Por primera vez en un largo, largo tiempo, tomo un largo respiro mientras sentía como todo su poder completamente liberado salía de su cuerpo entero, como una cascada de energía, la energía cósmica a su alrededor brillando en varios espectros de luz al mismo tiempo que su cuerpo entero parecía ser bañado por dicha energía, liberándole, haciéndole sentir por primera vez sin límites, sin nada que le detuviera.
Entonces tomo una segunda respiración.
Naruto bajo las manos lentamente mientras veía a la colosal criatura asesina de dioses agitándose con los ataques de su hermano, miro levemente a lo que sucedía con una leve cantidad de interés antes de chasquear los dedos.
Juryokuido (Rueda de Gravedad)
Uno de los usos más básicos de su energía cósmica era la creación de singularidades de gravedad, el Ojo Izquierdo del pelirrojo brillo por unos momentos antes de que su hermano de repente se separara del devorador de dioses, segundos antes de que lo que parecía como un remolino de energía negra se moviera alrededor de la criatura.
Una singularidad gravitacional invertida, un agujero blanco era una entrada al universo; hacia un estado de volumen infinito, densidad cero, negentropía infinita. Las líneas del mundo se volvían homogéneas e isotrópicas. La elección entre futuros transforma la elección.
Hikarifujou (Emergencia de Luz)
Lo que Naruto esencialmente había creado había sido un agujero blanco en miniatura, si lo que la gravedad normal como el Chibaku Tensei o el Banshō Ten'in succionaban la materia, la forma más simple de definirlo sería como una onda de anti-gravedad que expulsaba todo, entre más cerca estuviera, más fuerte sería la expulsión.
A centímetros literales de distancia, fue como crear una bomba que hizo que el devorador de dioses fuera expulsado a cientos de miles de kilómetros de distancia en una sola dirección.
El Ojimorado miro como la criatura se perdía en la distancia y giró la cabeza hacia atrás levemente.
El cielo alrededor de la aldea se estaba pintando de color rojo oscuro mientras el pelirrojo analizaba a detalle lo que estaba viendo, tirando otro poco la cabeza para ver cómo lo último del sol se escondía debajo de las montañas del país del viento, cayendo la noche.
El pelirrojo se quedó callado mientras sentía un temblor a una enorme cantidad de distancia antes de gruñir levemente por ello—Esa cosa no se muere con nada— gruño el Ojimorado antes de que sintiera el brazo de su hermano alrededor de su cuello.
El pelinegro estaba con una enorme sonrisa en su cara mientras veía al pelirrojo—Mírate tu, usando por primera vez energía del caos, ¿Cómo se siente tu primera vez?
Una vena empezó a pulsar en la frente del Okami ante esas palabras—¿No tienes idea de lo mal que eso se escucha acaso?
—Claro que lo hago— dijo Meryo con una sonrisa de mierda en su cara antes de ganar una expresión más seria—. Es bueno verte a forma completa hermano.
El pelirrojo se quedó callado.
Se miro las manos unos momentos, sintiendo como no había nada que pudiera limitados en lo más mínimo.
—Es bueno estar de regreso— comento el Ojimorado con una sonrisa, antes de mirar de regreso a la ciudad de Akkan, viendo cómo desde el enorme agujero que le había hecho al túnel enorme empezaban a salir un sin número de criaturas desde las profundidades de la base Jashinista—. Deberíamos ir de una vez.
—La puerta a la disformidad que tenían hasta allá abajo no parece ser lo único que tenían— comento el Ojirrojo antes de que una energía verdosa brillará a su alrededor—. Me encargaré de eso yo, tu ve por lo demás si me puedes seguir el pasó.
—No te pongas tan creído hermano menor— declaró el Ojimorado mientras sus ojos iban a morado—. Tu me sigues el paso a mi.
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Mikane salió desde las sombras de una casa destruida, un instante antes de extender sus sentidos levemente y que un pilar de oscuridad detuviera una enorme torre que estaba apunto de caer encima de una familia que intentaba evacuar.
Ella se tenso justo cuando un portal apareció justo a su lado y allí estaba la Jashinista de antes, Chitose no Miko se quedó callada, quieta incluso aunque ella podría haber actuado de antemano—… Es una curiosidad el hecho de que odie la malicia del mundo humano y sin embargo me encuentre fascinada por los de tu tipo, ¿Sabías?— pregunto la Ojiverde suavemente, con. Un rostro neutro.
—La buena apariencia es de familia supongo— declaró ella, se había puesto en guardia apenas había visto a la Jashinista, pero estaba confundida del hecho de que no se había aprovechado de que había quedado abierta a cualquier ataque en lo más mínimo.
La Miko agitó la cabeza levemente antes de alzar la cabeza al aire y hacer una mueca ligera para seguidamente bajarla y ver con expresión sería a Mikane—¿Por qué es que vives?
—Lamento decepcionarte, pero no tengo interés en morir ahora mismo— respondió mordazmente ella mientras veía como la Ojiverde caminaba lentamente a su alrededor con una expresión compleja en su cara.
—Eso no es a lo que me refiero y lo sabes. Los Shinobi han muerto y han vivido gracias a las constantes guerras entre países que mantienen a flote la estructura y civilización que los alimenta, que les da propósito— empezó a explicar la Jashinista mientras inclinaba la cabeza—. Pero tú no eres una Shinobi, tus razones para combatir no tienen nada que ver con nosotros.
—…
—Ah— Mikane no había dicho nada, pero la Miko pareció entender—. ¿Se trata de él, no es así?— pregunto con el amago de una sonrisa—. El Chakravartin, Naruto Okami, el hijo de Izanagi más poderoso— dijo ella con una sonrisa ligeramente más grande—. Yo también desearía sacar más información de algo que pudiera matarlo.
Las cejas de la Oshimura se fruncieron ante eso—¿Qué estás intentando decir?
—Algo, en algún lado, de alguna forma te marco con odio, resentimiento, pero por encima de todo, te marco con miedo, puedo verlo bastante bien con estos ojos míos— declaró ella mientras sus ojos verdes brillaron ligeramente más fuerte—. Algún ser como él, buscas prepararte si tienes que enfrentar a seres como los que te dejaron con ese miedo, pero también, quieres buscar cualquier información que te pueda dar algo de ventaja contra él.
—Lo que yo decida hacer con cualquier cosa no creo que sea asunto tuyo.
—No, no lo es, pero puedo comprender bien tus acciones y porque las haces— ella se encogió de hombros en respuesta a eso—. Dile que ha fallado su deber como hijo de Izanagi y que todos los que ha dejado morir lo despreciarían si lo vieran ahora.
La manera tan fría y tranquila que dijo eso de repente hizo que la pelinegra se le quedará viendo fijamente.
—Si quieres no saber nada nunca de él esa sería una buena forma de hacerlo, en el peor escenario simplemente se enojaría contigo y no volvería a hablarte— una sonrisa con deseen se formó en el rostro de la Jashinista—. En el mejor de ellos que una persona que valora le diga eso debería ser suficiente como para ponerlo al borde de tomar su propia vida.
—Tu y tu gente están enfermas, y te lo digo yo— gruño levemente la pelinegra sintiendo un deje ligero de molestia mientras procesaba esas palabras.
—Tu podrás ver a una terrible criatura poderosa, pero yo veo más allá de eso y noto lo quebrado que está realmente, sería de tontos no aprovechar darle una noticia a una posible alia….
Ella no pudo terminar.
Mikane pensó en distintas cosas al mismo tiempo.
Uno era esperar, dejarle hablar hasta que los últimos rayos de luz se fueran, una Yokai de las sombras, ganando mucho más poder en la noche aún cuando ella había dejado su equivalente a la debilidad solar hace tiempo.
Lo segundo era calcular distintos factores, como la fuerza gravitacional alrededor de su puño siendo invertida, potenciada y redireccionada hacia adelante multiplicando el área superficial, la inercia y nulificando la fricción.
La Jashinista sintió el agujero en su estómago formarse segundos antes de salir volando disparada como una bala de cañón humana por el puño de la pelinegra—Lo siento, no soy de las que les gustan las charlas de chicas— murmuró más que nada para si mismo antes de crear un portal justo debajo suyo.
Chitose vio en medio de su vuelo como un portal se formaba justo encima suyo antes de que viera la bota de la pelinegra en contra de su cara, a la velocidad a la que ella estaba viajando fue suficiente como para hacer que empezará a dejar el aire debajo suyo calcinado, la arena y roca cediendo segundos antes de que los huesos de su cara lo hicieran, dejando una larga línea fuera de la ciudad.
Mikane bajo la mirada sintiendo como su pie salía lentamente de los huesos rotos y todo lo demás roto adentro del cráneo de ella.
Luego vio como alzaba las manos de repente.
Kekkai: Sheien Hōjin (Barrera de Formación de Flamas Violentas)
Las flamas moradas y rojas las rodearon a ambas, segundos de que una barrera de color morado oscuro se formará varias decenas de metros alrededor de ellas. Mikane sacó su puño del cráneo de la Jashinista, haciendo un portal detrás suyo antes de notar como es que este se deshacía de un momento a otro.
Vio como la carne de ella lentamente se estaba reformando la tiempo que la veía con una expresión neutra en su cara.
—Esta es una barrera especial, nulifica las manipulaciones espaciales alrededor de esta área— comento Chitose mientras se paraba y suspiraba levemente, sosteniéndose la cara—. Tienes… no se, ¿60 años? Eres joven para una Yokai, nosotros tenemos mucho más tiempo, incluso aunque no tengamos el mismo nivel de poder, tengo mucho más tiempo para prepararme que tú.
—Bloquear el salir de aquí no evitará romperte la cara una y otra vez— gruño la pelinegra mientras Chitose se quedaba callada por unos momentos antes de suspirar y alzar la mirada unos momentos.
—Tu no eres diferente de nosotros, ¿Lo sabes?— pregunto la Miko con sus ojos verdes viendo a la pelinegra—. La oscuridad que te forma es un reflejo de como somos, todos los que somos parte de esto, tenemos nuestras razones egoístas para buscar lo que queremos.
Mikane movió hacia atrás su mano antes de que un tentáculo de sombra se formará en su mano y lo lanzará en contra de la Jashinista, tan solo el filo del apéndice de sombra sería suficiente como para cortar la carne de cualquier persona normal.
El brazo de la pelinegra atrapó el apéndice de sombra sin que su brazo fuera partido en dos, segundos antes de que está viera como un sin número de espinas negras se formaban en la superficie, la Jashinista giró la mirada a su brazo siendo atravesado antes de que fuera jalada hacia la pelinegra junto con su cuerpo.
Luego la pelinegra vio como huesos empezaban a salir de los brazos de la Jashinista antes de formar lo que parecía una especie de taladro enorme con estos, una pared de sombra se formó en medio de las dos mientras veía como el taladro atravesaba solamente por la punta dicha pared, haciendo que ella alzará ligeramente los ojos por eso para luego ver cómo el taladro de hueso se abría y explotaba.
Jujutsu: Juuichi no Hiai (Jutsu Maldito: Once Noches de Dolor)
Mikane brinco hacia atrás deshaciendo sus sombras apenas vio el orbe, brincando nuevamente en menos de un segundo cuando vio la explosión aproximándose, notando como de repente a su alrededor se formaban varias presencias… presencias espirituales.
La Jashinista ahora estaba rodeada de lo que parecían monstruosidades hechas de hueso, tela negra y espectrales, Mikane abrió los ojos al verlos, seres completamente espirituales allí.
