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Capitulo 35
Reconcilió
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Si había una cosa notable con Naruto era el hecho de que estaba acostumbrado, muy en el fondo, a qué las cosas que le rodeaban se fueran de su lado. Sin importar que pasaba, sin importar cuánto lo intentaba, sin importar que tan poderoso se volvía, parecía que era incapaz de evitar quedarse solo tarde o temprano, a final de cuentas, sabía bien como eran las cosas, no le gustaban, pero había aprendido a vivir con ellas.
Una cosa con la que no había aprendido a lidiar era la alabanza sin valor.
Probablemente era la sensación de que aquellos que le adoraban y le veneraban no conocían al verdadero Naruto, al pequeño niño que simplemente quería vivir su vida tranquilamente con su abuelo Hokage y los dueños de una tienda de Ramen, pero la vida misma había tenido otros planes.
La ciudad de Buhen era una pequeña ciudad al este de Konohagakure no Sato, muy al este, lo suficiente como para estar bastante cerca con terreno marítimo, en la provincia de Taika. Era una ciudad bastante promedio, tal vez tenía uno que otro pequeño problema con carteles de droga, pero no era nada destacable en mayor cuestión al resto del país del fuego.
Ese había sido el lugar en el que se iba a encontrar con la líder de Alicorn, no era demasiado difícil de adivinar que allí estaría, la ciudad era bastante antigua, las únicas señales de radio eran de un edificio en particular, una casa segura que Cosmos había sido capaz de encontrar con facilidad.
Si alguien buscará la oración "capacidad de procesamiento", encontrarían una imagen de Cosmos seguramente, ella le había planteado de antemano algunas contra medidas por si los de Alicorn intentaban algo, de más estaba decir que probablemente su amiga voladora no se llevaría bien con Mikane por mera desconfianza en otros seres poderosos, o tal vez si, no lo sabía con exactitud.
Lo que si sabía era que no podía ir allí así como así.
Podría simplemente aparecer adentro de la casa con su movimiento cuántico, pero eso sería alarmar demasiado a todos los presentes, así que simplemente camino por la aldea con un solo camino en mente.
Podría ir solo, pero eso sería considerado demasiada confianza en si mismo, que era lo que menos tenía en esos momentos.
Podría traer a todos sus altos mandos consigo, pero eso solamente traería mayor desconfianza por el nivel de fuerza que estos tenían y que fueran tantos.
Pensó y volvió a pensar en las repercusiones, a final de cuentas, simplemente se rindió y llevo a las dos personas en quienes confiaba más.
Una pequeña zorrita de color anaranjado con tres puntos en la frente estaba en sus brazos, al tiempo que un lobo de cabello platinado estaba a su lado, ambos parecían verse con cierto nivel de rivalidad, el pelirrojo suspiró, su amigo lobo Val y Kumara siempre eran así, eran rivales de quién era su mejor compañero animal, no mascotas, compañeros. De más estaba decir, el resto no se quedaría con los brazos cruzados, habían accedido a no ir con él si se quedaban lejos a vigilarle.
Por lejos era fuera de la ciudad, a un par de kilómetros de distancia.
No había forma en la que Naruto trajera a sus compañeras primordiales a una charla importante.
Carrera era la definición de rebelde.
Ultima era la definición de celosa y sádica, la más despiadada de los primordiales para ser técnicamente la más débil.
Y Testarrosa era la más calmada, pero igualmente, era la más orgullosa, no sabía cómo reaccionarían ante una organización militar y una Yokai que considerarían por debajo de ellas mismas.
Así que, simplemente se llevó a sus compañeros animales antes de que a sus compañeros demoníacos.
Kumara era la décima más fuerte de sus Números Negros (nombre dado por su hermano menor a los diez más poderosos subordinados que tenía) y aunque todas las primordiales eran mucho más poderosas que ella, era por mucho más calmada y pensativa ya que no podía mantener las cosas con fuerza bruta solamente.
Había llegado a un edificio que a primera vista no se notaría demasiado de los demás, era negro, bastante ancho, y con pocas ventanas que igualmente estaban demasiado opacas como para ver el interior, no estaba en diferentes condiciones que cualquier otra edificación en la ciudad, pero Naruto podía sentir la presencia de al menos cinco personas en la casa y alrededor de esta.
Una de ellas estaba a una pequeña distancia de la casa, posiblemente el vigía para mantener la casa de seguridad alerta de cualquier cosa, otro estaba bastante cerca de donde transmitía las señales de radio, y las otras estaban alrededor de la casa, con una bastante notable.
Noto un súbito cambio en el vigía cuando le diviso, le hizo alzar una ceja antes de que Kumara simplemente saltará de sus brazos y sobre la cabeza del lobo que le acompañaba, haciendo que Naruto se le quedará viendo antes de sonreír levemente, era como una señal de confianza en que las cosas irían bien ya que ellos dos fueron los primeros en adelantarse adentro.
Noto los súbitos cambios en el ambiente por la entrada de los dos animales allí, escuchando algo como un gimoteo enternecido apenas los notaron.
Se encogió de hombros, y luego entro igualmente.
Lo primero que notaron los que estaban del otro lado de la entrada de la casa fue una mano sobresaliendo del marco de la puerta, una mano demasiado pequeña, demasiado… suave para ser quien su líder había descrito, les puso alerta al creer que sería algo más. Pero no les preparó para lo que verían a continuación.
Un pequeño niño de cabello carmesí y ojos azules, en vez del gigante musculoso de casi dos metros que era el Okami normalmente, estaba un niño de no mayor tamaño que la cintura de varias de las presentes, la única cosa destacable en el siendo el hecho de que su apariencia andrógina y aura demoníaca le daban una sensación más como un ser sobrenatural que una especie de humano, sin mencionar que la ropa que llevaba si bien no revelaba nada, haría bastante difícil diferenciar su género por como ocultaba sus rasgos.
Naruto alzó una mano con una expresión un tanto incómoda en su cara—Hey…— sabía que esa apariencia y aura le hacían más… susceptible a qué otros seres sobrenaturales se sintieran más en sintonía con él, era una de las razones por la que la madre de Mikane había estado, ligeramente, interesada en su forma de Oni.
Pero no quería que Mikane misma reaccionara de una manera influenciada por algo así tampoco.
Ella estaba allí, sentada con una expresión anonadada de sorpresa en su cara y sentada sobre un sillón, acompañada de dos más quien Naruto reconoció como Chizuru y una mujer que no conocía, quienes igualmente estaban anonadada por su apariencia. Lo que le hizo bajar la mano, dudoso de como podría afectar eso el como estaban los dos.
Sin embargo, obtuvo lo que quería, ella no se puso sonrojada o atraída a él por eso.
Pero lo que obtuvo no era algo que quisiera tampoco.
—…Pfttttt...— la pelinegra se tapo la boca de repente cuando una risa estaba amenazando con salir de su garganta, y se escuchó el esfuerzo considerable de ella al momento que se tragaba la carcajada y trataba de mantener una cara estoica.
Quien se puso rojo, como su cabello, fue Naruto ante ella tratando de no reírse al verle.
Después de unos largos minutos, la pelinegra se había tragado completamente su risa, al tiempo que Naruto simplemente se sentó en un sillón enfrente de ella, cruzado de brazos, ojos cerrados, y las mejillas rojas, avergonzado mientras ella se recomponía.
—Bueno…— ella fue la primera en romper el hielo entre los dos, aclarando su garganta, sonando más sería que antes—. Estoy bastante segura de que hay una buena explicación a esto, Morrigan y Albedo me dijeron de antemano que una arma que está en mi posesión te termino afectando, no pensé mucho en eso ya que… bueno, eres tu, pero no creí que lograría un efecto así.
—Lo que me pasó es un efecto secundario de la lanza— comento el pelirrojo tratando de quitar el sonrojo de vergüenza de su cara—. Bueno… mientras que me gustaría saludar y hablar de algunas cosas de antemano, estamos aquí primero por negocios, ¿No es así?— le pregunto el Okami seriamente.
