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Capitulo 36
Infección del Caos
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—Así que…— empezó a preguntar Mikane—. ¿Qué pasará ahora?
Después de una noche en la que bien se podría llamar una fiesta, los únicos dos despiertos en esos momentos eran el pequeño pelirrojo, y la pelinegra, los dos se habían divertido bastante en la noche, pero actualmente simplemente se encontraban acostados en el pasto viendo el cielo estrellado.
—¿A qué te refieres?— le pregunto el Okami alzando una ceja ligeramente curioso ante sus palabras.
—Yo… vamos a decir que te considero un amigo ahora… con todo lo que ha pasado siento que simplemente estaría siendo demasiado tosca contigo como para tratar de alejarte, pero… ¿Qué se supone que quieres lograr con esto? Digo, tu compañía parece ser bastante capaz por sí misma como para que necesites de Alicorn, así que… ¿Qué es lo que realmente quieres lograr una vez que ASER y Alicorn formen una alianza?— le pregunto ella viendo fijamente al pequeño de cabello rojo.
Este se rascó la oreja levemente, pensativo—Bueno… ¿Cómo crees tú exactamente que serán las cosas al futuro?
Esa respuesta hizo a Mikane quedarse callada, no sabiendo que decir de una ante algo así—Bueno… no lo había pensado tan a detalle supongo. Continuar con las cosas como se mantienen hasta ahora, supongo.
El pelirrojo simplemente se le quedo viendo con la mejilla apoyada en la palma—Bueno, Te contaré un secreto que probablemente la mayoría sabe pero nadie se atreve a decir. No hay particularmente algo glorioso en la muerte— comento el Okami, haciendo que la Oshimura se le quedará callada viéndolo—. Tampoco hay algo particularmente glorioso en vivir, en cualquiera de los dos casos, una vez que mueres, todo lo que eras se va contigo. Morir en combate, morir de vejez, morir por una enfermedad, cualquier tipo de muerte es la misma, aceptarla no te vuelve alguien mejor o peor, simplemente aceptas ver cómo se mueven los engranajes.
—…Esto… se torno demasiado tétrico de repente, ¿No crees?
El pelirrojo se rascó la nuca, con algo de pena—Si, tal vez si, pero a lo que me refiero es a otra cosa. No hay particularmente nada destacable a morir peleando, el conflicto es el estado natural de las personas, pero también lo es cazar animales con palos y piedras, y sin embargo ya no lo hacen— indico el Ojiazul—. Lo que trato de decir es que a veces vivir una vida tranquila es algo mucho más valioso que simplemente continuar en guerra contra todos.
Mikane parpadeo ante esas palabras para luego mirar al cielo estrellado encima de ellos—¿Vivir una vida tranquila, eh? Simplemente el dársela a lo que te rodea para tu también tenerlo…
El pequeño pelirrojo se le quedo viendo con una sonrisa interesada al tiempo que los ojos morados de Mikane brillaban en las estrellas, pero aún así ella frunció el ceño—¿Qué?
—Nada, es solo que también quería decir que a veces, tener a la persona correcta para pasar esa vida tranquila ayuda bastante— comento el Okami con una pequeña sonrisa, haciendo que la pelinegra se le quedará viendo fijamente.
Ella luego bufo y miro a otro lado, antes de que su brazo se extendiera y agarrara al Okami del cuello—¿Quién te dijo que siendo tan pequeño puedes decir frases de casanova?—le pregunto ella con sorna restregando su puño en la cabeza del pelirrojo.
—¡Hey!— se quejo el Okami con una risa, que fue contagiada a la pelinegra.
Después de un rato, a Mikane no le importaba tener al Okami encima suyo, los dos viendo las estrellas en un silencio tenue, y pensando en las palabras que él le acababa de decir, sin notar como sus dedos acariciaban la cabeza del Okami—...Vivir una vida tranquila con la persona correcta…
Escucho una voz tenue débil salir del Okami que había terminado acostado a un lado suyo, medio dormido, pero aún capaz de hablar con claridad.
—¿No tienes miedo?... Tener tantas cosas importantes rodeandote …Tengo miedo… Las cosas importantes son siempre tan pequeñas y frágiles… Estoy seguro que te sentirás así de mal …y cuando llegue ese momento, no serás la misma que eres ahora.
Mikane se crispo ante su voz y se levantó para verle, notando como no siquiera tenía los ojos abiertos, sus siguientes palabras ni siquiera sonaban entendibles.
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La siguiente vez que Naruto abrió los ojos, parpadeo repetidamente al procesar la apariencia del lugar, un enorme prado de color verde, con una mesa pequeña debajo de un árbol de hojas de color amarillo, y allí se encontraba una persona.
Naruto sintió el aire irse de sus pulmones simplemente por la visión de ese hombre enfrente suyo.
Camino de manera apresurada hacía allí sintiendo una presión enorme en su pecho con cada paso, antes de ser recibido con una sonrisa de parte de un hombre de cabello azul y ojos dorados, haciendo que guardara silencio ante la expresión de su padre, calmada como siempre lo había estado.
—Hey— saludo Izanagi relajadamente—. Te vez… rejuvenecido, como en, más de la cuenta.
Una sonrisa se formó en la cara de Naruto antes de caminar hacia el dios que le había adoptado y darle un abrazo—Ni siquiera me importa que hagas malas bromas ahora mismo…. No sabes cómo te he extrañado, tu maldito padre irresponsable.
Una sonrisa igualmente de grande se formó en la cara de Izanagi al tiempo que devolvía el abrazo de su hijo—Huh, curioso, estamos hablando mientras duermes, pero sigues estando bastante cansado incluso aquí— comento el peliazul acariciando suavemente la cabeza de Naruto un par de veces mientras esté se separaba para limpiar sus ojos.
—Han pasado muchas cosas— dijo el pelirrojo sentándose enfrente de su padre—. Te las contaría pero ya sabes cuáles son, de todas maneras, no esperaba que me hablaras en mis sueños, la última vez que lo hiciste fue cuando era…
—Justo como eres ahora, lo sentí apropiado— comento el Dios de Dioses al tiempo que el pelirrojo se quedaba viendo a la nada por largos momentos.
—Ya sabes lo que te voy a preguntar, he tratado de mantener un perfil bajo desde que llegué de regreso aquí, pero desde entonces solamente he tenido problema más problema encima, yo… no estoy seguro de que vaya a acabar bien tratar de mantenerme siendo sutil.
—Eso no suena a algo de lo que intentes pedir permiso de mi para hacer, suena más como algo que no quieres hacer, así que estás buscando un concejo de alguien que literalmente tiene todas las respuestas— indico Izanagi haciendo que el pelirrojo guardara silencio—. Bueno, si quieres mi opinión al respecto, haz lo que decidas correcto, entre todos los seres a lo largo de la creación, el Chakravartin es aquel que es completamente libre de elegir— indico el dios de dioses haciendo que el pequeño se quedará callado.
Naruto se mordió el labio.
Jamás había querido pelear o herir a otra persona alguna vez en su vida, pero era diferente no querer que no poder hacerlo, había deseado simplemente vivir en paz con personas que amaba y apreciaba pero allí estaba el asunto, si simplemente fuera atacado por algo que les superaba en fuerza y su intervención podría haber ayudado, Naruto no tenía ningún problema en usar su fuerza para ello.
Fuerza sin ningún tipo de ideal era salvajismo.
Ideales sin ningún tipo de fuerza eran sueños infantiles.
En cualquiera de los dos casos, el pelirrojo había crecido viendo los distintos puntos de vista de los seres que le rodeaban, dioses, humanos y demonios, había visto que aún con esos nombres, no todo era blanco y negro.
—Si te hace sentir mejor puedo arreglar tu mayor problema ahora mismo— declaró Izanagi alzando una mano y moviendo los dedos en un ademan como si fuera magia lo que hiciera.
—Me ayudaría a sentir mejor— murmuró al tiempo que sin saber cómo, estaba enfrente de Izanagi y la mano de este sobre su cabeza, Naruto sintiendo como una onda de aire era expulsada alrededor de su cuerpo.
El peliazul luego simplemente le sonrió—Listo, cuando despiertes deberías estar como nuevo, así que… bueno, ¿Algo más de lo que quieras hablar?— pregunto con curiosidad Izanagi.
—Ya sabes lo que voy a preguntar— comentó el pelirrojo.
—…Las personas que te rodean van a pasar muchas cosas— menciono el peliazul serenamente, al tiempo que cerraba los ojos y sonreía—. El como logren confrontarlas depende de ti, pero en su mayoría de ellos, así que no te creas lo de poner todo sobre tus hombros.
