lo que tendría que hacer, el Okami acababa de soltar una buena cantidad de amenazas de buen tamaño en el mundo, pero no era como que le importará, si bien podría simplemente escanear todo el país del fuego hasta encontrar la guarida de los Akatsuki, y luego cazarlos con extrema perjuicio, estaba el detalle de que Naruto no le gustaba hacer las cosas él mismo, si algo le había enseñado ser quien era fue que la fuerza en grupo servía tanto como la fuerza individual, si era capaz de volver mejor a los individuos.
—Naru, ¿Puedo preguntarte algo?— la voz de Chun-Li hizo espabilar al pelirrojo haciendo que la girara a ver con curiosidad—. Hace un momento sentí dos presencias de Chakra bastante grandes, desaparecieron hace poco, justo cuando tú te fuiste, pero luego sentí una sensación bastante mala algo lejos de aquí… ¿No tendrás algo que ver con eso?
Oh, cierto, Chun era una usuaria de Qi, ella probablemente podría sentir la presencia de energía demoniaca saliendo desde la distancia, pero lo que capturó la atención del pelirrojo fue como ella giraba la cabeza de repente mirando en la dirección de dicho pueblo—¿Pasa algo?— pregunto entonces.
—Olvida lo que dije, lo que siento está apareciendo y desapareciendo una y otra vez, en diferentes intervalos, supongo que no eres tú pero tal vez deberíamos ir a investigar que sería— dijo la castaña haciendo que el Ojiazul abriera los ojos ante eso.
Su hermano no había durado un minuto sin empezar a hacer una idiotez.
¡MALDITA SEA ISSSEEEEEEEEIIII!
Unas cuantas horas después, apareciendo por un portal en el cuarto de Naruto, las dos sirvientas súcubos de este se encontraban simplemente charlando la una con la otra con una expresión tranquila—¿Crees que Rouge-sama esté contento después de todo el progreso que hicimos en su investigación?— le pregunto Albedo a la peliverde, quien simplemente se rió.
—Bueno, ya recordaste lo que dijo cuando hablo con su pareja actual, que ninguno de los dos tenían problemas en estar con más de una, así que con eso y esto añadido, estoy segura que estaría más que dispuesto a una recompensa— declaró la peliverde al tiempo que ordenaban una buena cantidad de papeles mientras la pelinegra cerraba los ojos por momentos, aún siendo capaz de ordenar los papeles sacados de una de las sedes de operaciones de Iwagakure no Sato.
—Bueno, parece que se está acercando bastante rápido a casa, deberíamos preparar las cosas de antemano— comento la Ojidorada haciendo que su compañera le diera una sonrisa cómplice.
El Okami se fue lo más rápido que pudo a su casa, analizando los alrededores de repente, había elegido una casa alejada del resto de la aldea por una buena razón, la familia Uzumaki se había ido, lo que significaba que no había nadie allí presente que pudiera ser una bomba de tiempo para el pelirrojo allí… excepto…
Las mujeres de Kumo que allí estaban, el pelirrojo sentía que la cabeza le quería explotar solamente por el hecho de olvidar que si ellas se encontraban con las que seguramente estaban apunto de llegar, las cosas no podrían ser peores. Luego sintió dos presencias conocidas en su habitación, lo cual le hizo analizar la casa a detalle.
Todas estaban en el pateó, no tenía ni idea que era lo que estaban haciendo, teniendo el almuerzo, admirando a sus peces koi, pero agradecía por una vez que estuvieran lo suficientemente distraídas como para que pudiera actuar, y lo primero que hizo fue ir a su cuarto para pedir la ayuda de Albedo y Morrigan.
Las palabras murieron en la boca de Naruto al verlas sobre su cama.
Desnudas, cubiertas solamente de la cintura para abajo por sábanas.
Bastante apegadas la una con la otra.
Y mirándole, como si hubieran estado esperando su llegada, como un gato esperando un ratón, tenían hambre en sus miradas.
—Ahhh, Rouge-sama, llega en un buen momento, justamente hablábamos de la recompensa que… necesitaríamos para seguir trabajando tan bien como lo hemos estado haciendo hasta ahora— murmuró cantarinamente la peliverde pasando y frotando su pierna por los muslos de Albedo, quien simplemente se mordió el labio mientras le veía.
—Lo que Morrigan dice es verdad, mi señor. Somos súcubos, necesitamos alimento para tener energías— declaró la pelinegra con una voz que rebuznaba lujuria, los pechos de ambas eran lo suficientemente grandes como para que se apretaran entre si por el cercano abrazo que estaban teniendo.
Naruto si bien no era alguien que se dejaba llevar por sus instintos, no era tampoco ilógico en ello, si las dos súcubos necesitarían energía de "ese" tipo, no diría nada en contra, incluida la reticencia que tenían a consumir semen de cualquier otro, lo aceptaría y bajo cualquier otra circunstancia, probablemente habría aceptado.
Sin embargo, su alarma podría más que lo carnal.
—Lo hago luego, ahora no tenemos tiempo para eso, necesito que vayan a una ciudad cerca de una laguna al noreste de aquí, varias tropas demoniacas están allí y se lo que van a hacer y…
—Okami-sama, cuando nos dijo de citas no pensé que se refería a estar con algunas de sus generales en la cama.
…La voz maternal, suave y amable de Testarrosa hizo que cada cabello se le pusiera de punta al Okami, generando una sensación de escalofrío al tiempo que sentía un par de brazos suaves y delgados alrededor de sus hombros y un par de pechos de gran tamaño sobre su cabeza, la expresión de las súcubos cambio a una de sorpresa mientras la de él cambiaba a una de horror.
—…¿Qué… están… haciendo aquí?— pregunto lentamente, no necesitaba girarse para saber quienes estaban detrás de él, justo metidas a un lado del cuarto, en la mera entrada se encontraban cinco figuras que hicieron al pelirrojo quedarse quieto.
—No le dijiste a Noir a dónde ir así que vinimos a preguntar— respondió Carrera simplemente mirando al pequeño pelirrojo y luego mirando a las dos súcubos que habían salido de la cama para arrodillarse enfrente de ellas, todavía desnudas—. Uhh, si que ahora no es necesario que estés en época de celo para que te folles a tus generales, ¿Nos podemos unir?— pregunto la rubia curiosa.
—¡NoooooooOOOOOOOO!— su grito salió más agudo, y más fuerte de lo que habría querido que sonara, pues solamente género que la situación se pusiera peor.
—¿¡OKAMI!? ¿¡Ese eres tu!? ¿¡Te paso algo!?— fue el grito que vino de abajo, para que en menos de un segundo, las mujeres de Kumo vieran el cuarto de Naruto, lleno de mujeres que apenas conocían, dos de las cuales conocían y estaban desnudas, y el Okami se encontraba totalmente quieto.
…voy a golpear a Issei por eso. Pensó el Okami congelado en su sitio.
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—…Enserio, Okami, se que no soy nadie para hablar, pero debes dejar de traer mujeres aquí, vas a hacer tu propio ejército a este punto— comento Korra, al tiempo que se encontraban sentados en medio de la mesa de la cocina, con un avergonzado pelirrojo mirando hacia el suelo y aguantando la vergüenza que tenía.
—Ellas no son mujeres con las cuales intento nada, no las traje aquí para lo que creen— se quejo el pelirrojo.
—¿Enserio? Por qué parecía que estabas con ellas en tu cuarto desnudadas y contigo llegando todo alarmado— comento la castaña con algo de sorna, haciendo al Ojiazul guardar silencio.