La pelinegra le vio con un dejé ligero de curiosidad antes de asentir y que tanto Mikane como Naruto sacaran al mismo tiempo papeles de portales negros para empezar a leerlos—En su mayoría lo que estás ofreciendo es un enorme incremento de recursos que normalmente no están a nuestro alcance sin algunos problemas de transporte y de escasez de antemano, algunas de estas cosas normalmente en los contratos que tenemos con otras compañías de armería son hechos a pedido específicamente para nuestras tropas y nosotros y tienden a ser en menor cantidad con mayor tiempo entre los intervalos de entrega.
—Bueno, no es por sonar mal, pero la gente en este mundo no tiene demasiado nivel tecnológico, de todas formas, tengo la ayuda de alguien que sería capaz de fabricar de estás con el correcto nivel de calidad y cantidad, a cambio de varios de esos recursos sería esencialmente la protección de varias bases de operaciones que ASER está generando en distintos países y aldeas.
—Hmmm, bueno, la posibilidad de que nos des armamento como el que supuestamente estipulas aquí suena interesante, pero algunos de mis operadores y yo misma estamos un tanto… apegados a nuestras armas normales. Se que suena una razón bastante extraña para negar algo de este nivel de calidad pero es como son las cosas.
Naruto negó suavemente ante eso—No, eso lo puedo entender mejor de lo que crees, por eso lo puse en una clausura aparte del contrato completo, si te niegas sería solamente a eso en específico, pero podrías aceptar de igual manera la alianza respecto a la protección de nuestras fuerzas.
—Eso suena bien, pero espero que comprendas que si pasa algo que nos comprometa, tendríamos que intervenir de antemano para traer de regreso a las fuerzas que estarían monitoreando estás áreas, son bastantes, no demasiadas como para que nos quedemos sin personal, pero suficiente como para que sin ellos no estaríamos a nuestra fuerza completa de suceder una crisis.
El Okami se encogió de hombros levemente—No tengo problemas con eso, es un contrato de dos vías después de todo, si algo pasa que necesite que se intervenga, estamos igualmente en la necesidad de dar todo el apoyo necesario que ASER sea capaz de dar, junto con eso, las unidades que despliegues con los debidos permisos deberían ser capaces de seguir manejando misiones separadas de ASER y que caigan solamente en la autoridad de Alicorn.
Los dos se pasaban papeles mientras hablaban y leían los diferentes puntos del otro respecto a un contrato como ese, Naruto se sentía incluso nostálgico… había sido bastante difícil, más de lo que podía mencionar, el lidiar con el papeleo cuando era el líder de una buena parte del Makai. Se aburría fácilmente haciendo ese tipo de cosas, demasiado rápido, pero por alguna razón, hablarlo con ella era hasta divertido… bueno, casi, la sola cantidad de permisos y papeles que tenían que firmar y leer para las rutas marítimas para el transporte de recursos hizo a los dos fruncir la cara en disgusto.
Después de una hora o dos de papeleo, ambos habían terminado, suspirando y dejándose caer en las sillas en la que estaban, en la mesa que les separaba se encontraban dos pilas enormes de papeles, la pelinegra se quedó unos momentos con la cabeza mirando al techo, pensativa, dejando que el estrés del papeleo se fuera para dar lugar a una duda—Hey, rojo.
—¿Hmmm?
—…¿Por qué haces esto? No es como que lo necesites realmente, ya sabes, crear una corporación, hacer una alianza conmigo, eres lo suficientemente fuerte como para que nada de eso te importe.
El pequeño Okami se le quedo viendo fijamente, antes de rascarse la nuca con expresión incómoda—Bueno, ahora mismo con mi cuerpo así, estoy bastante debilitado, probablemente me podrías ganar como estoy ahora.
—¿Pero…?
Los hombros de Naruto se bajaron levemente ante esa pregunta, no sabiendo que decirle exactamente, ni el mismo lo sabía—…Pero… como dije antes, estoy interesado por ti, quiero ver qué tan fuerte te puedes volver tu y quienes te rodean, pero…— el pelirrojo se quedó en silencio ante esa palabra nuevamente, no sabía cómo ponerla en palabras tampoco—…nada dice que para eso tu y yo tengamos que llevarnos bien en lo más mínimo, pero simplemente… no lo sé, no quería que las cosas se queden así después de todo.
—…Después de lo… que pasó con tu hermano, se que probablemente estoy más en guardia que de costumbre con respecto a… bueno… que eres… y… probablemente pienses bastante mal de mi respecto a esto, pero no pienso cambiar eso.
El pelirrojo se rascó la cabeza, había esperado una respuesta como esa, pero no sabía que responder todavía que fuera lo mejor posible para mantener las cosas en calma con los dos, así que… solamente pudo decir lo que se le vino a la mente—No voy a juzgarte por ello— le dijo de repente con tono serio, viéndole fijamente a los ojos—. Yo… lo entiendo, lo vi y… no puedo juzgarte por lo que sientes, son las cosas que tú haz vivido quien te hacen quien eres ahora mismo. Podría decirte todo tipo de cosas, que no soy como quién hizo eso, que no lo haré o que planeo hacer algo así con nadie jamás, pero incluso aunque lo dijera, no creo que confíes en mí lo suficiente como para aceptar eso.
—…— la pelinegra se quedó callada, no encontrando palabras que pudieran negar lo que el pelirrojo estaba diciendo.
Este simplemente suspiró y se pasó una mano por la cara, descansando la mejilla contra la palma—Pero… lo que si te puedo prometer que lo que decidas hacer, no voy a intervenir— le dijo simplemente, haciendo que la pelinegra le viera fijamente—. Si decides simplemente que no quieres mantener comunicaciones conmigo, lo aceptaré, si planeas simplemente irte de este mundo y no quieres que te siga, no lo haré. Es tu decisión, algo que nunca hago es intervenir en las decisiones de otros.
—…Suena a qué sería bastante difícil de mantener si te afecta, ¿No lo crees?— comento ella al tiempo que Naruto se encogió de hombros.
—Yo… estoy acostumbrado a que le gente se sienta disgustada por mi, fue lo primero que entendí cuando nací, estoy acostumbrado al odio, la ira, el desprecio, yo solo…— el Okami cerro los ojos, y suspiró, las palabras tenían un raro gusto en su boca—. Por alguna razón no quiero que tú te sientas así conmigo.
La pelinegra le vio fijamente ante esas palabras, antes de hacer la cabeza a un lado—Sabes, no soy shotacona, así que si tienes esa forma de niño y hablas así para buscar lograr algo, no te va a gustar.
Una vena pulso en el cuello de Naruto ante eso—¡No es a lo que me refería y lo sabes!— se quejo con la cara roja por eso, antes de ver cómo la Ojimorada se empezaba a reír por su reacción, haciendo que simplemente se avergonzara más y se cruzará de brazos, mirando a otro lado todavía rojo como su pelo.
—…Yo…— empezó la pelinegra, frunciendo los labios en una expresión difícil de describir, pensativa en como decir ella misma las palabras que querían salir de su boca—. Se que no eres como tu hermano, no te tienes que preocupar de que te tenga miedo, rojo. Simplemente necesitaba algo de tiempo para… procesar las cosas que pasaron…— ella entonces le dio una pequeña sonrisa—. Supongo que… gracias por respetar eso.
El pelirrojo se rascó la mejilla, antes de bajar los hombros y pasar la mano por su cara—Mira, se que no somos en particular amigos de toda la vida como para que este preguntando acerca de ti tan preocupado, solo no quiero que alguien que me importa me desprecie o desconfíe de mi— declaró mientras la pelinegra solo agitaba su mano con una sonrisa que le decía que se despreocupara.
—...Bueno, hay una cosa que puedes hacer si tanto quieres que confíe en ti— le dijo ella de repente poniendo su mano sobre el mentón y dándole una sonrisa que no daba a Naruto una buena sensación solamente por tenerla apuntada en su dirección.
