Wola, vengo a ustedes con este fic, porque adoro al fantasma de la opera y esta idea se me vino a la cabeza, espero que les guste.
Cáp. 14 ¿Quién dijo que las cosas no pueden cambiar?
- ¿SE FUERON? ¿CÓMO QUE SE FUERON? – gritó Raoul, histérico
- Así es Raoul, se fueron juntos y más vale que los dejes en paz – dijo Leticia la mamá de Elizabeth.
- Pero tía, ¿estas loca, Elizabeth se fue con un asesino, quien sabe que clase de horrendas cosas le hará a Elizabeth, ya le disparo una vez, no se ahora de que sea capaz -
- Ahí, ya Raoul, no seas melodramático – dijo esta vez el Alberto papá de Elizabeth.
- ¿Tú también Tío, ah, genial -
- La verdad es, que ayudamos a Elizabeth, porque sabemos lo que siente -
- Yo no entiendo nada – dijo Raoul
- Nosotros tampoco – dijeron los hermanos de Elizabeth.
- Saben bien que nosotros no podíamos estar juntos por lo que dijera mi padre – decía Leticia– y por ello nos fugamos
- Y es lo mismo que hizo nuestra hija, no íbamos a privarla de su verdadero amor solo porque ustedes piensan que no deberían estar juntos, ya que nosotros sabemos como se siente eso – dijo Alberto
- Pero es un asesino – reclamo Raoul
- Pero el único que ama a Elizabeth, por lo que vi hoy – dijo Leticia
Flash Back:
- Hija, ¿estas segura de querer irte? -
- Si mamá, es la única manera en la puedo estar por siempre con Erik -
- Elizabeth, ya te lo dije, no puedo obligarte mucho menos dejar que te vayas conmigo – decía Erik, mientras obligaba a Elizabeth a mirarlo a los ojos - te amo más que a nada, peor no puedo dejar que te alejes de tu familia y tus seres amados -
- Lo único que conseguiría Erik, será el dejar que me separe del ser que más amo en esta vida, y aún cuando no quieras me voy contigo, prometí nunca dejarte y los voy a cumplir -
- Y yo te dije que nunca te lastimaría, si te dejo ir conmigo es lo único que conseguiré-
- Pero Erik… ¿que no te das cuenta? Cada vez que quieres que me aleje es cuando más me dañas -
Erik se le quedo mirando sorprendido y sin palabras.
- Cuando te le quedabas viendo a Christine muy enamorado en el baile me hiciste sufrir, cuando te declare mis sentimientos y huiste me hiciste seguir, y cuando me disparaste me hiciste quedar en coma ocho meses y peor aún, me hiciste sufrir, ¿qué quieres? ¿Qué me muera para que entiendas que te amo y no te pienso abandonar? -
- Sabes que todo eso no lo hice con intención de lastimarte, lamento el haberte hecho sufrir tanto y lamento lo del disparo, pero, yo no quiero que arruines tu vida por querer seguirme -
- ¿De qué manera arruinaría mi vida? Dime ¿cuáles son tus razones por las que no quieres que te siga? -
- POR QUE… por que… porque tengo miedo a que te vayas conmigo y después te des cuenta de que cometiste un error, tengo miedo a que encuentres a otro hombre y a mi me abandones, tengo miedo a no poder ofrecerte todo lo que te mereces, tengo miedo a que algún día tú me detestes por mi cara, como me ha detestado todo el mundo -
Tanto Elizabeth como su madre miraban fijamente a Erik, la segunda con pena, pero la primera, con mucho amor y tranquilidad.