—Eso es un malentendido completo, puedo explicarlo— declaró al tiempo que su cara se ponía más roja.
—…Y ahora estás en las piernas de una de las mujeres más altas que he conocido en mi vida con una corona que en particular no te hace el favor en esta situación— indico la Amamoto haciendo que el pelirrojo finalmente bajara la cabeza, derrotado.
Naruto estaba rodeado de Carrera, Ultima, Testarrosa y Kumara, pero había alguien más allí que el pelirrojo no había invocado de primera mano, lo que significaba que su hermano le había invocado solamente para joderle más.
Una mujer enorme, y por enorme era enorme.
Fuguki Suikazan de los 7 espadachines de la neblina fue uno de los hombres más altos de las naciones elementales con más de 2.5 metros de alto.
Esa mujer media casi tres metros, 290 centímetros de una mujer con una piel pálida y pulcra como el mármol, con el cuerpo cubierto por un vestido blanco que acentuaba aún más sus largas piernas, su enorme culo, anchas caderas, vientre delgado y titánicas tetas, justo sobre la cabeza de Naruto, más del doble del tamaño de su cráneo, y que el pelirrojo se encontraba como su cabello solamente por ello, un rostro hermoso y maduro con una sonrisa en su cara al tiempo que acariciaba la cabeza y cara del Okami, su cabello negro estaba atado de forma elegante, cubierto por un gorro bastante grande.
—Yo… ¿Po…Por qué no mejor se presentan? Ellas son personas de confianza para mí, me gustaría que por favor pudiéramos mantener las cosas civilizadas con ellas— pidió a las mujeres que le acompañaban.
Carrera se le quedó viendo al Okami y luego a las mujeres de Kumo, luego a Naruto de regreso, su expresión parecía algo hastiada por ello pero luego rodo los ojos y bufo—Como sea— dijo cruzándose de brazos y mirando a las mujeres de Kumo directo a la cara—. Jaune Primordial Amarilla, mi nombre es Carrera— se presentó con algo de molestia la rubia de aspecto adolescente rebelde.
La peliblanca simplemente se inclino suavemente al tiempo que les daba una amable sonrisa a todas ellas—Blac Primordial Blanca, pueden llamarme Testarrosa, espero que nos podamos llevar bien— declaró la mujer adulta con cordialidad.
—Violet Primordial Violeta, Ultima— se presentó con desdén la niña de cabello violeta cruzando sus brazos y viendo con disgusto a las únicas humanas en la casa.
—…Ahhh, bueno… un gusto conocerles en verdad, ¿Son acaso un tipo de código de colores para cada una?— pregunto Unchou tratando de sonar amable, y siendo totalmente ignorada por todas ellas.
La siguiente fue Kumara, quien no había ocultado en lo más mínimo sus colas u orejas y simplemente hizo una reverencia—Uno de los nombres dados por mi amo es Kumara, soy lo que en su mundo llaman una Kitsune de nueve colas, un gusto conocerles— declaró serenamente la Kitsune con sus colas moviéndose detrás de ella y dándoles una sonrisa juguetona.
Sin embargo, tuvo el efecto contrario de ser calmante.
—…¿Ky…kyūbi Kitsune? No, no, espera, espera, ¿Cómo es eso? ¿No que el zorro de nueve colas está encerrado en los dos hermanos de Ikumi y Hallibel?— pregunto entonces Korra algo anonadada por lo que acababa de escuchar de parte de la mujer zorro.
—El Bijuu de las nueve colas está dentro de ellos dos, Kumara es un espíritu divino de nivel superior, ella no es una criatura hecha de Chakra puro, sino que es más similar a un Yokai, similar a los Kitsune de leyendas más que el zorro gigante— indicó el Okami serenamente haciendo que le vieran confusas—…No es el Bijuu hecho de Chakra, solo alguien que es de una especie similar.
—Ohhh… y entonces, ¿ella sería?— pregunto apuntando a la última mujer presente en la habitación que no se había presentado.
—Podrías decir querida que yo soy similar a ella en el sentido de que no soy alguien tan destacable como nuestro señor o nuestras líderes actuales, pero el nombre que se me fue dado es Alcina Dimitrescu, una Hachishakusama.
—…Hachishakusama… ¿Cómo en… la señora alta y de blanco que captura a los niños en la noche?— pregunto entonces Unchou encogiéndose sobre si misma.
—Bueno, como puedes ver tengo todo lo que podría querer en mis manos, sobretodo porque para cuando conocí a Rouge-kun él era así de adorable todo el tiempo, y bueno, se volvió un buen chico por tener una figura materna adecuada— Naruto se crispó por esas palabras y la risa de la enorme mujer.
—¿por qué tienen que ser solo mujeres? ¿por qué no pudo responder Zegion al menos?— cuestionó el Okami tapándose la cara con vergüenza por lo que estaba pasando—. Oh por lo menos que Issei invocara a Myseri o Rain, me tocaron las más problemáticas— gruño mientras la pequeña de cabello violeta parecía herida por esas palabras.
—Vamos, como si ellas te fueran a hacer caso, le sirven a Meryo únicamente, al igual que nosotras solamente te servimos a ti, deberías estar más agradecido de tener la mayoría— dijo Carrera agarrando la mejilla de Naruto y estirándola, haciendo gimotear a este.
El pelirrojo suspiro levemente ante eso, había conocido a todas ellas desde que había pasado una cantidad enorme de tiempo en el infierno, todas considerándole una especie de señor hecho para gobernar a todos, cuando realmente era alguien inconmensurablemente inexperto tratando su mejor para sacar a flote una sociedad de demonios literales—Disculpen— hablo Samui respetuosamente, inclinándose antes de hablar—. Por lo que ustedes dicen, son las soldados de Okami, ¿Puedo saber de dónde exactamente son, jamás había visto insignias como las que usan o nombres como los suyos.
—Hmm, bueno, supongo que podrías llamarnos sus soldados, principalmente porque alguien sentía que el término "Esclavos" era algo malo por alguna razón, y se rehusaba a que nos llamáramos sus creyentes o que le rindiéramos tributo— Naruto gruño por las palabras de Testarrosa, recordando eso—. Así que podrías decir que somos sus empleadas.
Naruto solamente se pudo pasar la mano por la cara con una expresión cansada, para luego suspirar decaído—No hay manera en la que esto se ponga pe… ¡MIERDA!— mascullo apenas se dio cuenta de lo que acababa de hacer.
El pelirrojo simplemente saco un pergamino de su bolsillo de Kunitokotachi, y se lo dio a Carrera entonces—Aquí está el mapa con la sede de ASER marcada, junto a algunas identificaciones para que puedan entrar sin muchos problemas, solo intenten no destruir el lugar— gruño al tiempo que la rubia simplemente lo guardaba debajo de su ropa.
Entonces simplemente le dio una sonrisa al Okami— ¿Debo suponer que se necesita que vayamos a hacer algo más interesante que simplemente estar de centinelas allí, o me equivoco?
—Hay… alguien a quien quiero darle una buena impresión después de lo que ha pasado últimamente, lo cual con ustedes al menos sería una muestra de que podría probar el que se puede confiar en la fuerza que tenemos, pero todo lo demás de ustedes no me da confianza— se quejo el Okami, ellas ni siquiera parecían estar afectada al respecto en lo más mínimo por su comentario.
—Supongo que sería bueno simplemente explorar todo estas tierras y estirar estos cuerpos que nos ha dado— comento la peliblanca estirando sus manos un poco—. En todo caso, espero que podamos hacer las cosas como antes, Rouge-sama— dijo Testarrosa inclinándose hacia el pelirrojo, y luego desapareciendo tan fácil como había aparecido.
