Dos nuevos comienzos
Pasó exactamente un mes para que Lily pudiera comprar su casa. Se decidió por una pequeña en Templewood Avenue, muy cerca del Garden Hill; lugar que le recordaba mucho a su infancia y que también le gustaba para salir a correr todas las mañanas, cuando no tuviera entrenamiento. Con el dinero que tenía le alcanzaba para algo más cerca de casa de sus padres, pero una Helena muy alterada le llamó en medio de la luna de miel para pedirle que no retirara todos sus ahorros.
—Escucha, tus rendimientos son muy buenos. Deja que los siga administrando y compra algo pequeño para empezar.
Se molestó con Scorpius por haberle hablado a su amiga, aun cuando le pidió que no los involucrara en esto. Pero, como siempre desde los 11 años, le haría caso a Helena Zabini. Que si de algo sabía era de hacer crecer el dinero.
Cuando les expuso esta situación a sus padres ambos quisieron darle un poco más de ingresos para que su casa estuviera cerca de Grimmauld Place; pero ella, como siempre, quiso hacer las cosas a su modo y la única ayuda que aceptó fue la mudanza dos meses después. Si algo le gustaba de tener una familia tan grande como eran los Weasley, es que podía contar con la mayoría de ellos en cualquier momento. Solo bastó una llamada de su madre para que sus tíos y primos aparecieran en casa y pudieran llevar todas sus cosas, que realmente no eran tantas porque quería comprar todo nuevo, así que solo fue necesaria una mudanza muggle para llegar a su nuevo hogar.
Sus hermanos no tuvieron excusa para no ayudar a acomodar y limpiar toda la casa.
—Ella no me ayudó a mí cuando me mudé—protestó James mientras tallaba una ventana.
—Estaba en Hogwarts—se defendió Lily.
—A mí tampoco me ayudaste—concordó Albus.
—No podía irme de Inglaterra, estaba por entrar al equipo—protestó—pero gracias por tú sí venir.
Durante los últimos dos años Albus había vivido en Rumania donde hacia investigaciones de magia antigua. Solía regresar a Inglaterra por periodos cortos de tiempo que aprovechaba para estar con su familia y amigos, incluyendo a Scorpius. Por eso, Lily siempre evitaba estar a solas con él, porque como todos le preguntaría qué había pasado entre ellos dos. Al principio estaba asustada de que Scorpius le pudiera contar, pero conociendo lo sobreprotector que era con ella de haberlo sabido dejaría de ser amigo del rubio, y eso no había pasado.
Mamá, Rose y Scorpius me contaron que dejas Grimmauld Place, estoy muy contento por ti. Dime en cuanto tengas fecha de instalación para planear mi viaje a Londres.
Te quiere.
Albus S. Potter
Fue la nota que recibió pocos días después de decidir donde vivir. Entendía que su madre le contara, pero ¿Por qué carajos Rose y Scorpius hablaban de ella? Y ¿Cada cuando le escribían esos dos a su hermano? ¿Sabría ya lo de la fiesta de Helena y Aleix?
Dudó en responderle, pero si no lo hacía ella al parecer cualquier persona le podía contar y prefería que su comunicación directa no se viera afectada por terceros. Además, tenía que admitir que extrañaba a su hermano que, si bien en su infancia James había sido su favorito, desde que este era el compinche de su padre para no dejarla trabajar como Auror, sentía que requería más de la presencia de Albus.
Aprovechando que su hermano estaría en Londres y que la mayoría de las personas a su alrededor la ayudaron con la adquisición de su casa y el acondicionamiento de esta, decidió hacer una pequeña fiesta de bienvenida después de haber hecho la primera cena con todos los Potter.
—¿Qué se siente volver a vivir solos?—preguntó Albus a sus padres.
—Diferente—se encogió Ginny de hombros—pero, sabíamos que esto pasaría.
—Yo creí que Lily esperaría más tiempo—confeso Harry fijando la mirada en la mesa.
—Pff como solo le afecta la partida de Lily—se quejó James—a nosotros prácticamente nos corrió de casa.
—Pues tú vas casi diario a Grimmauld Place—se burló Lily—así que no es como que le hubieras hecho caso a papá de ser independiente.
Todos se rieron, excepto James que hizo una mueca de desagrado a su hermana.