El pelirrojo hizo la cabeza hacia atrás con un sudor frío en su cara, sus instintos le decían que sería algo peligroso, pero el Okami contra toda experiencia de su vida completa, eligió ignorarlo equivocadamente—¿Qué… sería eso?
—Bueno, puedes dejar que te prepare una comida— le dijo ocultando la sonrisa más maliciosa que el Okami había visto en ella alguna vez.
Todos los presentes de repente se tensaron como si un rayo les hubiera caído encima, el Okami literalmente vio como un hombre de traje de cabello negro bajaba las escaleras del segundo piso al escuchar eso, teniendo una expresión tan en guardia y nerviosa que bien podrían estarle apuntando a la cara, el pelirrojo no entendió porque era tanta conmoción, hasta que se encogió de hombros rígidamente—…C…claro.
La pelinegra se levantó al tiempo que el pequeño miraba confundidos a los presentes, Chizuru parecía estar rezando silenciosamente, la chica de la motosierra estaba temblando contra la pared, el pelinegro que bajo de las escaleras estaba hablando con un muchacho de cabello rubio con un cuerno negro en la frente, un Oni aparentemente.
Naruto suspiró.
No podía ser tan malo, ¿Verdad?
La pelinegra, tal vez demasiado animada, regreso con el platillo en manos.
…
No… no podía ser tan malo.
Era peor.
Hablando desde el sentido biológico, Naruto era fisiológicamente incapaz de sentir miedo, era una de las personas más poderosas del mundo, sino es que la más poderosa, cualquier cosa que pudiera hacerle daño tendría que ir bajo una enorme cantidad de defensas y capacidades regenerativas, incluso si algo logrará matarlo realmente, no era como que no tuviera defensas incluso contra eso.
Pero…
Miro a la… masa de color morado y negro, tenía bastante antes cosas, trozos mal cortados de distintos ingredientes, tomates aplastados, una mazorca de maíz…¿Patas de gallina? Era tan difícil diferenciar que es lo que era todo allí, pero el pelirrojo estaba preocupado por el aire tóxico que desprendía, el miedo que una comida así daba golpeaba a todos sus sentidos, estaba seguro que estaba escuchando almas en dolor puro moviéndose en la sopa.
—Muuuuy bien~ La cena está lista, si tanto confías en mí, permíteme regresar esa amabilidad con una buena comida— declaró la pelinegra con una sonrisa trayendo lo que parecía una taza de te… morado… y burbujeante.
Su sonrisa se fue el momento en que tropezó justo cuando la iba a poner enfrente del Okami.
Y cayó encima de este.
Naruto supo que algo estaba bastante mal en el momento en el que la barrera de su Camino Mutuo fue desecha ante la ácida bebida, como si la barrera no quisiera tocarla, y cuando su piel fue tocada por el líquido, sus capacidades regenerativas peleando en contra al tiempo que su cuerpo mucho más duro que el de un humano normal se deshacía como papel en contra de agua.
Su mente fue a lo más básico de sus necesidades.
¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS! ¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS! ¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS! ¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS! ¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS! ¡ANESTÉSICOS REQUERIDOS!
Un raro después, el pelirrojo mando de manera segura todo el líquido morado a su bolsillo de Kuninokotachi para no volver a ser sacado de allí nunca más, con la pelinegra ahora avergonzada rascándose la nuca—Bueno… perdón por eso, tenía pensado de que fuera una broma. Mi cocina es… realmente mala, como en… de al vez tuve una maldición que hace que por alguna razón pueda prenderle fuego al agua al meterla a un refrigerador… No tienes que hacerlo realmente.
El pequeño pelirrojo la miel y luego miro a la comida debajo suyo.
Sus instintos le gritaban de que no lo hiciera, pero una parte de él, no creía que fuera tan mala, todo mundo tenía potencial para ser un buen cocinero si lo intentaban, eso había aprendido, aunque no podía importarle o imaginarse a Mikane siendo del río nadie solamente se pondría a cocinar, dudaba de que fuera tan malo, sobretodo comparado con algunas de las cosas que había comido en su vida.
Saco la cuchara del plato para ver cómo está se encontraba derretida y desperdigándose en la sopa.
En los primeros años que pasó entrenando con su tío dios demonio, Naruto recordaba que había formado parte de los rangos bajos de soldados demoníacos, tantos y en tan grande número que ni siquiera se les era dado un lugar de entierro, literalmente los cadáveres eran procesados junto con animales, insectos y plantas muertas convertidas en provisiones para ser comidas asquerosas pero llenas de proteína suponía.
Eso y cosas como unos años que pasó en un mundo desértico sin poder salir que le hicieron tener que comer arena por años le habían preparado para comer cosas malas, cuando salió su voz sonaba tan ronca que parecía un adulto, comparado con eso… no era nada demasiado peligroso.
Usando Tendō hizo flotar el tazón con algo de duda, hasta tenerlo enfrente de su cara, Naruto no tenía que respirar pero lo hacía por reflejo más que nada, pero había desactivado su respiración automática con el humo morado que salía del miasma en el plato.
Contra todo instinto de supervivencia le dio un sorbo al plato.
Como una reacción química la boca de Naruto exploto ante el contacto con la sopa, haciendo que Naruto tuviera que bajarla en un instante en el momento en el que podía sentir las encías en sus dientes deshaciéndose en ácido morado, regenerándose y volviendo a deshacerse, un gruñido ronco salía de su garganta, el líquido obstruyendo cualquier sentido mientras tragaba.
Los ojos de todos los presentes estaban sorprendidos por lo que hizo… y por lo que había pasado por su nivel de testarudez, era la primera vez que Mikane había visto a alguien comer la mitad de lo que había cocinado de una sola probada… era la primera vez que veía a alguien comer la mitad de lo que había cocinado , el pelirrojo parecía estar haciendo esfuerzos titánicos solamente por tragar.
—…No es ni el caos, ni la mano de dios, ni siquiera es el abuelo— murmuró viendo el plato debajo suyo—. Tu eres mi destino final, ¿No es así?
—Oi, ¿No estás siendo un poco dramático? Tampoco es como para que te pongas– ¿¡Qué estás haciendo!? Ya te dije que no es necesario para que confíe en ti— se quejo la pelinegra al verlo volver a sostener el tazón.
—…a este punto no es tanto si me crees o no… esto es por qué me rehusó que una sopa me derrote, no importa lo obscuramente malvada que se vea— comento el pelirrojo usando el trozo de cuchara restante para mover el contenido adentro del tazón—. Aunque estoy teniendo mis dudas, esto me trae oscuros recuerdos de comer escarabajos ácidos.
—¿Pues que haz comido toda tu vida?
—La mayoría de veces cosas malas, a veces me preguntó si no saboreo las cosas por qué mi lengua fue dañada de antemano o por algo más, tengo que hacer esto o mi orgullo no me permitirá vivir con esto— indico el pelirrojo rascándose el puente de la nariz, su olfato todavía funcionaba, y el humo negro que soltaba la comida hecha por la yokai de las sombras, dándole otro sorbo al plato al rojo vivo… que hizo que su boca nuevamente fuera casi destruida por la materia tóxica—. ¡Okey, que se joda mi orgullo, me rindo, esto me derrotó!— gruño el pelirrojo dejando el plato en el suelo a un lado suyo, en donde empezó a derretir el suelo a sus pies y hundirse lentamente.
El Okami se llevó una mano a la boca para limpiar los trozos de carne que sobresalían de su no a al regenerarse, temblando levemente antes de gruñir con fuerzas y sacudirse—…No se si eres el tipo más valiente que he conocido, o el más estúpido…. O ambos— le dijo la pelinegra con algo de incredulidad al ver que casi se había terminado el plato.