Las mujeres que rodeaban al Okami empezaron a desaparecer una detrás de la otra, Ultima siendo la última en irse y yendo a darle un abrazo al pelirrojo, quien simplemente se quedó quieto y suspiro, para luego devolver el abrazo antes que ella se fuera igualmente. Quedando solamente con las súcubos que habían estado en la habitación de rodillas sin decir palabra en lo más mínimo—…Así que… ¿Puedes explicarnos qué es lo que pasó y quiénes eran ellas?— pregunto Unchou sin saber que decir después de todo lo que había visto.
—Ellas son algunas de mis soldados más poderosas, tengo confianza en lo que pueden hacer pero… muy similar a como son varias mujeres en mi vida, tienden a ser problemáticas de tratar— indico al tiempo que se llevaba los dedos por el puente de la nariz.
Naruto solamente se quedó pensando unos momentos el hecho de que había más de los que había calculado allí, para empezar, estaba el detalle de que si bien quería traer a algunas de las más fuertes demonios que conocía, el hecho de traer a una cantidad enorme de tropas demoniacas sería algo que alertaría demasiado en cualquier parte del mundo, sobretodo a aquellos que como Chun-Li fueran capaces de sentir la presencia que tenían. Eso no le dejaba muchas opciones acerca de cómo actuar más que cerrar los ojos y esperar lo mejor.
Kumara apareció nuevamente a su lado, dejando una botella de vidrio adornada con dos extremos hechos de gemas rosáceas y azules, para luego dar una reverencia y nuevamente irse de allí, haciendo que el pelirrojo se quedará viendo con el ceño fruncido a dónde estaba antes de agarrar el frasco y abrirlo con la misma expresión malhumorada, metiendo su dedo adentro u sacando un líquido amarillo y pegajoso, para luego metérselo a la boca.
Apenas hizo eso su expresión se calmo un poco y empezó a lamer su dedo con una expresión más apacible, moviendo un poco sus pies al tiempo que no le importaba que las mujeres de Kumo le estaban viendo con una expresión que mezclaba la confusión junto a la ternura por como estaba actuando—Okami…¿qué… que está pasando exactamente contigo y todas ellas?
—Solo soy yo metiéndome en problemas por mi propia mano y teniendo un dolor de cabeza, pero el cabron que tengo por hermano sabe cómo manipularme— murmuró con una expresión molesta pero que no dejaba salir el dedo de su boca.
Era una miel que normalmente tenía su propia reserva guardada profundamente en su bolsillo de Kunitokotachi ya que normalmente no podía tener acceso a mucha más, pero si Kumara le había traído una era debido a que eso cambiaba, era miel creada específicamente por una especie evolucionada de abeja demoniaca que se alimentaban igualmente de hierbas medicinales bastante dulces y puras, que terminaban dando el resultado una miel especialmente deliciosa, que también ayudaba como una panacea para varios tipos de enfermedades.
Naruto la guardaba para cuando estaba de mal humor y se tenía que calmar, le ayudaba a relajarse, recordar otros tiempos dónde las cosas en su vida eran diferentes… ahora que lo pensaba no lo comía con los dedos como un niño cuando hacía eso.
Saco el dedo de su boca con la cara roja mientras tenía las miradas de las mujeres de Kumo sobre él, haciendo que se sonrojara más.
Ese estaba siendo uno de los días más vergonzosos de toda su vida, y había tenido bastantes días de ese tipo.
Suspiró ante la mirada de las mujeres de Kumo, parecía un niño en ese momento más que en ningún otro donde lo hubieran visto simplemente disfrutando de lo que le rodeaba, el pequeño pelirrojo simplemente se giró sobre su silla con el frasco en mano para comer en paz, luego sintiendo como alguien se ponía detrás suyo y se apegaba cada vez mas—Ummm…Okami-sama.
—…— Naruto se trago un puchero al tiempo que giraba para ver a Morrigan y a regañadientes le extendía el frasco de miel en sus manos.
—Ahm, ¡Ah! Oh, no, no era esto lo que quería hablar, sino bueno… hay algunos asuntos respecto a la misión a la cual nos envió que nos gustaría que escuchará— dijo la peliverde dándole de regreso el frasco al pelirrojo, quien simplemente se le quedo viendo, esperando a que hablará—. Hemos obtenido algo de información respecto a la organización de capuchas con nubes rojas, nos gustaría el informarle más a fondo de la situación en… bueno, privado.
—Oh… okey, gracias Morrigan, aunque hay algunas cosas que tengo que hablar yo igualmente— dijo el pelirrojo sosteniendo el frasco con sus dos manos, teniendo los dedos algo pegajosos para sacar lo que quedaba a los lados, la lengua del pelirrojo salió de su boca.
Las mujeres presentes abrieron los ojos al mismo tiempo que veían una ligeramente puntiaguda y larga lengua salir de la boca del pelirrojo y lamer los lados del frasco como si quisiera dejarlo limpió completamente, moviéndola alrededor para saborear el dulce néctar e incluso sujetando un puñado con la lengua para luego llevársela a la lengua, tragando y relamiendo sus labios con una expresión satisfecha y contenta en su cara, las mejillas rojas mientras el húmedo y largo apéndice colgaba de sus labios.
Korra se inclino a un lado para susurrarle no tan en voz baja a Meiko a su lado—Con una lengua como esa ya veo porque tiene a tantas mujeres siguiéndole— murmuró la castaña sintiendo un escalofrío por la columna vertebral ante la vista que le daba el pequeño pelirrojo.
Aclarando su garganta con un sonrojo notorio en su piel, Albedo se puso a un lado del pelirrojo quien se paro de su asiento para caminar siendo flanqueado por las dos súcubos—Si nos disculpan, estaremos hablando con Okami-sama, cualquier interrupción no va a ser perdonada en lo más mínimo— dijo la pelinegra, sonaría amenazante, de no ser por el temblor impropio de ella al hablar.
—…W…woah, no pensé que alguien llegaría a hacer algo así con él con esa apariencia— comento Unchou ante el movimiento de caderas que meneaba los para nada pequeños culos que tenían las dos mujeres que acompañaban al Okami.
—…Yo lo haría— dijo sin más Samui, haciendo que las cabezas de todas las presentes se giraran en su dirección, viéndola con incredulidad—. En esa apariencia Naruto sigue siendo como es normalmente, es alguien fuerte, de buena actitud y en lo personal, su apariencia en cualquier forma es bastante atractiva, ¿Por qué no hacerlo con alguien así?— les pregunto a las demás.
—Pero….¡Se ve como un niño!— refutó Unchou anonadada por las palabras de su amiga.
—¿Cuándo haz visto a un niño que sea remotamente igual a él?— le pregunto la rubia.
Las tres mujeres de Kumo restante se quedaron calladas ante eso, el hecho de que Naruto fuera parte demonio, y otros muchos factores hacían que su apariencia fuera mucho más definida, pulcra y atractiva que la de cualquier niño que tuviera una edad similar a como se veía el Okami, ya fuera un niño o niña.
Y si, una parte era que Naruto se veía bastante mucho más andrógino que antes, a Unchou le gustaban las mujeres, y ella podía admitir que el Okami era antes alguien de buena apariencia, pero ahora le hacía dudar solamente de verlo, no era tanto que el hecho de que la apariencia andrógina del Okami le atrajera lo que le alarmaba, sino que se sentía atraída hacia alguien que parecía prácticamente un infante.