—Existe una cantidad infinita de realidades, cada una con sus factores y realidades a ser tomadas en cuenta— comento Chitose en medio del humo de la técnica que se deshacía rápidamente—. Cada una con sus propiedades únicas, ligeramente diferentes, cada posibilidad que existe, y sin embargo, todas y cada una conectan en la muerte— declaró ella mientras se encontraba parada sobre una serpiente hecha de huesos—. Así como la baja oscuridad de la que provienen los demonios conecta a todas las realidades Demoníacas, así lo hace el Makai (Mundo de los Espíritus), conectando a cada una de las realidades espirituales que existen, y como aprendis de Jashin, conectar la vida con la muerte no es difícil para–
Chitose no continuo cuando miro como un taladro de sombra se lanzaba en su contra antes de que ella abriera un portal justo enfrente suyo, el taladro golpeando contra uno de los extremos de la barrera que se sacudió violentamente.
La Ojiverde noto eso con curiosidad—Esta barrera es irrompible con fuerza física, de cualquier tipo, a menos que tengas algo que pueda afectar el alma estoy segura que tendrías problemas lidiando con cualquiera de esto.
La pelinegra chasqueo la lengua ante eso mientras veía a las criaturas espirituales. Analizó en su memoria cualquier tipo de espíritu que fueran, alguna clase de Imoshinai, ¿Quizá? Espectros imaginarios, no nacidos por ser reales sino por lo miedos a cosas inexistentes de las personas, vio como la boca de la serpiente se abría de repente mientras Chitose le veía casi divertida.
—Siento que debería advertirte, si le tienes tanto miedo a morir por los seres cósmicos, si una de estas siquiera te toca vas a morir una y otra vez.
La Jashinista hizo un sello de manos.
Jiko no Kizu (Pesadilla Maldita: Mutilación hacia si mismo)
Mikane abrió los ojos cuando una lluvia de pequeñas agujas negras salió de la boca de la bestia y se lanzaron contra ella a una velocidad de vértigo. Haciendo que ella prácticamente desapareciera de un momento a otro mientras esquivaba la trayectoria de los proyectiles, segundos antes de ver como otra de las criaturas aparecía y ella ahora abrió los ojos al ver cómo formaba lo que parecían ser fauces hechas de hueso negro a su alrededor.
Mikane se quedó en su lugar.
Literalmente.
Como una especie de fantasma las fauces de hueso la atravesaron sin hacer absolutamente nada mientras ella se quedaba en su lugar viéndolas cerrarse antes de extender sus manos hacia el suelo y crear un pilar de sombra que la empujó hacia arriba justo antes de que otra lo que solo podría llamar un dragón hecho de carne podrida se formaba debajo suyo.
Su técnica dice once, pero solamente hay tres o cuatro aquí, lo que significa que ella solamente puede invocar cierta cantidad cada vez, lo que significa que debo evitar que lo usé más.
Chitose estaba juntando sus manos en una oración mientras sentía el amago de una sonrisa formándose en su cara.
La técnica de Tengukaze, la pesadilla maldita, hacía que soltará una enorme cantidad de agujas, si tan solo una de esas rozará a alguien, ese alguien vería en una micra de segundo sus propias muertes, una y otra vez, dudaba que la pelinegra podría durar mucho contra estos.
La habilidad de Otamajakushi era más simple, estaba basado en su propia variación del Shikotsumyaku con Chakra oscuro y maldito, los huesos negros, irrompibles, con la misma capacidad de los huesos de ceniza de mutuo asesinato para descomponer todo a nivel molecular, incluso más allá afectando espiritualmente igual, ella debió haber usado alguna técnica de intangibilidad para no ser herida.
Y por último incluso había reaccionado a la aparición de Jihibiki, cuya habilidad con el Elemento Yin era capaz de convertir su existencia en realidad o ilusión, literalmente apareciendo de la nada.
Nada mal. Pensó la Jashinista, entendía bien porque el Chakravartin tenía un interés tan grande en esa mujer, era habilidosa, y sabía usar sus habilidades de manera creativa, mentiría si dijera que ella le interesaba.
Sin embargo…
Es hora de que terminemos con esto. Pensaron las dos un instante antes de que Mikane extendiera su mano a un lado, gruñendo al no poder crear brechas allí, no sintiendo como que no tuviera esa parte de ella, sino más bien como que le estaban sujetando del brazo para evitar que lo extendiera.
Y por eso pensó detenidamente en lo que había estado haciendo hasta ahora.
Luego pensó en el Okami por un momento.
Ella se quedó quieta un instante antes de que en su mano se formará un baculo de sombras.
Estaba parada en contra de una de las paredes de la barrera, viendo a sus enemigos enfrente de ella, pensando detenidamente.
Iba a aprovechar que esa barrera era irrompible incluso a sus sombras entonces.
Ambas actuaron al mismo tiempo.
Chitose juntó sus manos en una oración mientras cerraba los ojos, concentrada en su rezo.
Mikane se lanzó en contra de ella.
En menos de un milésima de segundo, Jihibiki se había formado justo enfrente suyo. Mikane había calculado eso justo en el momento preciso antes de que el báculo de sombra se extendiera hacia abajo, el efecto siendo como si un pistón golpeara el suelo, mandando a la Ojimorada contra el techo y escapando de las fauces del dragón fantasma. Antes de que retrajera la punta extendida hacía abajo y girara sobre si misma, extendiendo ahora la punta que apuntaba hacia el techo después de cambiar de ángulo, lanzándose está vez en contra del suelo.
Tengukaze había previsto eso, lanzando un muro de agujas negras que cubrieron toda el área hacia donde la pelinegra iba a estar, haciendo que sin importar en qué dirección fuera, ella iba a quedar agujereada por las agujas de pesadilla que la harían ver su propia muerte infinidad de veces.
Mikane, por supuesto, precio eso igualmente.
Apenas su cuerpo tocó el suelo el báculo de sombra y ella se deshicieron como un charco de agua negro sobre el suelo, sin que ni una aguja le tocará.
La pelinegra apareció justamente detrás de la Jashinista con su puño apretado.
Una explosión sucedió justo donde ella había golpeado un instante antes de que se hubiera en su sombra antes de que la prisión de huesos se cerrará sobre ella.
Ni siquiera sentir los huesos y músculos en su espalda ser incinerados por la explosión había sido suficiente como para detener a la Jashinista de su rezo. Un aura negra la cubrió a ella antes de que abriera los ojos.
Los dedos de la pelinegra como una espada estaban apunto de cortarla en dos desde arriba para abajo.
Justo un instante antes de que tocará su cabeza ella sonrió ligeramente.
Hajimeru, Senzanbansui no Michinor (Comienza, el viaje de las mil montañas y las diez mil aguas)
Mikane abrió los ojos justo antes de caer al suelo de rodillas, llevándose una mano a la boca antes de empezar a toser.
Ella vio como la sangre empezaba a salir de su boca mientras veía a la pelinegra flotando ligeramente encima de ella, la veía con una expresión neutra, ligeramente entretenida—Jujutsu: Kimoimeijiru (Jutsu Maldito: Grabado del Corazón)… una técnica bastante interesante, me permite maldecir tu sangre, aunque a diferencia de otras no necesito ingerirla, sino de maldecir directamente tu corazón formando sangre— declaró viendo las marcas malditas formándose sobre la piel de la pelinegra—. Aunque bueno, tiene demasiadas limitantes para usarla así como así, un segundo más tarde y todo lo de antes no habría servido para nada.
Mikane se quedó callada.
Sintió como su cuerpo entero se sentía pesado.
El Chakra Maldito le estaba surcando por los capilares, haciendo que ella gruñera, de ser humana, sin duda el efecto sería mucho peor, pero en la micra de segundo que tuvo de descanso empezó a usar su control de fronteras en contra del Chakra maldito y se lanzó en contra de ella.
Luego sintió como algo le golpeaba en las costillas y la mandaba a volar, chocando contra el techo antes de rebotar y estamparse contra una pared.
Ella se puso casi a cuatro patas en el suelo, más enojada que herida mientras veía al otro Jashinista, Jinryang de las arenas rojas, aparecer en un portal negro allí, el hombre enmascarado se le quedó viendo fijamente por unos momentos antes de cruzarse de brazos con electricidad roja surcando por sus manos—Parece ser que tienes la situación bajo control, Chitose— comento el peliazul mientras la pelinegra miraba a los lados, en como ella estaba siendo rodeada de todas las criaturas presentes, obviamente superada en número, y viendo cómo de repente la barrera que había sido formada de repente se volvía más roja por otras barreras siendo formadas encima de esa.
Luego vio una esfera de gravedad chocando contra una de las barreras, haciendo temblar el suelo.
Pudo sentir la presencia de Testarrosa, Carrera y las demás afuera de dichas barreras, no, más allá de eso, acababa de ver cómo ni siquiera un ataque de una demonio primordial había roto una sola barrera.
Estaba arrinconada, sin ayuda, superada en número y haber sido maldita había hecho que perdiera una considerable cantidad de fuerza.
—¿Estás pensando que esto es injusto acaso?— pregunto Jinryang mientras sacaba de un portal negro una lanza de color azul y plata que empezó a recubrir de sus relámpagos carmesís—. Nosotros los Jashinistas no peleamos por algo inexistente cómo el honor, estoy seguro que tú tampoco, las maldiciones, después de todo, nacieron para lidiar con aquellos con demasiado poder de otras maneras — indicó el peliazul mientras se ponía en posición de combate.
Si tan solo hubiera metido algún arma en algo que no fueran mis brechas probablemente la tendría más fácil. Pensó Mikane con el sudor bajándole por la mejilla, estaba literalmente en una encrucijada entre la espada y la pared
Luego…
CRASH
Tanto ella como los Jashinistas y los mismos espíritus se crisparon ante el sonido de un cristal quebrándose.
Giro la cabeza, una silueta aún cubierta por el color de las barreras… simplemente caminaba hacia estás.
CRASH
CRASH
Abrió los ojos al ver la silueta de Naruto caminando hacia allí, quebrando las barreras que ni sus sombras habían roto simplemente caminando hacia ellas.
CRAAAAAAASHHHH
Solamente por su pie y el resto de su cuerpo pasando a través de la última barrera las resquebrajo como si fueran poco más que vidrio.
La expresión en el rostro del pelirrojo era dura como una estatua, absolutamente neutro, viendo a los Jashinistas fijamente mientras caminaba, la pelinegra noto como estos se tensaban, incluso los espíritus que bajo cualquier sentido clásico no deberían entender el concepto de miedo, parecían moverse hacia atrás con cada paso del Okami.
Luego este se giró levemente.
Mikane parpadeó al verlo acuclillarse enfrente suyo con una expresión lúdica en su cara viéndola fijamente—¿Exactamente como dejaste que te tendieran una trampa como está?— le pregunto el pelirrojo frunciendo ligeramente el ceño.
—…¿Ha?
—Lo que acabo de decir— le apunto el pelirrojo—. Una barrera que bloquea tus portales, invocar a espíritus a los cuales no puedes atacar, y una maldición que ignora el contacto normal— le dijo el Ojirrojo mientras fruncía el mentón, parecía como si regalará a la pelinegra más que cualquier otra cosa—. De no ser por eso estoy seguro que ya los habrías matado a ambos tu sola.
La pelinegra parpadeó ligeramente ante eso, sintiendo una especie de molestia por las palabras del Ojimorado—Pues discúlpame por no reaccionar a algo que pasa en menos de un segundo.
—Esa no es excusa, haz peleado conmigo, deberías ser capaz de reaccionar a algo así sin problemas.
—Hey, jodete, con ellos no tenía que reaccionar a la primer cosa que hacían sino que tenía que planear antes de lanzarme al problema como un subnormal, no todos son unos putos seres que se aguantan cualquier cosa— renegó la pelinegra sintiéndose indignada.
Luego gruño cuando el pelirrojo le empezó a jalar las mejillas—Eres una Yokai, tienes resistencia natural a las maldiciones, podrías haber roto las barreras afectando su estructura con tu control de fronteras como lo hice yo, pero lo mío es una técnica mucho más mundana.