—Bueno, podría ser una mezcla de ambos, pero en fin… supongo que con esto terminaríamos, te veré luego supongo— declaró Naruto levantándose del sillón, haciendo a la pelinegra parpadear levemente.
—Ou… ¿Te vas tan pronto? Creí que por lo menos hablarlas otro rato, ya sabes, con todo lo que ha pasado, la lanza que te dejo así y demás— comenzó a enumerar la Oshimura.
Con un crujido, el Okami estiró su espalda—Si intento hacer algo en tu contra o contra la lanza, está probablemente me atacaría solamente por estar cerca, confío en ti en que no lo usarás a menos que sea importante— declaró en respuesta.
—…¿De dónde viene esa ciega confianza en mi? Ni siquiera me conoces tan bien como para saber que no lo haría, podría estar planeando usarla en ti para todo lo que sabes— le respondió ella un tanto confundida por la actitud con confianza de Naruto.
Este simplemente se rascó la mejilla con una expresión simplemente serena en su rostro, haciendo que la Ojimorada se le quedará viendo, esperando la respuesta a su pregunta—He visto tu mirada antes, la de alguien que se esfuerza por caminar adelante, alguien que con todo el miedo que tiene o por las cosas que ha pasado, aún así solamente busca ser fuerte, para si mismo o para los demás, a final de cuentas, todo se resume en que te comprendo, incluso si crees que no.
—…
—Yo… créelo o no, pelear no es algo que me guste en lo más mínimo. La única época en dónde disfrutaba matar y pelear fue cuando empecé mi entrenamiento como un demonio con mi tío, y ese fue producto de su influencia— el Ojiazul simplemente se miro las manos unos momentos—…Yo solo… estoy cansado, he… he estado peleando por mucho tiempo de mi vida, no quiero que el resto de esa sea peleando.
—…Suponiendo que este de acuerdo contigo en lo de que comprendes mi punto de vista, eso no hace que las cosas cambien, solamente que hay comprensión entre los dos.
—…¿Quieres saber cómo conocí a Susanoo?— le pregunto entonces—. Mi hermano menor se había ido de mi lado por un tiempo, las cosas se habían venido cuesta abajo en el lugar donde vivía en el Makai, por encima de todas las cosas, lo que más jodió todo, fue Susanoo, destruyendo todo, peleando contra mis soldados que no tenían forma de defenderse, casi matándome y llevándome como un trozo de carne más muerto que vivo al reino celestial— enumero el pelirrojo antes de suspirar—. Es el hermano más bastardo que tengo de los millones de hijos de Izanagi e Izanami, pero sigue siendo mi hermano.
—…¿Tu punto es?
—…— el pelirrojo se llevó los dedos al puente de la nariz y suspiró—. No eres estúpida— dijo simplemente haciendo que la pelinegra alzará una ceja y entrecerrara los ojos ante eso—. A lo que me refiero es que no te vas a meter a una pelea que no vas a ganar, eres más lista que eso de allí viene la confianza en ti, yo haría lo mismo que tú harías si alguien amenaza a mi familia. Por otro lado si mi familia estuviera actuando como un imbécil sin ninguna razón, le golpearía para arreglarle las neuronas.
La pelinegra soltó un bufido por eso—Vaya familia que tienes.
—Un par de mis hermanos literalmente me han matado, no tienes no idea de los problemas familiares que tenemos— comento el pelirrojo encogiéndose de hombros—. Y no es como que trate de cambiar tu opinión del tema, pero no todos los seres cósmicos son unos hijos de puta… pero asegúrate de que si alguien es como "ese" le meterás la lanza por el culo.
La pelinegra se le quedo viendo fijamente ante eso antes de sonreír de medio lado y simplemente reírse, negando ante las palabras del pelirrojo—…En verdad supongo que solamente eres un idiota entonces, pero te tomaré la palabra entonces…
—…Aunque si quieres seguir hablando, ¿Qué tal si lo hacemos en un lugar no se… más espacioso? Se siente como que fuéramos un cartel de droga aquí— comento el pequeño pelirrojo.
—Nah, esa es la esquina de la izquierda— comento Chizuru al tiempo que veían como la zorro en la cabeza de Naruto brincaba al aire y giraba, siendo cubierta por un brillo morado antes de que su apariencia fuera la de una hermosa mujer de cabello negro y colas doradas, quien simplemente camino a la entrada para la sorpresa de algunos presentes.
—Entonces si nos permiten, les mostraremos la hospitalidad de Crimson, el imperio de los demonios— hablo con una voz serena la Kitsune de nueve colas, haciendo que Mikane se girara a ver al único que podía tener algo que ver con eso.
El pelirrojo se encogió de hombros levemente—Ella es Kumara, una Kitsune que rescate hace tiempo, junto con otros son el equivalente a… bueno mis soldados más capaces, no confiables, solo capaces— indico el pequeño al tiempo que la kitsune le veía con un puchero por eso, y se cruzó de brazos viéndola.
—¿Acaso dije algo equivocado?— pregunto haciendo a la Kitsune hiciera un puchero y que una de sus colas empezará a brillar cuando empezó a salir de la casa.
—Getto (Conejo)— dijo ella al tiempo que su cola se volvía una flama de color azul y se transformaba en un animal pequeño… un pequeño conejo de color rubio que pareció soltar una especie de chillido leve—. Mink (Oveja)
Otra cola se convirtió igualmente en una oveja de color dorado que balo antes de que los presentes sacudieran una sensación de sueño que al instante agitaron de sus cuerpos, la líder de Alicorn se giró a ver al pelirrojo—¿Qué estás…?— pregunto antes de ver cómo a un lado del conejo aparecía un portal de color negro.
—Una de las habilidades que Kumara tiene es que cada una de sus colas es un cuerpo separado con habilidades específicas, la cola de conejo puede manipular la gravedad para crear portales a diferentes lugares, la cola de oveja tiene la habilidad de hipnotizar a otros e incluso manipular los sueños de otros. Las otras siete tiene habilidades similares algo complicadas para explicar— indico el pequeño pelirrojo.
Kumara le miro confundida por ello unos segundos—…Okami…sama… Según recuerdo con una de sus habilidades usted tiene algo similar, ni siquiera se molestó con lo de mis colas.
—…¿Algo de contexto para los que…?
—Ella me engaño para que le diera poder extra a algunos de sus amigos animales, realmente eran sus otras colas— comento el pelirrojo cerrando los ojos—. Con lo otro, tengo una habilidad llamada [Cadena Alimenticia] que básicamente hace que a los que yo eligo puedan tener una de mis habilidades, al mismo tiempo, yo tengo alcance a sus habilidades del mismo modo. Va a juego con otra habilidad que tengo que básicamente hace que me pueda convertir a todo ser con el que me he conectado.
La pelinegra frunció el ceño y proceso las palabras del Okami que parecía estar hablando de un modo más metódico que de costumbre—Ese es solo un modo floreado de decir que te puedes convertir en un Kitsune, ¿No?
—…Si— murmuró él pequeño con algo de pena—. Pero no me gusta, me tratan más raro de lo normal, las colas y las orejas extras no ayudan. Para lo único que podría usar algo así sería para molestar a los de Konoha con que el niño zorro demonio volvió.
—No quisiera molestarles en su charla, pero el portal no se puede quedar así para siempre— comento Kumara al tiempo que la Yokai de las sombras se rascaba la nuca y se giraba para hablar con sus subordinados, más en particular los que todavía estaban en la casa y a los alrededores. Ella podría usar un portal para llevarlos igualmente, pero no sabía a dónde irían, y estaba hablando con los demás acerca de si sería seguro simplemente seguirle ciegamente, Chizuru y la que era una chica gato con la motosierra y un nombre que sonaba demasiado similar para el pelirrojo, le iban a acompañar mientras los demás manejaban las cosas allí.
