¡Nyaa vacaciones!
Cáp. 4
- Nee se quemo. – Con el hambre que tenían y justo eso les viene a pasar.
- … -
- Oishi al menos di algo fue tu culpa por no haberte acordado.-
- ¿Eh? – Le miró ¿Otra vez empezarían con las peleas?
- Ajajaja era broma. – Y saltó encima del.
- Nos tendremos que conformar con el udon ¿Nya? –
- Si. -
Al finalizar el almuerzo
- ¿Damos una vuelta por la ciu- Pero su amante se le adelantó con sus planes, primero besándolo y luego proporcionándole juguetonas caricias por debajo de la cómoda manga larga de Syuichiroh, claro que este no se quedó atrás con las apasionadas atenciones que se daban el uno al otro y sin percatarse el ¿Cómo? Y ¿Por qué? Terminaron ambos en la habitación de Eiji sobre la cama de este.
- Oishi… ah. – Prosiguió quitándole la prenda superior mientras con su boca y lengua jugaba con ombligo de su Koi provocándole inocentes cosquillas. Por la parte del pelinegro se apresuró a arrebatarle el short beige lo mas rápido que pudo.
Con el impulso que tuvieron ambos rodaron en la cama quedando Eiji atrapado en los brazos del ojiverde.
Oishi aprovecho para deslizar sus manos en la jugosa cintura recorriendo cada parte del cuerpo de su acróbata mientras cumplía el objetivo de sacarle la remera. Gemidos fueron lo único que llegaba a salir de esa habitación cada uno de ellos cubría la necesidad de hablar. Dependiendo de ellos las caricias que se daban cambiaban se tornaban de diferentes maneras y así se fueron prolongando hasta hacerse más desesperadas y rápidas, al igual que los roces que ambas lenguas estaban enfrentando. Ya era necesario cambiar el ritmo. Hasta el momento siempre fue así empezaban con besos cariñosos que luego comenzaban hacerse desenfrenados y luego roces entre sus entrepiernas con las manos o piernas pero nunca llegaron a nada más.
- Oishi… te necesito…ah…d-dentro mío. – El sudor que desprendían le era muy excitante como para no tener a su miembro apunto del clímax y eso que él se encontraba en bóxer.
Ni bien se lo pidió, rápidamente le empezó a bajar el rojizo bóxer mientras con una de sus manos libres lanzó a alguna parte de la habitación sus jeans quedando semidesnudo por el hecho de tener su bóxer azul marino, pero ni bien empezó a arrebatarle la última prenda a Eiji…
Para desgracia de ambos… sonó el timbre.
- ¿Qué estará pasando que tardan tanto en contestar? – Le preguntó como si no se imaginara la respuesta.
- Creó que vinimos en un mal momento. – Le respondió su acompañante.
- Eso es lo más divertido ¿No crees Tezuka? – Le impacientaba ver la cara de fastidio que pondría Eiji.
- Deberíamos irnos. – Como siempre con su semblante serio le hablaba.
- ¡Disculpe por la demora! – Abrió bruscamente la puerta Syuichiroh haciendo que ambos tenistas que estaban esperando en la puerta se exaltaran. - ¡Ah! Hola ¡Fuji¡Tezuka¿Qué hacen por aquí? – Se notaba el tono agitado de su voz.
-Estábamos dando un paseo por la ciudad y como Eiji me había pedido que le comprara la pasta dental que usó el Sábado cuando se quedó a dormir en mi casa.- Se detuvo para ver la expresión que solo él logró percibir del rostro de su Buchou ¿estaba molesto porque Kikumaru se había quedado a dormir en su casa? Pensaba, pero rápidamente volvió al tema en el cual se encontraba explicando. – Y bueno aquí se la traje. – Le sonrió señalándole la bolsa que traía.
- Oh Ehm. – Todavía no podía creer que estuvo apunto de tener a Kikuaru, por eso seguía muy sobre excitado pero los modales estaban de por medio y haciéndose hacia un lado les dio camino para que pasaran a la casa.
- Con permiso- Dijo el de lentes al ver a Eiji detrás de Oishi parecía que acababa de llegar.
Ambos tenían las mismas prendas que habían lanzado por la habitación del pelirrojo, no obstante estaban bien puestas sin ningún detalle que pueda llegar hacer dudar a alguien de lo que pudieron llegar hacer.
- Aquí tienes Eiji. – Y le extendió la pasta dental. Ya se encontraban todos en el living Eiji y Oishi en un sillón y Syusuke y Tezka en el otro.
- ¡Ah la que quería con sabor a melón! … pero… ¿Cómo la conseguiste? – Ese sabor muy rara vez se lo encontraba en un dentífrico.
Fuji miro con sus azulinos ojos a Tezuka por una milésima de segundo recordando aquel día que tubo que pasar la noche en la casa del debido a la fuerte tormenta que le impidió llegar a su casa. Notó esa pasta dental en el baño cuando se estaba preparando para irse a dormir y le intrigo el aroma que desprendía de esta, no era el común y corriente olor a menta. – Eso Eiji… es un secreto. –
- Vamos Fujiko dime. – Ya le había interrumpido el momento con Syuichiroh cosa que supo que su amigo sonriente era consiente y eso era lo menos que podía hacer.
- En realidad es de Tezuka. –
- ¿Eh¿Es cierto? Pero ¿Como es que Fuji? – Le pregunto Syuichiroh a Kinumitsu.
- Porque el me la pidió. – En realidad cuando entró al baño y lo vio usando su pasta se molestó pero el embriagante olor a melón que desprendía de la boca de Syusuke le hizo cambiar de opinión para que la use cuantas veces quiera.
- ¿Quieren algo para tomar? – Les ofreció Eiji.
- No gracias, solo estábamos de pasada. – Le contestó Tezuka.
- ¿A dónde van? – Le pregunto el pelinegro.
- Al parque de diversiones. – Un sonriente Syusuke le respondió.
-Nyaa que divertido ¿Podemos acompañarlos? –
- Syusuke miro la expresión del rostro de Mitsu suerte que esta vez era cierto eso de "un parque de diversiones" y rió por lo bajo pensando en lo pervertido que estaba siendo al pensar en esas posibles situaciones que desearía tener con su Buchou pero cuando inventaban excusas siempre eran para tener practicas de tenis ya que después de su derrota con él empezó a tomarse mas enserio ese deporte.
- Entonces apurémonos en llegar. -
- ¿Por qué tanta prisa? – Sabía que eso no le tendría que haber preguntado conociendo las cortantes respuestas del de lentes.
- Cuanto más tardemos en llegar más gente habrá y de por si las filas son interminables.-
- ¡Hai! – Le respondieron Eiji y Oishi.
Continuara…