Pero…Samui daba un muy buen punto al respecto.
Mientras tanto, Naruto se encontraba con la cabeza recostada contra los muslos gruesos de Albedo, cruzado de brazos y frunciendo el ceño de repente—Siento que alguien está diciendo que parezco una niña— gruño al tiempo que apretaba el puño—. Si es Issei lo voy a golpear diez veces más de lo que iba a golpearlo antes.
Al mismo tiempo, a su alrededor flotaban los diferentes papeles que Morrigan le había proporcionado respecto a las diferentes propiedades y planteamientos que los llamados Akatsuki tenían solamente en una región del país de la roca, lo cual hizo al Okami quedarse viendo los diferentes papeles en búsqueda de hasta el más mínimo detalle de información.
A Naruto no le gustaba el papeleo, había conocido a eruditos tanto del reino celestial como demoníaco que de hecho le gustaban, pero él no estaba hecho para ello, se aburría con facilidad, y costaba que le pusiera atención a cosas que le aburrían. Sin embargo, aún así se tomaba el tiempo para leer la enorme cantidad de papeleo que había respecto a distintas cosas, menos por que quería hacerlo, y más porque debía.
Hacer las cosas por eso era algo a lo que, de hecho, estaba acostumbrado.
—Bueno, vamos a poder trazar correctamente con esto y cualquier información que Kakuzu nos provea, felicidades a ustedes dos, hicieron un excelente trabajo— les dijo el Okami con una sonrisa, Morrigan estaba acostada justo a un lado suyo, viendo con un ligero toque de envidia a su compañera dándole de cojín sus piernas al pelirrojo, quien simplemente guardo los papeles y noto como no solamente habían descubierto todas esas propiedades, sino que igualmente habían llegado a transferirlas a su propiedad, lo cual seguramente tocó varios niveles extra de esfuerzo por si solo.
Sin embargo, no estaba sorprendido, complacido sin duda, pero conocía a sus subordinados como se conocía a él mismo, tenía plena confianza en ellas dos, si bien Albedo podía ser algo problemática, el pelirrojo sabía que Morrigan era más que capaz de complementar a la pelinegra para que ambas hicieran cosas como está con facilidad.
Ellas luego se le quedaron viendo fijamente cuando ya había terminado de organizar los papeles—¿Pasa algo?
—Bueno… se que no deberíamos estar diciendo esto, pero… ha pasado un tiempo desde que fuimos invocadas, en el Makai no lo necesitamos pero… seguimos siendo súcubos, necesitamos comer y… y es cada vez más difícil controlarse cuando estamos cerca de usted, Okami-sama— dijo Albedo con la voz temblorosa.
Naruto se le quedo viendo ante eso, y se quedó sopesando las posibilidades. Ellas no iban a acceder en lo más mínimo a hacerlo con algún otro hombre aunque estuvieran al borde de la inanición, sin mencionar que verlo en una apariencia similar a cuando era el líder de ellas y su maestro en muchas cosas.
Ya lo había hablado con Chun-Li, así que ella debería no tener problemas, también debería de hablarlo con Ikumi cuando tuviera la oportunidad de volver a verla, se pregunto si después de todo lo que había pasado últimamente, también debería de hablar con Naruko. Pero luego simplemente suspiró, dejando esos pensamientos de lado, lo haría después.
Primero había algo que tenía que decirles
—Me enteré que el Makai ha estado bastante tranquilo estos tiempos gracias a Carrera y las demás— declaró el pelirrojo de repente, recibiendo las miradas de las dos súcubos y simplemente cerro los ojos—. Antes de hacer nada, tengo que preguntarles si vinieron solamente por qué estaban aburridas o algo así, les aprecio, y lo saben, pero no voy a dejar que las cosas estén así solamente porque ustedes querían divertiste en el mundo humano y resultó que yo estaba alli.
—…¡Claro que no!— el arrebato de Morrigan hizo que el Okami abriera los ojos y la viera con algo de sorpresa—…L…Lo siento, Okami-sama, es solo que… nosotras no vinimos aquí por algo como eso, vinimos porque sentimos su presencia en la matanza que hizo en la aldea de la nube, vinimos aquí por que deseamos servirle, asistirlo y apoyarle como en antaño— declaró la peliverde viendo fijamente a Naruto, el verde y azul viéndose sin parpadear—. No hay nadie que no lamento el día que tuvo que irse, nuestra devoción en cuerpo y alma es para usted, no para una especie de disfrute mezquino con este mundo
El pelirrojo se quedó callado, parpadeando repetidamente, antes de soltar un bufido y sonreír—Entonces supongo que sí se merecen su recompensa.
Las dos súcubos se crisparon ante esas palabras.
Naruto probablemente estaría más dudoso de hacer algo con ellas, seguía considerando el hecho de una sola pareja más agradable a su mente, pero radicaba el detalle en que esos momentos sus instintos demoníacos estaban apegados más a él que antes, lo que significaba que ese tipo de tapujos, si bien no desaparecidos completamente, estaban minimizados por el hecho de que ellas habían hecho un excelente trabajo, y eran súcubos, pidiendo literalmente algo sin lo que no podían vivir.
Naruto había dejado un poco de lado su propio deseo y pensó más en lo que ellas deseaban.
Albedo trago sonoramente cuando sintió la mano de Naruto sobre su muslo, sonrojándose al tiempo que lo veía sentarse en la cama y verle con una sonrisa, sus ojos azules parecían brillar entre las sombras de la habitación al tiempo que se acercaba a ella, haciendo a la pelinegra perder el aliento el momento en el que el pelirrojo paso sus labios justo a un lado de su boca, pasando suavemente por su mejilla, dejando a la súcubo sentir lo suaves que eran sus labios, antes de llegar a su oreja.
—Hng~— gimoteo ella el momento en el que sintió los dientes del Okami cerrándose sobre su oído, ni siquiera dejaría una marca, pero la sensación de sus afilados dientes cerrándose sobre su piel era suficiente como para hacerla temblar, su vestido blanco estaba empezando a tener una mancha de líquido bastante grande en el área de su feminidad, para luego soltar un gemido ahogado cuando el Okami soltó un aliento helado contra su oreja.
—En verdad que ustedes son unas chicas bastante complicadas— declaró el Okami con una sonrisa divertida, relamiendo sus labios y llevando su otra mano al mentón de la Ojidorada—. En la aldea de la nube no perdían el tiempo preguntándome antes de tratar de mamarme la verga, y sin embargo se ponen tan tímidas cuando les sigo el juego.
Los dedos versos del Okami se pasaron sobre sus mejillas, viendo enrojecida al ojiazul, apretando levemente y dejando que sus rechonchos labios sobresalieran—Me gustan más así, quiero probar cada pequeña cosa que tienen— declaró tomando los labios de ella, haciendo gimotear a la pelinegra.
Si bien, Naruto era mucho más fuerte y hábil físicamente que ellas incluso con su apariencia de niño, lo que antes era músculo firme y duro marcado por bastantes años de combate continúo habían pasado a ser no diferente de la piel de ellas, suave como la seda que hacía que cada roce se sintiera cada vez más pecaminoso, los labios de Naruto se molían contra los de Albedo, está podía probar la miel todavía dejando dulce su boca, al tiempo que sus lenguas empezaban a jugar entre si.
O bueno, Naruto estaba jugando con ella, su lengua estaba dominando la de ella al tiempo que el Okami la sujetaba con firmeza contra su cuerpo, dejando los muslos de ella frotándose contra su ingle al tiempo que la larga lengua de Naruto bajaba y se enredaba por la garganta de la súcubo.