La cola de oveja y conejo volvieron a Kumara al tiempo que hacía una leve reverencia a los que estaban presentes antes de entrar al portal esperando a los demás—Miente por cierto, el gasto de energía una vez que creas de estos es casi mínimo y ella tiene más energía que un demonio de alto rango— indico el Ojiazul, haciendo que la pelinegra sonriera de medio lado.
—Tienes más amigos de los que creí que tenías.
—…— el pequeño pelirrojo acaricio con su mano la cabeza de Val a su lado, quien simplemente soltó un gruñido leve en señal de ello—. Ellos no son mis amigos, aunque me gustaría que fuera así, ellos me consideran más algo como su amo o su jefe que un amigo realmente, es un poco difícil llamar amigo a quien se rebaja ante ti.
—…¿Es por eso que querías hablar conmigo ahora?
El pequeño pelirrojo simplemente le dio una sonrisa caminando de espaldas hacía el portal—Es por eso que me gustas de hecho— declaró justo antes de entrar el portal, haciendo a la Ojimorada parpadear repetidamente ante lo último que había dicho.
—Uy, no le sabía esos gustos jefa— la chica gato detrás suyo dijo con una sonrisa traviesa haciendo gruñir a la pelinegra quien se tomó el puente de la nariz para luego suspirar.
—Si fuera él estando normal eso simplemente sería molesto, pero que lo diga con esa apariencia lo vuelve raro— comento ella antes de empezar a caminar hacia el portal, preparándose para cualquier cosa.
Del otro lado, se encontraba un lugar que solamente podría describir con la palabra… hermoso…
Era un enorme prado lleno de césped verde, unas especies de árboles sakura estaban regados por dónde estaban, solo que en vez del rosado normal, las hojas que tenían estás eran de un color blanco azulado, con los troncos de un color negro como el alquitrán, rodeadas de tiendas hechas de madera roja con seres de todas las formas y colores en ellos, al tiempo que el pelirrojo caminaba hacia un pelinegro de ojos rojos al cual brinco y le dio un abrazo con una sonrisa, lo cual le habría parecido tierno de no ser por lo surreal que era todo lo demás.
A su alrededor, estaban los que suponía eran los subordinados de Naruto, se miraban similares o más poderosos que Albedo y Morrigan, las cuales eran por sus propios méritos bastantes capaces, pero estos tenían la particularidad de verse mucho más experimentados, el asunto radicaba en que se veían sumamente… amigables era una forma de decirlo extraña, más como… extrañarme casuales.
Una enorme mujer de piel pálida como el mármol, cabello negro y ojos amarillos tenía sus dedos extendidos en afiladas garras al tiempo que sacaba trozos de carne que soltaban un olor delicioso, una rubia de uniforme negro estaba disparando a un tiro con arco usando una pistola que llenaba con lo que parecían gemas, una pequeña de cabello morada salto a abrazar al pelirrojo quien simplemente acepto, sin mencionar que había otros seres que se miraban sumamente demoníacos pero parecían personas totalmente normales haciendo sus cosas de siempre.
—Es un tanto confuso a primera vista, ¿No es así?— Mikane se crispo e hizo la cabeza a un lado cuando noto como justo a su lado estaba una mujer de cabello blanco y ojos rojos dándole una sonrisa tranquila a ella—. Estos son algunos de los demonios más fuertes que hay en el Makai, también son algunos de los soldados más leales de Rouge, alguien que es capaz de traer orden a las flamas del infierno y más aún, reducir el nivel de violencia de estos es alguien bastante curioso.
La pelinegra dio un par de pasos al lado por la manera casi ensoñada en la que hablaba del Okami, sin mencionar que al igual que la pelimorada y la rubia, daban un aire mucho más refinado e intimidante que incluso los gigantes cubiertos en armadura de quitina—¿Puedo… preguntar quién eres tú?
—Oh, mis disculpas, a veces olvidó que aparecer de la nada de hecho asusta a la gente hasta que se acostumbran, mi nombre es Testarrosa, uno de los "Numerales Negros" que posee Naruto-sama, un gusto conocerles— dijo ella al tiempo que les daba una sonrisa suave y amable.
—Mi… Mi nombre es Mikane Oshimura— no es como que la peliblanca estuviera siendo intimidante, ni que estuviera mostrando su aura, de no ser porque conocía a Naruto creería que ella era una mujer normal, pero era el hecho de que ella fuera genuinamente amable lo que le tenía crispada—. Igualmente es un gusto…
Justo cuando dijo eso, los ojos de la peliblanca que habían estado cerrados se abrieron de golpe mostrando el carmesí en su mirada, la pelinegra notando como estaban también viéndola la rubia y la niña pequeña, una con interés y la otra con seriedad, lo cual le confundió un poco, y la puso en guardia.
Admitiría que su trato a Okami probablemente no había sido el mejor, y esas mujeres parecían sin duda alguna respetarlo bastante, ¿Se enojarían con ella por eso?
Miro hacia atrás para pedirles apoyo a sus compañeras, para notar como Chizuru estaba disparando junto a la rubia y la otra comiendo aperitivos.
—Mah, me disculpo entonces, siendo más respetuosa, de líder a líder, Naruto-sama le considera alguien respetable, nos gustaría que supiera que es una invitada destacada hoy aquí— indico la peliblanca al tiempo que empezaba a caminar sujetando a la pelinegra de la mano.
Está sentía la fuerza de la Ojirroja, era considerable, podría soltarse si pusiera suficiente fuerza, pero no le quitaba que tendría que ser bastante, sin mencionar que ella solamente le estaba llevando a un estante de comida hecho en el lugar.
Bueno, no olía nada mal, y sentía algo de hambre, pero seguiría en guardia, los que le rodeaban estaban sin duda sobre ella… simplemente que se hacía la idea equivocada respecto a como estaban centrados en ella.
La primordial amarilla, violeta y blanca tuvieron el mismo tren de pensamiento.
Su líder, el Primordial Rojo, quería ganarse el favor y la confianza de la pelinegra, lo que significaba que mostrarle las cosas que podían ofrecer le impresionaría, lo que significaba ganarse el favor de Okami, lo que significaba hacerlo feliz, lo que significaba ponerlo mimoso con ellas, lo que significaba…
Naruto se crispo mientras hablaba con Meryo, sintiendo que alguien a sus espaldas estaba descarrilando sus pensamientos rápidamente.
—…E…¿Esto que es exactamente?— pregunto Mikane apenas vio un tazón bastante grande de lo que ella suponía era sopa de cangrejo, de no ser por el hecho de que tenía ocho patas extremadamente largas y ocho ojos igualmente, además de ser más grande que cualquier cangrejo que hubiera visto.
—Oh, es una de las especialidades del Makai, las arañas demoniacas gigantes son deliciosas en sopa, esos son bebés debido a que las más grandes necesitarían de un tazón del tamaño de un edificio y las comemos normalmente solo en ocasiones especiales— explico Carrera justo a su lado con una expresión confiada en su cara.
Mikane bajo la mirada al plato.
De no ser por las patas y los ojos extra, ella sin duda creería que era un cangrejo, tenía la misma apariencia del caparazón, la misma textura, estaba bañada en un líquido anaranjado dorado, con una bola de fideos, tofu frito y hierbas sobre él, dándole un incremento al buen olor que soltaba.
Tomo una de las patas de la araña enorme y la quebró, viendo el interior que sin duda estaba lleno de trozos de carne suave debajo del caparazón tan firme, con algo de duda, la pelinegra se lo llevó a la boca, y mastico.
Los ojos de ella se abrieron al sentir como el caparazón crujiente no estaba tan duro como para molestar al masticar, y de hecho tenía un sabor bastante bueno por estar bañado con la sopa que tenía encima, hacía juego con la carne tierna y jugosa adentro que sabia incluso mejor que el exterior.
Carrera se tomó el mentón al ver cómo la pelinegra empezaba a comer con más ganas, pidiendo un tazón y luego otro .
A ella le gustaba la comida.