Lily se sentía muy tranquila con la tregua que había tenido con su padre, si bien seguía en misiones muy simples ahora le convenia porque no se tenía que alejar tanto de la ciudad y así podía buscar todas las cosas necesarias para su nuevo hogar.
La fiesta tuvo lugar una semana después de que estuviera instalada. Albus se ofreció a ayudarle en todo y esta accedió con gusto. Por fin habían regresado Aleix y Helena de su luna de miel así que fueron los primeros en confirmarle su asistencia. Invitó a todo el equipo de Quidditch, que también prometieron ir, sobre todo Philip que fue quien la acompañó a hacer todos sus trámites. De su equipo de aurores no le dijo a nadie, en ese lugar seguía recibiendo muchos comentarios negativos por ser hija de Harry, así que no tenía muchos amigos. De su familia le dijo a Teddy, James y a la mayoría de sus primos que vivían en Inglaterra, incluida a Rose.
A pesar de todas las situaciones entre Scorpius, Lily no tenía ningún problema con Rose. La cercanía entre su padre y su tío Ron y su tía Hermione la obligaron a convivir con ella desde que nació, incluso la veía como la hermana mayor que no tenía y le confiaba muchas cosas hasta que Rose se fue a Hogwarts. Por esas razones entendía el por qué Scorpius siempre estuvo enamorado de ella y ese cariño que sentía hacia su prima era la misma que la obligaba a alejarse de su excompañero y a sentirse sumamente culpable por lo que había pasado primero en la graduación de Scorpius y luego en la de ella. Y eso era lo que también las había alejado, pero con Albus ahí creía que podría sobrellevar la situación.
Eran las 6 de la tarde cuando todos comenzaron a llegar. En lo que era su sala había colocado una larga mesa con aperitivos y botana, en otra bebidas de todo tipo con vasos que había hechizado para que cambiaran de color y en la parte del comedor lo había adaptado para que pareciera una pista de baile. Quiso hechizar las escaleras para que nadie subiera a las habitaciones, pero no lo consideró necesario al pensar que todos sus invitados eran los suficientemente mayores como para dejarse guiar por sus hormonas.
Albus recibía a la gente por Red Flu y Lily por la puerta, les indicó a todos que era un barrio muggle así que tenían que ser muy cuidadosos a la hora de aparecerse. Se encontraba saludando a Sophie, su compañera de equipo, cuando su hermano la jaló por el brazo.
—Olvidé comentarte, invité a Scorpius—le dijo Albus preocupado—A veces se me olvida que ya no se hablan y como tenía tanto tiempo sin verlo, creí que era una buena oportunidad.
Sus pestañas largas se tocaron varias veces. No supo qué decir y se dedicó a parpadear, se sentía tan estúpida en esa situación. Miró a la chimenea y vio al rubio saludando a Rose con un abrazo. No podía contarle a Albus por qué ya no se hablaban y tampoco quería ser grosera con su hermano por lo que fingió su mejor sonrisa.
—Está bien, Albus.
Volvió a enfocarse en recibir a sus visitas y después en disfrutar su fiesta, sin importarle que Scorpius estuviera caminando por ahí.
—Estamos tan orgullosos de ti—la abrazó Helena por la espalda—¿Dónde quedó aquella niña que la pasó llorando todo el primer mes de Hogwarts por haber quedado en Slytherin?
—Esta muy bonita tu casa—agregó Aleix—nos tendrás aquí muy seguido.
—Cuando quieran—sonrió—y ya admití que ser Slytherin es lo mejor que me pudo haber pasado, ¿podemos superar la parte donde lloraba?
—No—respondieron sus amigos al unísono para después reír los tres.
Por mas que quería quedarse con ellos a que le platicaran de su luna de miel, tuvo que andar rondando por varios grupitos para ser una buena anfitriona. Inclusive platicó un rato con Teddy Lupin, al que solía ver únicamente en el cuartel.
—Yo creo que estás lista para misiones más peligrosas—confesó—hablaré con tu padre y con James.
Ambos buscaron al ultimo con la mirada para saber si los estaba escuchando, pero lo encontraron del otro lado del salón platicando con sus primos Fred y Roxanne.
—¿De verdad harías eso por mí? —lo miró Lily.
—Claro, ya sabes que eres mi Weasley favorita, después de mi esposa—le guiñó un ojo—no le digas a Victorie que cree que es Dominique.
