¡Nyaa Vacaciones!

Luego de una larga espera ¡Las vacaciones de invierno habían dado comienzo hace dos días! Y dos personitas no se perdían ni un solo minuto de ellas para no pasarla juntos.

Se presentaba un invierno crudo. El tiempo tormentoso del otoño fue seguido de granizo y nieve y luego por una fuerte helada invernal que parecía que duraría hasta mediados de enero.

¡Eiji! ¿En que alacena se encuentran las galletas, hace tiempo que las estoy buscando en la cocina para el desayuno y no las – Dejo de hablar al sentir como unos suave brazos le rodeaban la espalda.

Neee en la cocina no están. –le respondió con su típica voz infantil, estaba muy feliz al saber que podría pasarse todas las vacaciones con su novio, ya que su familia se havia ido al extranjero por asuntos de negocios y como no podían dejar la casa sola y al no tener a nadie de suficiente confianza para hacerse cargo de ella, no les quedo otra opción que dejar a su adorado hijo a cargo.

¿Entonces en donde están? Mmm oh será que en realidad te las comiste ayer y no me dejaste ni una- Le reprocho.

Nooo nyaa Oishi ¿Cómo crees que sería capas de hacer eso? – paso un breve tiempo conteniendo las ganas de reír hasta que se largo a carcajadas apoyando su cabeza e el hombro del pelinegro.

Te las comiste ¿cierto? – le pregunto resignado, dejando salir una tímida risa de sus labios, ya era obvia la respuesta.

Ajam. – Asistió, frotando su mejilla derecha con la del oji verde. - ¿Vamos de compras? Te prometo que te recompensare comprándote todas las que quieras- Le dedico una embelesada mirada gatuna, ya hacia un año que estaban saliendo, pero a pesar del tiempo se seguían queriendo como la primera vez que se percataron de los sentimientos que sentían el uno por el otro.

Estab ¿¡Eh? ¿Piensas ir así? – Le pregunto sorprendido, al notar como estaba apunto de salir de la casa en blue jeans y una remera con cuadrilles verdes.

¿Nya? ¿Qué hay algo mal? – Parece que no se percato que en su casa había calefacción.

Suspiro – Eiji… afuera hace menos de 6 grados y en cualquier momento comienza a nevar nuevamente. – Empezó a reír, no se imaginaba que fuera tan despistado Eiji.

¡Ah! ¡Es verdad! – Su rostro estaba todo colorado y antes que lo notara Syuichiroh salio corriendo a su habitación para cambiarse. Ya le extrañaba el por que Oishi estaba tan abrigado.

Al bajar de las escaleras tomo animadamente a Syu del brazo, este se había quedado viendo la tele, y emprendieron viaje.

¿No tienes frío, Hace poco que te recuperaste de una gripe, deberías cubrirte el cuello. – Sus ojos verdes demostraban una total preocupación por aquel simple detalle. -¿No quieres mi bufanda?- Le pregunto dedicándole una dulce sonrisa.

Pero si cuando yo me mejore te contagie mi gripe, mejor usála vos que todavía seguís medio enfermo ¿Neee? – Esbozo una de sus características sonrisas seguida de una mueca de fastidio.

¿Te encuentras bien? –Pero al escuchar el estornudo proveniente de su Koi no dudo ni un segundo en darle parte de su bufanda y tomarlo en un calido abrazo.

¡Nyaa gracias Syu! – Le correspondío la mirada dulce agarrando con ambas manos la sueve bufanda roja que le había regalado para su cumpleaños.

Por la parte del mayor poso sus labios en la mejilla izquierda del pelirrojo, dándole un corto beso.

¡Mira! ¡Oishi! ¡Está comenzando a nevar! – ambos amaban la nieve y por nada se perderían el privilegio de contemplarla. Dejaron a un lado el asunto de las galletitas, más tarde tendrían tiempo de comprarlas y desayunar.

Ambos se sentaron en el banco del parque más cercano que tenían a distancia. Luego de unos minutos Eiji se quedo dormido por la armoniosa melodía que le ofrecía el corazón de Oishi, que momentos después este también se quedo profundamente dormido posando su cachete derecho en la cabeza de su adorable Koi.

To be contiued

Notas de Autora: Espero que les halla gustado tanto como yo disfrute haciéndolo