- Erik, nada de eso pasara, creeme yo sería incapaz de dejarte -
- Eso dices ahora -
- Oh mi amado Erik, ¿qué es lo que tengo que hacer para que me creas? -
- ¿En serio estas dispuesta a dejarlo todo, solo por mi? -
- En serio -
- Entonces vámonos -
Fin Flash Back
- Él no quería que ella arruinara su vida, y menos por él, pero, a pesar de eso, Elizabeth mostró que si lo ama, y ninguno de nosotros es nadie para decir lo contrario – finalizo Leticia
- Así que te vamos a pedir Raoul que los dejes en paz, ya que no soy nadie para ordenártelo – dijo Alberto
- No tío, si tú lo pides no lo haré, solo espero que sepan lo que hacen – dijo Raoul
- ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEE? – Gritó Christine - ¿los dejaras ir, después de que me arriesgue para decirte que ellos estaban juntos y tú solo, ¿los vas a dejar en paz? -
- Así es Christine, ellos tienes razón, no somos nadie para separarlos, así que te voy a pedir de favor que te calles –
- ¿QUÉ, ahí esta, bien – dijo Christine antes de cruzar los brazos y quedarse callada (N/A: Al fin, ya era hora)
- ¿Y cuando volverán? – preguntó Carlos
- No lo se, pero espero que muy pronto – volvió a decir Leticia
5 AÑOS DESPUÉS…
Ya era año nuevo, y ya era costumbre que en la ciudad se hicieran mascaradas, a las que todo el mundo asistía, o bueno, casi todo el mundo, ya que ni la familia de Elizabeth, ni Raoul ni su familia iban, y la razón no era que no los invitaran, al contrario, cada año recibían invitación, pero las mascaradas les daban malos recuerdos.
Raoul se caso con Christine (N/A: ahí que horror) hace años, aunque para Raoul no resulto ser la boda que quería, porque le faltaba Elizabeth, pero siguió adelante por una carta que le llego precisamente de Elizabeth:
Querido Raoul:
De seguro te estarás preguntando las razones por la que huí con Erik, y también te preguntaras como es posible que lo ame después de que el casi te mata metiéndome en un coma de ocho meses ¿verdad, pues, lamento si el haber huido te decepciono.
Pero espero que entiendas que no podía permitir que nadie le hiciera daño a Erik, eso jamás lo admitiría, así como tu jamás permitirías que alguien dañe a Christine, y hablando de ella ¿cómo está? ¿Aún sigue viva? Jajajajaja lo siento, peor, sabes que a mi no me agrada mucho, pero, en fin.
¿Ya te casaste con ella? Si es así felicidades y si no es así entonces: ¿qué estas esperando? ¿No me digas que ya te cambio por otro, espero que no porque si no me veras de regreso y la mato, bueno solo escribo para decirte que yo estoy muy bien, Erik cuida muy bien de mi y debo decirte que nosotros ya nos casamos, jeje ¿qué tal, quisiera ver tu expresión ante esa última noticia, pero, si primito, ¡YA ME CASE! En fin, ojalá tú también te cases pronto.
ATTE: tu prima favorita, Elizabeth.
PD: si aún no te has casado y es por que no estoy ahí, solo déjame decirte que no te preocupes, pronto volveré y espero verte ya felizmente casado con la mujer que amas.
"Y has pasado años desde que recibí esta carta" pensó Raoul al releer esa carta como por quinta vez ese día "desde ese entonces me case con Christine y ahora tenemos un hijo de cuatro años de nombre Gustave, como hubiera querido que lo conocieras Elizabeth".
Flash Back:
Era una tranquila tarde en la mansión de los Chagny y Gustave estaba jugando con un avió de madera en la sala de estar, en ese momento entró Raoul.
- ¿Qué haces hijo? -
- Hola papá, nada aquí jugando con mi avión -
- Que bien hijo -
- Oye papi, ¿te puedo hacer una pregunta? -
- Claro hijo ¿cuál? -
- ¿Quién es ella? – dijo el niño señalando algo.
Y Raoul al voltear vio que señalaba la foto que tenía de Elizabeth, no era una foto grande, pero, si se notaba al estar en una mesita con una lámpara.