Lo única razón por la que Naruto no era un incubo era prácticamente por controlar sus instintos sexuales, no poder entrar en los sueños de otros y porque no le gustaría usar trajes como los que ellos usaban, más allá de eso, tenía la habilidad y la capacidad para satisfacer completamente a cualquier mujer en el sexo.
Naruto separo su boca de Albedo al tiempo que doblaba la espalda, la pelinegra inhalando con fuerzas al tiempo que un hilo de saliva unía sus bocas, el pelirrojo miro a la peliverde que les veía anonadada y roja, sintiendo los ojos de su señor sobre ella, quien le dio una pequeña sonrisa—Ven aquí, tu también te mereces que te mime— dijo haciendo que la peliverde fuera dudosa hacía él.
Sostuvo a Naruto de la cintura desde atrás, al tiempo que Albedo le sostenía los hombros, y sonrió al tiempo que ella junto sus bocas y recibió el mismo resultado que su compañera, quien veía como la peliverde estaba estrujando sus enormes pechos contra la espalda de Naruto, viendo la larga lengua del pelirrojo metiéndose y estirando la boca y garganta de Morrigan.
Naruto se separó de las dos con una sonrisa en su cara y con los ojos entrecerrados, pasando el pulgar por su boca para limpiar la saliva de ellas dos sobre su boca.
—…Se que no digo esto lo suficiente pero… gracias, por venir— les dijo de repente, haciendo que se le quedarán viendo—. Necesitaba una retrospectiva con mi pasado, recordar algunas cosas y… tener el apoyo de ustedes dos de hecho me ha servido, está es la primera vez en mucho tiempo que he tenido a gente a mi alrededor para que me ayude, y… y no se cómo reaccionar a eso, pero si les puedo decir gracias de una manera que les guste.
Si bien estaba influenciado por sus instintos demoníacos, no hacía a Naruto descontrolarse, en vez de eso, solo lo hacía más honesto y abierto a hablar con los que le importaban.
Naruto se sentó en un sillón cerca de su cama, al tiempo que se llevaba una mano a la hebilla dorada que sujetaba sus pantalones, quitándola con una mano, dejo que lo que ellas querían saliera libre.
En retrospectiva, es un tanto curioso que la única parte en dónde no perdí masa fue allí. Pensó el Okami al tiempo que las dos súcubos estaban a cuatro patas enfrente suyo, sus caras estaban literalmente ensombrecidas por el tamaño de su verga totalmente erecta, Naruto prácticamente las podía ver babeando.
Agradecía un poco que Testarrosa, Carrera, Ultima y las demás se hubieran ido en vez de quedarse, probablemente iban a hacer destrozos en todo el cuarto, si ellas se hubieran quedado, Naruto estaba seguro que al menos 70% de la aldea se iría, lo cual no es algo que quisiera.
Y bueno, solo lo había hecho con ellas cuando estaba demasiado hundido en el celo, excepto con Kumara, debido a que le tenía más como un cariño paternal por como la había conocido y los avances de ella le hacían sentirse en conflicto con su propia existencia.
Dejo de pensar en eso.
Suspiró levemente cuando ellas empezaron a usar sus lenguas con una habilidad que solo una súcubo tenia, usando sus bocas para lustrar sus bolas como si fuera algo sagrado, haciendo gemir levemente al pelirrojo sintiendo a Albedo y Morrigan empezando a lamer, chupar, succionar y gorgotear lo que contenía su semen, antes de que ellas empezarán a turnarse.
Una chupaba sus bolas y la otra chupaba su verga, una humana normal tendría problemas tragando las dos incluso con práctica de antemano, las súcubos por otro lado, eran muchísimo más flexibles y apretadas que cualquier humana normal, tragando pulgada tras pulgada con una facilidad enorme, succionando, lamiendo y enredando sus lenguas el contorno de su verga al tiempo que chupaban ruidosamente sus bolas.
Un hombre normal estaría corriéndose a los minutos del trato intenso que las súcubos le estaban dando a su cuerpo, pero la resistencia interminable de Naruto era algo que iba a necesitar mucho más que eso sí querían sacar el contenido de sus bolas, el Okami suspiró profundamente, medio por como Morrigan empezó a usar sus pechos para estrujar entre ellos la vara de carne de su amo y chupar la punta bulbosa de su glande, y la otra mitad era por escuchar como la puerta era abierta levemente, lo suficiente como para que notará por el rabillo del ojo a las mujeres de Kumo viéndoles.
Naruto estaba apunto de cerrar la puerta con un empujón de gravedad, no era que no pudiera lidiar con todas ellas si quisieran unirse, pero Naruto no estaba haciendo eso para disfrutarse a si mismo, sino para concentrarse en darle a sus dos bastante capaces subordinadas algo que habían estado queriendo.
Pero fueron ellas mismas las que le detuvieron, poniendo sus manos sobre su abdomen, si bien ya no era la montaña cincelada de músculos de antes, seguía siendo bastante definido, las manos de ellas parecían estar acariciándole de una manera que se vería como si manosearan a un niño –y bueno, en parte lo estaban haciendo– pero ellas también le decían que no querían que hiciera eso.
Ya fuera que no les importaba que vieran, no querían que se estresara en lo más mínimo, o porque les excitaba que otras mujeres vieran como recibían lo mejor de lo mejor, Naruto suspiró, conociendo la mentalidad de ellas dos, podrían ser las tres.
El cuarto estaba bastante lleno de sonidos húmedos de succión y chupadas fuertes, cada vez más intensas, el pequeño pelirrojo se dio el lujo de no limitarse a simplemente gruñir como un animal, sino de soltar audibles gemidos cada vez que una de ellas hacía algo que le hacía sentir al borde de descargarse sobre ellas, esos sonidos parecían timbrar en los oídos de ellas, y en los de las mujeres de Kumo.
Cómo demonio, en esos momentos podía sentir la creciente lujuria que estaba creciendo en las que les veían, no ayudaba que llevaban más de veinte minutos succionando de todas las maneras posibles su verga, hasta que finalmente llego a su límite.
Un gemido ronco salió de la boca de Naruto, la sensación de su verga siendo tratada como algo sagrado era algo que dejaría a cualquier hombre babeando y descontrolado, pero acostumbrado a ese trato, les estaba dando lo que tanto querían.
Naruto repentinamente empujó hacia arriba, clavando su polla en la garganta de Morrigan, ella dejó escapar un grito ahogado y gorjeante cuando la gruesa punta del pene empujó contra su pequeña úvula oscilante, aplanando su lengua hasta el fondo de su boca y metiéndose por su garganta, llegando hasta la boca de su estómago donde empezó a menearse con genuina fuerza. Con un gruñido, Naruto empujó más profundo, y pronto apareció un bulto en el cuello de la peliverde cuando su rostro comenzó a ponerse rojo, aunque no era por la falta de aire, su frente estaba dando directamente contra el abdomen del Okami y su nariz daba directamente contra su pubis.
Albedo le estaba acompañando en el sentido de que chupo sus bolas con más fuerzas al sentir el temblor de considerable fuerza en estás, saliva volaba de las comisuras de la boca de las súcubos mientras Naruto le follaba la cara, tratando sus pequeñas y húmedas bocas caliente como si fueran hechas para complacerle, su mano estaba en las cabezas de ambas, sujetando firmemente el cabello de Morrigan, jalando con una fuerza considerable su cabello al tiempo que mantenía a Albedo sujetada a sus bolas agarrándola de los cuernos, haciendo que no se separará un centímetro.