Naruto se quedó callado antes de ver a Izanagi levantarse y caminar hacia él.
Los ojos de Naruto se abrieron cuando su padre le jalo a un abrazo.
—Se que a veces piensas que creo que eres como una arma o una herramienta para mí, pero créeme, sobre todas las cosas… eres mi hijo— le dijo haciendo que el Ojiazul sintiera un nudo en la garganta y extendiera sus brazos.
Le abrazo suavemente, sus pequeños brazos apenas y podían pasar alrededor de su espalda.
—Yo también te quiero papá— murmuró apretando un poco más el abrazo.
—…tu y esa yokai de las sombras si que van a tener una relación complicada— comento al aire Izanagi, antes de que todo se volviera negro.
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El siguiente momento en que despertó, Naruto se sentía como si hubiera vuelto a nacer.
Un poco literalmente, sintió como su conexión con la energía cósmica que había sido cortada hasta esos momentos volvía hacía él, se sentía como haber estado ciego, sordo y mudo completamente, sus sentidos afinándose al regreso de sus otras habilidades.
Una sonrisa agradecida con su padre vino de su parte al tiempo que el Okami se levantaba.
Dicha sonrisa se esfumó cuando vio que todo seguía del mismo tamaño para él.
—No, no, no.
Murmuró al tiempo que se veía a si mismo y se pasaba manos por la cara y cabeza constantemente.
—Nonono.
Luego cerró los ojos e hizo un sello de mano de repente, sintiendo como su Chakra y energía cósmica simplemente… era bloqueados.
—¡HIJO DE PUTA!— Mikane quien simplemente había decidido dormir en un árbol cercano, se agitó como un gato al escuchar el grito de Naruto quien parecía estar en medio de un berrinche.
Más que berrinche parecía estar lamentándose.
La pelinegra se crispo el momento en el que Naruto se giró y mostró su cara, más en particular… sus ojos.
Eran de color morado, con una flor de color negro alrededor de la pupila.
Eran similares a los de Susanoo, pero había algo completamente diferente en esos ojos. Los ojos de la diosa de la tormenta eran fríos, llenos de arrogancia, y desprecio, eran los ojos de un ser que estaba disgustado con lo que veía, un ser demasiado por encima de todas las cosas.
Los ojos enfrente de ella brillaban de una manera que solamente hacía resaltar más el hecho de que parecía querer llorar.
Mikane se encontró tomada con la guardia baja ante la cara con puchero del pelirrojo, quien simplemente apretaba sus manos con enojo apenas controlado—Lo siento si… te desperté… por un momento olvide con quién estaba hablando— murmuró, su voz quebradiza simbolizaba lo muy frustrado que se sentía.
El Okami suspiró al tiempo que la Oshimura simplemente miraba a los lados, y con algo de duda se acercaba a él—¿Estás… estás bien?
—Me encontré con mi padre hace poco, así que no, no lo estoy— murmuró él Ojimorado al tiempo que se sentía completamente desanimado—. Me regreso a como estaba antes de que la lanza me dejara así, pero me bloqueó el verme de regreso a como antes— dijo él pequeño pelirrojo yendo a la pared más cercana y aguantando las ganas de llorar.
—Eso es… curioso, no sentí nada de energía cósmica viniendo de ti incluso ahora— comento Mikane algo curiosa.
Si bien, no creía que iba a olvidar el hecho de que Naruto era perteneciente a la raza que ella más cuidado tenía de lidiar, el pelirrojo se había ganado suficiente confianza como para por lo menos querer saber cómo estaba.
—Normalmente no se puede sentir la energía cósmica, tienes que tener sentidos aún más agudizados que los de un sabio, solo que yo le… añado puntos a la parte de camuflaje— comento el Okami bajando los brazos—…Es irónico, todo lo que puedo hacer y no puedo cambiar el verme como un niño.
—No te vez tan mal— le recalcó ella, tratando de hacerle sentir mejor.
Naruto se le quedo viendo fijamente ante eso, para seguidamente dar un par de pasos lejos de ella.
—No me refería a de ese tipo de verte bien, no soy shotacona— comento la pelinegra defendiéndose a sí misma.
—…Y con eso, ya eres diferente de 90% de las mujeres que conozco— termino el pelirrojo hundiendo la cabeza en el suelo.
—¡Rouge-sama, sentimos energía cósmica aquí! ¿¡Dónde está!?— el grito de Testarrosa vino con casi todo el grupo de seres del Makai destrozó la casa más cercana y corrieron para socorrer al pelirrojo.
—¡Mierda no!— grito el pelirrojo siendo cargado contra su voluntad.
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Teniendo acceso a todo lo que tenía normalmente había ayudado a aliviar el desgano absoluto que sentía hace unos momentos, el pelirrojo si bien probablemente no había nadie en el mundo que tuviera el nivel de habilidades y poder en bruto que el pelirrojo tenía, una vez que se trataba de sus habilidades dadas por la energía cósmica, era un asunto completamente diferente.
El Noryokugan era la habilidad suprema que solo aquellos de la sangre de Izanagi eran poseedores.
El asunto radicaba que Izanagi había tenido una cantidad tan enorme de hijos que Naruto para todo lo que importaba se encontraban repartidos por todas las dimensiones como para compararlos. Tan solo contando los que conocía, había alrededor de 7 variantes y cada variante con 10 fases para un total de 70 fases diferentes. Excluyendo las variantes y fases que se sellaron o se perdieron con el paso del tiempo, las cuales eran muchas más de las que Naruto podía contar.
En ese caso, Naruto tenía a su alcance una de las formas más poderosas del Noryokugan, el Aida Kodona Noryokugan (Ojo de Habilidad Avanzada Extendida), el pelirrojo no había usado ninguna habilidad de sus ojos desde su pelea con Mikane y su madre, ella había sido la única que le había llevado hasta el límite de usarlo.
Cuando tuvo acceso de regreso a sus habilidades, lo primero que hizo fue… usar la visión telescópica que le daban para ver desde la distancia cosas.
250 kilómetros como base para ser más exactos. Estando en una ciudad vecina, ver cómo estaban las cosas en Konoha era relativamente sencillo, usar el movimiento cuántico para ir allí siendo aún más fácil que antes al tiempo que iba de regreso a su hogar.
Estaba recibiendo bastantes miradas de nuevo, con susurros detrás de su espalda al tiempo que simplemente había decidido ir a comprar algunas cosas para preparar comida y esperaba no tener que salir en mucho tiempo, los eventos de los últimos días habían hecho que Naruto se sintiera… sinceramente no en el mejor humor que había estado en toda su vida, estaba apenas unos escalones por encima de cuando era un niño en la aldea… antes de su situación actual, y eran activamente más agresivos con él por el perjuicio a los que habían sido afectados por el zorro, volviéndose más agresivos después de la muerte de su abuelo.
No había sido uno de los momentos más gloriosos de su vida, pero dejando el estrés que había pasado para que todas esas cosas sucedieran… Naruto estaba dispuesto a dejar eso de lado, las cosas no se podían poner peor a como estaban actualmente, la única afirma de volverlo peor sería que los demonios invocados de repente invadieron Konoha en su nombre.
Y no, no estaba llamando a la mala suerte, se había asegurado de qué se mantuvieran reclusos donde los había invocado de antemano. Un montón de seres sobrenaturales cada uno con habilidades y poderes de nivel de un Kage bajo el mismo mando era suficientemente peligrosa para dejarles andar libres, y esos eran los demonios de nivel normal que estaban allí, ni hablar de las otras Primordiales que iban a estar sin duda no tomando nada bien la animosidad que le estaban mostrando en la aldea.
No es como que Naruto le importará, pero realmente quería causar la menor cantidad de daño posible, atraer la menor cantidad de atención que se pusiera, lo cual era algo difícil cuando era un pelirrojo con una fuerza por encima de la de cualquier otro en el mundo. Pero no es como eso le dejara extenso de enemigos.
Por encima de todas las cosas, suponía que lo que quería más que nada era… simplemente quería vivir su vida tranquilamente, no le importaba para nada los lujos, o el placer físico, simplemente… quería algo que no estaba del todo seguro de lo que era.
¿Qué es lo que quería?
—¿Cuál es mi nombre?
Si bien hasta que regreso a la aldea de la hoja es que estaba enterado a todo lo que había pasado con su familia, realmente él Okami era capaz de recordar todos los momentos de toda su vida, por como estaba compuesto su cerebro ahora que era algo mucho más que un humano normal, podía recordar incluso los momentos en donde había llegado a ese mundo.