- Ella es tu tía Elizabeth -
- ¿Y por qué no la conozco? -
- Porque por ahora no esta en la ciudad, esta de viaje, pero, pronto la conocerás -
- ¿En serio? -
- En serio – "Eso espero" pensó Raoul
Fin Flash Back
Ahora todos fueron a la casa de los padres de Elizabeth para celebrar el año nuevo, aún cuando a Christine no le parecía la idea, pero, que importa lo que le parezca esa, su hijo Gustave era un lindo niño de cuatro años con piel blanca, ojos cafés y un hermoso cabello rubio, era igual de tranquilo y amable que su padre y heredo la buena voz de su mamá.
En fin, ya estabas todos, Raoul, Christine, Gustave, Felipe con su familia, Carlos con su familia, hasta Meg y Madame Giry, y los papás de Elizabeth.
- Bueno, ya casi es hora de pedir los 12 deseos – dijo Leticia antes de encaminarse a la cocina e ir por las uvas, pero, al pasar por la puerta escucho como la tocaban con golpes suaves.
"¿Invitados a esa hora?" pensó antes de abrir la puerta, y al abrir pego un pequeño grito que al ser escuchado provoco que todos fueran a ver que paso.
- ¿Qué sucede? – dijo Alberto
- ¿Qué paso? – dijo Raoul
Y en frente de ellos, estaba una mujer con la cara tapada por la capucha que llevaba su abrigo.
- ¿Tú quién eres? – preguntó Carlos
Y la mujer al despojarse de su capucha, era… ¡ELIZABETH!
- ¡ELIZABETH! – gritaron todos asombrados
- Hola ¿cómo estas? – les respondió Elizabeth, quien estaba un poquito cambiada.
Todos estaban atónitos, todos esperaban con ansias ese momento y cuando ocurre nadie sabe que hacer (N/A: típico) solo Gustave al verla la reconoció por la foto y fue hacía ella.
- ¡Tía Elizabeth! -
- Hola pequeño – dijo Elizabeth antes de arrodillarse para estar a la altura del niño - ¿tú quién eres? -
- Soy Gustave, mi papá me platica mucho de ti -
- ¿Ah si? -
- Si, ahí esta – dijo Gustave señalando a Raoul
- Raoul, no me imagine que ya fueras papá – dijo Elizabeth
- Que bueno que hayas regresado tía, te quería conocer – dijo Gustave
- Ahí que lindo niño ¿seguro que es hijo de Christine? – preguntó Elizabeth
Aún todos estaban impactados por ver a Elizabeth.
- Me van a saludar ¿o qué? -
- Elizabeth, no lo puedo creer, después de cinco años al fin puedo verte de nuevo – decía Leticia al ir a abrazar a su hija – te extrañe tanto -
- Yo también te extrañe mamá -
- Pero dime, ¿Dónde esta mi yerno? – dijo Alberto
- Esta afuera -
- Y que ahí se quede – decía Raoul, pero, sintió como alguien lo jalaba del cuello de su camisa y era Elizabeth
– Te lo advierto Raoul, sino eres amable con mi marido te golpeo -
- ¿Marido? – dijeron todos
- Si, nos casamos – dijo Elizabeth mostrando un anillo de oro blanco en su mano izquierda
En ese momento fue cuando se escucho como alguien más entraba en la casa y era Erik quien llevaba un pequeño bulto entre los brazos (N/A: ¿ya saben qué es?).
- Mira Erik, llegamos cuando todos están reunidos -
- ¿Ya les dijiste? -
- Lo de que estamos casados si, pero, me falta el otro asunto -
- ¿Otro asunto? – dijeron todos
Y entonces el bulto que Erik llevaba se empezaba a mover y a hacer pequeños ruidos.
- ¿Qué es eso? – preguntó Alberto
Y de moverse tanto el bulto se quito la manta que lo cubría dejando ver a una hermosa bebita de seis meses de piel blanca, unos grandes ojos verdes y su poquito pelo era de color negro.