Le dio una mirada al demonio que estaba en la tienda que parecía feliz de seguir dándole gratis platillos a la Yokai de las sombras, antes de que Testarossa le diera una mirada fija de desafió, la rubia simplemente le sonrió de regreso al tiempo que tomaba la mano de Mikane—Ven conmigo un momento, hay más cosas que tienes que probar y que se que te encantarán.
—¡Pero quiero más!— se quejo la pelinegra tratando de extender su mano hacia su quinto tazón.
Lo siguiente que Mikane sabía era que Carrera le estaba dando a un intimidado demonio una gran cantidad de monedas doradas con una gema carmesí en ellos, haciendo que este temblará mientras preparaba varías órdenes de lo que parecía ser vegetales hervidos en palillos, lo cual le hizo curiosa antes de probarla.
Sabía… ¿A carne azada? Miro adentro del palillo y noto que aunque el exterior parecía ser verde, el interior en su lugar era carne cocinada de alguna manera, que igualmente sabía demasiado bien cuando la mezclaba con la textura de afuera que se sentía tan jugosa como verdura.
Carrera estaba demasiado ocupada sonriendo con arrogancia y hablando en la dirección contraria de dónde estaba como para notar como la última primordial en participar, estaba jalando suavemente el pantalón de Mikane para hacer que ella le mirara.
Con unos enormes ojos de cachorrito sostenía un plato que tenía lo que parecían los más deliciosos pancakes que Mikane hubiera visto en mucho tiempo, grandes, dorados, esponjosos, cubiertos con una miel tan suave que parecía oro líquido, junto a moras y arándanos en ellos—¿Podrías comer de estos por favor?— le dijo ella con un tono sumamente dulce.
Mikane se le quedo viendo fijamente.
Detrás de ella estaba el pobre demonio que había preparado eso con la cabeza metida en el suelo y temblando, a diferencia de la adulta y la adolescente, la niña parecía la más peligrosa de las tres, simplemente no creía que tomaría un no como respuesta.
—Oi, oi, oi, ¿Qué se supone que estás haciendo Ultima? Esos ni siquiera se supone que los preparamos en este tipo de ocasiones— Carrera salió de su auto-ensueño para mirar molesta a la pequeña pelimorada que simplemente miro a otro lado.
—No quiero oír eso de la que gasto tanto dinero para lucirse más— renegó la primordial violeta con frialdad.
Luego las dos se quedaron quietas cuando la más adulta de las tres les puso una mano a cada una encima del hombro—Ya, ya, ustedes dos deberían de estar molestando, después de todo, esto no se trata de ustedes en lo más mínimo— declaró Testarrosa con una sonrisa peligrosa en su cara.
Naruto les miraba fijamente al tiempo que giraba la cabeza a los lados para buscar a Mikane, quien estaba en una esquina medio ocultada, el pelirrojo camino a un lado para verla, y noto como ella estaba comiendo ocultada de las primordiales, haciendo que ella volteara a otro lado cuando noto la mirada del pelirrojo encima suyo.
Los ojos de Naruto se le quedaron fijos ante la manera tan rápida en la que estaba confiando en las primordiales que se estaban luciendo más de la cuenta respecto a impresionar a la líder de Alicorn, se llevó una mano a la cara ante el creciente dolor de cabeza, por lo menos esperaba que ellas no terminaran haciendo ese tipo de cosas cada vez que tuviera que hacer algo así.
—…Dame un momento, hay algo que tengo que ir a hacer, será rápido— le dijo a su hermano al tiempo que chocaban palmas y el pelinegro simplemente sonreía… antes de sacar una parrilla de la nada y empezar a reírse de manera exageradamente dramática para atraer la atención de otros.
El Okami camino lentamente por el pequeño festival que habían hecho en la ciudad donde los había invocado a todos, se quedó callado por unos momentos cuando noto como estaba lo suficientemente lejos de todos los demás en esos momentos. Por lo que simplemente inhaló profundamente, esperando que llegará.
Un portal con ojos de color rojo se formó detrás suyo.
Cuando una mujer de cabello rubio y ojos morados salió de allí, lo primero que vio fueron los ojos de color amarillo con la pupila rasgada en el niño enfrente suyo, haciendo que se quedará completamente quieta ante su vista—…Estaba esperando que llegarás, supongo que no podría hablar de regreso con Mikane si no era pasando por lo que tú decides primero.
—…— Yukari se quedó callada viéndolo de arriba hacia abajo, antes de sacar un abanico de sus mangas y ocultar una sonrisa y una risa que estaban apunto de salírsele de la boca.
El pequeño pelirrojo suspiró profundamente—Si, si, se que me veo como un mil justo ahora, me sorprende que no te estés burlando ahora mismo, considerando tu actitud hasta ahora— declaró el Okami serenamente, mirando a otro lado—. Bueno, desde la visita de Susano'o, no haz estado molestándome como antes, así que supongo que es por qué tienes miedo.
—….Yo no… vine aquí a discutir respecto a eso— indico la Yakumo al tiempo que el pequeño Okami simplemente sacudía la cabeza ligeramente.
—Si, si, ya me hago a la idea de lo que vienes a discutir, decirme algo respecto a que me aleje de tu hija, algo acerca de que no quieres que ella sufra daños, ese tipo de cosas— dijo con un tono seco mientras chasqueaba la lengua y daba una inhalación profunda—. Sabes, a ti y a tu hija les tengo un grado de respeto, tan solo que tengan el 1% de oportunidad de vencer me es algo de respeto, y sin embargo, bastante de ese respeto o lo que quedaba de eso, es lanzado por la borda con que le tengas miedo a lo que Susano'o podría hacerte si me haces algo.
—Una parte de mi quiere creer que no eres tan ciego como para no entender lo peligroso que es alguien como tu hermano, yo no quiero… no pienso perder a mi hija por el capricho de un ser cósmico de nuevo… simplemente decidí dejar de provocar un conflicto al respecto.
El pelirrojo se masajeo la frente—Entiendo eso, lo respeto… ahora te haré una pregunta de regreso. ¿Crees que no se eso de antemano?— pregunto el Okami cruzándose de brazos—. No conocí a Susano'o en alguna especie de amigable reunión familiar, le conocí cuando intento matarme y destruir la nación que había construido en el reino demoníaco, yo más que nadie se lo temperamental que es, ¿Siquiera sabes que es lo que ha hecho que termine siendo quien soy ahora mismo?
La rubia simplemente se le quedo viendo fijamente—…Puedes despreciarme si quieres, no me importa realmente, pero no me importa quien eres, solamente el peligro que puedes ser para mi hija.
Un bufido vino de parte del pequeño—Oh si, claro, claro, no saber nada de quién o qué es a lo que te enfrentas en lo absoluto, solamente que lo debes de odiar, eso es en verdad un razonamiento tan malo que dudo que venga de alguien tan inteligente como tu— menciono el pelirrojo con una expresión cansada en su cara—…Conocí a mi padre cuando tenía nueve años, había perdido a todos y a todo lo que alguna vez me importo, solamente esperaba el momento en que muriera de una vez, él me acogió, me sano y me volvió quien soy hoy en día. Y sin embargo aquí estás, preocupada de que cualquier cosa con energía cósmica les ataque.
—Lamento en verdad si tú vida no hace que se me salten las lágrimas— declaró la rubia antes de morderse la lengua, sintiendo que estaba siendo tal vez demasiado… irreverente con su forma de actuar—. Pero lo que hayas pasado no significa que no vayas a hacer algo así en contra de Mikane alguna vez, incluso lo contrario, alguien nacido y criado en la agresividad solamente vivirá siendo agresivo.