Había sido raptado del lado de su familia por parte de alguien que llevaba una máscara, que luego simplemente le dejo en la intemperie absoluta, luego empezaban los recuerdos que tenía de su vida.
La mujer que le había criado por una gran parte de su niñez había sido una prostituta del barrio rojo, no había algo tal como una honradez entre los pobres o algo de inocencia en el lugar más podrido en la aldea, quería suponer que la mujer había tenido un atisbo de piedad y amor en su corazón por él, lo suficiente como para no simplemente mandarlo al mercado negro donde venderían hasta el último hueso de él apenas fuera útil.
Naruto no la recordaba con amor u odio en particular, ella era una mujer que no le importaba que el pequeño de dos años estuviera enfrente mientras trabajaba, pero que si su cliente era molestado por eso, simplemente le golpearía hasta sacarlo, Naruto recordaba a los que vio como monstruos antes, probablemente el proxeneta dueño del área en dónde ella trabajaba, y tal vez algunos de sus clientes más agresivos, agarrándole del cuello y golpeándole.
Era siempre lo mismo.
Llorar, gimotear, gritar, nada ayudaría, así que con el tiempo simplemente dejo de hacerlo.
Siempre era lo mismo.
Era algo inútil hacerlo, así que para cuando cumplió los cuatro años, había aprendido a dejar de llorar, había aprendido a dejar de importarle, no es como si su quijada doliendo por semanas cambiaría algo.
—¿Quieres Ramen?— le pregunto suavemente a la mujer que le había criado desde que tenía memoria, había pocos alimentos en la cocina, y aún así tenía desde esa edad la dedicación y cuidado suficiente como para preparar comida para los dos.
No es como que hubiera nada más, había una cocina, un bombillo de luz, una manta en dónde dormían debajo juntos, y un gato que fue su primer amigo real.
Y nada más.
Ese día ella había tenido un mal día, cuando un cliente bastante desagradable había venido, casi la había hecho vomitar, la había golpeado, la había insultado, la había dejado llorando en posición fetal tirándole el dinero encima.
Así que cuando el pequeño sin nombre tuvo la taza rota contra su cara, no reaccionó cuando la sangre empezó a caer de su cara junto a la sopa, apenas tibia por la falta de gas de algún tipo.
Se puso a limpiar el piso pocos momentos después, su cuerpo se sacudió apenas ligeramente mientras sacaba los trozos de porcelana pequeños en su cara llena de moretones, y empezó a comer después de recoger los fideos que habían caído al suelo.
Normalmente solamente recibos ese tipo de respuesta cuando le preguntaba a ella cuál era su nombre.
Todos parecían tener nombres, todos excepto él, incluso el nombre de aquel que la hizo ponerse así en esos momentos, se llamaba Mizu…. Algo así.
Pero siempre le dejaban como había estado la mayor parte de su vida, en la oscuridad.
Recordaba que habían un par de luces en esa oscuridad, un hombre que siempre iba de compras cerca de allí y le daba algo de comer, un hombre anciano que le había enseñado como cuidarse de las partes más peligrosas de la aldea, una joven que llevaba una bandana en su frente con un símbolo que no reconocía, y su amigo gato.
Esas luces se esfumaron con el tiempo.
Un día, en su quinto cumpleaños, había vuelto para encontrar el apartamento totalmente destruido, había marcas de lo que parecía un zorro muerto en las paredes, al mismo tiempo que lo más cercano que habían tenido a una madre estaba en el rincón, llorando, desnuda, magullada.
La expresión de Naruto no cambio cuando ella le vio con un odio prácticamente tangible y se le lanzó encima.
—¡Todo esto es tu culpa! ¡Si tan solo… si tan solo no hubieras nacido! ¡Si no fuera por ti no habría pasado nada de esto, maldito demonio!
Ella le había empezado a ahorcar.
La vio fijamente mientras su cuello empezaba a crujir en el agarre de ella.
La vio, cubierta en sangre, sudor, lágrimas, saliva, y muchos otros desagradables fluidos encima, viéndole como otros en la aldea le veían.
Viéndola así, con lo poco que podía hablar, le hizo la pregunta que quería saber desde que tuvo raciocinio de si mismo.
—¿Cuál… es… mi… nombre?
Ella se detuvo por alguna razón después de eso.
La vio temblar, la vio llorar, y luego, sintió los brazos de ella a su alrededor mientras se disculpaba.
Eso último dejo completamente confuso al pelirrojo, no sabiendo por qué ella le agarraba tan fuerte, haciendo que algo palpitara en su corazón ante la primer muestra afecto físico que había tenido en su vida, sentía un calor que no podía describir con nada.
Durmieron los dos juntos de nuevo esa noche, en dónde Naruto se quedó despierto hasta noche, no entendiendo lo que había pasado.
Al siguiente día, la vio colgando en el techo, con una cuerda alrededor del cuello.
Camino hacia ella, imitando en sus pies lo que ella había hecho el anterior día.
No podía sentir el mismo calor de antes.
El hombre que suponía era el jefe de la mujer que colgaba del techo había venido, con una herida en el vientre y sosteniendo un cuchillo en su estómago, viéndole fijamente, con una mirada furibunda.
Fue jalado del pelo, y golpeado contra el suelo repetidamente, normalmente no le golpeaba tan fuerte como para romperle la nariz y tirarle algunos dientes a menos que hiciera algo realmente malo.
Por ello, no sintió absolutamente nada al tiempo que sujetaba el cuchillo que tenía en el estómago, y lo movía de lado a lado, abriéndole el estómago en dos, cuando vio un rojo más brillante que el que tenía su cabello, el niño sin nombre no recordaba nada en lo más mínimo después de los días que pasó caminando fuera de allí.
El hombre que le regalaba cosas se había suicidado.
El anciano que le había enseñado a cuidarse había muerto por la edad.
La joven con la bandana había muerto en una misión en dónde su cuerpo había quedado completamente irreconocible ante cualquiera.
Aquel niño sin nombre miro fijamente a algo que no había notado apenas entró, y eso era el cuerpo de un gato sin cabeza puesto a unos cuantos metros en dónde estaba el apartamento.
—¿Así que… crees que sabes tu nombre ahora?
Naruto se encontraba sentado en medio de un edificio, viendo a la lejanía fijamente. Justo a su lado, estaba lo que solamente podría llamar un recuerdo de él, una sombra de quién era, un niño andrajoso incluso más pequeño que él actualmente.
Suponía que era una manifestación de los problemas mentales que tenía actualmente, su cerebro tratando de arreglar el tumulto emocional que estaba teniendo en esos momentos. Por lo tanto, no iba a ponerse a discutir consigo mismo, literalmente.
—Este ha sido el mayor tiempo que haz pasado sin ser capaz de usar energía cósmica, y tan seguidamente, ahora es un buen momento para pensar si es lo que te hace quien eres es eso. ¿Qué fue lo que dijo en aquella ocasión? ¿Eres el Chakravartin porque eres Naruto Okami? ¿O eres Naruto Okami porque eres el Chakravartin?
El pelirrojo no dijo nada al tiempo que se quedaba viendo al cielo de la mañana completamente azul, sin una sola nube a la vista.
—Supongo que eso no importa ahora, tanto tiempo que ha pasado desde la última vez que tuviste a personas cercanas que no fueran gente de tu propio nivel te hace recordar otras cosas, ¿No es así?— pregunto su versión de niño, con una voz más animada de la que él alguna vez tendría—. Ayudar a los débiles es cansado, no es como que tenga algún tipo de valor ayudarles ahora o en cien años, siempre es lo mismo, la injusta e interminable escalada de sufrimiento en la vida. Sin embargo, aquí estás, viviendo tu vida como si nada de eso hubiera pasado…
—…¿Recuerdas lo que pensábamos después de todo eso?— pregunto el Okami viendo a su versión del pasado.
—No te importaba morir, pero sin embargo seguías viviendo, ¿En la búsqueda de algo diferente tal vez? ¿Qué era lo que te decías a ti mismo en esos momentos?
—Recordaba como se había puesto aquel hombre al verla muerta a ella— declaró el Okami al aire recostándose en el edificio para ver el cielo sin necesidad de doblar el cuello—. Y recordaba como la gente estaba así de enojada conmigo por la muerte del Yondaime, porque lo recordaban como un héroe legendario, porque tuvo una gloriosa muerte. Así que, quería seguir viviendo, para tener una buena muerte.