Mikane respondió metiéndole los dedos llenos de arena a la boca al Ojimorado mientras esté le seguía jalando de las mejillas—¡Pues lo siento si no quería terminar afectada por ninguna maldición en general, esas cosas suenan asquerosas solo de que me toquen!
—Si los matabas a ellos podrías haber lidiado con ante, pero ni tu habrías aguantando el mundo ilusorio Tengukaze sin daño mental, tienes que entrenar mejor tu reacción y pensamiento crítico.
—¿Y tú crees que después de esto lo que quiero es ponerme a entrenar? ¡Jodete, yo solo venía por un elixir!— dijo la pelinegra poniendo su pie en contra del estómago del Okami.
Luego giró la mirada para ver cómo flamas venenosas surcaban por donde ellos estaban, viendo cómo las tres demonias primordiales estaban destrozando con poco de esfuerzo a los espíritus, al mismo tiempo que peleaban con los Jashinistas.
Diablos, que rápido cambió la balanza. Pensó la pelinegra mientras el pelirrojo la levantaba y la veía ligeramente por unos momentos.
Una sonrisa pequeña se formó en la cara de Naruto, antes de que se formará en una gran sonrisa, y luego empezará a reírse a corazón abierto, haciendo la cabeza hacia atrás mientras Mikane le veía raro por eso.
El Okami simplemente le sonrió mientras ella miraba como una de sus manos brillaba en dorado.
La Oshimura parpadeó al sentir como el Okami le daba un toque con dos dedos en la frente, sintiendo como las maldiciones puesta encima suyo prácticamente se evaporaban, haciendo que alzará la mirada para notar como el Okami juntaba su frente con la de ella.
—Lo siento— dijo el Ojimorado vie do ojos del mismo color que los suyos—. Te meto en demasiados problemas que no son tuyos, y te pongo en situaciones peligrosas peor aún— dijo el Okami poniendo una mano en la cabeza de ella, haciendo a la pelinegra verle fijamente—. Voy a lidiar con esto yo mismo, así que no te sientas culpable por lo que pase aquí, solo… te pido que no me tengas miedo.
Con esas palabras, se dio media vuelta.
Vio a las tres Primordiales atacando a los espíritus y criaturas oscuras invocadas por los Jashinistas, no dudaba que las tres pudieran en contra de cualquier cosa que enviaran, pero estaban invocando a seres de las profundidades del Makai, poderosas por si solas, sin embargo del mismo modo se estaban enfrentando contra las demonias primordiales.
Pero se quedaron quietos en el momento en que el pelirrojo apunto su mirada hacia ellos.
Los ojos de Naruto cambiaban de color constantemente, morado, anaranjado, rojo y dorado.
Con que así se siente. Pensó Chitose sintiendo un escalofrío por la columna y viendo a Mikane, la mirada del pelirrojo sobre ellos daba una sensación opresiva, ponía los pelos de punta y agitaba el cuerpo entero sin ejercer ni siquiera instinto asesino o algo similar.
—Supongo que debería agradecerles, debido a lo que ustedes dos estaban haciendo es que ahora ando bastante más liberado que antes— comento el pelirrojo estirando sus brazos ligeramente.
—Entonces supongo que es hora de lidiar con esto de otros métodos, fracaso del Chakravartin— le llamo Jinryang al tiempo que el pelirrojo parpadeaba ligeramente ante ese nombre—. No supongo que siquiera puedas comprender el papel que tú vas a tomar en todo esto, incluso si lo haces, seguramente…–
La cabeza del Jashinista explotó.
De un momento a otro, mientras seguía hablando, la cabeza de Jinryang fue mandada a volar hacia atrás por el impacto de algo, con la suficiente fuerza como para que toda la parte superior de su cráneo prácticamente explotara.
El cuerpo sin cabeza se tambaleó unos momentos antes de que la cabeza empezará a regenerarse, producto de la maldición de inmortalidad que tenían ambos, y el peliazul se llevó la mano a la cara mientras su máscara igualmente se regeneraba—Estoy seguro que eso te hizo sentir mejor, falla del Chakravartin, pero eso no cambiará na…–
Mikane se había quedado quieta por lo que había visto pero está vez pudo ver cómo en un borrón de velocidad el pelirrojo había extendido su brazo hacia el Jashinista aún con la distancia que había, haciendo que ella se quedará quieta ante un golpe que prácticamente parecía invisible para ella.
—Supongo que puedes decir eso— comento el pelirrojo mientras se empezaba a estirar levemente—. Supongo que debería agradecerles, incluso aunque por ustedes la pasé mal con la lanza del anciano y lo que me pasó después, gracias a toda esa experiencia es que estoy como estoy ahora— comento mientras una energía que cambiaba de morada, a negra, a verde cubría su cuerpo, haciendo que el pelirrojo encorvara la espalda ligeramente—. Viejo, la energía del caos si que es un dolor en el culo de manejar, debería haberle pedido un par de consejos a Issei antes de que se fuera.
Por segunda vez el peliazul había reconstruido su máscara—…Dime, Naruto Okami, ¿Comprendes lo que nuestro Dios busca?
—…— el pelirrojo se quedó callado ante eso mientras veía al Jashinista ponerse en una posición más en guardia.
—Piensa en las guerras shinobis que han sucedido desde que Hagoromo le dio el Chakra al mundo, lo primero que hizo uno de sus hijos fue crear el Ninjutsu como un arte de la guerra, piensa en la propia raza que le dio vida al Chakra, piensa en todo el conflicto y violencia nacida de todo eso.
—Y luego pienso en las propias cosas que ese imbécil a buscado para lo que quiere— indico el pelirrojo rascándose el pelo—. Hay una pregunta que les quiero hacer de hecho, tu podría haber lidiado con ustedes incluso mi fuerza estando limitada, pero todo lo que hicieron me ayudó a liberarme… ¿Por qué? Conozco a ese hijo de puta de Jashin, está jodidamente loco, pero no es un idiota, ¿Por qué actuar si sabrían lo que pasaría?
—Jashin-sama no ha olvidado a su primer amigo, estoy segura que tú tampoco lo haz hecho— comento Chitose haciendo que el pelirrojo se quedará callado unos momentos antes eso.
Luego giró la cabeza ligeramente a un lado y sus ojos brillaron en morado unos momentos.
—¡Uuugggghhhh!— gruño el pelirrojo llevándose las manos a la cabeza y rascándose el pelo, pareciendo infantilmente molesto—. No creo que pueda trabajar con la lógica que ustedes manejan, supuse que ahora que estoy completo le daría un intento— comento el pelirrojo encogiéndose de hombros.
—¿Muy bien entonces que te parece si yo te doy algo de información por esta pequeña charla?— pregunto Chitose haciendo que el pelirrojo se le quedará viendo fijamente por unos momentos antes de parpadear.
Silbo de repente—Una mutación espiritual del Jūkengan (Ojo de la Adivinación), el clan del que proviene era antiguo para cuando el sabio empezó a viajar por el mundo— comento el pelirrojo mientras la Jashinista entrecerraba los ojos levemente por eso.
—Debo adivinar tus ojos están estudiándome en estos momentos, sabes lo que puedo ver, pero no sabes cómo puedo verlo— comento ella mientras se giraba a ver ligeramente a Mikane—. Incluso mientras hablamos, el miedo de ella incrementa considerablemente a cada segundo que está cerca de ti por ejemplo, puedo verlo afectándole en distintos aspectos, ego, consciencia, mentalidad, eso es algo que no se va fácil, puedo ver lo mucho que te afecta a ti.
El pelirrojo se tomó un momento para girarse y ver levemente a la pelinegra.
Está simplemente se quedó viendo al frente, incómoda ante la sensación de la mirada del pelirrojo, ni siquiera era por las habilidades de sus ojos, sino por sentir el peso de su mirada sobre ella—Puedo ver las cosas desenmarañándose, puedo ver el sufrimiento que ella te causará solamente por lo que sucede con un ser contigo, eso es lo que tú crees, que te estás rodeando de iguales, de gente que consideras familia, iguales, de los que puedes ser solo tu.
Naruto se quedó callado viendo a la pelinegra.
—Sin embargo eso es una absoluta mentira, Chakravartin. Nadie te deseo el día que la bestia de las nueve colas atacó tu pequeña aldea, nadie te necesito o deseo en los años que siguieron después en tu vida. Y nadie jamás te acompañará en lo que sigue, siente todo el amor que puedas por seres como ella o como tú hermano, al final, estoy seguro que el miedo que ella siente por ti es algo que jamás se va a ir, por algo que jamás vas a ser capaz de cambiar sin antes arrancarte lo que te hace tu mismo… y tú hermano… o la ironía de tu hermano.
El Okami había notado como la casi neutra pelinegra había cambiado su expresión de antes, y su actitud.
Había dejado completamente atrás la noción de neutralidad y pasividad, ahora mostrando un placer sádico en cada palabra que hurgaba profundamente en Naruto.
—Tu pequeño hermano menor te ha mentido, te ha ocultado cosas, estoy segura que puedes sentirlo ahora mismo que puedes usar energía del caos, el cambio en esta. Algo que tú hermano jamás pensaba decirte, ¿Quién sabe que otras cosas pensaba no contarte?
Naruto se miro la mano.
Así que es por eso que ahora mismo puedo usar energía del caos así. Pensó mientras apretaba su mano, la energía del caos y la energía cósmica eran como mezclar agua helada y aceite hirviendo, no era tanto que la mezcla fuera incompatible, sino absolutamente volátil.
—¿Al final que te queda?— pregunto Chitose con una mueca sonriente—. La mujer detrás de ti te apuñalara con la lanza del rey escarlata apenas tenga oportunidad, y tú hermano al que adoras te mentira y te engañará, sin importar cuánto ames, sin importar cuánto protejas o te esfuerces, nada cambiará, no hay nada de iguales en dónde tú solo te denigras y ellos no tienen deseos de ir al mismo nivel tuyo.
Ella se había puesto justo enfrente del pelirrojo para hablarle directo a la cara, acercando su cara tanto como para que sus narices se tocaran mientras lo veía directamente a los ojos—No tienes a nadie al que realmente le importes, y nunca lo vas a tener.
El cañón de la ciudad de Akkhan estalló.
La enorme construcción de roca que había durado miles de años se quebró vidrio, enormes trozos de roca saliendo disparados por todos lados antes de que el cielo nocturno se cubriera de una mayor oscuridad.
Naruto se quedó viendo el cielo del país del viento con una expresión neutra en su cara.
Incontables criaturas negras, gigantescas, cubrían el cielo nocturno y las estrellas mismas en el cielo. Bestias de ochenta metros de alto, con cuerpos delgados y negros como el alquitrán en dónde los huesos se mostraban sobresaliendo sobre la delgada carne que parecía tener textura de caucho, sin caras, sin nada más que enormes bocas que soltaban gritos mientras salían del suelo destruyendo todo a su alrededor en la ciudad, los que habían visto el combate antes estaban intentando evacuar a áreas seguras actualmente, y eso jugo en contra cuando en dichas áreas salían monstruosidades.
—…Particularmente no me importa mucho de hecho— comento el Okami, sintiendo sus sentidos afinados y liberados al completo, escuchando los gritos de aquellos enfrascados en todo ese conflicto.
La conversación entera no había durado más allá de unos cuantos segundos, minutos a lo mucho.
Mikane se había tomado cada momento para recuperar el aliento pero ver aquel número de criaturas salir del suelo y alzarse con gigantescas alas de cuarenta metros cada una, hacía que ella sintiera que se le crispaban los nervios con todo lo que estaba sucediendo, y la charla que tenían no ayudando en lo más mínimo.
Pero lo que la hizo girar fue sentir la mirada del pelirrojo nuevamente en ella.
Naruto le sonrió levemente.