—…Yo entiendo demasiado bien lo que se siente ver morir a otros enfrente de ti completamente impotente de hacer algo para ayudarles, solamente ver tus manos manchadas con su sangre— indico el pelirrojo al tiempo que fruncía la cara ante un recuerdo particularmente desagradable vino a su memoria—. Yo jamás he disfrutado pelear en contra de nadie… todo el poder que tengo ha sido por el sacrificio de cosas importantes para mi, podría haberte matado en nuestra primera pelea pero no lo hice, ustedes dos me atacaron de la nada y me llevaron de regreso al lugar que más odio en el mundo, sin embargo, no lo hice. Toda persona que yo mato es sacada del ciclo de reencarnación, y es enviada directo al Naraka, podría haber enviado tu alma al tormento eterno, pero no hay manera en la que matará a una madre que quería proteger a su hija.
—…— Yukari se quedó callada ante las palabras del Okami, no tenía ninguna idea de cómo responder a eso en lo más mínimo.
Con una expresión cansada, el Ojiamarillo bajo los brazos y la cabeza—….Me rindo.
—¿Disculpa?
—Trate todo esto de ir del modo pacífico, ser amable y mostrar que no tengo nada en contra de ustedes, sin embargo lo que tengo de regreso es literalmente ser pateado por ser quien soy, por algo de lo que me enorgulleceré hasta el final de mis días, yo simplemente me rindo, no vas a cambiar de opinión no importa lo que haga, y no soy un perro faldero para estar tratando de que le lancen el más mínimo hueso. Lo que sea que pase de ahora en adelante, que tú hija decida aceptar estar de mi lado o que simplemente se vaya de este mundo, simplemente voy a respetar si decisión y seguir con mi vida.
El pelirrojo hablo con un tono cansado, al tiempo que caminaba de regreso al festival con una expresión que simplemente se notaba lo cansado y molesto que estaba por toda la discusión.
Su actitud había cambiado bastante, no solamente su apariencia, tenía menos de ese brillo de humanidad en sus ojos y más del espíritu de un demonio en estos, la tranquilidad que él normalmente tenía siempre que actuaba ahora estaba cambiada por la de un niño demoníaco, no descontrolado, pero sin duda mucho más anomalístico que antes.
Ella suspiró y le siguió, quería por lo menos ver qué su hija estaba bien.
Luego parpadeo cuando vio como está se encontraba en una competencia de bebidas con una niña de cabello violeta, en la que ambas estaban bebiendo de un barril bastante grande, con el pelinegro que reconoció como el hermano de Okami haciendo de referí entre las dos que no paraban de beber.
Su hija perdió, incluso aunque la pequeña pelimorada tuviera la mitad de su masa corporal, ella podía sentir el surgimiento de un poder enorme en ella… y en todos los presentes.
Yukari parpadeo al sentir a todos los presentes, todos mantenían cualquier nivel de energía que normalmente sería suficiente para causar infartos en humanos lo suficientemente bajo como para actuar con absoluta normalidad… no, dejando eso de lado, la imagen surrealista de seres tan poderosos haciendo cosas tan mundanas…
¿Esa Kitsune estaba haciendo una danza de animales con sus colas siendo cuerpos separados?
El pelirrojo se rascó la nuca un poco—¿Recuerdas como dije que hice una nación demoniaca? Bueno, este es el resultado— comento al tiempo que veía a la medio ebria Mikane sonriendo y riendo junto a Chizuru, una rubia que no conocía y un gigante demonio que tenía el aspecto de algún tipo de toro, los tres estaban bebiendo como si fueran amigos de toda la vida.
Una sonrisa y un sonrojo se formó en su cara al ver a su hija tan feliz, no recordaba la última vez que la había visto tan relajada fuera del trabajo, aunque técnicamente esa era una misión en la que estaban tratando de entablar buenas relaciones, parecía que se lo estaba tomando mucho más a pecho en ese sentido.
—¿Mamá? ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Yo puedo cuidarme sola como para que me sigas vigilando!— todavía medio alcoholizada, ella renegó apenas le vio con sus dos compañeras crispándose al notar que estaba allí.
La sonrisa y expresión alegre en la cara de Yukari solamente fue extendida aún más respecto a escuchar eso venir de su hija.
Ahhh, como extrañaba cuando ella se ponía quejosa y me regañaba, es un regalo volver a verla así. Pensó ella encantada, haciendo que Naruto diera un par de pasos lejos de ella, para seguidamente ir a pedir algo de vino hecho con miel y frutas demoniacas, relamiendo sus labios antes de que le diera un gran sorbo a la jarra de vino y dejara un buen número de monedas enfrente del mostrador de dicha tienda.
Naruto podía beber gustoso recordando bastantes cosas respecto a su pasado en el Makai, los demonios eran lo que eran, seres del infierno hechos para ser monstruos que se alimentaban del sufrimiento de las demás personas, por lo que tampoco es como que tuvieran una sociedad particularmente avanzada.
Así que Naruto uso mucho de lo que había estudiado con su padre para empezar a erigir una nación desde los cimientos literales, infraestructura, economía, poder militar, literalmente esas y otras cosas habían generado un incremento tan considerable de como funcionaban los demonios que los dioses habían tenido que enviar a Susanoo para ser capaces de manejar el crecimiento desmedido de su nación.
Eso y que el tiempo en el infierno funcionaba de manera demasiado compleja y confusa, podría irse y habrían pasado millones de años, o podrían haber pasado un par de días, la diferencia era demasiada.
Le gustaría que Morrigan y Albedo estuvieran allí, pero… bueno, ellas habían querido ser recargadas así que iban a estar fuera de comisión otro poco, por lo menos no tendría que hacerlo en un buen tiempo, suponía.
Ahhh, en verdad que debo de dejar de recordar el pasado, no es bueno beber y ponerme nostálgico. Pensó Naruto al tiempo que miraba a la nada por largos momentos, sintiendo de repente como alguien caminaba hasta ponerse a su lado.
Después de usar su control de fronteras en su hija, la pelinegra ahora estaba viendo al pelirrojo con curiosidad y sin nada de ebriedad de su parte—Esa es una expresión bastante sombría la que tienes allí, y mira que soy yo hablando de sombras.
Una sonrisa se formó en la cara del Okami antes de soltar runa risa leve ante lo que ella le acaba de decir—Esa fue una broma terrible— murmuró al tiempo que ella simplemente le frotaba la cabeza.
—Tal vez, pero funcionó en alegrarte, si vamos a ser socios supongo que no está de mal apoyarse el uno con el otro.
—Dices eso y estás poniendo tu codo sobre mi cabeza.
—¡Acabo de decir apoyarnos!— renegó ella nuevamente antes de que los dos empezarán a reírse por ello.
—Probablemente suene raro decir esto, pero… te extrañe chica sombría— dijo el pelirrojo extendiendo su puño hacía la Oshimura.
Está choco el puño con el pelirrojo levemente—Eh, no hay nada amable que puedas decir que no suene mal cuando te vez tan pequeño— le dijo antes de rascarse la mejilla y mirar a otro lado—. Y bueno… igual supongo.
—Que suave eres con tus palabras, como papel de lija— comento el Okami con gracia.
—Oh, cállate.
Para los que querían una versión de Naruto y Mikane viviendo sus vidas del tipo wholesome xd
Omake 1
La historia de una chica sombría y un demonio carmesí
Mikane Oshimura no estaba segura de cómo las cosas habían terminado de la manera en la que ella se daba cuenta que habían acabado hasta ahora.
Primero estaba que un día había despertado con lo que solamente podría llamar extraños tatuajes demoniacos rojos en una de sus manos, separados en tres secciones diferentes.
Confundida, fue con la persona con más conocimientos que tenía a su alcance, su madre.
Sin embargo, ella le explicó otro problema, los tatuajes en su mano eran llamados sellos de comando, una especie de mandato para algo llamado la guerra del grial, un evento hecho por humanos bastante cerca de Gensokyo, y que aquellos elegidos por el grial peleaban entre ellos invocando a guerreros del pasado llamados Servants por algo llamado el Santo Grial, que era capaz de otorgar a alguien cualquier deseo.
Mikane no estaba demasiado interesada.
No quería un objeto mágico otorgandole las cosas que podría ganarse igualmente con su propio esfuerzo, y no es como que ella tuviera algo que desear en primer lugar.