El niño sin nombre le sonrió cuando se puso a hablar finalmente—Ambos sabemos que eso es un montón de mierda— declaró el pequeño con una sonrisa, el Okami se quedó quieto—. Cuando mueres, mueres solo tú. No hay nada de glorioso o lamentable en una muerte, así como tampoco lo hay en vivir una vida eterna, pero sin embargo, elegiste el segundo camino, porque no querías morir, querías conocer algo que te hiciera cambiar de opinión.
—…
—Por cierto, supongo que debería decir esto antes, pero… lo siento— arreglando su ropa, el pequeño pelirrojo se paró enfrente de la pelinegra que estaba apunto de irse.
—¿Y ahora porque te disculpas?
—…Siempre actuó como si fuera mejor de lo que piensas que son otros seres como yo— comento de repente el pelirrojo mirando hacia abajo, rememorando cómo fue la primera vez que conoció y hablo civilizadamente con la pelinegra—. Sin embargo, lo primero que te dije fue que literalmente estaba interesado en ti por mis propios motivos, por una búsqueda egoísta, No soy diferente de lo que pensabas y desconfiabas de mi… así que… por eso, lo siento… por eso.
—…Te disculpas por las cosas más confusas— le dijo ella al tiempo que se acuclillaba para ver cara a cara al Okami—. Bueno… ¿La encontraste?
—¿Hmmm?
—Esa luz que supuestamente buscabas— le recordó la Oshimura—. ¿La encontraste en algún lado?
El Okami sé giró hacia donde estaban sus compañeros demoníacos y su hermano arreglando todo o algunos todavía celebrando ellos mismos, su memoria fue a las personas que había conocido a lo largo de su viaje de regreso a su mundo natal—…Creo que la vi de nuevo, pero ahora estoy más confuso que antes respecto a eso— declaró al tiempo que sentía una mano en su hombro.
—Te lo dice alguien que a veces tiene el mismo problema… a veces esa luz está enfrente tuyo o a tu lado… y no te das cuenta.
Naruto se giró hacia atrás para ver cómo su hermano menor había aparecido allí, se paró al tiempo que camino hacia el pelinegro, quien le vio curioso antes de que el Okami hundiera la cara en su estómago y pasará sus brazos alrededor de él—¿Pasa algo?— pregunto el Ojirrojo curioso ante la muestra de cariño de su hermano, no exactamente imposible de ver, pero no lo miraba así desde que eran niños y estaba agotado de las muchas cosas que tenía que lidiar en su vida.
Su hermano era de las pocas personas en el mundo con las que simplemente podía relajarse, estar tranquilo.
—…Estoy cansado— murmuró en voz baja el Okami al tiempo que su hermano menor simplemente le devolvía el abrazo con una leve sonrisa.
—Para alguien con toda la energía del universo con él, sin duda te cansas bastante amenudo— bromeó el pelinegro para luego simplemente sujetar de los brazos al Okami y luego ponerlo sobre sus hombros con relativa facilidad, caminando de regreso a casa.
—…— el pelirrojo se quedó callado ante eso, haciendo al pelinegro suspirar.
—Supongo que no sería necesario que pregunte, pero… ¿Crees estar listo para lo que viene después de esto?— pregunto el Ojirrojo haciendo que el Okami se encogiera de hombros levemente.
—Nunca he estado listo para nada en mi vida, sin importar cuánto lo intente— comento el pelirrojo al tiempo que simplemente ponía el mentón sobre la cabeza de su hermano menor—. Simplemente voy a continuar haciendo las cosas que he hecho hasta ahora, incluso si significa que las tenga que hacer por el resto de la eternidad.
—¿Si sabes que no tienes que hacerlo todo solo, no? Eso es algo que a veces parece que se te olvida— declaró Meryo, al tiempo que Naruto prácticamente podía sentir sobre su hombro la sombra de su pasado asomando su cara con una sonrisa enorme, sus ojos brillando en un amarillo putrefacto con la pupila rasgada.
—Excepto que sabes que tendrás que hacerlo, tarde o temprano, esas luces que tanto amas, siempre van a apagarse una tras otra, siempre quedarás solo en la oscura entropía que es la vida, si es ahora o en cinco millones de años, ¿Cuál es la diferencia en quedarte solo?— Naruto vio a aquel recuerdo de su pasado, Issei no parecía ponerle atención, así que bien podría ser solamente su mente jugando consigo mismo.
Entonces, pensó el Okami al tiempo que simplemente inhalaba y dejaba que esos pensamientos se fueran de su mente. Supongo que solamente me queda seguir por el camino que decidí.
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—Muy bien, Cosmos, ¿Exactamente qué información haz conseguido referente al tipo que les había capturado a ti y a Akia?— le pregunto entonces el pelirrojo a la dron voladora que desde hace cierto tiempo había estado pidiendo tiempo a solas debido a que se encontraba analizando de manera detallada el rastro de diferentes cosas que tenían que ver con ellas dos.
Akia, encima de su cabeza, extendió algunos apéndices en dirección de unos papeles que Cosmos había dejado enfrente de la cama del Okami, ayudando a este leerlos, aunque realmente era para mostrarle lo que más le interesaba a ella.
—[Primero que nada, aparentemente tenía algunos contratos y negocios con alguien llamado Orochimaru de los Tres Sannin, según la base de datos que me diste, pude rastrear con ayuda de diferentes sensores un número de bases de operaciones bastante grande y, aún más que eso, pude encontrar con ayuda de Akia algo de información respecto a algunos objetivos respecto a lo que planea hacer al poco tiempo]— declaró Cosmos al tiempo que Naruto tomaba los papeles extendidos por Akia.
—Así que, descubrió algunas cosas respecto a ustedes y lo que planeaba era usar ingeniería inversa en Cosmos respecto a tu tecnología, y con Akia planeaba experimentar con la habilidad de consumo que su cuerpo entero tiene para mimetizarla en la copia de líneas de sangre— el pelirrojo se tomó el mentón ante eso, tomando otro papel dado por Akia—. Hmmm… bueno, lo otro que muestras, ya lo conozco, se que tenía algunos asuntos respecto con el país del viento.
—[¿A qué te refieres?]
—Danzo tenía planeado con ayuda de Orochimaru atacar la aldea de la hoja, ignorando el detalle de que las fuerzas combinadas de la aldea del sonido y la arena no podrían en general con todos los de Konoha en su terreno natal, así que con ayuda de Orochimaru planeaba empujar a Suna a una situación en la que prácticamente estuviera totalmente bajo el mano de Konoha, prácticamente volviéndole un estado vasallo— explico el pelirrojo al tiempo que Cosmos analizaba dicha información—. En cualquiera de los casos, Orochimaru mataría al Kazekage, Danzo le entregaría una buena parte de los cuerpos de todo ninja de Konoha que estuviera muerto o moribundo para ser usado en los experimentos que él busca, Konoha tiene perdidas mínimas, Suna pierde una invasión sorpresa, y la carne de cañón de Oto la renovará no mucho tiempo después.
—[Un plan de acción mórbido, pero puedo ver la lógica detrás de eso]— declaró Cosmos a regañadientes.
—No te preocupes, me encargue de eso de antemano— dijo el Ojiazul alzando una mano y desestimando todo—. Hago de vez en cuando viajes a Sunagakure y a otros lugares del país del viento para ayudar a la situación en general de su país, y buena parte de los negocios que empezamos en ASER empezaron ayudando allí, el plan de invasión era dejar que el Jinchuriki de la aldea se volviera loco, y también arregle eso.
—[Así que… ¿Para eso eran los diferentes tratados con el país del viento? Evitar una guerra por simplemente ayudar al enemigo antes de que pueda pelear]— Cosmos luego empezó a flotar más cerca del Okami—. [Sin embargo, eso no significa que no tengamos otros problemas, parece ser que Iwagakure podría tener algunos asuntos sin resolver con Konoha, podría terminar aliándose con Otogakure]
—Podría, y a diferencia de Suna, Iwagakure no ha parado su producción de potencial militar, lo cual significa que los ninjas de Konoha se enfrentarían no solo a una fuerza militar entrenada con buena cantidad de recursos, sino también objetos militares que nunca han visto antes— declaró el pelirrojo antes de simplemente mostrarle otro papel a Cosmos—. Ya tengo eso previsto.