Se miraba… normal—No amas a una persona solo porque quieres que sea algo recíproco desde el comienzo— comento antes de cerrar los ojos por un momento y luego volver a abrirlos mostrando que ahora eran de color amarillo—. Esas cosas son malebolgias, unas 500 mil debo suponer, el proceso de creación de solo una les toma miles de vidas, miles de cadáveres y una considerable cantidad de años. Son de buena calidad también, cada uno con energía del plano astral y Chakra oscuro en el nivel de un usuario del Modo Sabio de los Seis Caminos— enumero el pelirrojo antes de sonreír de medio lado—. Me parece divertido… que creyeran que eso sería suficiente.
La Jashinista brinco hacia atrás mientras un portal se formaba a su espalda.
Naruto se había cansado de hablar, se había cansado de toda la situación, y sobretodo, se había cansado de dejarlos vivir más tiempo.
Tengai Juman.
Una esfera negra se formó en una de sus manos antes de que la pelinegra abriera los ojos cuando el tejido del espacio fue manipulado como si fuera poco más que una tela entre los dedos del pelirrojo, dicha tela fue desgarrada en el área de su portal y alrededor de ella, haciendo que el espacio se deformara, el pelirrojo doblo el espacio a su alrededor como si fuera plastilina, la Jashinista pudo sentir los huesos, órganos y músculos internos rompiéndose ante la deformación del espacio un instante antes de que Jinryang se moviera hacia atrás a una velocidad que parecía un parpadeó.
Justo debajo suyo se formó una criatura de sombras, mientras el Rey del Karma se formaba, el pelirrojo movió la esfera negra en su mano segundos antes de que la Jashinista disparada como una bala de cañón en contra de la ciudad. El peliazul hizo un sello de manos un instante antes de que los brazos negros del Rey del Karma convertidos en cuchillas le cortaran los antebrazos.
El peliazul abrió los ojos ligeramente cuando el puño del pelirrojo salía de su pecho bañado en sangre y huesos rotos.
Sin embargo, no estaba por solo hacer daño físico.
Jinton (Elemento Polvo)
Una esfera de color blanca se formó en la mano de Naruto antes de que se expandiera y cubriera el cuerpo del peliazul completamente, en menos de un instante, desmenuzado molecularmente al hombre en un brillo blanco.
Las maldiciones de inmortalidad que ellos tenían eran mucho mejores que las que el Jashinista que él había matado antes, Hidan. No tenían necesidad de alimento para sustentar sus cuerpos, podían regenerar casi al instante extremidades e incluso en situaciones como esas en dónde no dejaba ni una célula, serían capaces de regenerarse a partir de sus cuerpos astrales.
Sin embargo eso tomaría tiempo, lo cual era lo que nadie en ese lugar tenía.
El Okami alzó una mirada al cielo. Las criaturas de pesadilla, las malebolgias, cubrían el cielo.
Se giró hacia atrás para ver a las Primordiales y a la pelinegra viéndole fijamente por lo que había hecho, principalmente por el brinco tan súbito entre todo lo que sucedía.
—Testarrosa, Carrera, Ultima, necesito que vayan y encuentren de dónde están saliendo todas estas cosas, Cosmos y Akia están allá abajo, con algo de ayuda podríamos sellarles la salida— indico el pelirrojo mientras se giraba a ver a Mikane justo cuando las tres demonizas se fueron.
Mikane se encontraba acuclillada, viendo lo que había pasado fijamente antes de notar al pelirrojo extendiéndole la mano. Ella, de manera casi desganada, le aceptó mientras se levantaba.
Luego parpadeó cuando vio como el Okami chasqueo los dedos y creo una esfera alrededor de ellos, afuera, el tiempo parecía congelarse de repente, mientras el Ojidorado la veía.
—¿Qué te sucede exactamente?— pregunto de repente el Okami haciendo que ella parpadeara.
—¿Es eso lo que tienes que decir después de todo lo que oíste?
—…— el Ojidorado parpadeó por esa respuesta antes de rascarse la nuca mirando a la Oshimura hacer la mirada a otro lado—. La primera vez que peleamos fue la primera vez en mucho tiempo que mi corazón palpito de emoción, incluso entonces, estoy seguro que habría podido contra esos dos, y tu te haz vuelto más fuerte desde entonces. Eres de las mujeres más fuertes y grandiosas que conozco, estoy seguro que estos tipos no son de tu nivel.
Mikane se sintió crispada ante ese comentario.
—No estás concentrada, no estás pensando bien, algo te saca del enfoque— comento Naruto, más que nada para si mismo, tratando de adivinar—…¿Es por mi?
—No… no es… es por… Agh, es por mi— gruño Mikane pasándose una mano por la cara—. Las cosas que esa Jashinista dice me han... Tocado uno que otro nervio y yo… Naruto, yo sé que tú no… tu sabes lo que me sucede con algunos temas por qué ya lo haz visto y este no fue ni el lugar ni el momento para que me volviera a molestar.
—…Lo que dije antes es cierto, todo lo que he dicho— indicó Naruto poniéndose una mano sobre la cintura—. En orden de importancia, primero están gente que amo como tú y mi hermano, segundo las personas normales, y último yo— repitió el pelirrojo, ahora con su voz y apariencia adultas—. Empezando, no te estoy diciendo esto como una declaración romántica, soy una mierda en las relaciones pero no tanto como para decir eso en esta situación... Genuinamente, para bien o para mal eres de las personas más importantes en mi vida— le dijo el pelirrojo mientras ponía sus manos en los hombros de ella, crispando a la Ojimorada—. Por eso desde ahora te lo digo, no tienes que intervenir en esto en lo más mínimo, estos son mis problemas y no tienes que ser arrastrada por ellos, mucho menos por las palabras de uno de esos bastardos que se alimentan del sufrimiento de otros.
—…— la pelinegra se quedó sin decir nada unos segundos, y cuando por fin intento hablar el pelirrojo gruño y alzó la mano
Lo siguiente que sintió fue como la cabeza se le agitaba hacia atrás producto del pelirrojo dándole un golpe con el dedo, haciendo que Mikane se sostuviera la frente—¿¡Por qué demonios fue eso!?
—…Eres más fuerte que ellos, mucho más fuerte que esto— dijo el Okami serenamente—. Agh, mierda, no estoy hecho para dar discursos largos— se quejo mientras miraba al techo—. Se lo que paso con Susanoo no es algo que pueda cambiar con palabras, se que incluso aunque toda mi vida haya sido aprender a no abusar de mi fuerza, el miedo todavía reside allí… es… haa… una reacción natural supongo— comento el Ojidorado antes de suspirar una última vez y alzar su mano nuevamente.
—…
Mikane se quedó callada sintiendo la mano del pelirrojo sobre su mejilla.
La expresión del pelirrojo era difícil de leer, preocupación y seriedad cambiando a una ligera calidez y suavidad en su expresión en una mezcla complicada de emociones—No confías en mí, y puede que me tengas algo de miedo, pero no me odias— dijo con una pequeña sonrisa, completamente genuina—. Y estoy agradecido de haberte conocido, lo digo enserio, no me imagino mi vida sin ti, por eso no tolero verte así, eres mucho más fuerte que esto, pero las dudas y miedo que tienes te están carcomiendo demasiado— y justo cuando ella intento apartar la mirada el pelirrojo le puso las dos manos en las mejillas, una sonrisa zorruna de mejilla a mejilla—. Confío en ti, así que no te sientas como si debes vivir tu vida asustada de mi o algo en lo más mínimo, vive tu vida como tú decidas vivirla y no estarás equivocada en eso, no importa lo que yo o nadie diga— declaró el pelirrojo antes de separarse.
La pelinegra se le quedó viendo.
Apenas y había podido formular palabra en todo eso, pero ella se quedó anonadada, viendo al pelirrojo con energía cósmica y energía del caos surcando su cuerpo con total libertad. No parecía haber cambiado drásticamente de personalidad, ni siquiera en aquella situación, simplemente parecía…
Libre.
—Lo siento por los que no pude salvar antes, pero prometo que haré que los que murieron valgan la pena— murmuró el pelirrojo antes de hacer un sello de manos—. "Desde las profundidades del Yomi, escuchen el llamado de su líder y tomen forma"
Cientos de miles de personas se habían visto enfrascado en todo el combate, había unos cuantos millones de habitantes en una ciudad así de grande, por lo que el pelirrojo tenía justo lo que estaba buscando.
Los ríos de sangre se movieron mientras el Okami hacia un Jutsu de Invocación, absolutamente lo contrario a cualquier cosa que hubieran hecho sus ancestros Uzumaki.
Un círculo con una infinitud de sellos se formó alrededor de la ciudad antes de que un gigantesco templo demoníaco se formará en los aires, justo enfrente de las legiones de Malebolgias, el pelirrojo dejo salir una sonrisa, antes de que el círculo de sellos explotará con sangre y se arremolinara alrededor del templo.
Los demonios eran seres espirituales del Yomi, que existía en el plano astral, un reino de almas. Cómo tal, sus formas eran incompatibles con el Mundo Impuro, el plano material, y para existir allí necesitaban sacrificios, necesitaban carne, necesitaban sangre.
Cientos de miles de cadáveres hicieron que la técnica de Naruto cobrará efecto.
De las puertas del templo demoníaco se formaron incontable cantidad de criaturas Demoníacas que al instante, sin necesidad de algún comando ni nada, se lanzaron en contra de las más de quinientas mil marionetas malebolgias.
Naruto estaba lejos de terminar con eso.
Kami no Onijutsu (Artes Divinas Oni)
Hizo varios sellos de mano al mismo tiempo mientras marcas malditas aparecían en sus manos, para finalmente aplaudir.
Adeshin (Refuerzo de Armas)
Gagaria (Amplificación de Actividad)
Borg Vegm (Bruma de calor de llama mágica del infierno)
La misma aura rojiza que le cubría baño a las criaturas que salían de las puertas Demoníacas desde las profundidades del Yomi, el Okami convirtiendo su energía cósmica en energía demoníaca extremadamente potenciada y siendo entregada a los demonios que habían aceptado su llamado.
El pelirrojo junto sus manos una última vez mientras se giraba hacia atrás.
El Noryokugan le estaba permitiendo sentir las alteraciones espaciales en el aire producto de algo moviéndose a increíblemente rápidas velocidades usando manipulación espacial. El Ojidorado se crujió el cuello de lado a lado.
—Ahora solo somos tu y yo, Devorador— comento viendo la colosal bestia serpentina que volaba por los cielos yendo en contra suya.
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El Ojirrojo se quedó callado mientras relámpagos azules salían de sus manos y calcinaban todo lo que se le acercara, bajando por el enorme túnel que estaba literalmente desbordando de bestias y criaturas que parecían no tener fin.
Gruño ligeramente, no de esfuerzo, sino de entendimiento.
El lugar había estado allí por bastantes años, siglos o quizá incluso miles de años, eso significaba que habían tenido una enorme cantidad de tiempo para preparar las cosas, peor, significaba que ese lugar estaba lejos de ser de importancia para los Jashinistas. El pelinegro debía suponer que tenían bastantes de esos por todo el planeta, que de por sí era gigante, pero para volverlo aún más molesto…
Se hacía una idea de lo que planeaban hacer.
Y lo descubrió en el momento en que llegó hasta donde habían estado antes, rompiendo con su cuerpo metros enteros de roca mientras se lanzaba en contra la dirección de donde habían salido antes. Llegó al cuarto en dónde estaba el portal del que había salido el Devorador de Dioses.
Una bestia antigua y poderosa que había venido de una dimensión con propiedades desconocidas.
El pelinegro se quedó pensando en la naturaleza de la existencia que era el devorador de los dioses, más en específico, una dimensión capaz de unificar las energías cósmicas y caóticas.
No era imposible.
Pero era peligroso.
El Ojirrojo suponía que su hermano ahora estaba con su poder completo desbloqueado y siendo capaz de usarlo sin la bandana limitadora de su padre. Supuso la principal razón por la que había todavía un país del viento era probablemente su hermano queriendo evitar el daño colateral.
