¡Nyaa vacaciones!

Cáp. 2: Día 3 segunda parte

El frió comenzó a recorrerles por las pieles hasta llegar a su objetivo, despertarlos.

Neee Oishi tengo mucho frioo. – Su voz se escuchaba temblorosa por el constantemente tiriten, al chocar sus dientes. – ¿Oishi, despiertaaa. – Lo movía de un lado a otro, sin resultado alguno. Hasta que luego de unos momentos el pelinegro escuchó un crujido proveniente del estomago del acróbata y lo despertó.

Tengo mucha hambre, mhn. – Dio un leve bostezo estirando sus brazos. - ¿Cuánto tiempo nos quedamos dormidos? – dijo mientras estiraba una mano para entretenerse viendo como la nieve que aún desprendía del cielo se apegaba a sus guantes.

Nyaaa ni yo lo se, pero seguro qe son mas de las 13:00hs. – Y preguntándole la hora a una señora que pasaba por el parque con dos pequeños, al parecer sus nietos, confirmó lo dicho casualmente era las 13:30hs pasadas muy cercano a lo que había predicho.

¿Qué¿Está segura señora? – Le pregunto el mayor de lo dos.

Si joven, completamente, jeje puede que yo me olvide o confunda de algunas cosas pero mi reloj no miente.- Le afirmó y fue dando paso a retirarse del lugar

Ambos le hicieron una reverencia de despedía y le dieron las gracias a tan encantadora señora.

¡Waaa tenes la cara muy helada! – Poso ambas manos en las mejillas del fukubuchou, en realidad su verdadero objetivo era quitarle la bufanda sin que se de cuenta.

Vos también lo estas, acuérdate que nos quedamos dormidos en la nieve. –Se podría decir ni bien estaban prácticamente cubiertos por ella.

Ah es verdad. – Se havia olvidado del asunto porque estaba tratando nuevamente de robarle la roja bufanda, haciendo interminables garabateos cerca del cuello de Oishi como intento de querer y no abrazarlo.

Ehm ¿Que haces? – Hace rato que lo veía como distraído y mas le sorprendió viéndolo mover sus brazos repetitivamente hacia si. Pero fue sacado de sus pensamientos al oír rugir nuevamente su estómago. - ¿No tienes hambre? –

¿Eh¿Que¡Ah! Claro…ajajaja -Su nerviosismo era notorio.

Si la quieres me la hubieras pedido. – Le entrego su bufanda, ya era obvio el objetivo de Eiji.

Ahora no la quiero. – Le sonrió.

Pero si me la querías sacar. – Acaso se había vuelto loco el pelirrojo.

No del todo. – Se acerco al hombro derecho del mayor.

¿Eh? Ah comprendo. – Se acordó de cuando se habían quedado dormidos y que él le había ofrecido la mitad de su echarpe.

Nyaa gracias – Ambos estómagos rugieron.

¿En tu casa hay comida? – Le pegunto Syuichiroh.

Emhn supongo, si no compremos algo o vallamos a comer algo en algún restauran ¿ne? – mientras caminaban sin rumbo alguno, solo era para que no se congelaran estando quietos.

Me-Mejor vallamos a tu casa que e-esta la calefacción y no me siento muy bien además. –Una gotita le salió de su nuca.

Si te sientes mal me lo hubieras dicho antes. – ¿Por qué no le havia dicho eso desde un principio? – Estoy enojado contigo. – Frunció el ceño y le hizo un adorable puchero devolviéndole por el alejamiento la colorida bufanda.

Perdón, je la próxima te aviso en mis sueños, Eiji… no se si te acordaras pero… hace menos de 10 minutos que nos despertamos. – Le dijo tembloroso por el frió.

Claro que si me acuerdo, pero fue tu culpa el quedare dormido en el parque con la gripe que tenes, tendrías que ser mas responsable. – Su tono de grandeza resplandaba por los aires.

¿Responsable¿Cómo la persona que estaba apunto de salir en jeans y remera a la calle en un clima de invierno que ni pasa los 4 grados? Jajaja. –se tenía que agarrar del estómago para contener su risa pero le era imposible.

Eiji estaba a mas no poder, de verdad que se encontraba completamente lleno de rabia pero algo le evitaba enojarse con el tal vez era por la cara que ponía cuando reía. Que se le quedo embelesadamente viendo por unos instantes, hasta que recordó el motivo del por que o de quien se estaba riendo y era de él, y de por si lo hacía en esa forma tan vulgar que salió corriendo del lugar.

Imbésil – Repetía cada dos por tres sabiendo que estaba siendo perseguido por aquella persona que hace minutos se le burlaba en la cara.

Perdón, pero vos también le diste pie a la discusión, vamos Eiji se realista no eres para nada responsable. – Continuó riéndose, de verdad le hacía gracia pensar en alguien tan despistado como él que fuera a llegar hacer serio.

¡Te odio! Cállate. – Aumentó el ritmo, lagrimas fueron lo que comenzaron luego a salir de sus cristalinos ojos azules, de verdad que le hería el saber que con todo lo que habían compartido en un año se estaría apunto de desmoronar en un segundo.

¡Eiji¡Espera no te pongas así no te dije lo que te mencione para que te pongas así! – Ya comenzaba a preocuparse ¿De verdad se había enojado? o ¿Solo estaba jugando con él, pero cuando se percato que de los ojos de su Koi desprendían lagrimas, no lo dudo ni un momento y aumento su ritmo hasta alcanzarlo y tomarlo del brazo.

Por el impulso hacía atrás kikumaru no termino en el piso, porque Syuichiro antes de que el pelirrojo tocara el suelo usó su cuerpo para que el menor cayera encima del claro que esto Eiji lo noto.

¡Su-suéltame! – Oishi lo tenía aferrado a el.

No nunca te dejare ir. – la nieve caía en el pelo del acróbata, era una visión que para los ojos del ojiverde era inigualable, demasiado angelical y triste, de por si verlo llorar le hacía mal y mas sabiendo que era por su culpa y con una de sus manos ahora libres le seco las lagrimas. – No llores, perdón. – Su mano izquierda fue posándola en la nuca de Kikumaru atrayéndolo levemente hacia la curvatura de su cuello para poder abrazarlo y calmarlo. Eiji por su parte no dijo nada.

Se quedaron un rato así hasta que el mayor notó como su Eiji había dejado de llorar y ya se encontraba mas tranquilo.

¿Seguís enojado? –

No- Dijo en un murmullo.

¿Qué? No te escuche. – Le respondió en un tono casi quedado.

Que te dije, que no. – Ambas manos las tenía ubicadas en el pecho de Oishi y dicho esto ambos se reincorporaron del piso, ya que al estar todo cubierto por la nieve empeoraba la condición de Oishi cosa que se acordaron.

Al estar ambos de pie notaron que en el lugar donde habían quedado no era muy transitado una de las cosas que les alivio un poco, el saber que nadie los habría observado los dejaba mas aliviados.

Está bien vallamos a mi casa. – Le dijo sin ánimos el menor.

Si. – lo tomo de la mano entrelazándolas.

Caminaron en silencio hasta por fin llegar.

Continuara

Notas de Autora: Por si la dudas Fuku Buchou significa Sub-Capitán

Muchas garcias por sus reviews me encantaron cada uno de ellos