—[¡Oh vamos, se supone que te sorprendería con un plan de ataque y defensa, no es justo que ya lo habías previsto!]— se quejó Cosmos de manera infantil haciendo que Naruto sonriera divertido—. [¿Pero que tienen que ver tratados entre el país del rayo y el país de la primavera además de la expedición de mil quinientas toneladas de materiales en bruto de la frontera noroeste del océano Torān?]— pregunto la máquina voladora antes de conectar los puntos—. [A menos que sea…]
—El País de la Primavera tiene algunas de las tecnologías más avanzadas del mundo, pero trabajan con pocos recursos, por eso hacen valer todo— empezó a explicar el pelirrojo—. Ya hice los tratados para diversas vías ferroviarias que ayudarían al transporte por casi todo el continente de una cantidad enorme de recursos, está sería una buena manera de probarlo, la producción de materiales ayudaría a la construcción en masa de armaduras de Chakra mejoradas, el primer cliente siendo igualmente Kumogakure, con un poder militar similar a Iwa, y que ahora será mejorado y aumentado por los laboratorios ASER.
—[¿Estás seguro que es una buena idea?]— le pregunto Cosmos—. [Por lo que tus informes me dijeron, Kumo estaba enfrentando una guerra civil respecto a los que apoyaban el modo de pensar del antiguo Raikage y la actual Raikage]
—Ah, Issei se encargó de eso el día que sucedió— dijo Naruto sin ningún interés—. Esa fue la versión oficial que dijo la Raikage actual mientras maneja las diferentes perdidas de fuerza que obtuvo y estar a un poder militar más similar a como estaban antes, ya que mi hermano literalmente mato a como un 15% de la aldea en segundos.
—[¿…Entonces por qué el informe de…?]
—…Te voy a ser sincero, con todo el asunto que pasó con mis "Hermanas de otras madres", quería alejarme algo de tiempo de allí para tener algo que pensar y no pensé en el informe que te di— murmuró antes de que Akia, quien antes había estado completamente callada hablo entonces.
—¿Es por… darles duro… a todas?— pregunto la slime azulada antes de que Naruto la lanzará al muro con una expresión molesta.
—…En parte— admitió con algo de pena antes de suspirar—. En fin, todo lo que esto me dice es que podríamos evitar todo antes de que suceda, Orochimaru sigue siendo capaz de intentar atacar al Kazekage solamente para debilitar a Suna, pero… ¿Qué es esto?
—[Oh eso, mis sensores no son capaces de detectar nada allí, es conocido como el desierto rojo del país del viento, un lugar que se dice que ha ocurrido tanta muerte allí como para convertir todas las arenas en el área en rojo sangre]— comento Cosmos al tiempo que Naruto miraba un mapa, de un solo lugar en el desierto, un círculo rojo con una marca triangular negra—. [Y esa parece ser un enorme agujero creado por algo enorme]
—¿Y cuál es tu opinión personal de toda esta leyenda sobrenatural?
—[Digo que es un montón de patrañas, no hay nada particularmente tenebroso acerca de eso, el desierto rojo es llamado así por como creen que es, incluso este mapa es inexacto, el lugar allí no es de color rojo. Sino de morado, y tiene unas firmas de energía sumamente extrañas, como la cosa que enfrentaste en Kumo, o la puerta que trajo a tu hermano a este lugar]
—…Eso… no debería ser posible, eso es energía del caos, yo mismo me he asegurado de qué no haya…— sin embargo, Cosmos no le dejo continuar y siguió hablando.
—[Y lo que sea que entró en esos agujeros, es un ser vivo, algo grande, y bastante duro como para hacer túneles cientos de metros de profundidad tan fácil y rápido]— comento, no notando como el pelirrojo se miraba cada vez más serio al respecto de lo que estaba escuchando.
Se tomó el mentón al tiempo que veía el mapa, y luego recibía de Cosmos una especie de mapa bajo tierra que mostraba un colosal túnel—Grande, deja una estela de morado rosáceo, y suelta energía del caos— murmuró pensativo el Ojiazul—. Bueno, es un Daemonio de Slaanesh que se escapó de algún lugar y está buscando cogerse el desierto literalmente, o…
—[…Espero que sea lo otro, las muestras que tome fueron demasiado difíciles de conseguir sin infectar los materiales como para que termine siendo esperma de una entidad extra-dimensional creada de energía psionica]— comento Cosmos con algo de disgusto.
—…Tengo que ir a llamar a alguien— le aviso el pelirrojo despareciendo de allí.
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El complejo de clanes Uzumaki había estado bastante callado los últimos días.
Desde lo que se supo hace días, las cosas habían cambiado completamente para todos los presentes, no de un buen modo en particular, Kushina había pasado horas enteras analizando el pergamino de la línea familiar del clan Uzumaki, buscando alguna especie de problema respecto a su análisis de la línea de sangre con el último en ser analizado, pero nada, el pergamino y sus sellos estaban en perfectas condiciones sin importar el tiempo, su análisis era infalible.
Así que ella se puso a analizar las cosas más a fondo.
Sabía que su hijo había sido maltratado en la aldea, de no ser porque Danzo había protegido a una buena cantidad de los involucrados en su maltrato o que ya se encontraban muertos, pero no ayudaba que la información específica de dichos maltratos estuviera prácticamente sellada bajo llave.
De no ser por tener un control casi absoluto de la aldea, Kushina lo habría matado, pero no tenía apoyo, los otros jefes de clanes sabían los problemas que enfrentar a Danzo darían, y mientras el anciano halcón no se pasará de la línea con la siguiente generación, ellos no estarían forzados a hacer nada en lo absoluto.
Así que ella se había encontrado con la verdad de la peor manera posible.
Ahora… ella estaba pensando en el hecho de que no tenía nada de información disponible respecto a que era lo que le había pasado a Naruto.
Una cosa era que hubiera cambiado de apariencia, pero de no ser por las marcas en las mejillas no habría ningún parecido entre ellos con el resto de su familia. Su cabello era demasiado oscuro, su piel igualmente era demasiado morena para parecerse a cualquiera de los dos, demasiado alto, más que Minato, e incluso en la musculatura que tenía era algo que no recordaba en nadie excepto en los más físicamente poderosos de su clan cuando era niña.
Pero ahora que había sido convertido en un niño por alguna especie de maldición, y con esas cosas dejadas de lado, el parecido era innegable, pero aún así, seguía viéndose inhumanamente diferente de cualquiera de ellos.
Recordó con un nudo en el estómago todas las veces que se había puesto demasiado cerca de él.
Se había acercado como un joven de buen carácter, sincero, ella había pasado años sin estar con otro hombre desde la muerte de Minato, simplemente se había concentrado en cuidar a sus hijos, asegurarse de que estuvieran bien, y había encontrado a ese joven que parecía alguien completamente único que le había dejado sin aliento.
Radicaba el asunto que era su hijo.
¿Y que si un pergamino decía que por alguna razón no compartían sangre? Ella lo había traído a ese mundo, pero no lo había visto crecer, no sabía quien era hasta ahora, y… y ella no sabía cómo afrontar el hecho de que sentía algo… complicado respecto a todo lo que se había enterado.
No era la única.
Su hija había estado con una mirada perdida por un tiempo.
No en el sentido en el que pareciera sin alma, sino como en… parecía perdida en sus pensamientos con una mirada completamente anonadada, como si recordara algo, y estaba distraída al punto de que intento darle una mordida a un tostador después de murmurar algo respecto a Kumo.
Y Menma…
Menma estaba pensativo.
Había sido amigo del Okami por un tiempo, lo conocía lo suficiente como para saber que era alguien que no tenía malas intenciones, pero también estaba el asunto que él y su hermana compartían la misma habilidad que ni siquiera su madre o Mito Uzumaki habían tenido.
La capacidad para detectar las emociones negativas de las personas habían hecho que los dos hermanos, si bien similares, fueran fundamentalmente diferentes.
Naruko había crecido viendo a las personas actuando de una manera amistosa, sonriendo, siendo amables, diciendo cosas, pero pensando otras totalmente diferentes, siendo insinceros, la habían hecho crecer disgustada de aquellos que decían mentiras, y podía saber cuándo decían mentiras por el sutil cambio en dichas emociones.
Menma era diferente en el sentido que buscaba abiertamente confrontar esas emociones negativas.
Había vivido igualmente rodeado de personas que eran insinceras que estaban rodeadas de emociones y pensamientos negativos, y entonces miro a su familia, a los de su clan, a sus amigos. Ellos no eran exactamente pura luz y blancura en lo absoluto, pero en la oscuridad de esas emociones negativas, había una luz en ellos que sabía que era genuina, la negatividad era parte de la vida después de todo, y no le importaba que existiera siempre y cuando los que apreciaba pudieran ser sinceros.