Recordó cuando eran niños, lo descontrolado e impulsivo que podía llegar a ser su hermano de vez en cuando.
Sonrió levemente.
Su hermano había cambiado bastante desde entonces, pero no había sido el único que lo había hecho, sin embargo, el pelinegro no podía simplemente destruir aquella dimensión, principalmente porque la reacción en cadena no sería algo agradable.
Luego vio como el portal de dónde había venido el devorador de dioses se encendía nuevamente.
—Yeoui.
Un báculo de color rojo se formó en la mano del pelinegro antes de que sin dudar un solo segundo, lo agitará como una espada y lo cortará en dos…
No sin que antes saliera de allí.
El pelinegro abrió los ojos cuando noto a la silueta humanoide abajo suyo.
Luego abrió los ojos cuando noto como en su mano se formaba una espada de color negro y roja que le hizo al instante mover a Yeoui en medio suyo.
En menos de un parpadeó.
En menos tiempo del que la luz siquiera tuvo tiempo para llegar a los ojos del pelinegro.
La espada se había encajado en la superficie maciza del baculo, el pelinegro abrió los ojos ante la fuerza que resquebrajo el suelo debajo suyo y mando una fuerte onda de aire presurizado en el punto de contacto.
Los ojos del pelinegro estaban abiertos de par en par antes de que la energía del caos cubriera su cuerpo, y el suelo debajo de la figura que estaba allí girará alrededor de la figura humanoide, un instante antes de que cadenas negras rojizas salieran desde la espalda del Ojirrojo y se cerrarán alrededor de ella.
Meryo se quedó callado ante lo que vio.
Conocía a ese ser. La conocía demasiado bien, y por eso incluso mientras sus sentidos le decían a detalle quien era, estaba negándose a creerlo—Se supone que estás muerta— comento el pelinegro antes de apretar los puños—. No, estás muerta, no se lo que seas para engañarme incluso a mi pero ya tenemos bastante con una cosa salida de allí.
Quien estaba enfrente suyo era una mujer humana.
Tenía un largo cabello castaño que le bajaba por la espalda, desordenado, una piel ligeramente pero que parecía llena totalmente de vida, llevaba una especie de armadura de color azul y negra encima de su cuerpo mientras veía al pelinegro con ojos…
Ojos morados y de esclerótica negra.
El pelinegro giro su báculo listo para decapitarla, pero la mujer solamente sonrió de medio lado.
—¿Está muerto lo que jamás estuvo vivo en primer lugar, Ise?— pregunto ella un instante antes de que ella desapareciera justo cuando el báculo iba a pasar cortándole el cuello, la roca y las cadenas desapareciendo mientras el pelinegro se giraba detrás suyo.
Allí estaba ella, justo en dónde un trozo del muro había estado antes.
Eso no fue un simple Kawarami. Eso fue una manipulación del espacio-tiempo, no, más importante que cualquier Jutsu normal eso fue.
—Kōrimachi Kōkan (Intercambio Korimachi)— comento la castaña cruzada de brazos en el agujero que había formado en el muro, saliendo de este mientras miraba de arriba hacia abajo al Ojirrojo—. Haz crecido para ser un gran hombre, estoy segura que Naru debe de estar orgulloso de ti, aunque no es difícil de notar algunos cambios en ti.
El pelinegro se crispo por eso mientras ella le daba una pequeña sonrisa—El Noryokugan fueron los ojos de Izanagi mismo, Ise. Incluso aunque seas el heredero del rey escarlata, ¿Crees que eso limitaría lo que estos ojos pueden ver?— pregunto ella con una expresión tranquila mientras alzaba la mirada—. Los ojos de Naruto están más desarrollados, y si lo conozco como lo hago, tendría muchas más cosas a su disposición para notarlo, es un tanto notable.
El Ojirrojo se quedó callado mientras veía a la mujer, quien veía al cielo con una expresión casi ensoñadora, tan genuina que le daba escalofríos—¿Cómo es que estás aquí? Mi hermano me dijo que tú estabas muerta, él te…
—Me devoró, si. Consumir la carne de una de las siete princesas del rey escarlata le da un enorme poder a quien la coma, estoy seguro que tú y él estarían más o menos al mismo nivel en cuestión de poder, pero cosas como esas le hacen a él ser quien es, estar solo allí, en ese pináculo de poder.
Ella tiene las memorias de eso… ¿Sería acaso de una dimensión diferente o algo así?
—Puedo leer tus sinapsis neuronal, Ise— comento ella todavía viendo el techo—. Tu y Ruto son Singularidades, seres que no pueden existir en más de una realidad, incluso si hay infinitas dimensiones, e incluso si existieran infinitas versiones de mi, solo existen uno de cada uno de ustedes, y no sabría lo que se.
—…¿Cómo es que estás aquí?— pregunto fruncía el ceño, una mezcla de preocupación, enojo y tristeza mezclados en su voz.
La castaña se encogió de hombros—Quien sabe, tal vez ni yo misma lo sé, tal vez lo sepa pero no sea capaz de decirlo— comento ella pasándose una mano por la cara y viendo sus dedos—. Mi cuerpo es de la misma carne y esencia que tenía antes de morir, no parece que haya nada en específico de diferente, pero mi alma y mente… supongo que hay una buena probabilidad de estar siendo manipulada por algo en alguno de ellos, mi percepción está confundida ahora mismo, recuerdo todo de alguna vez conocerte y sin embargo, todavía planeo continuar, sin importar lo mucho que te haría daño en el proceso.
—…Aika— murmuró el pelinegro—. Mi hermano… el no puede saber nada de esto, si te ve así, él… ya ha pasado por muchas cosas, verte regrese así no… no sería bueno para él
—…Lo se, entiendo a Ruto y que tanto le dañaría algo como esto— la sonrisa en el rostro de la castaña se deshizo. La mujer llamada Aika bajo la mirada por unos momentos antes de alzar la cara y decir con una expresión sería—. Supongo que es por eso que tengo que hacer esto.
Ella seguidamente hizo las manos a los lados antes de que una gigantesca cantidad de armas se crearán desde su cuerpo a los alrededores, lanzando todas al pelinegro en un parpadeó antes prácticamente salir disparada en contra del agujero creado por el Ojirrojo.
Las armas lanzadas por ella tenían la propiedad de ser inmutables, sin importar lo que hiciera, no se moverían en una dirección contraria a la planeada, lo que las hacia más problemático ahora mismo que estaba rodeado de ellas.
Por lo tanto se fue por lo sencillo.
Un golpe al suelo, con una fuerza como para partir montañas y se enterró en el agujero creado por su posición. La castaña hizo una señal con una mano antes de que ella viera como el suelo debajo suyo se resquebrajaba.
Extiéndete, Yeoui.
Ella brinco justo antes de que el báculo de antes ahora aumentado de tamaño saliera justo debajo suyo, justo en el instante que el pelinegro salió las armas se habían movido y vio como llegaban hasta donde estaba.
[¡Dragon Shot!]
Un disparo de energía de color rojo salió de su palma concentrado en contra de las armas, antes de que esté fuera doblado por las armas y el pelinegro abriera los ojos antes de fruncir el ceño y que un guantelete rojo saliera de su mano.
[¡Balance Breaker: Scale Mail!]
Una armadura de color roja con picos dorados y partes negras se formó como un material líquido alrededor del cuerpo del pelinegro, antes de que desde la superficie de la armadura se formará una cabeza de dragón que abrió sus mandíbulas hacia las armas.
Cómo si fuera un portal, se metieron adentro de la boca del dragón segundos antes de que está desapareciera adentro de la armadura.
La castaña sonrió levemente al ver eso—Un buen movimiento debo admitir, añadiendo la propiedad de inmutabilidad a mis armas soy capaz de hacerlas indestructibles, y hacerlas objetos de movimiento perpetuo, no las podría detener ni destruir, así que la mejor opción es simplemente removerlas del lugar— comento ella cruzándose de brazos mientras hacía la cabeza a un lado—. Me preguntó cómo ha crecido Ruto si tú eres alguien para comparar en fuerza.
—…Si en verdad eres Aika, si tienes sus memorias y emociones… sabes lo que aparecerte enfrente de mi hermano así le causaría— comento el pelinegro.
—Lo se— comento ella con una expresión neutra mientras se llevaba una mano al pelo—. Cómo dije, mi cuerpo parece estar normal hasta donde puedo reconocer, pero mi alma y otras cosas puede que estén realmente afectadas, no soy capaz de decirlo con certeza— explico la Ojimorada mientras se llevaba una mano al mentón—. Es extraño igualmente, no tengo un cambio emocional demasiado grande, todavía siento cariño hacia ti, el hermano de Naruto, y mis emociones hacia él tampoco parecen haber cambiado.
—…¿Pero?
—Pero por alguna razón algo adentro de mi ser parece estarme ordenándome hacer este tipo de cosas— dijo la castaña serenamente—. Si pudieras matarme antes de que Ruto me vea así sería lo ideal, pero mi nivel de fuerza antes de morir no es alejado del que tienes, y ahora parecen haber más cosas mezcladas con mi propia fuerza— declaró ella mientras juntaba sus manos.
Una lanza negra empezó a salir mientras las separaba, haciendo que el pelinegro abriera los ojos al reconocer dicha arma.
—Cuando estaba viva jamás pude usar esta cosa por ejemplo— le dijo la Ojimorada con una sonrisa en su cara—. Incluso con esto, dudo que podría ganarte en poder en bruto, pero en cuestión de habilidad, supongo que no estamos tan lejos tu y yo— comento ella con una sonrisa mientras hacía la lanza hacia atrás.
El pelinegro abrió los ojos mientras veía la lanza abrirse cómo tentáculos y que las puntas se conectarán como un taladro.
Cuando todo es nada más que Polvo y Sangre.
Y los soldados escarlata cabalgan.
Nuestro una vez gran mundo reducido a lodo.
Él viene a reclamar a Sus novias.
La creación caerá ante Khnith-h'gor.
El Dios del Mar Caótico.
Los hijos de sus hijos marchan a la guerra.
Sus ojos un brillo carmesí.
El dragón espera en las sombras, su aliento abrasará la tierra.
Un poema resonó en su cabeza en menos de un segundo, un instante antes de que el pelinegro se lanzará en contra de ella, el Yeoui en su mano apuntando directamente en contra de la lanza mientras la castaña le daba una pequeña sonrisa.
Movió la boca.
XOKIB (ESPERANZA)
El sonido ni siquiera tuvo tiempo de llegar cuando la lanza atravesó el baculo en dos como si fuera cristal antes de que la lanza dejara salir un torrente de energía amarilla que cubrió al pelinegro completamente.
Dicha energía cegó a Issei, quien se cubría la cara mientras sentía la energía prácticamente derritiendo su armadura, gruñendo aún más al sentir como incluso su carne estaba perdiendo y al final, huesos negros con puntos blancos brillantes se mostraban en sus brazos con carne la carne totalmente calcinada.
El Ojirrojo gruño cuando el ataque se detuvo, y bajo los brazos.
No había nadie más cuando abrió los ojos.
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Ella miro el cielo.
Bestias de más de ochenta metros estaban combatiendo a velocidades imposibles de percibir para un humano normal en contra de criaturas que ni siquiera parecían humanas, haciendo que el cielo nocturno se iluminara con las luces y ondas de choque de sus impactos.
A lo lejos, una criatura que parecía un Oni gigantesco de más de cien metros se encontraba combatiendo a una enorme bestia serpentina, el Oni recubierto por lo que parecía una armadura andrajosa café y oscura, rugiendo y desgarrando a su enemigo que no paraba de regenerarse y al mismo tiempo soltar una gigantesca cantidad de disparos de energía.
Mikane espabilo.