El inmenso tamaño de su polla solo era igualado por la velocidad y el frenesí con el que los tres follaban, haciendo que las lágrimas corrieran por sus rostros, el maquillaje manchando los delicados y hermosos rasgos de las dos súcubos mientras su lápiz labial dejaba manchas y rayas a lo largo de la parte inferior de su eje carnoso y palpitante, escuchar a Naruto gemir mientras le devoraban la verga con hambre solo excitaba a las demonios de poder servir a alguien como él.
Con un ronco gruñido, el pelirrojo se metió adentro de la garganta de Morrigan, la cabeza bulbosa de su verga metida completamente adentro, hasta que llegara a la boca de su estómago e hiciera que el resto de su vara obstruyera completamente su garganta, el Ojiazul siseó ante la lengua de Albedo apretando sus bolas y cada nervio en su verga y bolas siendo sobrecargados en placer.
El grito ahogado de Morrigan cuando el semen de Naruto empezó a ser descargado contra su garganta era una mezcla de éxtasis con una sorpresa enorme, sus ojos giraron a la parte trasera de su cráneo en el momento en que el contenido de sus bolas fue soltado, y tenía bastante guardado. Apuntado directamente desde la boca de su estómago, una corriente de blanco, abundante y espeso esperma fue soltado contra la peliverde, quien todavía tenía la garganta profundamente llena de su polla, abrazándole por la cintura, como si no quisiera que se separará de ella.
El blanco empezó a llenar su estómago, hinchándolo con fuerzas, los sonidos obscenos solamente eran más destacables con Albedo gorgoteando sus bolas para sacar más esperma, tanto como para que con su boca prácticamente sellada al completo, buscaba salir por el agujero más cercano, Naruto ignoro los audibles sonidos de sorpresa cuando el semen empezó a salir de la nariz de la súcubo y se movió hacia atrás, todavía gruñendo mientras se corría.
Un audible sonido húmedo vino de la boca de Morrigan al tiempo que la polla de Naruto seguía soltando su esperma sobre su cara, bañándola gustosa en blanco segundos antes de que Albedo tomara posesión de su verga, justo como estaban haciendo antes, intercalando quien hacía cada cosa, los cuernos de la súcubo siendo sujetados por el pelirrojo cuando ella empezó a mamar su verga, empezando a mover sus caderas y jalar los cuernos de ella, queriendo descargar la mayor cantidad de semen posible de sus bolas.
Las que le estaban viendo podrían jugar qué estaban pasando horas enteras viendo las bolas del Okami apretándose con cada descarga, aunque realmente solo habían sido minutos, parecían eternos.
El pelirrojo saco su verga lentamente de la pelinegra, los últimos disparos de semen que tenía siendo lanzados en pegote tras pegote sobre el cabello, la cara y los pechos de la pelinegra, su verga palpitando un par de veces al tiempo que el Ojiazul suspiraba levemente.
No planeaba hacer de eso un hábito, planeaba coger hasta que ellas estuvieran satisfechas, lo cual siendo un par de súcubos, era algo complicado, pero se dio un momento a si mismo para dejar de pensar en esas cosas.
Mucho había pasado, bastante, y muchas cosas iban a pasar después.
Pasar algo de tiempo de calidad con las personas que amaba mientras podía era algo de lo que no se iba a quejar.
Las dos súcubos se habían lanzado una sobre la otra ante la vista de la cantidad de semen de Naruto encima de la otra, lamiéndose entre ellas con unas lenguas mucho más largas que cualquier humana y luego metiendo dichas lenguas en la boca de la otra, abrazándose y luego dejándose caer sobre la cama mientras se frotaban entre si.
Una gota de sudor bajo por la mejilla del Okami ante esa vista.
Cierto, había pasado hace tanto que se le olvidaba. Debido a como estaba compuesto su cuerpo, una sola gota de su sangre era capaz de darle una sensación de placer y un aumento de poder enorme a quien la bebiera, era casi adictivo, eso contaba para criaturas sobrenaturales como espíritus, yokais o demonios.
El asunto radicaba en que no era exactamente solo su sangre, cualquier fluido en su cuerpo tenía un efecto similar pero con diferentes propiedades, su saliva por ejemplo podía curar y desinfectar heridas menores, su sangre era la más potente en el sentido de dar poder e incluso prolongar la vida de quién la bebía y…. Bueno, su semen tenía un fuerte efecto afrodisíaco.
Curiosamente, con Yokais solamente daba la cantidad enorme de placer al consumirlo y dejaba una sensación de sensibilidad al placer las grande entre más bebieran, pero con súcubos dicha cantidad de placer y sensibilidad era aún mayor.
Miro a sus dos subordinadas, después de darles su "comida" probablemente no iban a necesitar más en varios meses, y en ese estado, probablemente ellas estarían contentas con complacerse la una a la otra, quien sabe, tal vez le podría decir a Unchou que se uniera a ellas si no quería solo quedarse viendo.
Cerro un ojo y alzó una ceja cuando Albedo que tenía a Morrigan encima se abrió de piernas al igual que la peliverde alineaba su culo justamente encima de ella, sus ropas deshaciéndose en un brillo de color rojo y quedando completamente desnudas, girándole a ver con la saliva escurriendo de sus labios, y con… los otros labios llenos de humedad.
Naruto simplemente suspiró.
No podía ser tan fácil.
Suspiró mientras se levantaba, la ropa que tenía encima desapareciendo al tiempo que la enviaba a su bolsillo de Kuninokotachi. Caminando desnudo hacía ellas, y sintiéndose incómodo levemente ante como la lujuria en sus alrededores pareció aumentar demasiado apenas le vieron desnudo.
Con ellas dos lo entiendo, así es como me recuerdan cuando las conocí así que les trae recuerdos, pero enserio, que con yo como niño les atraiga más no se cómo tomarlo. Pensó el Ojiazul antes de suspirar y ver a las dos súcubos ansiosas de lo que se aproximaba.
Normalmente solo hacían algo así cuando estaba en su periodo de celo.
Incluso entonces, Naruto jamás era exactamente violento o descontrolado en particular, lo contrario a eso, tendía a ser más meloso que de costumbre, pero incluso así, se concentraba en su propia lujuria.
En esa ocasión no, si bien tenía algo de estrés que liberar, no iba a dejar que se interpusiera en lo que estaba por hacer.
Sonrió de medio lado cuando sus manos se pusieron sobre el culo tonificado y de buen tamaño de Morrigan, sonoramente, sus palmas haciendo sonar las nalgas bien formadas de la peliverde, y que ahora ya no estaban cubiertas por nada, Naruto las separó, viendo las dos enormes montañas de carne abriéndose como si tratada de separar el mar, viendo la entrada trasera de la súcubo completamente libre para lo que venía.
La cara del Okami se hundió justo sobre ellas, apretando el culo de Morrigan contra su cara, y metiendo su lengua larga y afilada contra su ano, escuchando como ella temblaba, gemia y doblaba la espalda, sintiendo su lengua caliente hurgando y moviéndose adentro de su recto.
Al mismo tiempo, sintió las piernas de Albedo cerrándose alrededor de su cadera, su concha frotándose contra su verga, sus labios vaginales mojando aún más su ya de por sí mojada vara, antes de que el Okami le cumpliera lo que quería. La pelinegra gimió lenta y levemente ante la sensación de la verga del Okami, entrando en su coño de manera suave, el pelirrojo tragándose un gemido ronco, junto a la sensación de su polla siendo apretada y succionada por el coño de la súcubo.