El problema radicaba con Okami.
Nunca lo habían sentido mentir.
El zorro adentro suyo parecía no tener una buena opinión del pelirrojo, pero para todo lo que importaba, Naruto jamás le había dicho una mentira, aparentemente ni siquiera en el hecho de que ya no era su hermano.
Pero eso no era sinónimo de que nunca había sentido emociones negativas en él, pero comparado con cualquier persona que conocía… era diferente.
La primera vez había sido cuando entrenaron con él, después de tocar a Naruko y que su mirada se perdiera por un tiempo.
La segunda vez, había sido un Kumo, después de que sus dos hermanas y su aparente novia habían sido secuestradas.
Pero no había sentido mentiras u odio, ni disfrute por el sufrimiento de otros.
Había sentido una profunda tristeza, y una cólera enorme, pero que en ningún momento se formaba en oscura satisfacción. Eso era toda la oscuridad que parecía tener, tristeza e ira, pero… parecían no tener fin.
¿Qué tan profundo era ese sufrimiento?
—Hey— escucho de repente al tiempo que se crispaba en medio del campo de entrenamiento en el compuesto, viendo una figura algo pequeña encima de un árbol en medio del campo, viéndole con unos ojos azules, similares a los que había visto en su padre pero completamente diferentes en más de un sentido—. ¿Cómo estás?
—…Me enteré que alguien que mi familia ha estado buscando por años estaba debajo de mis narices, ¿Qué tal tú?— pregunto con algo de sorna el rubio, haciendo que el pelirrojo simplemente saltará de la rama.
—Pregunta estúpida, lo admito— dijo el Ojiazul al tiempo que simplemente se rascaba la nuca y se sentaba enfrente del rubio con una mirada calmada—. Debo de suponer que el resto de la familia no está tan feliz tampoco— murmuró al tiempo que el Uzumaki simplemente caminaba hacia él y se sentaba justo a su lado.
—¿…En verdad eres mi herman…?
—No— respondió rápidamente el pelirrojo, ni siquiera dejando terminar al Uzumaki—… Estuve lejos del mundo que ustedes conocen por demasiado tiempo, yo literalmente no comparto nada con ustedes más que la sangre humana siendo del mismo clan, cualquier tipo de genes que pudiera tener que nos volviera familia se han ido hace mucho, y hasta ahora no los conozco— dijo con absoluta calma—. Se que no es la respuesta que quieres escuchar, y siéntete libre de odiarme pero… no soy tu hermano, no soy el hijo de ella, no soy de su familia.
—…Por la manera en la que hablas, suena a qué ya tienes una familia— comento Menma, guardando silencio después de lo que el Ojiazul le había dicho.
El Ojiazul sonrió al aire al tiempo que miraba hacia el cielo de la tarde—Oh si, tengo una familia. Una disfuncional, alocada y enorme familia de gente que me vuelve loco— murmuró antes de suspirar.
Guardando silencio, el rubio quedó viendo al pelirrojo curioso—¿Entonces… por qué nunca hablas de ellos al respecto?
El Okami inhaló nuevamente ante eso para luego soltar una risa algo ahogada.
Podría decir todas las cosas respecto a que era un secreto, que no le creerían si dijera quién era, o que simplemente no quería hablar de eso.
¿La verdadera razón por la que no lo había dicho nunca a nadie? …
Dolía demasiado.
Los años que pasó con Izanagi entrenando en distintos lugares, habían sido la mezcla de lo mejor y lo peor de su vida, sus mejores y peores momentos mezclados, un sube y baja constante.
Cada vez que pasaba por las posturas y técnicas, el recuerdo de su padre seguía obsesionando la mente de Naruto.
Podía recordar que su padre le enseñó por primera vez la postura básica.
Cuando realizó su primera patada, pudo recordar la cara feliz de su padre al tiempo que el entrenamiento empezaba.
Cuando finalmente aprendió a hacer uso de energía cósmica, pudo recordar a su padre abrazándolo y felicitándolo.
Cuando despertó su Noryokugan, pudo recordar la mirada orgullosa de su abuelo y luego llevarlo a comer como recompensa.
Cada una de esas técnicas estaba grabada con sus recuerdos de su tiempo con Izanagi, con Yamata, con cualquiera de los que había conocido a lo largo de su entrenamiento y sus años formativos.
Ver a los que habían formado parte de su vida nuevamente, traía felicidad a su corazón, pero igualmente… le dolía.
Podía pelear con lo más básico de lo básico. No tenía que usar todo lo que tenía a su alcance, todo lo que le recordaba al sufrimiento que había pasado después de las buenas memorias que dolían más.
Era estúpido e ilógico, pero así se sentía Naruto. Estando en ese mundo de nuevo, no tenía ninguna razón
Luego regreso a Konoha y conoció a mucha gente nueva.
Todos fueron tan asombrosos.
No quería encariñarse y volver a perder lo que le importaba.
—Por qué recordarlos no es solamente algo de recuerdos felices, y tu sabes de eso— declaró viendo al rubio que se quedó callado—. Es estar juntos en las buenas y la malas, estoy seguro que tu familia los ha tenido.
Menma se encogió de hombros, admitiendo la verdad en eso—…¿Y bueno… ahora que pasará?
—Seguiré ayudando al clan obviamente, vine aquí por que sigo siendo el líder del clan, pero no quería que las cosas fueran incómodas entre los dos.
—Un tanto tarde para eso— comento el Uzumaki.
Naruto se encogió de hombros, tal vez tendría razón en eso, pero no sé lo iba a admitir del todo al rubio—Bueno… vine aquí para arreglar las cosas, ¿Qué te parecería continuar el entrenamiento?… con todos ustedes— comento el Ojiazul girándose para ver la entrada, en dónde la mayor del clan Uzumaki se escondía en una esquina, y trato de ocultarse apenas el pelirrojo la noto.
El Ojiazul suspiró mientras se paraba.
Lo siguiente que Kushina sabía era que tenía al Okami enfrente suyo, viéndole a los ojos fijamente al tiempo que ella se crispaba por verlo de repente.
—Na…hij…
—Ya escuchaste lo que acabo de decirle a Menma, no soy de su familia, eso es en lo único en lo que puedo decirles con absoluta seguridad… No significa que los odio o algo así, solo significa que no soy quienes ustedes están buscando.
—…— ambos pelirrojos se quedaron en silencio antes de que la pelirroja se dejará caer lentamente contra la pared—…Yo solo… nunca me enteré de lo que paso contigo, sin importar que tan duro buscará o que tanto quisiera volver a verte, yo no… no tengo el derecho de hacerme llamar tu madre cuando nunca estuve para ti cuando más lo necesitabas, aunque hubiera querido— comento la Ojimorada, poniéndose de rodillas para ver al Ojiazul frente a frente.
Este se sorprendió cuando ella de repente le abrazo.
—…Yo solo… estoy feliz de que hayas crecido para ser alguien de bien, incluso si es por una maldición que te vez así… ver qué encontraste algo que te hizo ser feliz… yo… estoy feliz por ti— le dijo suavemente la Uzumaki.
La sensación de su hombro empezando a ser mojado hizo que el Okami guardara silencio antes de cerrar sus brazos alrededor de la espalda de Kushina.
—…Okey…
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Las semanas pasaron relativamente rápido para Naruto, en alrededor de dos meses serían los exámenes Chūnin, en dónde el resto de los que conocía terminarían enfrentando una competición mortal.
Naruto se enteró de que de hecho todos los de Konoha llevaban poco más de seis meses en cuestión de entrenamiento antes de que él llegara, eso explicaba el nivel que tenían antes de su llegada, pero que había subido a nuevos niveles después de eso. Naruto era un buen alumno, tenía un potencial de aprendizaje enorme de entrada y una dedicación de entrenar prácticamente eterna, pero si había algo en lo que era mejor que entrenar, eso era en enseñar.
Radicaba el hecho de que algo que Naruto había aprendido era que la enseñanza "Busca las respuestas tú mismo", no servía absolutamente en lo más mínimo, eso haría que las personas cometieran errores, crecerían con esos errores de entrenamiento y luego les sería más difícil, tanto mental como físicamente. Por ello, era extremadamente útil el hecho de que no necesitaba de ningún Dojutsu para simplemente ver la estructura y errores de algo, siendo capaz de comentar en los errores, y tenía la paciencia suficiente como para lidiar con los errores de manera racional.
Haciendo que sufrieran diez veces más en el entrenamiento como resultado.
