Wola, vengo a ustedes con este fic, porque adoro al fantasma de la opera y esta idea se me vino a la cabeza, espero que les guste.

Cáp. 6 La historia.

Al momento de verlo mejor, Elizabeth quedó pasmada (y no es porque fuera guapo, bueno si es guapo pero no fue por eso), a ese chico lo conocía, si, por supuesto que lo conocía, solo que desde hace años que no lo veía.

- Él es mi novia Ra… -

- Raoul -

- ¿Elizabeth, por Dios ¿eres tú? – dijo Raoul al verla mejor y ambos se abrazaron.

- Ustedes – decía Christine - ¿se conocen? -

Ellos solo vieron a Christine y sonrieron.

- Por Dios, Raoul, hace años que no te veo -

- Lo mismo digo, mírate, ya no eres la niña que conocí, ahora eres toda una mujer -

- Dios, como te extrañaba – decía Elizabeth mientras abrazaba otra vez a Raoul.

Christine y Meg estaban muy confundidas, así que volvieron a preguntar.

- ¿Se conocen? -

- ¿Conocernos? – Empezó Raoul – ya parece que no nos conociéramos, nos conocemos desde que nacimos.

- No exactamente Raoul, recuerda que eres un poco mayor que yo -

- Bueno, pero me refiero a que tú y yo nos conocemos desde hace años.

- Ah bueno así si -

- ¿Nos explican? – preguntó Christine algo extrañada y luego puso cara de espanto – por favor, no me digas que tu eres su ex novia.

Elizabeth se hecho a reír, pues ese comentario ya se lo había hecho cada vez que estaba con Raoul.

- No – dijeron Elizabeth y Raoul a la vez –

- No, no somos novios – dijo Elizabeth sonriendo ante la mirada de desconfianza de Christine – pero si somos mejores amigos-

- Ella es mí… -

- Soy su amiga – interrumpió Elizabeth.

- Si, claro, verán, Elizabeth y yo nos conocimos a los 5 años, ella y su madre habían ido de compras una mañana y yo también había ido con mi madre y de improvisto nos miramos, nos presentamos y nos hicimos inseparables -

- Siempre nos contábamos todo, hacíamos todo, juntos, y nos ayudábamos en tiempo "difíciles" –

- ¿Tiempos difíciles? – preguntaron Christine y Meg.

- Si, verán a veces muchas chicas querían salir conmigo por lo rico y guapo que soy (Raoul recibió un pequeño golpe amistoso de Elizabeth por vanidoso) y Elizabeth decía que era mi novia para que me dejaran en paz –

- Vaya – dijo Meg.

- Si, bueno no es por nada, pero tengo que ir a trabajar – dijo Elizabeth.

- Nos hemos reencontrado ¿y tú quieres ir a trabajar? – dijo Raoul como si le hubiera dolido lo que dijo su prima.

- Es necesario Raoul, ahora no seas un ridículo, te prometo que esta noche iremos a cenar y hablaremos todo lo que quieras -

- ¿En serio? -

- En serio -

Eso convenció a Raoul y dejo que Elizabeth se fuera. Ya una vez que ella se fue, se puso a trabajar.

Ya era muy noche, y para Elizabeth eso significaba la hora de irse, por eso empezó a guardar todo, pero ni se dio cuenta de que Erik la veía y que sus intenciones era hablar con ella y pedirle perdón.

Erik estaba muy mal por haber hecho sentir mal a su amiga, pero ya se disculparía con ella y todo volvería a la normalidad, pero antes de que Erik pudiera hacer o decir algo, la voz de alguien más se escucho.

- ELIZABETH -

- Ah, eres tú Raoul ¿nos vamos? -

- Claro – dijo Raoul mientras le daba un beso en la mejilla a Elizabeth, lo que provoco que Erik se sintiera traicionado.

- Bueno vamos, oye ¿y Christine? -

- Aquí estoy – respondió Christine que se aferró al brazo de Raoul.

Erik no podía crees que aún Christine estuviera con el vizconde, aunque no le sorprendió después de darse cuenta de que aún no había hecho nada por separarlos.

Una vez que los tres se fueron, Erik tuvo que analizar todo con cuidado porque de verdad estaba confundido, tal vez Elizabeth conocía al vizconde y nunca se lo había dicho, bueno tal vez porque nunca le dijo el nombre del joven.

O tal apenas lo conoció y como no habían hablado desde lo que paso en su morada no se comentó, en fin ya lo aclararía todo al día siguiente.

Y en efecto al día siguiente, fue a buscar a Elizabeth sin importar nada y cuando la vio se encargo de llamarla sin atraer la atención y decirle en susurros.

- Ven a mi morada, tenemos que hablar -

En cuanto Elizabeth escucho eso no sabía que pensar, pues ella pensaba en evadir a Erik, pero aparentemente no podría conseguirlo. Y sin saber si hacía bien o mal fue a la morada a ver que quería Erik, ella estaba decidida a decirle a Erik que no podría ayudarlo, pues ahora que sabía que Raoul era el novio de Christine no podría ayudarlo.

Ya una vez ahí.

- ¿Si Erik? -

- Mira, antes que nada quiero disculparme contigo, se que fui un imbécil -

- Creedme, de eso ya me di cuenta -

- En serio, perdón, ¿me perdonas? -

- Esta bien – aunque Elizabeth no quería, no podía evitar hacer todo lo que Erik dijera.

- Bien, oye necesito que me hagas un favor, del tamaño del continente -

- Y ese favor es… -

- Que vayas conmigo a la fiesta de mascaras -

- ¿Qué? -

Elizabeth se esperaba cualquier cosa, a la cual de seguro se hubiera rehusado, pero jamás se le vino a la mente el baile de mascaras.

- Si, así podré espiar mejor a Christine y al vizconde ese de tercera, si voy con compañera, nadie sospechara quien soy -

- Supongo que esa es la idea en una fiesta de mascaras, pero esta bien, iré contigo -

- ¿En serio? -

- En serio – dijo Elizabeth sin muchas ganas, porque aunque quisiera ir al baile con Erik, le molestaba la idea de que solo se lo pedía para ir a espiar a Christine – me voy -

- ¿Tan pronto? -

- Tengo trabajo – dijo al salir por la puerta dejando a Erik tontamente pensando en Christine, sin darse cuenta de que otra vez Elizabeth se enojo con él.

Y ya cuando Elizabeth trabajaba.

- Christine esto, Christine lo otro, Christine, Christine, Christine, siempre ella, porque no mejor enviamos a Christine a la mi… -

- Elizabeth -

- OH Raoul – Elizabeth estaba tan furiosa, que solo deseaba lo peor para Christine, pero al recordar que ella era importante para Raoul, no podía odiarla del todo.

- Oye ¿iras al baile? -

- Si, aunque no tengo disfraz -

- Porque no vas con Christine a comprar algo, ella ira esta tarde -

- Sabes que tengo trabajar, no como otros -

- ¿Insinúas que no trabajo, que mala? – preguntó Raoul como si lo hubiera lastimado, pero era pura charlatanería – oye ¿por qué me interrumpiste cuando iba a decir que eres mi… -

- Sabes porque – volvió a interrumpirlo -

- Bueno esta bien -

Notas de la Autora: bueno fin del capi, me sentí mal al no recibir reviews, y si no sigo recibiendo dudo seguir la historia, bueno cuídense, bye.