Reviso con algunos de sus conocidos si era posible no asistir a dicha guerra, pero aparentemente los sellos no podrían ser destruidos, solamente podían ser transferidos y gastados, lo cual parecía no ser algo que pudiera hacer sin algo a lo que ordenar, y no había a nadie al alcance que simplemente pudiera agarrar, ponerle los sellos y luego patearlo de regreso a dónde estaba.
Podría, pero eso sería un tanto cruel.
Sin mencionar que ella no era exactamente débil para perder contra unos humanos y fantasmas del pasado, pero los llamados Servants tenían aparentemente algunas habilidades que le podían ser problemáticas, así que simplemente pensó en hacer el ritual completo y ver su oportunidad en la guerra.
Y allí empezaban los problemas de su vida.
—Hey, Master, te traje el bento que olvidaste, tal vez eso hará que dejes ese ceño fruncido de una vez, se que eres una Yokai y que no va a envejecer en mucho tiempo, pero vamos, te vas a ver cómo una anciana en un par de meses poniendo tantas arrugas en tu cara.
Apareciendo de la nada, un pelirrojo de ojos azules con pantalones negros y una camisa blanca holgada estaba dejando una caja de bento sobre su escritorio, haciendo que su dolor de cabeza solamente incrementará.
—…Rojo, te dije que no lo necesito, comí suficiente ayer como para no tener que perder el tiempo almorzando— comento la pelinegra frontandose la frente en un intento de calmar su molestia.
El universo, sin embargo, estaba en su contra ese día, por lo que su estómago gruño mientras el pelirrojo enfrente suyo le miraba ligeramente divertido y le guiñaba el ojo de forma juguetona antes de empujar un poco más el bento hacia ella—Si quieres más solo dilo y te estaré escuchando, eres quien más me gusta que disfrute de mi comida— le dijo en un tono suave, que haría a cualquier otra mujer sonrojarse y empezar a tartamudear.
Sin embargo, con quién hablaba era Mikane Oshimura, quien agarro la engrapadora más cercana y se la lanzó al pelirrojo, quien ya había desaparecido para cuando la lanzó.
Rojo o Rouge era quién había sido invocado como su Servant hace una bastante cantidad de tiempo, un ser desconocido pero sumamente poderoso, al cual ella no quería tener nada que ver ya que bien podría tener sus propios planes para el grial, por lo que ella solamente le había dado la orden de "Gana la guerra y luego no uses tu fuerza para herir a nadie en Gensokyo"
Rouge volvió alrededor de una hora después con las cabezas de los otros masters, una llave de color dorada, varias armas azules, plateadas y de diferentes colores y fomas, una especie de nave voladora dorada y verde, muchas pero muchas armas más, y una enorme cantidad de libros.
Rouge había matado a la competencia, lo que normalmente eran 7 Servants entre ellos, se había vuelto una guerra genuina entre 48 Servants del más alto nivel, lo cual incluía al Rey de los héroes Gilgamesh, el héroe griego Heracles en su forma de arquero, una enorme cantidad de héroes de la india, Abe no Seimei, una versión Ruler del Rey Arturo Pendragon, una versión Avenger de Mordred Pendragon, lo que carajos fuera un Hassan que usaba algo llamado Zabaniyas, de alguna manera una cosa llamado Type fue invocada en la tierra y su Servant había matado todo eso junto a sus Servants en menos de una hora porque aparentemente se había perdido de regreso
Se había encargado de toda una guerra el solo y simplemente le miro con una sonrisa en su cara y le pregunto si podía hacer otra cosa para ella.
Mikane, siendo ella, se quedó congelada un rato mientras seguía discutiendo con los oficiales de Alicorn respecto a encontrar más información de los Masters en la guerra.
Rouge simplemente se quedó esperando su veredicto, y ella le dijo que se podría quedar con el hecho de que recordara su primera orden, acerca de no usar su fuerza para nada en Gensokyo.
Ella podría haber lidiado con que él se aburriera y se fuera, que fuera el problema de alguien más, también cabía la posibilidad de que se indignara y le atacará, en cuyo caso, ella no sabía si podría pelear en su contra, pero literalmente tenía tres cuchillos al cuello en la forma de sus sellos de comando.
Sin embargo, no supo lidiar cuando el pelirrojo simplemente se encogió de hombros y camino hasta ponerse a su lado para luego caminar a su casa.
Al día siguiente, Rouge estaba haciéndole el desayuno más delicioso que ella jamás aceptaría en su vida.
Un ser así de poderoso había aparecido en su vida con el simple deseo de hacer lo que ella dijera, mientras que una persona normal estaría extasiada por el poder que tenían a su alcance, Mikane tenía mas problemas que beneficios con el pelirrojo a su lado.
Primero estaba el detalle principal de que Rouge era el ser más poderoso que ella había conocido en su vida, incluso más que su madre, por lo cual, no es como que estuviera calmada con alguien que podría borrar el lugar donde vivía con un pensamiento.
Él lo sabía, sabía que no estaba cómoda con alguien así de poderoso, así que simplemente mantenía su distancia mientras mantenía su actitud tan calmada.
Luego estaba el hecho de que no quería a alguien que ni siquiera conocía y cuyo nombre entero era aparentemente "rojo" simplemente haciendo todo por ella, mientras que era poderoso, no era alguien en quien ella sintiera que podía confiar, así que tanto poder se iba al caño cuando no podía usarlo
Y finalmente… No creía que iba a decir lo siguiente pero su vida amorosa tenía un enorme y rojo problema.
Varios de los chicos que conocía se sentían intimidados por el pelirrojo, lo cual, si bien ella no era exactamente alguien que buscará atención masculina, significaba tenerlos nerviosos cada vez que estaba cerca y que igualmente tendrían algo de miedo de "intentar" algo con ella.
Intento ver si era que el pelirrojo los amenazaba o algo, pero no, para ser alguien que se denominaba a si mismo un demonio del más profundo infierno, era un tipo bastante amigable con los que le rodeaban.
Lo cual le recordó que era un demonio del que hablaba cuando ella vocalizo sus molestias con él, y en respuesta, Rouge simplemente se le quedo mirando con la más calmada expresión que ella veía en cualquier persona.
—Si te está molestando mi estancia aquí, puedes usar esos sellos que tienes en las manos en cualquier momento, incluso si tú no me puedes matar, puedes hacer que me mate a mi mismo, no te tendrías que manchar las manos o perder energía haciéndolo.
Él llevaba casi un año viviendo con ella cuando le dijo eso.
La calma en la que dijo que solamente por molestarla ella bien podría hacer que él se suicidará, habían hecho que le viera diferente desde entonces.
Aparentemente, según él, los demonios de su nivel eran capaces de revivir una vez eran destruidos, simplemente volviendo al Makai mismo y reformandose de energía pura.
El pelirrojo, si bien era molesto para ella, no era suficiente como para que deseada matarlo por ello.
Y estaba el detalle de que podría soltar comentarios bastante molestos, pero jamás mentía al decir algo, siempre actuaba increíblemente amable con ella y los demás, era bastante respetuoso y dejando de lado cualquier cosa, parecía confiar bastante en ella y en sus órdenes.
Si bien no era mucho de pensar en ello, admitiría en parte que el pelirrojo era atractivo, si nada, tal vez un poco demasiado cariñoso a veces, pero más allá de eso, era… Alguien bueno.
Y tal vez que cocinaba extremadamente delicioso le añadía puntos.
Sin embargo, ella también tenía sus problemas respecto a él, como el hecho de que supuestamente el demonio rojo no sabía quien era más allá del nombre "Rouge" y… Bueno, tal vez estaba escavando donde no debería.
Miro a su escritorio en dónde justo debajo del bento estaba un documento que tenía una palabra escrita en ello.
"Primordial"
Sin embargo, ya que ya estaba metida profundamente, escarbar otro poco no estaba de más.