Se llevó una mano al oído mientras buscaba formar comunicaciones—Aak, Hung, Samus, ¿Están allí?— pregunto la pelinegra mientras todo se quedaba en un silencio increíblemente pesado para sus sentidos.
–Aquí, jefa.
La voz de Aak hizo que ella recuperara el aliento sin saber que lo había perdido.
—¿Siguen allá abajo no es así?
—Hung y yo lo estamos, no puedes verlo desde aquí pero parece ser que tienen una cantidad enorme de cosas horrendas que no paran de salir de las profundidades, estoy con la dron de aquel tipo haciendo algo para ver si podemos lidiar con ello, Hung y la slime nos están protegiendo.
La pelinegra se quedó callada por eso.
Luego frunció el ceño.
¿Dónde está…?
La pelinegra se quedó callada al reconocer una barrera cuadrada a su alrededor mientras veía a la Jashinista de antes apareciendo en un portal, Chitose no parecía particularmente molesta, no pareciendo mostrar particularmente ninguna emoción.
El tiempo afuera de la barrera se encontraba cada vez más alentado.
—No supongo que vienes aquí para otra charla, ¿O si?— pregunto Mikane mientras hacía crujir sus nudillos.
—No realmente— comento Chitose haciendo la cabeza hacia atrás—. Honestamente solo estoy haciendo tiempo.
—¿Tiempo?— pregunto ella mientras veía a la Jashinista haciendo la cabeza hacia atrás.
—…Es una lastima que no te pudieras unir a lo que buscamos, no diría que estamos buscando un propósito en común, pero unificamos la búsqueda de nuestras ambiciones bajo la misma bandera, incluso la tuya habría sido aceptada— comento ella mientras sonreía levemente—. No importa mucho, aún cuando mis ojos no funcionan en el Chakravartin, puedo ver muy bien el dolor que le va a causar estar cerca de ti.
La Ojimorada empezó a caminar hacia ella mientras la veía fijamente a los ojos, haciendo a la Jashinista hacer la cabeza a un lado mientras metía las manos en las mangas de su kimono—. Supongo que ya lo sabrás, pero ni tú ni yo, y prácticamente nadie en este mundo es capaz de dañar al Chakravartin, es la clase de existencia que no se muere con nada, como una cucaracha— comento ella mientras hacía la cabeza hacia adelante—. Irónicamente, dañarlo emocionalmente es bastante más fácil, incluso si no te volverías parte de nosotros, ten en mente que tienes a tu alcance el arma más fácil contra él.
La Oshimura se había parado enfrente de ella justo cuando dijo eso, quedándose quieta por unos cuantos segundos.
Seguidamente, una explosión sucedió justo donde su mano hizo contacto con el rostro de la Jashinista, la pelinegra vio el cráneo de Chitose regenerándose después de una explosión así, y espero justo al instante en que sus tímpanos se hubieran regenerado—No gracias.
Seguidamente giro sobre si misma, lanzando una patada en contra de la Jashinista que nuevamente soltó una explosión, seguidamente de que un pilar de sombra saliera de su pierna y mandara volando a Chitose en contra de la barrera que se resquebrajo ante el choque violento del cuerpo de ella impulsada por un pistón de sombra, antes de que dicho pistón se convirtiera en un tentáculo que se cerró alrededor de la Ojiverde, todavía conectado a la pelinegra que ni siquiera había bajado la pierna, Mikane movió su pierna en la dirección contraria, jalando en dicha dirección a la Miko un segundo antes de que ella misma se lanzará en su contra.
La Jashinista sintió las fracturas en su cuerpo y en su barrera.
Ella no era débil, al contrario, para estándares físicos, no dudaría en lo más mínimo de que podría con una enorme cantidad de cosas del mundo Shinobi.
Pero contra quién se enfrentaba no era del mundo Shinobi.
Fue mandada a volar justo cuando el puño de la pelinegra hizo que otra explosión, mucho más grande que la anterior chocará en su contra, haciendo que ella sopesara sus opciones volando en el aire.
Frontera entre velocidad, energía cinética, aceleración, resistencia, fricción, gravedad, inercia.
El cerebro de Mikane empezó a calcular a una velocidad acelerada en menos de un segundo cada uno de los factores que debería manipular, reducir y aumentar respectivamente tanto en ella misma como en su enemigo, pensando, calculando, acelerando tan rápido como para que la luz a su alrededor se deformara antes de impactar una patada en el vientre de la Jashinista.
Seguido fue ver una onda de choque que mando la arena en el suelo y las nubes en el cielo a volar por la fuerza del impacto mientras Mikane veía al cuerpo de la Jashinista arder en el aire por la velocidad a la que hacía el suelo iba al tiempo que ella misma estaba intentando recuperar el aliento.
Desde hace rato que había querido golpearla con todo lo que tenía.
Se llevó una mano a la nariz.
Algo de sangre salía de ellos.
Se agitó ligeramente la cabeza, intentando calcular otro poco para intentar mitigar el daño ligero que le había hecho a su cerebro haciendo cálculos que la habían dejado completamente ilesa mientras aumentaba absolutamente todo factor físico para dar un impacto realmente intenso.
Se encontraba volando en el aire unos segundos antes de dejarse caer y hundirse en su sombra, saliendo del otro lado de la ciudad a dónde había mandado a la Jashinista, viendo el enorme cráter en el que estaba ella.
Vio entonces como la carne calcinada se alzaba como si fuera un muerto viviente, huesos, piel y carne derretidas mientras el cuerpo irreconocible de la Jashinista todavía se movía.
—Debería agradecer… que esto se alargó hasta la noche— comento la pelinegra mientras la Jashinista hacia la cabeza hacia atrás.
Ella sonrió.
Ya está aquí
Su mente calculo cada pequeña cosa para asegurarse de tener suficiente tiempo, solo era cuestión de unos segundos.
Unos segundos.
Detener a la pelinegra por unos cuantos segundos más ahora mismo ya no era problema, aún a coste de su vida.
¡Amenomagatsuhinomikoto! (¡Señor Celestial Traedor de la Miseria!)
Ambas cosas sucedieron en un instante.
La Jashinista fue cubierta por una armadura de hueso al instante que el Chakra Oscuro no paraba de salir de ella, un Fujujutsu (Técnica Maldita De Encantación) del más alto nivel, en dónde entregaba su propia carne como sacrificio a la Idea Herética de Jashin, es decir, entregaba su energía física, su capacidad para hablar e incluso parte de su propia mente por qué le fuera entregado un aumento momentáneo del poder de su Dios.
Al mismo tiempo, la Yokai formó gigantescos taladros de sombras a su alrededor aprovechando las sombras de la noche, y añadiéndole su fuerza mientras veía a la Jashinista lanzarse en su contra.
El Kyūin Chakura (Chakra de Absorción) era uno de los regalos de dicho Fujujutsu, siendo capaz de absorber incluso la arena y toda la materia a su alrededor yendo hacia ella.
Los taladros se lanzaron en contra de la mujer como remolinos desenfrenados, en Chakra de absorción estaba hecho para absorber Chakra de todos los tipos.
Lo que Mikane usaba, no era Chakra.
En contra del muro tormentoso de oscuridad enfrente suyo, la Jashinista lo desmenuzó hasta el más mínimo atisbo de materia o energía oscura de la que dichas sombras estuvieran compuestas, pero eso estaba lejos de ser suficiente, e incluso la armadura de hueso empezó a ceder mientras ella se lanzaba en contra de la Yokai, partiendo con su cuerpo las sombras en un último intento.
Un punto de luz
Eso fue todo lo que vio antes de que sintiera las garras de la armadura de hueso atravesar la carne de quién estaba enfrente suyo.
Mikane le miro fijamente con ojos morados absolutamente neutros, dejando que la sangre bajara por su boca y nariz, un gruñido saliendo de su garganta mientras se separaba.
Una katana con el filo de color rojo estaba metida en la garganta de la Jashinista, Mikane la saco rápidamente antes de empezar a meterla en su funda.
Podría haber sido por su conexión misma al borde entre la vida y la muerte, pero la Jashinista enfrente suyo todavía se encontraba viva después de haber sido cortada con su katana, un arma que mataba incluso a inmortales.
—Para nosotros, la muerte está lejos de ser algo que nos detenga.
Mikane le miro mientras enfundaba su katana—Entonces si regresas me aseguraré de volver a matarte.
El mango de Fushigiri tocó la funda justo en el instante en que la luz se iba de los ojos de la Jashinista.
Mikane dejo salir un suspiro largo antes de dejarse caer de culo al suelo, agotada mentalmente mientras sentía que le dolía la cabeza después de todo lo que había hecho, según el propio Naruto la maldición de inmortalidad que ellos tenían dejaba la maldición de Jashin como una copia barata, eso hacia que incluso si pudieras borrar sus cuerpos no era imposible para ellos volver a aparecer.
No estaba segura si podría calcular de manera absolutamente correcta con su control de fronteras para bloquear lo que tenían, así que se fue por lo seguro, maldición inmortal contra espada maldita contra inmortales.
Si no la había sacado antes había sido para asegurarse de asegurarse de que no tuviera en lo absoluto ninguna forma de escape o salir de eso, solo por precaución hizo que un tentáculo de sombra sujetará al cuerpo de la Jashinista y lo lanzará lo más fuerte que pudiera.
Miro entonces como el gigantesco Oni que ahora en esos momentos era Naruto se encontraba peleando en contra de la criatura serpentina, que se hacía llamar el devorador de dioses, no parecía que el nombre le fuera por poca cosa, no morir de un golpe era una cosa, soportar dichos golpes, regenerarse, atacar y descontrolar la energía de las cosas a su alrededor, parecía ser que incluso Naruto tenía problemas.
Luego vio como algo de color azul pasaba corriendo por la espalda de la criatura dejando una estela de hielo por dónde pasaba, que el Oni aprovecho al instante para enterrar sus uñas en el área congelada, haciendo rugir a la bestia.
Mikane gruño mientras se tapaba los oídos, intentando formar comunicación con quién sabía que estaba allí.
—¿¡Samus!? ¿¡Esa eres tu!? ¿¡Dónde se supone que estabas!?
No recibió respuesta hasta que vio como la estela de color azul se alzaba hacia el cielo en un remolino de electricidad antes de empezar a disparar hacia abajo, hacia el interior de las fauces de la criatura.
…Trayendo… ¡Caballería!
Un segundo rugido vino después del Devorador, un rugido que Mikane reconoció al instante
Un punto brillante carmesí en el cielo nocturno se veía a la distancia, antes de ver como una criatura que estaba acelerando cada vez más y más.
Bajo hacia el nivel del suelo dejando una estela de arena derritiéndose y siendo lanzada a los aires por las ondas de aire antes de llegar en contra de la estela de hielo de antes, partiéndola con su cuerpo mientras el hielo pasaba a pintarse de fuego, con un segundo rugido elevándose al aire al tiempo que la enorme criatura demoníaca lo sujetaba de los dos lados, sintiendo como el último ataque de lo que fuera que atacó al devorador lo había partido en dos.
Ahora era cuestión de abrirlo más.
El hielo que había cubierto las mandíbulas de la bestia se deshizo al tiempo que rugía y una esfera de energía se formaba justo en sus mandíbulas, apunto de darle en la cara al Oni que lo estaba intentando desgarrar en dos.
Y entonces…
Con otro rugido, Mikane vio aparecer prácticamente de la nada a una segunda criatura, tan inmensa como el demonio y el devorador, un enorme perro gigante de pelaje negro y ojos rojos, que se montó sobre la espalda del primero y dejo que un maremoto de fuego saliera de sus mandíbulas en contra de la cabeza de la bestia.
Los brazos titánicos del Oni dieron más de si mientras el enorme perro negro no dejaba que las llamaradas cesarán.
Justo a tiempo para que la criatura voladora girara en el aire.
