Wola, vengo a ustedes con este fic, porque adoro al fantasma de la opera y esta idea se me vino a la cabeza, espero que les guste.
Cáp. 4 Nueva soprano.
Durante la noche tanto Erik como Elizabeth tuvieron sueños placenteros, que eran similares y a la vez diferentes, por ejemplo.
Elizabeth soñó que estaba en la morada de Erik y mientras este tocaba su órgano ella cantaba viendo como a Erik le gustaba su compañía y los esfuerzos que hacía para que la tal Christine le aceptara.
Y Erik soñó que al fin tenía a alguien con quien hablar además de Christine, y que todos los días sabía que alguien se interesaba por él.
A la mañana siguiente…
- Mamá ¿ya me vas a contar lo de la fiesta que piensan hacer aquí para Año Nuevo? – decía muy insistente Meg.
- No Meg, aún no -
- No lo contare -
- ¿Qué no contaran? – decía Elizabeth que acababa de llegar.
- Los dueños quieren hacer una fiesta por año nuevo, pero mi mamá no me quiere contar como va a ser o de que tratara -
- Solo será una fiesta y ya basta – dijo Madame Giry enojada.
- Vaya, se nota que a tu madre no le gusta comentar nada al respecto – dijo Elizabeth.
- No, pero ya me enterare, oye ¿te puedo pedir un favor? – dijo Meg.
- Claro -
- Puedes cantar algo para mí, es que creo que cantas muy bien y me gusta oírte -
- Seguro – dijo Elizabeth alagada.
Durante toda la tarde Elizabeth cantó para Meg mientras hacía sus quehaceres y en una de esas Andre, uno de los propietarios del teatro que era un señor ya de edad avanzada la escucho y exclamo…
- Vaya pero que encantadora voz ¿cómo se llama mademoiselle? -
- Elizabeth monsieur, Elizabeth Ellison – dijo ella algo asustada por la llegada inesperada del hombre.
- Vaya que nombre tan encantador y veo que estas trabajando, pero no creo haberte visto antes -
- Lleva poco tiempo aquí monsieur – dijo Meg.
- Vaya muy bien, muy bien – dijo el hombre al mismo tiempo que se iba.
Dejando a las dos muchachas algo sorprendidas y extrañadas y por eso soltaron una tremenda carcajada pero en fin, ya casi se acercaba la hora de la segunda "cita" entre Elizabeth y Erik así que Elizabeth aguardaba nuevamente en la cocina.
Elizabeth estaba ansiosa, pero pensaba que no era bueno demostrarlo así que espero con calma hasta que escucho…
- Buenas noches – se escucho la voz de Erik.
- Buenas noches – respondió ella.
En vez de ir a la morada de Erik como fue la noche pasada, ambos decidieron dar una vuelta por el teatro, (en la oscuridad claro) y ver que pasaba con todos ahí.
En una de esas que estaban cerca del escenario vieron como La Carlotta estaba ahí todavía ensañando para su próxima función que era la noche siguiente.
- No se como les puede gustar como canta, para mí es horrible – dijo Elizabeth.
- No sabes la alegría que me da el saber que no soy el único que piensa así -
- Es horrible su canto – dijo ella mientras embozaba una sonrisa.
- Tú cantas mucho mejor – dijo Erik como lo más natural del mundo.
Elizabeth no dijo nada, pero si se ruborizo ella no estaba tan acostumbrada a que la halagaran por su voz, nadie lo hacía desde que era una niña pequeña y a su familia de parte de su madre le gustaba oírla cantar.
- Lo que daría por que alguien callara a esa mujer – respondió Elizabeth segundos después.
- Pues tal vez no vayas a tener que dar algo – dijo Erik.
- ¿A qué te refieres? -
- Solo te diré que yo me encargare de que esa mujer no vuelva a cantar jamás – dijo Eric con una sonrisa algo diabólica.
Elizabeth no respondió, pues la sonrisa la asusto y solo se quedo callada.
Después de estar unos minutos callados ambos se aburrieron de escuchar a la diva y decidieron irse a otro lado y terminaron en la terraza del teatro, lugar que le traía a Erik los malos recuerdos de haber visto a Christine con Raoul.
- Ahí desde aquí la vista se ve preciosa ¿no crees Erik? -
Erik seguía en su mundo de los malos recuerdos y por ello solo dijo tristemente.