Abrazó a Teddy y siguió recorriendo su casa para estar con más personas. No fue si no hasta que se sintió abrumada y que la mayoría de las personas se fueron, que quiso salir a su jardín trasero a tomar un poco de aire. Se encontraba mirando las estrellas cuando una mano pálida le tendió un cigarro.
—¿Quieres?
Lily rodó los ojos.
—Hace años que no fumo, Scorpius.
—Ah claro, que eres deportista profesional.
Se quedaron unos minutos en silencio, los único que se escuchaba eran los murmullos de la poca gente que restaba dentro y los sonidos de algunos animales nocturnos.
—No estaba seguro de venir—dijo Scorpius finalmente.
—Eres el mejor amigo de mi hermano—se encogió de hombros—vino desde Rumania para ayudarme, era justo que pudiera tener a sus invitados.
—¿Así que no estuve dentro de los tuyos?—Lily lo miró con pesar—escucha, no quiero sonar impertinente pero creo que debemos de hablar…
Rápidamente los dedos de Lily se posaron sobre los labios de Scorpius.
—No pienso hablar de lo de esa noche y mucho menos si mis hermanos y Rose están por aquí.
Quitó la mano de Lily y la soltó rápidamente por un movimiento de ella.
—Eso me queda claro, si no lo hicimos en estos meses de planear la boda de nuestros mejores amigos sé que no lo harás hoy.
La pelirroja se cruzó de brazos y se recargó en el muro más cercano.
—¿Entonces?
Scorpius suspiró.
—Quiero que seamos lo que éramos cuando ambos estábamos en Hogwarts, los amigos que se escapaban al bosque prohibido y que discutían los partidos de quiddtich cada fin de semana, o que veían la lluvia de estrellas en la torre de astronomía. ¿Lo recuerdas?
Las mejillas de Lily se ruborizaron de inmediato. Eran sus recuerdos más nítidos de Hogwarts.
—Extraño mucho a mi mejor amiga—continuó—y estoy dispuesto a mantenerme en ese plan si tu quieres. Ahora, si tú sientes algo más por mí y esta amistad te puede afectar…
—Yo no siento algo más por ti—interrumpió Lily rápidamente—lo que sentí hace tiempo fueron cosas de adolescente y estaba un poco perdida en la vida, así que no te preocupes que pueda salir lastimada por tener una amistad contigo.
—Ah, perfecto—concluyó Scorpius—entonces, ¿amigos?
Estiró su mano y Lily la miró unos segundos, se mordió el labio y pensó en todas las implicaciones que podía tener esta nueva amistad. Pero era más cansado alejarlo siempre y tener que dar explicaciones de por qué ya no se hablaban al resto del mundo. Así que aceptó ese apretón de manos y lo que significaba.
—¿Vamos adentro? —sugirió Lily después de un rato—hace mucho frio.
Volvieron a la multitud y cada uno se fue con su par de amigos, él con Albus y Rose y ella con Aleix y Helena.
—¿Todo bien? —preguntó la morena cuando la vio llegar a ellos.
—Perfectamente—sonrió—Ahora sí cuéntenme todo sobre su luna de miel.
Escuchó atenta todas las atracciones del medio oriente, sus actividades en medio del desierto y el calor que tenían a pesar de ser invierno. Por ratos miraba a los que aún quedaban Philip, que platicaba con Rose, Albus, Scorpius y Teddy, cuando este ultimo se despidió supo que era hora de que todos se fueran y sus mejores amigos, que la conocían a la perfección, fueron los primeros en decir adiós.
—También nosotros nos vamos—dijo Albus—iremos al departamento de Scorpius, para ponernos al día.
—¿Por qué me das explicaciones, Albus?—se quejó su hermana—que se sigan divirtiendo.
—Que genio—protestó su hermano y le dio un beso en la mejilla.
—Bye, Lily—se despidió Rose imitando a Albus.
Lily los despidió con la mano y los tres se encaminaron a la chimenea. Después de esto Philip llegó detrás de ella.
—¿Quieres que te ayude en algo o me marcho también? —preguntó.
Y como respuesta se giró para estar de frente a él y le dio un pequeño beso en los labios.
—¿Quieres quedarte aquí? —murmuró la pelirroja sin despegarse—la casa es muy fría.
No hizo falta más palabras, unió sus labios con los de ella mientras las llamas verdes de la chimenea se apagaban.
¿Review?