Una bestia alada que parecía hecha de metal negro con energía roja surcando por sobre su cuerpo, propulsándose por lo que parecía un jet a soltando fuego casi blanquecino por su temperatura.
Y esa criatura giro y está vez, se movió de manera horizontal.
Justo en la cabeza del Devorador.
El fuego baño el cráneo de la bestia, su exoesqueleto siendo completamente calcinado, y como un cuchillo caliente ante la mantequilla, el dragón de metal paso entre las llamas, la carne derritiéndose, y corto de lado a lado, mandando la cabeza a colar justo en el momento en que el gigantesco Oni partía en dos el cuerpo del gigantesco monstruo.
Un gigantesco chorro de sangre y órganos salieron desde ambas partes destrozadas, de un color morado oscuro, mientras el Oni tomaba una profunda respiración antes de rugir al aire.
Mikane miro lo que sucedió en poco menos de unos cuantos segundos, antes de gruñir y dejarse caer en la arena—¿Qué tienen todos con rugir hoy? La cabeza me está matando— murmuró la pelinegra intentando controlar su dolor de cabeza.
Ella miro como sucedía una gigantesca explosión en el gigantesco túnel de la ciudad, haciendo que ella suspira aliviada al sentir el llamado de Aak y Hung para que los sacará, eso sin duda había sido la última parte de ellos.
Un sin número de bestias demoniacas parecían estar combatiendo todo.
El gigantesco oni empezó a reducir su tamaño seguramente para transformarse nuevamente en Naruto, quien seguramente tenía la situación manejada.
Todo había sido resuelto, así que soltó una pequeña sonrisa.
Al menos ya podía descansar.
BRAAAAAAAAAAAUUUUUUMMMM
Ella abrió los ojos apenas escucho un estruendo que le dejo uno de los oídos zumbando.
Mikane se paró de dónde estaba de repente, antes de notar a la distancia un destello de color amarillo, toda la arena por la que había pasado se había convertido en un polvo negro, sintiendo entonces algo que la hizo congelarse.
Una presencia de energía cósmica que no se sentía para nada como Naruto. Sintió que el aire se le iba, mordiéndose el labio mientras sentía que su cuerpo se quedaba congelado en su lugar…
Sin embargo…
Sin embargo está presencia, si bien fuerte, no era diferente de la de Naruto en su naturaleza, no sentía nada de la malicia que conocía de… Otra cosa…
Algo en ella.
Sus instintos mismos le estaban diciendo que fuera allí.
Y sin embargo, para cuando abrió una brecha hasta allí, lo primero que vio fue la expresión anonadada de Naruto mientras veía a una mujer de cabello castaño enfrente suyo.
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Naruto suspiró mientras sentía los efectos de una de sus técnicas demoníacas, Kami no Onijutsu: Kuma-Dōji, había limitado su tamaño para ganar en velocidad, viendo a las otras criaturas que habían aparecido irse de los alrededores de la ciudad.
El pelirrojo suspiró.
Estaba en medio de una enorme cantidad de edificios en la ciudad de Akkhan, no podía evitar sentir que las cosas se habían descontrolado bastante desde el comienzo, se miro las manos, sintiendo la energía cósmica y caótica en su cuerpo.
Era una sensación complicada de explicar usar el poder que había estado enfrentando desde hace bastante tiempo, y tener acceso completo a su fuerza le había hecho bastante más difícil combatir sin causar daños.
Luego frunció el ceño cuando sintió algo similar a su propia energía en esos momentos, seguido de ver como una especie de disparo de energía salía desde el suelo, haciendo que viera hacia abajo, sus ojos permitiéndole ver la estela de la energía de su hermano allí.
Pero no había nada más allí, no eso no era lo que…
Sus ojos brillaron en morado y rojo mientras lo notaba entonces.
¿Taquiones? Se pregunto frunciendo el ceño, no había nada excepto él en ese planeta que pudiera siquiera hacer uso de eso, y era por medio de su elemento radiación, eso le hizo sentirse confundido antes de sentir una presencia detrás suyo.
Se giró levemente.
Allí se encontraba una persona, cruzada de brazos y descansando la espalda en contra de un edificio medio destrozado, dándole una leve sonrisa.
Los ojos de Naruto cambiaron completamente a color morado mientras fruncía la cara por bastante tiempo, viéndola de arriba hacia abajo en búsqueda de algo, cualquier cosa—Oi— soltó de repente con ligera molestia en su voz—. No sé quién seas ni quien te mando, pero te recomendaría que no usarás esa apariencia, no ando particularmente de buen humor.
La mujer castaña le sonrió levemente al escuchar eso—Bueno, ¿No estás siendo demasiado rudo, Naru? Está es la única cara que tengo, tu lo sabrías, fue lo primero que mordiste para matarme rápido.
KRAAAAAMP
La arena, las rocas y escombros salieron volando en el momento en que había conectado su puño en contra de la mujer.
Luego abrió los ojos al ver cómo enfrente de su puño estaba la palma de ella, quien retrocedió levemente antes de agitar la mano—Demonios, si que te haz puesto más débil, estoy segura que antes podrías golpear lo suficiente como para que ni yo lo pueda aguantar.
—Te estoy dando una advertencia, si estás con los Jashinistas te voy a matar igualmente, pero si dejas lo que sea que estás haciendo no te haré sufrir antes de eso— le gruño mientras cada sílaba que salía de su boca estaba llena de veneno.
—Bueno, no sé si sentirme insultada o halagada que vayas hasta este punto por mi— comento ella rascándose el pelo antes de llevarse una mano a los ojos—. Ah, cierto, mi Noryokugan no estaba tan desarrollado como el tuyo, no lo usaba a menudo de hecho, sino que lo usaba antes de los combates en dónde me ayudabas a forjar cosas, ¿Zengenkyū te ha servido? Jamás pude arreglar la cantidad tan descontrolada de Chakra que devora.
—…
Los ojos de Naruto se estaban abriendo con cada palabra que ella estaba soltando.
Y su boca se abrió en incredulidad mientras veía a la castaña quitándose la mano de los ojos.
Ojos de color miel, cálidos y genuinamente vivos le devolvían la mirada.
Ella se miro las manos unos momentos antes de reírse levemente—Nada puede engañar al Noryokugan, Naru, el tuyo mucho menos— declaró ella mientras sonreía.
Justo en ese momento, un portal se formó justo a unos metros entre ambos, del que salió Mikane, la castaña se giró a verla, ligeramente curiosa.
Naruto ni siquiera le puso atención.
Los dientes le crujieron y sus uñas se metieron profundamente adentro de su propia carne, la sangre saliendo de sus manos y quemando la arena y roca que tocaba mientras su cara se deformaba a una expresión de cólera—Mis ojos me dicen que lo eres, no hay nada de diferente, ni siquiera una sola cosa— una energía de color verdosa y mirada no paraba de salir de sus cuencas mientras veía a la mujer enfrente suyo—. ¡Pero me rehusó a creer eso! ¿¡Quién carajo eres!? ¡DEJA DE USAR SU CARA EN ESTE JODIDO INSTANTE!— bramo Naruto mientras la castaña le daba una pequeña sonrisa.
—Estoy feliz— comento la castaña mientras hacía la cabeza hacia atrás, dándole una última mirada a la pelinegra quien se había puesto en guardia al verla—. Siempre fuiste alguien bastante antisocial, el como creciste en Konoha supongo que te hace eso, estoy contenta de ver qué tienes amigos, Naru.
La cólera de Naruto estaba cambiando a un sentimiento que odiaba.
Miedo.
La expresión de enojo estaba cambiando cada ves más a una consternada.
—…¿Aika?— le pregunto suavemente, dando un paso hacia ella.
La castaña le dio otra leve sonrisa, está apenas llegando a la comisura de sus labios, notando al pelirrojo caminando hacia ella con el brazo extendido.
Ella inhaló lenta y profundamente, dejando el aire salir de sus pulmones con una sensación que se sentía como si respirara cuchillas—Lo siento— murmuró ella antes de que sus ojos volvieran a color morado y su esclerótica negra—. Genshiku.
Un manto de flamas negras se formó sobre el cuerpo de la castaña antes de que ella extendiera su mano a un lado, haciendo que la pelinegra abriera los ojos al ver cómo juntaba todas las flamas en lo que parecía una espada que empezó a brillar en azul blanquecino.
Ni siquiera pudo verlo.
La castaña había agitado la mano, Mikane la había alzado, un grueso muro de sombra se había formado justo enfrente del Okami.
Un instante después, la mitad derecha del muro no estaba.
No la mitad de cualquier cosa que hubiera estado enfrente, no había nada de materia en la dirección general de ello.
Eso incluía a Naruto.
—Deberías haber usado tu control de fronteras si querías bloquear un ataque como este— de repente le dijo la castaña mientras suspiraba—. Por las memorias que él tiene de ti parece ser una habilidad bastante buena— miro al muro de sombra deshacerse mientras notaba los músculos siendo creados alrededor de los huesos del Okami, la mitad del cuerpo de Naruto había desaparecido, y aún así, no parecía que se estuviera deteniendo.
La mujer llamada Aika vio la piel y la ropa formándose alrededor de la otra mitad mientras el pelirrojo seguía caminando hacia ella.
—Algo me está controlando, no sé porque ni tampoco se cómo, me ha añadido algunas cosas que son peligrosas para ti— declaró la castaña antes de extender su otra mano—. Cómo estás.
Mikane abrió los ojos apenas reconoció una lanza casi idéntica a la que ella misma tenía, viendo cómo la lanza se abría en varias decenas de cuchillas que se lanzaron en contra del Okami.
Este siguió caminando.
Y luego las dos abrieron los ojos.
Las cuchillas se detuvieron.
No por nada que la castaña hubiera hecho pues parecía tener una expresión de esfuerzo mientras intentaba mover su brazo hacia adelante, sonriendo mientras una gota de sudor se formaba en su mejilla—Oi, Oi, Naru. ¿No es esto exagerar hasta para ti? Nunca antes usaste energía del caos para empezar….
Las cuchillas se retrajeron con cada paso del Okami, lentamente, su propio brazo fue alzado al aire mientras gruñía por el movimiento.
Justo en el instante en que llegó hacia ella, la mano de Naruto se extendiendo hacia la mejilla de ella lentamente, apenas la toco, su piel y carne parecían deshacerse lentamente mientras el pelirrojo parecía estar al borde de las lágrimas.
—…367 metros de profundidad, 785 de distancia…— murmuró Aika levemente mientras el pelirrojo se mordía el labio.
—Yo… ¡Yo prometo que te voy a liberar, primero que voy a sacarte de lo que sea que esto sea!— dijo Naruto mientras intentaba llevar sus manos a las mejillas de ella, incluso aún si fueran solo los huesos lo que parecía sobrevivir.
—Kūton…Aian… Meiden (Elemento Vacío… Doncella...de Hierro)— ella puso una mano sobre el pecho de Naruto, antes de que una esfera negra se formará alrededor del Okami en menos de un parpadeó, haciendo que ella cerrara los ojos mientras se separaba lentamente y hacia un sello de manos—. Kūton… Genshi no Ryōki (Elemento Vacío… Reino Primordial)
Ni siquiera sucedió un segundo para que empezará a salir sangre a por montones de la esfera negra, haciendo que Aika se pusiera a ver eso con una expresión neutra.
Luego se giró a ver a la pelinegra allí.
Le dio una sonrisa decaída—Lo siento, supongo que esto es algo incómodo de ver— comento ella mientras se rascaba la nuca—. Mi nombre es Aika, Aika Korimachi. Tu debes de ser… no, espera, ¿Prefieres que te llamen Sumeragi no es así? No te preocupes, use psicometría en Naruto para saber más de lo que le ha pasado, si que la ha tenido difícil desde que me fui— comento ella cruzándose de brazos—. Aunque esas mujeres de Kumo me molestan, supongo que me hace feliz ver qué Naruto no se ha quedado sol, ya ha pasado demasiado de su vida así.