Los que entrenaban desde antes con él tenían problemas lidiando con el hecho de que ahora sí veía como un niño, pero entre una larga cantidad de explicaciones, el hecho de seguía siendo más fuerte que todos ellos y que recibían más castigo con algún comentario pasado de listo, habían aprendido a respetarle aún viéndose como un… shota fue lo que Naruko le llamo.
Y después de tres semanas…
Naruto no había cambiado tanto.
Su periodo de recuperación normal deberían haber sido tres semanas pero el favor de pedirle a su padre regresarle su fuerza normal había venido con el precio de cambiarlo por el tiempo que pasaría sin dignidad en lo más mínimo.
No era del todo malo, al menos en el tiempo había dejado de verse como un infante y había ganado unos cuantos centímetros de regreso en su altura. Pero literalmente nada en comparación con su aspecto normal.
Recibir miradas de las diferentes mujeres que conocía y con las que estaba relacionado aún viéndose como un niño lo tenían sumamente incómodo.
Pero dejando eso de lado, también había entrenado por bastante tiempo con los que irían a los Exámenes Chūnin en esa ocasión, y si bien Naruto no tenía duda de que algunos como Neji, Satsuki, Tenten, Sasuke, Lee, Menma y Naruko –tal vez con algo más de paciencia– se volverían Chūnin tan solo por el nivel de habilidad que tenían, trabajo en el entrenamiento de varios para asegurarse de que tuvieran las cosas a su alcance.
Sus dos alumnas más impresionantes habían sido las que habían empezado peor.
Primero, hablar acerca de las dos que tenían más problemas antes, y en las cuales había tenido que trabajar más arduo que los demás que estaba entrenando, Ino y Sakura, era una cosa difícil.
Usando una de sus habilidades de [Cadena Alimenticia] para dar algunas de sus habilidades personales a los que conocía, le había dado acceso a Ino a la técnica que más tenía alineación con ella.
Wazurainoushi (Miasma Maestro), la habilidad de volver su sistema endocrino en un arma letal al producir veneno desde cualquier parte del cuerpo, podía secretarse de la piel, expulsarse del cuerpo, generarse en el punto focal de la mirada o incluso generar un espacio de barrera en el que todo lo que está dentro y que entra en los confines está envenenado, incluida la tierra, el aire, el agua, los árboles, el metal e incluso el chakra .
Podía incluso manipular el tipo de veneno, su composición y estado a voluntad, lo que le permitía alterar sus efectos y hacer imposible que un oponente obtenga inmunidad.
Radicaba el detalle en que por ser de una familia de gente que trabajaba constantemente con plantas, la rubia tenía a su alcance un conocimiento bastante extenso de venenos, Naruto tuvo que enseñarle unas cuantas mas, pero con la base que tenía, y con el entrenamiento físico que ella y Sakura había pasado, volver el cuerpo entero en una arma venenosa no había sido difícil.
Eso junto con el hecho de un entrenamiento extensivo en Genjutsu, habían hecho que ella se volviera una kunoichi capaz de dejar a cualquier ninja experimentado mucho más bajo en cuestión de capacidades mentales y físicas.
Y entonces venía el otro trabajo duro.
Sakura Haruno.
Y esa era una historia de transformación enorme.
Ahora, radicaba el detalle de que los padres de Sakura tenían antecedentes Shinobi, ellos sin embargo, no tenían habilidades destacables como shinobi, Sakura igualmente no tenía nada destacable más allá del hecho de que su control de Chakra era bastante bueno, mejor que el de Naruto antes de empezar sus entrenamientos más intensivos, pero sus reservas de dicho chakra eran estándar en el mejor de los casos y su habilidad física era risible.
Si bien, la opción natural sería hacer que Sakura entrenará en Ninjutsu médico y Genjutsu, radicaba el detalle de que esa sería la manera aburrida de hacer las cosas, Naruto no planeaba de hacer nada aburrido, iba a sacar el potencial de la Haruno así tuviera que jalarla del pelo hasta él.
Se enteró –debido a qué era del tipo de hablar con los que entrenaba por fuera del entrenamiento, así que por lo menos les conocía un poco– que uno de los sueños de Sakura cuando era joven, uno que no le contaba a nadie, era el deseo de crear su propio Ninjutsu único cómo sus compañeros que tenían habilidades únicas.
Así que Naruto pensó respecto a eso.
Control de Chakra, algo que el Ninjutsu Médico y el Genjutsu tenían en común era que usaban una refinación del Chakra Yin y Chakra Yang, pero no era lo único.
Usando Elemento Yin que controlaba la imaginación y la creación de objetos de la nada, construcciones de Chakra que eran afectados por la mentalidad del usuario, aparentemente, Sakura había obtenido una sub-variante de su Amenooshikorowake, una habilidad que le permitía la creación de armas y objetos de cualquier tipo que imaginara.
Pero radicaba otro detalle con ella, su habilidad física.
Naruto la había puesto a ella y a Ino en el infierno del entrenamiento, si hubiera sido más literal, les habría pateado a un portal para que saludarán a su tío. Las había entrenado hasta que sus cuerpos no podían más, las había sábado de regreso, y las había hecho volver a entrenar por días enteros, y si bien, las habilidades de sanación de Naruto hacían que no tuvieran sueño, 130 horas de conciencia ininterrumpida hizo que Sakura empezará a ver un pato en la cabeza de Sasuke cada vez que le miraba desde el lado correcto, que sus tostadas eran hechas de dientes y que por un momento había visto el rostro de Dios en persona.
Ese último había sido Lee y Gai ayudando con su entrenamiento físico, pero le alegro el día, no se olvidó de ese comentario hasta el día de hoy.
Así que, además de entrenamiento físico, le había enseñado las bases del puño fuerte, y otras como Judo, Muay Thai y Krav Maga, algunas artes marciales que nadie en las naciones elementales le enseñaría. Si bien no era Gai o Naruto en combate cuerpo a cuerpo, ella era bastante capaz de usar las bases de su entrenamiento para pelear.
Ahhh, y ella tenía habilidad para usar el Elemento Tierra, así que Naruto le dio personalmente algunos Jutsus y la teoría de algunos de ellos para ayudarle, pero el trabajo mayor en esa área había sido enteramente de Sakura.
Naruto la vio en medio de su entrenamiento pasar de la chica que pasaba horas cuidando su cabello, a la que pasó tres días seguidos –sin dormir, o cosas más importantes… como un baño– dedicada casi por completo al Doton trabajando desde la técnica de rango D más bajo, verificando registros archivados de ninjutsu y usuarios de tierras extranjeras, e investigando todo tipo de suelo, roca y minerales hasta que esté íntimamente familiarizada con cada aspecto del suelo bajo sus pies.
Naruto la habría besado en la boca orgulloso por ese cambio pero ella olía terriblemente mal, Ino no tuvo reparos en lanzarle venenos que mataban bacterias encima después de eso.
Ah, y también descubrió que a ella le gustaban las hachas enormes.
Faltaban dos semanas y media para que empezarán los exámenes Chūnin, y el pelirrojo estaba más que ocupado con eso, pensando en algunas otras cosas.
Había mandado a sus subordinados demoníacos a analizar el problema respecto al país del viento, ahora que estaba seguro que no habría el riesgo de una invasión y una posible guerra, radicaba el detalle de que había algo en Suna que nadie tenía en lo más mínimo idea de lo que era, podrían tardarse años enteros en buscar información respecto a que es lo que generaba esos enormes túneles en la tierra.
Las tres primordiales en dos días habían logrado investigar al respecto y descubrir el hecho de que una aldea había sido formada en el país del viento en dónde se encontraba un enorme agujero, que era aparentemente mucho más antiguo que aquel que había encontrado Cosmos.
Les había dicho entonces que volvieran y que lo resolvería él mismo, pero eso era un asunto completamente diferente.
Tenía un presentimiento.
Algo le decía que las cosas no iban a ir de un buen modo si continuaba, así que se quería asegurar que las cosas fueran del modo correcto, si bien le gustaría llevar a los de Konoha para que ganarán experiencia, tampoco los iba a llevar a algo que ni el mismo sabía que es lo que pudiera pasar.
Así que quería simplemente relajarse por un tiempo antes de entrar en combate de nuevo.
Pero… eso traía sus propios problemas.
—¿Qué estás usando?— le pregunto de repente Sasuke apenas le vio llegar.
El Okami se miro a si mismo, haciendo una mueca cuando noto que se le olvidó que llevaba.