Ellas estaban hechas específicamente para complacer a humanos de cualquier manera, siendo esa una de las más destacables, literalmente la mezcla de sensaciones de calor, succión y apretado en una sola era suficiente como para hacer que un hombre se volviera loco con una de ellas.
Pero sin embargo, Naruto estaba lenta y suavemente metiendo su verga adentro del coño de Albedo, al tiempo que devoraba el trasero de Morrigan con una cantidad enorme de cariño y suavidad.
Si bien Naruto no tendría ningún problema en simplemente moverse adentro y fuera de ellas tan rápido como pudiera hasta que ellas ya no pudieran más, ese no era su estilo, no era lo que quería, y no era lo que iba a hacer.
Algo destacable era que las súcubos normalmente absorbían no solo la lujuria de otros, sino que también absorbían de las otras energías que tenían, era simplemente mucho más fácil encontrar a alguien actuando con pura lujuria que alguien que desprendía solamente emociones positivas en media del sexo.
También radicaba que dichas emociones aumentaban aún más la sensibilidad que tenían.
A Albedo se le fue el aliento mientras sentía a su primordial tan adentro de ella que podía ver el bulto de enorme tamaño formado en su vientre, antes de que Naruto empezará a moverse lenta y suavemente, cada movimiento de su cadera siendo sentido a profundo detalle, haciendo que los dedos de sus pies se crisparan con cada movimiento.
Luego sonrió levemente cuando saco su lengua del culo de Morrigan, y usando su control de gravedad, empezó a volar levemente, lo necesitaba en parte ahora por su tamaño y para lo que buscaba hacer, alineando su verga contra la de por sí ya lubricada entrada posterior de la peliverde.
El culo de Morrigan sonó con fuerzas el momento que el Okami se dejó caer sobre ella, haciendo que doblará la espalda por ello y soltará un grito al aire, el pelirrojo soltó una pequeña risa por ello, viendo cómo los jugos de coño de la peliverde mojaban los muslos de Albedo—Albedo prefiere hacerlo lento y suave para saborear cada pequeña cosa, tu prefieres hacerlo un poco más intenso y por atrás, al menos eso es lo que recuerdo— comento moviendo su verga alrededor del culo de la peliverde, saboreando lo apretada y suave que estaba—. Ustedes no son solo un par de hembras con las cuales voy a coger cuando me la gana, ustedes se ganaron una recompensa, voy a tratar de no hacer de esto un hábito…. Así que voy a darles la mejor cogida que van a tener.
Morrigan abrió los ojos cuando Naruto la jaló hacia atrás, su culo apegado a su polla con sus bolas descansando sobre sus nalgas, antes de sostenerle la cabeza a la peliverde y hundirla justo sobre el coño de la pelinegra, haciendo que está chillara ante el trato.
Para las mujeres de Kumo que les estaban viendo, era… complicado describir lo que estaban viendo que hacían.
Por un lado, no es como que tuvieran la idea de unirse, ese parecía ser un momento bastante importante para ellos tres, y Naruto daba miradas molestas de vez en cuando a dónde estaban, así que probablemente no debían interferir con lo que veían.
Pero lo que veían era algo… difícil de explicar, si bien estaban haciendo cosas bastante desvergonzadas en el dormitorio, no parecían estar actuando tanto como desenfrenados sexuales sino más como… una especie de amantes bastante creativos y con ningún tapujo con lo que estaban haciendo… y si qué se estaban tomando su tiempo, les tomo sentir los músculos entumidos para darse cuenta que los tres llevaban varios minutos haciendo temblar el cuarto.
Tenían la decencia para no quedarse parada por tanto esto, suponía el pelirrojo, pues en las primeras horas por lo menos se fueron, haciendo que pudiera cerrar la puerta, Cosmos no tenía sensores o cámaras en su cuarto, así que estaban con privacidad.
Cuando empezaron era el medio día, casi por la tarde.
Para cuando terminaron, el sol se encontraba saliendo.
Naruto suspiró levemente.
A sus lados estaban las dos súcubos, completamente desnudas, y más que bañadas en distintos fluidos por todas las partes del cuerpo, lo cual incluía sus bocas, culo y coño, dejando una marca bastante notable de esperma justo debajo de ellas
Agradecía que sus sábanas tenían sellos de auto limpieza, sino tendrían el olor a sudor, semen, los jugos de ambas y otros fluidos, ellas dos dormían apaciblemente, no tenían en particular alguna marca notable de lo que les hubiera pasado más allá de la exhaustas qué estaban, normalmente las súcubos ganaban energía cuando absorbían la energía de un hombre por medio de semen, pero ellas en particular estaban totalmente llenas y ahora necesitaban descansar para procesar tanta energía.
Naruto miro hacia abajo.
Hizo una mueca ante su aún presente erección, y simplemente uso su control celular para reducir lentamente la presión sanguínea en dicha área para calmar su erección y regular su sistema hormonal.
Si bien cuando estaba en el Makai era necesario un ejército literal de las mujeres más poderosas del infierno para soportar cuando cogían con él, Naruto había cambiado mucho desde ese entonces, entre ellas había aprendido a tener moderación, si bien estaba seguro que cualquiera persona que le sirviera estaría honrado de que le pusiera una marca encima, Naruto no quería que una mujer con la que había compartido la cama tuviera una marca por qué fue brusco.
Además, como dijo, se necesitaban un ejército entero de súcubos para manejarlo cuando era niño y en celo, sin mencionar que en ese entonces lo hacía para calmar su cuerpo de adolescente demonio en momentos de calenturas, si fuera a hacerlo lento y calmado podría seguir sin detenerse, aunque no es como si lo fuera a hacer.
No era como que importará, lo había hecho para que ellas se sintieran bien y no necesitaran recurrir a denigrarse a ellas mismas por su capricho. Ahora después de todo lo que había pasado y la fuerza que tenía, Naruto literalmente podía durar lo que quisiera y complacer de cualquier manera a su pareja, y no habría problemas al respecto.
Bueno, aunque dijera que podía durar para siempre, no significaba que su pareja si, lo máximo que había estado teniendo sexo continuamente habían sido unas 146 horas, alrededor de unos seis días.
Eso último… le hizo recordar algo.
Se encontraba sujetado por una cuerda roja a un enorme poste de roca, sin camisa y con una castaña de ojos morados y una armadura samurái azul viéndole con una sonrisa mientras de quitaba lentamente la ropa.
—Todo lo que haces es dar y dar a otros, de seguro también eres de los que dan en la cama también, así que… ¿Por qué no te relajas y te permites ser el que reciba por una vez?— pregunto la castaña al tiempo que la armadura negra que la cubría caía al suelo.
Un rubor apareció más suave apareció en la cara de Naruto, solamente que está vez parecía uno más de añoranza que de vergüenza por la pequeña sonrisa en su cara. Antes de simplemente salir de la habitación sin ponerle mucha atención a qué se encontraba desnudo, pues de todas maneras iba a su baño, había estado firmemente apegado a las súcubos en medio de su faena, de más estaba decir que aunque las sábanas tenían sellos para limpiarse, él no los tenía, también tendría que reparar o reemplazar todo lo que estuvo en su cuarto.
El Okami salió del baño con el valor siguiéndole después de un baño con agua justo debajo del punto de la ebullición, secándose el cabello con una toalla que metió en su bolsillo de Kuninokotachi, caminando desnudo sin preocuparse por mucho antes de que unos pantalones y zapatos salieran de su dimensión de bolsillo justamente para cubrir su desnudez apenas llegó a la cocina.