Mikane gruño mientras se ponía en guardia.
Eso hizo a Aika alzar las cejas levemente por la sorpresa antes de sonreír de medio lado—Bueno, bueno, eso toma valor, ¿Si sabes que fui la última maestra de este tipo, no?— pregunto ella apuntando hacia la esfera negra que seguía dejando salir chorros y chorros de sangre—. Incluso aunque no lo fuera, acabas de verme haciéndole frente, y sin embargo quieres lanzarte a los puños en contra de mi.
La castaña siguió caminando mientras veía a la pelinegra ponerse cada vez más en guardia, preparándose para cualquier cosa.
Ella dio un paso hacia adelante…
Y casi se hunde en la arena.
La castaña abrió los ojos cuando de repente todo a su alrededor de repente aumento de peso de manera desmedida, haciendo que la pelinegra suspirara mientras hacía un ademan con su mano—¿Quién dice que soy yo la que va a pelear?
Realmente, no necesitaba hacer ademanes ni nada para usar sus habilidades, como aumentar el peso de la sombra de alguien, pero le estaba ayudando a concentrarse mientras hacía un ademan con la otra mano como si cortará algo.
Aika abrió los ojos cuando un portal se formó justo enfrente suyo antes de ver un guantelete rojo apuntando directamente en contra de su cara, aún con su peso aumentado de manera descomunal, ella fue mandada a volar antes de sentir como su peso era aumentado nuevamente, haciendo que pasará de estar volando a ser estampada en contra del suelo.
Se levantó con quinientas mil toneladas encima.
Lo siguiente que vio fue el pie de Meryo apuntando en contra de su cabeza.
Sin Retroceso: Goryeo.
Una patada le hizo ser alzada al aire producto de una fuerza tal como para deformar el espacio, seguida de una segunda parada que le dio justo en el estómago antes de ser mandada a volar producto del impacto, antes de que un pilar de sombra se formará detrás suyo y la lanzará de regreso hacia adelante.
Aika sonrió ante eso, sintiendo sus órganos internos reorganizándose después del impacto, y girando sobre si misma.
Doton: Genkai no Jutsu (Elemento Tierra: Jutsu Reducir Masa)
El pelinegro abrió los ojos cuando su siguiente golpe paso a través de la castaña como si fuera un fantasma, mientras ella ponía los pies en el suelo y giraba en la arena producto por la fuerza del impacto de antes.
Ella estiró los brazos levemente y gruño otro poco antes de sonreír—Nada mal, esperaba que fuera Naru el que abriera el portal a dónde estaba Ise, pero tú también sirves… con eso dicho que interesante técnica la tuya, no sentí Chakra en ella así que debe ser una manipulación directa de algo, alguna cosa como manipular el peso de alguien por medio de las sombras, aunque puedo manipular mi peso, masa y otras cosas solo puedo mitigar los efectos— fue lo que propuso Aika mientras miraba a Mikane—. Deberías haberte centrado más en liberar a Ruto, la esfera allí adentro es pura oscuridad técnicamente, no se puede salir desde allí adentro con alguien normal.
Con eso dicho. Pensó la castaña acariciando su mentón. Un control de sombras y control de las fronteras a nivel conceptual, le falta pulir ambos pero parece tener un buen dominio de ambos, sin embargo…
—Oi— comento ella viendo a la pelinegra—. Mika… no, ¿Prefieres Sumeragi, verdad? Normalmente prefieres pelear directamente, sin embargo, las últimas memorias de Ruto mostraban que tenías bastantes problemas mientras él estaba cerca, y ahora mismo te vas hasta atrás ni siquiera por mis ataques, sino por mi presencia.
—…¿Qué hay con eso?— pregunto Mikane, buscando ganar más tiempo mientras la castaña se miraba pensativa.
—La habilidad psicométrica del Noryokugan se la enseñe yo a Naruto, aún así, no soy de leer la memoria de gente al azar, si ví la memoria de él fue para saber que es lo que ha pasado desde la última vez que nos vimos— explico ella encogiéndose de hombros—. No soy buena leyendo a las personas, pero puedo suponer que tú y él tienen una relación complicada con tu miedo a los seres cósmicos.
—Estoy algo cansada de escuchar esta discusión una y otra vez.
La castaña se rio en respuesta a eso—Puedo suponer eso, por lo que se ve este ha sido un día largo para todos ustedes— comento la castaña antes de que su expresión se pusiera ligeramente más seria—. Aunque bueno, no soy un ser cósmico al completo, soy casi humana en mi totalidad, solo que tengo energía cósmica en mi y se cómo usarla— explico Aika mientras veía a Mikane ligeramente curiosa—. Solo te faltaría ganar algo de poder pero incluso aunque ese fuera el caso, supongo que con esa convicción y mentalidad tuya… Hmmph— la Korimachi simplemente negó levemente—. Que desperdicio de talento.
Justo cuando dijo esas palabras, una mano salió de la esfera negra, bañada en sangre mientras Mikane se quedaba viendo a la castaña que se distrajo apenas vio la esfera ser partida en dos por el Okami saliendo de ella.
Shesh, y yo que creí que antes Naruto era caótico con su fuerza. Pensó la castaña viendo al Okami salir aún cuando parecía poco más que una silueta bañada en sangre y carne
No caigas en sus provocaciones. Fue lo que pensó Mikane mientras sentía la concentración de sombras en la esfera que el pelirrojo había roto, y que se movió como agua en su dirección mientras ella se lanzaba en contra de la castaña.
Está giro la mirada en dirección de ella y sonrió.
Kōrimachi-Ryū no Kawarimi no Jutsu (Estilo Korimachi del Jutsu de Cambio de Cuerpo)
Un instante después lo que Mikane vio fue el cuerpo ensangrentado y faltante de trozos de carne de Naruto, un segundo antes de sentir algo detrás suyo.
Ni siquiera tenía que girarse para ver a la castaña con lanza en mano apunto de usar la lanza en contra de su cráneo.
Aika abrió los ojos cuando la pelinegra fue mandada hacia el suelo a una enorme velocidad, luego sintiendo como la lanza atravesaba carne para ver cómo había sido atrapado por la mano del pelirrojo.
Inteligente, aumentar el peso de su propia sombra para esquivar esto.
La castaña gruño cuando dos estacas de sombra se formaron justo debajo suyo en contra de sus rodillas, haciendo que ella gruñera antes de alzar su brazo.
Soltó otro gruñido mientras sentía el hueso y los músculos cediendo ante una patada dada por Issei, la castaña podía sentir las venas pulsando en sus brazos mientras estaba intentando nos era aplastada entre la fuerza de ellos dos.
—Oye, Naruto, ¿Puedes decirle a Ise que lo quiero bastante como amigo pero que no estoy dispuesta a un trío? No creo poder con los dos al mismo tiempo— bromeó la castaña mientras el sudor cubría su cara.
Luego miro abajo suyo.
Su cabeza fue mandada hacia atrás cuando la pelinegra abajo suyo conecto un uppercut que género una explosión choco en contra de su mandíbula, haciendo que ella cediera ligeramente ante eso.
—¿Qué te pareció ese desperdicio de talento?— mascullo ella ligeramente molesta.
La castaña se le quedó viendo con la cabeza movida hacia atrás antes de hacer un leve movimiento con su lengua adentro de la mejilla por unos segundos, antes de escupir a un lado.
La roca se hundió justo cuando un diente impacto en contra del suelo y la castaña le sonrió con uno de sus dientes frontales faltando—Nada mal, ya veo porque le agradas a Naruto— se rio ella, un instante antes de que la lanza en su mano desapareciera y apuntara sus dedos en contra de la garganta de la Oshimura.
Ni siquiera llegó cuando sintió algo sujetándole la mano, haciendo que ella girara la mirada para ver lo que solo podría llamar una especie de masa azulada saliendo del suelo y sujetándole—…Lo digo enserio, tienes más amigos de los que jamás creí que tendrías, Naru.
El pelirrojo se encontraba bañado en sangre que se evaporaba mientras la veía, su expresión ilegible al tiempo que aún con Mikane entre ambos, solo veía fijamente a los ojos morados de la castaña—Voy a descubrir lo que te paso, voy a libertarte de eso, lo juro.
Ella le sonrió levemente, con una expresión entristecida—Estoy contenta con haberte visto una vez más, pero lo que sea que me pasó me está diciendo que me vaya de aquí, ya mandé unos cuantos clones a recoger algunas cosas de hecho— comento ella antes de que con su mano libre hiciera un sello de manos.
Redujo su masa nuevamente.
Todo lo que la sujetaba al instante le atravesó como si fuera poco más que un fantasma, el Ojirrojo detrás suyo gruño antes de que su mano fuera recubierta por fuego verde, el slime que le había sujetado la mano antes se había expandido de repente, Mikane brinco hacia atrás cuando eso paso, viendo al pelirrojo quedarse en su lugar mientras veía la esfera azulada formándose alrededor de ellos.
—Que curioso, está pequeña slime se llama Akia, yo me llamo Aika, bastante curioso— comento la castaña con una sonrisa antes de que los muros de slime se cerrarán alrededor de ella, viendo la flama verde siendo lanzada en su contra.
Aika abrió los ojos al notar como la energía del caos en dicha flama manipulaba la materia con la que hacía contacto, haciendo que incluso su masa negativa en esos momentos fuera afectada por ello.
Su mano fue puesta enfrente de la flama y al instante una masa negra salió de su palma, extinguiendo dichas flamas mientras desmenuzaba la energía del caos que la componía usando su propio Vacío.
Que raro, Issei debería saber que puedo hacer eso con…
Ella abrió los ojos cuando sintió como los muros de slime le sujetaban.
Pequeño dragón de mierda inteligente. Sonrió ella.
Una Yokai que podía manipular las sombras y las fronteras.
Y una slime que podía absorber las capacidades de cualquier cosa, volviendo lo inmaterial en algo material al absorber las propiedades de la flama.
Pudo sentir como su cuerpo estaba empezando a ser desmenuzado rápidamente por la slime, haciendo que ella no pudiera evitar sonreír aún cuando una buena capa de su piel ya había sido devorada.
Ah, que alivio. Pensó ella mientras sentía una profunda felicidad en su cuerpo. Tienes amigos interesantes, Naru.
Ella dejo que una pequeña onda de vacío saliera de su cuerpo. La slime salió expandida por varios lados mientras ella veía al pelirrojo enfrente suyo, apunto de agarrarla apenas había salido.
Ella desapareció justo enfrente suyo antes de que siquiera pudiera tocarla.
Naruto miro la sombra que les cubría mientras veía a la castaña acuclillada en un edificio apunto de resquebrajarse, haciendo que ella viera todo el campo de batalla con una expresión curiosa.
Luego sonrió.
Se paró mientras su ropa y su carne se estaban regenerando, viendo cómo de su propia sombra se estaban formando navajas listas para ir en contra de ella—Gracias, a todos ustedes, cuidaron bastante bien a ese irresponsable aún cuando puede ser un dolor de cabeza, aunque me gustaría hacer una pequeña declaración— comento ella cambiando a una expresión sería, apuntando al pelirrojo—. Eso, me pertenece a mi.
Los ojos de Naruto se abrieron ante esas palabras mientras su cuerpo se destensaba.
Luego la castaña giro la mirada para ver a Mikane, morado viendo morado mientras ella se le quedaba viendo fijamente por una considerable cantidad de tiempo, antes de sonreír levemente, su expresión cambiando a una casi salvaje mientras la veía.
—Y tu… me caes bien, puedo ver porque el está interesado en ti— declaró ella mientras se paraba—. Hasta entonces supongo, Sumeragi-san.
Ella pareció dar un leve brinco, un instante antes de que desapareciera en el aire, dejando atrás solo la luz de la luna y un sentimiento de desolación en Naruto.