Era… extravagante, ropas de color negro debajo de una especie de vestido de color blanco con detalles dorados y gemas brillantes en él, pareciendo algo más celestial que humano por la combinación de la apariencia de Naruto y el hecho de que las telas tan hermosas eran hechas con un cuidado y dedicación que solo los que servían bajo él podían hacer.
—Ah, esto, fui a hablar con Sumeragi-san acerca de negocios ayer. Estaban en una fiesta de disfraces, y… bueno, era esto o nada— comento el Okami levantando un par de las telas que rodeaban su cuerpo antes de que estás brillarán y su aspecto cambiará.
En un parpadeo, el Uchiha vio como Naruto cambiaba de prácticamente un vestido a unos pantalones de color negro con zapatos blancos y una chaqueta de color azul con un collar de color plateado en el cuello, agitándose el pelo para quitarse la cola de caballo que se había puesto.
—…De no ser porque se quién eres y se cómo te verás cuando lo que sea que te paso se vaya, creería que eres una chica— comento el pelinegro haciendo que Naruto se encogiera de hombros.
—Es justo, use esa ropa para que creyeran que era un ser del cielo una vez, me llamaron "Diosa"… fue humillante no poder decirles— comento el pequeño Okami desanimado—. Con suerte no terminaré así para siempre.
—¿Si es humillante por qué lo hiciste?
—Bueno, Sumeragi estaba usando un vestido de color negro como el de una bruja y mostraba cosas que no hacía normalmente, así que sentí que no estaría bien que fuera el único sin mostrar algo— comento el pelirrojo, Sasuke alzó una ceja al notar como las mejillas del Okami se ponían rojas de repente, parecía recordar algo, antes de simplemente agitarlo—. Cómo sea, ¿Te interrumpo en algo?— pregunto el Okami viendo cómo el Uchiha estaba entrenando.
—Estaba practicando lo que sea que me diste acceso— comento el pelinegro al tiempo que extendía su mano hacia adelante y formaba una esfera de color morado transparente antes de que está se llenará de flamas negras de repente—. El gasto de Chakra es casi nulo, y el efecto es devastador, pero el nivel de control de Chakra es insano.
—Ah, esa habilidad no la había usado en mucho tiempo, [Flama Negra]— comento el pelirrojo nostálgico al ver la flama.
—…Me recuerda a algo que leí en los libros del clan hace mucho tiempo, algo acerca de una evolución de nuestros ojos con una de las tres técnicas sagradas que nos fueron dadas por los tres hermanos ilustres— comento el pelinegro mientras Naruto hacía una mueca.
—…Si te sirve conocer algo, la flama negra de Amaterasu es solo una de muchas de las que posee. Esto es mi propia versión, el Amaterasu es tan caliente como el sol, pero sacrifica la capacidad de exudar esa cantidad de calor por "combustible" para quemar constantemente a algo— le explicó el pelirrojo, recibiendo una mirada del Uchiha, confuso sobre cómo Naruto podría saber a pie de la letra la descripción del Amaterasu—. Esta es mi mejora de eso, crea un espacio de barrera en el que acelera las moléculas y cuando añades las flamas negras quema con una mayor fuerza a nivel molecular, no dejando ni cenizas.
—Ya la conoces, ya la conozco, no es necesario que me expliques lo que ya conozco— le reprendió el pelinegro.
Naruto simplemente extendió su brazo hacia él y le pico la frente con dos dedos—No seas impulsivo, a eso voy— dijo el Okami con algo de enojo—. Mira bien, no trates de controlar la flama, controla la barrera. Se que es difícil porque va en contra de como usan Katon ustedes, pero esto fue hecho para ahorrar tanta energía como sea posible con la mayor cantidad de daño posible, no tienes que enlazar tu Chakra a la flama porque no va a desaparecer hasta que tú lo elijas, solo hazlo si quieres aumentar la intensidad.
—…¿Eso es todo, básicamente dices que me estoy sobrepasando en control?
—Estas siendo como alguien que usa las manos y las pies al manejar la dirección de algo— explico el pelirrojo antes de suspirar—. Supongo que esto también te ayudará, originalmente las flamas negras que hice las cree mezclando esto con flamas
El pelirrojo hizo una mueca de arco con sus dos dedos.
Un relámpago de color negro salió de sus dedos como una flecha en contra de uno de los muñecos de prueba que no estaban quemados—El rayo Negro de Kumogakure es algo que me costó hacer por mi mismo, con una mayor cantidad de concentración de chakra Yin, podrías añadirle el efecto a tus Jutsus de Raiton con suficiente práctica.
—…¿Cómo eres tan fuerte?— murmuró incrédulo el Uchiha viendo cómo había dejado una marca de un agujero calcinado a través de los muñecos de prueba.
—Tuve un buen maestro, y supe experimentar— dijo el Okami encogiéndose de hombros—. En todo caso, esto tal vez te ayude, pero bueno, supongo que sabes que si vengo aquí no es para hablar.
El Uchiha simplemente suspiró al tiempo que ambos se sentaban enfrente del otro—¿Qué pasa?
—Estaré fuera de la aldea por unas semanas, probablemente meses— indico el Okami serenamente—. Así que quizá no esté cuando sucedan los exámenes Chūnin.
—Vamos, no somos niños como para que te preocupes de no ir a la graduación…— comento el Uchiha con sorna, pero la mirada de Naruto, dura como piedra, le detuvo de cualquier comentario.
—…Puede que en los exámenes suceda algo, algo peligroso y algo malo para ustedes— dijo el Ojiazul al tiempo que cerraba los ojos e inhalaba profundamente—… "Odio no tener la fuerza para no hacer nada" es algo que me decía a mi mismo constantemente, tu puedes entender eso bastante bien, ¿O no?— pregunto el pequeño pelirrojo.
Sasuke guardó silencio, al tiempo que tembló de repente, el recuerdo de una katana de color roja y una respiración pesada en su oído era suficiente como para hacer que mirara a otro lado con expresión incómoda—…Tal vez se de lo que hablas.
—…Soy más fuerte de lo que ustedes creen, mucho más poderoso, pero no soy omnipotente— declaró el pelirrojo al tiempo que se paraba y caminaba hacia Sasuke—. Así que… simplemente haré a los que me rodean poderosos, así no tengo que preocuparme al respecto… pero si algo les pasa a ustedes, si tuvieras la oportunidad de tener todo el poder del mundo para ti solo, para pelear tu solo, ¿Lo tomarías?
Sasuke abrió la boca para hablar, pero la mirada súbita del Okami le hizo cerrarla, pensar bien en su respuesta era lo único que se le sería permitido.
Los ojos morados brillantes del pelirrojo parecían ver fijamente a través de su alma, en una especie de Dojutsu que no conocía, pero que podía decir que sin duda tenía mucho poder detrás de ellos.
Apretó los dientes mientras pensaba detenidamente.
La sombra de un pelinegro de ojos rojos y un traje de color blanco con magatamas estaba detrás de Sasuke a los ojos de Naruto, quien se encontraba viendo fijamente al Uchiha, con frialdad como nunca antes le había visto.
Luego el pelinegro simplemente sonrió de medio lado—¿Qué? ¿Solo yo? Sueltas un montón de sin sentido de vez en cuando, pero lo de que los que te acompañen sean fuertes… eso es sentido común.
Hubo un silencio profundo al tiempo que el Okami le veía fijamente, sin embargo, el Uchiha no aparto la mirada.
Un bufido divertido salió de parte de Naruto antes de extenderle su mano al pelinegro, quien simplemente la tomo, antes de abrir los ojos cuando sus palmas de repente empezaron a brillar en dónde se unían—Tu y Menma tienen algo en ustedes que les hace compartir un destino del mundo, podrían cambiarlo o arruinarlo, alguno de ustedes dos podría terminar matándome o ayudándome, así estaba escrito en el destino— dijo el pelirrojo al tiempo que Sasuke miraba su mano, su palma ahora tenía una especie de rombo de color azul en él—. Así que, toma esto como mi grano de fe por ustedes dos, desafíen el destino juntos si quieren.
Se dio la vuelta y empezó a caminar, dejando a un confundido Uchiha allí—¡Hey, espera! ¿¡Que significa esto!? ¿¡Qué demonios significa todo lo que dijiste!?— pregunto Sasuke sin entender nada.
—¡Significa que me dejes jodidamente en paz, ya tengo suficientes pelinegros sacándome canas, voy a verme como uno de nuestros ancestros!— exclamó él Okami a lo lejos.
—¿¡Qué!?
—¡Exacto!