Saco un frasco del refrigerador una botella de leche rosácea con trozos de fresas en ella, que abrió y metió algo de la miel que Kumara le había dejado… y luego saco su calabaza de sake para descargar un poco de alcohol.
No era tanto como para añadirle más dulzura a lo que ya tenía, sino porque la miel que había metido y el alcohol que había hecho eran hechos con la misma base y además de añadirle el gusto a alcohol, hacía que la miel se mezclada mejor con la fresa.
Lo que se resumía en que el pequeño Okami estaba bebiendo del jarrón de leche mientras movía sus piernas sobre su silla, ignorando la mirada anonadada de las cuatro mujeres presentes, el Okami dejo de beber para verlas…. Tenían ligeras ojeras en la cara, como si no hubieran dormido un día antes de hablar—¿Qué?
—…Tu…¿Qué eres?— la pregunta de Meiko vino tan molesta como confundida y… ¿Asustada?
—Digamos que es demasiado complicado de explicar— declaró el Okami encogiéndose de hombros—Pero… ¿Por qué la oregunta?
—Dos días y medio— le dijo Unchou mientras el Okami seguía bebiendo la leche de fresa con toda la calma del mundo.
—¿Qué pasa con dos días y medio?
—¡Haz estado en ese cuarto por dos días enteros con ellas! ¡Ni siquiera se han detenido para salir!— declaró Meiko con la cara roja y los lentes tenían un brillo que ocultaba su expresión molesta y avergonzada por hablar de algo así.
—…¿Y? Estoy seguro que puse sellos de insonorización alrededor de mi cuarto para algo así— dijo el Okami como si nada.
—Oh si, y olvida por completo el hecho de que no hiciste sellos anti-temblores, ninguna de nosotras ha podido siquiera dormir después de que sacudieran el cuarto, ¿¡Qué demonios estaban haciendo!?— cuestionó Korra, mientras el pelirrojo giraba los ojos levemente a su espalda.
De no ser por su regeneración estaría sin duda extremadamente marcada por las uñas de ellas.
—Bueno, me disculpo por eso, si les sirve de consuelo no lo suelo hacer a menudo, pero cuando lo hago, lo hago bien, así que si quieren les aviso de antemano para conseguirles un apartamento en dónde puedan dormir a gusto por el tiempo que ocupe— declaró el pelirrojo terminando la botella de leche.
—No, no, no, no. No te sales tan fácil de algo como esto, ¿CÓMO sobrevivieron? Una cosa es que puedas durar varias horas cogiendo, otra es que dures días, olvida cualquier cosa respecto a tener ganas de unirnos, a mitad del camino me pregunte cómo es que siquiera podían continuar con la misma intensidad que antes sin romper las leyes de la termodinámica. ¿Qué, eres parte caballo de carreras?
El pelirrojo simplemente les veía con una expresión neutra en la cara—Su tercer Raikage aguanto tres días peleando una guerra sin parar, yo aguante casi tanto follando, no es para tanto. Además, mi energía está por cada célula de mi cuerpo, que algo de esa energía se transfiera incluso en el semen ayudaba que aguanten tanto como yo, eso y que con todas las cosas que he comido a este punto prácticamente lo que tengo allá abajo tiene más nutrientes y vitaminas que su desayuno— indicó el pelirrojo simplemente.
—…Esa no es una información que quería— dijo Unchou moviendo su tazón de cereal algo lejos de ella.
Naruto simplemente cerro los ojos y guardo la botella vacía en su dimensión de bolsillo, para que luego una camisa apareciera alrededor de su cuerpo, y mirara a la ventana más cercana notando como él sol ya estaba bastante arriba en el cielo
—Bueno, terminé a buen tiempo, ya va siendo hora que vayamos a hablar— comento al aire al tiempo que estiraba la espalda—. Por cierto, tiendo a ser algo territorial cuando estoy haciéndolo con alguien que me importa, así que la próxima vez que estén espiando al menos asegúrense de que no las noten— les dijo con una expresión neutra en su cara, pero que sonaba ligeramente molesto, Naruto era bastante celoso, ya fuera llamado envidia o avaricia, no le gustaba que nadie más que él estuviera o les interrumpiera, más que hacer algo como decirles que se unieran, probablemente las abría empujado lejos del cuarto.
Suspiró.
Tenía muchas cosas que hacer en aproximadamente unas horas, se paro al notar como había una carta en un pequeño mueble al lado de su puerta, alzó una ceja al notar la letra ya conocida, y el hecho de que todas las personas en las naciones elementales usaban pergaminos para todo.
"Hey pequeño hermanito mayor, ¿Cómo está la vida allí abajo?"
—…Pesau maukru Issei— maldijo en idioma demoníaco a su hermano solamente por el comienzo de la carta.
"Se que estás enojado por qué traje a más de toda la familia, pero hey, un par de saludos a tu pasado no está de más, y traje solamente a quienes tenían una mayor conexión contigo, y que podrían ayudarte a futuro, más allá del hecho de que un par de ellas te traerán problemas, ambos sabemos que su ayuda no te sería de más, no particularmente para enfrentarte a todo lo que te rodea, sino más como para entrenar para la próxima generación. Para alguien tan pequeño sin duda eres viejo"
El pelirrojo frunció el ceño ante eso.
"Además, ambos sabemos que estar rodeado de caras conocidas te hará bien después de tanto tiempo, ya preparamos todo para la presentación más formal de ASER, ya pedí mitad de las ganancias"
Una vena empezó a palpitar en el cuello del Okami ante eso.
"Además, tranquilo, se que no quieres perder a nadie, pero todos en el Makai se habían vuelto así de fuertes para que tú no tuvieras que cargar con todo el peso tu solo, deja de ser por un momento el testarudo hermano mayor que conozco y deja que alguien te ayude con ese peso
Con cariño, tu hermano favorito, lo cual dice mucho debido a cuántos tenemos"
…
La ira de Naruto se disipó levemente ante las palabras finales de su hermano menor.
Hizo una mueca ante eso, cerrando los ojos antes de suspirar y dejar la carta donde estaba, Meryo siempre lograba enojarlo y calmarlo tan fácilmente que le molestaba, pero no era algo en lo que debería estar pensando en esos momentos.
Pensó en cierta Yokai de las sombras por unos momentos, recordó como ella había actuado cerca suyo después de ver a Susanoo, Naruto no pensaba que podría cambiar toda la visión del mundo de ella simplemente con una charla, pero simplemente quería que las cosas se calmaran un poco entre ambos, entrar en confianza de nuevo si es lo que importaba.
Pero más allá de eso se sentía un poco mal por una razón diferente, era más de negocios que nada, la nueva y creciente empresa ASER asegurando su lugar en la cima al aliarse con una, sino es que la más grandes, compañías de seguridad de las naciones elementales y algo más lejos que eso, podría en parte estar forzando la mano de la pelinegra a un encuentro aunque ella no quisiera o a aceptar una alianza aún cuando siguiera desconfiando de él.
Se sentía mal de hacer algo así pero no significaba que no lo fuera a hacer.
Quería ver cómo crecía ella y los que la acompañaban en fuerza, no significaba que tenían que llevarse bien…
Y sin embargo…. ¿Por qué se sentía con una culpa leve pero constante que le molestaba?
Supongo que tienes razón en algo, a veces pienso demasiado las cosas. Pensó el pelirrojo al tiempo que se abofeteaba las mejillas para espabilar. Bueno, suficiente de ponerme a dudar, vamos a hacer esto de una vez.