- Mamá, papá, les presentó a su nieta Rose – dijo Elizabeth
- ¿Nieta? – preguntó Leticia
- ¿Rose? – preguntó Alberto
- Si, ¿qué opinan? -
- Hay que hermosa bebita – dijo Meg - ¿puedo cargarla?
- Por supuesto – dijo Elizabeth
Y Erik cuidadosamente le fue dejando en brazos a Meg a su hija, y así estuvo muy tranquila, pero, a los cinco minutos de verse en brazos que no eran ni de su mamá ni de su papá la bebe empezó a dar señas de advertencia de que quería llorar.
- No Rose, no llores, no llores – dijo Erik tomando nuevamente en brazos a su hija tratando de tranquilizarla.
- ¿Y viendo a su padre es como se va a calmar? – Dijo Raoul bajito, pero, no lo suficiente como para que Elizabeth lo escuchara y le diera un buen golpe en la nuca – ¡Oye! -
- Te dije que no ofendieras a mi marido – le reclamo Elizabeth -
Y así se paso toda la noche, entre conversaciones de cómo fue la vida de Elizabeth y Erik después de fugarse, cuando ambos se fueron empezaron una nueva vida en un pueblo no muy lejano donde Elizabeth trabajo como camarera y cantante en un bar y Erik seguía creado sus diversos inventos y medicinas para venderlos, con los cuales ganaban buen dinero y poco después de la capilla del pueblo se casaron, y fueron muy felices teniendo una vida sencilla y tranquila y hace 14 meses se habían enterado de que Elizabeth estaba embarazada de un mes y su felicidad fue aún mayor. Pero, sabía que no siempre podrían huir de Paris y sabía que no podían privar a su hija de sus familiares, mucho menos de sus abuelos, y es por eso que regresaron.
- Sabes hija, cada día pedía que volvieras sana y salva junto con tu esposo para poder morir tranquila sabiendo que volviste, pero, me da más alegría que hayas vuelto con tu esposo y con una nieta para mí, que gusto me da – dijo Leticia
- Me alegra mamá – le dijo Elizabeth antes de abrazarla
POV Erik:
Si alguien me hubiera dicho hace seis años que no me casaría con Christine y que no iba a tenerla solo conmigo para cantar por siempre junto a ella definitivamente hubiera usado mi lazo mágico en esa persona, pero, ahora doy gracias de que así sea, no se como hubiera sido mi vida al lado de Christine, pero, definitivamente se como hubiera sido mi vida sin Elizabeth y déjenme decirles que no me gusta para nada la idea de no haberla conocido.
Ella fue la luz en mi mundo de oscuridad, ella fue la rosa roja más hermosa entre mi rosal marchito, se que hice muchas cosas malas y de las cuales uno no se siente orgulloso, pero, se que en alguna parte de mi vida llena de rechazo y burla, alguna vez hizo algo bueno que me dejo tener a Elizabeth a mi lado. Y no solo eso, ahora también tengo a mi pequeña princesa Rose, que es mi segunda razón de vivir, la primera es mi esposa, obvio.
Desde que nací siempre he sido rechazado por mi cara, también he sido humillado y usado creí que moriría solo, aún cuando tenía la falsa ilusión de que Christine me quisiera, sabía que no iba a ser posible, pero, entonces llegó Elizabeth y lo cambio todo, ella hizo lo que nadie había hecho, ser mi amiga, mi confidente, y paso a ser mi novia, esposa y amante y ahora es la madre de mi hija.
Al final de cuentas: ¿Quién dijo que las cosas no podían cambiar?
FIN.
NOTAS DE LA AUTORA: snif, snif, snif, snif, voy a llorar, ya se acabo, termine con este fic y ojalá les haya gustado el último cap, jeje espero recibir sus reviews y gracias a aquellas personas que me apoyaron, gracias bye.