- Creedme, no siempre es preciosa la vista que se ve aquí -
Elizabeth, al notar el triste modo en que Erik decía esto se le encogió el corazón y también se puso triste y buscaba una manera de alegrarlo de nuevo y de pronto se le ocurrió cantar.
Think of me think of me fondly,
When we've said goodbye.
Remember me once in a while –
Please promise me you'll try.
When you find that, once again,
You long to take your heart back and be free –
If you ever find a moment, spare a thought for me
Y Erik al escucharla se conmovió.
- Tu canto es la segunda cosa que me hace sentir mejor -
- La primera será Christine ¿verdad? -
- Así es – dijo Erik dejando al final un largo y triste suspiro.
- Veras como ella te corresponderá – dijo Elizabeth (N/A: si supieras).
- Gracias -
- Será mejor volver, ya casi es la hora de irme -
Ya una vez estando abajo y de que se despidieran Elizabeth volvió a su casa, y al llegar solo fue a su cuarto y se quedó totalmente dormida.
Varios días habían pasado ya, la amistad entre Meg y Elizabeth crecía mucho, hasta se consideraban como hermanas, cada día Meg le pide a Elizabeth que cante y más cuando esta la Carlotta presente pues cuando la diva escuchaba los celos la invadían y gritaba a todo pulmón "ESTO ES INAUDITO" hasta había pedido que la despidieran pero no resulto.
Y entre Elizabeth y Erik, solo cabe decir que se volvían casi inseparables, todos los días se tenían que ver o se deprimían y como si se tratara de Christine, Erik le daba lecciones a Elizabeth de cantó y cada día ella era mejor.
Hasta incluso un día la Carlotta no podía cantar por un resfriado que le dio por el frío que empezaba a hacer y los dueños no sabían que hacer, pues sin Carlotta y sin Christine tendrían que cancelar las funciones de una semana.
- ¿Qué vamos a hacer? – preguntó un temeroso Andre.
- No lo se, no lo se – gritaba un furioso Firmin – ya todo esta vendido, tendríamos que devolver el dinero.
Y Madame Giry que se entero de todo se lo contó a su hija y esta se lo contó a Elizabeth.
- Esta es tu oportunidad – dijo Meg.
- Pero ¿de qué? –
- ¿Cómo qué de qué? Sin soprano tú podrías cantar en las funciones de la semana –
- Pero Meg… -
- Anda Elizabeth bonita, no dejes desamparado al teatro ahora – dijo Meg con carita de perrito abandonado.
- Bien, de acuerdo –
Ya unos minutos después Meg y Elizabeth fueron a la puerta del despacho de los dueños y ahí afuera Elizabeth comenzó a cantar.
- ¿Escuchas eso? – preguntó Firmin aún adentro de su despacho.
- Si, lo escucho – dijo Andre.
- ¿Quién cantara? –
- Es una trabajadora del teatro – dijo Andre tranquilamente.
En ese momento Firmin se enfado y miro a Andre con rabia y gritó.
- ¿HAY UNA TRABAJADORA CON BUENA VOZ EN EL TEATRO Y NO ME LO DIJISTE? –
- Y ¿para qué te lo diría? – dijo Andre asustado.
- ELLA PODRÍA SACARNOS DE ESTE DILEMA TONTO –
En ese momento ambos dueños salieron del despacho para encontrar a Elizabeth cantando mientras que Meg le aplaudía.
- TÚ – gritó Firmin señalando a Elizabeth.
- ¿Si señor? – dijo esta algo temerosa.
- Tú nos sacaras del apuro, tú cantaras durante toda la semana –
- ¿Perdón? – dijo Elizabeth.
Y durante toda una semana Elizabeth trabajo como soprano, algo que para ella era algo nuevo y raro, para Meg y su madre fue algo hermoso, para sus padres algo de que estar orgullosos y para Erik algo para estar totalmente alegre.
Y en otra parte de Europa.
- Christine, ¿estas segura? -
- Totalmente Raoul, no podemos huir toda la vida, tarde o temprano debemos volver a Paris y prefiero que sea pronto -
- Bien, si crees que es lo mejor, nos iremos mañana en la mañana -
Notas de la Autora: acabe un nuevo capi y espero no haberlos decepcionado mucho, bueno el pedazo de canción fue Think of me obvio la canción que cantó Christine, bueno espero sus reviews, gracias bye.
